Gais, lesbianas y transgénero durante el franquismo

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Montaje fotográfico realizado en la Central de Observación de la Dirección de Prisiones, donde se estudiaba y calisificaba a los reclusos

Montaje fotográfico realizado en la Central de Observación de la Dirección de Prisiones, donde se estudiaba y calisificaba a los reclusos. Imagen: Tusquets.

Inversión sexual y erotismo desviado. Repugnante caso que subleva a toda conciencia honesta. Ofende al pudor y a las buenas costumbres y es objeto unánime de condenación. Actos contra natura. Perversión sexual. Nefando tráfico sodomítico. Repugnante vicio. Vicio antinatural y perturbador. Vicio merecedor de la más completa repulsa. Actos atentatorios a la moral, fundamento de la familia y la sociedad. Nefastas relaciones. Repugnante porquería. Repugnantes aberraciones. Torpes acciones. Inmorales aberraciones. Sucios y reprobables actos. Actos de desviada lujuria. Vergonzoso vicio. Acción soez. Desvergonzada e impúdica. Aberración contraria a la naturaleza humana. Torpes instintos. Repugnantes actos libidinosos…

Calificaciones de la homosexualidad en los expedientes del Tribunal Supremo del franquismo recopilados por Armand de Fluviá, autor de El homosexual ante la sociedad enferma en 1978.

Si bien las prácticas homosexuales estuvieron penalizadas en muchos países de Europa durante la segunda mitad del siglo XX y la España de Franco no era, en ese contexto, una excepción, nuestro país constituye un interesante objeto de estudio por cómo abordó el tema científicamente, por llamarlo de alguna manera. Tras la destrucción del estado democrático entre 1936 y 1939, el franquismo comenzó a crear y teorizar en la posguerra una psiquiatría hispana.

Según cuenta el psiquiatra González Duro en las obras que ha dedicado al fenómeno, en general no era más que una adaptación de toda la psiquiatría nazi a términos locales. Con la novedad de que la psiquiatría nacional tendría como fundamento un concepto teológico del hombre. «Todo se explicaba en función de la “vitalidad”, término ambiguo definido poéticamente como la sutura entre el cuerpo y el alma».

Dentro de esta disciplina no se admitían conflictos familiares o generacionales. La psiquiatría nacional no era más que otra trinchera para la defensa del sistema establecido. La locura era biológica o genética, y por eso se trataba exclusivamente con los tratamientos biológicos más agresivos, electroshock o lobotomías. Y su causa era clara: el pecado. El doctor Marco Merenciano, falangista y católico, entendía que la enfermedad mental era un castigo por el pecado; «pecado que por su naturaleza llevará al castigo de la imposibilidad de arrepentimiento», escribió. Este señor tiene todavía una calle en Valencia.

Otro, con calle en Madrid en la actualidad, López Ibor, daba, como documenta González Duro, «una interpretación teológica de la enfermedad psíquica cuya realidad solo se podía entender yendo a la base radical del ser humano, de su “naturaleza caída”, de ahí la conveniencia de que el psiquiatra fuera cristiano, y católico específicamente». Y Antonio Vallejo-Nájera, también, por su puesto, con calle en Madrid, teorizó que quienes tenían ideologías distintas a las inherentes al hombre español «sano y vertical, religioso y de derechas por naturaleza» sufrían de un virus marxista o una malformación genética —el gen rojo— para lo que proponía la reinstauración ni más ni menos que de la Santa Inquisición.

En cuanto al psicoanálisis, el rechazo era total por su falta de «espiritualidad» su «pansexualismo» y su ser «nocivo para la catolicidad inmanente del enfermo español», sigue González Duro, que precisaba una psicoterapia específica según estos galenos. La obra de Freud estuvo prohibida en España hasta 1949 y a partir de entonces se trató de adaptar. «El pueblo español profesa en su mayoría el catolicismo, y es la primera de las condiciones de nuestra psicoterapia que no contradiga el dogma y la moral católica», explicó Vallejo Nájera. Y el catalán Ramón Sarró i Burbano sentenció: «Pero ¿cuál sería la mejor interpretación? ¿Hemos de reconocernos como sexualidad, como ambición más o menos frustrada o como cosmovisiones del arquetipo? (…) ¿Y por qué no como el camino del alma hacia Dios del que nos aleja el pecado y nos acerca la Gracia; o como cristiano que necesariamente cae y se levanta ante la faz Divina?».

En este contexto científico arbitrario y surrealista, los homosexuales eran considerados enfermos en el mejor de los casos. Se les aplicaron terapias aversivas —medicación para inducir al vómito o descargas eléctricas mientras se les mostraba pornografía homosexual—, electroshock o lobotomías. López Ibor llegaba a presumir de sus «exitosas» lobotomizaciones a gais. La revista Interviú recogió un fragmento de una conferencia suya en Italia en 1973 donde decía: «Mi último paciente era un desviado. Después de la intervención del lóbulo inferior del cerebro presenta, es cierto, trastornos en la memoria y la vista, pero se muestra más ligeramente atraído por las mujeres».

Quirófano del Hospital Penitenciario de Madrid (1956)

Quirófano del Hospital Penitenciario de Madrid (1956). Fotografía: Real Academia Nacional de Medicina.

Los primeros intentos de curar homosexuales habían empezado en la Primera Guerra Mundial, cuando los altos cargos del ejército alemán detectaron que la homosexualidad estaba extendida entre muchos de sus soldados. Cuenta la doctora Teresa Cabruja, de la Universidad de Girona, que esto sucedía porque se consideraba que la homosexualidad respondía a «causas ambientales», pues no podría darse genéticamente en la raza aria. Aquí se siguió con esa cantinela casi hasta los años ochenta. De hecho, en 1977, la UCD planeó la creación de diez mil plazas para la reeducación de homosexuales. Un plan abortado cuando la Constitución prohibió un año después clasificar a las personas por su sexualidad.

Pero lo cierto es que en la historia moderna de España nunca hubo un exceso de celo a la hora de perseguir a los homosexuales. El Código Penal de 1822 no recogía el delito de sodomía por su inspiración francesa, país donde se despenalizó la homosexualidad en 1791. En los códigos penales de 1848, 1850 y 1870 españoles aunque no estaba penalizada, se castigaba con la figura del «escándalo público». Solo Primo de Rivera endureció la ley en 1928 castigando específicamente las relaciones sexuales entre adultos del mismo sexo con una multa y la inhabilitación para ocupar cargos públicos. Finalmente, la II República despenalizó completamente la homosexualidad —excepto en el Ejército— en su Código Penal de 1932. Y aunque luego redactara la Ley de Vagos y Maleantes en 1933 sobre delincuentes «potenciales», no insertó en ella a los homosexuales. Fue durante el franquismo, en 1952, cuando se modificó esta ley para incluirlos expresamente.

No obstante, entre 1939 y 1952 el régimen estuvo más preocupado de exterminar y encarcelar a sus enemigos políticos que a los homosexuales. Si acaso, merece la pena mencionar el caso del escritor Álvaro Retana en 1939, denunciado por sacrilegio al beber semen de un copón sagrado. En el proceso, Retama tuvo el valor de contestar al juez: «Señor, prefiero siempre tomarlo directamente». Fue condenado a muerte, se le aplazó la pena varias veces y al final se le conmutó por treinta años de cárcel.

