Una boda homosexual en el centro de inmigrantes de Melilla para “acabar con el miedo”

  • Una pareja de solicitantes de asilo, que huyeron de sus países por ser homosexuales, ha iniciado los trámites para casarse en el CETI de Melilla

  • “Todos sabrán que nos hemos casado y así animaremos a los homosexuales del CETI a que cambien su mentalidad. Porque todos tienen miedo”

  • Uno es cristiano converso y el otro musulmán: “Estoy seguro de que en España podré vivir tranquilo”

Mohamed (nombre ficticio) y Annouar, a las puertas del CETI

Mohamed (nombre ficticio) y Annouar, a las puertas del CETI | N.C.

A diferencia de la mayor parte de los homosexuales magrebíes que residen en Melilla, Annouar Damani insiste en que él quiere aparecer con nombre, apellido y foto. “No tengo problema y voy a hacer una gran fiesta en el CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) el día que me case”, anuncia entre risas. Ya ha iniciado los trámites para contraer matrimonio, pese a no tener aún reconocido el estatus de refugiado. Junto a él está su pareja, un chico rifeño tímido que apenas abre la boca durante la entrevista. Ambos tienen 26 años y huyen. Uno es argelino y cristiano converso; el otro, marroquí y musulmán, pero dicen que su relación está por encima de la religión.

“Será una boda para que todo el mundo pueda participar. Todos sabrán que nos hemos casado y así animaremos a los homosexuales a que cambien su mentalidad. Porque todos tienen miedo”, razona Annouar, que viene de Kabila (Argelia). Para muchos de los cerca de 50 marroquíes que residen en el CETI porque dicen ser perseguidos por su homosexualidad, el miedo es también una cuestión de kilómetros: Melilla está apenas a menos de una hora en coche de sus familias de Nador, de las que muchos de ellos huyen. Es el caso de la pareja de Annouar, a quien llamaremos Mohamed, y que sólo sonríe cuando se le pregunta por la fiesta que hará en la boda. Sus padres lo echaron de casa cuando descubrieron sus contactos en Facebook.

Annouar, el argelino, también puso tierra de por medio hace tiempo. En febrero de 2015 llegó a Melilla y trabajó varios meses en la Iglesia Evangélica. Acabó convirtiéndose al cristianismo y hoy luce bisutería e imaginería religiosa: hay cruces en su pulsera y en el colgante, el zarcillo de su oreja es una cruz y luce otro brazalete con imágenes. Luego cuenta que su hermano es imán y que ha recibido amenazas incluso estando en Melilla. “Mi familia está muerta para mí”.

Annouar y Mohamed se conocieron por Facebook. Después de varios meses de relación, Mohamed decidió venir a Melilla y ambos pidieron el asilo en enero. Cansados de esperar, como tantos otros que se sienten bloqueados la ciudad autónoma, quieren casarse sin esperar respuesta a su petición de asilo.

Nuria Mohamed Fadel, la abogada de Movimiento por la Paz que lleva su caso, explica que la única dificultad está a priori en conseguir la partida de nacimiento de Mohamed, porque para ello debería regresar a Marruecos. Ambos están empadronados en el CETI y el Registro Civil español ya ha emitido sus certificados de soltería. Tomaron la decisión hace dos meses porque, dice Annouar, “no queremos ser solamente una pareja esporádica, sino pasar la vida juntos. Eso es lo que significa para mí el matrimonio”. No obstante, es probable que el juez les someta a una entrevista para descartar que su unión sea simulada.

Para ellos, España es el “paraíso”, el primer país que admitió el matrimonio homosexual (aunque no es cierto: fue Holanda), y una especie de tierra soñada donde nadie les increpará por ir cogidos de la mano. Nada comparado a Argelia, donde la policía se pone de parte de los matones, o con Marruecos, resume Mohamed, cuando les pegan y les insultan por la calle aludiendo a pasajes coránicos relativos a Sodoma y Gomorra y la destrucción del pueblo de Lot.

“Dios me creó así, con mis deseos, para vivir así. No puedo cambiarlo. ¿Por qué nos creó así? ¿Para vivir en el sufrimiento?”, se pregunta Annouar. Para él, la respuesta está en Europa: “Estoy seguro de que en España podré vivir tranquilo”. De momento, intentará casarse en el CETI y piensa celebrar una boda “mitad, mitad”, con música occidental y la henna tradicional del Rif. Para que todo el mundo lo sepa y para que los demás pierdan el miedo.

Los riesgos de las ‘chemsex’

Médicos y activistas alertan de que la práctica puede generar nuevas infecciones por VIH y dependencia a sustancias tóxicas

En una aplicación para ligar, un chico invita a otro a una fiesta en su casa. Media decena de jóvenes y “una bandeja con speed y ketamina” le esperan en el salón. Por delante, una larga sesión de sexo grupal bajo los efectos de varias drogas. “Me di cuenta de que era una chemsex y me fui. Yo no tomo drogas”. Las chemsex —del inglés chemical sex, sexo químico— son un fenómeno, casi exclusivo del colectivo gay, que se caracteriza por tener sexo bajo el efecto de drogas durante un largo periodo de tiempo. No hay ni una sola cifra que dimensione la práctica, pero médicos y activistas alertan de que puede contribuir a la transmisión del VIH. Y, aunque sospechan que es una práctica residual, ya han detectado casos de jóvenes dependientes a ciertas sustancias para practicar sexo.

La combinación no es nueva, y mucho menos exclusiva de los gais. Lo que caracteriza a las chemsex son el auge de las aplicaciones móviles para ligar y el uso de mefedrona, metanfetamina y GHB para soportar largas sesiones de sexo, que pueden durar días. La mefedrona es un estimulante, la metanfetamina provoca euforia, desinhibición y quita el sueño y el GHB o éxtasis líquido es un depresor sedante. La mezcla de las tres permite aguantar en las fiestas sexuales pero también puede dejar a los participantes en un estado de semiinconsciencia que les haga bajar la percepción de riesgo. En un colectivo donde la prevalencia del VIH es del 14% ysoporta seis de cada 10 nuevas infecciones, las conductas sexuales de riesgo alertan a los epidemiólogos. “El chemsex está asociado a no usar preservativo, por lo que aumenta el riesgo de infecciones. Además, como son fiestas con policonsumo de drogas, se puede perder la percepción de riesgo”, dice Jordi Casabona, director del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre el VIH/SIDA de Cataluña.

Aunque el riesgo de transmisión se reduce si un infectado de VIH se medica, la pérdida de adherencia al tratamiento eleva las posibilidades de contagio. En unas jornadas de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida, su directora, María José Fuster, señaló que un 35% de los pacientes con VIH se salta el tratamiento si sabe que va a drogarse. Y además, un 25% de las personas infectadas por VIH lo desconocen. Josep Mallolas, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínic, alerta de que en estaschemsex “puede haber, por probabilidad, algún VIH positivo que no lo sepa”. El VIH no es el único riesgo. Otras infecciones de transmisión sexual también pueden contraerse, como la sífilis y gonorrea, que se han cuadriplicado y triplicado en 10 años entre los gais. “Se ha perdido el miedo y, como a la gente le atrae el riesgo, surge elchemsex”, apunta Mallolas.

