Agreden a una mujer transexual en un bar del centro de Sevilla

Saray B. S., de 49 años, fue el pasado domingo por la mañana a tomar café a un céntrico bar de Sevilla, cercano a las setas de la Plaza de la Encarnación. Según consta en la denuncia policial, en este establecimiento fue increpada y agredida. Los hechos ocurrieron sobre las 9.30 horas cuando dos individuos empezaron a reírse de ella y la insultaron reiteradamente con frases como “maricón y travesti”. Además, la amenazaron diciéndole uno de ellos: “te cojo y te mato. Te voy a pegar”.
Tras pedirles Saray B. S. que no le faltaran el respeto y advertirles que iba a llamar a la Policía si continuaban los insultos, finalmente, el agresor la llamó “chivato”. Y le dijo que “la conocía” y sabía dónde paraba. Seguidamente, dicho varón arremetió contra ella que se ocultó tras la barra buscando la protección del camarero. El agresor le rompió un vaso de cristal en a cabeza, produciéndole heridas. Saray B. S. tuvo que ser atendida en el hospital Macarena de Sevilla. Según consta en el informe médico sufrió “tres heridas incisocontusas en la región craneal, una de ellas con seis agrafes”. 
“Duermo en un cajero. Tengo miedo. Así no se puede ir por la vida. Aunque duerma en la calle quiero mis derechos”, dice la víctima. Saray B. S. que ya ha prestado declaración en los juzgados. “Somos personas, No extraterrestres. Solo pido que se me respete”, cuenta la víctima a 20minutos, quien añade que se siente “rechazada por la sociedad a la hora de buscar trabajo. Y, ahora, me han agredido. Pido que me ayuden. Me siento una mujer y voy a luchar”. Condena de los hechos Saray B. S. ha visitado a la Asociación de Transexuales de Andalucía- Sylvia Rivera para denunciar su caso. El colectivo condena “contundentemente” los hechos acaecidos el pasado domingo. Y ha dado traslado a la fiscal Flor Torres sobre este delito por identidad sexual en Andalucía. “Estos hechos evidencian la necesidad de una ley contra la LGTBfobia en Andalucía que garantice la igualdad real y contemple sanciones para este tipo de delitos”, dice Mar Cambrollé, presidenta de ATA-Sylvia Rivera.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2413737/0/agreden-mujer/transexual/sevilla/#xtor=AD-15&xts=467263

Los personajes homosexuales se cuelan tímidamente en las series, películas y cuentos infantiles

Los productos culturales son claro reflejo de la sociedad y época en la que se desarrollan. El cine se convirtió en arma propagandística durante la Segunda Guerra Mundial, los cómics americanos reflejaban un gran pavor a los rusos durante la Guerra Fría, los 60 y los 70 vieron el esplendor de la canción protesta… Ahora, en pleno siglo XXI, los grandes avances sociales, los nuevos modelos de familia y la normalización de la homosexualidad son elementos habituales en libros, series de televisión, películas…

La exitosa Modern Family, que se basa precisamente en esta realidad, es el mejor ejemplo, pero no el único. Con los años, Waylon Smithers (obsesionado con el Sr. Burns en Los Simpson) ha ido perdiendo reparos a la hora de mostrar abiertamente su homosexualidad; la doctora Callie Torres, de Anatomía de Grey, acabó casándose con una mujer; Fer, uno de los personajes principales de la serie española para adolescentesFísica o Química, era gay… Pero la normalización está dando un nuevo paso hacia adelante: los personajes homosexuales y el respeto a la diversidad van dejándose ver tímidamente en creaciones dirigidas al público infantil y juvenil.

No son pocos los que aseguran que el extravagante Bob Esponja es gay, y hace años hubo una gran polémica en varios países a raíz de la supuesta orientación sexual de Tinky Winky, un Teletubbie morado con dejes amanerados que tiene un triángulo invertido en la cabeza y siempre lleva bolso. Sin embargo, ninguno de estos casos es un intento explícito y claro de fomentar el respeto a la homosexualidad. En el manga y el anime deSailor Moon —que está dirigido a un público más mayor— sí aparece de forma bastante clara una pareja de lesbianas.

