El camino que empezó a recorrerse hace ya dos décadas ha aparecido este sábado repletó de gente. Miles de personas se han sumado esta tarde a la marcha del Orgullo Gay que ha recorrido las calles de la capital. Si en 1995 apenas 500 manifestantes integraron la reivindicación, sin apenas respaldo político y social; este sábado,los participantes han llenado el Paseo de la Castellana, con los principales líderes de la oposición a la cabeza: Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos) y Alberto Garzón (IU). Tampoco han querido perderse esta cita varios representantes de Ciudadanos, como el diputado regional Ignacio Aguado. En primera línea solo ha faltado el partido en el Gobierno: el PP.
“Hoy es un día de orgullo para millones de españoles que compartimos la misma causa que el colectivo LGTB. Hoy España es un país mejor, más libre y más justo, gracias a la lucha de los gays, de las lesbianas, de los bisexuales y de los transexuales”, ha afirmado el secretario general de los socialistas, que se ha colocado a la cabeza de la marcha. A pocos metros de él, también liderando la protesta, se encontraba el líder de Podemos, que ha apostado por impulsar una “ley integral de transexualidad”. “Tenemos que trabajar en ello y poder seguir presumiendo de tener un país referente en la igualdad de derechos a nivel mundial”, ha remachado Iglesias.
La marcha ha arrancado a las seis y media de la tarde desde la estación de Atocha, de donde ha partido en dirección hacia la plaza de Colón. Los organizadores calculan que más de un millón de personas participarán en la manifestación. Según cifras de AEGAL (Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid), las celebraciones de esta semana tendrá un impacto económico de 120 millones de euros. De hecho, la ocupación hotelera del centro roza el 95%, afirma la Asociación Empresarial Hotelera de la capital.
Borja Soler, de 21 años, ha llegado de Valencia con dos amigos para sumarse, por primera vez, a la marcha y al desfile de carrozas. Rubio y con ojos claros, asegura que ha venido a Madrid “expresamente para ver a Manuela Carmena”, la nueva alcaldesa de la ciudad. “Es lo mejor que le ha pasado a este a país, porque hace falta más política social y ella lo hará”, asegura el joven. La regidora, según ha explicado su equipo, acudirá a Colón para recibir a los manifestantes.
https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png00Editoreahttps://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.pngEditorea2015-07-04 21:36:342015-07-04 21:36:34Madrid se llena de orgullo
Hasta qué punto la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el matrimonio homosexual va a cambiar nuestros sentimientos respecto a nuestro país y respecto a nosotros mismos?
No puedo generalizar. Pero sí puedo hablar en nombre de un niño de 12 años.Es un chico que destaca entre sus hermanos porque le falta el optimismo que tienen ellos, incluso su facilidad para sonreír. Tiene una melancolía que no poseen los demás. Siempre está pensativo, huraño. Cohibido. Nunca está a gusto consigo mismo. Quizá sea genético, quizá no. Se ha dado cuenta de que lo que le acelera el corazón no son las chicas sino otros chicos, y es una sensación solitaria, aterradora e intensa.
No sabe qué hacer. Sabe que habrá insultos, porque conoce todos los chistes llenos de prejuicios y los comentarios crueles que hace la gente, a veces sin darse cuenta. Le gustaría tener la seguridad de que que no habrá desprecio ni repugnancia, pero no tiene motivos para confiar.
Puedo hablar por un chico de 16 años. Sabe cómo se llama lo que es —gay, homosexual, o algo peor, según quién hable—, pero no sabe lo que eso va a significar. Una tarde, en un centro comercial, se separa a escondidas de sus amigos y entra en una librería. Busca algo que aplaque sus temores.
Encuentra un estudio sobre “ser gay en Estados Unidos” que se titula Afectos alienados. La expresión le inquieta. Parece un diagnóstico o un mal presagio. Para comprenderla mejor, pasa a toda velocidad las páginas, vigilando para asegurarse de que no le ve nadie y con el oído atento a cualquiera que se aproxime.
Su valor le dura poco; solo le da tiempo a ver una referencia a las drag queens, una explicación de qué es el bondage y una investigación sobre el erotismo homosexual entre los presos.
¿Esas son sus opciones? ¿Plumas, cadenas o la cárcel? Le llama la atención en especial el título de un capítulo: “Más allá de la alegría y la tristeza: las miserias cotidianas”. ¿Tristeza? ¿Miserias?
No está seguro de tener ganas ni fuerza para afrontarlo. Cierra el libro y, con él, un pedazo de su corazón.
Puedo hablar por un universitario de 20 años. Se ha abierto a su familia y a muchos amigos, no porque sea especialmente valiente, sino porque ser sincero causa menos tensión y exige menos esfuerzo que guardar secretos. Y porque quiere conocer a hombres cono él, relacionarse, tal vez incluso enamorarse.
Hasta ahora, no ha pagado ningún precio terrible. Su familia no acaba de comprenderle, pero lo intenta. Por cada amigo que se ha alejado, hay otro que se acerca.
El alivio es inmenso.
Sin embargo, le gustaría poder ser sincero sin tener que ponerse una etiqueta, incluirse en una categoría, sin que le apliquen siempre un adjetivo que le recuerda que no es “normal”.
Como se lo recuerdan las leyes que, en muchas partes de su país, prohíben que dos hombres o dos mujeres mantengan relaciones sexuales y permiten que los despidan por su forma de enamorarse. En el debate público, se lo recuerda el propio lenguaje, cuando se felicita a alguna persona por su “tolerancia” con los gays y las lesbianas.
Tiene que explicar constantemente que no ha escogido este camino, que no es una declaración de intenciones ni un capricho, que ni lo hace por gusto ni lo lamenta, sino que está ahí, una parte esencial, eterna. Y la explicación le agota.
Puedo hablar por un hombre de 30 años que vive en una casa con otro hombre de su edad. Son una pareja. La casa, de ladrillo rojo, tiene una valla blanca de madera rodea que impide que se escape su pastor alemán. El hombre y su pareja no han hablado nunca de tener hijos, porque habría que tomar medidas muy complicadas y porque a la mayoría de la gente no le parece bien. Nunca se han abrazado en el jardín, no se han besado delante de una ventana, porque ¿qué pensarían los vecinos?
Y, aunque no da importancia a esos detalles, que le parecen pequeñas incomodidades, estar tan pendiente de todo eso tiene un precio. Es otra forma de volver a sentirse cohibido. Lo que de verdad le gustaría es que le juzgaran solo por su talento, por las virtudes que tiene y las que le faltan. Que le miraran como a cualquier otra persona.
Puedo hablar por un hombre de 45 años que ve asombrado y agradecido los cambios a su alrededor. Aunque no planea tener hijos —a estas alturas ya tiene pocas energías y demasiadas manías—, ve que muchas parejas de gays y lesbianas están formando familias. En algunos sitios, ya son indistinguibles de los demás.
Pero todavía hay otros sitios en los que no, y todavía hay demasiada libertad para los extremistas religiosos que dicen que las personas como él son despreciables, malvadas, impías. En algunos países, no se limitan a hablar. Matan. En el país de este hombre, no llegan tan lejos y cada vez son más minoritarios, pero son osados e insolentes y están consentidos. Él se pregunta cuándo empezará a haber menos indulgencia. Ya va siendo hora.
En 2015, el último viernes de un mes que se asocia a las bodas y al orgullo gay, llega la ruptura.
