Mi hijo se viste de princesa, ¿y qué?

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El hijo de Jaione, vestido de princesa. @nirosaniazul

“Mamá, quiero el vestido de Anna”, dijo el niño. “Mi amor, tú quieres el traje de Kristoff, no el vestido”, contestó la madre. “No mamá, quiero el de la princesa Anna de Frozen”, contestó el pequeño enfadado. “No se puede. Tú eres hombre, Jorgito, los vestidos de princesas son para las mujeres”.

Lo cuenta Debbie Chamlati, bloguera y diseñadora gráfica mexicana. Se trata de otro de esos muchos niños a los que les gusta vestirse de princesa y que son vistos como bichos raros por el resto de la sociedad.

El último de la lista ha sido el vástago de la actriz Charlize Theron, quien sufrió un aluvión de críticas cuando su pequeño Jackson, de cuatro años, salió a la callecon una trenza rubia como la de la reina Elsa de Frozen, la película que ha cautivado a los niños de medio mundo.

Charlize Theron camina junto a su hijo Jackson disfrazado de Elsa.

Charlize Theron, con su hijo con la trenza de Elsa.

“¿Cómo es legal que Charlize Theron deje que su hijo lleve vestido y peluca?”, llegó a escribir el famoso presentador estadounidense Brian Williams. Pero éste no fue el único reproche que recibió la artista, ya que muchas personas la calificaron como rara, loca o mala madre.

El caso de Charlize Theron no es el único. La cantante Adele también se paseó por un parque de atracciones en California con su retoño Angelo caracterizado de su personaje favorito: la princesa Anna. En esta ocasión, la artista sufrió algún que otro dardo, pero, curiosamente, muchos alabaron que plantase cara a los tópicos. “Adele le hace una peineta a los roles de género y deja que su hijo vista como Anna de Frozen para ir a Disneylandia”, afirmaba en un tuit Freddy Amazin, estrella de las redes sociales en EEUU.

Ataques verbales

La polémica no sólo afecta a las famosas. Algunas madres anónimas también han tenido que salir a la palestra en sus blogs o en las redes sociales para defenderse de los ataques verbales recibidos.

Así le sucedió a la joven Haylee Bazen en EEUU, que decidió relatar el incidente en Facebook: “A la mujer en la parada del autobús que sintió la necesidad de interrumpir mi conversación con mi hijo. No lamento que no te gustara la manera en la que se había vestido mi hijo y no lamento que no te gustara nuestra conversación sobre cuál es nuestra princesa Disney favorita (Blancanieves, obviamente).

Zackary es mi hijo de 3 años y puede ser quien quiera. Hoy él era una princesa Disney y sí le envié al colegio vestido de esa manera. ¿Por qué? Porque es lo que quería llevar puesto, porque quería enseñarle a sus profesores y amigos su vestido de Elsa, porque quería cantar Let it go para divertirse, porque no comprende los estereotipos de género que tú crees que debe seguir. Él juega con coches y muñecas, princesas y piratas. Conduce su moto y lleva su cochecito. Así que la próxima vez que nos veas, vestidos como una princesa o cowboy, guárdate tus miradas de desaprobación”.

La respuesta de Bazen se convirtió en viral y provocó un encendido debate entre los que opinaban que el pequeño no estaba recibiendo la educación adecuaday los que aplaudían que esta madre vistiese a su hijo como le daba la gana.

Los incidentes se repiten. Jen Anderson Shattuck, una mujer de Plymouth,también fue increpada porque su retoño llevaba un tutú y generó una campaña de apoyo con el hashtag #TutusForRoo en la que varios hombres posaban con la citada prenda. Incluso hay un libro ‘Mi niño princesa’ que se convirtió en un best seller en EEUU tras relatar las peripecias de Dyson, un crío al que le gustaban las tiaras y los juegos de chicas.

niño con tutu

Este pequeño desató la campaña #TutusforRoo.

Pero, ¿por qué despierta tanta animadversión que un niño se disfrace de princesa? ¿son realmente bichos raros? ¿Hay que permitirlo o prohibirlo?

“Los juguetes están hechos para que los niños se desarrollen y experimenten. Son ellos los que tienen que elegir el juguete que les hace sentir bien. Además, el disfraz es un tipo de juego en el que el niño quiere ser otra persona. Y, por tanto, no tenemos que preocuparnos si un chiquillo quiere disfrazarse de princesa. No tiene nada que ver con un trastorno de género”, explica Laura Górriz, psicóloga infantil de la clínica barcelonesa Corachan.

Górriz sostiene que aunque se trata de casos aislados, cada vez son más los críos que desean vestirse de princesas, máxime con el bombardeo publicitarioque sufren a diario.

“Los medios de comunicación y la publicidad juegan un papel muy importante en la cabeza de los niños. La campaña publicitaria de Frozen fue enorme y los niños han interiorizado sus personajes”, argumenta.

Jaione, madre española autora del blog ‘Más allá del rosa o azul’, también tuvo que salir al paso de las críticas cuando colgó en Instagram una foto de su hijo jugando con una muñeca. Ante los reproches recibidos, Jaione contraatacó con otra imagen del chiquillo vestido de princesa.

“Creo que quien ve un problema en esta escena (foto de arriba), es quien realmente lo tiene. Y no mi hijo. Ayer escribía que no hay juguetes de niños ni de niñas, sino simplemente juguetes. Para mi sorpresa, hay quien me comentó o me escribió diciendo que mi hijo tendría problemas (o que yo los tendría) si le dejaba vestirse o jugar con determinadas cosas de chicas. Los niños nacen sin estereotipos ni prejuicios, deseosos de explorar y descubrir sin límites. Somos nosotros, los padres, la sociedad, el entorno, quienes les moldea y les inculca ideas preconcebidas”, declara.

Ante todo, naturalidad

Pese a la controversia generada con el tema, los psicólogos quitan importancia a estas situaciones y opinan que los padres deben tratar la situación con naturalidad. Por supuesto, no es lo mismo que se disfrace un niño de cinco años a que lo haga uno de 12 cuando se está produciendo el proceso de la identidad sexual.

