La proposición de Ley LGTBI y la libertad de expresión

Es necesario frenar la opresión que sufre el colectivo LGTBI, pero es inaceptable que sea un órgano administrativo y no un juez el que pueda imponer multas por expresiones que considere ofensivas contra él

Marcha del Día del Orgullo. EFE

 

Advertía Boaventura de Sousa Santos de “l os intentos de ejercer el control político sobre la actividad judicial”, lo que se consigue con la “transferencia de ciertas áreas de litigio del ámbito de los juzgados ordinarios a juzgados especiales o a agencias administrativas bajo el control del poder ejecutivo”. Hemos visto en los últimos años cómo los poderes legislativo y ejecutivo han caído ya demasiadas veces en esta tentación, sustrayendo al poder judicial lo que antes era de su competencia exclusiva.

Ocurrió así con la llamada Ley Sinde, aparecida en un momento en el que los jueces tenían la mala costumbre de no dar la razón a las grandes corporaciones que ostentaban derechos de propiedad intelectual. El movimiento era tan burdo que no hubo nadie que no viera que el gol se estaba metiendo con la mano: en mitad de un partido que se perdía por goleada, se cambió al árbitro y ahí justo empezó la remontada.

Aprovechando el precedente abierto gracias a esta propuesta del PSOE, el PP se vio legitimado para continuar la senda: la Ley Mordaza creaba un cuerpo específico de infracciones administrativas en un contexto en el que los jueces tendían a hacer una interpretación expansiva del derecho fundamental de reunión y manifestación. En este mundo donde un gol ilegal lo ha metido la mano de Dios si lo marca nuestro equipo, no sorprendió a casi nadie que muchos de los que aplaudieron la Ley Sinde criticaran ferozmente la Ley Mordaza. La desmemoria y la falta de coherencia ideológica permite hacerlo pese a que la segunda no puede entenderse sin el éxito de la primera.

Es evidente para cualquiera con unos cimientos democráticos básicos que las dos leyes, las promueva quien las promueva, eran intrínsecamente peligrosas y abrían una brecha por la que ya podía colarse todo. 

Lamentablemente se cayó inicialmente en esta tentación con la Proposición de Ley por los Derechos LGTBI presentada por Unidos Podemos, que ha levantado críticas por dos aspectos esenciales de su articulado:

1.- La posibilidad de que un órgano administrativo y no un juez pueda destruir, borrar o inutilizar libros, archivos, documentos o artículos que considere que contienen expresiones que infringen esa ley.

2.- Que un órgano administrativo y no un juez pueda imponer multas por expresiones que considere que no están amparadas por la libertad de expresión y que entienda que son ofensivas contra las personas LGTBI.

Respecto de la primera cuestión hay poco debate: es sencillamente inconstitucional y sorprende que haya pasado algún filtro antes de proponerse. El artículo 20.5 de la Constitución Española establece claramente que “sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones” en virtud de orden judicial.

Teniendo en cuenta que la primera cuestión criticada se dio por muerta el mismo día de su nacimiento, es a la segunda a la que se ha prestado mayor atención y la que ha causado mayor revuelo. No es para menos teniendo en cuenta que pretende que la Administración pueda decidir qué es libertad de expresión y qué es una ofensa. El riesgo de que sea este órgano creado al efecto quien pueda tener la facultad de trazar la línea que separa la libertad de expresión de la ofensa y de imponer una multa según sus propios criterios, es evidente. Se trata de un arma que  rompe el equilibrio de fuerzas entre los distintos poderes hasta tal punto que es intrínsecamente peligrosa, incluso para las personas a las que dice proteger y que hoy se sitúan detrás de la línea de tiro.

No está en debate la necesidad de una ley que proteja los derechos de las personas que forman parte del colectivo LGTBI. Tampoco lo está que no existe el derecho al mero insulto, y menos aún cuando tiene su base en la orientación sexual, identidad sexual/de género, expresión de género o características sexuales de una persona. La única cuestión que se señala es el error de creer que ahora es aceptable este atajo de sustraer competencias exclusivas a los jueces en materia de libertad de expresión porque esta vez entendemos que el fin sí que justifica el medio. 

Y es un error porque mañana se abrirán 30 órganos administrativos para la protección de otros 30 colectivos con los que ya no simpatizaremos tanto y será difícil oponerse cuando ahora no se ha hecho. Es un error porque mañana las compañeras de la “Procesión del Coño Insumiso” estarán discutiendo ante un órgano administrativo para la protección de las convicciones de las personas religiosas si lo suyo es un insulto o no lo es. Es un error porque mañana Zapata no estará en la Audiencia Nacional sino ante el órgano administrativo creado por el PP para la protección del honor de las víctimas del terrorismo. Estoy seguro de que esos colectivos verán también muy obvio que en esos casos lo que hay es un insulto y nada de libertad de expresión y que para determinar algo tan evidente un juez es un lujo innecesario. 

Para justificar estos artículos de esta proposición de Ley no podemos ampararnos en que ya se aplican otros semejantes en varias Comunidades Autónomas. Ese argumento, que convierte mágicamente un error en acierto si ya se cometió antes, es exactamente el mismo que se usará cuando se continúe esta senda tan peligrosa. Lo que se dirá es: “no está tan mal que se constituya el órgano de la AVT para analizar si los chistes de Zapata son solo humor o encierran en realidad una auténtica ofensa, ya se hace con los colectivos LGTBI y no creemos que las víctimas del terrorismo tengan menos derecho”. Esto que hago es una predicción, pero en la misma medida en la que también lo es prever que lo inmediatamente posterior a escupir al cielo será limpiarte la cara.

