Macabra celebración de los terroristas de ISIS por la legalización de las bodas gays en EEUU

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La horrible práctica de arrojar a personas a las que se les acusa de ser homosexuales desde lo alto de edificios para después lapidar los cadáveres se está convirtiendo en una lamentable costumbre en Siria e Irak, que ha subido un escalón más en la crueldad de los asesinatos desde que soldados del ISIS se hicieran pasar por gays para capturarlos y pedirles dinero a cambio de no matarlos. Son ya 19 las ejecuciones de las que se tiene constancia en los últimos meses. La última ha sido la macabra respuesta por la celebración delhistórico fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Varias cuentas de Twitter, que se identifican a sí mismas como activistas sirios en contra de los grupos de vinculados a ISIS y el régimen de Assad colgaron el video y las fotos de las ejecuciones con el hashtag #LoveWins (“El Amor Gana” se utiliza en todo el mundo en las redes sociales para celebrar el fallo de la Corte en EE.UU.) para mostrar al mundo la imposición de la Ley del Terror en Oriente Medio.

En esta ocasión han sido cuatro hombres homosexuales que fueron lanzados desde una azotea delante de decenas de espectadores impasibles en la ciudad siria de Deir ez-Zor. El video, subido por los yihadistas y publicado por The Mirror, muestra a los reos  que se ven obligados a hacer cola en un edificio de cinco plantas antes de ser arrojados al vacío. Sus gritos son audibles a medida que caen. También se escuchan los gritos de una muchedumbre que jalea a los asesinos en una escena atroz en la que los cuatro cadáveres se acumulan en el suelo para ser vejados por los congregados.

ISIS es el grupo yihadista que ha puesto en vilo al mundo, cuyo feudo principal está la provincia septentrional de Al Raqa en Siria. Desde su nacimiento, en octubre de 2006 en Irak, este grupo ha ido mutando de nombre. Son conocidos por sus métodos sanguinarios. Esta organización ha conseguido tomar el control de amplias partes del centro y el norte de Siria y de Irak, y a finales de junio proclamó un califato en ambos países.

Son autores de numerosos secuestros en el territorio sirio. El grupo se ha enfrentado a otras facciones rebeldes en este país que lo acusan de haber cometido “violaciones” contra el pueblo sirio, como raptos y asesinatos. Sin embargo, no solo ha raptado a ciudadanos sirios, sino también a occidentales, como periodistas y cooperantes. Y se toman la justicia por su mano con aquellos que consideran contrarios a la Sharia como los homosexuales.

Abu Bakr al Baghdadi es el cerebro que ha transformado unas cuantas células terroristas que estaban al borde de la extinción en el grupo militante más peligroso del mundo. El objetivo de ISIS es crear un estado islámico en las regiones sunitas de Irak y Siria. Al líder de ISIS lo llaman el nuevo Bin Laden.

En Siria, los yihadistas y los grupos islamistas han ejecudo desde mediados de julio de 2014 a siete hombres y siete mujeres por adulterio u homosexualidad, según reveló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Rami Abdel Rahman, director del OSDH, afirmó que había, sin duda, otras ejecuciones de este tipo en el país, pero que no habían sido documentadas.

Reivindican el matrimonio homosexual en la celebración del Orgullo en Venezuela

Artículo publicado en Cáscara Amarga

Con banderas arcoíris y un un ambiente festivo y reivindicativo, los miembros de la comunidad LGTB venezolana recorrieron varias calles del centro de la capital al ritmo de música electrónica y coreografías desplegadas sobre camiones.

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Cientos de personas celebraron este domingo en Caracas el día del Orgullo con un colorido desfile y una votación para elegir a sus candidatos a la Asamblea legislativa venezolana, donde esperan lograr la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo.

Un grupo de transexuales con vestidos de novia en una vieja camioneta daba testimonio de la principal consigna de esta celebración: el matrimonio igualitario, sobre el cual no hay ningún proyecto legislativo en estado avanzado de discusión, como tampoco de las uniones civiles entre personas del mismo sexo, a diferencia de otros países de América Latina.

“Matrimonio igualitario ya” y “casarme en mi país es mi derecho”, fueron las frases más recurrentes de las pancartas exhibidas en el desfile, al margen del cual un grupo de partidarios del oficialismo organizó una votación para elegir a dos aspirantes a las parlamentarias del próximo 6 de diciembre.

Esos nombres serán propuestos a una coalición de izquierda integrada, entre otros, por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, en el poder) para que los incluya en su lista de candidatos.

“Queremos llevar a la Asamblea la voz de los eternos excluidos para lograr la igualdad”, dijo Leandro Villoria, uno de los postulantes, quien este domingo entregó al legislador Elvis Amoroso un documento con las demandas de la comunidad LGTB.

“Hoy es el día del Orgullo Gay, pero no nos podemos sentir orgullosos mientras no se respeten nuestros derechos”, comentó Javier Chavarría, otro de los candidatos, quien aspira a que la Asamblea apruebe leyes para que parejas del mismo sexo puedan presentarse como candidatos a programas de vivienda del gobierno, y sobre identidad de género con el fin de que las personas transexuales puedan cambiar su nombre y sexo legal con simple un trámite administrativo.

En marzo pasado, durante un encuentro con mujeres dirigentes del chavismo, el presidente, Nicolás Maduro, instó a abordar las discusiones de todos los temas “conflictivos”, incluidos “el aborto o las uniones homosexuales”.

Paralizada ‘in extremis’ la expulsión de un joven nigeriano gay

La delegada del Gobierno de Madrid, Concepción Dancausa, ha paralizado la expulsión in extremis de un joven nigeriano gay que iba a ser deportado a su país de origen, donde la homosexualidad es delito y está castigada con la pena de muerte en regiones del país.

Según han confirmado fuentes de la Delegación del Gobierno, Dancausa ha contado con el aval del director general de la Policía,Ignacio Cosidó, para paralizar el traslado del joven, que estaba previsto para hoy a las 07.00 de la mañana.

El joven nigeriano, Henry, vivía junto a su pareja en un pueblo extremeño desde hacía 8 años y tenía una oferta laboral, pero al no tener papeles iba a ser trasladado a Nigeria con otros ciudadanos que se encontraban en su misma situación irregular.

La Fundación Triángulo, que defiende los derechos de los homosexuales, se había movilizado para evitar la repatriación del joven a un país donde “la homofobia social pone en peligro” su vida.

Cuando las Ramblas quisieron ser Stonewall

Artículo publicado en Hipertextual

De la persecución franquista al matrimonio igualitario, la historia de la homosexualidad en España refleja la lucha por la igualdad del colectivo LGTB. Repasamos su evolución en este 28 de junio, Día del Orgullo.

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Colita (Isabel Steva Hernández) (Museo Reina Sofía)

En 1969, la policía entraba en el Stonewall Inn con el objetivo de hacer una redada. No era la primera vez, aunque aquel 28 de junio sería diferente. En el pub gay, situado en Greenwich Village, las operaciones policiales eran frecuentes.

A la 1:20 h de la madrugada, los agentes entraron en el bar gritando que “estaba clausurado”. Habitualmente, los jóvenes salían y se identificaban. Aquellos hombres que iban vestidos de mujeres, o las pocas lesbianas que frecuentaban el bar que fueran vestidas de “forma no femenina”, eran detenidos. Pero esa noche todo cambió. Alguien gritó “no nos vamos”. Tres palabras que hicieron estallar el ambiente. Tres palabras que encendieron la mecha de los disturbios de Stonewall.

“La homosexualidad es en realidad un trastorno mental que ha alcanzado proporciones de epidemia”. Frases como ésta eran repetidas por psiquiatras y psicólogos de la época, como relatan en el documental La rebelión de Stonewall. Las revueltas en la ciudad de Nueva York marcaron un punto de inflexión en el movimiento LGTB estadounidense. Ya nada volvió a ser lo mismo desde aquel 28 de junio, fecha en la que se celebra anualmente el Día del Orgullo.

 La represión española

Al otro lado del Atlántico, la situación para miles de homosexuales era todavía peor. Federico García Loca había sido fusilado en la madrugada del 18 de agosto de 1936, dos meses después de la sublevación militar contra la II República. Tras el fin de la Guerra Civil, la dictadura franquista reprimió cualquier atisbo de libertad.

Sin embargo, como señala Monferrer Tomàs, “los homosexuales no representaron un problema prioritario para el franquismo de posguerra”. En un primer momento, el control de los comportamientos considerados como “inmorales” fue delegado en la Iglesia católica. Sin embargo, las décadas de los cincuenta y los sesenta se caracterizaron por una mínima apertura al exterior, como consecuencia del aumento del turismo. Ante esta situación, la dictadura decidió tomar cartas en el asunto, considerando a los homosexuales como “una amenaza para el orden público”.

La Ley de Vagos y Maleantes, impulsada por consenso durante la II República para “el control de mendigos, rufianes sin oficio conocido y proxenetas”, fue modificada el 15 de julio de 1954. El objetivo no era otro que perseguir y castigar cualquier práctica homosexual.

Dieciséis años más tarde, el gobierno de Carrero Blanco sustituía el texto por laLey sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social. La nueva regulación contemplaba disposiciones similares, pero incluía además “penas de hasta cinco años en cárceles o manicomios para los homosexuales y demás individuos considerados como peligrosos para que se rehabilitaran”.

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Placa en la antigua prisión provincial de Huelva, en recuerdo a los homosexuales encarcelados durante la dictadura franquista. Fuente: Calapito (Wikimedia)

Sólo un año después de las revueltas de Stonewall, el texto fue aprobado y recibido con entusiasmo por gran parte del poder judicial. El fiscal de Málaga comentaba en la Memoria del Tribunal Supremo de 1971 “el aumento del nefando vicio sodomítico, fomentado en la Costa del Sol por elementos extraños que allí se congregan”. Palabras similares a las pronunciadas por el fiscal de Las Palmas, cuando se refería al “aumento alarmante de las prácticas homosexuales al que contribuye principalmente una especial y degenerada clase de turistas extranjeros”.

A través de ese instrumento, como sostiene Monferrer Tomàs, “los invertidos sexuales se catalogaban en genuinos congénitos (o de nacimiento) u ocasionales (viciosos)”. Entre 1974 y 1975, el 6% de los informes disponibles en los Juzgados de Peligrosidad de Madrid se referían a personas homosexuales, en su mayoría varones.

Los denominados “peligrosos” eran considerados por la ley como “enfermos a quienes no se debe perdonar, sino curar”, según el investigador de la UNED. Esto hizo que las personas homosexuales no sólo fueran perseguidas y reprimidas, sino que también fueron encarceladas como “método de prevención del contagio”. Como consecuencia, los homosexuales no sólo eran sometidos al aislamiento social en manicomios y prisiones, sino que los condenados no podían reintegrarse en la sociedad hasta que no se hubiera evaluado su “curación”. En otras palabras, las personas afectadas no podían beneficiarse de indultos, amnistías, redención de penas o libertad condicional como otros presos.

La manifestación de las Ramblas

La persecución de la homosexualidad en España, al igual que ocurrió la noche de la redada de Stonewall, llegó a a una situación límite. Pero en nuestro caso, las protestas no fueron violentas, sino que en silencio y bajo pseudónimos, valientes como Francesc Francino (Mir Bellgai) o Armand de Fluvià (Roger de Gaimon) comenzaron a organizar los primeros movimientos LGTB.

En la década de los setenta, de Fluvià y Francino eran conocedores de los disturbios de Stonewall o las revueltas en el París de 1968 gracias a la influencia de publicaciones como la revista Arcadie. Juntos fundaron elMovimiento Español de Liberación Homosexual, un grupo compuesto en su mayoría por hombres, que empezó a editar en 1972 el boletín mensual Aghois. Eran tiempos de clandestinidad y miedo, lo que no les impidió trabajar por los derechos del colectivo LGTB.

Tras la muerte de Franco, los activistas crearon el Front d’Alliberament Gai de Catalunya, el movimiento que dio lugar a la fundación del Institut Lambda, el primer centro cultural y de servicios para homosexuales en España. El luego conocido como Casal Lambda, situado en Barcelona, fue el germen de la primera gran manifestación por los derechos de personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Era el 26 de junio de 1977, y bajo el lema “Nosaltres no tenim por, nosaltres som” (“Nosotros no tenemos miedo, nosotros somos”), 4.000 personas se concentraron en las Ramblas para solicitar amnistía para los delitos sexuales y la derogación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social.

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Colita (Isabel Steva Hernández) (Museo Reina Sofía)

La noticia recogida por La Vanguardia dos días después, -los lunes no se editaba el periódico-, explicaba que “los manifestantes no habían interrumpido en ningún momento la manifestación pues circularon en orden por el centro de Las Ramblas”. A la altura de Canaletas, sin embargo, la policía dispersó a las 4.000 personas con disparos de balas de goma. Como consecuencia, tres manifestantes resultaron heridos de gravedad, y un cuarto, Oriol Martí, fue detenido en la cárcel Modelo de Barcelona.

Después de la histórica manifestación, 36 organizaciones políticas, sindicales y civiles (entre las que se encontraba la CNT o el PSUC) firmaron un documento exigiendo la liberación de Martí. El detenido, médico de profesión, PNN de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro de Bandera Roja, “fue maniatado a la espalda, propinándole golpes en los testículos con las rodillas”, según denunciaba El País a principios de julio. Tras 52 días preso, Oriol Martí sería liberado.

Tal y como recoge el blog L’Armari Obert, la manifestación de Las Ramblas, convocada por el entonces ilegal Front d’Alliberament Gai de Catalunya, marcó un punto de inflexión en la defensa de los derechos de las personas homosexuales. En aquella concentración, se podían leer y escuchar consignas como “Mi cuerpo es mío y hago con él lo que me da la gana”, “¡Amnistía sexual!” o “¡No somos peligrosos!”

