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En las aldeas chinas del sida

20 March, 2016/in Artículo, Asia, CHINA, EL MUNDO, VIH SIDA /by Editorea
  • Vendían su sangre porque no tenían que comer, había largas colas para vender la sangre

  • Las centrifugadoras que separaban el plasma del resto extendieron el VIH hasta la epidemia

  • Xinwei perdió a su esposa, a su padre y ahora prepara el entierro de su madre. No sabe cuanto le queda

Ding Hongjun, de 27 años, yace en su lecho de muerte en la aldea de Dongguan

Ding Hongjun, de 27 años, yace en su lecho de muerte en la aldea de Dongguan QILAI SHEN

Cuando Wang Erxuan descubrió que no alcanzaba los kilos requeridos para comerciarcon su sangre -él sólo pesaba 52 y el mínimo exigido eran 56- decidió rellenarse los bolsillos con trozos de metal. Apenas tenía 16 años, pero ya se había ofuscado bajo la euforia general que propició la llamada “economía del plasma”.

“Teníamos que ir a media noche al hospital para conseguir un puesto en la cola. Había cientos de personas. Nos empujábamos en las filas. Había incluso un eslogan: ‘Si quieres mejorar, vende tu sangre’, rememora el campesino.

La aldea de Meng Lou donde vive Wang no difiere mucho del resto del entorno. La planicie de la provincia de Henan siempre fue el granero de China. Una región azotada en repetidas ocasiones por catástrofes naturales y tragedias motivadas por el designio humano como la terrible hambruna que propició el maoísmo. Los restos de las ingentes canalizaciones construidas durante la Revolución Cultural -encaramadas sobre arcos al estilo romano- son testigo de aquellos atribulados años, donde la pobreza más absoluta fue una constante.

El vehículo se mueve entre carreteras repletas de baches, motocarros y tractores, extensiones interminables de cultivos y riachuelos anegados por la basura. La mayoría de las viviendas dispone de enormes portones de color rojo decorados con imágenes deGuan Yu, el dios de la fortuna, o frases que intentan atraer la suerte que siempre ha sido esquiva con esta región. “Si la familia permanece unida, el futuro es brillante”, se lee en una.

Es una imagen de la China profunda muy distante de los trenes de alta velocidad y el desarrollo que domina Pekín, pero los lugareños recuerdan que el pasado fue mucho peor. “La gente vendía sangre porque no teníamos para comer. Los que ganaron algún dinero [con ese negocio] compraron ladrillos y pudieron construirse una casa. Antes usábamos barro”, recuerda Ma Shenyi, de 46 años.

El campesino deambula por los sembrados y se acerca a tres túmulos de tierra. Son las tumbas de su esposa, su hermano y su padre. Ella fue la primera en morir, en 2001. Su progenitor falleció en 2007 y cinco años más tarde, su hermano.

Es entonces cuando el visitante se percata de que las parcelas están salpicadas por los mismos montículos, que no son sino enterramientos al estilo tradicional de esta zona.

En las aldeas chinas del sida

Los tres familiares de Ma distan mucho de ser los únicos a los que se llevó la enfermedad. “Aquella tumba es de otro que también murió de eso y aquella otra… Hubo unos meses en los que moría mucha gente. Sólo en mi calle fallecieron tres en cuestión de semanas. En esta aldea han muerto más de 50”, recuerda el vecino de Wenlu mientras señala hacia las sepulturas.

Durante años, lugares como Wenlu, Meng Lou y toda una plétora de pequeños villorrios de Henan eran conocidos como las “aldeas del sida”. Fueron los mismos enclaves que durante la década de los 90 se vieron dominados por la fiebre de la compraventa de sangre apadrinada primero por las autoridades locales y después por toda una legión de avispados negociantes.

Ma Shenyi se sienta en el pequeño habitáculo donde dormita su madre. Ella también esseropositiva. Lo mismo que dos de sus hijos y su cuñada. De la pared cuelga una bolsa repleta de fármacos con un lema: “Toma las medicinas de forma regular, cuida de tu vida”.

“Empecé a donar sangre en 1992 o 1993. Lo hice decenas de veces. Al principio la gente iba a los hospitales. El problema surgió cuando aparecieron los comerciantes privados. Solían venir por las noches para evitar que los detuvieran. Te pagaban 45 yuanes [poco más de seis euros] por 800 centímetros cúbicos. Sólo te quitaban el plasma y te volvían a introducir el resto en las venas”, recuerda. En una época en la que ganar 100 o 200 dólares anuales [entre 88 y 177 euros] se consideraba toda una proeza, esas cantidades parecían una fortuna. “Era dinero fácil”, añade Ma.

La campaña pública derivó en frenesí colectivo. Todos los lugareños consultados para este reportaje coinciden en describir el mismo escenario: miles de empobrecidos campesinos agolpándose en hospitales, viajando de una ciudad a otra para poder volver a vender su sangre… Las autoridades permitieron que se crearan cientos de “bancos de sangre” en la provincia, no sólo en hospitales sino bajo el auspicio de unidades militares, factorías o minas de carbón. El proyecto era vender ese “producto” a las firmas extranjeras. El propio responsable del departamento de Salud de Henan, Li Quanxi, viajó a EEUU para promocionar este “negocio”.

Es la misma descripción que hace el escritor Yan Lianke en la novela que dedica a este suceso –El sueño de la aldea Ding-, que basa en su propia investigación. “Lo que comenzó como un goteo, pronto se convirtió en un torrente. No tardó mucho en ser elboom de la sangre. Se instalaron bancos de sangre en los mercados, en los cruces de carretera, en las casas y hasta en establos”, escribió Yan.

Wang Erxuan asiente. “Toda la provincia vendía sangre”, ratifica. Él mismo llegó a vivir durante un mes en un hotel junto a otra veintena de personas que sólo se dedicaban a comerciar con su flujo interno. “Pagábamos 10 yuanes [1,3 euros] por dormir allí. Cada mañana venía un comerciante y decía: ”¡A ver, quiero del tipo A!”. No hacían análisis ni nada. Ese mes yo vendí 30 veces, en ocasiones dos por día”, explica Wang. A él le pagaban 75 yuanes por los 800 cc. Se ganaba más si se dejaban extraer todo el líquido y no sólo el plasma. Aquello le salvó. Él no contrajo el VIH.

Los otros se hacían extraer el líquido a través de centrifugadoras que separaban el plasma y mezclaban el resto de la sangre -plaquetas y glóbulos rojos- con la de otros vendedores del mismo grupo sanguíneo, volviendo a inyectar ese compuesto en las venas de sus clientes. “Pensábamos que era más seguro así, porque no perdíamos toda la sangre”, precisa Zhany Junxi, un vecino de Zheng Lou, otro de los poblados afectados por la expansión del VIH. Un error que marcó la vida de decenas de miles de personas. Todas las víctimas consultadas se infectaron al utilizar las “máquinas”, como se refieren a ellas.

Zhany tenía 20 años cuando se inició en el “negocio”. Vendió su sangre más de media docena de veces a lo largo de un año. “Una vez tuve que ir a las dos de la mañana para pillar sitio. Debíamos ser unos 200”, rememora. Otra víctima de este comercio, Xing Xinwei, de 46 años, alude al dicho que se usaba en esos días. “Extiende el brazo y te caerá el dinero”, repite. “Los compradores de sangre venían a las aldeas y se metían en tus casas con las máquinas. Hasta en las cocinas. Nadie te hacía análisis”, añade.

Durante aquellos tiempos de fervor común, algunos consiguieron mejorar de forma ostensible su nivel de vida. Los locales se percataron cuando les vieron construir nuevas viviendas. “Si tenías muchos miembros en la familia y todos donaban sangre, podían ganar dinero”, admite Ma Shenyi. Aunque fueron casos aislados, puntualiza. El beneficio que obtenían los campesinos seguía siendo ínfimo. El mismo Wang Erxuan, tras la maratón que realizó aquel mes en el que se dejó extraer sangre decenas de veces, volvió a su casa con 300 yuanes de ganancia (36 euros).