Después de varios años extraordinarios en los que el matrimonio entre personas del mismo sexo se ha ido legalizando en un estado detrás de otro, el Tribunal Supremo dictamina que deben hacerlo todos, porque lo exige la Constitución y se trata de tener “igual dignidad ante la ley”, escribe el juez Anthony Kennedy.
Puedo hablar por un hombre de 50 años que soñaba con esto pero aún no acaba de creérselo, porque cuando era joven parecía imposible y luego improbable, y porque ahora todo va a ser distinto.
Mañana, el chico de 12 años no sentirá la misma aprensión que el de entonces. Mañana, el chico de 16 años tendrá menos probabilidades de encontrarse con los tristes estereotipos sobre lo que significa ser gay o lesbiana.
El de 20, el de 30 y el de 45 no tendrán que dar tantas explicaciones ni pedir tantas disculpas, ni estarán tan dispuestos a aceptar límites. No habrá los mismos límites.
Y eso es así porque la decisión del Tribunal Supremo no habla solo de bodas. Habla de dignidad. Desde la instancia más alta del país, con las voces más autorizadas, la mayoría de los magistrados que la componen han dicho a una minoría de estadounidenses que son normales y que tienen el mismo derecho que los demás a celebrarlo con alegría y con una tarta.
Mucho hemos avanzado en los derechos de la comunidad LGTB desde aquellos días, sin embargo esa relación tan estrecha que se estableció en su momento con géneros como el disco, el italo o elhouse parece no tener equivalencia en la actualidad. Si uno echa mano a la programación del Orgullo —oficialmente MADO 2015—puede darse cuenta rápidamente que la valoración musical brilla por su ausencia.
Así, alejados del bullicio festivalero, que inunda plazas y calles, algunos clubes ofrecen durante estos días un programa alternativo a ese desierto musical. Es el caso del recién creado From The Vault (Moratín, 42), que este viernes se inaugura con los directos de Suitdancer y José Rico, electrónica selecta y de largo recorrido. Lo mismo ocurre con Sagan (San Dimas, 3), que esa misma noche traen el cosmicdisco bañado por sintetizadores y percusiones liquidas de Craig Bratley y Jackwasfaster. Otros espacios como Ricks (Clavel, 8), se encuentran en el epicentro del Orgullo, en el barrio de Chueca, por lo que programar al calor de sus festividades no resulta difícil. A destacar: el viernes Ivan Smoka y el sábado Jose Castillo. La jornada concluye el domingo, en la terraza que Picnic tiene en la Casa de Campo con Jimpster: sonidos house con querencia por los ritmos negros y que demanda un Orgullo diferente.
Plaza de Cibeles con la fuente iluminada con los colores del arcoíris. / SAMUEL SÁNCHEZ
“¿Qué billete de Metro debo comprar?”, pregunta en la parada de metro de Suanzes un joven de unos treinta años, musculoso y con camiseta de tirantes. “Depende de los días que te vayas a quedar”, contestan desde el otro lado de la ventanilla donde se venden los billetes. “He venido del 1 al 5 de julio”, contesta rápidamente el chico. Visita Madrid por el Orgullo. Como él, 1,7 millones de turistas, tanto de dentro de España como de otros países, han decidido venirse a la capital este fin de semana, según estimaciones de la organización. El Orgullo se ha convertido en la fiesta de Madrid, “es el mayor de toda Europa”, dice Hans Meyer, presidente de European Pride Organisers Association (EPOA, la asociación europea de organizadores del Orgullo). Un evento que atrae a gente de todo el mundo e invita a salir a las calles a los residentes de la capital. También a gastar; se prevé que la presente cita genere en la ciudad un impacto económico de en torno a los 120 millones de euros.
“Lo siento. Estamos llenos… Las fiestas, ya sabes”, contestan desde el hostel Room 007, situado en la calle Fuencarral, en pleno epicentro de la cara más festiva del Orgullo. La ocupación hotelera en el distrito Centro está estos días al 90%. Por eso, algunos visitantes han optado por AirBnB, el sistema de alquiler de habitaciones entre particulares. Entre el 1 y el 5 de julio, se han realizado 8.300 reservas, un número que triplica las peticiones que hubo en 2014. “Tengo la sensación de que hay más gente que el año pasado”, dice Isabel Sánchez, hostelera de 58 años. Tiene un bar en Plaza Castilla e incluso allí, fuera del meollo del Orgullo, ha notado el evento.
“Estamos valorando un impacto económico de en torno a los 120 millones de euros”, cuenta Vicente Pizcueta, portavoz de Noche Madrid. Otro de los datos que maneja habla de un aumento de un 22% de la venta de entradas a fiestas y festivales. “Este año vamos a realizar, por primera vez, un estudio socioeconómico sin precedentes sobre lo que deja el Orgullo en la ciudad”, aclara, “el domingo tendremos las primeras cifras”.
Mítica carrera de tacones en la calle de Pelayo, celebrada ayer en el barrio de Chueca. / ULY MARTÍN
“Estamos buscando la plaza de las lesbianas guapas”, bromea Anna Foppele, de 24 años la noche en la que Cayetana Guillén Cuervo y Alejandro Amenábar dieron el pistoletazo de salida al Orgullo con un multitudinario pregón en la plaza de Chueca. Es la segunda vez que viaja desde Países Bajos a Madrid el primer fin de semana de julio. “Si no fuera por estas fiestas, ¿quién iba a venir a Madrid con la calor que está cayendo?”, se pregunta, medio en broma medio en serio, el empresario Llopart. A los visitantes no les importa la canícula y llenan plazas, conciertos y eventos. Antonio Pablo Herrero, de 32 años, lo ha vivido en sus propias carnes. Desde el portal que acaba de crear, Visit Chueca, aporta información sobre los establecimientos de la zona y organiza recorridos turísticos por el barrio. “Son free tours [recorridos gratuitos], en los que tras el paseo, la gente aporta lo que quiere. En el de hoy [por ayer] hemos tenido que doblar por la cantidad de gente interesada y he ampliado al domingo la propuesta porque se han llenado todas las convocatorias que hicimos”, cuenta Herrero sin parar un minuto de mirar el móvil. “Estos días no puedo parar”.
Arcoíris en Cibeles
El barrio de Chueca repleto de visitantes. / ULY MARTÍN
Casi todo el mundo coincide en que este año, además de mucha gente, se respira algo diferente en el ambiente. “Lo que ha hecho el Ayuntamiento hace que todo el colectivo exhiba una sonrisa en la cara”, dice Llopart.Por primera vez, el Consistorio (de Ahora Madrid) se han volcado sin prejuicios con el Orgullo. Es el primer Orgullo sin el PP en la alcaldía. Además de ondear la bandera arcoíris, el Ayuntamiento ha iluminado la Cibeles con los colores del colectivo. “Me gustaría que la fiesta del Orgullo Gay se acabara encuadrando en la historia de Madrid”, dijo la alcaldesa Manuela Carmena, que equiparó la fiesta a la de San Isidro, patrón de la ciudad.
“Es la primera vez que se muestra un compromiso tan claro. Eso gusta y anima a todo el mundo a salir a festejarlo aún con más ganas”, continúa Llopart. La Comunidad de Madrid, gobernada por Cristina Cifuentes, del PP, no se ha querido quedar corta y también ha puesto la bandera del colectivo en el balcón de su sede en la Puerta del Sol. “Cifuentes siempre se ha mostrado muy contundente con su apoyo al colectivo LGTB. Ahora ha conseguido que la Comunidad también se implique”, añade el empresario.
