Luces y colores para reivindicar los derechos del colectivo LGBT

Aunque la mayor parte de las celebraciones se reparten entre el pasado fin de semana y, sobre todo, el próximo, ayer fue el día exacto que conmemora los disturbios de Stonewall de 1969, que marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual.

El colectivo LGBTIQ+ utiliza los colores para hacer llevar sus reivindicaciones al gran público, valiéndose de un ambiente festivo y dejando atrás tiempos peores. Sin embargo, todavía quedan pasos que dar y por eso, cada 28 de junio, sale a la calle. Tomando de ejemplo sus colores, los ayuntamientos de Bilbo y Donostia se iluminaron ayer para mostrar su apoyo.

En Bilbo lanzaron la campaña “Somos. Amamos. ¡Y con orgullo!” para «volver a reivindicar la diversidad y la tolerancia cero ante la homofobia y la transfobia», mientras que en Donostia los autobuses de linea llevaron una bandera arcoíris, la misma que colgaron en el consistorio y que, recordaron, está pintada en una acera junto al centro Carlos Santamaría de la UPV-EHU.

En Gasteiz, todos los partidos municipales recordaron que «la orientación afectiva-sexual y la identidad de género siguen siendo objeto de persecución legal en muchos países» y citaron informes que señalan que «la homosexualidad está perseguida en 72 estados, y castigada con pena de muerte en 13 de ellos».

Por ello, reivindicaron 2017 como el año de «reconocimiento de los derechos humanos de las personas LGBT en el mundo». EH Bildu, Podemos e Irabazi colgaron en sus balcones de la casa consistorial la bandera multicolor, pues pese al consenso en la declaración institucional, el Gobierno municipal (PNV-PSE) no autorizó la colocación de la enseña en la fachada.

En Iruñea, los representantes de todos los grupos participaron en una concentración y en la colocación de la bandera en el ayuntamiento. También leyeron una declaración aprobada el pasado 19 de junio en la que se comprometen «a trabajar para ser una institución ejemplar en la lucha por la igualdad de derechos y la no discriminación por razón de orientación sexual y de identidad sexual o de género».

Aplausos para Chrysallis

Por otra parte, el colectivo EHGAM ha concedido este año el premio Triángulo de Oro a la asociación de familias de menores en situación de transexualidad Chrysallis por su campaña en favor de los derechos de los niños y niñas transexuales que lleva por lema “Hay niñas con pene y niños con vulva”. Como contrapartida, castigaron a la organización ultracatólica HazteOir con la mención Alpargata de Trapo.

Les Bascos fija una doble cita con la igualdad en Biarritz y Baiona

El colectivo LGBT Les Bascos organizará, el próximo sábado, la Marcha del Orgullo, en la que será la decimoséptima edición de esa iniciativa en favor de la igualdad. Tras la movilización que recorrerá las calles de Biarritz a partir de las 16.00 horas, habrá oportunidad de continuar con la fiesta reivindicativa, desde las 20.00 y hasta la madrugada en la Casa de las Asociaciones ( Glain ) en Baiona.

Cara a esa doble cita, que tiene por lema ˝La exclusión para nadie, la igualdad para todos”, representantes de Les Bascos remarcaron, ayer, en rueda de prensa algunos de los retos presentes. Citaron la persistente homofobia, en todos los ámbitos, con mención especial al riesgo añadido que viven las personas LGBT migrantes o las que residen en países en los que su identidad sexual es ilegal.

Por ello, emplazaron al nuevo gobierno galo a liderar la batalla por la despenalizacion universal de la homosexualidad. M.U.

Chrysallis recibe el Triángulo de Oro de EHGAM por la campaña en favor de niños transexuales

El colectivo vasco de homosexuales EHGAM ha concedido este año el premio Triángulo de Oro a la asociación de familias de menores en situación de transexualidad Chrysallis Euskal Herria por su «valiente» campaña en favor de los derechos de los niños y niñas transexuales «Hay niñas con pene y niños con vulva».

Campaña de Chrisallys.

La campaña de Chrysallis consistía en un cartel con un dibujo de cuatro niños -dos de ellos transexuales- desnudos, corriendo y sonriendo. Esta imagen, obra del ilustrador Kepa de Orbe, se colocó en las marquesinas de autobuses de las Bilbo, Donostia, Gasteiz, Iruñea y en el metro del 10 al 16 del pasado mes de enero.

El colectivo EHGAM, que concede anualmente el galardón Triángulo de Oro a las personas o entidades que consideran han estado en su misma lucha a favor del reconocimiento y la aceptación de la diversidad, ha valorado la campaña en tanto que «hacía claramente reflexionar sobre un hecho real», según ha afirmado uno de los fundadores y portavoz del movimiento EHGAM Imanol Álvarez.

Por contra, EHGAM ha «castigado» con la mención Alpargata de Trapo a la organización ultracatólica HazteOir por «propagar un discurso de odio hacia los niños y niñas transexuales, pretendiendo incluso negar su existencia».

HazteOir impulsó una campaña contra la transexualidad con un autobús que recorrió distintos puntos del Estado español con lemas como «Los niños tienen pene», «Las niñas tienen vulva», «Que no te engañen», «Si naces hombre, eres hombre» o «Si eres mujer, seguirás siéndolo» o «Dejad a los niños en paz».

En este sentido, Álvarez ha considerado «penoso que hoy en día se pueda hacer apología del odio» y ha calificado de «especialmente grave» la campaña llevada a cabo por HazteOir, dada la «tenacidad y violencia» demostrada.

La reivindicación de la diversidad, en las calles y en las instituciones

Las instituciones vascas se han sumado a las reivindicaciones del colectivo LGTBI en apoyo a la diversidad y han mostrado su repulsa a todo tipo de agresiones y discriminaciones contra las personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales. Ya por la tarde, las cuatro capitales de Hego Euskal Herria han acogido movilizaciones por la libertad y la diversidad.

