El Supremo mexicano declara legal que los gays adopten

Por nueve votos a dos, el Tribunal Supremo de Justicia de México declaró ayer legal que los matrimonios de personas del mismo sexo adopten menores. Con su veredicto, el máximo tribunal mexicano desechó el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Gobierno federal contra la legislación de la ciudad de México, que en diciembre pasado permitió las bodas gay.

La ratificación de la Corte llegó tras ataques de grupos conservadores, particularmente de la Iglesia católica. En las últimas dos semanas, en distintos pronunciamientos, dos cardenales han considerado que los jueces tienen una conducta “aberrante” y que se han dejado corromper por autoridades del Distrito Federal, gobernado por el izquierdista PRD.

Tras siete rondas de debates, los magistrados desecharon ayer el recurso interpuesto por el fiscal, perteneciente al Gobierno de Felipe Calderón. En su alegato, demandaban que la corte declarara inconstitucional los matrimonios homosexuales con el argumento de que en la Carta Magna se establece un modelo de familia compuesto únicamente por un hombre y una mujer y porque la adopción de homosexuales atenta contra el derecho de los niños.

Nueve votos a dos

Uno a uno los alegatos del fiscal fueron desechados. Al final, el resultado fue de nueve votos a dos a favor de la adopción por parte de homosexuales. Hace dos semanas, el tribunal aceptó la constitucionalidad de la ley de la capital mexicana. Posteriormente, obligó al resto de estados a aceptar las bodas que realice el DF.

La Iglesia católica atacó a la Corte en la víspera de la sesión final. Desde Guadalajara, uno de los dos estados que se sumaron a la fiscalía en su impugnación a la nueva ley, el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez dijo el domingo que los jueces habían sido “maiceados” (corrompidos con dinero) por las autoridades DF y por “organismos internacionales”. “No sé si a alguno de ustedes les gustaría que lo adoptaran un par de lesbianas o un par de maricones. Creo que no”, declaró ante los periodistas el cardenal de Guadalajara, que se refirió al tribunal como la “suprema decepción”.

Los jueces aprobaron de manera unánime al inicio de la sesión una moción de censura en rechazo a las declaraciones del purpurado. Los magistrados concluyeron con un llamamiento a evitar conductas y prácticas discriminatorias.

“Las prostitutas tenemos muy pocos amigos en la izquierda”

La activista Pye Jakobson defiende que se legalice su trabajo

“Hartas” de aparecer como víctimas y de no tener voz propia, las trabajadoras del sexo reclaman el derecho a decidir sobre su cuerpo como ejercicio de libertad, aferradas a la bandera de los derechos universales. La activista sueca Pye Jakobson, con 24 años de prostitución a la espalda, pretende lograr ese click mental y “hacer a las personas pensar”. Ya lo ha hecho ante el Parlamento de Inglaterra, en Hong Kong o Escocia. “A todo el mundo le gusta el dinero y el sexo; la combinación no es tan complicada dentro del sistema capitalista”. Precisamente en Suecia la ley tipifica como delito la compra de un servicio sexual desde el año 1999.

Impulsora del sindicato sueco Rose Alliance de “trabajadoras del sexo”, Pye acudió ayer a la Semana Galega da Filosofía que impulsa el Aula Castelao para reclamar igualdad no sólo como mujeres sino como trabajadoras: “No son necesarias leyes especiales para mí porque no soy tan diferente y crean más problemas, tenemos que reconocer que esto es un trabajo”. Lamenta además ese afán proteccionista de la sociedad y gobiernos como el de su país, cuya dicotomía moral se palpa a pie de calle: mientras se empeñan en “colgarnos la etiqueta de víctimas”, el sexo cibernético gana la carrera a la acera. Un colectivo, sostiene, siempre vinculado a las drogas, los abusos o el tráfico de personas y que, pese a esa realidad, reivindica la existencia también de mujeres libres y “normales” que deciden tomar un camino que se recorre “con la cabeza, no con el estómago”.

“Tenemos muy poco amigos en la izquierda [están más cerca de los liberales no conservadores] y me duele en el corazón”, señala. En el sur de Europa la situación es “más honesta, más pragmática, porque no gusta pero se entiende”. Sin embargo en su país la filosofía es otra. En este punto, dibuja una gruesa línea divisoria entre prostitución y tráfico de mujeres e insiste en que, curtida como está por las atroces historias de muchas compañeras, la tragedia para ellas no fue vender su cuerpo sino haber sido forzadas o engañadas.

Las razones de Jakobson pasan por la elección libre ante la prueba de la supervivencia. Ella reclama la libertad de decidir si quiere “trabajar como mujer de la limpieza o sufrir más y ganar el doble”. “Ésa es la opción de esa mujer, su cuerpo y su vida”, añade. La realidad es que pese a las 3.000 trabajadoras del sexo que contabiliza la ponente en Suecia, sólo 25 son activistas de un sindicato que sobrevive prácticamente en la clandestinidad. Una asociación de drogadictos les ha hecho un hueco en sus oficinas para que tengan donde reunirse. En su país, Pye no suele prodigarse. Podría perder su piso.