¿Qué pasa cuando una fuerza imparable choca contra un objeto inamovible?

En la película Imagine Me & You, una de las protagonistas se pregunta qué ocurriría si una fuerza imparable choca contra un objeto inamovible. Algo así sucedió en España. La manifestación de las Ramblas fue el comienzo de algo más grande: la expansión del colectivo LGTB por el resto del país. El trabajo del Front d’Alliberament Gai de Catalunya pronto se extendió por regiones como Valencia, las Islas Baleares, Madrid, Málaga o Bilbao. Así fue como la primera concentración se repetiría con éxito en 1978 en las ciudades de Madrid, Barcelona, Bilbao y Sevilla.

La celebración del Orgullo se convirtió en algo más que una manifestación. El 26 de diciembre de 1978, el Consejo de Ministros presidido por Adolfo Suárezretiró la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Unos meses más tarde, organizaciones médicas, civiles y culturales, junto con 50 ayuntamientos catalanes liderados por el de Barcelona, exigieron la legalización del Front.

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Manifiesto editado por el Front d’Alliberament Gai de Catalunya contra la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Fuente: Todo Colección

La petición se hizo realidad el 16 de julio de 1980, veintiséis años después de la modificación de la Ley de Vagos y Maleantes por parte de Franco. El Front d’Alliberament Gai de Catalunya dejó de trabajar en la clandestinidad, pero la persecución al colectivo homosexual continuaba. Como explica Antonio Poveda, antiguo presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), los homosexuales seguían expuestos a las redadas y detenciones por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.

Las últimas, según la propia Federación, ocurrieron en Barcelona antes delMundial de Fútbol de 1982. El Delegado del Gobierno en Barcelona decidió cerrar algunos bares de ambiente, con el objetivo de mostrar “una
buena imagen de la ciudad a los visitantes del Mundial”. Como protesta, los empresarios LGTB decidieron colocar la bandera del arcoiris con el símbolo del Naranjito abanicándose en las puertas de los establecimientos. “Lo nuestro sí que es mundial”, ironizaba el lema de las movilizaciones.

La lucha contra la homofobia

Lo que aquellos manifestantes no sabían es que algo mundial iba a volverse en contra del movimiento homosexual. Algo invisible, imperceptible, mortal. El VIH 

Muchas personas fallecieron a causa de un síndrome que apagaba su sistema defensivo. Freddy Mercury, el líder de Queen, confirmaba en 1991 que estaba infectado por aquel virus maldito. La lucha contra la represión política en España se transformó en un movimiento para tratar de frenar los contagios, que afectaron sobre todo en un principio a varones homosexuales. La estigmatización del colectivo LGTB se disparó, hasta el punto de que sus efectos se siguen observando todavía hoy, como demuestra la reciente prohibición de donar sangre a hombres que hayan mantenido relaciones con personas de su mismo sexo.

El VIH no sólo infectó y mató a millones de personas de todo el mundo. También fue el gran culpable de las campañas que alimentaron el miedo y el odio al diferente. El 6 de octubre de 1991, un grupo de neonazis asesinaba en el Parc de la Ciutadella a Sònia Rescalvo, una transexual de 45 años. La ciudad en la que había despertado el movimiento LGTB veía con horror cómo seis jóvenes ultraderechistas pateaban hasta la muerte a la mujer en la glorieta de los músicos. 22 años después de su asesinato, el Ayuntamiento de Barcelona decidió renombrar aquella plazoleta en su recuerdo.

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Placa en homenaje a Sònia Rescalvo, la transexual asesinada en Barcelona por un grupo de neonazis. Fuente: Enfo (Wikimedia)

La historia de la homosexualidad en España es un eterno vaivén de luchas y conquistas. La manifestación de las Ramblas fue sólo el comienzo, dado que a diario miles de personas deben convivir con sus propios Stonewall, en forma de agresiones y ataques homófobos. La aprobación del Código Penal de 1995 fue un nuevo hito para el colectivo, al incluir la protección de la orientación sexual en los artículos 510, 511 y 512, considerando como agravante de delito la homofobia.

El 30 de junio de 2005, el Congreso de los Diputados hacía posible un sueño que jamás imaginaron aquellos manifestantes de las Ramblas. La aprobación de la Ley 13/2005, gracias a la inestimable labor de activistas como Pedro Zerolo, convirtió a España en el tercer país del mundo en dar luz verde al matrimonio homosexual, después de Holanda y Bélgica. Estados Unidos dio también luz verde el pasado viernes almatrimonio igualitario. Estos textos no sólo han permitido que parejas del mismo sexo puedan casarse, sino que además ha visibilizado la realidad de miles de hogares.

Según datos del Pew Research Center, España es el país donde mayor aceptación hay de la homosexualidad (88%) en el mundo. Las luchas del colectivo LGTB continúan todavía hoy a base de pequeñas grandes conquistas, como la aprobación de la ley de derechos de personas gay y lesbianas y contra la homofobia del Parlament de Catalunya. Si Stonewall marcó un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos, algo similar ocurrió con la manifestación de las Ramblas de 1977. Aquellas 4.000 personas comenzaron a andar un camino que continúa hoy en favor del respeto a la igualdad y a la diversidad.

se expandió rápidamente en la década de los ochenta por todo el mundo, estigmatizando todavía más al colectivo. La lucha contra el virus que causa el SIDA sigue siendo hoy un reto para millones de pacientes, científicos y médicos que buscan mejorar su prevención, diagnóstico y tratamiento.

UGT pide una ley integral para la igualdad y la no discriminación

PAMPLONA. Una ley que proteja a todas las personas con independencia de sus circunstancias personales y/o sociales, y garantice su igualdad tanto en el ámbito público como en el privado, ha precisado el sindicato en un comunicado.

Tras alertar de que “aún subsisten desigualdades y discriminaciones”, la UGT ha subrayado la necesidad de actuar en los centros de trabajo mediante una acción sindical “inclusiva” y la introducción de cláusulas específicas en los convenios colectivos, destinadas a erradicar conductas discriminatorias y garantizar la equiparación de las condiciones laborales.

Además, ha destacado que uno de los ejes básicos para luchar contra la discriminación, es educar en igualdad.

Según ha sostenido, la aprobación de la ley de matrimonio entre parejas de un mismo sexo, hace ya diez años, “supuso el triunfo de la igualdad y un paso decisivo hacia la eliminación de este tipo de discriminación, pero subsisten desigualdades y discriminaciones en otras esferas, entre ellas en el ámbito laboral”.

Para UGT, la defensa del derecho a la igualdad de trato de todas las personas LGTB, el fomento de la igualdad de oportunidades y no discriminación por motivo de la orientación sexual de los trabajadores y las trabajadoras “es una prioridad”.

Y para ello, ha defendido como “fundamental” actuar en los centros de trabajo de forma que se erradiquen conductas discriminatorias, tanto directas como indirectas, por parte de compañeros o del personal de Dirección.

No obstante, ha considerado que el Estado “no debe eludir su responsabilidad y debe garantizar la igualdad a través de una norma integral que ampare e introduzca los mecanismos necesarios para impedir situaciones discriminatorias basadas en motivos personas o sociales”.

Marruecos pide a los homosexuales que “no provoquen” ataques tras una brutal agresión discriminatoria

Imagen de archico de una manifestación en contra de la homosexualidad, tras la expulsión de la activista española LGTBI en la embajada española

Imagen de archico de una manifestación en contra de la homosexualidad, tras la expulsión de la activista española LGTBI en la embajada española./ E. G.

Un hombre, que llevaba un vestido blanco, sufrió una brutal paliza el pasado 29 de junio en Fez, Marruecos. Según muestran varios vídeos de medios locales, una marabunta lo rodeó y le propinó una lluvia de puñetazos y patadas. Desde entonces, dos personas han sido detenidas por la agresión, pero las declaraciones del ministro de Justicia Moustapha Ramid, que ha asegurado que se perseguirá a los culpables, también señalan a las víctimas de los ataques: “Estas personas (los homosexuales) no deben provocar a la sociedad”.

Las palabras del ministro marroquí han indignado, entre otros, a la organización Human Rights Watch (HRW) que exige al gobierno alauí que se limite a condenar los ataques y deje de hacer “comentarios homófobos”, indican en un comunicado. Sarah Leah Withson, directora para Oriente Medio y Norte de África de HRW, indica que la persona que debería velar por la justicia en el país debería mostrar una posición de “tolerancia cero” a este tipo de ataques y no “hacer declaraciones que sugieren que las personas percibidas como homosexuales son anormales y que comparten la culpa de la violencia anti-gay”.

La víctima de la agresión afirmó a HRW que la violencia comenzó a la una y media de la madrugada, cuando un taxista lo expulsó del coche tras una discusión al grito de “janit”, un término peyorativo para nombrar a homosexuales u hombres afeminados. “El taxista causó esta situación. Yo no incité el ataque ni me lo merezco”, dijo el afectado, que no quiso precisar su orientación ni identidad sexual. “Soy como cualquier otra persona”.

Un duro vídeo del medio Goud.ma de la agresión, muestra cómo la turba de gente persigue al hombre hasta que éste consigue refugiarse detrás de un policía. La víctima pasó la noche en una comisaría, según apunta HRW, y “le preguntaron por la paliza pero no abrieron cargos contra él”.

En Marruecos las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo están castigadas por el artículo 489 del Código Penal, con penas de cárcel de seis meses a tres años. HRW recuerda que esta situación inhibe que los homosexuales que son víctimas de ataques denuncien los hechos ante las autoridades y ha pedido también al gobierno que retire este artículo de su ordenamiento en la reforma prevista del Código Penal.

El ministro de Justicia ha indicado que cualquier intento de descriminalizar la homosexualidad cruzará “una línea roja”. En la radio Chada FM, Ramid afirmó “no debemos permitir que la gente imponga la justicia… pero estas personas (los homosexuales) no deben provocar a la sociedad, porque la sociedad es así”. También apuntó que él está a favor de la cirugía para un hombre que “por dentro, es una mujer y actúa como una mujer”. Pero añadió: el hombre “que mantiene apariencia de mujer, y además, tiene prácticas sexuales que no encajan con su género, entonces eso se convierte en una cuestión de la ley”.

El pasado mes fue expulsada de Marruecos la delegada española de NOVACT, una ONG financiada con fondos de la cooperación española, la Unión Europea y el Ayuntamiento de Barcelona. La organización ha condenado la actitud del Gobierno en esta ocasión en concreto y en otras anteriores. Sarah Leah Whitson ha subrayado que el ministro no puede “reconocer que es un delito atacar a alguien por su apariencia” y, al mismo tiempo, “insistir en que ser gay es una condición anormal que la sociedad rechaza y que debería seguir siendo delito”.

LA LEY SUECA DE PENALIZACIÓN DE LOS CLIENTES: UN EXPERIMENTO FRACASADO DE INGENIERÍA SOCIAL

Artículo publicado en El estante de la city

Por Ann Jordan

Program on Human Trafficking and Forced Labor

Center for Human Rights & Humanitarian Law

Fuente: ISSUE PAPER 4 – APRIL 2012

INTRODUCCIÓN 

En 1999, el gobierno de Suecia se embarcó en un experimento de ingeniería social [1] que intentaba poner fin a la práctica masculina de comprar servicios de sexo comercial. El gobierno promulgó una nueva ley penalizando la compra (pero no la venta) de sexo (Códico Penal Sueco). Esperaba que el miedo a la detención y a un mayor estigma social convencería a los hombres de que debían cambiar su conducta sexual. El gobierno esperaba también que la ley forzaría a las mujeres que vendían sexo en Suecia —de 1.850 a 3.000 entonces, según se estimaba— a encontrar otro tipo de trabajo. Finalmente, el gobierno esperaba que la ley eliminaría la trata de prostitución forzada y la presencia de trabajadoras sexuales inmigrantes.

No sorprendentemente, el experimento ha fracasado. En los trece años que han pasado desde que se promulgó la ley, el gobierno sueco ha sido incapaz de probar que la ley haya reducido el número de compradores o vendedoras de sexo o haya detenido la trata. Todo lo que puede mostrar como fruto de sus esfuerzos son el apoyo público a la ley (discutido) y más peligro para las trabajadoras sexuales de calle. A pesar de este fracaso, el gobierno ha decidido ignorar la evidencia y proclamar que la ley ha sido un éxito; también sigue defendiendo que otros países deberían adoptar una ley similar. En 2010, el gobierno publicó un informe que aseguraba que la ley redujo el trabajo sexual de calle, a pesar del hecho de que el informe no contiene ninguna prueba que respalde esa afirmación (Skarhed 2010). Desde el primer día de la publicación del informe, muchos investigadores en Suecia —que podían leer el informe completo en sueco— han sido muy críticos con las afirmaciones del gobierno. Sin embargo, la prensa y los activistas de lengua inglesa continúan alabando la ley sueca por su “éxito”. Su fuente de información es, fundamentalmente, el breve resumen inicial en lengua inglesa del gobierno.

 El gobierno ha publicado posteriormente una traducción al inglés de importantes fragmentos del informe, revelando que, aunque la prostitución callejera ha disminuido, el gobierno no sabe qué es lo que ha causado el descenso. No sabe si la ley causó alguna reducción en el número de compradores de sexo, trabajadoras sexuales, víctimas de trata o trabajadoras sexuales inmigrantes. Sin embargo, los defensores de la ley siguen promocionándola como si fuera un éxito.

