Este padre te pregunta cómo te sentirías si tu hijo prefiere una muñeca a un robot

El vídeo de un padre estadounidense celebrando con naturalidad la decisión de su hijo alcanza los 16 millones de reproducciones

Azai, un niño de cuatro años que vive en California junto a sus padres y su hermano pequeño, había celebrado recientemente su cumpleaños. Durante la fiesta recibió dos regalos exactamente iguales. Para devolver y cambiar uno de ellos, su padre le llevó el pasado viernes a una tienda de juguetes. Cuando el niño tuvo que elegir, eligió a Ariel, la sirena de melena pelirroja de Disney. “¿Cómo creéis que un padre se siente cuando su hijo (varón) elige esto?” pregunta su padre mirando a cámara mientras el niño ríe junto a él y grita ¡Síííí!. Y se responde así mismo: “adoro que mis hijos elijan su vida. Así es como somos, simplemente decimos ¡Síííí! Elige esta muñeca, elige como te expresas, elige lo que te gusta, elige tu sexualidad, elige lo que sea.”

Mikki Willis, el director de fotografía estadounidense que protagoniza el vídeo, decidió grabar el momento vivido con su hijo y compartirlo en su perfil de Facebook, donde le siguen unas 40.000 personas, y donde habitualmente comparte de forma pública el día a día de su familia.  El momento, lleva más de 16 millones de reproducciones en la red social, a las que hay que sumar las de su canal en YouTube donde ya supera el millón. El vídeo, a su vez, ha sido colgado en numerosas webs estadounidenses y compartido por figuras conocidas como la presentadora Ellen DeGeneres, que publicó la historia en su Twitter.

La reacción de Willis invita a reflexionar sobre un asunto controvertido, el de los estereotipos de género a la hora de elegir los juguetes de los niños. Él mismoindicaba después, una vez conocido el alcance del vídeo, que puede servir “de recordatorio a lo necesario que es que todos seamos aceptados y respaldados”.Como ya explicábamos en este artículo sobre el uso de los colores azul y rosa, las distinciones de sexo en el ocio de los niños tienen mucho que ver con las convenciones sociales y los comportamientos aprendidos.

Estos especialistas en psicología y pedagogía infantil recomiendan que los juguetes sean “estimulantes y variados” y que a través de ellos ofrezcamos a los niños “las mismas posibilidades de desarrollarse plenamente como seres íntegros e independientes”. También aportan algunos consejos sobre cómo actuar si un niño no elige lo que se le presupone por tradición “no se trata de imponer un juguete o de prohibirlo, lo importante es ofrecerles nuevos patrones y modelos de relación entre géneros, ya que el problema radica en considerar espontáneo o innato algo que es aprendido”.

Las pasadas Navidades, la cadena de jugueterías Toy Planet publicó en España un catálogo no sexista en el que aparecían niños jugando a las cocinitas y niñas con camiones. Ya había ocurrido antes en Suecia, donde Toys’r’us modificó el suyo “para adaptarse al debate sobre género” que se estaba produciendo en el país nórdico. Las críticas por sexismo han afectado también a marcas como Lego, que creo una línea de mujeres científicas después de que se hiciese pública la carta de una niña en la que se quejaba porque las figuras femeninas no tenían trabajos y ‘solo se dedicaban a estar en casa’.

En la historia que ha inspirado este vídeo, cuenta Willis, el conflicto no vino dado porque el niño eligiese una muñeca en lugar de un coche – “sinceramente, no me sorprendió en absoluto. Azai se siente igualmente fascinado por princesas que por robots” – sino por el tipo de muñeca ‘poco realista’ que había llamado su atención “no quiero que mis hijos den por hecho que el cuerpo de una mujer debe ser como el que proyectan las Barbie. Mi trabajo como padre es ofrecerles un ambiente de juego seguro, independientemente del juego que elijan, o incluso aún mejor ¡qué creen sus propios juegos!”

Por qué hombres ‘hetero’ tienen sexo con otros hombres

No les llame gais, llámelos heterosexuales flexibles. Están tan seguros de su identidad que no les importa de vez en cuando experimentar cosas diferentes

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Sí, ha leído bien: hombres que tienen sexo con otros hombres y no son homosexuales. Resulta más habitual de lo que algunos puedan pensar. La cosa es bien simple: un hombre heterosexual conoce a otro (en un bar, a través de una red social de contactos, da igual cómo) y deciden darse un revolcón. Es más, lo encuentran satisfactorio. Después, cada uno sigue con su vida perfectamente hetero, sin que el encuentro les haga dudar de su orientación. ¿Qué mueve a algunos varones a estas prácticas? Y, ¿por qué es incorrecto catalogarlos como gais?

En nuestros días, la aceptación de la diversidad sexual es mucho mayor que en el pasado. “A medida que hay una mayor tolerancia todos salimos un poquito de nuestros armarios”, sostiene Joan Vílchez, psicólogo clínico, psicoterapeuta y sexólogo. “Hombres que no acaban de sentirse muy satisfechos pueden tener la ocasión de tener relaciones con otras mujeres, con un hombre o probar ciertas prácticas que en otros tiempos estaban más censuradas”. Para Juan Macías, psicólogo especializado en terapias sexuales y de pareja, “conceptos como heteroflexible o heterocurioso están permitiendo a los hombres explorar su sexualidad sin necesidad de cuestionar su identidad como heterosexuales”. Por otro lado, Internet facilita el contacto, que puede ser virtual o físico.

