Dos chicos son agredidos en Madrid en un nuevo ataque homófobo

na pareja de chicos fue agredida en la madrugada de este lunes con gran violencia en el madrileño barrio de Chueca, según ha denunciado la asociación de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales y heterosexuales de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid (Arcópoli).

Los hechos ocurrieron a la salida de un bar en el cruce de las calles Hortaleza y Augusto Figueroa, cuando una pareja se acerco a ellos diciendo “panda de gays” y empezó a propinarles golpes en la cabeza y otras partes del cuerpo. S.G, uno de los chicos agredidos, recibió un golpe en el cráneo con un objeto metálico y perdió el conocimiento. 

Según ha informado Arcópoli, S.G ya ha interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional. “Este terrible mes de enero solo nos ratifica en nuestra posición de exigencia a las instituciones de medidas contundentes de formación, unidades específicas y campañas de visibilidad así como más recursos ante una lacra como la LGTBfobia que, lejos de disminuir, parece aumentar en la sociedad madrileña”.

La organización lleva contabilizadas siete agresiones homófobas solo en la capital en lo que va de año, lo que califica como “el peor enero desde que recoge agresiones motivadas por el odio”. El mes se estrenó con la agresión de un joven a la salida del Metro, en el barrio de Salamanca, por su condición homosexual. El pasado día 10 una mujer transexual fue insultada y agredida en el madrileño barrio de Lavapiés.

Esta semana varios colectivos LGTB se reunieron con el  delegado del Área de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, a raíz de las últimas agresiones al colectivo. Según los últimos datos del Ministerio del Interior, en España se produjeron en 2014 1.285 delitos de odio, de ellos 102 en la Comunidad de Madrid, y la mayoría, el 40%, por orientación sexual o identidad de género de la víctima. Las organizaciones avisan de que la cifra es “la punta del iceberg” porque la mayoría no se denuncian.

Piden a la RAE una definición de “bisexual” acorde con la realidad

SOCIEDAD Campaña en Change.org

La asociación Arcópoli quiere que en 2016, Año de la Bisexualidad, la Real Academia Española (RAE) cambie en su diccionario la definición de la palabra “bisexual” e incluya una acorde con su realidad, que es diferente al hermafroditismo y no implica alternar prácticas ni orientaciones sexuales.

Es “imprescindible” poner en marcha medidas de visibilidad de la bisexualidad, según Arcópoli, que quiere promover la presencia de “una definición adecuada” en el diccionario de la RAE, ya que “la lengua es un reflejo de la sociedad”.

Las personas bisexuales sufren “discriminación” y no sólo esconden a menudo su orientación entre personas heterosexuales, sino que dentro del colectivo LGTB tampoco se sienten cómodas y son “menos propensas a salir del armario”, ha destacado Arcópoli en un comunicado.

La RAE ofrece una definición con dos “acepciones erróneas” -explica esta asociación madrileña-, que son “hermafrodita” y que para ser bisexual es necesario “alternar prácticas homosexuales con heterosexuales” como si fuera preciso “alternar” prácticas u orientaciones sexuales para poder sentirse bisexual.

En realidad, tal como refleja el “DiccioArcópoli”, bisexual es “la persona cuya orientación sexual está enfocada hacia otras de sexo o género igual o diferente al propio, no necesariamente al mismo tiempo ni del mismo modo o con la misma intensidad”.

Arcópoli quiere que aparezca en el diccionario de la RAE esa definición y ha solicitado ya una reunión con esta institución.

Asimismo, Arcópoli va a lanzar una campaña en la plataforma ciudadanaChange.org para recoger firmas que legitimen aún más su reivindicación.

Paco León reconoce su bisexualidad: “Cuando conocí a mi mujer, yo tenía novio”

TELEVISIÓN  En el programa de Bertín Osborne

Paco León, paseando por las calles de Madrid con su pareja, Anna Rodríguez Costa

Paco León, paseando por las calles de Madrid con su pareja, Anna Rodríguez Costa. Gtres

Después de ser el protagonista de dimes y diretes, ha decidido hablar claro sobre su orientación sexual. Lo ha hecho en el programa de Bertín Osborne, En la tuya o en la mía, donde Paco León (41) revela su bisexualidad: “Cuando yo conocí a Anna, tenía novio. Tenía novio yo, no ella”, confiesa el actor en una entrevista que emite TVE en el prime time de este miércoles 20.

El sevillano se refiere a Anna Rodríguez Costa, la guionista catalana con la que Paco tuvo a la pequeña Manuela en marzo de 2010. Pero esta unión trajo más niños a casa, puesto que la novia del artista aportaba otro hijo. Por ello, León ya ha asegurado que no piensa en aumentar la familia: “Yo me planto, que ya tengo dos. Una mía y otro postizo”.

