Berdindu crea un archivo virtual sobre la lucha por los derechos de homosexuales

BILBAO.  En dicho centro, que está alojado en la página web de Berdindu, han volcado sus archivos documentales, tanto escritos como audiovisuales y gráficos, las cinco grandes asociaciones de defensa de los homosexuales que existen en Euskadi: Aldarte, Ehgam, Errespetuz, Gehitu y Guztiok.

Otras tres asociaciones que trabajan en este campo, Hegoak, Pikara y el Centro de Documentación de Mujeres Amite Albiz, incorporarán sus materiales próximamente, según informa en un comunicado dicho servicio, dependiente de la Consejería vasca de Políticas Sociales y Empleo.

Hasta el momento se han volcado en el sitio web 1.583 documentos, 726 carteles, 458 expedientes textuales, 149 audios, 141 vídeos, 74 expedientes fotográficos y 18 pancartas utilizadas en la lucha por el reconocimiento de sus derechos y de la igualdad con el resto de la sociedad.

En la página de Internet se ofrece una breve visión de la historia reciente del movimiento LGTBI en Euskadi y del cambio de mentalidad social e institucional que ha experimentado la sociedad vasca en estos años, así como de las acciones más relevantes llevadas a cabo por las organizaciones de homosexuales.

El archivo documental esta estructurado en seis apartados en los que se encuadran la memoria de los movimientos LGTBI, sus hitos históricos, su material gráfico, los recursos materiales con que ha contado, un listado de las principales asociaciones LGTBI y su entorno, una agenda de actividades de las asociaciones participantes y un motor de Búsqueda de materiales.

Pacquiao dice que los gays “son peores que los animales”

“Los animales son mejores porque pueden distinguir masculino y femenino”, ha asegurado el boxeador, que aspira a ser senador

El boxeador filipino Manny Pacquiao saluda a sus aficionados

El boxeador filipino Manny Pacquiao saluda a sus aficionados (EFE)

El boxeador filipino Manny Pacquiao, que se presentará a las elecciones de su país en mayo buscando un puesto como senador, ha sorprendido con unas declaraciones en las que ha asegurado que los homosexuales “son peores que los animales.

MADRID. “Es de sentido común. ¿Acaso los animales se aparean con ejemplares del mismo sexo? Los animales son mejores porque pueden distinguir masculino y femenino. Si los hombres se acuestan con hombres y las mujeres se acuestan con mujeres, son peores que animales”, apuntó Pacquiao en declaraciones a la cadena filipina TV5.

El filipino, único campeón mundial en ocho categorías distintas, salió perdedor el año pasado en el llamado ‘Combate del siglo’ contra Flody Mayweather y, a sus 37 años, no ha descartado volver a subirse al ‘ring’ antes de la retirada.

El Gobierno vasco prepara un protocolo para atender a los alumnos transexuales

Una web específica centralizará toda la información relacionada sobre  distintas formas de identidad sexual

El Gobierno vasco trabaja en la elaboración de un protocolo de  acompañamiento del alumnado transexual, que será remitido a todos los  centros educativos de la comunidad autónoma. Este instrumento servirá  de orientación para que los educadores atiendan a las necesidades de  estos alumnos en el entorno escolar.

GASTEIZ. La Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco ha analizado  este miércoles el cumplimiento de la Ley de no discriminación por  motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de  las personas transexuales.

A petición de EH Bildu, han comparecido ante este órgano los  consejeros de Empleo y Políticas Sociales, Angel Toña, y Educación,  Cristina Uriarte, que han informado sobre las medidas desarrolladas  por sus departamentos para atender a las necesidades de estas  personas.

La directora de Innovación Educativa del Gobierno vasco, Begoña  Garamendi, que ha acompañado a Uriarte en su comparecencia, ha  explicado que el Departamento de Educación dispone de un ‘Protocolo  de Seguimiento del Desarrollo Infantil’, cuya primera fase se centra  en la ‘Vigilancia Rutinaria del Desarrollo’.

NECESIDADES ESPECIFICAS

El objetivo, según ha explicado, es detectar en fases tempranas  posibles alteraciones del desarrollo, incluidas cuestiones  relacionadas con la identidad sexual, que puedan generar necesidades  específicas de apoyo educativo.