En Londres, el fenómeno ya es un problema de salud pública y hay clínicas donde reportan hasta 100 casos al mes de personas con un consumo problemático vinculado al chemsex. En España aún es anecdótico, pero las entidades ya han detectado casos. “No es un problema de salud pública pero existe una minoría con un consumo problemático”, certifica Fernando Caudevilla, médico de familia y experto en drogas de síntesis. “Es gente que necesita ayuda profesional porque pueden presentar trastornos de personalidad. Se da cuenta de que sus prácticas son incompatibles con ir a trabajar o son incapaces de relacionarse sobriamente”, ejemplifica Ferran Pujol, director de BCN Checkpoint. Desde Stop Sida aseguran que precisan una atención integral. “Pueden tener problemas de ansiedad, soledad, en su relación de pareja, incluso problemas con su sexualidad”, apunta el investigador Percy Fernández Davila.

Si en algo coinciden los expertos es en la falta de recursos. “No estamos financiados para estudiar el fenómeno a fondo. Y hasta que no tengamos datos, no podemos hacer nada”, apunta Caudevilla. El trabajo preventivo en zonas de ocio y medidas de reducción de riesgos son las líneas estratégicas que apuntan para atajar los problemas del chemsex. En palabras de Caudevilla: “Es el momento de investigar e intervenir en zonas de conductas de riesgo, pero para eso necesitamos que las Administraciones se muevan”.

El Observatorio contra la LGBTfobia critica que el obispo de Córdoba negara la confirmación a un transexual

Asegura que desde el Obispado de Córdoba afirman que no se trata de una discriminación sino que, acogiéndose al Código de Derecho Canónico, considera ‘no idóneo’ su estilo de vida

José Belloso denuncia que la Iglesia no le deja recibir la confirmación por ser transexual

El Observatorio Español contra la LGBTfobia (Stop LGBTfobia) considera “éticamente reprobable” que el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y el párroco de Posadas, Juan José Romero, “no permitan hacer la confirmación a José Belloso, un joven transexual de 28 años que pretendía ejercer como padrino de su sobrina”.

Según ha confirmado Stop LGBTfobia, José Belloso, que trabaja de peón agrícola en la mencionada localidad cordobesa, “tenía la ilusión de ser el padrino durante el bautizo de su sobrina, para lo que era necesario que recibiera el sacramento de la Confirmación, aunque el párroco debía consultar al vicario y al obispo” sobre ello.

De hecho, “pocos días antes de terminar su catequesis para la Confirmación, que iba a ser el 27 de mayo, le ha informado el párroco de la Iglesia de Santa María de las Flores, Juan José Romero, que no pueden darle el sacramento por ser transexual”, señalando Stop LGBTfobia que la postura del obispo al respecto es que “tenía que haber aguantado el castigo que Dios le dio y la cruz que el Señor le mandó, sin ofender a la naturaleza”.

El Obserbatario contra la LGBTfobia ha asegurado que, “desde el Obispado de Córdoba afirman que no se trata de una discriminación, sino que acogiéndose al Código de Derecho Canónico considera ‘no idóneo’ su estilo de vida, que es incongruente con la vida cristiana”, algo que no sorprende a esta asociación, ya que “el obispo de Córdoba en 2011 escandalizó a toda España afirmando que la Unesco tiene programado hacer homosexual a media población”.

Para el director del Observatorio, Francisco Ramírez, es “éticamente reprobable, desde todo punto de vista, y una degradante y humillante discriminación” dar tal respuesta al joven de Posadas “por el único motivo de la identidad sexual”.

En el Observatorio, según ha señalado Ramírez, ya sufrieron una “gran decepción” con “el contenido final de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco sobre la familia, denominada ‘La alegría del amor’, en la que, a pesar de hablar de acogimiento de las personas homosexuales y de condenar su discriminación y violencia, se denosta y humilla en gran medida a las personas LGBT, sus uniones y sus familias, considerando únicamente familia” a la formada por “un hombre y una mujer, con el único objetivo de la procreación”.

“Sin embargo sí entrevimos ciertas rendijas en las que los obispos podrían impulsar alguna interpretación más abierta y flexible” de las palabras del Papa, según ha opinado Ramírez, pero, “no obstante, vemos una y otra vez que la jerarquía católica en España, a excepción de determinados obispos concretos, está completamente cerrada a un acercamiento a la sociedad y a la flexibilidad de sus dogmas ancestrales, por lo que esa Iglesia más inclusiva y caritativa que muchos feligreses esperaban va a tardar mucho en aparecer en España”.

En España, según ha indicado Ramírez, “dentro de la Conferencia Episcopal hay voces que llaman una apertura y un acercamiento a la sociedad, pero no terminan de controlar a la vieja guardia, que continúa con su mantra de una interpretación del Evangelio sesgada, anticuada, simplista y discriminatoria con la sexualidad humana”.

El obispo de Córdoba le niega la confirmación a un joven transexual

Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

Demetrio Fernández, obispo de Córdoba.

El obispo de Córdoba vuelve a ser noticia. Esta vez por negarle la confirmación a un transexual. José Belloso, un joven transexual de 28 años, denunciaba el caso en estos términos en su cuenta de Facebook: “Según dicen debí quedarme siendo físicamente mujer aunque interiormente fuese hombre, rechazando mi felicidad. Contesté que si me hubiese quedado así me habría matado por supuesto porque mi vida era un espejo en el que no me reconocía. El obispo de Córdoba se ha tomado la palabra del Señor para juzgarme porque considero que no son nadie para negarme la confirmación por ser quien soy, pues sigo siendo humano, hijo del Señor y todos hermanos”.

El Observatorio Español contra la LGBTfobia (Stop LGBTfobia) considera “éticamente reprobable” que el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y el párroco de Posadas, Juan José Romero, “no permitan hacer la confirmación a José Belloso, un joven transexual de 28 años que pretendía ejercer como padrino de su sobrina”.

Según ha confirmado Stop LGBTfobia, José Belloso, que trabaja de peón agrícola en la mencionada localidad cordobesa, “tenía la ilusión de ser el padrino durante el bautizo de su sobrina, para lo que era necesario que recibiera el sacramento de la Confirmación, aunque el párroco debía consultar al vicario y al obispo” sobre ello.

EL AVISO DEL PÁRROCO

De hecho, “pocos días antes de terminar su catequesis para la Confirmación, que iba a ser el 27 de mayo, le ha informado el párroco de la Iglesia de Santa María de las Flores, Juan José Romero, que no pueden darle el sacramento por ser transexual”, señalando Stop LGBTfobia que la postura del obispo al respecto es que “tenía que haber aguantado el castigo que Dios le dio y la cruz que el Señor le mandó, sin ofender a la naturaleza”.