En cualquier caso, no se debe reprimir la tendencia natural de cada crío: “Tú no vas a propiciar que tu hija tenga o no una tendencia sexual porque le dejes o no vestirse de una manera u otra”, asegura Natalia García, psicóloga infantil de la clínica del doctor Quintero.

Otro factor que hay que tener en cuenta son los referentes del pequeño: si está rodeado de hermanas y primas, es normal que se quiera disfrazar de mujer.

Es el caso de Asher, un niño que todas las mañanas quería vestirse como su hermana mayor. En un primer momento, su padre, el actor y escritor Seth Menachem, intentó presionarle para que se pusiera ropa de chicos, pero luego consideró que no estaba actuando de manera correcta y le dejó hacer.

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Seth Menachem, con un vestido y sus dos hijos.

Al principio, le daba vergüenza acudir a sitios públicos con su vástago vestido de chica, pero, poco a poco, se fue acostumbrando, aunque tuvo que escuchar preguntas como: “¿Quieres otra niña?” o “¿Pretendes que sea gay?”.

Ésta era la respuesta que Menachem les daba: “Les expliqué lo mejor que pude que no hay una correlación entre vestirse de mujer y ser gay. Si mi hijo es gay no será por lo que yo hice. Y tal vez se trate de una etapa o tal vez no. Pero no quiero que sienta que no pudo expresarse porque sus padres no lo apoyaron”.

En su opinión, “no hay razón para que los padres sofoquen la creatividad de sus hijos cuando se hace de una manera sana”. “Tristemente, a lo largo de sus vidas su creatividad la truncarán muchas veces. Déjenlos que disfruten. Quizás quieren probar una nueva identidad. Pero no es usted quien lo debe definir”, confesó a la BBC Menachem, quien no dudó en salir él mismo a la calle con un vestido cuando se lo pidió su hija Sydney.

Tras todas estas polémicas subyace la tesis del sexismo en los juguetes y la vigencia de los estereotipos: los niños tienen que jugar a los coches y al fútbol y las niñas a las muñecas y a las tareas del hogar. Así lo piensa Jaione, que precisamente creó su blog ‘Más allá del Rosa o del Azul’ para combatir estos prejuicios.

“A mi hijo le gustan las cocinitas, pero todas son rosas. Muchas niñas quieren jugar al fútbol, pero no las dejan. El problema no está en ellos, sino en la visión sesgada de los adultos. ¿Por qué nos supone un problema ver a un niño disfrazado de princesa?”, se pregunta la bloguera.

Cada vez surgen más voces en favor de fomentar la igualdad en el juego y nacen con fuerza campañas como Let Toys be Toys (dejad a los juguetes ser juguetes) para concienciar a las empresas y a los publicitarios de que dejen de limitar la imaginación de los chavales al promocionar juguetes en función del género.

No obstante, algunos psicólogos consideran que existe una tendencia natural de los niños a jugar con coches y balones y de las niñas a hacerlo con muñecas, como se ha comprobado en distintos experimentos. Sin embargo, aquellos chiquillos que no secundan la norma son aislados del grupo. “Tenemos muchos niños en terapia a los que no les gusta el fútbol y quedan bastante excluidos o niñas a las que les agrada este deporte y también son rechazadas”, indica Eva Hernández, psicóloga infantil.

Por eso, muchos educadores y psicólogos reclaman que se deje de seguir educando a los chavales de manera diferente. Al fin y al cabo, se trata de queaprendan jugando.

 

La Ruta Sexualidad del proyecto Biziz alcanza Donostia

LA RUTA SEXUALIDAD DEL PROYECTO BIZIZ ALCANZA DONOSTIA ACOMPAÑADO POR DECENAS DE FAMILIARES, AMIGOS Y CURIOSOS DESPUÉS DE TRES MESES Y 4.000 KILÓMETROS PEDALEADOS A TRAVÉS DE EUROPA

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El ambiente festivo predominó en la llegada a Donostia, donde los integrantes del proyecto posaron tras culminar su itinerario. (Rubén Olveira)

ENTRE música y bicicletas, así transcurrió el último día de la Ruta Sexualidad del proyecto Biziz, organizado por Donostia 2016 (DSS2016). Después de tres meses pedaleando por Europa, esta odisea que comenzó en Kaliningrado un 20 de junio con el objetivo de narrar nuestras aventuras y desventuras por el viejo continente, pero sobre todo con el fin de abundar en la diversidad del sexo y de recopilar diferentes nociones positivas sobre la sexualidad, terminó ayer en Donostia. Aunque no de cualquier manera, sino con una gran fiesta. Una que ni tan siquiera la lluvia ha podido aguar pese a las previsiones. Tras 4.000 kilómetros en bicicleta a través de Rusia, Polonia, República Checa, Alemania, Luxemburgo, Bélgica y Francia, por fin estamos de vuelta y eso se merece descorchar un par de botellas.

Decenas de familiares, amigos y curiosos se acercaron tanto en bici como andando para hacer juntos los últimos kilómetros de esta expedición. Globos no faltaron, ni tampoco niños jugando con sus bicis a nuestro alrededor mientras avanzábamos despacio por las avenidas donostiarras, que durante unos minutos se convirtieron en una auténtica autopista de bicicletas. Y mientras tanto, a ritmo de pedalada, una txita sound system -un triciclo cargado con altavoces- abriendo la comitiva hacia el parque Cristinaenea con temas como Begitara begira o Sweet home Alabama. Resumido en una palabra: inolvidable.

Día de llegada, día de celebración. Aunque en realidad, toda la semana ha sido una gran fiesta. En Burdeos nos juntamos con la Ruta Biodiversidad y unos días más tarde, en Lyon, con Comunidad. Y ello sin contar a los familiares y amigos que se nos han ido uniendo durante estas últimas etapas. De ahí que hayamos pasado, de repente, de ser tres a ser diez, primero, y luego de diez a dieciséis. Y se nota. Todo ello ha derivado en un ambiente festivo que ha culminado en Donostia.

