La Fiscalía pide prisión para dos cargos de EB por desvío de fondos

La Fiscalía pide penas de prisión para dos excargos de Ezker Batua (EB), José María Gonzalo y Jon Alonso, colaboradores del consejero de Juan José Ibarretxe Javier Madrazo en el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales que el PNV cedió al socio menor del tripartito. Gonzalo y Alonso fueron denunciados por el anterior Gobierno del PSE-EEpor desviar para disfrute personal y para financiar la primera película gay en euskara (‘Ander’) unos 450.000 euros, parte del dinero resultante del proceso de liquidación de la Cámara de la Propiedad de Bizkaia iniciado en 2006 y que debía haber sido transferido a las arcas públicas.

Los dos miembros de EB serán juzgados en los próximos meses porprevaricación y malversación de caudales, según informó la Cadena Ser. En concreto, la Fiscalía solicita una pena de prisión de 5 años y 9 meses para Gonzalo, además de la accesoria de inhabilitación. En el caso de Alonso, al que se le acusa de cooperador necesario, la pena solicitada asciende a 4 años y 9 meses más la inhabilitación.

Este caso de corrupción se destapó en marzo de 2011 a raíz de una denuncia del Gobierno socialista, que halló claros indicios de irregularidades en la gestión del patrimonio resultante de la liquidación de la Cámara de la Propiedad de Bizkaia, a cuyo frente Madrazo colocó a su delegado de Vivienda en Bizkaia, José María Gonzalo, de su círculo de confianza. Gonzalo fue candidato de EBen Lekeitio y Lezama y concurrió a unas elecciones forales.

Fue en enero de 2006 cuando se acordó disolver las Cámaras de laPropiedad provinciales. En el caso de la de Bizkaia, en junio ya se había dado por extinguida. Sin embargo, posteriormente a esa fecha Gonzalo formalizó un contrato laboral con Jon Alonso, encargado del servicio de apoyo a gais Berdindu!. Desoyó cuatro órdenes del Departamento de Hacienda para que cancelase todas las cuentas corrientes.

Una auditoría interna mostró que el tándem desvió 444.345 euros que tenían que haber pasado a las cuentas de la Administración. En concreto, buena parte de ese dinero, 106.653 euros, acabó en una cuenta de la BBK(ahora Kutxabank) a nombre de Alonso. Otros 5.000 se emplearon para gastos menores como un viaje a un festival de cine de temática homosexual celebrado en Chile, al que los imputados invitaron al dirigente de EBSerafín Llamas.

¿Y el resto? Los más de 300.000 euros que faltaban se destinaron a financiar la película en euskara ‘Ander’, la primera en ese idioma de temática gay. Gonzalo consta como el productor de la cinta, promovida por Berdindu!, la entidad en la que trabajaba su compañero Alonso. Sólo 602 espectadores vieron en el cine ‘Ander’, que narraba la historia de amor entre un vasco y un inmigrante que llegaba a un baserri.

El Tribunal de Cuentas ya dictaminó que aquélla fue una subvención ilegal, entre otras cosas porque la Cámara de la Propiedad no tenía como objeto social el mecenazgo cultural y porque ya no existía al haber sido liquidada. Gonzalo alegó en su momento que en realidad era Berdindu! quien había financiado la cinta y que «es un activo patrimonial de primer orden» para el Gobierno vasco porque la película recibió 23 premios «por todo el mundo».

El Tribunal de Cuentas también criticó que Gonzalo y Alonso gastaran unos 1,8 millones en una serie de obras de rehabilitación del emblemático edificio de la Cámara de la Propiedad en el centro de Bilbao cuando, tras la liquidación, el objetivo era cerrarlo y sacarlo a subasta para obtener ingresos para la Administración. Según las alegaciones que formuló en su momento Gonzalo, el edificio se reformó porque «trabajaban diariamente más de 20 personas». En efecto, el servicio Berdindu!se había instalado allí. «El gasto en este apartado, por consiguiente, está absolutamente justificado», señaló el excargo de EB.

La Fiscalía pide prisión para dos cargos designados por Madrazo cuando era consejero

La Fiscalía de Bizkaia pide más de cinco y cuatro años de prisión respectivamente para dos cargos del Departamento de Vivienda en el territorio en 2006, cuando Javier Madrazo era consejero de Vivienda del Gobierno vasco. Según ha informado la Cadena SER el auto de calificación concluye que Txema Gonzalo, delegado del Departamento de Vivienda en Bizkaia en 2006, actuó al margen de las competencias asumidas en lo referente a esta liquidación y uno de las seis personas que contrató, Jon Alonso, actuó como colaborador necesario en una serie de delitos.

El documento de la Fiscalía mantiene que Gonzalo “transfirió 106.653 euros desde la cuenta de la Cámara de la Propiedad a la cuenta de Jon Alonso” en ingresos sucesivos desde el 23 de junio de 2008 hasta el 8 de julio de 2009. Asegura que con el mismo ánimo lucrativo, “transfirió desde la misma cuenta a la de una asociación de la que era administrador 420.000 euros” también entre 2008 y 2009 y pagó con cargo a la Cámara de la Propiedad gastos por importe de 34.681 euros, además de compras destinadas a la rehabilitación del edificio, adquisición del mobiliario y enseres incurriendo “en unos gastos totales de 1.815.584 euros “ajenos a su proceso de liquidación y actuando el acusado al margen de los órganos competentes para estas contrataciones y de cualquier procedimiento admnistrativo”.

La Fiscalia de Bizkaia sostiene que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de prevaricación y un delito de malversación sobre el que Txema Gonzalo responde en calidad de autor de ambos y Jon Alonso como cooperador necesario del delito continuado de malversación. Por ello la Fiscalía pide para Gonzalo una pena de 5 años y 9 meses, además de inhabilitación absoluta por 9 años y 6 meses por malversación. Además considera que por el delito continuado de prevaricación procede la inhabilitación especial para empleo o cargo público durante 9 años. Para Jon Alonso, por malversación, solicita 4 años y 9 meses de prisión, además de inhabilitación absoluta por 8 años y 6 meses. En concepto de responsabilidad civil solicita la indemnización por una cantidad de 471.645 euros. Además solicita la apertura de jucio oral.

La ley contra la homofobia aprobada en el Parlamento catalán, en 6 claves

Euforia y emoción del colectivo de personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT) hoy en el Parlament de Catalunya. Una amplia mayoría de la cámara catalana ha aprobado la Ley contra la homofobia, que tiene como objetivo combatir la discriminación contra los homosexuales y los transexuales. En el pleno celebrado esta mañana, el Parlament, ante la presencia de colectivos y entidades del movimiento LGBT, ha dado luz verde a la norma (112 votos a favor y 18 en contra), sólo con los votos negativos del PP y, en algunos artículos, de UDC. Analizamos esta ley, pionera en el Estado y en Europa, en seis claves:

1. El régimen sancionador y la inversión de la prueba, puntos fuertes de la ley.

Dos son los principales pilares de la norma aprobada hoy: la inversión de la prueba -o reversión de la carga- y el régimen sancionador. Según la plataforma LGTBcat, la inversión de la prueba “es muy importante” en los casos de discriminación en que a menudo, explican, es muy difícil reunir pruebas, y que implica que sea la persona presuntamente discriminadora la que tenga que probar que no ha discriminado.

