Resistencia en la tierra de la intransigencia

Pau Guillem, Amaia Betolaza, Diane Baukuraia,Frank Mughisa,Aratz Castro y Begoña Otalora

SIN ánimo de enredarme en un chabacano juego de palabras, arranca este artículo como una reseña de cine negro, una llamada de atención sobre Call me Kuchu (Nazywaj mnie Kuchusi se usa el suajili, lengua nativa de Uganda, la tierra donde todo sucede…), un documental terrible donde se relata como en Uganda, una nueva enmienda permitirá castigar a los homosexuales con la pena de muerte. David Kato -el primer hombre de Uganda en reconocer su homosexualidad en público…- y sus compañeros activistas trabajan contrarreloj para derrocar esa legislación, mientras luchan para sobrevivir a las continuas persecuciones. Pero nadie está preparado para el fatal asesinato que llevará al movimiento a su auge y se expandirá por todo el mundo.

La proyección de la historia tuvo lugar ayer en el Palacio Yhon de Bilbao, el viejo edificio de La Bolsa, como estrella central sobre la que orbitó un cinefórum. ¿Por qué? El origen de todo está en la presencia de Frank MugishaDiane Bakuraira,integrantes de la ONG Sexual Minorities Uganda,ganadora del premio René Cassin 2017 concedido por el Gobierno vasco a propuesta de Ortzadar LGTB Elkartea, asociación representada ayer por Aratz Castroen un encuentro propiciado por ellos mismos y por Zinegoak, con Pau GuillemPedro Andradecomo embajadores. La organización no gubernamental premiada fue fundada en 2004 por el activista transgénero Víctor Mukasa y está integrada por 18 asociaciones de distinto signo que luchan por el reconocimiento y el respeto de la dignidad y derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales. Todo tenía ligazón.

Hubo emoción intensa y sincera en el encuentro al que acudieron, entre otros, los parlamentarios Iñigo Iturrate, Amaia BetolazaBegoña Otalora;Beatriz Castro, Pepe Julián Onziema, Xabier Legarreta, Jujo Ortiz, Javi García, Roberto Narbona, Beatriz Marcos, Asier Gárate, Aitor Mesa,director de la revista Blue; Jorge Romano y Sergio Fernández,entre otra mucha gente sensiblizada con esa lucha, con esa resistencia en tierra de intransigencias con la diversidad sexual.

Hombres y mujeres no digamos que en pie de guerra (o también, por qué no…) pero sí sensibilizados con esa batalla. A la cita se sumaron Imanol Álvarez, José Ignacio Sánchez, María Letona, Carlos Agirre, Jorge González, Isabel Díaz, Carmelo Martínezy así un buen número de asistentes a un encuentro nacido para arrojar luz en las tinieblas de una realidad dura, tan dura como la más sangrienta de las películas del género negro que se puedan imaginar. De todo ello les hablaba al principio y ya entonces, en las primeras líneas de este artículo, anidaba la triste realidad: que uno tiene que dar explicaciones cuando no debiera. Aún queda mucho camino por andar. Para Frank, para Diane y para tantos…

Imanol Álvarez, José Ignacio Sánchez, María Letona e Isabel Díaz

Frank Mugisha (DIRECTOR DE SEXUAL MINORITIES UGANDA): “A Uganda llegó de fuera la homofobia y no la homosexualidad”

El lehendakari, Iñigo Urkullu, entrega el premio René Cassin 2017 a la asociación Sexual Minorities Uganda, que defiende los Derechos Humanos del colectivo LGTB

Frank Mugisha (J.M.M.)

BILBAO- “No parar hasta lograr la igualdad para todas las personas de Uganda”. Esas fueron las palabras de Frank Mugisha, quien fue nominado para el Premio Nobel de la Paz en 2014 como director ejecutivo de la asociación Sexual Minorities Uganda (SMUG), durante la entrega del premio René Cassin 2017 por parte del lehendakari, Iñigo Urkullu, a esta organización que defiende los Derechos Humanos del colectivo LGTB en su país en particular y en África en general. Sin pelos en la lengua, Mugisha habla sobre la realidad del colectivo LGTB en el continente africano.

Homosexualidad en Uganda. ¿Cómo se vive allí siendo gay?

-Es muy duro. Si se te conoce o se te identifica o percibe como miembro del colectivo LGTB tienes un problema, porque corres el peligro de ser perseguido, de ser maltratado físicamente, de perder el apoyo de tu familia, de sufrir exclusión y discriminación e incluso te pueden denegar el acceso a los servicios básicos. El nivel de consecuencias depende de varios aspectos y uno de ellos es dónde se vive. Para que alguien del colectivo LGTB pueda vivir una vida relativamente agradable ha de hacerlo en una zona de alto standing, ir a comer a sitios caros, etc. Pero la mayoría de los ugandeses son personas pobres que están en el paro, sobre todo los pertenecientes al colectivo LGTB, por lo que viven en zonas donde se enfrentan a una mayor persecución.

Aunque la homosexualidad es ilegal desde la imposición del código penal británico, la situación no siempre ha sido así. ¿Qué ha cambiado?

-Uganda tiene la ley de sodomía aplicada por los británicos, pero en 2009 se promulgó una ley a través de la cual hemos podido luchar hasta que la ley de sodomía fue derogada en 2014. Aun así, hay muchísima confusión y muchos ugandeses siguen considerando la homosexualidad como algo ilegal, aunque no lo es según esta ley de 2009.

¿Confusión?

-Así es. Por una parte, tiene que ver con la manera en la que se entiende esta ley en el país. Y por otra, porque muchas de las personas que se enfrentan a nosotros son cristianos y estos son muy respetados en el país, por lo que cuando dicen algo la gente se lo cree. Por eso, uno de nuestros desafíos es intentar convencer a la gente de que no somos un grupo ilegal. En cualquier caso, nos están poniendo dificultades apoyándose en una ley que no debería aplicarse y que de hecho no está vigente.

Si no me equivoco, hay quien dice que la homosexualidad ugandesa es fruto de una imposición de Occidente.

-La homofobia es lo externo a Uganda y no la homosexualidad. Las personas LGTB han existido antes de la etapa colonial. Prueba de ello es que antes de que fuera infectado por los británicos, en suajili ya teníamos una palabra para nombrar a la homosexualidad. También tenemos en nuestra cultura personas cuya homosexualidad ha sido bien conocida y un ejemplo de ello es el rey Mwanda II, el último gobernante antes de la llegada de los europeos, quien mantuvo relaciones sexuales con sus cortesanos masculinos. Por tanto, lo que hicieron los misioneros británicos cuando llegaron fue introducir leyes contra la sodomía y criminalizar la homosexualidad, pero esta se estaba viviendo ya en África antes de que llegaran los británicos.

