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El PP recuerda a Urtaran que 157 parejas también se casaron como Maroto

22 September, 2015/in Araba, EL MUNDO, Euskal Herria @es, Familia, Gay, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Noticia @es, Política /by Editorea
  • El primero que debe cumplir las reglas es un señor que ha sido alcalde de la ciudad’

  • Las bodas en el Ayuntamiento, explica, se realizan en horario de mañana y tarde, ‘sólo los sábados, no los viernes’

  • Le comunicó a Maroto que era ‘la última vez’ que se iba a aceptar una excepción de este tipo

  • PP: ‘Ha habido 147 excepciones respecto a cómo se celebran las bodas en el Ayuntamiento de Vitoria’

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez EFE

“El alcalde Patxi Lazcoz también optó por casarse un viernes para no interferir en otras parejas y sin embargo, ahora vemos que por ser Javier Maroto ponen el grito en el cielo, cuando no es algo tan excepcional”, así ha contestado la concejal del PP, Leticia Comerón a las declaraciones del alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran.

Urtaran ha afirmado esta mañana que en la boda del ex primer edil, Javier Maroto, celebrada el pasado viernes en el Consistorio, “no se hicieron las cosas bien” al no respetarse el reglamento municipal.

En declaraciones a Onda Vasca, recogidas por Europa Press, el primer edil vitoriano se ha referido a la boda celebrada el pasado viernes en el Ayuntamiento de Vitoria entre el vicesecretario de Sectorial del PP y ex alcalde de la capital alavesa, Javier Maroto, y el economista Josema Rodríguez.

Según ha afirmado Urtaran, las bodas en el Ayuntamiento vitoriano se realizan en horario de mañana y tarde, “sólo los sábados, no los viernes”, por lo que Javier Maroto no respetó el reglamento municipal relativo a este tipo de ceremonias y “no se hicieron las cosas bien”.

“Esto fue una excepción que el anterior Ejecutivo aceptó. El señor Maroto había acordado antes de dejar la Alcaldía celebrar la ceremonia de su matrimonio el viernes 18 fuera de horario; había realizado todas las invitaciones, el restaurante reservado… cuando nosotros llegamos a la Alcaldía nos encontramos con que tenía todo ya preparado”, ha remarcado.

En este sentido, ha reconocido que él mismo le comunicó a Maroto que era “la última vez” que se iba a aceptar una excepción de este tipo. Además, este lunes, en la junta de portavoces, Urtaran trasladará al resto de grupos políticos que mientras él esté en el gobierno municipal no aceptará “ninguna excepción”.

“No entiendo que por el hecho de que seas concejal o ex alcalde te puedas saltar la regla que afecta al resto de ciudadanos. Si las reglas están para cumplirlas el primero que debe hacerlo es un señor que ha sido alcalde de la ciudad. No lo hizo así, no comparto esa decisión, pero no quiero generar otro foco de tensión política”, ha finalizado.

Leticia Comerón, ha comentado que a lo largo de los años ha habido “147 excepciones respecto a cómo se celebran las bodas en el Ayuntamiento de Vitoria” que nunca han sido noticia, y la concejal pone un ejemplo. “El alcalde Patxi Lazcoz también optó por casarse un viernes para no interferir en otras parejas y sin embargo, ahora vemos que por ser Javier Maroto ponen el grito en el cielo, cuando no es algo tan excepcional”.

Además quiere recalcar que se celebró el viernes por la mañana, en “horario de trabajo”. Y aclara que Maroto pagó la tasa de 152 euros que lleva el “pack completo” de una boda, y “no supuso ningún coste añadido al Ayuntamiento”, es más, fue la boda más barata del Ayuntamiento. El grupo popular no entiende “esa actitud de no aportar nada a la sociedad”.

https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png Editorea2015-09-22 08:32:212015-09-22 08:32:21El PP recuerda a Urtaran que 157 parejas también se casaron como Maroto

Colectivo Hetaira: “Con la excusa de combatir la trata, se está metiendo en el mismo saco la trata y el trabajo sexual, lo que hace que no se den derechos a unas ni se proteja a las otras”.

21 September, 2015/in Educación, España, Feminismo, Libertad sexual, Política, Prostitución, REDES SOCIALES /by Editorea

entrevista publicada por AGORA

Entre el ruido y bullicio de la concurrida Calle Fuencarral, se encuentra la sede del Colectivo Hetaira, una organización en defensa de los derechos de las prostitutas y de la normalización su trabajo. Desde 1995, este colectivo realiza una importante labor en favor de las trabajadoras del sexo, desarrollando actividades y programas de promoción de la salud y prevención del VIH e ITS, talleres de capacitación e inserción laboral, asesoría jurídica, socio-administrativa, psicológica y sanitaria, entre otros. Tanto en su local como a pie de calle, la misión de Hetaira es combatir el estigma social que recae sobre las prostitutas, defender su derecho a trabajar, a organizarse, a sindicarse, a cotizar y denunciar las agresiones físicas, los chantajes y los abusos de poder. Debido al limbo jurídico en el que se encuentra la prostitución en nuestro país, las prostitutas se hallan desvalidas y sin derechos recogidos en un marco legal que las ampare. Por esto existen colectivos como Hetaira, con una actividad continua desde hace veinte años, muchas batallas a cuestas y aún un largo camino por recorrer. Todo y esto y mucho más nos contó Alba Yskal, activista y representante del Colectivo Hetaira, a quien tuvimos el placer de entrevistar.

PREGUNTA: ¿Podría explicarnos el significado del nombre de este colectivo?

RESPUESTA: Hetairas eran las antiguas prostitutas en la Grecia clásica, mujeres que tenían una posición social bastante privilegiada, contrariamente a la posición de las mujeres “normales”. Eran mujeres muy formadas que además solían ser consultadas en temas de política, por lo que tenían un peso social mucho mayor del que tenía una mujer “corriente”, digamos. Eran prostitutas empoderadas, lo que rompe con esa imagen de víctima, de eterna menor de edad y de mujer descarriada de hoy en día.

P: ¿Sería entonces el objetivo, un poco utópico, al que trataría de llegar este colectivo?

R: No tan utópico, porque la realidad es que nos encontramos con muchas mujeres muy empoderadas, ya que la prostitución ha sido, y es, una vía para salir de situaciones más difíciles y llegar a ser alguien. Les ha permitido poder estudiar, labrarse un futuro, sacar adelante a su familia, a sus hijos y a lograr las metas que tenían en la vida. Es verdad que socialmente, las prostitutas no tiene el peso que tenían en la Antigua Grecia, en ese sentido sí que sería utópico, pero en el del empoderamiento no lo es tanto.

P: La labor del Colectivo Hetaira comenzó en 1995. ¿Cómo ha evolucionado la situación de las prostitutas en nuestro país en estos últimos 20 años? ¿Se ha conseguido reducir la estigmatización de este colectivo?

R: La realidad de la prostitución es muy cambiante. No hay un estereotipo ni un perfil definido de prostituta, porque hay tantas realidades como mujeres, igual que con cualquier otro colectivo. En los últimos 20 años, la prostitución en España ha cambiado debido al aumento de la inmigración, por lo que las nacionalidades de las prostitutas ha aumentado. Antes eran mayoritariamente mujeres cis (biológicas) españolas, mientras que en la actualidad hay un gran porcentaje de inmigrantes y también ha aumentado el porcentaje de mujeres transexuales.

Con respecto al estigma, sigue habiendo una división de las mujeres entre las “buenas” y las “malas”. Las “buenas” serían aquellas mujeres blancas, heterosexuales, casadas, madres, que tienen relaciones sexuales dentro del matrimonio para reproducirse; las “malas”, todas las que se salen de ese mandato de género. En realidad es un estigma que no afecta solamente a las prostitutas, sino que afecta a cualquier mujer que se sale de la norma, que no cumple con su mandato de género: por orientación sexual, por prácticas sexuales, por tener relaciones sexuales cada fin de semana con una persona diferente o por usar su sexualidad de una manera diferente. Ese estigma de “mala mujer” sigue estando, y de manera aún más marcada con las putas, prostitutas o trabajadoras sexuales. Usamos los tres conceptos indistintamente porque hay mujeres que prefieren usar unos u otros, y nos parece que hay que revertir los términos como “puta” que se usan peyorativamente y normalizarlos.

Se sigue considerando que la trabajadora sexual no puede ser una buena madre o una buena pareja. Muchos dicen “¿cómo va a cuidar bien a sus hijos? ¿cómo va a tener pareja? Le estará engañando o será su chulo”. De hecho, eso es lo que lleva a que la mayoría de prostitutas quieran ocultar su oficio, no tanto porque lo vivan mal (que hay casos en los que sí y hay casos en los que no), sino por el “qué dirán” los demás. Una prostituta no puede decir en el colegio de su hijo que se dedica al trabajo sexual porque automáticamente la van a tachar de “mala madre”, se tendrá un cuidado especial con ese niño y se le considerará en situación de riesgo. Ahí está el estigma y eso es lo que más afecta a las trabajadoras sexuales.

P: ¿Cuáles son los principales riesgos a los que se exponen las personas que ejercen la prostitución en las condiciones actuales?

R: El principal riesgo al que se exponen las prostitutas es la vulnerabilidad por la falta de derechos. Dicho esto, existen dos realidades que hay que diferenciar. Por una lado, la trata con fines de explotación sexual, y por otro lado, el trabajo sexual. Son dos cosas totalmente diferentes.

La trata es un delito gravísimo que hay que combatir enérgicamente con medios y de manera efectiva, poniendo en el centro de todo las necesidades de las víctimas y protegiéndolas. Esto es muy importnate ya que muchas veces se habla de “mujeres liberadas”, y lo que ocurre en realidad es que terminan en CIEs (Centros de Internamientos de Extranjeros) y acaban siendo deportadas, algo que es ilegal, o volviendo a caer en redes mafiosas.

Por otro lado, en el trabajo sexual, las mujeres deciden, por unos u otros motivos, realizar dicho trabajo sin ningún tipo de coacción y de manera autónoma. Lo que ocurre es que, con la excusa de combatir la trata, se está metiendo en el mismo saco la trata y el trabajo sexual, porque no interesa diferenciarlo, lo que hace que no se den derechos a unas ni se proteja a las otras. Además, lo que está ocurriendo ahora con la Ley de Seguridad Ciudadana es que se está barriendo el trabajo sexual de la calle porque se ve y queda feo, porque no tiene tantos intereses y porque se quiere beneficiar a los empresarios. Por tanto, a parte del estigma, los problemas que están teniendo las trabajadoras del sexo ahora mismo son los abusos policiales, la falta de derechos laborales de cualquier tipo, y peor aún, la ausencia de los derechos más básicos para cualquier persona:  el derecho al trabajo y a la dignidad.