Este matiz es el que más preocupa a sectores conservadores. Según los obispos “es peligroso” que tenga que ser el acusado quien demuestre su inocencia, al revés de lo habitual, que es el acusador quien debe demostrar la culpabilidad.

En cuanto al régimen sancionador, Eugeni Rodríguez, portavoz del Frente de Liberación Gay de Catalunya (FAGC), explica que es imprescindible que la ley contemple herramientas y mecanismos que penalicen seriamente las discriminaciones, como es el caso de un estricto régimen sancionador como herramienta para erradicar la violencia homófoba.

2. Una ley pionera en el marco internacional.

 en día, la homosexualidad se persigue en 77 países del mundo y, con esta norma, Cataluña –junto con Argentina- se pone al frente de la lucha por la erradicación de la homofobia, la transfobia y la lesbofobia. En el caso catalán el ordenamiento obligará a los poderes públicos a dejarse asesorar por el Consejo Nacional de las personas LGBT, que pasa a ser un órgano participativo y consultivo permanente.

El Govern deberá dotarse de un órgano coordinador de las políticas LGBT y ofrecer un servicio de atención integral. Deberá garantizar, además, la formación y la sensibilización de los profesionales y de los trabajadores de la administración. La ley incide especialmente en los ámbitos de la educación, las universidades, la cultura, el ocio y el deporte, los medios de comunicación, la salud, la acción social, el orden público, los establecimientos penitenciarios, el mundo laboral y las políticas de familia. Los impulsores de la plataforma, sostienen que la norma “es pionera en el Estado y en Europa” y que con su aprobación se culmina una larga reivindicación. Cabe decir, sin embargo, que el pasado abril, Galicia ya aprobó una ley contra la LGTBfòbia también pionera en el Estado, pese a que el PP rebajó en gran parte sus aspiraciones. También hay que mencionar el caso andaluz, donde en julio pasado se aprobaba una medida que reconoce el derecho de las personas a la libre autodeterminación de su género.

En palabras del portavoz de LGTBcat, Eugeni Rodríguez, la normativa catalana supone una “reparación histórica” para un colectivo que ha sufrido violencia durante muchos años en todo el mundo.

3. Presión incansable del movimiento LGTBcat.

La aprobación de la norma no hubiera sido posible sin la presión incondicional del colectivo de LGBT –el acrónimo empleado para referirse colectivamente a las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y transexuales- que lleva años remando para aprobar esta normativa. Las diferentes entidades impulsoras sostienen que con esta nueva legislación se avanzará decisivamente en garantía los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales y que erradicará definitivamente la homofobia, la lesbofobia y la transfobia.

El origen de la reivindicación de esta ley nació hace más de cuatro años. Después de los trabajos de redacción y de un largo proceso participativo, en el año 2010 fue presentada y aprobada en el marco del Consejo Nacional LGTB. Pero no fue hasta mayo de 2013 cuando se registró en el Parlament. Hace algo más de un año, el 17 de julio de 2013, se votó el acceso a trámite, ya entonces con la enmienda a la totalidad del PPC. El recurso los populares en verano sólo ha podido retrasar una conquista que suscita un amplio consenso en la cámara. La normativa aprobada ahora llegó a la cámara a través de una iniciativa legislativa popular y fue presentada conjuntamente por ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP.

4. Intentos de obstrucción del PP

Antes del verano, cuando los años de lucha del colectivo LGTB albiraban ya un final feliz, un recurso de última hora presentado por el Partido Popular de Catalunya (PPC) ha impidió que el Parlament completara el último trámite para aprobar definitivamente la ley contra la homofobia. Una amplia mayoría de la cámara -ERC, PSC, ICV-EUiA, C’s, CUP y CDC- había dado luz verde a un texto que significaba un paso fundamental para la igualdad de derechos que reivindica incansablemente el colectivo LGTB, principal impulsor de la ley. El PPC, junto con UDC, se posicionaron en contra y llevaron la proposición de ley al Consejo de Garantías Estatutarias.

5. La huella de los obispos

Los obispos catalanes no han estado al margen de la medida. Ese mismo año mostraron su preocupación por el proyecto de ley en un comunicado público. La Iglesia católica, que no se pronuncia sobre la mayoría de leyes aprobadas por el Parlament, había expresado su “preocupación” por un proyecto de ley en trámite en la cámara catalana. En un comunicado, los obispos expresaban su “preocupación” por un proyecto que consideran “muy desacertado, tal como está redactado, por las graves consecuencias que puede tener en el ejercicio de los derechos humanos de la libertad religiosa, de pensamiento y de conciencia los ciudadanos de Catalunya”.

6. La doble alma de CiU

Hoy en el Parlament los democristianos se han distanciado de nuevo de Convergència por discrepancias con el régimen sancionador, el apartado de educación y inversión de la prueba de carga, lo que supone que el acusado tenga que demostrar su inocencia. Si la cuestión soberanista ha sido la divergencia más mediática entre los partidos que forman la coalición nacionalista, la cuestión de género es aún más esencial. Conscientes de esta enésima contradicción interna, el portavoz del CiU en el Parlament, Jordi Turull, había quitado importancia a que CDC y UDC votaran diferente en hasta tres artículos de la ley que son aspectos nucleares, tales como el régimen sancionador y la reversión de la carga. “En algunos temas hay un criterio diferente y nos lo hemos respetado”, dijo Turull.

Los personajes homosexuales se cuelan tímidamente en las series, películas y cuentos infantiles

Los productos culturales son claro reflejo de la sociedad y época en la que se desarrollan. El cine se convirtió en arma propagandística durante la Segunda Guerra Mundial, los cómics americanos reflejaban un gran pavor a los rusos durante la Guerra Fría, los 60 y los 70 vieron el esplendor de la canción protesta… Ahora, en pleno siglo XXI, los grandes avances sociales, los nuevos modelos de familia y la normalización de la homosexualidad son elementos habituales en libros, series de televisión, películas…

La exitosa Modern Family, que se basa precisamente en esta realidad, es el mejor ejemplo, pero no el único. Con los años, Waylon Smithers (obsesionado con el Sr. Burns en Los Simpson) ha ido perdiendo reparos a la hora de mostrar abiertamente su homosexualidad; la doctora Callie Torres, de Anatomía de Grey, acabó casándose con una mujer; Fer, uno de los personajes principales de la serie española para adolescentesFísica o Química, era gay… Pero la normalización está dando un nuevo paso hacia adelante: los personajes homosexuales y el respeto a la diversidad van dejándose ver tímidamente en creaciones dirigidas al público infantil y juvenil.

No son pocos los que aseguran que el extravagante Bob Esponja es gay, y hace años hubo una gran polémica en varios países a raíz de la supuesta orientación sexual de Tinky Winky, un Teletubbie morado con dejes amanerados que tiene un triángulo invertido en la cabeza y siempre lleva bolso. Sin embargo, ninguno de estos casos es un intento explícito y claro de fomentar el respeto a la homosexualidad. En el manga y el anime deSailor Moon —que está dirigido a un público más mayor— sí aparece de forma bastante clara una pareja de lesbianas.

Diversidad en la tele

Son las series y películas de animación más recientes las que afrontan cada vez con más naturalidad este tipo de temas. Producciones como Hora de aventuras, Historias corrienteso El asombroso mundo de Gumball presentan universos poblados por personajes extremadamente dispares que conviven sin dar ninguna importancia a sus diferencias.