Hasta ahora hemos hablado de Uganda, pero en Kenia, sin ir más lejos, se culpó hace poco al turismo gay de contagiar a los leones salvajes su homosexualidad. ¿Es la homofobia algo generalizado en la mayoría de los territorios del África Negra?

-La homofobia se utiliza, por una parte, para recabar el apoyo de los votantes, ya que la gente está contra la homosexualidad y cualquier tipo de ley o pronunciamiento homofóbico te va a traer mucho apoyo. Pero por otra parte, también se usa para desviar la atención de otras cosas que importan. En esta ocasión puede que hayan tenido más repercusión las palabras de los políticos keniatas, pero es una estrategia generalizada.

Y respecto a la transexualidad, ¿cuál es la situación en Uganda?

-Las personas trans se enfrentan a una hostilidad mayor que los homosexuales. La población general considera que estas personas suplantan a otras. Además, los confunden con los homosexuales, aunque sea una cuestión de identidad en vez de orientación. Nada de esto ayuda. Pero aun así, poco a poco, se ha ido aumentando la visibilidad de las personas trans en el país, sobre todo gracias a que ha habido una red de miembros de la comunidad que han traído del extranjero ideas para mejorar la situación de Uganda.

¿Considera que esto tiene que ver con una falta de educación sexual en Uganda?

-Ahora mismo es muy difícil hablar de sexo en África. Cuando hablamos de homosexualidad la gente piensa en sexo y, más concretamente, en sexo entre hombre y hombre. Con lo cual, esto es una especie de tabú. Además, también se hila con los abusos sexuales a niños. Todo ello desgraciadamente ha hecho que se deje de impartir educación sexual integral en las escuelas, porque los padres pensaban que no era buena para sus hijos.

¿A qué cree que se debe que el sexo sea tabú en Uganda?

-Es algo cultural. En nuestras tradiciones había una persona mayor dentro de las familias que se encargaba de esta rama de la educación. A día de hoy, en cambio, los adultos son muy tímidos y no se atreven a hablar de sexo con sus hijos. Además, también consideran que los jóvenes no debería hablar de sexo, porque no se tiene suficiente sabiduría para ello. Esto ha creado un bucle del que es difícil salir.

¿Cuáles son los objetivos de SMUG?

-Nuestra organización se trata de una red que agrupa otras organizaciones que también ofrecen servicios para la comunidad LGTB, porque la mayor parte de los programas gubernamentales nos dejan fuera. Por ejemplo, servicios de salud, para que se puedan llevar directamente a la gente. Pero también de seguridad y protección, porque es uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta nuestra comunidad. Además, documentamos toda la información sobre los actos violentos contra nuestra comunidad para poder llevar a los agresores ante la Justicia.

¿Cómo pretenden sensibilizar a la sociedad con estos fines?

-Para empezar, estamos diseñando unos mensajes bien claros para el gobierno y la sociedad civil para que se vaya comprendiendo poco a poco lo que es la orientación sexual y la identidad sexual. También queremos cambiar la legislación. Pero sobre todo, buscamos que grupos de influencia en Uganda, como los grupos religiosos o los famosos, trabajen con nosotros, para poder llegar a la sociedad a través de ellos.

¿Y lo están consiguiendo?

-Relativamente. Sí que hay celebrities internacionales que han trabajado con nosotros y esto es importante, porque los famosos de nuestro país copian a los famosos de otros países. Sobre todo se involucran más las mujeres, porque a los hombres todavía les preocupa mucho. Hay mucha presión por parte del público en general.

¿Cómo ve el futuro de Uganda en lo que se refiere a los Derechos Sexuales?

-El trabajo que estamos haciendo ha creado cierto grado de visibilidad y esperamos que haya más gente que se implique. Realmente creemos que todo esto va a llevar a un cambio de mentalidad en Uganda, porque la población es joven y eso siempre favorece los cambios.

Las redes aplauden a Ada Colau por su confesión de que es bisexual

La alcaldesa de Barcelona explica en televisión que tuvo una relación de 2 años con una mujer italiana

Colau hizo un alegato en favor de la diversidad sexual en horario de máxima audiencia en Telecinco. (Telecinco)

MADRID– La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reveló en el programa televisivo deSábado Deluxede Telecinco que es bisexual: “He tenido una relación de muchos años con una mujer italiana, primero fue con un hombre y luego con ella”, confesaba en televisión, y añadía que aunque ha tenido otras relaciones con mujeres, ninguna “tuvo tanto peso como esa”.

“Tuve primero un novio y después una novia italiana, Paolo él y Elena ella, con 19-20-21 años. Fue durante una beca Erasmus cuando tenía unos veinte años. Era la primera vez que me enamoraba de una mujer, fue una relación larga, de dos años”. Tal y como relató durante la entrevista, este hecho no le supuso ningún problema en su casa porque “era algo perfectamente normalizado”. “Teníamos un montón de amigos gays, formaba parte de nuestro entorno. Tampoco lo voy explicando, pero tampoco tengo que esconderlo. Viva el amor y cada uno que quiera a quien quiera”, relató, añadiendo que “a lo mejor ni mis asesores lo sabían” y apuntando que “fue la única mujer en mi vida como gran noviazgo, aunque hubo alguna otra relación”.

“DE FORMA NATURAL”Colau, que está casada con el cofundador de Barcelona En Comú Adrià Alemany y tiene dos hijos, aseguró que ha confesado esta relación homosexual en un programa de televisión porque le ha salido “de forma natural” y recalcó que nadie tiene derecho a cuestionar su modo de vida.

Preguntada por las razones de la ruptura, Ada explicó que “se terminó porque las relaciones se acaban y la distancia también lo dificulta todo”. Jorge Javier, el presentador de Sálvame Deluxe, le preguntó si esto le podría perjudicar políticamente, a lo que la alcaldesa dijo que “no”. “No lo creo. A lo mejor ellos (sus asesores) ni siquiera lo sabían”, respondió Colau, que también añadió que “vivimos en una sociedad moderna donde todo el mundo tiene que querer a quien quiera”.

En cuanto a su adolescencia, Colau dijo que “siempre fui la rara de la clase, era distinta a mis compañeras”, antes de explicar que “tuve mi época, me cogí mis borracheras como buena adolescente, salí de fiesta”. “Tocaba salir y tocaba emborracharse, de pensar ‘vamos a probarlo’” ya que “si no lo hacías eras muy rara”.