Además, ha explicado que se está preparando un protocolo  específico de atención del alumnado transexual, con el que se  pretende dar respuesta a los casos de estos menores en el entorno  escolar.

El protocolo, cuya elaboración había sido solicitada por familias  de menores transexuales, será enviado a todos los centros educativos  de la comunidad autónoma. El Gobierno de Andalucía ya anunció el año  pasado la elaboración de un instrumento de estas características.

Cristina Uriarte ha expresado su “satisfacción” por la evolución  de las medidas implantadas hasta el momento en este campo, y ha  insistido en la importancia de evitar la discriminación en las aulas  por cuestiones de identidad sexual.

ATENCION INTEGRAL

Por su parte, el responsable de Empleo y Políticas Sociales ha  anunciado que el 18 de febrero se presentará una web específica en la  que las instituciones y colectivos que trabajan en este ámbito podrán  unificar la documentación existente sobre identidad sexual.

Toña ha destacado que los distintos departamentos del Gobierno  vasco colaboran para ofrecer una atención “integral” a las personas  transexuales, de forma que se trata de abordar este tema desde una  perspectiva “multidisciplinar”. El objetivo, tal y como ha indicado,  es que estas personas “tengan las mismas oportunidades que el resto  de la población”.

Toña ha ofrecido información sobre el funcionamiento de Berdindu,  el Servicio de Información y atención del Gobierno Vasco para los  temas relacionados con la diversidad sexual.

Este servicio ofrece información y atención a lesbianas, gays,  transexuales y bisexuales, así como a su entorno. También atiende a  la comunidad educativa, a los diferentes agentes sociales y  profesionales, a los medios de comunicación y a la sociedad en  general, con el objetivo de combatir la intolerancia respecto a estos  colectivos.

Dos hombres en situación de transexualidad narran sus vidas

Dos hombres en situación de transexualidad narran qué ha supuesto esta peculiaridad en sus vidas

ares piñeiro y xabier lozano

Ares Piñeiro y Xabier Lozano

ARES Piñeiro López es uno de los tantos hombres que viven en Bilbao. Al igual que a muchos vascos, le gusta la buena comida, pasar tiempo con los amigos y sobre todo el fútbol -si bien confiesa que no es del Athletic-. “También me encanta el squash, pero por un problema de rodilla últimamente no he pisado mucho la pista”. Después de todo, los 43 años empiezan a pesar. Se levanta a las 8 de la mañana, toma un café y marcha a trabajar. En general, la vida de Ares no dista demasiado de la de cualquier otro bilbaino, salvo porque Ares no ha sido siempre su nombre: antes tenía uno socialmente considerado como femenino.

Nacido en 1972, los médicos clasificaron oficialmente a Ares como mujer en base a los genitales y ello condicionó su vida durante su juventud: juguetes “para niñas”, ropa femenina, color rosa, etc. Pero él, desde el primer momento, se sintió hombre. “Mi madre dice que empecé a insistir y a pedir un pitilín por Reyes sobre los 4 o 5 años”. Aun así, se lo tomaron a broma y lo dejaron pasar. Después de todo, que un niño pudiera haber nacido con vulva parecía tan inimaginable que ni siquiera se lo llegaron a plantear. “Era otra época y de aquella no se conocía ni siquiera la palabra transexualidad, no hablemos ya de lo que significa”.

Sin embargo, la identidad sexual reside en el cerebro y no es fruto del libre albedrío y mucho menos de los genitales. “Puedes luchar contra ti mismo, contra el mundo entero o darte cabezazos contra la pared hasta abrirte la cabeza, pero si tu cerebro dice que eres hombre o que eres mujer, no hay manera de cambiarlo”. Todo ello al margen del resto del cuerpo y de cómo uno sea clasificado sexualmente por el resto de la sociedad. Y movido por esta inamovible condición de sí mismo, Ares continuó luchando para que le reconocieran como el hombre que es.

Entre otras cosas, esto hizo que Ares no tuviera una buena experiencia en el colegio. “Se metían bastante conmigo, así que cuando lo hacían yo respondía pegando, lo que me metió en algunos problemas”. Pero los años pasaron y este santurtziarra siguió en sus trece y, según fue creciendo, se dio cuenta de que los Reyes Magos no existían y que ni su pitilín ni su deseado scalextric llegarían por arte de magia. “Así que, a los 16 años, dejé los estudios y me puse a trabajar”.

