‘Carmen y Lola’, el primer amor lésbico entre gitanas conquista Cannes

Fotograma del filme ‘Carmen y Lola’.

Carmen y Lola no es exactamente una película. O sí, pero de otra manera. Es más, resulta más fácil definirla por lo que no quiere ser que por lo que es. Y es ahí, en la indefinición, donde encuentra su sitio; en ese espacio entre la realidad y el sueño, entre la tradición y la más elemental de las libertades. Lejos de las fronteras. Es una historia ficticia, pero con actores tan reales que ni siquiera son actores. Es casi un documental, pero perfectamente consciente de que sólo la imaginación da sentido. Trata sobre la más prohibida de las pasiones y, sin embargo, en la pantalla todo resulta obvio y necesario. Digamos que todo ocurre por primera vez. La directora, Arantxa Echevarría, debuta y, por supuesto Rosy Rodríguez (Carmen) y Zaira Morales (Lola) también. Lo que se cuenta, obviamente, es un primer amor contra todo.

“Recuerdo”, dice la directora, “que todo empezó por un artículo que leí en un periódico. Hacía cinco años que se había aprobado el matrimonio homosexual y una pareja de mujeres hablaba de su relación por primera vez. Eran gitanas. La foto del reportaje estaba tomada desde atrás. Sólo se le veía la espalda. Y pensé: ‘Y si diéramos la vuelta a la página, ¿qué veríamos?’. Esta película responde a ese deseo”.

Y así es. La película avanza siempre pendiente de sus pasos; consciente del terreno delicado, quizá simplemente revolucionario, que pisa. Ellas, las actrices que no lo son, se dan vida a sí mismas, pero no del todo. De hecho, toda la primera mitad de la cinta se comporta como un documental y traza el terreno de un mundo de vendedores ambulantes, ceremonias “de pedida” y ritos “en el culto”. Sólo y siempre pendiente de cada detalle. Hasta que, poco a poco, con cuidado, la cinta se despega del suelo para alcanzar el otro lado, ese que Echevarría quiso retratar desde el primer momento.

“Estaba yo más atenta al asunto que tratábamos, que no deja de ser delicado, un tabú, que las propias Zaira y Rosy. Una de ellas, ni siquiera se molestó en saber cómo acababa la película. Iban al rodaje, se aprendían sus papeles y seguíamos. Día a día”, comenta la directora. Y, en efecto, esa inmediatez, esa sensación de vida, inunda cada segundo de película. “Para que se besaran, me tuve que besar yo primero delante de ellas con una amiga”. Todo a la vista, todo más real que la propia realidad.

“Yo sí creo en el cine social, sí creo en la capacidad del cine para enseñar realidades que han de ser cambiadas. Al fin y al cabo, el cine no es más que deseo”, afirma rotunda la directora para marcar el terreno, para situar su trabajo exactamente en el sitio que toca. La idea, en definitiva, no es otra que dar la vuelta a lo oculto, a lo triste, a lo real. La idea es ver qué hay en el otro lado de la página. Carmen y Lola, una película resplandeciente, una película que se niega a ser definida. Puro deseo.

La escandalización cultural como paradigma del antigitanismo

Beatriz Micaela Carrillo de los Reyes

Antropóloga. Presidenta de FAKALI (Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas) y AMURADI (Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias de Andalucía). Vicepresidenta segunda del Consejo Estatal del Pueblo Gitano. Miembro del Patronato del Instituto de Cultura Gitana.

Respuesta a las declaraciones de Arantxa Echevarríacineasta y autora de la película ‘Carmen y Lola’: “O cuenta una paya la situación de la mujer gitana o no la cuenta nadie. Y desgraciadamente tiene que ser una paya porque ellos no tienen voz”. 

 

No nos va a sorprender a estas alturas de la película que una cineasta de etnia paya pretenda validar su voz ante la castrada libertad gitanacomo fundamento del más trasnochado y caritativo etnocentrismo.

Y comienzo desde esa incapacidad cultural que se nos atribuye como mujeres y gitanas a esbozar algunas lindezas sobre la inquietud que me provoca la ocupación de ese progresismo más rancio de algunas consideradas herederas del feminismo, empaquetadas en la revolución francesa a la hispánica.

