Doble boda gay en Génova 13

Un centenar de personas se concentra frente a la sede del PP en Madrid para pedir la retirada del recurso a la ley de matrimonio homosexual

“Estáis todos invitados al doble matrimonio que vamos a celebrar a las 13.00 en el número 13 de la madrileña calle Génova, frente a la sede del Partido Popular”. Esta podría haber sido la invitación a la boda, simulada, de dos parejas, una de chicos y otra de chicas, que se realizó ayer en Madrid. Un centenar de personas, representantes de más de 20 asociaciones LGTB+H (Les, gay, trans, bi + hetero), exigieron al PP, ante la mirada estupefacta de muchos viandantes, la retirada del recurso de anticonstitucionalidad interpuesto a los matrimonios de parejas del mismo sexo.

“Queremos pedir a los populares que retiren una alegación que llevan cinco años manteniendo. Es su última oportunidad para dejar de ser un partido homófobo. No vale con las palabras amables, tienen diputados que pueden acabar con ese ultrajante recurso”, explica Rubén López, de 30 años, presidente de Arcópoli, la asociación universitaria convocante de la protesta que fue secundada por la federación de asociaciones LGTB+H. El Partido Popular recurrió la ley de matrimonio gay ante el Tribunal Constitucional el 30 de septiembre de 2005, dos meses después de su aprobación por parte del Congreso. En sus alegaciones se apoya en el artículo 14 de la Constitución: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Algo incomprensible para Toni Poveda, presidente de la FELGTB, que, minutos antes de la protesta, aseguraba no entender el recurso: “Esta ley combate la discriminación, no la fomenta”.

“Me gustan las peras, me gustan las manzanas. En la cama me meto con quien me da la gana”, cantaba una masa de casi un centenar de personas. La doble boda, con la bandera arcoiris como alfombra y las emblemáticas gaviotas del PP de fondo, se escenificó en el paso de peatones que cruza Génova, a la altura del cuartel general popular. Al mismo tiempo, el coro pedía igualdad, familia y la visibilidad de supuestos miembros homosexuales del PP que no salen del armario (“Rita Barberá, aprovecha y ¡sal ya!”). “No sé por qué se manifiestan pero me parece una locura. Conozco a muchos miembros del PP que viven y practican su homosexualidad. Pero, ¿por qué hay que casarse? Casarse es reaccionario, ya no se lleva. No creo que esto tenga que ver con la política”, añade Julia Escobar, escritora de 64 años, casada y que pasaba por la calle durante la concentración.

Fue un casamiento corto; tan solo una hora de sonrisas, reivindicación de la familia e indignación que acabaron con la lectura de un manifiesto.

“Hemos venido a mostrar la vergüenza que representa el recurso. Estos señores pretenden crear ciudadanos de clase A y ciudadanos de clase B; quieren excluir a cuatro millones de españoles. Por eso estaremos aquí, año tras año, para ver si se les cae la cara de vergüenza”, concluye Carla Antonelli, activista y antigua coordinadora del área trans del PSOE, mientras la gente corea “que se besen, que se besen”. Ambas parejas juntan sus labios en un típico final de boda.

El asesinato de Cristina, sin culpables

Asesinato de Cristina (Smail Larouhni)Los investigadores buscaron pruebas en el lugar del crimen.

Los investigadores buscaron pruebas en el lugar del crimen. fernando bustamant

TERESA DOMÍNGUEZ VALENCIA
Smail Larouhni tenía 36 años. Su cadáver, desmadejado, travestido y abrasado por el fuego, fue encontrado un martes por la mañana, tirado en un camino sin apenas tránsito en la parte trasera del cementerio nuevo de Aldaia; un camposanto en las afueras del municipio, flanqueado por alguna nave industrial, muchos vertidos ilegales y el habitual entramado de caminos que atestigua que esta zona fue un día tierra de huertos.
Smail, una transexual aún a caballo entre la depilación y la hormonación, se ganaba la vida prostituyéndose bajo la máscara del nombre de Cristina, con clientes que, en su mayoría, la recogían en una parada del autobús en la calle Joaquín Ballester, cercana a La Fe.
De origen marroquí y carácter difícil, su muerte conmovió a su círculo más próximo, desplazó a su familia desde el Magreb y amedrentó a las transexuales que ejercen en las calles de Valencia. También puso en marcha la maquinaria policial, pero poco más.
A los cinco meses, los agentes de Homicidios de la Guardia Civil detuvieron a cinco personas, entre ellas a los únicos tres hombres que habían tenido móvil y ocasión para acabar con la existencia de Smail/Cristina. Pero la investigación, salpicada de mala suerte y poca colaboración de aquí y allá, acabó por flojear donde más tenía que aportar: en las pruebas. Indicios y sospechas fueron acumulados sobre la mesa de un juez al que la entrega de los detenidos pilló de vacaciones de verano. La conjunción de tanto factor negativo ha terminado por instalar el caso en la vía muerta del fracaso: la Fiscalía ha solicitado ya que se concluya el sumario sin procesamiento. Esto es, sin sospechosos oficiales. La muerte de Cristina se queda, pues, sin culpables.
Nada más producirse el hallazgo del cadáver, acudió una patrulla de la Policía Local de Aldaia. Precintaron la entrada y la salida del camino, no sin antes dar una vuelta por los alrededores del cuerpo. Así lo confirma la inspección ocular realizada por el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil, que aisló huellas de botas en el área. Pero nada de interés policial. Ninguno de los restos y objetos que fueron recogidos en el entorno más próximo al cadáver de Smail ha servido para incriminar a los sospechosos. Ni rastro de su ADN. Ni objetos personales. Una inspección baldía.
La autopsia tampoco iba a ayudar mucho. El cuerpo estaba completamente vestido, incluidos los zapatos. Llevaba incluso restos de maquillaje y su bolso con la cartera y la documentación dentro, pero no su peluca, que nunca apareció. En ese escenario, lo más probable es que a Cristina la hubiesen matado de noche, cuando iba arreglada para trabajar, y que el cuerpo hubiese sido trasladado y quemado inmediatamente después de su fallecimiento, sobrevenido por un único golpe en la cabeza.