Es evidente la necesidad de frenar la opresión que sufre un colectivo como el LGTBI, pero esta forma escogida, y me refiero solo a la parte de la propuesta de ley que está en debate, no es adecuada. Y no lo es porque este arma que se plantea usar como atajo para facilitar el camino, mañana apuntará a ese mismo colectivo. Apuntará a todos. Y para cuando eso ocurra se habrá perdido toda legitimidad para oponernos.

Los artículos controvertidos permanecen todavía en el texto que se ha presentado a discusión en el Pleno del Congreso, aunque Unidos Podemos ya ha anunciado que terminará retirándolos durante el trámite parlamentario, en una suerte de “autoenmienda”. En ese caso se demuestra que las críticas eran tan acertadas como para obligar a una marcha atrás y también que Unidos Podemos tiene más cintura que a la que nos tienen acostumbrados los demás partidos, lo que supone un alivio que solo se puede celebrar. 

No obstante este episodio nos debe llevar a la reflexión de lo fácil que resulta debilitar un derecho fundamental cuando estamos ante una situación que apreciamos como grave, sea esa gravedad real -como sin duda lo es la opresión del colectivo LGTBI- o ficticia. Nos tiene que hacer considerar también el déficit de cultura democrática que padecemos si sectores sociales que se consideran progresistas vieron injustas las críticas a la creación de estos órganos administrativos con poder de recortar la libertad de expresión solo porque esta mordaza la consideraban concebida para el bien. Tenemos que entender de una vez que la libertad de expresión es un músculo muy particular: se puede perder en apenas unos días pero se tardan literalmente décadas en lograr devolverle toda su potencia. Si este derecho se debilita -y ya el Gobierno lleva tiempo recorriendo ese camino para conseguirlo- hay que defenderlo de forma radical, aunque eso implique ponerte circunstancialmente en contra de los colores de tu propio partido. Mejor ser calificado hoy de desleal que mañana de cómplice.

El Congreso comienza a debatir la primera ley estatal de derechos LGTBI

Pancarta en la manifestación del Orgullo Crítico en Madrid este 2017. ÁLVARO MINGUITO

La primera ley estatal LGTBI comienza a dar sus primeros pasos. El Congreso votará este martes la toma en consideración de la norma, que será defendida por Unidos Podemos en el pleno, para comenzar el posterior trámite parlamentario. La mayor parte de partidos, entre ellos PSOE y Ciudadanos, ya anunciaron su apoyo hace unos meses, salvo el PP, que no ha confirmado todavía su postura, pero sobre el que planea la posibilidad de la abstención.

El proyecto de ley, redactado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (FELGTB), fue presentado a las formaciones hace un año, cuando comenzaron a definir sus posiciones. El objetivo es establecer un marco contra la LGTBIfobia que haga frente a las discriminaciones que todavía sufre el colectivo para asegurar, reza el proyecto de norma, que “en el estado español se pueda vivir la diversidad afectiva, sexual y familiar con plena libertad”.

Muere Edith Windsor, la activista que logró que la Justicia de EEUU reconociera el matrimonio gay

Edith Windsor, en marzo de 2013, cuando testificó ante el Supremo de EEUU. Jonathan ErnstREUTERS

La activista Edith Windsor, que lideró la batalla que culminó con la histórica decisión del Tribunal Supremo de EEUU de validar el matrimonio entre parejas del mismo sexo, falleció este martes en Nueva York a los 88 años.

Su fallecimiento fue notificado a los medios por su esposa, Kasen Windsor, con la que se casó en 2016, pero no se dieron más detalles.

“Perdí a mi amada esposa Edie. Ella siempre será la luz para la comunidad LGBTQ que ella amó y que la amó”, indicó Kasen, que se refiere a la activista lesbiana como una gran luchadora por la libertad, la justicia y la igualdad.

Windsor, nacida en Filadelfia en 1929 y la mayor de tres hermanos, se casó en Canadá en 2007 con Thea Spyer, su pareja durante más de 40 años, que murió en 2009 de esclerosis múltiple.

Tras la muerte de su esposa, Windsor tuvo que pagar por el patrimonio heredado más de 350.000 dólares en impuestos al Gobierno federal, lo que la llevó a emprender una cruzada en defensa de la igualdad de sus derechos como cónyuge, que llevó hasta el Supremo.

En junio de 2013 el Supremo invalidó la ley DOMA, que definía el matrimonio como “la unión entre un hombre y una mujer”, legalizando así las uniones en el país entre parejas del mismo sexo, una gran victoria para la comunidad LGBTQ.

Windsor estuvo representada en esa batalla por Robert Kaplan, quien indicó, al lamentar su muerte, que haber sido su abogado fue “el gran honor” de su vida.

Aseguró que Windsor pasará a los libros de historia de este país como “unaverdadera héroe“, según la cadena NBC.

“También sé que su recuerdo será una bendición no sólo para cada persona LGBTQ en este planeta, sino para todos los que creen en el concepto de igual dignidad para todos“, indicó además Kaplan.

Tras graduarse de la Universidad de Temple, Windsor se casó en primer lugar con un amigo de su hermano, pero un año después puso fin a ese matrimonio al confesarle que era lesbiana.

Luego se estableció en Nueva York, donde trabajó como programadora para la compañía IBM y donde, según indicó en una entrevista, podía ser abiertamente lesbiana.