Manifestación en Iruñea. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS

Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea han acogido durante la tarde movilizaciones en defensa de la libertad y en favor de la diversidad con motivo de esta jornada.

A lo largo de la jornada, el Gobierno de Lakua, el Parlamento de Gasteiz, diputaciones, cámaras forales y diferentes ayuntamientos han aprobado distintas declaraciones institucionales y han protagonizado actos con motivo de la celebración del Día del Orgullo.

El Ejecutivo de Lakua, a través del servicio público Berdindu!, ha celebrado que «tras años de lucha, el colectivo LGTBI es más visible, cada vez hay más armarios rotos y lo que es más importante, cada vez se construyen menos».

Ha lamentado que se siga teniendo que hablar de la discriminación que sufre este colectivo y ha puesto como ejemplo los campos de concentración en Chechenia y otros conflictos más cercanos, en los que «la visibilización del lesbianismo ha tenido como respuesta la expulsión de una cafetería o la agresión que sufrió una pareja de chicas».

El Parlamento de Gasteiz ha colocado en su fachada la bandera arco iris y ha recordado que este 28 de junio se conmemoran en todo el mundo las revueltas de Stonewall en el Greenwich Village de Nueva York en 1969, acontecimiento que supuso el nacimiento del movimiento de liberación LGBTI.

También las Juntas Generales de Araba han denunciado que, a pesar del reconocimiento de los derechos de estos colectivos, «todavía se escuchan discursos de odio y discriminatorios contra la orientación sexual y la identidad de género».

Por ello, han rechazado «los actos de discriminación y violencia» y, en particular, «los recientemente ocurridos en Murcia, donde se produjo un ataque intolerante contra la ‘Marcha del Orgullo’, en Valladolid, donde se agredió a una pareja gay, en Madrid y en la propia ciudad de Vitoria en las últimas semanas».

También en Gasteiz, su Ayuntamiento ha lamentado que la orientación afectiva-sexual sigue siendo «objeto de persecución legal en muchos países» y ha reivindicado 2017 como el año de «reconocimiento de los derechos humanos de las personas LGTBI en el mundo».

Además, EH Bildu, Podemos e Irabazi, han colgado de los balcones de la casa consistorial varias banderas que representan al colectivo LGTBI para denunciar que el Gobierno municipal (PNV-PSE) no ha autorizado la colocación de esta enseña en la fachada «por normativa interna».

En Iruñea, el Ayuntamiento se ha sumado a la jornada reivindicativa con una concentración en la que han participado representantes de todos los grupos municipales y la colocación de la bandera arcoiris en la fachada de la Casa Consistorial.

En esta concentración, que ha tenido lugar a mediodía a la Plaza Consistorial, la concejala de Igualdad y LGTBI, Laura Berro, en castellano, y la presidenta de la Comisión de Asuntos Ciudadano, Esther Cremaes, en euskera, han leído la declaración institucional aprobada el pasado 19 de junio en la Comisión de Asuntos Ciudadanos.

El texto recoge que el Ayuntamiento de Iruñea se suma a la celebración del Día del Orgullo LGTBI y se compromete «a trabajar para ser una institución ejemplar en la lucha por la igualdad de derechos y la no discriminación por razón de orientación sexual y de identidad sexual o de género y para ello impulsará las acciones necesarias encaminadas a combatir estas situaciones de discriminación».

Además, se solidariza «con todas las personas agredidas, menospreciadas o discriminadas de una u otra manera por su condición sexual o su identidad de género» y rechaza «todas las acciones sociales y políticas que van en contra de la igualdad real y efectiva».

En la concentración han tomado parte, entre otros, el alcalde de Iruñea, Joseba Asirón, la presidenta del Parlamento navarro, Ainhoa Aznárez, y representantes de todos los grupos municipales.

Las Juntas Generales de Bizkaia han mostrado su disposición a continuar trabajando para «ser parte activa de la lucha contra la discriminación» y en favor de «la visibilización» del colectivo de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales.

Además, han animado a la población a «participar en cualquier acto de repulsa» contra ese tipo de ataques y criminalizaciones y se han ofrecido como «parte activa del movimiento LGTBI» para que su lucha «sea más visible».

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Bilbo ha decidido adherirse al manifiesto de Gobierno de Lakua en el que anima a los ciudadanos a denunciar las violaciones de derechos y los «discursos de odio» contra el colectivo LGTBI, y reafirma su compromiso en la defensa de la diversidad.

Tambien las instituciones guipuzcoanas también se han manifestado en defensa del colectivo LGTBI.

Así, la Diputación de Gipuzkoa ha renovado su compromiso con el colectivo LGTBIQ+ en un sencillo acto en el que han tomado la palabra varios dirigentes forales para leer una declaración institucional.

En este texto, la institución foral ha reiterado su apuesta por el desarrollo de políticas institucionales destinadas a «proteger y potenciar los derechos humanos» de este colectivo y se ha comprometido a lanzar un Plan de Convivencia en la Diversidad.

Protocolo

Además de todos estos actos institucionales, la asociación Transbollomarika Sarea ha presentado un protocolo de actuación en caso de agresiones contra personas del colectivo LGTBI, en el que anima a denunciar y a ponerse en contacto con su red para conseguir apoyo.