Queridas amigas, sin que os afecte a la matriz de vuestro colonialismo feminista, las gitanas no necesitamos vuestra voz para sustituir la nuestra. Creo que no os habéis enterado de que, aquello que denunciáis en vuestros titulares, es precisamente lo que habéis puesto en práctica confiscando nuestra lucha por dar rienda suelta al mito racial, reforzando los puntales del antigitanismo. Eso sí, todo maquillado de ‘buenismo’ privilegiado.

Sí, la escandalización opera en las entrañas de las sociedades consideradas superiores, un presupuesto de ese paradigma civilizado es acusar a nuestra cultura de secuestrar la libertad de las gitanas. Por eso esa necesidad de retroalimentar que si no es una paya la que nos salve de nuestra incapacidad para ello, seguiremos en el limbo de nuestra cultura integrista. Como explica además la periodista en un brote de alarma payacéntrica, comparando la cultura gitana con la musulmana más radical, ambas estigmatizadas por el monopolio racista.

Nuestra amiga cineasta presenta en su gran obra a dos gitanas lesbianas porque ella había soñado en los mundos de Yupi que la mujer paya está tan liberada de ese sistema patriarcal normaheterosexual que ahora debe rescatar a las gitanas dominadas por esa cultura machista inútil y retrógrada. Pero desde esa retórica salvacionista se usa el recurso fácil. Nada de explorar y documentarse sobre la historia de la opresión paya a la que hemos estado sometidas. No, no, no… lo mejor es aderezar su presentación pública con la mercantilización del prejuicio. Esto de escandalizarnos sobre los otros, los inferiores, los inválidos culturales es la mejor fórmula de marketing para promocionar la película. Marketing apestado por la industria televisiva con la emisión de programas basura sobre los gitanos y gitanas en las cadenas privadas de nuestro país.

Prosigo, porque aunque mi voz esté aplastada, parece que hay que consolarse con vuestra misión paternalista. Por ello os aplaudo. Gracias por la defensa de nuestras causas, pero haced el favor de no subestimar ni anular nuestra revolución, porque antes de que vuestras antepasadas pudieran liberarse del arquetipo de la virtud victoriana, a nosotras ya nos perseguían por subversivas, liberales, rebeldes e indomables por no someternos al fundamentalismo occidental religioso e integrista de control patriarcal y racista. Sistema de dominación machista que tu cultura ha impuesto en la mía… Ahí lo dejo amigas.

“Si los ultracatólicos se hacen los dueños de las familias, de alguna forma están atacando a mis hijas”

Adelaida Campillo, presidenta de Asfagalem

Adelaida Campillo (Cieza,1978) es maestra de primaria en Molina de Segura (Murcia) y junto a su mujer son madres de dos mellizas de 19 meses, exactamente el mismo tiempo que existe Asfagalem (Asociación de Familias de Gays y Lesbianas de la Región de Murcia).

 Campillo es la presidenta de esta asociación y se decidió a fundarla “para mejorar la vida” de sus hijas. Actualmente reúne a 26 familias en la Región de Murcia, la mayoría de ellas con niños de cero a dos años. “Cuando estamos en el parque y le digo a alguien que una de mis hijas está con mi mujer me mira siempre un poco atónito”.

Campillo se muestra indignada ante la suspensión de las charlas escolares sobre diversidad sexual por parte del Gobierno murciano debido a presiones del Foro de la Familia. La consejería de Educación de Murcia especificó el pasado martes que se retomarían las charlas sin precisar una fecha concreta, aunque habría que solicitar permiso paterno.

¿Cómo ves la suspensión de las charlas escolares sobre diversidad sexual o la necesidad de un permiso paterno para que los alumnos asistan a ellas?

Puedo entender que el Foro de la Familia tenga sus ideas, pero no entiendo que la Consejería haga lo que le pidan. Nuestras familias también son familias. Necesitamos que se hable de diversidad familiar y homosexualidad para que los niños entiendan por qué sus compañeros tienen dos mamás o dos papás.

Nuestras familias van al parque, van al médico, estamos en la sociedad. No entiendo que nos quieran ocultar. Y cuando permites la autorización paterna para asistir a la charla estás mandando el mensaje de que es algo malo.

¿Por qué son importantes estas charlas?

Son importantes en primer lugar para que los hijos de familias homoparentales no sufran acoso, para que tampoco lo sufran los niños LGTBI y también por lo que se conoce como `homofobia interiorizada´, que es el rechazo del homosexual hacia su propia orientación sexual. Hay que luchar contra la invisibilización y mandar el mensaje de que no pasa nada porque si no estamos plantando pequeñas semillas de homofobia.