El presente trabajo analiza el texto en inglés del informe y demuestra que ninguna de las pretensiones del gobierno está respaldada por prueba alguna. El trabajo tiene cuatro partes: (1) una descripción de la ley sueca, (2) una comparación de las pretensiones del gobierno con la evidencia proporcionada por el gobierno, (3) las consecuencias negativas de la ley y (4) un llamamiento a un enfoque menos político y a más investigación y soluciones basadas en la evidencia.

LA LEY QUE PENALIZA A LOS CLIENTES

Es útil comenzar con una breve introducción referida a Suecia. Se trata de un pequeño país de alrededor de 9 millones de habitantes [2], rico (a nivel global ocupa el  puesto 14 por renta per capita [3]). Tiene muy pocas trabajadoras sexuales y hay pocas pruebas de que exista trata. El experimento está teniendo lugar en un país pequeño, bastante homogéneo, con un fuerte sentido de identidad nacional, en el que tales experimentos podrían funcionar.

En contraste, 14 ciudades en el mundo tienen poblaciones mayores que toda Suecia. [4]India por sí sola tiene una población de más de mil millones de personas [5], es pobre (ocupa el puesto 153 en renta per capita [6]), tiene un número estimado de 3 millones de trabajadoras sexuales (Mukherjee 2004, 77) y decenas de miles de personas víctimas de trata en prostitución, fábricas, granjas y hogares. Se trata de un gran país multicultural, multirreligioso y plurilingüístico.

Así que es importante tener presentes estas cifras (y las extremas diferencias) cuando se consideren las campañas para exportar la ley sueca a otros países. Hasta el momento de publicar este trabajo, sólo países ricos —Finlandia, Noruega e Islandia— han adoptado leyes similares, aunque varios otros países han considerado o están considerando promulgar una ley similar.

 Cuando promulgó la ley, el gobierno sueco fijó los objetivos que cumpliría la misma: “actuaría como un elemento disuasorio para los que compran servicios sexuales; el número de compradores disminuiría en consecuencia y el número de personas haciendo prostitución de calle y el número de personas que se iniciaran en la misma se reducirían también”. La ley también “haría más difícil que diversos grupos o individuos de otros países establecieran actividades de prostitución organizada más extensa en Suecia o que practicaran trata de personas con fines sexuales”. [7]

El programa no oficial era algo totalmente distinto. Como lo describe Don Kulick, la ley pretendía también elevar la cultura sueca por encima de otras. Argumenta que la ley permite a “Suecia mostrarse como una especie de faro moral por el que otros [en particular la Unión Europea] querrán guiarse” (Kulick 2003, 209; ver también Bucken-Knapp 2011).

El enfoque sueco no es práctico, ni está basado en la realidad. Sueña con un momento en el que todos los hombres que compran sexo o estén en la cárcel o tengan tanto miedo a ser detenidos que dejen de buscar sexo comercial, por lo menos en Suecia. Obviamente, es imposible detener, y mucho menos encarcelar, a todos los hombres que compran sexo. Así, la ley es un experimento de ingeniería social que pretende cambiar la conducta y la mentalidad de los hombres suecos. Antes de la ley, los hombres no tenían que temer ser detenidos. La esperanza era que la mera amenaza de la detención, más el estigma social, bastarían para cambiar su conducta.

La ley se centra en aumentar el estigma social contra los compradores, así como contra las vendedoras de sexo. Aunque está construída sobre la teoría de que las trabajadoras sexuales son “víctimas” pasivas, en la práctica su intención es aumentar el estigma y la discriminación contra las trabajadoras sexuales que rehusan dejar de vender sexo o son incapaces de hacerlo. Estos temas se analizan más abajo en la sección de las consecuencias negativas de la ley.

La prostitución es violencia contra las mujeres Las trabajadoras sexuales son mujeres “prostituidas” pasivas

Los que apoyan la campaña atribuyen la existencia de prostitución a las relaciones de poder desiguales entre hombres (clientes) y mujeres (trabajadoras sexuales) y equiparan todas las transacciones sexuales comerciales con la violencia machista. El gobierno sueco cree que la prostitución es “un serio daño tanto para los individuos como para la sociedad”  que debe ser abolido (Skarhed, 2010, 31). Como tal, “la distinción entre prostitución voluntaria y no voluntaria es irrelevante” (Skarhed 2010, 5). Como todas las trabajadoras sexuales son consideradas víctimas, deben ser protegidas, incluso si no quieren o no necesitan la intervención del gobierno.

En apoyo de esto, las activistas citan investigaciones sobre la violencia realizadas sobre trabajo sexual de calle en países donde todos o alguno de los aspectos de la prostitución están penalizados. Por ejemplo, citan un estudio de cinco países de trabajadoras sexuales de calle (Farley 1998). Siendo cierto que la prostitución está firmemente situada dentro del patriarcado (como casi todos los trabajos en las sociedades patriarcales) y que existe violencia en la prostitución —particularmente en el trabajo sexual de calle— la prostitución no es, por sí misma, violencia contra las mujeres.

Lo que ocurre, más bien, en la mayoría de los países, es que existen leyes que desarman a las trabajadoras sexuales y les impiden tomar medidas razonables para proteger su seguridad. Las trabajadoras sexuales canadienses pleitearon contra el gobierno para denunciar la inconstitucionalidad de tales leyes y ganaron (Bedford 2010; Bedford Appeal 2012). El caso es discutido con más detalles en páginas siguientes pero en este punto es importante señalar que la venta de sexo es legal en Suecia (como en Canadá) y que Suecia tiene leyes equiparables a las que han sido denunciadas en Canadá. Esas normas impiden a las trabajadoras sexuales tomar medidas que hagan su trabajo más seguro.

El gobierno sueco mantiene también que no hay diferencia entre mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual e inmigrantes que trabajan voluntariamente en la prostitución (Clausen 2007, 11). En consecuencia, considera a todas las trabajadoras sexuales inmigrantes como víctimas que necesitan ser salvadas o rescatadas y, lo más probable, deportadas.

Es importante ser conscientes de estas consecuencias que tiene opinar que “toda la prostitución es violencia”, porque eso hace creer también que la prostitución, la trata y el trabajo sexual de las inmigrantes son una y la misma cosa. Así, cuando el gobierno habla de “trata” o de “trata sexual” en sus discusiones, no es posible saber si se está refiriendo a las trabajadoras sexuales inmigrantes, a las trabajadoras sexuales del país y/o a las personas víctimas de trata en el sector del sexo. Esto hace que cualquiera de las afirmaciones poco fiables del gobierno sea incluso más problemática y menos fiable.

Finalmente, la rama del feminismo radical que apoya este análisis del trabajo sexual usa la retórica de la “violencia contra las mujeres” y la “victimización” como un instrumento para silenciar y desarmar a las mujeres “socialmente objetables”. Colaboran con los gobiernos para crear instrumentos que refuercen sus puntos de vista acerca de los roles de género apropiados. El enfoque sueco desarma a las mujeres que resultan ser trabajadoras sexuales y las impide defender su trabajo y otros derechos. El gobierno y sus apoyos creen aparentemente que conocen “lo que es mejor” para otros, incluso aunque no se hayan molestado en consultar con esos “otros” en ningún momento, antes, durante o después de promulgar e implementar la nueva ley (o promoverla en otras partes).

Las trabajadoras sexuales son mujeres “prostituidas” pasivas 

Este punto de vista también sitúa a todas las trabajadoras sexuales como objetos pasivos (no agentes) que no tienen el control de sus acciones o no son capaces de hablar por sí mismas. Las activistas abolicionistas llaman a todas las trabajadoras sexuales “mujeres prostituidas”. Creen que ninguna mujer podría vender sexo voluntariamente y, por tanto, todas las trabajadoras sexuales deben ser controladas o coaccionadas por alguien o por algo. Esas activistas mantienen que las trabajadoras sexuales están “prostituidas” independientemente de dónde trabajen (Europa, Asia, África o las Américas), independientemente de cómo trabajen (de forma autónoma, en un burdel, en un piso o en la calle, legal o ilegalmente), e independientemente de cuánto dinero ganen (1.000 dólares ó 1 dólar por día).

Por lo tanto, el gobierno sueco no se molestó en consultar con las trabajadoras sexuales cuando desarrolló la ley. No recabó ninguna información de primera mano de las trabajadoras sexuales o de las inmigrantes acerca de sus puntos de vista sobre la ley, sus necesidades o preocupaciones o sus ideas de cómo mejorar la situación de las trabajadoras sexuales. En su lugar, el gobierno y las dirigentes feministas excluyeron y marginaron sus voces intencionadamente. De esta forma, la élite del sistema consiguió evitar tener que escuchar diferentes puntos de vista.

Desafortunadamente, Suecia no es única. La mayor parte de los gobiernos y de los activistas rehusan o no consiguen acercarse a las trabajadoras sexuales antes de adoptar leyes o políticas que pueden —como hacen habitualmente— dañar a las trabajadoras sexuales.

Este enfoque debería preocupar a las personas que creen en los procesos democráticos y que defienden el derecho de las poblaciones marginadas a hablar por sí mismas. Cuando las activistas y los gobiernos excluyen intencionadamente las voces de las trabajadoras sexuales o de otras personas que podrían estar en desacuerdo con ellos, están reclamando el monopolio sobre el diálogo público y la toma de decisiones políticas. Están reclamando también que ellos son los “expertos” que son los únicos que tienen el derecho de hablar por esas pobres, pasivas y victimizadas mujeres “prostituidas”. De esta forma, las feministas y el gobierno suecos (igual que las élites en otros países) han creado un sistema perfecto para imponer su dominación.

La prostitución es una desviación social

Adicionalmente, el gobierno sueco y sus partidarias feministas están usando la ley para promover un mayor estigma social y apoyar la división patriarcal de las mujeres en las categorías “buena” y “mala”. Las partidarias feministas se han catalogado a sí mismas como mujeres “buenas” que tienen el derecho a definir la “igualdad de géneros” y apropiarse la conducta sexual. Han colaborado con los gobiernos de Suecia y de otros países para reclamar una autoridad moral superior sobre lo que constituye la conducta sexual apropiada. De forma más preocupante, se han atribuído el derecho a imponer sus puntos de vista a otras mujeres.

Aunque esas activistas dicen que están promoviendo la igualdad de géneros, su mensaje subyacente es que existe un “sexo bueno” (Kulick 2005, 208) con buenas mujeres y sexo malo con mujeres malas. Como Kulick observa con perspicacia, “lo que yo creo que está en último término en juego en esta transición es un fenómeno mucho más amplio, a saber, la entronización de una sexualidad oficial, una sexualidad nacional, a la que se deberían adherir todos los suecos, no por miedo al castigo si no lo hacen… sino porque la sexualidad oficial es una sexualidad buena, la forma de ser moralmente comprensible” (Kulick 2005, 206).

Cuando las feministas (“buenas” mujeres) sienten que tienen el privilegio y el derecho a ejercer poder para forzar a las trabajadoras sexuales (“malas” mujeres) a adaptarse a las normas culturales dominantes respecto al sexo, están sencillamente usando las mismas herramientas que ha utilizado históricamente el patriarcado para dictar normas sociales que controlen las vidas de las mujeres.

Las trabajadoras sexuales no tienen derechos

La ley de 1999 debe ser interpretada en el contexto de otras leyes que regulan y controlan la venta de sexo en Suecia. En primer lugar, la venta (pero no la compra) de sexo es ahora —y lo ha sido antes— legal en Suecia: lo que no está prohibido, está permitido. Sin embargo, el marco legal en torno a la prostitución impide a las personas que tienen el derecho legal a trabajar —vendedoras de sexo— acceder a los mismos derechos laborales y de otro tipo que Suecia orgullosamente promueve y garantiza para otras personas que tienen el derecho legal al trabajo.

Por un lado, las trabajadoras sexuales deben pagar impuestos sobre sus ingresos, pero la “oficina tributaria no acepta ‘prostitución’ o ‘trabajo sexual’ como una empresa” y, así, no pueden registrarse como negocio (Dodillet and Östergren 1011, 6). Si trabajan independientes o para otro, el gobierno no las registrará como ‘empleadas’. Deben registrarse como empresa.

Cualquier trabajador que desempeñe una actividad laboral legal puede registrarse como empresa, pero no las trabajadoras sexuales. El gobierno las obliga a infringir la ley: las alternativas son mentir, registrarse como empresa en otra categoría, o no pagar impuestos. Si no se registran, no pueden participar en los beneficios de la seguridad social disponibles para los demás trabajadores. La ley las impide trabajar abierta y honestamente y también las impide tener acceso a las protecciones laborales en los mismos términos que los otros trabajadores.

Las trabajadoras sexuales no tienen derechos laborales y no se las permite emprender acciones que hagan su trabajo más seguro o más cómodo. Suecia tiene una extensa y admirable serie de leyes laborales para los trabajadores, pero esas leyes no se aplican a las trabajadoras sexuales. En su lugar, las leyes suecas impiden a las personas que venden servicios sexuales trabajar en un ambiente seguro.

Nadie puede regentar un burdel, alquilar un apartamento, habitación o habitación de hotel, ayudar a encontrar clientes, actuar como guardia de seguridad o publicar anuncios para las trabajadoras sexuales. Esto, a su vez, implica que las trabajadoras sexuales no pueden trabajar juntas, recomendarse clientes unas a otras, anunciarse, trabajar en un inmueble (alquilado o de su propiedad) ni siquiera convivir con un compañero (ya que el compañero es probable que comparta parte de cualquier ingreso derivado del trabajo sexual)  (Dodillet y Östergren 2011, 4). Ningún otro trabajador empleado en una ocupación legal se ve totalmente impedido de trabajar.

Todas las personas que trabajen en ocupaciones legales deberían tener el mismo derecho a las protecciones legales. No importa si están empleados en la minería del carbón, en el trabajo sexual o en la venta de mercancías. Como se discute más abajo, leyes similares han sido declaradas inconstitucionales y derogadas en Canadá.