Marcela y Elisa, casadas en 1901

Más de 2.000 mujeres lesbianas se han casado en España gracias a la ley de Zapatero de 2005. Pero este avance social tiene un sorprendente precedente: Marcela y Elisa se casaron en A Coruña en 1901. Por la Iglesia. Pero las descubrieron, la justicia las persiguió y la prensa se ensañó con ellas. Una valiente historia feminista recogida ahora en un libro.

Marcela y Elisa (vestida de hombre), en la foto de su boda

Marcela y Elisa (vestida de hombre), en la foto de su boda / FOTOGRAFÍAS CEDIDAS POR LIBROS DEL SILENCIO

14Miren a la izquierda. Dos muchachas serias. Vestidas de negro. No es un entierro. La imagen parece triste, pero es una foto de boda. El triunfo personal de Elisa y Marcela. Se casaron en 1901. Por amor. Porque querían ser libres. Porque sí. La foto no cuenta los palos que les dio la vida. Comienza una historia real que parece novela.

-¡Ay, mamá! ¡Si vieses qué amiga más simpática y más buena tengo! Estoy encantada.

Un día, Marcela le soltó esto a su madre, y ya nunca se separaría de Elisa. La relación entre las dos chicas fue intensa desde el principio. Sentían la necesidad de estar juntas siempre. A toda costa. La madre de Marcela diría a un periodista: “Yo, que dominaba a mi esposo y que podría dominar a un regimiento con caballos y todo, no pude hacer nada bueno de ella”. Marcela y Elisa se fueron a vivir juntas a Dumbría, un pueblecito coruñés a cuya escuela fue destinada la primera. Después de un tiempo, las dos muchachas fingieron pelearse. Era parte de una estrategia: Elisa dijo que no aguantaba más, que se iba; Marcela anunció que se casaría con Mario, un primo de su amiga, y se anticipó a los futuros comentarios:

-No he visto cosa más parecida a Elisa. Es de su misma estatura, tiene la misma voz e iguales maneras. ¡Hasta su mismo genio!

Elisa se fue un tiempo a A Coruña para transformarse en Mario: se cortó el pelo y empezó a usar trajes de chaqueta y a fumar. Para casarse, tenía que estar bautizado como hombre, así que se presentó ante un cura para convertirse al cristianismo. El cura ni lo miró bien: no dudó en ganar un creyente para la causa católica.

La boda se celebró el sábado 8 de junio en la iglesia coruñesa de San Jorge. A las siete y media de la mañana. Discreción. La pareja se hizo un retrato en el estudio del fotógrafo francés José Sellier. Como toda pareja feliz. Y al día siguiente volvieron a Dumbría en la típica diligencia de la época. Una señora que también iba dentro no se pudo reprimir:

-Si no es doña Elisa, es el diablo en su figura.

La mentira duró poco.

Así fue la primera boda homosexual en España de la que se tiene constancia, 104 años antes de que Zapatero promulgara la ley que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo. A comienzos del siglo XX, dos maestras de escuela reventaron las conciencias santurronas y biempensantes de la época de la Restauración. A nadie le entraba en la cabeza.

Narciso de Gabriel, catedrático y decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de A Coruña, ha investigado la historia en profundidad durante 15 años. La ha reconstruido. El resultado es el libro Elisa y Marcela. Más allá de los hombres, que se publicó en gallego hace unos años y ahora la editorial Libros del Silencio lo saca en castellano la próxima semana. De Gabriel ha rastreado periódicos antiguos (de donde se han extraído la mayoría de las palabras de los personajes para este reportaje), ficheros, registros y bibliotecas con polvo. Antes que él, el colectivo coruñés Milhomes reivindicó las figuras de estas dos mujeres como precursoras del feminismo y la lucha contra la discriminación sexual. Esta asociación incluso otorga el premio Elisa y Marcela a las iniciativas que luchan por los derechos de gays, lesbianas y transexuales. Y hace tiempo que piden una calle con sus nombres en A Coruña. Aún no lo han conseguido.

Y por cosas como ésta, las primeras esposas no son conocidas en España. Gonzalo Canedo, el editor de Libros del Silencio, no tenía ni idea de las dos valientes. Cuando leyó el volumen en gallego, no dudó en traducirlo. “Me sorprendió que todo esto sucediera en una ciudad de provincias como A Coruña. Sí me lo podría haber imaginado en Nueva York o Londres, pero no aquí”. Tanto le inspiró la historia que el título inaugurará la colección A contracorriente, en la que Canedo pretende publicar textos narrativos, biográficos o ensayísticos sobre personas que se sentían libres y les cortaron las alas. Por sus ideales sexuales, religiosos o políticos. “Es una defensa de los que han sufrido las injusticias de una sociedad que arremete contra el que haga peligrar su concepto de normalidad”, señala Canedo. Quiere que retumbe la voz de los silenciados.

Marcela y Elisa fueron pioneras. El 22 de julio de 2005 hubo codazos entre los cámaras de televisión, los fotógrafos y los periodistas en la boda de las primeras mujeres que se casaron por la ley de Zapatero. El acontecimiento tuvo lugar en los juzgados de Mollet del Vallès (Barcelona). Una española y una argentina. Sebastiana y Verónica. Pareja de hecho desde hacía años. Estrenaron la reforma del Código Civil. Eran las primeras mujeres que se unieron en matrimonio en España. Y ninguna se tuvo que travestir porque todo era legal.

