El matrimonio homosexual avanza, las leyes anti-gay también

Las bodas entre personas del mismo sexo son legales en 22 países. Mientras, una oleada de Estados prepara normas para reprimir al colectivo LGTBI

Homofobia Manifestación por los derechos de las personas LGTBI en Bruselas el 14 de mayo

Homofobia: Manifestación por los derechos de las personas LGTBI en Bruselas el 14 de mayo. Francois Lenoir REUTERS

El matrimonio igualitario avanza con paso firme en occidente. Desde el primer enlace entre personas del mismo sexo, celebrado en Holanda hace ya 15 años, 22 países han legalizado las bodas gais. Los últimos, Irlanda, México, Estados Unidos y Colombia; los cuatro en 2015, un año histórico para los derechos civiles. Pero mientras una parte del mundo camina hacia la igualdad de derechos, otra oleada de países, como Bulgaria o Kirguistán, prepara leyes que, aludiendo a la moralidad, discriminan, reprimen e invisibilizan a los gais, lesbianas, transexuales, bisexuales, e Intersexuales (LGTBI). La equidad, de hecho, está lejos de ser real: las relaciones homosexuales son todavía delito en 75 países del mundo; en siete de ellos la condena puede ser a muerte.

Hace unos días, la policía nigeriana arrestó a seis personas por mantener relaciones homosexuales en la ciudad de Benin, en una de las 12 provincias del país que lo consideran “delito contra natura”. Los arrestados, la mayoría veinteañeros, se enfrentan ahora a penas de hasta 14 años de cárcel. Y el suyo no es un caso aislado. Nigeria es, junto con Egipto, Gambia, Arabia Saudí, Irak, Rusia, Irán e Indonesia, uno de los Estados que reprimen más activamente a los homosexuales, según el informe anual de la Asociación Internacional de Gais, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA), hecho público este martes.

El estudio, que hace una radiografía de los derechos de las personas LGTBI en todo el mundo, alerta, además, del creciente número de países que apuestan por leyes antigais. Normas que, aludiendo a razones como la moralidad o la protección de los menores, restringen la libertad de expresión y las informaciones relacionadas con minorías sexuales o que hablan de relaciones que sus Gobiernos consideran “no tradicionales”.

En los últimos tres años, Rusia, Argelia, Nigeria y Lituania han aprobado este tipo de normas, que llaman de “propaganda” y que ya existían en una decena de Estados. Además, explica Aengus Carroll, el autor del informe, otros seis países –Ucrania, Bielorrusia, Bulgaria, Letonia, Kazajistán y Kirguistán– debaten medidas que siguen los pasos de leyes como la rusa, que prohíbe hablar de la homosexualidad, o la nigeriana, que prohíbe el registro de clubes, organizaciones o manifestaciones gais, y que castiga con hasta 10 años de cárcel a quien tome parte en alguna de estas actividades.

in olvidar lo que está ocurriendo en los últimos meses en Estados Unidos con leyes antigay como las de Carolina del Norte y Misisipí. Estados en los que se dificulta el acceso a los baños públicos a los transexuales o se puede denegar servicios a parejas gais, si se aluden motivos religiosos.

Una realidad que contrasta radicalmente con la prohibición de las terapias denominadas “de conversión” en algunos países. O con la aprobación en cada vez más Estados de medidas específicas contra los delitos de odio, que agravan las infracciones cometidas por razón de orientación sexual, explican Helen Nolan y Diana Carolina Prado Mosquera, encargadas de programas de la ONU.

Por no hablar de una de las mayores victorias contra la discriminación en varias décadas –también por lo simbólico–: la legalización en todos los Estados de EE UU del matrimonio igualitario, a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo. Una decisión que sumada a otras similares en Brasil, Colombia o México ha supuesto el colofón a un lustro de avances en un continente que, por otra parte, es bastante conservador en el terreno de los derechos sexuales y reproductivos –como en el acceso a la contracepción o la penalización del aborto–.

A pesar de estos enormes pasos, el mapa que radiografía los derechos de las personas LGTBI revela una enorme desigualdad. “Las leyes de matrimonio igualitario y de uniones civiles suponen grandes progresos, pero están muy limitados a los países occidentales”, apunta también el autor del informe de ILGA, que se hace público en el Día Internacional contra la Homofobia –señalado el 17 de marzo para conmemorar la eliminación, en 1990, de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS)–.

De hecho, la primera encuesta a nivel mundial sobre las actitudes hacia las personas LGTBI encargada por ILGA muestra que el 45% de la población está en contra del matrimonio igualitario. En Europa –donde 12 países permiten las uniones civiles entre personas del mismo sexo pero no los matrimonios–, un 34% de los encuestados apoyan abiertamente las bodas gais; en África no llegan al 17%. La encuesta, realizada por la consultora canadiense Riwi Corp a través de entrevistas online a casi 97.000 personas de 65 países, muestra también que muchos ciudadanos creen que la homosexualidad es un fenómeno de los países desarrollados.

Eso es lo que piensan el 47% de los encuestados en África y el 42% de los sondeados en Asia. En Europa y América, quienes piensan que las relaciones entre personas del mismo sexo conciernen sólo al llamado primer mundo no pasan del 24% de los encuestados.

Además, un cuarto de la población mundial, de media, opina que la homosexualidad debe ser un delito. Un porcentaje que también varía mucho por zonas. En África, donde se concentra el mayor número de países represores, el 45% de los encuestados consideran que debe criminalizarse (sobre todo en Ghana, Nigeria y Uganda); en Asia, un 34% están muy de acuerdo con ello. Mientras, en América lo piensan un 15%; en Europa, un 17% y en Oceanía, un 14%.

