Autora del blog Eros y ‘El orgasmo de mi vida’, la periodista y sexóloga Silvia C. Carpallo hace su primera incursión en la novela erótica con su última publicación ‘Decirte adiós con un te quiero’
Silvia C. Carpallo: (J.A,.+)
DONOSTIA – “Desde muy pequeña el sexo ha sido uno de los temas que más ha despertado mi curiosidad y lógicamente mucho más cuando me convertí en adulta. Creo que sigue existiendo mucho misterio, muchos mitos y mucho tabú, y que falta naturalidad para hablar de sexo como un ámbito más de nuestra vida, y de hecho, uno muy importante. Me pareció que formarme para informar bien sobre sexo era una manera de aportar algo, de poner mi granito de arena; por eso realicé un máster en la Universidad”, explica a DEIA la periodista y sexóloga Silvia C. Carpallo, que acaba de presentar su primera novela erótica Decirte adiós con un te quiero”
Se trata de su segunda inmersión en la literatura erótica.
-Realicé por encargo de Grijalbo gran parte de los relatos del packCincuenta escenarios para desatar tu pasión, que fue una primera incursión en los relatos eróticos gracias a la cual di el salto a mi primera publicación titulada El orgasmo de mi vida, dónde ya traté temas sexológicos con un poco más de profundidad. Decirte adiós con un te quiero es mi salto a la novela, y reconozco que me ha costado más de lo que pensaba. Me preguntaban en la presentación si era escritora de brújula, es decir, que se lanza a lo que los personajes le sugieran, o de mapa, que necesita una estructura. En mi paso a la novela he descubierto que soy de las segundas.
¿A quién va dirigida la novela?
-No me gusta pensar en públicos concretos, porque El orgasmo de mi vida lo escribí pensando en las mujeres y casi les gustó más a los hombres. Escribo sobre temas que creo que son universales, cuestiones que a mí me han movido por dentro, pero que en realidad nos mueven a todos.
¿Qué aborda en Decirte adiós con un te quiero?
-Principalmente trata del tránsito de la etapa más joven y despreocupada de tres amigas a su etapa adulta. Aborda el adiós de las tres protagonistas a una etapa maravillosa de su vida, de la que deben despedirse para asumir nuevos retos y riesgos vitales. Todo ello reflejado en temas clave para la mente femenina como es la amistad, el amor y por supuesto, el sexo.
Dos de los escenarios más emblemáticos de la novela, sobre todo como nidos de amor, son precisamente Bilbao y Donostia, ¿por qué los eligió
-Al elegir los destinos de los viajes de Joel y Aitana, los dos protagonistas, quise buscar lugares que significaran algo especial para mí. Bilbao y San Sebastián fueron dos de esos destinos que tenía pendientes, y que pese a haber viajado mucho, me fascinaron. La comida, la gente, el ambiente, el mar, todo en su conjunto, me parecieron ingredientes perfectos para que fueran el lugar en el que detonase la historia de amor (y de sexo) de los protagonistas. De hecho, hay escenas picantes en lugares algo inesperados. Además, he aprovechado para contar algunas curiosidades porque creo que muchas veces salimos fuera en busca de lugares nuevos, cuando los que tenemos dentro de la Península son lugares maravillosos por descubrir.
¿Se puede acabar una relación con un ‘te quiero’?
-Sí, hay muchas veces que se deja una relación porque solo con el amor no basta. Una relación no se sustenta sólo en un sentimiento, sino también en tener un proyecto común, compatibilidades… En querer construir una pareja. Conozco personas que han dicho ese adiós con un te quiero; las relaciones son una de las cosas más complejas del mundo.
¿El amor romántico atonta a nuestras adolescentes? ¿Cómo lo ve?
-Precisamente lo que intento hacer con este libro es desmitificar esa idea. Muchas veces vivimos una relación que nos arrastra de forma intensa, pero hay que saber parar cuando nos damos cuenta de que no nos conviene. Si hablo de ese decir adiós pese a que exista un te quiero, es precisamente en esa línea. Hay historias que son para vivirlas, pero no para quedarse en ellas toda una vida.
¿Ayudan sus libros a que las mujeres se empoderen en lo sexual?
-Es una de las ideas que siempre intento trabajar en mis publicaciones porque creo que la sexología no sólo debe enseñarse de forma práctica, sino también de forma amena, como puede ser a través de una novela. Las tres protagonistas, pese a estar cerca de la treintena, han vivido su sexualidad en torno a unos cánones, a un deber ser responsabilizando a otros de su placer, y en ese paso a la madurez, lo que aprenden, es que su sexualidad es suya, que depende de ellas mismas y que pueden ser libres de vivenciarla como quieran.
La influencia de la Iglesia hace que la sexualidad sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad…
-Sí, por supuesto, nuestra cultura tiene sus raíces y el componente, por ejemplo, capitalista de propiedad privada, o la idea de culpa y pecado de la Iglesia, influyen en nuestra forma de entender las relaciones personales. En la presentación del libro me preguntaban por la infidelidad, y yo comentaba que si bien mi yo racional, la sexóloga, entiende que no es natural que sólo exista atracción sexual con una persona para toda la vida, y que quizás habría que replantear nuestro modelo de relación de pareja, la Silvia que se ha criado en España, con su sociedad y su cultura, no sabría sobrellevar esa idea por su más intrínseca socialización primaria.
¿Aprobamos en educación sexual?
-No. Seguimos pensado que la educación sexual es hablar de anticoncepción e infecciones de transmisión sexual, que también, pero no hablamos de la educación emocional, de entender lo que significa ser hombre o mujer, de respetar al otro sexo, de hacernos compañeros y no enemigos, de nuestra forma de evolucionar en la vida y en el terreno de lo sexual, que realmente son los temas que más conflicto nos generan después.
Este género literario va en aumento ¿Tiene algo que ver conCincuenta sombras de Grey? ¿Cómo calificarías este fenómeno?
-Tengo un problema con los géneros. Este libro va precisamente de romper etiquetas, de dejar de clasificarlo todo y simplemente lanzarse a disfrutarlo. No sé si es un libro romántico, aunque sé que hay escenas románticas, no sé si es un libro erótico, pero sé que hay bastantes escenas eróticas; creo que es un libro sobre la vida y que en la vida, todas esas escenas son las que aparecen en nuestro día a día. Creo que Cincuenta sombras de Grey abrió una veda de esta temática a un público más amplio. Creo que estamos desaprovechando un poco esta oportunidad.
¿Por qué?
-En vez de ofrecer cosas nuevas, se está cayendo en copiar una y otra vez el modelo que funciona; pero si no cambiamos eso, al final, el lector se aburrirá y volveremos a alejarle de este género. Es lo que he intentado y las críticas que me llegan dicen que mi libro es distinto, que no sigue la historia de amor o de sexo típica, la cuestión es si esta visión gustará más o menos a los lectores… ¡Espero que sea lo primero!