Un excargo de Madrazo usó fondos públicos para viajar a Montevideo

Txema Gonzalo, que se ha dado de baja de EB, utilizó 2.500 euros de la Cámara de la Propiedad en un viaje a Uruguay a un festival de cine gay

Serafín Llamas y Txema Gonzalo, en el festival.

Serafín Llamas y Txema Gonzalo, en el festival.

El delegado en Vizcaya del Departamento de Vivienda del anterior Gobierno Vasco, Txema Gonzalo, usó unos 2.500 euros del patrimonio de la Cámara de la Propiedad Urbana vizcaína para viajar con otra persona a Montevideo (Uruguay), donde acudió en septiembre de 2006 a un festival de cine sobre la diversidad sexual y de género denominado ‘Llámale H’. Un certamen que se prolongó durante una semana y al que también acudió como invitado Serafín Llamas, actual portavoz de la Presidencia de Ezker Batua vinculado al sector afín al exconsejero Javier Madrazo. Gonzalo comunicó ayer a Ezker Batua su «baja voluntaria» en el partido «como militante de base» hasta que se aclaren las supuestas irregularidades que se le atribuyen.
Según un documento al que ha tenido acceso este diario, Gonzalo remitió una factura a la Cámara de la Propiedad de Vizcaya -en un momento en el que formaba parte del organismo público, que se encontraba en fase de liquidación, como delegado del Departamento de Vivienda- por 2.539,92 euros en concepto de «gastos de viaje personal». Para justificar el libramiento de fondos, aportó un escrito de una agencia de viajes en el que aparecen algunos de los gastos realizados. Entre los mismos figuran billetes de avión para dos personas con el trayecto Bilbao-Montevideo, con una escala intermedia en Madrid. Cada uno de estos boletos, fechados el 6 de septiembre, costó más 975 euros. En la misma factura se incluye la estancia, en concepto de alojamiento y desayuno, en una habitación de hotel para dos personas por 422 euros, además de una serie de pequeños gastos de gestión.
En el propio programa del festival de cine celebrado en Montevideo, en el que se proyectaron 12 largometrajes, 27 cortos y 10 documentales, se incluye a Gonzalo y a Llamas dentro del grupo de «invitados extranjeros». Al primero se le presenta como «licenciado en Derecho, delegado territorial de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco» en Vizcaya y director de Berdindu, «el servicio vasco de atención a lesbianas, gays y transexuales». Respecto al currículo de Llamas, los organizadores citan su licenciatura en Ciencias de la Información. Subrayan que forma parte de la junta directiva de la asociación de apoyo al colectivo homosexual Hegoak -una de las más representativas de Euskadi – y recuerdan que es «responsable de la comisión Zinegoak», el festival internacional de cine gay-lesbo-trans de Bilbao.
El cargo realizado por Gonzalo a las arcas de la Cámara de la Propiedad vizcaína se realizó en un momento en el que el organismo se encontraba en fase de liquidación, en virtud del decreto 15/2006. De hecho, Gonzalo fue nombrado por Javier Madrazo como delegado del Departamento de Vivienda en la propia Cámara. Su función se limitaba a liquidar el patrimonio de la entidad pública, que debía pasar a engrosar de forma automática las arcas de la Hacienda general vasca.
Investigación judicial
Se da la circunstancia de que los actuales gestores del Ejecutivo autonómico han remitido a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia un informe interno que revela supuestas irregularidades en la liquidación de la Cámara de la Propiedad. Estas anomalías en la gestión fueron desveladas por una auditoría encargada de oficio por la Oficina de Control Económico (OCE) sobre el proceso de extinción del organismo.
Los auditores hallaron un ‘agujero’ de 444.345 euros. De esta cantidad, 332.826 euros se han destinado a pagos sin destinatario conocido y 106.653 euros han aparecido de forma injustificada, según ha acreditado la BBK, en la cuenta de bancaria de un trabajador -Jon Alonso- contratado por Gonzalo, que también autorizó gastos no atribuibles a la Cámara. Entre los mismos, se financió ‘Ander’, una película de temática homosexual que también recibió fondos de Berdindu.

El Gobierno contrató a Aukeratu al mes de asumir Gonzalo su dirección

ETB y Vizcaya subvencionaron el film al que presuntamente derivó fondos

El Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del último gobierno tripartito contrató a la asociación asistencial Aukeratu para que prestara para el servicio Berdindu las labores de asesoramiento a homosexuales apenas un mes después de colocarse al frente de la misma el delegado provincial del departamento en Vizcaya, José María Gonzalo Esnal. La junta directiva de esa asociación adoptó el acuerdo de designarle en febrero de 2007 y poco después Aukeratu -constituida apenas un año antes- fue elegida por el Gobierno como adjudicataria de los servicios de Berdindu.

Tanto Gonzalo como Jon Alonso Hornes, la segunda persona a la que menciona el Ejecutivo vasco en el informe enviado a la fiscalía por el supuesto desvío de los fondos de la extinta Cámara de la Propiedad Urbana de Vizcaya acudieron ayer a sus puestos de trabajo con normalidad, pese a la comunicación hecha el día anterior por la consejera y portavoz, Idoia Mendia, sobre la la apertura de un expediente disciplinario a cada uno. A una cuenta de Alonso fueron 106.000 euros de los 440.000 desaparecidos.

Este empleado público excusó ofrecer su versión de los hechos en conversación telefónica con este periódico. “No voy a hacer ninguna declaración ni ningún comentario”, sobre los distintos datos que constan en la denuncia del Gobierno a la fiscalía, indicó, siguiendo, según dijo también, el consejo de su abogado, en cuyas manos afirmó haber dejado todo el asunto.

