La salida de armario soberanista del sacerdote gay

El prelado polaco Charamsa, que mantiene una relación con un catalán, Eduard, aseguró que la Iglesia defiende la independencia catalana

Krzysztof Charamsa abraza a su novio Eduardo en la rueda de prensa que han dado hoy en Roma

Toda noticia tiene siempre una doble lectura, una arista a veces escondida bajo el gran titular. Es lo que ha sucedido en el caso de la “salida del armario” de Krzysztof Charamsa, el sacerdote polaco de 43 años, funcionario en la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ayer sábado hizo pública su homosexualidad y presentó a su compañero sentimental en una concurridísima conferencia de prensa en Roma.

La noticia dio la vuelta al mundo, lanzando a la fama a un prelado -y a su pareja, Eduard, de origen catalán-, que curiosamente, hace pocos días también tuvo en Cataluña su particular “salida del armario”, aunque en esta ocasión de tipo soberanista. Faltaban pocos días para la inicio de la campaña de las elecciones autonómicas cuando Catalunya Ràdio entrevistaba a Charamsa, que vinculó la fe cristiana y la Doctrina Social de la Iglesia con el derecho de autodeterminación. “Nosotros tenemos una claridad ejemplar; los derechos de autodeterminación de una nación forman parte de los derechos del hombre. Y una de las partes importantes de los derechos de las personas es el derecho a la independencia”, aseguraba el prelado.

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

La satisfacción entre la parroquia soberanista fue enorme, casi casi como si el Vaticano hubiese reconocido el nuevo estado catalán. Menos gracia hicieron sus afirmaciones en el seno de la Iglesia en España, hasta el punto de que el cardenal Cañizares, arzobispo de Valencia, se mostró “enormemente sorprendido” por las “graves y muy lamentables” declaraciones de Charamsa, al que exigió una rectificación.

Ahora, apagada ya en parte la llama soberanista tras el resultado de los comicios del pasado domingo, Charamsa vuelve a acaparar titulares. Ayer en Roma, ante decenas de periodistas, tuvo palabras de reconocimiento para “el hombre del que está enamorado”, Eduard, del que, por ahora, poco se conoce. Sí que es de origen catalán, se desconoce si soberanista, aunque esta bien podría ser una explicación para entender la “salida del armario indepe” del prelado polaco hace pocas semasnas. La historia promete tener recorrido.

Un prelado gay

Un obispo polaco, Krzysztof Charamsa, salió del armario en entrevista del ‘Corriere della Sera’, seguida por una multitudinaria rueda de prensa en la que presentó a su novio, que resultó llamarse Eduard y ser catalán. Los catalanes no son muy famosos como independentistas en el mundo, pero empiezan a gozar de un justo prestigio como novios. Ahí está el joven Rigau que enamoró a Gina Lollobrigida. Qué gran asunto para ese programa de TV3 que llaman ‘Pòlonia’. Charamsa no era un obispo cualquiera; era oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, antes Santo Oficio y mucho antes Santa Inquisición, para que se vea si cambian los tiempos.

Al Vaticano no le ha gustado tal alarde de sinceridad, especialmente en la víspera del Sínodo sobre la Familia. El portavoz vaticano, Federico Lombardi, anunció que el prelado no podría seguir desempeñando sus tareas en la Congregación.

El Papa había mostrado señales de apertura a su vuelta de Brasil: “Si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”, pero tal vez el prelado Charamsa se lo tomó en sentido excesivamente literal, gracias al prestigio que Francisco ha sabido granjearse entre la izquierda, con una posición entre el populismo y la socialdemocracia. A mí, si me permiten la confianza, me gustaba más su antecesor, pero para gustos están los colores. Mi muy queridoRaúl del Pozo, que escribía una columna en ‘Mundo Obrero’ a finales de los 70, saludó la elección de Juan Pablo II, con una frase que se me quedó grabada: “Si no temiéramos ofender diríamos que es un Papa eurocomunista”.

Tengo para mí que el quid de la cuestión no está del todo en la homosexualidad del prelado ni en el género o el gentilicio de su novio. El hecho de que hubiera presentado a su novia no habría cambiado la sustancia del conflicto.

