“Lo que España necesita es una ley estatal contra la homofobia”

La FELGTB exige un “claro compromiso político e institucional” para prevenir los delitos de odio

 

Los delitos de odio son “el efecto más sangrante” de la discriminación hacia las personas LGTB, advierte la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), que este miércoles ha exigido a los partidos un “claro compromiso político e institucional” para prevenirlos. Con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, que se celebra este miércoles, la organización también ha pedido también una ley integral de ámbito estatal de no discriminación por identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales, como las que existen en algunas comunidades como Andalucía, Canarias, Extremadura, Madrid, Navarra y País Vasco.

Andalucía

Andalucía cuenta con la Ley integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales, aprobada en junio de 2014, una norma que recoge garantías de igualdad de trato y el respeto a la diversidad sexual y la identidad de género. No obstante, esta norma carece de régimen sancionador, por lo que el Parlamento de Andalucía aprobó por unanimidad el pasado noviembre una proposición no de ley (PNL) en la que se contempla un sistema de multas para luchar contra los estos delitos. Hasta el momento, el incumplimiento de la ley se regula mediante el Código Penal.

La propuesta, lanzada por el PSOE, recoge un desarrollo normativo “que permita un régimen sancionador adecuado y su evaluación periódica, a fin de poder evaluar la necesaria transformación de la sociedad en relación a la manera de actuar y comportarse en relación al colectivo LGTBI”. “La Junta cuenta con el Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía (SAVA), que ofrece gratuitamente asesoramiento y protección a víctimas de delitos y faltas”, apuntan fuentes de la consejería de Igualdad en relación a esta cuestión.

“Lo que España necesita es una ley estatal, porque de lo contrario se generan diferencias por comunidades. Por ejemplo, la ley andaluza de derechos para transexuales es un referente nacional, pero en cuestión de sanciones vinculadas a la falta de derechos, se aplica ley del Código Penal, no hay agravante”, apunta Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía Sylvia Rivera, que destaca la importancia de la formación desde la infancia en la diversidad.

Baleares

Los comportamientos violentos o agresivos por cuestión de la orientación sexual o identidad de género serán sancionados desde este martes en Baleares. El Parlamento autonómico ha aprobado este martes con el consenso de todos los partidos la Ley para Garantizar los Derechos de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales, demandada desde hace años por el colectivo. Una norma que nace con la vocación de erradicar “las actitudes discriminatorias”, que fue impulsada por los partidos que apoyan al Gobierno: PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca, Podemos y Gent per Formentera y que también ha contado con el apoyo de PP, Ciudadanos y Proposta per les Illes, tras admitirse muchas de las enmiendas que promulgaron.

La normativa prevé importantes sanciones económicas para los episodios homófobos. El acoso, el comportamiento agresivo o el apoyo a las actividades que inciten a la violencia contra las personas por motivo de su orientación sexual o su identidad de género serán sancionados con hasta 45.000 euros, al ser considerados faltas muy graves. Las expresiones vejatorias y los comportamientos que menosprecien a miembros del colectivo LGTBI también tendrán castigo y conllevarán multas de hasta 3.000 euros.

La nueva ley permitirá “que la igualdad social y legal sea efectiva”, según ha manifestado Jan Gómez, presidente de la Asociación Ben Amics, que engloba al colectivo LGTBI en las islas. A partir de ahora, se blinda el derecho de las mujeres lesbianas y bisexuales a la igualdad en el acceso a las técnicas de reproducción asistida, mientras que las personas transexuales e intersexuales tendrán garantizada la posibilidad de beneficiarse de los tratamientos hormonales y las intervenciones quirúrgicas, siempre teniendo en cuenta la voluntad de la persona en la toma de decisiones.

Otro de los aspectos fundamentales incluidos en el texto hace referencia a los problemas que muchas personas transexuales tienen a la hora de ser tratadas con el nombre con el que se identifican y no con el que figura en su DNI. A partir de ahora, las administraciones públicas, sobre todo en el ámbito escolar y universitario, tendrán que establecer a través de un reglamento las condiciones para que las personas sean tratadas y denominadas con el nombre del género con el que se identifican, aunque sean menores de edad.

Comunidad de Madrid

La Asamblea de Madrid aprobó el pasado 17 de marzo la Ley Integral de Transexualidad, un texto consensuado entre el PSOE, Podemos y Ciudadanos, con 78 votos a favor de esos tres grupos y 48 abstenciones (PP). Es la primera norma con rango de ley a la que da el visto bueno la Cámara autonómica con los votos de los tres grupos de la oposición y sin el apoyo del partido del Gobierno, que se encuentra en minoría esta legislatura. Los populares reprocharon al resto de las formaciones que no contaran con ellos y que hayan establecido “un cordón social” que los ha aislado.