“La prostitución ha sido, y es, una vía de empoderamiento de la mujer, ya que ha permitido a muchas poder estudiar, labrarse un futuro, sacar adelante a su familia y a lograr las metas que tenían en la vida”

P: Tal y como ya hemos comentado, la prostitución se encuentra actualmente en un limbo jurídico en nuestro país, lo que imposibilita en gran medida el acceso a los derechos sociales y laborales más básicos para las mujeres que se dedican a esta actividad. No obstante, la jueza Gloria Poyatos demostró que era posible que las prostitutas se dieran de alta como autónomas. Vuestro colectivo, a su vez, ofrece, entre muchas otras actividades, asesoría jurídica y fórmulas para que las prostitutas puedan cotizar a la Seguridad Social. ¿Podría explicarnos en qué consiste su labor?

R: Nosotras intentamos asesorar en todos los ámbitos según las necesidades y peticiones que nos plantean las trabajadoras. Si hay mujeres que quieren darse de alta en la Seguridad Social vemos las vías disponibles para que puedan hacerse autónomas. Hay que considerar que, por un lado, no todo el mundo tiene tan fácil hacerse autónomo y, por otro, está la cuestión del estigma, es decir, aparte de que no hay ahora mismo un “apartado” concreto que sea ‘trabajo sexual’, muchas tienen miedo que figure la actividad a la que se están dedicando. A esto se le une otro problema: se está utilizando la posibilidad de hacerse autónomas por parte de los clubs para lo que se denomina las “falsas autónomas”. Me explico: el dueño de un club no contrata directamente a las prostitutas, sino que ellas tienen que darse de alta como autónomas, y al mismo tiempo, trabajan bajo las normas de éste y se pagan ellas mismas su Seguridad Social. Esto nos parece una cuestión importante que no debe seguirse dando. Lo que hizo Gloria Poyatos es interesante y demuestra, para quien le interese, que se puede llegar a hacer, pero tenemos que contemplar otras vías. Quien quiera seguir trabajando para terceros, por los motivos que sean, debe tener la posibilidad de hacerlo con garantías y derechos. Si lo que se intenta incentivar es exclusivamente el ejercicio de la profesión de forma autónoma para que sean “falsas autónomas”, al final caemos en la espiral de la que hemos hablado. Además, ¿qué pasa con las que no tienen papeles? No podrían hacerse autónomas, esta es otra dificultad añadida.

P: En relación con esto, muchas voces, -entre ellas la de Manuel Cancio, Catedrático de Derecho penal, al que entrevistamos recientemente-, abogan por limitar el reconocimiento de la prostitución únicamente a su ejercicio por cuenta propia, donde la prostituta sea una empresaria autónoma o miembro de una cooperativa y no esté sujeta a relaciones de dependencia, ni a ninguna estructura mayor con Madames y proxenetas que favorezcan los prostíbulos masivos (como es el caso de la Junquera). ¿Vuestro colectivo estaría, por tanto, en desacuerdo con esta visión?

R: Debido a que la realidad de las trabajadoras sexuales es muy diversa, tenemos que contemplar las distintas opciones (siempre dentro del trabajo sexual y nunca en el mundo de la trata). A veces nos encontramos con trabajadoras que quieren trabajar en un club, bien porque no pueden darse de alta como autónomas o porque su intención de trabajo es temporal y no les compensa formar una cooperativa. Claro que puede haber abusos pero, para que éstos no se den, debe haber una buena legislación que proteja a las trabajadoras. Por eso no nos llamamos regulacionistas, porque no estamos a favor de cualquier regulación (como por ejemplo sucede en Holanda, en la que se pone en el centro las necesidades y los beneficios de los empresarios y los Estados). Somos una organización pro derechos que intenta poner en el centro las necesidades y reivindicaciones de las trabajadoras sexuales, dándoles voz a ellas mismas para que puedan plantear qué es lo que quieren y cómo lo quieren, negociar con vecinos, empresarios, el Estado, etc. La solución no es prohibir trabajar para terceros, sino elaborar una legislación que contemple dichos abusos y hacer que se controlen los clubs o pisos y esto ayude a controlar la trata. Lo que hay que hacer es legislar bien, en la actualidad se está barriendo la prostitución de calle y obligando a las mujeres a que trabajen para terceros y aquí es cuando se cae en un limbo legal en el que no pueden denunciar, porque no puede haber explotación laboral si no se considera un trabajo.

ENTREVISTAS: Colectivo Hetaira: “Con la excusa de combatir la trata, se está metiendo en el mismo saco la trata y el trabajo sexual, lo que hace que no se den derechos a unas ni se proteja a las otras”.

21/09/2015

Belén Carrasco Rodríguez
Elisa Castillo Nieto

Entre el ruido y bullicio de la concurrida Calle Fuencarral, se encuentra la sede del Colectivo Hetaira, una organización en defensa de los derechos de las prostitutas y de la normalización su trabajo. Desde 1995, este colectivo realiza una importante labor en favor de las trabajadoras del sexo, desarrollando actividades y programas de promoción de la salud y prevención del VIH e ITS, talleres de capacitación e inserción laboral, asesoría jurídica, socio-administrativa, psicológica y sanitaria, entre otros. Tanto en su local como a pie de calle, la misión de Hetaira es combatir el estigma social que recae sobre las prostitutas, defender su derecho a trabajar, a organizarse, a sindicarse, a cotizar y denunciar las agresiones físicas, los chantajes y los abusos de poder. Debido al limbo jurídico en el que se encuentra la prostitución en nuestro país, las prostitutas se hallan desvalidas y sin derechos recogidos en un marco legal que las ampare. Por esto existen colectivos como Hetaira, con una actividad continua desde hace veinte años, muchas batallas a cuestas y aún un largo camino por recorrer. Todo y esto y mucho más nos contó Alba Yskal, activista y representante del Colectivo Hetaira, a quien tuvimos el placer de entrevistar.

PREGUNTA: ¿Podría explicarnos el significado del nombre de este colectivo?

RESPUESTA: Hetairas eran las antiguas prostitutas en la Grecia clásica, mujeres que tenían una posición social bastante privilegiada, contrariamente a la posición de las mujeres “normales”. Eran mujeres muy formadas que además solían ser consultadas en temas de política, por lo que tenían un peso social mucho mayor del que tenía una mujer “corriente”, digamos. Eran prostitutas empoderadas, lo que rompe con esa imagen de víctima, de eterna menor de edad y de mujer descarriada de hoy en día.

P: ¿Sería entonces el objetivo, un poco utópico, al que trataría de llegar este colectivo?

R: No tan utópico, porque la realidad es que nos encontramos con muchas mujeres muy empoderadas, ya que la prostitución ha sido, y es, una vía para salir de situaciones más difíciles y llegar a ser alguien. Les ha permitido poder estudiar, labrarse un futuro, sacar adelante a su familia, a sus hijos y a lograr las metas que tenían en la vida. Es verdad que socialmente, las prostitutas no tiene el peso que tenían en la Antigua Grecia, en ese sentido sí que sería utópico, pero en el del empoderamiento no lo es tanto.

P: La labor del Colectivo Hetaira comenzó en 1995. ¿Cómo ha evolucionado la situación de las prostitutas en nuestro país en estos últimos 20 años? ¿Se ha conseguido reducir la estigmatización de este colectivo?

R: La realidad de la prostitución es muy cambiante. No hay un estereotipo ni un perfil definido de prostituta, porque hay tantas realidades como mujeres, igual que con cualquier otro colectivo. En los últimos 20 años, la prostitución en España ha cambiado debido al aumento de la inmigración, por lo que las nacionalidades de las prostitutas ha aumentado. Antes eran mayoritariamente mujeres cis (biológicas) españolas, mientras que en la actualidad hay un gran porcentaje de inmigrantes y también ha aumentado el porcentaje de mujeres transexuales.

Con respecto al estigma, sigue habiendo una división de las mujeres entre las “buenas” y las “malas”. Las “buenas” serían aquellas mujeres blancas, heterosexuales, casadas, madres, que tienen relaciones sexuales dentro del matrimonio para reproducirse; las “malas”, todas las que se salen de ese mandato de género. En realidad es un estigma que no afecta solamente a las prostitutas, sino que afecta a cualquier mujer que se sale de la norma, que no cumple con su mandato de género: por orientación sexual, por prácticas sexuales, por tener relaciones sexuales cada fin de semana con una persona diferente o por usar su sexualidad de una manera diferente. Ese estigma de “mala mujer” sigue estando, y de manera aún más marcada con las putas, prostitutas o trabajadoras sexuales. Usamos los tres conceptos indistintamente porque hay mujeres que prefieren usar unos u otros, y nos parece que hay que revertir los términos como “puta” que se usan peyorativamente y normalizarlos.

Se sigue considerando que la trabajadora sexual no puede ser una buena madre o una buena pareja. Muchos dicen “¿cómo va a cuidar bien a sus hijos? ¿cómo va a tener pareja? Le estará engañando o será su chulo”. De hecho, eso es lo que lleva a que la mayoría de prostitutas quieran ocultar su oficio, no tanto porque lo vivan mal (que hay casos en los que sí y hay casos en los que no), sino por el “qué dirán” los demás. Una prostituta no puede decir en el colegio de su hijo que se dedica al trabajo sexual porque automáticamente la van a tachar de “mala madre”, se tendrá un cuidado especial con ese niño y se le considerará en situación de riesgo. Ahí está el estigma y eso es lo que más afecta a las trabajadoras sexuales.

P: ¿Cuáles son los principales riesgos a los que se exponen las personas que ejercen la prostitución en las condiciones actuales?

R: El principal riesgo al que se exponen las prostitutas es la vulnerabilidad por la falta de derechos. Dicho esto, existen dos realidades que hay que diferenciar. Por una lado, la trata con fines de explotación sexual, y por otro lado, el trabajo sexual. Son dos cosas totalmente diferentes.

La trata es un delito gravísimo que hay que combatir enérgicamente con medios y de manera efectiva, poniendo en el centro de todo las necesidades de las víctimas y protegiéndolas. Esto es muy importnate ya que muchas veces se habla de “mujeres liberadas”, y lo que ocurre en realidad es que terminan en CIEs (Centros de Internamientos de Extranjeros) y acaban siendo deportadas, algo que es ilegal, o volviendo a caer en redes mafiosas.

Por otro lado, en el trabajo sexual, las mujeres deciden, por unos u otros motivos, realizar dicho trabajo sin ningún tipo de coacción y de manera autónoma. Lo que ocurre es que, con la excusa de combatir la trata, se está metiendo en el mismo saco la trata y el trabajo sexual, porque no interesa diferenciarlo, lo que hace que no se den derechos a unas ni se proteja a las otras. Además, lo que está ocurriendo ahora con la Ley de Seguridad Ciudadana es que se está barriendo el trabajo sexual de la calle porque se ve y queda feo, porque no tiene tantos intereses y porque se quiere beneficiar a los empresarios. Por tanto, a parte del estigma, los problemas que están teniendo las trabajadoras del sexo ahora mismo son los abusos policiales, la falta de derechos laborales de cualquier tipo, y peor aún, la ausencia de los derechos más básicos para cualquier persona:  el derecho al trabajo y a la dignidad.