En julio de 2010 se cumplen cinco años de la entrada en vigor de la ley. Desde 2005 y hasta junio del año pasado se han casado 2.121 mujeres en España (no están disponibles datos más actualizados). El caso de Elisa y Marcela toma nueva vigencia. Refleja la invisibilidad de las lesbianas durante siglos. Hasta que un gobierno las sacó al escaparate social. A ellas y a los gays. Elisa y Marcela se adelantaron a la pareja de Cataluña. También a ellas se les abalanzó la prensa. Pero de otra forma.

“Novios de contrabando” fue uno de los titulares más conocidos. O “Asunto ruidoso. Un matrimonio sin hombre”. La prensa estaba tras las chicas coruñesas, pero también las autoridades. Las amadas se escaparon a Oporto. Pensaron que en otro país estarían a salvo. Pero la vida les dio un guantazo de los grandes: las arrestaron. Al día siguiente, todo Oporto conocía la historia de la boda de dos mujeres ante Dios. Entre tanto, Mario juraba que era hombre. Sólo quería justificar todo el embrollo. Pero dos médicos la reconocieron y concluyeron que su sexo era femenino. La obligaron a vestirse de mujer. Acababan tres meses de travestismo.

Un paréntesis. Quizá usted lo está pensando. Si ya vivían juntas y llevaban una vida de pareja, ¿por qué se empeñaron en casarse y asumir riesgos? Raquel Platero es hoy profesora de Secundaria en Madrid, una de las pocas investigadoras sobre el lesbianismo en España, y adelanta una respuesta: “Hacerse esa pregunta forma parte de un presentismo perverso. Hay que contextualizar las cosas del pasado en su momento. En la historia de las dos muchachas subyace todo un discurso sobre la masculinidad. Elisa se convierte en hombre porque eso refuerza la idea de persona controladora. Ahora nos puede parecer fatal, pero es comprensible porque venimos de una tradición muy machista”. Además, recalca Platero, la boda no fue un acto de rebeldía, sino una continuación con los patrones de la época. Casarse en una iglesia significaba estar en sociedad. Ser normales.

Aun así, A Coruña, Madrid y Barcelona se llevaron las manos a la cabeza. Los periódicos se vendían como puñados de garbanzos. Algunos medios obviaron el caso y cuestionaron los detalles pornográficos de otros. Incluso la escritora Emilia Pardo Bazán, en La Ilustración Artística, se lamentaba: “¡Cuánto siento que sea tan escabrosa la inaudita novela que estos días se ha divulgado en la prensa!”. Los periódicos luchaban por tener los detalles más suculentos. El semanario Nuevo Mundo, que incluía imágenes, vendió 19.000 ejemplares sólo en Madrid en dos días. De los periódicos madrileños, fue El Imparcial el que más espacio le dedicó a la historia, con titulares como “Un folletín en acción. Dos mujeres que se casan”. El Heraldo de la Industria fue más allá: “España, país de locos”.

El pueblo portugués se volcó con Elisa y Marcela. Las consideraban dos desgraciadas. El juez las dejó en libertad, por la presión popular, tras pasar 13 días en prisión. Las amadas continuaron viviendo en Oporto. La historia quedó disuelta en el recuerdo, pero el Día de Reyes de 1902 ocurrió algo que fue más que un tornado: Marcela tuvo una niña de no se sabe quién. El autor del libro sostiene la teoría de que fue otra estrategia: dar más credibilidad al matrimonio con Elisa y tener descendencia. Los periódicos, encantados, volvieron a ocuparse de ellas. Muchos textos eran caricaturas, como refleja este extracto: “Marcela ha tenido una niña de generación espontánea, como las lombrices”. Elisa, con su pronto, se enfrentó a un periodista:

-¿Es cosa del otro mundo que nazca un niño o una niña? No hay nada más natural: ¡una mujer tiene un hijo! (…) ¡No somos dos criminales!

La desesperación. Y, aun así, siguieron adelante con su vida. Raquel Platero cree que existen más casos de lesbianas que nunca se escondieron a pesar de los tiempos opresivos. “Esta historia la conocemos porque hay fallos en el plan trazado”, arguye. “No sabemos nada de las historias de éxito porque salieron bien”. Platero no cree que ausencia de información significa inexistencia. Ella ha investigado sobre el lesbianismo en el franquismo. “Casi todos los libros dicen que fue inconcebible en esta época. Lo que era pecado, también era delito y enfermedad. Una tríada. La mujer era un ser infantil y tutelado. Pero empiezas a escarbar en la historia y ves que no es así”.