La norma incluye medidas contra el acoso escolar, la extensión de las charlas para la concienciación de los escolares a los colegios concertados o un documento de identificación personal transitoria, que solo tendrá validez en la Comunidad de Madrid. También se facilitará el acceso a tratamientos médicos, por ejemplo, los hormonales. De esta forma, los menores, según lo maduros que sean considerados por el juez, podrán cambiar su nombre sin que se hayan sometido a ningún tratamiento. Otra de las medidas contempladas afecta a la descentralización de los servicios médicos. Se puede recibir tratamiento en cualquier hospital, “no como antes que había que acudir a la unidad de género”.

Comunidad Valenciana

El Ejecutivo valenciano prepara la Ley Integral de Transexualidad, que contemplará acciones en el ámbito educativo, sanitario, laboral y social. Una normativa que ya está implantada en otras autonomías y que era una reivindicación histórica del colectivo Lambda, que está preparando un estudio sobre las necesidades de las personas trans respecto a los colectivos LGTB.

Mònica Oltra, que ha presidido la primera reunión de trabajo del equipo que elabora la ordenanza, ha comentado que la nueva ley supondrá uno de los mayores avances legislativos en Europa, en referencia a los derechos de las personas transexuales. “Porque implica una clara apuesta por la despatologización de la transexualidad, que ya no será considerada como trastorno, sino como una expresión más de la diversidad humana”, ha destacado la portavoz del Gobierno.

“Queremos dar las mayores facilidades en la atención sanitaria regulando y dando facilidades para las operaciones de cambio de sexo”, ha indicado el director general de Igualdad en la Diversidad, José de Lamo, que ha agregado que la ley también dará las respuestas necesarias en materia educativa, laboral y de justicia. “Esta ley es un paso necesario para devolver un poco de la dignidad robada a las personas trans y empezar a dar luz a uno de los colectivos más vulnerables y discriminados de nuestra sociedad”, ha declarado Fani Boronat, coordinadora general de Lambda.

Galicia

Galicia fue la primera gran esperanza y también la primera gran decepción para los colectivos LGTBI de España. El Parlamento gallego aprobó en abril de 2014 la primera ley promovida en el país contra la discriminación de estos grupos; pero si originalmente, tal y como la propuso el PSdeG, era verdaderamente ambiciosa, tras pasar por las manos del PP en el Gobierno de la Xunta vio la luz con amputaciones. Cuando los socialistas impulsaron su propuesta legislativa, el borrador preveía multas de entre 150 euros y medio millón para casos graves.

Tras superar la criba del partido de Alberto Núñez Feijóo, estas sanciones desaparecieron, al mismo tiempo que se invisibilizaron algunas formas de discriminación. Los grupos LGTBI recibieron la noticia con pesar, porque para ellos lo que en ese momento nacía era una ley “vacía” e “inútil”. El texto definitivo era para toda la oposición “imperfecto”, pero mientras AGE (Alternativa Galega de Esquerdas) y el Grupo Mixto se resistieron a votar a favor, PSdeG y Bloque dieron su respaldo con argumentos como el de que abría “un camino” por el que debía seguirse avanzando. “Es una oportunidad perdida. Una ley para los titulares de los periódicos, pero los derechos, o son o no son”, resumía la honda decepción de los colectivos afectados la representante de AGE.

Cataluña

Medio centenar de Ayuntamientos catalanes se unieron este martes a la conmemoración y exhibieron la bandera arco iris en sus fachadas. También se celebró un acto institucional en el Parlament de Cataluña, que en octubre de 2014 aprobó de una ley propia contra la homofobia y la discriminación por razones de identidad sexual. La norma fue pionera en el Estado pues establecía un régimen sancionador, si bien el reglamento que lo regula aún no se ha aprobado. Las entidades defensoras de los derechos LGBTI aprovecharon varios actos conmemorativos para instar a la Generalitat a aprobar este texto.

De acuerdo con el Observatorio Contra la Homofobia, el año pasado se presentaron 113 denuncias pero ninguna recibió alguna sanción de corte administrativo. En otros campos sí se han dado avances: La Generalitat firmó la semana pasada un acuerdo para cambiar el nombre de las personas transexuales en la tarjeta sanitaria.

