El asesino de Pasolini se lleva los secretos del caso a la tumba

Pino Pelosi, homicida del cineasta e intelectual en 1975, muere a los 59 años de edad sin esclarecer todas las incógnitas que rodean el suceso de aquella noche

Pino Pelosi, en el lugar del crimen acompañado por la policía.

La tarde del 17 de noviembre de 1975, Pier Paolo Pasolinirecogió en la estación Termini (Roma) a un joven de 17 años. Le propuso comer algo e ir a Ostia a “magrearse” a cambio de 20.000 liras. Condujo hasta la playa y apagó el motor de su coche en un descampado. Una vez ahí, el joven cambió de opinión y rechazó tener relaciones sexuales. Salió del automóvil, Pasolini le persiguió, le golpeó con un bastón -algo que nadie que le conociese pudo creer- y este se defendió dándole una paliza brutal. A continuación se subió en el Alfa Romeo, y en la huida atropelló al cineasta, escritor e intelectual, reventándole el tórax y abandonándole muerto en el suelo. Esta fue la primera versión que contó Giuseppe Pino Pelosi, también conocido como la Rana, el único testigo presencialde uno de los grandes misterios en la historia del crimen italiano, que ayer, a los 59 años, se llevó a la tumba todos sus secretos cuando falleció a causa de un cáncer.

Aquella noche, una patrulla de los carabinieri dio el alto a Pelosi cuando conducía a toda velocidad y en contradirección por la carretera de Ostia. Primero admitió haber robado el Alfa Romeo GT 2000 del cineasta. Poco más tarde, encontraron el cadáver de Pasolini y no tuvo más remedio que confesar el crimen. Sin embargo, como relató la sentencia de 1976, siempre estuvo claro que lo había cometido “en compañía de desconocidos”. En el coche había aparecido un jersey de una tercera persona, Pelosi apenas tenía manchas de sangre y era difícil pensar que hubiera podido propinarle una paliza de aquel calibre sin la ayuda de nadie. Pero, al fin y al cabo, aquello era un asunto entre homosexuales, como vino a justificar la democracia cristiana, que reinaba en Italia en aquel periodo, en boca de Giulio Andreotti: “Se lo ha buscado”. El presunto asesino cumplió solo cinco años de cárcel, pero en 2005 decidió cambiar su versión.

El nuevo relato, construido ya por un Pelosi enganchado a las drogas y que entraba y salía de los centros penitenciarios por robos y asaltos, señaló que aquella noche habían practicado sexo oral en el interior del coche. Luego, Pelosi se bajó “para orinar” y aparecieron tres desconocidos, “de 45 o 46 años, con acento del sur, calabrés o siciliano”. “Uno de ellos, con barba, me golpeó y me amenazó a mí y a mi familia si hablaba; los otros dos sacaron al señor Pasolini del coche y empezaron a golpearle con una violencia inaudita”. Según su versión, le insultaban gritándole “fetillo”, “cerdo comunista” y “maricón”. “El pobre gritaba mientras le masacraban”, dijo Pelosi. Luego desaparecieron en la noche y Pelosi, asustado, arrancó el coche y atropelló sin querer a Pasolini. Pero la versión nunca convenció ni a la familia ni a sus allegados.

¿Por qué cambió su historia? Pelosi adujo que había mentido inicialmente por miedo a las represalias. Su familia también confirmó que vivía aterrado por lo que poría sucederles si hablaba. Pero al cabo de poco las sospechas apuntaron también a un conocido criminal apodado Johny el Gitano y a los hermanos Borsellino, dos militantes sicilianos de extrema derecha a quienes un infiltrado de la policía oyó jactarse de aquel crimen. Ambos murieron en los años 90 enfermos de Sida.

Servicios secretos, una brigada fascista o un crimen común. Hay distintas teorías. Una historia de crimen que se precie en Italia no sería tal si no aparecen la Democracia Critiana, la Banda della Magliana o Marcello Dell’Utri, amigo íntimo de Berlusconi encarcelado por asociación mafiosa. Pero la única persona que conocía la verdad de lo que sucedió aquella noche de hace 42 años ya no podrá hablar . El abogado de la familia Pasolini, Nino Marazzita, lo ha querido recordar hoy. “Pino Pelosi nunca quiso contribuir para que se llegara a la verdad sobre la muerte de Pier Paolo Pasolini. Se llevó desgraciadamente el secreto a la tumba”.

El asesinato de Pasolini: el secreto que atormenta a Italia

Pino Pelosi con la policía en el sitio exacto de la muerte del cineasta y poeta Pier Paolo Pasolini ANSA

Se llamaba Giuseppe Pino Pelosi y, probablemente, su nombre no le suene de nada. El mundo entero le conocía por otra cuestión: por ser el único condenado por el salvaje asesinato del cineasta Pier Paolo Pasolini el 2 de noviembre de 1975. Pelosi era entonces un chaval de 17 años del lumpen romano. Hoy, con 59 años, también a él le ha llegado su hora: enfermo de cáncer, ha fallecido esta noche en el hospital Gemelli de Roma después de caer en coma.