EVALUACIÓN DE LA EVIDENCIA EXISTENTE  SOBRE LOS EFECTOS DE LA LEY SUECA [8]

Para poder decir que ha tenido éxito, el gobierno sueco debe ser capaz de presentar pruebas fiables de que la ley ha reducido de hecho el número de hombres que compran sexo, el número de mujeres que lo venden y el número de personas víctimas de trata con fines de explotación sexual. Un detenido examen de los informes del gobierno y otras investigaciones, revela que las pretensiones de Suecia de haber tenido éxito no están sustentadas por ninguna prueba fiable. Sin embargo, el último informe del gobierno concluye que la ley “ha tenido el efecto buscado y es un importante instrumento para prevenir y combatir la prostitución” (Skarhed 2010, 11).

Es importante dejar claro desde el comienzo que el mandato para el Informe Skarhedgarantizó que los resultados no proporcionarían apoyo alguno para la retirada de la ley de prostitución: “Un punto de partida de nuestro trabajo ha sido que la compra de servicios sexuales debe seguir penalizada” (Skarhed 2010, 4). En consecuencia, el informe final no podría contener ninguna prueba de fallos de la ley; sólo podría informar  de éxitos, incluso sin pruebas.

Cuando fue publicado el informe, los lectores en lengua sueca señalaron enseguida  los defectos en la investigación y criticaron sus afirmaciones no probadas. En ese mismo momento, los lectores en lengua inglesa sólo tenían acceso a un resumen, que contenía sólo declaraciones positivas. En consecuencia, los informes en la prensa y las páginas web en lengua inglesa son, al día de hoy, casi uniformemente positivos. Sólo meses más tarde publicó el gobierno traducciones al inglés del texto del informe. Estas fuentes son el objeto del presente trabajo.

La crítica más extensa publicada en inglés procede de las expertas suecas Susanne Dodillet y Petra Östergren, en 2011. Han seguido la implementación de la ley durante muchos años y observan que:

el problema con estas afirmaciones [del gobierno] es que, si se las examina cuidadosamente, no aparecen sustentadas por hechos o investigaciones comprobables. Tan pronto como se publicó la evaluación oficial, fue también criticada desde varias direcciones.  *** La crítica se ha centrado sobre todo en la falta de rigor científico de la evaluación: no tuvo un punto de partida objetivo, ya que los términos de referencia dados fueron que la compra de sexo debería seguir siendo ilegal; no hubo una definición satisfactoria del término prostitución; no tuvo en cuenta la ideología, el método, las fuentes y los posibles factores de confusión; hubo inconsistencias, contradicciones, referencias incoherentes, comparaciones irrelevantes o sesgadas, y las conclusiones se hicieron sin carácter especulativo (Dodillet y Östergren 2011, 2; ver también el informe del gobierno australiano por Wallace (sin fecha)).

A continuación, repasamos las afirmaciones específicas del Informe Skarhed.

No hay pruebas de que la ley haya reducido el número de compradores de sexo

La ley ha sido aplicada casi de forma exclusiva contra los clientes de las trabajadoras sexuales de calle, pero el gobierno no tiene ninguna prueba de que haya disminuido el número de compradores de sexo desde que la ley se hizo efectiva. No saben cuántos hombres estaban solicitando en la calle antes o después de la ley. No saben si los hombres se desplazaron de las calles a los pisos y a internet, o fuera del país. No han recogido tales datos y, por tanto, no pueden demostrar ningún éxito en el logro del objetivo principal de la ley.

El informe plantea la posibilidad de que algunos hombres hayan cambiado su conducta como resultado de la ley. Cita una encuesta de 2008 en la que “varios de los hombres encuestados” decían que la ley les había hecho dejar de comprar sexo (Skarhed 2010, 32).

El informe también informó de que sólo el 8% de los hombres dijeron que habían comprado sexo, comparado con el 13,6% en 1996 (Skarhed 2010, 32). Sin embargo, los informes de las personas acerca de su propia conducta socialmente inaceptable no es prueba de su conducta real. De hecho, si la ley ha conseguido estigmatizar la compra de sexo como pretendía, es lógico, en consecuencia, que los hombres quisieran evitar el estigma diciendo que ya no estaban implicados en el “sexo malo”.

Aunque el miedo a la detención y a la exposición pública son ciertamente fuertes elementos disuasorios, no son una garantía de cambio de conducta. De hecho, la investigación, incluida la investigación del gobierno, revela la ineficacia de la ley sobre los compradores de sexo: “la mayor parte de los hombres dijeron lque la prohibición no había supuesto ningún cambio para ellos” y “para muchos hombres, la prohibición no les supone ninguna preocupación, ya que la mayoría compran sexo en el extranjero”. (Dodillet y Östergren 2011, 14-15). Incluso el gobierno admite que es “más corriente comprar sexo en el extranjero que en Suecia” (Skarhed 2010, 32).

El informe no contiene ninguna información sobre la nacionalidad o la etnia de los hombres que han sido detenidos. En muchos países, los clientes de las trabajadoras sexuales de calle son más pobres y tienen un nivel menor de educación que los hombres que compran en pisos o por internet. Son también, en un número desproporcionadamente elevado, inmigrantes u hombres de color. Dado que un gran porcentaje de las trabajadoras sexuales de calle en Suecia son mujeres inmigrantes (Skarhed 2010, 20), tiene sentido pensar que un gran porcentaje de sus clientes lo son también. Si es este el caso, entonces centrarse en el trabajo sexual de calle significa que la ley es principalmente una herramienta de lucha contra la inmigración. Es necesario investigar esta cuestión.

No hay pruebas de que la ley haya reducido el número de trabajadoras sexuales

El gobierno había esperado que un aumento de las detenciones conduciría también a una disminución del número total de mujeres que venden sexo. En 1998, había entre 1.850 y 2.500 (quizás hasta 3.000) trabajadoras sexuales y de ellas, alrededor de 730 trabajaban en la calle (Dodillet y Östergren 2011, 8; Skarhed 2010, 20).

El gobierno no sabe si hay algún cambio en el número total de trabajadoras sexuales. En 2007 —ocho años después de que se implementara la ley— concedió que “no podemos dar ninguna respuesta precisa [a la  cuestión de si la prostitución había aumentado o disminuido]. Como mucho, podemos discernir que la prostitucíon de calle está volviendo lentamente, tras desaparecer rápidamente al comienzo de la ley” (Swedish National Board 2007, 63). Concluyó que “no se puede probar que haya relaciones causa-efecto entre la legislación y los cambios en la prostitución (Swedish National Board 2007, 46).

Sin embargo, el gobierno asegura ahora su creencia infundada de que “es razonablesuponer que la prostitución habría también aumentado en Suecia si no hubiéramos prohibido la compra de servicios sexuales. Por tanto, la penalización ha contribuído a combatir la prostitución” (Skarhed 2010, 8-9, énfasis añadido)[9]

Trabajo sexual de calle. El gobierno afirma también que el 50% de las trabajadoras sexuales de calle han dejado la prostitución desde que se implementó la ley. Un cuidadoso examen del Informe de 2010 revela que tampoco existen pruebas que sustenten esta afirmación.

Es cierto que el número de trabajadoras sexuales de calle disminuyó de 730 en 1998 a alrededor de 300 a 430 hace dos años (Skarhed 2010, 12).

La reducción total de prostitución callejera es de alrededor del 50%. Pero el gobiernosupone que esa reducción es real —que las mujeres no se mudaron a internet o a pisos y que la reducción ha sido a causa de la ley. “Es razonable suponer que la reducción en la prostitución de calle en Suecia es un resultado directo de la penalización” y que la ley “no ha llevado a un cambio de entornos, esto es, de la calle a internet” (Skarhed 2010, 7, 8, 20 énfasis añadido). Esta afirmación es repetida rutinariamente por el gobierno y sus defensores como ‘prueba’ de que la ley funciona.

Al mismo tiempo, el informe revela que el gobierno no sabe cuántas “prostitutas previamente callejeras” se han cambiado a “internet u otros métodos alternativos de contacto” (Skarhed 2010, 21). Concede que “es difícil determinar si los cambios en la prostitución son un resultado de la prohibición o de otras medidas o circunstancias”  (Skarhed 2010, 35).

Existen algunos indicios de que las trabajadoras sexuales de calle se han mudado a pisos y a internet. Elizabeth Bernstein,  que dirigió una investigación con trabajadoras sexuales suecas, informa de que las mujeres le dijeron que la prostitución había pasado a la clandestinidad y que “las callejeras se habían cambiado a diferentes formas de establecimiento de contacto con los clientes, recurriendo principalmente a los teléfonos móviles o a internet” (Bernstein 2007, 153; ver también Clausen 2007, 5).

El gobierno está también de acuerdo en que la venta de sexo por internet está aumentando, pero no puede establecer quién está ocasionando ese aumento —nuevas trabajadoras sexuales o antiguas trabajadoras sexuales de calle. Hace notar que de 78 personas que vendían sexo por internet en una región, “61 se cree que eran nuevas personas que no habían estado activas en el mercado en el año precedente” (Skarhed 2010, 21). No sabe quiénes son esas nuevas personas. Dada la total falta de datos sobre la prostitución en internet y en pisos, el gobierno sencillamente no puede afirmar que la caída en el trabajo sexual de calle es ‘real’.

De la misma forma, no hay datos de cuántas mujeres dejaron el trabajo sexual o salieron del país después de que la ley fue implementada. Aunque el gobierno afirma que (algunas) mujeres que han dejado la prostitución apoyan la ley, otros investigadores afirman que las trabajadoras sexuales están muy descontentas con el trato que reciben de los proveedores de servicios sociales (Danna 2007, 36-37).

Finalmente, la ley ha cambiado la naturaleza del trabajo sexual de calle. El gobierno concede que una proporción mayor de las mujeres de la calle son ahora inmigrantes (Skarhed 2010, 20). Parece, pues, que la ley no ha detenido la inmigración a Suecia de trabajadoras sexuales.

Presumiblemente, esas mujeres están en el país sin papeles, y de esta manera trabajan ahora en un entorno que las deja más expuestas al abuso y la explotación por terceros.

Trabajo sexual en pisos. El gobierno admite que es incapaz de asegurar si la ley ha tenido algún efecto sobre el trabajo sexual en pisos (Skarhed 2010, 20-23; Swedish National Board 2007, 63; Norwegian Ministry 2004, 23). No sabe cuántos adultos trabajaban en pisos antes de la ley, ni cuántos lo hacen ahora. Reconoce que hay una tendencia hacia una disminución del trabajo sexual de calle y un aumento del trabajo sexual en pisos a partir de la nueva ley  (Skarhed 2010, 20-23; Swedish National Board 2007, 30; Swedish National Board 2003, 27).

Sin embargo, dado que ya había una tendencia antes de la ley a cambiarse a pisos y a internet, las campañas de la policía contra la prostitución de calle podrían haber empujado a más mujeres a dejar la calle a fin de evitar el acoso policial. Otra posible explicación es que las mujeres se han ido todas del país. Falta investigación en este asunto.

No hay pruebas de que la ley haya reducido la trata en la prostitución

La definición sueca de “trata” es coherente con el punto de vista de que todas las trabajadoras sexuales son siempre víctimas. Bajo la ley sueca, “trata” incluye “explotación para relaciones sexuales informales o de cualquier otra manera; explotada con fines sexuales” (Swedish Penal Code, ch. 4). En otras palabras, ‘trata’ significa cualquier prostitución que implique a terceros, tales como un club, un asistente, un servicio telefónico o un burdel, incluso cuando no haya forzamiento, fraude o coacción. Así, cuando el gobierno dice que hubo de 400 a 600 víctimas de trata en 2004 (Skarhed 2010, 29), quiere decir que hubo de 400 a 600 mujeres trabajando en prostitución con ayuda de terceros. Este enfoque infla el número de ‘víctimas de trata’ porque incluye a mujeres que están trabajando libremente con un tercero y que no están siendo forzadas o coaccionadas a trabajar.

El gobierno no sabe si ha habido algún cambio en el número de ‘trabajadoras sexuales explotadas’ entre 1999 y 2010, cuando se publicó el Informe Skarhed (Skarhed 2010, 29). Admite que “no tiene un conocimiento completamente fiable de la incidencia de la trata de personas con fines de explotación sexual en Suecia” (Skarhed 2010, 35).

En su lugar, se fía de declaraciones hechas por la policía sueca que dice que “la prohibición de compra de servicios sexuales actúa como una barrera para los que practican la trata” (Skarhed 2010, 9).

De hecho, lo opuesto podría ser fácilmente cierto —es posible que la auténtica trata (implicando forzamiento, fraude o coacción) haya aumentado debido a que las trabajadoras sexuales necesitan ahora la ayuda de terceros para asegurarse de que los clientes están a salvo del control de la policía. Sin embargo, no hay datos sobre esta cuestión.

La tasa de procesamientos sigue siendo baja. La Policía Nacional informó de que la ley no ha llevado a más información sobre la trata, que era uno de los objetivos deseados. Según la Policía Nacional, “nadie resultó convicto por trata de personas con fines de explotación sexual” en 2009 (Swedish National Police 2010, 10).[10] Los documentos del gobierno revelan que tan sólo 22 personas resultaron convictas de 2003 a 2009 (Dodillet y Östergren 2011, 13). La media es 2,75 convicciones al año durante ocho años. Una explicación de las bajas tasas de convicciones podría ser el hecho de que un gran porcentaje de las así llamadas víctimas de trata no son en absoluto auténticas víctimas, ya que trabajan voluntaria y libremente.

