Y la transfobia salió a la luz en el caso de Cassandra

La identidad de género de las personas trans es un juguete en manos de ciertos sectores de la sociedad, se utiliza para deshumanizarnos y, una vez desprovistas de nuestro carácter de ser humano, todo vale

Cassandra Vera, en el juicio contra ella en la Audiencia Nacional.

En principio, la ley es igual para todos los ciudadanos y las ciudadanas de este país. La expresión ‘en principio’ no es por casualidad. Se me viene a la cabeza cómo sacaba de quicio a Clara Campoamor la expresión “los derechos de la mujer serán en principio iguales a los del varón”, por la carga de duda que conlleva.

El pasado 29 de marzo, la tuitera Cassandra Vera fue condenada a un año de cárcel y siete de inhabilitación por publicar una serie de tuits con chistes sobre el atentado a Luis Carrero Blanco. Según la sentencia, dichos tuits “constituyen desprecio, deshonra, descrédito, burla y afrenta a las personas que han sufrido el zarpazo del terrorismo”, que son “una realidad incuestionable que merecen respeto y consideración”, haciéndose una aplicación literal del artículo 578 del código penal.

Pero no son ni los tuits ni la sentencia lo que me lleva a escribir este artículo. Son las circunstancias de la acusada. En este caso ella, como yo, es una mujer trans que, según se desprende del transcurso del juicio, no debía de tener hecho el cambio registral.

Durante todo el juicio la sala trató en masculino a la acusada, un ejemplo evidente de transfobia. Esto no sólo es una falta de respeto, sino que supone una humillación innecesaria. Una cosa es identificar a la procesada pidiendo que diga en voz alta al presidente del tribunal su nombre legal, el que viene en el DNI, y otra muy distinta tratarla en masculino indiscriminadamente durante todo el juicio.

Me extraña que el magistrado no encontrara ninguna fórmula adecuada para salir al paso tal como utilizar un lenguaje neutro o utilizar el apellido en vez del nombre de pila. ¿No pudo? ¿No supo? ¿No quiso? ¿No vio necesidad? Sea cual sea la respuesta, todas nos conducen a la conclusión de que la transfobia está muy presente todavía en nuestra sociedad y se manifiesta en muy diversos ámbitos y formas.

Resulta especialmente preocupante que esta situación se dé en un juicio donde la sentencia está basada precisamente en castigar el desprecio, deshonra, descrédito, burla y afrenta a víctimas.

Cierto es que la ley de enjuiciamiento criminal no dice expresamente que haya que tratar con respeto a los procesados de una causa; en cambio, sí que se pide explícitamente para los miembros del tribunal o de las víctimas si las hubiere durante el juicio oral. Todo esto resulta preocupante si se supone que rige el principio de presunción de inocencia.

Cassandra también está siendo sometida al juicio paralelo de la calle y los medios de comunicación (y, claro está, de las redes sociales, origen de toda la polémica), y con ellas las frases odiosas y frívolas: “No le falta al respeto, es lo que dice el DNI”, “no le falta al respeto, es que es un tío”, “no lo digo yo, es que la ciencia dice que….”.

La identidad de género de la acusada pasa a convertirse en una agravante a ojos de la calle. ¡Si cometes un delito y eres trans, el delito es mayor! La identidad de género de las personas trans es un juguete en manos de ciertos sectores de la sociedad, se utiliza para deshumanizarnos y, una vez desprovistas de nuestro carácter de ser humano, todo vale.

Ser trans te convierte en sospechosa de facto. Recuerdo aún con gran detalle un soleado día de principios del verano de 2011 mientras esperaba el tren en la estación de Madrid Chamartín para volver a casa al después de un largo día de oficina. Me senté en una de las sillas enfrente de los indicadores de las salidas y llegadas, había todo tipo de gente: un señor mayor con sus nietos, oficinistas, mochileros… En esto que se me acercó la policía. Habría más de cien personas, pero se acercó a mí. ¿Por qué precisamente a mí? “Documentación por favor. ¿Qué haces aquí? ¿A dónde te diriges?”, me preguntaron mientras me trataban en masculino todo el rato y de tú (obviamente no era merecedora del usted para ellos).

Por aquel entonces llevaba apenas una semana de transición, se reconocía a kilómetros mi condición de persona transexual. Yo me hacía muchas preguntas, ¿por qué a mí? ¿Me llevarían detenida? Tenía miedo, sentía vergüenza y también rabia, me parecía todo tan injusto. ¿De verdad que mis derechos eran los mismos que el resto de los ciudadanos? ¿O solo iguales “en principio”?

La gente nos miraba, y todavía me pregunto qué pasaría por sus cabezas: “A saber qué ha hecho”, “si le han detenido por algo será”, “que espera que le pase con esas pintas”, “qué escándalo, cómo se atreve a venir así, con la de niños que hay aquí”… Me dejaron marchar, pero el daño ya estaba hecho. Me habían señalado y puesto en evidencia en público.

Es cierto que la transexualidad se empieza a contemplar con cierta cotidianeidad, pero está lejos todavía de que se nos considere iguales a las demás personas. Por eso, entre otros muchos motivos, necesitamos urgentemente la Ley de Igualdad LGTBI que presentó FELGTB hace unos días en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados.

Porque queremos que nuestros derechos sean realmente iguales al resto de las personas y no sólo “iguales en principio”.

Los insultos y comentarios transfóbicos que Cassandra soporta a diario

El linchamiento personal al que Cassandra se enfrenta por su condición de transexual es diario. Desde que fue imputada y posteriormente condenada por hacer chistes en Twitter sobre el asesinato de Carrero Blanco, los insultos y comentarios transfóbicos son continuos.