Manchas en la piel

Y entonces, un día apareció la fiebre. Nadie sabía qué significaba el sida. “La gente pensaba que era un resfriado. No tenían ni idea de lo terrible que es esta enfermedad”, dice Ma Shenyi. A él le diagnosticaron que era seropositivo en el año 2000. Todo comenzó con “un poco de fiebre y manchas en la piel… La gente tomada pastillas pero no se le curaba”, dice

La “plaga” se extendió “por la planicie”. “Se abatió sobre nosotros como una inundación, envolviendo a docenas, quizás cientos de aldeas. Y cuando eso ocurrió, la gente moría como hormigas… Murieron como hojas de un árbol muerto; caían al suelo y se los llevaba el viento… Era raro que pasara una semana sin que muriera alguien”, escribió Yan Lianke en su memorable texto.

Los funerales se convirtieron en un acontecimiento repetitivo. “En la aldea de Nan Dawu murieron ocho personas en el mismo día”, asevera Wang Erxuan.

Aunque las propias víctimas comenzaron a denunciar el escándalo en 1998, el Gobierno no reconoció la magnitud del problema hasta agosto de 2001, cuando asumió que entre 30.000 y 50.000 personas se habían contagiado. El viceministro de Salud de aquellas fechas, Yin Dakui, reconoció que era una estimación a la baja y que podían ser hasta 100.000. Los activistas que denunciaron lo ocurrido multiplicaron por cinco o 10 esos guarismos y alertaron de que el azote se había extendido por al menos cinco provincias, aunque Henan fuera el epicentro del polémico comercio.

las tumbas del campesino ma shenyi. Aquí, junto a los tres túmulos de tierra donde enterró a su esposa, su hermano y su padre. Murieron de sida tras contagiarse al vender su sangre.

las tumbas del campesino ma shenyi. Aquí, junto a los tres túmulos de tierra donde enterró a su esposa, su hermano y su padre. Murieron de sida tras contagiarse al vender su sangre. JAVIER ESPINOSA

En realidad nadie conoce con precisión la magnitud del infortunio, pero los habitantes concuerdan en que más de la mitad de los que comerciaron con su sangre se infectó. “En esta aldea hubo más de 100 personas que la vendieron y la mitad enfermaron. Hoy sólo quedamos vivos una decena. El resto murió”, aduce Zhang Junxi, el vecino de Zheng Lou. Entre los fallecidos figuraban su hermano y su cuñada.

Bajo la presión del escándalo, Pekín prohibió la venta de sangre en 1998 e intentó minimizar el alcance de la controversia. Muchos de los expertos que alertaron de las graves consecuencias, como la veterana doctora Gao Yaojie, el también médico Wang Shuping o el activista Wan Yanhai, tuvieron que exiliarse. Las visitas de los periodistas extranjeros a los villorrios del sida solían concluir con su detención y expulsión de la zona.

Dientes blancos y rotos

Los residentes locales todavía rememoran con cierta aprensión la jornada de 2003, en la que cientos de policías asaltaron uno de los villorrios y apalearon a sus habitantes después de que éstos protagonizaran un tumulto cuando pretendían acceder a una oficina oficial para protestar por la situación de los enfermos. “Estaba lloviendo. Llegaron por la noche y comenzaron a pegar con palos a todo el mundo. A varios les rompieron los dientes, el brazo…”, relata Wang Erxuan.

Todavía hoy las reclamaciones pueden concluir en prisión. Es lo que le pasó a la esposade Wang, Li Xiaohe. Su marido muestra la sentencia que la condena a dos años de cárcel por “crear problemas”. Li había participado en varias ocasiones en los viajes que organizaban hasta Pekín grupos de víctimas del VIH de Henan, que intentaban aprovechar las reuniones del Parlamento local para exponer sus reclamaciones. En febrero de 2012, la Policía se personó en su domicilio de Meng Lou y se la llevó. “Sólo pedía que el Gobierno le diera una ayuda para tratar a nuestro hijo, enfermo de sida”, asegura Wang Erxuan.

Li sufre la misma dolencia. Su marido dice que se infectó en un hospital público “y sólo vendió sangre dos veces”.

El condado de Shangcai, del que dependen todos los villorrios del área de Wenlu y Meng Lou, se convirtió en una especie de zona cero de la epidemia. De las 38 aldeas que el Gobierno identificó como las más afectadas, más de la mitad pertenecía a ese distrito donde habitan 1,3 millones de personas.

El legado sigue siendo devastador. En la región es habitual ver orfanatos de niños cuyos familiares sucumbieron a la enfermedad y hospitales que intentan paliar su expansión. Los muros de muchos pueblos están salpicados de carteles que anuncian servicios médicos.

El número real de menores que nacieron con el VIH a consecuencia de este infortunio tampoco se conoce, pero el vástago de Wang y Li es uno de ellos. “Aquí hay cerca de 600 o 700 niños que nacieron con el VIH. Sólo en esta aldea eran media docena pero únicamente dos siguen vivos”, estima su padre.

El joven Wang Xuefeng asiste a la conversación cabizbajo. A sus 23 años, preocupaciones tan normales en este contexto como buscar una posible esposa ni se le pasan por la cabeza. “¿Quién se va a querer casar con un enfermo de sida?”, inquiere. El estigma forma parte de la truculenta herencia que dejó la “economía del plasma”. “Toda mi vida me he sentido discriminado. Aún hoy. Los niños no querían jugar conmigo en el colegio. Salían corriendo al verme”, comenta.

Después de que el Gobierno comenzara a distribuir de forma gratuita medicamentosantirretrovirales a partir de 2003, las muertes se frenaron. Aunque no todas.

La familia de Zhou Yulan se encuentra reunida en torno a su cama desde hace días. Tienen tal certeza sobre su inmediato futuro que ya le han preparado la ropa que vestirá durante su funeral. Una chaqueta roja brillante y unos pantalones oscuros. “No creo que sobreviva muchos días”, admite su hijo, Xing Xinwei. “Las medicinas no funcionan. Le producían problemas en el estómago. Tiene la boca totalmente podrida y no puede comer”, dice.

El poblado de Xiongqiao es otro de los nombres más emblemáticos de las “aldeas del sida” de Henan. En el clan de Xing Xinwei seis personas desarrollaron la enfermedad, incluido él mismo. Su padre y su esposa murieron hace años. La salud de Xing también se encuentra muy resentida. Respira con dificultades. “Tengo mal el estómago”, aclara.

Como su madre, Xing sólo comenzó a medicarse hace tres años, aunque sabe que es seropositivo desde 1992. “Empecé a vender sangre con 17 años. Era algo normal. Oculté que era seropositivo porque no quería avergonzar a mi familia. Hoy, muchos siguen sin decirlo”.

Xing reparte la responsabilidad de esta adversidad entre las autoridades y él mismo. “El Gobierno fue quien inició este negocio pero nadie me obligó a vender la sangre”, puntualiza. Es una opinión compartida por otros. “Fue una especie de sueño colectivo. Nadie nos forzó”, apunta Zhang Junxi. Para Wang Erxuan, toda la culpa es del “Gobierno”. “Nos engañaron, no nos dijeron lo peligroso que era”, defiende.

Ma Shenyi prefiere aferrarse al pragmatismo: “Da lo mismo quién fue el culpable. Ya nadie puede quitarme el sida o devolverme a mi esposa. Fue todo muy triste“, concluye.

https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png Editorea2016-03-20 09:20:172016-03-21 09:28:43En las aldeas chinas del sida

“Quiérete mucho, maricón”, un manual cómplice de autoestima para homosexuales

19 March, 2016/in España, Gay, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, PUBLICO, Sexología /by Editorea

 Es la frase con la que Gabriel J. Martín se despide de sus lectores en sus artículos sobre psicología afirmativa gay, y ha sido el título elegido para el libro que acaba de presentar.

Es la frase con la que Gabriel J. Martín se despide de sus lectores en sus artículos sobre psicología afirmativa gay, y ha sido el título elegido para el libro que acaba de presentar.

Es la frase con la que Gabriel J. Martín se despide de sus lectores en sus artículos sobre psicología afirmativa gay, y ha sido el título elegido para el libro que acaba de presentar.

BELÉN ESCUDERO (EFE)

Madrid.- “Quiérete mucho, maricón” es la frase con la que Gabriel J. Martín se despide de sus lectores en sus artículos sobre psicología afirmativa gay, y ha sido el título elegido para el libro que acaba de presentar y con el que, en un lenguaje cómplice, pretende ayudar a los homosexuales a ser más felices.