A los especialistas les parece lo más natural del mundo, parten de la premisa de que una cosa es la orientación sexual de un individuo y otra las prácticas que este lleve a cabo. “La orientación sexual”, explica Macías, “está construida socialmente, son categorías rígidas y excluyentes, con implicaciones que afectan a la identidad individual y social”. Forzosamente, uno debe encajar en alguna de estas tres clasificaciones: heterosexual, homosexual o bisexual. En cambio, “la práctica sexual es más flexible y más libre, es un concepto descriptivo. Se abre un espacio tremendamente sano en el que la exploración del deseo se libera de la identificación con una orientación sexual”,explica Macías.

Es tan natural que viene de lejos. Que un hombre emparejado con una mujer tuviera un amante no era inusual en la antigua Roma. Por no hablar de las que se montaban en las bacanales. Y jóvenes de todas las épocas han recurrido a pasatiempos de difusa carga sexual. “En la adolescencia es bastante común que haya juegos de cierta genitalización: a ver quién mea más lejos, a ver quién la tiene más grande, hay tocamientos…”, indica Joan Vílchez. “No dejan de ser incursiones homosexuales, pero todavía predomina el modelo heterosexual y se realizan desde la transgresión propia de la juventud”, señala el psicólogo.

Un nuevo modelo: SMSM

En 2006, un estudio sobre la discordancia entre comportamiento sexual e identidad sexual realizado por investigadores de laUniversidad de Nueva York (EE UU), halló que 131 hombres de los 2.898 analizados admitían tener relaciones con hombres pese a definirse como heterosexuales. En opinión de los expertos, representaban a un 3,5% de la población. Desde hace años, los médicos emplean las siglas HSH para referirse al conjunto de hombres (heteros o gais) que tienen sexo con hombres. Pero, recientemente, ha aflorado otro acrónimo más preciso para definir a este grupo: SMSM (straight men who have sex with other men, hombres hetero que tienen sexo con otros hombres). Portales web como Straightguise.com están consagrados a abordar el tema.

El pasado julio se publicó en EE UU el libro Not gay: sex between white straight men (No gay: sexo entre hombres blancos heterosexuales), en el que la profesora Jane Ward, de la Universidad de California, se hacía este planteamiento: una chica hetero puede besar a otra chica, puede gustarle hacerlo y aun así se la sigue considerando hetero; incluso su novio puede animarla. Pero, ¿pueden los chicos experimentar esa fluidez sexual? ¿O besar a otro chico significa que son gais? La autora cree que estamos ante un nuevo modelo de heterosexualidad que no se define como lo opuesto o la ausencia de homosexualidad. “La educación de los hombres ha sido bastante homofóbica. Se les ha hecho creer que es antinatural tener esos impulsos hacia otros hombres”, explica Joan Vílchez.

Probando, probando

Las motivaciones, como es lógico, son múltiples. El perfil más extendido es el del explorador sexual: aquel a quien le gusta probar cosas nuevas. “Experimentar una relación homo le resulta novedoso, y aunque le gustase no podríamos decir que es homosexual, sino que le gusta esa práctica”, dice el doctor Pedro Villegas, médico de familia y sexólogo. El psicólogo Joan Vílchez comparte esa idea. “Está muy de moda la bisexualidad, y en realidad todos somos bisexuales: si cierras los ojos te costaría identificar quién te está acariciando, si es un hombre o una mujer. No hay un hombre que sea cien por cien homosexual ni cien por cien heterosexual”, sentencia.

Otra de las causas es cierto desencanto con las mujeres, frecuente después de algunas rupturas matrimoniales. Joan Vílchez lo explica: “Cuando una pareja heterosexual está en crisis es habitual que algunos hombres sientan que no se entienden con las mujeres, que son incapaces de llevarse bien con ellas y es como que miran para otro lado. Se produce una especie de regresión, se vuelve a un estadio anterior en el que con los hombres se sentían bien juntos, como en la adolescencia. En muchos casos es una necesidad afectiva que sexual real”.

De hecho, para este especialista, a veces estas relaciones eróticas esconden una necesidad de afecto que el hombre no está acostumbrado a expresar: “En los hombres hay mucha tendencia a genitalizar. Entre la cabeza y los genitales tenemos el corazón, que representa los sentimientos, y las tripas, que simbolizan los comportamientos más viscerales y las emociones más intensas, y es como si los hombres hubiéramos aprendido a hacer un baipás:pasamos de la cabeza directamente a los genitales sin acabar de vivir las emociones. A las mujeres, por tanta represión de su sexualidad y miedo al embarazo, les ocurre lo contrario: les cuesta mucho genitalizar. Para un hombre a veces es más fácil hacer eso que descargar emociones más sutiles o decirle a otro hombre: ‘Es que me siento inseguro, tengo miedo, me siento débil, no sé lo que quiero”.

El impulso narcisista

Entre los hombres heteros que se acuestan con hombres también hay muchos narcisistas. “Es aquel a quien le gusta que se fijen en él. Se da mucho en los gimnasios: le agrada despertar admiración y no le importa que provenga de hombres o mujeres”, apunta Eugenio López, psicólogo y sexólogo. Otros simplemente tienen ganas de ligar y acuden a garitos gais de sexo duro porque piensan que allí les resultará más fácil.

Hay hombres heterosexuales que se enrollan con hombres porque les gusta; otros, porque no les queda más remedio: pensemos en aquellos privados del contacto con mujeres durante largas temporadas (¿eran gais los protagonistas de Brokeback Mountain?) “El ser humano se rige por sus pensamientos”, razona Eugenio López. “Y si cree que está perdiendo su sexualidad por la falta de una mujer, puede reafirmarla con otro hombre. Suelen empezar con un simple roce”.