Las reacciones tras la muerte de la activista no se hicieron esperar. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, aseguró que su corazón está roto por la muerte de quien llamó su amiga.

“Edie fue una neoyorquina destacada que llevó la lucha por la igualdad y alcanzó una histórica victoria en el camino por justicia”, afirmó Cuomo, quien aseguró que la activista encarnó el espíritu de Nueva York y recordó que “derrumbó barreras”.

“Siempre admiraré su fortaleza y perseverancia contra la adversidad. Nunca la olvidaré”, señaló además en un comunicado.

Mientras, la Unión de Libertades Civiles indicó que fue una “incansable campeona de amor, igualdad y justicia, cuya valentía y tenacidad transformó el panorama de los derechos civiles a través del país”.

El ministro de Interior compara el tramabús de Podemos con el autobús tránsfobo de HazteOir

El presidente de HazteOir junto al autobús, Ignacio Arsuaga / EFE

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha comparado en el Congreso el tramabús de Podemos con el autobús tránsfobo de HazteOir mientras explicaba en la Comisión de Interior a petición de Unidos Podemos por qué el Gobierno no ha retirado la declaración de “utilidad pública” a esta asociación ultracatólica tras la difusión de mensajes ofensivos con el colectivo LGTBI.

 El tramabús de Podemos llevaba figuras de políticos y periodistas que tienen derecho a ver respetada su intimidad y honor pero ninguna autoridad le impidió su paso”, ha dicho Zoido, que ha fiado al futuro una posible retirada, condicionándola siempre a cómo se resuelva en los tribunales la causa abierta contra los ultracatólicos. El ministro ha recordado que el auto por el que se levantó la inmovilización del vehículo en Madrid decía que “por desagradables que sean los mensajes, son difícilmente constitutivos de delito”.

Uno de los laterales del ‘tramabús’. MARCOS SERVERA

Es el mismo argumento que utilizó el Ministerio al responder a este medio en julio sobre la misma cuestión. Así que, de momento, los ultracatólicos seguirán disfrutando de las exenciones y tratamientos de favor fiscales que la ley otorga a estas asociaciones porque, según Zoido, las “asociaciones de titularidad pública forman parte del derecho de expresión de todos y la institución no puede intervenir”. Esta marca de distinción, reservada para asociaciones que promuevan “valores constituciones” y fomenten “la tolerancia” o “la protección a la infancia”, fue concedida a los ultracatólicos en 2013, cuando Jorge Fernández Díaz era ministro de Interior.

Sin evaluación

En su comparencia, el ministro no ha hecho mención a lo que dijo en marzo, en plena campaña tránsfoba de HazteOir, y es que evaluaría tras analizar los mensajes si estos hechos podían conllevar la pérdida de la declaración de utilidad pública. Ahora, dice, esta decisión solo se tomaría en dos escenarios: si la justicia condena los mensajes difundidos por HazteOír como delitos de odio; o bien si en la memoria que debe presentar la asociación el año que viene sobre sus actividades de este se detecta una campaña “que está en contra del ordenamiento jurídico”.

 A la vista de los expuesto, Interior solo lo podría retirar si quedase establecido que ha dejado de cumplir algunos de los requisitos legales. Si sus señorías pretenden que lo revoquen inmediatamente porque, según algunos, supone una discriminación o menosprecio es imposible por las razones que le acabo de decir”, ha zanjado el ministro, que afirma que si sus acciones son constitutivas de delito tendrán que determinarlo los jueves.

Mientras tanto, Zoido se ha escudado en que “si la organización tiene los valores citados en la ley y así queda acreditado, el Ministerio del Interior no puede denegar la declaración de titularidad pública tal como ha concluido el Tribunal Supremo”. Y ha aclarado que “ninguna administración publica ha concedido subvenciones a esta asociación”.

El juez llama a declarar al drag queen que hizo de Jesús Crucificado en el carnaval de Las Palmas

TRIBUNALES  Una denuncia ya fue desestimada

Provocadora referencia a la crucifixión de Cristo gana el Drag Queen de Las Palmas

El ‘Drag Sethlas’ declarará este mismo miércoles como investigado ante el juez que estudia si su actuación durante los pasados carnavales constituyó una ofensa hacia el colectivo cristiano, según ha comunicado la Asociación de Abogados Cristianos (AEAC), personada en el caso.

Borja Casillas, el joven detrás del polémico Drag que actuó en Las Palmas de Gran Canaria, vestido de Virgen María y de Jesús Crucificado, comparecerá ante el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas, como consecuencia de la denuncia de un particular y la querella de la Asociación.

La querella fue presentada por un particular y la justicia unió a ésta la querella presentada por la Asociación de Abogados Cristianos (AEAC), después de que fuera desestimada por la Fiscalía Provincial de las Palmas una primera denuncia de esta asociación por entender el fiscal general de la provincia que los hechos denunciados no revestían carácter de infracción penal.

La presidenta de la Asociación de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, se ha mostrado “contenta” porque siga adelante la denuncia, y ha anunciado que la Asociación “llegará hasta donde tenga que llegar para que se haga justicia”. “Si se insulta a un colectivo, la Justicia debe actuar”, ha manifestado Castellanos. “Este señor quería polémica a costa de insultar a los católicos, y eso debe tener una consecuencia”, ha insistido.

Así, dijo “no” querer “nada especial”, “sino que se respete nuestra fe, nuestras creencias nuestros símbolos, de manera que los católicos también sintamos que la Justicia es igual para todos”.