El Obserbatario contra la LGBTfobia ha asegurado que, “desde el Obispado de Córdoba afirman que no se trata de una discriminación, sino que acogiéndose al Código de Derecho Canónico considera ‘no idóneo’ su estilo de vida, que es incongruente con la vida cristiana”, algo que no sorprende a esta asociación, ya que “el obispo de Córdoba en 2011 escandalizó a toda España afirmando que la Unesco tiene programado hacer homosexual a media población”.

Para el director del Observatorio, Francisco Ramírez, es “éticamente reprobable, desde todo punto de vista, y una degradante y humillante discriminación” dar tal respuesta al joven de Posadas “por el único motivo de la identidad sexual”.

UNA HUMILLACIÓN

En el Observatorio, según ha señalado Ramírez, ya sufrieron una “gran decepción” con “el contenido final de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco sobre la familia, denominada ‘La alegría del amor’, en la que, a pesar de hablar de acogimiento de las personas homosexuales y de condenar su discriminación y violencia, se denosta y humilla en gran medida a las personas LGBT, sus uniones y sus familias, considerando únicamente familia” a la formada por “un hombre y una mujer, con el único objetivo de la procreación”.

“Sin embargo sí entrevimos ciertas rendijas en las que los obispos podrían impulsar alguna interpretación más abierta y flexible” de las palabras del Papa, según ha opinado Ramírez, pero, “no obstante, vemos una y otra vez que la jerarquía católica en España, a excepción de determinados obispos concretos, está completamente cerrada a un acercamiento a la sociedad y a la flexibilidad de sus dogmas ancestrales, por lo que esa Iglesia más inclusiva y caritativa que muchos feligreses esperaban va a tardar mucho en aparecer en España”.

En España, según ha indicado Ramírez, “dentro de la Conferencia Episcopal hay voces que llaman una apertura y un acercamiento a la sociedad, pero no terminan de controlar a la vieja guardia, que continúa con su mantra de una interpretación del Evangelio sesgada, anticuada, simplista y discriminatoria con la sexualidad humana”.

La Iglesia impide a un transexual de Córdoba recibir la confirmación

José Belloso denuncia que la Iglesia no le deja recibir la confirmación por ser transexual

José Belloso denuncia que la Iglesia no le deja recibir la confirmación por ser transexual.

“No me dejan confirmarme por ser quien soy”. Quien dice estas palabras es José Belloso, un chico de Posadas (Córdoba) que trabaja como peón agrícola y que tiene la ilusión de ser el padrino de bautizo de su sobrina. A sus 28 años, José ha realizado el curso de catequesis para prepararse con el fin de recibir el sacramento de la confirmación el próximo 27 de mayo, como el resto de sus compañeros de curso en su pueblo. Pero a él no le van a confirmar: “El cura me ha dicho que no admiten mi confirmación por ser transexual”.

José comenzó el año pasado el curso de preparación, pero al faltar más días de los permitidos, no le valió de nada. Sin cejar en su objetivo, este año repitió el curso de catequesis. Ya desde el inicio, le comunicó al párroco de la iglesia de Santa María de las Flores en Posadas su intención de hacerlo para poder ser padrino de su sobrina. “Él me dio su visto bueno, me dejó la puerta entreabierta pero me dijo que tenía que consultarlo con el vicario y el obispo”, relata el joven a eldiario.es/andalucia.

José ha seguido su curso de catequesis con normalidad, hasta que en abril, cuando ya debía entregar la documentación necesaria para recibir el sacramento junto a sus compañeros a finales de este mes de mayo, mantuvo una conversación con el párroco en la que este le explicó que no podía confirmarse.

“Me dio un no rotundo. Me dijo que no me confirmaba, que había tenido una reunión con el obispo y le había dicho que no se admiten a las personas transexuales. Que yo me tenía que haber quedado como estaba, siendo una mujer, y haber aguantado el castigo que Él (Dios) me mandó sin ofender a la naturaleza que Él me dio”.

José se muestra indignado por los términos en los que, según cuenta, se llegó a desarrollar la conversación con el párroco: “Me llegó a hacer preguntas como, por ejemplo, si estaba operado. Eso creo que está fuera de lugar”, mantiene sobre la protección de su intimidad e incide en que el sacramento “se me ha negado por no haberme aguantado con ‘la cruz que el Señor me mandó, según dicen”. “Si me hubiese quedado como mujer me hubiese matado, por supuesto, porque mi vida era un espejo en el que no me reconocía”, explica con crudeza.

“Sería llamado como mujer para recibir la confirmación”

Consultado por este diario el párroco de la iglesia, José Antonio Agüero, acerca de este caso, explica que “hay unas normas de la Iglesia. Nosotros no podemos cambiar lo que Dios ha hecho. Si lo creó mujer, mujer será para siempre”, señala para explicar que el joven recibió el sacramento del bautizo como mujer, “se convirtió en hija de Dios”, así entró en la Iglesia y así sería llamado por el obispo para recibir la confirmación.

“Yo mismo se lo expliqué en una reunión durante dos horas”, confirma el párroco, que señala que no supo de la transexualidad de José hasta el inicio de su segundo curso de catequesis. “Yo no fui informado de que esta persona era transexual. Me enteré por su madre”, explica. “Si yo hubiera sabido desde un principio que él era una persona transexual, le hubiera dicho inmediatamente que aquí hay algunas normas que no se pueden incumplir y podría haberlo ayudado yo de otra forma”, argumenta el párroco.

“Este chico nació mujer. Son cosas muy delicadas, más allá de que todos somos hijos de Dios y todos merecemos respeto”, indica el cura que incide en que “las puertas de la parroquia están abiertas” para José y sobre el que niega que exista discriminación: “No hay ningún tipo de discriminación”, asegura.

Por su parte, tras la negativa de la Iglesia a confirmarlo, el joven ha recibido el apoyo tanto de su familia como de buena parte de los compañeros de catequesis, exponiendo incluso en las redes sociales su situación y los términos en los que se desarrolló la conversación con los representantes de la Iglesia. “Creo que toma la palabra del Señor una persona que no tiene que intermediar entre Él y yo”, dice desde su fe cristiana. “Porque en ningún lado de la Biblia pone que las personas transexuales no pueden ser confirmadas. Todos somos humanos, antes del sexo están las personas”, considera.

“He sentido una discriminación total y mayúscula por parte de ellos. Discriminación en toda regla” dice el joven que no entiende el razonamiento que le ha dado el párroco. “Por esa regla de tres, si yo me tenía que haber quedado siendo mujer porque así me hizo Dios, a las personas que les manda una enfermedad, quiere decir que los está llamando con Él y un médico entonces ¿hace lo mismo que yo? ¿Le echa un pulso por mantenerlo con vida, no?”, cuestiona.

 

Huellas inéditas del último amor de Lorca

Ya se sabe: fue el más intenso de los amores que sumó Federico García Lorca. A él le escribió los Sonetos del amor oscuro. A él le debe algunas de las simas más fuertes del ánimo. A él le confía secretos, dibujos, fotos y probablemente algunos manuscritos desaparecidos durante el asedio a Madrid en la Guerra Civil. Su historia es compleja por tantos matices, por ciertas penumbras. Pero de ella queda rastro en algunos documentos aún inéditos (o hasta ahora poco conocidos). Y, sobre todo, en la excelente obra de teatro que trazó Alberto Conejero, La piedra oscura, destacada en la última gala de los Premios Max con cinco galardones.