Con su muerte El Rana, como se le conocía en los bajos fondos romanos, se lleva a la tumba un secreto que desde hace casi 42 años atormenta a Italia y al mundo entero: la verdad sobre el asesinato de PPP. Porque la única certeza que rodea a ese crimen es que aquella noche, en un descampado en Ostia a pocos kilómetros de Roma, el cineasta fue brutalmente masacrado.

La autopsia reveló que recibió una paliza inmisericorde, que incluyó una violentísima patada en los testículos que le provocó una gigantesca hemorragia interna y tantos golpes en la cabeza como para generarle también una hemorragia externa necesariamente mortal. “No es que saliera simplemente sangre, hubo auténticos chorros”, escribieron los forenses en su informe. Después, fue arrollado bajo los neumáticos de su propio coche, un Alfa Romeo plateado, lo que le reventó varios órganos internos y dejó su cuerpo reducido a un amasijo. Hasta tal punto que Maria Teresa Lollobrigida, la señora que descubrió su cadáver, pensó en un primer momento que se trataba de un montón de basura.

Aquella fatídica noche, las vidas de Pino Pelosi y de Pasolini se cruzaron en un bar cercano a la estación Termini de Roma frecuentado por chaperos. El cineasta iba a bordo de su flamante coche e invitó al joven a dar una vuelta. Pelosi accedió y, juntos, acudieron a cenar a una trattoria próxima a la Basílica de San Pablo. Posteriormente, pusieron rumbo a Ostia, a 30 kilómetros de la capital italiana. En concreto, hacia una base de hidroaviones que allí había.

Al llegar al lugar, siempre según la versión de Pelosi, Pasolini habría intentado mantener relaciones sexuales con él. Él se habría opuesto y habrían forcejeado, emprendiéndola a patadas y bastonazos contra el intelectual y, posteriormente, arrollándolo con su propio coche. Sin embargo, a lo largo de los años Pelosi cambió varias veces su versión sobre lo sucedido.

Siempre existió la sospecha de que el de Pasolini había sido en realidad un asesinato político y Pelosi, un chivo expiatorio. El intelectual se había convertido en un personaje profundamente incómodo para el poder, al señalar constantemente sus tropelías y abusos. Y qué mejor para silenciarle que tratar de desacreditarle con un crimen de trasfondo sexual y convencer a Pelosi de que cargara él solo con toda culpa ya que, al ser menor de edad en la época del asesinato, le caería una condena suave, como efectivamente ocurrió: 9 años y 7 meses de cárcel. El 18 de julio de 1983, con 25 años, obtuvo la libertad condicional.

A partir de ahí se dedicó a ir de vez en cuando a platós de televisión, a escribir su autobiografía y a conceder entrevistas en las que a veces dejaba caer que él no había sido el único responsable de la muerte del cineasta y, a veces, incluso insinuaba que él ni siquiera había participado en la misma. Pero nunca nada concreto. Sólo veladas alusiones, turbias menciones. Como cuando afirmó que en el asesinato de Pasolini habían participado tres personas, dos de ellas con acento siciliano.

Volvió varias veces a la cárcel por otros delitos e, incluso, regresó al lugar del crimen en una de las salidas de prisión en régimen de libertad condicional. Fue en 2008 de la mano de una cooperativa dedicada a la reinserción de ex presidiarios. Junto con un puñado de éstos, limpió el jardín que fue creado en el lugar donde PPP fue asesinado. “Estar aquí hace que se encoja el estómago”, aseguró entonces.

En los últimos años gestionaba junto a un socio un bar en el barrio romano de Testaccio. El bar se llama Zi Elena.

“El VIH está empezando a contratacar”

Roger Paredes, asesor de la OMS sobre farmacorresistencia del VIH IRSICAIXA/JORDI ANGUERA

Este jueves, la Organización Mundial de la Salud ha alertado del aumento de las resistencias del VIH a los medicamentos. Según su último informe, los porcentajes de personas que portan virus resistentes a los fármacos antirretrovirales más comunes empiezan a ser preocupantes en varios países de África y Latinoamérica y han anunciado una estrategia global para intentar atajar la situación en los próximos 5 años.

Roger Paredes es uno de los autores de este informe y asesor de la OMS en materia de farmacoresistencia. El jefe de sección de la unidad de SIDA del Hospital Germans Trías e investigador del Instituto de Investigación del SIDA IrsiCaixa, advierte de que, aunque el fenómeno de la resistencia a los tratamientos se haya disparado en ciertos países, hay que tener claro que no se trata de un problema local: “La humanidad somos todos”.

La OMS habla de la resistencia del VIH frente a los medicamentos, pero ¿cómo funcionan estos fármacos?

Los medicamentos con los que trabajamos son antirretrovirales y lo que hacen es bloquear la multiplicación del virus. Éste entra en las células humanas y sigue una serie de pasos para reproducirse y los distintos fármacos bloquean este ciclo en diferentes puntos.

¿Qué se consigue con esto?

Aunque no se consiga eliminar el virus, el paciente mejora mucho su sistema inmune, llegando incluso a ser similar al de una persona no infectada y teniendo una esperanza de vida prácticamente igual a la de cualquier otra persona. Pero otra cosa muy importante es que esta persona ya no transmite el virus, de forma que si pudiéramos tratar a todos los infectados bloquearíamos la transmisión a otras personas y, en una situación ideal, acabaríamos con la infección.