El corazón tiene razones que la razón no entiende. La tertuliana Lucía Caram, que es una monja montonera, confesó el pasado mes de mayo: “Estoy enamorada del presidente Mas“. Sobre los amores uno puede entenderlo casi todo: que la fogosaAna Karenina, esposa de Alexei Karenin, que era un alto funcionario del Gobierno, le ganaba bien y la trataba como a una reina, se enamorase del apuesto príncipeVronsky, tenía un pasar. Pero mira que ser esposa de Cristo y enamorarse de Artur Mas… Tiene que haberse vuelto loca.

Luego está la praxis. ¿En qué se diferencia un sacerdote heterosexual de otro gay si ninguno de los dos practica? La fe sin obras es una fe muerta, dice la Biblia (Santiago 2, 20). Así las cosas, creo que la Iglesia haría bien en replantearse su pertinaz negativa a acabar con el celibato sacerdotal. Tal vez pudiera empezar a sopesar la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Hoy por hoy no hay colectivo humano tan favorable a revitalizar el sacramento del matrimonio con su compromiso personal como la comunidad gay. El matrimonio es una garantía de castidad para los contrayentes. Si queréis unos sacerdotes libres de concupiscencia, ofrecedles matrimonio. El difunto Jaume Perich lo dejó sentado hace muchos años: “La aberración más extendida entre los matrimonios españoles es el coito anual”.

El Papa: ‘El sueño de Dios es la felicidad en el amor entre hombre y mujer’

Sínodo sobre la Familia

El Papa Francisco inaugura la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia

El Papa Francisco inaugura la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia GIUSEPPE LAMIEFE

Con una solemne misa, el Papa Francisco ha abierto oficialmente el XIV Sínodo Ordinario de la Familia que, durante las próximas tres semanas, reunirá en el Vaticano a representes de las conferencias episcopales de todo el mundo -cardenales y obispos-, expertos y 45 padres sinodales nombrados específicamente por el Pontífice para debatir acerca del estado de salud de la familia en la sociedad contemporánea. Y lo ha hecho haciendo un llamamiento a favor de la familia tradicional, del matrimonio y del “amor entre hombre y mujer“.

“Este es el sueño de Dios para su criatura predilecta: verla realizada en la unión de amor entre hombre y mujer; feliz en el camino común, fecunda en la donación recíproca”, ha dicho el Pontífice durante la homilía. “Para Dios, el matrimonio no es una utopía de adolescente, sino un sueño sin el cual su criatura estará destinada a la soledad”. “El objetivo de la vida conyugal”, ha continuado el Papa, “no es solamente vivir juntos para siempre, sino amarse para siempre“.

Quien esperaba que el Papa abriría el Sínodo con un mensaje aperturista o haría algún guiño a la salida del armario del prelado polaco Krysztof Charamsa, se equivocaba. El Pontífice argentino ha optado por pronunciar un mensaje tradicional en el que ha insistido en la “indisolubilidad del matrimonio” y la “defensa del amor fiel”.

Un mensaje que seguramente habrá recibido el beneplácito del ala más conservadora del Vaticano, muy crítica con algunas de las últimas reformas y gestos del Papa Francisco, como su posición a favor de la comunión de losdivorciados vueltos a casar, uno de los temas que también serán objeto de debate de esta asamblea sinodal.

Durante la homilía, Francisco también ha reflexionado sobre el “drama de la soledad” que “aflige a muchos hombres y mujeres”. “Pienso en los ancianos abandonados incluso por sus seres queridos”, dijo el Papa. “En los emigrantes y refugiados que huyen de la guerra y la persecución; y en tantos jóvenes víctimas de la cultura del consumo, del usar y tirar, y de la cultura del descarte”, denunció el Pontífice.

Y todo ese “egoísmo, melancolía, violencia destructiva y esclavitud del placer y del dios dinero” se refleja en la familia.