Un compromiso que ha tardado, pero que llega cuando lamanifiestación del Orgullo muestra una salud de hierro. En 2007, Madrid acogió el EuroPride, el Orgullo europeo. Ese año fue cuando se marcó el hito del millón de asistentes a la manifestación. Una cifra que desde entonces no ha bajado. En 2017, la capital será la sede del World Pride, el evento mundial. “Ese año habrá más visitantes, más movimiento y más de todo”, dice Llopart. Aún más.
Imprescindibles del Orgullo 2015
La manifestación del Orgullo más grande de Europa. La cita es el sábado, 4 de julio, a las 18.30 en la estación de Atocha para el desfile de carrozas hasta la plaza de Colón. Invitan el Cogam (Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid) y FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales). Se trata de una mezcla de activismo, música y buen rollo para exigir medidas legislativas concretas que superen las barreras de discriminación que aún existen en España.
Fiestas en la plaza de la Luna. Desde las ocho de la tarde, la plaza de la Luna acoge a varios dj’s,entre ellos: Meneo, Mikan, Megara, DJ FN y We are Family by Marta, Cariño. Esta última es la gran novedad. Marta, Cariño organiza su primer Gran Festival para el Orgullo de la capital. El cierre del Orgullo 2015 será a las 2.30 de la madrugada.
Para los más pequeños. Plaza de Chueca. Sábado: desde las 11.00 y hasta las 15.30 se realizan las actividades Conviértete en Doraemon o Dorami por un día, una exposición de robots y arpa de láseres y un taller de pasta para toda la familia. Domingo: a las 14.30, taller de pintacaras. Plaza de Vázquez de Mella. Sábado. De 11.00 a 13.00, talleres de origami. A las 16.00, taller de papiroflexia. Plaza de la Luna. Sábado: a las 12.00, sesión KIDO DJ para toda la familia, y a las 13.30, concierto de Billy Boom Band.
https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png00Editoreahttps://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.pngEditorea2015-07-03 11:16:372015-07-03 11:16:37Madrid vende Orgullo
Me llena de orgullo y satisfacción decir que soy bollera y mujer (si alguna vez escucho esto en el discurso real me convierto a la Corona, lo prometo). Para algunas personas lo que acabo de decir resultara repetitivo. ¿No se es ya mujer si una se considera bollera? En fin, en esta época posmoderna en la que nos cuestionamos hasta las etiquetas de la ropa todo vale, oigan. Yo soy bollera y mujer porque son dos títulos “honoríficos” que me definen en la jerarquía social que habito. Uno me sitúa detrás de las maricas. El otro me posiciona un escalafón por debajo de los hombres. Vamos, que estoy jodida por partida doble.
Las desviadas como yo celebramos nuestro aniversario por estas fechas. El 28 J y esas cosas, ya saben. Y aún así, llámennos quisquillosas si lo desean, pero no terminamos de sentirnos integradas ni en nuestro propio cumpleaños. Orgullo se escribe en masculino y a ese sector poblacional representa: a ellos. No hablemos ya de la degeneración que ha sufrido lo que, si mal no recuerdo, era una reivindicación y no una fiesta del consumismo. Parece que el 69 solo nos suena a una postura del Kamasutra y no al año en que tuvieron lugar los disturbios de Stonewall. Lo llaman capitalismo rosa y no tiene que ver con la prensa del corazón, sino más bien con el corazón del funcionamiento de este sistema en que vivimos. Lo que ayer era una subversión a la norma hoy se acepta, sí, pero a un precio. Tenga usted la orientación sexual que quiera, de acuerdo, no nos molesta. Siempre que cuente con una cartera abundante y tienda usted a encajar en nuestros marcos normativos, ¡sea bienvenido!
Ya ven que se repite un poco el modelo del heteropatriarcado. Para quien no lo sepa, se refiere a que el cabeza de familia, de esta gran familia que es la humanidad al fin y al cabo, sea preferentemente hombre, heterosexual, blanco y de clase media-alta. Una definición que encierra la totalidad de privilegios posibles. Fíjese usted qué cosas, quienes gobiernan el mundo suelen llevarla escrita en la frente. Pues bien, en estas fechas señaladas, no contentas con sufrir el famoso palabro heteropatriarcado todos y cada uno de nuestros días,una nueva realidad queda patente: el homopatriarcado. Resulta que son las maricas las que se llevan de calle esos privilegios. El ocio, el consumo, la visibilización desde los medios les conceden el protagonismo. Bolleras, trans, bisexuales, intersexuales, asexuales y un largo etcétera son solo anexos, ya ven.
También les digo, poca envidia siento si ser el foco de atención acarrea la imposición de un consumo determinado y la implantación de un canon de belleza concreto. Pero claro, a una también le gusta visibilizarse. Un poquito de ese protagonismo, pero a nuestra manera, eso sí. No queremos ser bolleras que despiertan un “¡uy, si apenas se te nota!”.Queremos que se nos note, seamos femeninas o camioneras, llevemos el pelo largo o corto, utilicemos dildo o no. Queremos que se nos note, que se nos vea, que se nos escuche, que se nos sienta. Porque no, no somos amigas, resulta que nos comemos el coño, fíjese usted. Y estamos orgullosas de ello. Visiblemente orgullosas.
https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png00Editoreahttps://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.pngEditorea2015-07-02 20:11:442015-10-13 13:20:13¿Y qué pasa con las lesbianas?
Página de Arnold Schwarzenegger en Facebook, con una imagen de Terminator y los colores del arcoíris. / FACEBOOK
acebook se autoproclama “orgulloso” de apoyar a la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales. Para demostrarlo, ha puesto en marcha una iniciativa relativamente local y otra a escala mundial con motivo de la legalización en el Tribunal Supremo de EE UU del matrimonio igualitario la pasada semana y la celebración, esta, del Orgullo Gay.
La red social ha apoyado a uno de sus usuarios en su campaña en favor de los derechos LGBT en la región agrícola del Valle Central de California, “conservadora” según la red social. Justin Kamimoto, un joven homosexual, creó un grupo en la red que —señalan desde Facebook— ha ayudado a “innumerables adolescentes y jóvenes adultos” a encontrar apoyo. Cuenta su historia en un vídeo difundido en inglés por la red social.
Pensando en sus usuarios en todo el mundo, Facebook lanzó hace unos días un filtro reivindicativo que cualquiera puede incorporar a su perfil en la red. La utilidad permite que sobre la foto del usuario se sobreimpresionen los colores de la bandera del movimiento LGBT. 26 millones de usuarios en todo el mundo lo han utilizado, según ha hecho pública la red social. También ha difundido los datos del número interacciones —hacer clic en “me gusta” o añadir un comentario— que han suscitado esas fotografías: más de 565 millones hasta el momento del anuncio, la pasada noche.