“La prostitución ha sido, y es, una vía de empoderamiento de la mujer, ya que ha permitido a muchas poder estudiar, labrarse un futuro, sacar adelante a su familia y a lograr las metas que tenían en la vida”

P: Tal y como ya hemos comentado, la prostitución se encuentra actualmente en un limbo jurídico en nuestro país, lo que imposibilita en gran medida el acceso a los derechos sociales y laborales más básicos para las mujeres que se dedican a esta actividad. No obstante, la jueza Gloria Poyatos demostró que era posible que las prostitutas se dieran de alta como autónomas. Vuestro colectivo, a su vez, ofrece, entre muchas otras actividades, asesoría jurídica y fórmulas para que las prostitutas puedan cotizar a la Seguridad Social. ¿Podría explicarnos en qué consiste su labor?

R: Nosotras intentamos asesorar en todos los ámbitos según las necesidades y peticiones que nos plantean las trabajadoras. Si hay mujeres que quieren darse de alta en la Seguridad Social vemos las vías disponibles para que puedan hacerse autónomas. Hay que considerar que, por un lado, no todo el mundo tiene tan fácil hacerse autónomo y, por otro, está la cuestión del estigma, es decir, aparte de que no hay ahora mismo un “apartado” concreto que sea ‘trabajo sexual’, muchas tienen miedo que figure la actividad a la que se están dedicando. A esto se le une otro problema: se está utilizando la posibilidad de hacerse autónomas por parte de los clubs para lo que se denomina las “falsas autónomas”. Me explico: el dueño de un club no contrata directamente a las prostitutas, sino que ellas tienen que darse de alta como autónomas, y al mismo tiempo, trabajan bajo las normas de éste y se pagan ellas mismas su Seguridad Social. Esto nos parece una cuestión importante que no debe seguirse dando. Lo que hizo Gloria Poyatos es interesante y demuestra, para quien le interese, que se puede llegar a hacer, pero tenemos que contemplar otras vías. Quien quiera seguir trabajando para terceros, por los motivos que sean, debe tener la posibilidad de hacerlo con garantías y derechos. Si lo que se intenta incentivar es exclusivamente el ejercicio de la profesión de forma autónoma para que sean “falsas autónomas”, al final caemos en la espiral de la que hemos hablado. Además, ¿qué pasa con las que no tienen papeles? No podrían hacerse autónomas, esta es otra dificultad añadida.

P: En relación con esto, muchas voces, -entre ellas la de Manuel Cancio, Catedrático de Derecho penal, al que entrevistamos recientemente-, abogan por limitar el reconocimiento de la prostitución únicamente a su ejercicio por cuenta propia, donde la prostituta sea una empresaria autónoma o miembro de una cooperativa y no esté sujeta a relaciones de dependencia, ni a ninguna estructura mayor con Madames y proxenetas que favorezcan los prostíbulos masivos (como es el caso de la Junquera). ¿Vuestro colectivo estaría, por tanto, en desacuerdo con esta visión?

R: Debido a que la realidad de las trabajadoras sexuales es muy diversa, tenemos que contemplar las distintas opciones (siempre dentro del trabajo sexual y nunca en el mundo de la trata). A veces nos encontramos con trabajadoras que quieren trabajar en un club, bien porque no pueden darse de alta como autónomas o porque su intención de trabajo es temporal y no les compensa formar una cooperativa. Claro que puede haber abusos pero, para que éstos no se den, debe haber una buena legislación que proteja a las trabajadoras. Por eso no nos llamamos regulacionistas, porque no estamos a favor de cualquier regulación (como por ejemplo sucede en Holanda, en la que se pone en el centro las necesidades y los beneficios de los empresarios y los Estados). Somos una organización pro derechos que intenta poner en el centro las necesidades y reivindicaciones de las trabajadoras sexuales, dándoles voz a ellas mismas para que puedan plantear qué es lo que quieren y cómo lo quieren, negociar con vecinos, empresarios, el Estado, etc. La solución no es prohibir trabajar para terceros, sino elaborar una legislación que contemple dichos abusos y hacer que se controlen los clubs o pisos y esto ayude a controlar la trata. Lo que hay que hacer es legislar bien, en la actualidad se está barriendo la prostitución de calle y obligando a las mujeres a que trabajen para terceros y aquí es cuando se cae en un limbo legal en el que no pueden denunciar, porque no puede haber explotación laboral si no se considera un trabajo.

P: A día de hoy, predominan dos posiciones acerca del modo en que debe ser afrontada la prostitución: reglamentarismo y abolicionismo. Nuestro país suele catalogarse como abolicionista. ¿Usted lo considera tal? ¿Cree que el legislador español ha adoptado una postura clara al respecto?

R: Aunque la prostitución es alegal -porque no es legal ni ilegal-, el Estado español, tiende a sacar leyes y normativas de carácter abolicionista en las cuales en teoría no se penaliza a las prostitutas y sí a la demanda, que son los clientes. Sin embargo, penalizar a los clientes es como penalizar a las prostitutas, porque no pueden trabajar. También se supone que no se penaliza a las prostitutas, pero sí se está haciendo, fundamentalmente con la Ley de Seguridad Ciudadana (LSC ) y sin ningún tipo de contemplación. Se habla bajo la bandera de “proteger y salvar a las mujeres porque todas son víctimas de trata”, se manejan cifras que no son verdaderas porque no hay estudios que puedan hablar de cifras y, en base a esto, no se está protegiendo bien a las víctimas reales y se está metiendo en el mismo saco, y sin darles derechos, a las trabajadoras sexuales y, además, con hipocresía, “salvando mujeres” que al final acaban en los CIEs. Es tan simple como preguntarse: si todas son víctimas de trata, ¿qué hacen las calles llenas de prostitutas y sin hacerse nada? Hace poco, un policía hablando de Villaverde, donde está habiendo acoso y derribo con la LSC, decía que no se iba a multar a las víctimas de trata, sólo a las prostitutas. Pero, entonces, ¿no eran todas “víctimas de trata”? ¿De qué estamos hablando?… Me parece que las leyes en el Estado español no están siendo efectivas en materia de prostitución y trata. Con respecto a la trata, el delito está bien recogido en el Código Penal, pero no se defienden los derechos de las víctimas y hay que dejar de utilizar el término “explotación sexual” porque es muy ambiguo. Además, se deja en un limbo legal a las trabajadoras del sexo, sin derechos de ningun tipo.

P: En relación con lo que ya ha mencionado sobre la Ley de Seguridad Ciudadana, estamos viendo que muchas prostitutas están siendo multadas, no sólo en Madrid (Villaverde) valiéndose de la Ley de Seguridad Ciudadana, sino en otras ciudades de España utilizando también ordenanzas municipales. ¿Qué papel juega vuestro colectivo ante esta nueva situación? ¿Qué tipo de apoyo les podéis ofrecer a las prostitutas? ¿Les asesoráis para evitar las multas, les prestáis ayuda legal para recurrirlas?

R: Ya antes de que saliera la Ley, así como otras normativas municipales como las de Alcalá de Henares o la de Barcelona, lo que nosotras intentamos principalmente es asesorar: explicar qué es lo que puede pasar. Además fomentamos que haya una organización por parte de las trabajadoras sexuales, que ellas mismas se puedan organizar para poder reivindicar sus derechos mediante caceroladas, manifestaciones, etc. También vamos a entrevistas con el Ayuntamiento, la Comunidad y con el Ministerio.

“El estigma de “mala mujer” […] no afecta solamente a las prostitutas, sino que afecta a cualquier mujer que no cumple con su mandato de género: por orientación sexual, por usar su sexualidad de una manera diferente, etc.”

Una vez que han empezado a llegar las primeras actas de denuncia, que aún no se han formalizado, lo primero que estamos haciendo es informándonos nosotras mismas de qué podemos hacer. En el caso de que haya que recurrir las denuncias, las acompañamos durante todo el proceso, siempre que ellas quieran por supuesto, no porque sean tontas o tratadas como menores de edad, sino porque siempre es más fácil, sobre todo cuando vas a exponerte en un proceso como trabajadora sexual con el estigma social que ello conlleva. Por tanto, en la medida de nuestras posibilidades, intentamos informar, asesorar y acompañar en todos los procesos, tanto en las multas como en cualquier otro.

Por otro lado, de cara a la ciudadanía y al Estado, hacemos comunicados, protestas públicas, reuniones con las instituciones, etc.

P: Recientemente Manuela Carmena ha invitado a reflexionar sobre las causas del consumo de prostitución. ¿Qué relación tienen, si es que existe, con el nuevo equipo de gobierno de la ciudad de Madrid? ¿Hay alguna propuesta o iniciativa que se esté ya negociando entre colectivos y autoridades para la regulación de la prostitución en Madrid?

R: Claro, esa es la pregunta que nos han hecho desde que que se constituyó el nuevo Ayuntamiento. Hay que verlo, es muy pronto. Hemos tenido algunos encuentros, estamos en ello, pero no hay nada que podamos anunciar aún. Yo me imagino el follón que tiene que ser llegar con una coalición nueva, a un ayuntamiento como el de Madrid. Entonces, les estamos dejando tiempo y estamos hablando, intentando mantener el contacto dentro del ritmo frenético que tienen y que tenemos nosotras. Eso es lo que os puedo contar.

P: Vosotras decís que la Ley de Seguridad Ciudadana (LSC) lo que intenta es limpiar las calles, pero no ataja la raíz del problema. Pero por otro lado, también hay que tener en cuenta que en sitios como la Colonia Marconi (el Polígono de Villaverde) los vecinos se quejan de que ven día y noche, tanto para ir al trabajo como para llevar a los niños al colegio, a las prostitutas, condones tirados por el suelo, etc. Es decir, en la prostitución en la calle siempre existe este tipo de conflictos con los vecinos. Vosotras defendéis que no se multe a las prostitutas, pero también hay que proteger los intereses de los vecinos. ¿Cómo se puede solucionar esto?

R: Villaverde se destaca mucho y, de hecho, es el primer sitio donde se siguió una táctica de acoso y derribo en cuanto entró en vigor la LSC. Con los vecinos hay conflictividad por todo lo que comentas, y una gran parte de las trabajadoras de Villaverde se están organizando y haciendo batidas de limpieza desde hace ya tiempo. Precisamente yo coordino el equipo de salida a Villaverde y veo como las prostitutas tienen su bolsa atada a la valla, porque no hay papeleras, y no es casual, ellas te lo dicen. ¿Por qué no hay ni una sola papelera? Porque interesa que haya suciedad para achacarnos que es nuestra. Pero ellas ponen su bolsita atada a la valla donde van echando el klínex, la Coca-Cola, el condón… y luego lo tiran al contenedor. Se organizan entre sí para limpiar un poco la suciedad de las calles e intentar que las cosas estén un poco más tranquilas, poniéndose en calles que no estén tan cerca de los vecinos. Además, muchas veces denuncian que no son ellas las que tiran basura, sino que es gente que va al polígono con escombros y los tiran por las calles, y luego eso se achaca a las prostitutas cuando es imposible que ellas vayan a llevar escombros.