No es así porque ha descubierto que, aunque la ley de vagos y maleantes era férrea, las mujeres lesbianas se las apañaban para sortear la represión. Estaban las mujeres que vendían aguardiente en el Retiro y mantenían relaciones sexuales entre ellas. Estaban las salas de matrimonios en las cárceles femeninas para aquellas que tenían pareja. Estaban las pandillas de lesbianas barcelonesas que quedaban para ir de cámping y se reconocían al preguntarse si eran libreras o del asunto. Y de todo esto poco se sabe. Platero se queja de que el lesbianismo prácticamente no se ha investigado en España.

Elisa y Marcela están esperando su final. Sigue así: cansadas de pasarlas canutas, decidieron partir a Buenos Aires, como miles de gallegos, en 1902. A ver si las dejaban en paz. Trabajaron un tiempo como criadas, pero no podían verse todo lo que deseaban. Había que hacer algo: Elisa se casó con un anciano al que no le quedaban muchos años de vida. La idea era no trabajar para poder estar más tiempo con Marcela y volver con ella cuando enviudara del viejo. Pero éste se enteró de todo. Y montó en cólera. Y las denunció. La prensa bonaerense apenas se ocupó del caso, quién sabe por qué. La pista de las enamoradas invencibles y libertarias se perdió de repente. No se sabe si fueron felices o se pasaron la vida huyendo.

Miren la foto del principio. Todo esto pasó recién abierto el siglo XX.

 

El primer menor transexual operado en España se sentía mujer desde los cinco años

El colectivo transexual pide que los menores puedan cambiar de sexo sin autorización judicial

El adolescente de 16 años al que por primera vez en España se ha sometido a una operación de cambio de sexo sufría una disforia de género desde los cinco años, según ha explicado este martes el doctor Iván Mañero, cirujano que a principios de diciembre realizó la intervención en Barnaclínic, un centro privado ubicado en el recinto del Hospital Clínico de Barcelona, el único público del país que cuenta con una unidad específica para tratar la disforia de género. Mañero ha señalado que el chico, que fue operado tras recibir en noviembre la autorización judicial para esta intervención, “tenía una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre”.

La joven, que se encuentra perfectamente y lleva una vida normal, estuvo en el quirófano unas dos horas y media, y en ese tiempo se le creó un espacio para dotarle de una vagina en el periné, que se recubrió con la piel del pene. Además, con un trozo de glande y los nervios dorsales del pene se le construyó un clítoris “plenamente funcional y totalmente sensible”, y se le cortó la uretra hasta dejarla como la de las mujeres, al nivel de la entrada vaginal. En la intervención también se eliminaron los testículos y con el escroto se reconstruyeron los labios mayores, hasta conseguir, según el doctor Mañero, una vagina como la de cualquier mujer.

Para este cirujano, el hecho de que los síntomas de esta disforia de género suelan aparecer en edades tempranas “hace pensar que pueda ser un problema de nacimiento, que ahora se diagnostica con un test psiquiátrico, pero que quizá algún día se haga con un análisis de sangre o mediante otro tipo de prueba”.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha mostrado su satisfacción por la cirugía de reasignación sexual realizada por primera vez en España a un menor, pero ha pedido que en este tipo de casos no sea necesaria la autorización de un juez. El trámite judicial “retrasa inexplicablemente” la operación quirúrgica y “vulnera el derecho al libre desarrollo del o la menor”, señala la FELGTB en un comunicado. La ley permite la intervención quirúrgica de reasignación de sexo a los menores de 18 años siempre que tengan el permiso de un juez.

El doctor Mañero ha puntualizado que “no hay ninguna diferencia entre operarse a los 16 o a los 18 años, siempre que el diagnóstico sea claro, y aunque cada caso es particular, operarse lo antes posible comporta más beneficios”. Ha insistido en que aunque la orden judicial autoriza la operación, no obliga a que se haga, y “siempre prevalece el criterio del médico”.

La coordinadora del Área Trans de la FELGTB, Mar Cambrollé, ha reclamado una modificación en los protocolos de los hospitales públicos para que den cabida a las operaciones de menores transexuales, ya que, ha apuntado, ésta ha sido la razón por la que el menor operado ha tenido que acudir a un centro privado para someterse a la cirugía.

El primer menor transexual operado en España se sentía mujer desde los cinco años

El colectivo transexual pide que los menores puedan cambiar de sexo sin autorización judicial

El adolescente de 16 años al que por primera vez en España se ha sometido a una operación de cambio de sexo sufría una disforia de género desde los cinco años, según ha explicado este martes el doctor Iván Mañero, cirujano que a principios de diciembre realizó la intervención en Barnaclínic, un centro privado ubicado en el recinto del Hospital Clínico de Barcelona, el único público del país que cuenta con una unidad específica para tratar la disforia de género. Mañero ha señalado que el chico, que fue operado tras recibir en noviembre la autorización judicial para esta intervención, “tenía una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre”.

La joven, que se encuentra perfectamente y lleva una vida normal, estuvo en el quirófano unas dos horas y media, y en ese tiempo se le creó un espacio para dotarle de una vagina en el periné, que se recubrió con la piel del pene. Además, con un trozo de glande y los nervios dorsales del pene se le construyó un clítoris “plenamente funcional y totalmente sensible”, y se le cortó la uretra hasta dejarla como la de las mujeres, al nivel de la entrada vaginal. En la intervención también se eliminaron los testículos y con el escroto se reconstruyeron los labios mayores, hasta conseguir, según el doctor Mañero, una vagina como la de cualquier mujer.