O el caso del cantante de copla Miguel de Molina, al que antes de exiliarse le dieron una paliza en plena calleJosé Finat y Escrivá de Romaní, futuro alcalde de Madrid, y Sancho Dávila, falangista pro nazi que luego fue presidente de la Federación Española de Fútbol. Uno de los dos le arrancó el pelo y se lo llevó guardado envuelto en un pañuelo de recuerdo. Pero por lo visto solo se trataba de un asunto de celos. Un mandamás del régimen sufrió un desengaño sentimental con él y lo persiguió hasta que él mismo cayó en desgracia por un incidente en una sala de fiestas. Se cuenta en El látigo y la pluma, del periodista Fernando Olmeda:

Varias personas sujetaron al agresor y trataron de calmarle diciendo que el individuo era un falangista muy vinculado a las altas esferas y le traería problemas. Pero el joven exclamó que aquel asqueroso maricón le había toqueteado los genitales al pasar y que no iba a perdonarlo. Cuando le insistieron en que olvidara el incidente, el hombre se dio a conocer como agregado militar de la embajada de un país centroeuropeo. Dijo que hablaría con su embajador y al día siguiente haría una denuncia formal al Ministerio de Relaciones Exteriores. El enloquecido maricón no era otro que el secretario del ministro, que durante años me persiguió monstruosamente. Aunque se trató de acallar el escándalo, la cantidad de testigos presenciales lo hizo imposible y el tipo salió violentamente de sus dos cargos.

Los artistas homosexuales fueron un objetivo político en aquella época. Para permitirles llevar su vida tenían que informar a la policía, convertirse en chivatos. Además de mostrar una inquebrantable adhesión al régimen en todas sus manifestaciones públicas. En aquellos años, en cualquier caso, convivieron reconocidos homosexuales en los puestos más altos de la jerarquía franquista —muchos fueron famosos por haber dado «paseos» en la guerra— con una exaltación de la masculinidad exacerbada por parte de los falangistas triunfadores.

Casi todos los artículos sobre homosexualidad que tratan este período histórico insisten en señalar las inequívocas características homoeróticas de la estética falangista. Así como los apodos que recibía Franco entre los suyos, tales como «Paca, la culona» o «Miss Islas Canarias 1936», o la descripción que de él hizo el periodista americano John Whitaker:

Hombre pequeño, su mano es como la de una mujer y siempre está empapada de sudor. Excesivamente tímido, se pone en guardia para dialogar con su interlocutor; su voz es ligeramente desconcertante, pues habla muy suave, casi en susurros.

Todo con el fin de asociar la obsesión del nacionalcatolicismo por exaltar la hombría de la nación a sus propias inseguridades. Una conclusión muy tentadora, pero que carece de sentido en la época. Los fascismos y el nazismo, al marco de identificación primaria, el nacionalismo, añadieron la raza y la masculinidad como forma de resolver todos los problemas, un regreso al pasado edénico mediante la virilidad, la agresividad y la fuerza de voluntad. La figura del machote era el truco del almendruco propagandístico gracias al cual se resolverían todos los problemas en los tumultuosos años treinta.

Fotograma de la película propagandística Rojo y negro (1942) en la que un soldado de uniforme porta la bandera falangista

Fotograma de la película propagandística Rojo y negro (1942) en la que un soldado de uniforme porta la bandera falangista. Imagen: CEPICSA.

No obstante, otra historia es, como relata Olmeda en su libro, que la homosexualidad estuviera muy presente en el ejército rebelde. La tropa, dice, no ponía objeciones a que un soldado tuviese relaciones sexuales con otro que era más bien afeminado. También que la famosa camaradería en algunas ocasiones encubría verdaderos enamoramientos bajo el techo del cuartel entre hombres confinados, o que en los ejércitos de África fuesen habituales las noches de juerga de hachís y alcohol con jovencitos marroquíes. Todo ello percibido como algo normal que nada tenía que ver con la homosexualidad. Para prueba, en 1942, fue el propio Franco quien tras una visita a la Academia Militar de Zaragoza ordenó que se colocara una cama adicional en las habitaciones dobles «para evitar tentaciones».

Mientras tanto, en la sociedad, la posibilidad de ser homosexual la marcaba la clase social. Los que tenían al alcance de sus medios llevar una doble vida, que a menudo exigía tener dos pisos, la llevaban. También, como es lógico, los homosexuales de buena familia se aprovechaban de los que eran más humildes. Y Olmeda cuenta que en Barcelona las familias de nivel, cuando tenían un hijo homosexual, podían llegar a aceptarlo y permitirle tener su pareja admitiéndola en la familia cubriéndole como un primo que se había ido a vivir con ellos. Aunque la excusa del primo se ha podido escuchar en las capitales de toda la piel de toro.

Las lesbianas, por su parte, estuvieron en una situación diferente. Si una mujer vivía sola, tendría más problemas si invitaba a su casa a hombres solos que a otras mujeres. Bien al contrario, si se rodeaba de mujeres mantendría una excelente reputación. Los propios padres que no toleraban que un hijo cuando era niño o adolescente manifestara excesivo afecto o encariñamiento por un amigo veían como completamente normal que su hija durmiera en la misma cama con una amiga o una prima.

Durante todo el régimen, el número de expedientes sobre casos de lesbianas fue infinitamente menor que el de hombres. No tuvieron que frecuentar urinarios o exponerse a las redadas policiales. En las ciudades existían redes de mujeres que no levantaban sospechas cuando se reunían a celebrar una fiesta en un piso. Empar Pineda escribe en Una discriminación universal que incluso era al contrario, que los vecinos estaban «encantados de tener unas chicas que eran tan formales que no invitaban a chicos a sus fiestas». Sin embargo, en un contexto de represión inclemente sobre la sexualidad femenina tal y como se relató en los capítulos anteriores de esta serie, muchas lesbianas ni siquiera tuvieron la oportunidad de saber que lo eran hasta que empezaron a difundirse las ideas feministas años después. Como dice Pineda, el sexo entre mujeres no se perseguía porque para el régimen no podía existir.

Los homosexuales en aquel tiempo tuvieron que recurrir a los encuentros clandestinos en playas apartadas, cines o los inevitables urinarios, con lo que significaba a la hora de exponerse a los delincuentes que haciéndose pasar por gais les robaban todo lo que llevasen encima o incluso lo que tuvieran en casa si subían. Las diferentes formas de robarles hasta recibían su nombre. Olmeda, por ejemplo, habla del «timo de la pasma ful». Uno hace de gancho en el urinario enseñando el miembro enhiesto y el compinche aparece haciéndose pasar por policía para prender al homosexual que caiga en el engaño. El periodista recoge en su libro el testimonio de un antiguo delincuente que asegura que en una ocasión estuvo a punto de hacérselo a un jugador de fútbol de primera división. La víctima, por supuesto, nunca denunciaba.

Otro punto de encuentro eran los prostíbulos, que hasta que la ONU no declaró la prostitución incompatible con la dignidad humana, en España funcionaron sin grandes dificultades. Allí muchos hombres acudían sabiendo que además de meretrices también había jovencitos que necesitaban dinero o, en su defecto, prostitutas que sabían amarrarse un dildo a la cintura. Mari Loly, una profesional de la época cuyo testimonio destaca Olmeda, tiene un relato que enlaza con el de la sexualidad en las filas del ejército de Franco:

A veces un hombre que ha sido mi cliente me pide un jovencito, me pide que haga de intermediaria. Suelen argumentar que están hartos de las mismas sensaciones y quieren pasar a un jovencito después de haber probado todo con una mujer. Algunos, una vez probado, se dan cuenta entonces de que eso es lo que les gusta. «Mariquitas» que no sabían que lo eran. Pero en casi todos es una prolongación de su papel de macho. Hay también hombres mayores, viudos o casados, que un día se sorprenden haciéndose o dejándose hacer con un jovencito y les gusta, y no hacen ascos porque normalmente juegan el papel de macho y eso no es tan desagradable para los hombres como si tuvieran que tomar.

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Imagen: cortesía de Jaime Gallaostra / agenciafebus.com

Otra forma de contacto eran los anuncios en determinadas revistas, como las de culturismo por motivos obvios, lo que dio lugar a situaciones curiosas. En 1952 el español Juan Ferrero se proclamó Mister Universo de culturismo en el Scala Theater de Londres. Nunca un español ha vuelto a alcanzar ese título. No obstante, el régimen silenció completamente su gesta por considerar esa disciplina propia de homosexuales.