¿Cómo se puede solucionar esto? Negociando espacios. Ellas no quieren estar molestando, ellas mismas nos dicen “si es que yo también soy madre, yo no me voy a poner al lado de un colegio”, como está castigado en la Ley de Seguridad Ciudadana. “¿Alguien se cree que es efectivo ponerse delante de un colegio, que el padre que va a llevar al niño y luego se va a venir conmigo?” No, no es efectivo. Segundo, ellas no quieren ponerse delante de los críos. De hecho, cuando pasa algún menor andando, muchas se tapan porque les parece que es algo que no tienen que estar viendo. Ahora, lo que necesitamos es un sitio seguro, limpio, con un mínimo de condiciones para trabajar (como que haya iluminación por la noche, no que sea un descampado perdido sin ningún tipo de seguridad), que se pueda acceder bien (por carretera o autobús público), que haya papeleras y recogida de basuras, que pueda haber un bar cerca donde tomarse un café y hacer un descanso, que haya un baño público, etc. Ellas reivindican eso, no quieren ir molestando, de hecho su lema es “un lugar para trabajar sin molestar ni ser molestadas”. Ellas no pretenden tener conflictividad con los vecinos porque no les interesa, lo que pasa que se da mucho bombo a eso y encima ahora se las multa.

“No nos llamamos regulacionistas, porque no estamos a favor de cualquier regulación. Somos una organización pro derechos que intenta poner en el centro las necesidades y reivindicaciones de las trabajadoras sexuales, dándoles voz a ellas mismas para que puedan plantear qué es lo que quieren y cómo lo quieren”

Además, con la LSC se han incrementado los abusos policiales en general, pero en Villaverde en particular, de una forma brutal. Los propios policías ya venían diciendo a las prostitutas que iban a ir a por ellas en cuanto entrase en vigor la Ley, y entre otras cosas, las trabajadoras son objeto de insultos tránsfobos, homófobos, machistas, racistas, o de otras humillaciones como multar a una transexual gritando su nombre de varón. ¡Las primeras semanas con la Ley en vigor había unas 30 multas diarias! Los artículos con los que se multa a más mujeres son el 36.6, desobediencia a la autoridad, y el 37.5, incitación o realización de actos sexuales en la calle. Se multa sobre todo con el 36.6, porque se supone que avisan a las prostitutas de que no pueden ejercer en un sitio y a la siguiente ya es desobediencia, pero en la práctica… Está habiendo muchísimas multas que pretenden “limpiar la calle” sin dar ninguna alternativa para las que quieren seguir ejerciendo, que se terminan yendo a los clubs, donde no tienen derechos laborales, ni tampoco para las que quieren dejar de ejercer. Por tanto, la LSC no soluciona la conflictividad con los vecinos, sino que lo que hace es ir “barriendo” las calles, moviendo de un sitio a otra a la prostitución, a las personas sin hogar, evitando protestas… Es decir, es un recorte de libertades total y absoluto, poniendo en el centro únicamente las cuestiones económicas en vez de a las personas.

P: Antes ha hablado del machismo por parte de la policía. Uno de los problemas de cómo enfrentar el tema de la prostitución está relacionado con las críticas que hacen muchas feministas abolicionistas, que dicen que la prostitución es, al fin y al cabo, una forma evidente de discriminación hacia la mujer y de perpetuación de unos roles patriarcales de sumisión de la mujer, una manera de someter su cuerpo a las necesidades de los hombres, de dar por hecho que son un objeto, o un trozo de carne, que los hombres pueden utilizar libremente. Se oponen a la legalización de la prostitución porque, según ellas, esto supondría legitimar ese tipo de sumisión. Antes ha mencionado que para el Colectivo Hetaira, en cambio, dar derechos a las prostitutas supondría empoderarlas. ¿Se puede llegar a un punto de encuentro entre ambas visiones?

R: Bueno, primero un apunte: no sería legalizar la prostitución, puesto que no es ilegal, sino reconocerla como un trabajo, otorgándole derechos. Es decir, no caería dentro del ámbito de lo penal, sino de lo laboral. Es verdad que una gran parte del feminismo en España, por centrarnos en el Estado español, tiene una tendencia abolicionista, y plantea que la prostitución es la mayor institución patriarcal de dominación de las mujeres. No es casualidad además que esos sectores feministas sean los que están en las instituciones y sean los que tienen poder a la hora de legislar, sin tener en cuenta la voz de las protagonistas, a las que nunca se pregunta. Luego hay otro sector feminista, como Hetaira, que es un colectivo feminista mixto, formado principalmente por mujeres (pero también por algunos compañeros hombres) que ejercen la prostitución y otros trabajos también. A nosotras nos parece que, suponiendo que la prostitución fuera la mayor institución patriarcal de dominación de las mujeres, eso no quita que hay mujeres aquí y ahora que necesitan esos derechos, y que nadie está mejor sin ellos. Y si queremos proteger a las víctimas de trata, hay que poder diferenciar estas dos realidades. Además, si fuera así, también nos parece que el matrimonio podría considerarse una institución de ese tipo, y no abolimos el matrimonio. Incluso yendo más allá, nos parece que la prostitución para muchas mujeres es una opción de empoderamiento y que además rompe los mandatos de género. Si se supone, como hablábamos al principio, que las mujeres tienen que ser heterosexuales, casarse, dedicarse al hogar y los hijos, la prostituta es una mujer que maneja dinero de manera autónoma, gana su propio dinero, y maneja su sexualidad fuera de los mandatos heteropatriarcales. Con esto último me refiero a que manejan su sexualidad fuera de la reproducción, el matrimonio, la monogamia, la heterosexualidad normativa… es decir, fuera del esquema de que sólo mujer con hombre, para procrear y dentro del matrimonio.

“A nosotras nos parece que, suponiendo que la prostitución fuera la mayor institución patriarcal de dominación de las mujeres, eso no quita que hay mujeres aquí y ahora que necesitan esos derechos, y que nadie está mejor sin ellos”

P: Pero ¿no cree que esa visión ya ha cambiado un poco? España ya es más liberal en ese sentido. Una mujer puede salir, ligar y acostarse con quien quiera o no tener hijos por decisión propia.

R: No hay leyes que lo castigan, vamos avanzando, está claro. Pero por ejemplo, e independiente del trabajo sexual, ¿qué se le dice a un chico que se acuesta con cuatro mujeres en un fin de semana? Que es un machote. En cambio a una mujer se le dice que es un putón verbenero. Hay ese estigma interiorizado, que diferencia las “buenas” y las “malas”. El mandato sigue siendo el mismo, aunque se van rompiendo un poco los límites, y menos mal, porque podemos respirar un poco de aire… Pero el estigma sigue estando, el de las “malas mujeres” y las putas rompen con ese rol de mujer, que lo lleva mucho al estereotipo, pero que sigue estando.

Manejan su cuerpo, su dinero. A las prostitutas se les dice que venden su cuerpo y los hombres las utilizan como un trozo de carne, pero ellas dicen: “¿Que qué? No, no, yo vendo servicios sexuales, el cliente no se lleva una parte de mí y yo me voy enterita a mi casa”. ¿Por qué el problema es cuando media dinero? Se supone que vamos avanzando, y dos personas se pueden acostar sin ningún problema y se entiende que no tiene por qué haber una relación amorosa de por medio (por supuesto siendo mayores de edad; la de los menores de edad es otra cuestión y sería un delito y para nada mezclo una cosa con la otra). Por tanto, dos personas mayores de edad, con la voluntad de ambas partes, pueden tener relaciones sexuales sin ningún problema, pero en el momento en que media dinero hay un problema. ¿Por qué? Cuando además, es lo que a muchas mujeres les permite salir adelante y pagar su alquiler, la luz, el móvil, mantener a sus hijos y su familia… ¿Por qué esto no puede ser empoderante? ¿Por qué cuando ellas dicen que quieren seguir ejerciendo la prostitución porque es su medio de vida y su manera de conseguir lo que se plantean en la vida, está mal? Se supone que el feminismo lo que ha reivindicado a lo largo de la historia es que cada mujer pueda hacer con su cuerpo lo que quiera (‘mi cuerpo, yo decido’), y esto se reivindica para el aborto, la orientación sexual, la sexualidad fuera de la prostitución.

“¿Por qué las feministas, que hemos luchado para que ningún hombre nos diga qué hacer con nuestro cuerpo, vamos a ir a decirle a otra mujer la forma en la que tiene que usar el suyo? ¿No es una contradicción?”

¿Por qué las feministas, que hemos luchado para que ningún hombre nos diga qué hacer con nuestro cuerpo, vamos a ir a decirle a otra mujer la forma en la que tiene que usar el suyo? ¿No es una contradicción? ¿No se supone que el cuerpo de cada mujer es suyo y ella decide? Pues también para las prostitutas. Además es que se las coge a ellas como las culpables de la opresión de todas las mujeres… O sea, que el heteropatriarcado es el culpable de la opresión de las mujeres, pero la puta más. Pues no, lo que yo haga con mi cuerpo individualmente no influye en la opresión que tienen todas las mujeres. Al final, a las trabajadoras sexuales se les discrimina de una manera interseccional: por ser mujeres o por ser transexuales, por tener una sexualidad polígama, además por cobrar por ello y si son inmigrantes más… Pero es que si además no son “escorts” de lujo peor, y si lo hacen en la calle mal, si son mayores peor… No podemos estar las feministas o las mujeres diciéndo a otras mujeres que lo que pueden o no pueden hacer, que cada una haga lo que quiera pero que lo haga con garantías y derechos.

P: Pero, ¿realmente la prestación de sexo, con lo que supone para la dignidad de una persona, puede considerarse como la prestación de un servicio cualquiera? ¿Se debe normalizar así?

R: El trabajo sexual no es un trabajo como otro cualquiera pero no por lo que se hace sino por cómo lo percibe la sociedad, por la moral que pone la sociedad, porque es algo que sigue siendo tabú aunque se vayan abriendo pequeñas vías.  Pero no es porque el trabajo sexual en sí sea más denigrante que otros trabajos. Además, las trabajadoras diferencian muy bien cuando es sexo con sus parejas y cuando es sexo por trabajo. En definitiva, el problema es que no se considera un trabajo normal porque se estigmatiza y por eso no se puede legislar como un trabajo cualquiera, eso es lo que marca la diferencia. Pero les preguntas a las trabajadoras y para ellas sí es un trabajo. Lo que nos pasa con esto es que es un trabajo tan íntimo que creemos que no podríamos hacerlo, pero eso no quiere decir que la gente que sí pueda hacerlo esté mal de la cabeza… Y no podemos imponer lo que pueden o no pueden hacer las demás.

P: El Colectivo Hetaira ha dicho en varias ocasiones que “Algunas organizaciones están más interesadas en las subvenciones que en reivindicar derechos para quienes carecen de ellos o en confundir las realidades tergiversando los datos, inventado que el 90% de las mujeres que ejercen la prostitución es trata e invisibilizando a quienes ejercen por decisión propia”. ¿Qué datos manejan respecto de la trata en España?

R: Como os decía antes, no hay estudios fiables (porque no se realizan) para que podamos hablar de porcentajes de trata o de trabajadoras autónomas. Todos los datos que se manejan son bulos que se van extendiendo, y no hay mayor verdad que una mentira repetida mil veces. Nosotras nos basamos en el estudio de la ONU de 2010: Trata de personas hacia Europa con fines de explotación sexual, según el cual, una de cada siete mujeres puede ser víctima de trata, y esto se traduciría en un 15%, que está muy alejado de ser un 90%. Si lo fuera, entonces la mayoría de las prostitutas que vemos en las calles y con las que trabajamos serían víctimas de trata y no lo son. Estar lanzando cifras nos parece irresponsable pero es que, además, aunque solo una trabajadora sexual ejerciera de manera voluntaria (y no es sólo una) tendría que tener derechos.

