De Ali a Fatemeh y de Fatemeh a Amir, la lucha de los transexuales iraníes

Una fetua de Jomeiní abrió la puerta al cambio de sexo. A la sociedad le cuesta aceptarlos

De izquierda a derecha, Fatemeh; su esposo, Parham, y Amir, en Teherán

De izquierda a derecha, Fatemeh; su esposo, Parham, y Amir, en Teherán. / Á. E.

A Fatemeh no le gusta la imposición del velo. En eso no se diferencia de buena parte de las mujeres iraníes.  Pero la coquetería que hay detrás del pañuelo rosa palo a juego con el esmalte de sus uñas, le ha costado más que a la mayoría. Fatemeh nació Ali en una familia muy religiosa que rechazaba su empeño en jugar con muñecas y ponerse faldas. Sin embargo, en el conservador Irán, había una salida gracias a una fetua pronunciada por el ayatolá Jomeini en 1983. Clérigos y jueces respaldan el cambio de sexo.

“Mi padre era un inválido de guerra y veía mi feminidad como la mayor desgracia que podía acontecernos. Mi familia paterna llegó a amenazar con matarme”, relata sin dejar que esos recuerdos empañen su sonrisa.

A los 22 años, Fatemeh es la expresión de la felicidad. Hace dos años que terminó las operaciones de reasignación de sexo, trabaja en televisión y teatro, y acaba de casarse con Parham, un joven de 24 que ha realizado el camino inverso que ella, para convertirse en el hombre que es hoy. Su familia terminó aceptando su identidad y la ha ayudado económicamente para conseguirlo.

La situación cambió el día que un amigo de su padre “le explicó que todo el sacrificio que había hecho durante la guerra [con Irak], todas sus oraciones y su piedad, no valdrían para nada si no permitía que su hijo se operara”. El amigo esgrimió un argumento irrefutable: la fetua que a tal efecto había pronunciado el ayatolá Jomeini.

“Todo se lo debemos a Molkara y a Jomeini”, interviene Amir, cuya trayectoria vital ha sido más complicada. Se refiere a Maryam Hatun Molkara, la activista que visitó al ayatolá, le planteó su caso y obtuvo el pronunciamiento que abrió las puertas al cambio de sexo en la puritana República Islámica. Toda una sorpresa para quienes ven este país bajo el estereotipo al que a menudo lo reducen sus propios gobernantes.

Gracias a aquel edicto se puso en marcha un proceso por el que los transexuales son evaluados por un psicólogo y si éste emite un informe positivo, el departamento de Medicina Forense los envía a una comisión médica para que apruebe la intervención, y respalda la inscripción correspondiente ante el juzgado. No hay estadísticas oficiales, pero hace diez años el citado departamento publicó que se realizaban 300 operaciones al año. Hoy, los activistas aseguran que son más.

“El cambio de documentación es muy importante”, subraya Amir quien opina que las nuevas generaciones lo están teniendo más fácil. Sólo unos pies más pequeños de lo habitual revelan que este hombre, que aparenta menos de los 40 años que declara, estuvo antes preso en un cuerpo de mujer. “Desde los 14 años he tenido esta misma barba”, señala. Pero ni siquiera eso sirvió para convencer a su padre que aún hoy sigue rechazando que su Fatemeh se haya transformado en Amir.

“He sufrido mucho. Trabajé en el bazar empujando carretillas para ahorrar para operarme y como lo he ido haciendo poco a poco, el médico que me atendía ha muerto y me quedado a medias”, explica sin esconder su frustración. Le falta conectar el pene artificial a los nervios del clítoris.

En principio, los hospitales públicos realizan la operación de forma gratuita, pero carecen de medios suficientes. Recurrir a la sanidad privada resulta muy caro para la mayoría. La organización de Benevolencia del Ministerio de Bienestar Social ayuda a aquellos con problemas económicos o de rechazo familiar.

Parham, el marido de Fatemeh, confirma que a él le proporcionaron una cuarta parte de los 200 millones de riales (unos 5.500 euros) que le costó la intervención. Pero para entonces ya se había aislado de la sociedad y atravesado una profunda depresión.