En ese mismo año circuló entre las autoridades un informe sobre «moralidad pública» que trataba de cuantificar la situación de la homosexualidad en España. El documento indicaba que cada vez se detectaban más casos:

Valencia: existe una cantidad apreciable, arraigada en personas de todas las edades y clases sociales; Madrid: Parece bastante extendida; Granada: Se advierte en el clima moral de la ciudad un incremento extraordinario de las aberraciones sexuales; Guipúzcoa: los casos van en aumento; Baleares: la desgracia de la homosexualidad ha aumentado en ambos sexos, etc…

Es en ese momento cuando se reforma la Ley de Vagos y Maleantes para incluir a los homosexuales. El régimen ya había acabado completamente con la oposición política dentro del país y pasaba a buscarse nuevos enemigos. Muchos homosexuales no habían sido sorprendidos in fraganti y con esta legislación ya eran delincuentes potenciales. La pena que acarreaba la aplicación de la ley era la reclusión en un centro de trabajo o colonia agrícola y el exilio o prohibición de residir en el territorio durante dos años.

A tal fin, en 1954 se puso en marcha la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, en Fuerteventura. La colonia era más bien un campo de concentración y lo de agrícola era una broma de mal gusto puesto que el terreno era totalmente desértico. Los presos picaban piedra y cavaban zanjas. «Frío, miseria, hambre, humillación, palos y más palos. En total éramos noventa maricones. Se pasaba el día cargando piedras, haciendo muros, sacando agua del pozo. Era como un campo de concentración pero sin cámara de gas. El médico de la prisión, para reconocernos homosexuales, nos ponía a cuatro patas y nos metía el dedo en el culo», recordó en El PaísOctavio García, uno de los reclusos, que tampoco olvida que le detuvieron cuando las autoridades se decidieron a «limpiar de maricones Las Palmas».

Se pasaba tanta hambre que Manuel S. H., que Dios lo tenga en su Gloria, se comía hasta las cagarrutas de las cabras y Juan Curbelo Oramas devoraba la comida podrida de los paquetes que le enviaba su madre y que los guardianes retenían hasta que despedían un olor nauseabundo. El hambre era una presencia constante, obsesiva, demoledora, pero no era la única pesadilla. Estaban también los palos, que caían como un diluvio. Por equivocarse al marcar el paso, por responder, por rezongar, por quedarse rezagado al amanecer, por dormirse en la imaginaria, por nada, por todo. (Crónica. El Mundo. 2003. Arturo Arnalte)

El director de la colonia era un sacerdote católico vasco. Dictaba cuántos golpes había que dar a quién y por qué. Escondía la correspondencia de los presos y era quien decidía si el interno estaba tres meses o los tres años de rigor que marcaba la nueva ley. También funcionaron los centros especializados de Badajoz y Huelva. El primero era para los homosexuales pasivos y al otro iban los activos. En las cárceles no «especializadas», como Carabanchel en Madrid o La Modelo en Barcelona, muchos de los internos eran violados sistemáticamente por los otros presos. Había celdas en las que directamente los funcionarios les prostituían. En la calle, la Brigada Social buscaba a los homosexuales con agentes secretos en los cines y discotecas. Existían informes de conducta con todo lujo de detalles, no muy lejos de lo que hacía la Stasi con sus sospechosos, redactados por las autoridades religiosas, políticas y policiales que marcaban la vida de quienes eran señalados.

Ficha policial de Silvia Reyes, encarcelada en 1974 con excusa de la Ley de Peligrosidad Social

Ficha policial de Silvia Reyes, encarcelada en 1974 con excusa de la Ley de Peligrosidad Social. Imagen: cortesía de la Asociación de Expresos Sociales.

También especialmente dura fue la existencia de los transexuales, entonces travestis. El régimen consideraba subversiva no solo su sexualidad, sino también su apariencia, al margen de que era más fácil de reconocer para la policía, y las autoridades se ensañaron con ellas. Los travestis se habían convertido en una opción más en la oferta de la prostitución. Válida para los clientes homosexuales y también para aquellos que no podían acostarse con su novia hasta el matrimonio.

No obstante, durante la década de los sesenta la sociedad española fue modernizándose y empezaron a surgir tímidamente bares de ambiente disimulando como buenamente se podía. Ya no fue tan fácil para ciertos homosexuales de buena familia someter a otros homosexuales de extracción humilde. Con la nueva clase media que estaba naciendo en las ciudades la gente ya no estaba tan desamparada y no se podía abusar de cualquiera con facilidad por muy homosexual que fuese. Pero también llegaron los pelos largos y las minifaldas y el régimen volvió a ponerse en guardia.

Un juez de Barcelona, Antonio Sabater, alertó del auge que experimentaba la «inversión sexual» a la que había que poner coto. Las causas, según el magistrado, pasaban por el desarrollo de la sociedad de consumo, el afeminamiento de la indumentaria masculina, el narcisismo de la juventud, su preocupación por el aspecto físico y su deseo de llevar una vida cómoda convirtiéndose en mantenidos de algún hombre de dinero.

Este juez fue uno de los artífices de la nueva ley, que iba a ser la de Peligrosidad Social. No obstante, aparecieron las primeras asociaciones de homosexuales, como AGHOIS en Barcelona, cuyas protestas influyeron en la opinión pública. Cuenta un artículo de L´Armari Obert que La Codorniz criticó la nueva ley, que venía en cofre de norma progresista y preventiva, riéndose de que nos hubiese privado de Sócrates oMiguel Ángel.

Así, en 1970 el régimen se «humanizó» y la Ley de Peligrosidad Social solo castigaba los «actos de homosexualidad», pero no a los homosexuales por el hecho de serlo. Aunque su redactado era tan ambiguo que seguía permitiendo a los jueces hacer lo que les viniera en gana. Con todo, finalmente se impuso la teoría de que la homosexualidad no era un delito, sino una enfermedad que era preciso curar. Lo que seguía siendo una terrorífica amenaza para la población.

Lo más amenazante de esta ley es que trasladaba la decisión de la represión directamente al ámbito familiar desde el momento en que el juez podía considerar oportuno que el homosexual se sometiera a tratamiento en vez de ser enviado a prisión, en caso de mediar una petición familiar. Este tratamiento se basaba en sesiones de terapias, fundamentalmente de dos tipos, las eméticas y las eléctricas, sin excluir la más radical, la lobotomía: una intervención quirúrgica para modificar el cerebro. Esta última técnica se practicó en clínicas privadas y en la cárcel de Carabanchel. (Una discriminación universal; Javier Ugarte Pérez)

Esta situación se extendió hasta prácticamente 1980, cuando la judicatura dejó de aplicar la Ley de Peligrosidad Social tras la Constitución y una proposición de ley de PSOE y PCE para que al menos se eliminasen los aparatados dedicados a los homosexuales. El saldo final fue de al menos cinco mil homosexuales encarcelados, pero nunca se podrá cuantificar cuántos se marcharon del país, cuántos se suicidaron, ni cuántos sufrieron una vida de autonegación y privaciones absolutamente intolerable e inhumana.

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Imagen: DP

Celebran la primera boda religiosa de una pareja transexual en Dinamarca

Noticia publicada en cáscara amarga

Dinamarca fue el primer país del mundo en reconocer por vía legal la unión civil de parejas del mismo sexo.

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Una iglesia de Ringsted, al oeste de Copenhague, tiene previsto celebrar hoy sábado la primera boda religiosa de una pareja transexual en Dinamarca, informó ayer la televisión pública “DR”.

El Parlamento danés aprobó en junio de 2012 una nueva ley para permitir los matrimonios homosexuales en la Iglesia nacional luterana, pero hasta ahora no se habían oficiado enlaces entre transexuales.

“Para nosotras es importante que no nos case simplemente el alcalde. Nos queremos y es hermoso tener la aceptación de la iglesia”, declararon a la “DR” las mujeres transexuales Isabell Storm y Cecilie Mundt.

El párroco de la iglesia de San Benito de Ringsted, Henrik Fuglsang-Damgaard, se mostró encantado de oficiar la ceremonia y ser el primer pastor que casa a dos personas transexuales en este país nórdico, donde no existe separación entre Estado e Iglesia.