La confesión de la alcaldesa de Barcelona no pasó desapercibida en las redes. Aunque hubo de todo, como es habitual, una amplia mayoría aplaudió la “naturalidad” con la que habló Ada Colau de su bisexualidad en un programa de máxima audiencia como es Sálvame Deluxe.

Así, el actor Paco León, que también desveló su bisexualidad en un programa televisión, aseguraba en Twitterrefiriéndose a Colau: “Estrías, novia, conciliación … lo más subversivo hoy en día es la naturalidad. @AdaColau #naturalcolau”. – DEIA

Insultos a Carla Antonelli en Twitter: “Cuando menstrúes serás mujer;de momento eres un tarado mental”

La diputada se plantea denunciar porque “Twitter no puede ser territorio para vertir graves insultos”

La diputada socialista Carla Antonelli (EFE)

MADRIAD. La diputada del PSOE Carla Antonelli ha sido insultada en Twitter con calificativos como “tarado mental” a causa de su transexualidad. Los insultos han sido proferidos por el perfil de Twitter @SpainUntrennbar, quien asegura que Antonelli solo será mujer cuando pueda “dar a luz”.

“Cuando menstrúes y des a luz te podrás llamar mujer. De momento lo que eres es un tarado mental. Y no porque lo diga yo, lo dice también la OMS, o ellos también se equivocan?”, escribió este usuario en la red social.

Antonelli ha indicado en declaraciones que está “sopesando denunciar” porque “Twitter no puede ser territorio para vertir graves insultos”. A pesar de que “es un poco el pan de cada día” considera que “hay que tomar algún tipo de medida”.

Estos insultos fueron reportados a Twitter, aunque la diputada no alberga esperanzas ya que también reportó amenazas de muerte, y según ha relatado, “dijeron que no incumplía su política”.

No han tardado en llegar los mensajes de apoyo a la diputada regional. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, le ha trasladado “todo” su apoyo, también a través de esta red social, donde ha asegurado que no abandona “la esperanza de que el odio desaparezca de nuestra sociedad y también de Twitter”.

Asimismo, el grupo LGTBI de los socialistas ha querido trasladar a la diputada un mensaje de ánimo ante estos ataques. Para Carla Antonelli, que ha agradecido las muestras de cariño, estos mensajes proceden de “una España profunda, en blanco y negro”.

De 33.000 familias, solo cinco han pedido adoptar niños con VIH

Denuncian que la ignorancia, el miedo y los prejuicios dificultan su adopción

 

MADRID – Pese a que los niños con VIH pueden llevar una vida completamente normal si reciben el tratamiento adecuado, menos de cinco de las cerca de 33.000 familias españolas declaradas idóneas para adoptar han solicitado acoger a estos pequeños, una cifra muy baja en comparación con la de otros países europeos. Así lo aseguró la presidenta de la Asociación Familias de Colores, Susana Morales, durante la inauguración de la jornada Adopta en positivo, organizada por la Coordinadora Estatal de VIH y Sida (Cesida) para informar y sensibilizar a las familias sobre cómo ha cambiado la realidad por la infección de este virus respecto a décadas anteriores. “Los datos son muy tristes; en España menos de cinco familias a día de hoy han solicitado acoger o adoptar a un menor con el VIH”, apenas cincuenta en la última década, censuró.

Se estima que en 2016 había 2,1 millones de menores en el mundo con VIH, año en que se produjeron 160.000 nuevas infecciones en menores de 15 años (sobre todo en África, seguida de Latinoamérica, Asia y Europa del este) y murieron más de 120.000 por causas relacionadas con ese virus. En España, el año pasado se diagnosticaron 39 casos en menores de 18 años, ocho de los cuales tenían menos de 15, cuatro niños y cuatro niñas, y solo uno de ellos había nacido en nuestro país, explicó la responsable del área asistencial y de investigación del Plan Nacional sobre el Sida, Rosa Polo. Una cifra que aumenta en los adolescentes, de forma que se detectaron un total de 31 infecciones en jóvenes de entre 15 y 18 años, sobre todo chicos (23), de los que la mayoría tuvieron relaciones sexuales con otros hombres. De ellos, 15 eran españoles; 14 procedían de otros países y de dos no consta esta información.

“Los niños son los grandes olvidados del VIH”, lamentó Polo, quien puso como ejemplo que la Agencia Europea del Medicamento no implantó la investigación pediátrica hasta 2007 y que aún existen tratamientos no adaptados a los menores. De ahí que haya exigido “dar la misma importancia a los niños que a los adultos e invertir en el futuro”, con un aumento de estudios y ensayos clínicos en niños y adolescentes, disponibilidad de mayor información epidemiológica o concienciación de la importancia de la educación en VIH.

“CONDENADOS A MUERTE” Y es que un niño que tenga este virus pero sea tratado correctamente puede llevar una vida “completamente normal”, de lo contrario “están condenados a muerte”, subrayó el presidente de Cesida, Juan Ramón Barrios, que destacó que aún hoy el miedo, la ignorancia y los prejuicios dificultan la adopción de estos críos. La infección por VIH es multisistémica y, en ausencia de tratamiento antirretroviral, produce una afectación profunda del sistema inmunológico. En el caso de los niños, la progresión de la enfermedad es más rápida en comparación con los adultos.

De la misma forma, mientras que los hijos de las madres infectadas que son tratadas tienen menos del 1 % de probabilidades de nacer con el virus en España, ese porcentaje se eleva a entre el 21 y el 40% en el caso contrario.

Ante todo ello, la directora general de Servicios para la Familia y la Infancia, Pilar Gonzálvez, aplaudió el gesto de “doble generosidad” de las familias que adoptan un niño con VIH, al tiempo que reclamó una mayor implicación de las administraciones para dotarlas a ellas y a los menores de todo el apoyo que necesiten. – Efe

El bus de HazteOir, en Bilbao

Cerca de 200 personas se concentraron en Bilbao ante la presencia del autobús HazteOir (Borja Guerrero)

 

PROTESTAS. Cerca de 200 personas de asociaciones LGTBI, diversas organizaciones y simpatizantes, se concentraron en Bilbao ante la presencia del autobús HazteOir. El vehículo llegó a la plaza Euskadi donde Policía Local y Ertzaintza acordonaron una zona para que descendieran los pasajeros del autobús. Los manifestantes les recibieron entre gritos de protesta, pitidos y lemas a favor de decidir sobre su propio cuerpo e identidad sexual. Durante la protesta se registraron algunos altercados.