Primer escollo
El primer escollo fue fijar la hora de la muerte, un dato esencial en este caso. A los pocos minutos de hallar el cuerpo, los agentes ya conocían la identidad probable de la víctima ya que había un documento en la cartera. Un marroquí llegado a España unos años antes y con antecedentes por riñas que, dado el atuendo, debía prostituirse. Costó poco comprobarlo. Lo más probable, por tanto, es que el crimen hubiese sido cometido en fin de semana y de noche, pero la Policía Local se emperró inicialmente en que una patrulla había pasado el lunes por la mañana por el camino y allí no había cadáver alguno. El dato distorsionó incluso el dictamen forense: la hora de la muerte estaba claramente determinada: 48 horas antes del hallazgo (a primeras horas del domingo), pero, al hilo del dato policial, el informe preliminar decía que el cuerpo había sido quemado 12 horas antes de ser encontrado. ¿Alguien había asesinado a Cristina en la mañana del domingo y había conservado su cadáver hasta la noche del lunes? Entonces, ¿dónde? Eso implicaba el uso de un coche, de un piso; abría muchas más incógnitas.
Ésa fue la tesis de la investigación hasta que se comprobó que nadie había visto el cadáver de la víctima antes de la mañana del martes por la simple razón de que nadie había pasado por el camino entre el domingo y el martes. Por tanto, era más que razonable pensar que el cuerpo calcinado permaneció ahí desde las primeras horas de la mañana del domingo hasta las nueve de la mañana del martes. ¿Nadie la había echado de menos?
Para entonces, la Guardia Civil ya había localizado a sus compañeras de piso -dos mujeres transexuales que también ejercían la prostitución- y a las que hacían la calle codo con codo con ella. En la primera semana, los investigadores ya habían reunido unos cuantos datos sobre la vida nocturna de Smail. Era de las que le gustaba tomarse una copa, o las que hiciera falta, al final de cada jornada laboral. Y tenía muy mal beber.
El abanico de sospechosos, por tanto, podía ser tan amplio como su cartera de clientes sumada al elenco de parroquianos de cualquiera de los after que salpican el callejero nocturno de la ciudad de Valencia. Sin embargo, el testimonio de una transexual les iba a poner en lo que parecía el buen camino. La noche del sábado 21 de marzo de 2009, Smail dejó la calle sobre las cuatro y se apuntó a dar una vuelta por una sala de fiestas de la avenida del Cid, en la que, a partir de determinada hora, no es extraño toparse con prostitutas -en su mayoría transexuales-, y delincuentes. La investigación prometía, pero las cosas volvieron a torcerse.
Los agentes tuvieron que armarse de paciencia y recursos antes para estimular la memoria del personal del local. Cuando, por fin comenzó la colaboración, los sospechosos comenzaron a brillar con luz propia de entre la cartera de posibles homicidas. Los investigadores averiguaron que Cristina entró en el local con otras compañeras entre las tres y las cuatro. “Yo le perdí la pista pasadas las cinco de la mañana”, explicó una de ellas a Levante-EMV en aquél momento.
Varios camareros declararían en las semanas siguientes al crimen que habían visto a Cristina pelearse con dos hombres en la planta de arriba del local. Más tarde, el portero la vio salir por la puerta con esos mismos hombres, a quienes reconoció fotográficamente en dependencias policiales. El asunto empezaba a tomar color.
La Guardia Civil averiguó la identidad de ambos. Se trataba de dos vecinos de la Pobla de Vallbona sin oficio conocido. Uno de ellos se dedicaba a traficar con cocaína y el otro ingresó en prisión apenas una semana después de la muerte de Símil por otro delito. Un comienzo prometedor para llegar a la resolución del caso.
De los testimonios de ambos terminó saliendo un tercer nombre, el de un eslovaco asentado en Valencia y vinculado también a ambientes delictivos a quien, ¡oh casualidad!, los camareros de la sala de fiestas habían visto la misma noche en la planta baja del local. Es más, el hermano del eslovaco se gana la vida como camionero y, de nuevo casualidad o no, aparca el tráiler en una base muy cercana al lugar donde apareció el cuerpo quemado de la víctima. Y el tercer sospechoso frecuentaba ese aparcamiento de camiones porque solía ayudar a su hermano en más de una ocasión. Más indicios para el atestado policial, pero las pruebas seguían sin aparecer.
A lo largo de la investigación, el juez instructor, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Torrent, autorizó la intervención telefónica de los móviles de los sospechosos. Según las diligencias, ninguno de ellos habló del crimen, pero sí trataron de ponerse de acuerdo para fijar una coartada. Sospechosamente indiciario, pero no probatorio. Los análisis de ADN fueron llegando en los meses siguientes. Ni uno sólo de ellos probaba la presencia de los sospechosos en el lugar del crimen. Tampoco fue hallado rastro genético alguno de la víctima ni en los coches usados por los sospechosos, ni en los domicilios. En los registros, ni rastro de la peluca de Cristina. Nada físico que vinculase a víctima y sospechosos salvo la salida de los tres por la puerta de la discoteca. Ni siquiera el arma homicida: cualquier objeto contundente que sirvió para darle muerte de un golpe seco en la cabeza.
Aún así, y agotadas todas las vías de investigación pero con la convicción de su implicación en los hechos, la Benemérita detenía en agosto de 2009 a los tres hombres, a la novia de uno de ellos y a un hombre mayor que compartía casa con el traficante. Los últimos dos, por colaborar en el tejido de la coartada. Ninguno permaneció en prisión más de mes y medio.
Ahora, y con ese panorama desolador para afrontar una acusación con garantías de condena, la fiscal del caso ha optado por pedir al juez que cierre el caso sin procesar a nadie. En un par de meses, el instructor elevará el sumario a la Audiencia Nacional y el siguiente fiscal pedirá el sobreseimiento provisional de la causa. Un vuelco, una confesión podría reabrirlo. Y poco más.