Un momento de la entrevista con Bertín Osborne

Un momento de la entrevista con Bertín Osborne | TVE

No piensa en pasar por el altar

Por otro lado, el actor tampoco piensa en formalizar su relación con Anna, ya que siente que los papeles son innecesarios a la hora de vivir su amor. Quizá influya que Paco no pare de trabajar en el cine: el próximo 29 estrena la películaEmbarazados y, en abril, su primer proyecto como director, Kiki.

Aun así, ya ha confesado a LOC que sus compromisos no le quitan tiempo para estar con su hija, Manuela, quien no quiere ver a su padre en el mundo de la interpretación: “Cuando aparezco en la televisión, me dice que lo quite y que le ponga dibujitos”. Viniendo de un clan de actores y rodeada de otros tantos amigos de la familia, a la niña de casi seis años tampoco le sorprende este mundo: “Es un poco normal para ella. Porque ve también a amigos: a Eduardo [Casanova], a Pepa, a mi hermana, la tita María [León]… Todo el mundo sale en la tele. Para ella es una cosa normal”.

De todas formas, Paco León prefiere que a la pequeña no siga sus pasos. “Yo espero que no, aunque a mí me hace gracia porque es muy cómica”, declara a este medio. ¿El motivo por el que espera que su hija se dedique a otra cosa? “No se lo recomiendo”, contesta el sevillano.

“No escojo mi orientación sexual a cada momento. Soy bisexual”

Arcópoli solicitará a la RAE que cambie la definición de “bisexual” al considerar que es errónea y nada tiene que ver con los hermafroditas

izpia baltres, secretaria general de Arcopolis

El 2016 pretendía ser el año de la Bisexualidad, un año para celebrar y reivindicar pero, de momento, está teniendo el dudoso honor de empezar con un nuevo récord de agresiones homófobas. En solo 18 días, al menos 3 personas han sido atacadas por su condición sexual y decimos al menos porque son las que se han atrevido a denunciar.

En este contexto, la asociación LGTB+H de la Comunidad de Madrid y las Universidades Complutense y Politécnica Arcópoli quiere recordar que es el año para luchar por los derechos y reconocimiento de las personas bisexuales y, por ello, ha pedido a la Real Academia Española (RAE) que cambie la definición del término “bisexual” para que “se amolde a la realidad social” porque “la lengua es un reflejo de la sociedad.

Arcópolis ha recordado a la RAE que “la realidad bisexual es diferente al hermafroditismo, así como que ser bisexual no implica ‘alternar’ prácticas ni orientaciones sexuales”.

En palabras de Izpia Batres, Secretaria General de Arcópoli y activista bisexual: “dado que las definiciones que ofrece la RAE se emplean como referencia en multitud de cuestiones, su incorrección influye para mal en muchos aspectos”. Consideran que “es denigrante que la Academia no recoja debidamente nuestra realidad” porque “siendo nuestra orientación sexual un aspecto básico de nuestra identidad personal, la falta de visibilidad de nuestra realidad vital o las visibilizaciones indebidas tienen parte de su explicación en concepciones incorrectas como la que ofrece la RAE”.

Batres recuerda: “Yo no escojo una orientación sexual a cada momento: tengo mi propia orientación. Yo no alterno, yo soy bisexual”.

Una realidad aún desconocida
Para la asociación, la realidad bisexual es todavía la gran desconocida y no solo entre los heterosexuales. Según han explicado, hasta en el ámbito homosexual, “la bisexualidad está rodeada de mitos y clichés que deben ser erradicados”.

La bisexualidad es una realidad que sufre discriminación tanto fuera como dentro del colectivo. Las personas bisexuales no sólo esconden a menudo su orientación entre personas heterosexuales, sino que dentro del colectivo LGTB tampoco se sienten cómodas, y son menos propensas a salir del armario”. Y es precisamente por esto por lo que piden que se trabaje en medidas de visibilidad. Entre ellas, la necesaria nueva definición.

Agreden a una transexual en Madrid al grito de “tú eres un maricón”

Una mujer transexual fue insultada y agredida el domingo con gran violencia y pérdida de consciencia en la plaza de Lavapiés de Madrid, según ha denunciado este martes la asociación de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales y heterosexuales de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid (Arcópoli).

Se trata del tercer delito de odio de este tipo del que tienen conocimiento en los primeros días de 2016. El 1 de enero un joven fue agredido a la salida del Metro, en el madrileño barrio de Salamanca, por su condición homosexual.
En este caso, la víctima, una mujer transexual de más de 50 años, atendió a unos chicos que le pidieron tabaco. Al abrir el bolso los varones empezaron a agredirla brutalmente al grito de “tú eres un maricón”.