Los ataques están alimentados desde diferentes medios de comunicación por columnistas, tertulianos y políticos del PP que se escandalizan por un chiste sobre el asesinato del número dos de la dictadura (hace 40 años y cuando la tuitera ni había nacido), pero no tienen reparos en insultar y burlarse de la condición sexual de una joven de 21 años.

A continuación, algunos ejemplos de los insultos y comentarios que Cassandra ha tenido que soportar:

1/6 “La barítona Cassandra”

“Lo primero que me sorprendió de la entrevista que ayer le hizo Ferreras a Cassandra Vera […] fue el timbre de su voz”. Así comienza el artículo titulado “Condenada Cassandra”, de Jorge Bustos, que fue publicado el pasado 31 de marzo en El Mundo. Y sigue: “Confieso que esperaba algo más melódico, o menos pedregoso, pero en todo caso no se me ocurriría bromear al respecto de la condición trans de la entrevistada, porque yo soy un hombre de mi tiempo”.

El texto también tilda a Cassandra de “barítona”: “Yo jamás diría en público que si las niñas del autobús tienen vulva, la barítona Cassandra en su lugar tiene Twitter”.

2/6 El “bigote” de la “perturbada”

Rafael Latorre es el autor de un artículo publicado en El Español y titulado, nada más y nada menos, que “Una pobre perturbada”. En el cuerpo del texto, firmado por Rafael Latorre, se burla de su transexualidad con frases como esta: “No está bien reírse de los perturbados y no hace falta ser psiquiatra para deducir –no porque tenga bigote, por dios, sino por sus textos- que Cassandra es una pobre perturbada”.

 

3/6 Una concejal del PP: “¿Y esa cosa con bigote de dónde ha salido?”

La concejal del PP de Paiporta (Valencia) Amparo Císcar se burló de Cassandra, también haciendo alusión a su transexualidad. “¿Y esa cosa con bigote de dónde ha salido…? ¡Qué hartazgo por Dios!”, escribió en su cuenta de Facebook, como recoge el diario ‘Levante’.

Su comentario recibió varias críticas por su transfobia y Císcar se defendió, primero haciendo alusión a su “libertad de expresión”. Posteriormente aseguró lo siguiente: “No sé qué hay de despectivo llamando Ramón a un señor que se llama Ramón. Su DNI da fe de ello. Y decir que tiene bigote, si lo tiene…”

 

4/6 Albiol: “Es evidente que estamos ante una anormal”


El presidente del PPC, Xavier García Albiol, llamó “anormal” a Cassandra durante una entrevista en el canal 13TV. Albiol, famoso por sus frases y comentarios xenófobos, dijo, tras contemplar una serie de tuits supuestamente escritos por Cassandra: “Es evidente que estamos ante una anormal. Una anormal. Porque si tú quieres ser profesor y te da asco, te da repugnancia los niños, pues la cosa es como bastante esquizofrénica”.

 

5/6 Constantes insultos en Intereconomía: “Es una pobre desgraciada”; “Tiene un problema mental”

Los ataques a Cassandra en canales ultras como 13TV o Intereconomía son diarios. En este último, eligiendo un programa al azar y escuchándolo un rato, podemos ver cómo se asegura que “tiene un problema mental” (26,22) y la llaman “pobre desgraciada” (min. 20.19). Además algún tertuliano se refiere constantemente a ella como “persona” o “Ramón” y, cuando le indican con cierta sorna que se llama Cassandra, asegura que no está “al tanto de las veleidades de género de esa persona” (min 4.50).

 

En ese mismo programa, un tertuliano, el empresario y periodista Román Cendoya, se anima a hacer un chiste sobre Cassandra y Carrero Blanco (minuto 20.50):

“Qué pensaría Cassandra si se hace algún chiste sobre ella y Carrero Blanco a la vez… Que se pueden hacer muchos… Sobre la sorpresa que se pueden llevar sobre su sexualidad y el susto que te puedes llevar, que puedes subir y bajar más rápido que el coche de Carrero Blanco”.

 

6/6 En las redes

Los mensajes desde estos medios han calado en una parte de la sociedad que se ha lanzado a insultar con comentarios transfóbicos y a amenazar a Cassandra en las redes a diario. Esta es sólo una pequeña muestra de los tuits que recibe a diario:

 

 

Una edil del PP sobre Cassandra: “¿Y esta cosa con bigote de dónde ha salido?”

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (2i), acomapañado por la tuitera Cassandra, una joven investigada por enaltecimiento del terrorismo. EFE

“¿Y esta cosa con bigote de dónde ha salido? Qué hartazgo, por Dios”. Ese fue el mensaje que publicó la concejala del Partido Popular en el Ayuntamiento de Paiporta Amparo Císcar, en el que enlazaba una noticia donde se mostraba una imagen de Cassandra, la tuitera condenada por hacer chistes sobre Carrero Blanco en las redes sociales.

Los comentarios a partir de la pregunta retórica que la edil popular hizo en su Facebook estaban referidos a la transexualidad de Cassandra, que en su DNI figura como Ramón Vera. «No sé qué hay de despectivo llamando Ramón a un señor que se llama Ramón. Su DNI da fe de ello? Y decir que tiene bigote, si lo tiene…», señaló la concejala tras recibir las primeras críticas en el muro de la conocida red social.

Tales fueron las críticas y la polémica generada por sus palabras que Císcar tuvo que mostrar su arrepentimiento a través de la misma red social.