Euskadi diagnostica un caso de sida cada dos días

Una persona se somete a un test para detectar si tiene VIH. (efe)

BILBAO – Aunque el curso de la epidemia de sida haya dado un giro de 180 grados, y la propia ONUSIDA se haya marcado como reto que desaparezca en 2030, Euskadi no consigue erradicar la enfermedad y todavía el año pasado se registraron 158 nuevos casos, lo que supone un diagnóstico de VIH cada dos días. Con el agravante de que más de la mitad de ellos, en concreto un 52%, fueron diagnósticos tardíos. Por ello, el consejero de Salud, Jon Darpón recordó ayer que hay 50 farmacias repartidas por los tres territorios a las que se puede acudir de una forma “anónima, discreta y fácil” para realizarse el test rápido y detectar lo antes posible si una persona está infectada o no. El pasado año se llevaron a cabo 2.775 test rápidos de VIH y 27 resultaron positivos.

Euskadi es una de las pocas comunidades que mantiene activo un plan contra el sida, por lo que Darpón incidió en que “no puede bajarse la guardia mientras existan nuevos contagios”.

De tratar a pacientes que luchaban por sobrevivir se ha pasado a tratar a personas con VIH que envejecen con mejor salud, pero acabar con el estigma es la asignatura pendiente. El sexo entre hombres se mantiene como la principal vía de contagio de VIH en Euskadi, con un 44,3% de los casos. Los nuevos diagnósticos representan una proporción de 7,3 por cada 100.000 habitantes, unas cifras similares a las de años anteriores, resultando la mayoría de afectados, hasta en un 80%, varones.

Son algunos de los datos recogidos en la memoria del Plan del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual presentado por Jon Darpón, el coordinador del plan, Antonio Arraiz, y la presidenta de Euskalsida, la federación de asociaciones que trabajan en el ámbito de esta enfermedad, Marta Pastor, y Joseba Rekalde, de la asociación Harribeltza.

En la comparecencia, Darpón subrayó la calidad de vida de las personas con sida, “con una esperanza de vida muy cercana al resto de la población, todo ello propiciado por los espectaculares avances en el tratamiento antirretroviral”, pero destacó que el VIH “no es una enfermedad erradicada” porque “cada año se producen nuevas infecciones en el mundo, en Europa y en Euskadi”. Aunque la media de edad se sitúa en torno a los 39 años, el 64% de los nuevos contagiados supera los 40 y el 12% tiene más de 49, lo que evidencia, a juicio del titular de Salud, que existen “más variables que la falta de información” a la hora de explicar los nuevos casos.

Mientras la vía parenteral a través de inyección de drogas continúa el descenso iniciado en los años noventa y representa solo el 6,3%, la transmisión en hombres que tienen sexo con hombres mantiene la tendencia ascendente que se espera “siga creciendo”, declaró Darpón.

Dirigido a este colectivo, el Servicio Vasco de Salud puso en marcha hace cinco años la consulta on line que permite plantear de forma anónima prácticas de riesgo o síntomas y recibir consejos o derivación a centros asistenciales para ser tratados con retrovirales. En los últimos cinco años 526 hombres han entrado en esta aplicación y la han utilizado.

6.384 EUROS POR PACIENTE Desde 1984 se han diagnosticado 5.930 casos de sida y continúa la tendencia descendente iniciada a mediados de la década de los noventa gracias a la generalización de los tratamientos antirretrovirales. Respecto al gasto en este tipo de terapias, el año pasado fueron atendidos 5.661 pacientes lo que supuso un desembolso para Osakidetza de 36,1 millones de euros, (6.384 euros por paciente), un 3% más que en 2015.

Entre las iniciativas puestas en marcha para estas personas, Osakidetza implantó el pasado año el programa Paciente Activo de la Escuela de Salud. En ese marco, y con la colaboración de ONGs que trabajan en este ámbito, “se está capacitando a formadores que van a permitir llegar a pacientes a los que enseñar cómo mejorar su autocuidado para conseguir que esas personas dispongan de una mayor autonomía en la gestión de su enfermedad y que sepan hacer frente a los nuevos problemas de salud a las que les conduce una edad más avanzada y una enfermedad que, afortunadamente, se ha hecho crónica”, según fuentes de Salud.

Por su parte, la presidenta de Euskalsida, Marta Pastor, situó la lucha contra el estigma de la enfermedad como otro de los retos pendientes. En este sentido señaló que trasladará al Parlamento Vasco la necesidad de que la legislación estatal cambie la calificación del sida como enfermedad “infecto contagiosa” por “infecto transmisible” para que de esta manera las personas con VIH puedan optar a oposiciones como bomberos o policía.

CONTAGIO

PROGRAMA PREVENTIVO

CASOS DESDE 1984

5.930

Bizkaia 51,3%

Gipuzkoa 38,5%

Araba 10,2%

OSU UNANUE JUNTERO DE EH BILDU Y EXPRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN T4: “Tengo diarios de compañeros que fallecieron de sida. Me gustaría poder dárselos a sus hijos”

UNA ENTREVISTA DE ANE ARALUZEA FOTOGRAFÍAS BORJA GUERRERO

Josu Unanue, Juntero de EH Bildu y expresidente de la asociación T4 (BORJA GUERRERO)

BILBAO  El mismo año en el que el estadio de Wembley acogió el concierto homenaje a Freddie Mercury frente a 72.000 personas se fundó la asociación T4, en 1992. En aquel entonces el virus del VIH sesgaba cada año la vida de cientos de personas en Euskadi, pero la sociedad vasca aún no estaba preparada para asimilar las consecuencias de esta lacra y el miedo era generalizado. En ese contexto, Josu Unanue se erigió como una de las caras visibles de la enfermedad, llevando la militancia -de esa que ya no existe, a su juicio- a un terreno muy personal. “He tenido compañeros que he acogido y han fallecido en mi casa”, afirma el bermeotarra, juntero de EH Bildu en la actualidad. Desde entonces, la evolución de la sociedad ha permitido que haya recursos ante posibles discriminaciones, porque el sida aún no se ha erradicado sino que, en el mejor de los casos, se ha cronificado. ¿Pero por qué ya no se escucha hablar de este virus? Porque la enfermedad se sigue llevando en silencio, y ahora ni siquiera hay referentes abanderados.

Cuando se fundó la asociación T4 hace 25 años, ¿qué es lo que se sabía acerca del sida?

-Pese a lo que digan había muy poca información, más bien había miedo y muchos prejuicios. El 92 era el año en el que peleábamos con todo, con sectores de la iglesia que hablaban de que era un castigo divino, con parte de la sociedad que decía que teníamos que ir a vivir a guetos… Había mucha discriminación, tener VIH bastaba para que no te dieran un trabajo.