A continuación, recibió un fuerte golpe en la cara que le ha provocado varios hematomas, y como consecuencia perdió brevemente la consciencia, recuperándola tras haber recibido golpes por todo el cuerpo y encontrarse caída en el suelo.
Tras la huída de los agresores, la mujer fue atendida allí mismo por el Samur-Protección Civil, que la llevó a un hospital para ser examinada. Se le encontraron varios hematomas y contusiones por todo el cuerpo con pronóstico leve.

“Éste es uno de los más brutales ataques por LGTBfobia de los que hemos tenido noticia en los últimos meses e indica que queda muchísimo trabajo que realizar con las instituciones para erradicar esta lacra. Hay que dar una respuesta urgente a la ola de agresiones contra personas lesbianas, gais, transexuales y bisexuales. Demandamos la colaboración absoluta de los diferentes gobiernos para garantizar la seguridad de las personas LGTB en la vía pública”, ha declarado el coordinador de de Arcópoli, Yago Blando.

Arcópoli ha recordado que llevan dos años trabajando duramente en la denuncia de agresiones por delitos de odio, y que se reunirán en breve con el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, que les ha brindado todo el apoyo municipal contra la LGTBfobia. “Reclamaremos mayores herramientas para poder trabajar por la erradicación de los delitos de odio”, han señalado.

Asimismo, la asociación ha pedido “mayor implicación autonómica” y la aceptación de un plan de impacto contra agresiones que reclaman a las instituciones desde hace más de un año.
Con respecto a la Policía, Arcópoli solicitará hoy mismo una reunión con Delegación de Gobierno y el comisario especializado en delitos de odio para seguir mejorando los protocolos. Además, está trabajando de forma muy estrecha con la Policía Local de Fuenlabrada para el desarrollo de una campaña de concienciación de la importancia de la denuncia que publicarán en las próximas semanas.

Lucas Platero: “Antes los niños y niñas que rompían las normas eran mariquitas o marimachos”

Lucas Platero

Lucas Platero / EVA FLÓREZ

Lucas Platero, de nacimiento Raquel, es sociólogo, especialista en cuestiones de género. Da clases en diversos programas universitarios de su área así como en ciclos formativos de intervención sociocomunitaria. Recientemente ha publicadoTrans*exualidades (ed. Bellaterra), un libro que, afirman, “se propone como un instrumento para el cambio social”. Precisamente por esto, pone el énfasis en la educación, ofreciendo una serie de herramientas para el trabajo de profesionales educativos y de intervención sociocomunitaria. Usa el término “trans*” para enfatizar la diversidad de realidades. Tal es esa diversidad, que las herramientas que ofrece sirven para romper estereotipos que afectan a todas las personas, en especial niños y jóvenes, más allá de su identidad sexual o de género.

Mucha gente se sorprende al oír hablar de menores trans, seguramente por los estereotipos existentes. ¿Cómo les explicarías qué es la transexualidad?

Siempre ha habido niños y niñas que se salen de las expectativas que tienen sus familias o escuelas. A veces tiene que ver con la capacidad corporal, con las habilidades o la sexualidad, y en este caso, hablamos de la identidad de género. En las escuelas o ludotecas siempre hay niños más femeninos o niñas más masculinas, esta expresión puede que sea de algo temporal o que no es especialmente intenso, pero para otros, será una actitud que por su persistencia, duración e intensidad tiene una cualidad distinta, por lo que van a necesitar más apoyos, al ser vulnerables a la discriminación.

Si pensamos en la realidad de los menores, los espacios donde socializan están segregados por género, son los lavabos, los uniformes, las actividades… Si quieres adscribirte a otro género distinto al asignado en el nacimiento, las normas sociales e institucionales te lo impiden y te castigan si las trasgrides. Incluso algunos profesores llegan a percibir a las personas trans* como personas conflictivas, precisamente porque rompen con esas normas, en lugar de plantearse que son las normas rígidas las que causan las rupturas. Para algunas familias, estas realidades trans* rompen con las expectativas que proyectaban sobre sus hijos y han de reconciliarse, a veces incluso hacer un duelo, ajustándose a las necesidades que tienen y, a su vez, con las necesidades de sus hijos.

La definición no es sencilla.

Las personas trans* lo son en la medida en que consideran que lo son. No me interesa tanto la cuestión diagnóstica, como el papel que tiene la persona para decidir sobre su propia vida, con los apoyos de su entorno. Así, la tarea de los adultos es acompañar y ayudar a que la vida de esta gente joven sea lo más feliz posible, y no apresurarlos a la hora de afirmar su identidad, porque son ellos mismos los que tienen que decidir. Me interesa mucho que esto surge de los mismos padres y madres, que señalan que lo importante es acompañar, algo en lo que coincidimos también muchos profesionales y activistas. Las definiciones y los protocolos sobre cómo actuar en los espacios como las escuelas o los centros de menores es algo que nos planteamos los adultos, para justificar nuestra actuación frente a quienes preferirían que les castigásemos o corrigiéramos. Los chavales a su vez necesitan que los protocolos les permitan hacer algunos cambios, para poder vivir según sus necesidades. Son cosas sencillas y concretas, es de lógica que un niño se pueda llamar de la manera que más le guste. Si no se siente identificado con el nombre que pone en su DNI, ¿qué problema hay por llamarlo con otro? Esto no sólo le pasa a las personas trans*, pero sí es mucho más difícil cambiar de nombre legalmente o conseguir que la gente respete tu identidad.