La edil del PP aseguró que quería «hacer constar» que no es «una persona homófoba» y que respeta «profundamente la diversidad y las diferentes maneras de vivir y de sentir de todas las personas». Ante esto señaló que cree que sus palabras «se han malinterpretado, y algo que pretendía ser meramente anecdótico se ha convertido en ofensivo». «Por tanto -continúa el escrito en Facebook-, pido a Casandra que acepte mis disculpas, así como al colectivo LGTB y a cualquier persona a la que he podido ofender sin pretenderlo».

Antes de las disculpas públicas, el equipo de gobierno municipal -un tripartito dirigido por Compromís y apoyado por Esquerra Unida y PSPV- exigió a la concejala popular que retirase «sus comentarios homófobos y discriminatorios hacia las personas transexuales publicados este lunes en una conocida red social».

«El gobierno municipal considera muy graves estas manifestaciones que atacan a un colectivo castigado históricamente, y considera que la concejala tendría que pedir disculpas, además de retirar sus palabras y eliminar la publicación, que resulta altamente ofensiva para el colectivo de personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTBI)», rezaba el comunicado. Para el Ejecutivo local, los comentarios de Císcar «se pueden considerar todavía más graves dado que forma parte del Consejo de la Mujer de Paiporta como representante del Partido Popular».

Ni Cassandra…

EMILIA LANDALUCE

Durante la Revolución Cultural en China (1966-1976), muchos hijos les pusieron las orejas de burro a sus padres. A algunos, por ejemplo, les obligaban a pasar horas de rodillas sobre cristales rotos; a otros, les paseaban por las calles o les descoyuntaban con el avión.

Ahora, gran parte de esos estudiantes son hombres capitalistas que tratan de olvidar (y sabiamente, nadie habla de ello aunque no falten libros de Historia para recordarlo) la humillación a la que un día sometieron a sus mayores. Por cierto, Mao también se murió en la cama. Es difícil decir exactamente el punto en el que comienza la deriva hacia la barbarie.

Hasta hace relativamente poco, lo políticamente correcto (o PC, como abrevian ya en EEUU) había sido un marco de convivencia formidable. Esencialmente porque implicaba un consenso bastante lógico y mayoritario. Por ejemplo: matar está mal; desobedecer las leyes, también. Ahora incluso eso se cuestiona, por lo que no es de extrañar que también muchos desconfíen de esas nuevas realidades (aunque no lo sean tanto) que incluye lo PC. Ya en 1993, Camille Paglia alertaba de la «guardia roja», y no por militancia menstrual, en la que se estaba transformado el feminismo. «Lo que frecuentemente llaman patriarcado suele ser a veces civilización, un sistema diseñado por hombres pero que ahora también pertenece a las mujeres».

Muchas se sienten hoy ajenas al feminismo. Quizás porque la última tendencia consiste en transformarlo en una teoría del deseo o en un debate de identidades afectivas que traiciona al internacionalismo (en algunos países nacer mujer es un infierno) y a la defensa de la libertad que siempre ha caracterizado al movimiento.

Algo análogo pasa con otro tipo de sensibilidades y, al igual que el cainismo, no es un problema exclusivo de España. Es taan fácil que te llamen facha [o tránsfobo].

Lo malo de las guardias rojas o pardas es que suelen obligar a la mayoría razonable a ponerse del lado de los energúmenos. Ni Cassandra ni Arsuaga merecen tanta atención. Sí, las orejas de burro.

Un ataque homófobo desata una ola de solidaridad política en Holanda

Una pareja gay fue golpeada el domingo en Arnhem por un grupo de chicos de entre 14 y 20 años

Los dos agredidos, Jasper Vernes-Sewratan (izquierda) y Ronnie Sewratan-Vernes. OMROEP GELDERLAND

 

El ataque sufrido la noche del domingo por una pareja de homosexuales holandeses a manos de un grupo de chicos de entre 14 y 20 años, ha llevado el problema del aumento de la violencia homófoba a la mesa de negociaciones de la futura coalición de Gobierno. Los agredidos, Jasper Vernes-Sewratan y Ronnie Sewratan-Vernes, de 35 y 31 años, respectivamente, fueron insultados y luego apaleados por ir de la mano en Arnhem, al este del país. Golpeado en la cara con una cizalla, Ronnie ha perdido varios dientes y tiene el labio roto.

Este lunes, cuatro de los sospechosos se han entregado a la policía. La asociación holandesa que representa a la comunidad de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB) ha señalado que este tipo de agresiones ha pasado de 400 a 600 en los últimos seis años. En 2015, solo nueve de los culpables fueron sentenciados. Mark Rutte, primer ministro dimisionario, liberal de derecha y ganador de las elecciones del pasado 15 de marzo, ha advertido de que “el próximo Gabinete no tolerará esta horrible situación”. De la misma opinión son los liberales de izquierda, democristianos y ecologistas, el resto de los grupos con los que intenta pactar.

Jasper y Ronnie salían de una fiesta en Arnhem camino de su casa cuando fueron atacados. Eran las cuatro de la madrugada, y a la altura del Puente de Nelson Mandela (algo alejado del centro urbano) les cerraron el paso entre seis y ocho jóvenes. “Nunca vamos cogidos en público para no llamar la atención, pero estaba oscuro y no había nadie por la calle”, han explicado a la televisión nacional. El grupo les gritó “homos”, “sucios”, y “eso no se hace”, pero ellos siguieron adelante. “No pensamos que fueran a atacarnos si avanzábamos sin decir nada, pero se lanzaron contra nosotros.