Muerta por equivocación
Cuando los investigadores se pusieron a escarbar en los motivos que desencadenaron la pelea de Smail con los dos vecinos de la Pobla de Vallbona la noche de su muerte, llegaron a la esencia del móvil del crimen. O, al menos, eso parecía. El principal sospechoso solía utilizar los servicios sexuales de mujeres como Cristina. De hecho, quince días antes del asesinato, ese hombre había estado con otra prostituta transexual en un discreto motel de Riba-roja, escenario habitual de encuentros sexuales con y sin dinero de por medio, que goza de fama, entre otras razones , porque cuenta con un aparcamiento subterráneo que permite acceder a las habitaciones directamente, a salvo de miradas curiosas.
Los empleados reconocieron a este hombre y declararon que había estado en el hotel con su coche y había hecho uso del garaje. Ese encuentro acabó como el rosario de la aurora, ya que la prostituta le robó 800 euros procedentes, al parecer, de la venta de cocaína. Así figura en las declaraciones recogidas por los investigadores. Y, al parecer, el cliente había jurado venganza. El sospechoso acusó en varias ocasiones a Cristina de ser quien le había robado. Pero se equivocaba.

Educación bloquea el acceso de los centros educativos a webs sobre diversidad sexual

Los escolares valencianos, sin embargo, pueden ver páginas en las que aprender a “fabricar bombas” o comprar armas

Los institutos valencianos no pueden acceder a páginas de contenidos basados en la diversidad sexual desde las aulas de informática. Al introducir palabras como “gay”, “lesbiana” y “homosexual” aparece un aviso de “acceso denegado” por el filtro de control del sistema informático de la Consejería de Educación, que cataloga estos términos como “pornografía”. Tampoco pueden acceder a webs nacionales e internacionales de organizaciones expertas en recursos educativos sobre sexualidad. Paradójicamente, los alumnos sí pueden abrir páginas en las que se enseña “cómo fabricar una bomba”, con la ‘receta’ íntegra y dónde comprar ácidos para su composición. También pueden ver webs en las que se puede “comprar y vender armas” on line o acceder a múltiples páginas y enlaces de grupos extremistas.