Es, por encima de todo, según dice su autor en una entrevista a Efe, un manual sobre autoestima para que, “queriéndote a ti mismo, puedas querer mejor a los demás y ser más feliz con ellos”. “Tanto -añade en su libro- como tú te mereces, maricón”.

¿Maricón? ¿No cree que se puede ofender alguien?

Hombre… si yo empezara diciendo ‘¡eres tonto maricón!’ entendería que se molestara alguien, pero cuando alguien empieza diciendo ‘¡quiérete mucho’, igual maricón no lo está diciendo con mala idea, sino con algún tipo de complicidad, que es lo que remarco.

El título es la expresión con la que acabo todos mis artículos desde 2012. Cuando nos la decimos dos gais, estamos usando una marca lingüística, de complicidad, la que existe entre dos hombres que comparten las grandes líneas de sus biografías y que pueden entenderse mucho mejor que con otros.

Es una palabra que empleamos para estar por encima de su uso insultante, para señalar que ya no nos duelen las palabras, sino las intenciones. La usaron durante muchos años para hacernos daño y por eso doy en el libro muchas razones de por qué la utilizo.

¿Cuales son los prejuicios que han hecho más daño a los homosexuales?

Hay uno muy fuerte y con el que más reticencia me encuentro en los sectores homófobos y es que piensen que la homosexualidad es algo que se ha elegido o algo que en algún momento de tu vida, por algún tipo de error en la educación, has ido adquiriendo.

Es el debate de si uno nace o se hace, que es muy antiguo y que el mundo académico tiene muy superado. En la calle todavía no, y por eso es muy bueno que se hable de esto.

Si piensas que algo ocurrió dentro de ti durante tu infancia que te torció hacia la homosexualidad, siempre irás con la sensación de que tienes algún tipo de tara y que tendrías que haber sido heterosexual. Pero cuando te das cuenta de que no, entiendes que eres tan natural como tu hermano heterosexual.

Es decir, se nace siendo gay….

La evidencia científica te dice que es imposible que la homosexualidad sea aprendida porque es una conducta que contraviene manifiestamente todas y cada unas de las leyes del aprendizaje.

Se nace siendo gay, otra cosa es que tardes más o menos en descubrirlo. La orientación sexo-afectiva se considera innata. La homosexualidad no es algo elegido, no es una construcción social (…)

No se decide, por tanto, ser homosexual

Nadie decide ser homosexual. Lo máximo que puedes hacer es intentar vivirlo con la mayor dignidad posible. Se trata de que una persona homosexual no se sienta avergonzada en su trabajo cuando le preguntan por su vida personal o por estar enamorada y mostrar ese cariño en público.

Se trata de que sea asertiva cuando lo hable con su familia, que se sienta muy contenta de ser quien es. Queriéndote a ti mismo, puedas querer mejor a los demás y ser más feliz.

Y el libro es el resultado de muchos años de trabajo en su consulta… Es psicólogo desde 1996 y lleva desde hace ocho años atendiendo exclusivamente a hombres homosexuales

He tratado a más de mil homosexuales por distintos motivos. Hombres a los que les cuesta un poco asumir su homosexualidad o que tienen estrés postraumático como consecuencia del acoso homofóbico, que conviven con el VIH o que tienen problemas con sus parejas o pocas habilidades sociales. El libro está salpicado de anécdotas y de casos que han pasado por mi consulta.

https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png Editorea2016-03-19 10:07:052016-03-21 10:09:49“Quiérete mucho, maricón”, un manual cómplice de autoestima para homosexuales

‘Quiérete mucho…’, un manual de éxito para homosexuales

19 March, 2016/in Cultura, EL MUNDO, Entrevista, España, Gay, Homosexualidad, Sexología /by Editorea
  • El psicólogo Gabriel J. Martín publica un libro sobre qué es ser gay y cómo aceptarlo

  • “Ser gay tiene que ver con de quién te enamoras, no con quien te acuestas”

  • “El mundo del toro y del deporte son muy homófobos aún”

Gabriel J. Martín, autor de 'Quiérete mucho, maricón'

Gabriel J. Martín, autor de ‘Quiérete mucho, maricón’. BERNARDO DÍAZ

“Cada vez que un personaje famoso dice: ‘Soy una persona que se enamora de personas’, muere un gatito, se le cae un diente al hada de las obviedades (¿acaso las demás personas nos enamoramos de farolas? y, lo que es peor, da una vuelta más a la cerradura de algunos armarios”. Lo de enamorarse de personas se dice, se lee y se escucha a menudo. El resto es aportación de Gabriel J. Martín, pionero de la psicología gay afirmativa (gay affirmative psychology) en el mundo hispano, que acaba de publicar un extenso (527 páginas) “manual de éxito psicoemocional para hombres homosexuales”. Ni más ni menos.

Pero antes de llegar a esa aclaración técnica está el título, mucho más ilustrativo que cualquier explicación. El libro se llama Quiérete mucho, maricón. Directa y sin medias tintas, la frase define la filosofía de vida del autor, que quiere reforzar la autoestima de los gays y, además, establece un guiño cómplice con el colectivo al utilizar una palabra “a la que hemos quitado la connotación negativa e insultante y la convertimos en un apelativo cariñoso”.

¿Qué esconden las páginas de este manual? Pues un cóctel bien mezclado de historia de la homosexualidad, ciencia sobre si el gay nace o se hace, qué significa ser homosexual, cómo se asume esta condición, qué secuelas deja la homofobia, cómo disfrutar de la sexualidad con diversión y precaución, un recorrido por las ITS (infecciones de transmisión sexual), información para desenvolverse en el ambiente gay, la aportación de las nuevas tecnologías a la hora de ligar y un poco de jerga de “culturilla marica”. Todo en tono desenfadado pero con muchos datos y referencias científicas y salpicado por textos de García Lorca, Gustavo Adolfo Bécquer, Luis Cernuda o Jaime Gil de Biedma, entre otros.

Gabriel J. Martín habla con pasión del libro, de su trabajo, de la vida. Y toca con naturalidad el sexo y los tabúes que le rodean. Gaditano residente en Barcelona, cuenta a EL MUNDO que lo único que ha hecho ha sido “aplicar una corriente psicológica que está muy extendida en otros países. Me daba rabia que no tuviéramos nada parecido aquí. Pero yo no me he inventado nada. Esto empezó en los años 70. Yo creo que nacimos al mismo tiempo la psicología afirmativa y yo”. Se trata de una línea de trabajo que ayuda a los pacientes gays a asumir su homosexualidad y vivirla con naturalidad y gozo.

El mensaje va para quienes le acusan de haberse montado un “chiringuito gay”. “Ya estaba todo creado, yo sólo le he dado forma y lo he traído a España”, afirma. No hay más misterio.

Está acostumbrado a los ataques “porque aún hay mucho homófobo”, y destaca que hoy en día todavía es “muy complicado ser gay en determinados entornos -el mundo del fútbol, del toro…-“. Le da igual que le acusen de subirse al carro del “lobby rosa”, porque afirma, con convicción, que esta obra era “necesaria” y “es muy útil para todos los homosexuales y sus familias”.

Algunos puntos que deja claros en el libro son los siguientes: “Ser gay tiene que ver con de quién te enamoras, no con quien te acuestas”. “La homosexualidad es innata y por eso está omnipresente en la naturaleza y en la historia”. “Al contravenir manifiestamente las leyes del aprendizaje es imposible que la homosexualidad sea adquirida. Es innata y biológica”.

Y, para los que dicen que es algo elegido… narra: “claro, y por eso te dejas ahorcar en Arabia Saudí o en Irán o apedrear en Rusia. Eliges ser gay para que los niños del colegio te peguen y te insulten, para que tu padre se avergüence de ti, para que tu madre calle cuando las vecinas le pregunten si ya tienes novia… Eso no es ser maricón, ¡eso es ser un tocapelotas! ¿Podría existir algo más estúpido que creer que alguien podría elegir un ‘estilo de vida’ que le pone en el punto de mira de todas las agresiones?”