La mitad de los homosexuales europeos se han sentido acosados

Un 80% oyó burlas en el colegio dirigidas a otra persona en su misma situación

El miedo y el aislamiento son las principales consecuencias de la discriminación padecida por el 50% de la comunidad gay, lesbiana, bisexual y transexual en la Unión Europea. Según la mayor encuesta realizada en 2012 sobre su situación, respondida por 93.000 personas en los 27 países miembros, además de Croacia, los prejuicios les impiden equipararse al resto de los ciudadanos. Cuando los insultos se transforman en actos violentos, la mitad de las víctimas no lo denuncia por desconfiar de la actuación policial. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE, responsable del estudio, pide la armonización de la lucha contra el trato recibido por este colectivo. También aconseja “el castigo penal de la incitación al odio homófobo y transfóbico”, ya que los transexuales se llevan siempre la peor parte.

la homofobia en europa

Fuente: European Union Agency for Fundamental Rights. EL PAÍS

Los grupos más discriminados son los jóvenes de 18 a 24 años (que representan un 57%). Le siguen las lesbianas (55%) y la gente de menores ingresos (52%) en todas las categorías. España figura entre los países con menores niveles de discriminación percibida por los encuestados en virtud de la orientación sexual (un 38% sobre una media comunitaria del 47%). La cifra más abultada aparece en Lituania, con un 61%.

A la hora de buscar trabajo, uno de cada cinco encuestados se sintió discriminado. Los transexuales, uno de cada tres. Traducido en cifras, España suma aquí un 17%. La media de la UE es de un 20%. El pico es para Chipre, con un 30%. En los 28 países, las dos terceras partes de las personas fueron testigos de comentarios o conductas negativas por la inclinación sexual de un colega. A su vez, un tercio se sintió discriminado en el ámbito sanitario, educativo, de servicios sociales, vivienda o servicios en general. En España, fue un 27%. El promedio comunitario es de un 32%, aunque Lituania llega al 42%. “Mi comportamiento en el trabajo supone un alto grado de autocensura”, dice un consultado gay alemán, de 31 años. “Un compañero me dijo que me respetaba, pero creía que yo era anormal”, señala una lesbiana italiana de 28 años. Un 66% teme ir de la mano en público en toda la UE. Entre los varones gais, un 75%.

La enseñanza secundaria fue el peor periodo para todos. Dos de cada tres ocultaron su condición. En España lo hizo un 91%, que es la media general en la UE. Chipre la supera con un 97%. Sin embargo, mientras un 60% del total fue víctima de comentarios negativos, un 80% recuerda burlas dirigidas hacia otra persona en su misma situación. En Holanda, que suma los porcentajes más bajos en todas las categorías anteriores, un 5% escaso de los alumnos de secundaria cree que los adolescentes deben mostrar sus preferencias sexuales, según análisis propios. “Hay que actuar en la UE para derribar barreras, acabar con el odio y generar una sociedad de plenos derechos para todos”, afirma Morten Kjaerum, director de la Agencia de los Derechos Fundamentales.

El resultado de la consulta se presenta en La Haya hoy, día mundial contra la homofobia y la transfobia desde que la OMS retirara la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales en 1991. El cuestionario podía rellenarse por Internet para asegurar el anonimato y un acceso amplio. Una vez la persona en cuestión se encuadraba en alguna de las cuatro categorías, gay, lesbiana, bisexual y transexual, podía citar sus experiencias en el marco laboral, educativo, sanitario y de servicios sociales, así como en lugares públicos, ya fueran bares o tiendas. Del total de encuestado, los varones gais (62%) son los que más respondieron. El grupo menos representado son los transexuales (7%), a pesar de que padecen el mayor número de agresiones o amenazas violentas (8%). El promedio comunitario es aquí del 6%.

Los jóvenes vascos apoyan masivamente el matrimonio gay y el cambio de sexo

En el año 2008, el porcentaje favorable al matrimonio gay era 5 puntos menor

El 91 % de los jóvenes vascos están a favor del matrimonio homosexual y el 86 % respalda las operaciones de cambio de sexo, unas posiciones que se intensifican entre las mujeres.

Imagen de archivo de una marcha con motivo del Día del Orgullo GayImagen de archivo de una marcha con motivo del Día del Orgullo Gay. (Borja Guerrero)

GASTEIZ. Hace seis años, en 2008, el porcentaje de jóvenes vascos favorable al matrimonio gay era 5 puntos menor, mientras que el apoyo al cambio de sexo se situaba 6 puntos por debajo, lo que refleja que la juventud de Euskadi es cada vez más tolerante.

Éstas es una de las conclusiones del estudio Juventud Vasca 2016 que hoy ha adelantado el Observatorio Vasco de la Juventud con motivo de la celebración mañana del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

Esta actitud abierta se acentúa entre las mujeres, ya que el 92 % de ellas mujeres aprueba el matrimonio homosexual, frente al 89 % de los hombres. En el caso del cambio sexo, el 88 % de las chicas se muestra a favor, frente a 85 % de los chicos.

El estudio también refleja que por debajo de los 25 años la juventud se muestra ligeramente más tolerante que el grupo de 25 a 29 años: el matrimonio gay alcanza un respaldo del 93 % (frente al 88 % de los más mayores) y el cambio de sexo del 88 % (85 %).

