HOLOKAUSTOREN BIKTIMAK OROITZEKO NAZIOARTEKO EGUNA 2018.
EHGAMek antolatutako ekitaldietan parte hartzera deitzen du.
Urtarrileko 27an, Donostiako Ijentea kalean.13:00an.
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Ekitaldian hartutako argazki batzuk:
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IRUÑEA. Hasta el momento, según confirmaron fuentes del departamento, se ha incoado un expediente disciplinario y se ha optado por esta suspensión de forma cautelar, como parte de una decisión adoptada por Recursos Humanos y Función Pública. Esta suspensión es una de las posibilidades que se plantean una vez iniciada la una investigación, que en este caso se ha adoptado dado que se trata de una presunta falta, la de transfobia, de carácter muy grave.
La profesora, en un e-mail de despedida a sus estudiantes, lamenta haber sido apartada de la enseñanza, “quizá definitivamente”, y niega haber realizado comentarios de este tipo. Insiste en que se trata de “mentiras y calumnias” y afirma que, en septiembre, realizó un comentario crítico con “la ley LGTBI presentada por Podemos en el Parlamento español, en ese mes, cuestionando la propuesta de quitar la patria potestad a los padres y permitiendo que niños y adolescentes puedan tomar decisiones irreversibles en solitario, sin ayuda de sus padres y sin consejo médico, respecto a su cuerpo”. En esa iniciativa en el Parlamento, Podemos defendía una ley integral contra la discriminación de las personas por su orientación sexual y su identidad de género y, por ejemplo, a favor de la despatologización de la transexualidad.
En esa misiva, por el contrario, se insiste en que en clase no habló “de nadie en particular”. Y recalca que, dentro de su área docente, le corresponde hablar de la “determinación genética del sexo”.
La situación generó ayer revuelo en Tafalla, donde el antiguo alumnado, crítico con los comentarios de la docente, consideró que esta situación viene de antes. La suspensión se ha decretado recientemente y ahora los plazos de la investigación dependerán también, entre otras cuestiones, de la respuesta de defensa al expediente, ya que una posibilidad dentro de este tipo de procesos es que el tema avance hacia un proceso legal.
BILBAO– La pornografía es la educación sexual de hoy en día. Al menos, así lo cree la sexóloga gasteiztarra Iratxe Gil. “Ante la carencia de una educación sexual real en las escuelas y la falta de preparación de las familias, los adolescentes buscan la información sobre relaciones afectivo-sexuales a través de la pornografía”. Esto, de por sí, no tendría por qué suponer ningún problema si no fuera porque, en su opinión, el porno comercial que se consume a día de hoy reproduce y legitima un modelo machista y violento hacia la mujer. Ante esta situación, Iratxe se vio en la necesidad de aportar su granito y así surgió Porno Eskola, el proyecto que buscaba darle la vuelta a este producto cultural para convertirlo en un recurso pedagógico más y mostrar alternativas al porno comercial. Sin embargo, esta iniciativa cerró sus puertas el pasado miércoles antes de empezar debido a la Federación Alavesa de Asociaciones de Padres de Alumnos de Centros Concertados (Fapacne).
“Nos quieren denunciar al juzgado del menor por las ilustraciones y las imágenes que pudiéramos utilizar si el proyecto llegara a las aulas”, explica Iratxe Gil. La noticia les llegó el pasado miércoles a través del jefe del Departamento de Juventud del Ayuntamiento de Gasteiz. “Nos comentó que había llegado a oídos de Iñaki Susilla, concejal de Cultura del PNV, que Fapacne tenía intención de denunciar tanto al Ayuntamiento como a Porno Eskola”.
Nada más conocer esta intención, lo primero que hicieron fue eliminar las ilustraciones de la página web y enviar un correo electrónico a los colegios con los que habían contactado para que solamente las utilizaran con mayores de edad. Sin embargo, ese mismo día decidieron también eliminar la propia página web del proyecto. “No tenemos nada que hacer contra ese tipo de asociaciones que tienen poder en la sombra”.