Zaldibar cuenta con sus escaleras LGTBI+

Zaldibar cuenta con sus escaleras LGTBI+ ( K. Doyle)

ZALDIBAR. Con motivo del Día Internacional de los Derechos de las Personas LGTBI+, el Ayuntamiento de Zaldibar pintó un mural con la bandera arcoíris en las escaleras del Parque José Antonio Agirre. Esta acción fue propuesta por un grupo de ciudadanos y del municipio y pretende mostrar simbólicamente la adhesión de Zaldibar a la lucha por la igualdad y a desarrollar una labor proactiva en la lucha contra la homolesbofobia y la transfobia, así como cualquier forma de discriminación. Foto: K. Doyle

Las grandes marcas se suben a la carroza del Orgullo en España

Vodafone, Spotify, Paypal, eBay y Facebook participarán en el desfile. Las empresas privadas se vuelcan por primera vez en el World Pride Madrid 2017

Calle del barrio de Chueca adornada con motivo de la fiesta del Orgullo Gay. En vídeo, el pregón del Orgullo este miércoles. FOTO: EFE VÍDEO: ATLAS

Las empresas cada vez están más sensibilizadas con las políticas de gestión de diversidad sexual para el colectivo Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales y otros (LGTB+). Esa nueva actitud se va a hacer patente en la Semana del Orgulloque se está celebrando  en Madrid -sede mundial de la celebración este año- del 23 de junio al 2 de julio, y que contará con el apoyo y la implicación de compañías y marcas comerciales, que han aumentado considerablemente su presencia respecto a ediciones anteriores.

Compañías populares como Vodafone, Spotify, PayPal, eBay y Facebook contarán con una carroza propia en el desfile del próximo 1 de julio del World Pride Madrid 2017. La mayor parte de ellas es la primera vez que se implican de manera tan directa en este evento, que reunirá dos millones de personas según las previsiones. Otras marcas comerciales como J&B, Tinder, Uber, Larios, Fox, El Corte Inglés, NH Hoteles, Iberia, AXA, Tuenti, Philips, además del patrocinio desarrollarán todo tipo de actividades, desde concursos, mesas redondas o actos colectivos de concienciación.

Vodafone yu, la plataforma para jóvenes de la operadora, patrocinará por primera vez una carroza de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) el próximo 1 de julio. Además, el programa de radio yu. No Te Pierdas Nada, que emite Los 40 Principales tratará el tema de la diversidad y la inclusión en el ámbito LGTB+ con invitados y colaboradores del programa. Asimismo, Vodafone celebrará en su sede central de Madrid una mesa redonda La fuerza de la diversidad sobre la temática LGBT+, en la que participarán personalidades del mundo de la política, el deporte y la universidad.

La operadora se muestra muy activa en aspectos como la igualdad de género y el colectivo LGTB+. Cuenta con un Comité de Diversidad e Inclusión formado por 18 miembros, que se reúne cada dos meses para asegurar la implementación de la estrategia desde el punto de vista de diversidad e inclusión. También tiene planes de formación para evitar cualquier “sesgo inconsciente” y que pueden suponer discriminaciones a ciertos colectivos, con un apartado destinado al colectivo LGBT+.

Maqueta de la carroza de Vodafone.

Por su parte, la web de música online Spotify también estrena carroza propia en Madrid, aunque ya ha participado en los desfiles del Orgullo en otras ciudades como Nueva York o Estocolmo. Además, ha abierto una sección especial (The Spotify Pride Hub) dedicada a destacar iconos de la música LGTB+. España también aportar su granito de arena a esta sección y contará con la participación especial de playlists creadas por Camela, Ms. Nina, Jedet (influencer) además de una playlist específica del equipo editorial de Spanish Bizarre

PayPal montará una carroza propia bajo el paraguas de la FELGBT, a la que se subirán unas 60 personas, entre empleados, personalidades y gente que ha participado en un sorteo en redes sociales. Además, patrocinará los premios Plumas y Látigos, y protagonizará una acción de donación a dos proyectos solidarios: Red Educa y Liga Arcoíris.

La directiva activista de eBay

La empresa de subastas online eBay, además de carroza, ha lanzado unas gafas benéficas y de edición exclusiva para el World Pride y parte del dinero recaudado va destinado a la ONG It gets better que lucha contra el acoso escolar. Asimismo, vendrá a España Jennifer Chang, la directora de eBay Greater Europe que dejó el trabajo para dedicarse a viajar con su novia en busca de líderes del movimiento LGTBI alrededor del mundo.

Uber dispone un transporte económico para grupos de 6 a 8 personas.

Uber, como patrocinador oficial de movilidad del World Pride Madrid 2017,ha lanzado un servicio especial para grupos de entre 6 y 8 pasajeros llamado UberVAN durante los 11 días del evento (entre el 23 de junio y el 2 de julio) para ofrecer una alternativa de transporte para los numerosos visitantes. El servicio tiene una tarifa plana de 19 euros para todos los trayectos que tengan origen y destino dentro de la M-30 y de 45 euros para los trayectos al aeropuerto desde cualquier punto en el interior de la M-30 (y viceversa). Con la opción disponible en la app de Uber de dividir tarifa. Esta iniciativa ha desatado la ira de los taxistas que han estado a puno de ir otra vez a la huelga.

Bodas simbólicas

La productora estadounidense Fox oficiará bodas simbólicas en su Wedding Bus.

Una de las iniciativas más curiosas será la que patrocina Fox. La productora televisiva y de series estadounidenses ha puesto en marcha el Wedding Bus, la acción con la que además de participar en el desfile del World Pride, celebrará bodas simbólicas de varias parejas LGTB+, “siempre con el firme compromiso de los contrayentes de legalizarlas en cuanto les sea posible”. En la misma línea, Tinder, la plataforma de contactos por Internet, presentará una app específica para el colectivo LGTB+

Las marcas de bebidas alcohólicas también han encontrado un filón en el Orgullo. Absolut ha lanzado Absolut Rainbow, una botella de edición limitada, envuelta en seis colore. Por su parte, la marca de ginebra nacional Larios ha vestido su botella con los colores de la bandera multicolor del Orgullo LGTB. La edición especial tiene como protagonista la conocida parada de Metro de Chueca en la parte frontal; el oso y el madroño están presentes en el lateral de la botella, mientras que el Palacio de Cibeles y la Puerta de Alcalá aparecen en el fondo de la ilustración.