En lo que respecta a la temática de la ruta, el reto no ha sido fácil, pero después de tres meses a los pedales hemos encontrado reductos de pensamiento que aportan un aire fresco, diferente y abierto a la sexualidad. Entre otros, hemos hablado con filósofos y sociólogos sobre la situación de Rusia; hemos entrevistado a distribuidores de cine LGTB en Polonia; hemos visitado museos y tiendas de máquinas y juguetes eróticos en la República Checa; hemos profundizado en la sexualidad en la tercera edad en Alemania; hemos conocido cómo se vive la transexualidad Luxemburgo y hemos tratado un tema tan polémico como la asistencia sexual en Francia. Con estas pinceladas hemos obtenido un cuadro bastante colorido de la sexualidad que aboga por la diferencia, la diversidad y la sinergia en vez de por la opresión, la represión y la pureza.

En general, la Ruta Sexualidad ha transcurrido sin problemas pero no sin emoción. Todavía recordamos las cuestas, el barro y los circuitos de trail por donde tuvimos que empujar los triciclos en Polonia. Los diluvios y las olas de calor también han estado presentes durante esta odisea y más de una vez hemos tenido que levantar las bicicletas para cruzar puentes o vallas. Aunque por supuesto hemos vivido momentos que lo compensan con creces, como los paseos en bicitaxi por las rúes parisinas o como aquellos en los que la gente se acercaba a pedirnos helados.

OTROS VENDEDORES AMBULANTES DE HELADOS Y en lo referente a los helados no somos la única ruta a la que han confundido con vendedores ambulantes. Lo mismo les ha pasado a la Ruta Gastronomía. En su caso, salieron desde Atenas con el objetivo de encontrar los ingredientes para izeko Mertxe. ¿Pero quién es izeko Mertxe? Pues la tía de Julen Nafarrete, comunicador de la expedición. “Le encanta estar entre fogones, como a muchas cocineras en Euskal Herria que no han visto reconocida su labor”. Después de tres meses recorriendo el mediterráneo, vuelven con orégano, nueces y aceite de Grecia; mejillones, pasta, mozzarella y salsa de tomate en Italia; etc. Para ello también han vivido sus experiencias peligrosas. La peor: las carreteras italianas. Pero asegura que ha merecido la pena. Y más sabiendo que este miércoles izeko Mertxe le cocinará un menú con todos los ingredientes de la ruta por motivo de su cumpleaños.

El objetivo de la Ruta Arquitectura no ha sido menos interesante. En su caso, durante tres meses han mapeado y registrado iniciativas ciudadanas “que hacen ciudad”. “Lo que realmente sorprende de estos proyectos es su capacidad para hacer frente a situaciones adversas y revertir un beneficio a la comunidad”, destaca Aitor Deza, comunicador de la expedición. Desde huertos urbanos a centros vecinales, en total han recopilado información sobre una treintena de iniciativas a lo largo y ancho de España y Portugal. “Cuando colguemos el uniforme de culote nos quedarán el humor andaluz, la hospitalidad lusa o la cercanía castellana reflejadas en un puñado de iniciativas ciudadanas”.

Festejar la variedad de comunidades étnicas, tribus urbanas y grupos sociales. Con estas palabras describe Daniel Burgui el objetivo de la Ruta Comunidad. “Desde el Mar Negro hasta el Cantábrico, hemos remontado el Danubio buscando músicos, artistas, revolucionarias, poetas de lenguas perdidas, viejos cabreros y jóvenes creadoras”. En tiempos en los que el discurso del odio y los argumentos de señalar al diferente se propagan, esta expedición que partió de Constanza (Rumanía) ha buscado celebrar esa mezcla.

“Me encanta esta expedición: ninguna posibilidad de éxito”. Con esta frase comenzó Artxon Arza la Ruta Biodiversidad en Copenhague. Tres meses después ha conseguido llegar a Donostia nada menos que en una silla de ruedas motorizada. Y ello sin contar los diferentes aspectos relacionados con la diversidad que ha tratado durante este tiempo. Entre ellos destaca la cría de unas avispas que ayudan a acabar con las plagas de pulgones.

Entre música y bicicletas, así concluye este proyecto y esta etapa de nuestras vidas. Ahora toca reinsertarse en la sociedad, volver a acostumbrarse a la rutina, a no cambiar día sí y día también de techo, de gentes, de cultura, y dejar la bici un poco más de lado -aunque tampoco demasiado-. Será duro, sufriremos e incluso nos tiraremos de los pelos -ninguno de nosotros lo duda-, pero gracias al chute de positividad que nos ha transmitido toda esa gente que se ha acercado a este proyecto también se hará más llevadero. A todos ellos un fuerte abrazo desde Euskal Herria y solo espero que de una u otra manera nuestros caminos se vuelvan a encontrar. Y mientras tanto ese gran viaje que es la vida prosigue, así que ¡bon voyage ta gora Biziz!

Los ultracatólicos lanzan una campaña homófoba contra El Corte Inglés por un anuncio con dos padres

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Imagen del anuncio de El Corte Inglés

“Lo natural es la familia, pero El Corte Inglés no se lo cree”. Es una de las frases que encabezan la campaña que el colectivo ultracatólico Hazte Oír ha lanzado para recoger firmas contra un anuncio de la empresa en el que aparece una familia homoparental compuesta por dos padres. “El Corte Inglés propone quitar derechos a los niños”, titulan la campaña, que en un día lleva más de 11.000 firmas.

El corto forma parte de una serie de historias que la compañía ha puesto en circulación en redes sociales bajo el hashtag #VueltaAlCole y que presentan en clave de humor distintas situaciones de la vida cotidiana. En la que ha desatado la homofobia del colectivo conservador dos padres se enmarañan intentando forrar los libros de texto al inicio del curso escolar.