Este periódico ha comprobado in situ el funcionamiento del sistema en varios institutos de distintas zonas de Valencia capital, y ha palpado la “preocupación” de los directores por la restricción a contenidos educativos, ya que entre el alumnado hay niños con padres y madres homosexuales que pueden verse “discriminados” porque estas páginas se catalogan como pornografía. Es decir, “como si fuera un acto ilegal y punible”, afirma un docente. La Consejería de Educación ha admitido que aplica filtros para controlar el acceso general a determinados contenidos, pero no ha precisado de momento a qué temas o páginas afecta.

El bloqueo del acceso a páginas web ha sido denunciado hoy en un comunicado por el grupo parlamentario Compromís, que precisa que el bloqueo afecta a varias asociaciones, tanto españolas como internacionales, que informan sobre aspectos relacionados con la diversidad sexual. La denuncia llega en medio de la polémica por lasuspensión temporal de los cursos de educación sexual por parte de la Generalitat.

Entre las páginas bloqueadas por el Servicio de Asistencia Informática de la consejería se encuentran, por ejemplo, la de la web de la Federación Internacional de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (www.ilga.org), la sección europea de esta Federación (www.ilga-europe.com) o la Federación Española de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (www.felgtb.org). Por ello, la diputada Mònica Oltra ha registrado una pregunta en las Cortes dirigida al consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, para que dé “explicaciones oficiales” sobre el “bloqueo” en los centros educativos a páginas web que informan sobre la diversidad sexual.

Además, la coalición ha apuntado que el “delirio censor” de la consejería llega “al límite con la censura de dos páginas web que cuentan con apoyo institucional de la propia Generalitat: una de ellas es la que remite al Festival de la Luna, certamen de cine LGTB que cuenta con el apoyo del Museu Valencià de la Il.lustració i Modernitat (Muvim), que depende de la Diputación de Valencia, o del Colectivo Lambda, entidad declarada de interés social y que, además, ha sido reconocida por Educación para la organización de cursos de formación para el profesorado sobre diversidad sexual (www.lambdavalencia.org)”.

Según Compromís, “el acceso a cualquiera de estas páginas es imposible desde cualquier aula de informática de un centro educativo, porque el Servicio de Asistencia Informática de la Consejería de Educación las considera no recomendables para los ámbitos docentes y potencialmente peligrosas para los estudiantes”. Para Oltra, se trata “de un acto de censura inadmisible hacia asociaciones que informan sobre diversidad sexual, internacionalmente reconocidas y, algunas de ellas, declaradas de interés público o reconocidas como agentes de formación por la Generalitat Valenciana”.

La portavoz de Educación del PP en las Cortes, Maira Barrieras, ha arremetido contra Oltra y “la izquierda que no quiere ninguna protección en los colegios para los menores en el acceso a Internet”. No ha dicho nada, sin embargo, de las amplias posibilidades de comprar y vender armas de todos los calibres, fabricar bombas caseras y aprender a “cómo pegar a tu profesor”. Barrieras insiste en que se trata de “fantasmas” de la diputada de Compromís, porque está “obsesionada con las persecuciones”.

Barrieras ha dicho, además, que “estos filtros de protección de menores están contratados desde hace años a una empresa externa” de la que no ha proporcionado más detalle. Lo cierto es que cuando se veta la entrada en una página, la única información que recibe el usuario remite al sistema informático de la consejería, el SIA (Suport d’Assitencia Informàtica).

«El colectivo gay reclama normalización, pero consigue lo contrario con tantas carrozas»

Entrevista publicada en La Opinión de Zamora

«Hay personas que me comentan que la lectura del libro debería ser obligatoria para la asignatura de Educación para la Ciudadanía»

DIEGO GONZÁLEZ Martín Lobo es un zamorano que ha saltado recientemente a la fama gracias a la publicación de su obra «Diario de Martín Lobo». Se trata de una novela en primera persona en la que se tratan las vivencias de un personaje gay que vive en la gran ciudad, el cual, según el autor «sólo trata de encontrar el amor». El escritor, que también trabaja en un diario nacional, se dio a conocer debido a su blog en Internet «Blogback Mountain».

Un cargo importante en un periódico y un libro a sus espaldas. ¿Se considera periodista o escritor?

Pues creo que soy más escritor porque a mí lo que más me gusta es escribir. No soy el típico periodista que se pasa el día llamando por teléfono a mil fuentes y tiene una gran agenda. En diez años de profesión puedo asegurar que no tengo el teléfono de nadie. Me gusta más entretener que informar, hacer las noticias agradables para el lector.

¿Qué le impulsó a lanzarse al mundo de la literatura?

Pues la causa fundamental fue el éxito que tuvo el blog que escribía habitualmente, que llegó a tener tres millones de lectores. Cuando abandoné el blog me llamaron de la editorial y me propusieron hacer un libro. En principio mi intención era hacer una recopilación de lo que ya había escrito, pero me pidieron algo nuevo y lo hice basándome en la misma persona del blog. Fue difícil porque tuve que inventarme personajes nuevos, una trama…

Para que luego digan que Internet no tiene potencial…

Si yo no hubiera tenido el blog hubiera sido mucho más difícil publicar la obra. Desde la editorial me dicen que si simplemente les hubiera presentado el libro posiblemente no estaría publicado. Internet es el responsable de todo.