Tampoco fue posible hablar con el ex consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, ni con el director de servicios del departamento, y actual parlamentario, Mikel Arana. Este último se remitió al comunicado que Ezker Batua hizo público. En él se informó de que Gonzalo remitió ayer mismo por la mañana una carta a la organización dándose de baja voluntariamente en ella en tanto se aclaran los hechos que se le atribuyen. EB aclaró también que Jon Alonso Hornes no ha pertenecido ni está actualmente afiliado a la formación, por lo que no ha mantenido ninguna vinculación con ella. En relación con los hechos denunciados por el actual Gobierno, Ezker Batua apeló al respeto a la presunción de inocencia, desde el respeto a la presunción de inocencia, y dejó manifiesto su convencimiento de que “la honestidad y la transparencia deben ser siempre los ejes de la actividad pública”. Por ello, pidió también a la Justicia que investigue los hechos denunciados por el Ejecutivo y “depure, si ese fuera el caso, las responsabilidades que puedan derivarse de los mismos”.

En relación con la financiación de la película, esta contó con subvenciones y ayudas de ETB y de la Diputación de Vizcaya. La televisión vasca, en un contrato suscrito por su anterior director, Bingen Zupiria, compró a la producción los derechos de emisión de la película durante de diez años. Por ese concepto se añadieron 55.000 euros a su financiación. La Diputación de Vizcaya puso otros 20.000 desde la dirección de Igualdad y Derechos ciudadanos, según confirmaron fuentes oficiales de la institución.

La película tuvo, al parecer, un presupuesto modesto, algo por encima del medio millón d euros, lo que lleva a suponer que el resto de los pagos pudieran haberse efectuado con cargo al saldo de la cuenta de la Cámara de la Propiedad Urbana que Gonzalo tenía orden de liquidar e ingresar en las arcas de la Hacienda del Gobierno. En lugar de ello, suscribió un contrato para adelantar dinero para la película a Aukeratu, para su posterior devolución, siendo él mismo el responsable tanto de la entidad que ponía el dinero como de la que lo recibía. Y ejerciendo además como productor ejecutivo del film, una tarea para la que no tenía preparación alguna, algo que acusó la producción, según personas conocedoras de ella.

Sorprendentemente, la película no recibió un solo euro del Departamento de Cultura, según aseguraron fuentes oficiales, pese a que es el encargado de otorgar las subvenciones al cine. Más aún tratándose de una de las escasas películas que se ruedan en euskera. También el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales aseguró que no proporcionó financiación alguna a la producción.

ÓRDENES IGNORADAS

Enero de 2006. El Gobierno decreta la extinción de las Cámaras de la Propiedad Urbana vascas y fija sus condiciones, con un cambio parcial en ellas en 2007. Ambos decretos llevan las firmas preceptivas del lehendakari, Juan José Ibarretxe, la consejera de Hacienda, Idoia Zenarruzabeitia, y el consejero de Vivienda, Javier Madrazo.

Octubre de 2007. Acaba el inventariao de bienes y en mayo de 2008 lo aprueba Idoia Zenarruzabeitia. Ordena a su vez al director de Patrimonio y Contratación, dependiente de Hacienda, y a los delegados de Javier Madrazo en las Cámaras que procedan a “la inscripción, titulación o ingreso de los bienes y derechos” de estas en favor de la Administración vasca

El Gobierno acusa a altos cargos de Madrazo de malversar medio millón

El Ejecutivo traslada la auditoría realizada a la fiscalía y al Tribunal de Cuentas

Casi un año después de que saliese a la luz el caso Margüello, las supuestas irregularidades en adjudicaciones de Osakidetza, el Gobierno acordó ayer remitir a la fiscalía y al Tribunal de Cuentas otra actuación del tripartito de Juan José Ibarretxe, esta vez relativa a la Cámara de la Propiedad Urbana de Vizcaya. Una auditoría externa ha descubierto que durante su proceso de extinción desapareció cerca de medio millón de euros.

Un decreto aprobado en enero de 2006 abrió el proceso de liquidación de estas entidades, que se encargó de realizar el Departamento de Vivienda, a cuyo frente estuvo Javier Madrazo, entonces también coordinador general de EB, durante los dos últimos Ejecutivos de Ibarretxe.

Madrazo comisionó para ello a los tres delegados provinciales de la consejería, cargo que ocupaba José María Gonzalo Casal en Vizcaya. En Álava y Guipúzcoa el proceso se completó con diligencia, pero el encargado de la liquidación de Vizcaya operó en sentido opuesto. La auditoría concluye que contrató personal, realizó obras en la sede de la Cámara -en la esquina de las calles de Ercilla y Henao, en el centro de Bilbao- y trasladó allí los servicios de Berdindu -atención a gais, lesbianas, bisexuales y transexuales- que el Ejecutivo había subcontratado con la sociedad asistencial Aukeratu. El delegado de Vivienda en Vizcaya era además el administrador y tenía autorización total para operar con la cuenta bancaria de esta entidad, con la que mezcló a la Cámara vizcaína.

En lugar de liquidarla, Gonzalo contrató para su gestión al otro sospechoso, según la información facilitada ayer por el Gobierno, de haber incurrido en la supuesta malversación, Jon Alonso Hornes, a la vez encargado de la gestión administrativa de Berdindu en la consejería. El contrato se realizó en junio de 2006, cinco meses después de que se decretase la extinción legal de las Cámaras y cuatro después de que Madrazo le confiase la misión.

El Gobierno socialista se encontró a su llegada al poder en 2009, más de tres años después de disueltas las Cámaras, con la de Vizcaya sin liquidar y el contrato de Alonso en vigor. En ese momento se puso en marcha una actuación de oficio de la Oficina de Control Económico del Ejecutivo y se encargó una auditoría que ha arrojado los datos ahora remitidos a la fiscalía y la Tribunal de Cuentas al apreciarse indicios de malversación.

El análisis de las cuentas, realizado por ABM Auditores y Consultores, concluye que la Cámara vizcaina realizó operaciones ilógicas en un proceso de liquidación, en el que debería haberse limitado a transferir sus bienes y derechos a las arcas públicas. “Se han realizado importantes inversiones, se ha contratado nuevo personal y se han realizado gastos operativos no atribuibles a la Cámara, sino a servicios del Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales”, indica. Y faltaba una contabilidad que mereciera tal nombre de la gestión de Gonzalo.