No sólo las personas trans se ven afectadas por estas reglas.

El sexismo le hace mal a los hombres y a las mujeres, no sólo a las personas que están transitando o son trans*. La masculinidad construida en la competitividad, en la agresividad o cierta feminidad de las niñas modositas, nos aprisiona en roles de género muy limitados. Cuestionar la identidad corporal o los roles binarios de género es importante, por ejemplo para que las chicas sepan que pueden ser lo que quieran, o que un chico no tiene que ser el típico machote. Para mi, no sólo se trata de que no se discrimine a las personas trans*, sino también de cuestionar estas normas tan rígidas, algo que nos beneficia a todas las personas.

¿En las escuelas se educa en una relación muy determinada entre sexo y género?

El currículum de educación infantil (por debajo de los seis años) contiene un criterio, para valorar si los niños y las niñas identifican claramente cuál es el género de los demás y el propio. Empezamos la experiencia educativa aprendiendo un binarismo muy férreo. Quizás habría que plantearse la necesidad de estas exigencias y la importancia de encontrarse con otras experiencias educativas con docentes que van más allá del currículum oficial y que respetan las necesidades de los niños y las niñas.

¿Y cómo hay que responder a ese binarismo?

Es importante que las niñas y los niños tengan un imaginario con muchos referentes y maneras diversas de estar en el mundo, que permite pensarse de una manera más plural. Pensemos que el interés de separar qué es de chica o de chico contiene una presión consumista clara, sobre el uso del rosa para chicas o de los juguetes de acción diseñados para chicos; diferenciarlos sirve para crear espacios de mercado. No puedes usar la bicicleta rosa de tu hermana porque no es apropiado para un chico. Quién dice una bicicleta, dice un jersey o un bolígrafo.

Por otra parte, quiero señalar que hay experiencias en escuelas que parten de la comunicación entre familias, profesorado y estudiantes, que plantean modelos no sexistas, que cuestionan la rigidez de estos binarismos y que trabajan activamente por los derechos de los menores trans*, posibilitando su transición o generando espacios neutrales al género. En este sentido es vital reconocer el trabajo de las asociaciones como  Chrysallis AMPGIL en Catalunya, que están haciendo un trabajo importantísimo para conseguir que se respete a los chavales.

La situación ahora es distinta a hace unos años. ¿Estamos mejorando?

Empezamos a concebir otras realidades que antes no teníamos presentes, como es el hecho que los menores también tienen género y sexualidad. Antes todos los niños y niñas que rompían las normas eran mariquitas o marimachos, pero ahora, los medios y las redes nos devuelven más imágenes distintas y posibles. Ahora estamos mejor porque hay personas trans* que son visibles, que muestran que sus vidas son posibles y diversas, también hay más derechos así como una mayor visibilidad de las familias que defienden a sus hijos e hijas trans*, profesionales que quieren innovar y rechazan las terapias reparativas… Deseo pensar que estamos transformando la sociedad cada día, un poquito.

¿Entonces la clave está en conocer otras realidades posibles?

Es clave que los chavales conozcan a otros que tengan situaciones parecidas, otras familias y personas trans* adultas que les puedan ayudar a imaginar un futuro posible. Si crees que eres el único trans* en el mundo, el sentimiento de soledad es muy grande. Si conoces a otros, puedes aprender estrategias y puedes compartir preocupaciones.

Y en esto de conocer otras realidades internet habrá jugado un papel…

¡Sin duda! Internet tiene un papel fundamental, tanto para lo bueno y para lo malo. Por una parte, te permite acceder a información sobre la transexualidad o la sexualidad no normativa, conocer a otras personas en situaciones similares. Y por otra, internet también ha servido como herramienta para hacer bullying, como en el caso de la joven Carla de Gijón, a quien sus compañeras llamaban “bizca” y “bollera”, en el que  ha habido condena a las jóvenes que la indujeron al suicidio.O en el caso de la joven norteamericana trans* Leelah Alcorn, que  escribió en su blog sobre su identidad y la falta de apoyo de sus padres como motivos de su suicidio. Internet y las redes sociales forman parte de nuestro tiempo, ha servido para que estas jóvenes se expresen y se genere una movilización de alcance mundial, que denuncia la violencia que viven los jóvenes por su sexualidad y su identidad de género.