Diversidad en la tele

Son las series y películas de animación más recientes las que afrontan cada vez con más naturalidad este tipo de temas. Producciones como Hora de aventuras, Historias corrienteso El asombroso mundo de Gumball presentan universos poblados por personajes extremadamente dispares que conviven sin dar ninguna importancia a sus diferencias.

En ocasiones se va mucho más allá. En Hora de Aventuras hay muy buenos ejemplos, como el capítulo en el que Finn, el joven protagonista, rompe el cliché tradicional de los cuentos de hadas y besa a una rana monstruosa para que se convierta en príncipe.

Los personajes homosexuales se cuelan tímidamente en las series, películas y cuentos infantiles 1

Otro personaje, BMO, es una especie de videoconsola portátil con vida propia que navega entre la asexualidad y la ambigüedad sexual, ya que se trata de un ser sin género (una máquina) que a nivel emocional se relaciona indistintamente con criaturas masculinas (un señor burbuja) y femeninas (una gallina de corral). En su comportamiento también se observan actitudes tanto de chico como de chica.

Sin embargo, la referencia más llamativa se encuentra en el subtexto de la serie, donde se deja entrever que dos de las protagonistas, la vampiresa Marceline y la princesa Chicle mantuvieron en algún momento una relación que iba más allá de la amistad. Las evidencias —inapreciables para los más pequeños— son muchas: los reproches entre ellas, una foto de ambas en el armario de la princesa y, sobre todo, una camiseta de Marcy que Chicle atesora como un objeto de valor incalculable.

Durante una firma de libros para promocionar The Adventure Time Encyclopedia, la actriz que pone voz a Marceline en la versión original, Olivia Olson, se encargó de confirmar lo que los fans proclamaban a gritos. La joven contó que, al preguntarle al creador de la serie, Pendleton Ward, por las motivaciones de su personaje en una escena con Chicle, él le respondió “¿Sabes que ellas estuvieron saliendo, verdad?”. Por desgracia, Ward también le dijo que el romance no podrá desarrollarse de forma explícita en la serie, ya que se emite en muchos países en los que no están permitidos ese tipo de contenidos. De este modo, lo más probable es que la relación entre estas dos chicas se siga mostrando con insinuaciones (cada vez más claras).

El cine de animación se va soltando

En la gran pantalla también van surgiendo ejemplos. Recientemente se ha abierto una gran polémica en torno a la posibilidad de que Frozen, el último gran éxito animado de Disney, sea en realidad un alegato a favor de la homosexualidad. Lo dijo escandalizado un pastor reformista, pero para la comunidad LGBT se trata de una interpretación maravillosa que resalta la tolerancia y la igualdad.

Otro personaje, BMO, es una especie de videoconsola portátil con vida propia que navega entre la asexualidad y la ambigüedad sexual, ya que se trata de un ser sin género (una máquina) que a nivel emocional se relaciona indistintamente con criaturas masculinas (un señor burbuja) y femeninas (una gallina de corral). En su comportamiento también se observan actitudes tanto de chico como de chica.

Sin embargo, la referencia más llamativa se encuentra en el subtexto de la serie, donde se deja entrever que dos de las protagonistas, la vampiresa Marceline y la princesa Chicle mantuvieron en algún momento una relación que iba más allá de la amistad. Las evidencias —inapreciables para los más pequeños— son muchas: los reproches entre ellas, una foto de ambas en el armario de la princesa y, sobre todo, una camiseta de Marcy que Chicle atesora como un objeto de valor incalculable.

Durante una firma de libros para promocionar The Adventure Time Encyclopedia, la actriz que pone voz a Marceline en la versión original, Olivia Olson, se encargó de confirmar lo que los fans proclamaban a gritos. La joven contó que, al preguntarle al creador de la serie, Pendleton Ward, por las motivaciones de su personaje en una escena con Chicle, él le respondió “¿Sabes que ellas estuvieron saliendo, verdad?”. Por desgracia, Ward también le dijo que el romance no podrá desarrollarse de forma explícita en la serie, ya que se emite en muchos países en los que no están permitidos ese tipo de contenidos. De este modo, lo más probable es que la relación entre estas dos chicas se siga mostrando con insinuaciones (cada vez más claras).