¿Cómo llega un virus a hacerse resistente a un fármaco?

El virus por sí solo tiene mucha tendencia a generar mutaciones, así que esta situación era hasta cierto punto previsible. En el caso del VIH, un paciente que no tome tratamiento genera cada día entre 1 y 100 billones de virus nuevos y cada uno de ellos puede tener una pequeña variación. Esto quiere decir que en un solo día se puede llegar a generar una mutación que lo haga resistente a algún fármaco.

¿Influye que el tratamiento no se siga de forma adecuada?

Sí, si el tratamiento no se toma bien lo que hace es acelerar el desarrollo de resistencias. En ocasiones, los pacientes se encuentran con dificultades para acceder a un tratamiento continuado, toman dosis inferiores a las adecuadas o se olvidan, con lo que no se consigue que el virus quede totalmente bloqueado. En estos casos, como la presión que realiza el fármaco sobre el virus no es suficiente para suprimirlo, acaba acelerando la aparición de resistencias.

¿Qué implica el desarrollo de resistencias?

En primer lugar es malo para el paciente porque lo que quiere decir es que va a ser mucho más difícil de tratar, ya que habrá fármacos que dejen de funcionar. Pero el problema no termina ahí, sino que es un problema de salud pública, ya que estos virus resistentes se pueden transmitir, de forma que un individuo puede infectarse directamente por un virus que ya es resistente a los fármacos sin que haya tomado nunca un antirretroviral.

¿La situación actual es grave?

Lo que se ha visto en los últimos años es un incremento en la transmisión de virus resistentes, de forma que en algunos de países de rentas bajas y medias entre un 10 y un 15% de los pacientes que acceden al tratamiento por primera vez tienen un virus resistente. Además, se ha visto que este porcentaje se está incrementando de manera muy alarmante, con lo que si no hacemos nada, en los próximos años podríamos perder todos los beneficios que hemos conseguido a la hora de controlar la epidemia a escala global.

¿Por qué las resistencias han aumentado especialmente en países pobres?

Principalmente porque tienen entornos sanitarios que son más débiles que los nuestros. Por ejemplo, países donde hay pocos centros sanitarios o que no están preparados para atender enfermedades que requieren un seguimiento a largo plazo, como puede se la infección por el VIH. En algunos países no hay laboratorios donde se pueda realizar un seguimiento para saber si el tratamiento está funcionando o no, lo que favorece el desarrollo de resistencias. Además, en estos países también hay menos alternativas terapéuticas, aunque ahora la OMS va a recomendar dar el salto a unos fármacos nuevos que son parecidos a los que se suministran aquí en Europa.

¿Cómo esta situación en España?

Aquí, al igual que en Europa, las resistencias a los antirretrovirales han disminuido y esto ha sido porque damos fármacos muy potentes, pero también porque hacemos un seguimiento muy estrecho de los pacientes, a los que vemos cada 3 ó 6 meses y les hacemos toda una serie de controles. Además, tenemos varias alternativas para cuando un tratamiento falla.

En cualquier caso, quiero destacar que esto no es un problema local o de países pobres. La humanidad somos todos, así que lo que pasa en otros países y lo que pasa aquí en el fondo es lo mismo, y solo si trabajamos juntos podremos terminar con esta epidemia en las próximas décadas.

Ha insistido varias veces en que es importante hacer un seguimiento, pero hasta ahora la OMS no incluía en sus recomendaciones hacer tests de resistencia ¿por qué?

Pues porque, a día de hoy, muchos de estos tests son muy caros y porque la estrategia que teníamos estaba funcionando muy bien. Era una estrategia simplificada, cuyo objetivo era alcanzar al mayor número de gente posible y si hubiéramos llegado a toda la población afectada, los modelos indicaban que podíamos haber contenido la infección a escala mundial.

Pero la situación ha cambiado…

Sí, ahora lo que estamos viendo es que el virus está empezando a contratacar y lo que está haciendo es acumular resistencia a los fármacos que se dan habitualmente en estos países.

Entonces, ¿qué es lo que se puede hacer?

Lo primordial sigue siendo llegar a todo el mundo, ya que ahora mismo solo alcanzamos a la mitad de los afectados, que son unos 37 millones. Luego, que el tratamiento se tome de forma adecuada, para lo que hay que asegurar que no hay pérdidas de stock y, por último, poner en marcha las medidas de control y seguimiento para saber si los tratamientos están funcionando y ser capaces de reaccionar con rapidez si es necesario cambiarlo.

¿Cómo se pueden a implementar los controles en los países más pobres?

Lo primero que habría que implementar son los tests de carga viral, que son los que nos permiten saber si el virus está indetectable o no de manera rápida y relativamente asequible. Esto nos permite saber si el tratamiento está funcionando y buscar alternativas, lo que limitaría mucho el desarrollo de resistencias.

También están los tests genotípicos, que permiten determinar si existen mutaciones en el ADN virus, lo que sirve para predecir muy bien si el virus va a ser resistente a los fármacos. El problema es que, a día de hoy, siguen siendo demasiado caros, aunque creemos que poner el problema en la agenda de la salud pública mundial puede servir para simplificar y abaratar estos tests de forma que sean accesibles para todos los países.