Italia aprueba la unión civil entre homosexuales

La ley fue aprobada por 369 votos a favor y 193 en contra en la Cámara de Diputados, después de que fuera aprobada en febrero por el Senado

Una imagen del Gay Pray Parade en Roma

Una imagen del Gay Pray Parade en Roma. / Afp

El parlamento italiano ha aprobado este miércoles con un voto de confianza la ley que legaliza la unión civil entre parejas homosexuales, un derecho que ya existe en la mayoría de los grandes países de Europa occidental. La ley fue aprobada por 369 votos a favor y 193 en contra en la Cámara de Diputados, después de que fuera aprobada en febrero por el Senado, por lo que se convierte definitivamente en ley del Estado.

“Hoy es un día de fiesta para muchas personas. Sobre todo para aquellas que se sienten finalmente reconocidas, para todos aquellos que, después de muchos años, cuentan con derechos civiles, de verdad civiles”, ha escrito Renzi en Facebook. “Hemos escrito otra página importante para la historia de la Italia que queremos. Por ello sometimos la ley al voto de confianza, no se podía aplazar de nuevo tras años de intentos fallidos”, ha comentado.

Renzi, que quiere demostrar a la opinión pública que cumple con sus compromisos pese a los obstáculos, se comprometió a sacar adelante la ley aún al precio de recortar la medida que da acceso a la pareja gay a adoptar hijos. Después de dos años de negociaciones y de semanas de intenso debate en el Senado, el gobierno decidió someter la ley al voto de confianza y evitar todo cambio al texto.

El jefe de gobierno italiano reconoció que Italia era el único país grande de Europa occidental sin un marco legal para las parejas del mismo sexo y a pesar de la oposición a la ley y a las protestas de la Iglesia católica aceleró su aprobación con el voto de confianza. El texto mantiene el requisito de ayuda recíproca moral y material, la pensión de supervivencia, el permiso de residencia para el cónyuge extranjero y también la posibilidad de adquirir el apellido del compañero.

La nueva ley reglamenta también a las parejas de hecho pero concede deberes y derechos diferentes. Igualmente establece un estatuto para los que conviven – tanto heterosexuales como homosexuales – y crea para las parejas homosexuales una unión civil particular calificada de “formación social específica”.

Militantes del movimiento homosexual y simpatizantes, manifestaron su amargura, tanto en las calles como en las redes sociales, ante lo que consideran un “primer paso”, si bien tímido. Renzi tuvo que ceder a los pedidos de sus aliados católicos y de centro-derecha y eliminó la posibilidad de adoptar los hijos naturales del cónyuge. La nueva ley evita de todos modos cerrar completamente la puerta a la adopción del hijo del compañero del mismo sexo, permitiendo que sea evaluado según el caso, ya que los tribunales lo han autorizado ya en otras oportunidades, “en nombre del interés del niño” y de su “equilibrio emocional”.

Dos sentencias

Dos sentencias recientes del Tribunal de Menores de Roma confirman la tendencia a aprobar tal posibilidad. “El vaso está todavía medio vacío”, sostiene en un comunicado Gabriele Piazzoni, secretario nacional de Arcigay, la principal asociación para la defensa de los homosexuales. “Pese a ello, este texto reconoce y garantiza protección a las parejas homosexuales, algo que han esperado toda una vida”, recalcó.

Por otro lado, el comité “En defensa de nuestros niños”, contrario a la ley, que reunió a decenas de miles de opositores al texto a finales de enero en Roma, considera “un acto antidemocrático” someter esa ley al voto de confianza. El portavoz del movimiento, el ultracatólico Massimo Gandolfini, quien fue recibido en abril pasado por el papa Francisco, anunció que promoverá un referéndum para derogar la ley e impedir que entre en vigor.

Alemania reparará e indemnizará a miles de hombres condenados por ser gais

Las relaciones entre hombres estuvieron castigadas por el Código Penal alemán hasta 1994

Manifestación a favor de los derechos de los homosexuales en Berlín en 1973

Manifestación a favor de los derechos de los homosexuales en Berlín en 1973. R. Trautsch y H. Cassils

El Gobierno alemán indemnizará y eliminará los antecedentes de miles de hombres condenados hasta 1994 por ser homosexuales, una práctica que el Código Penal alemán castigaba con hasta seis años de prisión. Unas 50.000 personas fueron condenadas entre 1949 y 1969 por una ley de 1871, que fue endurecida durante el III Reich, según el Ministerio de Justicia alemán. La norma se aplicó severamente hasta 1969, cuando Alemania despenalizó la homosexualidad. Sin embargo, otras 3.500 personas más fueron sentenciadas hasta 1994, cuando la ley fue finalmente derogada.

El ministro de Justicia alemán, el socialdemócrata Heiko Maas, ha anunciado este miércoles la puesta en marcha de un mecanismo legal para tratar de reparar a los miles de condenados y poner fin así a un capítulo vergonzoso de la historia de la posguerra. Después de estudiar un informe elaborado por la Agencia Federal Antidiscriminación, que llegó a la conclusión que no había ningún obstáculo legal para rehabilitar e indemnizar a las victimas del artículo 175 del Código Penal, el ministro Maas señaló que propondrá una ley destinada a revocar las condenas y crear lo que llamó “un derecho a la compensación”.

“Nunca podremos eliminar por completo las atrocidades cometidas por el Estado, pero queremos rehabilitar a las víctimas”, dijo el ministro en un comunicado. “Los hombres homosexuales que fueron sentenciados ya no deben tener que vivir con la sombra de la condenada”, añadió.

En el año 2000, el Parlamento Federal aprobó una resolución donde lamentaba que el ominoso artículo 175 se hubiera mantenido vigente tras la guerra. Dos años después, anuló las condenas de los hombres homosexuales dictadas durante régimen nazi, pero no las condenas que se llevaron a cabo en la posguerra

“El artículo 175 fue una vergonzosa excepción en la historia del derecho alemán”, dijo la directora de la Agencia Federal Antidiscriminación, Christine Lüders, en la presentación del informe en Berlín.  “La legislación no puede seguir contemplando esta injusticia y el colectivo homosexual aún sigue soportando que las sentencias y juicios emitidos en su contra no hayan sido revocados”.