Fapacne es una federación de las AMPA de centros concertados de Gasteiz como el colegio Sagrado Corazón Corazonistas, La Milagrosa Ikastetxea o Virgen Viña Ceu. De corte católico y con vinculación con el Opus, según Gil, esta federación -que ha rehusado responder a las preguntas de este periódico- en ningún momento se ha puesto en contacto directo con ellos y todas las negociaciones las están llevando a cabo con el Ayuntamiento de Gasteiz, que financió el proyecto educativo Porno Eskola. La reunión de Fapacne con el Consistorio tendrá lugar esta semana, según diferentes fuentes.
Sin embargo, no han sido únicamente las AMPA de los colegios religiosos los que han cargado contra este proyecto. El viernes Gil se reunió con un concejal de Podemos, dado que la crítica también les ha llegado desde algunos centros no religiosos de la capital alavesa y varios colectivos feministas. “Aunque al final no nos denuncien, ha sido una coacción en toda regla”, sentencia Gil.
UNA INICIATIVA FAMILIARPorno Eskola, que parece haber apelado a las inseguridades y moral de parte de la sociedad vasca, surgió a raíz de una iniciativa familiar. Jon Gil, ilustrador del proyecto, había participado en 2016 en el proyecto Haziak del Ayuntamiento de Gasteiz y le propuso a su hermana Iratxe que planteara un tema sobre educación sexual. Tras darle vueltas, decidieron desarrollar una guía didáctica sobre pornografía con el apoyo de su otro hermano, Endika. Al Ayuntamiento le gustó la propuesta y decidieron subvencionarlo. Pero estos tres hermanos se quedaron con ganas de más y así surgió Porno Eskola.
Esta iniciativa pedagógica, dirigida principalmente a educación Secundaria, constaba de cuatro unidades didácticas bilingües en las que no se tenía previsto visionar imágenes pornográficas. “Aunque en otros países de Europa se hace, aquí es tal el tabú que resulta impensable”.
Su principal objetivo era que estas se convirtieran en recursos de referencia para abordar la pornografía en el aula, pero también sacar a la palestra la necesidad de mejorar la educación sexual que se ofrece en Euskadi. “Es primordial para el desarrollo de la persona y no solo en Secundaria, sino desde los 3 añitos, para que cuando lleguen a la adolescencia tengan herramientas suficientes para entender que lo que se ve en la pornografía no es real”.
Precisamente, la primera de las unidades didácticas trataba de responder a si la pornografía es realmente la educación sexual de hoy en día. Desde Porno Eskola aseguran que ante la deficiente, insuficiente o incluso inexistente educación sexual que se da en las aulas, estos productos culturales son sin duda la educación sexual del siglo XXI. “Todos los adolescentes tienen móvil, tablets, ordenadores… y aunque tengan controladores parentales, la pornografía sale por todos los lados, incluso cuando quieres ver una serie cualquiera o tu película favorita”.
Sin embargo, según planteaba Iratxe Gil en la segunda unidad, que la pornografía sea la educación sexual de hoy en día no significa por ello que ofrezca un buen modelo educacional. Es más, en el caso de la pornografía convencional esta sexóloga indica que resulta precisamente todo lo contrario. Para empezar, porque se ofrece únicamente un modelo erótico y, para continuar, porque este además está basado en la dominación del hombre y en la mayoría predomina la violencia. “No es de extrañar que si las adolescentes basan su desarrollo identitario sexual en esos modelos luego tengamos datos como que un 10% de las adolescentes consideran normal la violencia dentro de la pareja o que hayan aumentado los repuntes de VIH y de sífilis”.
Por todo ello, Iratxe considera que es complicado desarrollar un imaginario de fantasías alejado de todo esto. “No solo es la pornografía, sino la publicidad, los medios de comunicación, etc. Todo fomenta este imaginario”. De ahí que la tercera unidad de Porno Eskola se dedicara a explicar cómo se construyen los deseos, que estos se descubren en vez de decidirse, etc.