Nos parecieron de origen marroquí, y de repente, vimos que uno sacaba una cizalla de su chaqueta. Entonces te asustas”, ha dicho Jasper. Instantes después de que se les echaran encima, oyó a Ronnie gritar de dolor diciendo que le habían roto los dientes. “Estaba de rodillas en el suelo en un charco de sangre. Ahí te hundes. No esperas algo así en 2017. ¿Y por qué? ¿Por qué nos vieron felices? No es su problema. Es lo que más me enfada”, añade. Jasper tiene rasguños y hematomas. Su pareja ha perdido cinco dientes. Poco después pusieron una denuncia en comisaría.

La paliza ha generado una ola de solidaridad y varios gestos visibles por parte de los líderes políticos que negocian el próximo Gabinete holandés. Así, Alexander Pechtold, cabeza de los liberales de izquierda, ha acudido este lunes al Parlamento de la mano de Wouter Koolmees, uno de sus colegas. Luego ha subido la foto a su cuenta de Twitter. “Pensamos que lo normal en Holanda es no ocultarte”, ha señalado.

Otro tanto han hecho los socialdemócratas Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas dimisionario, y Lodewiijk Asscher, jefe del partido. En su caso, ha sido paseando por la playa. Los cuatro han aceptado la petición de la periodista Bárbara Barend, hija y sobrina de dos de los periodistas más famosos de Holanda, de darse la mano y publicar la foto. “Si mejora la información en los colegios y se habla de la homosexualidad, se pueden prevenir muchos problemas”, ha recordado en un comunicado la asociación LGTB holandesa, al tiempo que pedía un aumento de las penas impuestas para estas agresiones.

Siete discriminaciones que dejarán de serlo si se aprueba la primera ley estatal de derechos LGTBI

Todos los partidos, salvo el PP, han dejado claro su apoyo a la ley LGTBI, que enmendarán EFE

La primera ley estatal de derechos LGTBI ya se ha colado en el Congreso de los Diputados. Después de varios meses de negociación entre los partidos políticos y la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), el proyecto de ley ya ha sido presentado en la Comisión de Igualdad a la espera de saber qué formación la llevará a pleno.

Todos los partidos, salvo el PP, han dejado claro su apoyo a la norma, aunque pretenden presentar enmiendas. Aunque muchas comunidades ya tienen legislación específica al respecto, el objetivo es crear un marco general para  “garantizar plenamente el derecho a la igualdad real y efectiva” y acabar con algunas discriminaciones que todavía sufren las personas LGTBI. 

Las lesbianas deben casarse para inscribir a sus hijos e hijas

A las parejas de mujeres el Registro Civil les exige estar casadas para poder inscribir a sus bebés. Es un requisito que tienen que cumplir las lesbianas, pero no las parejas heterosexuales, en base al artículo 7.3 de la Ley de Reproducción Humana Asistida que habla de filiación –y también la ley de reforma del Registro Civil, que entró en vigor en octubre de 2015 y reproduce el mismo precepto–.

La ley de derechos LGTBI propone modificar dicho artículo, que establece que para que una mujer consienta la filiación de su hijo nacido de otro cónyuge debe estar “casada y no separada legalmente o de hecho con otra mujer”. El cambio incluye que también podrá hacerse si se mantiene una “relación de análoga afectividad” y aclara que ese consentimiento bastará para “la determinación de la filiación”, de modo que “ningún otro requisito será exigible a tal efecto”.

Camino a la despatologización de la transexualidad

Actualmente las personas trans precisan de un diagnóstico psiquiátrico para acceder a tratamientos hormonales, cirugías de reasignación o la modificación del sexo en los documentos oficiales. Para esto último, además, la ley establece el requisito de haber estado dos años en tratamiento médico para “acomodar sus características físicas a las correspondientes del sexo reclamado”.

Una filosofía que choca con el “principio de autodeterminación de género” que, en palabras de la abogada Charlo Alises, que ha participado en la redacción de la ley, “se constituye como uno de los principales pilares de la misma”. Y es que la norma que pretende impulsar la FELGTB elimina este tipo de requisitos, tal y como han hecho ya –al menos sobre el papel– algunas comunidades como Andalucía, Madrid  o Valencia este mismo jueves.

De esta manera, la ley garantizará que las personas trans sean tratadas y nombradas de acuerdo a su sexo sentido, al igual que los menores, a los que la norma protege para que los centros educativos respeten su nombre y puedan usar los baños o vestuarios que les corresponden. En este sentido, colectivos como la Plataforma por los Derechos Trans han redactado leyes específicas despatologizantes, que formaciones como Unidos Podemos ya han anunciado que estudiarán.

Prohibición de las terapias de conversión

Se trata de intervenciones, normalmente de terapia psicológica, que pretenden cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona. La comunidad científica es prácticamente unánime al afirmar que este tipo de terapias de conversión tienen consecuencias como “depresión, ansiedad o tendencias suicidas” y concluyen que ni la homosexualidad ni la transexualidad se pueden tratar porque no son enfermedades.

Por ello, la ley LGTBI prohíbe las terapias “que pretendan revertir la orientación sexual o la identidad de género de la persona” y añade que será irrelevante “el consentimiento de esta misma persona o sus responsables legales”. La voluntad con la que algunas acceden a estos tratamientos es una de las puntas de lanza de grupos ultracatólicos como HazteOir para defender su existencia basándose en que rechazan su propia orientación sin nombrar la homofobia –tanto social como interiorizada–.