¿Por qué este libro?
Viene un poco por mi trayectoria. Yo cuando me voy a vivir a Barcelona me apunto a la Coordinadora Gay y Lesbiana para conocer gente. Me apunto al curso de voluntariado y me ofrecen llevar la asesoría psicológica. Ahí me doy cuenta de que los pacientes que vienen tienen una problemática con la vivencia de la homosexualidad y la respuesta de su entorno. Eran patrones muy parecidos. Empecé a investigar y descubrí que hay una cosa maravillosa, la Gay Affirmative Psychology, que estaba muy extendida en el mundo anglosajón, con cantidad de libros publicados sobre el tema y que en nuestro país es muy desconocida. Al mismo tiempo empiezo a publicar en una revista gay de Barcelona y los artículos fueron gustando. De repente vi que había interés. Me preguntaban dónde podían leer más sobre los temas que yo tocaba. Pero todo estaba en inglés. Una cosa llevó a la otra y, al final, al libro.
¿Por qué ahora?
En general es verdad que tenemos un nivel de aceptación de la homosexualidad alto en España, aunque hay matices. No es lo mismo que seas chico o chica, que vivas en un pueblo… Aunque la aceptación es buena. No es un libro para que la gente acepte su homosexualidad. Lo toco un poco al principio y ya. Lo que menos hago es ayudar a la gente a salir del armario. Lo que yo trabajo son las secuelas que deja el entorno homófobo y la homofobia interiorizada -el rechazo de uno mismo a su propia homosexualidad-. Ayudo a gente que ya ha aceptado su condición pero tiene secuelas y problemas en sus relaciones de pareja. No es un libro para el gay que se tiene que aceptar, sino para todos. Y no hay ninguno parecido en España.
El libro dice claramente: Manual para hombres homosexuales, pero ¿para quién más es?
Para las familias, que tienen que hacer un proceso de salida del armario que se parece mucho al nuestro. Todos tenemos prejuicios interiorizados que se deben a la educación que recibimos y al contexto en el que nos criamos. Un padre que ha crecido escuchando que la homosexualidad era una enfermedad y su hijo le dice que lo es, pues no le cuadra. No le cuadran sus ideas con la realidad de su hijo.Pero además es un libro escrito para muchos tipos de hombre gay, por eso es tan amplio. Es para el que se está empezando a a aceptar, para el que hace muchos años que se aceptó y tiene una crisis en su relación sentimental, para el gay que no sé cuánto hace que se aceptó pero tiene un problema de erección porque se pone muy ansioso, para el que lo pasó mal en el colegio y está obsesionado con infectarse de una ITS, para el gay que quiere saber cómo tener relaciones sexuales más tranquilas y saludables, para el gay muy jovencito que no tiene ni la mayoría de edad, para sus familias, para todos. Por eso ha salido tocho, no quise dejarme a nadie. Raro será el gay, lo digo muy seguro, que no saque algo de este libro, porque lleva mucho material, muchos contextos y muchas situaciones.

El título fue ¿lo primero o lo último?
El título tiene su historia. Es una frase mía, con la que siempre despido los artículos desde 2012. Resume un poco mi filosofía. Me ha sorprendido mucho la recepción del término maricón en el mundo hetero que me ha dicho, ‘pero si eso es un insulto’. Desconoce que entre nosotros hemos descontextualizado ese término, le hemos quitado el tono peyorativo y lo utilizamos con confianza y cariño. Tiene que ver con la complicidad de un gay a otro gay. [En el libro lo explica así: “Cuando dos gays nos decimos maricón estamos usando lo que se llama una marca lingüística: una expresión que denota una realidad no explícita pero que ambos comprenden. Una marca de complicidad. También es una palabra que empleamos para estar por encima de su uso insultante, para señalar que ya no nos duelen las palabras sino las intenciones. A veces los cambios son tan rápidos que no hay palabras para referirse a lo nuevo. Aunque lo nuevo no sea más que lo viejo pero visto con ojos renovados. Le hemos quitado lo malo y dado un guiño cómplice. Es la neoléxica]
¿Qué quiere decir maricón cuando lo dice un heterosexual y cuando lo dice un homosexual?
Entre dos gays es una marca de complicidad. Es una realidad que no está explícita pero que ellos entienden. De repente hay que crear un vocabulario nuevo para definirnos y a lo que recurrimos es a quitarle a determinados términos las connotaciones negativas que tiene y transformarlas en positivas. Empezamos a usarlo de forma de colegueo. Como el buddy de los estadounidenses o el nigger que los negros pueden usar entre ellos.
¿Hay otros términos que han descontextualizado?
El puta, por ejemplo, que lo usamos como adjetivo. Soy muy puta, decimos entre nosotros. Como adjetivo, no como sustantivo. Igual que el zorra, guarra. Pero es entre amigos y con personas que tienes mucha confianza. Igual que los hombres heteros que eran muy promiscuos eran Don Juanes, nosotros éramos viciosos. Pues equiparamosmuy puta con su Don Juan. Lo descontextualizamos y le damos otro sentido.
¿Es posible que la aceptación de la homosexualidad haya avanzado mucho los últimos años y ahora se haya estancado e, incluso, puede estar retrocediendo un poco?
Los movimientos en la historia casi nunca son unidireccionales y sin ningún tipo de parón. Es normal que haya avances y retrocesos. Claro que los homófobos me critican, dicen que me invento las cosas que digo. Hemos vivido una época, los de 35 años para arriba, en la que ser homosexual era lo peor. Eramos enfermos hasta los 90, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos sacó de esa consideración. Todo esto de la psicología gay afirmativa nace como reacción a cuando la homosexualidad era considerada un trastorno mental. Los psicólogos empezaron a decir, mira, no, no son enfermos, no están trastornados, lo están pasando mal porque su entorno les machaca. Cómo no van a terminar neuróticos, depresivos, tomando alcohol… ¿quién no con lo que están sufriendo? Entonces se trabaja desde la afirmación de la homosexualidad y que la persona no se sienta mal por ser homosexual sino que se acepte. No sólo hay que sacarles del manual psiquiátrico sino que además necesitan un apoyo extra para que superen todo lo que han vivido. No podemos esperar que el cambio sea inmediato. Ha habido una educación en un sentido y queda mucho de eso aún.
¿Hay corrientes en contra de esta psicología afirmativa?
Desde el mundo académico no, porque está todo muy documentado y es inapelable. Evidentemente, desde sectores muy homófobos, hay críticas. Un punto que me machacan continuamente es cuando digo que la homosexualidad es innata. Miles de comentarios diciendo que no, que es una elección, que depende del entorno en el que el niño crezca… Pero es innata. Primero porque no puede ser aprendida porque contraviene las reglas del aprendizaje, porque está presente en muchas especies (más de 300)… No es una cuestión controvertida porque la ciencia ya lo tiene clarísimo, pero la gente rechaza esa idea. El problema con la homosexualidad es que ha sido mal entendida. El último milenio ha sido devastador en cuanto a la comprensión de la homosexualidad. Hubo un avance con el psicoanálisis y es que dejó de ser un pecado para convertirse en una enfermedad… que se podría curar. Daba hasta esperanzas, pero te patologizaba. Al ser mal entendida genera una serie de prejuicios para justificar la “desviación” de esas personas. Por qué son pecadores o tienen algún tipo de tara. Todos esos prejuicios forman parte de la cultura: es gay porque lo ha elegido, porque es un inmaduro emocional, etc, etc. Lo primero que tienen que entender las familias es que la explicación que les han dado sobre homosexualidad no es la correcta.
¿Cuáles son las secuelas más comunes que deja todo esto?
Lo primero la homofobia interiorizada. Raro es el gay que no haya interiorizado algo de homofobia. Todos interiorizamos prejuicios, aunque no seamos conscientes de ellos. Los homosexuales han incorporado ideas equivocadas sobre su condición. Los referentes en las películas siempre han dado una imagen distorsionada del gay.
¿Se sienten bien representados en el cine o en las series?
Ya va cambiando la cosa, pero siempre se ha recurrido al estereotipo del marica risitas. Los homosexuales somos muy diversos. Los hay guapos, feos, de izquierdas, de derechas, con glamour, sin glamour, con carrera, sin ella… como en todas partes. Cuando alguien presenta un estereotipo en la pantalla lo que está buscando es una identificación rápida. Hay que entender que el cineasta tiene que llegar al espectador rápido. Yo recomiendo mucho El celuloide oculto, un documental que cuenta cómo Hollywood veía la homosexualidad. Y explica que en los años 30, cuando el cine se convierte en una industria, la Iglesia y los poderes dicen, ‘oye, aquí hay que opinar sobre qué se puede ver y qué no”. Entonces hacen un código en el que establecen cosas que no se puede ver en pantalla, como un aborto o violaciones o besos con lengua o la homosexualidad. Hollywood, para no tener problemas, dice,que ‘vale’. ¿Qué ocurre? Que la homosexualidad se puede representar si cumple tres condiciones: que el mariquita fuera risible, el que llamamos sisi, como en Con Faldas y a lo loco, por ejemplo. Que fuera el malo de la película, el malvado y, al final, descubres que su trastorno psicópata es por amor, o que la historia acabara de forma trágica. La imagen que daban a toda la sociedad es que un amor lésbico acababa siempre en tragedia. De ahí venimos.
¿Cuáles son las secuelas más comunes que deja todo esto?
Lo primero la homofobia interiorizada. Raro es el gay que no haya interiorizado algo de homofobia. Todos interiorizamos prejuicios, aunque no seamos conscientes de ellos. Los homosexuales han incorporado ideas equivocadas sobre su condición. Los referentes en las películas siempre han dado una imagen distorsionada del gay.
¿Cree que los padres casi siempre lo sospechan?
Muchos sí. Sobre todo las madres. Vienen muchas madres solas a consulta para contarme que creen que su hijo es homosexual y que quieren ayudarle a contarlo ya. A veces vienen acompañadas por el padre. Es bonito que una madre quiera ayudar a su hijo en este tema.
En el País Vasco a un chico de 21 años le han echado de casa por ser homosexual. ¿Siguen ocurriendo con frecuencia estas cosas?
Sí, no es algo normal pero en determinados contextos sigue pasando. Pero me siguen sorprendiendo mucho estas noticias, la verdad.
¿Qué caso de los que ha visto en consulta se le ha quedado grabado?
Me acuerdo siempre de un hombre que sufrió abusos por un familiar cuando él tenía seis años. El familiar tenía 20 años. Aquello fue especialmente duro porque veías todo el sufrimiento que esa persona acarreaba, lo indefenso que se sintió, lo desprotegido… Superar eso lleva mucho trabajo. No es nada sencillo.
¿Cómo fue su proceso, su salida del armario?
Mi caso fue particular, porque yo soy intersexual. Yo nací con genitales intersexuales, los médicos se equivocaron y pensaron que era una niña, me criaron como tal pero yo tenía identidad masculina. Una historia. Y, además, descubrí que era gay. Yo empecé a entender mi homosexualidad una vez que entendí todo lo anterior. Fue un proceso largo. La primera vez que asumo todo mi proceso y por primera vez me enamoro de otro hombre me doy cuenta que eso que estoy sintiendo ya lo había experimentado yo previamente con otros hombres, pero tenía tan bloqueados mis sentimientos, mi inteligencia emocional, que la situación me sobrepasaba. Y entonces fue cuando caí en la cuenta: ‘ay, pero si esto lo he sentido yo por Nacho. ¡Si mi primer amor fue Nacho! Y fue un descubrimiento’
¿Cómo influyen las apps para ligar en los homosexuales? ¿Ayuda a salir del armario, crea más gueto?
Hay estudios muy interesantes que dicen que los hombres que empiezan a descubrir su homosexualidad se benefician de contactar con otros hombres por estas aplicaciones como Grindr, sobre todo porque ayudan a quitarse prejuicios. También es cierto que, perfiles emocionalmente no muy estables, pueden tener problemas porque se pueden obsesionar con conseguir novio a través de estas redes, a tener sexo compulsivo… Dependerá mucho del perfil de cada uno y de lo estable que se encuentre emocionalmente. También se ha detectado que han aumentado las ITS. De hecho, se está trabajando en aplicaciones para que sea muy fácil comunicar a tus contactos que tienes sífilis, gonorrea… Si ya era fácil el contacto sexual, ahora con esto si no follas es que no quieres. Esto es así. No sólo en gays, que tenemos un uso alto del preservativo. Pero los heterosexuales jóvenes han perdido mucho la conciencia de las ITS.