Independizarse económicamente le ayudó a emanciparse y ello le abrió un mundo de posibilidades: “Pude comprar mi ropa, mis cosas y tener la vida del hombre que soy desde que he nacido y que seré hasta el día que me muera”.

No obstante, a Ares les faltaba algo: dar el paso definitivo. “Es muy complicado, porque siempre está presente el miedo a perder la relación con la familia, entre otros muchos problemas”. Y así transcurrieron los años hasta que hace una década, a sus 32, ya no pudo más: “Tenía que hacerlo, así que fui a casa y solté que iba a empezar con el proceso de transición”.

En un principio, Ares se lo contó a su madre y a su hermana. Ellas se lo tomaron bien, ya que lo sabían desde que había nacido y solo estaban esperando a que lo dijese. “Aseguraron que me apoyarían en todo lo que pudieran y solo me pidieron una cosa a cambio: que no se lo contara a mi padre, porque le iba a dar un infarto”.

De origen gallego, Ares explica que su padre estuvo viviendo 23 años en Venezuela -“un país muy machista”- y que, además, era una persona muy religiosa y practicante. “Era tan puritano que cuando yo era pequeño, si salía en la tele un beso o una teta, la apagaba directamente, y a día de hoy todavía nunca le he visto en calzoncillos por casa”.

Pero Ares sentía que no podía vivir engañando a su padre y por ello, durante una comida en casa de sus padres, en la que estaban su hermana, su sobrino, su madre, su padre y él, no pude contenerse y pronunció las palabras: “Tengo que decirte algo”. Recuerda que inmediatamente se hizo un silencio sepulcral en la mesa, porque todos sabían lo que iba a venir. “Aita, soy un hombre, y si no soy hombre no soy feliz y me quiero morir”. Entonces su padre se levantó y le dio un abrazo al tiempo que respondía: “Aquí estoy para lo que necesites y siempre vas a tener mi apoyo”. Paradojas de la vida, Ares asegura que al final el que casi se desmaya fue él, ya que se esperaba la reacción opuesta. “Desde ese momento empezó a tratarme en masculino y por mi nombre: Ares”.

UN FINAL FELIZ A día de hoy, cuando Ares viaja con su padre a su Galicia natal le lleva con orgullo y va presentando a su hijo a todos los que se encuentra por el camino. “La gente le mira como si estuviera loco, pero él sigue”. Y desde la confesión de Ares nunca se ha equivocado tratándole por el sexo equivocado, no como su esposa, a la que a veces corrige cuando “se le va la olla”. “Le admiro muchísimo, porque la capacidad que ha tenido para gestionar la situación con las creencias con las que venía marcado significa que ha tenido que hacer un enorme trabajo en su interior”.

Si bien en el aspecto familiar la historia de Ares ha tenido un final feliz, sí que ha habido más de un altibajo en otros aspectos de su vida, como en el ámbito laboral. Primero en el ayuntamiento de Santurtzi y después como conductor de autobús, trabajo no le faltó hasta que empecé su proceso de transición. “Cuando veían que mi imagen no coincidía con mi DNI quedaba descartado automáticamente”.

En cuanto a su proceso de transición, tampoco fue sencillo, ya que hace diez años no existía la Unidad de Género en el hospital de Cruces. Primero acudió al médico de cabecera, que a su vez le mandó al psiquiatra y este último le comentó que él no peritaba ese tipo de asuntos. “Yo le contesté que no era una vehículo para que me peritasen y que necesitaba ayuda”. Y continuó dando tumbos sin saber dónde acudir hasta que encontró un sexólogo que le asesorase. Al final, tuvo que operarse el cambio de genitales por lo privado, aunque con las hormonas tuvo “más suerte”, ya que le explicó su caso al endocrino y éste le apoyó.

Ahora Ares es sexólogo y su trabajo en Errespetuz consiste en ayudar a otras personas que estén viviendo en una situación similar a la suya. “Cuando empecé yo no había dónde ir, pero ahora gracias a esta y otras iniciativas sí que hay”. El objetivo: evitar en la medida de lo posible que las personas en situación de transexualidad sufran por su identidad sexual a través del asesoramiento, el apoyo y la sensibilización de la sociedad.