“Pienso que han tomado una buena decisión, han seguido lo que sienten sus corazones y no tienen miedo de mostrar a Dios y a los seres humanos que están juntas. Creo que Dios se alegrará allá sentado en el cielo”, afirmó Fuglsang-Damgaard.

Dinamarca se convirtió en junio de 1989 en el primer país del mundo en reconocer por vía legal la unión civil de parejas del mismo sexo.

Dos estudios ”sacan del armario” a la invisibilizada población bisexual

Noticia publicada en Chueca.com

ALUDEN A UN CRECIENTE RECONOCIMIENTO DE LA ”FLUIDEZ SEXUAL”

Cada vez menos adolescentes y jóvenes adultos de Norteamérica y el Reino Unido consideran la orientación secual como rígida y perpetua, según se desprende de dos recientes estudios que evidencian la existencia de un amplio espectro entre la homo y heterosexualidad exclusivas.

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Hace sólo un par de días desde que conocimos la estupenda revelación de Lily Rose Depp, hija del popular actor Johnny Depp, que como impulso de una campaña viral de apoyo a las personas LGTB declaró estar cansada de la constante presunción de su heterosexualidad, afirmando que en términos de afectividad y atracción entran en juego un número incontable de factores, de los que en ella resulta una fluída concepción de su sexualidad.

A sus dieciséis años, Lily Rose es perfecto ejemplo de la creciente apertura de las nuevas generaciones a la diversidad sexual y de género, realidades que conocen cada vez más frecuentemente tanto en su entorno como en los medios de comunicación, y quedinamita la caduca y antediluviana percepción negativa de las personas LGTB.

Si bien la joven Lily Rose tiene más que clara e identificada su orientación sexual fluída, la bisexualidad sigue siendo una de las condiciones sexuales más invisibilizada dentro y fuera del entorno LGTBI, algo que deja a los integrantes del colectivo en un limbo de incomprensión y prejuicio por parte de los dos extremos de la ”norma”.

Fue a finales de la década de los 40 del siglo pasado cuando el sexólogo Alfred C. Kinsey reveló gracias a sus investigaciones sobre el comportamiento sexual de la población estadounidense que existe un más que notable espectro gradual entre la homo y heterosexualidad excluyentes.

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La prueba de ello la consiguió al crear la llamada escala Kinsey, que describe cinco grados de bisexualidad entre los extremos de la misma, y que reveló que la amplia mayoría de personas que no se declararon ni exclusivamente homo ni hetero se encontraban en número 1 o 2 en la citada métrica.

La escala Kinsey ha vuelto a ser utilizada, con modificaciones, por la empresa de estudios de mercado YouGov, para hacer una radiografía de los comportamientos sexuales de la población de EEUU y Reino Unido. De ella han resultado nuevas apreciaciones que señalan una creciente identificación juvenil con la condición bisexual.

Con una muestra de 1.000 personas encuestadas en EEUU, el estudio ha revelado que amayor edad se produce una menor identificación con los grados intermedios entre la homo y la heterosexualidad exclusivas, siendo el 29% de jóvenes entre 18-29 años los que indicaron al menos un nivel de atracción sexual común a ambos géneros.

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En los siguientes tramos etarios la proporción de encuestados que se identificó con “diversos grados de bisexualidad” fue notablemente menor: Mientras que el 24% de entre 30 y 44 años indicó algún lugar entre el 1 y el 5 de la escala, sólo el 8% de los encuestados de 45 a 64 y el 7% por ciento de los mayores de 65 años lo hizo.

Al otro lado del Atlántico, en el Reino Unido, se observó una tendencia algo más pronunciada, pues la tasa de personas no exclusivamente homo u heterosexuales de entre 18 y 24 años ascendió al 43%.

De los mismos resultados se extrae que en la actualidad personas de todas las generaciones aceptan la idea de que la orientación sexual tiene un caracter durativo, y no se basa en una rígida elección binaria -el 60% de las personas definidas como heterosexuales apoya esta idea, así como el 73% de los homosexuales. No obstante, el 28% de quienes se definen como heterosexuales piensa que “no existe término medio”.

Por yougov.co.uk / yougov.com / Redacción chueca

David Reimer, el «niño cobaya» al que criaron como una mujer hasta los 15 años

Tras perder el pene a los pocos meses de vida, un psicólogo convenció a sus padres para que le ocultaran la verdad

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David Reimer, en la imagen de un documental sobre su vida en la BBC

Brenda no supo que había nacido siendo un varón hasta que tuvo 15 años. Fue una tarde de 1980 cuando su padre, torturado por el sufrimiento que veía, le reveló el historia que habían estado manteniendo en secreto: había nacido en Canadá siendo Bruce, junto a su hermano gemelo Brian, pero una negligencia médica durante una circuncisión en 1965 había destruido sus genitales.

En un intento desesperado porque la vida de su hijo fuera satisfactoria, sus padres se pusieron en contacto con un psicólogo que aseguraba que la condición sexual no es innata, sino que es asignada mediante la educación en los primeros años de vida. Es decir, que si trataban a Bruce como Brenda, este se convertiría en una mujer plena, en vez de sufrir como un hombre sin pene. Se trataba de John Money, un psicólogo del hospital Johns Hopkins (Baltimore) famoso por sus teorías sobre el género. Además, era una oportunidad inigualable para Money de demostrar sus teorías, ya que tendría un sujeto de control: Brian, con la misma carga genética que su hermano, pero que tendría una orientación diferente.

El 3 de julio de 1967, los médicos sometieron a Bruce a una castración quirúrgica (quitándole los testículos) y le modelaron una vagina. Bruce se convirtió en Brenda a la vez que en un conejillo de indias. Mientras, las instrucciones para sus padres, Janet y Ron, fueron claras: no contarle jamás lo que había ocurrido.

Los niños fueron creciendo y la situación se fue complicando. Según contaría Janet ya en los años 90 al periodista de la revista «Rolling Stone» John Colapinto, la primera vez que trató de ponerle un vestido a Brenda intentó arrancárselo. «Recuerdo que pensé: “¡Dios mío, sabe que es un chico y no quiere que le vista como a una chica!”». Pero no solo fue aquello. Cuando su hermano jugaba a afeitarse con su padre, Brenda también quería. «Mi padre me dijo: “No, no. Tú vas con tu madre”. Me puse a llorar, “¿Por qué no puedo afeitarme también?”», contó él mismo. Desde pequeña incluso insistía en orinar de pie.

Por su parte, su gemelo identificaba a Brenda como a una hermana. «Pero ella nunca actuó como tal», reconoció al periodista de «Rolling Stone». «Si le regalaban una comba, para lo único que la usaba era para atar a la gente o para azotarla como si tuviera un látigo. Nunca la usó para su propósito real. Jugaba con mis juguetes mientras que los suyos, como una lavadora, solo los usaba para sentarse».

«Estudio John/Joan»

Sin embargo, para cuando cinco años después el doctor Money publicó el primer libro sobre el «estudio John/Joan» (como lo había bautizado) bajo el título «Man & Woman, Boy & Girl», las conclusiones que reflejaban eran las opuestas. Money aseguraba que tras haber enfatizado en el uso de la ropa femenina, Brenda ya tenía una clara preferencia por los vestidos. Que se sentía orgullosa de su pelo largo. Que por Navidades había pedido una casa de muñecas y un carrito de paseo. Que la orientación de género se había impuesto.

Para cuando Brenda llegó a la adolescencia sufría depresión y se había intentado suicidar al menos una vez. También tomaba estrógenos. Cuando el doctor Money le instó a que se sometiera a otra cirugía, se negó rotundamente. Fue entonces cuando sus padres decidieron contárselo. Fue entonces cuando Brenda pudo volver a ser un chico.Eligió de nombre «David» en honor al héroe bíblico que, desafiando todas las probabilidades, mató al gigante Goliat. Se sometió a una faloplastia y se quitó los pechos que le habían crecido gracias a las hormonas. Para cuando cumplió 23 años, se casó.