UNA ALTERNATIVA FEMINISTAAnte este panorama, desde Porno Eskola ofrecían el porno feminista como alternativa. “A diferencia del comercial, es equitativo, visibiliza la sexualidad de la mujer, se enseñan relaciones cotidianas y además se negocia de manera visible todo lo que se va a hacer y cómo se va a hacer”, explicaba Jon Gil, ilustrador del proyecto. Como referente señalaba a la directora Erika Lust. “La mayor dificultad es que como de momento es un producto minoritario, el coste de estos vídeos es bastante alto, pero al final en Internet se puede acceder a todo”.
Aun así, Jon insiste en que el objetivo de Porno Eskola no era que la sociedad dejara de ver porno convencional, pero sí señalar que existen alternativas al mismo y que, de consumirse, al menos se sea de forma crítica y se pueda distinguir qué se está viendo. “No es un buen modelo educacional y eso hay que tenerlo claro”.
“Estamos teniendo muy buenas críticas, pero de vez en cuando también nos encontramos con gente que está totalmente en contra de la pornografía”. Esto lo decían hace una semana escasa. Desde el miércoles todo ha cambiado y lo que fue un sueño educativo se ha estrellado con una conservadora realidad. El porno se ha vuelto a quedar fuera de las aulas incluso antes de entrar, aunque no por ello estará más lejos del alcance de los móviles y tabletas que Olentzero regalará.
Vitoria. La concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Vitoria, Jaione Aguirre;y el portavoz de Irabazi, Oscar Fernández, que impulsó la elaboración de este estudio, han presentado hoy en rueda de prensa las conclusiones del informe, que además recoge las necesidades del colectivo para incorporarlas en el cuarto Plan de Igualdad que prepara el Consistorio.
El estudio se ha elaborado durante los 6 últimos meses a través de entrevistas, debates y grupos de contraste, así como el análisis de expertos, y sus conclusiones “servirán para diseñar las prioridades y la intervención sobre la atención a la diversidad sexual y de género para los próximos años”, ha señalado Aguirre.
Entre esas necesidades detectadas se encuentra una problemática que afecta por igual a las personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales de Vitoria, y que se traduce en “continuas agresiones, que van desde la agresión física o el insulto a las miradas despreciativas”, ha apuntado la concejala.
Aguirre ha resaltado la “vulnerabilidad” y la “discriminación” que esto genera hacia el colectivo, que ha expuesto en el diagnóstico su sensación de que “sus problemas y necesidades no interesan a las administraciones”.
Otra de las conclusiones del estudio apunta a la necesidad de un trabajo de sensibilidad y formación “para garantizar el buen trato, la igualdad y la no discriminación” en todos los ámbitos analizados, “que necesitan medidas específicas que se centren y contemplen las situaciones de mayor vulnerabilidad en la población LGTBI”, ha agregado la edil.
En concreto, en el ámbito laboral reclaman campañas de sensibilización y dignificación “y que se garantice la igualdad en los procesos de selección y las condiciones laborales”, mientras que el ámbito deportivo se percibe como “machista, homófobo y lesfóbico”, lo que requiere de nuevo un trabajo de sensibilización y formación.
En el entorno educativo el colectivo ha denunciado que el bullying “es frecuente” y ha censurado “la indefensión”, mientras que en lo relacionado con la salud opinan que los profesionales “no están preparados para atender a personas LGTBI”.
Por ello, Aguirre ha destacado el camino que queda por recorrer, “tanto las instituciones como la sociedad” vitoriana, para solventar estas situaciones, y ha resaltado el compromiso del equipo de gobierno PNV-PSE para sentar las bases a través del Plan de Igualdad.
Por su parte el portavoz de Irabazi ha defendido la necesidad de “hacer otro tipo de políticas” relacionadas con este colectivo, y ha censurado que la violencia ejercida contra ellos “se haya invisibilizado” en la sociedad.