La historia del poeta y el joven Rafael Rodríguez Rapún comienza a mediados de 1932. Coinciden en la órbita de La Barraca (el grupo de teatro ambulante y universitario impulsado por Lorca y mantenido por la República) y se quiebra en la madrugada del 17 al 18 de agosto de 1936, cuando en el paraje del Barranco de Víznar (Granada) una escuadra negra al servicio del capitán Nestares dispara por la espalda a Federico García Lorca junto a los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Juan Arcoyas Cabezas y el maestro de escuela Dióscoro Galindo.

Un año después, exactamente el 18 de agosto, moría desangrado en el Hospital Militar de Santander Rafael Rodríguez Rapún, herido tres días antes en el frente de Bárcena de Pie de Concha (Cantabria). Tenía 25 años. Así acaba la historia hermosa y terrible de estos dos hombres remachados por una pasión que los llevaba del cielo al infierno por la vía rápida. Si andaban juntos ninguna hormona estaba en su sitio. Habían construido su relación como otra placenta donde los amantes se procuraban un mundo fuera del mundo. Pero se querían también a la deriva, entre encuentros y desencuentros. Y así llegó la guerra. La muerte de Federico empujó a Rafael a alistarse. Fue teniente de Artillería, formado en la Escuela Popular de Guerra en Lorca (Murcia). Quiso a Federico sin saber muy bien cómo se quiere en estos casos. Rapún era estudiante de Minas y Derecho. Rapún destacaba entre los juveniles del Atlético de Madrid. Rapún era un muchacho apuesto, parido en Madrid en 1912. Exactamente 14 años menor que Lorca. Rapún era bisexual(“Tan cerdo que se acostaba con mujeres”. Así le dijo a Luis María Anson el crítico Juan Ramírez de Lucas, otro joven amante de Lorca). Por entonces la vida aún era buena, y noble y casi sagrada. Pero el destino empezaba a insinuar que todo triunfo es siempre inestable.

Durante más de 70 años los hermanos de Rafael han conservado su memoria entre varias cajas y una maleta de cartón: documentos inéditos, fotografías de Federico dedicadas, dibujos del poeta en seis o siete libros… María y Tomás Rodríguez Rapún salvaron este archivo hoy casi por entero desconocido y al que ha tenido acceso EL MUNDO. “Aunque probablemente Rafael dejó lo más comprometido en otras casas o lo destruyó”, explica Conejero. Sacaron lo que pudieron de la casa familiar de la calle Rosalía de Castro (hoy calle Infantas) cuando en 1937 un obús entró por la cocina y reventó el piso. “Entonces nuestra familia se trasladó durante algunos meses al palacio de Villahermosa, sede actual del Museo Thyssen, donde estaba uno de los refugios de Madrid”, explican las sobrinas de Rafael Rodríguez Rapún y herederas del archivo familiar: Sofía y Margarita. “Desde niñas hemos oído el relato de aquellos días. Mi padre y mi tía nunca ocultaron la relación de Rafael con Lorca, pero no era algo de lo que les gustara hablar demasiado. Sobre todo si quien preguntaba iba derivando hacia la intimidad. Ellos conservaron este archivo que muy pocos conocen. Sabían del valor que tiene para entender la relación de nuestro tío con García Lorca y cómo fueron aquellos dos últimos años de ambos”.

Entre otros fetiches destaca una fotografía inédita de carnet del poeta que, en su reverso, tiene una dedicatoria que sí ha sido reproducida: “A Rafael, recuerdo de su entrañable y leal camarada. Federico. ¡Barraca! ¡Barraquita!”. Es una imagen de 1935, de perfil. Regalo de Lorca a Rapún poco antes de viajar a Valencia. Allí escribió el poeta algunos de los 11 Sonetos del amor oscuro en cuartillas con membrete del Hotel Victoria. Era el mes de noviembre, Margarita Xirgurepresentaba Yerma y él esperaba con inquietud la llegada de Rafael, que decidió no aparecer y cuya ausencia adquirió en esos días el contorno de una pesadilla: “Amor de mis entrañas, viva muerte,/ en vano espero tu palabra escrita/ y pienso, con la flor que se marchita,/ que si vivo sin mí quiero perderte”. Su relación estaba dolorosamente de acuerdo con su obra.

Lorca sufría. Lloraba a Cipriano Rivas Cherif, director de la compañía teatral Xirgu-Borrás. De forma turbia los amantes se enredaban y desenredaban. Hay un esfuerzo conmovedor por estar juntos y una realidad que tiene algo de imposibilidad y de enmienda malograda. Ya no está el Federico pianístico y alegre, frívolo, divertido. Sino el hombre angustiosamente libre para el desengaño. El de fondo nocturno en la risa. El de esa soledad que en el creador de éxito cuesta imaginarse. El que irrumpe en los Sonetos es el tipo abatido, el que se siente matar por lo que no entiende. Rapún va con mujeres. Pero Rapún también le quiere mientras Federico lo ama. “Fue su más hondo amor, su cómplice en La Barraca, su compañero. Rechazó marchar con la Xirgu a América en enero de 1936 porque Rapún estaba preparando exámenes y le resultaba insoportable la idea de separarse”, explica Conejero. El drama social se acercaba a 1936 y el drama pasional de Federico se ponía en línea con todo el maleficio que quedaba por delante. Rapún le fue tan apasionado y fecundo que se convierte en alguien inseparable e indivisible. Pero no siempre del lado de la alegría. “Pese a la clandestinidad y a los accidentes de una relación de años, tuvo también su parte de amor feliz, intenso, pleno de complicidad. A Rafael, por ejemplo, le confió una copia de El público para que la mecanografiase en el verano del 36. Con él vivió La Barraca. Con él mantuvo goces y desdenes“, advierte Conejero.

Sonetos de amor oscuro

A Rapún le dedicó aquellos sonetos prodigiosos y le dejó también un ajuar de cariños en dedicatorias y dibujos. Todo ese material lo maneja Alberto Conejero y en él trabaja desde hace dos años para dar forma a un ensayo que pone en pie la figura del amante y la importancia decisiva que éste tuvo en el ánimo del poeta durante los últimos compases de su vida. Hay puntos secretos de esa relación (bien lo sabe Conejero) donde la verdad cristaliza como no se conoce hasta ahora. Rapún y Lorca llevaron su pasión descoordinada a cuestas. Una pasión que va más allá de los cuatro momentos estelares que han fijado las biografías. Rafael estaba bien enclavijado en el mundo íntimo de Lorca. Éste le presentó a algunos de sus mejores amigos. Aleixandre le dedica la primera edición de Pasión de la tierra haciendo mención a los poemas del joven, aunque hasta ahora no se ha descubierto ninguno entre los papeles que dejó. Asimismo, Pablo Neruda le hace un guiño en un ejemplar de Residencia en la tierra: “A Rafael, que viene aullando”.