“¿Ves? Te dije que con dos papás no es más rápido”, le dice un niño a otro mientras ellos siguen discutiendo. La empresa ha aclarado que al hacer esa declaración, el menor se refiere a una cuestión cuantitativa (“dos papas más rápido que uno”).

Los ataques de Hazte Oír no se han hecho esperar y el colectivo no duda en asegurar que el corto “promociona una idea extraordinariamente grave: que los niños no tengan derecho a un padre y una madre”. “ Todos los estudios rigurosos demuestran que los niños necesitan un padre y una madre para desarrollarse de manera armónica y completa”, afirma en la campaña.

“Y todos los panfletos que niegan este hecho están al servicio de ideologías y políticas interesadas en la destrucción de los derechos de los niños y de los padres y en la desaparición de la familia natural”, prosigue. “Y ahora El Corte Inglés se apunta a esta turbia operación”.

La campaña está dirigida al presidente de la compañía, Dimas Gimeno, al que critica por “presentar modelos de familia extraños” y le pide que “reflexione”: “si El Corte Inglés olvida que sus clientes mayoritarios son familias y se empeña en convertirse en otra cosa, buscaré otros lugares donde comprar”, concluye la carta.

El colectivo ultracatólico ya puso en marcha una campaña similar el pasado mes de enero contra la cadena de restaurantes VIPS por un anuncio en el que una pareja de dos chicos aparecen bajo el lema “Que el 2×1 no te pille sin pareja”.  “S e está normalizando una imagen de la familia que no es natural. Y lo que es peor: VIPS, un grupo que rige establecimientos familiares, se está prestando para este juego”, afirmaba entonces Hazte Oír.

El corto de El Corte Inglés ha generado aplausos en Twitter y Facebook, pero también críticas, sobre todo, ligadas a que sus grandes almacenes todavía siguen vendiendo libros homófobos como “Comprender y sanar la homosexualidad”, que todavía pueden adquirirse a través de su página web, en lo que muchos usuarios han calificado como “una doble moral”.

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Un juzgado de Sevilla confirma que la ‘procesión del coño insumiso’ no quiso ofender a los católicos

Un auto señala que sus participantes “no hicieron escarnio de sus dogmas, creencias o ritos, tampoco vejaron públicamente a quienes profesan esta religión”

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El ‘aquellarre feminista’ durante su parada en el arco de la Iglesia de la Macarena.

El juzgado de Sevilla que investiga la procesión del ‘Santísimo Coño Insumiso’ en mayo de 2014 ha confirmado íntegramente  el auto de archivo emitido el pasado mes de junio porque la intención de las personas que organizaron y participaron en ella no fue la de ofender los sentimientos religiosos de las personas que profesas la religión Católica, como ya mantuvieron  en su declaración judicial las investigadas.

La Asociación de Abogados Cristianos  interpuso recurso de reforma y subsidiario de apelación contra el archivo de la causa indicando que, sobre el derecho a la libertad de expresión, debía primar el derecho a la libertad religiosa y el respeto a los sentimientos religiosos, y que la libertad de expresión no podía justificar un “ataque” a otros derechos fundamentales.

Pero la jueza instructora, en un auto fechado este 16 de septiembre, considera que para que los hechos investigados entren dentro del art. 525.1 del C.P. se exige que públicamente se haga, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen públicamente a quienes profesan o practican una religión.

El mismo delito exige igualmente que se realice con la intención de ofender los sentimientos religiosos de los miembros de una confesión religiosa. “A lo largo de la presente instrucción ello no ha quedado acreditado, no consta que la intención de las personas que organizan y participan en la procesión sea la de ofender los sentimientos religiosos de las personas que profesas la religión Católica, no hicieron escarnio de sus dogmas, creencias o ritos, tampoco vejaron públicamente a quienes profesan esta religión, ni la procesión tuvo como fin inequívoco la de ofender los sentimientos religiosos”, dice el auto que confirma el archivo.

La jueza niega que impidiera a Abogados Cristianos, como denunciaban, intervenir en la práctica de los interrogatorios de los investigados, que se practicaron “cuando aún no eran parte en el procedimiento”. También niega que en el auto impugnado se refleje en modo alguno que la Iglesia Católica esté en contra de los derechos laborales de la mujer. Respecto a los comentarios que dicen están padeciendo a través de las redes sociales y de que la procesión haya discurrido de forma similar en otras ciudades de España, la jueza se limita a indicar que esas cuestiones no son objeto del procedimiento.

Ciencia invertida contra la homosexualidad

Víctor Mora disecciona en su ensayo ‘Al margen de la naturaleza’ cómo durante el franquismo se retorció el conocimiento para justificar la persecución del diferente

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Manifestación del Día del Orgullo Gay de 1978 en Madrid en la que se pidió la derogación de la ley de Peligrosidad Social. FOTO: CHEMA CONESA

Oficialmente, Víctor Mora (Valencia, 1981) enmarca su libro Al margen de la naturaleza (Debate, 2016, 222 páginas) en su tesis doctoral en Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid. Pero en la conversación se trasluce que es parte –y, seguramente, no la más importante– de su activismo con lo que él llama, con gran acierto y economía lingüística, “la diversofobia”, una manera de englobar el odio a gais, lesbianas, transexuales, bisexuales, intersexuales y cualquier otra identidad u orientación evitando las clasificaciones, “un elemento de control por parte del poder en general y del franquismo en particular”.

Porque el periodo de la Dictadura es el eje del libro, premio Sagasta de Ensayo de este año, pero yendo un poco más allá que otros estudios y relatos sobre la represión. En la obra, Mora busca la base (pseudo)científica en que se basaron las autoridades y los legisladores para considerar que la diferencia en general, y la homosexualidad en particular, eran un peligro que había que reprimir o reeducar.