‘Los gays vamos de pesca, no de caza’

Tipos de gays a la hora de ligar:

El arponero: es el hombre que, por su presencia, te conquista en unos segundos. Es tan atractivo, tan sexy, tan absolutamente hot que no le hace falta hablar para pescar. Sale a la calle, se muestra, sonríe y va repartiendo arponazos en los corazones de los demás. Luego, simplemente se acerca a la pieza que más le gusta de todas las que ha arponeado y se la lleva con él. Pesca rápida y eficazmente. Pero no durarás mucho en su vida. Muchos arponeros viven para seguir arponeando.

El cañista: es el hombre que te da conversación. De entrada, no te parece que vayas a perder la cabeza por él, pero te resulta simpático: cuenta historias graciosas, es mentalmente ágil, tiene varios temas de conversación. Empieza a hablarte de su trabajo y te das cuenta de que te lo explica con pasión y eso te gusta. Se interesa por ti, te pregunta mucho. A la media hora de conversación sabes que te vas a acostar con él. En la cama se preocupa por lo que te hace gemir. Deja pasar un par de días antes de escribirte un mensaje. Poco a poco va captando tu atención y te apetece quedar con él. Se está colando en tu vida y lo peor (¿o lo mejor?) se está colando en tu corazón.

El arrastrero: es aquel que extiende unas enormes redes y mientras va navegando va arrastrando en esas redes todo lo que encuentra a su paso. Es el hombre que entra a Grindr y hace un copia-pega del mismo mensaje a todos los tíos que aparecen en la cuadrícula, al margen de edades, estados civiles, roles sexuales… Le entra a todo el mundo. Mantiene varias conversaciones en paralelo y abiertas varias posibles relaciones a la vez.

https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png Editorea2016-03-19 00:50:352016-03-19 00:51:42‘Quiérete mucho…’, un manual de éxito para homosexuales

¿Qué hacer si eres homosexual y te acosan en el trabajo?

18 March, 2016/in 20 MINUTOS, España, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Lesbianismo, Transexualidad /by Editorea

Publicado en 20 minutos

Lesbiana de mierda, te voy a hacer la vida imposible. La gente como tú me da asco, conmigo aquí no tienes nada que hacer. Estoy harto de ti, puta lesbiana, te voy a echar a la puta calle. Me da asco trabajar contigo, no te hago fija porque no quiero una lesbiana en mi tienda.

Por estos insultos, y el continuo trato vejatorio dispensado a su empleada, el responsable de un supermercado de la Gran Vía de Barcelona, ha sido condenado a  14 meses de prisión  como autor de un delito contra la integridad moral -por el Juzgado de lo Penal nº 17 de la capital catalana-  obligándole  a indemnizar a la víctima con 5.000 euros en concepto de daños morales.

El acoso que ésta sufrió durante los seis meses que duró su contrato de trabajo, le provocó  ansiedad, insomnio y estrés emocional. El condenado recurrió la sentencia y su recurso fue desestimado por la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Barcelona, mediante una resolución en la que este Tribunal  afirmó:

La orientación sexual de la víctima debe ser respetada, lo que no hizo el acusado, quién menospreció a la víctima, poniendo de manifiesto lo que pensaba sobre su orientación sexual.

¿Qué puedes hacer si sufres acoso laboral por orientación sexual o por identidad de género?

En primer lugar, debemos tener presente que para poder acreditar el acoso laboral por orientación sexual o por identidad de género, es fundamental recopilar  todas las pruebas posibles:

  • Documentos escritos: correos, circulares, notas, encargos, órdenes de trabajo, cambios de puestos o de funciones.
  • Conversaciones grabadas: se pueden utilizar en juicio siempre que el trabajador participe en ellas.
  • Testigos: puedan declarar sobre los hechos, pueden ser compañeros, clientes, trabajadores de otras empresas que hayan presenciado los hechos.
  • Fotografías de los hechos.
  • Informes médicos y psicológicos: servirán para acreditar los daños que nos ha causado el acoso sufrido.