¿Estaban preparados los centros sanitarios vizcainos para atender a los enfermos de sida?

-Había plantas específicas en los hospitales, la séptima en Galdakao, la duodécima en Gurutzeta y el pabellón Gandarias en Basurto. Teníamos muy buenos médicos, muy valientes, que muchas veces ponían más de lo que realmente les correspondía porque muy poca gente quería trabajar con nosotros. Esa era la realidad, era muy difícil. La esperanza de vida con sida se calculaba en una media de dos años desde que te diagnosticaban.

¿Cómo afectó el discurso moral que solo atribuía la infección a las personas promiscuas, a los homosexuales o a los consumidores de droga?

-Ese discurso nos hizo mucho daño, se perdió un tiempo maravilloso. Las medidas de prevención ya se conocían, si se hubieran puesto en marcha seguramente no estaríamos en la situación en la que estamos. Hay países en vías de desarrollo en los que el VIH sigue siendo la lacra que supuso aquí hace 30 años.

El problema de los discursos morales es que se traducen en consignas como no utilizar preservativos.

-Eso es, lo teníamos a mano. ¿Por qué no se utilizaba? Porque la moral se impuso a lo que realmente tenía que ser la lógica. ¿Por qué las farmacias no quisieron vender condones o jeringuillas? La gente valoraba más que la persona que necesitaba una jeringuilla fuera consumidor de droga que la verdadera necesidad de no transmitir el virus. El desconocimiento y la intolerancia van en un pack.

¿Le da rabia pensar en ello?

-Nunca he vivido con rencor, pero creo que algunas voces que se oían tendrían que reflexionar sobre lo que ha pasado. Esto no ha sido nuevo, pasó con la lepra, la tuberculosis… El miedo lleva a la discriminación, es la defensa que automáticamente tiene la sociedad. Se pensaba que en el siglo XX no se reproducirían estas actitudes porque éramos más cultos, pero se repitieron. Creo, y eso me produce miedo, que ante cualquier otro tipo de brote la sociedad volvería a actuar igual. Es cíclico. Mucha gente no ha muerto de VIH, ha muerto de miedo, sin ilusión por vivir, con depresión.

Y en una exclusión absoluta.

-Recuerdo, siempre con horror, cómo en los años 87-88 morían muchísimos jóvenes y lo habitual era decir que fallecían por cáncer. Incluso los familiares se avergonzaban de ir al entierro. Ahora la gente ha vuelto a un segundo plano porque cree que la sociedad no ha evolucionado tanto como pensamos.

Pero sí ha habido caras visibles entre las personas con VIH. Usted, sin ir más lejos.

-Hasta el año 90 no se conocía ninguna imagen de una persona viviendo con el VIH, eso nos hizo mucho daño. Cuando una serie de personas decidimos que íbamos a dar la cara se produjo un cambio. Al final fuimos unos pocos: Jon Salaberri, gran amigo que ya falleció, Manolo Trillo, yo y poco más. Ese fue el gran cambio, cuando se vio que podíamos ser profesores, amigos de una cuadrilla… Hasta entonces la gente pensaba que todos éramos drogadictos y viciosos.

En sus inicios la persona infectada podía ser la única que sabía sobre su enfermedad.

-Todavía hay muchos casos de esos. Una de las cosas que más me llama la atención es que a veces me encuentro con que me contactan y buscan el mayor de los anonimatos. Que nadie les identifique, que no les vean conmigo… Me parece razonable y justo, aunque no se dan cuenta del daño que me hacen. Las personas que decidimos ser la cara pública dimos un paso y no nos sentimos parte de los miedos que tienen ellos.

¿El enfermo se sigue sometiendo a un aislamiento implícito?

-Cuando es deseado es justo, pero muchas veces no es la voluntad propia, sino es producto del miedo. La gente se tiene que dar un tiempo y pensar que si no están dispuestos a evolucionar no tienen que pedir ayuda. Si pides ayuda a ti también te van a exigir que hagas la cadena, que seas el siguiente eslabón. Eso no ha ocurrido en nuestro colectivo.

¿A qué se debe?

-El grado de compromiso y militancia que tuvo una gente determinada, entre los que la mayoría han fallecido, ya no la veo. Nosotros trabajábamos pero dedicábamos un tiempo de nuestra vida para cuidar a la gente. He tenido compañeros que he acogido y han fallecido en mi casa, ese tipo de activismo actualmente no existe. Vivimos muy cómodos y pensamos que es arriesgar mucho. Si no das una parte de tu tiempo a otros, exigir que otra gente te lo dé es injusto, hay que ser más solidario.

¿Faltan militantes abanderados?

-Y referentes. Gente que tenga la cabeza bien amueblada y que hable por sí misma, teniendo conciencia de colectividad. Y sin valorar, en T4 es lo que decíamos, que no podíamos valorar a nadie.

El lazo rojo contra el sida ha dejado paso a otros símbolos como el lazo rosa contra el cáncer de mama.

-Me suelo rebotar con eso. El lazo rojo comienza en Estados Unidos, donde unen la lucha con el color rojo de la sangre. El primer lazo me lo trajo Manolo Trillo. “¡Qué cosa más fea!”, pensé. La forma que tiene costó mucho, el símbolo no es una moda. No quito el valor a otro tipo de luchas, pero la falta de creatividad que ha habido nos ha perjudicado. En un momento dado nuestro símbolo fue prostituido, utilizado para un montón de cosas. Si tuviéramos normalizada nuestra lucha… El 1 de diciembre del 92 Bermeo era de ver, todo estaba lleno de sábanas con lazos rojos. ¿Por qué ahora no se ponen?

¿Quizás porque se ha debilitado la percepción del peligro que supone el sida?

-Se habla mucho de cronificar, pero el que sea crónico no significa que se cura, sino que vives con ello. Mucha gente fallece de enfermedades relacionadas con el VIH, que lo que hace es quitarte las defensas ante cualquier enfermedad oportunista, como una gripe o una neumonía. Se ha interpretado que ya hay tratamientos para todos, es mentira. El mensaje que la gente ha entendido es que esto está solucionado. La Arcadia Feliz cree que si tienes sida puedes tener las mismas oportunidades laborales que otra persona. No es verdad.

¿Tienen conocimiento los adolescentes de lo que es el sida?

