El Obispo de San Sebastián quiere prohibir una exposición feminista
Primero fueron las bodas entre personas del mismo sexo. Luego, las relaciones sexuales por puro placer, incluso entre chica y chico. Hasta el PP ha estado en la mira del obispo de San Sebastián,José Ignacio Munilla, quien llegó a tachar a la formación liderada por Mariano Rajoy de “marxista”. Fiel a su mano dura, el religioso apunta ahora contra la sala cultural Koldo Mitxelena de Donostia, que estos días acoge una exposición sobre la historia del Movimiento Feminista de Euskadi.
La muestra, titulada “Gorputz Grafiak” (“Grafías de los Cuerpos”), ha sido impulsada por el colectivo Bilgune Feminista junto a la Dirección de Igualdad de la Diputación Foral de Gipuzkoa –gobernada por EH Bildu-. Según explicaron sus promotoras a través de una nota de prensa, se trata de un “proyecto de investigación, recopilación y análisis” para tratar de “recuperar y reconocer la trayectoria del movimiento en Euskal Herria” durante los últimos cuarenta años.
La exposición está compuesta por “materiales gráficos y otras piezas que recogen la visión sobre los modelos organizativos, jornadas, debates y reivindicaciones que han atravesado la lucha feminista desde la década de los 60, tomando como base las movilizaciones en la calle y las expresiones del cuerpo”. Ahí vienen los problemas, al menos para Munilla: entre los grafitis históricos, aparecen dos viejos eslóganes sobre la represión de la Iglesia contra la libertad de la mujer. “La iglesia que más ilumina es la que arde” y “Opus Dei sutara” (“Fuego al Opus Dei”), rezan las pintadas que encendieron los ánimos del obispo.
De esta manera, el religioso vasco –que acaba de publicar un libro con severos consejos en materia sexual- ha iniciado una campaña para exigir la prohibición de la muestra feminista. En una carta pastoral enviada a todas las parroquias de su diócesis, Munilla relata sus infructuosas gestiones ante laDiputación de Gipuzkoa, entidad a la que exigió la retirada de las “expresiones violentas y amenazadoras”. No le hicieron caso.
“En contra de lo que cabría concluir a primera vista, tras este tipo de episodios no se esconde un choque entre creyentes y no creyentes; sino que lo que está en juego es el mismo modelo de convivencia sobre el que hemos de construir nuestra sociedad”, advierte el obispo en su carta. “Es por ello –añade- que las autoridades políticas que gobiernan las instituciones públicas de Gipuzkoa (el Koldo Mitxelena, en este caso), no pueden mirar para otro lado, sino que tienen la plena responsabilidad en la permisión de estos ataques y provocaciones contra la libertad religiosa”.
“Dictadura del relativismo”
A pesar de sus habituales ataques contra las personas homosexuales y contra quienes defienden el aborto, Munilla se anima a hablar de “libertad de conciencia” y “respeto mutuo”. “¿Nos podemos imaginar en la exposición del Koldo Mitxelena un grafiti que dijese ‘la mezquita o la sinagoga que más ilumina, es la que arde’? Si somos mínimamente sinceros, sin dejarnos cegar por la propia ideología, todos reconoceremos que afortunadamente sería impensable tal agravio a los hermanos musulmanes o judíos, en un espacio público”, subraya.
A su juicio, la exposición feminista de Donostia es “consecuencia de una gravísima crisis espiritual, así como de una ausencia de valores éticos básicos; acompañada de la dejación de responsabilidades por parte de las autoridades, las cuales debieran tutelar el bien común del conjunto de los ciudadanos”. El jefe de la Iglesia en Gipuzkoa también denuncia la “presión de un ‘laicismo agresivo’, detrás del cual se esconde la llamada ‘dictadura del relativismo’”. “Por todo ello –remarca-, debemos expresar nuestra más enérgica protesta ante las autoridades competentes”.
“Vergonzoso”
Las declaraciones de Munilla han provocado una respuesta contundente por parte de la Diputación de Gipuzkoa. El área de Igualdad de esta institución ha enviado una nota a Público, en la que destaca que la exposición “supone un reconocimiento al movimiento feminista como referente en la construcción de la justicia social”, al tiempo que tachan como “vergonzoso” que “una vez más, la iglesia católica se alce en contra del movimiento feminista”. “Las mujeres individual y colectivamente han realizado enormes aportaciones a nuestra sociedad, y gran parte de los derechos sociales que ahora disfrutamos se los debemos a la lucha feminista”, subrayan.
Asimismo, desde la Diputación guipuzcoana han recordado que la Iglesia “nunca ha apoyado la defensa de esos derechos, por lo que no es de extrañar que, una vez más, ataque a las mujeres y al movimiento feminista”. “Las expresiones de supuestas ‘amenazas’ que aduce Munilla son solo una selección de panfletos y pintadas que las autoras de la exposición han recogido a lo largo de estos años en las calles y que han mostrado en la exposición”, han añadido.
En cualquier caso, la campaña iniciada por el obispo ya ha encontrado eco en la plataforma ultraconservadora Hazte Oír, vinculada a los sectores más integristas del catolicismo. A través de su página web, este colectivo ha iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir a la Diputación de Gipuzkoa la retirada de la exposición. Quieren juntar 100 firmas. Al cierre de este artículo, no habían conseguido ninguna.