En estos casos, además de acreditar que hemos sufrido acoso laboral, debemos probar, que ese acoso ha venido motivado por nuestra orientación sexual o por nuestra identidad de género. En este sentido es fundamental aportar datos que avalen tal discriminación: si nuestra orientación sexual o identidad de género era conocida en la empresa, comentarios despectivos que hiciesen  hacia el colectivo LGTB, la forma en la que nos trataban, si hubo insultos, de qué clase fueron…

Las vías que tenemos a nuestra disposición en casos de acoso laboral por orientación sexual e identidad de género, son:

La vía extrajudicial:

  • Presentando denuncia ante la inspección de trabajo. A la denuncia adjuntaremos todas las pruebas de las que dispongamos. El inspector, investigará los hechos, sin indicar en ningún momento quién ha interpuesto la denuncia. Con lo que descubra, redactará un acta que nos servirá de prueba si iniciamos un procedimiento judicial. El inspector podrá requerir a la empresa para que cese el acoso y obligarla a tomar medidas para que el acoso termine, asimismo, podrá sancionar a la empresa, tanto por ser el origen del acoso, como por no haberlo evitado, como es su obligación.
  • Ver si en el Convenio Colectivo existe un protocolo frente al acoso y en ese caso, activarlo.
  • Poner los hechos en conocimiento del Comité de Seguridad y Salud de la empresa,para que se investiguen los hechos y se tomen las medidas necesarias. Funciona cuando el acoso proviene de otro trabajador, no por la empresa.
  • Denunciar los hechos ante la dirección de la empresa: cuando el acoso no procede la misma empresa. La empresa tiene la obligación de evitar situaciones de acoso y velar por la salud de los trabajadores. No suele ser una medida efectiva.

La vía judicial:

  • Ante la Jurisdicción Social se pueden interponer los siguientes procedimientos:

– Demanda por tutela de derechos fundamentales para la defensa de la dignidad de la persona acosada de forma que el Juez constate el acoso y obligue a su cese. Es un procedimiento urgente y preferente.

– Procedimiento para extinguir la relación laboral para pedir que se extinga tu relación laboral con la empresa debido al acoso y que se te reconozca la máxima indemnización, como si se tratara de un despido improcedente con la posibilidad de pedir prestación por desempleo.

-En los dos casos anteriores, se puede pedir a la empresa una indemnización por los daños y perjuicios que el acoso te haya causado. Habrá que cuantificar los daños y demostrarlos.

En estos procedimientos, se puede solicitar al  Juez que exima a la persona acosada de la obligación de asistir al puesto de trabajo mientras se solventa el procedimiento pudiendo cobrar el salario mientras tanto. En estos casos hay que demandar tanto al  acosador como a la empresa. En los procedimientos por acoso, la persona acosada deberá presentar indicios del acoso y la empresa tendrá que demostrar que el acoso no ha existido.

  • Jurisdicción Penal

El acoso laboral por orientación sexual e identidad de género es un delito de odio que se debe denunciar. La denuncia puede hacerse de forma verbal o por escrito. Se puede presentar ante el Juzgado de Instrucción, el Juzgado de Paz del domicilio de la víctima, la Fiscalía para la Tutela Penal de la Igualdad y contra la Discriminación, la Comisaría de Policía de ámbito nacional, autonómico o local y el cuartel o dependencia de la Guardia Civil. En la denuncia haremos constar todos nuestros datos personales, relataremos lo sucedido, daremos todos los datos que conozcamos  de la persona que nos acosa  y aportaremos  las pruebas que tengamos así como los datos personales de los testigos de los hechos.

  • Jurisdicción Civil

Podemos presentar una demanda civil para pedir una indemnización por daños y perjuicios a quién nos haya acosado, si no es el empresario.

  • Jurisdicción Contencioso-Administrativa

Cuando se es funcionario público no se debe acudir a la vía laboral sino a la vía contenciosa. En la Administración Pública existe un protocolo contra el acoso para solicitar a los superiores jerárquicos que se acabe con esa situación. En el caso de que la Administración no actúe, existe la posibilidad de demandarla ante los Juzgados Contencioso-Administrativo, así como pedir una indemnización por daños y perjuicios.

Estos son los recursos con los que cuentas si eres víctima de acoso laboral por tu orientación sexual o por tu identidad de género. Utilízalos y defiende tus derechos. Has de saberlos. Y también que puedes y debes pedir apoyo, estás en tu derecho de no aceptar que otros te amedrenten en tu trabajo y carrera profesionalpor ser homosexual, bisexual o trans. Las organizaciones LGBT te pueden echar un cable si necesitas ayuda, y hay guías como la de la FELGTB que te pueden orientar más en profundidad.

No aguantes aquello que atenta contra tu dignidad, lucha por ti.

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Un centenar de niñas y niños guipuzcoanos son transexuales

18 March, 2016/in Euskal Herria @es, Noticia @es, NOTICIAS DE GIPUZKOA, Transexualidad /by Editorea
  • La asociación Chrysallis estima que esta realidad afecta a uno de cada 1.000 menores

  • Pide a la Diputación campañas de visibilización y demanda una mayor formación de los profesionales sociales

chrysallis

“Apostamos por la difusión del conocimiento de esta realidad porque es la mejor lucha contra el acoso” “Nuestros niños no son enfermos sino parte de la diversidad existente y tienen que ser felices”

DONOSTIA – La asociación de familias con menores en situación de transexualidad Chrysallis estima que un centenar de familias de Gipuzkoa están viviendo esta circunstancia. Además, temen que más del 90% abordan este proceso en la intimidad, con las dificultades y angustias que ello conlleva, ya que se trata de una realidad desconocida para la gran mayoría de las personas, que muchas veces carecen de las herramientas necesarias para hacerle frente.

Chrysallis se constituyó el 8 de marzo de 2015 en Euskadi con ocho familias. Un año después, ya atiende a 24 -ocho de ellas en Gipuzkoa-, una cifra que se eleva a 250 en el conjunto del Estado. No obstante, la asociación estima que el número de personas que no recibe ningún apoyo para afrontar esta realidad es mucho mayor. Tomando como referencia diversos estudios internacionales, calculan que uno de cada 1.000 niños nace con unos genitales que no les corresponde. Así, un centenar de familias guipuzcoanas podrían tener menores en situación de transexualidad.

Dos representantes de Chrysallis, Aingeru Mayor y Abi Labaien, comparecieron ayer en las Juntas Generales para dar cuenta de la situación que viven las familias que integran esta asociación, que apenas tiene un año de vida en Euskadi. Y lo hicieron con un propósito claro: reclamar a la Diputación de Gipuzkoa que ponga en marcha una campaña informativa que permita visibilizar la realidad que viven estos menores y su entorno y pedir una mayor formación o especialización de los profesionales sociales para que puedan llevar a cabo el proceso de acompañamiento de la mejor manera posible.

Partiendo de la base de que la tasa de intentos de suicidio de los transexuales -que se sitúa en el 41%- está directamente ligada con la aceptación de su identidad durante la infancia, la asociación demanda que se pongan en marcha campañas que permitan a las familias afectadas “entender qué está pasando y aprender a ver a sus hijos conforme a los que son y no conforme a unos genitales”, señaló Mayor.

De esta forma, pidieron a la Diputación que aproveche las marquesinas o la inserción de publicidad en los medios de comunicación para visibilizar la realidad de este colectivo. En este sentido, consideraron que la herramienta más efectiva para luchar contra el acoso que pueden sufrir estos niños es la información.

Asimismo, demandaron una mayor formación de los profesionales que trabajan en el sector de los servicios sociales. “En el último año, en Gipuzkoa ha habido dos casos de menores en los que los profesionales desconocían la realidad de la transexualidad y no se ha hecho el acompañamiento que se debía. No es que la acogida o la atención no hayan sido buenos, pero el acompañamiento no ha sido el que debía”, expuso Mayor, que subrayó la importancia de que en este tipo de servicios “haya una persona de referencia que pueda realizar el seguimiento” oportuno.