“El amor duradero, fiel recto, estable, fértil es cada vez más objeto de burla y está considerado como algo anticuado”, cuando son precisamente las sociedades más avanzadas donde se da “el porcentaje más bajo de tasa de natalidad y el mayor promedio de abortos, de divorcios y de suicidios”. En las sociedades ricas, muchos jóvenes no se atreven a asumir compromisos verdaderos, aseguró el Papa, porque “el miedo al matrimonio paraliza el corazón humano”.

En Instrumentum laboris, el documento preparatorio de este Sínodo y que incluía las conclusiones de la Relatio Synodide, el documento final de la precedente asamblea sobre la familia que se desarrolló en octubre del año pasado, el Papa indicaba en referencia a los homosexuales que “toda persona, independientemente de la propia orientación sexual, debe ser respetada en su dignidad y acogida con sensibilidad y delicadeza“.

Pero insistía asimismo en que el matrimonio es sólo el que se produce entre un hombre y una mujer. Además reflexionaba sobre el aborto, la nulidad matrimonial o la comunión de los divorciados que se han vuelto a casar. Estos dos últimos temas han sido resueltos por el Pontífice tras señalar que los divorciados “no están excomulgados” y reformar el proceso de anulación del matrimonio eclesiástico a través de un motu proprio, que en la práctica simplifica y garantiza su gratuidad.

Por eso, la discusión sobre los homosexuales se antoja uno de los argumentos de debate fundamentales de este Sínodo. Pero, si ya había expectación en los últimos días por los resultados de esta asamblea ordinaria, la declaración pública de monseñor Kryzstof Charamsa, prelado polaco y oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ha reconocido ser homosexual y tener una pareja, ha terminado por enrarecer aún más el ambiente al otro lado del Tíber. Las conclusiones a las que se llegue en este Sínodo Ordinario de la Familia -que deberán ser aprobadas por al menos dos tercios de los padres sinodales– podrán servir al Papa para impulsar nuevas reformas dentro de Iglesia.

¿Quién es el prelado que ha hecho temblar el Vaticano?

Fiel defensor de la homosexualidad

En la imagen, Krysztof Charamsa junto a su pareja, tras una rueda de prensa en la que ha revelado su homosexualidad

En la imagen, Krysztof Charamsa junto a su pareja, tras una rueda de prensa en la que ha revelado su homosexualidad. TIZIANA FABIAFP

Krysztof Charamsa, el prelado polaco de 43 años que ha desafiado al Vaticanosaliendo del armario y presentando a su novio, se define como “un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso” de su propia identidad. Pero Charamsa, que hasta su declaración pública era oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, profesor de Teología en varias universidades gregorianas y secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional, es también un firme defensor de la independencia de Cataluña y activista en favor de los derechos de los homosexuales desde hace años.

Poeta, filósofo y teólogo de formación, estudió en la Universidad de Pelpin (Polonia) y en la Facultad de Teología de Lugano (Suiza) antes de ordenarse sacerdote en 1997. Cinco años más tarde obtuvo el doctorado en la Pontificia Universidad Gregoriana en el Vaticano. El sacerdote polaco conoce bien España.Desde hace años comparte su vida con Eduard, un hombre de orígen catalán que le acompañó durante la rueda de prensa que ofreció en un restaurante de Roma tras la publicación de su entrevista en Il Corriere della Sera. Un compañero de vida del que no se separó ni un instante y con el que intercambió miradas cómplices ante los periodistas.

El orígen catalán de su compañero sentimental le ha hecho conocer en profundidad la actualidad española. Y como acaba de demostrar, Charamsa no es un hombre que tema decir lo que piensa en todo momento. Por eso, pocas semanas antes de las elecciones en Cataluña, el sacerdote polaco hizo público su apoyo a la independencia catalana basando su argumento en la defensa de la autodeterminación de los pueblos que, según él, está incluida en la doctrina de la fe cristiana. “Los derechos de autoderminación de una nación forman parte de los derechos del hombre. Y una de las partes importantes de los derechos de las personas es el derecho a la independencia”, afirmó Charamsa durante una entrevista concedida a ‘El matí’ de Catalunya Radio.