– ¿Le leyó Federico alguno de los sonetos a Rafael?

– Es muy probable. Igual que se los leyó a Cernuda (parece que mientras Federico tomaba un baño en su casa de la calle Ayala de Madrid), a Aleixandre y a otros cuantos amigos cercanos. Pero de aquel conjunto de poemas se han perdido seguramente aquellos que celebraban más el amor carnal, como este: “¡Oh cama de hotel, oh dulce cama!/ Sábana de blancuras y rocío./ ¡Oh rumor de tu cuerpo con el mío!/ ¡Oh gruta de algodón, penumbra y llama!”.

El mundo estaba bien hecho hasta que el zumbido de la Guerra Civil se encargó de aportar su locura a esta sucesión de amor y desvelos. Militares gañanes y hombres armados con palitroques empezaron a tomar posiciones en la vida de los otros. Era 1936 cuando España comenzó a resquebrajarse y la brisa de los olivos cambió por un ruido de estacas. La despedida entre ambos fue una más de las suyas. Nada hacía presagiar que fuese la definitiva. “Aunque estaba ya paseando el fantasma de la guerra, no creo que ninguno pensara ni por un momento que jamás se volverían a ver. Rapún marchó de vacaciones a Donosti después de los exámenes, donde le pilló el arranque de la guerra y tuvo que ser escondido por unas amigas”, sostiene Conejero. Lorca se quedó en Madrid hasta que decide ir a Granada a pasar el día de San Federico. Edgar Neville le insiste para que no haga el viaje a casa. Seguramente hablaron por teléfono a lo largo de todo ese mes. Hasta mediados de julio, por lo menos. Y ya nunca más.

Después del asesinato de Lorca la vida de Rodríguez Rapún es ambulante y penosa. Fue el padre de Rafael, Lucio, quien en septiembre de 1936 le dice lo que sucede cuando regresa del viaje: “Han matado a tu amigo el poeta”. Cuentan que reaccionó como un loco y las manos hechas aspas. Salió corriendo a los gritos. Tardó horas en regresar a casa y ya nada fue lo mismo. “Marcha de Madrid a finales de 1936, adquiere el grado de teniente, regresa a Madrid, luego Valencia y luego Oviedo. Así hasta que muere en Santander combatiendo en el bando republicano”, afirma Conejero. “Durante aquel año penoso en la guerra no sabe nada de su hermano Tomás, las postales que envía a su familia y que le envían a él llegan tarde o no llegan. Sufre una espantosa soledad, pero sigue luchando por la República hasta que una madrugada cae herido”. Tiene 25 años. Está agonizando justo un año después del asesinato de Lorca. Era 18 de agosto de 1937 cuando una enfermera voluntaria le entorna los ojos. En Madrid dejó dispersos los retales de aquella relación. Quedan cosas por revelar, por descubrir, por hilvanar entre tanto cabo suelto. La imagen inédita de Lorca de perfil es una muestra. Una estampa de carnet que el poeta le regala para mantener viva la memoria. Igual que los hermosos dibujos, algunos reproducidos y otros aún por conocer, que Lorca le hace en cada dedicatoria a Rafael. El muchacho por el que escribió esos sonetos dañados por versos terribles, palabras en vilo, bancales de sexo secreto. Paraísos de lo que no pudo ser. “Esta luz, este fuego que devora./ Este paisaje gris que me rodea./ Este dolor por una sola idea./ Esta angustia de cielo, mundo y hora”.

Informar, prevenir y orientar, las recetas de la Complutense contra la homofobia y la transfobia

La UCM crea el primer servicio universitario para atender a alumnos, profesorado y personal LGTB

Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género de la UCM

Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género de la UCM. JAVIER CUESTA

Viernes 22 de abril por la noche en la Puerta del Sol. Dos jóvenes de 24 y 27 años pasean de la mano, como cualquier otra pareja, cuando tres hombres comienzan a insultarles. “¡Maricones!”. La mofa desemboca en un violento ataque: los dos chicos acaban con sus caras gravemente fracturadas, entre otros huesos rotos y fuertes magulladuras. Poco más lejos, a la salida del metro de Tribunal, otra pareja de homosexuales sufría un asalto similar.

En Madrid, cada 48 horas se produce un nuevo ataque contra este colectivo. “Si no has sufrido algún tipo de agresión es porque no te has visibilizado tal como eres o eres muy normativo en tu comportamiento o en tu aspecto”, dice Mercedes Sánchez Sáinz, profesora de la Universidad Complutense de Madrid y coordinadora del la primera oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género en el campus de Moncloa. Se trata de un proyecto pionero que pretende ayudar a prever situaciones de violencia y discriminación del colectivo LGBT.

Con un mes de vida y un entusiasta equipo de ocho personas, no ha parado de recibir correos desde que abrió sus puertas, incluso desde otras universidades. “Es el primer servicio de este tipo que se crea en una universidad del territorio español”, explica José Ignacio Pichardo, coordinador de la oficina del Campus de Somosaguas y doctor en Antropología Social. Mercedes aclara: “José Ignacio y yo llevamos muchos años trabajando esto y vimos que había una demanda. Los estudiantes venían a hablar con nosotros porque visibilizábamos estos temas en clase. Sentimos la necesidad de institucionalizarlo porque no podía depender solo de nosotros”. José Ignacio la secunda: “El alumnado que tiene algún tipo de problema enseguida te detecta, pero nosotros solo podíamos mediar de forma individual”.

El novedoso proyecto es el tercer gabinete de la UCM que apoya la diversidad. El primero, creado en 2003, está destinado a las discapacidades físicas, y el “sociocultural” llegó en 2015, coincidiendo con la crisis de los refugiados. “Intentamos que la Complutense sea inclusiva, un ejemplo de espacio contra la intolerancia y la celebración de cualquier tipo de diversidad”, explica Mercedes García, Delegada del Rector para esta Oficina. “Queremos hacer de esta Universidad un espacio libre de homofobia y transfobia”.

Minimizar las barreras

El colectivo de los transexuales se encuentra ahora en el centro del huracán, desde que hace dos escasos meses, la Asamblea de Madrid aprobase -sin apoyo del Gobierno regional- una nueva ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación, cuya principal novedad es “garantizar la integridad corporal de los menores intersexuales hasta que éstos definan su identidad”.

“Estamos intentando aplicarla en la Universidad. Tenemos entrevistas con personas de este colectivo -ahora mismo trabajamos con diez- para comentarles la iniciativa. Aunque en tu DNI no figure tu nombre sentido, se puede cambiar en las actas, en el campus virtual, etc.”, dice José Ignacio. Sin embargo, el cambio de nombre puede ser una nimiedad comparado con lo que deberían ser insignificantes trámites burocráticos. “Una persona trans que se ha cambiado el nombre legalmente nos decía que no podía modificar el de su correo electrónico (que configura el servidor automáticamente). Hay muchas cosas cotidianas que parecen fáciles y que aún no lo son“.