NO SOLO POR SU DINERO

Logotipo de PayPal para el Orgullo.

El colectivo LGTB+ no solo se percibe como interesante por las empresas privadas por el poder adquisitivo que tiene, por encima de la media. Las empresas han incorporado a la política corporativa el apoyo como un valor en sí mismo, una apuesta por la diversidad y el combate por la discriminación por razones sexuales.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), entidad que representa a 47 asociaciones LGTB de toda la geografía española, publicó la primera edición de su proyecto EMIDIS 2016 (acrónimo de Empresa y Diversidad), en el que identifican y califican las prácticas y estrategias de las compañías españolas en su gestión de la diversidad sexual y de género. En EMIDIS 2016, en el que participaron 25 empresas y organizaciones de todo tipo de sectores profesionales, se elaboró un ranking con las 10 empresas con las mejores prácticas, situándose en los primeros puestos Procter & Gamble, IBM, SAP, Accenture España, IE Business School, Universidad Complutense de Madrid, Vodafone, AXA, British Telecom y Telefónica.

Entre las principales conclusiones, EMIDIS 2016 detectó que, aunque hay un gran número de organizaciones que incluyen la diversidad en sus planes formativos internos, sólo es obligatorio en un tercio de las empresas analizadas, y se desconoce el impacto que esta formación tiene.

Prácticamente el 50% de las empresas y organizaciones no tiene conocimiento de empleados LGTB+ que soliciten permisos. En relación a las redes, se observa que, si bien empieza a ser una práctica que va en aumento, estas redes están formadas por un número pequeño de personas y principalmente por hombres, siendo ellos los más visibles dentro de la empresa.

De Chechenia a San Francisco, doce meses de información LGTBI en el mundo

Campos de concentración para gays, cuenta cuentos drag para niños o el parlamento con más escaños LGTBI de la historia; estos son algunos de los triunfos y de las derrotas del colectivo en los últimos doce meses

La comunidad LGTBI marcha en El Salvador y exige ley de identidad de género EFE

Chechenia. El gobierno persigue a los homosexuales e incluso se habla de  campos de concentración para gays. Canadá. Las autoridades se ven obligadas a pedir perdón por décadas de represión contra el colectivo LGTBI en las filas de su Ejército. Reino Unido. Las últimas elecciones generales dibujan un parlamento con récord de escaños LGTBI. Estados Unidos. La soldado  Chelsea Manning ha sido liberada y muestra al mundo su nuevo aspecto. Los últimos 12 meses han dejado tremendas noticias que dan lugar al desánimo en la lucha por los derechos LGTBI, pero también esperanzadores testimonios que nos recuerdan que la batalla continúa.

Estas son las historias LGTBI más destacadas de todo el mundo del último año.

En pleno siglo XXI resulta difícil hablar del avance de los derechos LGTBI cuando nos llegan noticias e imágenes que confirman que en Chechenia existen campos de concentración para homosexuales.

Si hubiera gente de ese tipo en Chechenia la policía no tendría que hacer nada con ellos, puesto que serían sus familiares los que les mandarían a un lugar del que jamás podrán regresar”. El que habla (aunque nos parezca increíble) es un portavoz del Ministerio de Interior, y cuando dice “gente de ese tipo” se refiere, en su mayoría, a hombres gays.

La república federal persigue y encierra a personas por su orientación sexual; de hecho, se han llevado a cabo cientos de detenciones de hombres “sospechosos de ser homosexuales”. La sociedad chechena es ultraconservadora y son las propias autoridades las que animan a familiares o amigos de personas LGTBI a que “se encarguen de ellos”.

Rusia, país del que depende esta república (aunque funciona de forma autónoma), es otro de los bastiones homófobos mundiales. Lejos de tomar medidas en el territorio para poner fin a la escabrosa situación, Rusia vive su propio debate en torno a los derechos de este colectivo.

La ley que prohíbe “la propaganda a favor de la homosexualidad entre los menores” impulsada por Putin supone que las autoridades pueden detenerte por exhibir un cartel, una bandera o por gritar un lema. Es por esto que en el país han terminado entre rejas algunos activistas acusados de “faltas diversas”. Incluso el Tribunal de Estrasburgo ha tenido que actuar para que los libere.

Estrasburgo falla que la ley rusa que prohíbe la promoción gay es discriminatoria EFE

La Corte Europea fue tajante: la legislación ideada por Putin en el año 2013 discrimina y vulnera la libertad de expresión, por lo que el Gobierno tendrá que indemnizar con 43.000 euros a los afectados por daños morales.

Si bien Estrasburgo dio un paso de gigante defendiendo los derechos del colectivo y dando una lección a nivel europeo, tendremos que seguir mirando a Rusia de reojo. Su Gobierno, a ritmo de vetos y nuevas leyes, continúa con su senda represiva. Pero de a poco el tejido social ultraconservador ruso se va resquebrajando. Las  imágenes de Putin maquillado y travestido han inundado las redes y se han colado en las calles como forma de protesta. Algo que ha llevado al gobierno, cómo no, a  prohibir su difusión bajo amenaza de prisión.

Esta es una de las imágenes de Vladimir Putin que ha prohibido el Gobierno ruso AP

Pero no todo son buenas noticias en los tribunales europeos. ¿Cómo puede pedirle un juez a un refugiado que demuestre “suficientemente” su homosexualidad para poder obtener asilo en el país? Quizá lo más doloroso sea que esto no ha sucedido al otro lado del mundo, en un pueblo recóndito que se rige por leyes medievales, sino en la liberal  Holanda.

Un tribunal holandés se negó a dar asilo a un refugiado iraquí porque, aun mostrando fotos y hablando de cuántas veces mantiene relaciones sexuales con su actual pareja, no queda claro cuán gay es.