El balance económico constata la desaparición de 444.345 euros, provenientes de las cuotas que pagaban a la Cámara los titulares de inmuebles que seguían cotizando a la misma. Un total de 111.519 euros han sido encontrados, de ellos 106.653 en una cuenta de Alonso. El destino de los otros 332.826 se desconoce, aunque averiguaciones realizadas este mismo año apuntan a que se emplearon para financiar la película Ander, dirigida por Roberto Castón y estrenada en 2009. El rodaje del filme, una reflexión sobre la homesexualidad, fue impulsada por Berdindu. Gonzalo y Alonso trabajaron en ella, el primero como productor ejecutivo y el segundo como su ayudante, tarea por la que ambos fueron remunerados.

El actual Gobierno exigió explicaciones a los dos tras el resultado de la auditoría y las conclusiones de la Oficina de Control Económico, pero, según reza el acuerdo aprobado ayer por el Gabinete, “no dieron cumplida respuesta acerca de la información requerida”. En la documentación que remitió Gonzalo en febrero pasado incluyó un convenio entre la Cámara y la asociación Aukeratu para adelantar el dinero con destino a la película.

Esa asociación encargada de los servicios de Berdindu llegó a dar de alta en la Seguridad Social a una de las actrices del film. Tanto Gonzalo como Alonso siguen trabajando en el Gobierno: el primero, funcionario de carrera, como asesor jurídico en Vivienda; el segundo, como contratado laboral indefinido en Empleo, tras haber tenido el Gobierno que readmitirle tras recurrir su despido. Alonso consiguió el puesto gracias a su contratación en 2006, ya que el Ejecutico estaba obligado a hacerse cargo del personal de las Cámaras. A ambos se les ha abierto un expediente disciplinario.

El obispado critica la muestra sobre san Sebastián

El vicario general de San Sebastián, Joseba González Zugasti, mostró ayer a través de una carta su queja con San Sebastián. De lo sagrado y lo profano, la última exposición de la sala Kubo-Kutxa donostiarra, que mezcla representaciones tradicionales del santo con otras más contemporáneas. “Obras respetuosas y obras que quiebran el buen gusto se suceden indiscriminadamente”, aseguró.

Zugasti opina que la muestra no sólo “palidece” lo religioso, sino también la propia “humanidad” de una víctima de la violencia, “de hace diecisiete siglos, pero víctima al fin y al cabo”. Además, el vicario donostiarra recalca que la admiración por san Sebastián “no es algo pretérito”. “Para hablar del significado de un cristiano asesinado, hay que usar el presente, y para referirse a la relevancia de San Sebastián para los cristianos que aún vivimos, también”, añadió.

Zugasti tituló su misiva al igual que una campaña de Amnistía Internacional en 1992 para captar socios: ¿No hay nada sagrado? De esta manera, el vicario recoge el ejemplo de Gyalpo, un monje tibetano acribillado por un policía chino en 1988. Zugasti afirma que una exposición que expusiera “variaciones más o menos artísticas” de esta muerte “no tendría cabida” en una sociedad democrática. “¿Durante cuánto tiempo se puede guardar la memoria viva de una víctima”, cuestiona.

El Kursaal se ilumina con el lazo rojo de solidaridad hacia las personas afectadas por el Sida

Con motivo del Día Mundial del Sida se han programado una serie de actividades junto con diversas asociaciones, como se lleva a cabo desde hace 14 años

 

El Kursaal de San Sebastián se iluminará con el lazo rojo de solidaridad hacia las personas afectadas por el Sida, con motivo de la conmemoración este miércoles del Día mundial del Sida .
En un comunicado, el Ayuntamiento donostiarra ha explicado, a través de la Casa de la Paz y los Derechos Humanos y las asociaciones Acasgi, Ehgam, Gehitu y Harri Beltza, Onusida y el departamento de Sanidad y Consumo, han programado una serie de actividades para conmemorar el Día Mundial del Sida.
‘Light for Rights’
De este modo, San Sebastián será una de las 100 ciudades del mundo que se suma a la campaña ‘Light for Rights’, que consiste en iluminar monumentos de especial relevancia para recodar a nivel mundial la importancia del respeto de los derechos de las personas afectadas o vulnerables al VIH. Otras ciudades que se han sumado a esta campaña en el estado español son Madrid, Barcelona, Mérida, Sevilla o Valencia.
Este martes el Kursaal quedará en la oscuridad 10 minutos antes de las siete de la tarde, momento en que se iluminará con el lazo rojo, que permanecerá en la fachada durante varias jornadas.
Desde hace 14 años
Asimismo, con motivo del Día Mundial del Sida, se han programado una serie de actividades junto con diversas asociaciones, como se lleva a cabo desde hace 14 años, para informar, concienciar y movilizar a la sociedad para la protección de los derechos de las personas con VIH.
De este modo, el miércoles a las 19.30 horas habrá una concentración en la plaza Teresa de Calcuta, junto al memorial del Sida . El mismo día por la mañana habrá mesas informativas en el Boulevard y se colocarán carteles con lazos rojos en la fachada del Ayuntamiento y en diferentes transportes públicos.

La Policía vincula el apuñalamiento de dos chicos en Bilbao a la homofobia

El herido peor parado permanece grave en el hospital de Basurto, donde se encuentra «estable» después de una larga intervención