¿Existe algún grupo dentro del colectivo que sea más reticente a pedir ayuda? “Creo que cada uno tiene su especifidad”, opina Pichardo. “Este es el año de las personas bisexuales y uno nos contaba que es muy difícil, tanto en el ámbito personal como en el profesional, que la gente acepte que te puedes enamorar de un hombre o de una mujer. Además de ser de los más incomprendidos es de los colectivos más invisibilizados“. Mercedes Sánchez señala a las lesbianas: “Nosotras también hemos estado menos visibles. Sufrimos doble discriminación: por mujeres y por lesbianas”.

Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género de la UCM.-2jpg

Un espacio inclusivo

Aunque la oficina está especialmente orientada a informar y asesorar a personas LGTB, Pichardo aclara que “no hace falta ser ballena para ser de Greenpeace”y que todos los miembros de la UCM que quieran investigar o consultarles algo o colaborar pueden visitarles. “La misma oficina es diversa sexualmente”, corrobora Askaiz Sanz, uno de los dos chicos en prácticas, “también hay heterosexuales”, añade entre las risas de sus compañeros.

“La homofobia y la transfobia no solo la sufren las personas LGTB. También se va a discriminar a un heterosexual que se salga de la norma de género. La formación es una de las patas de esta oficina y educarse implica un cambio de mirada“, dice José Ignacio.

Mercedes Sánchez es doctorada en Educación y se queja de que en este aspecto estamos todavía muy verdes. “José Ignacio y yo hicimos un estudio conjunto y observamos que el insulto de ‘mariquita’ aparece desde los cinco añosvinculado con el género. Se debería de formar al profesorado desde infantil y dedicar un espacio a este temario. Hay profesores que están formados pero no tienen herramientas dentro del sistema educativo. Existe material, pero se desconoce”.

José Ignacio reconoce que la sociedad española “ha cambiado y se percibe”, pero todavía “queda una minoría que sigue teniendo actitudes homófobas y te hace sentir mal en determinados contextos”.

“En general, disfrutamos de ese respeto”, dice José Ignacio. Son los jóvenes los que necesitan más acompañamiento en ese proceso de auto aceptación, y por eso desde la oficina han organizado jornadas donde profesores del colectivo han compartido sus experiencias, algo que “no ha resultado nada fácil, porque una cosa es compartir tu orientación con tu círculo profesional y personal y otra, contar tus vivencias”, dice Mercedes Sánchez. Javier explica que este tipo de apoyo contribuye a que los homosexuales y transexuales puedan tener un bienestar psicosocial equilibrado” y este es el fin que persigue la oficina. “No queremos sustituir el activismo”, puntualiza Pichardo, “esto es algo complementario”.

Esperanza para los niños transexuales: “De mayor me llamaré María”

Una familia se acogerá al precedente de dos jueces de Valencia para rectificar los datos de su hija transexual

 

Con seis años, María tiene claro que de mayor no quería, como sus hermanos, ser ni astronauta, ni inventor ni superhéroe, sino una chica. Su madre, Ana Navarro, recuerda cuándo descubrió que Mario era en realidad María. “Si echara la vista atrás y pensara en qué momento se manifestó que era una niña, yo diría que desde siempre: la recuerdo con solo dos años jugando a roles que están socialmente asociados a las mujeres. Cuando empezó a conquistar el lenguaje día sí y día también repetía que de mayor iba a ser una nena y se llamaría María”, explica.

Ana continúa con la historia de su hija: “Por las noches me ponía a buscar información por Internet porque la educación que yo había recibido era que los niños son porque tienen pene y las niñas son porque tienen vulva. Yo a él no lo veía feliz, no con el esplendor que debía tener un niño en su infancia. Se mostraba muy tímido y yo veía que no…”. Buceando en la red, esta psicóloga de 38 años, madre de cinco hijos, dio con un artículo publicado en la prensa por África Pastor, de la Fundación Daniela, que le abrió las puertas a un mundo del que necesitaba conocerlo todo. Se puso en contacto con esta fundación, que la ayudó primero a entender qué ocurría con María y luego a dar los primeros pasos.

“Un día durante la cena contamos que conocíamos a una niña que tenía pene y hubo un diálogo con mis hijas mayores mientras la pequeña escuchaba. Les propuse a los cinco que íbamos a redecorar sus habitaciones y quería que dibujaran su autorretrato para imprimirlo en grande y colgarlo de las paredes. Y María se dibujó como lo que es, una nena, con un vestido, el pelo largo y su nombre de chica. Recuerdo que cuando me trajo el cuaderno, le dije: ‘Ah, Mario, qué guapo con el pelo largo’ y levantó la cara y me dijo muy serio: ‘yo voy a ser chica y lo voy a ser’. Tenía 5 años”.

La familia de María empezó el tránsito social, que no es otra cosa que el proceso por el que se comunica al entorno esa realidad. “Un viernes se fue del colegio como Mario y el lunes siguiente María volvió vestida con su pichi de uniforme, que era lo más. Y sin ningún problema”, resume Ana, que destaca lo fácil que lo puso todo la Escuela Infantil Virgen de Cortes de Valencia, el cole de la niña, y el asesoramiento de la Fundación Daniela. “Es el entorno el que permite que una persona se pueda expresar en libertad. La gente suele confundir identidad con genitalidad”, añade.

Para la batalla legal, la familia de María se acogerá al precedente de dos juezas del Registro Civil de Valencia que entre diciembre y febrero autorizaron por primera vez el cambio registral de nombre y sexo a dos menores sin necesidad de acreditar el tratamiento médico de dos años que exige la ley española. Ana Cañizares, abogada del despacho Vivar&Asociados, lo consiguió a petición de dos clientes socios de la Fundación Daniela y de la Asociación Crysallis. “Es un precedente para el resto de registros civiles de España, que en su mayoría no se han visto nunca con un expediente de rectificación de género de menores, y no saben cómo tramitarlo. Pensamos que hay desconocimiento y hasta temor en los jueces responsables del Registro Civil”, considera el despacho.

El pasado mes de marzo el Tribunal Supremo cuestionó el veto al cambio de nombre de los niños transexuales y planteó una cuestión de inconstitucionalidad sobre la ley que exige la mayoría de edad para modificar la identidad y el sexo en el registro. Además, el Consejo de Europa pide a sus países miembros que no se discrimine la transexualidad. Que los menores portaran un DNI o identificación que no coincidía con su nombre y sexo sentido, “provocaba muchas situaciones denigrantes y dolorosas en casos tan cotidianos como usar el lavabo o vestuario en el colegio, ir de campamento, causando dolor a las familias y al menor”, añade el letrado Juan Antonio Vivar, que explica que alguno de los menores representados por su despacho había tachado con tipex la foto y el nombre de su documento de identidad porque no se reconocían en ellos.