Si no hay conflicto, no hay problema

Algunos de estos nuevos heterosexuales han podido sentir este tipo de impulsos en el pasado y no se han atrevido a dar el paso. “Luego llegan circunstancias de la vida que se lo ponen ahí en bandeja y deciden vivirlo, pero eso les genera un conflicto porque por una parte les proporciona placer pero por otra amenaza un poco su estatus y su imagen: ‘¿Soy o no soy?’, se preguntan”, comenta Joan Vílchez. También pueden sentirse confundidos aquellos que llegan al SMSM por la carencia de una figura paterna positiva en su infancia: “A veces, para reforzar su masculinidad, se integran en actividades ‘de hombres’ (fútbol, gimnasio) o tienen contactos sexuales con otros hombres, aunque lo que buscan es sobre todo comprensión y cariño”, agrega Vílchez. Los psicólogos están de acuerdo en que su intervención sobra, siempre que estas experiencias no provoquen un conflicto en el sujeto. “Si a él no le está fastidiando, ahí no hay nada que tratar”, concluye Pedro Villegas.

Cruzada contra el nudismo en Rusia

Parque natural de Serebriany Bor

Parque natural de Serebriany Bor

La desnudez en Rusia no será ya para el verano, sino en todo caso para la intimidad de la sauna. Los aficionados a bañarse desnudos pueden quedarse sin su sitio más popular en Moscú, donde las autoridades locales quieren clausurar la zona nudista del parque natural de Serebriany Bor. La zona, situada al este de Moscú, parece destinada a convertirse en una playa ‘normal’ tras haber sido durante décadas la única playa nudista de la región de Moscú.

Liudmila Stebenkova es la representante local de Rusia Unida, el partido del presidente Vladimir Putin, que ha lanzado esta cruzada contra los desnudos desde su blog. “No podemos promocionar el vicio”, ha dicho Stebenkova, que además es presidenta del Comité de Salud Pública. En la batalla no podía faltar el político ultraconservador Vitaly Milonov, conocido por haber promovido en su ciudad, San Petersburgo, una de las primeras leyes contra la “propaganda gay”. Milonov consiguió ya en mayo que se clausurase una playa nudista que existía desde los sesenta en esta región, pues cree necesario “proteger a nuestros niños de cualquier pervertido viejo y peludo que pase por ahí”.

Esta vez los detractores de la desnudez alegan además que hay peleas, suciedad y hasta sexo en público. La asociación de nudistas de Moscú se ha mostrado dispuesta a irse con su desnudez a otra parte, pero piden alguna infraestructura como “una valla y guardias”, según han declarado al Moscow Times. A los nudistas se les dio una zona especial en los ochenta en Serebriany Bor, pero las condiciones del lugar eran malas y apenas la usaron, volviendo al emplazamiento original. Según los naturistas más veteranos, la idea de cerrarla ha estado presente en el debate cada año.

La gran pregunta es dónde se podrá tomar el sol desnudo en el futuro. A la hora de hablar con las autoridades se han topado con un muro de silencio o incluso el riesgo de ser perseguidos: “El nudismo debería prohibirse para siempre”, ha dicho Stebenkova, que considera unos “depravados” a los nudistas.

La polémica choca con las costumbres de un país donde el cuerpo desnudo no está proscrito. En Rusia está extendido el uso de la sauna, donde es habitual que amigos o familiares de ambos sexos vayan desnudos, aunque la mayoría de las veces hombres y mujeres por separado.

Hombres y mujeres separados

Algunos países vecinos de la extinta URSS, como Lituania, tienen playas nudistas para hombres y para mujeres, además de algunas conjuntas como la que está junto al parque natural de Nida. Oficialmente hay tres playas nudistas en su costa, cerca de Palanga y Klaipeda. Pero en algunos lugares como Sventoji los nudistas se han dirigido a las autoridades para que abran una unisex, un asunto que también ha generado polémica. Algunos hombres han protestado por discriminación. Y también ellas, porque algunas veces llegan hombres de vacaciones a “su playa” y, sin saber que es sólo para mujeres, se desnudan para pasmo y enfado de algunas de las presentes.

En Estonia la playa de Parnu ofrece una posibilidad a los vecinos del lugar y a algunos rusos que llegan hasta ahí para disfrutar de la norma de “bañador opcional”. La zona todavía no se ha masificado por la llegada de turistas, fundamentalmente procedentes de Rusia y Finlandia.

Incluso en Polonia, un país de marcado carácter católico, estas playas son populares, y cada vez más entre el colectivo gay, que encuentra en la costa la tolerancia que otras zonas la mayoría les niega.

@xaviercolas

Monterroso se convertirá el sábado en la capital del movimiento agrogay

El festival, que incluye una feria de artesanía, conciertos o una asamblea, busca visibilizar «a diversidade do rural». La programación ha sido presentada en Santiago

agrogay galicia

La Granxa Maruxa de Monterroso acogerá el sábado el II Festival Agrogay da Ulloa, un evento que busca visibilizar la diversidad afectiva, sexual y vital del campo gallego. Esta mañana sus promotores han presentado en Santiago el programa de actividades que, bajo el lema «Son Agrogay», incluye música, artesanía, talleres, magia, humor así como una «revisión agrogay do conto máxico A historia de Brancaflor», como destaca Adrián Gallero, uno de los organizados. Gallero también incide en que la granja lucense acogerá una zona de cruising (intercambio libre) de semillas y una asamblea para lograr una agenda LGTBIQ para el rural. El evento, que también incluye una ruta por los bares de Monterroso, concluirá de madrugada. «A partir das catro», añade Gallero, «deixaremos descansar a terra e poderemos gozar coa lúa chea que nos acompañará».

