Los gays paleolíticos salen de la caverna

grabado prehistórico

La libertad sexual llega a la prehistoria. Tras más de un siglo de mojigatería, una exposición en la cuna de la paleoantropología española, los yacimientos de Atapuerca, sacará del armario los indicios que sugieren que el sexo homosexual era habitual en el Paleolítico. Las pruebas parecen consistentes. Un grabado en una placa de piedra de la cueva francesa de La Marche muestra lo que parece una mujer dedicada a hacerle un cunnilingus a otra. En otra piedra caliza del abrigo rupestre de Laussel, en Dordoña, alguien talló hace unos 27.000 años a dos mujeres con las piernas entrelazadas, en la postura conocida como la tijera. Y en Gonnersdorf, un yacimiento alemán en la orilla del Rin, decenas de placas muestran parejas de mujeres. Una de ellas, de 12.000 años y bautizada las bailarinas, muestra dos hembras frotando sus pechos en actitud cariñosa. Y también hay un coito anal entre dos hombres en La Marche.

Sin embargo, el estudio de la prehistoria está sometido a un dogma desde el siglo XIX: la sexualidad de los mal llamados hombres y mujeres de las cavernas sólo estaba orientada a la reproducción. El lesbianismo y la homosexualidad masculina son tabú. El estudio de la prehistoria ha sido, en cierto modo, homófobo. “Apenas hay estudios y en los congresos no se habla de la sexualidad en el Paleolítico. Pero los primeros Homo sapiensque llegaron a Europa eran anatómica y cerebralmente iguales a nosotros, les gustaba lo mismo”, explica Marcos García Díez, coordinador de las cuevas prehistóricas de Cantabria para el Gobierno autonómico y uno de los comisarios de la exposición.

Hay coitos anales y escenas lésbicas en el arte rupestre europeo

La muestra, llamada Sexo en piedra, aireará el kamasutrapaleolítico: sexo con animales, tríos, consoladores, voyeurismo, masturbación, sexo oral. Y, por fin de manera abierta, relaciones homosexuales. “Podríamos hablar de una homofobia hasta ahora, pero no me atrevo a entrar ahí”, admite García Díez. “Si lo vinculamos a la etnografía, y miramos los grupos primitivos actuales, la homosexualidad existe, por supuesto. Y en el Paleolítico también existía, pero no se ha estudiado por una cuestión de mentalidad, porque llevamos siglos con la idea de la familia en la cabeza. Yo creo que dentro de 10 o 15 años se hablará de ello con naturalidad”, vaticina el prehistoriador.

La exposición abrirá sus puertas a finales de septiembre en la sede de la Fundación Atapuerca en Ibeas de Juarros (Burgos) y estará en marcha hasta enero de 2011. El padrino de la muestra es uno de los codirectores de los yacimientos burgaleses, Eudald Carbonell. “Me sorprende el silencio que rodea a la homosexualidad en el Paleolítico. Imagino que hay que atribuirlo a la cultura dominante, que es la judeocristiana”, opina.

A Eudald Carbonell le sorprende el silencio en torno a la homosexualidad

El paleoantropólogo acaba de publicar El sexo social (editorial Now Books), un libro en el que analiza el papel del sexo en la evolución del ser humano. “En los mamíferos y, en concreto, en los primates, se da la homosexualidad. Y nosotros hemos heredado toda la variabilidad del comportamiento sexual del género Homo“, expone Carbonell, director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social. “No conozco ningún equipo científico en el mundo que trabaje de manera específica en la sexualidad en el Paleolítico. Y es muy extraño, porque el sexo es fundamental en el comportamiento del Homo sapiens“, lamenta.

Los dos comisarios de la exposición, García Díez y el urólogo Javier Angulo, del hospital Universitario de Getafe, escribieron un libro en 2005 con el mismo título que la muestra, Sexo en piedra. En sus páginas destacaba un bastón tallado hace 13.000 años en un asta de reno en la cueva francesa de Gorge d’Enfer. Posee una curiosa coronación: dos penes. Y hay muchas más piezas con morfología fálica en otros yacimientos franceses y cantábricos. Su función es un enigma. “Son todo hipótesis”, explica Angulo. En un artículo publicado en 2006 en la revista Actas urológicas españolas, ambos autores comentaban que “de ningún modo todos los bastones de mando pueden ser interpretados exclusivamente como soportes para la masturbación femenina o para la práctica de sexo anal pero, por el contrario, se debe aceptar que la forma de alguno de ellos permitiría su uso en este tipo de prácticas sexuales”.