“Me sentía raro, mi familia no me tomaba en serio y pensaba que era el único caso del mundo”, confía este hombre de Zanjan, al noroeste de Irán. Hasta que conoció a su mujer a través de Mahtaa, un grupo de apoyo a los transexuales iraníes. “Los jueces también me han ayudado mucho”, añade.

Todos coinciden en que tras la operación y una vez superado el impacto en el entorno cercano, se integran bien en su nueva vida. Las dificultades se viven antes. No encuentran referencias ni respaldo; se ven rechazados por una sociedad que a menudo los considera pervertidos o los confunde con homosexuales (muy estigmatizados, como dejó claro el expresidente Ahmadineyad que incluso negó su existencia). Se quejan de la falta de preparación de los psicólogos e incluso de los maestros, incapaces de detectar estas situaciones desde el jardín de infancia.

“Si hubiera sabido antes lo que me sucedía, hubiera tomado hormonas y no tendría esta voz tan grave, ni tanta altura”, lamenta Fatemeh, ante la anuencia de sus compañeros.

“Tenemos el apoyo de la ley, de los religiosos y de los centros médicos, pero nos falta una cultura de tolerancia; nuestra sociedad no acepta el fenómeno transexual”, explica Mohammad Omrani, uno de los impulsores de Mahtaa.

‘Pasé años tratando de ser lo que querían’

Rami Yusef, con su bicicleta en Amsterdam

Rami Yusef, con su bicicleta en Amsterdam. EL MUNDO

«Me gustaría decir que soy gay y que estoy orgulloso de serlo. Aquí mi confesión». El 17 de mayo de 2012, el egipcio Rami Yusef reunió el valor suficiente y tuiteó lo que había escondido durante años. Doce meses antes había salido del armario ante su familia desatando otra tempestad.

«Mi madre quedó devastada cuando se dio cuenta de que todos los sueños que había imaginado para mí no iban a suceder», relata a EL MUNDO Yusef desde su nuevo hogar en Amsterdam. «Ella siempre había dicho que la homosexualidad era una enfermedad y un pecado. Durante el año siguiente fue incapaz de aceptarlo, pero, con el tiempo, el amor de madre venció y hoy nuestra relación es muy estrecha», agrega.

La revelación puso patas arriba toda su existencia. Se alejó del nido familiar y de su Ismailiya natal, una de las grandes ciudades que jalonan el Canal de Suez, y continuó sus estudios de Farmacia en El Cairo.

«Al principio mi familia intentó que practicara más la religión y me animó a que buscara tratamiento médico, pero me negué en redondo. Yo no estaba enfermo».

Más de tres años después, aún se afana en recomponer los lazos familiares. «Para mi hermano mayor es extremadamente duro aceptar algo como la homosexualidad desde el punto de vista social y religioso, y todavía no ha conseguido asimilarlo. La reacción de mi otro hermano, sin embargo, ha resultado completamente sorprendente. De mente abierta, me acompañó incluso a la Fiesta del Orgullo Gay en Amsterdam, donde me invitaron a dar un discurso», comenta quien, durante su estancia en la capital egipcia, comenzó a estudiar Políticas y Economía y trabajó en una fundación alemana centrada en los derechos humanos.

En El Cairo conoció, además, a miembros de la comunidad homosexual acostumbrados a vivir en la sombra, lanzó una campaña contra la homofobia en las redes sociales que generó miles de tuits e intentó recoger las historias de almas marginadas por su condición sexual en los arrabales de la megalópolis egipcia.

Fueron meses de frenético activismo durante los que llegó a afiliarse a un partido liberal de cuya primera línea se mantuvo alejado, temeroso de que sus contrincantes usaran su vida privada para frustrar cualquier aspiración.

Hasta que el golpe de Estado de julio de 2013 estrechó los márgenes, y la idea de emigrar a Europa empezó a rondar la cabeza de Yusef.

Aún así, permaneció impermeable al desaliento y criticó abiertamente las redadas de la policía y la complicidad de algunos medios de comunicación locales que se entregaron a la tarea de demonizar al colectivo, desvelando la identidad de algunos detenidos.