El famoso artículo fue endurecido en la época del nacionalsocialismo, que decidió combatir la homosexualidad, a la que consideraba una enfermedad. Varios miles de homosexuales fueron enviados a los campos de concentración. Además, se estima que unas 10.000 personas que lucían en sus harapos un triángulo rosa que los identificaba como parias en los campos murieron a causa de los malos tratos.

Los nazis, ansiosos por lo que consideraban purificar la raza aria, sometieron a los prisioneros homosexuales a experimentos médicos, como inyecciones de hormonas, lobotomías y castraciones.

La iniciativa legal anunciada por el ministro de Justicia, fue aplaudida por la Federación de Gais y Lesbianas en Alemania, que pidió que la ley fuera aprobada en esta legislatura: “El tiempo apremia y sólo podemos apelar a todas las corrientes políticas que han luchado en el pasado con este problema, que no lo utilicen ahora en una guerra política de trincheras”.

Italia aprueba una ley histórica de uniones civiles homosexuales

Matteo Renzi elige una vía de urgencia que provoca la protesta de la oposición y la Iglesia católica

 

Matteo Renzi está dispuesto a sacar a Italia de su atraso de décadas en materia de derechos civiles. El Gobierno logró este miércoles —por 369 votos a favor, 193 en contra y dos abstenciones– la aprobación definitiva, mediante una moción de confianza planteada a la Cámara de Diputados, del proyecto de ley de uniones civiles entre parejas del mismo sexo, que, aunque descafeinado, ya recibió la luz verde en el Senado. Tanto la oposición como la Iglesia, que en Italia sigue teniendo un gran peso político y, al menos hasta ahora, un gran poder de veto, se han mostrado indignadas por el método expeditivo usado por Renzi, quien ha declarado: “Hoy es un día de fiesta. Porque las leyes son hechas para las personas, no para las ideologías. Para quien ama, no para quien proclama”.

Una vez superada la moción de confianza, durante la tarde del miércoles se sometió a votación el texto de la ley, que fue aprobado por 372 votos a favor, 51 en contra y 99 abstenciones. El centro político, una parte del cual sostiene al Gobierno de Renzi, y elFamily Day, un conjunto de organizaciones que defienden a la familia tradicional atacando los nuevos modelos de pareja, han pedido el amparo de la presidencia de la República por considerar que el proyecto puede ser inconstitucional. También el secretario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), monseñor Nunzio Galantino, se ha apresurado a tomar parte en el debate político.

La presión de la Iglesia a través del centro derecha ya había conseguido descafeinar la ley durante su aprobación en el Senado el pasado 26 de febrero, evitando sobre todo la posibilidad de que uno de los miembros de la pareja gay pueda adoptar a los hijos naturales de su cónyuge. Pero, aun así, considera que el actual proyecto de ley no marca suficiente distancia con un matrimonio de los de toda la vida. Monseñor Galantino advirtió tras conocer la decisión del Gobierno de Renzi de aprobar la ley sí o sí. “La moción de confianza supondrá una derrota de todos”. Los opositores a la ley de uniones civiles ya se han declarado dispuestos a organizar un referéndum revocatorio.

matrimonio homosexual en el mundo

Todo esto se produce, como explica el editorialista de La Repubblica Stefano Folli, en el revuelto clima preelectoral de las elecciones municipales, “sobre todo en Roma, donde la ciudad laica y la ciudad vaticana se entrecruzan”. Ya Alfio Marchini, uno de los candidatos a la alcaldía por el centroderecha, ha anunciado un plante: “No celebraré jamás uniones homosexuales en el Capitolio”. La ministra Maria Elena Boschi, responsable de las Reformas Constitucionales, no se inmuta: “Los alcaldes tienen que respetar las leyes”. Y, además, todavía está por ver que Marchini, al que en principio apoya todo el centroderecha, termine sentado en un sillón que, después de la destitución de Ignazio Marino, ocupa un comisario especial que trata de meter en cintura una ciudad tan hermosa como difícil de Gobernar.

Maria Elena Boschi zanja con tranquilidad las críticas: “Después de decenios de espera, la ley de uniones civiles es un victoria histórica y la moción de confianza tiene un valor político”. El valor, se podría añadir, del arrojo de un primer ministro que, pese a gobernar en minoría y de declararse católico practicante, está dispuesto a jugarse la continuidad de su Gobierno y la admonición del Vaticano con tal de sacar a Italia de su atraso histórico en materia de derechos civiles.

Matteo Renzi ha colgado sobre su página de Facebook un comentario en el que se siente orgulloso de su proyecto: “Hoy es un día de fiesta para muchos (…). En estas horas decisivas tengo junto a mi corazón el pensamiento y el recuerdo de Alessia [Ballini, alcaldesa de San Piero a Sieve, luchadora por los derechos de los homosexuales, fallecida en 2011]. Y esto me basta. Porque las leyes son hechas para las personas, no para las ideologías. Para quien ama, no para quien proclama. Lo hacemos poniendo la moción de confianza porque ya no se podía retrasar más después de años de intentos fallidos. Lo hacemos con humildad y valentía”.

Italia aprueba las uniones civiles de homosexuales, pero no las llama matrimonios

La ley les concede las mismas obligaciones y la mayor parte de los derechos de los matrimonios convencionales, pero no les permite la adopción de niños.

Lazos de colores sobre uno de los escritorios antes de la votación final de las uniones civiles entre homosexuales en la cámara baja del Parlamento de Italia en Roma

Lazos de colores sobre uno de los escritorios antes de la votación final de las uniones civiles entre homosexuales en la cámara baja del Parlamento de Italia en Roma. REUTERS/Alessandro Bianchi

EFE/Laura Serrano-Conde
ROMA.- Italia dio hoy un paso histórico y aprobó la ley que reconoce las uniones formadas entre personas del mismo sexo, una normativa que fue impulsada por el Gobierno de Matteo Renzi y autorizada después de meses de debates parlamentarios.