Las declaraciones del sacerdote polaco fueron inmediatamente desaprobadas por la Conferencia Episcopal Española. El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, calificó de “inadmisibles” las palabras de Charamsa y pidió que no se metiera a la Santa Sede en el debate independentista catalán. “No hay que confundir el derecho de autodeterminación con el derecho de secesión que no es realmente admitido por la doctrina social de la Iglesia”, dijo Cañizares.

Comprometido con los derechos de los homosexuales

A pesar de que no ha sido hasta ahora que ha reconocido públicamente su homosexualidad, monseñor Charamsa es desde hace años un firme defensor de los derechos de gays, lesbianas y transexuales, así como de la inclusión de los homosexuales en la vida de la Iglesia. Muy activo en las redes sociales, es usuario de Twitter y desde hace un par de meses escribe un blog en el que vierte sus opiniones personales acerca de la actualidad.

Recientemente publicó un decálogo en la revista polaca ‘Wyborczej’ titulado ‘Un nuevo manifiesto de liberación’, en el que, entre otras cosas, exigía que la Iglesia pidiera perdón por “el abandono, el silencio, la persecución y los crímenes contra los homosexuales“, revisara “los textos bíblicos sobre la homosexualidad” y aboliera la prohibición que aprobó Benedicto XVI en 2005 que impide la ordenación de sacerdotes gays. También reclamaba una revisión del catecismo y la cancelación de los documentos de la Iglesia que “estigmatizan” a las personas homosexuales, “en particular los de la Congregación para la Doctrina de la Fe, heredera de la Santa Inquisición”.

Hasta el pasado sábado Charamsa era precisamente oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio vaticano que se ocupa de promover la fe y la moral en el mundo católico, y del que fue máximo responsable Benedicto XVI durante 24 años. Y tras ser relevado de su cargo por el Vaticano, denunció que este ministerio vaticano, llamado hasta 1956 el Tribunal del Santo Oficio, “es el corazón de la homofobia de la Iglesia católica, una homofobia exasperada y paranoica”.

Su defensa a ultranza de los derechos de los homosexuales le ha hecho procurarse no pocos enemigos en su país. El pasado miércoles monseñor Charamsa escribió un artículo en el semanario católico polaco ‘Tygodnik Powszechny’ en el que criticaba duramente al sacerdote polaco Dariusz Oko, docente de la Universidad Juan Pablo II de Cracovia y muy conocido en Polonia por sus declaraciones contra los gays. Tras la publicación del artículo, titulado ‘Teología y violencia’, el ex oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fecomenzó a recibir e-mails y cartas con amenazas. Según el diario polaco ‘Gazeta Wyborcza’, uno de los más importantes del país, este episodio ha sido clave para que monseñor Krysztof Charamsa decidiera declarar públicamente su homosexualidad.

¿Se puede ser gay y sacerdote católico?

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

Charamsa y su pareja, Eduard, en rueda de prensa. TIZIANA FABIAFP

La homosexualidad descoloca a la Iglesia católica, que se debate entre la “igual dignidad de cualquier persona ante los ojos de Dios” y el tabú del sexo no heterosexual. Porque el homosexual rompe sus esquemas. “Varón y mujer los creó”, dice el Génesis. ¿Se puede ser gay y católico? ¿El homosexual nace o se hace? ¿El homosexual es un enfermo, un desviado, un vicioso o un hijo de Dios?

Hasta la llegada de Francisco al solio pontificio, la homosexualidad era un línea roja en la Iglesia católica, uno de los llamados “principios doctrinales innegociables”. Es decir, la homosexualidad se consideraba un vicio y un pecado contra natura. Por lo tanto, había que acoger al pecador, pero sin bendecir su pecado. Es decir, acogida teórica, sí, pero en la práctica los gays no sólo no pueden casarse por la Iglesia, sino que ni siquiera pueden ser curas, según una decisión canónica tomada por la Congregación para la Doctrina de la Fe en el año2008.

Hasta entonces, los homosexuales podían ordenarse sacerdotes, siempre que se mantuviesen castos y no rompiesen el celibato, que obliga tanto a heteros como a homos. Y, de hecho, las filas clericales están repletas de curas, frailes, monjas, obispos y cardenales con tendencias homosexuales. Se habla, incluso, desde hace años, de la existencia de un poderoso lobby gay en el Vaticano.