En ocasiones se va mucho más allá. En Hora de Aventuras hay muy buenos ejemplos, como el capítulo en el que Finn, el joven protagonista, rompe el cliché tradicional de los cuentos de hadas y besa a una rana monstruosa para que se convierta en príncipe.

Los personajes homosexuales se cuelan tímidamente en las series, películas y cuentos infantiles 1

Otro personaje, BMO, es una especie de videoconsola portátil con vida propia que navega entre la asexualidad y la ambigüedad sexual, ya que se trata de un ser sin género (una máquina) que a nivel emocional se relaciona indistintamente con criaturas masculinas (un señor burbuja) y femeninas (una gallina de corral). En su comportamiento también se observan actitudes tanto de chico como de chica.

Sin embargo, la referencia más llamativa se encuentra en el subtexto de la serie, donde se deja entrever que dos de las protagonistas, la vampiresa Marceline y la princesa Chicle mantuvieron en algún momento una relación que iba más allá de la amistad. Las evidencias —inapreciables para los más pequeños— son muchas: los reproches entre ellas, una foto de ambas en el armario de la princesa y, sobre todo, una camiseta de Marcy que Chicle atesora como un objeto de valor incalculable.

Durante una firma de libros para promocionar The Adventure Time Encyclopedia, la actriz que pone voz a Marceline en la versión original, Olivia Olson, se encargó de confirmar lo que los fans proclamaban a gritos. La joven contó que, al preguntarle al creador de la serie, Pendleton Ward, por las motivaciones de su personaje en una escena con Chicle, él le respondió “¿Sabes que ellas estuvieron saliendo, verdad?”. Por desgracia, Ward también le dijo que el romance no podrá desarrollarse de forma explícita en la serie, ya que se emite en muchos países en los que no están permitidos ese tipo de contenidos. De este modo, lo más probable es que la relación entre estas dos chicas se siga mostrando con insinuaciones (cada vez más claras).

El cine de animación se va soltando

En la gran pantalla también van surgiendo ejemplos. Recientemente se ha abierto una gran polémica en torno a la posibilidad de que Frozen, el último gran éxito animado de Disney, sea en realidad un alegato a favor de la homosexualidad. Lo dijo escandalizado un pastor reformista, pero para la comunidad LGBT se trata de una interpretación maravillosa que resalta la tolerancia y la igualdad.

Otro personaje, BMO, es una especie de videoconsola portátil con vida propia que navega entre la asexualidad y la ambigüedad sexual, ya que se trata de un ser sin género (una máquina) que a nivel emocional se relaciona indistintamente con criaturas masculinas (un señor burbuja) y femeninas (una gallina de corral). En su comportamiento también se observan actitudes tanto de chico como de chica.

Sin embargo, la referencia más llamativa se encuentra en el subtexto de la serie, donde se deja entrever que dos de las protagonistas, la vampiresa Marceline y la princesa Chicle mantuvieron en algún momento una relación que iba más allá de la amistad. Las evidencias —inapreciables para los más pequeños— son muchas: los reproches entre ellas, una foto de ambas en el armario de la princesa y, sobre todo, una camiseta de Marcy que Chicle atesora como un objeto de valor incalculable.

Durante una firma de libros para promocionar The Adventure Time Encyclopedia, la actriz que pone voz a Marceline en la versión original, Olivia Olson, se encargó de confirmar lo que los fans proclamaban a gritos. La joven contó que, al preguntarle al creador de la serie, Pendleton Ward, por las motivaciones de su personaje en una escena con Chicle, él le respondió “¿Sabes que ellas estuvieron saliendo, verdad?”. Por desgracia, Ward también le dijo que el romance no podrá desarrollarse de forma explícita en la serie, ya que se emite en muchos países en los que no están permitidos ese tipo de contenidos. De este modo, lo más probable es que la relación entre estas dos chicas se siga mostrando con insinuaciones (cada vez más claras).

El cine de animación se va soltando

En la gran pantalla también van surgiendo ejemplos. Recientemente se ha abierto una gran polémica en torno a la posibilidad de que Frozen, el último gran éxito animado de Disney, sea en realidad un alegato a favor de la homosexualidad. Lo dijo escandalizado un pastor reformista, pero para la comunidad LGBT se trata de una interpretación maravillosa que resalta la tolerancia y la igualdad.

Los personajes homosexuales se cuelan tímidamente en las series, películas y cuentos infantiles 2

El centro de esta teoría se puede resumir con la canción central del filme, la oscarizada Let It Go (Libre soy, en la versión en español), un himno a la autoaceptación que muchos ven como una clara “salida del armario”. Entre otras cosas, Elsa dice frases como “lo que hay en ti no dejes ver buena chica tu siempre debes ser”, “libre soy, no puedo ocultarlo más. Libre soy, libertad sin vuelta atrás. ¿Qué más da? No me importa ya” y “Mirando a la distancia, pequeño todo es y los miedos que me ataban, muy lejos los dejé”.

Aunque el personaje de Elsa es lo más comentado, lo cierto es que sí hay un momento de homosexualidad explícita enFrozen. En cierto momento de la película, el tendero Oaken (un personaje secundario) señala a su familia, que resulta serun hombretón y cuatro niños que saludan desde una sauna.

Pero este no es el primer personaje abiertamente homosexual en una película animada para niños. Ese honor recae en Mitch, uno de los protagonistas de El alucinante mundo de Norman (ParaNorman), quien en un determinado momento comienza a hablar de su chico con toda naturalidad.

Los creadores de esta película, los miembros del estudio Laika (también padres de Los mundos de Coraline), parecen dispuestos a seguir defendiendo la tolerancia a la homosexualidad y la diversidad familiar. Lo dejaron muy claro en el teaser trailer de su próximo trabajo, Los Boxtrolls, donde se enumeran los distintos tipos de familias: “A veces hay una madre, a veces hay un padre, a veces hay dos padres, a veces hay dos madres…”. Toda una declaración de intenciones.

Dreamworks también se ha subido al carro y en su reciente Cómo entrenar a tu dragón 2también ha dejado caer una sutil referencia a la homosexualidad de uno de sus personajes más queridos. Menos ejemplar es el caso de Justin y la espada del valor, criticada por mostrar un villano gay basado en clichés y que algunos dicen que ridiculiza al colectivo.

Cuentos y obras de teatro

Los ejemplos en cine y televisión son llamativos, pero aún muy escasos y casi siempre bastante velados. Donde sí hay ya bastante material infantil relacionado con la igualdad y la diversidad familiar es en las librerías. Cada vez hay más cuentos con personajes homosexuales: niños que empiezan a descubrir su orientación, otros con dos madres, algunos con dos padres…

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La lista es larga. Algunos de los títulos más populares son El gran libro de las familias, El pequeño tragaluz, Aitor tiene dos mamás, La princesa valiente, El lapicero mágico, Amigos y vecinos, Está bien ser diferente, Piratas y quesitos y La princesa Li, donde la joven no está enamorada de un chicosino de una valiente chica extranjera. También existen varios relatos sobre las abundantes historias de pingüinos homosexuales (se repiten año tras año por todo el globo) que en muchos casos acaban adoptando polluelos (Tres con Tangoy Cebollino y Pimentón).

Pequeñas editoriales como Nube Ocho, A Fortiori Editorial y Topka han asumido el compromiso de ofrecer libros educativos que inculquen en los niños tolerancia y otros buenos valores. Por otro lado, COGAM (colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de Madrid) ofrece de forma totalmente gratuita más de una veintena de cuentos para la diversidad.