La escuela, además, es el lugar donde aprender la igualdad.

No hay una igualdad real y nuestras familias son tan válidas como las suyas. Soy maestra y esto se soluciona con educación, pero ya desde primaria. En secundaria llegamos tarde. Es difícil cambiar la perspectiva de una persona de 50 años, pero vamos que no entiendo el peligro de explicar la diversidad sexual a un niño. Explicar, por ejemplo, que nosotras somos dos mamás criando a dos mellizas de 19 meses. Uno de los principales acosos en los institutos es el acoso homofóbico. Porque si no: ¿quién protege a nuestras familias? Si los ultracatólicos se hacen los dueños de las familias, de alguna forma están atacando a mis hijas.

Es muy importante que nuestros hijos vean a su familia reconocida en la escuela, porque ya tenemos un bombardeo continuo a diario por ejemplo en la televisión. Nadie nos está protegiendo de un obispo que nos está discriminando y diciendo barbaridades de sus madres.

¿Qué otros obstáculos te encuentras en tu vida cotidiana?

Para empezar todos los formularios y las aplicaciones de la administración que pone madre y padre. Hay que adaptarlos. A los dos días de parir mellizas con cesárea tuve que ir personalmente al Registro a firmar con mi mujer porque con mi DNI, a diferencia de lo que les sucedía al resto de madres que estaban en el hospital, no era suficiente.

También habéis hecho campañas para que en el colegio se celebre el Día de la Familia, en lugar del Padre o de la Madre.

Que El Corte Inglés haga lo que quiera, pero en el colegio no puedes tener a algunos niños sin hacer actividades ese día porque no cuentan con un padre o una madre. Y ya no hablo solo de de familias homoparentales, sino de viudos o familias monoparentales.

Hasta la fecha no nos habíamos dedicado a hacer activismo, pero te das cuenta de que es muy importante para mejorar la vida de nuestras hijas. El matrimonio homosexual se aprobó en 2005. Y tenemos claro que tenemos derecho a todo.

En la Asamblea Regional se aprobó por unanimidad la nueva ley de igualdad social de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales que avanza en la protección, derechos y contra la discriminación en mayo de 2016

Exactamente. Y con esa ley no se ha hecho nada. Ni siquiera el prometido Observatorio contra la Homofobia, que es un órgano muy importante en el que se pueden solucionar rápidamente los conflictos, en lugar de empezar con demandas. Ni siquiera hay una persona asignada para el colectivo LGTBI.

Brasil llora por una mujer negra, lesbiana y feminista

El clamor por su asesinato ha convertido a la activista brasileña en un tótem

Un grupo de manifestantes pintan con spray una imagen de Marielle Franco con el mensaje: Presente hoy y siempre. LEO CORREA (AP). VÍDEO: REUTERS-QUALITY

Los tiros que mataron a Marielle Franco el 14 de marzo, en Río de Janeiro, atravesaron más que su cuerpo. Contra las expectativas de quienes la ejecutaron, las balas alcanzaron la ley no escrita de que los negros pueden morir. Siete de cada diez personas asesinadas en Brasil son negras. Marielle, de 38 años, sería una más en desplomarse sobre el asfalto, sin sonido ni lamento. Pero no lo fue. Esta vez, el clamor por la muerte de una mujer negra, lesbiana y feminista ha provocado una ruptura. El cuerpo destrozado de Marielle Franco se ha convertido en un tótem. Y, como tótem, vive.

Su muerte ha traspasado la barrera de la normalidad de un asesinato negro, y este traspaso solo ha sido posible por su vida. Por su vida la mataron. Y por su vida sus asesinos no podrán matarla.

Al hacer de su vida una excepción, Marielle denunció la deformidad de lo normal. Nació en la favela y consiguió llegar a la universidad. Fue madre adolescente y crio a su hija sin tener que convertirse en mujer de traficante. Era lesbiana y luchó contra la homofobia.

E hizo algo todavía más peligroso para quienes quieren mantener sus privilegios intactos: Marielle reventó el discurso de que el voto no tiene valor y que la democracia ya no puede responder a los anhelos de la ciudad. Probó que la política sigue siendo un instrumento poderoso para rechazar destinos determinados y recuperar la capacidad de imaginar un futuro donde todos quepan.