«Ser gay en Egipto es muy complicado. Los egipcios no pueden ignorar todos esos años durante los que fueron adoctrinados para odiar y discriminar a los homosexuales. A mí, como a cualquier otro gay, el entorno me puso ante una complicada elección: ser como creo que soy o ser como le conviene a la sociedad. Pasé años tratando de encajar, pero esa opción sólo me generó un dolor constante. Sabía que aceptarme resultaría igual de doloroso, pero, al menos, podría ser honesto con mis sentimientos», reconoce Yusef.

Los acontecimientos que se precipitaron tras su confidencia pública, la primera de un gay en un país de 90 de millones de habitantes, suscitaron sentimientos encontrados. Recibió mensajes de agradecimiento y apoyo, pero también amenazas e insultos.

«Me acostumbré a que se burlaran de mí por la forma en la que me vestía o me cortaba el pelo, y sufrí violencia tanto verbal como física por mi apariencia y tendencia. Perdí por el camino a muchos amigos y fue muy duro para mí y mi novio alquilar un apartamento donde vivir. Cuando lo logramos, decidimos abrirlo a las personas homosexuales siempre que lo necesitaran, aunque eso nos costara el acoso del vecindario. Hasta que un día nos golpearon y amenazaron».

A principios de este año, harto del acoso de una sociedad cada vez más pacata, decidió hacer las maletas y estrenar vida en los Países Bajos. «Es una experiencia completamente diferente, aunque sea duro para quien, como yo, se halla en medio del proceso de petición de asilo. Egipto es el país donde nací y crecí y donde todo estaba escrito. Holanda es, en cambio, un ambiente totalmente nuevo donde estoy tratando de conocerlo todo desde cero. Hay un gran espacio de libertad, pero existen algunos prejuicios hacia los inmigrantes. Estoy contento. Creo que haber venido es la decisión correcta, pese a que todavía eche de menos mi patria».

La distancia con la tierra de los faraones no le ha hecho olvidar la cruzada que padecen los compatriotas que no pudieron escapar. Su sino es hoy uno de los asuntos que inquietan a Yusef, volcado en el activismo gay.

«Egipto es un país cada vez más conservador y salvaje. La población está desarrollando una fobia a un ritmo desquiciante. El peligro está siendo cada vez más sistemático y organizado. Hay más violencia en el aire y puedes sentirla. La única esperanza son quienes tienen a homosexuales en su entorno y pueden desaprender aquellos valores sociales que les inocularon otros. Tienen el deber de aceptarse entre sí y ofrecer un espacio seguro para quienes están siendo discriminados. Si lo logramos, disfrutaremos de una sociedad más fuerte. Desgraciadamente, las medidas represivas seguirán durante algún tiempo. Me entristece ver cómo mi país pierde a jóvenes increíbles a diario».

‘Temí que me asesinaran’

Subhi Nahas, en EEUU. E. M.

Subhi Nahas, en EEUU. E. M.

La vida de Subhi Nahas no fue jamás un camino de rosas. Nació enIdlib, una urbe en el noroeste de Siria donde habitaban unas 165.000 almas antes del estallido de una cruenta guerra civil hace ahora más de cuatro años. «Residía en una ciudad de provincias donde ser gay era muy arriesgado. Los vecinos te acosaban y los compañeros de escuela te marginaban. Siempre me sentí muy solo», narra el joven en conversación telefónica.

«El régimen sirio no atacaba a los gays individualmente. Solía llevar a cabo redadas en locales frecuentados por los homosexuales en Alepo o Damasco. Se podía vivir, pero extremando las precauciones. Si alguien sospechaba y te delataba, sabías que, con el código penal en la mano, te caerían como mínimo tres años de cárcel», evoca Nahas desde su refugio estadounidense.

Su primera experiencia con las tropas de Bashar Asad sucedió en 2012. «Los soldados», rememora, «pararon el autobús en el que iba a la universidad y nos llevaron a una casa aislada. Se dieron cuenta de que era afeminado y se mofaron llamándome maricón. Temí que algunos o todos me violaran y me asesinaran. Milagrosamente me liberaron».