Braulio Vilariño, otro de los organizadores, invita a que el festival se convierta en un «punto de encontro, de coñecemento e de intercambio» para todos. «O rural ofrece moitas posibilidades para desenvolver proxectos culturais e vitais», defiende.

Sobre las posibilidades de reinventarse que ofrece el campo, Marta Álvarez Quintero, propietaria de la Granxa Maruxa, no se olvida de la difícil situación actual. «Queremos reivindicar tamén a importancia do noso sector lácteo e recordar que debemos buscar entre todos saídas creativas para a situación de crise que vivimos na actualidade», apunta Quintero.

El evento busca dar también valor a otros principios como la sostenibilidad, el respeto al patrimonio material e inmaterial y el ecologismo.

Los promotores aclaran que el aforo está limitado y que la entrada tiene un coste de 5 euros.

Programa de actividades

11.00 horas. Recepción y feria de artesanía, con una zona de cruising(intercambio libre) de semillas

12.00 horas. Taller-asemblea aberta para la construcción colectiva de una agenda LGTBIQ para el rural. Guiado por Ángel Amaro.

Simultáneamente habrá una pandeirada con el grupo Zoelas en la feria de artesanía

14.00 horas. Comida

16.00 horas. A historia de Brancaflor, de Fran Rei. Maxia y humor conOs sete magníficos máis un.

Simultáneamente, pandeirada con el grupo Zoelas

17.00 horas. Lectura de un manifesto y entrega de premios a la Visibilidad Agrogay.

18.00 horas. Conciertos: De Vacas y Davide Salvado.

20.00 horas. Integración en Monterroso. Ruta por los bares Agrogay Friendly con animación musical organizada por la Asociación Cultural Entropía Fol,.

00.00 horas. Sesión Golfa con Moreno moreno Dj más G.U.L.I. en el Área Natural A Peneda.

Además, durante todo el día se podrá contemplar una exposición de fotografía a cargo de Rubén Vilanova y comisariada por Vitor Nieves en la que se muestra una original visión de los músicos y de los instrumentos gallegos.

SUECIA ESTÁ MÁS LEJOS QUE NUNCA

ITZIAR ZIGA ACTIVISTA FEMINISTA

Que una organización no gubernamental con la relevancia y la autoridad moral en la defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional haya decidido abogar por la despenalización del trabajo sexual, supone una victoria histórica. Y no porque los gobiernos vayan a dejar de hostigar policialmente a las prostitutas o a los clientes de una noche para otra. De sobra lo sabemos: si las peticiones de AI fueran atendidas, en el mundo ya no existiría tortura. Pero en el encarnizado tira y afloja de las últimas décadas, regulación versus abolición, hacía falta un tanto tan formidable como éste a favor de las putas. Sobre todo desde que Suecia decidiera en 1999 prohibir todo trabajo sexual ideando una fórmula novedosa: condenar a los clientes y tratar categóricamente a las putas como víctimas de violencia de género, en cuya redención el Estado estará dispuesto a invertir todo el dinero que haga falta. Es decir, que el gobierno pague a las prostitutas para que dejen de serlo en nombre de la igualdad. El gobierno que se lo pueda permitir, claro está. Más aún en estos tiempos de recortes sociales y precarización de multitudes.

Da igual, extender el modelo sueco prohibicionista a todo el mundo ha sido la obsesión de una élite de mujeres organizada como lobby y autoerigida para decidir qué trabajo es conveniente y cuál indigno para el resto de las mujeres, desde sus privilegios de raza y clase. Eso sí, en nombre del feminismo. Para ellas, ha dado igual que cien prostitutas okuparan una iglesia en Lyon el 2 de junio de 1975 para denunciar la represión policial que sufrían y que en pocos días, la protesta se extendiera a todo el Estado francés, emprendiendo el movimiento de las trabajadoras del sexo en Europa. Entre ellas estaba la pionera Grisélidis Réal, quien descansa desde 2009 en el Cementerio de los Reyes de Ginebra. Tampoco han querido escuchar nunca a Pia Covre y Carla Corso, fundadoras en 1983 de la Comisión por los Derechos Civiles de las Prostitutas italianas. Y que hoy siguen acercándose por la noche a las chicas que se prostituyen en las peores condiciones por su condición de migrantes indocumentadas en las carreteras del Este, para darles protección y trasferencia de saberes. Siempre son las prostitutas más concienciadas políticamente quienes cuidan de las putas más vulnerables. Y también una orden de monjas prodigiosas llamadas oblatas.

 

 

Al lobby abolicionista siempre le dio igual de qué vivirían las prostitutas si lograban implantar el modelo sueco, cada día más lejano. Nunca he escuchado a una abolicionista criticar la Ley de Extranjería ni relacionar prostitución con capitalismo. En realidad, nunca les he escuchado escuchar a mujeres que no piensan como ellas, menos aún a una puta o a una amiga de las putas. Creo que no hay nada más patriarcal que robar la voz a una mujer con la excusa de que es víctima. Por eso celebro tanto la decisión de Amnistía Internacional de apoyar las luchas de las putas: a partir de ahora no va a ser tan fácil enmudecerlas. O al menos intentarlo. Porque nunca lograron callarlas, ni valiéndose del estigma más misógino que existe y que nos daña a todas las mujeres. Las trabajadoras del sexo han librado una batalla heroica en todo el mundo. Y hoy son más fuertes que nunca.