Marielle demostró que los cuerpos negros pueden ocupar la ciudad en otra posición. La quinta concejala más votada en Río por el PSOL, un partido de izquierdas, luchaba por las mujeres de la favela y los derechos humanos. Marielle pertenece a la generación que está reinventando la democracia en Brasil. Una osadía en un país donde el proceso democrático se corrompe sistemáticamente.

El genocidio negro es un golpe que se reedita desde hace siglos en Brasil. Dos días después del asesinato de Marielle, a un bebé negro le volaron la cabeza en un supuesto intercambio de tiros con la policía de Río. “¡Parad de matarnos!”, decía el cartel que llevaba un niño de 11 años en la última manifestación en São Paulo. Al querer recolocar a Marielle en el lugar destinado a los negros, tumbados en el asfalto, Brasil ha descubierto que los negros no volverán a los barracones.

A Marielle Franco la asesinaron casi un mes después de iniciarse la intervención federal en Río, dando el mando de la seguridad al Ejército. Pero la única intervención legítima es la suya, un desgarrón en la estructura racista de Brasil: con su vida, Marielle creó un cuerpo que ya no puede asesinarse.

Tu novia es “tu amiga especial” o la confusión del recepcionista: la homofobia sutil que la ley no combate

Manifestantes del Orgullo Crítico de 2017 en Madrid ÁLVARO MINGUITO

Ir con tu pareja al mostrador del hotel, que la recepcionista ponga cara de extrañeza, mire de nuevo a la pantalla del ordenador y asegure que se debe tratar de “un error” al ver que sois dos chicos. Que tu madre te pregunte siempre por tu “amiga especial” a pesar de que sabe que eres una mujer bisexual y ahora tienes novia. Que los primeros días de trabajo no dejen de preguntarte si tienes novio porque eres una chica. Que tu grupo de amigos se sienta incómodo en una discoteca LGTBI, lo comente y decida irse.

Los avances normativos de los últimos años han dibujado un escenario de cierto consenso social contra la homofobia y a favor de la diversidad afectivo sexual. Sin embargo, permanece un tipo de discriminación sutil, más invisible y menos directa que el insulto o la paliza y también menos reconocible.

“Comportamientos que antes eran tolerables están prohibidos por ley y hay cierto consenso social en rechazarlos. Pasa con todos los colectivos. El prejuicio, que antes se manifestaba de manera violenta y directa, ahora cambia y busca otra forma de articularse. Y es que el prejuicio no se puede prohibir por decreto ley, está muy instalado y no cambia de la noche a la mañana”, explica Fernando Molero, el investigador principal de  un reciente estudio elaborado con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) sobre la discriminación sutil y manifiesta.

No significa que las agresiones motivadas por la orientación sexual no se produzcan, pero hay un clima de condena. Los resultados de la investigación –realizada sobre una muestra de casi 500 mujeres lesbianas y hombres gays, no bisexuales– concluyen que la discriminación sutil percibida es mayor que la directa porque “a pesar de la existencia de legislación avanzada y de la aparente tolerancia, hay una amplia evidencia de que en la sociedad española aún hay prejuicios y discriminación”.

El prejuicio encubierto

Al preguntar a varias personas sobre este tipo de discriminación, Ana nombra los chistes en los grupos de amigas y las miradas por la calle al ir de la mano con una mujer o que su madre diga, cuando le preguntan por los maridos de sus hijas, que su hermana vive con su pareja y que ella es “muy independiente”, a pesar de tener también pareja. A Sara su padre le pregunta por “su amiga especial” y el primo de Sergio le dijo que no tenía ningún problema cuando le presentó a su novio, pero que quizás se sentiría incómodo si se besaban delante de él. Son muchas las mujeres lesbianas que relatan  la presunción de heterosexualidad a la que se enfrentan en las consultas ginecológicas.

No solo ocurre, lejos de lo que pudiera parecer, entre personas nacidas en una época en la que la orientación sexual era duramente reprimida e invisible, sino que también se da entre jóvenes. De hecho,  un estudio de 2016 del Gobierno vascoidentificó que los prejuicios sutiles son uno de los tipos de violencia que se dan en las aulas hacia el alumnado homosexual o bisexual. Un tipo de fobia que, asegura el informe, perdura en la población adolescente, aunque no se atreven a manifestarla en público.