La campaña ha logrado especial éxito en Estados Unidos. Figuras públicas como el actor y exgobernador de California Arnold Schwarzenegger, antes contrario al matrimonio igualitario y ahora firme defensor, modificaron sus fotos para añadir la insignia del arcoíris. Schwarzenegger contestó con un “hasta la vista” a un seguidor que no daba crédito a su apoyo a la causa gay. Sus colegas Leonardo di Caprio y Anne Hathaway hicieron lo propio, junto a la editora Arianna Huffington. También ha mostrado su apoyo a la iniciativa la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
El filtro es obra de dos becarios de Facebook; lo pergeñaron durante una hackaton (una maratón de edición de la web) la pasada semana. La compañía asegura que la idea se hizo muy popular dentro de la empresa y decidió abrirla a todos usuarios dos días después, el pasado 26 de junio.
Revistas del prestigio de la norteamericana The Atlantic han publicado un artículo en el que se especula que el filtro pueda formar parte de un experimento de la red social para conocer a sus usuarios. Consultadas por EL PAÍS, fuentes de la red social en España han asegurado que el recurso “no es ni un experimento ni un test, sino más bien un instrumento para permitir que la gente muestra su apoyo a la comunidad LGBT en Facebook”. La compañía ha declarado también que “no usará [el filtro] para personalizar anuncios y que su objetivo no es obtener información sobre las personas” que lo han utilizado.
6 millones de usuarios LGBT
Facebook cuenta con más de seis millones de usuarios solo en EE UU que se identifican a sí mismos como gais, lesbianas, bisexuales, transexuales o disconformes con su género.
Casi un millón de personas en el país norteamericano forman parte de un grupo de apoyo al colectivo LGBT en la red social.
https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png00Editoreahttps://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.pngEditorea2015-07-02 12:54:222015-07-02 12:54:2226 millones de usuarios cambian su foto de Facebook en apoyo a los gais
María Teresa Fernández de la Vega (Valencia, 1949) era vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno que presidía José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) cuando las Cortes aprobaron, el 30 de junio de 2005, la ley de matrimonio igualitario. “Hubo una inyección de autoestima para nosotros. La ley fue muy bien acogida por el partido. ¡Estábamos eliminando una discriminación de siglos!”. En el despacho de la Fundación Mujeres por África, que preside, De la Vega recuerda con precisión los últimos pasos del proyecto: “El Congreso la aprobó el 30 de junio, el Rey la sancionó el 1 de julio, el 2 se publicó en el BOE, y el 3 entró en vigor”, recita casi de carrerilla. “Para estas cosas tengo mucha memoria”, presume.
De la Vega inscribe esta ley dentro de la apuesta general del PSOE tras las elecciones de 2004 por el “reconocimiento y ampliación de los derechos de la ciudadanía”. “A lo mejor el matrimonio homosexual no estaba en el programa con esas palabras, pero estaba en esta idea”, defiende. Con esa ley y otras aprobadas en la misma legislatura (la de violencia de género, de igualdad, de dependencia, tabaco,reproducción humana asistida, cotitularidad de la tierra), España “se situó en el grupo de países pioneros”.
En lo que respecta al matrimonio homosexual, no solo se situó en el grupo: se puso en cabeza. “Había países muy avanzados, como Holanda y Bélgica, que ya permitían el matrimonio homosexual, pero no la adopción. Nosotros lo teníamos claro. La igualdad significaba que se tuvieran todos los derechos, incluso a acceder a la adopción”, afirma la actual miembro del Consejo de Estado.
En su recuerdo, la ley fue un hito, pero no un problema especial. “Nunca tuvimos ninguna duda al respecto, sino la constancia, en términos democráticos, de que la ley tenía un apoyo mayoritario. Lógicamente, nos hubiera gustado que se aprobara con mucho más consenso, pero teníamos el apoyo de quienes nos habían votado para emprender esos cambios. Era un ejercicio de la acción del Estado que demostraba un blindaje de la libertad y la autonomía. Fue la defensa del interés general confirmada democráticamente”.
Sabe De la Vega que aquella ley tuvo una especial carga en la imagen de España. “¡La de entrevistas que di! Nadie se lo esperaba de un país como España!”, comenta. Y resalta un aspecto “bonito” de esta y otras leyes sociales de aquella legislatura anterior a la crisis. “Eran una ampliación de la libertad sin menoscabo de nadie. Se eliminaba una discriminación secular que había impedido a unos conciudadanos vivir en plenitud de derechos en libertad e igualdad. Y, más allá de los aspectos legales, se les daba el derecho de expresar sus emociones sin ser señalados”, afirma. Pero el beneficio de la ley no fue solo para gais y lesbianas. “Con ella se fortalecía el Estado de derecho y se reforzaba la convivencia democrática”.
Desde su puesto de presidenta de la Fundación Mujeres por África, la exvicepresidenta valora aún más aquel logro. “África es probablemente el continente más homófobo, pero la discriminación más onerosa sigue siendo la de género”, dice. “Es la desigualdad más difícil de erradicar. Aquí mismo acabó, legalmente al menos, hace relativamente poco. En la militancia por la igualdad hemos recorrido un largo camino. Yo misma adquirí la mayoría de edad y acabé de estudiar Derecho sin tener derechos. Y, aún ahora, en la configuración normativa estamos en la vanguardia, pero falta por adquirir la igualdad real”. Esto mismo podría decirse sobre los derechos de la población LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales). De la Vega coincide con el recientemente fallecido Pedro Zerolo en que esa lucha debe ir de la mano del feminismo.
De la Vega, que también es juez, afirma que “nunca hubo en el Gobierno dudas acerca de la constitucionalidad de la ley, como luego demostró el fallo del propio Constitucional”. También admite que “hubo oposición de los sectores más conservadores de la sociedad y de la Iglesia católica”, pero dice que nunca les hicieron dudar. “Estaban en su derecho de manifestar su opinión, incluso convocaron manifestaciones, pero nosotros teníamos la convicción democrática de que había que hacerlo”, declara. Con algo más de intensidad recuerda que entre quienes más se opusieron estaba el sector de jueces más conservador. “Hubo quien se negó a aplicarla, quien dijo que iba contra su conciencia, pero el poder Judicial y el Supremo les quitaron la razón. Cuando uno es juez lo es para defender la ley, no para imponer sus ideas”, concluye tajante.
https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png00Editoreahttps://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.pngEditorea2015-07-01 09:16:112015-07-01 09:16:11“La ley fue una inyección de autoestima para nosotros”
Zerolo abraza a un compañero a las puertas del Congreso tras la aprobación de la ley el 30 de junio de 2005. / ULY MARTÍN
En diciembre de 2002, Pedro Zerolo dio una entrevista a EL PAÍScon motivo de su reelección como presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Al acabar la exhaustiva conversación –dos horas de grabación; Zerolo siempre fue un chorro de ideas- llevó al periodista hasta una mesa de trabajo en su despacho de abogados del paseo de Rosales de Madrid. Sobre ella, desparramados, decenas de folios, impresiones del BOE y fotocopias de códigos marcados y subrayados. En el off the record(las declaraciones que se hacen pactando que no se van a publicar), Zerolo, orgulloso, explicó aquellos papeles: “Son el futuro. Las más de 60 leyes que estamos revisando para cuando se apruebe el matrimonio entre personas del mismo sexo”.
No dijo “si se aprueba”. No hubo condicional. Lo expresó como una certeza. Y una novedad. El activismo LGTB vivía tiempos convulsos. No hacía tanto, recuerda Miguel Ángel Fernández, entonces miembro de grupo LGTB del PSOE y secretario del Colectivo Lambda de Valencia, y posteriormente coordinador de la secretaría de Movimientos Sociales del PSOE cuando la dirigió Zerolo, que el objetivo más realista del movimiento era conseguir una ley de parejas de hecho que reconociera derechos básicos (herencia, pensión, acceso a la sanidad) a las uniones del mismo sexo.