La Ertzaintza achaca a la homofobia el apuñalamiento de dos jóvenes en Bilbao, que fueron atacados a medianoche del domingo por cuatro menores cuando se encontraban en las inmediaciones del ascensor que une el barrio de Begoña con el Casco Viejo. Así lo desvelaron ayer fuentes del departamento vasco del Interior, que han deducido el móvil de la denuncia presentada por los propios heridos. Uno de ellos sufrió cortes en la espalda, mientras que su acompañante, peor parado, recibió una puñalada en el abdomen que le dejó en un estado tan grave que en un primer momento llegó a temerse por su vida.
En el ataque participaron cuatro adolescentes, todos de edades comprendidas entre los 15 y los 17 años y de origen extranjero, según fuentes cercanas a la investigación, que abordaron y rodearon a las víctimas. Según el relato de uno de los heridos, en ese momento se inició una discusión y, en el transcurso de la disputa, uno de los menores -el presunto autor material de la agresión, de 17 años- empezó a propinarles puñetazos y arremetió contra ellos con una navaja antes de abandonar el lugar de los hechos junto a sus acompañantes. El joven con lesiones más leves -fue dado de alta en pocas horas- logró perseguirles y alertar a efectivos de la Ertzaintza, a quienes ofreció una descripción de los sospechosos que sirvió para interceptarles.
«Recrudecimiento»
El brutal ataque suscitó ayer el más rotundo rechazo de los principales colectivos de gays y lesbianas de Euskadi, reunidos en la Coordinadora 28-J. Estas agrupaciones -Hegoa, EHGAM, Aldarte, Bizigay, Euskal Hartzak y MDM- advirtieron de que, aunque los ataques homófobos y sexistas «no son algo nuevo, sí resulta altamente preocupante su más que evidente recrudecimiento en los últimos años, incluso meses».
Por ello, además de solidarizarse con los heridos, aseguraron en un comunicado conjunto que «no nos podemos dejar engañar por las falsas apariencias», porque aunque «algunas cosas han cambiado a mejor, especialmente en el terreno legal», la discriminación «persiste y se expresa de diferentes maneras, también mediante agresiones directas como la ocurrida».
La víctima que sufrió heridas más graves continuaba ayer en el área de Reanimación del hospital de Basurto, donde el lunes pasado fue sometido a una larga operación, según detallaron fuentes sanitarias. El joven, que no pudo ser intervenido hasta que los médicos lograron estabilizarle horas después de la agresión, debido al preocupante estado en que llegó al centro sanitario, se recupera ahora de la puñalada que le perforó el flanco abdominal izquierdo y le causó una copiosa hemorragia. Al cierre de esta edición, aunque continuaba todavía en estado grave, se mantenía «estable».

Detenido el menor que hirió muy grave a otro joven de un navajazo en Bilbao

En la agresión participaron otros tres menores de edad, de entre 15 y 16 años, que fueron detenidos por la Policía vasca y que esta mañana han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores.

El suceso, cuyo móvil investiga la Ertzaintza, se produjo poco antes de la medianoche de ayer, domingo, en las inmediaciones de un ascensor urbano público ubicado en la calle Calzadas de Mallona, en el barrio bilbaíno de Begoña.

Dos amigos se encontraban junto al ascensor cuando un grupo de cuatro jóvenes -los cuatro menores- les rodeó y mantuvieron una discusión, tras lo cual uno de esos jóvenes soltó un puñetazo y atacó con una navaja a las víctimas. Uno de los amigos fue herido en el abdomen y el otro en la espalda.

Los agresores abandonaron el lugar pero una de las víctimas persiguió a tres de ellos, que huyeron hacía el Arenal, y alertó a la Ertzaintza del asalto. Los tres fueron detenidos poco después en la calle Santa María, en el Casco Viejo de Bilbao.

Mientras se producía la persecución de los sospechosos, otra patrulla policial localizó a la otra víctima junto al ascensor y solicitó la presencia de personal sanitario ya que el joven presentaba una herida sangrante en el abdomen.

Posteriormente, una ambulancia trasladó a los jóvenes heridos a un centro hospitalario de la capital vizcaína, donde quedaron ingresados, uno de ellos en estado muy grave.

El joven lesionado en la espalda ha sido dado de alta esta mañana, mientras el herido muy grave sigue ingresado en el hospital bilbaíno de Basurto, han precisado a Efe fuentes del departamento vasco de Interior.

La Policía vasca arrestó a los tres menores de 15 y 16 años bajo la acusación de participar en la agresión, aunque los investigadores identificaron al chico de 17 años que escapó como supuesto autor material del apuñalamiento.

Las pesquisas han llevado a la Ertzaintza a detener al presunto autor de los navajazos sobre las 12:15 horas de este mediodía en Bilbao.

«Una sociedad que no piensa, que no reflexiona, es una involución absoluta en el desarrollo»

ASTEKO ELKARRIZKETA : XABIER ARAKISTAIN «ARAKIS», ARTE DE VANGUARDIA SIN DISCRIMINACIÓN

Adolescencia en Elgoibar. Un año en Oklahoma como una olla a presión. Bebió de los vientos del punk y de la libertad como «squatter» en Londres. De vuelta en casa, los estudios de comunicación le pusieron en la senda del arte y del feminismo, y ya nunca se separó de ellos. Ha ejercido como promotor cultural y comisario artístico independiente y ahora gestiona el centro cultural Montehermoso de Gasteiz. En apenas cuatro años ha hecho de él un espacio de arte contemporáneo y de vanguardia de referencia internacional. Y además, aplicando en su programación la igualdad de sexos. Porque completa el mundo y lo mejora. Es él y es ella; es «Arakis».

Fermin MUNARRIZ I

Entrevista al director del centro cultural Montehermoso Xabier Arakistain " Arakis ".

Entrevista al director del centro cultural Montehermoso Xabier Arakistain ” Arakis “.

Después de años como promotor y comisario de arte independiente, militando en el feminismo y propugnando un cambio de política cultural, ¿qué le impulsó a aspirar a la dirección de un centro cultural oficial como Montehermoso?

En 2005 dirigía las mesas de expertos en arte contemporáneo de la feria Arco y le tomé el relevo a una feminista alemana, Ute Meta Bauer, que es la que abrió un espacio semi-institucional a los cursos feministas. La gente que estábamos cerca de los cuarenta años decidimos reflejar nuestro descontento sobre esa materia y elaboramos el Manifiesto Arco 2005, que fue secundado por un montón de mujeres -y también hombres- del mundo del arte. Planteábamos que si la cultura se financia en buena parte con fondos públicos -o sea, con los impuestos de todas y de todos- no queríamos que se emplearan de forma sexista, y pedíamos a las administraciones públicas que tomaran las medidas necesarias para que las mujeres tuvieran igualdad de oportunidades para trabajar en el arte y la cultura. Eso coincidió con la ley vasca de igualdad de 2005 y luego con la ley orgánica de 2007, que tiene una recomendación muy interesante sobre cuotas de sexo.