La opinión pública apenas ha cambiado

El gobierno afirma que la ley “tenía la intención de reflejar la actitud de la sociedad de que la prostitución es un fenómeno social indeseable” y, lleno de orgullo, informa de que el cambio en la opinión pública es “tan grande” que “debe ser interpretado en el sentido de que la prohibición en sí misma ha tenido un efecto normativo” (Skarhed 2010, 19, 31). En otras palabras, el experimento de ingeniería social —al menos por lo que respecta a la opinión pública (no a su conducta)— es un éxito.

Sin embargo, en 2008 una encuesta de opinión pública encontró que, aunque el apoyo a la ley era elevado, había cambiado poco desde 1999, particularmente entre las mujeres. “El apoyo de las mujeres a la ley ha permanecido relativamente constante alrededor de un 80%, mientras que entre los hombres el apoyo ha descendido algo, del 70 al 60%, entre 1999 y 2008” (Kuosmanen 2011, 253).

Además, la “mayoría de los que contestaron… están a favor de la penalización de la venta de servicios sexuales” (Kousmanen 2011, 260). Sesenta y seis por ciento de las mujeres y 49% de los hombres están a favor de penalizar a las trabajadoras sexuales (Kousmanen 2011, 254). En 1999, 78% de las mujeres pensaban que también las trabajadoras sexuales tenían que ser penalizadas. Así, aunque hay un ligero descenso en las opiniones contra el trabajo sexual de las mujeres, no hay pruebas de que este descenso esté ligado en absoluto al relato de la ‘mujer prostituída victimizada’. De hecho, un alto porcentaje de mujeres suecas sigue teniendo opiniones negativas de las trabajadoras sexuales. Una habría pensado que las mujeres en particular habrían cambiado sus opiniones para alinearse con la retórica gubernamental acerca de las mujeres prostituídas victimizadas. Pero, quizás, el otro mensaje del gobierno de que la prostitución es mala es el mensaje más potente.

Es también extremadamente interesante notar que un largo porcentaje de mujeres no ve a la prostitución como un asunto de violencia contra las mujeres. En su lugar, lo ven como un problema de gente que tiene una mala conducta y debería ser castigada. Kuosmanen piensa que los encuestados pro-penalización podrían ver la penalización como una cuestión de igualdad y quieren que las mujeres sean “igualmente responsables ante la ley” como compradoras de sexo (Kousmanen 2011, 260). Desgraciadamente, no ha habido ningún diálogo nacional sobre otras maneras de abordar la prostitución —por ejemplo, apoyando los derechos laborales para las trabajadoras sexuales— y así al público sólo le han dejado las opciones de oponerse a la ley, apoyarla o ampliarla para penalizar también a las vendedoras de sexo.

Así que no hay una ‘única’ opinión o punto de vista sueco. Como mucho, parece que cerca de la mitad de la población está insatisfecha con la ley por insuficiente, ya que no penaliza a las vendedoras de sexo. El gobierno no puede afirmar que existe un cambio universal, ni siquiera mayoritario, en la opinión pública como consecuencia de la ley.

CONSECUENCIAS NEGATIVAS DE LA LEY

La ley sueca ha tenido muchas consecuencias negativas para las trabajadoras sexuales de calle. Sin embargo, el informe dedica menos de dos páginas al tema (Skarhed 2010, 32-34) y desestima la mayor parte de las alegaciones de daño como indocumentadas o no probables. Otros investigadores y trabajadoras sexuales no están de acuerdo.

Mayor riesgo de violencia

Aunque no hay ningún estudio fiable sobre el tema, las trabajadoras sexuales “expresan miedo a una mayor violencia, así como a un aumento real de la misma” (Dodillet y Östergren 2011, 23; ver también Scoular 2010, 20; Hubbard 2008, 147; Norwegian Ministry 2004, 12-14; Östergren 2004, 2, 5).

El Informe Skarhed señala que un informe del gobierno de 2003 hablaba de un mayor riesgo, a causa de un aumento de la competencia entre las mujeres al disminuir el número de clientes. Sin embargo, desestima la información y culpa a las propias mujeres de la violencia. Confía en unas pocas declaraciones de la policía y de algunas mujeres que dejaron la prostitución para afirmar que la causa real es la presencia de más heroína (Skarhed 2010, 33).

De esta manera, el gobierno intenta desdeñosamente rehuir cualquier responsabilidad por la violencia causada por la ley, echando la culpa de tal violencia a las propias mujeres. Su pretensión de tener “las manos limpias” no es sorprendente, ya que el informe tiene que rechazar cualquier preocupación o evidencia que pudiera reforzar las peticiones de derogación de la ley.

Trabajadoras sexuales e investigadores dice también que la campaña contra el trabajo sexual de calle ha forzado a las mujeres a mudarse a lugares más ocultos y, por tanto, potencialmente más peligrosos. Los hombres que todavía andan por la calles son, según informes, los más peligrosos, mientras que los clientes más amables o seguros se han mudado a Internet (Ministerio Noruego 2004, 12-14; Östergren 2004, 3). Esta situación ha empujado a las mujeres a aceptar clientes de mayor riesgo que pueden resultar violentos.

El gobierno ha fracasado también en tratar adecuadamente la situación de violencia contra las trabajadoras sexuales inmigrantes. Las inmigrantes indocumentadas son deportadas (Kulick 2005, 209-210) y, en consecuencia, las trabajadoras sexuales inmigrantes indocumentadas comprensiblemente es improbable que denuncien la violencia a la policía. Los clientes pueden ser detenidos, así que ahora es presumiblemente más improbable que informen de casos de abuso o de posible trata de trabajadoras sexuales a la policía. Esta situación aumenta claramente la vulnerabilidad…

Al desplazarse las trabajadoras sexuales a lugares más escondidos para evitar a la policía,  pueden terminar en manos de terceros que les ayuden a ocultarse de la policía y encontrar clientes (Dodillet y Östergren 2011, 22; Swedish National Board of Health and Welfare 2007, 4-48; Bernstein 2008, 154, 163). Si esto resulta en un aumento o una disminución de la violencia no se sabe. El gobierno no trata este tema en su informe de 2010.

En lugar de considerar todos estos posibles resultados negativos y dañinos de la ley, el gobierno, por una parte, admite que “no hay estadísticas acerca de los casos informados por la policía y por los expedientes penales referentes a ataques contra personas implicadas en la prostitución” pero, por otra parte, todavía concluye que la ley no ha aumentado el “riesgo de abuso físico” (Skarhed 2010, 9, 33).

Obviamente, el gobierno debería dejar de culpar a las víctimas y llevar a cabo una investigación objetiva, metodológicamente correcta, para investigar la relación entre la ley y la violencia contra las trabajadoras sexuales.

El gobierno debería tomar nota del reciente caso canadiense en el que los jueces señalaron directamente como culpables del aumento de la violencia a leyes que —como la de Suecia— impiden a las mujeres trabajar con seguridad. En Canadá, como en Suecia, es legal vender sexo pero, en Canadá, también es legal la compra de sexo. Canadá, como Suecia, tiene leyes que impiden a las trabajadoras sexuales trabajar con seguridad. Así las cosas, varias trabajadoras sexuales, unas retiradas y otras en activo, impugnaron tres leyes que las obligaban a escoger entre trabajar en condiciones seguras y ser detenidas o trabajar sin seguridad. Un tribunal canadiense ha dictaminado que las leyes que penalizan (1) los actos de vivir de las ganancias de la prostitución, (2) poseer un burdel, y (3) comunicarse en público con fines de prostitución (solicitación) son inconstitucionales, ya que impiden a las trabajadoras sexuales tomar medidas que hagan su trabajo más seguro (Bedford 2010, 5-6). El tribunal consideró que “las leyes, individualmente y en conjunto , fuerzan a las prostitutas a escoger entre su libertad y su derecho a la seguridad de las personas” (Bedford 2010, 5).

Estas tres disposiciones impiden a las prostitutas tomar precauciones, algunas extremadamente rudimentarias, que puedan reducir el riesgo de sufrir violencia. Las prostitutas tienen que decidir entre su libertad y la seguridad de sus personas. Así, aunque es en último extremo el cliente el que inflige violencia a una prostituta, desde mi punto de vista la ley contribuye de forma suficiente a impedir a una prostituta tomar medidas que pueda reducir el riesgo de una violencia tal (Bedford 2010, 94).

En marzo de 2012, el Tribunal de Apelaciones de Ontario publicó su revisión del caso. Para empezar, rechazaba el argumento de los partidarios de las leyes de que las trabajadoras sexuales elegían trabajar en una ocupación peligrosa por “una decisión personal” (Bedford Appeal 2012, 54). En otras palabras, que la violencia era culpa de ellas. El Tribunal rechazó este intento de estigmatizar a las trabajadoras sexuales y justificar la discriminación. Estableció que el argumento de los recurrentes

… implica que aquellos que deciden implicarse en el comercio del sexo no son, por esta razón, merecedores de la misma protección constitucional que aquellos que se implican en otras empresas peligrosas, aunque legales. El Parlamento ha decidido no penalizar la prostitución. A los ojos de la ley penal, la prostitución es tan legal como cualquier otra actividad comercial que no esté prohibida. La afirmación de que una prohibición mediante una ley penal aumenta el riesgo de daño físico a las personas que practican prostitución debe… ser examinada del mismo modo que cualquier otra afirmación de que una prohibición mediante una ley penal aumente el riesgo de daño físico para las personas implicadas en cualquier otra actividad comercial legal(Bedford Appeal 2012, 55, énfasis añadido).

Llegó a estar de acuerdo con el tribunal inferior en que la ley que prohibía los burdeles era inconstitucional (aunque el Parlamento podría decidir su regulación) (Bedford Appeal 2012, 7). Decidió también que la ley que penaliza vivir de las ganancias de la prostitución estaba pensada para ser aplicada sólo a los explotadores; su intención no era penalizar, por ejemplo, a los miembros de la familia, empleados, agentes, caseros o proveedores de servicios. Así, el tribunal limitó la ley para que cubriera sólo a aquellos que ‘explotan’ a las trabajadoras sexuales (es decir, proxenetas) (Bedford Appeal 2012, 7).

El Tribunal de Apelación dividió en dos partes el tema de la ley de solicitación. El tribunal inferior había considerado que la disposición anti-solicitación era inconstitucional. Declaró que las trabajadoras sexuales de calle se enfrentaban a “un alarmante grado de violencia” y que la ley anti-solicitación las impedía “seleccionar clientes en una primera y crucial fase de cualquier transacción potencial, poniéndolas por tanto en un mayor riesgo de violencia” (Bedford 2010, 94). Para evitar ser detenidas por solicitación, los compradores de sexo negocian rápidamente, lo que impide a las trabajadoras sexuales tomarse su tiempo para seleccionar al cliente.

Sin embargo, tres de cinco de los jueces del Tribunal de Apelación rechazaron este razonamiento porque supusieron que la mayor parte de las trabajadoras sexuales trabajará en interior ahora que los burdeles son legales y declararon que existe “limitada evidencia” de que poder tener “una comunicación cara a cara con los clientes mejore la seguridad de las prostitutas de calle” (Bedford Appeal 2012, 127).

No obstante, dos jueces discreparon nítidamente de esta conclusión y apoyaron la opinión del tribunal inferior de que la disposición es inconstitucional (Bedford Appeal 2012, 148). El siguiente paso será una posible revisión del caso por el Tribunal Supremo.

Las leyes suecas pueden ser también inconstitucionales, así como contrarias a la Convención Europea sobre Derechos Humanos. Más áun, es probable que, al excluir a las trabajadoras sexuales del acceso a los derechos laborales y otros derechos en situación de igualdad con otros trabajadores, las leyes suecas que controlan las actividades relacionadas con la prostitución violen también las leyes laborales suecas y la Convención Europea. Quizás ha llegado el momento de que alguien emprenda una acción judicial en Suecia (y en Finlandia, Noruega e Islandia).

Menor número de hombres testificando en casos de trata y abusos

Los clientes informan a menudo de casos de abuso y cooperan con la aplicación de la ley[11]. Aunque no hay datos sobre este asunto, es razonable pensar que si fueran a ser acusados de solicitación de prostitución, no querrían denunciar crímenes o ayudar a las trabajadoras perseguidas. “Los clientes se exponen a chantajes y robos, y el estigma asociado a la compra de sexo significa que las personas a menudo tienen que dejar sus trabajos y posiciones, incluso por una mera sospecha” (Dodillet y Östergren 2011, 21). Este asunto no ha sido tratado en el Informe Skarhed.

Mayor estigma contra las trabajadoras sexuales

Las trabajadoras sexuales informan de que la penalización de los clientes en Suecia ha reforzado y aumentado el estigma social [12]. No hay que extrañarse, pues, de que el gobierno estimule abiertamente el aumento del estigma. El informe declara que los efectos negativos del estigma debidos a la ley “deben ser vistos como positivos desde la perspectiva de que el propósito de la ley es, ciertamente, combatir la prostitución” (Skarhed 2010, 34, énfasis añadido). Con otras palabras, los muchos daños que causa el estigma social son, de hecho, un resultado positivo de la ley, ya que el estigma puede empujar a las mujeres hacia otros tipos de trabajo.

El gobierno no debería implicarse en una campaña contra las trabajadoras sexuales, que no son criminales y tienen el derecho legal a vender sexo. Ni debería estar promoviendo la discriminación contra las trabajadoras sexuales. Presumiblemente, el sistema legal de Suecia garantiza la igualdad y la libertad frente a la discriminación. En lugar de apoyar estos derechos humanos básicos, el gobierno está, de hecho, animando al público a discriminar negativamente e ignorar los derechos de las trabajadoras sexuales. Estos abusos de derechos básicos deben cesar.