-Nada. Hay un dato que me llama la atención: Alrededor mío ha habido una serie de personas que han fallecido de VIH y sus propios hijos no saben nada. Es algo que me duele mucho. Tendrán fotos en casa, en las cuales verán un deterioro físico como aquel que han identificado en su momento con Rod Hudson o Freddie Mercury. La amnesia voluntaria puede ser individual, pero la colectiva me llama mucho la atención. Tiene que ser difícil vivir con esa especie de vergüenza de no poder hablar de tu aita o ama. Tengo diarios en casa de compañeros que han fallecido. Me gustaría poder dárselos a sus hijos, para que supieran lo que pensaban. Yo no los he leído. Eso queda ahí conmigo.

En los últimos años las campañas contra el sida se dirigen al colectivo LGTB. ¿Es un error focalizar el problema?

-Creo que sí. El colectivo es el humano. Está bien que algunas medidas de prevención se relacionen con ciertos colectivos: si no eres consumidor de droga no tiene sentido que te hablen del intercambio de jeringuillas. Pero en África, por ejemplo, difícilmente se puede hablar de colectivos.

¿Qué tipo de discriminaciones puede sufrir una persona seropositiva a día de hoy?

-De lo que me cuentan, sé que en Euskal Herria hay menos casos que en otras parte, pero es cierto que suelo relativizar. La situación personal te lleva a ver fantasmas donde no hay. Pensar que la sociedad está pendiente de tu vida es una chorrada. Cada uno tiene bastante con el día a día suyo. Si hubiera una situación de discriminación las cosas han cambiado lo suficiente como para poder denunciar y abrir una vía para solucionarlo. No estamos en la época en la que no nos hacían transplantes por el mero hecho de ser seropositivo.

¿Se sigue manteniendo alguna creencia errónea acerca de la forma de contagio, por ejemplo?

-Antes se hacía el típico chiste en el que se decía que si saltaba uno a la piscina contagiaba a todos; o que el chicle que recogía un crío en la calle podría haber sido arrojada por un seropositivo; o que un mosquito te podía picar después de haber picado a un enfermo… Me cuesta creer que la gente sea todavía tan ignorante. Aunque algunas personas siguen teniendo prejuicios a la hora de besar. A finales de los 80 hubo una campaña que decía Besarse no mata, los prejuicios y la indiferencia sí. Era en contra de la idea de que al besar transmitíamos el virus a través de la saliva.

¿Ha cambiado la tolerancia hacia esta enfermedad ahora que lo políticamente correcto es promulgar un discurso donde la diferencia está bien vista?

-No nos conocen, por lo tanto no nos pueden admitir. Es una hipocresía comedida: yo acepto todo mientras no esté cerca. Si fuera público se vería cuál es la reacción. La gente se casa de blanco y sana, pero cuando una persona enferma o tiene un accidente las relaciones cambian.

las claves

“Teníamos muy buenos médicos, muy valientes, poca gente quería trabajar con nosotros”

“El grado de militancia que tuvo una gente determinada, entre los que la mayoría ha fallecido, ya no la veo”

“Si hubiera una situación de discriminación las cosas han cambiado lo suficiente como para poder denunciar”

Bizkaia empiezan a regular que las personas transexuales elijan el baño que les corresponde

Durango permite desde junio que puedan elegir el vestuario de todas las instalaciones deportivas en función del sexo con el que se identifiquen

Bizkaia empieza a sensibilizarse ante la problemática que se les plantea a las personas transexuales a la hora de utilizar un vestuario público. Foto: Oskar González

 

Un hecho tan cotidiano y normal como ir a un baño público puede convertirse en todo un quebradero de cabeza para una persona transexual. ¿En cuál entro? ¿Me echarán si uso el que me corresponde y no en el que pone en mi DNI? Los ayuntamientos de Bizkaia están sensibilizados con esta realidad y han empezado a mover ficha para adaptar la normativa a la situación. Primero fue Durango, que permite desde junio que puedan elegir el vestuario de todas las instalaciones deportivas en función del sexo con el que se identifiquen. Y Bilbao podría convertirse en el próximo municipio que apruebe una iniciativa similar, ya que será uno de los temas que se debatirán en el pleno de final de mes. No obstante, el caso de la capital vizcaina es especial, ya que, aunque no lo tiene regulado en ordenanza, lo cierto es que el personal de Bilbao Kirolak o de los gaztegunes recibió el pasado año talleres impartidos por Berdindu para aprender a desenvolverse sin discriminar por motivos de identidad de género. “Bilbao es el primer municipio vasco cuyo personal ha recibido esta formación específica. Es un tema en el que se lleva tiempo trabajando, queriendo adaptarnos con total naturalidad a lo que nos pide una sociedad diversa”, reconocen fuentes municipales.

Sea como fuere, Xabier Lozano, coordinador del grupo joven de la asociación Errespetuz, la Asociación Vasca para la Defensa y la Integración de las Personas Transexuales, considera que el hecho de que los ayuntamientos regulen esta situación “sirve de ejemplo para que otras administraciones sigan ese camino y hagan que más personas se sientan a gusto”.

Las normativas municipales establecen que las personas tienen que utilizar los vestuarios y baños que correspondan a su sexo. El problema surge cuando los documentos de identidad no se corresponden con la identidad sexual. “Eres un hombre o una mujer, pero por otro lado tienes una documentación que dice lo contrario”, explica Xabi. “Si ocurre en un bar, no me vas a pedir la documentación; pero si estamos hablando de un polideportivo, sus responsables tienen que elegir a qué le dan importancia: a un trozo de plástico o a la identidad de la persona”, expone. En Errespetuz no tienen constancia de que se hayan registrado incidencias en los últimos años. “Al menos, no de tanta gravedad como para salir a la luz. Quizás pueda haber habido algún rifirrafe, alguna llamada de atención, pero que yo sepa no ha trascendido”.

Desde la Liga LGTB de la UPV, una asociación de estudiantes que puso en marcha una campaña en este sentido, sí denuncian que “los asaltos, tanto físicos como verbales, son a menudo frecuentes en los vestuarios. Como consecuencia, estas personas son a menudo víctimas del miedo y la vergüenza de acudir a los baños o vestuarios de la universidad”. Por ello, consideran que “la visibilización del colectivo en estas situaciones en un paso primordial en el camino hacia la aceptación de esta minoría y una necesidad a la hora de afianzar el bienestar y la seguridad de los estudiantes trans de la universidad”.