No parecía que nadie fuera a hacer nada al respecto, pero se presentó una oportunidad porque la anterior directora de este centro [Montehermoso] se fue a otro sitio y quedó la vacante. Se realizó un concurso público, me presenté y gané con un proyecto que pretendía aplicar esas estrategias y políticas en el mundo del arte y la cultura desde las administraciones públicas. Y para ello, precisamente, había que hacerlo desde una administración pública…

¿Cómo está resultando la experiencia?

Está siendo un viaje apasionante a todos los niveles. El resultado ha sido muy bueno. Yo era optimista pero no pensaba que iba a ser tan rápido, que iba a tener tan buena acogida en la comunidad artística, tanto de aquí como en la internacional. Es un viaje en el que nos hemos embarcado un equipo con un ambiente de trabajo familiar, con una relación muy directa. Hemos trabajado con mucha ilusión y está dando muy buenos resultados. Además, es muy gratificante constatar que incluir a las mujeres de una forma sistemática incluso mejora la programación. Montehermoso es la constatación de que se pueden hacer políticas culturales en el ámbito del arte sin discriminar a las mujeres y que no pasa nada, sino todo lo contrario: pasan cosas mejores.

Vayamos a los orígenes: feminismo y arte confluyen a comienzo de los años setenta del siglo pasado. ¿Qué surge de ese encuentro?

A lo largo del siglo XX, de forma paulatina, las mujeres empiezan a tener acceso a la formación, a la universidad. A finales de los sesenta ya hay mujeres que realizan estudios sobre el arte y que se incorporan a este campo como teóricas y como artistas; y además lo hacen desde una perspectiva crítica. Denuncian que en la historia oficial del arte no hay mujeres y se preguntan por qué. En 1971, Linda Nochlin abre la veta de la perspectiva feminista con aquel artículo ya mítico titulado «¿Por qué no hay grandes mujeres artistas?», y señala que los sistemas sociales de control que impiden que las mujeres tengan igualdad de oportunidades para desarrollar todo tipo de labores en el ámbito público funcionan con toda su fuerza también en el campo del arte. Al mismo tiempo, las mujeres se incorporan como artistas y en sus trabajos empiezan a deconstruir la representación de la mujer, porque el patriarcado utiliza esa representación para reproducirse. Las artistas feministas generan un cortocircuito en el sistema de sexo y género porque empiezan a visibilizar y a denunciar cómo funcionan los sistemas de representación. Son los años en que empiezan a producirse obras y relatos en el mundo del arte que cuestionan el statu quo basado en la opresión de las mujeres.

¿Es el feminismo un mapa para interpretar la realidad?

El feminismo ha sido y es un movimiento social, político e incluso artístico, pero también es una perspectiva científica que ha desvelado, entre otros, el sesgo androcéntrico de las ciencias sociales y humanas. Todas esas vertientes configuran el conocimiento feminista. El feminismo es uno de los motores de cambio más importantes en la actualidad. Desde su óptica explica la historia de las mujeres como una historia de opresión, abuso e, incluso -según en qué circunstancias-, hasta de exterminio. El feminismo está denunciando desde hace ya trescientos años la posición subordinada que ocupan las mujeres y está analizando los mecanismos sociales que sitúan a las mujeres en esa posición. La irrupción de la perspectiva feminista en las ciencias sociales y humanas supone un gran salto porque ha invalidado los métodos existentes previamente; esos métodos ocultan que las relaciones sociales de sexo son relaciones asimétricas. Además, el feminismo denuncia que si hacemos una historia de la humanidad que sólo tiene en cuenta al cincuenta por ciento -los hombres-, se está haciendo una historia errónea. La mitad de la población no está reflejada en esos datos o en esos relatos. Éste es un ejemplo muy obvio.

¿Las cuotas de sexo en el ámbito del arte y la cultura resultan eficaces como mecanismo corrector de la desigualdad?

Las cuotas de sexo son una política del feminismo, que surge en los años ochenta y que se ha aplicado, por ejemplo, en política, o en otros ámbitos, para corregir las desigualdades históricas; y desde mi punto de vista está dando buenos resultados. Esa cantinela de que tal o cual señora está en ese puesto por ser mujer no se aplica a los hombres. Es evidente que no todas las mujeres que ocupan ciertas posiciones son las más capacitadas, pero es igual de evidente que no todos los hombres son los más capacitados para desarrollar las tareas que desempeñan… No hay más que ver cómo está el planeta. La igualdad de sexo también significa que las mujeres tengan derecho a ser igual de inútiles que los hombres. Lo explicaba la filósofa feminista Amelia Valcárcel en su artículo «El derecho al mal» en 1981. Pero volviendo al arte, extrañó muchísimo nuestra propuesta. A la gente le parece más lógico que haya mujeres políticas o en otras actividades, pero ha costado más aceptar que las mujeres puedan ser artistas. Esto tiene que ver con que las ideas de artista, de genio o de obra maestra son ideas masculinas; son ideas que surgen en el siglo XIX y tienen un arco muy largo; todavía están operando en el presente.

¿Es equilibrada la presencia entre hombres y mujeres en los medios artísticos actuales?

El mundo del arte es sexista como el mundo en general. Las cosas han cambiado mucho, pero… Por ejemplo, según las cifras de las facultades de Bellas Artes, desde hace dos décadas, más o menos, hay más licenciadas que licenciados. Esto es un espacio de conquista que han conseguido las mujeres, pero de salir con el título de la facultad a ser una artista reconocida en la sociedad y, sobre todo, en el mercado, hay un gran camino; hay que pasar otro montón de controles, por ejemplo los de los círculos de reconocimiento -que explica muy bien Pierre Bourdieu en «Las reglas del arte»-, que son más complicados de solventar porque se oculta que siguen siendo sexistas. Tenemos muchas mujeres licenciadas en Bellas Artes, cada vez tenemos más mujeres reconocidas en la escena y en el mercado; es decir, es una cosa que va para adelante, pero estamos muy lejos todavía de que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres.