Las personas pertenecientes al colectivo LGTBI -lesbianas, gais, trans, bi e intersexuales- sufren «vulnerabilidades» en su día a día en Vitoria. En general, perciben desde «agresiones físicas» hasta «insultos y miradas despreciativas», así como «discriminación e invisibilidad». Esta es una de las conclusiones del primer ‘Diagnóstico sobre las realidades de la población LGTBI’, un estudio realizado por encargo del Ayuntamiento y presentado ayer por la concejala de Igualdad, Jaione Aguirre, junto con el portavoz de Irabazi, Oskar Fernández.
Durante seis meses -de junio a noviembre- se realizaron 107 encuestas anónimas a personas LGTBI de la capital alavesa, así como entrevistas personales. Entre los datos más significativos del estudio resaltan los referidos a las percepciones de las personas LGTBI en el espacio público de la ciudad. Y es que la mayoría de las personas participantes (57%), manifiesta haber experimentado personalmente problemas en la calle, tales como insultos, faltas de respeto o agresiones físicas. Asimismo, los números reflejan que únicamente el 24% de quienes respondieron a las preguntas del cuestionario perciben el espacio público vitoriano como un lugar «seguro» para las personas LGTBI.«Muchas personas hacen referencia a las agresiones verbales en forma de insultos y faltas de respeto que generan un impacto psicológico a quienes los reciben», reza el texto, que también hace hincapié en los resultados obtenidos en referencia a otros ámbitos, como el educativo, el laboral, el sanitario o el deportivo. Concretamente, el 45% de las personas encuestadas afirma haber sufrido «bullying, indefensión, así como falta de sensibilidad y formación del profesorado» en su paso por el sistema educativo. Al enfrentarse al ámbito laboral, el 28% dice haber recibido «comentarios, miradas, insinuaciones de tipo sexual, o sufrido discriminación en procesos de selección».
Tampoco las consultas médicas suponen una experiencia positiva para parte del colectivo LGTBI. Los datos obtenidos con el diagnóstico reflejan que para uno de cada cuatro participantes «existe un enfoque heterosexista y binarista, falta de formación y conocimiento médico y ausencia de servicios especializados para personas transexuales» en los servicios sanitarios.
Otro de los pilares de la discriminación valorado por las personas encuestadas tiene que ver con el ámbito de la cultura y el ocio, donde un 43% manifiesta «haber percibido insultos, comentarios despectivos o la negación de entrada en locales», entre otros. Asimismo, el 28% dice haber recibido insultos en el entorno deportivo de la ciudad, o haber tenido dificultades para participar en campeonatos por sexo.
Más allá de poner negro sobre blanco la experiencia del colectivo LGTBI en la ciudad, el trabajo reúne alguna de las propuestas de mejora ofrecidas por los participantes. Entre ellas, se encuentra la necesidad de hacer «un trabajo de sensibilización y formación a todos los niveles» en el espacio deportivo, percibido como especialmente «machista y homófobo»; sin olvidar el ámbito educativo, donde reclaman más implicación de los centros educativos y del profesorado para paliar la indefensión experimentada.
Vitoria. La concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Vitoria, Jaione Aguirre;y el portavoz de Irabazi, Oscar Fernández, que impulsó la elaboración de este estudio, han presentado hoy en rueda de prensa las conclusiones del informe, que además recoge las necesidades del colectivo para incorporarlas en el cuarto Plan de Igualdad que prepara el Consistorio.
El estudio se ha elaborado durante los 6 últimos meses a través de entrevistas, debates y grupos de contraste, así como el análisis de expertos, y sus conclusiones “servirán para diseñar las prioridades y la intervención sobre la atención a la diversidad sexual y de género para los próximos años”, ha señalado Aguirre.
Entre esas necesidades detectadas se encuentra una problemática que afecta por igual a las personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales de Vitoria, y que se traduce en “continuas agresiones, que van desde la agresión física o el insulto a las miradas despreciativas”, ha apuntado la concejala.