El drama no había hecho más que escribir sus primeras líneas. ElFrente Al Nusra, la filial siria de Al Qaeda, irrumpió poco después y fue ganando terreno al Gobierno y el resto de milicias hasta establecer su cuartel general en la provincia. «La situación cambió radicalmente. Al principio no pasó nada, porque los extremistas no tenían el control total del enclave. Cuando lo lograron, sin embargo, comenzaron a aplicar la sharia [legislación islámica] y arrestaron a un hombre acusado de practicar la homosexualidad por vestirse diferente. Le torturaron hasta arrancarle la confesión y le obligaron a delatar a otras personas que fueron perseguidas y acusadas de sodomía», detalla.

Después, una mezquita de la villa advirtió de que limpiaría el páramo de homosexuales y la procesión de detenidos siguió creciendo. «Muchos más hombres fueron torturados hasta reconocer sus pecados. Algunos murieron». Y Nahas entró en pánico.

‘Miedo a salir de casa’

«Fue», asiente, «un momento muy dramático. Tenía miedo de salir de casa y ser acosado por los vecinos y las milicias. Asomarse a la calle se volvió un asunto de vida o muerte. Así que decidí recluirme en el hogar y salir en contadas ocasiones. Me sentí completamente aislado del mundo».

La casa familiar no era un oasis. Hacía tiempo que había compartido su condición sexual con sus padres. «Lo dije cuando cumplí los 16 años con la ayuda de un psicólogo. Lo sabían, pero nunca quisieron reconocerlo. Mi padre fue el que peor reaccionó», dice quien luce una cicatriz en la barbilla en recuerdo de aquella respuesta.

El instinto de supervivencia le ayudó a urdir la huida hacia el Líbano. «Escapé algunos meses después. El plan necesitó muchos preparativos y recursos, porque sabía que, si llegaba a un lugar donde no tuviera conocidos, nadie me ayudaría al percatarse de mi orientación sexual y me metería en problemas».

Seis meses después, cambió el país de los cedros por Turquía, donde trabajó de traductor con refugiados sirios. El miedo le seguía acompañando.

El antiguo compañero de clase

«Durante mi estancia allí, recibí una amenaza de muerte de un antiguo compañero de clase que se había enrolado en el Estado Islámico (IS) y que estaba al tanto de mi activismo gay. A través de un amigo en común, me hizo llegar el mensaje de que me mataría. Un día me llamó desde un número de teléfono turco y me avisó de que vería pronto su cara. Me quedé aterrorizado, porque sabía que los militantes del IS circulaban libremente por donde yo vivía y queera sólo cuestión de tiempo que me encontraran».

Hace unos meses, consiguió instalarse en EEUU, donde ha comenzado a levantar su sueño americano mientras trabaja en las oficinas de ORAM (Organización para el Refugio, Asilo y Migración), una entidad centrada en socorrer a los perseguidos por su identidad sexual.

De su familia, que reside aún en la maltratada Siria, mantiene el contacto con su hermana y -precisa esperanzado- está«reconstruyendo» los lazos con su madre.

«Mi vida ha sufrido un cambio radical. He pasado de ser habitante del lugar más conservador del planeta a uno de los espacios más libres.Estoy todavía adaptándome, intentado hacer amigos de verdad que me acepten como soy y crear algo que pueda llamarse hogar».

Consciente de su fortuna, su utopía es auxiliar a otros que todavía viven encerrados entre cuatro paredes y padecen su calvario. «Quiero ayudarles a escapar de Siria y de las garras del IS para crear una comunidad que sea capaz de defender nuestros derechos. Hay que decirle a los pueblos árabes que somos sus hijos e hijas; que en ningún caso somos algo ajeno o un invento llegado de Occidente, sino que compartimos la misma patria y estamos decididos a luchar por nuestros derechos como cualquier otro ser humano».

Celebran la primera boda religiosa de una pareja transexual en Dinamarca

Noticia publicada en cáscara amarga

Dinamarca fue el primer país del mundo en reconocer por vía legal la unión civil de parejas del mismo sexo.

matrimonio_transexual_religioso_dinamarca

Una iglesia de Ringsted, al oeste de Copenhague, tiene previsto celebrar hoy sábado la primera boda religiosa de una pareja transexual en Dinamarca, informó ayer la televisión pública “DR”.