Visto en pleno Siglo XXI, la sucesión de autores y sus tesis podría parecer una extravagancia, pero en su momento tuvieron mucho predicamento y éxito. Mora destaca a Mauricio Carlavilla del Barrio, cuyo libro Sodomitas -“como se ve, no se andaba por las ramas con los títulos”, dice con ironía el ensayista- llegó a las 12 ediciones desde los años veinte hasta los setenta. “Fue fundamental para extender una imagen negativa y estereotipada”, dice Mora. En un párrafo que, por desgracia, hoy sigue de actualidad en muchos lugares, Carlavilla , inspector de la Dirección general de Seguridad durante la dictadura de Primo de Rivera, explica cuál es la reacción de los padres que descubren que su hijo es homosexual. “¡Mejor muerto!, gritaréis […]. Mejor para él, para vosotros y para con Dios”.

Carlavilla, que se cambió el nombre por el de Mauricio Karl, quizá para ganar la respetabilidad asociada a los científicos alemanes, es tan extremo que cae “en la parodia”. Aunque no era científico, sirve para que Mora apunte uno de sus enfoques: “La carcajada es la mejor venganza”. Una risa que puede convertirse en un rictus, pero que sirve para recordar.

También previo al Franquismo es Albert Chapotin, quien en su libro Los defraudadores del amor zanja el asunto de los pervertidos y desviados afirmando que es inconcebible “incluir en la especie humana a estos engendros”. De él toma Mora el título del libro: deben estar al margen de la naturaleza.

“Chocan estos planteamientos tan poco rigurosos en un siglo que es el de la ciencia”, comenta Mora. “Siempre pensamos que la ciencia trabaja con la verdad”, y, en este caso, esta fue retorcida para adaptarla a temores, prejuicios y conveniencias. Y esto no afectó solo a ciertos personajes más o menos estrafalarios. Hasta el propioGregorio Marañón tuvo que adaptar su mensaje. En 1929 publicó Los estadios intersexuales en la especie humana, en el que defendía que la homosexualidad era una especie de estado indefinido en el desarrollo y que había que “estudiar los orígenes profundos” de la inversión para “tratar de rectificarlos”. Pero, añadía, “en modo alguno hay que castigar al homosexual, siempre que no sea escandaloso”. Después de la Guerra Civil, Marañón “tuvo que cambiar su tesis”. En una reedición de 1951 de sus Ensayos sobre la vida sexual, mantiene la idea de que el “homosexualismo” es “producto de la insuficiente diferenciación sexual”, pero añade es una manifestación “aberrante del amor”. “Es normal que hubiera un cambio. En esos tiempos no se podía hacer ciencia de otra manera. La mayoría de los que querían hacerla en serio se habían ido”, matiza Mora.

No es el único apellido ilustre que se metió en estos charcos. Tiene un papel destacado Antonio Vallejo Nájera, “el psiquiatra del régimen”, como lo define Mora. “Fue el encargado de encontrar el gen rojo”, entre otras teorías, como sus intentos de asociar un aspecto físico al perfil de un delincuente. También se cita a Juan José López Ibor, “que intentó desacreditar el famoso informe Kinsey” que evaluó, por primera vez, la proporción de hombres que habían tenido relaciones homosexuales (un famoso 10% que los estudios posteriores no han confirmado). “No disimulaba nada bien que tenía un asco tremendo a los gais”, comenta Mora.

Pero al margen de personajes de relumbrón, hay algunos más ocultos, más burocráticos, pero que fueron determinantes. Antonio Sabater Tomás trabajaba en organismos institucionales, y estuvo detrás de la Ley de Peligrosidad Social de 1970. Luis Vivas Marzal, presidente de la Audiencia Provincial de Valencia en 1963, “estaba preocupado porque no estaba seguro de que la homosexualidad fuera ilegal”, expone Mora. “Para que lo fuera, se apeló a la Salud Pública, convirtiéndola en una patología contagiosa”· “Era, para un régimen que quería abrirse, una manera de mantener la represión pero lavándose la cara”, señala.

El autor hace dos reflexiones más sobre sus conclusiones. Una, que estas tesis “se exponían en congresos internacionales”. En loa años cincuenta y sesenta, “España era única porque tenía una dictadura muy larga, pero en cuanto a género e identidad, la discriminación era universal. Ahí está el caso de Jaime Gil de Biedma,. expulsado del Partido Comunista”, relata.

Y otra que va más al corazón de libro. “Todos, en algún momento dejaban los argumentos científicos de lado. No podían usar la ciencia para demostrar lo que no es”.

“OJALÁ LA DIVERSOFOBIA FUERA SOLO UN PROBLEMA LEGAL”

Víctor Mora utiliza una palabra, diversofobia, como una manera de englobar a todo el que tiene odio a géneros, identidades u otras características diferentes. Viene a ser un equivalente a la LGTBI-fobia (fobia a lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, intersexuales) “y todo lo que pueda venir”. Está especialmente preocupado por el número creciente de agresiones a ese colectivo, y, por eso, hace un año participa en Sección Invertida, un movimiento que se dedica a concienciar mediante actuaciones callejeras (limpiar con fregonas rosas el lugar de un ataque, por ejemplo).

Para él, el paso de hablar de un libro sobre la represión en el Franquismo a esta situación no es un salto. Es parte del mismo proceso, de su identidad. “Me interesa especialmente la construcción de la identidad en contextos de resistencia, y en eso este tiempo se parece al anterior. En momentos de crisis, siempre se busca al enemigo interno. Primero son los inmigrantes, pero en segundo lugar siempre nos toca a nosotros”, dice.

Y la vulnerabilidad, aunque parezca una contradicción, ha crecido últimamente. “Se ha perdido el miedo, pero también la conciencia. Ya no hay un sujeto marica como pudo haber en los setenta y ochenta, que se identificaba con una lucha. Hay un sujeto gay completamente despolitizado”.

La conquista legal de derechos, obviamente, ha sido buena, pero no es la solución definitiva. “Ojalá la diversofobia fuera un problema legal, pero es cultural, social. Hay algo que no hemos hecho bien. Quizá pensamos que con los derechos estaba todo conseguido”.