Sin embargo, su familia había quedado destrozada. Su madre Janet cayó en depresiones clínicas repetidas que requerían hospitalización. Su padre Ron se convirtió en un alcohólico. Su gemelo Brian abandonó los estudios y trató de suicidarse en varias ocasiones hasta que lo consiguió en 2002. Dos años después, con 38 años, David hacía lo mismo tras haberse divorciado años atrás de su mujer.

La historia de David Reimer saltó a la luz en 1997 gracias al doctorMilton Diamond de la Universidad de Hawai, quien convenció a David de que contar su caso ayudaría que no le ocurriera a nadie más. Meses después salía publicado también el artículo de John Colapinto que en el año 2000 se editaría en un libro titulado «Tal como la naturaleza lo hizo». La reflexión del doctor Milton Diamond fue: «Si todos estos esfuerzos médicos, quirúrgicos y sociales combinados no tuvieron éxito en hacer que este niño aceptara una identidad de género femenina entonces, tal vez, tengamos que pensar que hay algo importante en la constitución biológica del individuo».

Histórico: demanda de pareja gay colombiana llega a la Corte IDH

Ángel Alberto Duque, portador del VIH, demandó al Estado colombiano por haberle negado durante más de diez años la pensión de sobreviviente tras la muerte de su pareja.

Ángel Alberto Duque (izq.), un ciudadano portador del virus de inmunodeficiencia humana –VIH-, reclama la pensión de sobreviviente que dejó su compañero, Jhon Oscar Jiménez (der.)

Ángel Alberto Duque (izq.), un ciudadano portador del virus de inmunodeficiencia humana –VIH-, reclama la pensión de sobreviviente que dejó su compañero, Jhon Oscar Jiménez (der.) Foto: Cortesía Comisión Colombiana de Juristas

Aunque en el año 2008, en una trascendental decisión, la Corte Constitucional les reconoció a las parejas del mismo sexo derechos patrimoniales, entre ellos el derecho de recibir el reconocimiento y el pago de la pensión de sobrevivientes, los casos en los que a los homosexuales se les ha negado esa posibilidad se presentaron de forma recurrente.

Uno de ellos es el de Ángel Alberto Duque, un ciudadano portador del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causal del sida, que desde el año 2001 libra una batalla jurídica por que se le reconozca el derecho a recibir la pensión de  su compañero, Jhon Óscar Jiménez, quien falleció después de 10 años de haber vivido juntos.

Desde el 15 de septiembre del 2001, cuando murió su compañero, Duque acudió al fondo de pensiones Colfondos para que le reconociera su derecho. Esa entidad le negó la solicitud y la decisión fue ratificada por varios jueces de la república, a pesar de la sentencia.

Ante la sistemática negativa, en el año 2015, Ángel Duque acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), demandó al Estado colombiano y exigió que se le reconociera su derecho a la pensión en calidad de sobreviviente.

El diciembre del año pasado, la CIDH remitió el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) con el argumento de que a Ángel Duque, portador del VIH, fue víctima de discriminación por su orientación sexual, ya que las autoridades excluyeron “arbitrariamente formas diversas de familia como las formadas por parejas del mismo sexo”.

La CIDH, en su informe de fondo, señaló que los posteriores procesos judiciales iniciados por Duque “perpetuaron con sus decisiones los prejuicios y la estigmatización de parejas del mismo sexo, al reafirmar una percepción estereotipada del concepto de familia vinculada exclusivamente con la conservación de la especie y la procreación de los hijos”.

El caso de Ángel Duque es el segundo en América Latina y el primero colombiano sobre derechos de las parejas del mismo sexo que llega a la CorteIDH. Las pretensiones de Duque son que el Estado colombiano acoja la recomendación de la CIDH para que le repare por las violaciones de derechos humanos causadas por la negativa de concederle la pensión de su compañero. Pide que le den acceso ininterrumpido a servicios de salud y tratamiento para el VIH, además de adoptar las medidas necesarias para garantizar la no repetición de hechos similares. También exige que se capacite a las personas encargadas de resolver temas pensionales para que no haya discriminación en ocasión de la orientación sexual.

La CorteIDH anunció el período de sesiones extraordinarias que adelantará la próxima semana, las cuales adelantará en Honduras. Tendrán la discusión de dos casos, uno de ellos es precisamente el caso denominado Ángel Duque versus Colombia.

El Estado colombiano deberá responder por la exclusión de Duque de la pensión de sobrevivencia tras la muerte de su compañero y la discriminación de la que asegura haber sido víctima a causa de su orientación sexual. La cita para Colombia y Duque será el próximo martes 25 de agosto.

Hallan signos de la transexualidad en el cerebro

Artículo publicado en Tendencias21

La sustancia gris de mujeres y hombres transexuales presenta características de masculinización y feminización respectivamente, revela un estudio

Investigadores de varios centros españoles han analizado el grosor de la corteza cerebral de personas transexuales, antes de someterse a tratamiento hormonal. Sus hallazgos han revelado una feminización de la corteza en el caso de hombres que se sienten mujeres y ciertas diferencias en las estructuras subcorticales cerebrales de las mujeres que se sienten hombres, lo que sugiere que esta condición humana tendría una raíz biológica.

Para profundizar en las raíces biológicas de la transexualidad, expertos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia(UNED), en colaboración con el Hospital Clínic, la Universidad de Barcelona y el instituto IDIBAPS, han analizado cómo es el grosor de la corteza cerebral de las personas transexuales antes de someterse al tratamiento hormonal.

”Hasta el momento se había estudiado de qué forma varía este grosor en función del género, pero nunca en personas transexuales”, asegura Antonio Guillamón, investigador del departamento de Psicobiología de la UNED y autor del estudio publicado en Cerebral Cortex.

Partiendo de que la corteza cerebral en mujeres es más gruesa que la masculina -en las regiones frontales y parietales del cerebro- los expertos han descubierto diferencias en mujeres y hombres que viven con otra identidad sexual.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores seleccionaron a 94 personas, que incluían a 24 mujeres y 18 hombres transexuales (ninguno de los dos grupos había iniciado el tratamiento hormonal) y 29 hombres y 23 mujeres que no lo eran.

Por medio de técnicas de neuroimagen, la investigación revela que el grosor de la corteza cerebral de hombres que se sienten mujeres es diferente respecto al resto de varones y similar al grosor de la corteza femenina.

Signos de masculinización y feminización

En el caso de las mujeres transexuales no hay diferencias respecto a las demás mujeres, lo que significa que el espesor del tejido se corresponde con su sexo biológico.

No obstante, los investigadores han descubierto que uno de los núcleos subcorticales del cerebro de estas pacientes sí muestra una masculinización, ya que su volumen es similar al masculino.

“Estos datos indican que la sustancia gris de mujeres y hombres transexuales presenta signos de masculinización y feminización respectivamente”, señala Guillamón.

En ambos casos, las diferencias respecto a su sexo biológico se localizan en regiones cerebrales del hemisferio derecho.

Según el experto, la causa de esta distinción hemisférica podría remontarse al desarrollo cerebral de estas personas, “momento en que se produjo una asimetría en el efecto de los andrógenos, las hormonas sexuales masculinas”.

Referencia bibliográfica:

Leire Zubiaurre-Elorza, Carme Junque, Esther Gómez-Gil, Santiago Segovia, Beatriz Carrillo, Giuseppina Rametti y Antonio Guillamón. Cortical Thickness in Untreated Transsexuals, Cerebral Cortex, agosto 2012. DOI:10.1093/cercor/bhs267.

¿Hombre o mujer? Microestructuras neuronales definen nuestra identidad sexual

Artículo publicado en Tendencias21

Un descubrimiento señala que la transexualidad tiene una base biológica

Sentirse hombre o mujer no siempre coincide con el sexo biológico. ¿Por qué razón? Un estudio de la Universidad Médica de Viena ha revelado que la causa podría estar en el cerebro. En él se ha descubierto que hombres y mujeres poseen ciertas microestructuras de conexiones neuronales diferenciadas. Y que esas microestructuras, en el caso de los transexuales, se sitúan en una posición intermedia entre ambos sexos. El hallazgo, como otros realizados previamente sobre cerebro y transexualidad, sugiere que esta condición humana tiene una base biológica. Por Marta Lorenzo.