El Parlamento danés aprobó en junio de 2012 una nueva ley para permitir los matrimonios homosexuales en la Iglesia nacional luterana, pero hasta ahora no se habían oficiado enlaces entre transexuales.

“Para nosotras es importante que no nos case simplemente el alcalde. Nos queremos y es hermoso tener la aceptación de la iglesia”, declararon a la “DR” las mujeres transexuales Isabell Storm y Cecilie Mundt.

El párroco de la iglesia de San Benito de Ringsted, Henrik Fuglsang-Damgaard, se mostró encantado de oficiar la ceremonia y ser el primer pastor que casa a dos personas transexuales en este país nórdico, donde no existe separación entre Estado e Iglesia.

“Pienso que han tomado una buena decisión, han seguido lo que sienten sus corazones y no tienen miedo de mostrar a Dios y a los seres humanos que están juntas. Creo que Dios se alegrará allá sentado en el cielo”, afirmó Fuglsang-Damgaard.

Dinamarca se convirtió en junio de 1989 en el primer país del mundo en reconocer por vía legal la unión civil de parejas del mismo sexo.

Polémica por una carta del Papa con su bendición a una autora de libros sobre parejas gays

papa-francisco-carta--575x323

El papa Francisco. / Ettore Ferrari (Efe)

La divulgación este viernes de la carta que el papa Francisco envió con la bendición apostólica a la escritora Francesca Pardi, autora de cuentos infantiles sobre familias formadas por parejas gays, ha suscitado la polémica en Italia.

“Se trataba de una carta privada que no estaba destinada a ser divulgada”, ha precisado el portavoz adjunto del Vaticano, padre Ciro Benedettini.

La misiva del Papa fue enviada como respuesta a la petición de la escritora de que leyera sus numerosos libros, censurados en Italia por sectores conservadores católicos por defender la llamada ideología de género.

La escritora, autora de cuentos y fábulas en los que describe historias de familias homoparentales, vencedora del premio internacional Anderson en 2012 por su libro ‘Pequeño huevo’, divulgó la carta papal, marcada por el tono tolerante del Pontífice argentino.

En la misiva, el Papa desea a la escritora que “siga su proficua actividad”, y se despide con la bendición apostólica “para toda la familia” de la escritora. “De ninguna manera la carta papal avala conductas y enseñanzas que no corresponden al Evangelio”, precisa por su parte el Vaticano.

Pardi, fundadora con su pareja de la editorial ‘Lo Stampatello’, autora también del libro ‘Pequeña historia de una familia. ¿Por qué tienes dos madres?’, asegura que “no quiere convertirse en un modelo”.

La escritora envió en junio al papa Francisco un paquete con todos los libros de su editorial, fotos de su familia y panfletos insultantes contra ella después de que el nuevo alcalde de Venecia anunciara que algunos de sus libros formaban parte de la lista de textos que serán retirados de las bibliotecas públicas.

En la carta, Francisco, apasionado lector, le agradeció también por su “delicado gesto” y la invitó a seguir su “actividad al servicio de las jóvenes generaciones y de la difusión de los auténticos valores humanos y cristianos”. Con ese gesto “nos demostró respeto y nos dio dignidad”, aseguró conmovida Pardi.

El alcalde de Venecia: “Nunca habrá un desfile del orgullo gay”

Primer desfile del orgullo gay celebrado en Venencia, el 28 de junio de 2014

Primer desfile del orgullo gay celebrado en Venencia, el 28 de junio de 2014. / BARBARA ZANON (GETTY)

El alcalde de Venecia, el derechista Luigi Brugnaro, ha abierto una polémica más. Después de haber censurado la presencia en bibliotecas municipales de 49 libros infantiles por considerar que empleaban sus personajes para difundir mensajes homosexuales, el regidor declaró ayer que “nunca habrá un desfile del orgullo gay en mi ciudad”.