“Obviamente, si fuéramos a los activistas de los setenta y les dijéramos cómo estábamos ahora, no se lo creerían. Ni en sus mejores sueños lo habrían esperado. Pero hay que elaborar una crítica del activismo. No se trata de si hemos avanzado más o menos, sino de si lo hemos hecho en la dirección adecuada”.

El continuo añadido de siglas al movimiento -a la l de lesbiana y la g de gay se han añadido la t de transexual, la b de bisexual, la i de intersexual, la q de queer (que no pretende encajar en ninguna de la anteriores) y hasta la h de heterosexual comprometido- le parece a Mora un símbolo de un proceso de categorización con el que no está de acuerdo. “Nos definimos por oposición. La lectura normativa de la naturaleza es falsa. El fascismo es la identidad, lo único, pero en la naturaleza solo hay diversidad”.

Para el escritor y activista, las primeras víctimas de estas clasificaciones son las personas transexuales, que tan mal encajan en algunas. “Su despatologización todavía está a debate. Y mientras hay estudios que les dan una esperanza de vida de 35 años. Imagina la cantidad de suicidios que tiene que haber”,. Quizá en lugar de ir creando categorías lo que debamos sea eliminarlas todas”.

FRASES AL RESPECTO

Los teóricos de la homosexualidad del Siglo XX se explayaron en descripciones y comentarios. Aquí hay algunas de sus afirmaciones.

Albert Chapotin. “Armaos de valor. Sobreponeos a vuestro legítimo desprecio”

Gregorio Marañón. “Tengo que decir desde ahora que los estados intersexuales no son estados de perversión, de anormalidad monstruosa o pecaminosa del instinto, tal como muchos pretenden interpretar”.

Gregorio Marañón. “Cada cual en este mundo, no ama lo que debe, sino lo que puede”.

Antonio Sabater Tomás. “Otros invertidos son sujetos celosos, sádicos, brutales, con manía persecutoria, que van armados, que amenazan de muerte y a veces matan, producto de su posición homosexual que no pueden dominar”.

Mauricio Carlavilla. “La manada de fieras sodomitas, por millares, se lanza a través de la espesura de las calles ciudadanas en busca de su presa juvenil”.

Antonio Vallejo Nájera. “Toda desviación del destino biológico transmuta también los caracteres psicológicos, y hace del varón un afeminado y de la hembra un marimacho”.

Mauricio Carlavilla. “¿Dónde soñará el sodomita y el eunicoide satisfacer mejor su hipertrófico impulso de dominio sino llegando a ser Dictador divinizado del Estado Comunista?”.

Hans Giese. “El homosexual se haya determinado al absurdo social”.

Antonio Sabater Tomás. “[Los castigados por la ley de peligrosidad social” demuestran no merecer libertad, por haber abusado de ella”.

Luis Vivas Marzal. “Hay homosexuales congénitos sobre los que se puede sentir compasión, pero su peligro fundamental radica en su afán de proselitismo. Además, es innegable su responsabilidad moral a pear de su tara congénita”. “La aplicación de medidas de seguridad está, pues, plenamente legitimada desde el punto de vista de defensa social”.  Ante los homosexuales, “rigor en ocasiones, caridad siempre, simpatía, nunca”.

La Terremoto: “Apadrine una rata, si no la tiene ya…”

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Hace ya un lustro que Paco León presentó en el Teatro Calderón The Hole, un cabaret canalla, ideado por él e Yllana, que gracias a su gran acogida tendría un segunda parte con toques de revista en el Teatro de La Latina. Ahora, el mismo escenario acoge su precuela y lo hace de la mano de la que se ha convertido en la gran anfitriona del espectáculo,Pepa Charro, más conocida como La Terremoto de Alcorcón. Vedette, mujer de altos vuelos e incluso chica Almodóvar en Los amantes pasajeros, ella conduce este espectáculo sexy y lleno de numeros circenses, que se ambienta en una alocada nochevieja de 1979.

Llevas varios años presentando The Hole, ¿qué es lo que más te sorprende de este espectáculo?

Que su público sea tan fiel, que juegue a vivir durante un rato en el loco mundo de la Terremoto sin prejuicios y me haya dejado demostrarle que debajo de la peluca había algo más que un Con Loli.

¿Hay alguna anécdota con la que te quedes?

Sin duda, el día que conocí al ser que interpretaría al bandido que me robaría el corazón… Mi ratita Cristóbal. Nunca pensé que trabajaría tan a gusto con una rata, y aunque me haya mordido o me haya hecho caquita y pipí encima… ¡Es adorable! Apadrinen una rata si no tienen una ya en el trabajo o en sus casas.

Los números de The Hole siempre son atrevidos. ¿Con qué vais a sorprender esta vez?

Los de esta edición son los más impresionantes de la historia de este agujero. Tenemos dos premios mundiales de circo y ¡la rueda de la muerte! Yo aún no puedo mirar a algunos de los acróbatas. El gesto de llevarse la mano a la boca es inevitable.

La segunda parte era más sexy que la primera. ¿Aquí también vais a seguir enseñando carne?

Hay mucho color, piensa que toda la precuela se desarrolla en Studio 54. Irse a los 80 era avanzar más en este terreno. ¡Los mejores cuerpos y las mejores voces!

Creo que has participado en el guión del montaje junto al director Felix Sabroso. Pero, realmente, siempre parece que estés improvisando…

Félix me ha creado un patrón perfecto, yo me encargo en directo de hacer los dobladillos, coser los ojales o deshacer los hilvanes…

¿Cómo se os ocurrió la idea de dar un salto atrás en el tiempo?

¿Por qué no? Todo va un poco hacia atrás estos últimos años…

¿Cómo se va a notar el toque retro en el espectáculo?