P: Sobre esta idea de la trata, cree que la idea que tiene la Ley de Seguridad Ciudadana de barrer las calles podría fomentar las mafias?

R: No quiere decir que en todos los clubs haya exclusivamente mafias. Lo que hay en muchos casos son abusos laborales. Donde hay redes mafiosas se incurre en un delito de trata de personas con fines de explotación sexual y en otros, por no haber una legislación y unos derechos laborales, se incurre en abusos laborales. Esto ocurre en este y en cualquier otro trabajo: cuando no hay control, hay abusos laborales.

Al estar barriendo la prostitución de las calles sin dar ni protección ni derechos, podrían aumentar, sin duda, los abusos laborales y podría aumentar el delito de trata. El no tener derechos no protege. Meter a todos en el mismo saco (trata y prostitución) no ayuda ni a unas ni a otras, me parece algo muy básico.

“El trabajo sexual no es un trabajo como otro cualquiera pero no por lo que se hace sino por cómo lo percibe la sociedad, por la moral que pone la sociedad, porque es algo que sigue siendo tabú”

P: También nos ha sorprendido que solicitéis mayor transparencia en la concesión de subvenciones a las distintas organizaciones que trabajan con las prostitutas. ¿Se subvenciona más a las organizaciones abolicionistas porque siguen más la línea del Gobierno?

R: Cuando las instituciones tienen una ideología abolicionista, ¿van a subvencionar a organizaciones que defienden otro planteamiento? Cada vez nos vemos con mayor precariedad dentro del colectivo. Creemos que son, en muchos casos, medidas con un corte político y sin mucha claridad. A veces se nos ha dejado fuera de subvenciones o espacios por motivos políticos, no por no reunir los requisitos.

P: Hace unos meses Albert Rivera, líder de Ciudadanos, hizo unas declaraciones en las que proponía regularizar la prostitución con el fin de recaudar unos 6.000 millones de euros anuales ¿Cabe plantearse la regulación estrictamente desde el punto de vista de la recaudación fiscal?

R: Para nosotras no, por eso no somos regulacionistas, somos pro derechos, porque queremos poner en el centro las necesidades y los derechos de las trabajadoras sexuales. Mientras ese no sea el punto fundamental, no nos vale cualquier tipo de regulación. No queremos legislar de cualquier manera, solo por legislar: tiene que ser de una manera muy determinada. Es antagónico con nuestro objetivo. No se puede legislar con una visión puramente económica, ni en la prostitución ni en ningún otro ámbito. Cuando se pone el dinero como centro de todo y como único objetivo terminamos sin derechos sociales para nadie. Así nos está pasando, cada vez con menos libertades, menos derechos y un Estado de bienestar cada vez más arruinado. No se puede mercantilizar cualquier actividad, por hacerlo todo más rentable, al final olvida a las personas y las relega al último lugar, poniendo en el centro los intereses económicos.

Con las trabajadoras sexuales por supuesto que no. El centro deben ser sus derechos y necesidades. Esto implica escucharlas. Ellas son las que tienen que hablar sobre qué necesitan. No deben ser los demás quienes opinen sobre sus necesidades. Lo mismo debe ocurrir con cualquier colectivo. Los protagonistas y las protagonistas son las que tienen que hablar de sus vidas.

“Estar lanzando cifras nos parece irresponsable pero es que, además, aunque solo una trabajadora sexual ejerciera de manera voluntaria (y no es sólo una) tendría que tener derechos”

P: Para terminar, nos gustaría saber si sabéis cuál es el porcentaje de hombres que se estima que ejercen la prostitución en nuestro país y por qué Hetaira no los representa.

R: No podemos dar una respuesta sobre las cifras porque no hay estudios fiables que nos permitan saber cuántos hombres, mujeres o mujeres transexuales hay. Sabemos que es un porcentaje inferior al de mujeres y al de mujeres transexuales.

No es que no los representemos. Nuestra labor es limitada y ya hay otras asociaciones que ayudan a trabajadores sexuales masculinos. Nunca rechazamos a ningún hombre que venga pero trabajamos con otras organizaciones que les pueden atender mejor. Así nos coordinamos, trabajamos en red

https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png Editorea2015-09-21 21:11:192015-10-07 21:16:53Colectivo Hetaira: “Con la excusa de combatir la trata, se está metiendo en el mismo saco la trata y el trabajo sexual, lo que hace que no se den derechos a unas ni se proteja a las otras”.

La juez ordena identificar a las feministas que sacaron en procesión el ‘Santísimo Coño Insumiso’

21 September, 2015/in Cultura, España, Feminismo, Libertad sexual, Mujer, Noticia @es, Política, PUBLICO, Religión, Sexualidad /by Editorea
Sevilla 1/5/14 Procesion del Co–o Insumiso en el dia del trabajor. Foto: Laura Leon

Procesión del ‘Coño Insumiso’ en Sevilla.// LAURA LEÓN

La juez de Instrucción número 10 de Sevilla ha librado oficio a la Policía para que identifique a las mujeres que portaban en andas “una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen” en la manifestación del 1 de mayo de 2014 convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), hechos por los que hay imputados dos dirigentes del sindicato por un delito contra los sentimientos religiosos.

Fuentes del caso han informado a Europa Press de que la instructora ha tomado esta decisión después de que el secretario general de la CGT en Sevilla, Miguel Sevillano, señalara en su declaración como imputado de la pasada semana que, en el marco de la manifestación celebrada el 1 de mayo por el Día del Trabajo, otros grupos se unieron a la misma, entre ellos uno feminista, con el que la CGT “no tiene nada que ver”.

NO HABÍA SIMBOLOS RELIGIOSOS

Al hilo de ello, Miguel Sevillano puso de manifiesto que, cuando este grupo feminista se unió a la manifestación, considera que “lo que llevaban no simulaba un paso de Semana Santa ni ningún símbolo religioso”, no obstante lo cual quiso dejar claro que él “no tuvo nada que ver en su creación”.

De este modo, la juez ha pedido a la Policía que identifique a las mujeres que portaban dicha vagina de plástico en base al vídeo que consta a tal efecto, en el cual algunas de estas mujeres portan mantilla y llevan el rostro descubierto, mientras otras sí tienen la cara cubierta por capirotes de nazareno.

En esta causa permanecen imputados tanto el secretario general de la CGT en Sevilla como el secretario de Organización de la CGT en Andalucía, Félix Cervera, contra quienes la Asociación de Abogados Cristianos se querelló por un delito contra los sentimientos religiosos en concurso con un delito de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia por motivos referentes a la religión o creencias.

En la querella, consultada por Europa Press, dicha asociación relata que los hechos ocurrieron el día 10 de abril de 2014, cuando miembros del sindicato “convocaron, organizaron y realizaron” una manifestación titulada ‘Procesión del santísimo coño insumiso’ y del ‘santo entierro de los derechos socio-laborales’, que partió de la sede de la CGT en Sevilla.

Ya el 1 de mayo de 2014, se convocó nuevamente por la CGT una manifestación “semejante a la anterior”, indica la asociación, que añade que, en dichas manifestaciones, “se recreaban procesiones de Semana Santa, escenificadas en tono de burla”, todo ello “a ritmo de tamborada y presidida por el ‘paso’ de una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen, portada en andas”.

NIEGA “INSULTOS, DESPRECIOS O HUMILLACIONES”

Miguel Sevillano dijo, respecto a la manifestación del 10 de abril, que su fin “era la defensa de los derechos laborales y denuncia de un despido por discriminación por cuestión de género”, precisando que la manifestación concluyó en Plaza de Armas, “que es donde trabajaba la compañera despedida”, cuyo despido “fue declarado nulo” posteriormente.

De este modo, aseveró que “no se realizó ninguna frase ni actuación que conllevara insultos, desprecios o humillaciones”.

En relación a la manifestación del 1 de mayo, explicó que la misma estaba autorizada y se realizó por ser el Día del Trabajo, añadiendo que, en determinados momentos de su desarrollo, otros grupos se unieron a la misma, entre ellos uno feminista, con el que la CGT “no tiene nada que ver”.

El imputado, asimismo, aseveró que su sindicato “no realizó ninguna actividad que aludiera a símbolos religiosos” y tampoco “se produjo ningún insulto ni menosprecio hacia la Iglesia católica”, pues la CGT estuvo centrada “en la cuestión laboral”.

LA DEFENSA, ‘ASOMBRADA’

Luis de los Santos, abogado de los imputados perteneciente a la cooperativa Jarsia, ya expresó a Europa Press su “asombro” por “la utilización banal y basada en intereses políticos predemocráticos del derecho penal” por parte de la Asociación de Abogados Cristianos, y anunció que solicitará el archivo de las actuaciones, ya que, en base a las declaraciones, considera probado “que no hay delito alguno, al ser una manifestación alejada de cualquier cariz religioso”.

El letrado lamentó que “se intente engañar” a la opinión pública y a la ciudadanía en una ciudad “en la que la religiosidad popular está tan arraigada”, aseverando que este asunto “no tiene nada que ver con la religión”, de manera que “se intenta a través del Código penal criminalizar la libertad sindical y la de expresión”.

https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png Editorea2015-09-21 12:03:192015-09-22 12:06:20La juez ordena identificar a las feministas que sacaron en procesión el ‘Santísimo Coño Insumiso’

Maroto: “Fue para no molestar; todo el mundo tiene derecho a una boda tranquila”

21 September, 2015/in Araba, DEIA, Euskal Herria @es, Familia, Gay, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Noticia @es, Política /by Editorea

El vicesecretario de Sectorial del Partido Popular, Javier Maroto,  ha explicado que su boda se celebró en viernes, a pesar de que una  normativa municipal prohíbe celebrar una ceremonia en el consistorio  este día de la semana, para evitar “una molestia” a la gente, ya que  todo el mundo tiene “derecho” a tener una boda “tranquila”.

MADRID. Así lo ha expresado Maroto a los periodistas este lunes después de  reunirse con la fundadora y presidenta de la Asociación para la  Prevención, Reinserción y Atención de las Mujeres Víctimas de la  Explotación Sexual APRAMP, Rocío Nieto, y la coordinadora general de  ésta, Rocío Mora, en donde ha aplaudido que “por fin” ya no exista el  debate sobre el matrimonio de personas del mismo sexo.

En este sentido, Maroto ha recordado que se ha casado en viernes  “exactamente igual que el anterior alcalde”, Patxi Lazcoz, como  respuesta a las críticas que ha recibido por parte del primer edil de  Vitoria, Gorka Urtaran, debido a que el Ayuntamiento establece que  las bodas se celebran los sábados.

Asimismo ha defendido que optó por casarse este día laboral y en  un despacho con el fin de “evitar una molestia” al resto de personas  que  tienen “todo el derecho del mundo de tener su boda tranquila”.