No nos podemos quedar mirando mientras la derecha manipula el concepto de libertad de expresión

Dar voz en la televisión a un “curandero de la homosexualidad” evidencia la tendencia general a creer que la libertad de expresión garantiza el derecho a incitar al odio a las minorías

Programa Good Morning Britain con el invitado Mike Davidson, a la derecha, que afirma que puede “curar” la homosexualidad.

La llamada “terapia para curar la homosexualidad” no es medicina, ciencia, ni tan siquiera terapia; es, simplemente, maltrato. Los profesionales de la medicina consideran que esta práctica, que percibe la homosexualidad como una “enfermedad” que tiene solución carece de toda base científica, no es ética y es dañina.

Cuando mi primer novio reconoció su homosexualidad, a los 15 años, sus padres lo llevaron a ver a un pseudocientífico para que lo curara. Por si fuera poco, también sufría acoso escolar por el hecho de ser gay. Ahora hace terapia para superar su adicción a la metanfetamina .

Esta semana, el programa Good Morning Britain sirvió de plataforma para un curandero “de la homosexualidad” llamado Mike Davidson. “Y ahora conoceremos a un hombre que asegura que puede curar a los homosexuales”, anunció el programa en un tuit: “¿Qué piensan?”. Y por arte de magia, una forma de maltrato que causa un profundo daño psicológico y que se fundamenta en la intolerancia más extrema, en la idea de que ser gay es malo y que las personas homosexuales no deberían existir, se convirtió en una idea que merecía ser explicada en un programa de televisión que se ve en todo el país.

Aunque el periodista Piers Morgan se mostró muy crítico con las teorías de Davidson, lo cierto es que su mera aparición en antena le dio una legitimidad que no se merece. Las opiniones en torno al salario mínimo o la propiedad de la red de ferrocarriles pueden ser muy variadas. Ahora bien, ¿entra dentro de la libertad de expresión afirmar que se puede poner fin a la homosexualidad con una práctica abusiva? ¿Se debe tratar esta opinión como si fuera una teoría alternativa válida? Creer que las minorías sexuales son inferiores y desear que desaparezcan de la sociedad no es una opinión a debatir. Es una muestra de intolerancia y causa un grave daño a los seres humanos.

Desde tiempos inmemoriales los miembros de la comunidad LGTBI han tenido que oír la palabra “gay” como si se tratara de un insulto. A veces han sufrido intimidaciones verbales o físicas de familiares, amigos, personas en la calle, o el rechazo de su familia. Son constantemente bombardeados con la noción de que ser lesbiana, gay, transexual o bisexual tiene algo de malo. A veces son discriminados en el trabajo. Las heridas perduran en el tiempo y son profundas. Tienen muchas más posibilidades de sufrir ansiedad, suicidarse o hacer un uso indebido del alcohol y las drogas. Imagine que usted es un adolescente que intenta comprender su sexualidad, una de las experiencias más solitarias que existen, y entonces alguien le da a un curandero la plataforma para decirte que tienes una enfermedad que debe ser tratada.

Podríamos limitarnos a afirmar que Davidson es un curandero y un charlatán si no fuera por el hecho de que muchos de los derechos que la comunidad LGTBI se ha esforzado por tener ahora se tambalean.

Esta misma semana, la vicerrectora de la Universidad de Oxford, Louise Richardson, habló con unos estudiantes que estaban molestos porque “su profesor había criticado la homosexualidad”. La vicerrectora les indicó que su labor no consiste en que “se sientan cómodos”. “La educación no tiene nada que ver con la comodidad. Me interesa más que os sintáis incómodos”, afirmó. Parece ser que si a los alumnos les molesta la opinión del profesor, lo que tiene que hacer es “rebatir sus argumentos y demostrarle que está equivocado”.

Y es aquí donde un debate falso en torno a la “libertad de expresión” entra en escena. Comparto la opinión de la Iglesia de Inglaterra, que considera que los tratamientos de “cura de homosexuales” deberían estar prohibidos en Reino Unido. Con ello no estoy afirmando que Davidson deba ser detenido o encarcelado por sus opiniones. Puede seguir expresando su opinión allí donde lo considere oportuno: en su casa, en el bar o en medio de la calle mientras distribuye folletos. Sin embargo, las cadenas de televisión no deben proporcionarle una plataforma de difusión masiva.

Proporcionar una plataforma de esta envergadura no tiene nada que ver con la libertad de expresión aunque ahora se intente manipular esta noción para equipararlas. Si alguien se niega a prestarte un micrófono no está vulnerando tu derecho a expresarte; simplemente no te deja utilizar un recurso que le pertenece y que te permitiría llegar a mucha más gente y difundir tus opiniones. En el mundo hay millones de personas que nunca pueden expresar sus opiniones por televisión, la radio o en un periódico y no por ello se está vulnerando o atacando su libertad de expresión.

La derecha populista de ambos lados del Atlántico clama que la izquierda ha declarado la guerra a la libertad de expresión. Sin embargo, su noción de libertad de expresión es la siguiente: “El derecho a decir lo que quiera sobre las minorías sin que nadie me contradiga”. Cualquier persona que se muestre crítica con sus opiniones llenas de prejuicios está atacando su libertad de expresión. Como han hecho los opresores a lo largo de la historia, se presentan como las víctimas de la opresión: son mártires sitiados por el populacho de izquierdas.