OTRO CASO Por otra parte, Xabier Lozano es un joven azkoitiarra que vive en Azpeitia y estudia Antropología Social en Donostia. Al igual que Ares, siempre ha sabido que era un hombre y desde niño lo ha reivindicado en la familia, en el colegio y en todos los lados, pese a que todos le clasificasen como mujer en base a sus genitales. Aun así, no fue hasta hace tres años, cuando cumplió los 18, cuando se decidió a sincerarse completamente con su cuadrilla y su familia. “Por suerte, la mayoría se lo tomaron mejor de lo que me esperaba y me apoyaron mucho”.

Sin embargo, Xabier lo pasó “bastante mal” durante su primera etapa escolar. “Se mezclaron muchas cosas: ser de Azkoitia viviendo en Azpeitia, ser el diferente, ser transexual, etc.”. Pese a todo, explica que nada más cambió a un instituto de Azkoitia se convirtió en uno más y en la universidad, como desde el primer momento le conocieron como Xabi, tampoco hubo ningún problema.

Tanto Ares como Xabier coinciden en que la vida de una persona en situación de transexualidad es complicada y que todavía queda mucho trabajo por hacer para evitar tanto la discriminación como con la transexomisia. “La sociedad ha mejorado mucho, pero la transexualidad a día de hoy todavía continúa muy estigmatizada”.

Madrazo se desliga de la gestión de su exsubordinado en Bizkaia

Gonzalo Casal, principal acusado en la causa de la Cámara de la Propiedad, apela a su inocencia

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BILBAO – Javier Madrazo, exconsejero vasco de Vivienda y Asuntos Sociales, aseguró ayer ante la Sección Segunda de la Audiencia de Bizkaia desconocer las supuestas irregularidades cometidas por el ex delegado territorial de Bizkaia de Vivienda, José María Gonzalo Casal, cuando en febrero de 2006 fue designado para liquidar la Cámara de la Propiedad Urbana de este territorio. En el juicio iniciado ayer, la fiscalía acusa a Gonzalo Casal de malversación de fondos al atribuirle el gasto de 1,5 millones de euros en obras realizadas en la sede de la Cámara, en la calle Henao de la capital vizcaina, cuando su cometido era liquidar dicha sociedad. Asimismo, se le acusa de contratación de personal y de desviar fondos de la Cámara de la Propiedad para la financiación de la película Ander. Junto a Gonzalo Casal se sentó también en el banquillo de los acusados Jon Alonso Hornes, contable contratado por Gonzalo Casal, a quien se le acusa de apropiarse de 106.000 euros. Para Gonzalo Casal hay una petición fiscal 5 años y 9 meses de prisión, además de 9 años y medio de inhabilitación absoluta, mientras que Alonso Hornes se enfrenta a una pena de 4 años y 9 meses de cárcel y 9 años de inhabilitación absoluta.

En su declaración en calidad de testigo de la acusación, Madrazo aseguró que encomendó esta tarea a Gonzalo Casal en función de la “profesionalidad y eficacia” que había demostrado como delegado territorial de Vivienda. El exconsejero aseguró que no era su cometido estar al tanto de las obras realizadas en la sede de la Cámara de la Propiedad, así como de la contratación de personal, pero dejó claro que sí era consciente del mal estado en el que se encontraba el edificio, así como del “déficit de personal con el que debía enfrentarse”. No obstante, aseguró que en su función como consejero de Vivienda no constaba el estar al corriente de las obras.

Con respecto a la película Ander, Madrazo reconoció que había un acuerdo entre el Gobierno vasco y la asociación sin ánimo de lucro Aukeratu para la financiación del filme, y que su departamento aportó 60.000 euros para la financiación de la película, pero desconocía si se habían desviado fondos de la Cámara para este fin o que José María Gonzalo Casal figurara como productor ejecutivo de la película y que Jon Alonso fuera el ayudante de producción. Además, afirmó que en lo relacionado a fondos, patrimonio y personal, Gonzalo no rendía cuentas a su departamento sino a Hacienda, área que, según afirmó, “me consta que estaba informada”.