Aguirre ha resaltado la “vulnerabilidad” y la “discriminación” que esto genera hacia el colectivo, que ha expuesto en el diagnóstico su sensación de que “sus problemas y necesidades no interesan a las administraciones”.
Otra de las conclusiones del estudio apunta a la necesidad de un trabajo de sensibilidad y formación “para garantizar el buen trato, la igualdad y la no discriminación” en todos los ámbitos analizados, “que necesitan medidas específicas que se centren y contemplen las situaciones de mayor vulnerabilidad en la población LGTBI”, ha agregado la edil.
En concreto, en el ámbito laboral reclaman campañas de sensibilización y dignificación “y que se garantice la igualdad en los procesos de selección y las condiciones laborales”, mientras que el ámbito deportivo se percibe como “machista, homófobo y lesfóbico”, lo que requiere de nuevo un trabajo de sensibilización y formación.
En el entorno educativo el colectivo ha denunciado que el bullying “es frecuente” y ha censurado “la indefensión”, mientras que en lo relacionado con la salud opinan que los profesionales “no están preparados para atender a personas LGTBI”.
Por ello, Aguirre ha destacado el camino que queda por recorrer, “tanto las instituciones como la sociedad” vitoriana, para solventar estas situaciones, y ha resaltado el compromiso del equipo de gobierno PNV-PSE para sentar las bases a través del Plan de Igualdad.
Por su parte el portavoz de Irabazi ha defendido la necesidad de “hacer otro tipo de políticas” relacionadas con este colectivo, y ha censurado que la violencia ejercida contra ellos “se haya invisibilizado” en la sociedad.
SIN ánimo de enredarme en un chabacano juego de palabras, arranca este artículo como una reseña de cine negro, una llamada de atención sobre Call me Kuchu (Nazywaj mnie Kuchusi se usa el suajili, lengua nativa de Uganda, la tierra donde todo sucede…), un documental terrible donde se relata como en Uganda, una nueva enmienda permitirá castigar a los homosexuales con la pena de muerte. David Kato -el primer hombre de Uganda en reconocer su homosexualidad en público…- y sus compañeros activistas trabajan contrarreloj para derrocar esa legislación, mientras luchan para sobrevivir a las continuas persecuciones. Pero nadie está preparado para el fatal asesinato que llevará al movimiento a su auge y se expandirá por todo el mundo.
La proyección de la historia tuvo lugar ayer en el Palacio Yhon de Bilbao, el viejo edificio de La Bolsa, como estrella central sobre la que orbitó un cinefórum. ¿Por qué? El origen de todo está en la presencia de Frank Mugishay Diane Bakuraira,integrantes de la ONG Sexual Minorities Uganda,ganadora del premio René Cassin 2017 concedido por el Gobierno vasco a propuesta de Ortzadar LGTB Elkartea, asociación representada ayer por Aratz Castroen un encuentro propiciado por ellos mismos y por Zinegoak, con Pau Guillemy Pedro Andradecomo embajadores. La organización no gubernamental premiada fue fundada en 2004 por el activista transgénero Víctor Mukasa y está integrada por 18 asociaciones de distinto signo que luchan por el reconocimiento y el respeto de la dignidad y derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales. Todo tenía ligazón.
Hubo emoción intensa y sincera en el encuentro al que acudieron, entre otros, los parlamentarios Iñigo Iturrate, Amaia Betolazay Begoña Otalora;Beatriz Castro, Pepe Julián Onziema, Xabier Legarreta, Jujo Ortiz, Javi García, Roberto Narbona, Beatriz Marcos, Asier Gárate, Aitor Mesa,director de la revista Blue; Jorge Romano y Sergio Fernández,entre otra mucha gente sensiblizada con esa lucha, con esa resistencia en tierra de intransigencias con la diversidad sexual.