Luego está la parte negativa y es que se pueden usar todas las herramientas de las redes sociales para acosar a alguien. Todo depende de como uses los medios a tu alcance. Imaginemos que alguien muy joven pone en un buscador palabras como “trans, transgénero o transexual”, se va a encontrar todo tipo de información, desde leyes, asociaciones o páginas porno, lo cual plantea que es necesario generar materiales específicos y este el objetivo que persigo con el libroTrans*sexualidades.

¿Se están generando estos materiales específicos?

Se están haciendo algunas cosas y entre todos vamos tejiendo una maraña de recursos. Quienes estamos en la tarea de generar libros y materiales tenemos la responsabilidad de hacerlo muy bien, porque hay una gran necesidad de saber y aún pocos materiales. Hace poco el periódico Diagonal publicó  una entrevista sobre nuestro libro y ya nos han escrito varias personas dándonos las gracias, mostrando la necesidad de hablar de este tema.

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Por otra parte, lo que tengo claro es que la información es muy importante, pero no es suficiente, saber que la transexualidad existe no es suficiente. En nuestro libro hay definiciones para entender las realidades trans*, se muestra el marco legal y médico, se incluyen también los testimonios de muchas personas. Pero hay que dar un paso más allá, hay que denunciar la transfobia y la discriminación que todavía existen, tenemos que facilitar que las personas adquieran más habilidades para entender y convivir con las personas trans* de una manera respetuosa, enfrentándose a sus ideas erróneas y los mitos existentes. Con este objetivo el libro contiene propuestas para la intervención social, que incluyen la prevención y la actuación frente a la transfobia, así como actividades para realizar en grupo y recursos, que permiten abordar nuestras actitudes y profundizar con materiales accesibles (literatura infantil, ensayo, audiovisuales, cine, etc.)

También has podido conocer muchas realidades con el libro.

Haber hecho este libro me ha llevado a hacer un gran trabajo de investigación y ¡ha sido una experiencia fantástica! Me he entrevistado con personas trans*, sus familias, los profesionales que trabajan con personas trans* y con activistas trans*. Lo que más llama la atención es la heterogeneidad que he encontrado, las personas trans* entrevistadas son trabajadores de ámbitos muy distintos, algunos son padres y madres, otros son niños y niñas muy pequeñas que se preguntan por su identidad, o bien son gente ya muy mayor que reflexiona sobre cómo han cambiado sus vivencias a lo largo del tiempo.

Ha sido muy esclarecedor escuchar y conocer a niñas y niños de cinco o seis años que van buscando las palabras para poder expresarse, para construirse en relación con su entorno y poder constatar los esfuerzos que hacen sus familias por escucharles.

Han sido cuatro años de entrevistas con gente muy diversa y de aprender a no juzgar a las personas. Desde quienes se consideran “mujeres de verdad”, hasta quienes afirman que los roles de género que tenemos no funcionan. Me he encontrado con una gran heterogeneidad, por eso me gusta hablar de realidades trans* con asterisco, porque hay identidades y vivencias muy diversas. Me interesa precisamente esa noción plural de la transexualidad. No todas las personas transitan de un género a otro, algunas simplemente rechazan el género asignado en el nacimiento. Y es precisamente con el asterisco con el que quiero señalar esta diversidad, al tiempo que también pueden encontrar consenso en la lucha contra la discriminación.

Hablas de la importancia de escuchar, que es precisamente uno de los derechos de la infancia.

No respetar la identidad de género o la necesidad de un niño o niña a expresarse con respecto a su identidad es una violación de los derechos de la infancia, así como el artículo 10 de la Constitución sobre el libre desarrollo de la personalidad. A menudo se esgrime que tenemos que impedir que los jóvenes expresen su identidad discordante, por el propio “bien del menor”, que es un argumento para aplicar el castigo o enviar al menor a una terapia reparativa, para que sean “como debe ser”. Esto es terrible, porque estamos mandando un mensaje muy claro de que la persona está enferma, es errónea, está mal y no es querible. Esta respuesta negativa tiene un impacto brutal en su vida y en la relación que construye con su familia y su entorno. El bien del menor supone acompañarle en su crecimiento, ir probando y dejarle expresarse.

Por otra parte, también es una vivencia que puede ser difícil para las familias, que tienen que replantearse sus expectativas. Por mi experiencia, hay muchos padres que están muy dispuestos a escuchar y aprender al mismo tiempo que sus hijos. Los padres tienen que entender que no son ellos los que tienen hijos, sino que son los hijos los que tienen padres.

El primer capítulo del libro Trans*exualidades se puede descargar gratuitamente

Archivan, tras 21 años, el caso Arny de prostitución homosexual de menores

La sección tercera de la Audiencia de Sevilla ha archivado definitivamente el caso Arny, destapado hace 21 años y relativo a delitos relacionados con la prostitución homosexual de menores en un bar de Sevilla, en el que fueron condenados 19 de los 46 hombres procesados.