El doble falo de Gorge d’Enfer mide 9,5 centímetros de ancho y 11,5 de alto, si se observa como si fuera una L. Si se confirmara que se utilizó como juguete sexual para dos mujeres, sería otra patada a la interpretación clásica y rancia de la sexualidad en el Paleolítico. Sin embargo, es imposible demostrarlo.

“Hablar de un doble dildo quizá sea rizar el rizo, aunque en el Museo Nacional de Prehistoria de Francia, en Dordoña, hay una colección de falos de entre 20 y 30 centímetros que sólo pudieron emplearse como decoración o como consolador”, interpreta Angulo.

Este médico especializado en prehistoria subraya que los arqueólogos son “demasiado descriptivos a veces”. Y pone un ejemplo muy ilustrativo: “Dicen que en un dibujo aparece un pene con una mano al lado y que salen rayas del glande. Y no interpretan nada más. Pues yo ahí veo una masturbación”.

Adelphopoiesis, la unión entre dos personas del mismo sexo durante la Edad Media

Durante la Edad Media se celebró en algunas iglesias cristianas del Mediterráneo oriental una ceremonia conocida como Adelphopoiesis, la cual consistía en la unión de dos personas del mismo sexo (habitualmente hombres) bajo un acto de liturgia religiosa.

Representacion-de-una-boda-de-semejanza-Yorokobu

Representación de una boda de semejanza (Yorokobu)

El acto en sí era un ‘hermanamiento’ entre esas dos personas (significado real de la palabra Adelphopoiesis: hacer hermanos) que compartían varias cosas en común (entre ellas su religiosidad y culto al cristianismo), pero que no estaba pensada como una unión matrimonial entre ambos, aunque con los años se ha podido ir investigando sobre el asunto llegando a la conclusión de que la mayoría de esas uniones en realidad escondían tras de sí una ‘boda de semejanzas’ entre homosexuales.

[Relacionado: Última voluntad: que mi hermana se case con mi marido]

El filósofo ruso Pável Florenski fue quien, en 1914, citó por primera vez este rito, dando a conocer una costumbre que había pasado desapercibida a lo largo de los siglos y de la que apenas se tenía constancia.

Es curioso comprobar cómo, quince siglos atrás, la iglesia cristiana tenía posturas mucho más tolerantes hacia la homosexualidad y la unión de dos personas del mismo sexo y en la actualidad persigue y señala como una desviación o enfermedad, sin querer admitir las uniones como matrimonio.

El rito litúrgico de la Adelphopoiesis descrito por Pável Florenski nos muestra como dos personas podían unirse en un templo sagrado colocándose delante de un atril y entre una cruz, procediéndose a realizar ciertos cánticos y oraciones, siendo atados entre sí por un cinturón.

Varios son los casos documentados de parejas de contrayentes de bodas de semejanza que compartieron sus vidas, y muchos de ellos fueron enterrados juntos y en cuyas lápidas habían inscripciones de amor eterno.

Los-martires-San-Sergio-y-San-Baco-Yorokobu

Los mártires San Sergio y San Baco (Yorokobu)

El historiador norteamericano John Boswell(1947-1994) fue posiblemente el que más datos sobre el tema pudo desvelar a través de dos de sus libros: ‘Cristiandad, tolerancia y homosexualidad’ (1980) y ‘Las bodas de semejanza’ (1994), y en el que con exhaustivos trabajos de investigación aportaba gran cantidad de información sobre la Adelphopoiesis y sus protagonistas.

Destacados son los personajes de los ‘mártires’ Sergio y Baco, dos importantes militares del emperador Maximiano que, en el siglo IV, se acogieron a la fe cristiana, siendo martirizados hasta la muerte por ello. En el trabajo de investigación de Boswell, este indicaba que ambos mantenían una relación homosexual.