Por supuesto, hay un punto retro, pero también, dentro de ese universo tan del ¡Hola!, hemos hecho una interpretación bien contemporánea de la Transición. Y muy importante es la música. Juan Sánchez ha hecho una selección para nosotros de esos imprescindibles en nuestras vidas, música de los 70 y 80, de la que bailas ya tengas 20, 40 o 70 años.

¿Por qué crees que el espectáculo funciona tan bien?

Porque tiene la clave de éxito en las venas. Lo parieron Paco León e Yllana, en un momento dramático para la cultura (del que aún no hemos salido) e invitaron a la vida y al canallismo. Por aquí han pasado algunas de las almas más alborotadoras y gamberras del panorma cabaretero: Edu Casanova, Alex O’Dogherty, Ángel Ruiz, Edu Soto, Anabel Alonso, Canco Rodríguez o una menda… ¿Cómo no iba a funcionar, alma cándida?

Qué: The Hole Zero

Dónde: Teatro Calderón (Atocha, 18. Madrid)

Cuándo: hasta el miércoles 21

Un libro visibiliza la realidad de la transexualidad en la infancia

El escritor y antropólogo Juan Gavilán publica una obra en la que se acerca a estos niños para “dar a conocer el fenómeno en su verdadera dimensión”.

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Una imagen de archivo de niños en un colegio. EFE

TORREMOLINOS.- La desconocida realidad de la transexualidad en la infancia, niños y niñas que no se sienten identificados con su género, se hace visible en el libro Infancia y transexualidad, que el escritor y antropólogo Juan Gavilán publicará en octubre.

“Mi libro se basa en las conversaciones y narraciones de madres de niños transexuales sobre el fenómeno que se ha producido en sus familias”, explica Gavilán, quien piensa queera “necesario” acercarse al tema de la transexualidad en la infancia desde un punto de vista sociológico y cultural.

 El libro se incubó a finales del 2013, cuando salen a la luz pública en Málaga los problemas de varias familias de menores transexuales en colegios, como el caso de Gabriela, una niña que tuvo que dejar a los 7 años una escuela concertada que no reconocía su identidad femenina y no le permitía usar los baños ni vestir el uniforme correspondiente al género que siente.

A lo largo de 250 páginas, Gavilán desvela historias de niños transexuales españoles y extranjeros relatadas por sus madres durante conversaciones privadas, enviadas mediante correos electrónicos o publicadas en medios de comunicación.

El antropólogo destaca cómo ahora, a diferencia del pasado, las familias de niños transexuales están decidiendo apoyar y acompañar a sus hijos transexuales y creando asociaciones de familiares de niños que no se sienten identificados con su sexo, lo que considera un “cambio histórico” de “carácter revolucionario”.

Gavilán cree que el cambio de mentalidad de la sociedad, “más abierta respecto a la identidad sexual”, influyó en que algunas madres “dieran un golpe en la mesa y decidieran que no podían seguir tolerando la infelicidad de sus hijos”.

El libro hace una crítica al discurso biomédico que define la transexualidad como una “patología, disforia o incongruencia de género” y más bien la describe como una realidad “biológica, social y cultural” para “dar a conocer el fenómeno en su verdadera dimensión”.

Sobre el público al que se dirige el libro, Gavilán considera que su “ensayo filosófico y antropológico” puede ser de utilidad para médicos, profesores, psicólogos y familiares de niños transexuales.

Son muchos los psicólogos que trabajan en las Unidades de Identidad de Género de los hospitales “que no creen a la madres” y les piden que tengan paciencia y esperen, sostiene el escritor, quien alerta sobre los peligros que, a su juicio, conlleva reprimir la identidad sexual de los menores.

El antropólogo destaca la similitud de los procesos de desarrollo de la transexualidad infantil en las distintas familias donde menores a edades tempranas “se rebelan contra el proceso socializador y de aculturación y afirman soy un niño o soy una niña” según el género que sientan propio.

En “Infancia y transexualidad”, publicado por la editorial Catarata, se alude a un texto escrito por un niño transexual de 8 años que asegura rotundo que “nada” le “quita” de ser un niño, “digan lo que digan”, aunque “se metan conmigo y me pregunten lo que tengo entre las piernas” porque “da igual lo que tengas entre las piernas, eso no te quita ser un niño o una niña”.

“¿Cómo vamos a seguir pensando que es necesario evaluar y diagnosticar a estos niños?”, se pregunta Gavilán, quien subraya que “es la persona la que debe decidir sobre su identidad”.

Sobre el respeto en los colegios a los niños transexuales, Gavilán asegura que las distintas asociaciones de familiares de menores “están logrando que los acepten tal y como se sienten” y agrega que en las Facultades de Ciencias de la Educación se está empezando a formar a los futuros profesores para dotarles de herramientas suficientes en este sentido.

Aunque las comunidades autónomas tienen o están adoptando leyes para proteger los derechos de los niños transexuales -el Parlamento andaluz aprobó una Ley Integral en junio de 2014-, Gavilán aboga además por una norma de ámbito estatal y por la facilitación del proceso de cambio de nombre y género en la documentación de los menores.

El coordinador de la Asociación Trans Huellas de Málaga, Felipe de Lima, cuenta que en su experiencia en esta organización ha podido descubrir “la vulneración de ciertos derechos fundamentales por parte de la ciudadanía y también de las instituciones, así como la ausencia de una educación basada en la diversidad sexual”.

En este sentido, este activista y trabajador social piensa que es urgente “reconstruir una cultura que busca encasillarnos en las normas de género binarias y crear una educación basada en el respeto a las diversidades”.

Una mujer transexual, primera soldado británica en el frente de batalla

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La soldado Chloe Allen, en una entrevista al diario ‘The Sun’.

Una mujer transexual de 24 años se ha convertido en la primera soldado con un puesto de combate en primera línea en la infantería del Ejército británico, ha informado la cadena pública BBC.

En julio, el entonces primer ministro del Reino Unido, David Cameron, levantó el veto que ha impedido hasta ahora a las mujeres participar en misiones en el frente de batalla.