También en teatro infantil es posible encontrar algunos ejemplos con historias similares a las de los cuentos. En El cuentacuentos que no sabía contar cuentos (que volverá a representarse en Madrid y Toledo en las próximas fechas navideñas), Pinocho revela que lo que le gustan no son las chicas.

Por otro lado, en La princesa Ana (que actualmente se representa en el teatro Tarambana) se cuenta cómo la joven protagonista no quiere seguir la tradición y casarse con uno de sus pretendientes. Ella sólo quiere seguir siendo feliz junto a su mejor amiga, una dulce ranita que se acaba transformando en una hermosa chica. A partir de ahí, tendrán que luchar y demostrar que pueden reinar y hacer felices a su pueblo gracias al amor que las une.

La figura de los padres es fundamental

La psicóloga Silvia Álava, directora del área de información del centro de psicología Álava-Reyes, explica a 20minutos que “los niños tienen que ver que tanto sus adultos de referencia (padres, profesores…) como la sociedad son tolerantes con la diversidad en todas sus formas”, pero señala que, no obstante, “hay que cuidar mucho los contenidos culturales dirigidos a ellos”.

“Los niños son niños, y hay que tratarles como tales, no hay que darles más información de la que necesitan en cada rango de edad. A veces cometemos el error de querer adelantarles las cosas”, añade.

No es fácil saber a qué edad comienzan los niños a comprender estas realidades. “Hay muchas diferencias individuales. Hay niños que con 8 años ya lo van a entender muy bien y hay otros mucho más infantiles que a lo mejor hasta los 10 no van a asimilarlo, ya que antes no perciben ese tipo de connotaciones sexuales”, asegura Álava.

Por tanto, para la psicóloga, por encima de los cuentos o las películas sigue predominando el ejemplo de los padres y el mensaje que transmiten ellos. “Hay que abordarlo con toda normalidad, decirles que igual que hay chicos que de mayores tienen novias también hay chicos que de mayores tienen novios. Cada vez hay más familias con dos padres o dos madres, no son las mayoritarias pero hay que hacerles ver a los pequeños que son tan buenas como las demás, ni mejores ni peores”, cuenta.

Por último, según Silvia Álava, otra actitud recomendable es “crear un clima de confianza y comunicación para que los niños vean que siempre va a ser posible hablar del tema”. De este modo, la homosexualidad nunca se convertirá en un tema tabú y se evitará en gran medida el miedo y el rechazo.

Las lesbianas francesas ya pueden adoptar a los hijos de su pareja concebidos por reproducción asistida

madres-lesbianas

Desde que Francia legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo, el 18 de mayo de 2013, las parejas homosexuales casadas pueden adoptar de manera conjunta. Sin embargo, en el caso de las lesbianas, un bebé concebido por una de las mujeres no era legalmente hijo de ambas. Solo la madre biológica tenía potestad legal y a su pareja se le negaba el derecho a la adopción.

Ante esto el Tribunal Supremo francés acaba de dictaminar que las parejas de mujeres casadas en las que haya niños engendrados por reproducción asistida con un donante anónimo en el extranjeropodrán reclamar la maternidad legal para ambas partes, a través de un proceso de adopción.

Lo paradójico es que el tratamiento de inseminación artificial o fecundación in vitro tendrán que seguir haciéndolo en el extranjero ya que Francia solo permite los tratamientos de reproducción asistida a las parejas heterosexuales que lleven juntas al menos dos años.

Daniel(a) es Daniela

Autorretrato de Daniela.

Autorretrato de Daniela.

Había una vez una niña a quien nadie quería ver. Todos la veían como el niño que era biológicamente. Su familia estaba reunida. El padre, Javier, un respetado médico, uno de los mejores de su especialidad en el país, decidió explicar sobre la fecundación: «Esto es muy sencillo, todos somos chicas al principio, quiere decir que somos XX y cuando se cae el palito de la segunda X, quiere decir que somos chicos, y nos quedamos XY».

«Un grito de desesperación nos dejó a todos callados», explica la madre, África. «¡Papá, eso es lo que me ha pasado a mí! ¡Se me ha caído el palito, pero el mío no se tenía que caer! ¡Ahora qué hago!». Esta era la explicación sencilla y angustiada de la niña en cuerpo de niño. Pero «el argumento de Dani fue arrinconado». Lo relata África Pastor Espuch en primera persona del plural. Le da voz a Daniela, su hija transexual de ocho años. Ella, una mujer de piel bronceada, proveniente de una familia conservadora, dedicada a la moda, ha decidido contar su experiencia. Sus frustraciones.

Sus miedos. Cómo venció a la palabra más fuerte a la que se enfrentó. La palabra innombrable: transexual. Repita conmigo. Niña transexual. Niño transexual. Existen. Son más de un centenar, un centenar largo en España. «Nuestro hijo nació como niño, se le identificó por sus genitales. Desde que tenía dos años se identificó como una niña… el tiempo, los médicos y su valentía le han dado la razón… Recorrimos todo tipo de especialistas, pediatras, psicólogos, endocrinos, sociólogos, cirujanos. Todos y cada uno de ellos nos confirmaron lo que Daniela venía diciendo desde los dos años: es una niña». Hasta llegar a esta conclusión hubo mucho sufrimiento. Y tantas dudas.

«Recuerdo cuando Dani nos pidió unas alas. Tendría tres años, no hubo alas, pero le dio igual porque utilizaba sus brazos… Gritaba:“¡Soy un hada!”. Yo le decía a su padre que seguramente lo hacía por llamar la atención. A lo que él me respondía: “Pues joder con el niño, qué cabrón”. Dani siguió buscando hadas en el campo». A sus espaldas, muchos decían que era temporal. Que podrían dejarle «hecho un hombre». En ese tiempo Daniela aún no era Daniela. Aún faltaban muchos prejuicios que romper.

-¿Cuándo fue el momento clave, África? ¿Cuándo supo que tenía una hija más?

-Hay que entenderlo como un largo proceso. Pero hay un momento que recuerdo especialmente. Estaba sentada en una mecedora en mi casa. Veía todas las fotos de mis hijos. Apareció Daniela -le decían entonces Dani- tenía tres años. Se apareció con el dibujo de una niña y me pidió que la colocáramos junto a las fotos de la familia. «Esa niña no la conocemos de nada», le dije. «No me gusta cómo le quedan esas coletas». Tardé en entender que era una manera de decirme quién era. Le puse un marco de fotos de Ikea. Ni siquiera viendo ese dibujo durante años fui capaz de entender lo que nos decía a gritos…

Era el autorretrato de Daniela. Ysigue en esa misma estantería…

No podemos ser amigos

La presión social afectó a Dani. Los primeros rechazos… «Y como una ráfaga de viento nos encontramos empezando ya primaria, en el colegio que siempre había soñado, al que habían ido sus tres hermanos. Yo tenía la ilusión de que tuviera un mejor amigo y lo encontró, bueno… se encontraron, ¡estaba tan feliz! Hasta que a final de curso, de hecho el último día de colegio, su amigo le dijo: “No puedo ser tu amigo, si no cambias y eres más bruto, no podemos seguir siendo mejores amigos”. He visto llorar a muchos niños, pero nunca con esa pena tan profunda. La primera semana de vacaciones se la pasó jugando al baloncesto, intentando ser todo lo bruto que podía, pero… una semana después se dio por vencido».