Por otra parte, ha subrayado que “si de algo ha servido” su unión  matrimonial es para que tanto la sociedad española como el PP hayan  “hecho el trance” y “un tránsito” para que acabar con el debate sobre  el matrimonio homosexual, por que, en su opinión, todo el mundo, “sea  quien sea” tienen “los mismos derechos y las mismas libertades”.
“Ese mensaje es plenamente compartido y es la posición oficial de  mi partido”, ha concluido.

https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png Editorea2015-09-21 11:57:302015-09-22 11:58:56Maroto: “Fue para no molestar; todo el mundo tiene derecho a una boda tranquila”

Educación contra lgtbfobia

21 September, 2015/in Educación, EL DIARIO, España, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Libertad sexual, Opinión /by Editorea

Por Beatriz Gimeno

Es una obligación de la escuela democrática ayudar a equiparar la diferencia de poder entre los chicos y chicas que ostentan la hegemonía social y cultural y aquellos que están en los márgen

España es, según la mayoría de los estudios, el país menos homófobo del mundo. Eso dicen las cifras, pero lo dice también el sentido común y la percepción propia cuando se sale fuera. Por razones largas de explicar y que no caben aquí, España se ha convertido en unos pocos años en un lugar en el que las personas lgtb pueden vivir razonablemente seguras y con posibilidad de desarrollar vidas plenas. Por supuesto que la lgtbfobia existe, y es mucho mayor incluso de lo que parece. Y hay, además, momentos de la vida en los que esta lgtbfobia es mayor y más peligrosa, como en la adolescencia cuando las identidades relacionadas con el género están en formación, son más débiles y para asegurarse se aferran a estereotipos hegemónicos socialmente. Los adolescentes más inseguros o más dependientes de la aprobación ajena (casi todos en esta edad) buscan refugio y fortalecer sus frágiles identidades entre los pares, con sus iguales; y lo hacen, por lo general, mediante representaciones más o menos ritualizadas de los roles sexuales, de la masculinidad extrema, en este caso. La masculindad extrema se basa, entre otras cosas, en la exclusión radical de la homosexualidad. En la adolescencia, muchos adolescentes inseguros, obligados por la presión social a realizar constantes afirmaciones de su masculinidad heterosexual, pueden llegar incluso, si dicha presión no se rebaja, a agredir, a burlarse de, a reírse de la expresión de otras identidades sexuales. El chico o la chica que sea lesbiana, gay, bi o trans, no tendrá espacio social para fortalecerse, sino que, al contrario, se esconderá, sufrirá, buscará más bien hacerse invisible, mimetizarse en esa supuesta normalidad que le excluye. Y si no lo hace bastante bien es muy posible que sufra acoso, que sea agredido verbal o físicamente. Durante la adolescencia, los chicos y las chicas que por la razón que sea sientan que no forman parte de la mayoría son especialmente frágiles y van a necesitar ayuda de los profesores/as y de las instituciones educativas. Constituye una obligación de la escuela democrática ayudar a equiparar la diferencia de poder entre los chicos y chicas que ostentan la hegemonía social y cultural y aquellos que están en los márgenes. Es una obligación escolar que hay que cumplir en nombre de la construcción de una ciudadanía respetuosa con los otros y las otras, democrática, abierta e inclusiva.

Las agresiones por lgtbfobia están creciendo en Madrid. Los agresores son chicos jóvenes (menores de 20 años la mayoría) que han nacido cuando la igualdad legal era un hecho –o estaba a punto de serlo– en este país. Durante muchos años, los años de la lucha por la igualdad, los años en los que las reivindicaciones lgtb entraban en los informativos, los años en los que el gobierno y las instituciones se mostraban muy favorables a apoyar esa igualdad, las agresiones eran muy escasas. El efecto del cambio de ambiente político ha sido demoledor en este sentido. Los nuevos gobernantes no apoyan los derechos lgtb y eso se nota en la calle. Las instituciones educan, naturalmente; y su acción tiene un efecto performativo sobre toda la sociedad. Si quien gobierna no cree en la igualdad, aquellos que tampoco creen en ella, los que tienen dudas, en lugar de ocultarse por sentirse en minoría, se sienten más fuertes y legitimados en su rechazo. Un rechazo que, en el peor de los casos, puede llegar a la agresión.

El Partido Popular hizo de la desaparición de Educación para la Ciudadanía uno de sus objetivos cuando estaba en la oposición. Una asignatura que educaba en valores de convivencia, democráticos, de ciudadanía y que, además, se imparte en la mayoría de los países europeos. Estar en contra de esta asignatura demuestra dónde se sitúa la derecha española: allí donde se considera que los derechos humanos son discutibles. Soy de la opinión de que los valores no se pueden enseñar en una asignatura, sino que es necesario trasversalizarlos en todos los planes de estudio. Hay otras propuestas más interesantes, como los planes de convivencia, pero en todo caso, es importante otorgar legitimidades en un sentido u otro. Se trata de demostrar dónde se sitúan las instituciones democráticas respecto a estas cuestiones. Y queda claro que cuando gobierna el PP, las instituciones, los gobiernos, se sitúan del lado de la lgtbfobia o, como mucho, no están interesados en combatir este tipo de violencia, que puede que no apoyen explícitamente, pero que deben pensar quizá como inevitable en el mundo heterosexuadamente normado que imaginan. Las disidencias, piensan ellos, que paguen su precio.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, no es una persona lgtbfóbica, sé que no lo es. La duda que me queda es si consentirá que su gobierno y sus políticas lo sean. Me temo que sí, que su enfrentamiento con los sectores más reaccionarios de su propio partido no va a ir tan lejos como para hacer lo que están haciendo otras muchas autonomías no gobernadas por el Partido Popular, introducir asignaturas de enseñanza en valores de convivencia y apoyar la formación en diversidad afectivo sexual. El jueves 17, como diputada autonómica me he estrenado preguntándole al gobierno de Cifuentes qué piensa hacer en el terreno de la educación para combatir las agresiones por lgtbfobia, y le voy a recordar que la sanción no es bastante, que es necesario sancionar a los agresores y atender a las víctimas, pero que siempre hay que educar. Que eso es lo que hacen las naciones democráticas cuando tienen un problema de este tipo: educar. Más y mejor educación en derechos, en ciudadanía, en democracia, en igualdad, en inclusión; esa es la respuesta. Para los futuros agresores, por supuesto, pero también para los propios alumnos y alumnas lgtb que siguen viviendo en un oscuro armario.

https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png Editorea2015-09-21 09:36:162015-09-21 09:36:16Educación contra lgtbfobia

“En el País Vasco se desvanece el mundo del macho”

21 September, 2015/in Cultura, Entrevista, Euskal Herria @es, Familia, Mujer, PUBLICO /by Editorea

Asier Altuna aspira a la Concha de Oro con ‘Amama’, crónica del fin de la cultura del caserío, en la que apuesta por la sabiduría heredada de generaciones anteriores. Rodada en euskera, la película está protagonizada por Iraia Elias y Kandido Uranga.

Un instante de 'Amama', la nueva película del director vasco Asier Altuna.

Un instante de ‘Amama’, la nueva película del director vasco Asier Altuna.

BEGOÑA PIÑA

SAN SEBASTIÁN.- Asier Altuna firma la crónica del fin de la cultura del caserío en el País Vasco y al mismo tiempo apuesta por no dejar que se pierda toda la sabiduría “que nos conecta con nuestro antepasados”. Aprovechando la teoría que defendía Jorge Oteiza de ‘las 80 abuelas’ (80 generaciones que suman la memoria tradicional), el cineasta se pregunta en su película “si vamos a aprovechar toda esa herencia para seguir mejorando como personas”.

Con Iraia Elias, que debuta aquí en el cine, y Kandido Uranga en los papeles principales, el director y guionista cuenta una historia familiar, desde la que muestra el enfrentamiento de un mundo austero y violento dominado por los hombres y otro, nuevo, más sensible y vital, que “es el cambio de ciclo hacia lo femenino”.

¿Hay que romper o no con las tradiciones?

El tema es que, aunque haya que romper con ellas porque no tienen ya sentido en un mundo que ha cambiado, hay que tener en cuenta toda la sabiduría. Esa es la idea del personaje que interpreta Iraia Elías, la hija. Hacer una película es una forma de hacerme preguntas a mí mismo y ahora me pregunto si toda esa sabiduría, esa herencia, la vamos a mantener para seguir mejorando como personas.

¿La cultura del caserío ha desaparecido, entonces?

El caserío, como forma de vida, de ser, que ha sido, se ha acabado. Lo que no ha desaparecido es la idea de las ochenta abuelas (la sabiduría de 80 abuelas que te preceden).

Con el final de esa forma de vida en Euskadi, ¿se acaba también un dominio machista?

El padre aquí es un personaje mudo, es el macho autoritario, y es el que ve que todo su mundo se desmorona. Y ese cambio se da a través de la sensibilidad, de los rasgos femeninos. Las mujeres del caserío no caen en su juego, en su mundo de violencia. Él, también por un acto de sensibilidad, cambia. En el País Vasco hay un cambio de ciclo hacia lo femenino, se desvanece el mundo del macho.

Su película también habla del apego a la tierra en la que nacemos…

Todos somos muy parecidos. La tierra te hace más de una forma o de otra, pero todos tenemos elementos comunes que se pueden ver en China, en Soria o en el País Vasco. Esta es una historia de familia que es universal, el padre que no habla con la hija… Una soriana te contaría lo mismo de su padre. Hace poco leí ‘Porca tierra’, de John Berger, y descubrí frases que yo mismo había metido en mi guion. “¿Para qué sirven las máquinas? Para acabar con nosotros”. Son historias muy conocidas, cercanas, sobre todo en el entorno rural. Por otro lado, creo que todos tenemos un campesino dentro.

El reparto de Amama, un film sobre las nuevas sensibilidades en el mundo rural.

El reparto de Amama, un film sobre las nuevas sensibilidades en el mundo rural.

En Amama cada personaje decide su destino, ¿ese es el gran cambio que se ha producido?

Sí, hace una generación tu destino lo decidían los demás. El gran paso es que eso se ha roto y los que decidían no tienen ya el poder que tenían, el poder de decidir qué iban a hacer los hijos. Yo fui educado para ese destino, así que vivo con contradicciones. Eso crea un peso…

¿La crisis no ha alentado una vuelta al caserío de jóvenes que no encuentran oportunidades?

La vuelta se da con cuentagotas. Es una cuestión de concepto, el ocio no existe en el caserío y eso hace demasiado complicada la vuelta.

Debutó con una comedia (Aupa Etxebeste!), luego hizo un documental (Bertsolari), ahora con Amama tira por un nuevo camino…

Hasta ahora he hecho películas de mundos que conozco muy bien. Amama también, porque yo he vivido en un caserío hasta los 18 años. Por eso a veces miro el caserío de una manera romántica, aunque reconozco las cosas que no son nada positivas de esa vida. Es el cine que me sale de dentro. Tomo postura.

¿Se nota el apoyo del Festival de San Sebastián al cine vasco?

