En el banquillo de los acusados solo se sentaron los cuatro chicos sospechosos de agredir verbalmente a la joven y a su novio. Dos de ellos admitieron que insultaron a las víctimas, mientras que los otros negaron los hechos. “Pasó por allí y alguien la insultó, le dijo ‘Manolo’. Fue uno de nosotros, pero lo hizo con voz de burla, por eso no sé quién fue”, reconoció unos de los acusados.
“¿Por qué le llamaron así? Está acreditado que no se llama así y en su DNI no figura. No consta en ningún documento que obedezca a semejante término. Me explica qué significa”, le dijo al imputado la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña. “Una falta de respeto, supongo. Fue un nombre de hombre”, respondió el denunciado, que contó que le había llamado “travesti”, “maricón de mierda” y “cosas así”, pero negó que la amenazase con “rajarla”. El adolescente afirmó que se fue antes de que llegase la policía para evitar “problemas”.
Otro de los imputados afirmó que llegó al lugar de los hechos cuando estaban los agentes y que no recordaba nada. “Si hubiese estado allí puede ser que le dijese ‘Manolo’, pero no me acuerdo. Lo dije por si se llamaba así”, indicó el adolescente. La víctima aseguró que le pidió a la dependienta de la tienda delante de la que presuntamente sucedió la trifulca que acudiese como testigo al juicio, pero que prefirió no hacerlo. “Me dijo que los dejara, que no me metiera en problemas porque siempre andaban metidos en follones y que no los daba sacado de allí”, declaró la perjudicada, quien indicó que el día de los hechos los jóvenes estaban con sus motos en la puerta del establecimiento. “Estaban como si fuese un botellón, pero de día”, aseguró.
La víctima afirmó que los acusados provocaron un gran revuelo en el barrio. “La gente se asomó a las ventanas para mirar del follón que había”, relató al tiempo que recalcó que los adolescentes la persiguieron. “No volví a esa tienda por miedo. Venían todos como una avalancha. Uno me dijo que tenía antecedentes y que como llamase a la policía y sus padres no lo dejasen salir por la noche me iba a rajar”, señaló.
Uno de los sospechosos testificó que la policía los paró y los registró “como muchas veces”. El imputado, que está en un centro de menores, dijo que los agentes suelen “parar” a su pandilla de amigos “por rutina”.
El novio de la víctima aseguró que él también sufrió los insultos de los acusados. “Me dijeron maricón, que tenía el culo abierto y que me iban a rajar. Nosotros cogimos y nos fuimos, pero como veíamos que la cosa se agravaba, por miedo, llamamos a la policía”, relató el denunciante.
“Les insulté, vale, pero eso que dice que fui hacia ella a pegarle es mentira”, indicó uno de los adolescentes. Dos de ellos negaron haber participado en los hechos, mientras que los otros solo admitieron los insultos, no las amenazas. Al finalizar el juicio uno de los acusados utilizó su derecho a la última palabra y dijo: “Lo de las amenazas es una gilipollez”.
“Lo de la gilipollez se lo guarda. Utilice otros términos”, le interrumpió la juez, que constantemente tuvo que llamar la atención de los sospechosos porque no respetaban el turno de palabra. “Si nos mira o nos conoce sabría que jamás le diríamos si llama a la policía mi mamá me va a pegar. Eso no es normal. No es normal que denuncie a cuatro personas por llamarle ‘Manolo”, subrayó el joven en tono burlesco, por lo que fue, una vez más, llamado al orden por la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña.
Los denunciantes solicitaron la condena de los cuatro acusados, mientras que los adolescentes pidieron su absolución. Ninguna de las partes acudió con abogado al juicio, celebrado ayer por la mañana en Instrucción 3.