¿Cree que la novela se puede considerar literatura gay?

En mi opinión no se trata en absoluto de una novela gay. Que el protagonista sea homosexual tiene la misma importancia, para mí, que si tuviera los ojos marrones. Es sólo una excusa para contar una serie de cosas que nos pasan a todos. Además se desmarca mucho de lo que es una novela gay, que suelen ser muy frívolas y eróticas.

¿Cómo ve, desde su posición, al colectivo homosexual en la actualidad?

No me gusta nada. Yo lo digo desde la perspectiva de Madrid, dónde la agresividad del mundo gay es excesiva. Por un lado reivindicamos normalización y conseguimos lo contrario con todo el tema de las carrozas del Orgullo. Creo que se está convirtiendo en un colectivo clasista, dónde están mal vistos los que no son homosexuales. Hay barrios en Madrid, como Chueca, que se han convertido en algo así como un parque temático, están condenados a morir de éxito. Es un grupo sin valores, que sólo se preocupa de ir al gimnasio para estar «cachas» en la fiesta del sábado. Hablo, claro está, del colectivo más visible.

Aun así ha costado mucho que los gays no estén mal vistos…

Hay gente que ha peleado mucho en otras épocas e incluso algunos han ido a la cárcel. Hemos luchado bastante para que ahora lleguen cuatro descerebrados, se suban a una carroza con un tanga puesto y se carguen lo que nos ha costado tanto conseguir. Lo que pasa es que estos son los que salen en la televisión, porque a los medios les interesa más este grupo que un homosexual que trabaja en un banco y hace vida normal. Están haciendo de una condición sexual un espectáculo y es algo en lo que yo me niego a participar. Por eso dejé de hacer el blog, porque escribirlo por el hecho de ser gay es como escribir otro porque soy pelirrojo, por ejemplo.

¿Considera que ha ayudado a personas homosexuales con su libro?

Pues es posible. Incluso hay gente que me comenta que la lectura del libro debería ser obligatoria en la asignatura de «Educación para la Ciudadanía». Creo que hay personas que están en casa solas y con una gran angustia por no poder expresar lo que sienten, y que gracias a la lectura del libro se sienten un poco más liberados. Ves que hay gays mas allá de los que salen en la tele, que tienen una vida normal, que trabajan, pagan sus impuestos y no se diferencian a simple vista de un heterosexual. El libro puede ayudar a la gente a ver que hay vida más allá de su habitación o fuera del pueblo dónde viven.

¿Habrá una segunda parte?

Depende de muchas cosas. Ahora me planteo hacer algo que no tenga nada que ver con el mundo gay, y en tercera persona. Escribir en primera persona implica mucho al autor de un libro.

Zamora, 1980

Martín Lobo es un zamorano de 31 años, licenciado en Historia por la Universidad de Pamplona, aunque también curso diferentes asignaturas de la carrera de periodismo. Además, en su currículum consta un máster oficial de periodismo que cursó una vez terminada la licenciatura. Empezó trabajando como becario en el diario «El Mundo», dónde pasó a ser redactor y, posteriormente, redactor jefe. Actualmente es el jefe de sección del área de suplementos especiales publicados por la editorial del medio en el que trabaja. Lo que le ha atraído desde siempre es el mundo de la escritura, hasta el punto que de hace unos meses publicó su primera obra, titulada «Diario de Martín Lobo», de la que se siente muy orgulloso. Todo empezó gracias al éxito cosechado por su espacio en Internet, titulado «Blogback Mountain», una serie de pequeñas historias en las que se ponía en la piel de un polémico personaje ficticio. El blog consiguió reunir a más de 3.000.000 de lectores a lo largo de su corta historia, ya que tan sólo se publicó durante un año. La media que cosechó fue de 250.000 visitas por cada nuevo texto que se publicaba en Internet. Se considera un periodista de esos a los que les gusta contar historias más que informar, «Muchas veces tardo más en redactar el primer párrafo de la noticia que el resto, porque me gusta que quede impecable», afirma.

Retiran un filme sobre zombis gays y necrofilia

Una película pornográfica sobre zombis homosexuales que muestra a alienígenas practicando la necrofilia ha sido retirada del mayor festival de cine de Australia al ser rechazada por la censura, informó la prensa local. ‘L.A. Zombie’, que también incluye desnudos frontales masculinos y sexo homosexual explícito, es el primer filme vetado desde hace siete años en el Festival Internacional de Cine de Melbourne.