La ley fue aprobada en la Cámara de los Diputados por 372 votos favorables, 51 contrarios y 99 abstenciones. Tras la votación, los miembros del Partido Demócrata (PD), que lidera Renzi, festejaron este paso histórico con un aplauso en la cámara baja.

Renzi ya había dicho durante los últimos meses que sacar adelante esta ley era uno de los pilares fundamentales de su mandato y hoy, antes de la votación, sostuvo que Italia se preparaba para celebrar un “día de fiesta”.

Fue la misma expresión que utilizó a su salida de la cámara baja la ministra para las Reformas Constitucionales italiana, Maria Elena Boschi, quien había acudido a la Cámara con un lazo con la bandera gay.

“Estamos muy contentos, es un día de fiesta para todos los italianos. (…) Hemos dado una respuesta después de años no sólo en relación a los derechos sino a los sueños y espectativas de tantas personas”, declaró.

“Finalmente Italia podrá tener una ley sobre las uniones civiles. Más derechos y más serenidad para quienes se aman. Ahora estamos al mismo nivel que Europa”, comentó por su parte en la red social de Twitter la ministra de Defensa, Roberta Pinotti.

Pinotti hablaba así de Italia, un país que en julio pasado fue condenado por el Tribunal de Estrasburgo por no respetar el Convenio Europeo de Derechos Humanos al carecer de una normativa al respecto.

Pero la aprobación no solo fue celebrada por el Gobierno, sino también por defensores de los derechos del colectivo LGBT que se habían congregado a las puertas de la cámara baja.

La ley, sin embargo, no ha contado con el favor de toda Italia, es más, ha generado un intenso debate y ha dividido a la sociedad entre los defensores y los detractores de los derechos de los homosexuales.

El proyecto fue iniciativa de la senadora del PD, Mónica Cirinnà, y contemplaba inicialmente el reconocimiento legal de las uniones entre personas del mismo sexo y también el derecho de la pareja a adoptar el hijo natural de su compañero sentimental.

Sin embargo, este punto fue el que mayor polémica suscitó entre quienes defendían que los homosexuales debían contar con los mismos derechos que las parejas heterosexuales y entre los que sostenían que era necesario proteger al niño y evitar fomentar el vientre de alquiler.

El PD de Renzi, por sí solo, no contaba con apoyos suficientes como para sacar adelante en el Senado el proyecto tal y como había sido redactado inicialmente, por lo que se suprimió el derecho de los gais a adoptar.

La ministra italiana de Reformas Constitucionales y Relaciones con el Parlamento, María Elena Boschi

La ministra italiana de Reformas Constitucionales y Relaciones con el Parlamento, María Elena Boschi, antes de la votación final sobre las uniones civiles entre homosexuales en la cámara baja del Parlamento de Italia en Roma. REUTERS / Alessandro Bianchi

Esta condición junto con la de eliminar la obligación de los homosexuales de permanecer fieles para no equiparar sus uniones con los matrimonios católicos entre hombres y mujeres fueron requeridas por el socio de Renzi en el Gobierno, el conservador Nuovo Centrodestra, liderado por el ministro del Interior, Angelino Alfano.

Así, con los apoyos de la formación de Alfano, Renzi logró dar luz verde en el Senado al proyecto sometiéndolo a moción de confianza, un sistema que eliminó de un plumazo las enmiendas presentadas por la oposición.

Este sistema ha sido el mismo al que ha recurrido el Ejecutivo para convertir el documento en ley hoy en la Cámara de los Diputados.

De esta manera, se han evitado las votaciones anónimas y que se pudieran presentar nuevas enmiendas que postergaran su puesta en marcha, ya que esto conllevaría someterlo a una nueva lectura en el Senado.

El triunfo de Renzi es, por tanto, un triunfo edulcorado, pues Italia incluirá en su ordenamiento jurídico una ley que no es estrictamente la que hubiera querido para el país el que fuera alcalde de Florencia.

La ley ha contado con la oposición de los partidos más conservadores, de la Iglesia católica y de los defensores de la familia, que incluso organizaron una gran manifestación en enero en el Circo Massimo de Roma.

Entre los que están en contra de la ley se encuentra el líder de la ultraderechista y xenófoba Liga Norte, Matteo Salvini, que llamó hoy a la rebelión de los alcaldes de los ayuntamientos en los que gobierna su formación para que se nieguen a registrar estas uniones.

El llamamiento no ha sido compartido por la líder de la formación conservadora Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, que precisamente es la apuesta de Salvini para la alcaldía de Roma en las elecciones del próximo junio. “Si soy alcaldesa, respetaré la ley aunque no celebre personalmente las uniones civiles”, ha dicho Meloni, tras las palabras de Salvini.

El Parlamento italiano aprueba la Ley que legaliza la unión homosexual

Manifestación de apoyo a las uniones homosexuales en Italia

Manifestación de apoyo a las uniones homosexuales en Italia. AFP

El parlamento italiano ha aprobado este miércoles con un voto de confianza la ley que legaliza la unión civil entre parejas homosexuales, un derecho que ya existe en la mayoría de los grandes países de Europa occidental.

La ley fue aprobada por 369 votos a favor y 193 en contra en la Cámara de Diputados, después de que fuera aprobada en febrero por el Senado, por lo que se convierte definitivamente en ley del Estado.

La nueva ley establece un estatuto para los que conviven -tanto heterosexuales como homosexuales- y crea para las parejas homosexuales una unión civil particular calificada de “formación social específica”.

El texto establece ayuda recíproca moral y material, la pensión de supervivencia, el permiso de residencia para el cónyuge extranjero y también la posibilidad de adquirir el apellido del compañero.

Después de dos años de negociaciones y de semanas de intenso debate en el Senado, el gobierno decidió someter la ley al voto de confianza y evitar todo cambio al texto.