Más acoso de la policía

Kulick informa de que el acoso de la policía ha aumentado: las trabajadoras sexuales “pueden ser forzadas a comparecer ante el tribunal para testimoniar en contra del cliente” y deben comparecer incluso si se niegan a testificar. Cuando son “sorprendidas con un cliente, sus pertenencias son registradas y pueden ser cacheadas.” Sus pertenencias —como, por ejemplo, condones— pueden ser confiscadas como prueba (Kulick 2000; ver también Dodillet y Östergren 2011, 22; Danna 2007, 37).

La aplicación de la ley a las trabajadoras sexuales —que no son criminales y tienen el derecho legal a vender sexo— no fue tratado en el informe de 2010. El gobierno debería investigar las prácticas policiales para comprobar que la ley no lleva a abusos policiales contra las trabajadoras sexuales. Desde luego, en la medida en que el gobierno está implicado en una campaña para estigmatizar a las trabajadoras sexuales, la policía tendría razones para pensar que pueden tratar a las trabajadoras sexuales como le plazca.

Consecuencias negativas para la salud

En general, al hacerse las trabajadoras sexuales más clandestinas, tienen menos acceso a los servicios sanitarios y tienen menos posibilidades de intercambiar información acerca de los clientes de riesgo, de la salud o de otros temas. [13] El acceso a condones y a información sobre prácticas sexuales seguras son esenciales para promover la salud entre las trabajadoras sexuales, los clientes y el público en general.

Así, cuando la policía confisca condones para utilizarlos como prueba de prostitución, están minando directamente la salud de las trabajadoras sexuales, de los clientes y de sus otros compañeros sexuales. La confiscación hace más probable que los clientes rehusen utilizar condones y que las trabajadoras sexuales y los burdeles carezcan de ellos. Aumenta también el riesgo de que las personas realicen prácticas de sexo inseguro, lo que puede conducir a un aumento de las infecciones de transmisión sexual y de VIH.

El estigma y la penalización de la prostitución son problemáticos para la salud. El Defensor del Pueblo contra la Discriminación sueco (Swedish Discrimination Ombudsman) ha manifestado su preocupación por que el aumento del estigma (con tanta fuerza aprobado por Skarhed) lleve a un empeoramiento de la salud de las trabajadoras sexuales y sus clientes, incluído el VIH/SIDA (Dodillet y Östergren 2011, 24).

Anand Grover, Relator Especial de la ONU para el derecho de todos a la salud, está también extremadamente preocupado por el impacto que la penalización de la prostitución tiene en la salud de las trabajadoras sexuales y sus clientes. Ha declarado que “la penalización de la conducta sexual privada y consensuada entre adultos” impide a las trabajadoras sexuales acceder a servicios, terapias y tratamientos, “llevando a unas peores perspectivas de salud para las trabajadoras sexuales, en la medida en que pueden temer consecuencias legales o acoso y juicios” (UN Special Rapporteur 2010, 10, 12-13).

El impacto de la ley sueca sobre la salud de las trabajadoras sexuales, los clientes y sus otros compañeros sexuales no fue incluído en el informe de 2010.

CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES

El informe realizado por el gobierno sueco y otros investigadores revela que las pretensiones de éxito del gobierno no están sustentadas por los hechos. No hay prueba de que haya menos hombres comprando sexo, menos mujeres vendiéndolo o menos personas víctimas de trata con fines de explotación sexual. Como mucho, el gobierno puede demostrar que ha habido una reducción en la prostitución de calle, pero no puede explicar la causa de esta reducción. También muestra que existe apoyo público a la ley, pero incluso esta reivindicación es controvertida.

Es evidente, pues, que el experimento de ingeniería social de Suecia ha fracasado. El intento de cambiar la conducta sexual privada mediante la fuerza coactiva y la amenaza de la ley penal no ha funcionado, porque la ley penal no puede forzar a la gente a ser “más igual”en sus vidas sexuales privadas y consensuadas —incluso en Suecia. La ley penal es una herramienta roma e inefectiva para cambiar tal conducta privada. No ha detenido la prostitución en Estados Unidos, donde un siglo de leyes que penalizan a los compradores y a las vendedoras de sexo no ha conseguido tener ningún efecto —excepto el de fichar a la gente en registros penales que les hacen casi imposible conseguir otro trabajo.

Suecia podría haberse ahorrado el bochorno del fracaso si tan sólo hubiera prestado atención a la evidencia de fracaso que es fácilmente disponible de otros países donde la prostitución está penalizada, como los Estados Unidos.

En lugar de seguir apoyando y promoviendo un experimento fracasado, es hora de que el gobierno sueco haga un enfoque basado en la evidencia y en el respeto a los derechos. Debería:

1.    Dejar de hacer reivindicaciones sin fundamento de ‘éxito’ y dejar de promover la ley como un ‘modelo’ para otros gobiernos. Lo ideal sería que reconociera el carácter políticamente motivado del Informe Skarhed y retirarlo de las páginas web del gobierno.

2.    Revocar la ley.

3.    Centrarse en la trata con fines de explotación sexual y de menores con fines de explotación sexual, incluyendo la implantación de completos servicios y asistencia que  garanticen la salud y la seguridad de las víctimas.

4.    Trabajar con jóvenes de la calle y sin hogar para desarrollar los programas que desean y necesitan para ayudarles a salir de las calles e identificar estrategias para prevenir que otros niños se queden sin hogar o recurran a la prostitución para sobrevivir.

5.  Trabajar con las trabajadoras sexuales adultas a fin de desarrollar una estrategia sin prejuicios, participativa y basada en la evidencia para proporcionar los servicios y la asistencia que han sido identificados por las trabajadoras sexuales como necesarios para apoyar a aquellas que quieran dejar el trabajo sexual voluntariamente.

6.Aceptar la realidad de que algunas mujeres (y hombres y transexuales) decidirán continuar en la prostitución, y garantizar que se les proporcionará las mismas protecciones legales —laborales y de cualquier otro tipo— que las que disfrutan los demás trabajadores.

7.  Adoptar un nuevo enfoque que valore la investigación independiente, no sesgada y metodológicamente correcta y que incluya las voces de las partes concernidas, incluídas trabajadoras sexuales y jóvenes.

8.  Encargar un estudio independiente, no partidista, y metodológicamente correcto que recoja información —de todas las fuentes, incluídas trabajadoras sexuales y jóvenes— para documentar y evaluar el impacto real que toda la serie de leyes y políticas relacionadas con la prostitución tienen sobre las trabajadoras sexuales, los compradores de sexo, los inmigrantes y las víctimas de trata.

A continuación, otros gobiernos, como el de Israel, que están proponiendo adoptar una ley como la de Suecia, deberían considerar si desean malgastar los escasos recursos y el capital político en una ley fallida y que, además, se ha demostrado nociva. Esos países podrían, en cambio, considerar la adopción de los pasos antes citados para desarrollar auténticas soluciones basadas en la evidencia y en el respeto a los derechos, en vez de en la ideología y las emociones.

Los gobiernos que adopten estas mínimas medidas para garantizar que sus leyes y sus políticas ‘no hacen daño’, garantizarán que están apoyando e implementando los estándares internacionales de derechos humanos, como todos los gobiernos —incluído el de Suecia— han prometido hacer.

Al mismo tiempo, las trabajadoras sexuales y sus aliados activistas en Suecia, Noruega, Finlandia e Islandia, y otros países donde la venta de sexo es legal, podrían leer cuidadosamente el caso Bedford y considerar la posibilidad de emprender una acción legal en contra de las leyes de sus respectivos países, basándose en semejantes  fundamentos. También merecería la pena considerar la conveniencia de alegar discriminación y falta de derechos laborales y de otros tipos, además de las alegaciones referidas a la violencia como en el caso Bedford.

REFERENCIAS

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Wallace, Bob, Principal Policy Officer, The Ban on Purchasing Sex in Sweden: The so-called ‘Swedish Model’, Office of the Australian Prostitution Licensing Authority (undated)

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Contacto:

Ann Jordan, Director, Program on Human

Trafficking and Forced Labor

Center for Human Rights and Humanitarian Law

American University Washington College of Law

4801 Massachusetts Avenue, NW

Washington, DC 20016 USA

ajordan@wcl.american.edu

www.rightswork.org

Este proyecto fue hecho posible con la generosa ayuda de Global Fund for Women, la Foundation to Promote Open Society y dos donantes anónimos.

Las opiniones, hallazgos y conclusiones o recomendaciones expresados en esta publicación son los del Program on Human Trafficking and Forced Labor y no reflejan necesariamente las opiniones de sus financiadores.

© Copyright 2012. American University Washington College of Law. In the spirit of the United Nations’ encouragement of collective efforts at the international level (Resolution 49/184), this document is placed in the public domain and put at the disposal of all interested persons to consult it or use it. Reproduction is authorized provided that: (1) the text is reproduced in its entirety without changes, (2) reproduction is for educational ends and not for commercial use and (3) credit is given to Program on Human Trafficking and Forced Labor, Center for Human Rights and Humanitarian Law, American University

Washington College of Law.


[1] Según el Oxford English Dictionary, ingeniería social es el “uso de planificación centralizada en un intento de manipular el cambio social y regular los futuros desarrollo y comportamiento de una sociedad”.

http://www.oed.com/view/Entry/272695?redirectedFrom=social%20engineering#eid

[8] Para información sobre los efectos de las leyes de penalización, legalización y despenalización, ver el próximo número de Issue Paper dedicado a trata de seres humanos y trabajo sexual.

[9] Una evaluación de la ley sueca hecha por el gobierno noruego en 2004 (basada en materiales suecos y en sus propias observaciones) también concluyó que era imposible determinar la causa de este descenso (Norwegian Ministry 2004, 11).

[10] En un informe policial de 2005, “la policía se quejó  de que había un 19% dedisminución de información acerca de la trata” (Danna 2007, 45). Al mismo tiempo, “ninguna investigación de los compradores de sexo ha llevado nunca al descubrimiento de delitos más serios” (Danna 2007, 45).

[11]Por ejemplo, en 2009, un cliente en el Reino Unido ayudó a una mujer Thai a escapar de sus explotadores. El juez que dictaminó el caso de trata dijo que el hombre danés debería ser “muy encomiado” por sus acciones (The Herald 2009).

[12] La estigmatización del trabajo sexual es un factor clave que mina la salud, la seguridad y los derechos de las trabajadoras sexuales (Crago 2009).

[13] La invisibilidad de las trabajadoras sexuales constituye el mayor obstáculo para llegar a las trabajadoras en términos de educación y prevención de VIH/SIDA y ETS (UNAIDS 2002, 13).

 

El orgullo

La marcha del orgullo gay y el referéndum griego se erigieron el fin de semana pasado en expresiones distintas de un mismo impulso. Aún se sostiene una discrepancia entre las distintas valoraciones de la palabra orgullo. Los diccionarios advierten de que pueden confundirse la arrogancia, la vanidad y un exceso de estimación propia, con ese otro orgullo que nace de causas nobles y virtuosas. Las madres les decían a sus hijos que no fueran orgullosos y sin embargo, cuando traían buenas notas a casa, no disimulaban el orgullo que sentían por ellos. Y así hemos ido apreciando y despreciando el orgullo hasta que Faemino y Cansado mediaron en la discordia titulando su comedia con el expresivo lema de “El orgullo del Tercer Mundo.”

Las marchas del orgullo gay cobraron un sentido absolutamente defendible cuando estaba en juego la dignidad de las personas. Este año hemos celebrado los 10 años de la aceptación del matrimonio gay en España, pero nadie de los que se opusieron con ahínco, insultaron a los promulgadores de la ley y a los defensores civiles de la reforma, ni tan siquiera los que llevaron su prejuicio al Tribunal Constitucional para que negara la igualdad, hayan pedido excusas por su cerrazón. El tiempo tiene la curiosa virtud de imponer su ley pero nunca nos regala a un tipo que reconozca públicamente que se ha equivocado. Es tan complicado que solo das con él si sus excusas responden a una estrategia de imagen urgente y dictada por la supervivencia pública.

En Estados Unidos, ha tenido que ser el Tribunal Supremo quien intervenga para someter a la fuerzas represoras a un cierto orden lógico. Esto significa que el mundo aún necesita de las expresiones de orgullo de quienes son marginados para acabar de concederles un espacio en el que sentirse libres. Ningún avance es fácil, así que casi todos requieren de presión social y las causas nobles encuentran su mejor aliado en un punto de arrogancia y de indómita resistencia. En la votación griega, más que cualquier detalle concreto, se solicitaba al votante un gesto público de su repulsa a sentirse pisoteado, desdeñado e ignorado en la batalla financiera. El orgullo de los griegos fue invitado a expresarse entre ambigüedades, pero vino a recordarle a quien corresponda que el concepto de Europa no es compatible con parte de sus ciudadanos en el desamparo, marginados de unos derechos mínimos, y que todas las cuentas son inaceptables si las personas se contabilizan como ceros a la izquierda.

La verdadera lista de las lesbianas influyentes en España (Actualizada 2015)

Artículo publicado en HULEMS (Hay una lesbiana en mi sopa)

Todos los años un periódico español de cuyo nombre ahora no quiero acordarme saca una lista con los 50 personajes LGBT más poderosos en España. Y está bien que se haga esta lista, que haya una visibilidad y que anualmente, cuando llega el Orgullo, nos recuerden que hay mujeres y hombres en la sociedad española que son homosexuales y que a pesar de ello (o por ello) se han hecho un nombre entre todos los mortales. El problema es que cuando leemos esa lista algunas veces nos quedamos pensando “¿y quién es este?” o también “¿y qué ha hecho, exactamente, esta persona por el colectivo LGBT aparte de pasárselo en grande con una rusa en una bañera?”.