Después están los tests fenotípicos, que nos dicen exactamente a qué fármacos se hará resistente el virus, pero son muy caros y complejos y no son aplicables en estas regiones.

Con todo, ¿se puede ser optimista?

El problema es grave, pero no hay que caer en la desesperación. Ahora nos hemos encontrado con esta situación, pero lo que debemos hacer es trabajar duro e intentar que los recursos de los que disponemos, que son muchos, lleguen al mayor número de afectados posible. Estoy convencido de que si hacemos lo que se recomienda, en los próximos 5 o 10 años se conseguirá disminuir mucho el impacto.

La ‘ruina’ de Jimena y Shaza

Su historia de amor imposible conmovió a España enteraLas dos jóvenes que huyeron de Dubái por las amenazas del padre musulmán de una de ellas se convirtieron en iconos del movimiento LGTB. En todo un símbolo de la lucha contra la represión islámica que llegó incluso hasta las páginas de The New York Times. Las televisiones retransmitieron su odisea por las ásperas cárceles turcas, donde llegaron a ser acusadas de terrorismo y a vivir un auténtico calvario. Insultos, vejaciones, amenazas… El Gobierno español puso toda la carne en el asador para sacarlas del atolladero otomano y permitir que su romántico idilio continuase en nuestro país. Finalmente Jimena (28 años) y Shaza (21) llegaron sanas y salvas a Torrox (Málaga) el pasado 30 de abril como si fuesen estrellas de rock. Pronto comenzó su tour mediático. No había prácticamente espacio televisivo que no pisasen. Eran reclamadas. Se sentían queridas. Incluso Juan Carlos Ferrero, el dueño del exclusivo club de playa de Marbella Funky Buddha Beach, contrató a Jimena tras verla pidiendo empleo en un plató. Pero no todo tiene tintes de cuento feliz. La realidad es que ahora la pareja vive una situación complicada porque no tiene “ni un duro”, relataba Jimena el pasado jueves a Crónica.

“Estoy buscando trabajo, seguro que me sale algo. Vivimos en la casa de mis padres que son los que nos mantienen”, comentaba la malagueña, de familia humilde, y que ahora pasa sus días al sol en la tranquila localidad de Torrox. Shaza tampoco puede colaborar en la economía de la pareja pues aún no tiene papeles para trabajar. Su petición de asilo a España todavía está en curso y ha tenido dos entrevistas en Madrid en una oficina del Ministerio del Interior para acelerar su situación. El funcionario le pidió que probase que efectivamente su padre le había amenazado por su condición sexual (le llegó a recomendar ir al psicólogo y su madre le amenazó con suicidarse). “Le pidió pruebas como whatsapps con las amenazas del padre o la imagen de la caja fuerte donde guardó el pasaporte de ambas para que no saliesen de Dubái. Soy optimista y creo que el Gobierno va a atender su petición de asilo en un proceso que se puede demorar seis meses”, señala su abogado, Borja Fernández, del prestigioso despacho Fuster Fabra, que ha renunciado a sus honorarios para defenderlas.

Jimena y Shaza sólo han cobrado por ahora 5.000 euros brutos por salir en una publicación, dinero que la malagueña destinó en su mayor parte a amueblar una casa en Marbella. El propietario del club que la contrató como coctelera les había facilitado gratuitamente un dúplex de su propiedad en una de las zonas más exclusivas del municipio, a diez minutos en coche del establecimiento. Estuvieron allí varias semanas, pero al no tener Jimena modo de transporte para ir a trabajar se buscaron un alojamiento más cercano al negocio.

Muebles para la casa

Jimena le pidió al dueño de su nuevo piso que le “acondicionase” mejor el inmueble. Se negó, según ella, porque era árabe y no quería que viviesen allí al tratarse de lesbianas. “Él no quería que estuviesen allí, no estaba cómodo, y no les facilitó las cosas”, cuenta una persona cercana al arrendador. Buscaron otros sitios, pero los precios estaban por las nubes. Además, los bolos televisivos de la pareja en Madrid hacían imposible que Jimena pudiese trabajar full time en el club de playa. Desde Funky Buddha Beach aseguran que estaban encantados de contar con Jimena pero que sus continuos viajes a Madrid hacían imposible que pudiese trabajar allí dado que necesitan dedicación plena. Ellas sólo tienen palabras de agradecimiento a Juan Carlos Ferrero, al que consideran su “padre adoptivo”. Las chicas volvieron a Torrox y Jimena buscó empleo, pero al haber comenzado la temporada fue imposible. “Me está costando la vida encontrar trabajo porque todos los locales ya tienen a su gente“, decía el jueves.

Jimena se encuentra buscando “curro” en discotecas de Madrid para mudarse en septiembre junto a Shaza. Ambas jóvenes se han unido más que nunca en la adversidad y mantienen su amor intacto. El padre de la chica egipcia ha dejado de amenazar a su hija y no ha podido venir a nuestro país en su busca ya que no ha conseguido visado. Ahora tiene otro fuego en casa: otra de sus hijas está amenazando con fugarse a España con su hermana Shaza, que huyó de Dubái harta de tener que esconder su homosexualidad en un emirato que castiga con penas de prisión esa condición.