“Hoy es un día de fiesta para muchas personas. Sobre todo para aquellas que se sienten finalmente reconocidas, para todos aquellos que, después de muchos años, cuentan con derechos civiles, de verdad civiles”, comentó el primer ministro Matteo Renzi en Facebook.

El proyecto fue impulsado por el gobierno de centro izquierda liderado por Renzi, quien se comprometió a sacar adelante la ley aún al precio de recortar la medida que da acceso a la pareja gay a adoptar hijos.

La ley anti-LGTB de Carolina del Norte viola los derechos civiles, según el Departamento de Justicia

El Gobierno le da cinco días para que revoque la normativa

Un signo en protesta contra la ley discriminatoria de Carolina del Norte

Un signo en protesta contra la ley discriminatoria de Carolina del Norte. J. DRAKE REUTERS

El Departamento de Justicia de Estados Unidos alertó este miércoles a Carolina del Norte de que su ley discriminatoria contra los ciudadanos transexuales viola las normativas de derechos civiles. El gobierno, según ha comunicado en una carta enviada al gobernador del Estado, Pat McCrory, le ha dado de plazo hasta el próximo día 9 para revocar la ley.

“El Estado está poniendo en práctica un patrón de discriminación contra los trabajadores transexuales”, asegura en la misiva la asistente a la fiscal general y responsable de la oficina de Derechos Civiles, Vanita Gupta. Si Carolina del Norte no modifica o retira la ley, el Gobierno puede retirar una suma importante de fondos federales que afectarán drásticamente a su presupuesto.

El Departamento de Justicia rechaza así la viabilidad de la ley que aprobó Carolina del Norte el pasado mes de marzo y que exige que todos los ciudadanos utilicen los baños públicos del género que se les asignó al nacer. La ley fue denunciada inmediatamente ante la justicia por varias organizaciones al considerar que era discriminatoria contra las personas transexuales y ha provocado una importante movilización ciudadana en la que ya es la última frontera de la lucha por los derechos civiles en EE UU.

La normativa de Carolina del Norte fue copiada a las pocas semanas por el Estado de Misisipí, pero ambas han tenido la misma acogida entre la sociedad estadounidense: un profundo rechazo que va desde la Casa Blanca -Obama aseguró que la ley debía ser revocada- hasta el mundo de la cultura y las empresas del país. Artistas como Bruce Springsteen y Bryan Adams anunciaron la cancelación de conciertos en esos estados, mientras que compañías como PayPal anularon sus proyectos en la región.

El paso adoptado por el Departamento de Justicia se basa en la ley federal que prohíbe la discriminación por cuestión de sexo en el entorno laboral y eductivo, reconocido en la Ley de Derechos Civiles de 1964. En los últimos años, distintas sentencias ya han reconocido que esa protección incluye a las personas transexuales.

“El acceso a los baños segregados por sexos y otras instalaciones en el entorno laboral consistentes con la identidad de género es una condición o privilegio asociado al empleo”, escribe Gupta. La asistente de la Fiscal General argumenta que Carolina del Norte está violando la ley federal al “negar ese acceso a transexuales o personas cuya identidad de género es diferente al que se les asignó al nacer, mientras que sí se lo permite a empleados que no son transexuales”.

El Estado tiene ahora hasta el próximo 9 de mayo para retirar la legislación o modificarla. De no hacerlo, la Fiscal General Loretta Lynch puede proceder a demandar la ley ante la justicia y provocar su congelación inmediata hasta que un juez determine su futuro.

La Primavera Árabe también fue rosa

  • La saga Primavera rosa presenta su nuevo documental centrado en México, donde se cometen 64 asesinatos contra la población LGTB al año

  • Las películas buscan analizar la problemática en un país por cada continente: primero fue Túnez, después Rusia, México y ahora empiezan a rodar en Brasil

  • Hablamos con Mario de la Torre, cabeza de proyecto y cineasta que estuvo nominado a los premios Goya por su compromiso por el respeto de los derechos humanos

Mapa de la Primavera Rosa

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No todas las Primaveras que se vivieron en Túnez son reconocidas. Tampoco tuvieron un solo color: entre el rojo de la sangre derramada por el régimen y el negro de las expectativas de cambio frustradas, se deja entrever el rosa. Los medios de comunicación occidentales narraban la mayor revuelta de los países oprimidos de Oriente Medio sin rascar la corteza. Detrás de los cantares heroicos que les dedicaban al otro lado del Mediterráneo, los nuevos gobiernos se radicalizaban aún más en la violación de los Derechos Humanos.

Los amigos árabes del cineasta Mario de la Torre le invitaron a investigar lo que ellos callaban por culpa de una mordaza maquillada en Occidente. Las minorías sexuales no solo estaban lejos de vivir en democracia -como el resto del país-, sino que fueron específicamente demonizadas por los islamistas. De ese acercamiento nació el documental Hacia una Primavera Rosa. El conocimiento de las penas de muerte en contra de los homosexuales o las violaciones “correctivas” a las lesbianas provocó un sentimiento de empatía en otros países donde la realidad es poco más alentadora.

La cinta de 19 minutos ambientada en Túnez saltó de su microcosmos hasta convertirse en una plataforma global de apoyo a la libertad sexual y visualización de las víctimas LGTB. La Primavera rosa recoge ese grito democrático para concienciar sobre la brutalidad de los crímenes de odio, pero también sobre la lucha de este colectivo por “llevar una vida normal, sin más derechos ni menos”. De la Torre comenzó a imaginar este proyecto como una radiografía de la situación particular de cada país. Primero en Túnez, paralelo a las ansias de democracia; después en Rusia, donde son víctimas de la cruzada del kremlin; y por último en México, cuyo resultado se presentó en el marco de la Semana del Corto de Madrid.