Las asociaciones LGTBI holandesas aseguraron que este no es un caso aislado y que si Sahir Ahmad “vuelve a Irak, será asesinado porque en su país la homosexualidad está prohibida”. “Volver a Irak sería mi fin. Me matarán en el propio aeropuerto. Y si no, ya lo hará mi familia más tarde”, afirmó el joven.

Llegados a este punto, parece complicado ver con optimismo cómo está el panorama mundial. Pero sí, hay trazas de esperanza. Al otro lado del Atlántico una historia similar ha tenido un final justo y feliz. Seidu Mohammed (que perdió todos sus dedos por congelación cruzando la frontera hasta Canadá para pedir asilo) consiguió la residencia canadiense, ya que su vuelta a Ghana –como en el caso de Sahir– supondría una condena a muerte.

Estatua de Alan Turing en Bletchley Park, realizada por Stephen Ketlle en 2007. Richard Gillin. Turing fue uno de los condenados por ser gay

Los gobiernos piden perdón por vejaciones del pasado

Las detenciones y los encarcelamientos de homosexuales en países como India y Tanzania o la región de Chechenia también se producían hace 40 o 50 años en países como Alemania, Reino Unido y Canadá, aunque nos parezca increíble. Hoy, esos países piden perdón e intentan resarcir económicamente a personas que estuvieron entre rejas o fueron despedidas por amar o tener relaciones sexuales con personas de su mismo sexo. Aunque el reconocimiento llega tarde para muchos, que murieron reprimidos y señalados.

El ministro alemán de Justicia anunció que se anularían las sentencias de más de 50.000 hombres que fueron condenados a largas penas de prisión por culpa de una ley del siglo XIX. “La carga de la culpa recae en el Estado”, declaró el ministro Heiko Maas. Estas condenas se produjeron entre los años 1946 y 1969 y, aunque ese año la homosexualidad quedó despenalizada, nunca llegaron a retirarse las sentencias. Este mismo año, en Reino Unido, miles de hombres también fueron indultados, aunque de manera póstuma.

El Gobierno canadiense también pedirá perdón al colectivo LGTBI pero, en este caso, por vetarlo de los servicios públicos. Durante décadas, se les obligaba a dejar el Ejército o sus puestos en los servicios públicos y, además, se les sometía a interrogatorios con absurdas máquinas que se suponía que detectaban la homosexulidad (quizá el tribunal holandés mencionado antes necesitaría uno de estos aparatos). ‘La purga LGTBI’ comenzó durante la Guerra Fría y el último caso que se conoce se produjo dos décadas después de que la homosexualidad fuese despenalizada en el país en 1969.

Algunas de las cuenta cuentos de San Francisco // Cortesía de Panda Dulce

“¿Eres un chico o una chica?”, le preguntó un niño de seis años a una drag queen en una biblioteca pública de San Francisco. Aparte de la  lucha en Carolina del Norte en contra de la ley que impide a las personas trans elegir el baño al que desean entrar y de  la divertida fotografía del profesor del año de Rhode Islandagitando su abanico en el Despacho Oval, la historia de un grupo de drag queens contando cuentos sobre diversidad es una de las noticias más amables que nos llegan desde EEUU.

“Bueno, supongo que nací niño. Pero me gusta vestirme como una chica”, le contestó Honey Mahogany después de una sesión de cuentos. Aunque a los conservadores más radicales esto no les hace ninguna gracia, lo cierto es que tienen pensado seguir contando cuentos de todos los colores en librerías, bibliotecas y escuelas de todo el país.

Sin salir de EEUU, la lucha por la visibilidad transgénero trepó a las portadas de los periódicos con la liberación de Chelsea Manning el 17 de mayo de este año. En su primer comunicado lo dijo alto y claro: “No veo el momento de vivir como una mujer transgénero”. En los últimos siete años, la exsoldado había estado recluida en centros de detención para hombres de Irak, Kuwait y EEUU.

Un primer ministro abiertamente gay

La importancia de los referentes a nivel mundial nos lleva a celebrar que en este año 2017 Irlanda tenga un primer ministro abiertamente gay. Su nombre es Leo Varadkar y su partido Fine Gael, una formación muy modernizada pero, curiosamente, también muy conservadora. El pasado 9 de junio se alcanzó otro hito histórico en Reino Unido: las elecciones dibujaron un Parlamento con un número récord de parlamentarios LGTBI. En total 45 de los 650 pertenecen a este colectivo.

Y mientras que en países como Australia lobbies cristianos tratan de desbaratar el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, la capital de México ha conseguido sacar adelante una constitución “histórica” tanto para el movimiento feminista como para el LGTBI.

Los últimos doce meses han estado llenos de luces y sombras. Pese a todo, la lucha continúa.

“El asesinato de Harvey Milk fue un sacrificio para los que sobrevivimos”

Harvey Milk, como nuevo supervisor electo, en el desfile del Orgullo, Junio 1978 / Dan Nicoletta

“Si una bala atraviesa mi cerebro, dejad que esa bala destruya las puertas de todos los armarios”. Como un siniestro presagio, Harvey Milk recibió cinco tiros en la cabeza por considerar el respeto a la orientación sexual un asunto de Estado.

Este funcionario de San Francisco había logrado por primera vez movilizar a la multitud LGTB por un fin político: derrocar la iniciativa Briggs, que instaba a despedir a los profesores gays por “tener el perfil de abusadores de niños”.

Ese verano de 1978, las calles rugieron como nunca antes en Estados Unidos durante un desfile del Orgullo. Mientras la masa se colaba por cada recoveco de Castro Street, un muchacho de grandes ojos azules captaba la euforia a través de su objetivo. Daniel Nicoletta se había convertido cuatro años antes en el fotógrafo de campaña de Harvey Milk y pronto empezó a firmar la mejor colección de imágenes del colectivo LGTB.