Para este cirujano, el hecho de que los síntomas de esta disforia de género suelan aparecer en edades tempranas “hace pensar que pueda ser un problema de nacimiento, que ahora se diagnostica con un test psiquiátrico, pero que quizá algún día se haga con un análisis de sangre o mediante otro tipo de prueba”.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha mostrado su satisfacción por la cirugía de reasignación sexual realizada por primera vez en España a un menor, pero ha pedido que en este tipo de casos no sea necesaria la autorización de un juez. El trámite judicial “retrasa inexplicablemente” la operación quirúrgica y “vulnera el derecho al libre desarrollo del o la menor”, señala la FELGTB en un comunicado. La ley permite la intervención quirúrgica de reasignación de sexo a los menores de 18 años siempre que tengan el permiso de un juez.

El doctor Mañero ha puntualizado que “no hay ninguna diferencia entre operarse a los 16 o a los 18 años, siempre que el diagnóstico sea claro, y aunque cada caso es particular, operarse lo antes posible comporta más beneficios”. Ha insistido en que aunque la orden judicial autoriza la operación, no obliga a que se haga, y “siempre prevalece el criterio del médico”.

La coordinadora del Área Trans de la FELGTB, Mar Cambrollé, ha reclamado una modificación en los protocolos de los hospitales públicos para que den cabida a las operaciones de menores transexuales, ya que, ha apuntado, ésta ha sido la razón por la que el menor operado ha tenido que acudir a un centro privado para someterse a la cirugía.

Primer cambio de sexo a un menor realizado en España

Un juez dio luz verde a la operación

Se trata de un adolescente, de 16 años, que por fin ha conseguido ser una chica

Se trata de un adolescente, de 16 años, que por fin ha conseguido ser una chica / AGENCIA ATLAS

Una joven de 16 años ha sido sometida en una clinica privada de Barcelona a la primera operación de cambio de sexo que se realiza en España a un menor. La chica llevaba más de año y medio sometida a tratamiento hormonal. La operación, realizada a principios de diciembre y no conocida hasta ayer, ha corrido a cargo del doctor Iván Mañero.

Mañero, que es jefe de la Unidad de Trastornos de Género del Hospital Clínico de Barcelona, diagnosticó el caso.Fuentes de este hospital explicaron ayer que la operación no pudo realizarse en este centro público porque no hay ninguno en España que contemple en sus protocolos las operaciones de cambio de sexo a menores. El centro médico donde se ha hecho la operación es el Instituto de Cirugía Plástica Iván Mañero, integrado en Barnaclinic.

La operación dura dos horas y la convalencia seis días, explicó ayer el doctor que la ha hecho. “Está muy feliz”, añadio el médico. Extirpan los testículos y hacen una inversión peneana, que consiste en introducir el tejido del pene para construir un túnel interior, dice el doctor. Con el glande se hace un clítoris.

Los padres de la menor transexual se enteraron de que su hija, como se consideraba ella, no podía ser operada hasta que cumpliera la mayoría de edad. Pero no querían esperar a que su hija cumpliera 18 años. La menor ha estado más de año y medio en tratamiento psiquiátrico y hormonal. Se trata de un caso en el que el cambio de sexo estaría totalmente justificado, ya que no es mayor de edad, el caso no ha presentado dudas desde el punto de vista médico y existió un dictamen favorable de los médicos forenses para que el adolescente, que nació varón, se haya convertido en chica.

La ley permite la intervención quirúrgica para cambiar de sexo a los que tienen menos de 18 años, pero siempre que cuenten con una autorización judicial. La familia de la menor decidió por eso recurrir a la justicia para hacer posible el cambio de sexo, que finalmente autorizó que la operación se llevara a cabo el pasado mes noviembre.

Mejor antes de adulto

El cirujano Iván Mañero ha asegurado que es mejor realizar esta intervención antes de la edad adulta, incluso de los 18 años, que es la que establece la legislación española, debido a que los riesgos son menores. Para Mañero, este es “un debate abierto en todo el mundo”, aunque “probablemente habrá más casos que no hayan trascendido a la opinión pública”.

El doctor dice que si una chica de 16 años es madura para abortar sin decírselo a los padres, como contempla la nueva ley, también se deben autorizar estas intervenciones. “Casos como éste hay muchos, pues todos los transexuales pasan alguna vez por ser menores”.

“Hay que seleccionar cada caso. Puede haber mayores no preparados y menores que sí. La edad cronológica no es determinante”, opina este experto.El tratamiento de la transexualidad también se inicia en edades tempranas en otros países desarrollados.

El paciente, un adolescente de 16 años, llevaba más de un año y medio siguiendo un tratamiento hormonal y psiquiátrico como paso previo para someterse a una operación de este tipo.

El chico que quería ser chica contaba con el apoyo de su familia y de los médicos, pero la ley solo permite la operación de cambio de sexo en menores de 18 años si cuentan con una autorización judicial.