Por otra parte el 92 % de los jóvenes vascas rechaza que la homosexualidad sea considerada una enfermedad y solo 3 % lo entiende así, cuando en 2012 este grupo representaba el 6 %.

El Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia se celebra desde el año 1990 el 17 de mayo, fecha en la que la Organización Mundial de la Salud retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades.

El estudio Juventud Vasca 2016, cuyas conclusiones sobre la homofobia se ha difundido hoy, se elabora cada cuatro años a partir de una encuesta realizada a una muestra representativa de la juventud vasca compuesta por 1.500 jóvenes de entre 15 y 29 años.

Los jóvenes vascos apoyan masivamente el matrimonio gay y el cambio de sexo

En 2008, el porcentaje favorable a las bodas entre homosexuales era cinco puntos menor, lo que refleja que la juventud de Euskadi es cada vez más tolerante

Manifestación por la igualdad del colectivo LGTB durante la celebracion del Dia del Orgullo Gay en 2015 en Bilbao

Manifestación por la igualdad del colectivo LGTB durante la celebracion del Dia del Orgullo Gay en 2015 en Bilbao. / JORDI ALEMANY

El 91% de los jóvenes vascos están a favor del matrimonio homosexual y el 86% respalda las operaciones de cambio de sexo, unas posiciones que se intensifican entre las mujeres. Hace seis años, en 2008, el porcentaje de jóvenes vascos favorable al matrimonio gay era 5 puntos menor, mientras que el apoyo al cambio de sexo se situaba 6 puntos por debajo, lo que refleja que la juventud de Euskadi es cada vez más tolerante.

Éstas es una de las conclusiones del estudio Juventud Vasca 2016 que hoy ha adelantado el Observatorio Vasco de la Juventud con motivo de la celebración este martes del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

Esta actitud abierta se acentúa entre las mujeres, ya que el 92% de ellas mujeres aprueba el matrimonio homosexual, frente al 89% de los hombres. En el caso del cambio sexo, el 88% de las chicas se muestra a favor, frente a 85% de los chicos. El estudio también refleja que por debajo de los 25 años la juventud se muestra ligeramente más tolerante que el grupo de 25 a 29 años: el matrimonio gay alcanza un respaldo del 93% (frente al 88 % de los más mayores) y el cambio de sexo del 88% (85%).

La transexualidad infantil habla ocho idiomas en las aulas

La asociación Chrysallis Euskal Herria elabora materiales didácticos específicos, que vienen a unirse a un cómic para sensibilizar a los alumnos

BILBAO – ¿A quién no le gusta darse un chapuzón de vez en cuando? A Ane Pirata le encanta, aunque a su compañero Patakon, no demasiado -¡Por mis barbas! No se lo digáis a nadie, pero aunque Patakon sea un valiente capitán pirata ¡tiene miedo al agua!-. Por suerte, mientras Ane chapotea en la piscina conoce a Laia y a otra niña. Cuando llega el momento de volver a casa, las tres chicas van al vestuario. Entonces, mientras se están cambiando, Ane se pone roja como un tomate al ver a su nueva amiga desnuda. “Laia tienen pitilín. ¡Es un chico!”, piensa, escandalizada. Pero rápidamente el rubor se convierte en enfado: “Ane, tienes que dejar de pensar de una manera tan simple”, se reprocha a sí misma.

Del mismo modo que no todos los piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros son natos nadadores -ahí tenemos al valiente Patakon-, no todos los niños nacen con pene ni todas las niñas con vulva. Es más, hay niñas que nacen con pene y niños que nacen con vulva. Ahora, Ane Pirata ha aprendido la lección y, junto con la protagonista de este cómic de la revista Irrien Lagunak, también lo harán miles de estudiantes. Sobre todo porque, aparte de este tebeo, de ahora en adelante los educadores contarán con material didáctico específico para trabajar esta realidad en las aulas. Y en nada menos que ocho idiomas: alemán, francés, inglés, italiano, catalán, gallego, euskera y castellano.

Según Chrysallis Euskal Herria, la asociación dedicada al apoyo de las familias con menores en situación de transexualidad en Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Nafarroa que presentará mañana la versión mejorada y las traducciones de estos materiales didácticos, hasta el momento existía un vacío en este ámbito. El enorme éxito de la primera versión -ha llegado a más de 330.000 personas de todo el mundo desde su publicación en la página de Facebook de Chrysallis y ha sido compartida 2.200 veces- demuestra, según la asociación, la necesidad de elaborar más fichas para trabajar este y otros asuntos relacionados con la diversidad sexual.