El caso del polaco Charamsa y su explosiva salida del armario, el día antes de la inauguración de la segunda parte del Sínodo sobre la familia ejemplifica a las claras esta situación. Hay homosexuales en la Curia, que mantienen su condición en secreto y la viven en las sombras. Hasta que no aguantan más y explotan. Y algunos, como el teólogo polaco, reúnen las fuerzas suficientes no sólo para salir del armario, sino para dejar en evidencia la “homofobia paranoica” de la sala de máquinas vaticana, donde los homosexuales reprimidos ocupan puestos de relieve.

Charamsa no era un funcionario de tercera de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Joven, preparado e inteligente, llegó al dicasterio que vigila la doctrina católica en 2003, en la época en la que estaba regido por el entonces cardenal Ratzinger. Y llegó a tener un puesto importante en ella, además, de ser elegido, secretario de la comisión teológica internacional y profesor en la Universidad Gregoriana y en la Pontificia Regina Apostolorum de Roma.

Tras su outing, la maquinaria del Vaticano se puso en marcha y el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, anunció inmediatamente que no podrá seguir en sus cargos, le acusó de “irresponsable” y denunció que las declaraciones de Charamsa buscan “someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

Charamsa no lo niega. Al contrario, admite que su revelación pública busca sacudir las estructuras eclesiales. “Quiero con mi historia sacudir un poco la conciencia de la Iglesia“, reconoció. Y añadió: “Me gustaría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que necesita de la familia. Todas las personas, incluso los gays, lesbianas o transexuales, llevan en su corazón el deseo de amar y de la familiaridad”.

El bombazo de Charamsa sacude desde dentro las entrañas de la Iglesia, pone a la institución ante un espejo, pero, al mismo tiempo, da armas a su Internacional rigorista y provoca su reacción defensiva a ultranza. Una dinámica que puede obligar al Papa a afrontar las tendencias centrífugas de los dos extremos eclesiásticos. Y no mover ficha ni en éste ni en otros temas, hasta que se imponga el consenso eclesiástico. Posiblemente, en un próximo pontificado.

El Vaticano destituye a un prelado por hacer pública su homosexualidad

Krzystof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, será expulsado de la Santa Sede tras presentar a su novio e instar a la Iglesia Católica a cambiar su postura respecto a los gays.

Monseñor Krzysztof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, y su novio Eduardo, a la conclusión de la rueda de prensa que ofrecieron en Roma

Monseñor Krzysztof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, y su novio Eduardo, a la conclusión de la rueda de prensa que ofrecieron en Roma. / LUCIANO DEL CASTILO (EFE / EPA)

CIUDAD DEL VATICANO.—El Vaticano destituyó este sábado de su cargo en la Santa Sede a un sacerdote que ha hecho públicos que es gay y que ha instado a la Iglesia Católica a cambiar su postura respecto a la homosexualidad.

Monseñor Krzystof Charamsa fue destituido de su cargo en la Congregación de la Doctrina de Fe, el brazo doctrinal del Vaticano en el que había trabajado desde el 2003, de acuerdo a la información difundida en un comunicado.

Charamsa, polaco de 43 años, anunció que era gay y que tenía un compañero sentimental en una larga entrevista con el periódico italiano Corriere della Sera, publicad este sábado.

Poco después dio una conferencia de prensa con su compañero, un español, y junto a otras activistas de los derechos de los homosexuales en un restaurante de Roma. Ambos tenían planeada una manifestación frente al Vaticano, pero cambiaron de opinión varias horas antes.

El Vaticano dijo que la salida de Charamsa no tenía nada que ver con sus comentarios sobre su situación personal, sobre los que señaló que merecían respeto.

Pero, la Santa Sede dijo también que dar la entrevista y planear la manifestación eran situaciones graves e irresponsables considerando que era la víspera de un sínodo de obispos que discutirán asuntos relacionados con la familia, incluyendo temas relativos a los homosexuales.

Añadió que las acciones del sacerdote pondrían al sínodo, que será inaugurado el domingo por el Papa Francisco, bajo una presión exagerada por parte de los medios.