El 10% de los gays españoles tiene el VIH

En uno de cada tres nuevos diagnósticos el sexo entre hombres ha sido la vía de transmisión

Si hay un tipo de prácticas -y, consecuentemente, un colectivo, aunque no sólo ellos- donde la incidencia del VIH es claramente superior a la esperable estadísticamente es la de hombres que tienen sexo con hombres. El resultado es que los cálculos de Sanidad, obtenidos a través de sondeos y encuestas, arrojan que un 10% de los homosexuales masculinos de España están infectados por el VIH.

Este grupo de población, que en España son casi todos gays (no se trata de relaciones esporádicas, sino que se enmarcan dentro de una relación afectivo-sexual), según reconoció a este periódico el secretario del Plan Nacional sobre Sida (PNS), Tomás Hernández, representa el 38% de los nuevos diagnósticos de infectados. Este porcentaje multiplica por lo menos por cuatro el peso de este colectivo en el total de la pobalción. Y ello si se aceptan algunos estudios, como el de Kinsey de 1948, que fijaba en un 10% el porcentaje de hombres que han tenido prácticas homosexuales en las sociedades occidentales (el trabajo se hizo en Estados Unidos). Si se toma como base un porcentaje inferior, que es a lo que apuntan algunos estudios más recientes, la desproporción entre tasa de gays sobre el total de la población y tasa de gays con VIH frente al total de diagnósticos sería aún superior. Es decir, la sobreexposición de este colectivo sería aún mayor.

Este dato explica que la última campaña de prevención del PNS se dirija específicamente a hombres que tienen relaciones con otros hombres. El lema, No dejes que el VIH se fije en ti, es un guiño a la pregunta que figura en los carteles y en el vídeo que se ha hecho al respecto. En él se pregunta a los involucrados en qué parte de un hombre se fijan. De las varias opciones (culo, ojos, músculos, boca, ropa, bolsillo), sólo la última es la correcta: es el sitio donde se guardan los preservativos, la forma de prevención más eficaz si se tienen relaciones sexuales.

En total, en España hay entre 120.000 y 150.000 personas con VIH. Desde el principio de la epidemia se ha diagnosticado sida a 77.953 (datos de junio), de los un 60% aproximadamente ha fallecido (no se sabe exactamente cuántos son ya que todo depende de si el certificado médico atribuye el fallecimiento al sida, a una hepatitis o si la persona ha muerto por otra causa que no tenga nada que ver, como un accidente de coche). En el total de los casos de sida, los hombres que tienen sexo con hombre son el 10%, pero los datos de infectados recientes indican que esa cifra va a aumentar.

El 10% de los gays españoles tiene el VIH

En uno de cada tres nuevos diagnósticos el sexo entre hombres ha sido la vía de transmisión

Si hay un tipo de prácticas -y, consecuentemente, un colectivo, aunque no sólo ellos- donde la incidencia del VIH es claramente superior a la esperable estadísticamente es la de hombres que tienen sexo con hombres. El resultado es que los cálculos de Sanidad, obtenidos a través de sondeos y encuestas, arrojan que un 10% de los homosexuales masculinos de España están infectados por el VIH.

Este grupo de población, que en España son casi todos gays (no se trata de relaciones esporádicas, sino que se enmarcan dentro de una relación afectivo-sexual), según reconoció a este periódico el secretario del Plan Nacional sobre Sida (PNS), Tomás Hernández, representa el 38% de los nuevos diagnósticos de infectados. Este porcentaje multiplica por lo menos por cuatro el peso de este colectivo en el total de la pobalción. Y ello si se aceptan algunos estudios, como el de Kinsey de 1948, que fijaba en un 10% el porcentaje de hombres que han tenido prácticas homosexuales en las sociedades occidentales (el trabajo se hizo en Estados Unidos). Si se toma como base un porcentaje inferior, que es a lo que apuntan algunos estudios más recientes, la desproporción entre tasa de gays sobre el total de la población y tasa de gays con VIH frente al total de diagnósticos sería aún superior. Es decir, la sobreexposición de este colectivo sería aún mayor.

Este dato explica que la última campaña de prevención del PNS se dirija específicamente a hombres que tienen relaciones con otros hombres. El lema, No dejes que el VIH se fije en ti, es un guiño a la pregunta que figura en los carteles y en el vídeo que se ha hecho al respecto. En él se pregunta a los involucrados en qué parte de un hombre se fijan. De las varias opciones (culo, ojos, músculos, boca, ropa, bolsillo), sólo la última es la correcta: es el sitio donde se guardan los preservativos, la forma de prevención más eficaz si se tienen relaciones sexuales.

En total, en España hay entre 120.000 y 150.000 personas con VIH. Desde el principio de la epidemia se ha diagnosticado sida a 77.953 (datos de junio), de los un 60% aproximadamente ha fallecido (no se sabe exactamente cuántos son ya que todo depende de si el certificado médico atribuye el fallecimiento al sida, a una hepatitis o si la persona ha muerto por otra causa que no tenga nada que ver, como un accidente de coche). En el total de los casos de sida, los hombres que tienen sexo con hombre son el 10%, pero los datos de infectados recientes indican que esa cifra va a aumentar.