Fachada del Club Arny

Fachada del Club Arny. (Archivo)

Fuentes judiciales han explicado a Efe que la Audiencia de Sevilla ha dictado un decreto por el que declara prescrita la responsabilidad civil de uno de los acusados, lo que supone el archivo definitivo de las actuaciones.

SEVILLA. La Fiscalía de Sevilla, por su parte, ha dado el visto bueno al archivo de la causa, han añadido las fuentes.

La mayor pena por este caso se impuso a Carlos Saldaña, dueño del pub Arny, que fue condenado en 1998 a 33 años de cárcel por prostitución de menores y que en 2007 consiguió la libertad condicional tras un cumplimiento efectivo de casi nueve años de prisión.

Saldaña fue condenado por once delitos de prostitución de menores, pero el principio de cumplimiento efectivo del triple de la máxima pena individual impuesta situaba en 9 años el máximo que debía pasar en prisión, explicaron a Efe las citadas fuentes.

Este imputado pasó 9 meses de prisión provisional entre octubre de 1995 y julio de 1996, y tras la confirmación en el Supremo de la sentencia emitida por la Audiencia volvió a ingresar en abril de 2000 y cumplió su condena en las cárceles de Huelva, Madrid y Sevilla.

El segundo procesado al que correspondió mayor pena, el encargado del Arny J.A.G.L., quedó en libertad en mayo de 2005 tras cumplir seis años de condena efectiva, del total de 18 que le impuso la Audiencia de Sevilla.

La sentencia, emitida en 1998, fue confirmada en 2000 por el Supremo e impuso condenas de un año de cárcel a los clientes de los pub de prostitución homosexual que fueron procesados.

La Audiencia absolvió a 33 de los 49 imputados basándose en la falta de credibilidad de los jóvenes denunciantes, la mayoría de ellos dedicados a la prostitución.

Saldaña y el encargado del Arny, un pub situado frente a la estación de trenes de Plaza de Armas de Sevilla, fueron los dos únicos condenados que ingresaron en prisión.

El bailarín argentino Domingo Arnaldo Concha, conocido como Arny y relaciones públicas del club, pagó la multa y las indemnizaciones que le impusieron los jueces y eludió el ingreso en prisión para cumplir un año y nueve meses.

El caso Arny fue destapado por uno de los chicos que se prostituían en el club, J.A.S.B., conocido como “Testigo número 1”, un joven con numerosos antecedentes penales que posteriormente fue condenado por asesinar a un hombre en abril de 2004 en Brenes (Sevilla) y que, entre otros, acusó a un juez de menores que fue absuelto.

Archivada definitivamente la investigación del caso Arny

Se inició hace 21 años y se ha saldado con 16 condenados del medio centenar de personas acusadas inicialmente

Jorge Cadaval, uno de los acusados y, posteriormente, exculpado

Jorge Cadaval, uno de los acusados y, posteriormente, exculpado. / Archivo

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha archivado definitivamente la investigación judicial iniciada en el año 1994, hace ya 21 años por tanto, por el denominado caso Arny, por el que fueron condenadas 16 del medio centenar de personas acusadas inicialmente, según han informado fuentes judiciales.

En este sentido, las mismas fuentes consultadas han indicado que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha dictado recientemente un decreto por medio del cual declara prescrita la responsabilidad civil de uno de los acusados, con lo que la investigación judicial ha quedado definitivamente archivada.

La Fiscalía de Sevilla, de su lado, ha dado el visto bueno al archivo, según han indicado las mismas fuentes, que han explicado que las 16 personas condenadas por el caso Arny se encuentran ya en libertad tras haber cumplido las condenas impuestas en una sentencia que se hizo pública en marzo del año 1998.

Uno de los condenados fue el dueño del pub Arny, Carlos Saldaña, a quien la Audiencia Provincial de Sevilla impuso una condena de 33 años de cárcel por 11 delitos de prostitución de menores, aunque el principio legal de cumplimiento efectivo del triple de la máxima pena individual impuesta le permitió salir de prisión en 2007. Otro de los principales condenados fue el encargado del pub Arny, José Antonio González Losada, a quien la Audiencia Provincial impuso una condena de 18 años de cárcel.

La sentencia de la Audiencia Provincial fue confirmada íntegramente en el año 2000 por el Tribunal Supremo.

Cabe destacar que el principal testigo del ‘caso Arny’, José Antonio Sánchez Barriga, fue condenado en 2005 a 15 años de prisión por el asesinato de un hombre de 72 años de edad.