A través de numerosos manuscritos se evidencia como San Sergio y San Baco son adorados y señalados como los santos protectores de la homosexualidad, siendo citados e invocados en un buen número de uniones o matrimonios gais.

También cabe destacar el caso documentado que existe sobre la unión entre Pedro Díaz y Muño Vandilazen, en una pequeña ermita de Santa María de Ordes (Orense) a mediados del siglo XI.

Visto en Yorokobu

¿Quién fue el verdadero asesino de Pasolini?

José María García López, autor de ‘Pasolini o la noche de las luciérnagas’

José María García López, autor de ‘Pasolini o la noche de las luciérnagas’. / R.C.

Pier Paolo Pasolini, director de cine, escritor, dramaturgo, poeta, ensayista, es uno de los genios indiscutibles y más controvertidos del siglo XX. Comunista y homosexual confeso en tiempos donde ambas identidades eran peligrosas, Pasolini murió brutalmente asesinado en 1975, al parecer, a manos de un tal Pelusi, el único acusado y condenado por el crimen. Pero ¿se debió su muerte a un conflicto entre chaperos que se fue de las manos o tuvo más que ver con el intento de callar una voz demasiado crítica con los entresijos del poder?

A su muerte, Pasolini escribía un libro, ‘Petróleo’, en el que investigaba una trama que ya había costado la vida de dos personas: Enrico Mattei, un político de izquierdas que luchaba contra la injerencia de las grandes empresas petrolíferas en Italia, y Mauro de Mauro, un periodista de investigación. Además de todo esto, hay que destacar la afiliación comunista del cineasta, en un tiempo en el que el fascismo y la mafia estaban determinados a impedir la pujanza del partido en la política italiana.

Con esta urdimbre, José María García López crea una inquietante novela, ‘Pasolini o la noche de las luciérnagas’ (Nocturna), en la que una criminóloga y un profesor intentan esclarecer la verdadera causa de la muerte del escritor, lo que termina por convertirse en una obsesión que les lleva a sumergirse en el complejo mundo que habitaba: su obra literaria y cinematográfica, su relación con artistas e intelectuales de la época, su controvertida posición política, su pederastia confesa, su compleja relación familiar, esa lacerante creencia católica de la que nunca se libró, un miedo constante a acabar como finalmente acabó… y, sobrevolándolo todo, una conspiración política y mafiosa que Pasolini denunciaba en ‘Petróleo’, su obra inconclusa y que servirá de hilo conductor a los investigadores para intentar buscar la verdad que nunca salió a la luz.

Porque la investigación de la muerte del director de cine nunca quedó totalmente esclarecida o, al menos, no solo fue responsabilidad de quien acabó en la cárcel por ella. Tanto es así que en 2010 se habló de un capítulo desaparecido de ‘Petróleo’, que, según los expertos, conduciría directamente a los asesinos del propio Pasolini. Y en 2014, finalmente, se reabrió el caso de asesinato para que fuera investigado según los parámetros científicos actuales.

José María García López, filólogo y habitual colaborador en publicaciones periódicas con artículos sobre cine, teatro, arte y actualidad, es autor de varios libros de poesía con los que ha obtenido diversos galardones, entre ellos el premio Rafael Alberti por su obra ‘Memoria del olvido’. Ha publicado hasta la fecha siete novelas.

La homofobia no es increíble

foto-de-la-asamblea-transmaricabollo-de-sol

Foto de la Asamblea Transmaricabollo de Sol

Viajaba en el autobús delante de una niña acompañada por dos mujeres; pongamos que eran su madre y su abuela. Le estaban preguntando si Eneko es su novio. Y ella contestó: “No, Eneko es mi amigo. Leire es mi novia”. Y las adultas, rápidamente, la intentaron sacar de su error: “¿Cómo va a ser eso? Eneko es tu NOVIO. Leire es tu AMIGA”. Y la niña: “No, no. Eneko es mi AMIGO, Leire es mi NOVIA”. Me tuve que bajar, no sé cuánto más duraría el toma y daca ni si a esas mujeres se les llegó a pasar por la cabeza que su niñita, efectivamente, identificaba conscientemente como su novia a una niña y como su amigo a un niño.