El único balón de oxígeno que tienen las jóvenes es un proyecto de telefilme que esperan que fructifique. Las veinteañeras han cedido a una productora los derechos de una historia de amor que comenzó en Tinder. Y de rebote. En 2016, la empresa donde estaba Jimena en Londres la envió a un elitista restaurante de Dubái a servir los cócteles con los que había maravillado al público londinense. Una vez regresó a la capital inglesa, abrió la app y las primeras mujeres que le salieron eran de Dubái. Comenzaron a chatear durante varias semanas y en junio de 2016 Jimena puso rumbo al emirato. Se enamoraron a primera vista. Y comenzaron a vivir su affaire a escondidas. Teniendo relaciones en la casa de los padres de Shaza mientras éstos hablaban para casarla con el hijo de un hombre rico. Las separaba una pared.

Jimena tuvo que volver a Inglaterra y Shaza se inventó un viaje a Londres con su universidad. Allí decidió que no quería regresar a Dubái y le mandó un whatsapp a su madre reconociéndole su homosexualidad. El padre le pidió que volviese a Dubái pero era una trampa. Jimena decidió acompañarle y allí el padre las quiso retener guardándoles los pasaportes en una caja fuerte. Ahí empieza la gran huida que las llevó a Georgia, con el padre de Shaza presentándose en el aeropuerto de Tiflis para impedir que su hija se fuese a Londres. Rompió el pasaporte de Shaza, pero pudieron escaparse. Viajaron en bus hasta Estambul donde fueron encarceladas acusadas de terrorismo hasta que el Ejecutivo español consiguió la liberación de Jimena. Ésta le dijo al cónsul que no se iba sin Shaza y consiguió que el Gobierno arreglase la salida de una chica egipcia. Llegaron exultantes a España, pero ahora rezan para que Jimena pueda encontrar un empleo pronto. El viernes, a punto de cerrar esta edición, Jimena aseguraba que una persona le acababa de ofrecer un trabajo en su tierra como niñera. A doce euros la hora. Pero su objetivo es Madrid.

Un británico homosexual gana la batalla legal para que su marido reciba pensión

Cinco jueces del tribunal aceptaron de forma unánime el recurso presentado contra un dictamen que había denegado la posibilidad de que su marido pueda recibir su pensión en el futuro tras su fallecimiento.

 

Un británico homosexual ganó hoy una histórica batalla legal al conseguir que el Tribunal Supremo, máxima instancia judicial, le reconociera a su marido los mismos derechos en materia de pensión que los que disfruta una esposa.

Cinco jueces del tribunal aceptaron de forma unánime el recurso que John Walker, de 66 años, había presentado contra un dictamen anterior, que había denegado la posibilidad de que su marido pueda recibir su pensión en el futuro tras su fallecimiento.

El Tribunal de Apelación de Londres había rechazado en 2015 la petición de Walker, con el argumento de que su reclamación correspondía al periodo de tiempo anterior a que las uniones civiles en el Reino Unido fueran reconocidas por ley (2004).

Sin embargo, los magistrados de la máxima instancia judicial aceptaron el recurso al indicar que el marido de Walker tiene derecho a recibir su pensión tras su muerte, siempre y cuando ambos permanezcan casados.

Walker indicó a los medios de comunicación que quería llevar este asunto a los tribunales para asegurar que, en caso de ser él el que muera antes, su pareja tenga los suficientes ingresos para vivir.

La organización humanitaria Liberty ha indicado que el dictamen cambiará “la vida de miles de parejas del mismo sexo”, al crear un precedente.

Con la decisión del Supremo, el marido de Walker, que prefiere mantener el anonimato, podrá acceder a una pensión estimada en 45.000 libras (50.850 euros) anuales.

Walker se retiró de una empresa del sector químico en 2003, después de 20 años de trabajo y tras hacer las mismas aportaciones a su pensión que sus compañeros heterosexuales. Él y su marido mantienen una relación desde 1993 y celebraron una unión de pareja de hecho en enero de 2006, que después convirtieron en matrimonio.

Malta aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo

El estado más pequeño de Europa, donde la católica es la religión oficial, se convierte en el 25 del mundo en legalizar las bodas gais

Varias personas celebran la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo este miércoles en La Valeta. DARRIN ZAMMIT LUPI REUTERS

La católica Malta ha dado un paso más en el reconocimiento de los derechos de las parejas homosexuales. El Parlamento maltés ha aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo, casi por unanimidad. Se convierte así en el país número 25 del mundo en hacerlo, después de España, hace más de una década, Irlanda, Estados Unidos o Alemania, a finales del mes pasado. Desde hacía tres años, Malta disponía de una ley de uniones civiles. Además, es el primer país de Europa —el tercero en el mundo junto con Brasil y Ecuador— que tiene una ley específica que prohíbe expresamente las conocidas como “terapias anti-gay”, peligrosos pseudo tratamientos que afirman “curar” la homosexualidad o “corregir” la orientación sexual.