El camarero despedido por tener el virus del sida

Daniel Jiménez junto al edificio en que vive en Madrid

Daniel Jiménez junto al edificio en que vive en Madrid. / KIKE PARA

Daniel Jiménez tenía 25 años cuando contrajo el virus del VIH, en 2014. Su madre lo apoyó desde el primer momento y la medicación que lo mantiene sano le permite llevar una vida normal. Pero el año pasado, cuando trabajaba de camarero, se topó por primera vez con el estigma social, ese obstáculo adicional en la vida cotidiana de los pacientes seropositivos. En cuanto él comunicó su enfermedad a su jefa, esta le echó de un día para otro.

Jiménez presentó denuncia por despido improcedente y el pasado lunes la empresa admitió que había sido discriminado por su enfermedad. A cambio, la víctima ha renunciado a la indemnización, correspondiente a ocho meses de salario.

Este es el primer caso en España en el que una empresa reconoce la vulneración de derechos por motivo del VIH, asegura Juan Silvestre, portavoz de Imagina Más, una asociación madrileña especializada en ayudar a enfermos de VIH. El bar ha sido identificado por esta asociación y no por la víctima, que se compromete en el acta de conciliación a no revelar el nombre de su exempleador.

El madrileño había comenzado a trabajar en el Mokäi, un local de la plaza de Pedro Zerolo, en Chueca (Madrid), a principios de mayo de 2015. La empresa, asegura él, tardó unos 10 días en redactar el contrato, por lo que cuando firmó él todavía se encontraba en período de prueba.

La confesión

Al principio la relación con su jefa era algo tirante, pero en seguida cogieron algo de confianza. Ella le llegó a contar problemas personales suyos. “Una tarde empecé a sudar bastante, porque estaba asimilando una nueva medicación, y ella me preguntó por qué sudaba”, recuerda. Tras intentar esquivar la conversación, terminó contándole que tenía el virus del VIH. “Al principio ella sintió eseshock en el que no sabes qué responder”, cuenta el joven, pero en seguida se mostró receptiva y, al terminar la jornada, él se fue a su casa como siempre. Fue al llegar cuando recibió un mensaje de Whatsapp: “Siento mucho lo que te ocurre, pero no me parece justo que no me lo hayas comunicado antes de contratarte. Tengo un negocio de restauración y al menos me podías haber contado esto, no me puedo arriesgar. Mañana hablaré con la gestoría y le comunicaré tu baja. Me parece un golpe bajo por tu parte”, según se lee en uno de los mensajes que el chico guarda. Más abajo, su exjefa añade: “La empresa tiene todo el derecho de contratar a gente sana”.

Al no ser el VIH una enfermedad transmisible a través de la manipulación de alimentos, discriminar a alguien en un puesto de hostelería con motivo de su enfermedad es discriminatorio, según la coordinadora estatal de VIH CESIDA .

“Yo no sé nada”

EL PAÍS contactó este martes con la encargada del bar Mokäi, a la que que en la sentencia sale solo como “Rebeca”, sin apellidos. “Yo no tengo nada que ver con el administrador”, aseguró este martes por teléfono. “No. Yo no traté con Daniel Jiménez, no sé absolutamente nada. A él lo despidió la empresa, a mí este tema me han dicho que estaba zanjado, y punto. No tengo nada de qué hablar, no sé nada”, agrega.

La dueña del local, y quien acudió al juicio el lunes pasado, es su hija. Jiménez añade que el verano pasado la empresa negó, a través de su página de Facebook, que lo hubieran discriminado. Esta web está hoy fuera de servicio.

Cuando le echaron se sintió traicionado, explica la víctima. Denunció “por rabia, por impotencia; el dinero me da igual”. Lleva siete meses en tratamiento psiquiátrico, sufriendo crisis de ansiedad y pesadillas por las noches. Aunque trabaja en el sector de la hostelería desde los 16 años, actualmente está en paro. Desde que denunció ha tenido dificultades para encontrar trabajo. “Corrí un riesgo, porque cuando voy a algún trabajo y conocen un poco mi caso, ponen excusas para no contactarme. No me dicen claramente ‘no te quiero porque tienes VIH’, dicen que no les intereso porque no valgo. O porque este no es mi trabajo. Y, sin embargo, toda mi vida he sido camarero”, explica Jiménez.

Ahora se plantea el futuro en otros términos: “Mi vida ha dado un vuelco. Es verdad que necesito trabajar de algo. Pero me gustaría poder ayudar a otra gente que esté en mi situación, que sepan dónde acudir, cómo recurrir y todo eso. Cuando lo vives en tus propias carnes, es muy difícil. Me gustaría dedicarme a una labor más humanitaria”.

En España se detectan de media 10 nuevas infecciones de VIH al día. Según el Ministerio de Sanidad, la proporción de hombres que tienen sexo con hombres subieron entre 2010 y 2014, frente a las infecciones de consumidores de droga por vía intravenosa, que disminuyeron. En 2014, el año que diagnosticaron a Jiménez, hubo 3.366 nuevos casos. “A mí me da igual dar la cara. Si hubiera habido más gente que hubiera luchado por esto públicamente, quizá yo no hubiera tenido este problema. Eso es lo que falta: gente visible”, remata el joven.