El pasado fin de semana, unos homófobos agredieron físicamente al grito de “maricones” a cuatro chicos gays que paseaban por el centro de Madrid. El pasado 7 de abril, los periódicos vascos se hicieron eco de una agresión similar en Getxo: un activista gay estaba tomando algo en una terraza con su novio ( se estaban besando, dice Deia) y un individuo decidió insultarle y golpearle con una silla. Pocos días después de leer esa noticia, me contaron que un grupo de hombres había perseguido de noche por las calles de un barrio de Bilbao a un conocido mío gritándole (adivinad) maricón.

La gente progre se ha escandalizado mucho con la noticia de que la justicia europea avala poder excluir a los homosexuales como donantes de sangre, “siempre que haya evidencia científica y que la decisión sea proporcionada”. Las redes sociales se han inundado de personas que lo califican de “increíble”.

La prensa, incluso hasta el ABC, se escandaliza también con que haya “personas intolerantes” que reaccionan con violencia ante un beso entre dos hombres. Ajá, qué increíble, qué sorprendente que en pleno siglo XXI pasen estas cosas. Parece mentira.

Pues a mí, en cambio, estos episodios me revuelven, me entristecen, me indignan, pero no me sorprenden. No me parecen mentira, sé que son verdad. Sé que la homofobia y la lesbofobia no son sucesos puntuales cometidos por individuos inadaptados, no. La vivimos todo el rato. La vivimos cuando vamos de la mano con nuestra pareja por la calle y sentimos miradas y sentimos miedo de cruzarnos con alguien que decida insultarnos o golpearnos. La vivimos en cada comida familiar, en la que ya no nos preguntan si salimos con alguien porque no quieren escuchar la respuesta. La vivimos cada vez que alguien, incluso de nuestro grupo de amistades, dice cosas como “yo no soy homófoba, pero tampoco entiendo por qué algunos tienen que llevar un letrero luminoso”. Como si ella, acompañada de su marido y su bebé, no llevase un letrero luminoso, ese que le permite expresar su amor en cualquier lugar sin miedo a que la insulten o la golpeen.

A los gays y a las lesbianas, a los maricas y a las bolleras, nos duele cuando un homófobo insulta o golpea. Pero también nos duele que personas “tolerantes” nos digan cosas como (me pasó recientemente): “Pues chica, yo es que no entiendo a quién le tiene que importar con quién te acuestas”, como si la cosa se redujera a eso. Como si ser lesbiana fuera un vicio privado, como si fuera solo cuestión de preferencias sexuales, comparable a que te gusten los juguetes eróticos o los azotes. No es con quién me acuesto. Es quién soy (entre otras cosas). Es con quién (o quienes) decido compartir mi vida. Es cómo la lesbofobia afecta a mi identidad, a mi autoestima, a mi derecho al placer. A vivir tranquila, vaya.

Y si te desahogas con tus amigas hetero “tolerantes” después de una charla en la que tu madre te ha dicho que, ella que te ha parido, sabe que no eres lesbiana, que estás equivocada y que no tiene interés en conocer a tu pareja porque es una mujer, puedes recibir consejos biempensantes como “Pues explícales que tú te enamoras de las personas”. Qué bonito, de las personas. Claro, mucho más digerible que asumir que tu hija es BO-LLE-RA.

Y al ABC le escandaliza que haya gente que llama “maricones” a los gays por la calle, al mismo tiempo que mantiene una línea editorial contraria a la diversidad sexual. Nos extrañamos de que, en una sociedad en la que se sigue considerando que la heterosexualidad es lo normal, algunas personas agredan a los diferentes. Hasta el más macho estará de acuerdo en que está mal perseguir a un gay por la calle llamándolo maricón. Ese mismo macho, en cambio, te llamará exagerada si le afeas por llamar “maricón” a su colega que no quiere beber más chupitos o que se le acerca para darle un abrazo. Son bromas entre amigos, ese “maricón” es cariñoso. Y cuando el “maricón” se dirige al árbitro o al jugador del equipo que detesta, ya no es cariñoso, pero es irrelevante, es un decir, como “gilipollas”, como cualquier cosa. Eres una exagerada si dices que eso es homofobia.