Hay frases que África trae escritas en la mente, como un manual de estilo para proteger a su pequeña. Pasa de la serenidad al agobio. No sabe realmente cómo enfrentarse a mostrar su vida y la de su hija así. Cancela la entrevista. La retoma. Aspira aire profundamente… Es parte de su querer cambiar el mundo. Acabar con esa «perspectiva moral equivocada» que hace que Daniela sea discriminada. «Es lo que más me duele». Padeció «rechazo y acoso». Lo describe así:

«Dani siempre ha sido valiente… Valiente para bajar la cuesta de su colegio a pesar que tenía todos los días un niño que le gritaba:“¡Pareces una niña, maricón!”. No hay mediador o defensor del menor que pueda reaccionar mejor, ante un hecho así, como una hermana realmente enfadada… Al final, sus amigas lo acompañaban a la salida y su hermana a la entrada, hasta que llegaba a sitio seguro».

Durante la conversación, África se preocupa puntillosamente por los términos correctos para referirse a su hija. Una definición clave es «proceso de transición» desde que se descubre que es una niña con genitales masculinos y la aceptación total del hecho. Y pasa de no salir a la calle a desear vivir. Para eso han pasado múltiples dudas. Primero pensar que es gay, como su tío, el hermano de África.

Le contó a él lo que Dani estaba pasando. Y le dijo: «Yo nunca quise ser una chica, ni pensé en que se habían equivocado conmigo. Siempre quise ser lo que soy, un hombre. Creo que tendrías que informarte, hay asociaciones de…». No quiso escuchar más. El hermano le había dicho lo que pasaba en una palabra: transexual.«Pensé que si no hablaba de ello, desaparecería». Pero no.

Daniela seguía allí. Queriendo ser una estrella con labios pintados y rímel en los ojos, Alicia [en el País de las Maravillas], Blancanieves, la Bella Durmiente… Una princesa de cuento de hadas.

«Un día que fuimos su padre y yo juntos a recoger a Dani al cole, salía exultante, dando saltos de alegría. Tenía algo muy importante que decirnos. Nos metimos en el coche y no pudo aguantarse: “¡Va a ser la semana de los cuentos! ¡El nuestro es Alicia en el País de las Maravillas! ¡Hay que ir disfrazados, y yo voy a ser… Alicia!“. Su padre inmediatamente paró el coche, se giró hacia él y le dijo: “¡¡¡Dani tú no eres una niña y nunca lo serás. Tú siempre serás un niño!!!”. Un grito de dolor desgarrador inundó el coche y también nuestros corazones».

El padre de Daniela, un doctor con estudios en Harvard, tardó en aceptarlo como Daniela. «Su padre tenía el firme propósito de nunca comprar una Barbie, ni nada similar». Y se extrapolaba la idea a todos los juguetes orientados a chicas…

-Hasta que se encontraron en la misma juguetería…

-Comprando a la Barbie. Él era consciente de lo que pasaba. Es un hombre que tiene mucha fuerza. Es un médico de aspecto muy varonil y que había vivido una educación muy rígida. Le costó, pero, al vencer sus límites, me ha impresionado. Me ha hecho admirarlo más. Tiene que enfrentarse a muchas cosas, a muchos prejuicios.

-¿Y los abuelos? Hay un pasaje de su libro donde la abuela, al ver que Dani se hacía vestidos con toallas, dice: «Nos ha salido modisto»… ¿Tomó igual su femineidad el abuelo?

-Sí.

-¿A qué se dedica?

-Es militar.

-¿Y lo ha aceptado ?

-Sí. Cuesta entenderlo pero así ha sido. La mayoría que no lo hace es porque no conoce a ningún niño o niña transexual. Es que es tan evidente…

Aunque a veces no lo sea tanto. A veces incluso no entiende quien menos te lo esperas… «Encontramos algo que le hacía sentir genial,el ballet, fue nuestra salvación, le ha hecho muy feliz aunque cuando llegó el momento de la función de final de curso no entendió por qué no le habían elegido para ser hada y le había tocado ser cuidador de hadas. Llegué a hablar con su profesor para ver si era posible ponerles alas a los cuidadores pero… no. Aún así, se resignó, su profe le dijo: “No puedes ser un hada porque eres un niño”… se me partía el corazón». El propio profesor de ballet, homosexual, no comprendía.

Hay momentos del relato de su vida que impactan por su telúrica honestidad. En las páginas se siente, sin ninguna duda, el dolor de la niña a la que nombraron Daniel y su lucha por ser Daniela. Ese cambio de nombre fue trascendental… Como un amanecer. Pasó así. «¡Mami he tenido una súper idea, espera!», lanzó. «Y en cuestión de menos de un minuto apareció con la concha bautismal que tenía en su cuarto -por ser el último de sus hermanos al que bautizamos- y me dijo: “Mami, si me bautizas ahora con nombre de chica todo se habrá arreglado”. Y así lo hice. Se metió conmigo en la bañera y le pregunté: “¿Cómo te llamas?”. Y me contestó: “Me llamo Daniela, mamá”. La bauticé y ese día durmió tan profundamente…».

En el ballet, en el cole…

Ya Daniela es Daniela. Para sus amigos. Para su familia… El primer paso era que lo entiendan en su colegio. Que la aceptasen con su ropa de chica, con su cabello largo, que la dejen ser… Pero no fue fácil. «A partir de ese momento ya ha sido Daniela, aunque en el cole de sus sueños no la quieren, les da miedo pensar en tener una alumna con colita y nos ofrecen un colegio de integración en el que sí están preparados para afrontar algo así y que termine el curso en casa, me imagino que por miedo a que pueda contagiar a alguien. En ballet es Daniela, en su escuela extraescolar americana es Daniela, en su clase de música es Daniela, para todos los que la conocemos desde siempre…».

Ahora buscan el cambio de nombre oficial en el DNI. La primera instancia perdida y ya han presentado un recurso. Es la siguiente batalla, la judicial. Daniela quiere ser Daniela siempre y en su documentación. Hay ya precedentes que deben ayudar a su caso. Con 10 años, Emma nació como Jorge. Este año un juez aceptó su cambio de nombre en todos sus papeles. «Con 10 años, nos aconsejaron cambiar todo: nombre, ropa, carnés, decirlo en el cole… El juez que nos tocó dictó que Jorge debía llamarse Emma por uso habitual», contaron sus papás a ELMUNDO en julio. Es uno de los siete únicos casos que lo han conseguido en toda España.

El jueves, África dio su discurso de presentación de la Fundación Daniela y, también, del relato con la historia de su hija: El libro de Daniela. El fin de su institución: «Potenciar la creación de nuevas redes de profesionales especializados en la intervención con personas transexuales y transgénero». Es decir, ayudar a que ningún otro niño pase a solas lo que vivió Daniela… Esta iniciativa ha logrado que se interesen personajes de la talla del juez Fernando Grande-Marlaska; el consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Jesús Fermosel; Pedro Zerolo; Carla Antonelli…

En los agradecimientos del libro de África aparece uno de los mayores expertos en transexualidad infantil, el cirujano Iván Mañero, quien además ha acompañado a los padres de Daniela en este viaje. Analiza para Crónica el proceso clínico a seguir: «Entre los 10 y los 12 años debe comenzar un tratamiento con bloqueadores hormonales». Como éste no está contemplado por la sanidad de Madrid, el coste del mismo -cada tres meses- es de unos 1.000 euros. Todo ello supervisado siempre por un endocrinólogo. «El fin es que no aparezcan los rasgos distintivos de su sexualidad biológica como la barba… que pueden generar un serio trauma», explica Mañero, con la experiencia de ser el cirujano que más intervenciones de cambio de sexo ha realizado en Europa. Supera las 1.500.