El 22 de octubre de 1994 el colectivo Lambda hizo su primer Congreso. / CARLES FRANCESC
Era el camino que se ofrecía entonces. Cataluña había aprobado suley de parejas en 1998, y después llegaron las de Aragón, Navarra, País Vasco, y hasta comunidades gobernadas por el PP, como la valenciana y Madrid, hicieron las suyas. Además, en 1999 Franciaaprobó su contrato de unión civil (PACS), poniendo las bases de lo que todos los participantes en esta historia no dudan en calificar ahora como “un matrimonio de segunda”, pero que, a principios de este siglo, parecía un avance enorme. “En 1991 y 1992, cuando empezamos a militar, bromeábamos sobre que nuestros hijos o, más probablemente, nuestros nietos, verían la legalización del matrimonio igualitario”, dice Toni Poveda, expresidente de la FELGTB.
Los últimos años del siglo XX apuntaban a que, después de siglos discriminados, gais y lesbianas se conformarían con una ley de parejas. De hecho, como recuerda Fernández, en 1997 y 1998 hubo dos manifestaciones en Madrid –“eran en febrero y pasábamos mucho frío”- pidiendo esa ley. No fueron tan multitudinarias como las del Orgullo, que desde 1995 a 2000 habían pasado de la pequeña marcha de decenas de activistas a congregar a miles de personas (ya se hablaba de 500.000 o más), pero sí fueron significativas.
Fin de semana del Orgullo Gay en Madrid en 2005. / CLAUDIO ÁLVAREZ
Aquella reclamación tuvo su reflejo en las Cortes. Hasta cinco propuestas se presentaron durante las legislaturas de mayoría del Partido Popular (1996-2004), y el propio partido que dirigía José María Aznar llevó la suya en 1997,que no se llegó a votar. Fue la punta del iceberg de un interés del PP por orillar un problema que crecía por momentos, y que causaba una profunda división entre sus votantes y diputados. El veterano activista Jordi Petit, de la Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya y ex secretario general de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gais (ILGA), relata cómo fue llamado dos veces a La Moncloa, sede de la presidencia del Gobierno, una durante cada una de las dos legislaturas de Aznar. “Fueron encuentros muy discretos, sin ninguna publicidad. Me llamaron para intercambiar opiniones, y ni me pagaron el tren”, recuerda. Él mismo, a través de aquellos encuentros, refleja el cambio de las aspiraciones de la población LGTB. “En el primer encuentro con los asesores de Aznar, pedimos una ley de parejas estatal que reconociera las relaciones de afectividad análogas a la del matrimonio con independencia de su orientación sexual”, recuerda Petit. Aquella fórmula, la de “relación análoga al matrimonio”, había sido acuñada por una abogada, María José Valera, que consiguió por primera vez que se indemnizara como si fuera el viudo a la pareja masculina de un hombre muerto en accidente de tráfico, cuenta Petit. “Más tarde se usó en la ley de arrendamientos urbanos de 1992”, y se mantuvo después.
Pero el propio Petit admite que cuando en la segunda legislatura (2000-2004) le volvieron a llamar, ya la coordinadora catalana había decidido que “no aceptaría leyes gueto”. “Teníamos claro que no entraríamos en una ley de segunda”. La calle ya pedía el matrimonio sin ambages, y que el PP al final no hiciera nada al respecto “fue una suerte”, reflexiona ahora Petit. “No queríamos un sucedáneo, tenía que ser matrimonio sí o sí. Algunos decían que el matrimonio no iba a salir jamás, pero luego se vio que el PACS francés fue un tapón que no reconocía la afectividad y era solo un contrato que, además, dejaba fuera aspectos como la posibilidad de adquirir la nacionalidad de la pareja o la adopción, y han tardado 15 años en regular el matrimonio igualitario”, añade.
Con ese bagaje, el congreso de la FELGTB de 2002 fue una “refundación orientada a la lucha por el matrimonio”, afirma Beatriz Gimeno, quien era presidenta de la asociación cuando se aprobó la ley. Pero hicieron falta una serie de cambios para que esa meta se viera con realismo.
Mendiluce (d), Beatriz Gimeno, Inés Sabanés, Pedro Zerolo y Trinidad Jiménez poco antes de la inauguración del II Congreso de la Federacion Estatal de Gays y Lesbianas, que se celebra en Madrid en 2002. / EFE
El primero fue la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en 2000en el congreso del PSOE que le nombró secretario general. El expresidente tuvo una madrina en Trinidad Jiménez, la misma que ofreció a Zerolo ir en su lista para el Ayuntamiento de Madrid en 2003, con lo que dio el salto desde el activismo en los movimientos sociales al de la política formal. “Le presenté a Zapatero a raíz de su entrada en el Ayuntamiento. No cabe duda de que Pedro era muy simpático y tenía mucho liderazgo. Le nombré portavoz de Medio Ambiente para que se construyera un perfil más allá del activismo LGTB, pero él nunca renunció a él. Zerolo participó mucho en la campaña, y, cuando Zapatero le conoció, quedó convencido”.
Nadie duda de aquel flechazo –el propio Zapatero ha admitido queaceptó la necesidad de esa ley por Zerolo-, pero no todo fue cuestión de simpatía. Gimeno cuenta que “al poco de ganar Zapatero el congreso”, fueron convocados a Ferraz, la sede del PSOE en Madrid. “Lo difícil fue convencerle de que pasara de una ley de parejas a la de matrimonio. Cuando nos vimos con él en un sótano de Ferraz al poco de ser elegido, gracias a Leire Pajín, en aquel momento secretaria de Movimientos Sociales del partido, no lo tenía muy claro. Pero hablamos mucho y él dijo que le habíamos convencido y que lo iba a meter en el programa”. Gimeno, que es actualmente diputada autonómica en Madrid, elegida en las listas de Podemos, cree que, en parte, fue relativamente fácil ganar su apoyo “porque nadie pensaba que fuera a ganar” en las próximas elecciones. “Pero una vez metido en el programa él se lo creyó, y nunca más temí por el proceso”, afirma. Jiménez va más allá en la importancia de que Zapatero estuviera convencido: “Con otros líderes del PSOE de entonces la ley no habría salido”, asegura.
Aquel apoyo político fue reforzado con el de otros partidos de izquierda, como IU. “A ellos también tuvimos que convencerles. Su reparo era que decían que casarse era conservador. En una reunión, una diputada me preguntó muy agresiva que por qué queríamos casarnos. Tuve que contestarle que ella se había casado ya tres veces”, cuenta Gimeno.
La lucha en los despachos no les hizo perder la de la calle. En octubre de 2003 los activistas escenificaron su apuesta y acudieron a los registros civiles de Madrid y Valencia a pedir casarse. Contaban con el rechazo, afirman Poveda y Fernández, pero aquella protesta fijó el objetivo. Y, también, dejó dos fotos simbólicas de los protagonistas símbolo de ese cambio. En Madrid, Zerolo, su novio, Jesús Santos, y la pareja formada por Gimeno y Boti García llevaron como testigos a las portavoces del PSOE, Trinidad Jiménez, y de IU, Inés Sabanés. En Valencia, a Fernández y Poveda les acompañaron Carmen Montón (PSOE) y el portavoz de L’Entesa en las Cortes Valencianas, Ramón Cardona.