Xabier Lozano habla de su propia experiencia. Hace cuatro años, cuando tenía 19, decidió dejar claro a todos lo que llevaba toda la vida sintiendo: él es un hombre. “Es algo que sabía desde siempre y lo había dado a entender como podía desde pequeño”, afirma. Estudiante de Antropología, entiende que muchas personas puedan “autocensurarse” por evitar problemas. Sin embargo, no es su caso. Él ha utilizado desde entonces el baño de hombres, pese a que, hasta hace dos, en su DNI constaba que era una mujer. “Nunca lo he dudado y si alguien me dice algo, prefiero dar las explicaciones de por qué estoy ahí”, explica. “Al final, te puede pasar lo mismo si vas al de mujeres. ¿Cómo prefiero defenderme? ¿Diciendo que soy un hombre o que soy alguien que no soy?”, argumenta. Expone la situación que se produciría si intentara entrar en un baño de mujeres. “Sería absurdo, ¿no?”, plantea. “Me tratarían de mirón para arriba o saldría con un ojo morado. Si me obligas a entrar a un baño de mujeres, siendo Xabi me estás poniendo en una situación comprometida”. Reconoce, sin embargo, que no siempre fue así; anteriormente utilizaba el baño de chicas. “Iba a clases de judo y ni siquiera me duchaba. Era un visto y no visto; me cambiaba porque no iba a salir con un kimono. No levantaba los ojos y pensaba que yo ahí no debería estar. Me resultaba violento”.

Con todo, actualmente la mayoría de las personas transexuales de Bizkaia utilizan los baños y vestuarios que les corresponden, sin más problemas que el tener que explicar su realidad al responsable del polideportivo, una situación que comienza ya desde el mismo momento de la inscripción. “Aunque no está normativizado, se está haciendo sin mayores conflictos. Ya cuando te vas a hacer la ficha de socio, si no tienes modificado el DNI -un proceso que se puede prolongar como media unos tres años-, tienes que dar explicaciones porque ni el nombre que tú estás dando ni tu sexo se corresponde con el que dice tu carné”, explica.

Para evitar este tipo de situaciones, las personas transexuales disponen desde 2015 de una documentación administrativa provisional, que tiene validez en las instituciones públicas vascas, que se puede utilizar a modo de DNI hasta tener el definitivo. “El uso de los baños es solo la punta del iceberg”, advierte Xabi. Él no tuvo acceso a esa documentación porque todavía no se había habilitado y pasó por una época en la que no compraba nada con tarjeta de crédito y ni siquiera se acercaba a la barra de un bar para pedir una caña por temor a que le pudieran pedir el DNI. “No me apetecía tener que dar explicaciones de mi vida privada que no le incumben a nadie. No le damos importancia pero te pasa con todo: matricularte en la uni, apuntarte a un curso, solicitar una beca…”.

INSEGURIDADNo obstante, son comunes las situaciones de inseguridad, tanto por parte de las personas transexuales, que no saben qué consecuencias puede tener utilizar el baño que no les corresponde según su DNI, como por los responsables de las instalaciones. “Surgen muchas inseguridades y, ante ellas, cada cual actúa de la mejor manera posible. Te vas a encontrar desde la persona que te diga que ante todo estás tú, seas hombre o mujer, y quien te dirá que ante todo está el DNI y lo que dice la ley”, apunta. Por ello, defiende que las ordenanzas municipales ponen negro sobre blanco cómo actuar en esta situación, dando prevalencia a la identidad sexual de las personas sobre el sexo que en ese momento determine su carné. “Si estableces, como es el caso de Durango, que lo que importa es la persona, ya no hay problemas. Ante cualquier conflicto, el personal ya sabe cómo actuar. No quedaría al yo te dejo hacer, no sería una cuestión de buena voluntad, sino que tendrías derecho a hacerlo”, explica.

Pese a que Durango ha sido el primer Ayuntamiento en dar un paso adelante, una ley del Gobierno vasco de 2012 respalda las reclamaciones del colectivo transexual, al establecer que las administraciones públicas vascas deben velar por que se respete la identidad sexual de las personas. “En base a esa ley, no debería haber polémica; si el polideportivo es municipal y está en la CAV, se debe regir por la ley”, recuerda. Desde Errespetuz no entienden las voces críticas a estas medidas, por ejemplo desde la plataforma Hazte Oír, que ha mostrado su rechazo a que “en los vestuarios de nuestra hijas se cuelen varones con el fin de ejercer de mirones o abusar sexualmente de ellas”. “Si ocurre algo así, se deberá tratar como un acto delictivo por ser un mirón o un agresor sexual. ¿Puede ocurrir? Sí. Pero, ¿a cuánta gente conoces que se tomaría la molestia de vestirse y actuar como una mujer para entrar a un vestuario de mujeres para hacer algo así? Lo veo totalmente improbable porque no es solo el vestuario, es el uso que haces de las instalaciones, la relación con las otras personas.

Y puestos a cuestionar… ¿por qué permitir a una persona transexual elegir el vestuario y no al resto? La respuesta de Xabi es clara: “Lo que se está debatiendo no es si puedo elegir el vestuario, sino dejarme utilizar el que corresponde. ¿O me obligas a fingir ser alguien que no soy, negándome mi identidad?”.

Bizkaia empiezan a regular que las personas transexuales elijan el baño que les corresponde

Durango permite desde junio que puedan elegir el vestuario de todas las instalaciones deportivas en función del sexo con el que se identifiquen

BILBAO– Un hecho tan cotidiano y normal como ir a un baño público puede convertirse en todo un quebradero de cabeza para una persona transexual. ¿En cuál entro? ¿Me echarán si uso el que me corresponde y no en el que pone en mi DNI? Los ayuntamientos de Bizkaia están sensibilizados con esta realidad y han empezado a mover ficha para adaptar la normativa a la situación. Primero fue Durango, que permite desde junio que puedan elegir el vestuario de todas las instalaciones deportivas en función del sexo con el que se identifiquen. Y Bilbao podría convertirse en el próximo municipio que apruebe una iniciativa similar, ya que será uno de los temas que se debatirán en el pleno de final de mes. No obstante, el caso de la capital vizcaina es especial, ya que, aunque no lo tiene regulado en ordenanza, lo cierto es que el personal de Bilbao Kirolak o de los gaztegunes recibió el pasado año talleres impartidos por Berdindu para aprender a desenvolverse sin discriminar por motivos de identidad de género. “Bilbao es el primer municipio vasco cuyo personal ha recibido esta formación específica. Es un tema en el que se lleva tiempo trabajando, queriendo adaptarnos con total naturalidad a lo que nos pide una sociedad diversa”, reconocen fuentes municipales.

Sea como fuere, Xabier Lozano, coordinador del grupo joven de la asociación Errespetuz, la Asociación Vasca para la Defensa y la Integración de las Personas Transexuales, considera que el hecho de que los ayuntamientos regulen esta situación “sirve de ejemplo para que otras administraciones sigan ese camino y hagan que más personas se sientan a gusto”.