Este miércoles, decenas de personas se han congregado ante el Parlamento maltés, en La Valeta. Muchos llevaban la bandera arcoíris y pancartas con el lema “hicimos historia”. Con cánticos y bailes, celebraron la medida. La aprobación de la ley de matrimonio igualitario es un importante logro en los derechos civiles para el Estado más pequeño de la UE (430.000 habitantes) en el que la Constitución marca que la católica es la religión oficial del Estado y en el que casi el 80% de los malteses se declaran fieles de esta religión. En Malta está prohibido el aborto y el divorcio solo se legalizó en 2011.

El primer ministro, Joseph Muscat, prometió en junio, en la campaña a las elecciones legislativas, que adelantó por la implicación de su Gobierno en los papeles de panamá, que sería la primera ley de su nuevo mandato. Fue reelegido y así lo ha hecho. “Es un votación histórica. Esto demuestra que nuestra democracia y nuestra sociedad alcanzaron un cierto grado de madurez y que podemos decir que somos todos iguales”, declaró Muscat tras la aprobación de la medida.

La iglesia católica se ha pronunciado en contra de la aprobación de la ley, y el martes por la noche, los conservadores organizaron una manifestación silenciosa de protesta contra la medida, que establece el matrimonio igualitario y elimina palabras como “marido”, “esposa”, “madre” y “padre” y las sustituye por otras neutrales a efectos de género. Los contrarios a la ley llegaron a decir que esta destruiría las celebraciones del ‘día del padre’ y del ‘día de la madre’. Argumentos que Muscat tildó de “cómicos”.

Desde 2014, 141 parejas concluyeron uniones civiles en Malta y 22 registraron de esta forma matrimonios celebrados en el extranjero.

Dos futbolistas de la selección mexicana femenina “huyen” a Islandia para poder vivir su amor

Bianca Sierra (d) y Stephany Mayor (i). INSTAGRAM

“En el fútbol no hay homosexuales. […] No se puede ser gay si se es futbolista”, comentó en 2008 el polémico ex director de la Juventus Luciano Moggi. No obstante, casi 10 años después, el universo deportivo se ha abierto cada vez más hacia la comunidad LGBTI. Sin embargo, aún existen situaciones en que la homosexualidad provoca discriminación, bullying e incluso marginación dentro de los equipos profesionales. Ése fue precisamente el caso de las jugadoras de la selección mexicana Bianca Sierra y Stephany Mayor, quienes -después de ser increpadas por su director técnico- se vieron “obligadas” a viajar más de 7.000 kilómetros para instalarse en Islandia. Un país que les ha ofrecido la oportunidad de trabajar juntas, además de vivir su amor de un modo libre y sin prejuicios.

Unidas por una pasión, Bianca Sierra y Stephanie Mayor nacieron en 1992… aunque en distintas partes del mundo. Hija de mexicanos en Estados Unidos, Sierra se desempeñó, desde temprana edad, como la crack de su equipo en Mountain View, California. Así, en 2010, llamó la atención de un reclutador mexicano, quien la llevó hasta el equipo sub 20 del “tri”. De esa forma, Bianca conoció a Mayor, quien hasta entonces había jugado sólo en ligas amateur, pero que -gracias a una convocatoria abierta- había sido seleccionada para jugar en el mundial juvenil de Alemania. En un principio, ambas declararon haber sido solamente amigas. Pese a ello, algo nació entre las dos.

“Hay muchos tabúes en México para hablar de la sexualidad. Hay cosas que no se hablan, es algo yo creo cultural. Para mí fue fácil abrirme con Bianca porque ella desde el principio tenía sus ideas claras de lo que quería, eso me ayudó mucho”, explicó Stephany este junio al New York Times, al que también relató cómo comenzó a fluir su amor en un torneo en Asia. En 2013, ambas fueron convocadas a jugar un campeonato en China, donde lograron pasar más tiempo juntas y aprovecharon para conocerse de verdad. Allí nació el romance. Aunque el principio no fue fácil. Sobre todo porque Sierra mantenía un contrato con un equipo de Washington, mientras Mayor continuaba en el DF.

A pesar de ello, el fútbol volvió a reunirlas en un torneo en Chipre en 2015, donde todas sus compañeras se mostraron alegres y abiertas con respecto a su relación.Pero, al contrario, su director técnico, las hizo sentir menospreciadas. Según Mayor, Leonardo Cuéllar -líder de la selección y ex volante de México- les aclaró en una práctica “a mí no me importa si son novias o no, pero no las quiero ver ahí agarradas de la mano o haciendo desfiguros”. Es decir: si querían mantener la paz con el cuerpo técnico, debían esconderse. Sin embargo, hicieron exactamente lo contrario. Algunos meses después, Bianca decidió gritarle al mundo su amor por Stephany e hizo pública su relación a través de Twitter. Lástima que muchos de sus seguidores hayan optado tomar una postura similar a la de Cuéllar.

Con mensajes como “no quiero que un par de machorras me representen” o “en mi barrio ya las hubiéramos quemado”, Sierra y Mayor notaron que su amor resultaba (para algunos) incompatible con su profesión. Por lo que decidieron buscar un lugar donde su condición sexual no fuese un impedimento para continuar con su carrera. De esa manera, aterrizaron en el Thor/KA, un equipo de la primera división islandesa, en el que su relación no es vista como una “vulgaridad”. Ese es justamente el espíritu con el que Bianca y Stephany han vuelto (temporalmente) a México para cumplir con su deber como seleccionadas. Es más, ambas se han lucido en un partido contra Suecia este sábado, en el que volvieron a demostrar que hoy -más que nunca- es necesario que el deporte se abra a la diversidad.