En este caso se trata de “una forma encubierta de prejuicio que no siempre se traduce en conductas hostiles o de claro rechazo más presentes años atrás. Hay adolescentes que no muestran conductas fóbicas racionales, pero pueden sentir incomodidad antes lesbianas y gays o mostrar desagrado ante manifestaciones de afecto entre personas del mismo sexo”. Algunos ejemplos reales que recoge el informe son: “A mí no me gusta que los chicos estén con chicos, pero lo acepto. De aquí a unos años quizá me guste”. Una idea que refleja “la aceptación social o normativa y, a su vez, el rechazo o reparo individual”.

Difícil de combatir

Muchas de las personas consultadas para este reportaje coinciden en afirmar que el trabajo es uno de los espacios en los que más perciben este tipo de discriminación sutil. No es poco frecuente el relato de hombres y mujeres que disimulan su pluma para ajustarse a un marcado consenso no explícito entre lo que es aceptable y lo que no. La “plumofobia”, de hecho, es un tipo de discriminación muy relacionada: el típico “gay sí, pero que no se note” o “¿por qué tienes que hacer bandera de tu condición sexual?”.

“En el ámbito laboral o familiar hay una cierta apariencia de tolerancia o aceptación, pero en realidad se admite tu presencia pero no tu existencia. Suele verse claramente en los espacios informales al conversar sobre planes de fin de semana con parejas o de vacaciones. No es poco frecuente que se produzca una omisión de preguntarte a no ser que tengas una actitud muy proactiva, la gente no sabe muy bien cómo incorporarte o cómo comportarse contigo”, ejemplifica la jurista especializada en derechos LGTBI Violeta Assiego.

La investigadora Donatella Di Marco  lleva años estudiando la discriminación por orientación sexual que se da en el empleo para concluir que suele considerarse un espacio no demasiado seguro para salir del armario. Entre otras cosas, por los prejuicios sutiles que se dan y que “pueden ser tan dañinos como la discriminación manifiesta. Además, son más difíciles de identificar para las víctimas y para las organizaciones y, por ende, más difíciles de combatir”, explica Di Marco, que actualmente trabaja en el Instituto Universitario de Lisboa.

“La ley de la homofobia”

El estudio de la UNED también concluye la dificultad para combatir este tipo de homofobia sofisticada porque “percibes rechazo pero no te lo están comunicando directamente. Quizás sientes que algo pasa, que no te miran igual, pero a la vez te están diciendo que te aceptan”, resume Molero, que hace hincapié en que provoca indenfensión, inseguridad e impotencia.

“Ante el rechazo directo la víctima sabe claramente cómo posicionarse, pero ante este no”. Algo en lo que también influye la escasa complicidad social, que mayoritariamente sí se posiciona en contra de la violencia directa.

Kika Fumero es profesora y especialista en diversidad afectivo sexual. Asegura que es más difícil de combatir porque es “un acuerdo social tácito” que emana de que “seguimos siendo percibidos como una realidad ajena, extraña y no cotidiana”. La docente nombra la invisibilidad y el silencio como dos formas de este tipo de discriminación que hacen que se mantenga lo que Ignacio Pichardo, profesor de Antropología de la Universidad Complutense de Madrid, ha llamado “la ley de la homofobia”.

“Cuando voy con mi pareja por la calle prefiero soportar que una persona me grite ‘lesbiana’ que las miradas silenciosas que se giran”, dice Fumero. Miradas que, probablemente, pertenecen a personas que aseguran tolerar la diversidad de orientación sexual.  En palabras de Pichardo: “Las encuestas dicen que la mayoría de personas son respetuosas. Si hay alguien que tiene que dejar de arbitrar un partido de fútbol porque le llaman maricón en el campo no es porque haya 300 personas llamándole maricón. A lo mejor son diez, cinco, ocho personas, pero las otras 280 se callan y con ese silencio están permitiendo que la ley de la homofobia se mantenga”.

Isabel Coixet rodará una película sobre las primeras lesbianas que se casaron por la Iglesia

La directora prepara ‘Elisa y Marcela’, la historia de las dos maestras gallegas que contrajeron matrimonio en 1901

Marcela y Elisa serán llevadas al cine por Isabel Coixet. / EFE

La flamante ganadora de los Goya Isabel Coixet prepara ya su próximo proyecto, Elisa y Marcela, una película basada en la historia real del primer matrimonio entre mujeres registrado en España, en 1901, según ha confirmado la productora Rodar y Rodar. Ellas también fueron las únicas lesbianas casadas por la Iglesia.