Boti García (3d) y Zerolo con sus parejas junto a Trinidad Jiménez el 22 de octubre de 2003.
“Eso fue antes de que fuera diputada nacional”, comenta Montón. Ella formó parte de “una casualidad” que, cuando el PSOE ganó las elecciones de 2004, llevó a buen término la promesa del programa electoral de modificar el Código Civil “a fin de posibilitar el matrimonio entre personas del mismo sexo y el ejercicio de cuantos derechos conlleva, en igualdad de condiciones con otras formas de matrimonio, para asegurar la plena equiparación legal y social de lesbianas y gais”.
Montón –“una joven de 29 años sin conocimientos jurídicos”, como ella misma se define- se hizo cargo de la portavocía en la Comisión de Igualdad, y Zerolo de la secretaría de Movimientos Sociales en la ejecutiva del PSOE. “Yo era muy atrevida. Convencimos al portavoz del grupo, que era Alfredo Pérez-Rubalcaba, para presentar una proposición no de ley por parte del grupo parlamentario. Bono expresó dudas respecto a la adopción, pero luego nos apoyó”, cuenta. Fernández afirma que fue el propio Zerolo quien pidió a Rubalcaba y a Zapatero ese nombramiento para una diputada joven que se estrenaba esa legislatura, porque quería tener una aliada. Aun así, convencer a los diputados no fue fácil. “No hubo una guerra, pero sí tuvimos que ir uno a uno. Y no solo con los del PSOE; también queríamos que se unieran los de IU, ERC, PNV, CiU. Que fuera todo el mundo a excepción del PP, que sabíamos que se iba a negar”, añade. “Cuando fui a la Comisión de Justicia, hubo muchas preguntas sobre la adopción. Se esgrimieron estudios que eran falsos. Fue como estar ante un tribunal”, afirma.
Los cinco presidentes del colectivo Lambda de lesbianas, gays y transexuales. De izquierda a derecha: Ximo Cádiz, Miguel Ángel Fernández, Antonio Poveda, Rubén Sancho y Fernando Lumbreras el 4 de febrero de 2005. / SANTIAGO CARREGUI
Aquellos meses crearon “un fuerte vínculo en un pequeño grupo”, dice la diputada: Zerolo, Gimeno, Poveda, Fernández, ella misma… “Era un proyecto muy bonito del que nacieron alianzas indestructibles. Nos llamábamos todos los días, comentando lo que había pasado, preparando argumentarios, adaptándolos”, dice. “Aprendimos mucho”, afirma Poveda. “Por ejemplo, a referirnos a la jerarquía católica, y no a la Iglesia católica, porque teníamos el apoyo de muchas agrupaciones de base y queríamos marcar la diferencia. También que había que contestar con serenidad, sin agresividad”, cuenta.
En aquella lucha política y mediática, contaron con muchos otros cómplices. Fernández recuerda a Ximo Cádiz, que fue secretario de la FELGTB, “y una máquina haciendo argumentarios”. Gimeno menciona el papel de Javier Gómez, entonces tesorero de la FELGTB y militante reconocido del PP (su boda con el abogado Manuel Ródenas fue la única gay que celebró Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde de Madrid). “Él nos contaba lo que pasaba en el partido, y así íbamos preparados”, relata. Precisamente por Gómez y los encuentros personales, Giménez se dio cuenta de que “no todo el PP estaba contra la ley. Muchos tenían hermanos, hijos, amigos, gais o lesbianas, y cuando los veías te decían: ‘Ánimo, lo vais a conseguir”. Aquella división se mantuvo hasta el día de la votación de la ley. Con las invitaciones de los parlamentarios de izquierda agotadas, hubo gais que obtuvieron invitaciones de diputados del PP para asistir a la sesión, aunque los invitadores iban a votar que no.
Poveda añade a la lista de aliados fundamentales a Pilar Blanco Morales, directora de Registros y Notariado, “que sacaba argumentos propios que ni nosotros habíamos previsto, como hizo en un debate con Benigno Blanco, del Foro de la Familia”.
Manifestación contra la legalización de matrimonio homosexual convocada por el Foro de la Familia el 18 de junio de 2005 bajo el lema “La familia sí importa. Por el derecho a una madre y un padre. Por la libertad”. Marcha que contó con el apoyo del Partido Popular y de la Conferencia Episcopal Española. / BERNARDO PÉREZ
El trámite fue relativamente rápido –lógico si se tiene en cuenta el trabajo previo-, y tuvo una fuerte oposición en las Cámaras y en la calle. El Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto el 1 de octubre de 2004 y el Congreso votó la ley el 30 de junio de 2005. Pero, en medio, los obispos, parte del PP y organizaciones como el Foro de la Familia convocaron una manifestación el 18 de junio como último recurso de protesta. Fue muy numerosa, pero no torció la voluntad del Gobierno. “Aquella vez vi a Zerolo triste. Costaba ver tanto odio”, recuerda Fernández. Doce días después, la ley salió adelante con 187 votos: los de PSOE, ERC, Izquierda Verde, PNV, BNG, CC, CHA y los diputados de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) Carles Campuzano y Mercè Pigem. Celia Villalobos, del PP, también votó a favor. Se abstuvieron los otros cuatro diputados de CDC, y votaron en contra el PP y los diputados de Unió Democràtica de Catalunya (147 votos en total).
Rouco Varela en la manifestación convocada por el Foro de la Familia contra el matrimonio igualitario en junio de 2005. / LUIS MAGÁN
Parte de los populares no se resignó, y presentaron un recurso de anticonstitucionalidad. En noviembre de 2012, el tribunal avaló la ley. 31.610 matrimonios después (datos hasta 2014, los últimos que da el INE), de los que el 39% son de mujeres, la normalidad legal de estas parejas es el fruto de toda aquella frenética actividad.
Nos mostramos con orgullo
COGAM (COLECTIVO DE LESBIANAS, GAIS, TRANSEXUALES Y BISEXUALES DE MADRID)
Con motivo del día del Orgullo, el Cogam redacta un manifiesto que recuerda el décimo aniversario de la ley de matrimonio homosexual, el pasado, el presente y el futuro que todavía está por llegar.
Un 28 de junio, arrancó en las calles del Greenwich Village de Nueva York un nuevo grito histórico por la dignidad humana y hoy, 48 años después, volvemos a unirnos con una sola voz para reivindicar que la igualdad no sea sólo formal sino que se convierta en igualdad real.
En España esta manifestación comenzó en Barcelona y ya son varios años los que llevamos reivindicando igualdad, dignidad, respeto, inclusión, diversidad y aunque debemos estar contentos de lo conseguido, el camino no ha sido fácil.
Un camino de obstáculos es difícil de completar pero cuando lo terminas y miras atrás te sientes orgulloso. En muchos momentos de nuestra reciente democracia el Gobierno ha mirado hacia otro lado, nos ha dado la espalda, ha obviado el camino de la igualdad. Pero en otros, España ha sido de los primeros. Este año celebramos el décimo aniversario de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, ley que marcó el gobierno de Zapatero y nos puso a la cabeza en materia de igualdad.