Tres fondos invierten en una vacuna española contra el VIH

Las gestoras de capital riesgo de La Caixa, de Johnson & Johnson y de Ysios Capital aportan 11,5 millones de euros

 

El proyecto para conseguir una vacuna terapéutica contra el sida en el que trabajaba el centro de investigación catalán Hivacat ha captado 11,5 millones de euros entre un grupo de fondos de inversión, que esperan cerrar las últimas pruebas en los próximos cinco años y poder lanzar el producto al mercado dentro de siete o diez años. Aelix Therapeutics, la empresa desde la que se harán las pruebas, verá cómo se incorporan a su accionariado las gestoras de capital riesgo de La Caixa, del gigante Johnson & Johnson y el fondo biotecnológico Ysios Capital, que ha liderado la operación.

Aelix es una spin off de Hivacat, un consorcio público-privado que investiga la vacuna del sida y que mantendrá “una buena representación” en el accionariado de la empresa, según explicó uno de sus fundadores, Jordi Naval. El objetivo es iniciar en otoño los estudios clínicos en personas no infectadas y haber acabado la segunda fase, que implica la vacunación a pacientes con VIH, a finales de 2019. La vacuna no servirá para prevenir el contagio, sino para curar a quienes ya estén enfermos y evitar así que tengan que depender de los tratamientos antirretrovirales toda su vida. Sin embargo, los directores de Hivacat, Bonaventura Clotet y Josep Maria Gatell, esperan que los descubrimientos que se hagan a lo largo del proceso resulten útiles para crear una vacuna preventiva. Ambos investigadores son fundadores de la compañía y forman parte de su consejo asesor.

El cuarto fundador es Christian Brander, el científico del centro que lideró la línea de investigación que desarrolló el principal compuesto de la vacuna, el HTI. Se trata de uno de los proyectos más prometedores en la búsqueda de un remedio rápido y eficaz contra una enfermedad que padecen 36,9 millones de personas según los últimos datos de Naciones Unidas, que se remontan a 2014. Unas 150.000 residen en España.

La novedad que presenta el HTI es su diseño, según explicó Brander: “Para fabricar una vacuna debes decidir cuáles son las partes del patógeno que vas a incluir. Hasta ahora, los diseños han sido elegidos según análisis de secuencias o de función de proteínas… El nuestro se basa por primera vez en datos experimentales de personas infectadas”. Tras estudiar a miles de pacientes con VIH, el equipo del ahora director científico de Aelix Therapeutics analizó con más detalle a aquellos individuos que eran capaces de controlar el virus sin necesidad de medicamentos y que suponen el 1% de los infectados. “Observando sus respuestas inmunes con más detalle pudimos definir qué partes del virus atacan. Y son estas las que hemos puesto en el inmunógeno”, explicó.

El desarrollo de la vacuna implicará la reducción del coste del tratamiento del sida, según recalcó Gatell: “Una vacuna terapéutica que funcionara bien, por cara que fuera, siempre sería más barata que 60 años de antirretrovirales”. Naval aseguró que “el espíritu y la misión de la compañía” es que el producto “sea accesible al mayor número de personas posible y a un precio justo”.

Los directores de Hivacat, sin embargo, insistieron en que este logro no ha de tomarse como la solución final al sida. “Las personas no somos todas iguales cuando nos infectamos, algunas se convertirán en controladores de élite con la vacuna, otras necesitarán algún complemento, otras se sanarán por completo… Esto habrá que averiguarlo en los estudios y este dinero es suficiente para desarrollarlos en dos modelos de transportadores del HTI: el ADN y el MVA”, explicó Clotet. “El mensaje es que hay otras cosas por hacer y hace falta más dinero”, añadió Gatell.

La patente del HTI pertenece a Hivacat, que la ha transferido a Aelix Therapeutics. Esta contratará a entre cuatro y seis personas y subcontratará servicios a los centros que conforman el proyecto catalán: el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínic de Barcelona, que dirigen Clotet y Gatell, respectivamente.

La compañía no quiso detallar cómo queda estructurado su accionariado tras la captación de capital. Ysios Capital, especializado en biotecnología, aporta 3,75 millones de euros lo que “no necesariamente significa que sea el principal inversor”, según puntualizó uno de sus socios, Josep Sanfeliu. Esta es la tercera operación que el fondo saca adelante con La Caixa en los últimos meses, después de las inyecciones de 36 millones de euros en Sanifit y 19,4 millones en Minoryx Therapeutics a finales de 2015. El director de inversiones de Caixa Capital Risc, José Antonio Mesa, adelantó que pronto anunciarán una ronda similar. Junto a Johnson & Johnson, cada uno contará con un miembro en el consejo de administración de la nueva empresa.