Fin de la cirugía genital a bebés intersexuales

La norma también prohíbe las intervenciones quirúrgicas a las que suelen ser sometidas los bebés intersexuales –personas que nacen con características sexuales que no encajan en la asignación tradicional de cuerpo femenino o masculino–,  y que no atienden a razones relacionadas con la salud.  El objetivo de la legislación es que estas personas “puedan otorgar su consentimiento informado” porque “hay que permitir que se desarrollen”, puntualiza el abogado Néstor Orejón.

“Desde los propios hospitales se plantea que es un problema y que hay que intervenir para remarcar o uno u otro sexo”, explica el también redactor de la ley de la FELGTB. Son cirugías que han sido denunciadas por varios organismos internacionales, entre ellos, la Organización Mundial de la Salud, que las califica de “violaciones de derechos humanos” y asegura que pueden tener consecuencias “de por vida sobre su salud física y mental”.

Que la educación en diversidad no dependa de la voluntad

Para Charo Alises, la educación afectivo sexual no ha sido introducida en los planes de estudio de manera transversal, y “este tipo de contenidos suelen depender en la mayoría de centros de la propia voluntariedad” del equipo directivo o del profesorado comprometido. Por ello, la ley contempla la puesta en marcha de un plan integral sobre educación y diversidad.

Entre las medidas que recoge incluye la formación a docentes y a familias, la implantación de contenidos sobre diversidad LGTBI en las asignaturas o el material didáctico, el desarrollo de acciones de sensibilización con las familias y la puesta en marcha de un protocolo específico dirigido a combatir los casos de acoso LGTBfóbico en los centros educativos.

La petición de “pruebas” a personas LGTBI que piden asilo

Según las organizaciones especializadas, las personas homosexuales, bisexuales o trans que huyen de sus países donde están perseguidos y criminalizados se encuentran con multitud de obstáculos que derivan en que buena parte de las peticiones de asilo sean rechazadas por las autoridades. Entre ellas, la petición de “pruebas” que “pueden socavar su dignidad”, según Alises.

Según algunos colectivos, el Gobierno ha denegado en ocasiones las peticiones bajo el argumento de que “pueden vivir en su país con discreción” y algunos testimonios revelan la dificultad de lograr el requisito que precisa el Ministerio del Interior: las pruebas. Por ello, el proyecto de ley establece que ser LGTBI y proceder de un país en el que se penalice “debe ser motivo suficiente” y pretende prohibir la exigencia de un medio de prueba “que pueda vulnerar los derechos fundamentales”.

Atención integral a víctimas de LGTBfobia

La iniciativa de la FELGTB reserva un apartado específico para detallar las medidas encaminadas a garantizar una atención integral a víctimas de homofobia o transfobia, que  fue el motivo de 241 agresiones solo en Madrid el año pasado, tal y como ha contabilizado el colectivo Arcópoli. Además del acceso a una justicia gratuita, la norma contempla servicios sociales de atención y de apoyo a las víctimas, asesoramiento jurídico o atención psicológica.

La odisea de ser inmigrante LGBT en Italia

Casos recientes como el de Adriana, una mujer transexual recluída en un CIE masculino han puesto en evidencia que el país no está preparado para gestionar las particularidades de la inmigración LGBT.

Ser inmigrante y además LGBT en Italia es un camino plagado de espinas, donde vacíos legales y desprotección se dan la mano

Llegar a Italia como inmigrante irregular es tortuoso. Quien además es gay, lesbiana, bisexual o transexual se enfrenta a una espiral de discriminación y un doble muro en ocasiones imposible de remontar. Adriana es una inmigrante brasileña de 34 años que lleva 17 en el país. Una vez superado el choque inicial de la llegada y después de haber conseguido un trabajo y construído una vida en el país de destino, se ha enfrentado a una nueva adversidad ligada a su identidad de género: es transexual y ha perdido su último empleo y con él su permiso de residencia, por lo que para mantener su vida aquí, solo le queda solicitar asilo político. En su región natal, dada su condición, correría peligro. Acaba de salir de un CIE de Brindisi, en el sur, en el que ha estado recluida durante más de un mes en la sección masculina. Pero ella es una mujer, aunque su documento de identidad no lo recoja así.

Cuando ya no podía más, inició una huelga de hambre y tuvo que pasar 10 días en ese trance para que las autoridades escucharan su petición y la sacaran de allí. Todavía no se ha resuelto su petición de asilo, pero le han concedido un permiso temporal para que pueda esperar en libertad. Ahora que su lucha ha dado sus primeros frutos, quiere seguir peleando por que nadie más vuelva a pasar por lo mismo que ha pasado ella. Poco antes de salir, Adriana contó su historia a Público desde el centro.

Allí dentro tenía que compartir cuarto con otros 8 hombres de diferentes nacionalidades. Aunque cuenta que sus compañeros de “celda” siempre fueron respetuosos con ella, no olvida lo que ha vivido allí. “Estaba aterrada y buscaba las cámaras de seguridad para dormir debajo de ellas”, tampoco a lo que se ha enfrentado: “muchos internos me han amenazado diciéndome que iban a matarme o rajarme o espetándome cosas tan hirientes como que Hitler debería haber limpiado también toda sudamérica”.

Llegó aquí “con el sueño de conocer Europa” y ahora toda su familia está en Italia: su madre, su hermana y sus sobrinos, esperando angustiados a que se remedie su coyuntura, toda su vida está en Nápoles y ella quiere quedarse. “Amo Italia, sus costumbres y su modo de vida, quiero vivir aquí hasta el final de mis días”, cuenta a este diario. “Hasta ahora no había denunciado mi situación por miedo; tampoco quería perjudicar a nadie porque muchos de los que me han amenazado también son personas que tienen una familia detrás, he intentado ser comprensiva todo lo posible, pero llega un punto en el que no es posible mantener la calma”.