“Lo desconocido nos da miedo pero es fácil”, subraya Ana Navarro, madre de María. “Si nos escapamos a cualquiera de las etiquetas, nos queda la persona. Ahora veo feliz a María, la veo a tope”, dice. María ya no quiere ser chica porque ya lo es, y cuando le preguntan sobre qué quiere ser de mayor, contesta sin vacilaciones que profesora de equitación. Le encantan los caballos.

NUEVE REGIONES CON UNIDADES DE GÉNERO

En España hay nueve comunidades que tienen unidades de identidad de género o atención a transexuales en su cartera pública de servicios: Asturias, País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía y Canarias. Los últimos datos epidemiológicos —de finales de 2014—, puestos en común por las comunidades que ofrecen la prestación pública, arrojaban 4.459 personas transexuales atendidas, de las que un 10% eran menores. “Por extrapolación de estos mismos datos, en España habría de un varón biológico que se siente mujer por cada 9.665 hombres a uno por cada 21.031”. Es una horquilla en función de las cifras recogidas por las diferentes comunidades autónomas, explica Hurtado. A la inversa, personas nacidas mujeres que se sienten hombres, hay entre una por cada 15.456 a una por cada 48.096.

“A los jóvenes transexuales el sistema no nos deja existir”

Terminar los estudios, conseguir trabajo o independizarse son algunos de los principales problemas a los que se enfrenta la actual juventud española. Éstas y otras situaciones de la vida cotidiana se complican para los jóvenes transexuales.

“La etapa educativa es una de las más complicadas de afrontar cuando estás en una transición, es difícil encontrar centros inclusivos donde se respeten las diferencias y se pongan medidas reales para parar el acoso hacia el alumnado trans”, dice Ángela Sotogrande. Esta joven transexual no abandonó en ningún momento sus estudios porque tenía claro que “sin estudios y siendo trans, seguramente no llegaría a ninguna parte”.

Sin embargo, el caso de Ángela es diferente al de Elizabeth, que tuvo que cambiar de instituto porque el centro privado en el que estudiaba no ofrecía ninguna medida para acomodar a una alumna trans. O el caso de Paula, que abandonó el entorno escolar hasta en dos ocasiones.

Elisabeth-Angela_EDIIMA20160429_0526_5

Según el estudio Transexualidad en España, Análisis de la realidad social y factores psicosociales asociados, solo un 39,2% de los jóvenes hizo visible su transexualidad cuando estudiaba. Los jóvenes transexuales coinciden a la hora de calificar los espacios educativos como entornos no inclusivos, especialmente durante la educación secundaria, cuando el sistema binario irrumpe con fuerza y los niños y las niñas tratan de encajar en uno de los estereotipos establecidos.

Para estos jóvenes transexuales el problema es de base. Creen que los roles de género en los que se educa a los niños son rígidos y los espacios educativos no educan sobre la diversidad ni invitan a que los alumnos se comporten como son. Además, acusan a leyes como la LOMCE de obstaculizar el crecimiento de entornos seguros y respetuosos en los que se persiga la transfobia, o cualquier otro tipo de acoso.

El difícil acceso a un puesto de trabajo

El problema del desempleo – que alcanza a un 46,5% de los jóvenes españoles– se agrava en el caso de los jóvenes transexuales, quienes suelen estar expuestos a la transfobia en el ámbito del trabajo. “A la hora de hacer el curriculum, ¿qué nombre pongo? ¿El legal o el mío? Y en la entrevista, ¿lo cuento o espero? ¿Y si me contratan y luego me piden el DNI?” Éstas son algunas de las preguntas que estos jóvenes se hacen a la hora de tratar de conseguir un empleo. “Te tienes que enfrentar a tus miedos como persona para hacer un simple curriculum” dice Rion, un joven de 21 años, que confiesa tener miedo a enfrentarse a la búsqueda de trabajo.

El abandono del sistema educativo o la falta de concordancia de su imagen corporal con su nombre en el DNI son algunas de las razones que dificultan el acceso de estos jóvenes a un trabajo digno. “Hay ciertos trabajos a los que no podemos acceder si nuestra imagen no coordina con la que la sociedad establece”, dice Marcos, quien en más de una ocasión no ha sido contratado por esta razón.

Aitor, estudiante del Grado en Educación Primaria, también experimentó rechazo cuando solicitó hacer prácticas como monitor en un campamento: “Me dijeron que si tuviera cambiada mi documentación sí que podría trabajar, no tiene sentido porque es un papel donde pone un nombre y un sexo, no tiene nada que ver con lo que soy”.

Aitor-Rion_EDIIMA20160429_0525_5

La precariedad también es un problema frecuente entre aquellos que consiguen un puesto de trabajo. Según el estudio elaborado por la Universidad de Málaga en 2011, un 33,3% de los personas transexuales tiene ingresos inferiores a 600 euros y más del 55% señala haber tenido algún conflicto en el trabajo al hacer pública su transexualidad. Esto hace que muchos jóvenes dirijan sus intenciones laborales hacia ámbitos “más abiertos” como la educación, la psicología o el propio ámbito trans. “Lo más probable es que termines siendo autónomo porque te das cuenta de que nadie te va a contratar”, dice Marcos.

Estos jóvenes también coinciden en que las medidas de discriminación positiva en el acceso al empleo –que se aplican en comunidades como Navarra– son solo una solución temporal. “Son facilidades para llegar a las mismas oportunidades que tiene otra persona, si cambiase el sistema y no fuera necesario encajarte en un género para acceder a un puesto de trabajo, no necesitaríamos la discriminación positiva”, opina Marcos. Sin embargo, para otros jóvenes como Paula, la discriminación positiva no ayuda a normalizar la situación: “Yo, como persona trans no pido privilegios, pero tampoco pido perjuicios”, asegura esta joven.

La emancipación forzada

Las trabas que estos jóvenes encuentran a la hora de encontrar trabajo también limitan sus posibilidades de independizarse económicamente. Según el último informe publicado por el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud, el 80% de los menores de 30 años de nuestro país aún no ha conseguido emanciparse. El apoyo económico de la familia continúa siendo una de las principales fuentes de ingresos para los jóvenes españoles, un apoyo fundamental para los jóvenes trans, quienes no siempre encuentran la aceptación dentro de su familia.

Marcos-Angela_EDIIMA20160429_0523_5

Para ellos, muchas veces no existe la opción de una emancipación normal: “muchos jóvenes trans que viven fuera de casa lo hacen porque no han recibido apoyo familiar” nos cuenta Paula desde Galicia. Es el caso de Marcos que se marchó de casa a los 23 obligado por la insostenible situación que estaba viviendo. A día de hoy, con 27 años, Marcos vive de nuevo con su madre de quien aún depende económicamente. Este caso es habitual, tal y como nos cuenta Leo Mulió, psicólogo de la Fundación Daniela, dedicada a la defensa de los derechos de menores y jóvenes transexuales. Leo recibe muchos casos de jóvenes trans que no inician su cambio por miedo de quedarse en la calle: “El ser dependiente económicamente muchas veces frena y dificulta el proceso de cambio”.

