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A pesar del avance, cinco millones de afectados siguen sin fármacos
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El acto sexual es el principal vector por el cual se transmite el virus
MADRID.- Las matemáticas no engañan. Si en un año (entre 2007 y 2008) el número de individuos con VIH que tienen acceso a la terapia antirretroviral aumentó en un millón pero el número de nuevos infectados crece a un ritmo de casi 2,7 millones anuales, la cuenta sale negativa. Negativa para los afectados, para los países más desfavorecidos, para quienes trabajan por lograr frenar la epidemia de sida y, sobre todo, negativa para la salud mundial.
El último informe de ONUSIDA, realizado en colaboración con UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS), alaba los avances realizados a lo largo de 2008 en la lucha contra la enfermedad pero reconoce que aún quedan muchos retos pendientes.
El primero de ellos, reducir la transmisión de un virus que en la actualidad afecta a 33 millones de personas. Algo que se antoja especialmente difícil si se tiene en cuenta que más del 60% de los infectados desconoce que lo está. Una situación que les lleva a no tomar las medidas de precaución que debieran y, por tanto, a pasar el VIH a otros sin saberlo, según recoge el documento, que ha recopilado datos de 158 países.
El segundo, aumentar el acceso al tratamiento. La cobertura universal fijada para 2010 parece inalcanzable pero el objetivo es acercarse lo máximo posible a esta meta. Se estima que a finales del pasado año, cuatro millones de personas estaban recibiendo la terapia, un incremento importante (en 2007 eran tres millones) pero que aún deja sin fármacos a más de cinco millones de los casi 9,5 que se calcula que necesitan tratamiento con urgencia.
El mayor progreso se ha realizado en los países del África subsahariana, la zona más afectada por la epidemia de sida. El 44% de los seropositivos de esos lugares toma la medicación, un porcentaje superior al del resto del continente y a la cobertura lograda en el Sur y el Este de Asia (37%) y en Europa y Asia Central (23%).
“Este informe muestra un gran progreso en la respuesta global al VIH, pero aún necesitamos hacer mucho más” ha declarado la directora general de la OMS, Margaret Chan. “Los servicios de prevención están fallando, porque no llegan a todos”, añade.
Falta personal sanitario
El tercer reto es fortalecer los sistemas de salud de las zonas más desfavorecidas y mejorar el acceso a las pruebas. Aunque durante los últimos 12 meses los sitios que realizan los test de VIH han aumentado un 35% en los países de medianos y bajos ingresos, la cifra es insuficiente. Además, según las estimaciones de la OMS harían falta alrededor de cuatro millones más de trabajadores sanitarios preparados y entrenados para atender las necesidades de los pacientes seropositivos.
Aún así, ONUSIDA destaca el hecho de que en 39 países, incluyendo 19 de África subsahariana, se ha duplicado el número de pruebas realizadas en tan sólo un año. Y señala que son las mujeres, más que los hombres, las que más se preocupan por realizarse el test. Por el contrario, la atención a las embarazadas y los niños sigue siendo un aspecto que debe mejorar. Sólo el 45% de las seropositivas en estado recibe fármacos para evitar la transmisión al bebé y, la mayoría de ellas, viven en los países ricos.
En relación con el precio de los fármacos antirretrovirales, el informe muestra que la mayoría de las medicinas de primera línea han rebajado su precio entre un 10% y un 40% en los últimos años. Sin embargo, los de segunda línea, necesarios cuando se desarrollan resistencias, siguen siendo caros.
La ‘condena’ del sexo
Globalmente, la vía más rápida y más común utilizada por el VIH para propagarse y traspasar fronteras es la sexual, seguida por la inyección de drogas intravenosas. “Centrarse en las poblaciones con un alto riesgo de infección, como las trabajadoras del sexo y los hombres que mantienen relaciones con otros debe ser la prioridad de todos los programas de prevención”, recoge ONUSIDA.
Respecto al uso del preservativo, los últimos datos indican que alrededor del 60% de los hombres que hacen el sexo con otros varones utilizó un condón en su última relación anal, aunque la cifra varía según el país. Los más concienciados con los profilácticos son los varones de América Latina. En cuanto a las prostitutas, la media de uso del condón alcanza el 86%.
El documento también incide en la necesidad de luchar contra el estigma y el tabú que rodea a las relaciones homosexuales en muchas partes del mundo y que condenan a quienes las practican a guardar silencio.