Adriana, retenida en un CIE masculino en Italia

Porpora Marcasciano es la presidenta del Movimiento de Identidad Transexual, MIT, que está ayudando a Adriana en su odisea. “La violencia se ha convertido en algo tan difuso que las víctimas no la denuncian porque la dan por descontada, están acostumbradas a ella y una persona ya de por sí frágil como un transexual, dentro de un CIE queda completamente anulada”, explica a Público.

Adriana ahora se siente fuerte y no le tiembla la voz para pedir una segunda oportunidad en Italia: “he pagado mis impuestos durante los más de 10 años que he estado trabajando aquí y ahora que no encuentro un contrato de trabajo, es desolador que no se me trate de forma humana”.

A pesar de lo particular de su tesitura, el caso de adriana no es único y desde el MIT denuncian que existen muchas más personas en circunstancias similares que no han tenido la oportunidad de dar a conocer su lance.

“Son condiciones de las que hay que avergonzarse. Un atropello a los derechos humanos”, clama Marcasciano mientras pide que se solucionen las cuestiones de todas las personas que están obligadas a permanecer en estructuras que no son idóneas conforme a su condición. En Italia no hay centros para atender las necesidades específicas de cualquier persona del colectivo LGBT. “Pueden verse como un capricho, pero no lo son, sin ellos se crea un doble problema: el más grave es para quien sufre la violencia y otras vicisitudes, pero también afecta a quien gestiona los centros, porque no saben cómo comportarse ni dónde colocar a la persona”, aclara Porpora.

La controversia surge cuando el documento de identificación dice una cosa y el propio cuerpo otra. En Italia tampoco existe una ley que permita ligar el nombre a la propia identidad, sino que , a diferencia de España, es necesario pasar por una operación de reasignación de sexo para poder modificar los datos del carné y muchos transexuales no pueden o no quieren someterse a la operación por diversos motivos. “Lo que tienes cuando naces es lo que permanece en los documentos”, sentencia Porpora, que también explica que esta situación es idéntica en cárceles, hospitales y otros centros de acogida donde existen secciones diferenciadas para hombres y mujeres.

Los lugares de acogida actuales tampoco cuentan con los medios necesarios para cubrir las necesidades básicas de los transexuales. Adriana empezó en Italia su “camino para ser mujer”, como ella lo llama, una terapia hormonal con la que debe medicarse a diario, pero en el CIE no ha podido hacerlo porque no le ofrecían la posibilidad de adquirir las pastillas ni de tener el seguimiento de un endocrino que pudiera controlar su tratamiento, aunque llevaba tiempo pidiéndolo. Eso le ha supuesto que sus rasgos genéticos masculinos comiencen a aflorar y entre otras cosas, le haya empezado a crecer la barba. “Me da vergüenza, es extraño, no deja que te sientas como tú eres, es como si algo en tu cuerpo estuviera mutando, como si no me reconociera”, relata a este diario, en el único momento de la conversación en el que la voz le sale entrecortada.

Fuera de los centros de reclusión o acogida, la posición de los transexuales en Italia también es grave. Según un informe del ‘Trans Murder Monitoring Project’, de la organización europea ‘Transgender Europe’, TGEU, publicado a finales de 2016, Italia es el país de Europa donde más transexuales fueron asesinadas en los últimos 8 años: 30 en conjunto, mientras en España fueron 8 los crímenes en el mismo periodo y 5 en Francia. Del estudio se desprende también otro dato preopcupante: del total de víctimas, el 70% eran inmigrantes.

Este año, el Gobierno italiano espera una cifra récord de llegada de inmigrantes: calcula en torno a 250.000, 70.000 más que el año pasado. Individuar entre la masa qué casos están en riesgo de sufrir violencia y extrema exclusión por su orientación sexual o identidad de género es una tarea ardua. No hay estadísticas ni datos oficiales al respecto. Son personas que huyen de una discriminación extrema y es difícil que descubran abiertamente su condición. “Es necesario desarrollar iniciativas de protección porque la demanda existe y es cada vez más alta. Las autoridades necesitan tomar conciencia de esta cuestión y no se puede pretender resolver de forma superficial sino en profundidad”, se lamenta Porpora.

“Las instituciones deberían tambien prestar atencion a lo que hacemos desde los colectivos”, alega la presidenta del MIT para justificar la labor que hacen allí donde el Estado no llega.

Desde el MIT y en colaboración con otras asociaciones tenían prevista la apertura inminente de una casa de acogida para inmigrantes del colectivo LGBT en Bolonia, al norte del país, que iba a ser la primera en Italia, siguiendo el ejemplo de Berlín. Se trataba de un proyecto reconocido y aprobado por el Ministerio del Interior, pero una investigación del programa de Mediaset ‘Le Iene’ denunció que, al parecer, en un local de una de las asociaciones se ejercía la prostitución y como consecuencia, la Oficina Antidiscriminaciones Raciales, UNAR, ha bloqueado todos los fondos y proyectos del resto de asociaciones. Por el momento hay tres personas inmigrantes transexuales que estaban destinadas a ese punto de acogida reinstaladas en otros centros y otras tres: una jordana y dos sirias que esperaban llegar a Bolonia a través de los llamados ‘pasillos humanitarios’ bloqueadas en un campo de refugiados en el Líbano.