“Querido papa Francisco: soy homosexual y quiero ser sacerdote”

 

Alfonso, a la derecha, ha mandado una carta al Papa para que acepte su ordenación como sacerdote

“Sí, yo soy homosexual y cada día doy gracias a Dios por haberme creado tal como soy, con todas mis virtudes y todos mis defectos, con mi personalidad entera”.

Alfonso Ruiz de Arcaute vive en Vitoria, acaba de cumplir 50 años y preside la celebración de la palabra en su comunidad de Santa Teresa de Jesús. Con 14 años, cuenta que sufrió abusos por parte de un religioso. Lejos de perder la fe, continúo participando en la vida parroquial. Desde hace unos años siente con fuerza la llamada al sacerdocio. Pero su obispo, Juan Carlos Elizalde, no se lo permite. ¿La razón? Ser homosexual. Ahora, intenta que el Papa le escuche y le permita ordenarse.

En su conversación con el obispo de Vitoria, Alfonso le contó “los abusos sufridos, la experiencia en la Orden de Predicadores, mi trabajo pastoral posterior, mi etapa de pareja con un chico hace ya bastantes años y mi compromiso eclesial actual en la parroquia y en el estudio de la teología”. De hecho, estudió hace años en San Esteban (de los dominicos en Salamanca) y ahora concluye Teología en la Facultad de Vitoria.

El obispo, sin embargo, “ve inviable el camino hacia el sacerdocio” por su homosexualidad, pese a que “llevo varios años viviendo desde la castidad acogida con alegría al poner en mi compromiso eclesial el centro de mi vida”, cuenta. Además, le recuerda al Papa que su caso es igual que el de una persona heterosexual que opta luego por el celibato y el sacerdocio.

El obispo de Vitoria se acogió a  la instrucción del año 2005 sobre la admisión en las órdenes sagradas de las personas homosexuales para prohibirle a Alfonso la ordenación y lo dejó en un callejón sin salida. porque Elizalde solo le ofrecía que, si lo tenía tan claro, buscara un obispo que le ordenase, algo poco probable.

Alfonso propuso otra solución: escribir una carta al papa Francisco contando su historia. El obispo se comprometió a entregar en mano a Bergoglio la misiva. Semanas después, desde el Vaticano se le ha solicitado que vuelva a enviarla por otro conducto.

“Sí, yo soy homosexual y cada día doy gracias a Dios por haberme creado tal como soy, con todas mis virtudes y todos mis defectos, con mi personalidad entera. Pero no considero la homosexualidad una tendencia profundamente arraigada pues, afortunadamente, no domina toda mi vida“, explica, en referencia que la Iglesia “prohíbe la acogida a aquellas personas que presentan una tendencia homosexual profundamente arraigada” según la norma vaticana de 2005. 

Alfonso pide al Papa que acepte su vocación, pues “de esta forma se evitaría también la circunstancia tan injusta de que aquel que en su día abusó sexualmente de mí pueda seguir ejerciendo su sacerdocio mientras que yo, víctima de la situación, veo negado el acceso”.

Y concluye: “Por eso me atrevo, Padre Francisco, a pedirle mirar con ojos de misericordia y desde el discernimiento personal y no únicamente desde la legislación, cambiante por otra parte, las vocaciones sacerdotales y la mía en concreto. La orientación sexual es la que es. La vida, la vocación y el compromiso también es el que es”.

Ensalzar el atentado de Orlando en un banco arcoiris y otros incidentes homófobos registrados en el Orgullo

El banco arcoiris en el que se ensalza el atentado de Orlando

Un #ThanksOmar (#GraciasOmar) y el número 50 junto a simbología nazi sobre un banco pintado con la bandera arcoiris. Ocurrió en el municipio madrileño de Parla y es uno de los 41 incidentes LGTBIfóbicos registrados por el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia durante la celebración del Orgullo en la Comunidad de Madrid entre el 24 de junio y el 1 de julio, tal y como ha hecho público la organización Arcópoli este jueves.

La pintada ensalza a Omar Mateen, autor de la matanza de Orlando en junio de 2016 que acabó con la vida de 50 personas al asaltar un club LGTB de la ciudad norteamericana. El Observatorio contabiliza, además, amenazas e insultos en redes sociales, que ya ha puesto en conocimiento de la Fiscalía especializada en Delitos de Odio, junto a pegatinas, carteles y pintadas homófobas y tránsfobas.

El colectivo destaca también seis agresiones físicas y asegura que en dos ocasiones, dos parejas fueron expulsadas de los establecimientos en los que se encontraban al darse un beso, “así como varios casos en los que se han escupido a chicos gays”, reza el comunicado que ha enviado la organización. Arcópoli asegura que en 2016 ya se dieron este tipo de incidentes por LGTBIfobia, pero que las pegatinas y carteles se han multiplicado en esta ocasión.