Hombres y mujeres no digamos que en pie de guerra (o también, por qué no…) pero sí sensibilizados con esa batalla. A la cita se sumaron Imanol Álvarez, José Ignacio Sánchez, María Letona, Carlos Agirre, Jorge González, Isabel Díaz, Carmelo Martínezy así un buen número de asistentes a un encuentro nacido para arrojar luz en las tinieblas de una realidad dura, tan dura como la más sangrienta de las películas del género negro que se puedan imaginar. De todo ello les hablaba al principio y ya entonces, en las primeras líneas de este artículo, anidaba la triste realidad: que uno tiene que dar explicaciones cuando no debiera. Aún queda mucho camino por andar. Para Frank, para Diane y para tantos…
BILBAO- “No parar hasta lograr la igualdad para todas las personas de Uganda”. Esas fueron las palabras de Frank Mugisha, quien fue nominado para el Premio Nobel de la Paz en 2014 como director ejecutivo de la asociación Sexual Minorities Uganda (SMUG), durante la entrega del premio René Cassin 2017 por parte del lehendakari, Iñigo Urkullu, a esta organización que defiende los Derechos Humanos del colectivo LGTB en su país en particular y en África en general. Sin pelos en la lengua, Mugisha habla sobre la realidad del colectivo LGTB en el continente africano.
Homosexualidad en Uganda. ¿Cómo se vive allí siendo gay?
-Es muy duro. Si se te conoce o se te identifica o percibe como miembro del colectivo LGTB tienes un problema, porque corres el peligro de ser perseguido, de ser maltratado físicamente, de perder el apoyo de tu familia, de sufrir exclusión y discriminación e incluso te pueden denegar el acceso a los servicios básicos. El nivel de consecuencias depende de varios aspectos y uno de ellos es dónde se vive. Para que alguien del colectivo LGTB pueda vivir una vida relativamente agradable ha de hacerlo en una zona de alto standing, ir a comer a sitios caros, etc. Pero la mayoría de los ugandeses son personas pobres que están en el paro, sobre todo los pertenecientes al colectivo LGTB, por lo que viven en zonas donde se enfrentan a una mayor persecución.
Aunque la homosexualidad es ilegal desde la imposición del código penal británico, la situación no siempre ha sido así. ¿Qué ha cambiado?
-Uganda tiene la ley de sodomía aplicada por los británicos, pero en 2009 se promulgó una ley a través de la cual hemos podido luchar hasta que la ley de sodomía fue derogada en 2014. Aun así, hay muchísima confusión y muchos ugandeses siguen considerando la homosexualidad como algo ilegal, aunque no lo es según esta ley de 2009.
¿Confusión?
-Así es. Por una parte, tiene que ver con la manera en la que se entiende esta ley en el país. Y por otra, porque muchas de las personas que se enfrentan a nosotros son cristianos y estos son muy respetados en el país, por lo que cuando dicen algo la gente se lo cree. Por eso, uno de nuestros desafíos es intentar convencer a la gente de que no somos un grupo ilegal. En cualquier caso, nos están poniendo dificultades apoyándose en una ley que no debería aplicarse y que de hecho no está vigente.
Si no me equivoco, hay quien dice que la homosexualidad ugandesa es fruto de una imposición de Occidente.
-La homofobia es lo externo a Uganda y no la homosexualidad. Las personas LGTB han existido antes de la etapa colonial. Prueba de ello es que antes de que fuera infectado por los británicos, en suajili ya teníamos una palabra para nombrar a la homosexualidad. También tenemos en nuestra cultura personas cuya homosexualidad ha sido bien conocida y un ejemplo de ello es el rey Mwanda II, el último gobernante antes de la llegada de los europeos, quien mantuvo relaciones sexuales con sus cortesanos masculinos. Por tanto, lo que hicieron los misioneros británicos cuando llegaron fue introducir leyes contra la sodomía y criminalizar la homosexualidad, pero esta se estaba viviendo ya en África antes de que llegaran los británicos.
Hasta ahora hemos hablado de Uganda, pero en Kenia, sin ir más lejos, se culpó hace poco al turismo gay de contagiar a los leones salvajes su homosexualidad. ¿Es la homofobia algo generalizado en la mayoría de los territorios del África Negra?