Sin embargo, estas no son las únicas reclamaciones que hace Chrysallis a las instituciones. La asociación, que está en “contacto permanente” con el Gobierno Vasco, pide al Departamento de Educación la creación de un Plan Integral de Formación en los centros escolares. Entienden que el trabajo que se está haciendo con los docentes es “muy bueno”, valorando muy positivamente la creación de un protocolo de actuación en los centros cuando se encuentran con un menor en estas circunstancias. No obstante, creen necesario formar también al resto de padres del aula, así como hacer una intervención pedagógica con todos los niños.

En esta misma línea, reclaman que se cree material escolar para que los docentes puedan abordar la transexualidad en sus clases.

Asimismo, al Departamento de Salud le instan a crear un servicio específico de atención y acompañamiento de estas familias. Además, piden a las instituciones que se involucren y promocionen la creación de literatura sobre transexualidad en menores, porque todavía es “inexistente”.

Finalmente, exigen que se avance en la Guía de la Atención de Personas Transexuales y lamentan que, el DNI transitorio con su nueva identidad que se otorga a quienes no han sido sometidos a una reasignación genital “no sirve de nada”, ya que no hace mención alguna al sexo de la persona, sino únicamente a su nuevo nombre, por lo que será solo “una base de datos” que “no garantizará los derechos” de este colectivo.

https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png Editorea2016-03-18 10:23:582016-03-21 10:26:45Un centenar de niñas y niños guipuzcoanos son transexuales

El Supremo cuestiona si cambio de identidad sexual debe exigir más de 18 años

18 March, 2016/in DEIA, España, Noticia @es, Política, Transexualidad /by Editorea

MADRID. El Tribunal Supremo ha preguntado al Constitucional si es acorde con la Constitución el artículo 1 de la norma que regula el cambio de identidad sexual en el Registro Civil, el cual exige la mayoría de edad para efectuar dicha modificación.

La ley reguladora de la rectificación registral relativa al sexo de las personas immpone que para cambiar ese dato la persona afectada tenga más de 18 años.

La Sala de lo Civil del Supremo ha presentado un auto ante el Constitucional defendiendo que las personas menores de edad son titulares de derechos fundamentales y pueden defenderlos con una justificación adecuada y en proporción a su madurez.

Se trata del caso de un joven de 14 años que tiene escritos médicos y el apoyo de sus padres en su favor y el suficiente grado de madurez, según aprecia el tribunal, pero al cual la ley no permite efectuar el cambio, lo que ha llevado a la sala a cuestionar ante el TC si la norma es acorde con la Constitución.

https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png Editorea2016-03-18 01:08:182016-03-18 01:08:18El Supremo cuestiona si cambio de identidad sexual debe exigir más de 18 años

El Supremo plantea facilitar el cambio legal de identidad sexual antes de los 18 años

18 March, 2016/in EL CORREO, España, Noticia @es, Política, Transexualidad /by Editorea

Considera que los menores «son titulares de derechos fundamentales» y duda de la constitucionalidad del actual texto legal

Mónica charla con su hijo Leo, el primer niño transexual de Euskadi al que Osakidetza trata con una terapia hormonal

Mónica charla con su hijo Leo, el primer niño transexual de Euskadi al que Osakidetza trata con una terapia hormonal. / EFE

¿Pueden los menores de 18 años pedir un cambio legal de su identidad sexual? ¿Tienen derecho a que en su DNI figure como sexo el que siempre han sentido como propio? La respuesta a ambas preguntas es que no, aunque posiblemente sea así sólo de momento. El Tribunal Supremo ha presentado una iniciativa ante el Constitucional para que responda si se ajusta a la Carta Magna el artículo 1 de la norma reguladora del cambio de identidad sexual en el Registro Civil, según la cual sólo los mayores de edad pueden promover una iniciativa así. Pero, y si un menor de edad es lo suficientemente maduro como para dar ese paso, ¿por qué se le ha de negar? ¿No es inconstitucional impedirlo?

Ese es el conflicto que deberá resolver el más alto tribunal. La ley reguladora de la rectificación registral señala que cualquier modificación legal en lo relativo a la sexualidad de una persona requiere por parte del individuo afectado una edad mínima de 18 años. Lo dice muy claramente: «Toda persona de nacionalidad española, mayor de edad y con capacidad suficiente para ello, podrá solicitar la rectificación de la mención registral de sexo».

Madurez intelectual

El caso de un adolescente de 14 años ha llevado a la sala de lo Civil del Supremo a elaborar un auto que pone en duda la legitimidad legal del texto. El escrito no dice en ningún momento que se trate de una ilegalidad, ni siquiera de una inconstucionalidad, pero sí plantea dudas sobre este último aspecto que el Tribunal Constitucional debera responder. La resolución de esa incógnita podría implicar un cambio legal de notable repercusión social.

Escritos médicos y el testimonio de los padres avalan en el caso que ha llegado al Supremo la madurez intelectual del chico para abordar cuestiones como la sexualidad con la que se identifica. El crío nació con atributos sexuales femeninos, pero su personalidad se ha correspondido siempre con la de un niño y como tal quiere ser considerado legalmente. En su día, la familia intentó inscribirlo como un varón, pero primero lo impidió la juez titular del registro y después, el juzgado y la Audiencia Provincial. Ahora el Supremo tiene dudas.

¿En qué basa todas esas dudas? En el recurso planteado por el menor, donde el adolescente explica que se acoge al artículo 10 de la Constitución, que defiende «la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes y el libre desarrollo de la personalidad». La jurisprudenicia existente hasta la fecha, las sentencias judiciales anteriores sobre el asunto, que se consideran como doctrina judicial, imponen que las normas sean interpretadas atendiéndose siempre al interés superior del menor. Se trata por tanto, al menos en teoría, de hacer lo que más le convenga al chico desde el punto de vista tanto legal como emocional.

Desde los tres años

El recurso se apoya en un informe firmado por un psicólogo, un psiquiatra y un endocrino que no encontraron indicios de patología alguna en el chiquillo. Los profesionales médicos aceptan que el menor asumió «un rol genérico masculino desde los tres años, presenta un fenotipo totalmente masculino y está totalmente adaptado a su rol masculino».

El planteamiento del Supremo también tiene, lógicamente, una fuerte base jurídica, que podría inclinar la balanza a favor del menor. La jurisprudencia del Supremo da prioridad a «los sentimientos profundos» de «convicción de pertener al otro sexo» frente a los biológicos, de cara a «la petición de rectificación registral». Además, según recuerdan y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el de Derechos Humanos, además de otras resoluciones, recomendaciones e informes de las que España es miembro, aconsejan el reconocimiento de la identidad de género a las personas transexuales».

https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png Editorea2016-03-18 01:03:562016-03-18 01:03:56El Supremo plantea facilitar el cambio legal de identidad sexual antes de los 18 años

El Teatro Campos suspende el ‘show’ de Wismichu tras las denuncias por apología de la pederastia

18 March, 2016/in Bizkaia @es, EL MUNDO, Euskal Herria @es, Libertad sexual, Noticia @es, Política, Sexualidad /by Editorea
  • EH Bildu había pedido al Ayuntamiento de Bilbao que instara al teatro a retirarlo de la programación

  • Se refiere al espectáculo “Hay un Wismichu en mi”, una actuación del youtuber Ismael Prego, ya denunciada a la Fiscalia de Menores

  • Wismichu responde: “En ningún momento se ha dicho que el show sea apto para todos los públicos”

El youtuber Ismael Prego, conocido como Wismichu.

El youtuber Ismael Prego, conocido como Wismichu.

El Teatro Campos Elíseos ha retirado de su programación el espectáculo previsto para este sábado ‘Hay un Wismichu en mí’ y ha paralizado la venta de entradas a través del canal de su página web después de que el grupo municipal de EH Bildu de Bilbao haya pedido este jueves al Ayuntamiento que interviniera para impedir que se pusiera en escena un espectáculo en el que, denunciaban, “se hace apología de la pederastia y de la violencia”.

El espectáculo, previsto para este sábado en dos sesiones, ha sido retirado de la página web del Teatro Campos, desde donde tampoco se puede acceder a la venta de entradas, aunque por el momento no hay una declaración oficial acerca de su suspensión.

El Ayuntamiento había pedido este jueves al teatro, que gestiona la SGAE pero es de propiedad municipal, que retirara de su programación el ‘show’ del ‘youtuber’ Ismael Prego, que la semana pasada fue denunciado por el Ayuntamiento de Tenerife ante la Fiscalía de Menores por presunta apología de la pederastia, después de que muchas madres que acompañaron a sus hijos mostraron su repugnancia y malestar por el tono de las bromas de ‘Wismichu’.