Las fotografías de Nicoletta celebran la visibilidad tras años a la sombra del armario o, en su caso, de una familia católica y profundamente homófoba. No hay discriminación, solo colores brillantes, besos y muestras de apoyo al primer político abiertamente gay de Estados Unidos. Cuando fueron tomadas eran poco más que un bonito homenaje a una comunidad vapuleada, pero cuarenta años más tarde se han convertido en un símbolo a nivel mundial.

“Espero que mi fotografía sirva como puente a la inspiración para los futuros líderes de esta causa”, dice Nicoletta a eldiario.es. El veterano activista se encuentra estos días en Madrid para celebrar el Orgullo Mundial y presentar su colección por primera vez en nuestro país, que acoge una muestra del Colegio de Arquitectos hasta el 2 de julio.

“Orgullo Mundial, dos simples palabras que conforman un nido para cuestiones mucho más complejas, como los derechos de los transexuales, la lucha por la adopción de las parejas del mismo sexo y otros estigmas que necesitan salir al debate público”, opina. El fotógrafo habla con cariño del pasado y con decisión del futuro, donde deja espacio a los jóvenes para portar la antorcha de los que perdieron la vida luchando.

“La visibilidad siempre ha sido el corazón del movimiento, pero tiene un precio”, dice de la brutal represión que continúa existiendo sobre la comunidad LGTB. Solo en Madrid, cada dos días se registra una agresión por homofobia o transfobia y, al otro lado del charco, masacres como la de Orlando o la aniquilación de los transexuales mexicanos demuestran que la situación no es mejor.

“Es sano que haya resistencia. Siempre la hay cuando una sociedad se encuentra en transición. Hay que conseguir una vía pacífica para reconciliar nuestras diferencias”, reflexiona Nicoletta. Piensa que es un círculo vicioso que se remonta a los años 70, cuando los que se atrevían a reivindicar su pluma se enfrentaban a una buena paliza. “La visibilidad genera una reacción violenta de algunos y esa violencia visibiliza las injusticias”, resume. Lo que no se puede permitir, defiende, es que ese sacrificio quede impune escondiéndose de nuevo en el armario.

“El asesinato de Harvey Milk fue un sacrificio para aquellos que sobrevivimos. Hay que tenerles siempre presentes y obrar para honrarles”, cuenta sobre su buen amigo. Cuando habla del político, Dan Nicoletta vuelve la vista cuarenta años atrás para describir su llegada al barrio de Castro, en San Francisco, donde Milk y los suyos le acogieron en el peor momento de su vida.

Cuidando la huella

El gayborhood, como lo reconoce Nicoletta y los que en los años 70 establecieron allí su santuario de libertad, se considera hoy lugar de peregrinación para todo el colectivo gay. En 1974, un joven de 19 años cruzó el umbral de la tienda Castro Camera sin saber que se estaba adentrando en el centro de operaciones del movimiento LGTB de San Francisco.

Dan Nicoletta empezó a trabajar en el negocio como mozo de almacén, hasta que Harvey Milk observó su don con la cámara y le nombró fotógrafo oficial durante su campaña política de 1975. En Castro, el muchacho aprendió las distintas formas de vivir la sexualidad y que sentirse atraído por gente del mismo sexo no era pecado, como le advertía su educación ultracatólica.

“Harvey y su compañero me atraparon por completo con su carisma”, recuerda el fotógrafo. “Lo bueno de haberme criado sin cariño e inseguro sobre mi sexualidad es que ahora me siento feliz de que se apoye y visibilice tanto a los niños que pasan por lo mismo. Al final fui afortunado, pero me plantee muchas veces el suicidio”, admite como muestra de la importancia de atender a los más pequeños.

Entre los grandes logros de Harvey Milk, Nicoletta rescata el sentimiento de unión y felicidad que transmitía a los que le rodeaban. “La política, a veces tan difícil y negativa, necesita una dosis de diversión para llegar a cambiar el mundo”, afirma sin dudarlo. Él quiso captar esa satisfacción con su cámara y espera que ahora sirva de combustible a las nuevas generaciones. “La aparente frivolidad es solo una forma de romper los tabús y de animar al resto: salid, está bien ser como sois, y divertíos”, razona.

También considera el Orgullo como parte inherente de la visibilidad y, por tanto, de la política. “Gracias a esto, el grueso de la sociedad conoce los detalles de nuestra vida y puede decidir qué grado de compromiso quieren alcanzar”, piensa el activista. Según él, las personas LGTB tienen en su mano el poder de cuidar la huella para épocas venideras. “En eso, lo considero análogo al movimiento medioambiental. La gente del colectivo debe ser muy consciente de su impacto y crear un mundo más seguro, pero sin olvidar la foto grande. Es decir, a los mayores que pelearon antes o a los otros países que aún reivindican sus derechos humanos más básicos”, dice respecto a los 80 países donde la homosexualidad es condenada como un delito.

“Cuando me vaya de este mundo, quiero haber dejado una huella bonita como hombre y como gay”, sentencia. De momento, Harvey Milk, Grace Jones, Allen Ginsberg y otros miles de hombres y mujeres desconocidos quedarán para siempre en la memoria de la lucha LGTB gracias a sus fotografías. Puede que no exista una huella mejor.

Gipuzkoa renueva su compromiso en favor del colectivo LGTBI

DONOSTIA. La Diputación de Gipuzkoa ha renovado hoy su compromiso con el colectivo LGTBI y se ha sumado a sus reivindicaciones a través de una declaración institucional en “defensa del derecho de todas las personas a una elección libre de su orientación sexual y de su identidad de género”.

Con motivo de la celebración el 28 de junio del día del Orgullo, la institución foral ha celebrado este mediodía un sencillo acto ante el palacio de la Diputación, en el que han tomado parte el portavoz foral, Imanol Lasa; el diputado de Cultura, Turismo, Juventud y Deporte, Denis Itxaso; la directora de Convivencia y Derechos Humanos, Maribel Vaquero, y la representante de Gehitu, Bea Gómez.