OBRAS NECESARIAS El principal acusado, Gonzalo Casal, negó todas las acusaciones que pesan sobre su persona. Con respecto a la contratación de Jon Alonso como contable, aseguró que cuando le encomendaron la labor de liquidar la Cámara de la Propiedad se encontró con una total falta de personal para acometer esta labor. Afirmó, asimismo, que conocía a Alonso Hornes “solo de vista” y tras entrevistarse con él le contrató primero para un periodo de pruebas y más tarde, una vez superado este periodo, para ejercer las labores de contable. A este respecto, al de contratación de personal de forma directa y sin publicidad, aseguró que la Cámara era una entidad privada y que, por tanto, no estaba sometida a un régimen de contratación pública.

Gonzalo Casal aseguró en su declaración que esperaba que el cometido que le habían encomendado, la liquidación de la Cámara de la Propiedad, se llevara a cabo en un breve periodo de tiempo, lo que sí ocurrió con las cámaras de Gipuzkoa y Araba, cuyo proceso de liquidación se acometió con diligencia, pero causas ajenas a su voluntad retrasaron el proceso en Bizkaia. Con respecto a las obras, aseguró que fueron “necesarias” porque en el edificio “había cables por el suelo, no disponía de medidas de seguridad ni de accesibilidad, ni casi de instalación para internet, a lo que había que añadir que el inmueble está considerado patrimonio cultural y hubo que restaurar algunos elementos”. Sobre la película Ander, Gonzalo Casal explicó que era un encargo del Gobierno vasco y que únicamente “se adelantó una cantidad” hasta que se cobraran las aportaciones de las distintas administraciones.

UN MANDADO Por su parte, el otro acusado, Jon Alonso Hornes, aseguró en todo momento que él era un simple mandado que cumplía las órdenes de Gonzalo Casal, quien dijo que era el que manejaba todos los pagos y gastos. En su declaración, reconoció que ejercía labores de contable tanto para la Cámara de la Propiedad como para Aukeratu y por ello recibía una remuneración extra.

Así, según afirmó, Gonzalo Casal le abonó diversos ingresos, aparte de la nómina, al considerar que realizaba “trabajo extra sin remunerar”. Alonso reconoció haber recibido 106.000 euros, de los que afirmó que había devuelto la mitad. “Se lo comenté a una amiga y me dijo que no era normal los ingresos que me estaban dando, me pareció que la cosa se estaba desmadrando y devolví la mitad del dinero que me habían pagado de más, porque el resto ya me lo había gastado”, afirmó.

“Ya está, ya no volverán a llamarme otra vez Luken”

Un juzgado de Tolosa autoriza el cambio de nombre a una niña transexual de 5 años

DONOSTIA – Lucía cumplió 5 años el pasado 20 de diciembre, pero su regalo llegó con antelación el 28 de octubre de 2015, cuando un Juzgado de Tolosa le autorizó cambiar su nombre original de Luken por el de Lucía por motivos de transexualidad, convirtiéndose en la primera menor guipuzcoana en lograrlo y la más joven de todo el Estado. “Ella no sabía nada, tampoco sus hermanos, pero cuando se lo dijimos, se echó a llorar y dijo: Ya está, ya no volverán a llamarme otra vez Luken”, recuerda su madre, Abi Labaien.

Para entonces, la pequeña llevaba ya un año viviendo con normalidad bajo el nombre que se correspondía con su verdadera identidad sexual. En la escuela de Asteasu, donde vive la familia, el médico, sus amigos y su familia, todos se dirigían a ella como Lucía, pero todavía había situaciones que escapaban a su control. Por ejemplo, el nombre que aparecía en las recetas, lo que le producía “intranquilidad, a ella y a sus hermanos que no lo terminaban de entender”.

La familia “no tenía intención” de dar el paso para cambiar el nombre del registro civil, ya que Lucía se mostraba satisfecha con el hecho de que se le hubieran adecuado en el perchero de la escuela. Pero, quizá, no era suficiente. “Un amigo nos preguntó qué pasaría en un aeropuerto cuando Lucía apareciera vestida de mujer pero en su carné tuviera la foto de un chico de cuatro años llamado Luken…; y eso nos hizo reflexionar”, recuerda su madre.