El cine de animación se va soltando

En la gran pantalla también van surgiendo ejemplos. Recientemente se ha abierto una gran polémica en torno a la posibilidad de que Frozen, el último gran éxito animado de Disney, sea en realidad un alegato a favor de la homosexualidad. Lo dijo escandalizado un pastor reformista, pero para la comunidad LGBT se trata de una interpretación maravillosa que resalta la tolerancia y la igualdad.

Los personajes homosexuales se cuelan tímidamente en las series, películas y cuentos infantiles 2

El centro de esta teoría se puede resumir con la canción central del filme, la oscarizada Let It Go (Libre soy, en la versión en español), un himno a la autoaceptación que muchos ven como una clara “salida del armario”. Entre otras cosas, Elsa dice frases como “lo que hay en ti no dejes ver buena chica tu siempre debes ser”, “libre soy, no puedo ocultarlo más. Libre soy, libertad sin vuelta atrás. ¿Qué más da? No me importa ya” y “Mirando a la distancia, pequeño todo es y los miedos que me ataban, muy lejos los dejé”.

Aunque el personaje de Elsa es lo más comentado, lo cierto es que sí hay un momento de homosexualidad explícita enFrozen. En cierto momento de la película, el tendero Oaken (un personaje secundario) señala a su familia, que resulta serun hombretón y cuatro niños que saludan desde una sauna.

Pero este no es el primer personaje abiertamente homosexual en una película animada para niños. Ese honor recae en Mitch, uno de los protagonistas de El alucinante mundo de Norman (ParaNorman), quien en un determinado momento comienza a hablar de su chico con toda naturalidad.

Los creadores de esta película, los miembros del estudio Laika (también padres de Los mundos de Coraline), parecen dispuestos a seguir defendiendo la tolerancia a la homosexualidad y la diversidad familiar. Lo dejaron muy claro en el teaser trailer de su próximo trabajo, Los Boxtrolls, donde se enumeran los distintos tipos de familias: “A veces hay una madre, a veces hay un padre, a veces hay dos padres, a veces hay dos madres…”. Toda una declaración de intenciones.

Dreamworks también se ha subido al carro y en su reciente Cómo entrenar a tu dragón 2también ha dejado caer una sutil referencia a la homosexualidad de uno de sus personajes más queridos. Menos ejemplar es el caso de Justin y la espada del valor, criticada por mostrar un villano gay basado en clichés y que algunos dicen que ridiculiza al colectivo.

Cuentos y obras de teatro

Los ejemplos en cine y televisión son llamativos, pero aún muy escasos y casi siempre bastante velados. Donde sí hay ya bastante material infantil relacionado con la igualdad y la diversidad familiar es en las librerías. Cada vez hay más cuentos con personajes homosexuales: niños que empiezan a descubrir su orientación, otros con dos madres, algunos con dos padres…

Los personajes homosexuales se cuelan tímidamente en las series, películas y cuentos infantiles 3

La lista es larga. Algunos de los títulos más populares son El gran libro de las familias, El pequeño tragaluz, Aitor tiene dos mamás, La princesa valiente, El lapicero mágico, Amigos y vecinos, Está bien ser diferente, Piratas y quesitos y La princesa Li, donde la joven no está enamorada de un chicosino de una valiente chica extranjera. También existen varios relatos sobre las abundantes historias de pingüinos homosexuales (se repiten año tras año por todo el globo) que en muchos casos acaban adoptando polluelos (Tres con Tangoy Cebollino y Pimentón).

Pequeñas editoriales como Nube Ocho, A Fortiori Editorial y Topka han asumido el compromiso de ofrecer libros educativos que inculquen en los niños tolerancia y otros buenos valores. Por otro lado, COGAM (colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de Madrid) ofrece de forma totalmente gratuita más de una veintena de cuentos para la diversidad.