Chloe Allen, que se unió a la guardia escocesa en 2012, ha cambiado de forma oficial su nombre -anteriormente Ben- y ha iniciado una terapia hormonal.

Si bien el proceso oficial para reclutar a mujeres para puestos de infantería no comenzará hasta finales de este año, la Armada británica ha decidido mantener a Allen en su puesto de combate una vez registrada como mujer.

Estoy encantado de contar con nuestra primera mujer sirviendo en una unidad de combate sobre el terreno. La Armada británica está realmente probándose a sí misma como una organización inclusiva, donde todo el mundo es bienvenido y puede prosperar”, afirmó el general James Everard.

Allen, fusilera y conductora de camiones blindados, afirmó al tabloide ‘The Sun’que espera que su ejemplo sirva para “inspirar a la gente a salir y ser ellos mismos”.

“No es tan malo como la gente cree. Se hace mucho más fácil cuando tienes a tus compañeros y tus jefes de tu lado“, señaló la soldado.

Un año después de explicar su condición a sus familiares amigos, Allen comunicó a sus superiores en el Ejército que tenía intención de convertirse en mujer.

“No fue nada fuera de lo ordinario. Fue como hablarle a mi jefe de una cuestión de trabajo. Es una persona muy abierta”, relató la soldado.

El primer árbitro abiertamente gay está bajo protección policial por nuevas amenazas de muerte

“Tengo mucho, mucho miedo”, confiesa Jesús Tomillero

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Jesús Tomillero, en el estadio de la Real Balompédica Linense, en La Línea. MARCOS MORENO

Desde el pasado domingo, 11 de septiembre, Jesús Tomillero Benavente sale a la calle acompañado de dos policías, que también hacen guardia a la puerta de su casa, en La Línea de la Concepción (Cádiz). El árbitro de 21 años,único colegiado de fútbol español que ha reconocido públicamente su homosexualidad y que se había retirado en mayo por los insultos homófobos que recibía, ha sufrido nuevas agresiones y amenazas de muerte desde que volvió a pisar el campo, el pasado sábado.

El partido entre el Atlético Zabal y Lassalle de la segunda división infantil andaluza se interrumpió en el minuto 48, cuando un espectador le gritó a Tomillero: “¡Retírate que hay que ser maricón! ¡Vete a Gran Hermano, chula!”. “Me duele especialmente que haya sido por parte de un compañero árbitro de Puerto Real”, cuenta el joven. Tras escuchar la frase, Tomillero paró el partido y pidió que el delegado retirara al hombre del estadio. Pero el individuo luego volvió y siguió con los insultos: “¡Eres un maricón de mierda!”

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Después del partido, el árbitro denunció la agresión a la Federación Andaluza de Fútbol y a la Policía Nacional. Y entonces empezaron las amenazas. “Eres un hijo de puta, has jodido al club. Espero que mueras de SIDA, maricón”, le han escrito en Twitter. En su cuenta en Instagram, le han enviado imágenes de un hombre tiroteado en la cabeza, con el mensaje: “El patrón está muy enojado, no le gustan maricones en sus campos, te aconseja que te retires o mueras”.

Desde que asumió su homosexualidad, en marzo, las agresiones homófobas han sido una constante en la vida de Tomillero. “Una vez me tiraron huevos por la calle”, cuenta. Pero él afirma que no habían sido tan graves como ahora. “Tengo mucho, mucho miedo”, confiesa, aunque seguirá luchando por sus derechos. Esta semana se ha reunido con representantes del Parlamento Europeo para impulsar la creación de medidas de protección a las personas LGTB en el deporte. “Este fue mi último partido por un tiempo, pero seguiré defendiendo nuestro derecho a estar dónde queramos, incluso en el deporte”, afirma el árbitro.

¿De qué sexo es tu cerebro?

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na de las pantallas de la instalación interactiva.

“¿De qué sexo es tu cerebro?” Decenas de niños -y no tan niños- responden todos los días a la comprometedora pregunta que lanza a los visitantes el Museo de Ciencia de Londres. La instalación interactiva, con un cerebro pintado la mitad de azul y la mitad de rosa, ha sido denunciada por varios neurocientíficos como “ciencia basura” y como “claramente discriminatoria”.

“Lo menos que se puede decir de esa exposición es que está muy desfasada”, declaró a The Guardian la profesora Sarah-Jayne Blakemor, experta en el estudio del cerebro de los adolescentes y ex asesora del propio Museo de Ciencia.

“La sugerencia de que los cerebros de un hombre y una mujer son fundamentalmente diferentes está basada en los viejos estereotipos de género“, recalca la neurocientífica. “Creo que el mensaje de esa instalación es muy equívoco y no se basa en la evidencia científica”.

Cerebros mosaico

La neurocientífica se remite al reciente estudio de la Universidad de Tel Aviv, que examinó 1.400 imágenes de cerebros de hombres y mujeres y concluyó que, pese a las diferencias anatómicas en determinadas áreas en función del sexo, no es correcto hablar de un cerebro “masculino” y otro “femenino”.

“La mayoría de los humanos tienen cerebros compuestos por mosaicos de características que los hacen únicos”, aseguró la investigadora israelí Daphna Joel, directora del estudio. “Algunas trazas son más comunes entre las mujeres en comparación con los hombres, y otras son más apreciables en los hombres, pero todas ellas son comunes y se dan en unos y otros en mayor o menor medida”.

La feminsita Caroline Criado-Pérez se ha unido a la polémica desatada por la exposición del Museo de Ciencia de Londres y ha recordado cómo las teorías sobre los cerebros “diferenciados” fueron usadas desde finales del siglo XIX para justificar la “inferioridad” de las mujeres en determinadas tareas y la diferencia de remuneración entre los dos sexos que aún persiste.

“La ciencia sobre las diferencias entre los dos sexos es muy compleja y polémica”, sentencia Criado-Pérez. “Lo que está claro es que no se puede reducir a pintar los cerebros de rosa o de azul”.