Así, decidieron dar el paso el 24 de septiembre sin decir nada a Lucía ni a sus hermanos Bingent, de 7 años; Karan, de 6, y Kerman, de 3. “Al principio, la Fiscalía nos dio una negativa. Nos decía que estaba abierto a estudiar el caso cuando tuviera más edad, pero la resolución pasó a la jueza y estimó que Lucía solo podía desarrollarse en un entorno seguro con su nuevo nombre”, explica Labaien.

Los 15 días que la Fiscalía tenía de plazo para recurrir el auto judicial fueron “eternos” para esta familia asteasuarra, aunque, finalmente, lograron su visto bueno. “Cuando se echó a llorar, ves que sí que le estaba causando cierto sufrimiento, aunque no le afectara en su día a día”, rememora emocionada su madre.

Lucía tuvo que esperar todavía un tiempo para tener en sus manos el nuevo DNI. El 30 de diciembre fue a renovarlo, pero como se trataba de un cambio de nombre, el documento no se expide en el momento, sino que tiene que pasar antes por Madrid. Ya en su manos, cuando la funcionaria le preguntó si quería mantener el antiguo DNI, Lucía respondió rotundamente que no. “Yo lo quería guardar, no sé por qué, pero fue con su padre y como dijo que no, pues allí mismo lo rompieron”, explica Labaien.

EL PROCESO DE CAMBIO Lucía nació con genitales masculinos, pero como detallan sus padres, desde pequeña solía usar cosas de niñas. Al principio, creían que era “un juego”, pero poco a poco Lucía fue expresando de un modo u otro su identidad sexual. “Fue paulatino, pero con tres años y medio comenzó a hablar en castellano para referirse a ella en femenino”, relata su madre. A partir de ahí, decidieron acudir a la Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis, donde obtuvieron mucha información que les sirvió de guía para actuar. “Parece ser que la identidad sexual está establecida entre los 2 y los 5 años de edad y no siempre se adecua con los genitales”, reflexiona. Fue entonces cuando a Lucía le surgió una pregunta. “¿Puedo ser una niña con pene?”. A los primeros silencios ante la sorpresa y el no saber qué hacer, le siguieron una respuesta afirmativa y, poco a poco, se fue reafirmando en su identidad. Así, las Navidades de 2014, su hermano mayor le propuso el nombre de Lucía cuando hacían una tormenta de ideas sobre cómo podía llamarse y a ella “le encantó”. Pero ese mismo día, 15 minutos después, su madre trató de comprobar si realmente ese iba a ser el apelativo que debían usar a partir de entonces, pero Lucía respondió: “Bueno, mejor no, que soy una niña con pene”.

Sin embargo, un mes después sorprendió a sus padres cuando les pidió un favor al que no se pudieron negar. “Quiero que vayáis a la escuela y pidáis que me llamen Lucía, que ya estoy preparada para hacer frente a todas las burlas”, repite Labaien las palabras que pronunció en euskera Lucía. “Qué potente tiene que ser el sentimiento para ir a por ello de esa manera, esa es la fuerza que transmite Lucía a todo aquel que está a su alrededor”, admite su madre orgullosa.

Pero la lucha de estos padres no ha terminado. “Sí, en su DNI pone que es Lucía, pero el género sigue siendo masculino”, lamenta Labaien. Tanto los padres de Lucía como la Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis reclaman al Estado un cambio regulativo en esta materia.

“Quiero que en el ‘cole’ me llamen Lucía, estoy preparada para las burlas”

Arandia afirma que su hija era una menor normal que empezó a preferir juegos y juguetes femeninos

Lucía, en el centro junto a dos de sus hermanos, juega con sus padres Agus Arandia y Abi Labaien, en su casa de Asteasu.

Lucía, en el centro junto a dos de sus hermanos, juega con sus padres Agus Arandia y Abi Labaien, en su casa de Asteasu.

Agustín Arandia, padre de una menor de cuatro años en situación de transexualidad al que un Juzgado de Tolosa ha autorizado el cambio de nombre por otro femenino (de Luken a Lucía), ha reconocido que ni él ni su mujer tenían ni idea sobre la transexualidad de su hija cuando ésta manifestó las primeras actitudes, ya que pensaban que esto solo se daba en personas adultas.