Y luego está la invisibilidad. Ya sabes, cuando nadie te insulta ni te hostia porque la cuestión es que ni te ve. Las lesbianas sabemos mucho de esto. Y por eso gritamos cosas como “No somos amigas, nos comemos el coño”. Y por eso no nos agreden por ir de la mano pero sí cuando empezamos a morrearnos en una plaza.

Las personas bisexuales también saben de invisibilidad. Lo sabe mi amigo B., cuyos colegas se llaman “marica” entre ellos o hacen bromitas sobre el sexo anal sin dase cuenta de que le están ofendiendo. Lo sabe mi amiga C., madre y emparejada con un hombre, que asiste a los comentarios homófobos de su familia sin atreverse a decirles que a ella le gustan las mujeres, que también se ha enamorado de mujeres y se ha acostado con ellas porque, entre otras cosas, no la tomarían en serio.

Las noticias sobre las transfusiones de sangre hablan de “los homosexuales”. A las feministas se nos trata de convencer de que en castellano el masculino se puede utilizar como genérico. Pero claro, luego nos damos cuenta de que no siempre es genérico. Que a veces “los homosexuales” incluye a las lesbianas y a veces no. Esta vez parece que no. Que solo los gays son estigmatizados como población de riesgo. Las lesbianas no contraemos el VIH. O eso creemos, porque no parece que sea prioritario (ni en las campañas de prevención del sida) aclarar si es que podemos estar tranquilas o es que siempre se olvidan de nosotras. En el imaginario colectivo, tampoco follamos, o solo en pelis porno pensadas para inspirar las pajas de los hombres hetero.

Ni siquiera las activistas que defendemos los derechos sexuales y reproductivos tenemos información clara y fiable sobre el riesgo real de contagio de enfermedades de transmisión sexual entre mujeres. Nos hemos encontrado con ginecólogas que nos han metido miedo y nos han dicho que usemos parches de látex para todo, nos hemos encontrado con ginecólogas que nos han llamado neuróticas por pedir pruebas de ITS siendo lesbianas y nos hemos encontrado con ginecólogas que se cortocircuitaban cuando les decíamos que no usamos ningún método anticonceptivo porque nos acostamos con mujeres.

Al menos según las noticias sobre la decisión europea, no se habla de “hombres que tienen sexo con hombres” (lo que incluiría a bisexuales o a gente que se define de otras maneras o de ninguna)  y no se habla de prácticas sexuales concretas (por ejemplo, si el sexo anal implica mayo riesgo, ya sea entre gays o heteros). Al hablar de (varones) “homosexuales”, se delimita que existe un grupo concreto al que se le atribuyen cualidades de riesgo; interpreto que la promiscuidad. No se señalan las prácticas sino a las personas. Si te defines como gay, eres un peligro. Puro estereotipo, puro estigma. Por ser “los diferentes”. Nunca jamás me he encontrado con una política pública que señale a los heterosexuales como población de riesgo de nada. ¿Qué extraño, no? ¿No era que ser hetero o homosexual son simples opciones sexuales, igual de respetables? ¿Hay un colectivo heterosexual, como hay un colectivo LGTB? ¿Funcionan en comunidad? ¿Tienen guetos?

Incluso en círculos feministas resulta muy difícil explicar que la heterosexualidad no es simplemente una opción sexual, sino una norma social que oprime a quienes la incumplimos. Como dice Brigitte Vasallo, “la heterosexualidad es el mundo”:

Es la medida de lo correcto, lo aceptable, lo moral, lo sano. En ningún lugar del planeta se mata a personas por ser heterosexuales ni se aplican terapias de correción a su orientación sexual. No se debate si la crianza en el seno de una familia hetero afecta negativamente a las criaturas. No han sido necesarias luchas y manifestaciones para el matrimonio heterosexual, ni para las pensiones de viudedad heteros, ni para la desgravación en la declaración de la renta de las ganancias comunes. Nadie interpela, insulta, o recrimina a las personas heterosexuales por ir cogidas de la mano por la calle, o por besarse en el transporte público.