Todos ellos han tomado la palabra para leer varios párrafos de esta declaración en la que la institución foral reitera su apuesta “por el desarrollo de políticas institucionales destinadas a proteger y potenciar los derechos humanos de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales, de acuerdo con los principios fundamentales de no discriminación e igualdad de oportunidades”.

En este texto, la Diputación se compromete también a lanzar un Plan de Convivencia en la Diversidad y apuesta por fomentar acciones educativas y de sensibilización que aborden la diversidad de género entre niños, niñas y adolescentes en un clima de equidad y de iguales condiciones para todas las personas.

Aboga para ello por crear “espacios seguros entre jóvenes donde combatir el prejuicio y las discriminaciones”, ya que la institución foral “reprueba y condena cualquier acto de violencia explícita o implícita”, así como “las conductas homófobas o discriminatorias”.

Mientras los representantes forales daban lectura al texto, una artista ha plasmado esta declaración en imágenes que ha dibujado sobre un mural en cuya parte trasera se ha dispuesto un espacio para que los paseantes que así lo desearan hicieran sus aportaciones.

De la “panda de locazas” a la carroza multicolor: el triunfo del ‘gaypitalismo’

Evangelio de la pluma, encíclica maricona, manifiesto anti-gaypitalista… Shangay Lily le puso letra a la deriva mercantilista del Orgullo en su libro ‘Adiós, Chueca’, un paseo por la reconversión almibarada de la cita que terminó por pervertir su origen

Manifestación del Orgullo Gay celebrada en Madrid.- EFE

Antes de que germinara ese macro desfile multicolor que inunda cada junio las principales arterias capitalinas. Antes de que se multiplicaran por cinco los alquileres de la ciudad por esas fechas. Antes incluso de que se concibieran los semáforos gay-friendly o las carcasas arcoíris para Android, antes, mucho antes de todo eso, hubo una “panda de locazas” —como se les tildó en su día— dando guerra. Apenas unas 50 o 60 personas que se encaminaban a Sol con el entusiasmo, la rabia, la ilusión y la utopía por bandera. Entre la pedrada y el gueto.

Allí estaba Shangay Lily, modelo de compromiso para con lo marginal, que luchó desde muy diversos frentes del activismo social, queer, gay y feminista; un cuerpo disidente y pionero en muchas de sus reivindicaciones. En ese tránsito del gueto a la algarabía cromática debidamente esponsorizada, la artivista —como se autodenominaba Shangay— no paró de escribir. Testigo de excepción de la fagocitación del movimiento reivindicativo por los derechos de los homosexuales por parte de las lógicas neoliberales, así como su conversión en un bien de consumo fácilmente digerible, tomó buena nota de lo que acontecía y de lo que estaba por venir.

Y es que en el fondo la pregunta de Shangay sigue vigente: ¿es el Orgullo un negocio para ganar dinero o una herramienta para ganar dignidad? En su libro póstumo Adiós, Chueca. Memorias del Gaypitalismo. La creación de la marca gaydisecciona la maquinaria que puso en marcha esa reconversión almibarada. “Por culpa de estos gaympresarios, cada vez es más lo primero y, por desgracia, cada vez menos lo segundo: una herramienta que las locazas, bolleras y trans de Stonewall nos regalaron para dignificar la diferencia. ¡Vivan los tangas, la pluma, las musculocas, las bolleras camioneras, las trans disidentes y abajo el negocio gaypitalista! ¡Viva el Orgullo Gay!”.

Mercadear con la identidad

Shangay carga contra esa “trama de espabilados” que terminaron por convertir lo que en su inicio era toda una herramienta política de la comunidad LGTB —con las revueltas de Stonewall en la retina—, en una máquina expendedora de billetes en detrimento de la diversidad gay. “Es a las saqueadoras, que sólo se acuerdan de las maribollos y trans para sacarles dinero o hacer una carrera de ello, a las que habría que bajar de todas esas carrozas publicitarias para devolverle al orgullo su dignidad locaza”, denuncia la drag queen.

La receta es sencilla y seguro que les suena. En primer lugar se procede a la privatización de un colectivo y su lucha, esto se consigue por medio de la creación de una denominación de origen que en el caso que nos ocupa se llama Chueca. En su día un gueto, pasó a convertirse en campo de cultivo de ese nuevo fruto que todos ansiaban. “Se acordó que todo lo que creciese fuera de ese producto eran malas yerbas, plantas defectuosas, cosechas poco competitivas que hacían peligrar la excepcionalidad de la denominación de origen”, explica Lily.

Y así, una vez eliminado cualquier ente divergente, extemporáneo o raruno, entramos en la segunda fase, a saber; convertir una lucha en un negocio desideologizado, patriarcal y heterocentrado que beneficia a unos pocos. En ese sentido, Adiós, Chueca. Memorias del Gaypitalismo. La creación de la marca gay evidencia el tremendo error y la gran oportunidad perdida de utilizar la cita para hablar de las mil discriminaciones y agresiones que sigue sufriendo este colectivo en colegios, vías públicas, empleos y espacios públicos, en un evento en el que prima el capital.

 

Bolleras a popa

Maca y Esther, personajes de ‘Hospital Central’, en una escena de la serie.

Dejé de ver con mi madre Hospital Central cuando supe que era lesbiana. Pensé que me notaría algo raro cuando salieran Maca y Esther, los personajes lésbicos de la serie más longeva de la televisión en el Estado español. Entonces yo aún lloraba por ser bollo. Interpretadas por Patricia Vico y Fátima Baeza, probablemente sean la pareja más popular de la ficción española. No fueron las primeras lesbianas representadas en una serie de televisión, pero sus papeles marcaron un antes y un después. El argumento, sencillo: doctora lesbiana, de clase alta, rechazada por su familia seduce a una enfermera de barrio, de tradición heterosexual, que se deja llevar por el amor. Una serie de esas que se piensan para que se vean en familia contando una historia de amor entre dos mujeres. ¿Cómo fue posible?