Los transexuales buscan la protección sanitaria, laboral y educativa por ley

Un grupo transexuales, lesbianas, gays, y bisexuales canarios visitó ayer el Parlamento para entregar el borrador de una proposición de ley que aspira a regular la integración de los transexuales en las Islas a través del establecimiento de parámetros médicos, sociales y psicológicos que respeten su identidad de género.

La Coordinadora de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB) presentó ayer, en el Parlamento regional, el borrador de una proposición de ley que busca asegurar la integración de los transexuales y erradicar su discriminación en el ámbito sanitario, educativo y laboral de las Islas.

La Coordinadora está compuesta por las asociaciones federadas Algarabía, Gamá, Altihay y Lánzate, que destacan como “positiva” la respuesta que les han dado los responsables políticos a la iniciativa, que esperan tome forma durante 2010, que han declarado año para TRANS-formar y dedicado a la lucha por los derechos de las personas trans.

En la exposición de motivos, el borrador señala que “no basta con que la ley estatal reconozca la voluntad de la persona a cambiar de sexo, sino que la ley canaria debe habrá de recoger la necesidad íntima de las personas transexuales cuando así se expresa libremente, de recibir el tratamiento médico adecuado que los aproxime lo más posible en lo físico al sexo asumido”.

Además, destaca la necesidad de establecer criterios médicos, sociales y psicológicos individualizados y centrados en la persona con pleno respeto a la identidad de género de la persona transexual y establecer que la atención a prestarle no se centre sólo en una cirugía de reasignación de sexo que, en una gran parte de los casos, “ni siquiera constituye la parte esencial de un proceso que abarca procedimientos tan diversos como la asistencia psicoterapeútica, las terapias hormonales sustitutivas para adecuar el sexo morfológico a la propia identidad de género, las intervenciones plástico-quirúrgicas necesarias en algunos casos sobre caracteres morfológicos de relevancia en la identificación de la persona como el torso o la nuez, por citar algunos, o prestaciones complementarias referidas a factores como el tono y la modulación de la voz o el vello facial, entre otros”.

El texto subraya también que “la precariedad y la falta de un empleo estable es una de las carencias más importantes para la integración social de las personas transexuales, y se halla enraizada con la estigmatización social, que da lugar a un amplio abanico de trayectorias de inserción laboral muy complejas y precarias”.

Por este motivo, el texto propuesto establece que el sistema sanitario canario proporcionará diagnósticos y tratamientos en el marco de las prestaciones gratuitas en la Sanidad pública y de la Carta de los Derechos y los Deberes de los Pacientes y Usuarios Sanitarios.

En materia laboral, el texto establece que para garantizar la igualdad de oportunidades, las administraciones canarias tendrán en cuenta la situación de las mujeres transexuales en el establecimiento de acciones positivas para erradicar la discriminación por razón de sexo. Además, ordena a las administraciones públicas de las Islas a promover acciones para eliminar la discriminación por orientación sexual y transexualidad, garantizando la libertad de decisión individual.

El primer menor transexual operado en España se sentía mujer desde los cinco años

El colectivo transexual pide que los menores puedan cambiar de sexo sin autorización judicial

El adolescente de 16 años al que por primera vez en España se ha sometido a una operación de cambio de sexo sufría una disforia de género desde los cinco años, según ha explicado este martes el doctor Iván Mañero, cirujano que a principios de diciembre realizó la intervención en Barnaclínic, un centro privado ubicado en el recinto del Hospital Clínico de Barcelona, el único público del país que cuenta con una unidad específica para tratar la disforia de género. Mañero ha señalado que el chico, que fue operado tras recibir en noviembre la autorización judicial para esta intervención, “tenía una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre”.

La joven, que se encuentra perfectamente y lleva una vida normal, estuvo en el quirófano unas dos horas y media, y en ese tiempo se le creó un espacio para dotarle de una vagina en el periné, que se recubrió con la piel del pene. Además, con un trozo de glande y los nervios dorsales del pene se le construyó un clítoris “plenamente funcional y totalmente sensible”, y se le cortó la uretra hasta dejarla como la de las mujeres, al nivel de la entrada vaginal. En la intervención también se eliminaron los testículos y con el escroto se reconstruyeron los labios mayores, hasta conseguir, según el doctor Mañero, una vagina como la de cualquier mujer.

Para este cirujano, el hecho de que los síntomas de esta disforia de género suelan aparecer en edades tempranas “hace pensar que pueda ser un problema de nacimiento, que ahora se diagnostica con un test psiquiátrico, pero que quizá algún día se haga con un análisis de sangre o mediante otro tipo de prueba”.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha mostrado su satisfacción por la cirugía de reasignación sexual realizada por primera vez en España a un menor, pero ha pedido que en este tipo de casos no sea necesaria la autorización de un juez. El trámite judicial “retrasa inexplicablemente” la operación quirúrgica y “vulnera el derecho al libre desarrollo del o la menor”, señala la FELGTB en un comunicado. La ley permite la intervención quirúrgica de reasignación de sexo a los menores de 18 años siempre que tengan el permiso de un juez.