ASTEASU. “En infancia no lo veías. Aunque nos enteramos luego, cuando nos informamos, de que la sexualidad se fija entre los dos, tres o cuatro años. Ahí se fija, y uno ya se siente niño o niña, hombre o mujer. Y, después, a veces, tiende a dar esa confusión de orientación sexual. Eso ya viene con las hormonas y es cuando se decide si te atrae un tipo de persona u otro, hombre o mujer, pero la identidad sexual a los dos, tres, cuatro años está decidido”, ha explicado.

En declaraciones a Europa Press Televisión, Arandia ha afirmado que su hija, que ha pasado de llamarse Luken a ser Lucía, era una menor normal que empezó a preferir juegos y juguetes femeninos.

“Entendíamos que era un juego y no había ningún impedimento, ningún problema. Pero fue curioso cuando empezó a hablar en euskara, en euskera los adjetivos son neutros; y ella se pasó muy rápidamente al castellano, sobre todo para referirse a ella misma, como guapa, alta, lo que sea. Al principio, le correjías, aunque te mosqueabas, y empezamos a pensar que detrás había algo”, ha señalado.

Tras consultar con varias asociaciones, empezó a encajarles “el tema” por las preguntas que hacía y cómo explicaba que se sentía. Finalmente, le plantearon la posibilidad de que igual tenían “una niña con pene”.

“Nos encajó, y a ella justo le tocó el momento en que la escuela les explicaban lo que eran niños y niñas, la diferenciación entre pene y vulva. A ella algo no le encajaba y preguntó: Yo tengo pene, ¿pero puedo ser una niña?. Hablamos y fue la conclusión”, ha asegurado.

Arandia ha recordado que Lucía siempre tendía a lo que socialmente se entiende como femenino, “rosas, princesas, todo ese tipo de cosas”, y que, tras confirmarse la noticia, fue un choque para él y su mujer, -“ante lo desconocido, siempre el miedo”-, pero rápidamente vieron lo que hay que hacer.

“Empiezas a ver el día a día y ves que es una niña más, que tiene sus inquietudes de niña, su problemática y su mundo es el que es, el cercano. ¿En un futuro qué va a tener?, pues, bueno, ya veremos los problemas que le van a venir. Y en nuestro caso, lo tenemos claro, lo que tenemos que hacer es el acompañamiento, informarle, darle herramientas, el que se quiera, que ni estás en un cuerpo equivocado, ni tienes nada mal. Estás en una situación que no es la más habitual, es rara, pero existe y tú eres perfectamente una mujer”, ha sentenciado.

Fue Lucía la que primero pensó en cambiar su nombre, que fue elegido por su hermano mayor. “Dijo: solo llamadme Lucía en casa, solo en casa. Fuera seguiré siendo una niña, pero seguiré llamándome Luken”, aseguró.

Al cabo de un mes, ha recordado su progenitor, volvió a dirigirse de nuevo a ellos y les explicó: “Ahora, por favor, id a la escuela, a donde Lourdes, la profesora, y le decís, que ya soy Lucía, que estoy preparada para que se rían, o aguantar lo que fuera”.

No obstante, la documentación oficial seguía llamándola Luken, por lo que iniciaron los trámites para cambiar definitivamente de nombre. “En el pediatra, en la escuela, en el pueblo, se la trataba como niña, pero, a la hora de recetarle un antibiótico, aparecía su nombre antiguo. Y a ella le chirriaba; a ella y al hermano mayor, que leía, y decía ¡pero este nombre ya no existe!. Ya es Lucía ahora”, ha recordado.

Arandia se ha felicitado por la aceptación que ha tenido su hija entre los otros menores de la localidad, a quienes les chocaba más “el cambio de nombre que el decir que era una niña”, porque entre los niños ha sido algo “muy natural”. “Ya sabemos los crueles que pueden ser o no. Los niños son unos lienzos en blanco que están absorbiendo. Prejuicios tenemos más los adultos que los niños”, ha aclarado.

Preguntado sobre si la menor hablar de que se va a cambiar de sexo en el futuro, ha dicho que “habla porque lo vé”, sin conocimiento de causa, y dice que “yo igual me quito el pitilín”, o habla de “cuando me salgan las tetas”. Arandia ha subrayado que Lucía no sabe todavía lo que son estas cosas, como “quitarte el pitilín, que es una operación quirúrgica muy potente”.