Si hay una libertad que realmente defienden es la libertad de incitar a la intolerancia. Esta libertad está por encima del derecho que tienen las minorías a vivir libres de prejuicios, discriminación y de amenazas a su integridad personal. Las palabras tienen consecuencias. Cuando en el contexto del referéndum del Brexit algunos políticos difamaron a los inmigrantes, dieron pie a la creación de movimientos pequeños y minoritarios de fanáticos que se creen que ahora están legitimados para llevar a cabo su misión: cometer crímenes de odio por las calles de Reino Unido.

Irónicamente son las mismas personas de derechas que vulneran la libertad de expresión de los demás las que se sienten constantemente agredidas. Mientras que los de izquierdas se oponen a la persecución de las minorías y de las mujeres, a los de derechas les ofenden las críticas hacia los privilegios, los intentos de reconciliación con el pasado o simplemente cualquier idea que intente acabar con las injusticias. Cuando la periodista Afua Hirsch criticó el pasado racista de Reino Unido y dejó entrever que el hecho de que el almirante Nelson apoyara la esclavitud planteaba dudas sobre su estatura moral, la derecha que defiende “la libertad de expresión” no salió en su defensa. Todo lo contrario; mostró su indignación.

Cuando L’Oréal despidió a la modelo Munroe Bergdorf por instar a los blancos a enfrentarse a un racismo sistemático alimentado por siglos de esclavitud, guerras, opresión, colonialismo y las consiguientes hambrunas y genocidios, la brigada de derechas que defiende la “libertad de expresión” no proclamó que la modelo tenía el derecho a decir lo que pensara. Bergdorf fue bombardeada con insultos y amenazas.

Aquellos de derechas que defienden el Brexit se sienten constantemente ofendidos por los que critican, e incluso “analizan”, cómo el Partido Conservador está abordando la salida de la Unión Europea. Los tildan de “saboteadores” y “enemigos del pueblo”.

Cualquier intento de analizar los privilegios, por razón de clase, raza, género o sexualidad, recibe críticas salvajes por parte de los comentaristas de derechas; hombres blancos heterosexuales y de familias adineradas que creen que es profundamente ofensiva la noción de que durante generaciones su familia se ha beneficiado de un sistema que jugaba a su favor. En la actualidad la derecha populista afirma sentirse ofendida y defiende la noción errónea de que la lucha de las minorías y de las mujeres por conseguir la igualdad es un insulto y un ataque a los hombres blancos y heterosexuales.

En un contexto en el que los prejuicios y la intolerancia gozan de una legitimidad renovada, el hecho de que una televisión nacional proporcione una plataforma a un homófobo es peligroso. La libertad de expresión es sagrada, un derecho que los poderosos tuvieron que conceder tras mucha sangre derramada. La libertad de expresión no implica que la derecha pueda incitar al odio y menos en plataformas públicas de terceros. Los fanáticos que se esconden detrás del discurso de la libertad de expresión no tienen ningún interés en defender esta libertad fundamental; solo quieren tener el derecho a odiar a los demás sin que nadie les contradiga.

Traducido por Emma Reverter

Bizkaia empiezan a regular que las personas transexuales elijan el baño que les corresponde

Durango permite desde junio que puedan elegir el vestuario de todas las instalaciones deportivas en función del sexo con el que se identifiquen

Bizkaia empieza a sensibilizarse ante la problemática que se les plantea a las personas transexuales a la hora de utilizar un vestuario público. Foto: Oskar González

 

Un hecho tan cotidiano y normal como ir a un baño público puede convertirse en todo un quebradero de cabeza para una persona transexual. ¿En cuál entro? ¿Me echarán si uso el que me corresponde y no en el que pone en mi DNI? Los ayuntamientos de Bizkaia están sensibilizados con esta realidad y han empezado a mover ficha para adaptar la normativa a la situación. Primero fue Durango, que permite desde junio que puedan elegir el vestuario de todas las instalaciones deportivas en función del sexo con el que se identifiquen. Y Bilbao podría convertirse en el próximo municipio que apruebe una iniciativa similar, ya que será uno de los temas que se debatirán en el pleno de final de mes. No obstante, el caso de la capital vizcaina es especial, ya que, aunque no lo tiene regulado en ordenanza, lo cierto es que el personal de Bilbao Kirolak o de los gaztegunes recibió el pasado año talleres impartidos por Berdindu para aprender a desenvolverse sin discriminar por motivos de identidad de género. “Bilbao es el primer municipio vasco cuyo personal ha recibido esta formación específica. Es un tema en el que se lleva tiempo trabajando, queriendo adaptarnos con total naturalidad a lo que nos pide una sociedad diversa”, reconocen fuentes municipales.

Sea como fuere, Xabier Lozano, coordinador del grupo joven de la asociación Errespetuz, la Asociación Vasca para la Defensa y la Integración de las Personas Transexuales, considera que el hecho de que los ayuntamientos regulen esta situación “sirve de ejemplo para que otras administraciones sigan ese camino y hagan que más personas se sientan a gusto”.

Las normativas municipales establecen que las personas tienen que utilizar los vestuarios y baños que correspondan a su sexo. El problema surge cuando los documentos de identidad no se corresponden con la identidad sexual. “Eres un hombre o una mujer, pero por otro lado tienes una documentación que dice lo contrario”, explica Xabi. “Si ocurre en un bar, no me vas a pedir la documentación; pero si estamos hablando de un polideportivo, sus responsables tienen que elegir a qué le dan importancia: a un trozo de plástico o a la identidad de la persona”, expone. En Errespetuz no tienen constancia de que se hayan registrado incidencias en los últimos años. “Al menos, no de tanta gravedad como para salir a la luz. Quizás pueda haber habido algún rifirrafe, alguna llamada de atención, pero que yo sepa no ha trascendido”.