El doctor Mañero ha puntualizado que “no hay ninguna diferencia entre operarse a los 16 o a los 18 años, siempre que el diagnóstico sea claro, y aunque cada caso es particular, operarse lo antes posible comporta más beneficios”. Ha insistido en que aunque la orden judicial autoriza la operación, no obliga a que se haga, y “siempre prevalece el criterio del médico”.

La coordinadora del Área Trans de la FELGTB, Mar Cambrollé, ha reclamado una modificación en los protocolos de los hospitales públicos para que den cabida a las operaciones de menores transexuales, ya que, ha apuntado, ésta ha sido la razón por la que el menor operado ha tenido que acudir a un centro privado para someterse a la cirugía.

El primer menor transexual operado en España se sentía mujer desde los cinco años

El colectivo transexual pide que los menores puedan cambiar de sexo sin autorización judicial

El adolescente de 16 años al que por primera vez en España se ha sometido a una operación de cambio de sexo sufría una disforia de género desde los cinco años, según ha explicado este martes el doctor Iván Mañero, cirujano que a principios de diciembre realizó la intervención en Barnaclínic, un centro privado ubicado en el recinto del Hospital Clínico de Barcelona, el único público del país que cuenta con una unidad específica para tratar la disforia de género. Mañero ha señalado que el chico, que fue operado tras recibir en noviembre la autorización judicial para esta intervención, “tenía una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre”.

La joven, que se encuentra perfectamente y lleva una vida normal, estuvo en el quirófano unas dos horas y media, y en ese tiempo se le creó un espacio para dotarle de una vagina en el periné, que se recubrió con la piel del pene. Además, con un trozo de glande y los nervios dorsales del pene se le construyó un clítoris “plenamente funcional y totalmente sensible”, y se le cortó la uretra hasta dejarla como la de las mujeres, al nivel de la entrada vaginal. En la intervención también se eliminaron los testículos y con el escroto se reconstruyeron los labios mayores, hasta conseguir, según el doctor Mañero, una vagina como la de cualquier mujer.

Para este cirujano, el hecho de que los síntomas de esta disforia de género suelan aparecer en edades tempranas “hace pensar que pueda ser un problema de nacimiento, que ahora se diagnostica con un test psiquiátrico, pero que quizá algún día se haga con un análisis de sangre o mediante otro tipo de prueba”.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha mostrado su satisfacción por la cirugía de reasignación sexual realizada por primera vez en España a un menor, pero ha pedido que en este tipo de casos no sea necesaria la autorización de un juez. El trámite judicial “retrasa inexplicablemente” la operación quirúrgica y “vulnera el derecho al libre desarrollo del o la menor”, señala la FELGTB en un comunicado. La ley permite la intervención quirúrgica de reasignación de sexo a los menores de 18 años siempre que tengan el permiso de un juez.

El doctor Mañero ha puntualizado que “no hay ninguna diferencia entre operarse a los 16 o a los 18 años, siempre que el diagnóstico sea claro, y aunque cada caso es particular, operarse lo antes posible comporta más beneficios”. Ha insistido en que aunque la orden judicial autoriza la operación, no obliga a que se haga, y “siempre prevalece el criterio del médico”.

La coordinadora del Área Trans de la FELGTB, Mar Cambrollé, ha reclamado una modificación en los protocolos de los hospitales públicos para que den cabida a las operaciones de menores transexuales, ya que, ha apuntado, ésta ha sido la razón por la que el menor operado ha tenido que acudir a un centro privado para someterse a la cirugía.

Primer cambio de sexo a un menor realizado en España

Un juez dio luz verde a la operación

Se trata de un adolescente, de 16 años, que por fin ha conseguido ser una chica

Se trata de un adolescente, de 16 años, que por fin ha conseguido ser una chica / AGENCIA ATLAS

Una joven de 16 años ha sido sometida en una clinica privada de Barcelona a la primera operación de cambio de sexo que se realiza en España a un menor. La chica llevaba más de año y medio sometida a tratamiento hormonal. La operación, realizada a principios de diciembre y no conocida hasta ayer, ha corrido a cargo del doctor Iván Mañero.

Mañero, que es jefe de la Unidad de Trastornos de Género del Hospital Clínico de Barcelona, diagnosticó el caso.Fuentes de este hospital explicaron ayer que la operación no pudo realizarse en este centro público porque no hay ninguno en España que contemple en sus protocolos las operaciones de cambio de sexo a menores. El centro médico donde se ha hecho la operación es el Instituto de Cirugía Plástica Iván Mañero, integrado en Barnaclinic.