EDUCACIÓN COMO MOTOR DE CAMBIO Con esta idea de sensibilizar al alumnado y aprovechando como excusa el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, la ikastola getxotarra San Nikolas ha organizado para mañana una serie de actividades, desde varios vídeos que tratan estos temas a lecturas como la del cómic de Irrien Lagunak, cuyo guion se acaba de destripar. “A pesar de los avances que se han dado los últimas años, todavía existen muchas las carencias en el camino hacia la igualdad y la educación, por supuesto, tiene que ser un motor de cambio”, reivindica Gorka Gaztelu, organizador de estas actividades.

A sus 56 años, Gorka lleva prácticamente 35 cursos dando clase en la ikastola San Nikolas, pero no fue hasta el año pasado cuando la realidad de la transexualidad entró en su vida: un niño que vivía esta peculiaridad llegó al centro. “Desde el primer momento vimos la necesidad de implicar a toda la comunidad de la ikastola para hacer más fácil la vida de este niño”. Sin embargo, a él le ha tocado el tema mucho más cerca, pues durante este curso es su tutor.

Debido a ello Gorka ha realizado junto con sus 26 alumnos diferentes proyectos para trabajar el tema de la transexualidad. Por ejemplo, han leído el cómic de Irrien Lagunak y le han dado voz en un vídeo a Ane Pirata, Laia y los demás personajes. Un punto de inflexión, explica Gorka, fue el momento en el que trataron el cuerpo humano, ya que ello les dio la oportunidad de profundizar en la materia. “Pero lo más importante son las conversaciones cotidianas y la forma y el ambiente en el que se dan”.

Gorka asegura que sus alumnos han acogido a su compañero como a la realidad que le rodea con total naturalidad. Es más, valora positivamente la oportunidad que las diferencias de sus alumnos le están brindando. ”Para mí es un lujo que exista esta diversidad en clase, porque eso nos hace ver el mundo de otra manera: nos hace más libres”.

Del mismo modo lo ve Bea Sever, madre de este niño y miembro de Chrysallis Euskal Herria. “Con solo 6 años, mi hijo me está enseñando mucho sobre la vida”. Principalmente, que la norma no existe y, por tanto, que nadie es normal, sino todos diferentes y diversos. “Al principio parece un drama terrible, pero ellos lo ven con toda normalidad y eso nos da fuerzas”. Feliz de que su hijo se encuentre en un centro que posee un plan integral de coeducación en el que se trabaja el tema de la transexualidad y que, además, pertenezca a Loratuz -la red de centros educativos que ayudan a los estudiantes en situación de transexualidad-, Bea es optimista, pero insiste en que hay que continuar educando y sensibilizando a la sociedad en esta materia. “Que se conozca esto salva vidas, porque hay una alta tasa de personas en situación de transexualidad que se suicidan porque nadie les apoya ni les comprende”.

UN TEBEO QUE SENSIBILIZA No es la primera vez que Ane Pirata y su compañero Patakon ayudan a sensibilizar a los más pequeños sobre situaciones minoritarias como la transexualidad. Antes que Laia también estuvieron otros niños, como Peru, cuya madre padece esclerosis múltiple; Tanveer, un paquistaní que vive en Gipuzkoa; o Israel, un joven de etnia gitana.

“El objetivo de estos cuentos es dar a conocer otras realidades a los niños y enseñarles que todos somos diferentes y tenemos necesidades diferentes“, explica Amagoia Mujika, guionista de los cómics de Irrien Lagunak. Hasta el momento, ya han escrito 30 historias, cada una ligada a una asociación distinta. “Estas situaciones minoritarias que se encuentran en las escuelas pueden crear mucho sufrimiento a estas personitas por el desconocimiento de compañeros y padres y por eso hay que hablar sobre ellas”.

Según un estudio publicado en la Revista Internacional sobre Transexualidad, la prevalencia de esta peculiaridad se da en una de cada mil personas. Esto supondría que, a día de hoy, en Euskal Herria podría haber alrededor de 400 niños cuya identidad sexual no corresponde con la socialmente asignada en base a sus genitales. Por ello, desde Chrysallis Euskal Herria insisten en que es primordial sensibilizar a la sociedad. “La felicidad de nuestros hijos está en juego”, asegura Bea.

EN EUSKAL HERRIA

400

CHRYSALLIS

Los jóvenes vascos cada vez son más tolerantes

El 91% de la juventud de Euskadi está a favor del matrimonio homosexualy el 86% defiende el cambio de sexo

La juventud vasca es cada vez más tolerante. El 91% de los jóvenes de Euskadi se muestra a favor del matrimonio homosexual y el 86% defiende las operaciones de cambio de sexo. Estas cifras muestran una tendencia alentadora para la población del País Vasco, ya que hace ocho años, en 2008, el porcentaje de jóvenes que estaba a favor del matrimonio gay era cinco puntos menor, mientras que el apoyo al cambio de sexo se situaba seis puntos por debajo.