Cuando la ginecóloga te pregunta si usas anticonceptivos o es que quieres quedarte embarazada, la respuesta es muy simple si eres hetero. Si no, una triste citología se convierte en todo un acto de activismo y visibilización. Las criaturas de las parejas heteros no tienen que lidiar con el profesorado y con sus compañeros y compañeras de clase que narran incansablemente un tipo de familia que no es la suya. Los padres y madres heteros no tienen que inventar estrategias para que sus hijos e hijas vivan su especificidad con alegría, a pesar de la homolesbotransfobia imperante. Por ser hetero no te echan de los trabajos, ni te dejan de hablar tus amistades, ni te apalizan tus padres. No tienes que salir del armario, porque no hay armario. No te preguntas en la adolescencia qué narices te pasa, porque siendo hetero, no te pasa nada, simplemente. Eres «normal» y tienes todas las narraciones del mundo, todas las películas, todas las novelas, todas las canciones hablando de ti, confirmándote. No hay un símil hetero para los términos «marica», «bollera» o «travelo». No hay insulto asociado a la heterosexualidad.

No existe la «heterofobia» como no existe la «hombrefobia», porque las fobias explican algo más grande que las simples manías personales. Cuando hablamos de homolesbotransfobia nos estamos refiriendo a unas inclinaciones que vienen legitimadas por toda una maquinaria de producción de conocimiento y de discurso respaldada por todas las instituciones: desde la academia y el sistema educativo, que sigue narrando las prácticas e identidades sexuales en términos de normalidad (hetero) y excepción, hasta el sistema legal y judicial, con infinidad de leyes discriminatorias, hasta los productos culturales que estigmatizan la diferencias sexual y de género, pasando por la cotidianidad del lenguaje homolesbotránsfobo que se perpetúa en expresiones de apariencia anodinas y fondo discriminador.

Vaya, que cuando la niña del autobús no sea corregida si dice su novia es Leire, cuando haya protagonistas de Disney que se enamoran de personajes de su mismo sexo, cuando el bullying escolar homolesbotránsfobo sea excepción y no norma, cuando las familias de intentarnos convencer de que lo que nos pasa es una fase, cuando una actriz no tenga que salir del armario porque simplemente va con su novia a la alfombra roja con total normalidad, cuando no nos entren sudores fríos al decir el nombre de nuestra pareja a alguien que acabamos de conocer, cuando no nos dé miedo que nuestro jefe o nuestra casera “se entere”, cuando nos podamos morrear tranquilamente en la calle sin que una señora diga “qué vergüenza” y un señor nos diga que qué sexy, que si queremos un trío… Cuando todas esas cosas dejen de pasar, igual podemos pensar que la homolesbotransfobia es cosa de tres o cuatro intolerantes. Mientras tanto, querida lectora o lector hetero tolerante, la próxima vez que te escandalices por una noticia sobre homofobia, pregúntate qué estáis haciendo en tu día a día para que lo normal sea la diversidad.

Conchita se lo quita todo y promociona así su primer disco

Imágenes de  videoclip Conchita Wurst ‘You are unstoppable’ (’Tú eres imparable’).

Imágenes de su videoclip ‘You are unstoppable’ (’Tú eres imparable’).

Conchita Wurst sigue protagonizando titulares cuando se va a cumplir un año de su sonado (y cantado) triunfo en la última edición de Eurovisión. El próximo 16 de mayo saldrá a la venta su primer disco, y como aperitivo e inmejorable promoción, se ha desnudado en el videoclip de la canción ‘You are unstoppable’ (‘Tú eres imparable’), que se presenta como «un grito a la tolerancia y la esperanza».

La canción dura tres minutos y medio y es una sucesión de luces y sombras que muestran y a la vez ocultan. Conchita, personaje artístico creado por el cantante austriaco Thomas Neuwirth, se desnuda en el tramo final de la canción y en el vídeo se le ve de frente y de espaldas, con el pelo y los brazos tapando su pecho y la cámara enfocando solo el medio plano.