«A mí otras mujeres no me van a decir qué es digno y qué no lo es»

MONTSE NEIRA  PROSTITUTA E INVESTIGADORA SOCIAL

Después de trabajar de dependienta, de mujer de limpieza y de camarera, Montse Neira (Barcelona, 1960) decidió probar suerte con la prostitución, con la cual pudo costearse sus estudios de Ciencias Políticas. Cuenta su experiencia en el libro «Una mala mujer» y es una de las voces más notables a favor de los derechos de las trabajadoras sexuales.

MONTSE NEIRA PROSTITUTA E INVESTIGADORA SOCIAL

¿Qué supone la decisión de Amnistía Internacional?

El paso es muy importante, porque es una entidad con mucho peso, pero no supone que los Estados vayan a actuar de acuerdo con esa premisa, por lo que queda mucho trabajo todavía. Pero sí que nos da a las personas que ejercemos la prostitución una herramienta para poder denunciar, lo cual no es poco, ya que somos uno de los colectivos más estigmatizados. No existimos. Además, el estigma lo que conlleva es que nos sintamos culpables, sintamos miedo, vergüenza… es lo que realmente nos hace vulnerables.

¿Cuál es la importancia de no perseguir al cliente?

Es que si se criminaliza a los clientes, ¡nos quitan el pan! Con la premisa de que sea un pacto consentido entre adultos, no se puede perseguir a una persona porque quiera pagar por sexo.

Los defensores de la prohibición ya han puesto el grito en el cielo…

Que se metan en sus asuntos y nos dejen tranquilas. Ahora ya nos acusan a las activistas proderechos de tener detrás a la industria del sexo. No se puede entender si no es por esos prejuicios y esas moralidades que les persiguen. Pero mira, a mí la dignidad como persona no me la da o me la quita nadie desde una posición de privilegio; con mi vagina, mi boca y mis manos hago lo que quiero. Y otros trabajos, que pueden ser muy dignos y aceptados, a mí no me dan de comer ni cubren mis necesidades básicas.

¿Qué le ha aportado a usted el trabajo sexual?

Yo empecé porque quería dejar de ser pobre y dejar de trabajar con cosas que me enfermaban. Me arriesgué y me salió bien, y además me di cuenta de que estaba bien, ganaba dinero, tenía una vida digna, cubría mis necesidades básicas y me podía permitir algún capricho y todo. Y con mis clientes estaba bien y con las demás relaciones sexuales también. ¿Acaso estaba haciendo algo mal, como algunas me querían hacer creer? Es entonces cuando me empoderé, me quité la vergüenza y empecé a dar la cara. A mí otras mujeres no me van a decir qué es digno y qué no es digno.

La resolución de AI incluye a los burdeles. ¿Qué le parece?

Es un asunto más complicado, porque yo he trabajado en burdeles y ahí sí que hay mucha explotación. Yo siempre digo que, si se legalizan tiene que ser para que la persona que ejerce la prostitución en un local sea la que decida las prácticas sexuales que quiere hacer y los clientes con los que quiere trabajar. Esa es la premisa que tenemos las independientes y la verdad es que en los burdeles no siempre se cumple.

NUEVO HITO EN LA LUCHA POR LOS DERECHOS DE LAS PROSTITUTAS

DESPENALIZACIÓN DEL COMERCIO SEXUAL CONSENTIDO

La decisión de Amnistía Internacional de asumir la demanda de despenalizar la prostitución consentida ha generado algunas exaltadas reacciones que han llegado hasta Hollywood. Aunque el debate sigue, la defensa de los derechos de las prostitutas se abre paso.

A prostitute holds a placard reading "clients penalised- prostitutes killed" as others wear masks during a demonstration of sex workers on December 4, 2013 in Paris, after French lawmakers approved today a controversial bill that will make the clients of prostitutes liable for fines starting at 1,500 euros ($2,000). AFP PHOTO / JOEL SAGET

La reciente revelación de que un local de alterne sufragó durante años la celebración de la fiesta del Pilar del cuartel de la Guardia Civil en Tutera, cuyo capitán al mando es amigo del propietario del prostíbulo (según “Interviú”), además de reflejar crudamente el país en el que nos ha tocado vivir, muestra la prostitución como realidad social indiscutible. Ha existido, existe y, siempre que siga habiendo dos personas dispuestas a intercambiar sexo por dinero y viceversa, seguirá probablemente existiendo.

El tema, antiguo, largo y espinoso, genera arduos debates entre las tesis abolicionistas, que abogan por la prohibición, y las demandas de derechos para las trabajadoras sexuales. Un debate que, por primera vez, la organización Amnistía Internacional ha encarado y desarrollado en toda su complejidad a lo largo de los últimos meses, proceso tras el cual aprobó este mes de agosto en Dublín una novedosa resolución según la cual Amnistía Internacional desarrollará «una política que apoye la plena despenalización de todos los aspectos del comercio sexual consentido».

Adoptada en un encuentro en el que participaron 400 delegados de 70 secciones nacionales, la resolución fue calificada de «histórica» por el secretario general de AI, Salil Shetty. Aunque explicó que no fue una decisión «fácil de adoptar», la defendió asegurando que «la criminalización del trabajo sexual consentido entre adultos puede resultar en un aumento de violaciones de las trabajadoras sexuales».