La transexualidad se define como la identificación de una persona con el sexo opuesto a su sexo biológico, y es una condición que socialmente no suele comprenderse bien. La ciencia, sin embargo, ha dado en los últimos tiempos algunas respuestas a esta característica.

Por ejemplo, en 2012, un equipo de investigadores de varios centros españoles, tras analizar el grosor de la corteza cerebral de personas transexuales, descubrió que se da una feminización en dicha corteza en el caso de hombres que se sienten mujeres, y ciertas diferencias en las estructuras subcorticales cerebrales de las mujeres que se sienten hombres.

Ahora, otro estudio realizado en la Universidad Médica de Viena por varios neurocientíficos ha demostrado que la identidad sexual (el hecho de sentirse hombre o mujer, independientemente del sexo biológico que en realidad se tenga) se refleja en la forma de las conexiones neuronales entre diversas regiones cerebrales.

Diferencias cerebrales

Mientras que el sexo biológico se manifiesta generalmente en el aspecto físico, la identidad individual de género no es siempre discernible con claridad.

Dado que el cerebro es el responsable de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, diversos centros de investigación de todo el mundo están buscando la representación neuronal de la identidad sexual.

Dirigido por el investigador Rupert Lanzenberger y publicado en la prestigiosa revista Journal of Neuroscience, el presente estudio halló conexiones neuronales relacionadas con la percepción de la identidad de género.

En la investigación participaron personas transexuales y otros sujetos de un grupo de control femeninos y masculinos, que se sentían identificados con su sexo biológico. Los cerebros de todos ellos fueron examinados con la técnica de tomografía de resonancia magnética (TRM), que consiste en influir en los átomos de hidrógeno presentes en el organismo (en este caso, en el cerebro) con campos magnéticos. La respuesta de dichos átomos da información sobre el tejido en que estos se encuentran. Mediante un ordenador, esa respuesta es interpretada para generar representaciones de dichos tejidos.

Este análisis reveló, por un lado, que existen diferencias significativas en la microestructura de las conexiones cerebrales entre hombres y mujeres. Por otro, que las conexiones cerebrales de las personas transexuales estarían en una posición intermedia entre las de ambos sexos.

En tercer lugar, el estudio permitió detectar una fuerte relación entre esas redes de conectividad neuronal y los niveles de testosterona medidos, en la sangre de los individuos sometidos a este estudio.
Según Lanzenberger, todos estos resultados “sugieren que la identidad sexual está reflejada en la estructura de las redes neuronales que se forman bajo la influencia moduladora de las hormonas sexuales, en el transcurso del desarrollo del sistema nervioso”.

Una condición biológica

En la investigación de 2012, realizada como se ha dicho por científicos españoles, se llegó a una conclusión similar. Según los investigadores, en las personas transexuales el desarrollo cerebral se habría visto condicionado en el “momento en que se produjo una asimetría en el efecto de los andrógenos, las hormonas sexuales masculinas”.

Como consecuencia, el grosor de la corteza cerebral de hombres que se sienten mujeres sería diferente respecto al resto de varones y similar al grosor de la corteza femenina. En el caso de las mujeres transexuales, dado que no había diferencias respecto a las demás mujeres en lo que a grosor de la corteza se refiere, se descubrió que uno de los núcleos subcorticales del cerebro de estas pacientes sí mostraba una masculinización, ya que su volumen era similar al masculino.

Los hallazgos fueron realizados en este caso por medio de técnicas de neuroimagen. Estos dos trabajos sugieren que la condición humana de la transexualidad tendría una raíz biológica.

Más claves en el síndrome del miembro fantasma

En 2008, otra investigación más, en este caso realizada por expertos de la Universidad de California en San Diego(EEUU) descubrió que los transexuales que han modificado su condición sexual de hombre a mujer mediante la extirpación del pene padecen el conocido como “síndrome del miembro fantasma ” (sensación de que un miembro que ha sido amputado sigue conectado al cuerpo y funcionando con el resto de éste) en mucha menor medida que los hombres que han sufrido la extirpación del pene por otras causas.

Los investigadores sugirieron entonces que esta diferencia podía deberse a que exista una imagen predeterminada de género específico en el cerebro de los transexuales que no se corresponda con el género externo. Afirmaron asimismo que antes del nacimiento, el cerebro de estas personas habría desarrollado una imagen del cuerpo que podría no corresponderse en todos los casos con la expresión fisiológica del individuo.

Este hecho permitiría comprender mejor el mecanismo por el cual existe la transexualidad, que por tanto debería ser entendida no como una “anomalía”, sino como una parte natural del espectro del comportamiento humano, concluyeron los científicos.

Referencias bibliográficas:

Kranz GS, Hahn A, Kaufmann U, Küblböck M, Hummer A, Ganger S, Seiger R, Winkler D, Swaab DF, Windischberger C, Kasper S, Lanzenberger R. White matter microstructure in transsexuals and controls investigated by diffusion tensor imaging. Journal of Neuroscience (2014). DOI: 10.1523/JNEUROSCI.2488-14.2014.

Leire Zubiaurre-Elorza, Carme Junque, Esther Gómez-Gil, Santiago Segovia, Beatriz Carrillo, Giuseppina Rametti y Antonio Guillamón. Cortical Thickness in Untreated Transsexuals, Cerebral Cortex (2012). DOI:10.1093/cercor/bhs267.

 

«Barcelona ha tapado la movida barcelonesa de los 70»

Entrevista publicada en Murray Magazine

Nazario Luque

Nazario Luque

Entrevista a Nazario Luque

Nazario Luque (Castilleja del Campo, 1944) ha sido etiquetado como el padre del underground español. En los 70 y los 80, junto a artistas como Ocaña o Mariscal, liberalizó de tabúes a Barcelona con sus cómics de temática sexual y erótica de tendencia gay. Todo había empezado en 1972, cuando Nazario llegó a Barcelona y formó el grupo el Rrollo junto a otros dibujantes y diseñadores. Su hábitat era una comuna donde creaban y editaban sus propias obras. Eliseo Trenc, historiador del arte, dijo que «los dos valores morales fundamentales instituidos en la sociedad española tradicional, la virginidad femenina y la abstinencia sexual, serán sistemáticamente puestos en ridículo por Nazario en sus primeras obras». Nazario nos recibe en su piso de la Plaça Reial la tarde de la verbena de Sant Joan ante un calor apabullante. Hace pocos días que ha inaugurado en el Ocaña la exposición ‘La Plaça Reial y su gente’ en la que muestra diferentes fotografías que ha hecho de la plaza durante los últimos 20 años. Y cada día la sigue fotografiando desde su ventana esquinada.

En una de sus historietas, titulada ‘Helena’, pone en boca de la protagonista las siguientes palabras: «Sé que me quedaré sola aquí, mirando las palmeras, sin esperar a nadie, en esta plaza ocre y gris de ventanas iguales; de balcones y arcadas y farolas y balaustradas y palomas iguales… sólo las palmeras, los locos, los alcohólicos y la gente perdida que viene aquí a refugiarse son diferentes». ¿De la Plaça Reial le llama más la atención la gente y las vivencias que alberga o la belleza del lugar?

Bueno, mi salamanquesa ha tenido una niña. ¿Sabes qué es una salamanquesa?

Sí, sí. El pequeño dragón…

Todos los años se pone aquí en la ventana y este año he observado que tiene una pequeña. Aparece en primavera, toma el sol en la ventana y ahora hace cinco o seis días me fijé que le acompaña una pequeña. Las palmeras tienen unas flores blancas preciosas. Lo que me llama la atención de esta plaza es la visión global, estas pequeñas cosas. Claro que también la gente exótica. Por ejemplo, una despedida de soltero que acaba con un tío desnudo bañándose en la fuente de la plaza. O los hooligans que montan un escándalo horroroso los días de partido de Champions. O las fiestas de la Mercè, els Correfocs… De hecho, en mi exposición en el Ocaña no hay ningún drogado, sino una variedad de personajes que he observado.