“Varias personas han encontrado pegada en su ropa o mochilas pegatinas de ‘maricones not wellcome’ u otras pegatinas, con estética neonazi”, afirma. Una realidad que, en palabras de Yago Blando, del Observatorio Madrileño, es “la constatación de la necesidad del Orgullo LGTB. La visibilidad es nuestra mayor arma, la que más molesta a los intolerantes”.

Una de las pegatinas denunciadas por el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia

Entre las pegatinas y carteles denunciados por la organización se encuentran varios firmados por organizaciones ultraderechistas, como Juventudes Falangistas, que llama a un “Orgullo Hetero” o el que muestra a una familia formada por un hombre, una mujer, un niño y una niña con un paraguas intentando no ser alcanzados por los colores arcoiris de la bandera del colectivo LGTBI.

Una de las pegatinas denunciadas por el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia

Una de las pegatinas denunciadas por el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia

Rubén López, de Arcópoli, asocia el incremento de este tipo de carteles y pegatinas, que han sido encontradas en varios puntos de la ciudad ocupando marquesinas, paredes o en las paradas de metro, “porque somos más visibles. Molesta nuestra visibilidad. Cuando nos ocultamos, no nos agreden. Ése es el mensaje que quieren dar, que nos escondamos”.

López hace hincapié en lo positivo de denunciar públicamente este tipo de incidentes “para trasladar al colectivo LGTBI el mensaje de que hay que denunciar y de que no hay que resignarse, porque la ley nos protege y estos mensajes nos intentan. Hay que dejar bien claro que la impunidad ya no existe”. Por otra parte, sostiene que también es un mensaje para las personas no LGTBI que “creen que no sufrimos discriminación y no hace falta el Orgullo”. Y por último, prosigue el activista, “otro mensaje a los agresores: no vamos a quedarnos impasibles”.

Una de las pegatinas denunciadas por el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia

Poligamia y poliandria

LUIS MARÍA ANSON

La inmensa mayoría de los españoles tienen los ojos marrones o negros. Azules o verdes solo una minoría. Se trata de una cuestión fisiológica. Sería absurdo discriminar a los ciudadanos por el color de sus ojos. La inmensa mayoría de los españoles son heterosexuales. Solo una minoría, homosexuales. Se trata de una cuestión fisiológica. Discriminar a un sector de la sociedad por su condición sexual fragiliza los derechos humanos.

En la Monarquía de todos, defendida durante cuatro décadas desde el exilio por Juan III y hecha realidad por su hijo Juan Carlos I, se ha reconocido la libertad de los ciudadanos y su derecho a disfrutar sin restricciones de su condición sexual, estableciéndose legalmente la igualdad de todos. Incluso el matrimonio homosexual se estableció aquí, por impulso de Zapatero, antes que en ninguna nación, salvo las Monarquías belga y holandesa. Y lo que me parece más importante. Aunque todavía haya excepciones, y al margen de las creencias políticas o religiosas de cada uno, el respeto por el movimiento LGTBI se ha hecho general y buena prueba de ello es la manifestación del sábado pasado en Madrid.

Mi viejo amigo libio Abdul Fayez vive exiliado en Francia. Cené con él al aire libre en una terraza madrileña el sábado por la noche. Estaba impresionado por el ejercicio de libertad social que significó la manifestación presenciada por él durante cinco horas a través de la televisión.

-No sabéis los españoles lo que tenéis. Pocos países ejercen la libertad con la extensión de vuestra nación. España es un ejemplo para el mundo.

-Para una buena parte del mundo árabe, desde luego- le interrumpí.

-Y también para el África animista, para varias naciones hinduistas, budistas, incluso para algunos países del Este europeo.

-Mi querido Abdul, no te suponía tan entusiasta de nuestra realidad social.

-Pues, sí. Además lo que he visto hoy me abre la esperanza de que, en poco tiempo, se pueda plantear la reivindicación del derecho a la poligamia.

-¿Qué me dices?

-Lo que oyes. Si se respeta la libertad de elegir la sexualidad que uno prefiere, yo, por ejemplo, e infinidad de árabes conforme a la doctrina coránica, nos sentimos con derecho a casarnos con varias mujeres. Además, es lo que me gusta, siempre y cuando ellas estén de acuerdo. Ahora, en España y en las otras naciones europeas la simple bigamia es un delito tipificado en el Código Penal y se castiga además con prisión. Comprendo que si se legaliza la poligamia -que es legal, por cierto, en medio mundo- habrá que modificar vuestras leyes para atender los derechos de las diversas mujeres, las circunstancias de eventuales divorcios, la situación de los hijos de cada esposa. Pero no será difícil porque de eso hay larga experiencia en naciones importantes de todo el mundo.

-No he reflexionado sobre lo que dices, mi querido Abdul, aunque en principio estoy en contra. Me parece que se lo debes proponer a Pablo Iglesias. Pero si se legalizara la poligamia habría que legalizar también la poliandria. Aquí en España y en toda la Europa democrática la igualdad de derechos de la mujer es incuestionable.

-No había pensado en eso, pero, claro, habrá que aceptar también el matrimonio de una mujer con varios hombres.

-O con varias mujeres, Abdul.