«Se deben realizar, al menos, hasta los 18 años». Lo que significa un coste de aproximadamente 32.000 euros. A la par, se recomienda una terapia psicológica familiar. «De acuerdo a cómo se produzca el desarrollo de la persona, cuando sea mayor de edad, deberá decidir si realiza el cambio de sexo quirúrgico que, en este caso, implica cirugía para extirpar el pene y los testículos y formar los genitales femeninos a partir de esos tejidos». Dependiendo del proceso seguido anteriormente, se sabrá cuántas operaciones más necesita como, por ejemplo, siliconas en los pechos. El valor final total oscila entre los 40.000 y los 80.000 euros.

Inicio y fin del viaje

Es el camino que tendrá que vivir Daniela. Uno que inició -quizá-, en este momento, que cuenta su madre: «Fuimos con toda la familia a Disney. No se me quitaba de la cabeza la cara de Dani cuando pasamos por el castillo de la Bella Durmiente y vio un salón de belleza en donde convertían a las niñas en princesas… Después de dar varias vueltas por la tienda escondido detrás de mis piernas, la dependienta se acercó a nosotros, y me dijo: “¿En qué le puedo ayudar”. “Estaba buscando un disfraz para una niña de siete años”, respondí. “De esa talla no nos queda casi nada. Si viniera usted con la niña podríamos probarle lo que nos queda. A lo mejor el de la Bella Durmiente le quedaría bien”, me dice. No sé de dónde saqué fuerzas y le dije: “No hay problema, es para mi hija y está aquí“… La llevó delante de un espejo mágico y le probó el disfraz».

Se miraba en ese espejo de fantasía viéndose como era. Como la princesa de cuento que soñaba ser. Por la felicidad de que su mamá, como nunca antes, la llamara «hija».

La lucha por un DNI

Sólo siete menores
han conseguido cambiar nombre y género -reconociendo su transexualidad- en su DNIen España. Daniela, en primera instancia, no lo ha logrado. Sus padres han presentado un recurso. Lucharán hasta conseguirlo.
El precedente
de Emma, nacido Jorge, ayudará a Daniela. «El juez que nos tocó dictó que Jorge debía llamarse Emma por uso habitual», contaron en julio, a ELMUNDO, sus padres.
A los 18 años
la opción de cambiar el documento de identidad sin operarse es factible en España. Se debe probar que se le ha sido diagnosticado «disforia de género». Se conserva, eso sí, el número de carnet.

El coste del cambio

Hormonas.
«Entre los 10 y los 12 años debe comenzar un tratamiento con bloqueadores hormonales», nos cuenta el reputado especialista en cambio de sexo, el cirujano plástico Iván Mañero. No esta contemplado por la sanidad de Madrid para menores de edad -está regulado en Andalucía, Asturias, Canarias, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Navarra- y cuesta 1.000 euros cada tres meses:unos 32.000 euros hasta los 18 años.
Operación.
«Cuando sea mayor de edad, deberá decidir si realiza el cambio de sexo quirúrgico. Es una de las operaciones más complejas». Intervienen en el proceso: urólogos, psicólogos, psiquiatras, cirujanos plásticos… Valor final total: entre los 40.000 y los 80.000 euros.

Escrito con el testimonio de la madre y con extractos del libro «El libro de Daniela», de África Pastor Espuch (Ed. Círculo Rojo), ya a la venta.

Una activista lesbiana británica viaja al Congo a ver a su familia y acaba secuestrada para “curarla”

Christina Fonthes

Christina Fonthes

Parece una historia sacada de una película, pero cuando se trata de la homofobia rampante que hay en muchos lugares del mundo, la realidad acaba superando a la ficción. Buena prueba de ello es la historia de Christina Fonthes, una chica británica de 27 años de origen congoleño que nunca pudo imaginar que un viaje a la tierra de sus familiares el pasado 11 de agosto podía acabar con un secuestro con la intención de “curarla” de su homosexualidad. Fonthes, que vive en Manchester y es una activista por los derechos LGBT a través de Rainbow Noir ya está a salvo, pero la odisea en la que se ha visto envuelta ha sido muy dura. La historia se ha conocido gracias a la novia de Fonthes, la periodista deportiva de la BBC Jessica Creighton, que alertó de la situación por la que estaba pasando la joven.

Todo empezó cuando su madre le arrebató el pasaporte y le dijo que tenían intención de mantenerla allí para curarla. Deseperada, Fonthes comenzó a mandar mensajes a sus amistades alertándoles de la situación. Con ayuda de unas amistades consiguió escapar de la casa y llegar a la embajada británica en Kinshasha, la capital del país. Pero su odisea no había concluido. Las autoridades británicas le dijeron que iban a concederle documentos provisionales de emergencia para que pudiera volver a Gran Bretaña, pero cuando salió de la embajada y se montó en un taxi con la misma amiga que la había acompañado, la policía les paró y ella acabó detenida por la falta de documentación. Fue liberada, pero entonces volvió a estar en poder de su familia. Tras muchas gestiones y luchas, el colectivo Rainbow Noir por fin confirmó que Fonthes había conseguido de nuevo liberarse y que pronto estaría de vuelta en Reino Unido. La presión de la embajada británica logró que la familia le devolviera el pasaporte.

El colectivo gay es el más atacado en España

El segundo grupo más vulnerable en nuestro país son los discapacitados

Incidentes relacionados con delitos de odio conocidos

Incidentes relacionados con delitos de odio conocidos. / CADENA SER

La mayoría de los ataques en España se produce por la orientación sexual. Según dos informes policiales a los que ha tenido acceso la SER durante estos seis primeros meses del año ha habido ya en nuestro país235 incidentes motivados por la orientación o identidad sexual. El segundo colectivo más vulnerable en nuestro país son los discapacitados seguidos de los inmigrantes. Estas acciones de odio se traducen en abusos y agresiones sexuales, lesiones, amenazas, hurtos y violaciones.

La orientación sexual y la discapacidad son los principales motivos en España que despiertan conductas de odio y que puedendesembocar en delito. Según dos informes policiales a los que ha tenido acceso la SER durante estos seis primeros meses del año ya ha habido en nuestro país 235 incidentes motivados por la orientación sexual. Andalucía es la comunidad donde más se danestos delitos de identidad sexual: exactamente de enero a junio ha habido 93. Le sigue la comunidad de Baleares con 24 ataques y después Galicia con otros 22.

El segundo grupo más vulnerable son los discapacitados. Durante estos seis primeros meses el año ha habido 124 ataques contra ellos y de nuevo Andalucía se sitúa a la cabeza con 30 incidentes seguido de la Comunidad Valenciana con 27 y de Madrid con 10.

El racismo y la xenofobia aparece como el tercer motivo en España que levanta conductas de odio y que puede desembocar en delito. En total ha habido 124 delitos relacionados con este delito. Andalucía aparece otra vez en primer lugar con 35 ataques seguidos de la Comunidad de Madrid con 16 y de la Comunidad de Castilla – La Mancha con 14.