En la asociación ‘Arci Gay’ ayudan a italianos e inmigrantes homosexuales que necesitan asistencia legal y orientación y realizan labores de mediación cultural. “La verdadera situación de emergencia es para los inmigrantes homosexuales que llegan en barcazas y no encuentran en este país la acogida necesaria y el tratamiento justo al que tienen derecho”, expone a este medio el presidente de esta sociedad, Flavio Romani.

Flash mob durante la Fiesta del Orgullo Gay de 2016 en Milán. – AFP

La postura con la que Italia mira hacia esta realidad está marcada “por el aire político y cultural que respiramos, con una presencia invasiva del Vaticano y de las derechas más populistas y con 30 años a la espalda de políticas con mensajes homófobos, racistas y transfóbicos”, según Porpora. “Italia no es la sacristía del Vaticano, debería ser un país laico; la iglesia tiene posiciones muy intransigentes respecto a nosotros”, sentencia.

Para el presidente de Arci Gay, el catolicismo es un factor a tener en cuenta, pero sobre todo es “la coartada de una clase política que no ha sabido afrontar sus responsabilidades”. “Italia no creo que sea mucho más católica que España y allí disfrutan de una ley de matrimonio homosexual desde hace 12 años”, zanja.

Un germen hacia la apertura en este respecto, aunque tibio, llegó a mediados del año pasado, con la ley de uniones civiles homosexuales, aunque no permite el matrimonio entre personas del mismo sexo ni que uno de los miembros de la pareja adopte a los hijos biológicos de su cónyuge. Italia ha empezado a legislar sobre esta materia décadas después que el resto de países vecinos europeos.

Romani aclara que es un paso importante, y “se está avanzando en la dirección apropiada pero aún queda camino por recorrer”. En cambio, para Mario Adinolfi, un tradicional combatiente contra esta ley y defensor de la familia “natural basada en el matrimonio”, como explica a Público, la reciente norma “conducirá a prácticas que consideramos violentas y criminales como el útero de alquiler y acabará por legitimizar la compraventa de niños”.

El ‘Popolo della Famiglia’ de Adinolfi y otras entidades similares organizan el ‘Family Day’, una jornada de grandes manifestaciones, que tradicionalmente cuentan con la presencia de numerosos políticos y parlamentarios, en defensa de los valores tradicionales católicos de la familia y contra el aumento de derechos para las familias homosexuales.

A esto se suma la desprotección a la que se enfrentan las personas LGBT ante los abusos, ya que no hay una ley que castigue la homofobia ni la transfobia y la incitación al odio por motivos de orientación sexual no está prohibida en Italia. Para Romani, estos ejemplos son “anacronismos políticos que no deberían existir”.

A este respecto, se avecinan días de polémica en Italia, ya que el controvertido autobús tránsfobo circulará próximamente por las ciudades italianas, después de haber seguido con interés el caso español, según ha confirmado a Público el responsable de ‘CityzenGo Italia’, Filippo Savarese, para “demostrar que quien piensa que existe una naturaleza en las cosas y hombre es hombre y mujer es mujer está duramente atacado”.

TVE retira de su web la Gala Drag, pero no la misa homófoba

El Obispo Reig Plá en su polémica misa de 2012 en La 2

El pasado 27 de febrero La 2 de TVE emitió, como cada año, la Gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. El ganador final fue Drag Sethlas, con un polémico número en el que aparecía crucificado como Cristo y transformado en la Vírgen.

La actuación de Drag Sethlas generó polémica por las quejas de los espectadores católicos sobre la “falta de respeto a la religión católica y a los creyentes”. Hasta tal punto, que TVE decidió retirar la actuación de la web pocas horas después.

El Consejo de Informativos de la cadena pública exigió después su vuelta a la página web, y la cadena pública explicó, a través de un comunicado oficial en el programa ‘RTVE Responde’, que lo había retirado siguiendo su manual de estilo al considerar que “podía herir sensibilidades”.

Drag Sethlas

Distinto uso de su manual de estilo

Aunque en ese comunicado TVE incluso citaba otro ejemplo de 2015 en el que se retiró una pieza que podía ofender a la comunidad Judía, la cadena no siempre sigue este manual de estilo y retira contenidos que puedan resultar ofensivos.

Un caso muy claro es la criticada misa que el Obispo Monseñor Juan Antonio Reig Pla celebró el 6 de abril de 2012, con las cámaras de La 2 como testigo ya que fue emitida en ‘El Día del Señor’.

Dicha misa generó un enorme revuelo que incluso se tradujo en una denuncia contra el obispo que finalmente fue archivada. Esta demanda estaba motivada por las palabras del representante eclesiástico sobre el aborto y los homosexuales.

Contra aborto y homosexualidad

En la misa, ReigPla vinculó la homosexualidad con la prostituciónavisando de que llevados por “tantas ideologías que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana” hace que ya desde niños tengan “atracción hacia las personas de su mismo sexo”. “Y a veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubes de hombres nocturnos”, continuó, para proclamar: “Os aseguro que encuentran el infierno”.

También apuntó que “algunos” de esos niños atraídos por la homosexualidad han sido víctimas de abusos por “sus propias familias”.

Sobre el aborto, el obispo dijo que la mujer que aborta “se ha destruido a sí misma” y “ha destruido una vida inocente”. En este sentido, dijo que esa persona, llevada por la preocupación, es “tentada” con la idea de abortar.

Las mujeres que han ido a abortar, continuó, “llevan el sufrimiento en su corazón y muchas de ellas no pueden dormir y han pasado años y años y años porque el pecado siempre lleva como paga la destrucción de la persona”.