Desde la Liga LGTB de la UPV, una asociación de estudiantes que puso en marcha una campaña en este sentido, sí denuncian que “los asaltos, tanto físicos como verbales, son a menudo frecuentes en los vestuarios. Como consecuencia, estas personas son a menudo víctimas del miedo y la vergüenza de acudir a los baños o vestuarios de la universidad”. Por ello, consideran que “la visibilización del colectivo en estas situaciones en un paso primordial en el camino hacia la aceptación de esta minoría y una necesidad a la hora de afianzar el bienestar y la seguridad de los estudiantes trans de la universidad”.

Xabier Lozano habla de su propia experiencia. Hace cuatro años, cuando tenía 19, decidió dejar claro a todos lo que llevaba toda la vida sintiendo: él es un hombre. “Es algo que sabía desde siempre y lo había dado a entender como podía desde pequeño”, afirma. Estudiante de Antropología, entiende que muchas personas puedan “autocensurarse” por evitar problemas. Sin embargo, no es su caso. Él ha utilizado desde entonces el baño de hombres, pese a que, hasta hace dos, en su DNI constaba que era una mujer. “Nunca lo he dudado y si alguien me dice algo, prefiero dar las explicaciones de por qué estoy ahí”, explica. “Al final, te puede pasar lo mismo si vas al de mujeres. ¿Cómo prefiero defenderme? ¿Diciendo que soy un hombre o que soy alguien que no soy?”, argumenta. Expone la situación que se produciría si intentara entrar en un baño de mujeres. “Sería absurdo, ¿no?”, plantea. “Me tratarían de mirón para arriba o saldría con un ojo morado. Si me obligas a entrar a un baño de mujeres, siendo Xabi me estás poniendo en una situación comprometida”. Reconoce, sin embargo, que no siempre fue así; anteriormente utilizaba el baño de chicas. “Iba a clases de judo y ni siquiera me duchaba. Era un visto y no visto; me cambiaba porque no iba a salir con un kimono. No levantaba los ojos y pensaba que yo ahí no debería estar. Me resultaba violento”.

Con todo, actualmente la mayoría de las personas transexuales de Bizkaia utilizan los baños y vestuarios que les corresponden, sin más problemas que el tener que explicar su realidad al responsable del polideportivo, una situación que comienza ya desde el mismo momento de la inscripción. “Aunque no está normativizado, se está haciendo sin mayores conflictos. Ya cuando te vas a hacer la ficha de socio, si no tienes modificado el DNI -un proceso que se puede prolongar como media unos tres años-, tienes que dar explicaciones porque ni el nombre que tú estás dando ni tu sexo se corresponde con el que dice tu carné”, explica.

Para evitar este tipo de situaciones, las personas transexuales disponen desde 2015 de una documentación administrativa provisional, que tiene validez en las instituciones públicas vascas, que se puede utilizar a modo de DNI hasta tener el definitivo. “El uso de los baños es solo la punta del iceberg”, advierte Xabi. Él no tuvo acceso a esa documentación porque todavía no se había habilitado y pasó por una época en la que no compraba nada con tarjeta de crédito y ni siquiera se acercaba a la barra de un bar para pedir una caña por temor a que le pudieran pedir el DNI. “No me apetecía tener que dar explicaciones de mi vida privada que no le incumben a nadie. No le damos importancia pero te pasa con todo: matricularte en la uni, apuntarte a un curso, solicitar una beca…”.

INSEGURIDADNo obstante, son comunes las situaciones de inseguridad, tanto por parte de las personas transexuales, que no saben qué consecuencias puede tener utilizar el baño que no les corresponde según su DNI, como por los responsables de las instalaciones. “Surgen muchas inseguridades y, ante ellas, cada cual actúa de la mejor manera posible. Te vas a encontrar desde la persona que te diga que ante todo estás tú, seas hombre o mujer, y quien te dirá que ante todo está el DNI y lo que dice la ley”, apunta. Por ello, defiende que las ordenanzas municipales ponen negro sobre blanco cómo actuar en esta situación, dando prevalencia a la identidad sexual de las personas sobre el sexo que en ese momento determine su carné. “Si estableces, como es el caso de Durango, que lo que importa es la persona, ya no hay problemas. Ante cualquier conflicto, el personal ya sabe cómo actuar. No quedaría al yo te dejo hacer, no sería una cuestión de buena voluntad, sino que tendrías derecho a hacerlo”, explica.

Pese a que Durango ha sido el primer Ayuntamiento en dar un paso adelante, una ley del Gobierno vasco de 2012 respalda las reclamaciones del colectivo transexual, al establecer que las administraciones públicas vascas deben velar por que se respete la identidad sexual de las personas. “En base a esa ley, no debería haber polémica; si el polideportivo es municipal y está en la CAV, se debe regir por la ley”, recuerda. Desde Errespetuz no entienden las voces críticas a estas medidas, por ejemplo desde la plataforma Hazte Oír, que ha mostrado su rechazo a que “en los vestuarios de nuestra hijas se cuelen varones con el fin de ejercer de mirones o abusar sexualmente de ellas”. “Si ocurre algo así, se deberá tratar como un acto delictivo por ser un mirón o un agresor sexual. ¿Puede ocurrir? Sí. Pero, ¿a cuánta gente conoces que se tomaría la molestia de vestirse y actuar como una mujer para entrar a un vestuario de mujeres para hacer algo así? Lo veo totalmente improbable porque no es solo el vestuario, es el uso que haces de las instalaciones, la relación con las otras personas.