Pero que Amnistía Internacional dejase claro por activa y por pasiva que seguirán reclamando con firmeza la persecución de «la prostitución infantil, el tráfico de personas y de toda prostitución forzada» no fue suficiente para la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres (CATW, por sus siglas en inglés), que durante el proceso de debate publicó una carta abierta en la que denunciaba que AI «se pone más del lado de los explotadores que de los explotados». «No hay ninguna lógica detrás de la premisa de que para proteger a los explotados tengas que despenalizar a los explotadores. No tiene sentido», señaló tras la aprobación de la resolución la directora ejecutiva de CATW, Taina Bien-Aime, en defensa de cuyas tesis se han manifestado varias actrices de Hollywood como Meryl Streep o Kate Winslet, aportando su glamour a las tesis abolicionistas.

«¿Y qué quieren, que para ganarme la vida les friegue las escaleras a esas pijas ricas? Pues no, prefiero ser puta, la verdad», contesta contundente Paula Ezkerra, miembro del colectivo Putas Indignadas del barrio del Raval de Barcelona.

Despenalización de los burdeles

En proceso de convertirse en cooperativa, el colectivo Putas Indignadas reclama el derecho a ejercer la prostitución en la vía pública, algo prohibido en Barcelona por las ordenanzas municipales. Ezkerra explica que en la calle se sienten más seguras, ya que tienen la libertad de elegir al cliente de forma autónoma y organizarse entre ellas. Algo que no siempre ocurre en los prostíbulos, tal y como señalan la propia Ezkerra o Montse Neira, entrevistada en la página contigua. Sin ir más lejos, el club Eros de Tutera, que ha servido para arrancar este texto, está investigado por trata y explotación.

Uno de los puntos más controvertidos de la resolución de AI es, precisamente, que se compromete a hacer campaña para que tampoco se persiga «a los proxetenetas y administradores de burdeles que no fuercen a las mujeres», lo que ha despertado las críticas de aquellos que, defendiendo la no persecución de prostitutas y clientes, se oponen a la existencia de burdeles. El debate sigue abierto y, en cualquier caso, Shetty ya dejó claro que la resolución no es más que la base «para adoptar una política para la protección de los derechos humanos de los trabajadores sexuales que ayudará a dar forma al trabajo futuro de Amnistía Internacional».

Histórico: demanda de pareja gay colombiana llega a la Corte IDH

Ángel Alberto Duque, portador del VIH, demandó al Estado colombiano por haberle negado durante más de diez años la pensión de sobreviviente tras la muerte de su pareja.

Ángel Alberto Duque (izq.), un ciudadano portador del virus de inmunodeficiencia humana –VIH-, reclama la pensión de sobreviviente que dejó su compañero, Jhon Oscar Jiménez (der.)

Ángel Alberto Duque (izq.), un ciudadano portador del virus de inmunodeficiencia humana –VIH-, reclama la pensión de sobreviviente que dejó su compañero, Jhon Oscar Jiménez (der.) Foto: Cortesía Comisión Colombiana de Juristas

Aunque en el año 2008, en una trascendental decisión, la Corte Constitucional les reconoció a las parejas del mismo sexo derechos patrimoniales, entre ellos el derecho de recibir el reconocimiento y el pago de la pensión de sobrevivientes, los casos en los que a los homosexuales se les ha negado esa posibilidad se presentaron de forma recurrente.

Uno de ellos es el de Ángel Alberto Duque, un ciudadano portador del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causal del sida, que desde el año 2001 libra una batalla jurídica por que se le reconozca el derecho a recibir la pensión de  su compañero, Jhon Óscar Jiménez, quien falleció después de 10 años de haber vivido juntos.

Desde el 15 de septiembre del 2001, cuando murió su compañero, Duque acudió al fondo de pensiones Colfondos para que le reconociera su derecho. Esa entidad le negó la solicitud y la decisión fue ratificada por varios jueces de la república, a pesar de la sentencia.

Ante la sistemática negativa, en el año 2015, Ángel Duque acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), demandó al Estado colombiano y exigió que se le reconociera su derecho a la pensión en calidad de sobreviviente.

El diciembre del año pasado, la CIDH remitió el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) con el argumento de que a Ángel Duque, portador del VIH, fue víctima de discriminación por su orientación sexual, ya que las autoridades excluyeron “arbitrariamente formas diversas de familia como las formadas por parejas del mismo sexo”.

La CIDH, en su informe de fondo, señaló que los posteriores procesos judiciales iniciados por Duque “perpetuaron con sus decisiones los prejuicios y la estigmatización de parejas del mismo sexo, al reafirmar una percepción estereotipada del concepto de familia vinculada exclusivamente con la conservación de la especie y la procreación de los hijos”.

El caso de Ángel Duque es el segundo en América Latina y el primero colombiano sobre derechos de las parejas del mismo sexo que llega a la CorteIDH. Las pretensiones de Duque son que el Estado colombiano acoja la recomendación de la CIDH para que le repare por las violaciones de derechos humanos causadas por la negativa de concederle la pensión de su compañero. Pide que le den acceso ininterrumpido a servicios de salud y tratamiento para el VIH, además de adoptar las medidas necesarias para garantizar la no repetición de hechos similares. También exige que se capacite a las personas encargadas de resolver temas pensionales para que no haya discriminación en ocasión de la orientación sexual.

La CorteIDH anunció el período de sesiones extraordinarias que adelantará la próxima semana, las cuales adelantará en Honduras. Tendrán la discusión de dos casos, uno de ellos es precisamente el caso denominado Ángel Duque versus Colombia.