Este año, orgullosos, reivindicaremos Leyes por la Igualdad Real, ¡YA!. Leyes que hagan de esta sociedad un lugar mejor donde vivir, porque un país diverso es un país que merece la pena. La igualdad es el camino correcto, la no discriminación es la medida para hacer un país inclusivo y pacífico.
Por ello, por quienes no pueden vivir como son, reivindicamos que el gobierno tenga muy en cuenta a la población LGTB+ en los protocolos de asilo. Solicitamos una ley básica que aborde de manera integral las necesidades del colectivo transexual, una ley de igualdad de trato y contra la discriminación; en el terreno educativo es esencial aprobar un conjunto de normas que fomenten el respeto a la diversidad sexual en las aulas, un conjunto de leyes que nos permitan formar una familia, criar y educar a nuestros hijos en igualdad y, entre otras, también consideramos necesario un pacto social contra el estima y la discriminación por VIH/sida.
La diversidad en su propia definición es inclusiva y por eso vamos de la mano en nuestra lucha con la población inmigrante, con el pueblo gitano, con las personas con discapacidad… Con todos y todas que de un modo u otro sufren discriminación por su diferencia, que es precisamente lo que nos hace grandes e iguales. Seguiremos siendo activistas, peleando por una sociedad que nos trate a todos por igual, una sociedad más justa en la que poder vivir.
Esto es lo por lo que lucharemos y no pararemos hasta conseguirlo porque si algo hemos aprendido de nuestro querido presidente Pedro Zerolo, es que merece la pena pelear para que todos los españoles se puedan sentir orgullosos por convivir en igualdad.
Junta Directiva de COGAM, Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid
https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png00Editoreahttps://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.pngEditorea2015-07-01 08:59:142015-07-01 08:59:14Cómo se consiguió el matrimonio gay
El nigeriano Osmond Ayo, quien tras huir de su país por su orientación sexual ha rehecho su vida en Madrid. / JAIME VILLANUEVA
Fady, un sirio de 34 años con estrés postraumático, tardó dos meses en recuperarse de la paliza que dos dos sicarios contratados por su familia le dieron por ser homosexual. “Todavía estaba ingresado en el hospital cuando recibí una llamada de mi padre. Me dijo que lo que había pasado era un aviso. ‘O cambias o a la próxima te mato”, cuenta Fady, que huyó de su país hace casi cuatro años y rehizo su vida en Madrid. El Gobierno le acaba de conceder asilo político.
“España, y dentro de ella Madrid, se ha convertido en centro receptor depersonas LGTB [lesbianas, gais, bisexuales y transexuales] de todas partes del mundo, quienes debido a la situación en la que viven en sus países, en los que existe persecución legal y social, sobre todo en África y Oriente Próximo, se han visto obligadas a desplazarse y, en ocasiones, a huir”, explica Manuel Ródenas, director del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. En 13 años, este centro ha atendido a 10.852 personas, el 17% extranjeros. Muchos, solicitantes de asilo.
La legalización hace diez años del matrimonio entre personas del mismo sexo ha convertido, sobre todo a la capital y a otras grandes ciudades como Barcelona, en una especie de paraíso terrenal de los homosexuales oprimidos del otro lado del Mediterráneo, pero también de América Latina. Chueca es la utopía posible para los perseguidos en aquellas sociedades donde ser gay, lesbiana o transexual es una enfermedad, un pecado o una abominación del diablo.
La familia de Ejid Yetene, del Congo, le torturó por ser gay. / JAIME VILLANUEVA
Ejid Yetene, un congoleño de 26 años, continúa a la espera de ser reconocido como refugiado político, y eso que lleva siete años en Madrid. “Mi padre me torturaba: primero me pegaba con el cinturón mientras me decía que iba contra la ley de Dios, que era un seguidor de Satanás porque me gustaban otros chicos… Yo he tenido suerte. Muchos de los que conocí no lo pueden contar, como Denzu y Allain, dos amigos que desaparecieron. ¡Sin más! ¿Quién va a investigar el envenenamiento o crimen de un gay en África?”, plantea mientras toma una naranjada en la plaza de Chueca, epicentro del movimiento LGTB de España. “¡Flipé la primera vez que vi el Orgullo! ¿En África? ¡Impensable, olvídate!”, ríe.
A lo largo de la conversación, Yetene intercala la pasión que todos los africanos sienten por el fútbol y, también en su caso, por la música, del rap al hip hop. Es así, relajado, cuando se atreve a enfrentarse a las pesadillas que aún le atormentan. “Lo peor era cuando mi padre me untaba con un picante rojo por todo el cuerpo. Lo machacaba y me lo extendía por todos lados: por el pene, por el ano… Me decía que era un remedio tradicional para curarme, mientras yo me retorcía de lo que picaba. ¡Dolía! Me lo hizo entre ocho y diez veces, sin que los policías y militares que lo veían dijeran nada”, relata Yetene.
Manuel Ródenas, director del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. / JAIME VILLANUEVA
Pese a sentirse “libre” y como en casa en Madrid, pide que le fotografíen de espaldas. Que no le reconozcan. “La comunidad africana en España sigue siendo muy conservadora. El mensaje de las iglesias evangélicas no tiene que ver con la actitud del nuevo Papa. Por no hablar del wahabismo, la visión rigorista del Islam. Un gay es la encarnación del mal. El pecado hecho carne”, advierte Ródenas. Con un añadido: si los gais lo tienen mal para salir del armario, ser mujer y lesbiana en África u Oriente Próximo es anatema.
Osmond Ayo, nigeriano de 38 años, fue activista en su país, que aplica la sharía en el norte, donde ser gay se paga con la muerte. Por llevar una pulsera arcoíris, el símbolo universal LGTB, Ayo estuvo siete meses en la cárcel. Una turba estuvo a punto de lincharlo cuando la mujer que su familia eligió como esposa le pilló en la cama con su novio. Ayo pagó 500 dólares en 2008 a un amigo de la infancia, “de una mafia”, para que le colase de polizón en un carguero. “Me engañó. Creía que iría a Canadá y aparecí en Barcelona, sin hablar palabra de español”, cuenta, mientras narra cómo, por azares del destino, se terminó instalando en Leganés.
Ayo tuvo un papel destacado en la fiesta del Orgullo de 2014 de Madrid. “Me manifesté por la gente que no se puede manifestar en sus países. Por ejemplo, en Nigeria, donde en la zona cristiana te pueden caer 14 años porque te guste la gente de tu mismo sexo, y diez si formas parte de una organización o si no delatas a alguien por su condición sexual… En mi país casi me mataron y en España me han aceptado. Estoy orgulloso de ser lo que soy”, expone. “Madrid es una ciudad abierta, nada que ver con mi tierra”, dice Karim, marroquí de Tetuán de 40 años. Ser homosexual también es un delito en su país. “No tengo pluma, y lo he llevado tan en secreto que mi familia no lo sabe. Mejor. No lo entenderían”, añade. Karim culpa a la religión y a la cultura.
La felicidad de Ayo no es plena. Sigue aguardando a que España le dé asilo. El sirio Fady, cuya vida cambió cuando se negó al matrimonio concertado que su familia había decidido —“intenté que me gustaran las mujeres, pero no”—, ha tenido más suerte. Pero sigue necesitando pastillas para dormir “cinco horas si se da bien la noche”. Cuando no, repasa las veces que sus padres le daban de comer aparte para que no se acercara a sus hermanos. “Comía solo, cenaba solo… No fuera a ser que los contagiara”, lamenta.