Y puestos a cuestionar… ¿por qué permitir a una persona transexual elegir el vestuario y no al resto? La respuesta de Xabi es clara: “Lo que se está debatiendo no es si puedo elegir el vestuario, sino dejarme utilizar el que corresponde. ¿O me obligas a fingir ser alguien que no soy, negándome mi identidad?”.

El color arco iris va tomando posiciones en Ezkerraldea

Santurtzi y Portugalete cuentan con sendos espacios de homenaje al colectivo LGTBI

 

SANTURTZI– Ezkerraldea trabaja, día a día, por ser una comarca más diversa en la que las diferentes tendencias e identidades tengan cabida y sean respetadas. En este sentido, en los últimos meses Santurtzi y Portugalete han dado pasos firmes hacia el reconocimiento del colectivo LGTBI con pequeños gestos, detalles que tienen un valor muy importante para dar visibilidad a este colectivo que lucha por una sociedad más tolerante e igualitaria.

Con ese propósito, a finales del pasado mes de junio y coincidiendo con la celebración del Orgullo LGTBI en Santurtzi, se colocaron sendos bancos en la localidad marinera: uno con los colores de la bandera LGTBI y otro con los colores de la bandera transexual. El emplazamiento elegido para la colocación de estos bancos fue muy céntrico, concretamente en el punto en el que confluyen las calles Juan XXIII e Itsasalde, dos de las arterias principales del municipio santurtziarra. Hoy, dos meses después de su instalación, los bancos continúan no solo luciendo los colores de las dos enseñas, sino también tratando de concienciar con tan solo un golpe de vista de que Santurtzi es un municipio en el que tienen cabida todas las personas independientemente de sus gustos.

El paso dado por la localidad marinera, municipio en el que se está constituyendo una asociación LGTBI, ha sido continuado por Portugalete. La noble villa jarrillera también ha querido dar visibilidad a este colectivo y lo ha hecho en pleno corazón del municipio. De este modo, desde el pasado 12 de agosto, un paso de cebra y varios bolardos de la emblemática Plaza del Solar lucen los colores arco iris. Fue en esa fecha, en los días previos a la celebración de las fiestas de San Roque, cuando Portugaleteko Koadrilak organizó el primer Harrotxu Eguna, la fiesta del Orgullo LGTBI de Portugalete. “La primera idea era pintar un paso de cebra real, pero no fue posible por cuestiones de normativa vial. Así que el Ayuntamiento nos propuso pintar un paso de cebra alegal por así decirlo”, asegura Txipi de Portugaleteko Koadrilak.

De esta manera, fue el Consistorio quien se encargó del pintado del paso de cebra arco iris, mientras que fueron los propios cuadrilleros quienes pintaron los bolardos. “La idea surgió en una de las reuniones de cuadrillas y buscamos una forma de dar visibilidad a este colectivo”, explica Txipi. Así nació también el Harrotxu Eguna, una fiesta que tuvo lugar el 12 de agosto y que trató de visibilizar el colectivo LGTBI desde un punto de vista lúdico, educativo y festivo. “Estoy muy satisfecho de cómo discurrió todo, lo repetiremos el próximo año”, concluye Txipi.

El obispo de Vitoria veta a un catequista homosexual que quería ser sacerdote

El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde. EFE

Prohibida toda actividad pastoral. El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha respondido así a la petición de un feligrés de 50 años, con décadas de experiencia como catequista, miembro del Consejo Pastoral de su parroquia y sustituto del sacerdote en la predicación, que quería ser sacerdote y escribió una carta al papa Francisco para poder ser ordenado. Su único delito, ser homosexual.

“¿Quién soy yo para juzgarle?”, afirmaba hace años Bergoglio preguntado sobre los gays en la Iglesia. Sin embargo, el obispo de Vitoria ha decidido saltarse a la torera la dinámica de la Iglesia en salida propuesta por el Papa, y el pasado miércoles dictaminó que Alfonso Ruiz de Arcaute debía abandonar toda actividad parroquial en la comunidad de Santa Teresa de Jesús. Eso sí, podía seguir yendo a misa como un feligrés más.

Elizalde ni siquiera informó directamente al catequista de su decisión. “Me convocaron el párroco, que ahora se jubila, y el que entra, y me dijeron que el obispo me había prohibido cualquier participación en la vida parroquial. Que podía seguir yendo a misa, eso sí”, explica este laico en conversación con eldiario.es. “En ese momento les entregué las llaves de la parroquia, que tenía desde hace años”, añade.

Al cierre de este artículo nadie en la diócesis ha querido hablar con eldiario.es, que ha preguntado sobre la situación del catequista. Pero a primera hora de este martes, tras la publicación de la noticia, el obispado ha enviado una nota en la que niega que el motivo detrás de la decisión sea la homofobia. “La libertad de opinión y expresión son derechos irrenunciables. La difamación y la injuria, sin embargo, no son derechos”, dice la comunicación, según la cual Alfonso Ruiz publicó en sus redes un escrito anónimo “difamatorio e injurioso contra el obispo” y por “este único motivo” se retiran las responsabilidades parroquiales.

La carta a la que se alude en la nota está escrita por un sacerdote anónimo que critica irregularidades en la diócesis y define al obispo como “un lobo con piel de cordero” y fue compartida por el catequista en su perfil de Facebook con la siguiente introducción: “Al final he decidido compartirlo pues estoy convencido de que los silencios en la Iglesia no son buenos. ¡Ojalá este sacerdote se sintiera libre para escribir y decir todo lo que siente y piensa!”.