El equipo está trabajando ya en una cuarta entrega que se rodará en Brasil y que busca financiación vía crowdfunding en la plataforma goteo. “Detrás de esa imagen abierta y positiva se esconde una realidad muy cruel. Cada 48 horas es asesinado un miembro de la comunidad LGTB y el 70% de los casos quedan impunes”. Su intención a largo plazo, nos desvela el director, es regresar a España para analizar la escalada de homofobia en los institutos.

Ese es el fin último de La Primavera rosa: crear un apoyo para los jóvenes que estén descubriendo su sexualidad y naturalizar el proceso en su entorno. Para ello han desarrollado dos formatos en colaboración con la Comunidad de Madrid, Amnistía Internacional y la Universidad Rey Juan Carlos, entre otros. El primero es un mapa interactivo que busca acotar la brecha geográfica y crear un mosaico de testimonios. El segundo es lo que llaman un documentarybook, una suerte de inventario del material extra que no encontró un sitio en los documentales.

Hechas las presentaciones, acompañamos a Mario de la Torre en un viaje de Primaveras, cárceles para homosexuales, palizas en la calle y cunetas repletas de cuerpos sin reclamar. Pero también por un recorrido que reúne culturas variopintas y casos particulares bajo una misma bandera de siete colores.

Primera parada: Túnez, el Invierno Árabe

Tras las revueltas y la huida del presidente Ben Alí, se celebró en el seno de la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU una sesión a favor de la comunidad LGTB mundial. Los miembros de la Liga Islámica abandonaron en masa el pleno y afirmaron que esos derechos no pertenecían a la identidad cultural islámica ni lo harían nunca. El nuevo ministro de Justicia y Derechos Humanos, Samir Dilou, confirmó que no tenía ninguna intención de derogar el artículo 230 del Código Penal, que identifica a los homosexuales con los pederastas. “Fue un tremendo varapalo para la población, les llevó incluso a pensar que estarían mejor bajo el régimen anterior”, nos cuenta De la Torre.

“Os digo que esto es un invierno árabe, todavía espero que llegue la primavera. La revolución no ha terminado”, lamenta un joven anónimo de 18 años en el documental.  Encontrar los testimonios de  Hacia una primavera rosa fue una prueba de obstáculos para el director, pues las ONG tunecinas son ilegales y están vetadas en los espacios públicos. “Tuve que rodar casi todos los testimonios a contraluz para que no sufriesen represalias”, nos revela su artífice.

Segunda parada: la Rusia ortodoxa

Si el rodaje en Túnez tuvo que ser clandestino para proteger la identidad de sus entrevistados, lo que vivió Mario de la Torre en Rusia fue bastante peor. “Antes de viajar a Moscú recibí una amenaza de muerte por parte de un foro neonazi”, nos cuenta el cineasta. El principal desafío de este país radica en estos grupos ultraderechistas y en la iglesia ortodoxa, “que acuden a las manifestaciones a reventarlas, en el sentido literal”

Además, los chicos y chicas homosexuales se han visto obligados a tomar clases de entrenamiento personal contra armas blancas. “Si alguien se entera de que los gimnasios forman al colectivo LGTB, el gobierno podría llegar a cerrar estos negocios amparándose en sus estatutos homófobos”. De la Torre se refiere a la  Ley contra la propaganda homosexual, que se justifica en la protección de los niños ante las “relaciones sexuales no convencionales”, como les gusta calificarlas. El punto maquiavélico de este eufemismo es que engloba desde la homosexualidad hasta la pederastia.

“El caso de Rusia es curioso porque no estaban acostumbrados a la bandera gay, que siempre habían relacionado con la cultura homosexual de Occidente”. Pronto, los siete colores pasaron de ser un símbolo desconocido a convertirse en un signo de odio. De hecho, cuando Obama reclamó en público que se derogaran las leyes anti LGTB rusas, el colectivo se retorció. “Pidieron que ningún líder político occidental (y menos el de EE.UU) se pronunciase a su favor, porque así solo conseguían demonizar aún más a la población LGTB”.

Tercera parada: México, récord en asesinatos

“Habría que colgar a los afeminados y a los maricones”, ataca una mujer vestida de blanco impoluto a la salida de una iglesia del DF. Las palabras de esta católica son ley en México, país que ocupa el segundo puesto en la tasa de homicidios cometidos contra el colectivo LGTBI. Los datos que llegan desde el otro lado del Atlántico son escalofriantes: el 68% de los familiares de los asesinados no reclaman su cuerpo por vergüenza, así que las cunetas del país amanecen repletas de homosexuales y transexuales decapitados o torturados.

México es el paradigma de la contradicción. Por un lado están aprobando un amplio paquete de leyes en defensa del colectivo, pero que no llega a tener un impacto real sobre la sociedad. El peligro en este caso, además, trasciende al ámbito político. “Hay una purga muy selectiva”. No es solo una forma de esquilmar a la población activista LGTB, sino también una manera de dar una llamada de atención desde los puestos de poder.

El asesinato de Gari Bastilda es uno de los principales pilares del documental para reflejar esta dualidad de la política y el acoso. Bastilda fue la primera mujer transexual en ocupar un cargo en el DF, desde el que impulsó la creación de un departamento específico para la protección de la población LGTB. “Su cuerpo fue encontrado en 2013 envuelto en una manta y con 48 puñaladas”, recuerda Mario.

Condenan a Colombia por negar pensión a una pareja del mismo sexo

La Corte Interamericana de Derechos Humanos le ordena al Estado indemnizar a un hombre discriminado por su orientación sexual

La semana pasada, la Corte Constitucional reconoció el derecho al matrimonio en parejas del mismo sexo

La semana pasada, la Corte Constitucional reconoció el derecho al matrimonio en parejas del mismo sexo. Mauricio Dueñas/Colombia Diversa

La valla gay de Melilla

La valla gay de Melilla

La valla gay de Melilla

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (CETI) está prácticamente vacío. Los sirios llegan con cuentagotas y casi no se producen saltos en la valla fronteriza por parte de subsaharianos. Los vigilantes de seguridad se quejan de que no tienen apenas trabajo y bromean pidiendo a voz en grito: “¡Por favor, que haya alguna entrada masiva!”. Pero, cada noche, cerca de la pista deportiva comienza a oírse música de fiesta. Y poco a poco empiezan a salir internos de todos los rincones, entre risas y chácharas. De repente el CETI cobra vida con una avalancha de inmigrantes jóvenes, con ropajes coloridos y ansias de libertad.