El tema de la homosexualidad y la Iglesia Católica ha dominado los momentos posteriores a la visita del Papa a Estados Unidos la semana pasada.

En su entrevista del sábado, Charamsa dijo que su compañero lo había ayudado a asumir su sexualidad y que estaba consciente de que tendría que renunciar al sacerdocio, aunque el comunicado del Vaticano no hizo referencia a eso.

“Es tiempo de que la Iglesia abra sus ojos ante los católicos gay y entienda que las soluciones que les propone —abstinencia de una vida de amor— son inhumanas”, dijo citado en la entrevista.

La Iglesia Católica enseña que la homosexualidad no es un pecado, pero sí lo son los actos homosexuales.

Un prelado del Vaticano reconoce ser gay y presenta a su novio

El polaco Krzysztof Charamsa es teólogo de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La Santa Sede ha anunciado su expulsión inmediata

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

Krzysztof Charamsa, junto a su pareja. / Tiziana Fabi (Afp)

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente, ha revelado el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

En una entrevista publicada hoy en el diario ‘Il Corriere della Sera’, el de mayor tirada nacional, el prelado asegura que es gay, que tiene un compañero sentimental y que se siente orgulloso de ello.

Las declaraciones de Charamsa son “muy graves y no responsables” al producirse a un día de que arranque el Sínodo Ordinario para la Familia, ha indicado Lombardi en un comunicado. “Cabe señalar que -a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos- la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave y no responsable”, ha dicho Lombardi.

Krzysztof Charamsa abraza a su novio Eduardo en la rueda de prensa que han dado hoy en Roma

En este sentido, el portavoz ha señalado que estas declaraciones apuntan que se va “a someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

En cuanto a su futuro en el organismo de la Curia, en el que se encuentra integrado desde el 2003, Lombardi señaló que “ciertamente no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias”, en las que impartía cátedra. Otros aspectos de su situación, según Lombardi, “competen a su ordinario diocesano”.

“Feliz y orgulloso de mi identidad”

Charamsa aseguró hoy en las páginas de ‘Il Corriere della Sera’ que no le importan las consecuencias de su revelación. “Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”, defendió.

La entrevista se produce a tan solo un día del comienzo el Sínodo Ordinario de Obispos para la Familia, que se celebrará hasta el próximo 25 de octubre y en el que prelados de todo el mundo debatirán sobre temas como el trato a los divorciados o a los homosexuales.

El Papa abre el Sínodo sobre la Familia marcado por la confesión de un cura homosexual

Francisco da inicio este domingo a la segunda conferencia de la temática que se llevará a cabo en el Vaticano hasta el 25 de octubre

La basílica de San Pedro acoge la misa solemne que abre la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia, convocada por el Papa para abordar esta temática en el contexto del mundo contemporáneo.

La ceremonia de apertura del Sínodo comenzó a las 10.00 locales (8.00 GMT), cuando el papa Francisco accedió al templo.

Minutos antes de la llegada el Pontífice, los padres sinodales desfilaron por la nave central de la basílica y se colocaron alrededor del altar papal, desde el que Jorge Mario Bergoglio oficiará la ceremonia.

Un prelado del Vaticano declara su homosexualidad y presenta a su novio

El polaco Krzysztof Charamsa, de 43 años, es un teólogo de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La Santa Sede anuncia su expulsión inmediata

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma. / TIZIANA FABI (AFP)

Ni en sus peores pesadillas la jerarquía de la Iglesia podía imaginar un titular así: un prelado del Vaticano declara su homosexualidad y presenta a su novio en la víspera de la inauguración del Sínodo de los Obispos sobre la Familia. Se trata del polaco Krzysztof Charamsa, de 43 años, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe –el antiguo Santo Oficio–, secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional del Vaticano y profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde vive desde hace 17 años.

La declaración rotunda de monseñor Charamsa enfrenta al papa Francisco en particular y a la Iglesia católica en general a una realidad que siguen empeñándose en no ver. “Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy”, asegura el prelado, “un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de la propia identidad. Estoy dispuesto a pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos frente a los gais creyentes y entienda que la solución que propone para ellos, la abstinencia total de la vida de amor, es deshumana”.