Isabel Coixet empezará a rodar previsiblemente en mayo. En estos momentos, se están cerrando acuerdos con las actrices que podrían protagonizarla.

La productora de la artista, Miss Wasabi, tampoco ha confirmado a Público quiénes serán las intérpretes, aunque hace un año la revista Fotogramas apuntó hacia María Valverde y Natalia de Molina. En web de Rodar y Rodar, ambas figuran en la ficha del filme, cuyos derechos han sido adquiridos por Netflix para distribuirla en su plataforma unos cuatro meses después del estreno en salas de cine.

Marcela y Elisa, dos maestras gallegas, se casaron por la iglesia en A Coruña el 8 de junio de 1901. Para burlar la ley, la segunda tuvo que adoptar una identidad masculina y se hizo pasar por un hombre con el nombre de Mario Sánchez, pero el engaño acabó siendo descubierto y ambas fueron perseguidas y tuvieron que huir.

El historiador Narciso de Gabriel, autor del libro en el que se basa la película (Elisa y Marcela. Más allá de los hombres, editado por Libros del Silencio), ha trazado los últimos pasos de Marcela y Elisa, cuyo destino se antoja trágico.

Cataluña trans

Por Carne Cruda

Carne Cruda – Cataluña trans (EDITORIAL #CC369)

Cuando despertemos del 21D, el dinosaurio seguirá ahí y Catalunya estará dividida en dos mitades y ninguna dejará de existir. Están condenadas a entender y convivir, a pactar y a transigir, pero ninguno de los dos bloques lo dice porque no da retuits

El selfie que difundieron y retrató a varios políticos

Las campañas electorales son como las campañas bélicas. Todos quieren acabar con el enemigo. Sólo puede quedar uno, como en Los Inmortales. O como en Gran Hermano, el programa de tele, que es más su rollo. Sexo, mentiras y cintas de vídeo. Todos hacen extraños compañeros de cama y edredoning con desconocidos, mienten para que les voten y votan para echar al resto de compañeros de piso. La democracia en Espataluña o Catapaña es esto. Una temporada más de GH. Posado para las cámaras. O como se dice ahora, postureo.

En Cataluña, como están en campaña continua desde hace años, hace demasiado tiempo que los políticos siempre posan. Son como modelos, pero no modelos a seguir sino maniquíes que se pasean por una pasarela, que es un camino a ninguna parte. Actúan más para sus espectadores en Instagram o sus seguidores de Twitter que para los ciudadanos. Ya no hablan de desahucios, paro o desigualdad. Como las estrellas de la red, hablan de sí mismos, convierten en nuestros sus problemas y nosotros les seguimos. Los indepes lanzan tuits como el que tira dardos, los unionistas se hacen selfies como si fueran amigos y los comunes están tan fuera de sitio que hasta van a Tele 5, que es la única manera de acercarse a una mayoría que tienen en este momento.

Que Ada Colau normalice la homosexualidad y la bisexualidad en la televisión más vista, es lo único bueno de todo este circo. Eso y que una chica se bese con su pareja trans en Operación Triunfo. Hay que celebrar que la tele de masas sirva para algo, tanto como lamentar que los políticos no estén sirviendo para casi nada. Mientras la política nos ha convertido en manada, llegan estas mujeronas y hacen lo más subversivo, vanguardista y avanzado en este país, en estos tiempos: morrearse con lo raro, o con lo igual pero impropio, besar al distinto y al diverso, amarse fuera de la norma y contra lo establecido.

Parece impensable que algo así pueda ocurrir en Cataluña tras el 21 de diciembre, porque los dos bloques, que son bloques de piedra, creen que esto sólo puede resolverse por aplastamiento. Negando al otro, lo haré desaparecer. Y si no desaparece, ignorarlo hasta que enmudezca, se arrodille y baje la cabeza. En lugar de plegarme al otro, doblegarlo. La democracia entendida como superioridad numérica y dictadura de la mayoría, no como pacto entre minorías. No sólo los indepes, los dos bandos quieren la vía unilateral.