Estas son varias de las conclusiones del estudio Juventud Vasca 2016, que ha sido adelantado hoy por el Observatorio Vasco de la Juventud con motivo de la celebración mañana del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

Esta actitud abierta y tolerante se acentúa entre las mujeres, ya que el 92% de ellas aprueba el matrimonio homosexual, frente al 89% de los hombres. En cuanto al cambio de sexo, la dinámica es semejante al mostrarse a favor de ello el 88% de las chicas, frente a un 85% de chicos.

El estudio, elaborado a partir de una encuesta realizada a 1.500 jóvenes vascos de entre 15 y 29 años, refleja que, dentro de una actitud notablemente favorable, el grupo menos tolerante es el comprendido entre los 25 y los 29 años. El matrimonio entre personas del mismo sexo alcanza un respaldo del 93% entre la juventud menor de 25 años, frente al 88% de los más mayores. Respecto al cambio de sexo la diferencia es menor. Aun así, un 88% de la población menor de 25 años se muestra a favor, por un 85% del grupo de mayor edad.

Esta dinámica ha cambiado con los años, ya que el estudio de 2012 ponía de manifiesto que los menores de 25 años tenían un mayor rechazo a las personas homosexuales que quienes superaban dicha edad. Concretamente, el 14% de quienes tenían entre 15 y 19 años, el 13% de quienes contaban entre 20 y 24 y el 8% de los de 25 a 29 años.

Por otra parte, el 92% de los jóvenes vascos rechaza que la homosexualidad sea considerada una enfermedad y sólo el 3% piensa que «en el fondo, la homosexualidad es una enfermedad y como tal debe tratarse». No obstante, la tendencia es positiva, y es que respecto al año 2012, este grupo se ha reducido en un 3%.

El Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia se celebra desde el 17 de mayo de 1990, fecha en la que la Organización Mundial de la Salud retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades.

Juan Andrés, Tomás y su hijo adoptado: “Las familias diversas estamos ensombrecidas”

Juan Andrés, Tomás y Tristán

Juan Andrés, Tomás y Tristán

La familia ya no es lo que era. El modelo tradicional de matrimonio heterosexual con hijos o hijas se ha ido desdibujando con el paso de los años y los cambios sociales han tenido su reflejo en la configuración de los hogares y las unidades familiares en España. Aún así, el patrón clásico sigue copando mayor espacio en el imaginario colectivo frente a otros tipos de familia que llenan las calles y que este domingo celebran el Día Internacional de las Familias, declarado por la ONU.

Circunstancias sobrevenidas o elegidas han hecho del mapa familiar un conglomerado salpicado de hogares homoparentales, monoparentales, que según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística suponen el 10,3% del total, o parejas sin hijos o hijas, que representan el 21,1%. Una variedad que escapa del prototipo y que abarca desde hogares multiculturales y adopciones a reagrupaciones familiares, personas que viven solas o mayores que cuidan de sus nietos o nietas.

“Estamos ahí, somos sus vecinos y votantes”

Juan Andrés y Tomás dicen que son una familia desde hace 17 años. Desde el principio de su relación sintieron la necesidad de ser padres, sin embargo, la única posibilidad era “adoptar en solitario, negar la existencia del otro y mentir sobre nuestra orientación”, explica Juan Andrés, periodista de 48 años. La aprobación del matrimonio igualitario hizo que en 2007 se casara con Tomás y que un año más tarde comenzaran los trámites de la adopción de Tristán, un niño malagueño de raza negra que tiene cinco años.

El periodista relata cómo dos compañeros de trabajo le dejaron de hablar cuando se enteraron. “Aquel comportamiento tenía un nombre: homofobia”, dice. Recuerda también con indignación aquella manifestación que llenó el centro de Madrid de obispos y religiosos en 2005 y que clamaba por “el derecho a una madre y un padre”. A pesar de los obstáculos, Tristán lo vive sin complejos, igual que sus compañeros de colegio. “Es la aceptación de una realidad que algunos adultos no llegan a alcanzar por condicionantes ideológicos, religiosos o morales”.

El niño está acostumbrado a oír hablar de diversidad familiar y afectivo sexual. Sus padres están implicados en el desarrollo de proyectos educativos apoyados por las instituciones malagueñas. Sin embargo, Juan Andrés sabe que es la excepción. “Cuando se habla de la familia en la escuela se da por hecho que existe un único modelo y esa es la falsa realidad que reflejan los libros de texto”, critica. Las familias diversas, dice, “están ensombrecidas en los diferentes ámbitos de representatividad social, pero estamos ahí, somos sus vecinos, sus votantes y en nuestros hogares existen los mismos grados de afectividad y problemas que en las suyas”.