¿Le sigue sorprendiendo cada día la Plaça Reial?

Sí, porque hay un montón de cosas que varían en ella y mi visión hacia ella va cambiando conforme me hago mayor. Mis amigos alcohólicos antes andaban y eran jóvenes, y ahora van en silla de ruedas y son más mayores. Los capoeiras cada día siguen haciendo sus espectáculos. Eso sí, antes los espectáculos que se hacían en la Plaça Reial eran más variados. La policía va contra los capoeiras a causa del ruido que hacen y eso acaba significando que va contra todo tipo de espectáculos.

El turismo parece que también ha invadido este rincón de Barcelona.

Sí, por supuesto. Sufro un piso ilegal de turistas aquí al lado. Esto todo el mundo lo ve y lo sufre. Es irreversible. Y para el ciudadano normal solo genera molestias. Yo mismo tengo molestias para comprar en La Boquería y a cambio nadie me ofrece un espacio alternativo donde poder adquirir esos productos tranquilamente. La panadería está llena de gente pidiendo bocatas y tardan un mundo en servir el pan, etcétera. Salir por la puerta de este edificio es complicado porque siempre está lleno de mesas y sillas. Barcelona ha sufrido una lloretización.

Cuando sale a tomar algo, ¿hace vida aquí en la plaza o va a otros lugares de la ciudad?

Rara vez paso de Plaça Catalunya para arriba. Y para mí el puerto es como si fuera Sitges, algo lejano. Cuando salgo con amigos suelo ir al Ocaña, que es el único sitio en el que se puede estar. Aunque yo suelo comer en casa. Además, yo desde que dejé de beber me aburro en los bares. Me levanto temprano y me voy a dormir temprano. Estoy todo el día aquí leyendo, mirando el ordenador, tomando las fotos, escribiendo.

¿Cree que ese chaval de treinta años que llegó a Barcelona y se quedó a vivir aquí, ahora también se quedaría a vivir en la Barcelona actual?

Igualmente Barcelona es una de las ciudades que más me gustan de España. Sigue teniendo un encanto. Todas las ciudades emblemáticas están invadidas por el turismo. Los alrededores del Alcázar de Sevilla no difieren mucho de los de la Sagrada Familia. El turismo es una epidemia que se está extendiendo por todos los lados. Seguiría prefiriendo vivir en Barcelona que en Madrid, que no me gusta nada.

¿De esa Barcelona ‘underground’ de los años 70-80 queda algo?

Hay que cuestionar qué era underground. Le llamábamos así porque lo que hacíamos no se podía publicar, ni representar ni proyectar en ningún sitio y nos teníamos que buscar la vida con nuestros medios. Ahora este tipo deunderground ha encontrado su forma de expresión en Internet.

Es decir, que los blogs son los fanzines de entonces.

Sí, la gente en Internet puede crear y encontrar sus circuitos. Aunque en general la gente sigue prefiriendo el papel a Internet. Y entonces, cuando son unos cuantos ya se hacen su tebeo. Pero hoy en día ya no tiene mucho sentido hacer una tirada de 300 ejemplares. En Internet, si consigues una red un poco amplia, puedes llegar a miles de personas. Ahora no tendría sentido publicar algo como La Piraña Divina. Aunque el tema de la censura en Internet está muy extendido. A mí ya me han cerrado tres veces mi página de Facebook por hacerme una foto desnudo delante del bar Kike, por dejar entrever la cabeza de un pene y por un par de tonterías más. Y en Slideshare me borraron diecisiete cómics que me había costado un trabajo muy grande colgar allí. Ahora voy a hacer un blog prohibido para menores de edad para ver si así puedo tener colgadas en Internet las cosas que a mí me gustaría tener.

Oye un ruido proveniente de la calle y se levanta para dirigirse hacia la ventana que da al carrer del Vidre. Observamos un pasacalle, el cual pasa por debajo de la arcada de la casa de Nazario para entrar en la Plaça Reial. Entonces cambia de ventana y les hace las últimas fotos mientras se queja porque las palmeras le han tapado la fuente. Después me señala una mujer en silla de ruedas que vive en las arcadas de la plaza y que lleva un turbante en la cabeza. “Se lo regalé yo para que se protegiera del sol”.

¿Cada vez que oye ruido se asoma?

Sí, hay gente que oye ruido y como si escuchase llover. A mí me gusta mirar qué pasa, mirar mis plantas, saber si les falta agua…

Le gusta lo cercano.

Lo más lejano que voy a buscar es la Plaça Reial. Además, es una plaza que es un cul-de-sac y todo queda muy cercano. El vecino de la ventana de enfrente lo tienes aquí al lado mismo.

Volvamos a la censura. Vamos de sociedad abierta y prácticamente nos resignamos cuando suceden censuras como la que usted ha sufrido en Facebook. ¿Por qué nos parece normal?

Es que los de Facebook ponen seguidos los botones de me gusta, comentar y denunciar. Están invitando que cualquier loca con la cabeza podrida lo denuncie. Esta ola de puritanismo que decían que venía de Estados Unidos se ha implantado aquí a través de este tipo de cosas.

¿Estamos yendo para atrás?

En este tema, sí. En cambio, con la violencia no. Tu cada noche pones la televisión y te encuentras toda la violencia que quieras. Todas las películas tienen violencia. Es vergonzoso. El sexo, en cambio, lo intentan soslayar o esconder, cuando es tan común como que todo el mundo tiene polla y chocho.

¿Hay alguien que ahora esté intentando transgredir como vosotros hicisteis en su momento?

Es que intentar transgredir en Internet es complicado porque te acabas autocensurando. ¿De qué sirve subir una foto desnudo en Facebook si sabes que al poco tiempo te van a cerrar la página? Es que aquí no cabe ni elunderground. Cada día ves que desaparecen blogs y páginas de gente que se han atrevido un poco más. Pero no es un problema de España o de Estados Unidos, es un problema de todo el mundo.

Pero lo hemos aceptado sin quejarnos.

Porque a la mayoría de la gente no le preocupa el tema de la trasgresión. En las redes sociales a la gente lo único que le preocupa son los selfies que se han hecho en La Sagrada Familia o en Hong Kong. Esa gente que vive en esa burbuja la censura ni le preocupa ni están interesados en ver nada que se salga de estas imágenes placenteras de mascotas y autorretratos.

En su momento, a usted no le fue fácil publicar algunos cómics por su temática. ¿A nivel editorial sigue habiendo problemas para encontrar alguien interesado en publicar obras de ciertas temáticas?

Actualmente no hay ninguna editorial como La Sonrisa Vertical que publique libros eróticos, que yo sepa. Nadie apuesta por una cosa que alguien cree que le va a traer problemas. A no ser que haya tenido mucho éxito en Francia o algo así. Y si hay subvenciones por en medio, estás perdido. Porque tienes que hacer aquello que les va a gustar a los que te darán la subvención. Por tanto, hay censura previa. Es decir, autocensura.

En su web hay un apartado dedicado a los escándalos. ¿Por qué son importantes para usted?

Pero no han sido provocados por mí. Si el arzobispo de Barcelona se ofende y me denuncia por poner unas letras en tipografía árabe en un cartel que hice de las Festes de la Mercè y él creer que eso era una islamización de una fiesta cristiana…Yo solo hice un cartel para unas fiestas populares, como me defendieron Clos y tantos otros en su momento. Y lo mismo puedo decir de lo que pasó en Sevilla o en Mérida con otro cartel y una exposición. Yo no tengo la culpa.

Al fin y al cabo, significa que ha tocado un tabú que alguien no quería que tocase. ¿Eso es bueno, no?