Autorizan el cambio de nombre a un niño de cuatro años transexual en Gipuzkoa

Se  trata del segundo caso en Euskadi, después de que en 2013 se aprobara  otra petición en un juzgado de Gasteiz

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de  Tolosa ha autorizado el primer cambio de nombre a un niño  de cuatro años transexual registrado a partir de ahora como Lucía.

DONOSTIA. En un comunicado, la asociación de familias de menores  transexuales Chrysalis Euskal Herria ha indicado que el juzgado ha  autorizado la petición de cambio de nombre para esta niña transexual  de cuatro años, en la línea de un auto de 2013 que autorizaba a otra  menor alavesa a cambiar su nombre registral por su nombre femenino de  uso habitual.

“A Lucía sus padres le pusieron erróneamente un nombre masculino atendiendo a sus genitales, pero ella en el momento que pudo  expresarse comenzó a manifestar que era una niña”, ha explicado.

Las mismas fuentes han indicado que, desde el 28 de octubre de  2015 el nombre en su documentación corresponde a su sexo sentido, al  nombre que usa habitualmente desde los tres años.

La asociación ha indicado que en el Estado hay unos “30 autos  favorables al cambio de nombre para menores en situación de  transexualidad, pero no existe un criterio común y la decisión queda  en manos de cada juez”.

En este contexto, ha exigido que la legislación registral “prevea  expresamente a los menores transexuales, para permitirles, tanto el  cambio de nombre como la rectificación del sexo registral, para  garantizar el respeto de los derechos fundamentales de estos  menores”.

Más de 3.000 adolescentes reciben educación sexual

El Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento hace balance de los cursos

BILBAO – El Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao ha dado a conocer los resultados de los cursos de educación afectivo sexual que ha llevado a cabo recientemente con más de 3.000 jóvenes bilbainos de Centros Educativos Públicos y centros de Formación Profesional Básica (FPB).

La educación sexual es mucho más que hablar del coito, del SIDA y facilitar preservativos. El Área de Salud y Consumo lleva casi tres décadas trabajando la educación sexual con adolescentes, jóvenes, púberes, sus familias y las instituciones escolares.

Lo que hasta hoy ofrecían familia y escuela como modelos de identificación válidos para adolescentes y jóvenes, están siendo sustituidos por las nuevas tecnologías de la información (TICs) y su red de contactos, lo que provoca contradicciones que dan lugar a inseguridad, a confusión y a una realidad falsa que no favorece el crecimiento ni la toma de responsabilidades.

Todo ello ha llevado al Área de Salud y Consumo a plantear un trabajo entendido como un proceso a través del cual se ofrece la oportunidad a los púberes, adolescentes y jóvenes de adquirir unos conocimientos que les ayuden a reducir ansiedades y les permitan disfrutar de una vida sexual activa y consciente, pero también adquirir responsabilidades y criterios de realidad para desarrollar una sexualidad exenta de riesgos.

Estos años de trabajo han dado como conclusión que para lograr una educación sexual, saludable hay que integrarla en el contexto del desarrollo psico-afectivo y social de cada edad, cada lugar y cada momento histórico. Los programas del Área de Salud y Consumo intentan adaptarse a la realidad de cada uno de los grupos con los que trabaja. Se ha constatado la falta de constancia en el uso del preservativo y un desconocimiento significativo con respecto a los métodos anticonceptivos, la sexualidad y la reproducción. – DEIA

Be Basque acudirá a eventos como la fiesta gay de Ámsterdam

Be Basque acudirá a eventos como la fiesta gay de Ámsterdam o el Oktober Fest de Múnich
Intensificará la promoción en Francia para aprovechar la capitalidad cultural de Donostia

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BILBAO – Eventos multitudinarios de gran calado que se celebran a pie de calle en diferentes puntos del planeta. Bilbao y Bizkaia han puesto el foco en nuevos mercados e intensificarán su presencia en esas celebraciones que mueven a miles de personas como la Oktober Fest de Múnich o la celebración gay de Ámsterdam. Además de continuar con la promoción en ferias y en congresos, la marca Be Basque tiene claro que su presencia en este tipo de fiestas puede beneficiarle a la hora de captar la atención de futuros visitantes. “Debemos abrir nuevos horizontes, buscar espacios donde promocionar lo que tenemos”, destacó ayer el diputado foral de Desarrollo Económico y Territorial de Bizkaia, Imanol Pradales.