La operación dura dos horas y la convalencia seis días, explicó ayer el doctor que la ha hecho. “Está muy feliz”, añadio el médico. Extirpan los testículos y hacen una inversión peneana, que consiste en introducir el tejido del pene para construir un túnel interior, dice el doctor. Con el glande se hace un clítoris.

Los padres de la menor transexual se enteraron de que su hija, como se consideraba ella, no podía ser operada hasta que cumpliera la mayoría de edad. Pero no querían esperar a que su hija cumpliera 18 años. La menor ha estado más de año y medio en tratamiento psiquiátrico y hormonal. Se trata de un caso en el que el cambio de sexo estaría totalmente justificado, ya que no es mayor de edad, el caso no ha presentado dudas desde el punto de vista médico y existió un dictamen favorable de los médicos forenses para que el adolescente, que nació varón, se haya convertido en chica.

La ley permite la intervención quirúrgica para cambiar de sexo a los que tienen menos de 18 años, pero siempre que cuenten con una autorización judicial. La familia de la menor decidió por eso recurrir a la justicia para hacer posible el cambio de sexo, que finalmente autorizó que la operación se llevara a cabo el pasado mes noviembre.

Mejor antes de adulto

El cirujano Iván Mañero ha asegurado que es mejor realizar esta intervención antes de la edad adulta, incluso de los 18 años, que es la que establece la legislación española, debido a que los riesgos son menores. Para Mañero, este es “un debate abierto en todo el mundo”, aunque “probablemente habrá más casos que no hayan trascendido a la opinión pública”.

El doctor dice que si una chica de 16 años es madura para abortar sin decírselo a los padres, como contempla la nueva ley, también se deben autorizar estas intervenciones. “Casos como éste hay muchos, pues todos los transexuales pasan alguna vez por ser menores”.

“Hay que seleccionar cada caso. Puede haber mayores no preparados y menores que sí. La edad cronológica no es determinante”, opina este experto.El tratamiento de la transexualidad también se inicia en edades tempranas en otros países desarrollados.

El paciente, un adolescente de 16 años, llevaba más de un año y medio siguiendo un tratamiento hormonal y psiquiátrico como paso previo para someterse a una operación de este tipo.

El chico que quería ser chica contaba con el apoyo de su familia y de los médicos, pero la ley solo permite la operación de cambio de sexo en menores de 18 años si cuentan con una autorización judicial.

El 10% de los gays españoles tiene el VIH

En uno de cada tres nuevos diagnósticos el sexo entre hombres ha sido la vía de transmisión

Si hay un tipo de prácticas -y, consecuentemente, un colectivo, aunque no sólo ellos- donde la incidencia del VIH es claramente superior a la esperable estadísticamente es la de hombres que tienen sexo con hombres. El resultado es que los cálculos de Sanidad, obtenidos a través de sondeos y encuestas, arrojan que un 10% de los homosexuales masculinos de España están infectados por el VIH.

Este grupo de población, que en España son casi todos gays (no se trata de relaciones esporádicas, sino que se enmarcan dentro de una relación afectivo-sexual), según reconoció a este periódico el secretario del Plan Nacional sobre Sida (PNS), Tomás Hernández, representa el 38% de los nuevos diagnósticos de infectados. Este porcentaje multiplica por lo menos por cuatro el peso de este colectivo en el total de la pobalción. Y ello si se aceptan algunos estudios, como el de Kinsey de 1948, que fijaba en un 10% el porcentaje de hombres que han tenido prácticas homosexuales en las sociedades occidentales (el trabajo se hizo en Estados Unidos). Si se toma como base un porcentaje inferior, que es a lo que apuntan algunos estudios más recientes, la desproporción entre tasa de gays sobre el total de la población y tasa de gays con VIH frente al total de diagnósticos sería aún superior. Es decir, la sobreexposición de este colectivo sería aún mayor.

Este dato explica que la última campaña de prevención del PNS se dirija específicamente a hombres que tienen relaciones con otros hombres. El lema, No dejes que el VIH se fije en ti, es un guiño a la pregunta que figura en los carteles y en el vídeo que se ha hecho al respecto. En él se pregunta a los involucrados en qué parte de un hombre se fijan. De las varias opciones (culo, ojos, músculos, boca, ropa, bolsillo), sólo la última es la correcta: es el sitio donde se guardan los preservativos, la forma de prevención más eficaz si se tienen relaciones sexuales.

En total, en España hay entre 120.000 y 150.000 personas con VIH. Desde el principio de la epidemia se ha diagnosticado sida a 77.953 (datos de junio), de los un 60% aproximadamente ha fallecido (no se sabe exactamente cuántos son ya que todo depende de si el certificado médico atribuye el fallecimiento al sida, a una hepatitis o si la persona ha muerto por otra causa que no tenga nada que ver, como un accidente de coche). En el total de los casos de sida, los hombres que tienen sexo con hombre son el 10%, pero los datos de infectados recientes indican que esa cifra va a aumentar.