Pero no va a poder ser. Porque cuando despertemos del 21D, el dinosaurio seguirá ahí y Cataluña estará dividida en dos mitades y por más que una niegue a la otra, ninguna dejará de existir. Y ninguna debe imponerse a la otra. Están condenadas a entenderse y a convivir, a pactar y transigir con el contrario, pero esto en la política tuitera, no se puede decir porque no da retuits. Por eso la clave la tienen los que se han quedado atrapados en el medio, aprisionados entre los dos bloques de hormigón, que tienen la formidable y larguísima tarea de deshacer la piedra como si fuera un terrón de azúcar y desbastarla hasta quitarle a los fanáticos que le sobran.

Para algunos es imposible, para otros inaceptable, pero como la familia de Colau, los catalanes tendrán que aceptar con normalidad las relaciones fuera de la norma, los amores bisexuales y los cambios de género. La única Cataluña posible tiene que ser bi y trans.

Las redes aplauden a Ada Colau por su confesión de que es bisexual

La alcaldesa de Barcelona explica en televisión que tuvo una relación de 2 años con una mujer italiana

Colau hizo un alegato en favor de la diversidad sexual en horario de máxima audiencia en Telecinco. (Telecinco)

MADRID– La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reveló en el programa televisivo deSábado Deluxede Telecinco que es bisexual: “He tenido una relación de muchos años con una mujer italiana, primero fue con un hombre y luego con ella”, confesaba en televisión, y añadía que aunque ha tenido otras relaciones con mujeres, ninguna “tuvo tanto peso como esa”.

“Tuve primero un novio y después una novia italiana, Paolo él y Elena ella, con 19-20-21 años. Fue durante una beca Erasmus cuando tenía unos veinte años. Era la primera vez que me enamoraba de una mujer, fue una relación larga, de dos años”. Tal y como relató durante la entrevista, este hecho no le supuso ningún problema en su casa porque “era algo perfectamente normalizado”. “Teníamos un montón de amigos gays, formaba parte de nuestro entorno. Tampoco lo voy explicando, pero tampoco tengo que esconderlo. Viva el amor y cada uno que quiera a quien quiera”, relató, añadiendo que “a lo mejor ni mis asesores lo sabían” y apuntando que “fue la única mujer en mi vida como gran noviazgo, aunque hubo alguna otra relación”.

“DE FORMA NATURAL”Colau, que está casada con el cofundador de Barcelona En Comú Adrià Alemany y tiene dos hijos, aseguró que ha confesado esta relación homosexual en un programa de televisión porque le ha salido “de forma natural” y recalcó que nadie tiene derecho a cuestionar su modo de vida.

Preguntada por las razones de la ruptura, Ada explicó que “se terminó porque las relaciones se acaban y la distancia también lo dificulta todo”. Jorge Javier, el presentador de Sálvame Deluxe, le preguntó si esto le podría perjudicar políticamente, a lo que la alcaldesa dijo que “no”. “No lo creo. A lo mejor ellos (sus asesores) ni siquiera lo sabían”, respondió Colau, que también añadió que “vivimos en una sociedad moderna donde todo el mundo tiene que querer a quien quiera”.

En cuanto a su adolescencia, Colau dijo que “siempre fui la rara de la clase, era distinta a mis compañeras”, antes de explicar que “tuve mi época, me cogí mis borracheras como buena adolescente, salí de fiesta”. “Tocaba salir y tocaba emborracharse, de pensar ‘vamos a probarlo’” ya que “si no lo hacías eras muy rara”.

La confesión de la alcaldesa de Barcelona no pasó desapercibida en las redes. Aunque hubo de todo, como es habitual, una amplia mayoría aplaudió la “naturalidad” con la que habló Ada Colau de su bisexualidad en un programa de máxima audiencia como es Sálvame Deluxe.

Así, el actor Paco León, que también desveló su bisexualidad en un programa televisión, aseguraba en Twitterrefiriéndose a Colau: “Estrías, novia, conciliación … lo más subversivo hoy en día es la naturalidad. @AdaColau #naturalcolau”. – DEIA

Las razones de Ada Colau para salir del armario

La alcaldesa de Barcelona Ada Colau, en un acto del Ayuntamiento. ANTONIO MORENO

En pleno prime time de la noche de sábado, sentada en el mismo plató en el que Belén Esteban se convirtió en la princesa del pueblo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quiso dar muestras de estar libre de prejuicios al aceptar la invitación de Jorge Javier Vázquez e inmiscuirse en el circo catódico de Sábado Deluxe, probablemente el espacio más popular de nuestra televisión y claro inspirador de tertulias políticas como La Sexta Noche.