Alicia, Saida, Nacho y Jesse

Alicia, Saida, Nacho y Jesse

“La sociedad se basa en la cisheteronorma”

“Supongo que ser dos mujeres feministas las que encabezan la parte adulta y la proporción de cisexuales (personas en las que la identidad sexual sentida coincide con el sexo asignado al nacer) y transexuales”. Saida García responde así a por qué su familia está alejada del modelo tradicional. Y es que en la familia que ha formado junto a la cantautora Alicia Ramos, dos de las cuatro personas que la forman son trans y otras dos cis. Ambas, junto a sus hija Jesse y su hijo Nacho, han tenido que enfrentarse a situaciones de discriminación que afrontan “con herramientas para que no afecte a nuestras vidas”, afirma Saida.

“Desde la manera en que están elaborados los formularios del colegio hasta preguntas que exceden lo que yo preguntaría a alguien con quien no tuviera confianza”, enumera esta librera de 40 años. “La sociedad está construida sobre la cisheteronorma” algo que ejemplifica con “que tengamos que participar en esta entrevista, que sea tan difícil encontrar una película o una canción que refleje bien la diversidad familiar y sexogenérica”. En esta casa madrileña, sin embargo, la variedad “forma parte de la cotidianidad de nuestras vidas”.

Rafael, Rodrigo e Isabel

Rafael, Rodrigo e Isabel

“El pediatra me dijo que a mi hija la llevara mi mujer”

Rafael Fuentes y su hija Isabel, de diez años, y su hijo Rodrigo, de ocho, se convirtieron en familia monoparental en abril de 2015, cuando su mujer Inés falleció a causa de un cáncer de páncreas. Su hogar ejemplifica las dificultades de conciliación familiar y laboral. De hecho, a este funcionario le ha costado casi un año conseguir el cambio de turno que pedía al Ayuntamiento de Madrid para poder atender a sus hijos. No obstante, debe llevarles al colegio una hora antes y recogerles una hora más tarde por la lejanía de su centro de trabajo.

“Debería existir la obligación de que en casos así no te puedan destinar tan lejos”, afirma. De hecho, dice, “cuando es una mujer, los jueces suelen fallar que no esté a más de 10 kilómetros del hogar porque la justicia entiende que es la madre la que debe hacerse cargo del cuidado”. Rafael cree que a la sociedad española “le hace falta un cambio de mentalidad” porque “la teoría acepta familias diversas, pero la práctica no”. El hombre recuerda su última visita al pediatra: “Al decirle que no podía llevar a mi hija por la mañana me contestó que la trajera mi mujer”.

Unos abuelos con la custodia de sus nietas

La historia de la familia de Celia está atravesada por la violencia machista. Carla y Marina, de doce y once años respectivamente, son sus nietas, pero tanto ella como su marido Félix tienen la custodia. Viven, además, con un tío de las niñas llamado también Félix, una persona con discapacidad. El padre de las niñas, condenado por malos tratos hacia su mujer y madre de ellas, las echó en 2007 de su casa de Barcelona, donde residían, y se fueron las tres a vivir a León con los abuelos. Sin embargo, la enfermedad se cruzó en su camino y cinco años más tarde la madre de Carla y Marina falleció de cáncer.

La justicia decidió entonces que la custodia sería para Celia y Félix. “No sabemos nada del padre, nunca pasó la manutención y ni siquiera ha contestado a las llamadas para asistir a las visitas”, sostiene Celia. La mujer, de 65 años, coincide con el resto de entrevistados en que la familia “que siempre se representa es la tradicional, a pesar de que hay muchos abuelos encargándose de sus nietos”. Las circunstancias, analiza, “han provocado esta situación, pero seguimos siendo una familia, para lo bueno y para lo malo”.

María José y Guadalupe

María José y Guadalupe

“Una familia no se mide por el número de hijos ni el papeleo”

María José y Guadalupe son una familia “desde el día en que decidimos vivir juntas y pensar siempre en plural”. No están casadas ni tienen hijos o hijas, pero sí dos perras, una gata y sobrinos y sobrinas “que saben perfectamente quienes somos”. Sostienen que cada vez es más común ver familias diversas y agradecen los cambios políticos y el activismo de colectivos “que ha hecho avanzar a la sociedad”, aunque “tendrá que pasar mucho tiempo para que esta diversidad se entienda como algo natural”, opina Guadalupe.

María José circunscribe la intolerancia a ciertos “sectores de la población retrógrados” que “no ven bien no solo la unión entre personas del mismo sexo, sino, por ejemplo, las familias monomarentales”, completa Guadalupe. Aún así entienden que “una familia no se mide por el número de hijos ni por el papeleo jurídico”, afirma María José, que pone el ejemplo de “no poder optar al descuento de familia que aplican en el gimnasio, que indica que los matrimonios tienen otra tarifa. Yo no tengo ningún documento de unión, pero me han dicho que tampoco valdría. ¿Por qué?”, se pregunta.