El Festival de San Sebastián lleva conociéndonos y cuidándonos mucho tiempo. Desde los cortos, ellos conocen nuestro trabajo y eso da confianza. Nosotros no les hemos pasado el guion de la película, pero ha habido un seguimiento, porque ellos están pendiente del cine que se hace en el País Vasco.

Además de participar en el certamen, ¿en qué se traduce este apoyo?

Bueno da mucha confianza y eso permite que el cine que se haga sea también un poco de festivales, no solo cine comercial.

Ganó el Premio de la Juventud en San Sebastián en 2005, ahora aspira a la Concha de Oro, ¿qué significa para usted?

Es un lujo estar en la sección oficial del festival. Además, como esta es una película pequeña es fundamental para que se abra al público, el festival es como un altavoz para que la gente vaya al cine.

https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png Editorea2015-09-21 09:32:462015-09-21 09:32:46“En el País Vasco se desvanece el mundo del macho”

MAITASUNA, IKUSI ETA IKASI

21 September, 2015/in NAIZ /by Editorea

JOSEBE EGIA

Zeuk zelan ulertzen duzu pasioa maitasunezko harremanetan? Eutsiezinezko sexualdiekin dago lotuta? Agian, errusiar mendia da: orain zeruan, orain infernuan, baina beti berriz igotzeko prest? Intimitaterik estuena eragin behar dizu, intelektualki zein fisikoki? Ala, beharbada, hori guztia eduki behar du?

Txikitatik edaten dugu (iturriak nonahi daudelako) maitasunak, mereziko badu, ikusgarria izan behar duela. Zoratu egin behar gaitu, goia jotzera eraman, eta, batik bat, min eman behar du, erokeriaraino min; maitasuna maiteminarekin erabat lotuta. Egiten dugu, aukerarik eman gabe, bestelakoa mespretxatu. Bilatzen dugu gure bizitzako amodioa, jarduten dugu fantasia komun hori pertsona zehatzetan iraultzen, pertsonari berari gehiegi erreparatu barik. Denborarekin, dezepzioa, samina etortzen dira. Bihotz puskatuak, ederki izorratuak. Bai, baina beti izango dugu zahartzaroan zer kontatu, behar bezalako maitasun-istorio kartsu bat bizi izan genuelako.

Maitasunak, benetakoak, erraiak kiskali behar ditu. Batzuoi beste batzuoi baino gehiago. Rolak hain daude errotuta eta elikatuta, eta hain ditugu zainei itsatsita, izugarri zaila egiten zaigula gehienoi harreman-ereduak zalantzan jartzea; zeresanik ez aldatzeko saiakera egitea. Teoria argi dugu, aspalditxo hasiak gara jendartean hedatzen, berdintasunezko harremanak gutxik jarriko dituzte kolokan ozenki. Ezkutuan, ordea, gehiegik segitzen dute bihotzez desiratzen bikotekideak zain eta babes dezan, gehiegik uste dute horixe espero dela eurengandik; gehiegirentzat da oraindik fideltasuna maitasun-frogarik handiena, eta gehiegirentzat irainik onartezinena hirugarren bat mirestea, maitatzea, zaintzea edo behatzea ere. Maitasuna, maitalea, besteek ukiezinezko jabetzatzat jotzen dugu. Ez dugu horren garbi esango plazan, baina urrun gaude oraindik bestela bizi eta garatzetik. Helduok, are gutxiago gaztetxoak.

Ikusi eta ikasi; maitale gisa kontrolaren eremuan ari dira hazten gure gazteak, menpekotasunezko harremanetan, non gizonezkoa den legegile-betearazlea eta emakumezkoa agindupekoa, ikerketa ugarik diotenez. Bikote gazte homosexual eta lesbianetan, berriz, auskalo dinamikak… horiek ez dituzte hainbeste ikertzen, estatusa beheraxeago baitute. Erdiragarria egiten zait berdintasunari dagokionez, esparru guztietan, zein gardena den uste orokorra eta zein arrea jardunbide publiko nahiz pribatua.

https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png Editorea2015-09-21 09:21:252015-09-21 09:21:25MAITASUNA, IKUSI ETA IKASI

La ‘rúbrica’ del partido al matrimonio gay

21 September, 2015/in Artículo, EL MUNDO, España, Familia, Gay, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Política /by Editorea
  • El enlace de Javier Maroto, símbolo de la normalización de los enlaces homosexuales

La cantante Soraya, una de los 'eurovisivos' que felicitaron a los novios a través de un vídeo

La cantante Soraya, una de los ‘eurovisivos’ que felicitaron a los novios a través de un vídeo

La boda de Javier Maroto y José Manuel Rodríguez, que terminó por trascender el círculo de amigos y familia, se ha convertido esta semana en uno de los eventos sociales de la temporada, capaz de congregar en Vitoria a toda la cúpula del PP, incluido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La presencia de los principales cargos del partido tenía además especial relevancia, dado el posicionamiento que mantuvo la formación cuando en 2005 se aprobó la ley que modificaba el código civil y permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo. A las movilizaciones sociales, a favor y en contra, se sumó el PP con un recurso ante el Tribunal Constitucional que se resolvió, a favor de la ley, en el año 2012.

Diez años después de presentar aquel recurso, la presencia, entre otros, del presidente Mariano Rajoy en la celebración del enlace del ex alcalde de Vitoria y actual vicesecretario sectorial del PP suponía «un impulso absoluto» y toda una «rúbrica» a la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en España. Un símbolo inequívoco de que «esto es inamovible», valoraban ayer algunos miembros de la comunidad homosexual en el País Vasco, quienes veían especialmente positivo que personalidades de la «relevancia» de los invitados,algunos de ellos miembros reconocidos del Opus Dei, avalaran con su presencia la celebración de bodas homosexuales.

El propio Javier Maroto lo destacó antes los medios, después de una larga jornada en la que formalizó el matrimonio en la intimidad de su despacho en el Ayuntamiento, a primera hora de la mañana, y recelebró el enlace por la tarde con toda la cúpula del partido. «Esta boda humilde es también un paso más al reconocimiento del matrimonio, sea quien sea quien lo contraiga», resaltaba Maroto junto a su ya marido, José Manuel Rodríguez.

Entre los asistentes estuvieron de hecho los principales rostros del partido que, con disidencias, se había manifestado abiertamente en contra de la aprobación de la ley promovida por el PSOE. Y así lo resaltó Maroto, quien dijo que, «diez años después», sus compañeros de partido han querido «dar este paso al frente».

La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal; la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso; el vicesecretario general de comunicación, Pablo Casado; el vicesecretario general de organización, Fernando Martínez Maíllo; Javier Arenas y Carlos Florianofueron algunas de las personalidades de la alta cúpula del partido que se sentaron entre los 270 invitados a los que los novios sentaron en diferentes mesas con nombres de rostros conocidos del Festival Eurovisión.

Algunas voces destacan, de hecho, que al margen de la relevancia que tiene Maroto como figura pública y cargo del PP, su enlace no deja de ser «una boda de dos personas» que no tienen por qué comulgar con el posicionamiento al respecto de su partido. Y que, de hecho, durante años han intentado impulsar desde dentro del partido cambios que condujeran a la normalización de los enlaces entre personas del mismo sexo.

El propio vicesecretario general del PP resaltó que «los partidos evolucionan» y que «en España, el derecho al matrimonio es para todos». «Y hoy todos los partidos compartimos ese mensaje», recalcó en su intervención ante los medios, en un paréntesis de las celebraciones con las que culminó la jornada de ayer.

En su intervención, Maroto, que hizo un alegato a favor del matrimonio homosexual, no quiso olvidar tampoco el reconocimiento a «muchísimos hombres y mujeres activistas» que han trabajado para hacer posible la igualdad de derechos para los homosexuales. «Durante muchísimas décadas han luchado por los derechos de los que hoy hemos gozado nosotros», subrayó Maroto. En el mundo, de hecho, aún son muchos los países en los que los enlaces homosexuales están prohibidos. En Vitoria, desde la aprobación de la ley, han sido 28 los enlaces homosexuales.

‘Javier y Josema, living a celebration’

El dirigente del PP Javier Maroto, como también su marido José Manuel Rodríguez, son abiertamente seguidores del concurso musical Eurovisión. Por ello, un amigo de los novios preparó para la boda del pasado viernes una sorpresa que les encandiló.Era un vídeo con la sintonía del certamen y con mensajes de algunos de sus protagonistas.Soraya Arnelas, Ruth Lorenzo, Rosa, Pastora Soler, Azúcar Moreno, Daniel Diges, Betty Missiego, José Vélez, Micky y hasta Karina aparecen en este particular baúl de los recuerdos. Todos coincidieron en felicitar a la pareja por su enlace y algunos incluso se arrancaron a cantarles fragmentos de sus canciones. Fue el caso de ‘Rosa deEspaña’, que se atrevió con un ‘Javier y Josema are living a celebration’, una versión del éxito que llevó en 2002 a Eurovisión. La nota picante la pusoRuth Lorenzo, que animó a la pareja a hacer mucho el amor. Maroto y Rodríguez nombraron también las mesas del banquete con participantes de Eurovisión.

https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png Editorea2015-09-21 08:52:082015-09-21 08:52:08La ‘rúbrica’ del partido al matrimonio gay

¿Qué sabes sobre la tercera práctica sexual más extendida en el mundo?

20 September, 2015/in Artículo, EL DIARIO, Prácticas sexuales, Sexualidad /by Editorea
  • Qué es verdad y qué es leyenda sobre el sexo anal.

  • Después del coito vaginal y el sexo oral, la sodomía es la práctica favorita de los humanos.

  • Se trata de una práctica tan antigua como puedan serlo las relaciones humanas.

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Dar por culo, encular, sodomía, amor griego, sexo de puerta trasera… Son incontables los nombres con los que esta práctica sexual ha sido bautizada a lo largo de la historia. El sexo anal, en definitiva, es tan antiguo como el ser humano y aunque ha sido tradicionalmente asociado en la cultura judeocristiana a una relación entre dos hombres, se extiende mucho más allá de las relaciones homosexuales. Existen figuras precolombinas del Perú que muestran a parejas heterosexuales practicando este tipo de penetración, así como vasijas griegas de cinco siglos antes de la era cristiana en las que los soldados se sodomizan unos a otros con alegre camaradería.

Y de la época romana se sabe que era de buen tono entre las clases altas sodomizar a los inferiores y esclavos, así como tener un buen ‘padrino’ gracias al que ascender socialmente. Julio César sodomizó y se cree que fue sodomizado, sin que se tenga claro si su orientación fue exclusivamente homosexual. Y deAlejandro Magno, el más grande conquistador de todos los tiempos, se cree queera un gran amante del sexo anal pasivo, además de ser más o menos abiertamente gay. El sexo anal, y por ende la homosexualidad, está ligado así a grandes gestas militares, civiles y culturales.

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Pero, ¿es la sodomía una práctica que excluye a las mujeres? ¿Es cierto queellas ni disfrutan ni forma parte de sus fantasías? ¿Es realmente doloroso? ¿Se trata de un acto desviado y contra natura que no aporta placer sino perversión del orden de las cosas y enfermedad? ¿Se practica con frecuencia en las relaciones de pareja heterosexual? ¿Es bueno para combatir el cáncer de próstata? Vamos a tratar de responder en este artículo estas y algunas otras preguntas.