¿Cómo es la producción artística actual en Euskal Herria?

El País Vasco es uno de los marcos que mejor cantera de artistas tiene en el Estado español. Para la población tan pequeña que somos hay mucha gente que está trabajando muy bien, incluso con reconocimiento internacional, pero el campo del arte vasco es ciertamente complejo. Desde las administraciones públicas, que son las que financian y gestionan una buena parte del arte contemporáneo, creo que todavía hay mucho trabajo por hacer para crear las condiciones que necesita un contexto propio rico y en diálogo con lo que está ocurriendo en el ámbito internacional; en ese sentido, Montehermoso es un caso muy particular. Por otro lado, como ha ocurrido en otros países, últimamente están surgiendo estructuras de trabajo interesantes que no dependen de las instituciones. Las que me interesan menos son las que se dicen autónomas pero no lo son tanto porque funcionan con dinero público.

¿En qué terrenos son más fértiles los artistas vascos?

Creo que tenemos unas artistas y unos artistas que explican bien los conceptos que manejan, que articulan discursos interesantes sobre el ser humano y sobre el mundo que habitamos.

Algunos antropólogos dicen que a los vascos nos gusta ser los más tradicionales pero, a la vez, también los más vanguardistas… ¿En el arte también somos así?

Yo creo que las artistas y los artistas vascos del momento están preocupados por cuestiones del contexto local, pero también del global porque entienden que los dos ámbitos son inseparables. En ese sentido, sí creo que están trabajando en la vanguardia del arte contemporáneo. Respecto al peso que tiene el pasado y la propia identidad cultural en el arte actual, me parece muy difícil de responder. Evidentemente somos un cóctel de diferentes categorías: la étnica, la sexual, la de clase… y los artistas y las artistas vascas trabajan con el cóctel que les toca vivir, que es producto de una herencia. Hay diferentes corrientes y tendencias dentro del arte contemporáneo vasco, pero no creo que la forma de analizar el contexto propio sea tan diferente de cómo lo hace un o una artista de otro entorno cultural.

Dice que los artistas trabajan preocupados también por el contexto local. Vivimos en una sociedad convulsa, con conflictos sociales y políticos muy serios. ¿Aparece reflejada esta realidad en el arte vasco actual?

Es una pregunta dificilísima de responder de manera breve. Hay críticos que aprecian conflictos concretos en obras de arte, y yo a veces no he estado de acuerdo con ellos… Aunque, por otro lado, si miras una obra de arte, o la carrera artística de un creador o creadora en profundidad, hay un discurso rico, muy complejo, y salen los conflictos, los traumas… Si se hace un análisis lo suficientemente sustancioso, sale todo eso. Y no tiene que estar necesariamente en un primer plano, ser «el tema».

Tal vez podríamos relacionar esta cuestión con alguna de las escasísimas polémicas del arte. Por ejemplo, la exhibición de la obra de un fotoperiodista vasco en el décimo aniversario del Guggenheim desencadenó una reacción furibunda de determinados sectores por abordar la realidad de manera explícita…

El fotoperiodismo y el arte no son la misma cosa. Desde mi punto de vista, las obras de arte son artefactos culturales que desencadenan una serie de experiencias relacionadas con el conocimiento y que, a menudo, se producen por la tensión que generan los diferentes elementos que las componen. Los lenguajes del arte y los del periodismo son diferentes. Si el periodismo debe jugar con la inmediatez, el arte debe jugar con la interrupción de esa inmediatez; el arte debe producir una experiencia reflexiva compleja. Esto no significa que el arte no sea político, porque el arte, como todo lo demás, es político, ideológico, pero debe reflexionar sobre ese contenido ideológico. Yo personalmente no considero arte esas obras que no ponen en cuestión, que no tensionan, el sustrato ideológico que las componen.

Leía el otro día en la prensa unas declaraciones del ensayista e historiador de arte francés Marc Fumaroli, que pedía no llamar arte al arte contemporáneo. «Reducir el arte a la diversión o a una manifestación de vanidad -decía- siempre se ha considerado una verdadera traición». ¿Vivimos en la cultura del espectáculo y el entretenimiento también en el arte?

Sí, pero desde la perspectiva de Guy Debord, no de Fumaroli. Tengo una percepción personal de que en los últimos diez años esto se ha incrementado, pero hay que tener mucho cuidado con este tipo de políticas porque, aunque para ciertos sectores parece mucho más cómodo tener un sujeto entretenido que un sujeto cultivado, las consecuencias sociales pueden ser desastrosas. Y no sólo en el arte, está ocurriendo en todas partes; por ejemplo, en la universidad se empieza a cuestionar si tal o cual campo de conocimiento no es rentable porque no es lo suficientemente popular. No podemos instalarnos en la sociedad del entretenimiento populista porque es una sociedad que va hacia atrás; una sociedad que no piensa, que no reflexiona, es una involución absoluta en el desarrollo civilizatorio. En Montehermoso, desde el principio apostamos por el conocimiento. Hemos diseñado un centro que tiene un departamento de exposiciones, un departamento de acción cultural, un departamento de educación y un departamento de documentación, que trabajan de forma transversal.

También decía que cualquier seudofilósofo podría explicar estas consecuencias de la postmodernidad con todo tipo de razones, y cuanto más complicadas, mejor… ¿Padecemos la banalización de la cultura?

De la misma manera que en las últimas décadas ha habido políticas culturales de grandes infraestructuras que no tenían contenidos, o de promoción de un tipo de arte con una función de marketing, creo también que -y debido a la crisis económica, entre otras razones- esto está empezando a cambiar. Tengo la impresión de que en los dos o tres últimos años hay un cambio de clima en el mundo del arte…

¿En qué dirección?