Las normativas municipales establecen que las personas tienen que utilizar los vestuarios y baños que correspondan a su sexo. El problema surge cuando los documentos de identidad no se corresponden con la identidad sexual. “Eres un hombre o una mujer, pero por otro lado tienes una documentación que dice lo contrario”, explica Xabi. “Si ocurre en un bar, no me vas a pedir la documentación; pero si estamos hablando de un polideportivo, sus responsables tienen que elegir a qué le dan importancia: a un trozo de plástico o a la identidad de la persona”, expone. En Errespetuz no tienen constancia de que se hayan registrado incidencias en los últimos años. “Al menos, no de tanta gravedad como para salir a la luz. Quizás pueda haber habido algún rifirrafe, alguna llamada de atención, pero que yo sepa no ha trascendido”.

Desde la Liga LGTB de la UPV, una asociación de estudiantes que puso en marcha una campaña en este sentido, sí denuncian que “los asaltos, tanto físicos como verbales, son a menudo frecuentes en los vestuarios. Como consecuencia, estas personas son a menudo víctimas del miedo y la vergüenza de acudir a los baños o vestuarios de la universidad”. Por ello, consideran que “la visibilización del colectivo en estas situaciones en un paso primordial en el camino hacia la aceptación de esta minoría y una necesidad a la hora de afianzar el bienestar y la seguridad de los estudiantes trans de la universidad”.

Xabier Lozano habla de su propia experiencia. Hace cuatro años, cuando tenía 19, decidió dejar claro a todos lo que llevaba toda la vida sintiendo: él es un hombre. “Es algo que sabía desde siempre y lo había dado a entender como podía desde pequeño”, afirma. Estudiante de Antropología, entiende que muchas personas puedan “autocensurarse” por evitar problemas. Sin embargo, no es su caso. Él ha utilizado desde entonces el baño de hombres, pese a que, hasta hace dos, en su DNI constaba que era una mujer. “Nunca lo he dudado y si alguien me dice algo, prefiero dar las explicaciones de por qué estoy ahí”, explica. “Al final, te puede pasar lo mismo si vas al de mujeres. ¿Cómo prefiero defenderme? ¿Diciendo que soy un hombre o que soy alguien que no soy?”, argumenta. Expone la situación que se produciría si intentara entrar en un baño de mujeres. “Sería absurdo, ¿no?”, plantea. “Me tratarían de mirón para arriba o saldría con un ojo morado. Si me obligas a entrar a un baño de mujeres, siendo Xabi me estás poniendo en una situación comprometida”. Reconoce, sin embargo, que no siempre fue así; anteriormente utilizaba el baño de chicas. “Iba a clases de judo y ni siquiera me duchaba. Era un visto y no visto; me cambiaba porque no iba a salir con un kimono. No levantaba los ojos y pensaba que yo ahí no debería estar. Me resultaba violento”.

Con todo, actualmente la mayoría de las personas transexuales de Bizkaia utilizan los baños y vestuarios que les corresponden, sin más problemas que el tener que explicar su realidad al responsable del polideportivo, una situación que comienza ya desde el mismo momento de la inscripción. “Aunque no está normativizado, se está haciendo sin mayores conflictos. Ya cuando te vas a hacer la ficha de socio, si no tienes modificado el DNI -un proceso que se puede prolongar como media unos tres años-, tienes que dar explicaciones porque ni el nombre que tú estás dando ni tu sexo se corresponde con el que dice tu carné”, explica.

Para evitar este tipo de situaciones, las personas transexuales disponen desde 2015 de una documentación administrativa provisional, que tiene validez en las instituciones públicas vascas, que se puede utilizar a modo de DNI hasta tener el definitivo. “El uso de los baños es solo la punta del iceberg”, advierte Xabi. Él no tuvo acceso a esa documentación porque todavía no se había habilitado y pasó por una época en la que no compraba nada con tarjeta de crédito y ni siquiera se acercaba a la barra de un bar para pedir una caña por temor a que le pudieran pedir el DNI. “No me apetecía tener que dar explicaciones de mi vida privada que no le incumben a nadie. No le damos importancia pero te pasa con todo: matricularte en la uni, apuntarte a un curso, solicitar una beca…”.

INSEGURIDADNo obstante, son comunes las situaciones de inseguridad, tanto por parte de las personas transexuales, que no saben qué consecuencias puede tener utilizar el baño que no les corresponde según su DNI, como por los responsables de las instalaciones. “Surgen muchas inseguridades y, ante ellas, cada cual actúa de la mejor manera posible. Te vas a encontrar desde la persona que te diga que ante todo estás tú, seas hombre o mujer, y quien te dirá que ante todo está el DNI y lo que dice la ley”, apunta. Por ello, defiende que las ordenanzas municipales ponen negro sobre blanco cómo actuar en esta situación, dando prevalencia a la identidad sexual de las personas sobre el sexo que en ese momento determine su carné. “Si estableces, como es el caso de Durango, que lo que importa es la persona, ya no hay problemas. Ante cualquier conflicto, el personal ya sabe cómo actuar. No quedaría al yo te dejo hacer, no sería una cuestión de buena voluntad, sino que tendrías derecho a hacerlo”, explica.

Pese a que Durango ha sido el primer Ayuntamiento en dar un paso adelante, una ley del Gobierno vasco de 2012 respalda las reclamaciones del colectivo transexual, al establecer que las administraciones públicas vascas deben velar por que se respete la identidad sexual de las personas. “En base a esa ley, no debería haber polémica; si el polideportivo es municipal y está en la CAV, se debe regir por la ley”, recuerda. Desde Errespetuz no entienden las voces críticas a estas medidas, por ejemplo desde la plataforma Hazte Oír, que ha mostrado su rechazo a que “en los vestuarios de nuestra hijas se cuelen varones con el fin de ejercer de mirones o abusar sexualmente de ellas”. “Si ocurre algo así, se deberá tratar como un acto delictivo por ser un mirón o un agresor sexual. ¿Puede ocurrir? Sí. Pero, ¿a cuánta gente conoces que se tomaría la molestia de vestirse y actuar como una mujer para entrar a un vestuario de mujeres para hacer algo así? Lo veo totalmente improbable porque no es solo el vestuario, es el uso que haces de las instalaciones, la relación con las otras personas.

Y puestos a cuestionar… ¿por qué permitir a una persona transexual elegir el vestuario y no al resto? La respuesta de Xabi es clara: “Lo que se está debatiendo no es si puedo elegir el vestuario, sino dejarme utilizar el que corresponde. ¿O me obligas a fingir ser alguien que no soy, negándome mi identidad?”.