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En HULEMS hoy no queremos restarle méritos a nadie, ni hacer ampollas. No es esa nuestra intención sacando esta lista. Pero sí nos gustaría poner el foco sobre todas aquellas mujeres que es muy posible que no vayan a aparecer en una cabecera nacional bajo la definición de “influyentes”, pero que sí marcan nuestras vidas a diario, bien partiéndose la cara por nuestros derechos, bien alegrándonos la vida con algo tan simple como un vídeo de YouTube. Esas mujeres, en definitiva, que todas conocemos, que nos acompañan en el camino, y que son las que con su trabajo y aportaciones nos han dado un hueco en la sociedad. Por ellas, aquí va la verdadera lista de lesbianas que suman e influyen en España. Hemos enmendado algunas ausencias que hubo el año pasado, y añadido algunas mujeres valientes que se han atrevido durante estos 365 días a dar el paso adelante. Considerad esta nuestra manera de celebrar este Orgullo.

ACTIVISMO/POLITICA…

Ángeles Álvarez

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Diputada socialista desde el año 2000, es conocida por su labor incansable a favor de las leyes de igualdad y contra la violencia machista. Es la primera diputada en declararse públicamente lesbiana. Gracias, Ángeles.

Beatriz Gimeno

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Activista lgtb. Feminista. Icono.  Fue la presidenta de la FELGTB (Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) entre 2003 y 2007. Durante su período como presidenta se aprobó el matrimonio igualitario en España. Gracias, Bea.

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Boti García Rodrigo

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Presidenta de la FELGTB. Activista histórica del movimiento. Gracias, Boti. O como le gusta decir a la presidenta, ¡ni un paso atrás en nuestros derechos!

Twitter | Huffington Post

Violeta Assiego

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Abogada especialista en Derechos Humanos, Vulnerabilidad y Discriminación. Assiego es activista en Amnistía Internacional, coordinadora de estudios y trabajos sobre Pobreza, Exclusión social y Discriminación en Metroscopia. Colabora en diferentes blogs de El País, 20 Minutos y La Voz de Galicia. Gracias, Violeta.

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LITERATURA…

Isabel Franc

ISABEL-FRANC

Aunque muchas la conoceréis como “Lola Van Guardia”, el pseudónimo con el que empezó todo. Isabel podría ser considerada una de las grandes precursoras de la literatura de ficción lésbica en españa porque su novela “Con pedigrí” fue una de las primeras escritas en nuestro idioma. Gracias, Lola.

Twitter

Susana Hernández

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Escritora y una de las pocas novelistas que ha conseguido traspasar el ámbito meramente LGBT con sus novelas. Su saga Santana la leen croquetas, croquetos, bisexuales, heteros, pansexuales, transgénero y, si nos apuráis, marcianosexuales. Gracias, Susana.

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Mila Martínez

Mila-Martinez

Escritora. Allá donde va Mila, hay una larga fila de croquetas adorándola. En muy poco tiempo se ha convertido en una de las escritoras de referencia de nuestras letras. Gracias, Mila.

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Clara Asunción García

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Nuestra querida Clara, colaboradora de esta casa, también se ha convertido en una de las autoras más queridas de todas nosotras gracias a obras como Elisa Frente al Mar. Gracias, Clara.

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Mónica Martín

monica-martin

Una de las autoras más prolíficas de las letras lésbicas españolas. Mónica ha publicado varias obras con algunas de las editoriales de referencia en España y se ha hecho un club de fans por mérito propio.

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Helle Bruun

helle bruun

Helle es la segunda pata de Egalés. Cofundadora junto con Connie Dagas de la editorial y también dueña de la librería Cómplices. Gracias, Helle.

Web

Mili Hernández

mili-hernandez

La tercera cofundadora de Egalés es Mili, que además es dueña de otra de las librerías LGBT de referencia en España: Berkana. Gracias, Mili.

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RADIO…

 

Ana Satchi

ana-satchi

Fundadora y directora de InOutRadio, una radio por y para lesbianas. Gracias, Ana.

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Carme Pollina

carme-pollina

Periodista y directora de InOutRadio, en donde puedes encontrar desde información, consejos, amor, humor, desamor, investigación, coaching, participación, promociones, eventos, encuentros, salidas…. .todo lo que tú quieras está en InOutRadio Gracias, Carmen.

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REVISTAS Y MEDIOS…

Sandra Barneda

sandra-barneda

Periodista, presentadora, escritora, y mil cosas más, Sandra es, probablemente, la cara más conocida y familiar de esta lista debido a la cantidad de programas de máxima audiencia que ha conducido. Gracias, Sandra.

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Paloma del Río

paloma-del-rio

La gimnasia en este país tiene su voz. Lleva muchísimos años narrando los Juegos Olímpicos, y enseñando al público que también hay otros deportes, aunque no salgan tanto en la televisión. Gracias, Paloma.

Twitter

 

Andrea Momoitio

andrea-momoitio

Subdirectora de la revista digital Pikara, el medio de periodismo feminista y sobre cuestiones de género más importante en español, y todo un referente en asuntos LGBT desde una perspectiva femenina . Gracias, Andrea.

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Pili Muñoz

pili-muñoz-masqueles

Bloguera y activista de las redes sociales. Creadora de MasqueLes, una guía ocio/cultural donde te puedes informar de todos los eventos y actividades para lesbianas y bisexuales. Gracias, Pili.

Twitter | Web

June Fernández

june-fernandez

Periodista de eldiario.es. Fundadora y directora de la revista feminista Pikara Magazine. El periodismo incisivo y de calidad de esta publicación la ha convertido rápidamente en una referencia para todas las mujeres que buscan compromiso social y una mirada transformadora feminista. Gracias, June.

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Celina Koekenbier

Celina-Koekenbier

Directora de la revista MagLes, el referente en papel del lesbianismo actual. Gracias, Celina.

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Paola Mejía

paola-mejia

Aunque nacida en México, Paola es ya española de adopción. Creadora de Lesbicanarias, uno de los blogs de entretenimiento lésbico más longevos en español. Lleva siete años aportando contenidos croquetiles. Gracias, Paola.

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Susana Font

susana-font

Directora de Ambiente G, uno de los grandes blogs que cubre los temas más importantes para el colectivo homosexual, aunque con especial énfasis en la cultura y los derechos. Gracias, Susana.

Twitter | Web

María Jesús Méndez

maria-jesus-mendez

Periodista y directora de MíraLES, revista lésbica digital de referencia. Gracias, María Jesús.

Twitter | Facebook | Web

VLOGGERS…

Yellow Mellow

yellow-mellow

Con más de 180.000 seguidores en Twitter, Yellow Mellow ya no necesita mucha presentación. Esta vídeo bloguera ha conquistado YouTube con su te calmas… te calmas. Gracias, Mellow.

Twitter | YouTube

Bollicao

bollicao

La video bloguera por excelencia. Realmente no hay croqueta en este mundo que no haya oído hablar alguna vez de Bolli. Sus miles de seguidores en Twitter así lo corroboran. Qué pasa, peeerras. Gracias, Bolli.

Twitter | YouTube

Koala Rabioso

koala-rabioso

Y lo mismo podemos decir de Koala Rabioso, que no se queda atrás con sus 90.000 seguidores. De ella no te deberías perder nada, pero especialmente sus vídeos sobre los tipos de lesbianas. Gracias, Koala.

Twitter | YouTube

CINE…

Susi Sanchez

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Una de las mejores actrices del panorama español, nominada incluso a los Premios Goya, y que compagina su trabajo con su labor por los derechos LGBT. Gracias, Susi.

 

Mariel Maciá

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Mariel es directora y productora de cine. Seguramente hayas visto alguno de sus premiados cortos, que reflejan la realidad lésbica con una sensibiulidad impresionante. Gracias, Mariel.

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Sonia Sebastián

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Directora de cine y de teatro. A ella le debemos series como Chica Busca Chica, la primera serie lésbica española distribuida en DVD en Estados Unidos. Actualmente Sonia se encuentra preparando el rodaje de De Chica En Chica, la adaptación cinematográfica de la serie. Gracias, Sonia.

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DEPORTES…

Gemma Hassen Bey

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Pionera de la esgrima paralímpica, Fue portadora de la Antorcha de Atenas 2004 por Madrid y la primera mujer paralímpica que tomó la palabra para defender una candidatura Madrid 2012 y Madrid 2016. Ahora, se ha propuesto ser la primera mujer que sube al Kilimanjaro en silla de ruedas. Gracias, Gemma.

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Laura del Río

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Futbolista de primer nivel, y que nos ha representado en más de 40 ocasiones con la elástica nacional, Laura del Río actualmente milita en el Washington Spirit. Gracias, Laura.

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FOTOGRAFÍA…

Rosa Veloso

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Fotógrafa y empresaria. Fundadora de Mundo Veloso. Especializada en el mundo de la moda y en la imagen del producto de alta gastronomía. Ha trabajado en publicaciones como GQ, Yodona o Vanidad. Gracias, Rosa.

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MODA…

Patricia Yurena

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No ha ganado una, sino dos veces el galardón de Miss España, convirtiéndola en una de las modelos más cotizadas del panorama de la moda. Primera dama de honor en el certamen de Miss Universo, tiene un presente y un futuro muy prometedor encima de las pasarelas. Gracias, Patricia.

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MÚSICA…

Vanesa Klein

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Vocalista de Matinée, el productor de música electrónica y eventos más importante del país, además de productora y compositora, Vanesa no desaprovecha ninguna oportunidad para visibilizar al colectivo lésbico. Gracias, Vanesa.

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Mayte Martín

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La voz del flamenco, pero también de los boleros, y casi de cualquier palo que se le ponga por delante. Con esta sensibilidad se nace, y Mayte, además, nos la regala disco tras disco. Gracias, Mayte.

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Bastet

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La primera rapera española abiertamente lesbiana. Canta y rapea temas LGBT. Gracias, Bastet.

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EMPRESARIAS/ EMPRENDEDORAS…

Lara Franco

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Si no has estado en el Fulanita de Tal solo puede ser por dos razones: a) Nunca has estado en Madrid b) Mereces que te quitemos los bollopuntos del carnet oficial de lesbiana. Inaugurado por las hermanas Franco en diciembre de 2004 es EL bar de lesbianas por excelencia. Ay, si esas paredes hablaran… Gracias, Lara.

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Marta Fernández Herráiz

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CEO y fundadora de LesWorking, la primera red profesional internacional para mujeres lesbianas. Marta es consultora en KPMG, colabora asiduamente en MagLes y es vicepresidenta de la Cámara de Comercio LGBT de España. Se ha propuesto crear una red de lesbianas profesionales y lo está consiguiendo. Cada día son más las que se unen a LesWorking. Gracias, Marta.
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Probablemente no están todas las que son, pero sí todas las que están. Pedimos disculpas porque casi seguro que nos hemos dejado a alguien en el tintero, pero prometemos nutrir y agrandar esta lista en futuras ediciones.

Que tengáis un feliz Orgullo 2015.

MADO: Orgullo Gaypitalista

SHANGAY LILI

El asunto de la mercantilización del Orgullo Gay, la explotación de una reivindicación, una lucha, por parte de un grupito de empresarios ogaympresarios —agrupados en AEGAL— que aprovechan la legitimidad de la lucha para sacar jugosos beneficios degradándola, cada año llega a nuevas cimas de corrupción. Este año no ha sido menos.  De hecho, quizás sea el primer año en el que se empieza a percibir la decadencia y extinción de la esencia del Orgullo: la presencia de heteros y conciertos agradables para ellos y la desaparición de exponentes de nuestra cultura e historia (como el escenario drag de Pelayo que este año ha sido cancelado) hasta convertir la cita en una verbena heteroamable más.

El fenómeno de desintegración de Chueca como símbolo, como geografía de la diversidad, como capital de la libertad, ya lo trataré en profundidad en mi venidero libro Adiós, Chueca (Memorias del gaypitalismo: construyendo la marca gay), un ensayo en el que cronificaré la compleja degradación y derechización de la comunidad LGTB con la minuciosidad que se merece, pero creo que ya son evidentes algunas de las consecuencias de ese feroz monopolio consumista que la asociación privada AEGAL, creada por mi ex-socio Alfonso Llopart para poder legitimar su explotación mercantilista de la causa gay,  está trayendo a un evento que ha perdido toda esencia, pluralidad y espíritu de aquel Stonewall que los sectores más auténticos (y menos asimilados) de nuestra comunidad convirtieron en una explosión de visibilidad.

El modelo gaypitalista creado por  esa oligayrquia monopolística que formaron a mediados de los 90, tras robarme la revista y la fiesta en una sucia estratagema,  mis ex-socios de la revista Shangay (quedándose con lo relativo a marketing, música y prensa)  con Pedro Serrano (locales de ocio y noche, causa de mi enfrentamiento con mis ex-socios al negarme a incluirlo en nuestro Shangay Tea Dance), Pedro Zerolo (política, unido a los anteriores al comprar mi parte de la revista con 9 millones de pesetas heredados de su abuela, me contaron) y más adelante Kike Sarasola (hoteles y negocios políticos heredados de su padre, como el contacto con el ex-vicealcalde pepero y armarizado Villanueva) o el absurdigayJuan Pedro Tudela (turismo por vía de hacerle el juego al PP y a Ana Botella) o Juan Carlos Alonso (secretario de Pedro Serrano y socio de Tryp Family a la vez que secretario general de AEGAL), ha vaciado de contenido reivindicativo el Orgullo y lo ha rellenado de negocios construidos a base de secundar los patrones heteronormativos hegemónicos, de utilizar figuras ya premiadas por el patriarcado por asimilarse y representar lo heteronormativo como Paloma San Basilio, Chenoa o Leticia Sabater, y olvidar o esconder cualquier discurso o figura alternativa o disidente (los y las verdaderas activistas que no gozan de la popularidad de estos productos asimilados porque su discurso ha sido incómodo para el sistema al negarse a asimilarse).