“Que lo hagan en Milán o frente a sus casas”, añadió. La petición para organizar la fiesta había sido lanzada en las redes sociales precisamente tras la prohibición de los libros que tratan cuestiones de género.

Brugnaro, quien aseguró que no ser homófobo —“imagínese, tengo amigos gais”, sostuvo—, defendió que “la familia con dos mujeres y un niño es innatural”. El alcalde aprovechó la ocasión para arremeter contra el cantante británico Elton John, quien posee una casa en una de las islas de la ciudad y que ya había expresado hace días su indignación por las prohibiciones del regidor. “Es él que polemiza conmigo”, dijo Brugnaro.

La Diócesis de Bilbao recogió las opiniones dos mil personas para el Sínodo de la Familia

BILBAO Acercamiento, conocimiento, acogida y misericordia. Cuatro palabras que encierran, sin embargo, el vademecum de la feligresía vizcaina para abordar asuntos tan relevantes para el futuro de la Iglesia como la familia, las rupturas y nulidades matrimoniales y las uniones entre personas del mismo sexo, por ejemplo. Así se lo han transmitido al Papa Francisco, dispuesto desde un inicio a saber de primera mano cuáles son las inquietudes, pensamientos, inclinaciones y sensibilidades de las bases de la cristiandad y no solo las de la jerarquía eclesiástica.

Lo han hecho respondiendo a dos encuestas -la primera en 2014 y la segunda este mismo año- cuyas conclusiones han sido enviadas al Vaticano con vistas a preparar el próximo Sínodo sobre la Familia. Una de las principales conclusiones es que la mayoría de la base eclesial de Bizkaia respalda el discurso del pontífice en cuestiones como la conveniencia de amparar y comprender a los matrimonios que atraviesan dificultades y no marginarlos de las eucaristías, como sostienen los sectores más conservadores.

En la redacción del primer documento -remitido por el propio Vaticano- tomaron parte 35 parroquias, 32 miembros de organismos diocesanos, 15 asociaciones de fieles y comunidades, 11 comunidades religiosas, 8 equipos de pastoral familiar, 8 miembros del Consejo Pastoral Diocesano y 8 equipos ministeriales de unidades pastorales. A modo de resumen, la feligresía vizcaina subraya la necesidad de tener una “actitud fundamental de acogida y misericordia” a la hora de afrontar, precisamente, esas situaciones matrimoniales complicadas en las que, por las causas que sean, la pareja decide separarse sí, pero también seguir manteniendo su fe cristiana.

De hecho, abogan por desarrollar una labor social [pastoral] en el seno de la comunidad que sea “cercana y personal” para aproximarse a esos individuos y que ninguno sea apartado de las eucaristías, tal y como sostiene el Papa Francisco.

Las bases eclesiales vizcainas también dejaron patente en esa primera encuesta la conveniencia de revisar las prácticas de la Iglesia acerca de las nulidades matrimoniales, así como que “debería seguirse una actitud de acercamiento, conocimiento y acogida como hijos o hijas de Dios” en lo relativo a las uniones de personas del mismo sexo. En definitiva, se insistía desde la Diócesis, el propósito es acordar y establecer las bases de una Iglesia más participativa y también más implicada en los problemas familiares. “Es preciso -se apostillaba en el documento enviado al Vaticano- repensar el papel de la mujer y de la familia como protagonistas y no solo como destinatarios de la pastoral”.

El PNV carga contra Munilla

SAN SEBASTIÁN Reacciones a la última homilía del obispo

  • Ve ‘inaceptable’ unir ideología de género con la deconstrucción del matrimonio y la familia

  • Miren Azkarate se sintió ‘enfadada, ofendida e injustamente tratada’ por sus palabras

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla

El obispo Munilla durante la homilía el pasado sábado, el Día de la Virgen. Efe

La última homilía del obispo de San Sebastián, Juan Ignacio Munilla, con motivo de la festividad de la Virgen del pasado sábado suma nuevos detractores. Las palabras del prelado donostiarra han encontrado hoy la contundente denuncia de la portavoz del PNV en el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana, Miren Azkarate, que ha considerado “inaceptable” que se vincule la ideología de género con la deconstrucción del matrimonio y la familia.