El resto de colectivos englobados en este balance y que también han recibido ataques son víctimas en situación de exclusión social o pobreza ( 32 delitos en total y 10 de ellos en Madrid), víctimas por delitos antisemitismo (19) y víctimas atacadas por motivos de creencias o prácticas religiosas.

Estos datos se refieren a los seis primeros meses de este año e incluyen los delitos contabilizados por el Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Policía Foral de Navarra y Policía Local. Faltan los balances de la Policía Autonómica Vasca y de los Mossos D’ Escuadra que los presentarán a final de año.

La tendencia de estos datos es similar a la que se presentó el año pasado en el primer balancea que hizo Interior. Durante el año 2013 el número de delitos de odio acontecidos en España ascendió a 1.172. La discriminación por orientación o identidad sexual tuvo el año pasado los datos más altos. En segundo lugar aparecen los actos racistas y xenófobos ocurridos principalmente en espectáculos deportivos y en tercer lugar los ataques a discapacitados. La orientación sexual y la identidad de género tuvo el año pasado 452 casos identificados en nuestro país, el origen étnico o racial 381, la discapacidad 290, la religión y las creencias 42, la situación de pobreza y exclusión social 4 y el antisemitismo 3.

Estas acciones de odio se traducen en abusos y agresiones sexuales, lesiones, amenazas, hurtos y violaciones. Normalmente suelen acabar en infracciones administrativas y civiles, faltas o delitos.

La SER ha tenido acceso a este segundo balance elaborado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que tiene como objetivo identificar conductas discriminatorias para diseñar una política real y efectiva contra la inmigración. El primer balance se presentó el pasado mayo, fue pionero en nuestro país y se hizo a instancias de Europa y de organizaciones no gubernamentales como Movimiento contra la Intolerancia. Actualmente España esta siendo pionera en la recopilación y publicación de estos datos que incluyen todas las denuncias que se hacen ante la policía.

Según la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea entre el 60 y el 90 % de las víctimas de delitos motivados por sentimientos de odio no denuncian su caso. Por eso una de las novedades que incluye este balance es que aunque la víctima no sea capaz de identificarse como persona discriminada, lo puede hacer desde la policía u otro testigo aunque la víctima no este de acuerdo.

Movimiento contra la Intolerancia asegura que los datos que publica Interior están por debajo de la realidad. El movimiento estima que hay más de 4000 incidentes y delitos de odio en su mayoría de racismo y xenofobia. La causa de que estos delitos no aparezcan en el balance de denuncias que recoge la policía es el miedo a las represalias y a la desconfianza institucional que, según esta organización, tienen los inmigrantes.

La Iglesia rechaza la transexualidad

Artículo publicado en ATCLIBERTAD

Indignación ante el comunicado de la Pastoral Familiar de Jerez contra el protocolo sobre identidad de género en el sistema educativo andaluz impulsado por la Junta de Andalucía
Madrid, 10 jul. 14. AmecoPress. La asociación de familias de menores transexuales Chrysallis y la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA), han expresado su indignación ante el comunicado emitido por la Pastoral Familiar de Jerez (Cádiz) en el que muestra su “rechazo” al protocolo sobre identidad de género en el sistema educativo andaluz impulsado por la Junta de Andalucía, que “contempla la transexualidad en púberes y adolescentes” y apela a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para afirmar que el protocolo es “un ejemplo claro de imposición autoritaria de una actuación que médicamente no está suficientemente validada”.
Según las personas transexuales y sus familias la Pastoral esgrime “datos inconsistentes” para “subyugarnos al ostracismo”, pretendiendo “mayor altura moral” que los que juzgan y postulándose una vez mas como “poseedores de la verdad”. Esto no es algo gratuito porque este tipo de manifestaciones son abono para frenar los avances en derechos civiles y para posicionamientos médicos obsoletos que eran los mismos que, hasta hace no mucho, consideraban la homosexualidad una enfermedad, expresan en una nota.

Las consideraciones referidas en el comunicado de la Pastoral cuando se apela a la OMS quedan desmontadas en el mismo momento en que la Asociación de Psiquiatría Americana, que es la “Biblia” de la OMS, despatologizó la transexualidad en junio de 2012, cambiando el término “trastorno” de género por el de “disforia” de género, explica la respuesta de las asociaciones.

El extremismo católico y la parte más reaccionaria de la sociedad siguen con su tradicional torpeza, inmiscuyéndose en los avances en derechos civiles y en la ciencia para, mediante miedos y juicios de valor, seguir manteniendo su poder frente a una sociedad cada vez más indiferente a sus idearios, reza el texto.

“Hasta hace poco ni se conocía, ni se estudiaba a los menores transexuales. Hasta que las familias nos hemos unido y defendido nuestros derechos y los de nuestros hijos, no han vivido estos menores con su identidad sentida,” manifiesta Pilar Sánchez, presidenta de Chrysallis Andalucía. “Al mismo tiempo”, sigue, “estos expertos en la clasificación de la perversión y el alineamiento, que se manifiestan sobre nosotros con un total desconocimiento utilizan, de forma manida, un estudio bastante cuestionable -para defender su postura marginadora indefendible- ya que no identifica bien a los sujetos, confunden identidad y orientación sexual y tratan sobre personas que son víctimas del ostracismo social, con el daño psicológico que eso conlleva, la distorsión de la realidad y la carencia por consecuencia de un entorno apto de estudio. Y no es que sea una opinión de familias y transexuales sospechosos de toda maldad, es que lo demuestra la distancia entre los datos de los diferentes estudios”.

Estudios

Un estudio comparativo del Hospital Clínic de Barcelona, realizado en el año 2013, muestra en sus conclusiones que el 82% de los niños y niñas y el 91,7% de los y las adolescentes mantienen el diagnóstico en el seguimiento. “Estos porcentajes son concordantes con estudios en nuestro entorno (Esteva y cols., 2006), pero no con los estudios publicados en la literatura que encuentran cifras mucho menores (2-56%). Por ello es preciso realizar nuevos estudios con criterios diagnósticos muy definidos para analizar la gran discrepancia entre estudios”.

“Llevamos días escuchando ese soniquete en el que rechazan los estudios más novedosos para quedarse con los rancios, donde aparecen por obra de magia cerebros que se transforman y vuelven a su “normalidad” soñada. Ya se han vivido situaciones similares en otras realidades, durante décadas quisieron hacernos creer que había cura a la homosexualidad afirmando por ende que era una patología y no parte de la diversidad del ser humano”, denuncian las organizaciones en su respuesta.

Según Natalia Aventín, portavoz de Chrysallis estatal “Está demostrado que la identidad sexual reside en el cerebro y todas las personas somos conscientes desde temprana edad de quienes somos. También está demostrado que la falta de aceptación de los niños y jóvenes transexuales, en edades tempranas, los llevan a situaciones de gran sufrimiento, donde en demasiadas ocasiones contemplan el suicidio como única salida digna”. Por otra parte, “el cuestionamiento de la Ley aprobada en el Parlamento Andaluz por unanimidad y del consensuado Protocolo de Educación, que la desarrolla, demuestra la falta de respeto hacia una sociedad plural, integradora y respetuosa con los derechos individuales de las personas, sean niños o adultos”.

Es, como mínimo, “sospechoso” que cuanto más próximos al presente son los estudios menos modificaciones “mágicas” sufren los cerebros y eso que aún vivimos entornos hostiles, gracias a los “portadores de la verdad única” que niegan la “divina” diversidad del ser humano.