No satisfecha con dar una lección al ala más elitista de su propio partido -conocida como la “izquierda caviar”-, Ada Colau se sintió tan cómoda en compañía de uno de los hombres más influyentes de España que decidió hablar con naturalidad sobre su bisexualidad en horario de máxima audiencia.

Fue un alegato en favor del movimiento LGTBI+ que sorprendió a la audiencia. “Si ya no fuera necesario defender la diversidad sexual, Colau no lo habría hecho”, aseguraban ayer desde su entorno. Ada Colau no conoce aún la Barcelona VIP pero sí sabe que muchas de sus compañeras sufren aún una doble discriminación: ser mujeres y lesbianas.

La alcaldesa se revolvió contra los estereotipos. Sin censura. Tirando muros. “Tuve una novia a los 21 años. Fue una relación muy importante que duró dos años y que empezó durante una beca Erasmus en Italia. No tengo por qué esconderlo. Aquí lo he contado porque me ha salido de forma natural. A lo mejor mis asesores no lo sabían. Pero en mi familia ya lo sabían porque la traje a casa”, relató la primera edil. El público aplaudió.

Tras escuchar el alegato de Colau en favor de la diversidad sexual y afectiva, Jorge Javier se frotaba las manos y reía de forma nerviosa: “Madre mía… Cómo estarán ahora los de Convergència i Unió”. Colau, casada con un hombre, el cofundador de Barcelona En Comú Adrià Alemany, y madre de dos hijos, zanjó que no es algo a lo que haya que darle mayor relevancia: “Viva el amor y que cada uno quiera a quien quiera”.

La ex activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca fue a hacer política a un show con un millón y medio de espectadores de media. A 10 días de unas elecciones catalanas polarizadas en las que ella parte en la última posición de la lista de Catalunya en Comú-Podem, la alcaldesa pretendió dar una lección de valentía.

A Colau le marcó a los 14 años la lectura de una biografía de Simone de Beauvoir (La plenitud de una vida) en la que las relaciones sexuales heterodoxas adquieren un protagonismo principal. Esa lectura, dice, la empujó a leer a Sartre y a estudiar Filosofía. Entonces no sabía que acabaría siendo la alcaldesa de Barcelona.

 

Ada Colau confiesa su bisexualidad: “Mi relación con una novia italiana me marcó”

La alcaldesa de BarcelonaAda Colau, ha confesado su bisexualidad en el programa ‘Sábado Deluxe’ de Telecinco. Colau se sentó en el plató del espacio de Jorge Javier Vázquez para hablar de su vida sentimental y relatar que ha mantenido relaciones sentimentales con mujeres.

La primera edil de Barcelona en Comú narró el romance que vivió con una estudiante italiana de Erasmus, quien le dejó una gran huella. “Es la única vez que me he enamorado de una mujer. Fue una relación larga y muy importante”.

La alcaldesa ha explicado que en su casa jamás fue un problema la bisexualidad y que sus padres lo aceptaron con total normalidad porque tenían muchos amigos gays: “Ella venía a casa como una más, era todo perfectamente normal. Mi relación con mi novia me marcó durante mucho tiempo”, añadió.

Ésta es la primera ocasión que Colau habla sin tapujos de su bisexualidad, una condición que tampoco conocen sus asesores en política. La política de Podemos defendió la libertad sexual y argumentó que no hay que dar importancia a estos temas. Tampoco cree que este anuncio le puede perjudicar políticamente: “Ni me lo he planteado. Vivimos en una sociedad moderna donde todo el mundo tiene que querer a quien quiera. Aquí lo he contado porque me ha salido de forma natural y tampoco tengo que esconderlo”.

La alcaldesa también reconoció que su infancia no fue fácil porque “era la rarita de la clase”. Además, reveló uno de los episodios más duros en su adolescencia: un intento de agresión sexual cuando tenía 16 años. “Es la hora que me da la gana y me visto como me da la gana. Soy una mujer libre en un país libre. Nadie tiene derecho a cuestionarme mi forma de vida y eso no justifica que nadie me agreda”, aseveró.

En la actualidad, Colau está emparejada con Adrià Alemany, hombre fuerte de Barcelona en Comú y miembro de su Ejecutiva, y tiene dos hijos: Luca y Gael. Cuando llegó al cargo, Colau recibió críticas de “enchufismo y nepotismo” por haber fichado a su compañero

Colau besa a su pareja Alemany, tras ganar los comicios. REUTERS