Así, el grupo municipal de EH Bildu en Bilbao había pedido esta mañana que el Ayuntamiento actuara para “impedir” que se celebrara el espectáculo en el Teatro Campos. “No se puede permitir que se celebre un espectáculo donde se llama a menores de edad ‘putas’, mientras se les invita a subir al escenario, donde se hace apología de la pederastia y de la violencia, y mucho menos si éste es de propiedad municipal, tal como sucede en el caso del Teatro Campos”, resaltaban.

https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png Editorea2016-03-18 00:55:522016-03-18 00:55:52El Teatro Campos suspende el ‘show’ de Wismichu tras las denuncias por apología de la pederastia

La Asamblea de Madrid aprueba la Ley de transexualidad con la abstención del PP

18 March, 2016/in EL MUNDO, España, Noticia @es, Política, Transexualidad /by Editorea
  • Los ‘populares’ se abstienen después de que la oposición ‘tumbase’ el proyecto aprobado por el Gobierno regional y decidiese redactar una propuesta nueva

  • Es la primera ley de la Comunidad de Madrid que aprueba la opisición y no cuenta con el apoyo del Gobierno regional

La bandera arcoiris, símbolo de la lucha del movimiento LGTB, frente al Ayuntamiento

La bandera arcoiris, símbolo de la lucha del movimiento LGTB, frente al Ayuntamiento. BERNARDO DÍAZ

La Asamblea de Madrid ha aprobado la Ley Identidad y Expresion de Genero e Igualdad Social y no Discriminacion de la Comunidad de Madrid sin los votos del PP que se ha abstenido. La norma, elaborada por los grupos de la posición y que se antepuso a un proyecto de ley parecida presentada por el Gobierno autonómico, busca “la plena integración social de las personas transexuales” y que, como novedad, garantiza la integridad corporal de los menores intersexuales hasta que éstos definan su identidad”.

La aprobación de la Ley fue recogida con gran alborozo hasta el punto que la presidenta de la Cámara, Paloma Adrados, ha tenido que pedir a los ujieres que retirasen la banderas que desde los asientos de los invitados se estaban desplegando. Los diputados de PSOE, Podemos y Ciudadanos aplaudieron puestos en pie la decisión de la Cámara.

Es la primera ley de la Comunidad de Madrid que aprueba la opisición y no cuenta con el apoyo del Gobierno.

Con ella, Madrid se suma a otras comunidades autónomas que ya cuentan con una legislación sobre transexualidad, como Andalucía, País Vasco, Navarra, Extremadura y Canarias.

El texto contempla como sujetos de derecho a todas las personas residentes en la Comunidad de Madrid “sin contemplación de su nacionalidad”.

Entre las novedades de la ley, destaca la garantía de la integridad corporal de los menores intersexuales (con caracteres sexuales masculinos y femeninos) para evitar“que sean operados en su infancia para asimilarlos al patrón normativo de hombre o mujer sin saber cuál es la identidad de dicha persona”.

“Cualquier intervención quirúrgica que asimile al menor a una identidad puede ser una auténtica castración traumática”, dice el texto.

https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png 0 0 Editorea https://ehgam.eus/wp-content/uploads/2025/11/logo-ehgam-300x138.png Editorea2016-03-18 00:48:362016-03-18 00:48:36La Asamblea de Madrid aprueba la Ley de transexualidad con la abstención del PP

El Supremo ve inconstitucional que los menores transexuales no puedan inscribir el cambio de sexo

17 March, 2016/in EL MUNDO, España, Noticia @es, Política, Transexualidad /by Editorea
  • Plantea una cuestión de inconstitucionalidad contra el artículo 1 de la ley que regula la inscripción en los registros

  • Los menores pueden cambiar su nombre pero no su sexo en el DNI

El Tribunal Supremo tiene serias dudas de que sea constitucional el primer artículo de la ley que regula las modificaciones en el registro civil por motivo de cambio de sexo.

El Pleno de la Sala de lo Civil ha planteado una cuestión de inconstitucionalidad para que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre si es acorde con la Carta Magna que los menores de edad transexuales no puedan cambiar su nombre y su sexo en el registro civil. A juicio del 10 magistrados de la Sala -uno ha votado en contra- esa exigencia podría vulnerar derechos fundamentales de los menores. En particular, la protección de la integridad física y moral, el derecho a la intimidad personal y a la propia imagen y el derecho a la salud, todos ellos en relación con el derecho al libre desarrollo de la personalidad.

El Pleno ha analizado el caso de un menor de edad que este mes cumplirá 14 años y que al nacer fue inscrito con sexo y nombre de mujer, pero que desde muy pequeño se sintió varón y prefirió usar un nombre masculino. En su demanda de cambio en el registro, presentada por sus padres, relata episodios donde se hace patente la diferencia entre el sexo que le fue asignado al nacer y el sexo que “siente” como suyo, situaciones que le provocan sufrimiento y humillación.

La norma cuestionada por el Supremo es la ley 3/2007, de 15 de marzo, “reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas”. Y el artículo 1, el que ha motivado la cuestión de inconstitucionalidad, establece que “toda persona de nacionalidad española, mayor de edad y con capacidad suficiente para ello, podrá solicitar la rectificación de la mención registral del sexo”. La clara literalidad de la norma fue la que llevó a los jueces (juez de primera instrancia y luego audiencia provinvial) a denegar, con el respaldo de la Fiscalía, la modificación del registro.

El Supremo recuerda ahora que el criterio del Constitucional es que “cualquier limitación o restricción en el ejercicio y disfrute de los derechos fundamentales por parte de los menores de edad debe tener una justificación adecuada y proporcionada”. Y en este caso el Supremo no halla motivos que justifiquen la limitación al libre desarrollo de la personalidad que conlleva la prohibición sin matices a los menores de reflejar en el registro su cambio de sexo.

“Cuando se trata”, dicen los magistrados, “de un menor con suficiente madurez, que realiza una petición seria por encontrarse en una situación estable de transexualidad, y cuando la discrepancia entre el sexo psicológico y el registral le provoca unos sentimientos de vulnerabilidad, humillación y ansiedad incompatibles con las exigencias del derecho a la integridad moral del artículo 15 de la Constitución y a la salud, entendida en su sentido más integral de bienestar físico y moral, del artículo 43 de la Constitución, y le expone al conocimiento público de su condición de transexual cada vez que ha de identificarse en el ámbito escolar, de relaciones con las administraciones públicas, etc, con la vulneración que ello supone de su derecho a la intimidad del artículo 18.1 de la Constitución, este tribunal tiene dudas”.

El Supremo resalta que en el caso concreto examinado el menor fue examinado por un equipo médico compuesto por un psiquiatra, un endocrinólogo y un psicólogo. Diagnosticaron un trastorno de identidad de género sin ninguna patología psiquiátrica que pudiera haber influido en la decisión de cambio de sexo.

Otros requisitos

La decisión de la Sala presidida por el magistrado Francisco Marían Castán cuenta con el voto particular del magistrado Ignacio Sancho Gargallo. La deliberación de la Sala sobre el asunto fue muy prolongada. Finalmente, se llegó a la conclusión de que no había margen para interpretar el artículo 1 de la ley de forma que no fuera necesaria una consulta directa al TC.

Los magistrados han rechazado en cambio la petición de los padres del menor de plantear también la posible inconstitucionalidad de otros puntos de la ley. Son los que exigen para el cambio en el registro que se haya diagnosticado una disforia de género y que el afectado lleve dos años de tratamiento médico.

La negativa no obedece al fondo de la cuestión, sino a las limitaciones propias de las cuestiones de inconstitucionalidad, que sólo permiten plantear lo que es imprescindible para resolver el caso. Y en este caso esos dos requisitos no lo son, puesto que al menor se le diagnosticó la disforia y si bien no lleva dos años de tratamiento, lo cierto es que lo comenzó en cuanto biológicamente fue posible. Así que ninguno de esos requisitos sería un obstáculo para registrar como niño al nacido niña si el Constitucional finalmente concluye que la exigencia de mayoría de edad es inconstitucional.

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