Azkarate, que estuvo presente en la iglesia de Santa María del Coro el pasado sábado, ha censurado hoy que como mujer se sintió “enfadada, ofendida e injustamente tratada” por las manifestaciones de Munilla contra la ideología de género. Según ha denunciado, las palabras del obispo están “bastante alejadas” de las que mantiene el actual Papa Francisco.

“Es tremendamente injusto que el mensaje que oímos fuese una defensa de una familia tradicional y en contra de la teoría de género que, si algo proclama, son los derechos de las mujeres y la igualdad de todas las personas, independientemente de su orientación sexual”, ha aseverado la portavoz jeltzale, que ha comparecido por sorpresa ante los medios en el Ayuntamiento donostiarra.

Es la primera vez que el PNV se expresa con tanta contundencia ante unas manifestaciones del obispo donostiarra, habituado a lidiar con la polémica. El sábado, en su homilía con motivo del día grande de las fiestas de San Sebastián, Munilla aseguró que lo “políticamente correcto, finalmente convertido en ley, se identifica con la ideología de género, que tiene en su agenda la deconstrucción del matrimonio y la familia”.

Estas palabras llegan además, según ha censurado Azkarate, en una semana marcada por varios delitos graves de violencia de género, entre ellos la muerte de menores. En este contexto, ha expuesto que “no son aceptables y no son de recibo muchos de los contenidos en una defensa de la familia tradicional uniendo la teoría de género y lo que ello implica de defensa de igualdad de oportunidades, de igualdad de derechos para las mujeres y también para otros colectivos como pueden ser los gays y las lesbianas”.

“Si en algo se enriquece la democracia es desde el respeto al diferente, desde la empatía con quien es de otra forma, con quien tiene otras opciones sexuales, tan válidas unas como otras”, ha aseverado.

La denuncia del PNV se suma a las crítica que ya formuló el mismo sábado el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso (PSE), que replicó a Munilla que “la ideología de género nace para proteger a los más débiles y que las personas están por encimas de las doctrinas”

El obispo Munilla: “Lo políticamente correcto busca acabar con la familia tradicional”

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla. / EFE

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha dicho hoy que lo “políticamente correcto, finalmente convertido en ley, se identifica con la ‘ideología de género’, que tiene en su agenda la deconstrucción del matrimonio y la familia”. Es “importante”, ha destacado, tener “la clarividencia necesaria” para percatarse de ello, de que existe “un pensamiento único” que busca acabar con la familia tradicional.

Munilla ha hecho estas reflexiones durante la homilía de la misa en honor a la Virgen celebrada en la basílica de Santa María del Coro de San Sebastián. El prelado cree que es “previsible” incluso que en el futuro los católicos tengan que “pagar un precio alto por mantener una conciencia crítica frente a ese pensamiento único”.

Se ha referido la novela “Señor del Mundo”, de Robert Hugh Benson, que el Papa Francisco ha recomendado en varias ocasiones, porque entiende que, pese a estar escrita en 1907, “uno tiene la sensación de estar contemplando en ella la radiografía de nuestros días”. “Se trata (la novela) de una profecía de la llegada de un falso humanismo mundial, de apariencia pacífica y adornado de ciertos valores éticos, pero que en nombre de lo políticamente correcto pretende imponer unos valores contrarios a la ley natural y a la ley divina; y para ello se empeña en reducir el cristianismo a su dimensión privada, expulsándolo de la vida pública”, ha dicho.

El prelado ha señalado que, tras la caída del Muro de Berlín se llegó a pensar que “se había iniciado un nuevo orden mundial sin necesidad de ideologías políticas”, pero que en pocos años “la cultura fue asumiendo una nueva ideología”, la de “género”, que “está ocupando el rol de alma de Occidente, anteriormente disputado por el marxismo y el humanismo cristiano”. “En realidad, todo apunta a que la ideología de género no es sino una metástasis del marxismo, asumida ahora por la cultura secularizada, mayoritaria en Occidente (…) En el momento presente, la ‘ideología de género’ ha sido diseñada para confrontarse con la familia y con la misma concepción natural del hombre”, ha destacado.