Las dificultades de la vida cotidiana

Actividades tan normales como utilizar la tarjeta de crédito, viajar, practicar deporte o incluso usar un cuarto de baño se convierten en situaciones de conflicto a las que los jóvenes transexuales se tienen que enfrentar en su día a día. El proceso para conseguir un nuevo DNI es largo y complicado y la falta de concordancia entre su imagen corporal y su nombre legal hace que constantemente tengan que dar explicaciones. En la universidad, en el banco, en el médico… Son muchos los ámbitos en los que estos jóvenes encuentran problemas. “Te sientes vulnerable, sientes que la ley no te respalda, que tienes que ir a contracorriente cada día”, confiesa Marcos.

“Es absurdo, únicamente tener cambiado el DNI indica si eres ‘una mujer’ o ‘un hombre’ de verdad”, dice Andrea, quien sueña con poder competir en Atletismo. A pesar de tener apariencia femenina, la Federación le impide competir con el resto de chicas hasta que esta joven trans no consiga legalmente el cambio de identidad. Para Rion, la razón de que surjan todos estos problemas cotidianos es que “la gente necesita identificarte, ponerte en una caja o en la otra. No entienden que puede haber una tercera, una cuarta o las que sean”.

Un juez decide que la pareja gay retenida en Tailandia se pueda llevar a su hija a España: “Llevamos 15 meses luchando”

Gordon Lake y Manuel Santos, con Carmen, nacida en Tailandia mediante gestación subrogada

Gordon Lake y Manuel Santos, con Carmen, nacida en Tailandia mediante gestación subrogada EFE

La batalla legal en la que están envueltos Bud Lake y Manuel Santos en Tailandia ha tenido su desenlace este martes. La pareja podrá quedarse con Carmen, que nació hace un año mediante gestación subrogada, y regresar a su casa en Valencia. Un juez ha decidido sobre la custodia de la niña, que ambos se disputan con la madre gestante, la cual no ha firmado el documento que precisan para que la menor obtenga el pasaporte y puedan abandonar el país. “No hay manera de expresar con palabras lo que estamos sintiendo, hoy es un gran día para los derechos LGTB” ha publicado la pareja a través de Facebook tras conocer el fallo del jurado.

El matrimonio, que tiene otro hijo de dos años gestado en India mediante la misma técnica, ha estado viviendo en Tailandia desde enero de 2015, cuando nació la niña, a la que han estado cuidando mientras se soluciona el conflicto. “Carmen es nuestra hija y llevamos 15 meses luchando para que se reconozcan nuestros derechos”, sostiene Santos en declaraciones a eldiario.es. Todo un proceso que, afirma, han seguido “sin ningún tipo de ayuda de nuestras embajadas”. Bud es norteamericano y Manuel, español.

El conflicto se inició al poco tiempo de que Patidta Kusolsang, la mujer gestante, diera a luz a Carmen, concebida con el esperma de Gordon y el óvulo de una donante anónima. Ambos decidieron comenzar el proceso en Tailandia a través de una agencia, ya que en España es ilegal. En nuestro país la Ley 14/2006 de 26 de mayo sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida lo prohíbe expresamente.

Pero el tema está expuesto a un enorme debate entre aquellos que apuestan por regular la práctica, como la Asociación Son Nuestros Hijos y los que consideran que supone “la mercantilización del cuerpo de la mujer y fomenta su explotación”, tal y como considera el Partido Feminista, que la semana pasada interpuso una denuncia contra los organizadores de una feria de vientres de alquiler que se celebrará en Madrid los próximos 7 y 8 de mayo.

El movimiento #BringCarmenHome

Según el matrimonio, días después de que en el hospital Kusolsang diese el consentimiento para que se llevaran a la niña a casa, no acudió a la embajada de Estados Unidos en Bangkok para firmar el documento necesario para que pudiera salir de Tailandia. Trataron de llegar a un acuerdo sin éxito, lo que les condujo a comenzar el proceso en los tribunales.

El motivo que esgrimió entonces Kusolang fue que no son una pareja “ordinaria”, en referencia a su orientación sexual. “Luego conforme el tiempo pasaba, fueron muchas otras excusas y acusaciones, entre ellas, que estábamos involucrados en el tráfico de personas”, afirma el matrimonio.

La defensa de Kusolang asegura que la mujer se enteró de la condición sexual de la pareja el día del nacimiento de Carmen, cuando vio los documentos en la habitación del hospital, según afirmó en declaraciones recogidas por The Guardian. Pero la razón del conflicto no es esa, sino que se ha arrepentido y “ahora jamás vendería a su bebé por dinero”, sostiene su abogada.

“No es nuestra culpa si la agencia New Life, principal responsable de esta pesadilla, no le comunicó que somos gays”, sostiene Santos a través de Facebook. Las redes sociales han sido fundamentales a la hora de difundir su caso, que se convirtió en el movimiento #BringCarmenHome. La actividad no ha frenado en Twitter e Instagram y la petición online que lanzaron para recabar apoyos alcanzó casi 170.000 firmas.

“Ahora sólo queremos volver a nuestras vidas normales” ha publicado la pareja esta mañana a través de su página de Facebook donde también han agradecido el apoyo recibido y han anunciado que publicarán un libro para contar toda su experiencia. “Amamos Tailandia y prometemos que volveremos a menudo para enseñar a nuestros hijos a amar este país” añaden en su comunicado los padres de la pequeña, quienes proponen que el movimiento que se inició bajo la etiqueta #BringCarmenHome pase a llamarse #Carmensgoinghome.

El cambio de ley en Tailandia

Cuando Carmen tenía ocho meses entró en vigor en Tailandia la ley que prohíbe expresamente la maternidad subrogada a extranjeros y a parejas homosexuales, lo que provocó que la agencia New Life cerrara. Sin embargo, la norma incluye una disposición transitoria a la que pueden acogerse los padres que hayan iniciado el proceso de gestación con anterioridad. En ello se amparan Lake y Santos, que aseguran “haber luchado e intentado que el país reconozca nuestro matrimonio, perfectamente legal en nuestros países”.

Tailandia, tradicionalmente considerado como una de las principales industrias de vientres de alquiler en el mundo debido a los bajos precios y al vacío legal en el que estaba sumido, decidió cambiar la ley por dos casos que le hicieron saltar a las portadas de los medios internacionales. El primero, el de un padre japonés que había engendrado a 16 hijos, en su mayoría a través de vientres de alquiler. El segundo, el de una pareja que abandonó a su hija nacida mediante gestación subrogada por tener síndrome de Down.

Los casos vinculados a la explotación y la polémica que suscita el tema llevaron a Lake y Santos a asegurarse de que Kusolsang “es una mujer con un alto poder adquisitivo, más que nosotros, que aceptó voluntariamente gestar a nuestro bebé”. La batalla legal del matrimonio se ha centrado también en demostrar que “somos una familia preparada para criar unos hijos felices y Carmen debe criarse con la familia que conoce desde el día en que nació”. La ley tailandesa “habla de que, por encima de todo, se velará por el bienestar del bebé”.