El vídeo sigue en RTVE.es

Pese a lo polémico de estas afirmaciones del Obispo Monseñor Juan Antonio Reig Pla, y pese a que el colectivo homosexual exigió respeto y demandó a TVE la retirada “inmediata” del vídeo, éste sigue siendo accesible.

Casi 5 años después de esa misa, la web de RTVE.es sigue alojando el vídeo, que se puede ver actualmente sin ningún problema.

El colectivo LGTBI dejó claro que se sentían ofendidos por esa misa, y pidió expresamente a TVE la retirada del vídeo. Es decir, protestó de la misma forma que hicieron algunos espectadores católicos sobre el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Sin embargo, el criterio seguido por TVE no ha sido el mismo.

El PP no aclara si apoyará la primera ley estatal de derechos LGTBI que va a tramitarse en el Congreso

La futura ley de derechos LGTBI comienza a dar sus primeros pasos en el Congreso al ser presentada en la Comisión de Igualdad

La primera ley estatal de derechos LGTBI comienza a dar sus primeros pasos en el Congreso. El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Jesús Generelo, ha presentado este miércoles el proyecto de ley del colectivo en la Comisión de Igualdad. Una iniciativa que todos los grupos, salvo el Partido Popular, han dejado claro que van a apoyar, aunque falta por saber cuál de ellos la llevará a pleno.

La portavoz de los conservadores, María del Carmen Dueñas Martínez, ha aprovechado la mayor parte de su intervención para recordar algunas de las medidas que puso en marcha el Gobierno la pasada legislatura basando su enumeración en el registro del Ministerio del Interior sobre delitos de odio –que incluye las agresiones LGTBfóbicas–, un protocolo policial en el mismo sentido y un par de informes sobre la situación de las personas LGTB en el ámbito laboral y el acoso escolar.

El resto de formaciones han manifestado la necesidad de legislar para acabar con la discriminación al colectivo en consonancia con las leyes autonómicas que ya lo hacen. El PP, por su parte, ha incidido en que “no todas las soluciones eficaces pasan por legislar”, en palabras de Dueñas, “con todos los respetos a la propuesta legislativa planteada”, ha añadido.

Aunque ha reiterado el “firme compromiso del Gobierno para incrementar los esfuerzos a fin de garantizar a todas las personas independientemente de su orientación sexual o identidad de género el ejercicio pleno de sus derechos”, también ha asegurado que su grupo apuesta por poner encima de la mesa “otras fórmulas que pueden ser efectivas y complementarias”, poniendo como ejemplo la puesta en marcha de una Estrategia Nacional.

Un proyecto abierto a cambios

Todas las demás formaciones se han mostrado partidarias de apoyar la ley que ha presentado Generelo y que contempla la creación de un Consejo Estatal contra la discriminación, planes integrales en las aulas y medidas para frenar las agresiones homófobas. “Garantizará a toda la ciudadanía el derecho a ser y a expresarse según le dicte su naturaleza, su identidad o su conciencia. Porque no hay nada más importante que el derecho a ser”, ha remarcado el presidente de la FELGTB.

Algunos partidos, como ERC o el PNV, han mostrado su preocupación sobre el ámbito competencial de la ley porque “hay que ser escrupulosos en las materias y competencias que les corresponden a las comunidades autónomas”, ha dicho Joseba Andoni Agirretxea, portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, después de incidir en que el proyecto debe “ser abierto para ser mejorado”.

En el mismo sentido se han expresado  Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, Ciudadanos o el PSOE, que ya habían expresado su apoyo a la norma desde el principio de las negociaciones, que tuvieron lugar el septiembre pasado.  “Compartimos completamente el espíritu de la ley porque ataja el origen del problema y propone medidas estructurales”, ha asegurado la portavoz de Unidos Podemos María del Mar García  Puig.

Su grupo ha iniciado una ronda de contactos con todos los colectivos LGTBI, más allá de los que están integrados en la FELGTB, que darán lugar a enmiendas para incorporar al proyecto. Además, Puig ha anunciado que también apoya la tramitación de una ley específica sobre el colectivo trans, una petición de algunos colectivos que piden regular ambas realidades por separado.

Activistas contrarios a Hazte Oír echan al autobús tránsfobo de Sevilla

Los manifestantes bloquean el vehículo y causan daños en la luna delantera

La policía custodia el autobús de Hazte Oír frente a los manifestantes que bloquean su paso en Sevilla P. PUENTES

Varios activistas contrarios a la presencia en Sevilla del autobús tránsfobo de la organización Hazte Oír han causado daños en las lunas y los retrovisores del vehículo, que ha permanecido bloqueado por manifestantescontrarios a la campaña de esta entidad a la altura de la sede de la presidencia de la Junta. Los incidentes se han registrado sobre las doce y media del mediodía, cuando el vehículo se disponía a abandonar la capital andaluza ante la imposibilidad de continuar el trayecto.

El presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, insistió en su derecho a difundir su mensaje discriminatorio mientras las organizaciones contrarias se concentraron para mostrar su repulsa a las opiniones que “denigran a los menores transexuales”.

Hazte Oír cuestiona que “diez comunidades autónomas españolas obliguen a todos los centros educativos y a todos los alumnos a aprender diversidad sexual dando entrada en las aulas a los colectivos Lgtbi”.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), trasladó la resolución aprobada en pleno contra esta campaña. “Esta ciudad no tiene ni ganas ni tiempo”, ha afirmado. “Sus mensajes niegan la identidad de las personas transexuales, especialmente de los niños y niñas”, ha afirmado Espadas.