El Estado colombiano deberá responder por la exclusión de Duque de la pensión de sobrevivencia tras la muerte de su compañero y la discriminación de la que asegura haber sido víctima a causa de su orientación sexual. La cita para Colombia y Duque será el próximo martes 25 de agosto.

Beatriz Vargas : “Hemos desnaturalizado hasta lo impensable lo más natural del mundo”

SEXÓLOGA EXPERTA EN DISCAPACIDAD

Los sexólogos critican el modelo sexual imperante en el que no hay cabida, entre tantos otros, para las personas con discapacidad y los ancianos

Beatriz Vargas Molina

Beatriz Vargas Molina.Foto: Oskar Martínez

BILBAO – Cómo cuidar la relación con nuestro cuerpo, expresar la erótica de manera satisfactoria, forjar la autoestima o saber a qué decir sí y a qué no son cuestiones básicas de la sexualidad que para la mayoría de las personas con discapacidad están “socialmente” vedadas. Beatriz Vargas Molina es sexóloga y psicóloga experta en este ámbito. Precisamente, fueron las carencias que percibió cuando trabajaba en las asociaciones de discapacitados lo que le impulsó a formarse como sexóloga. A día de hoy, éstas son algunas de sus reflexiones.

Sexualidad y discapacidad. ¿Tras varios años trabajando el tema cuál es su conclusión principal?

-Que la sexualidad de las personas con discapacidad no es diferente de la nuestra. Cada uno expresamos y vivimos la sexualidad de una manera y con estas personas ocurre lo mismo. El problema es que sufren más prejuicios. A la sociedad, en general, le incomoda abordar la sexualidad, pero le desagrada aún más afrontar la sexualidad de las personas con discapacidad. Parece que le tienen miedo. Y ello ha propiciado que pululen muchos mitos en torno a la discapacidad.

¿Cuáles son los más repetidos?

-Relacionados con la sexualidad, por ejemplo, que las personas con discapacidad son asexuadas, cuando no es cierto. No existe nadie asexuado, ni con discapacidad ni sin ella, ya que nuestra sexualidad se desarrolla desde que nacemos, es inherente a nuestra persona. Otra cosa es cómo se exprese y se viva. Aunque también hay muchos más: que son como ángeles, o como niños, que son peligrosos, que abordar su sexualidad es abrir la caja de Pandora, etc. Hay muchos mitos que son solo eso: mitos que nada tienen que ver con la realidad.

¿Cómo habría que abordar la sexualidad de las personas con discapacidad?

-Pues centrándonos en las personas, porque cada persona es única. No es lo mismo una discapacidad que otra, ni tampoco el momento de la discapacidad, ni los anhelos, gustos y deseos son los mismos en todas las personas. No se puede hablar ni de una sola sexualidad ni de una sola discapacidad. Ambos son conceptos muy amplios y por eso mismo no existen fórmulas mágicas para tratar estos casos.

¿Y a nivel social?

-Parece que las personas con discapacidad no pueden expresar su sexualidad de forma libre o formar un proyecto de vida en pareja. A nadie se nos ocurre que nos podamos enamorar de una persona que tenga algún tipo de discapacidad, porque su sexualidad no está visibilizada a nivel social. Eso se ve claramente en el cine: ¿en cuántas series o películas aparece una pareja donde uno de ellos tenga una discapacidad? No están recogidos en nuestro imaginario erótico colectivo. Y por otro lado, parte de la sociedad mira desde la sobreprotección, el miedo e incluso la compasión. Creo que es necesario que la sociedad cambie esta mirada por una más justa y realista.

¿La solución?

-Hemos desnaturalizado hasta lo impensable lo más natural del mundo y lo peor es que nos lo hemos creído. Hay que romper las barreras que nos dan miedo. El modelo sexual imperante tiene que ver con la genitalidad, la heterosexualidad, con unos cánones de belleza preestablecidos y con una determinada edad -normalmente, juventud-. Todo esto deja fuera a muchas personas. No hablo solo de personas con discapacidad, sino también de la gente mayor, entre otros. Por ello, hay que romper con esta visión tan sesgada de la sexualidad y buscar un nuevo modelo más amable en el que quepamos todos. Se está empezando a dar pasos, pero aún queda mucho trabajo.

Las asociaciones de personas con discapacidad reivindican una educación sexual inclusiva

Además de un servicio de “asistencia erótica” con el fin de recuperar los derechos sexuales de este colectivo

 

PÉRDIDA de visión, de movilidad, de sensibilidad, temblores, rigidez, espasmos. Son solo algunas de las particularidades con las que viven las personas con discapacidad y que requieren atención sociosanitaria. Sin embargo, según las conclusiones del encuentroAcercando la Sexología a la Discapacidad, celebrado el pasado 7 de julio en Bilbao, hay un ámbito que siempre queda pendiente: la sexualidad. Es más, abundan en que los profesionales de los centros médicos ni siquiera se sienten preparados para abordarlo.

“Siempre parece que hay cosas más urgentes, ¿pero dónde queda la convivencia, lo cotidiano y la interrelación que conforman el núcleo familiar?”. María Paz Giambastiani tiene esclerosis múltiple desde hace diez años. En la actualidad, es presidenta de la asociación Discapacidad Sin Distancia. Desde su experiencia, asegura que no se habla de la sexualidad de las personas con discapacidad ni desde las entidades ni desde los profesionales que intervienen en la atención sociosanitaria. “Es un tema tabú hasta dentro del propio colectivo”, confiesa.