Son los marroquíes solicitantes de asilo por su condición de homosexuales, que se han convertido en los últimos meses en el principal colectivo de refugiados del centro de inmigrantes. Algunos como Hassan, natural de Alhucemas, llegaron hace un par de días, y otros, como Fati, de Nador, llevan casi seis meses de reclusión.

Es impresionante ver cómo hacen piña y se protegen unos a otros. Tienen mucho miedo. Ninguno da su nombre ni origen reales, ni muestra su rostro. Excepto Driss El Arkoubi. Él ya estuvo nueve meses en Melilla entre 2013 y 2014. Tras sufrir unaviolenta violación por parte de cuatro agresores, cerca del paso fronterizo de Farhana, cruzó a Melilla para recibir asistencia médica y pedir protección internacional. Le denegaron el asilo. Fue expulsado y ahora ha vuelto con más señales de violencia en sus carnes y sin miedo a dar la cara.

Recuerda cómo entonces era el único marroquí demandante de asilo y las penurias que tuvo que pasar para hacerse oír. Ahora el CETI acoge a 73 magrebíes solicitantes de protección, la mayoría por su condición sexual. En el primer trimestre de 2016 se han recibido 45 solicitudes, una más que el año pasado. En conjunto, son 89 solicitudes de asilo en 15 meses. Y se espera seguir batiendo récords.

A pesar de que el Departamento de Estado de Estados Unidos, gran aliado de Marruecos, concluye que la persecución a los homosexuales en el reino alauí no es sistemática y que los casos de condena se derivan de “acciones imprudentes”[no persiguiéndose la orientación sexual que se practica “con discreción”], lo cierto es que cada vez son más las personas perseguidas y sancionadas en el país vecino. Desde las organizaciones sociales a ambos lados de la frontera advierten de que casos como el ocurrido hace unos días en Beni Melal -donde un tribunal condenaba a dos jóvenes homosexuales por “perversión”tras ser arrastrados desnudos por la calle y linchados pública y salvajemente- ponen en evidencia la represión que sufre el colectivo gay en Marruecos y propician la llegada a Melilla de más personas en busca de tolerancia y dignidad.

Un delito sobre el papel

Y es que el socio preferente de España y la Unión Europea considera la homosexualidad un delito desde 1972. El artículo 489 del Código Penal magrebí prevé para quienes “cometan actos lascivos o antinaturales con un individuo del mismo sexo”, penas de 6 meses a 3 años y multas de hasta 110 euros.

La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y el colectivo Kif Kif (De igual a igual), denuncian que las instituciones persiguen a los gays y pretenden estigmatizarlos socialmente. E insisten en que desde la llegada al gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), de corte islamista, el discurso religioso se haradicalizado y que la persecución a los homosexuales es cada vez más férrea.

El Gobierno, presidido por el islamista Abdelilah Benkirane, ha calificado la homosexualidad como un “comportamiento innoble”que constituye “una provocación”y que no tiene en cuenta “los valores morales y doctrinales”de la sociedad magrebí. El Ministerio del Interior ya anunció su firme determinación por hacer frente a todas las actuaciones contrarias a los valores religiosos y morales que nutren el marco legal marroquí. En este sentido, la Policía realiza redadas y detenciones selectivas periódicamente a gays con la intención de atemorizarles o darles una lección, según denuncia Kif Kif.

Con el rostro cubierto, Abdú, de 22 años. Ha llegado a Melilla desde Oujda escapando de la homofobia

Con el rostro cubierto, Abdú, de 22 años. Ha llegado a Melilla desde Oujda escapando de la homofobia REPORTAJE GRÁFICO: JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA

La gran mayoría de los homosexuales marroquíes acogidos en el CETI asegura haber sufrido abusos, siendo adolescentes o niños, por parte de familiares, vecinos, compañeros o profesores. Este último es el caso de Fati, de 28 años y natural de una aldea de la provincia de Nador.

Con tan sólo siete años, fue víctima de abusos y violaciones continuadas por parte de un profesor, que continuaron por parte de otros profesores y compañeros de colegio hasta los 11 años. Entonces comenzó a pintarse y a vestirse de mujer. Estudió peluquería y durante varios años trabajó en un salón de señoras. A pesar de no ser aceptado por su entorno y de tener que esconder su homosexualidad en público nunca se planteó dejar Marruecos. Hasta que un día un grupo de niñatos entró en la peluquería, le robó y le intentó prender fuego.

“Mi sueño no es ir a Europa, es escapar de Marruecos. Sólo quiero ser quien soy, y si tiene que ser lejos de mi país no me importa. Allí no soy nada, soy menos que nada. No soy libre, no puedo ser yo mismo. ¡Sólo quiero ser yo!”, grita desesperado. Rompe a llorar y cubriéndose el rostro entra al CETI con prisas, muy afectado.

Cuesta mucho sacarles del centro de inmigrantes. Sólo salen a la calle en grupo y sin alejarse apenas unos pasos de la puerta. Han cruzado la frontera de laintolerancia pero no se sienten seguros en Melilla. Tienen muy presente la imagen del joven Ibrahim, que hace unas semanas se alejó a dar una vuelta y comprar tabaco. Tuvo que ser hospitalizado después de que entre ocho personas le dieran una paliza para luego dos de ellos violarle y dejarle casi inconsciente.