Pero no era mi pretensión. Por ejemplo, yo fui a Córdoba a hacer una exposición y llevé todo lo que creí más relevante de mi obra. Esa exposición hubiese pasado sin pena ni gloria si nadie se hubiese ofendido e indignado. Pero como hubo escándalo, pues esa exposición estuvo llena de gente todos los días.

Pero sí que ha buscado siempre dónde estaba el límite.

Sí, claro. Siempre he querido buscar dónde estaba el límite de la censura. Sobre todo antes de los años 80. Después la cosa ya cambió y podía poner penes del tamaño que quisiese, chulos, putas, etc. Había que dar pasos para avanzar en los derechos de libertad de expresión y homosexualidad. Hay gente que aún ahora me dice que gracias porque al ver cosas como Víbora se dio cuenta de que él era una persona normal, que no estaba solo. Algunos individuos vivían en pueblos en los que se sentían completamente solos.

¿Las instituciones y la sociedad misma han reconocido lo que ustedes hicieron en su momento? Lo que publicaron, lo que protestaron, su forma de vivir, de transgredir la moral impuesta…

Yo pienso que no. Yo creo que todos han intentado soslayar la época de los setenta. La figura de Ocaña, por ejemplo, ha quedado bastante amagada. Lo que sí hicieron es una exposición que se llamó ‘Rambleros’ en la cual no hubo ni cómics ni discos de la época. En cambio, un ayuntamiento facha como el de Madrid, nos pidió a Javier Mariscal y a mí un poco de obra como representantes de lo que sucedió en Barcelona durante la Movida Madrileña. Y aquí vamos de liberales y los gobiernos de Pujol y otros no han tenido nada de liberales y hemos vivido como si nos gobernara un partido de derechas.

¿La Movida madrileña tapó de forma involuntaria lo que sucedió en Barcelona?

Ha sido tapado porque no le interesaba a nadie. Ni a los comunistas, como se encargó de hacer de portavoz Manuel Vázquez Montalbán, ni a los socialistas, que tampoco intervinieron en ella y no la sienten como suya. Y la derecha, por supuesto que tampoco. Y permitiendo una exposición neutralizarían el tema. Porque si la has permitido, se cierra capítulo y se acaba con esta historia. Está pendiente una gran exposición.

¿Culturalmente qué le interesa de la Barcelona actual?

La Sagrada Familia (ríe). Culturalmente no hay nada que me interese porque en Barcelona hay una oferta muy pobre. Excepto alguna obra en concreto que se expone aquí. Han centrado toda la oferta en el modernismo. Es lo que vende y lo que los de fuera vienen a ver.

 

Gays responden a grupos religiosos con besotón frente a iglesias de todo México

La cita es este 16 de agosto a las 12 horas del día en diferentes sedes de todo el país.

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El próximo 16 de agosto, al mediodía, frente a los principales recintos religiosos de todo México, se llevará a cabo un besotón (beso masivo) en contra de la homofobia y las expresiones de odio contra la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans).

Francisco Albarrán, dijo a El Big Data Mx, que esta convocatoria es la primera que realiza como activista LGBT y que ya ha recibido el apoyo de distintas organizaciones civiles para la difusión del evento.

“Considero que con este tipo de manifestaciones pacíficas no se daña la libertad de otras personas, como por ejemplo con una marcha, no se obstruye el tránsito ni se impide que la gente se desplace libremente”, destacó Albarrán.

Y es que asociaciones y grupos religiosos, principalmente católicos, cristianos y evangélicos, organizaron una serie de manifestaciones en contra el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo en ciudades como Guadalajara, Puebla y otras.

Albarrán indicó que el objetivo del besotón es expresarse contra el odio de dichos grupos, advirtiendo que si no les gusta lo que verán frente a sus recintos religiosos, a final de cuentas en las calles “todos somo ciudadanos”, dijo.

El activista pidió a los asistentes vestir de blanco y no caer en la “vulgaridad”, ya que se trata de un evento totalmente pacífico, insistió.

“Amor es amor. El amor se da entre cualquier tipo de personas”, finalizó.

Hasta ahora 26 ciudades de distintos estados como Jalisco, Nuevo León, Yucatán, Chihuahua, Baja California, San Luis Potosí, Puebla, Guanajuato, DF, y otros, se han sumado a la convocatoria en FacebookBesotón por la Igualdad y Twitter @BxLaigualdad.

La lista de ciudades sedes al día de hoy incluye:

  • Morelia, Michoacán: Plaza Melchor Ocampo, frente a la Catedral
  • Tlalnepantla, Estado de México: Quiosco de la Plaza Gustavo Baz
  • Mérida, Yucatán: Plaza de la Independencia, frente a la Catedral
  • Monterrey, Nuevo León: Estatua de Ignacio Zaragoza, frente a la Catedral y Palacio Municipal
  • San Luis Potosí, SLP: Plaza de Armas, frente a la Catedral
  • Oaxaca, Oaxaca: Alameda, a espaldas de la Catedral
  • Tulancingo, Hidalgo: Plaza Benito Juárez, frente a la Catedral
  • Acapulco, Guerrero: Quiosco de la plaza Álvarez, El Tenoche
  • Durango, Durango: Plaza de Armas, frente a la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción
  • Hermosillo, Sonora: Quiosco de la plaza Zaragoza, frente a la Catedral
  • Chihuahua, Chihuahua: Quiosco de la plaza de Armas, frente a la Catedral
  • Xalapa, Veracruz: Plaza Juárez, frente a la Catedral
  • Distrito Federal: Zócalo, frente a la Catedral Metropolitana
  • Guadalajara, Jalisco: Plaza Guadalajara, frente a la Catedral
  • Tijuana, Baja California: Plaza Bicentenario, a las afueras de la Catedral
  • Puebla, Puebla: Zócalo, frente a la Catedral
  • Tuxtla Gutiérrez, Chiapas: Parque Central
  • León, Guanajuato: Plaza SS Benedicto XVI, frente a la Catedral
  • Pachuca, Hidalgo: Centro Histórico
  • Querétaro, Querétaro: Jardín Zenea, frente al templo de San Francisco
  • Celaya, Guanajuato: Quiosco de la Alameda Hidalgo, Centro
  • Cancún, Quintana Roo: Parque de las Palapas
  • Cuernavaca, Morelos: Zócalo
  • Toluca, Estado de México: Plaza de los Mártires
  • Linares, Nuevo León: Centro de la ciudad
  • Tepic, Nayarit: Frente a la Catedral

Vídeo de amor gay y derechos LGTB de Naciones Unidas se viraliza en las redes

Publicado en Oveja Rosa

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El video musical “The Welcome”, creado por la ONU en coordinación con Free & Equal con el fin de promover la igualdad de derechos para la comunidad LGBT, ha logrado alcanzar más de un millón de reproducciones eYouTube.

Dicho clip fue presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 30 de abril de este año, además de que éste es el primer video musical de la organización, con estilo Bollywood —nombre informal para referirse a la industria cinematográfica india—, para promover la campaña “Libres e Iguales”, centrada en la igualdad de derechos de lesbianas, gay, bisexuales y transgéneros.

Con lo anterior, los creadores afirman que es una forma de recordar a las personas que todo el mundo debe ser muy bien recibido por la familia, sin importar quiénes son o a quién aman.

Cabe mencionar que la India es uno de los países que más rechaza a la homosexualidad y la castiga con penas mayores a los diez años de cárcel o con la muerte. Sin embargo, en 2009, la Corte Suprema de Nueva Delhi derogó la sección del Código Penal que consideraba ilegal a todo acto homosexual. Por lo que las relaciones homosexuales consentidas entre dos adultos ya no pueden ser consideradas ilegales en la India. En el fallo pronunciado, los jueces dijeron que se debía integrar a las personas homosexuales y que se les debía de respetar su calidad de personas y dignidad. No obstante, a pesar de ser así, la homosexualidad sigue siendo un tabú en dicho país.

Asimismo, es protagonizado por la actriz, Celina Jaitly, nominada por la ONU como campeona de la equidad en reconocimiento a su apoyo a los derechos de las minorías sexuales en su país de origen, India.