El sexo anal no interesa a las mujeres

Es una aserción muy relativa, por cuánto que aproximadamente el 50% de las parejas heterosexuales practican eventualmente el coito anal, según varias estadísticas que destacan que un 10% lo hace con cierta regularidad y declarando que la práctica es placentera y satisfactoria. Por lo tanto, parece que mujeres sienten como mínimo curiosidad por esta modalidad de penetración y la mitad se atreven a llevarla a la práctica, aunque solo una quinta parte la incorpore a su costumbrario.

Por otro lado, algunos estudios muestran que la proporción de parejas heterosexuales que practica el sexo anal aumenta cuanto más bajo es el estrato sociocultural o más pobre es el país. Este hecho se debe probablemente a que la sodomía es una práctica profiláctica en zonas donde no hay otros medios de contracepción. De hecho, en las antes mencionadas figuras precolombinas solo aparece la penetración anal cuando junto a la pareja hay un niño, lo que indicaría que se ha usado desde antiguo para evitar el embarazo.

El sexo anal duele

Si doliera, no sería una práctica habitual de las parejas homosexuales ni contaría con una proporción significativa de entusiastas entre los heterosexuales, y no solo cuando es el hombre el que penetra. Sin embargo, sí es cierto que al no haber lubricación natural del ano es necesario contar con ayuda sintética para facilitar la penetración. En una plataforma tan convencional como Amazon, por ejemplo, se pueden adquirir numerosos productos destinados a lubricar la penetración anal y hacerla más fácil y menos dolorosa. Son de uso frecuente en relaciones tanto homosexuales como heterosexuales.

Pero también hay que tener en cuenta que el recto, la parte final del intestino, es un músculo contractor que posee dos válvulas destinadas a contener el paquete fecal antes de expulsarlo. Por lo tanto si el recto está contraído la penetración es dolorosa. Para una relación anal consentida y placentera es necesario que la pareja, sea cual sea su orientación, esté dispuesta y relajada, de modo que el recto no se contraiga. Por supuesto, mejor desterrar la pasión violenta en la penetración anal.

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Se puede estimular el ano con caricias o con la lengua, dado que posee muchos terminales nerviosos, de modo que provoque un primer placer relajante que permita la penetración. Como en toda práctica sexual, los preámbulos son casi más importantes que la culminación. También se venden en Amazon juguetes especialmente diseñados para la estimulación y la penetración anal:consoladores, dilatadores, bolitas chinas, etc., si bien es mejor leer sus instrucciones de uso antes de ponerlos a trabajar. De nuevo, sus consumidores son tanto homosexuales como heterosexuales, puesto que muchos hombres ‘heteros’ convierten en realidad su fantasía de ser penetrados por una pareja femenina con resultados gratificantes.

Las mujeres no alcanzan el orgasmo con el sexo anal

Se sabe que la penetración entre hombres puede provocar orgasmos intensos si la punta del pene estimula la próstata de la pareja. ¿Cómo funciona en las mujeres si no tienen próstata? Para empezar la zona erógena de las mujeres es mucho más amplia y difusa que la de los hombres. Dependerá de cada mujer, pero el clítoris no es la única fuente de placer femenina, sino que se define en un triángulo entre el cuello del útero, la vagina en sí y el clítoris, según defiende el reputado sexólogo Barry Komisaruk.

Ahora bien, el ano es otra zona con numerosas terminaciones nerviosas que se pueden estimular en la penetración, ayudando como mínimo a intensificar un orgasmo clitorideo o incluso provocando uno local por la cercanía con el cuello uterino. En un estudio llevado a cabo por el sexólogo, y gurú de las relaciones anales heterosexuales, David DeCitore, las mujeres encuestadas aseguraron queel orgasmo anal mientras se les estimulaba el clítoris era más pleno que el orgasmo clitorideo solo.

El sexo anal es sucio

Es cierto, como otras prácticas sexuales, incluyendo el coito vaginal, aunque en este caso el riesgo de infecciones es especialmente alto. Pero eso no significa que no sea lícito ni fuente de placer. Basta con tomar precauciones si una o uno es muy dado o dada a la promiscuidad. En primer lugar si no estamos con una pareja estable y queremos mantener una relación anal, el preservativo es fundamental.

Si estamos con nuestro compañero o compañera habitual, como mínimo es recomendable el uso de lubricantes para evitar las heridas. Hemos de ser conscientes que el sexo anal puede provocar fisuras en el intestino por donde se pueden colar tanto bacterias fecales como otros contaminantes procedentes del pene que nos penetra, entre ellos el VIH, pero también el virus de la hepatitis B y otros. Todos ellos muy graves.

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Por otro lado, es conveniente lavarse adecuadamente tras mantener una relación anal, sobre todo si deseamos penetrar seguidamente a otra persona, ya que en el pene nos quedarán restos de materia fecal procedentes del recto de la pareja a quien hemos penetrado. Por último, conviene evitar los excesivos ímpetus en la penetración anal para no crear daños en el tracto intestinal de la persona penetrada.

Los gays viven más gracias al sexo anal

La teoría de que la estimulación anal de la próstata mediante el pene  la previene del cáncer, viene traída por diversos estudios que aseguran que el aumento de la frecuencia en los orgasmos previene a los hombres de diversos tipos de cáncer. Tomando con pinzas el segundo aserto, pues procede de unos pocos estudios, la primera afirmación es totalmente falsa. Si los homosexuales viven más, desde luego no es por tener sexo anal.

Al contrario, los estudios citados  muestran que el riesgo de cáncer se dispara entre los hombres que han sido penetrados por numerosas parejas a lo largo de su vida, sin que se conozca el motivo. Se especula con que podría tener que ver con lesiones en la próstata al ser reiteradamente estimulada por un pene, pero los mismos investigadores subrayan que son solo hipótesis sin confirmación.

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Por otro lado, se ha alegado que el semen, que se sabe que aporta diversas hormonas euforizantes a la mujer penetrada vaginalmente, se absorbe también vía anal, incluso mejor. Además se dice de este modo un hombre penetrado recibe adicionalmente selenio, un regulador fundamental de nuestra fisiología. Se trata de un elemento antioxidante que estimula el sistema inmunológico e interviene en el funcionamiento de la glándula tiroides.

Diversas investigaciones realizadas desde los años setenta del siglo pasado sugieren la existencia de una correlación entre el consumo de suplementos de selenio y la prevención del cáncer en humanos. Pero aun siendo así, lo cierto es que estos hombres ya poseen selenio en su propio semen, además de poder absorberlo de numerosos alimentos. No parece, por otro lado, que una relación anal sin protecciones, con los peligros que entraña, sea la mejor vía para tomar un suplemento de selenio.

El sexo anal es inmoral

Lo es para la moral judeocristiana, que lo llama “el vicio nefando”. Pero en otras culturas mediterráneas, como las antiguas griega y romana,  no tenía connotaciones de inmoralidad sino de estatus social y de dominación. En algunas culturas árabes occidentales parece haber una mayor tolerancia tradicional hacia esta práctica, aunque también es condenada en muchas otras yen países como Qatar se paga con la pena de muerte. Pero sin ir tan lejos, la sodomía no fue totalmente legal en los Estados Unidos hasta el fallo de la Corte Suprema de 2003 en el que se legalizó la penetración anal.

¿Por qué esta inquina? Es posible que intervenga la identificación de sexo anal con homosexualidad y su consiguiente  inversión de los roles convencionales, cosa que molesta a quien los sigue. Las minorías nunca son bien vistas ni toleradas porque ponen en duda las convicciones de la mayoría. También puede intervenir el hecho de que es un acto que, sin las debidas precauciones, puede ser vector de algunas enfermedades graves, como ha ocurrido con el VIH o las diferentes formas de hepatitis.

Pero quizás el motivo más profundo sea que el acto anal conlleva inconscientemente una imagen de agresión de un inferior por parte de un superior. El intento de monta entre machos es frecuente en animales, incluso domésticos como los perros, y tiene como fin marcar el estatus. En la antigua Grecia, mientras que el sexo anal homosexual era sinónimo de amor y amistad, el heterosexual era de desprecio hacia la mujer. Y la situación en Roma no era menos inquietante, según refleja  Pascal Quignard en su ensayo El sexo y el espanto, que analiza la sexualidad grecorromana.

El trabajo del escritor francés es fruto del material que recogió durante varios años en las ruinas de Pompeya, Herculano y otros pueblos sepultados bajo lagran erupción del Vesubio a principios del siglo I de nuestra era. De él deduce que la sexualidad no se dividía en hetero y homosexuales sino en activos y pasivos, de modo que el activo era el dominaba y penetraba al inferior, ya fuera por la vagina, el ano o la boca.

Los activos eran en general los hombres libres de posición, mientras que los pasivos eran las mujeres, los esclavos y algunos jóvenes de posición inferior que sin embargo, podían obtener protección dejándose sodomizar y así escalar socialmente. En este sentido, la revolución filosófica cristiana que acabó con la esclavitud en Roma, podría haber querido desterrar esta práctica tan humillante para los esclavos, por el motivo de que muchos eran forzados a ella, obviando que para otras personas tenía connotaciones completamente distintas.

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Los obispos, sobre la boda de Maroto: “Matrimonio solo es la unión de hombre y mujer”

20 September, 2015/in Araba, EL CORREO, Euskal Herria @es, Familia, Gay, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Noticia @es, Política, Religión /by Editorea

El secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), expresa un “respeto exquisito” por la boda y señala que “hay otras clases de amistad, de amor, pero vamos a llamar las cosas por su nombre”

Javier Maroto, en una foto de archivo, con el obispo de Vitoria

Javier Maroto, en una foto de archivo, con el obispo de Vitoria. / BLANCA CASTILLO

El secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), José María Gil Tamayo, ha expresado un “respeto exquisito” por la boda del vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto , aunque ha insistido en que “el matrimonio es una unión entre hombre y mujer”. “Hay otras clases de amistad, de amor, pero vamos a llamar las cosas por su nombre”, ha indicado Gil Tamayo en una entrevista en RNE recogida por Europa Press en la que ha reconocido que las uniones de parejas homosexuales y heterosexuales puedan tener “una equiparación legal” pero ha pedido “no equiparar”.

Para Gil Tamayo la condición sexual es “una opción personal y hay que respetarla por encima de todo”, pero cree que es importante “recuperar la semántica y llamar las cosas por su nombre, el lenguaje es la capacidad de entendimiento y ha de responder a la realidad y no a la ficción”, ha indicado.

En cuanto a la asistencia a la boda de Maroto con su pareja José Manuel Rodríguez, del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y otros dirigentes del PP ha asegurado que “cada uno es muy libre de ir donde quiera y ser consecuente con sus opiniones y la realidad institucional que representa o el trabajo en el que está”.

https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/igoera/2014/04/logo-550.png Editorea2015-09-20 11:20:002015-09-20 11:20:00Los obispos, sobre la boda de Maroto: “Matrimonio solo es la unión de hombre y mujer”
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