El arte es un producto social y cambia como las sociedades que lo producen. Relacionando esto con lo que hablábamos antes, creo que la cultura del espectáculo ha influido mucho en las políticas culturales en las dos últimas décadas, aproximadamente, pero en los últimos años esa tendencia ha cambiado hacia un arte más reflexivo. Una de las últimas obsesiones en el mundo del arte, por ejemplo, ha sido la historia; se han empezado a producir cantidad de discursos artísticos que van revisando la historia, que analizan cómo se ha escrito y que miran hacia lo que se ha dejado al margen y rescatan los descartes que han quedado fuera de las historias oficiales… A mí no me gusta hablar de tendencias en el arte porque es como hablar de moda, y la realidad es que siempre conviven diferentes posiciones y prácticas; unas se hacen mayoritarias y tienen mayor apoyo del mercado o de otros sectores que otras. Además, me cuesta muchísimo tildar una práctica artística de una sola manera.

El arte es uno de los pocos espacios en el que son posibles muchas cosas; y la existencia de ese espacio simbólico y material es un balón de oxígeno de las culturas. Yo creo que las obras de arte son artefactos muy complejos. Quizás desde fuera hay un interés por focalizar ciertos aspectos de esas obras o por ver la historia del arte de esa manera, pero a mí del arte me interesa precisamente todo lo contrario: la posibilidad que tienen esos artefactos culturales, esas obras artísticas, de poner en tensión elementos con resultados interesantes, de contener los contrarios, de ir más allá de las etiquetas simplistas y reduccionistas. Esto es crucial.

¿Qué le parecen las etiquetas? ¿Se ha sentido usted etiquetado alguna vez?

Los estereotipos existen desde el comienzo de los tiempos. El teórico de la sexualidad Jeffrey Weeks hablaba de las paradojas de las etiquetas: que te tilden, por ejemplo, de homosexual está limitando tus capacidades vitales, pero la paradoja es precisamente que reivindicando esa etiqueta podemos hacer la revolución y cambiar el panorama sexual de la sociedad. Yo creo que éste es un problema, pero casi de coeficiente intelectual de la gente que se limita a definir las cosas de una única manera y con una etiqueta corta… Los seres humanos somos bastante más complejos en general. Las etiquetas reflejan más los miedos y prejuicios de la persona que mira que de la persona que es etiquetada.

«Antes nuestra vida la guiaban los curas; ahora, los médicos»

Juan Gervás

Médico y coordinador del equipo Cesca

Médico general rural y profesor de la Escuela Nacional de Sanidad española y de la Universidad Autónoma de Madrid, hoy jubilado, ha impartido en Bilbo una conferencia «irrepetible», porque sus apariciones son contadas. «No soy el oso de la feria», esgrime, pero su descarnado discurso contra la «medicalización de la vida» hace que sus esporádicas presencias públicas sean más que interesantes.

Jornadas sobre " Medicalizaci—n de la vida" en la Alh—ndiga de Bilbo. Entrevista al mŽdico Juan Gervas.

Jornadas sobre ” Medicalizaci—n de la vida” en la Alh—ndiga de Bilbo. Entrevista al mŽédico Juan Gervas.

«Uno puede ser alguien feliz hasta que un día va al médico a tomarse la tensión… `Eres hipertenso’, te dicen. Tu vida cambia a partir de entonces dolorosamente. `La tensión tiene que bajar’, te insiste el médico… hasta que te quedes impotente si hace falta… y con 50 años. ¡La de polvos que te has perdido! Te quedas para los restos. Y si un día te hartas y dejas de hacer lo que te mandan, te quedará un sentimiento de culpabilidad. ¡No es broma lo que digo!… Y todo por tener la tensión alta». Este es ejemplo muy gráfico de cómo la medicina en general, la industria farmacéutica y los médicos en particular, han medicalizado nuestra vida durante el último medio siglo.

Esa «tragedia» que se inicia con algo tan asumido y normalizado como ir a tomarse la tensión -cuando no se hace en casa con aparatos ni siquiera homologados- es una de las innumerables que diseccionó Juan Gervás en el marco de las jornadas sobre medicalización de la vida organizadas por Alhóndiga Bilbao y la Asociación vasca en defensa de la Salud-Osalde.

Es «un médico normal y corriente», como le presentaron, que lleva años «defendiendo la salud como un derecho y no como un negocio». A sus 61 años y recién jubilado, este médico de atención primaria coordina el Equipo CESCA, un grupo multiprofesional de investigación, estudio y docencia en Atención Primaria y Medicina General fundado en 1980 que no duda en meter el bisturí hasta lo más profundo del cada vez menos sano corazón del sistema sanitario. Y eso es lo que vino a hacer a la capital bilbaina.

«Nadie de los que estamos aquí terminará el siglo XXI -sentenció como premisa-. Es la certeza de la muerte. Pero hay médicos que creen que salvan vidas, incluso que hacen resucitaciones, cuando lo único que hacemos es prolongarla. La pregunta es ¿con qué calidad?». Pero la sociedad actual, como el legendario rey Gilgamés, persigue la vida eterna.

Vivimos en la «sociedad más sana de la historia» y «no por razones médicas, sino gracias a la educación de la mujer». Sin embargo, asistimos a una brutal medicalización de la vida. «La actividad médica cada vez es más intensa, se tratan más precozmente los problemas y con métodos más poderosos y, a la vez, problemáticos», insistió. ¿El resultado? «Que la gente se muere por causa médica. Cada vez los médicos somos más mortíferos… Como decía aquél, cuando un médico acude a un entierro, la causa va detrás del efecto», comentó. Un dato: En EEUU las muertes por razones médicas son ya la tercera causa de mortalidad.

Gervás aseguró que la sociedad está siendo consciente ahora de ese «poder de matar» de los médicos. «Porque no hablamos sólo de crear enfermedades o de amplificar la importancia de otras, sino de que los médicos nos extralimitamos», reprueba. Y puso otro ejemplo: «Hay una epidemia de minusválidos por operaciones de espalda no justificadas».

La biometría es uno de los caballos de batalla contra los que Gervás y otros como él pelean con cada conferencia o cada artículo. «La biometría es la que nos dice qué es lo normal; es la que medicaliza nuestra vida obligándonos a estar en la media de multitud de parámetros médicos». Como en la tensión. O el colesterol. O el percentil infantil que controla el peso y la altura de los bebés y niños. «Los médicos definen la salud en base a la biometría, cuando la realidad es que hemos dejado de escuchar a los pacientes… y así se nos mueren. Tengo el alma rota y mi médico me receta un antidepresivo. Infectamos a los pacientes con falsas enfermedades», denunció.