Precisamente por eso: la historia cumplía con todos los requisitos para ser aplaudida. El trinomio amor monógamo-matrimonio-maternidad es la llave para la aceptación social de gais, lesbianas y trans. En los cuartos oscuros, claro, creerán que no hay amor. La serie de Telecinco fue la primera en retratar una boda entre parejas del mismo sexo. El capítulo ‘O calle para siempre’, en el que Maca y Esther se casan, fue emitido en diciembre de 2005, cinco meses después de la aprobación en el Parlamento español del matrimonio igualitario. Ninguna serie se atrevió antes a imaginar un enlace así. Curioso que, hasta en la ficción, tuviéramos que esperar tanto para lograrlo.

El boom fue tal que los personajes de Maca y Esther empezaron a moverse entre la ficción y la realidad. Esto, claro, se debe al propio éxito de la serie pero, sobre todo, a la falta de referentes lésbicos de carne y hueso. Mientras Elena Anaya dedicaba el Goya a “su amor”, las actrices, Patricia Vico y Fátima Baeza eran galardonadas con diferentes premios por su trabajo a favor de la visibilidad de las lesbianas. Patricia Vico, la actriz que interpretaba a Maca, llevó a cabo en 2006 una campaña en contra de la homofobia y la lesbofobia junto a Jesús Vázquez, promovida por Amnistía Internacional. Las críticas del movimiento LGTB se escucharon tímidamente entonces, pero cabe suponer que para dos actrices heterosexuales resulta más cómodo abanderar la visibilidad lésbica que para muchas lesbianas.

El espejismo de la igualdad, del que tanto se ha escrito desde el movimiento feminista para denunciar la idea falsa de que hombres y mujeres gozamos ya de los mismos derechos, puede aplicarse sin mayor dificultad a la realidad del colectivo LGTBI. No seré yo quien defienda lo que siempre he entendido como una falta de valentía, pero, todavía hoy, ser lesbiana es un acto de resistencia al poder hegemónico. La normatividad es heterosexual y no todas estamos dispuestas a vivir de guerrilla en guerrilla.

El elemento definitorio de las lesbianas en las series de televisión que más me llama la atención, al menos en las series que analicé para mi tesina ‘ De la invisibilidad a la irreverencia: Lesbianas en televisión‘, es la falta de conciencia sobre el lesbianismo que tienen los personajes. El hecho de ser bollera, más allá del trauma que supone para casi todas ellas en el proceso de salida del armario, no implica nada más. La lesbofobia apenas cabe en la ficción, no se representa como estructura y ninguna de las bolleras que aparecen en la tele parecen necesitar de activismo LGTBI ni de amigas lesbianas con las que despotricar de lo difícil que sigue siendo ser bollera.

En Hospital Central sí que representaron en un capítulo cómo Maca y Esther tuvieron algún problema para encontrar piso, pero la lesbofobia a la que se enfrentaron entonces se subsanó con mucho amor entre ellas. Y ahí está otra clave: el amor. Es el elemento que más define las representaciones de personajes LGTBI en televisión y es el mismo razonamiento que se utiliza desde las instituciones y el movimiento más conservador para trabajar por la igualdad.

El Ayuntamiento de Madrid ha empapelado la ciudad con un eslogan que tengo que reconocer que, en un primer momento, me emocionó: “Ames a quien ames, Madrid te ama”. Pero, después de detenerme a pensarlo un poco más, me asaltaron las alarmas porque no es cierto. La ciudadanía, gracias a todo el trabajo del movimiento, ha aprendido ya que el amor no entiende de géneros, pero no hemos logrado aún que se celebre la diversidad en las distintas formas de habitar el mundo. Las bolleras, si se visten de blanco para casarse y tienen bebés, si los domingos van a ver a la familia y trabajan de lunes a viernes, pueden formar parte de la sociedad sin recibir demasiadas críticas; con los maricas pasa igual y también con las compañeras trans, que ganan aceptación social según aumenta su binarismo. La ambigüedad no está bien vista en un mundo que apuesta por los blancos y los negros.

La visibilidad sigue siendo un punto clave en la agenda lésbica, pero lo cierto es que ya no estamos sometidas al mismo ostracismo. Si desde el lesbofeminismo se sigue reivindicando la necesidad de encontrar referentes lésbicos ya no es tanto por la falta de estos sino por lo planos que son todos. Es un puntazo que Sandra Barneda se haya animado a hacer visible su forma de amar, pero necesitamos de referentes más diversos.

Las lesbianas que aparecen en los medios de comunicación haciendo visible su condición bollo no pueden referenciarme si en sus declaraciones quitan importancia a la cuestión, si tienen una posición económica a la que ni aspiro y, sobre todo, si su imagen no se corresponde a la que encuentro yo a mi alrededor. Aquí también nos encontramos ante una cuestión muy representativa de cómo son las bolleras de la tele y es que ninguna tiene pluma. Ninguna. Miro en mi entorno y las bolleras que veo, lo parecemos. Es una cuestión de estereotipos, pero es que estos han funcionado siempre también como estrategia de reconocimiento entre iguales, como forma de conocernos y, sobre todo, de poder encontrarnos.

No me encuentro en Maca y Esther, no tienen nada que ver conmigo, pero su historia fue imprescindible también para la mía. Por primera vez veía un beso entre dos mujeres en televisión, comentaba con la que era mi novia entonces aquella historia de amor y drama, nos emocionamos con su enamoramiento y lloramos con su ruptura. Ojalá entonces me hubiese atrevido a tumbarme en el sofá con mi ama para verlo juntas. Ella, ahora, disfruta con ese entusiasmo de mis amores, de mi propia historia. El camino no ha sido fácil, pero nosotras ya no necesitamos ficción para entendernos. Maca y Esther tienen algo que ver en ello.