Mantener esta cuestión en la trastienda ha hecho que pululen muchos mitos, entre ellos, por ejemplo, que las personas con discapacidad son asexuadas. “Pero no lo somos”, asegura María Paz. No obstante, las consecuencias de esta creencia son palpables. Una de ellas sería la exclusión de las mujeres con discapacidad de los programas ginecológicos de prevención del cáncer de cérvix. “Como imaginan que no vamos a mantener relaciones sexuales no nos ofrecen ese servicio”, critica. Algo similar ocurriría con distintas especialidades neurológicas y ginecológicas, en las que, en general, no se aborda la realidad sexuada y la erótica de estas personas.

Pero las dificultades van más allá, abarcando, entre otros aspectos, la accesibilidad a las máquinas expendedoras de preservativos de los baños. “Se encuentran a una altura que para alguien con silla de ruedas es imposible acceder”, explica María Paz. Asimismo, recuerda que la ropa sigue sin estar adaptada a las personas con discapacidad y que los zapatos especiales son más masculinos que femeninos. “Estos productos no están hechos pensando en el carácter sexuado de estas personas”.

Sensibilizar y generar un diálogo que analice y reflexione sobre este tema, esas son las vías a seguir que propone María Paz. “Hay que empezar a poner el tema sobre la mesa y acabar con la autocensura”.

“A LAS BRAVAS” Igor Nabarro es un gasteiztarra de 36 años. A los 17 tuvo un accidente que cambió su vida y desde entonces vive con una lesión medular. Como en tantos otros casos, los médicos dedicaron mucho tiempo a su rehabilitación física y también tuvo atención psicológica, pero recuerda que en ningún momento le ayudaron a adaptarse en el plano de la sexualidad. “La única rehabilitación ‘sexual’ que había tenía el fin de poder acceder a la paternidad, nada más”. Por ello, comenta Igor, tuvo que aprender el resto “a las bravas”. Precisamente, esa fue una de las razones que le empujó a formarse como sexólogo.

Desde el punto de vista de Igor, a nivel de vivencia de la sexualidad se podrían clasificar las situaciones de discapacidad en dos grandes grupos: las discapacidades sobrevenidas o adquiridas y las discapacidades congénitas o de nacimiento. En el caso de las sobrevenidas, asegura que en un primer momento la palabra clave es frustración. “Se intenta volver a la erótica de la misma manera que antes y muchas veces no se puede”, matiza. Ello hace que la persona no se sienta un hombre o una mujer “al completo”, sobre todo cuando la discapacidad afecta a las funciones reproductoras o a sus relaciones íntimas. “Y socialmente se pone en entredicho su masculinidad o feminidad”. Sin embargo, continúa Igor, esta frustración se alarga en el tiempo cuando no hay un acompañamiento en el ámbito de la sexualidad y de la erótica y la persona persiste en reintentar fórmulas y modos anteriores. “Para superarlo, es conveniente dejar de lado esa visión genitalizada y coitocéntrica del placer que nos limita y ampliar el catálogo erótico”. Besos, caricias, masajes, prácticas bucogenitales. “Más allá del coito hay una infinita cantidad de posibilidades tanto o más satisfactorias que el coito”.

En cuanto a las discapacidades congénitas, Igor afirma que el mayor problema es la visión que tiene la sociedad de la sexualidad de estas personas: “O piensan que no les interesa desarrollarla en absoluto, como si la discapacidad anulase el deseo, o que tratarla es abrir la caja de Pandora”. Estos pensamientos se dan, sobre todo cuando se trata de discapacidades intelectuales, debido a la ocultación y la prohibición que estas personas han sufrido incluso por parte de su entorno más cercano. “Al no dejarles desarrollar la sexualidad de manera natural, privándoles incluso de su propio cuerpo, es habitual que aprovechen la mínima posibilidad para experimentar”.

RELACIONES AFECTIVAS Más allá de la erótica, otro punto importante dentro de la sexualidad de las personas son las relaciones afectivas. Según Igor, está muy ligado al concepto de educación sexual inclusiva: hasta que no se considere a las personas con discapacidad como personas sexuadas seguirá existiendo una gran barrera. “A día de hoy todavía se ve con extrañeza que una persona con discapacidad ligue o que quiera ligar”. Más aún, si se trata con alguien que no tiene ningún tipo de discapacidad. “Hay que apartar el miedo y la vergüenza y erradicar la ignorancia”.

De la misma opinión que Igor es José Antonio Espinosa, miembro de Bizkel, la asociación de lesionados medulares de Bizkaia. “La sexualidad es un tema tabú, pero tiene que dejar de serlo”. Admite que ya se están dando los primeros pasos, aunque considera que van demasiado despacio. Por ello, apoya un servicio de “asistencia erótica” con el fin de afianzar lo logrado y acelerar este proceso. “Del mismo modo que se pone una rampa en un centro comercial, hay que dar apoyo para facilitar ese acceso a la sexualidad como necesidad humana”.

Ciudadanos de segunda fila. Así es como José Antonio considera que se trata a las personas con discapacidad. “Si a nivel social estamos discriminados, en el plano sexual se nos ignora totalmente”, critica. Para darle una vuelta a la situación, recalca que “hay que cambiar de chip” y para ello aboga por dejar de lado el sistema asistencialista, el paternalismo y la infantilización para apostar por una educación sexual inclusiva y un servicio de “asistencia erótica”. “Igual que comer y el resto de las necesidades básicas de la vida, el sexo es una necesidad más para nosotros también”.