“Será que los sujetos y sus experiencias han sido mal identificados. Será que cuanta mayor aceptación social tienen, aumenta la capacidad de expresar la identidad sexual sentida y por lo tanto mejora los porcentajes de persistencia. Será entonces que las personas que expresen su realidad en un entorno social, y eso incluye el escolar integrador, no se ven obligados a renegar de su identidad para complacencia de sus superiores”.

Según Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía Sylvia Rivera; “el reconocimiento de los derechos de las personas transexuales no recorta ni limita los derechos del resto de la ciudadanía, sino que garantiza los que nunca pudieron ser disfrutados en igualdad de condiciones por las personas transexuales. En un estado aconfesional y democrático esto supone una ingerencia en las normas democráticas y consensuadas por la sociedad civil”.

Huir por ser gay: “Quemaron a mi novio delante de mí en Camerún y el Gobierno español no me cree”

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Louis y su marido/ Imagen cedida.

“Podía vivir en mi país, Camerún… si me escondía”. Y lo hacía; lo intentaba. Su madre se lo advertía desde niño: aquello no estaba bien, aquello podría matarle. Louis trató de evitar lo irremediable pero no pudo y optó por la clandestinidad. Caía la noche y llegaba la hora de poder amar sin que nadie mirase. Los hostales eran arriesgados. Acudían a parques, rincones oscuros donde ser ellos mismos sin peligro, donde poder sentirse y dejar el miedo aparcado por un rato. Se escondía para no huir, sí. “Hasta que le quemaron a él”. Él era su pareja. Murió entre llamas frente a Louis.

Huyó. Al principio sin rumbo fijo. “No sabía dónde iba. Solo iba para delante, para delante”, dice en un español afrancesado. Pasó por Nigeria, Argelia y Marruecos. Cruzó el Estrecho en patera. “Cuando llegué a España, pensé: ‘si aquí puedo vivir, si puedo ser yo sin que me maten, para qué voy a cruzar más fronteras”, recuerda Louis sentado en el sofá de un acogedor y pequeño apartamento en el barrio madrileño de Lavapiés. Ha pedido asilo en España porque, supuestamente, la ley protege sus sentimientos, pero el Gobierno se lo denegó y activó una orden de expulsión. Su defensa, ejercida desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), recurrió la decisión hace ya un año. Sigue esperando.

La llegada no fue fácil. Ni su vida lo es aún hoy, a pesar de haberse casado con una persona española hace unos meses, en medio de este eterno proceso. “Ahora no me pueden expulsar, después de más de un año temiendo la deportación, estoy algo más tranquilo. Pero necesito el asilo para tener la garantía de que nunca más me obliguen a ir a Camerún. ¿Y si nos separamos? Tengo el derecho a sentirme protegido independientemente de que mi pareja sea español. No quiero sentir más el miedo al ‘qué pasará si…'”, describe Louis. “Yo no puedo volver. Si me echan, regresaré a España. No puedo vivir allí”, reitera con la mirada fija en un punto indefinido, con miedo a que se repita eso que aprieta su estómago.

“Desde que iba al colegio sentí la discriminación, la represión. Mi madre notaba que era homosexual y me echaba la bronca, me pegaba, me insultaba…. Era un niño y los vecinos le decían que me tenía que llevar por el buen camino, que si continuaba así me iban a matar. Me llegó a buscar una novia para disimular. Busco una chica para que hiciese el amor con ella. No me gustó. Cuando estaba con ella ya sabía que no me gustaban las mujeres…”, recuerda manteniendo su rostro serio.

Su madre se murió y se trasladó al hogar de su tío. Allí, con 19 años, conoció a un chico en un chat de internet. “Nos teníamos que ver tarde. Esperábamos a que se hiciese de noche y quedábamos en un parque o un sitio escondido. Un albergue o un hotel era arriesgado. Si entran dos hombres a una habitación los dueños empezaban a sospechar y escuchaban tras la puerta. Si lo descubrían daban golpes en la puerta para que no lo hicieses”, describe.

“Yo vivía bien en Camerún. Tenía trabajo: soy jardinero”, apunta señalando a una de las muchas plantas que decoran el moderno piso en el que vive. “No sabía que no iba a poder vivir en Camerún… Pero poco a poco me di cuenta. Podía, pero si me escondía… “. Un día decidió huir para no esconderse más. Intenta evitar hablar del día en el que lo decidió, el día en el que intentaron matarle, el día en el que su pareja murió, quemado, frente a él.

“Mi coche estaba preparado, lo habían rociado de gasolina y querían prender fuego. La gente decía a los policías: ‘déjale ahí, que le matamos'”, detalla con la mirada en el mismo punto bajo. La policía le llevó al calabozo, donde permaneció cuatro días. “Cada noche, a las 22 horas, pasaban los agentes y tenías que poner el pie para que te golpeasen. Cada noche. Golpe y golpe”. Según narra, un día, mientras limpiaban el calabozó, escapó. Llegó a su casa, donde vivía junto a su tío, pero le rechazó. “Cogí mi ropa y me echó de casa. ‘Fuera, fuera de mi casa’, gritaba”. Logró quedarse durante unos días en casa de un amigo, hasta que este sintió que podría traerle problemas. No le quedaban muchas opciones. “¿Cómo me voy a quedar en un país donde ponen fuego a la gente que son gays? La unica opción era Europa”. Empezó su viaje.

Louis ya experimentó lo que es huir, atravesar cientos de kilómetros, para nada. Para ser deportado de nuevo al país donde teme morir. Su miedo a no poder amar, el recuerdo del que fue su novio en Camerún, y el terror a volver a sufrir lo sufrido le dieron las fuerzas necesarias para atravesar dos veces el continente africano y cruzar en dos ocasiones el Estrecho en patera. La primera vez que pisó Melilla, pasó cerca de dos meses en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) hasta que fue trasladado a la península, donde fue internado en el CIE de Algeciras. Tras 57 días de privación de la libertad, fue deportado a su país. “Con todo lo que había pasado… es muy difícil, muy difícil. Lloraba, lloraba mucho”.

Y llegó a Duala. “Fui a un locutorio para hablar con un amigo, que no es gay pero no me trataba mal por serlo yo. No podía volver a casa de mi tío. Pero ese día mi a amigo me dijo que me fuese, que si le veían conmigo me traería problemas. Sentí que nadie me quería”. Así que volvió. La segunda vez llegó a Ceuta, también en patera. Después de llegar a la península, pasó 34 días en el CIE de Tarifa. Se enteró de la posibilidad de solicitar asilo y lo pidió. A partir de ahí, la espera.

Vomita palabras cargadas de rabia cuando recuerda la denegación de su solicitud de asilo. “Pruebas. Me piden pruebas. ¿Cómo puedo demostrar que tu vecino te quiera matar? Me tenían que haber matado, así ya tendría pruebas”, sentencia, casi gritando. “Yo me pregunto: te vas a un sitio, te pegan , salen corriendo: ¿Qué pruebas vas a tener ahí? Te pegan con un cortacesped.¿Quieren que en ese momento hubiese cogido el cortacesped?”, añade atónito.

“Hay cosas en la vida en las que no hace falta pruebas. Si me entienden me entienden y, si no, pues ya esta. Yo he dicho lo que me ha pasado… nada más”.