Mapa mundial de la homofobia
Pena de muerte: Arabia Saudí, Irán, Mauritania, Sudán, Yemen, los estados del norte de Nigeria, de mayoría musulmana, que aplican lasharía, y el sur de Somalia.
De 14 años de prisión a cadena perpetua: Antigua y Barbuda, Bangladesh, Barbados, Guayana, Malasia, Pakistán, Sierra Leona, Sri Lanka, Tanzania, Trinidad y Tobago, Uganda y Zambia.
Hasta 14 años de prisión: Angola, Argelia, Belice, Botswana, Bután, Camerún, Emiratos Árabes Unidos, Eritrea, Etiopía, Gambia, Gaza, Ghana, Guinea Conakry, India, Jamaica, Kenia, Kuwait, Líbano, Liberia, Malawi, Marruecos, Mozambique, Myanmar, Nigeria, Omán, Papúa Nueva Guinea, Qatar, República Central Africana, Senegal, Siria, Somalia, Sudán del Sur, Togo, Túnez, Turkmenistán, Uzbekistán y Zimbabue. Además hay una docena de estados isleños del Caribe y del Pacífico.
Limbo legal: Las legislaciones de Afganistán, Lesotho, Namibia y Swazilanda no especifican el tiempo en prisión. En Egipto, Libia y Rusia la legislación no es “específicamente homófoba” según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero (ILGA, en su acrónimo en inglés). En el caso de Rusia, se restringe la libertad de expresión y de asociación.
https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png00Editoreahttps://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.pngEditorea2015-07-01 08:40:312015-07-01 08:40:31El mundo sale del armario en Madrid
Una enfermera del Ejército de Salvación en Johanesburgo sostiene a un niño infectado por VIH, en una foto de archivo. / REUTERS
Cada año, alrededor de 1,4 millones de mujeres con VIH se quedan embarazadas. Si no reciben tratamiento, las posibilidades de que transmitan el virus a su bebé durante la gestación, parto o lactancia oscilan entre el 15 y el 45 %. Así que lograr cortar este círculo vicioso que provoca la continuación de un virus que se lleva décadas combatiendo sin que aún se haya logrado una cura efectiva no es un desafío menor. Pero eso es lo que ha conseguido Cuba, tal como ha reconocido oficialmente este martes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En una ceremonia en la sede de la Organización Panamericana de la Salud (OPS, la oficina regional de la OMS) en Washington, la OMS entregó a Cuba la primera certificación del mundo que avala que un país ha logrado el reto doble de eliminar la transmisión de madre a hijo del VIH y, también, de la sífilis congénita.
“Se ha ganado una gran batalla en la lucha contra el sida”, celebró la directora de la OPS, Carissa Etienne. Eliminar la transmisión vertical del VIH “representa un gran paso para Cuba hacia una generación libre de sida”, agregó.
“La eliminación de la transmisión de un virus es uno de los mayores logros posibles en el campo de la salud”, coincidió también la directora general de la OMS, Margaret Chan, en un comunicado.
El porcentaje de 15-45 % de posibilidades de transmisión del VIH de madre a hijo cae a solo 1 % si se dan retrovirales tanto a la madre como al hijo durante todas las fases en que se puede producir la transmisión. Según la OMS, el número de niños que nacen cada año con VIH se ha reducido a casi la mitad desde 2009, pasando de 400.000 a 240.000 en 2013.
Pero la cifra está muy lejos aún de la meta marcada para este mismo 2015: que se reduzca a menos de 40.000.
La batalla contra la transmisión maternoinfantil de la sífilis también tiene aún muchos retos por delante: cada año, casi un millón de mujeres embarazadas se contagian con este virus que puede provocar desde la muerte fetal o perinatal a infecciones neonatales graves. Todo ello, señala la OMS, cuando existen “opciones simples y rentables de detección y tratamiento relativamente rentables durante el embarazo”, como la penicilina, que pueden eliminar la mayor parte de esas complicaciones.
En Washington, en una ceremonia junto con el ministro cubano de Salud, Roberto Morales Ojeda, la directora de la OPS destacó la clave del hito cubano: la cobertura sanitaria universal y asequible.
“El éxito de Cuba demuestra que el acceso universal y la cobertura universal de salud son factibles y de hecho son la clave del éxito, incluso en contra de desafíos tan complejos como el VIH”, recalcó Etienne. A su lado, el director ejecutivo adjunto deONUSIDA, Luiz Loures, y el jefe de salud de UNICEF, Mickey Chopra, asentían.
Cuba disfruta de un servicio público de salud “gratuito, accesible regionalizado, integral y sin discriminación, basado en la atención primaria de salud”, resumió el ministro cubano esta parte clave del éxito ahora logrado, que también atribuyó a una “voluntad política” clave y la participación de las comunidades en los programas de atención y prevención.
Pero la premisa de la cobertura sanitaria universal y asequible va más allá de la larga lucha contra el sida, apostilló la jefa de la OPS.
La crisis desatada el año pasado por la epidemia de ébola “nos ha demostrado que si tienes un sistema de salud fuerte que está basado en atención primaria y acceso y cobertura sanitaria universales, puedes afrontar cualquier desafío, ya sea un desastre natural o enfermedades contagiosas”, señaló Etienne.
En el continente americano, la OMS-OPS ha estado trabajando desde 2010 en una iniciativa regional para eliminar la transmisión maternoinfantil de VIH y sífilis.
Aunque Cuba es el primer país que recibe esta certificación oficial, después de haber comenzado el proceso de validación hace un año, hay seis países o territorios que según la OPS también están en condiciones de ser validados porque habrían logrado eliminar tanto la transmisión de madre a hijo del VIH como la sífilis: las islas británicas en el Caribe de Anguila y Montserrat, Barbados, Canadá, Estados Unidos y Puerto Rico.
La OMS considera que un país ha eliminado la transmisión maternoinfantil del VIH cuando se registran menos de dos bebés infectados por cada cien nacidos de madres portadoras del virus. En el caso de la sífilis, es menos de un caso por cada 2.000 nacimientos vivos.
En el marco de la iniciativa de la OPS, Cuba ha implementado en los últimos años medidas como cuidado prenatal temprano y pruebas de VIH y sífilis tanto para las mujeres embarazadas como para los padres. También proporciona tratamiento a las mujeres que dan positivo y a sus bebés, además de fomentar medidas de prevención como el uso de preservativos, entre otros.
Como resultado, que ha redundado ahora en la certificación oficial de la OMS, en 2014 en Cuba solo se registraron los casos de dos bebés que nacieron con VIH y cinco más con sífilis congénita, una cifra por debajo de los mínimos para poder dar por logrado el objetivo de eliminar la transmisión maternoinfantil de estas enfermedades.
Pese a que el objetivo de la OMS es alentar a que los países continúen sus esfuerzos para cortar la transmisión vertical de estas enfermedades, los expertos pidieron no desatender las otras fases importantes de este problema, especialmente el tratamiento.
“El desafío no es solo la prevención, también lo es asegurar el derecho de los niños ya infectados a obtener el mejor tratamiento posible”, recordó el responsable de UNICEF.
https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png00Editoreahttps://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.pngEditorea2015-06-30 19:27:242015-06-30 19:27:24Cuba es el primer país en eliminar la transmisión de madre a hijo del VIH
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