El CETI está apartado del casco urbano. Situado en uno de los barrios periféricos más deprimidos, muy cerca del paso fronterizo de Farhana: “Por aquí pasan muchos marroquíes y nosotros no somos aceptados por ellos. A casi todos nos han robado los móviles, a mí en tres ocasiones. Nos quitan el tabaco. Abusan de nosotros, nos insultan, escupen. Tenemos miedo y estamos cansados”, cuenta Hassan, que asegura que algunas tiendas cercanas, regentadas por “barbas [islamistas] o musulmanes”, se niegan a venderles y les expulsan de los establecimientos de forma violenta.

Por eso quieren presentar un escrito a la dirección del centro para que pida la presencia continua de patrullas del Instituto Armado en las cercanías del CETI: “No tenemos paz ni a este ni al otro lado de la valla”, susurra Amine mientras, haciendo caso a los consejos del vigilante de la puerta, sale del centro quitándose la ropa femenina que le cubría la cabeza y los hombros: “Se exponen a que les den una paliza si se pasean con velo, con las uñas pintadas o contoneándose”, dice elsegurata.

Perversos y antinaturales

Pronto pasa una mujer marroquí, con chilaba y hiyab, y les dice que son unos“sinvergüenzas”y unos “guarros”y que todo lo que cuentan es “mentira”. Que en Marruecos tienen libertad para hacer lo que quieran en la intimidad pero que a ellos “les gusta exhibirse”. Y antes de marcharse y escupir en el suelo susurra: “Kawm lot“.

Esta expresión árabe significa procedente de la ciudad de Lot, el sobrino de Abraham que vivió en Sodoma, según los libros sagrados. En occidente sería algo así como sodomita, palabra despectiva que se utiliza para burlarse de los homosexuales. Pero en Marruecos, esa expresión tiene otra dimensión. Según sus creencias, los actos “perversos”y “antinaturales”realizados por los sodomitas no sólo recibieron la ira de Dios entonces, sino que el castigo divino sigue cayendo sobre el pueblo que les acoge: “Creen que los terremotos que han sacudido Alhucemas y Nador son por nuestra culpa. Cada vez que ocurre alguna desgracia o catástrofe nos persiguen, nos acusan y abusan de nosotros. Creen que los homosexuales enfurecemos a Dios y por eso no nos quieren cerca. Somos apestados”, cuenta Abdu.

Estas creencias se dan en la zona del Rif, en el norte del país. De esta región deprimida y conservadora proviene la gran parte de los demandantes de asilo. Son un grupo muy heterogéneo. Los hay analfabetos y filólogos; y con edades que van desde los 18 hasta los 41 años de Annan, el abuelo del grupo, como le llaman. Dice sentirse gay desde que tiene uso de razón. Esto le ha ocasionado problemas con la familia, los vecinos, en el colegio… Lo pasó tan mal en el instituto que dejó los estudios. Ha trabajado en varias cafeterías de camarero y en todas le han echado por ser gay: “Hay gente que cuando vas a servirle tú o a tomarles nota se van. Algunos piden que les sirva un hombre de verdad o te pegan o insultan. Eso no es bueno para el negocio”.

Mohamed (de 26 años y natural de Samara) se levanta la camiseta para mostrar las puñaladas que le dio su hermano tras enterarse de su orientación sexual

Mohamed (de 26 años y natural de Samara) se levanta la camiseta para mostrar las puñaladas que le dio su hermano tras enterarse de su orientación sexual REPORTAJE GRÁFICO: JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA

Para poder comer tuvo que dedicarse a vivir del sexo. Lleva tantos años en el negocio de la calle que el resto de compañeros del CETI le conoce como Lamadame. Ironías de la vida: “Algunos hombres que me despreciaban en las cafeterías luego requerían mis servicios. Te juzgan por ser homosexual y luego ellos son peor que tú”.

En una sociedad tan cerrada e hipócrita como la marroquí, el principal enemigo para los jóvenes homosexuales es la familia. Ese primer círculo de confianza casi nunca llega a aceptar y actuar con normalidad porque se exponen a ser señalados por el resto de vecinos y temen las consecuencias. A veces la reacción es la violencia, incluso extrema. Así le ocurrió a Mohamed, de 26 años y natural de Samara, en la región del Sáhara Occidental. Durante años escondió su orientación sexual hasta que un día un familiar le vio besándose con otro chico. El padre le dio tal paliza que perdió audición en un oído. Y su hermano mayor, que estaba trabajando en El Aaiún, a tres horas de coche, juró matarle si le cogía.

Mohamed huyó y recorrió los 1.600 kilómetros que separan su ciudad natal de Nador. Pero su hermano le encontró, le asestó tres puñaladas y amenazó con matarle si volvía a casa. Tras curar sus heridas en el Hospital Hassaní, decidió cruzar a Melilla y pedir asilo. Otras veces la familia intenta barrer el problema y esconderlo bajo la alfombra, como pasó con Yusef, de Kenitra. De familia bien y liberal, se plantó ante sus padres con su pareja para decirles que era gay. En menos de dos meses tenía concertada una boda, con una estupenda chica de otra familia pudiente, y apalabrados el banquete, el viaje de novios y hasta la casa donde iban a pasar el resto de su vida: “Ya no es que no me gusten las mujeres, es que no me dejaron decidir nada sobre mi vida. Tengo 19 años y querían obligarme a dejar los estudios y formar una familia. Por un momento me volví loco y llegué a intentar suicidarme”.

Pero no todos son chicos, también hay algunas chicas marroquíes que esperan impacientes la resolución positiva de su petición de asilo. Es el caso de Houria, de 21 años. Después de casi dos años, en los que por defender su relación con Fadma, de 25, fue víctima de insultos, golpes y maltrato por parte de amigos y familiares, escaparon a Melilla, donde terminaron con su relación. Ahora apenas se dirigen la palabra, pero luchan unidas no sólo buscando ser libres y felices, sino intentando lograr un futuro más digno para que, como relata Houria, todos aquellos que vienen tras ellos “no tengan que abandonar a sus familias ni sean considerados delincuentes por ser diferentes o tener una orientación sexual distinta a la exigida por el islam”.