Unas consecuencias que, como se temía, el prelado polaco ya ha empezado a pagar con una celeridad jamás vista en los aledaños de la plaza de San Pedro. Nada más tener conocimiento del asunto, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, anunció que monseñor Krzysztof Charamsa “no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe ni en las universidades pontificias” y criticó el momento elegido por el prelado para declarar su homosexualidad: “Cabe señalar que, a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos, la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura del Sínodo resulta muy grave y no responsable, ya que apunta a someter a la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

Lejos de amilanarse, monseñor Charamsa respondió a la expulsión anunciada por Lombardi presentando en sociedad a su novio, Eduard, de origen catalán, animando a seguir su ejemplo a “tantísimos sacerdotes homosexuales que no tienen la fuerza de salir del armario” y acusando de homofobia al Vaticano: “Pido perdón por todos los años durante los que he sufrido en silencio ante la paranoia, la homofobia, el odio y el rechazo a los homosexuales que he vivido en el seno de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el corazón de la homofobia en la Iglesia. No podemos seguir odiando a las minorías sexuales, porque así odiamos a una parte de la humanidad”.

Krzysztof Charamsa, quien asegura que escribirá una carta al Papa contándole para explicarle su decisión, admite que –como sospechaba Lombardi— la fecha del anuncio no es casual. Haciendo pública su declaración un día antes de que 270 padres sinodales –obispos, cardenales, religiosos y expertos— se sienten a reflexionar sobre los nuevos modelos de familia, el prelado polaco quería, efectivamente, sacudir el debate: “Querría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que tiene necesidad de la familia. Cada persona, también los gais, las lesbianas o los transexuales, lleva en el corazón un deseo de amor y familiaridad. Cada persona tiene derecho al amor y ese amor debe ser protegido por la sociedad, por las leyes. Pero sobre todo debe ser cuidado por la Iglesia”.

Sacerdote desde 2003, Krzysztof Charamsa asegura que siempre supo que era homosexual, pero que al principio no quería aceptarlo porque “iba en contradicción con el principio de la Iglesia de que la homosexualidad no existe y tiene que ser destruida”. El prelado dice que pasó de la negación de admitirlo a la felicidad de ser gay “gracias al estudio, la oración, el diálogo con Dios y la confrontación con la teología, la filosofía y la ciencia”. Concluye el prelado que, aunque el catecismo considera la homosexualidad como una tendencia “intrínsicamente desordenada”, él –que al menos hasta ahora ha sido profesor de teología en la más prestigiosa universidad pontificia—no ha encontrado en la Biblia ni una página que hable de homosexualidad.

El Vaticano expulsará de la Congregación a un sacerdote que ha declarado ser gay y tener pareja

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente, ha dicho este sábado el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

En una entrevista publicada en el diario “ Il Corriere della Sera“, el de mayor tirada nacional, el prelado asegura que es gay, que tiene un compañero sentimental y que se siente orgulloso de ello. Con esta confesión dice querer que su comunidad le conozca y reivindicar que la “abstinencia total” es “inhumana”.

“Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”, defiende en la entrevista.

Las declaraciones de Charamsa son “muy graves y no responsables” al producirse a un día de que arranque el Sínodo Ordinario para la Familia, ha dicho Lombardi en un comunicado. “Cabe señalar que -a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos- la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave y no responsable”, añade.

En este sentido, el portavoz señala que estas declaraciones apuntan que se va “a someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

En cuanto a su futuro en el organismo de la Curia, en el que se encuentra integrado desde el 2003, Lombardi señala que “ciertamente no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias”, en las que impartía cátedra. Otros aspectos de su situación, según Lombardi, “competen a su ordinario diocesano”.

La entrevista al prelado se produce a tan solo un día del comienzo el Sínodo Ordinario de Obispos para la Familia, que se celebrará hasta el próximo 25 de octubre y en el que prelados de todo el mundo debatirán sobre temas como el trato a los divorciados o a los homosexuales.