El Gobierno mantiene la exclusión de enfermos de sida del Cuerpo Nacional de Policía

“Un funcionario policial con VIH se encontraría con un mayor riesgo de contraer infecciones y, a la vez, es una posible fuente de contagio”

El Gobierno considera “razonable” mantener la exclusión de las personas con VIH de las pruebas de acceso al Cuerpo Nacional de Policía. Esta es la conclusión contenida en una respuesta facilitada por el Gobierno al portavoz parlamentario de IU, Gaspar Llamazares. La pregunta parlamentaria que da pie a esta contestación fue registrada por Llamazares el pasado 28 de julio y la respuesta le fue entregada el 1 de diciembre, precisamente el Día Internacional de la Lucha contra el Sida, “cuando desde todos los ámbitos se habló de la necesidad de integración práctica y no exclusión de las personas afectadas por esta enfermedad”, resaltan fuentes parlamentarias de Izquierda Unida. El Gobierno considera que el contacto con los ciudadanos pone en riesgo al propio policía con sida, ante la facilidad para que se vea afectado por infecciones y, además, él también puede contagiar a los ciudadanos.

En su respuesta, el Gobierno explica que “los tribunales médicos designados para intervenir en las pruebas de acceso al Cuerpo Nacional de Policía consideran el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) como una enfermedad inmunológica sistemática, que afecta negativamente al sistema inmunológico del individuo que la padece”. Gaspar Llamazares había hecho referencia en su pregunta original a dos cuestiones principales. La primera era que, con fecha 25 de mayo pasado (BOE de 29 de mayo de 2009), la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil dictó una resolución por la que se convocaba una oposición libre para cubrir plazas de alumnos aspirantes a ingresar en el Cuerpo Nacional de Policía. En su apartado 4.3.7 del ANEXO III, Cuadro de exclusiones médicas para el ingreso en el Cuerpo Nacional de Policía, de 1988, se establecía como exclusión definitiva las “enfermedades de transmisión sexual”.

Llamazares recordaba en su segunda observación que, “entre otras, la sentencia de 26 de mayo de 2004 de la Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Primera, de la Audiencia Nacional (que resuelve el recurso 56/2002 presentado ante la exclusión en un procedimiento de acceso a un puesto de funcionario de Instituciones Penitenciarias de una persona seropositiva) señaló que “la infección por VIH en sí misma no representa ningún problema como enfermedad transmisible mediante la convivencia del sujeto con otras personas, tanto en el medio familiar, laboral o social’, salvo que el desempeño del puesto de trabajo implique riesgos.

El Gobierno traslada en su respuesta al portavoz parlamentario de IU que “debe señalarse que las especiales características de la multidisciplinar función policial exigen y requieren condiciones físicas personales que no se precisan para el desempeño de la función profesional en otros cuerpos de la Administración”. “Las circunstancias de contacto con los ciudadanos -prosigue la respuesta parlamentaria- llevan a la conclusión de que un funcionario policial con VIH se encontraría, dada su deficiencia inmunológica, con un riesgo mucho mayor de contraer infecciones por su actividad laboral, siendo a la vez una posible fuente de contagio”. “Por todo ello -concluye el Ejecutivo-, parece razonable que deba mantenerse la causa de exclusión para el acceso al Cuerpo Nacional de Policía de los aspirantes con VIH”.

“Animo a las personas con VIH a que se hagan visibles”

ENTREVISTA:TOMÁS HERNÁNDEZ | RESPONSABLE DEL PLAN NACIONAL SOBRE SIDA

Tomás Hernández

Tomás Hernández / ÁLVARO GARCÍA

Una pizarra tiene la chuleta que Tomás Hernández se ha hecho para el Día Mundial del Sida. En un lado, una lista de 10 prioridades; en el otro, los datos de la epidemia en el mundo y en España. “Así me manejo mejor”, dice este médico madrileño de 37 años, que fue nombrado nuevo secretario del Plan Nacional sobre el Sida justo a tiempo para la conmemoración. Hernández (especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y en Medicina Preventiva y Salud Pública) no aterriza de nuevas en la secretaría. Durante cuatro años ha sido responsable de prevención del VIH de la Comunidad de Madrid.

Pregunta. La destitución de su antecesora causó mucho revuelo entre las ONG. ¿Ya las ha tranquilizado?

Respuesta. He hablado con algunas ONG, pero no las he tenido que tranquilizar. Bastantes ya me conocían.

P. De su lista de objetivos, ¿cuál sería el número uno?

R. No podría elegir uno. Hay varios con el mismo nivel de importancia. Por ejemplo, el asunto del estigma y discriminación es muy importante, porque genera sufrimiento y acelera y contribuye a la expansión de la epidemia. El retraso diagnóstico es también fundamental desde el punto de vista individual porque supone peor pronóstico y peor calidad de vida, y también es un elemento que favorece la extensión de la epidemia.