Una medicalización a la que no es ajena la población. «Quiere acabar el siglo XXI. Te pide ese antidepresivo. La gente también pide respuestas simples a problemas complicados. Queremos de la vida lo que la vida no da. Y la solución no es tomar una pastilla».

La prevención

De una parte, el sistema sanitario en su conjunto «nos infecta de enfermedades falsas» y, de otra, la dependencia de esa medicalización nos conduce a «una pérdida de resistencia ante la vida, cuando nuestra resistencia es como la de las ratas. Pero pretenden reducirnos a un estado infantil». ¿Consecuencia última? «Nos volvemos dependientes del sistema sanitario. Antes, nuestra vida la guiaban los curas; ahora, el sistema sanitario».

Nos dicen cuándo hacernos una mamografía, cuándo una citología, cuándo el colesterol está alto o cuándo lo mejor es anticiparse a un cáncer de vejiga y dejarnos impotentes y perdiendo orina. «La medicalización de la vida ha logrado disminuir el número de gente sana y, si hace falta reducirlo más, se cambian las biometrías y sigue el negocio», se quejó.

La tensión arterial alta es un factor de riesgo, entre otros, pero ni siquiera una causa y menos aún una enfermedad. «Pero hoy ha adquirido dignidad propia y ya nos viene en poco tiempo la prehipertensión, lo mismo que la preenfermedad mental», puso sobre alerta.

Y si la biometría es su “dios”, el diagnóstico es su “profeta” o, como él lo define, «el truco de la medicalización de la vida». Tanto que el diagnóstico es el campo médico menos desarrollado y el de peor calidad, según reconoce la propia Medicina. «Se diagnostica cada vez más innecesariamente, pero claro, después del diagnóstico, viene la cascada del tratamientos».

Enfermedades falsas, pérdida de resistencia vital, dependencia del sistema sanitario… Y la prevención. «Es una gran mentira, porque no sabemos bien las causas de las enfermedades. Y se convierte en un peligro cuando excede de sus límites… y está perdiendo esos límites. Porque es un peligro cuando quiere dominar nuestras vidas».

Gervás propone a modo de reflexión dos fundamentos éticos. Uno, lo que llama ética de la ignorancia, «compartir con el paciente y nuestros jefes lo que no sabemos» porque, «si un médico no quiere saber lo que receta, que se dedique a vender vino». El otro, la ética de la negativa o «saber decir no al paciente y a tus jefes». Este panorama no parece alentador. «Pero yo soy optimista. O -aclara-, como diría Unanumo, un pesimista razonablemente optimista». E invita a médicos y pacientes a hacer «prevención cuaternaria», es decir, «evitar el daño que hace el sistema sanitario», porque «la medicina se está transformando en magia».

El gay atacado por cuatro militares dice que vive atemorizado desde entonces

Los acusados relatan en el juicio que fueron insultados por el militante de Zutik

“Quiero saber por qué me golpearon, si tenían algo contra mí por mi condición homosexual” preguntó en dos ocasiones Mikel Martín, de 50 años, militante de Zutik y miembro del colectivo gay EHGAM, durante su comparecencia en el juicio que comenzó ayer en los juzgados de San Sebastián contra un cabo y tres soldados, dos de ellos ya fuera del Ejército, que supuestamente le propinaron una brutal paliza el 13 de enero de 2005.

Martín, conocido por su activismo en EHGAM desde hace 32 años, recordó ayer: “Desde ese día no he vuelto a ser la misma persona”, aseguró en el juicio. La agresión le supuso 137 días de convalecencia hospitalaria y ocho meses de tratamiento psicológico. “Tengo miedo. Ahora soy más desconfiado porque esa brutalidad no la había vivido. Nunca me había cambiado de acera por temor a que alguien se me acercara y ahora lo haría”, explicó ayer por teléfono a EL PAÍS tras prestar declaración. “Siempre he pensado que todo el mundo es bueno hasta que se demuestre lo contrario”, agregó.

Entre otras lesiones, Martín sufrió varios traumatismos en el cráneo y la cara, heridas en el labio superior que le han dejado una cicatriz, policontusiones, el desgarro parcial de la cabeza del peroné y una fractura en la rodilla izquierda. Un testigo protegido aseguró que vio cómo los militares, que se encontraban en esos momentos de maniobras en el cuartel de Loyola, le propinaron más golpes de los que el activista gay recuerda.

Martín relató que la noche de los incidentes salía de un restaurante chino y se dirigía a un bar de ambiente cuando cuatro jóvenes “con cara de pocos amigos” se le acercaron y le increparon: “Tú seguro que eres uno de los que estás de acuerdo con ETA”.

El hombre intentó evitar el altercado y huir, pero dos de los militares acabaron golpeándole mientras los otros dos miraban. Martín recordó que se despertó ya en el hospital.

Los procesados, dos de los cuales ya no pertenecen al Ejército, relataron en el juicio una versión completamente opuesta. Según su testimonio, caminaban por la calle después de salir de un bar atemorizados porque los parroquianos les habían identificado como militares. Emtonces, uno de ellos se dio cuenta de Martín estaba vitoreando a ETA y les insultaba, siempre según la declaración de los acusados. Uno de ellos comenzó a perseguir entonces a Martín hasta que le alcanzó y le pegó “un puñetazo y un manotazo”. Los cuatro militares corrieron hasta coger un taxi del que se bajaron antes de llegar al cuartel y se separaron por parejas para pasar desapercibidos.

La fiscalía reclama un año y medio de prisión para los dos supuestos autores directos de la agresión y multas para los otros dos. Tanto la acusación particular, que ejerce Martín, como la popular, que representa a Zutik y a EHGAM piden tres años de cárcel. El juicio continuará el próximo lunes con la declaración de varios peritos.