-La homofobia se utiliza, por una parte, para recabar el apoyo de los votantes, ya que la gente está contra la homosexualidad y cualquier tipo de ley o pronunciamiento homofóbico te va a traer mucho apoyo. Pero por otra parte, también se usa para desviar la atención de otras cosas que importan. En esta ocasión puede que hayan tenido más repercusión las palabras de los políticos keniatas, pero es una estrategia generalizada.
Y respecto a la transexualidad, ¿cuál es la situación en Uganda?
-Las personas trans se enfrentan a una hostilidad mayor que los homosexuales. La población general considera que estas personas suplantan a otras. Además, los confunden con los homosexuales, aunque sea una cuestión de identidad en vez de orientación. Nada de esto ayuda. Pero aun así, poco a poco, se ha ido aumentando la visibilidad de las personas trans en el país, sobre todo gracias a que ha habido una red de miembros de la comunidad que han traído del extranjero ideas para mejorar la situación de Uganda.
¿Considera que esto tiene que ver con una falta de educación sexual en Uganda?
-Ahora mismo es muy difícil hablar de sexo en África. Cuando hablamos de homosexualidad la gente piensa en sexo y, más concretamente, en sexo entre hombre y hombre. Con lo cual, esto es una especie de tabú. Además, también se hila con los abusos sexuales a niños. Todo ello desgraciadamente ha hecho que se deje de impartir educación sexual integral en las escuelas, porque los padres pensaban que no era buena para sus hijos.
¿A qué cree que se debe que el sexo sea tabú en Uganda?
-Es algo cultural. En nuestras tradiciones había una persona mayor dentro de las familias que se encargaba de esta rama de la educación. A día de hoy, en cambio, los adultos son muy tímidos y no se atreven a hablar de sexo con sus hijos. Además, también consideran que los jóvenes no debería hablar de sexo, porque no se tiene suficiente sabiduría para ello. Esto ha creado un bucle del que es difícil salir.
¿Cuáles son los objetivos de SMUG?
-Nuestra organización se trata de una red que agrupa otras organizaciones que también ofrecen servicios para la comunidad LGTB, porque la mayor parte de los programas gubernamentales nos dejan fuera. Por ejemplo, servicios de salud, para que se puedan llevar directamente a la gente. Pero también de seguridad y protección, porque es uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta nuestra comunidad. Además, documentamos toda la información sobre los actos violentos contra nuestra comunidad para poder llevar a los agresores ante la Justicia.
¿Cómo pretenden sensibilizar a la sociedad con estos fines?
-Para empezar, estamos diseñando unos mensajes bien claros para el gobierno y la sociedad civil para que se vaya comprendiendo poco a poco lo que es la orientación sexual y la identidad sexual. También queremos cambiar la legislación. Pero sobre todo, buscamos que grupos de influencia en Uganda, como los grupos religiosos o los famosos, trabajen con nosotros, para poder llegar a la sociedad a través de ellos.
¿Y lo están consiguiendo?
-Relativamente. Sí que hay celebrities internacionales que han trabajado con nosotros y esto es importante, porque los famosos de nuestro país copian a los famosos de otros países. Sobre todo se involucran más las mujeres, porque a los hombres todavía les preocupa mucho. Hay mucha presión por parte del público en general.
¿Cómo ve el futuro de Uganda en lo que se refiere a los Derechos Sexuales?
-El trabajo que estamos haciendo ha creado cierto grado de visibilidad y esperamos que haya más gente que se implique. Realmente creemos que todo esto va a llevar a un cambio de mentalidad en Uganda, porque la población es joven y eso siempre favorece los cambios.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha apelado hoy a la “comprensión profunda y universal del sentido de la dignidad humana” para extender el respeto que, como todas, “merecen las personas LGTBI en cualquier lugar del mundo”.
Urkullu ha presidido hoy la entrega del premio René Cassin 2017 a la organización Sexual Minorities Uganda que defiende los derechos humanos del colectivo LGTBI en este país en particular y en África en general.