La indignación de buena parte de la comunidad es doble, pues en julio pasado el propio Alfonso relataba cómo el obispo se había comprometido a hacer llegar a Francisco una carta en la que este hombre pedía al Papa poder ordenarse sacerdote. “Sí, yo soy homosexual y cada día doy gracias a Dios por haberme creado tal como soy, con todas mis virtudes y todos mis defectos, con mi personalidad entera”, afirmaba este hombre en su carta, en la que confesaba a Francisco que, con 14 años, sufrió abusos por parte de un religioso. Algo que no minó su fe.

Tampoco va a hacerlo la cerrazón de Juan Carlos Elizalde. Ni el hecho de que la carta nunca llegara a su destino. Alfonso ha vuelto a enviar la misiva, por otros cauces, después de saber que el obispo no había hecho nada por cumplir con su palabra.

“En Vitoria se le conoce como un lobo con piel de cordero”, dice Alfonso, quien en los últimos días se debatió entre denunciar y quedarse callado “para que la parroquia no sufra”, y acudir a otro templo para no “generar escándalo”. Sin embargo, la experiencia le ha enseñado que el silencio es un caldo de cultivo para la progresiva pérdida de la fe. “En estos días he descubierto, además de muchos apoyos, la cantidad de gente que vive alejada de la Iglesia porque se sienten apaleados y discriminados. Yo me siento así, pero no quiero vivir alejado de mi Iglesia”.

Alfonso, a la derecha, ha mandado una carta al Papa para que acepte su ordenación como sacerdote

“Durante toda mi vida, mis decisiones laborales y de pareja han estado por detrás del compromiso pastoral”, afirma el catequista. Ahora, que no puede llevar a cabo dicho compromiso desde la institución, plantea “trabajar el tema de la oración y la espiritualidad con personas que se han ido alejando de la Iglesia”.

Alfonso no olvida que, en su conversación de hace unos meses, el obispo Elizalde no atendió a su petición, escudándose en que una instrucción vaticana, del año 2005, prohibía la ordenación de homosexuales, “pese a que llevo varios años viviendo desde la castidad acogida con alegría al poner en mi compromiso eclesial el centro de mi vida”, asegura.

El obispo de Vitoria solo le concedió que, si encontrara un obispo que quisiera ordenarle, lo intentara.  Ruiz de Arcaute propuso otra solución: escribir una carta al papa Francisco contando su historia. El obispo se comprometió a entregar en mano a Bergoglio la misiva. Y meses después le prohíbe cualquier participación en la vida de su comunidad.

Varios bancos arcoiris amanecen en Madrid con amenazas nazis al colectivo LGTBI: “Degenerados a la hoguera”

Uno de los bancos de Torrelodones / Arcópoli

El colectivo LGTBI Arcópoli y la alcaldía de Torrelodones (Madrid) han denunciado varias pintadas homófobas y tránsfobas que han aparecido en el mobiliario urbano del municipio. Se trata de amenazas de muerte e insultos con simbología nazi en bancos arcoiris, que fueron pintados con motivo del Orgullo, o en las propias paredes de un instituto de la zona.

“Degenerados a la hoguera”, “os vamos a matar sodomitas” o “Rusia nos marca el camino” son algunos de los mensajes, junto a otros pintados en los muros del centro público y que recuerdan a las frases tránsfobas que el colectivo HazteOir utilizó para su autobús: “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva” o “dejad a los niños en paz”. Los ultracatólicos han redoblado su mensaje en una avioneta que recorrerá las playas españolas y en la que denuncian “van a por tus hijos”.

La pared del instituto de Torrelodones / Arcópoli

Arcopoli ha puesto en conocimiento de la Fiscalía estos incidentes, que no es la primera vez que se producen. Algo que crea “una terrible sensación de desprotección y hostilidad de especial virulencia hacia el colectivo LGTB en la zona”, apunta la organización en el escrito, al que ha tenido acceso eldiario.es. Funcionarios del Ayuntamiento ya han procedido a limpiar y borrar las pintadas.

La alcaldía de Torrelodones también ha formalizado una denuncia ante la Guardia Civil exponiendo los hechos y considerando que podrían ser constitutivos de un delito de odio. Además, remarca que el pasado mes de julio también aparecieron pintadas nazis en el municipio tachando símbolos del colectivo LGTBI y poniendo dianas en la bandera arcoiris del movimiento. También incide en que las pintadas aparecidas en la pared del instituto público “hacen alusión” al colectivo HazteOir.

Uno de los bancos de Torrelodones / Arcópoli

“Desde Arcópoli nos preocupa en especial cómo estas campañas del equipo de Arsuaga, que denunciamos en su momento, parece que inspiran y animan a este tipo de radicales que las reproducen en pintadas junto con otras claramente homófobas que tratan de amenazarnos de muerte al colectivo LGTB”, afirma la organización.

El pasado 6 de julio, poco después de la semana del Orgullo LGTBI, el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia denunció 41 incidentes homófobos, entre ellos, amenazas e insultos en redes sociales, carteles, pintadas y agresiones. “Varias personas han encontrado pegada en su ropa o mochilas pegatinas de ‘maricones not wellcome'”, explicaba el colectivo.

En el municipio de Parla un banco arcoiris apareció con la pintada #ThanksOmar (#GraciasOmar) en referencia Omar Mateen,  autor de la matanza de Orlando en junio de 2016  que acabó con la vida de 50 personas al asaltar un club LGTB de la ciudad.