También en teatro infantil es posible encontrar algunos ejemplos con historias similares a las de los cuentos. En El cuentacuentos que no sabía contar cuentos (que volverá a representarse en Madrid y Toledo en las próximas fechas navideñas), Pinocho revela que lo que le gustan no son las chicas.

Por otro lado, en La princesa Ana (que actualmente se representa en el teatro Tarambana) se cuenta cómo la joven protagonista no quiere seguir la tradición y casarse con uno de sus pretendientes. Ella sólo quiere seguir siendo feliz junto a su mejor amiga, una dulce ranita que se acaba transformando en una hermosa chica. A partir de ahí, tendrán que luchar y demostrar que pueden reinar y hacer felices a su pueblo gracias al amor que las une.

La figura de los padres es fundamental

La psicóloga Silvia Álava, directora del área de información del centro de psicología Álava-Reyes, explica a 20minutos que “los niños tienen que ver que tanto sus adultos de referencia (padres, profesores…) como la sociedad son tolerantes con la diversidad en todas sus formas”, pero señala que, no obstante, “hay que cuidar mucho los contenidos culturales dirigidos a ellos”.

“Los niños son niños, y hay que tratarles como tales, no hay que darles más información de la que necesitan en cada rango de edad. A veces cometemos el error de querer adelantarles las cosas”, añade.

No es fácil saber a qué edad comienzan los niños a comprender estas realidades. “Hay muchas diferencias individuales. Hay niños que con 8 años ya lo van a entender muy bien y hay otros mucho más infantiles que a lo mejor hasta los 10 no van a asimilarlo, ya que antes no perciben ese tipo de connotaciones sexuales”, asegura Álava.

Por tanto, para la psicóloga, por encima de los cuentos o las películas sigue predominando el ejemplo de los padres y el mensaje que transmiten ellos. “Hay que abordarlo con toda normalidad, decirles que igual que hay chicos que de mayores tienen novias también hay chicos que de mayores tienen novios. Cada vez hay más familias con dos padres o dos madres, no son las mayoritarias pero hay que hacerles ver a los pequeños que son tan buenas como las demás, ni mejores ni peores”, cuenta.

Por último, según Silvia Álava, otra actitud recomendable es “crear un clima de confianza y comunicación para que los niños vean que siempre va a ser posible hablar del tema”. De este modo, la homosexualidad nunca se convertirá en un tema tabú y se evitará en gran medida el miedo y el rechazo.

“Somos una familia feliz y normal, aunque poco frecuente”

Manuel y Marcos con tres de sus cuatro hijos

Manuel y Marcos con tres de sus cuatro hijos

Dos padres y cuatro hijos. Los Rodríguez López viven en Aznalcázar, un pueblo de Sevilla de unos 3.500 habitantes. Son una familia “feliz, normal, con las mismas inquietudes y deseos que las demás, aunque poco frecuente”, aclara Manuel, de 52 años, administrativo y de Jerez (Cádiz). Está casado con Marcos, de 46 años, informático y de Sevilla. En diciembre celebrarán que llevan 30 años juntos. No es poco. Su historia, con final feliz, es un ejemplo de lucha por la igualdad de parejas del mismo sexo para tener hijos y formar una familia. En 1996, cuando llevaban 12 años viviendo juntos, Manuel le planteó a Marcos que quería ser padre. Solos, llenos de dudas y miedos, solicitaron la adopción internacional. Primero, juntos, y luego, Manuel como soltero. En ambos casos se la denegaron por su orientación sexual. El proceso, con denuncias incluidas por “discriminación”, duró 8 largos años. Empezaron a investigar Pero como el deseo de esta pareja por tener hijos era más fuerte que la realidad, Manuel y Marcos no se rindieron. En 1999 empezaron a investigar hasta convertirse en los primeros gays de España que viajaron a EE UU para ser padres. “Nos fuimos a Los Ángeles, con el nivel de inglés del instituto. Allí encontramos igualdad”, recuerda Marcos. Tras cinco años de intentos fallidos por gestación subrogada, y cuando todo estaba casi perdido, encontraron a una nueva gestante en California: Maricela, de origen mexicano, con la que actualmente siguen en contacto y a la que llamaron  a diario durante todo el embarazo. “Mi cuñada [la hermana de Marcos] aportó los óvulos y yo el esperma”, matiza Manuel, quien aclara que no quieren que se denomine a la gestación subrogada vientre de alquiler. “Los nombres humillan o definen. Es una técnica de reproducción asistida. Ni se alquila a las personas ni su vientre. Se cede la capacidad de gestación”.Para ambos, “no es un encargo que se le hace a una mujer, sino una experiencia vital, un acto de generosidad”.