P. Ya hubo un informe sobre estigma y discriminación en 2006, pero no se ha avanzado mucho. ¿Qué va a hacer?

R. Hay que enfocarlo como una cuestión de derechos humanos. Y como que es una cuestión de todos, de las Administraciones, de la sociedad en general y también de las personas que tienen VIH. Sé que es mucha responsabilidad y no hay que ponerla toda sobre sus hombros, pero ir poco a poco entre todos contribuyendo a visibilizar el VIH puede ser muy útil para acabar con conocimientos erróneos y con prejuicios.

P. ¿No es pedirle demasiado a unas personas que están en muchos casos en situaciones de vulnerabilidad?

R. No le pediría a todo el mundo que se haga visible, pero sí animaría a hacerlo a las personas con VIH que estén en disposición de hacerlo, que puedan valorar que eso es algo positivo para él o para ella y para su contribución a la sociedad.

P. ¿Veremos una campaña de famosos con el VIH?

R. No lo sé. Lo tendremos que pensar entre todos, hablarlo con las ONG y valorar si esa campaña puede sernos útil.

P. ¿Va a hablar con empresarios, patronales de bancos y seguros para que acabe la discriminación de las personas con VIH?

R. En el Plan está considerado como una línea estratégica de intervención. Hay que comprender que no es algo sencillo. Cuantos más actores participen, más complejo es.

P. Onusida destaca en Europa el aumento de las transmisiones entre hombres que tienen sexo con hombres. ¿Tendremos que volver a hablar de grupos de riesgo?

R. Se están haciendo cosas específicas para hombres que tienen sexo con hombres. De hecho, vamos a presentar una campaña dirigida a este grupo de la población. Pero quizás, desde mi punto de vista, hay que diferenciar. Si estamos dando el mensaje a la población general, no nos conviene recalcar cuáles son los grupos de población más vulnerados porque lo que estamos haciendo con eso es reforzar algunos prejuicios y que haya determinadas personas que consideren que eso no va con ellos. Tenemos que ver, dependiendo de la población diana a la que nos dirigimos, qué damos y cómo lo damos.

P. EE UU, que suele adelantar la tendencia de lo que va a pasar aquí, muestra un aumento de las infecciones. ¿Tiene miedo de que eso pase?

R. Las tendencias que estamos viendo con la herramienta más cercana que tenemos, que son las comunidades autónomas que notifican al Centro Nacional de Epidemiología datos de nuevos diagnósticos del VIH, indican que parece que se están estabilizando los nuevos diagnósticos del VIH.

P. ¿Y algo más?

R. Está el famoso retraso diagnóstico de personas que en el momento de saber que tienen VIH requerirían ya tratamientos con antivirales, es decir, que tienen menos de 200 CD4. Son ya el 30%, y si abrimos un poquito la horquilla y hablamos de menos de 350 CD4, son casi la mitad. Un dato interesante es que parece que a quien más está afectando es a hombres que se han infectado por relaciones heterosexuales. Ahí creemos que hay que trabajar.

P. Ha recalcado lo de los datos de las comunidades. ¿Conseguirá el registro estatal de personas con VIH (Sinivih)?

R. Espero que lo tengamos lo antes posible. Lo que tenemos ya va siendo útil, pero un sistema de vigilancia en todas las comunidades autónomas va a suponer una herramienta predictiva importante. El informe de Onusida señala que afinar con la vigilancia epidemiológica permite afinar con las actividades preventivas. Permite, realmente, llevar los recursos donde van a ser más necesarios.

P. ¿Y no se podría hacer un sistema de muestreo como el de la gripe y así acabar con las reticencias de las ONG que no quieren un listado por miedo a que se haga público?

R. La idea del Sinivih es que cada comunidad recoge, como le parece más conveniente, todos los datos, y nosotros intentamos centralizarlos sin nombres, sin información que permita vincularlos a una persona determinada, e intentamos recoger todos los nuevos diagnósticos que se hacen de VIH. Las peculiaridades de esta epidemia hacen que este tipo de vigilancia esté justificado. Entiendo que pudo haber reticencias, pero está plenamente demostrado que es algo que nos beneficia a todos.

P. Estudios como el que dice que el 18% de la población querría tener un listado de infectados para no acercarse a ellos no ayudan.

R. Sabemos que siempre hay un tanto por ciento de la población que le gustaría tener listas de muchas cosas, otra cosa es que ello deba frenarnos.

P. Las ONG también se quejan de que se les están recortando las ayudas.

R. Las ONG hacen un papel fundamental llegando a sitios donde de otra forma nos sería muy difícil llegar. Los cambios que haya podido haber en el último año responden a una situación general, pero respecto al VIH es donde menos recorte presupuestario ha habido, y probablemente la cosa va a mejorar.

P. ¿Y qué va a pasar con la cooperación internacional?

R. La cooperación internacional es coherente con una respuesta global e inteligente a la epidemia. No podemos enfocar todos los esfuerzos en nuestro país porque si algo nos enseña la pandemia de VIH es que no hay fronteras, y que hay situaciones tan injustas que son motivo de que la epidemia se extienda. Por otro lado, cooperar con otros países no tiene que ir en detrimento de las intervenciones que se puedan hacer a nivel nacional.

P. El Fondo Mundial ha reconocido que está falto de recursos. ¿Podemos esperar algún alarde de generosidad del Gobierno?

R. No tengo la información.