En lugar de utilizar esta fecha para dar visibilidad a todo lo negado por el sistema homófobo, se opta por lo ya exitoso (modelado por lo heteronormativo) para alardear de un poder de convocatoria que es un espejismo (habría que ver cuántos de esos absurdigays y heteros de fiesta iban a viajar a escuchar a la gran Kim Pérez hablar de transfobia o a escuchar las canciones disidentes del granPutirecords, aunque se iban a llevar una sorpresa muy agradable con ambos).

Los intereses de AEGAL, con la complicidad de la FELGTB y COGAM que siguen sin detener esta pantomima, nos trae este año una nueva retahíla de insultos, traiciones e incongruencias que AEGAL ha impuesto para sus intereses, negocios y favores de ida y vuelta (ya he mencionado más de una vez esos paquetes promocionales que Llopart ofrece a alto precio a artistas en decadencia, con aparición en portada del Shangay Express, carroza, concierto y algún premio). Veamos algunas de las escandalosas situaciones impuestas este año en nombre de los y las activistas que crearon nuestra identidad (a los que Llopart ya ha negado en dos editoriales que niegan la vertiente reivindicativa y quieren quedarse con un Orgullo empresarial para hacer negocio, eso sí, aprovechando las subvenciones y visibilidad que activistas, reivindicaciones y luchas han conseguido). Listado de disparates gaypitalistas:

En la plaza de Vázquez de Mella este año aparece una caseta promocionando el turismo a Fuerteventura y otra promocionando seguros Axa. Ese espacio lo cede el Ayuntamiento para asociaciones LGTB, pero desde el 2012 se convirtió en un espacio de pago. Ni Fundación Triángulo ni Apoyo Positivo, que tradicionalmente habían usado ese espacio entre otras, se han podido permitir pagar el dinero que les pidieron por ocupar las casetas. Quien exigió que fuese de pago fue el Ayuntamiento, pero eso es un paso más en esta explotación mercantilista de una reivindicación que acaba con surrealismos como que quien  se promociona es el turismo de una isla o una aseguradora y se excluye a las asociaciones que originan esta fecha.

También había una mesa de la Cruz Roja (esa asociación tan querida para los cristofascistas y tan cercana a la comunidad LGTB como saben sus piadosísimas señoras de clase alta que hacen caridad entre misas) ¡sobre droga! (????). Da bastante la sensación de que intentaron esquilmar a las asociaciones LGTB y a última hora regalaron entre afines sus espacios.

Pero el certamen estrella este año ha sido el repugnante concurso reificador de Mister Gay Pride, una creación de AEGAL  que impone un modelo heteronormativo competitivo de cuerpo joven, musculado, depilado, bronceado, sexuado, blanco… para crear hegemonía y discriminación hacia las divergencias. El jurado de semejante evento machista es de un absurdo y carente de compromiso alguno que tira de espaldas:  Fernando Tejero (supuesto heterosexual buscando a su mujer ideal a pesar de numerosos rumores sobre su armarización), Abraham de Gandía Shore (sin comentarios, estos los valores sólo los han visto en latas de chocolate Valor), Carmen Lomana (clasista, conservadora reaccionaria y machista) y Nacho Montes (colaborador 8 años en la COPE de la Schlichting que aboga por “curar” a los homosexuales y declarado pepero). Es de destacar que este concurso se da de patadas con los estatutos de la FELGTB que declaran incompatibles discursos que normativicen el cuerpo, como me comentó el vicepresidente de COGAM Ronny, añadiendo que pronto tendrían que cancelarlo desde la FELGTB que mira hacia otro lado.

Este año he sabido que las carrozas cobran a los gays que se suben, ¡hasta 70  euros! Y en el caso que me contaron era un chico de drag al que deberían pagarle por dar imagen pero tuvo que pagar.

El pregón de una convocatoria con el lema “Juventud sin armarios” no lo leyó ningún joven sin armarios como sería lo lógico, lo leyó Paloma San Basilio, una señora que será estupenda, pero que jamás ha hecho nada por la comunidad LGTB aparte de beneficiarse de las compras de parte de la comunidad y la promoción (de hecho en breve empieza una gira que promocionó abundantemente). El tema del pregón tiene su miga: la FELGTB rechazó el pregón original que escribió un vocal de COGAM por ser “demasiado político y reivindicativo, esto es un festejo y debe tener un tono más festivo”. Tras 3 revisiones se desechó completamente y Paloma San Basilio acabó leyendo un surrealista pregón que hablaba de zapatos titulado Tacones cercanos y que, ese medio tan poco homófobo y tan cercano a la comunidad LGTB que es el periódico cristofascista ABC publicó en primicia (casualidad) para subrayar el mensaje clasista, machista y consumista (si no mencionó lo importante que era tener buenos zapatos veinte veces no lo dijo ninguna) que resume esta frase en la que vemos a una privilegiada, de clase alta, que merienda ensaimadas en una España pobre, juega a la canasta y va a colegios privados: “Aprendía muchas cosas con mi madre: cómo pintarse los labios, cómo hacer empanadillas, cómo conseguir que nuestra casa fuese el mejor espacio posible con y sin dinero, cómo decir lo que piensas es bueno para ti y los demás. Aprendí por ejemplo a jugar a las cartas, se juntaba con sus amigas y, a mi vuelta del colegio, todavía con el uniforme, me sentaba con ellas disfrutando de sus conversaciones y sobre todo de la merienda que interrumpía la partida de canasta para cambiar los naipes por los pasteles y ensaimadas”. Nótese el empeño en declarar “tareas femeninas” como lo que aprendía de su madre. En este acto también participó Chenoa para, oh casualidad, presentar su nuevo single que es especialmente relevante para la comunidad LGTB ya que se titula Quinta dimensión’ / ‘Life’s an equation’ ¡qué desgarradora narración de nuestra vida! (PD:Chenoa colabora con los homófobos extremos Legionarios de Cristo, fundados por el pederasta Marcial Maciel)

La musa del Orgullo (impuesta por AEGAL) no fue otra que la trepa machista clasista facha Carmen Lomana. A esta habría que añadir a la trepa facha clasista Leticia Sabater que ante el escándalo de las cartas a diputaciones pidiendo “un poquito de tráfico de influencias y corrupción , por favor, que soy de los vuestros” insiste en declararse orgullosamente pepera y fan de Aznar (gran aliado de la comunidad LGTB como todos saben).

Yanela Brooks, la concursante cubana de La Voz a la que le faltaron minutos para cantar para una asociación de extrema derecha, Fundación Para La Defensa de la Nación Española (DENAES), y se declara de derechas (ese delirado anticomunismo convertido en fascismo tan de los disidentes), es otra de las actuaciones estrella.

A este reparto habría que sumar a ese homófobo/machista de Paquirrín que AEGAL insiste en promocionar Orgullo tras Orgullo a pesar de sus declaraciones afirmando que le podían llamar putero o drogadicto pero no maricón. Un modelo optimo para la comunidad.

¿Quiere AEGAL imponer los valores de la derecha? La representación de la clase trabajadora o excluida (la mayoría de transmaribollos son precarios por la homofobia/transfobia) brilla por su ausencia. Pero la culpa de todo la tiene el Ayuntamiento, un discurso que es muy útil como bote de humo.

Todos estos dislates los justifican u ocultan con el hipócrita discurso victimista y de resistencia inventa una lucha contra un enemigo que en realidad no existe. El Ayuntamiento (especialmente con Villanueva) ha sido un socio y aliado de este saqueo y explotación de una manifestación pública. En realidad lo que vemos es una aplicación de las estrategias neoliberales al Orgullo, una suerte de privatización del Orgullo que ha quedado en manos de una asociación privada sin ningún tipo de control democrático externo. AEGAL es notoria por su opacidad y endogamia.

Hoy mismo la FELGTB, COGAM y AEGAL han sacado un comunicado denunciando la inactividad del Ayuntamiento y la falta de servicios mínimos, papeleras e instalaciones. Es extremadamente hipócrita denunciar la falta de intervención del Ayuntamiento cuando AEGAL ha convertido el Orgullo en un evento privado que ellos controlan hasta el punto de (como le recriminé en la SER a Juan Carlos Alonso ante su silencio) imponer la seguridad privada que ellos controlan exclusivamente y de la que se sirven para monopolizar espacios y negocios. Si quieren que todo esté regularizado y la responsabilidad sea del ayuntamiento, que lo declaren festejo público, pero AEGAL lleva años oponiéndose a este estatus que rompería su monopolio y obligaría a permitir la intervención de otros agentes sociales.

A esto hay que sumar que Alfonso LLopart en varios editoriales  en la revista que me robaron (y que sigue llevando mi nombre) pide que se saque a las asociaciones y el carácter reivindicativo del Orgullo para dejarlo en manos de los gaympresarios. Es el terrible modelo de Barcelona que los gaympresarios de aquí han exportado con éxito: dos marchas, una (menor) para las asociaciones o reivindicativa y una mayor privada y empresarial.

En realidad, el discurso de “Ana Botella está acabando con el Orgullo” esconde la verdadera tragedia: es AEGAL la que está acabando con el Orgullo desde dentro. Vamos, que ya ha acabado. Léase, como ejemplo este correo que me ha enviado a mi facebook Sede Vacante;

En vistas que el actual Orgullo es solo una maquina de hacer dinero para los mafiosos de AEGAL, muchos amigos, conocidos y yo pasamos de ello y haremos todo lo posible para que no se celebre en un futuro, mucho menos el del 2017.
Lo dice alguien que lleva asistiendo desde el 92.
Ver el “espectáculo” de ayer: matones con botas humillando a la gente como si la calle fuera suya, no es ya solo para echarse a llorar, sino a vomitar.

O este acertado análisis que hace mi amigo SalidaxLaIzquierda a colación del engañoso titular Los organizadores del Orgullo Gay denuncian el “boicot” y las “zancadillas” del Ayuntamiento de Madrid:

Decir que Botella se ha dedicado a boicotear el Orgullo es algo simplista. Lo que Botella ha hecho muy sibilinamente ha sido dedicarse a infiltrar las comisiones organizadoras con miembros que lo han ido vaciando de contenido reivindicativo y lo han convertido en un evento mercantilista para mayor gloria de una serie de empresarios mafiosos y únicamente destinado a generar beneficios.
La máxima parece ser “Que la reivindicación no pueda molestar al negocio”.
Con este modelo de Orgullo, no combativo, servil, mercantilista,… Botella está muy satisfecha y no tiene ninguna intención de boicotearlo.
AEGAL es la organización que de verdad controla y organiza hasta el último detalle del Orgullo, imponiendo sus demandas a unas muy sumisas y dóciles COGAM y FELGTB.
AEGAL es una asociación de empresarios subvencionada directamente por Botella y repleta de empresarios muy próximos al PP (con muy buenas relaciones como las que tenía Miguel Ángel Flores, el del Madrid Arena).
AEGAL lo controla todo de un modo completamente mafioso y gangsteril, cada detalle se diseña del modo que más pueda beneficiar al negocio de sus empresarios y no a la causa de la igualdad LGTB. Han fagocitado y usurpado un evento que debería ser de carácter político y reivindicativo para convertirlo en una máquina de facturar.
Por lo tanto yo denuncio a la organización mafiosa AEGAL y denuncio también la complicidad o cuanto menos la falta de oposición de COGAM y FELGTB.
Que no intenten ahora distraer la atención con Botella, el Orgullo se ha convertido en lo que se ha convertido por acción u omisión de todos ellos.

Acabo de ver la pieza que han dedicado al Orgullo en el Telediario de TVE y más de la mitad del tiempo ha sido dedicado a dar cifras económicas globales y de gasto individual de diversas personas entrevistadas por la calle.
Éste es exactamente el Orgullo que quieren AEGAL y Ana Botella, el de las cifras, el de las Visas, las Mastercards y las American Express.
Se tolera el evento y a sus protagonistas (el colectivo LGTB) en la medida en que suponen un negocio, se les soporta porque tienen dinero y consumen, pero eso no es respeto a la persona, es respeto al dinero y a quien lo tiene.
La dignidad del colectivo LGTB no puede venir de sus carteras, sino de ser personas tan dignas como las demás.
Además esto convierte al Orgullo en un evento excluyente porque, en contra del imaginario gay-capitalista, no todos los LGTB están forrados de pasta. También hay LGTB que no tienen un duro, que están en paro y no tienen prestación alguna, que han sido desahuciados, que son inmigrantes y se les niega la asistencia sanitaria,… Y todos ellos no son bienvenidos en este Orgullo en el que “tanto tienes, tanto vales”.
Esto se ha convertido en un evento clasista y capitalista muy alejado de lo que fue en un inicio.
Responsables: AEGAL y por omisión también COGAM y FELGTB.

En efecto, AEGAL está desalojando lo gay para imponer entretenimiento amable para los heterosexuales bienpensantes. Este problema de la “heterosexualización” y, sobre todo, mercantilización del Orgullo gay podría llegar a sus peores consecuencias si, como lleva años intentando, El Corte Inglés consigue ser aceptado como patrocinador (algo a lo que se opone COGAM pero que AEGAL ve con buenos ojos), ya que así podría elegir los lemas, contenidos y actos que se hagan durante el Orgullo. No es mucho desvarío pensar que el principal promotor de las cristofascista JMJ acabaría imponiendo un Orgullo Cristofascista.

Quizás ese fuese el modelo perfecto para AEGAL, Ana Botella y el PP que ya babea ante su expropiación del Orgullo con la complicidad de sus amados “emprendedores”.

No al gaypitalismo, no a la mercantilización del Orgullo Gay, no al negocio a costa de muchas luchas, víctimas y sufrimiento.