Por fin, en enero de 2004 nacieron Julia y Lucía, mellizas, que van a cumplir 10 años. “Fuimos los hombres más felices del mundo”, afirman. En 2005, con la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario, se casaron. Tres años después, les dieron a sus hijas sus apellidos y las inscribieron en el libro de familia. Más tarde, y también en EE UU, llegó su tercer hijo: Manuel, que ahora tiene 4 años. Este verano, por fin, adoptaron un niño, también de 4, el benjamín de la casa. “La Junta ha sido muy rápida. Nos han dado la misma igualdad de oportunidades que a todo el mundo. Nos atendió un equipo justo que nos trató con cariño”, explican. “La piel en el camino” Eso sí, para cumplir su proyecto en común, Manuel y Marcos afirman que han tenido que subir muchos escalones dejándose “la piel en el camino”. Vendieron su casa y hasta hace poco pagaban préstamos (la gestación subrogada cuesta de 60.000 a 120.000 euros). Pero, hoy, cuando ven a sus cuatro hijos, dicen sentirse muy orgullosos. “La vida familiar de los homosexuales es mucho más relajada que la de los heterosexuales. En casa no hay roles masculinos ni femeninos. Compartimos tareas, hijos… Conciliamos. Tampoco escondemos nada y tratamos nuestra realidad con naturalidad”, explican a 20minutos. Para el colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB), Manuel y Marcos piden normalización, adaptación de leyes, cambiar la escuela, poder registrar a sus hijos y aceptar la técnica por la que tres de sus hijos vinieron al mundo.

El obispo de Tenerife: el abuso a menores se produce debido a que hay niños que lo consienten

El obispo de Tenerife, autor de las polémicas declaraciones

El obispo de Tenerife, autor de las polémicas declaraciones.

El obispo de la diócesis nivariense de Tenerife, Bernardo Álvarez, regaló a los fieles unaspolémicas declaraciones en la pasada Nochebuena.

En una entrevista con el periódico local La Opinión de Tenerife, Álvarez advirtió de que, en ocasiones, el abuso a menores se produce debido a que hay niños que lo consienten.

¿Adolescentes de acuerdo?

“Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y además, deseándolo, incluso si te descuidas te provocan“, declaró el obispo.

No fue la única opinión polémica que el obispo exhibió en la entrevista. Según Álvarez, “hoy en día hay que tener mucho cuidado porque no se puede decir que lahomosexualidad se sufre o se padece, no es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia o una deformación de la naturaleza propia del ser humano”.

La homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad, a la larga pagaremos las consecuencias

Después de recalcar que respeta a los homosexuales, Álvarez se destapó afirmando que “la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad, a la larga pagaremos las consecuencias, como las han pagado otras civilizaciones”.

Para finalizar, el obispo tinerfeño hizo alarde de sus conocimientos sexuales. “No hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que espracticada como vicio, la que lo hace así es como practicar el abuso de menores, lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta”, declaró.

Manifiestan su rechazo

La fundación Triángulo Canarias para la Igualdad Social de gays y lesbianas, a través de su presidente Jhon Alfredo Pazmiño, ha rechazado las declaraciones del obispo y ha advertido de que “es rechazable que Álvarez se refiera a las relaciones homosexuales añorando las viejas definiciones de la psiquiatría que la consideraban una enfermedad”.