Cambiar de sexo en Noruega, a un simple golpe de ‘click’

El país presumiblemente aprobará una ley en la que lo único necesario para cambiar de estado ante la administración será una notificación enviada a las autoridades

Durante la Guerra Fría recorrió los mares en un submarino vigilando a los soviéticos, pero en el fondo de su casillero destinado a asuntos clasificados, atesoraba ropa de mujer. Pronto, el Estado de Noruega reconocerá su verdadero género y en los papeles oficiales figurará como mujer.

Ahora, un nuevo proyecto de ley busca que en Noruega cambiar jurídicamente de género no implique necesariamente un cambio físico. Una reforma celebrada por los grupos de derechos humanos como una de las más completas.

Ya no serán necesarios los exámenes psiquiátricos, los tratamientos hormonales y las cirugías invasivas, que muchas veces condenaban a la infertilidad a quienes se sometían. Si se aprueba la reforma, lo único necesario para cambiar de estado ante la administración será una notificación enviada a las autoridades, que puede ser remitida por internet con un simple ‘click’.

“Toda mi vida, fui obligado a mostrar que era un chico, después un hombre. Yo hice el papel de macho, tenía una barba espesa, exactamente como se esperaba de mí”, contó John Jeanette Solstad Remø. Pero aunque podía parecer hombre y ser una persona funcional, para él la vida era gris. “En cambio cuando soy mujer, hay muchos colores en mi mente y en mi entorno”, señaló el exmarino de 67 años. “Nadie más que yo puede decidir quién soy y esta ley nos reconoce este derecho”, afirmó.

Vestido con una falta negra y una camiseta verde claro, John Jeanette recuerda una existencia agitada por los vientos contrarios. La inmensa alegría que sentía cuando se vestía con ropa de mujer a los cuatro años era inmediatamente reprimida por su madre. Cuando era adolescente padecía pulsiones suicidas y finalmente decidió disimular sus dudas sumergiéndose en el universo viril de la Escuela de la Marina y después en la división de submarinos.

“Cuando llegábamos a puerto, muchas veces nos quedábamos en hoteles. Entonces yo me compraba una botella de vino, miraba la televisión y me quedaba en mi habitación vestido de mujer. Era la única forma que tenía de sobrevivir”, dijo.

Tras terminar su primer matrimonio después de que su mujer encontrara escondida en una bodega su bolso con su ropa de mujer, John Jeanette volvió a casarse con una esposa que le acepta como es. “El trans que soy es como una tercera persona en nuestra relación”, afirmó.

Desde entonces la sociedad noruega ha evolucionado, pero la vida cotidiana de las personas transgénero sigue siendo un problema para realizar actividades como ir a la biblioteca, retirar medicamentos en la farmacia o viajar fuera del país. En el registro de la Organización Mundial de la Salud, la condición está descrita como un trastorno psiquiátrico de la personalidad.

La obligación decretada por Carolina del Norte de utilizar los baños públicos correspondientes al género de nacimiento generó protestas en todo el mundo, desde Bruce Springsteen a Deutsche Bank, y dio pie a debate entre Donald Trump y Ted Cruz.

En Argentina, país pionero que desde 2012 permite registrar su identidad de género acorde a las percepciones, la esperanza de vida de las personas transgénero no sobrepasa los 35 años, según un estudio de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA).

Los factores que lastran la esperanza de vida de este colectivo son principalmente efectos de la discriminación, según el estudio, pero también otros problemas como la falta de acceso a la educación, a la salud, la vivienda o el mercado de trabajo. “La ley es una cosa pero también hay que cambiar de verdad las actitudes”, afirmó Patricia Kaatee activista de Amnistía Internacional a favor de los derechos de las personas transgéneros.

La discusión de la ley transcurre sin oposiciones fuertes en Noruega, por lo que antes de mediados de año debería ser adoptada como ley. El proyecto prevé que los menores de entre 6 y 16 años puedan modificar su estado si los dos padres están de acuerdo. En caso de oposición de uno de los progenitores, será una autoridad administrativa quien decida. “La ley va a facilitarnos las cosas. No vamos a tener que preparar todo por adelantado antes de hacer cualquier cosa. Ya tenemos suficientes cosas que explicar”, contó Sofie Brune, madre de un niño que nació con esta condición.

Miria, nacido hace seis años en el cuerpo de una niña, se comporta como un niño desde que era muy pequeño, viste como niño y también se peina como tal. Hoy juega en un equipo de fútbol y en la escuela lo tratan como varón. “Es feliz, eso es lo que es importante. Los niños en su entorno son tolerantes, una vez que uno les explica”, aseguró.

Para las personas transgénero, lo importante es poder vivir sus vidas como quieren. Como lo expresó Frida Haslund: “No quiero ser enterrada sin haber sido yo misma”.