Y ha añadido: “Hoy en día, un secularizado de derechas piensa sustancialmente lo mismo que un secularizado de izquierdas. Y es importante que tengamos la clarividencia necesaria para percatarnos de que lo que llamamos políticamente correcto, finalmente convertido en ley, se identifica con la ‘ideología de género’, la cual tiene en su agenda la deconstrucción del matrimonio y de la familia por tratarse del único bastión que se le había resistido al ‘señor del mundo’ de cara a poder controlar a su antojo la misma humanidad”.

Munilla critica a todos los partidos por “deconstruir matrimonio y familia”

Critica que la nueva “ideología de género”, de lo “políticamente correcto” es una metástasis del marxismo

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla / JAVIER ETXEZARRETA (EFE)

 El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha lamentado este sábado que la sociedad española está avanzando de forma peligrosa hacia un “falso humanismo” que bajo la apariencia de lo pacífico y “adornado de ciertos valores éticos” pretende imponer otros radicalmente contrarios “a la ley natural y a la ley divina” cuya principal consecuencia va a ser la “deconstrucción del matrimonio y de la familia”.

Si el pasado año cuestionó el papel del PP al frente del Gobierno por no mostrar en la reforma del aborto la misma firmeza que demostró para sacar adelante la reforma laboral, este año ha augurado durante la homilía de la misa en honor de la Virgen celebrada en la basílica de Santa María del Coro de San Sebastián, que, de mantener los gobernantes esa pasividad, es “previsible” incluso que en el futuro los católicos tengan que “pagar un precio alto por mantener una conciencia crítica frente a ese pensamiento único”. Aunque no es la primera vez que el prelado advierte de que los cristianos podrían volver a ser perseguidos por sus ideas, sí es nuevo que critique a todos los partidos políticos al asegurar que los supuestos contendientes “no presentan diferencias sustanciales en lo que al pensamiento antropológico y moral se refiere”.

Un tanto apocalíptico ha relatado que hoy en día, un secularizado de derechas piensa sustancialmente lo mismo que un secularizado de izquierdas. “Y es importante que tengamos la clarividencia necesaria para percatarnos de que lo que llamamos políticamente correcto, finalmente, convertido en ley, se identifica con la ‘ideología de género’, la cual tiene en su agenda la deconstrucción del matrimonio y de la familia por tratarse del único bastión que se le había resistido al ‘señor del mundo’ de cara a poder controlar a su antojo la misma humanidad”.

El prelado ha recomendado encarecidamente a los asistentes la novela “Señor del Mundo”, de Robert Hugh Benson, de la que ha extraído algunas de las predicciones, que el Papa Francisco ha citado también en varias ocasiones, porque entiende que, pese a estar escrita en 1907, “uno tiene la sensación de estar contemplando en ella la radiografía de nuestros días”. Según ha dicho, se trata de “una profecía de la llegada de un falso humanismo mundial, de apariencia pacífica que en nombre de lo “políticamente correcto se empeña en reducir el cristianismo a su dimensión privada, expulsándolo de la vida pública.

En su relato define ese proceso como una extensión del cáncer del marxismo. Así ha descrito que tras la caída del Muro de Berlín se llegó a pensar que se había iniciado un nuevo orden mundial sin necesidad de ideologías políticas, pero en pocos años la cultura fue asumiendo una nueva ideología, la de “género”, que “está ocupando el rol de alma de Occidente, anteriormente disputado por el marxismo y el humanismo cristiano”. “La ideología de género no es sino una metástasis del marxismo, asumida ahora por la cultura secularizada, mayoritaria en Occidente”, y que ha sido diseñada para confrontarse con la familia y con la misma concepción natural del hombre.

Munilla, que defiende en su libro educativo Sexo con alma y cuerpo, que la masturbación es una especie de violencia sobre el cuerpo porque le arranca placer sin amor, y advierte de que la pornografía no solo daña a quienes se ofrecen para ser fotografiados, sino también a quienes la contemplan, finaliza su homilía asegurando que “el hombre no es feliz cuando recorre los caminos de su propio orgullo, sino cuando acepta su verdad y su condición de hijo de Dios”.