Antes de su intervención, el lehendakari ha solicitado dos minutos de silencio en recuerdo por las víctimas del atentado de ETA contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza del 11 de diciembre de 1987 en el que fueron asesinadas once personas y por la memoria del concejal del PP de Errenteria (Gipuzkoa), asesinado el mismo día de 1997.
El lehendakari ha recordado que en el País Vasco se han vivido “momentos muy duros” y una “larga época de sombras”, en referencia al terrorismo.
Ha dicho que una jornada después de conmemorarse el Día de los Derechos Humanos hay que recordar esos dos atentados terroristas.
“Con la intención de ir dejando poco a poco esas sombras atrás y de cada día hagamos luz, agradecería que guardásemos dos minutos de silencio”, que han sido secundados por todos los asistentes en pie.
Durante su intervención en la entrega del premio, el lehendakari ha destacado que “la conciencia del sentido de humanidad significa reconocer que todas las personas solo son personas, ni más ni menos”.
“Somos personas y compartimos una misma dignidad humana que es inalienable”, ha dicho Urkullu que ha recordado el artículo segundo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que habla de la no discriminación por ninguna razón, entre ellas la de sexo.
Ha destacado que la organización premiada hoy “ha conseguido ubicar el compromiso contra la discriminación en el territorio de los Derechos Humanos y ha logrado una proyección internacional de su lucha como una causa de solidaridad”.
El lehendakari ha recordado que la empatía es una referencia del Plan de Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno vasco, un concepto que no solo es “ponerse en el lugar de otra persona”, sino que es “preocuparse y ocuparse de ella”.
Urkullu ha reconocido que es un honor para él entregar el premio René Cassin a Sexual Minorities Uganda y, a través de esta organización, a todas las personas que luchan por la igualdad y el derecho a la no discriminación motivada por la orientación sexual o identidad de género.
“Este premio es una clara apuesta por la opción de la empatía, la solidaridad y el compromiso con los Derechos Humanos”, ha señalado el lehendakari quien ha aclarado que a través del mismo también se reconoce a “todas las personas y entidades que luchan por la dignidad en África y desde África”.
“Hoy Euskadi se hermana con todas ellas y muestra su empatía”, ha concluido.
El premio ha sido recogidos por el director ejecutivo de la entidad, Frank Mugisha, que en 2014 fue nominado al Premio Nobel de la Paz.
Mugisha ha agradecido al País Vasco el apoyo mostrado a esta organización a través de la concesión de este premio y se ha comprometido a “no parar hasta lograr la igualdad” para todas las personas en Uganda y, en este sentido, a seguir luchando por los derechos del colectivo LGTBI en este país y en el resto del mundo.
La organización no gubernamental premiada fue fundada en 2004 por el activista transgénero Víctor Mukasa y está integrada por 18 asociaciones de distinto signo que luchan por el reconocimiento y el respeto de la dignidad y derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales.
La entidad que la ha propuesto para el galardón ha sido la asociación vasca “Ortzadar LGTB”, que promueve esos mismos fines en Euskadi.
El Gobierno vasco recuerda que la situación de estos colectivas en algunos países de África es “especialmente dramática”, ya que incluso en algunos de ellos están perseguidas penalmente y las penas incluyen la cadena perpetua.
Sexual Minorities Uganda brinda espacios seguros, promueve iniciativas vinculadas al empoderamiento afectivo e identitario, asesora frente a las enfermedades de transmisión sexual y trabaja en el ámbito de los medios de comunicación y la denuncia social.
El premio René Cassin fue creado con el fin de reconocer públicamente la labor de personas físicas o jurídicas que con su actuación contribuyan de manera destacada a la promoción de los valores de los derechos humanos en nuestra sociedad.
Debe su nombre a René Cassin, nacido en Bayona en 1887 y considerado el principal inspirador de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y merecedor del Premio Nobel de la Paz en 1968.