El próximo 23 de mayo presentará la sesenta edición del festival, que se celebrará el Viena, el país para el que Conchita logró el triunfo el año pasado con la canción ‘Rise like a phoenix’. Representando a España acudirá la extriunfita Edurne, que defenderá la canción ‘Amanecer’, que ya ha cantado en la embajada de Austria en España como parte de la promoción.

¿Lincoln era homosexual? ¿Y Nixon? ¿Y Washington? Sí, lo eran

De izquierda a derecha los presidentes George Washington, Abraham Lincoln y Richard Nixon

De izquierda a derecha: los presidentes, George Washington, Abraham Lincoln y Richard Nixon. CORDON

 

Cuando se tarda 40 años en escribir un libro es fácil estar seguro de lo que se va a contar. Lo curioso, o lo interesante en este caso, es que el trabajo enciclopédico del conocido escritor y activista Larry Kramer, ‘The American People: Volume 1’ -más de 800 páginas lo forman-, no es tanto un intento de satirizar o de sacar a nadie del armario, sino de denunciar la exclusión del colectivo gay a lo largo de la Historia americana. Y en ese intento, no ha tenido problema en exponer las tendencias -algunas conocidas, otras, no tanto y muchas envueltas en la sospecha o el rumor- de personajes como Mark Twain, Herman Melville, George Washington, Abraham Lincoln o Richard Nixon.

Todos ellos fueron gays. Lo dice convencido un hombre que lleva toda una vida escribiendo sobre el tema, que estuvo en primera fila cuando el sida empezó a azotar con fuerza en las calles del Nueva York de la década de los 80, y que se ha pasado media vida luchando contra la enfermedad. A él mismo le corre el virus por dentro, desgastado y muy enfermo a sus 79 años.

Kramer está convencido de que el presidente Abraham Lincoln (1809-1865) fue gay, que durmió con varios hombres incluyendo al actor John Wilkes Booth, quien posteriormente asesinó al mandatario. Pero no fue, aclara el autor, por una cuestión relacionada con la Guerra Civil americana, como cuenta la versión oficial, sino por un asunto de celos tras haber sido su amante.

Cuenta además que el presidente estaba acostumbrado a compartir la cama con varones en cuanto su mujer, Mary Lincoln, se marchaba de la ciudad, y que uno de ellos fue el capitán David Derickson, que visitaba al político en la mismísima Casa Blanca.

El primer presidente gay

A uno de los padres fundadores, George Washington (1732-1799), le llama Kramer “la gran reina”. “Lo decoraba todo. Diseñaba todo los botones y los uniformes. Existe la correspondencia con los proveedores con los que lidiaba en Inglaterra para hacer todo”, explica. Además, “se entendió” con el varón Von Steuben, un alemán estratega de los ejércitos europeos del momento.

Cuenta también lo que sucedía en Jamestown, Virginia, en los años de la lucha por la independencia americana y lo que hacían los soldados en ausencia de mujeres en el campo de batalla. “Es una cuestión natural que los hombres se acostaran entre ellos, cuando no había mujeres alrededor durante meses”.

Sobre el escritor Mark Twain (1835-1910), también en su lista, dice que vivió una vida manifiestamente gay y que no entiende cómo las personas que escribieron sobre su obra y su vida no fueron capaces de verlo y contarlo. “La forma en que vivió, quiénes eran sus amigos y cómo empezaban sus relaciones… Quiero decir, que cómo puedes escribir la vida de Mark Twain sin darte cuenta de que era enormemente gay”.

Habrá un segundo volumen de esta particular Historia americana,donde habla (y mucho) de Ronald Reagan, en los años de mayor propagación del virus del sida. Dice que no es una historia agradable, pero que alguien tiene que contarla, acostumbrado a generar polémica con obras como ‘Faggots’ y novelas sobre el movimiento gay. Si sigue vivo, dice, es por algo.

Porque, a pesar de su enfermedad,Kramer no pierde la pasión por el tema gay, efusivo en sus entrevistas con los medios para promocionar su libro, denunciando la miopía de otros historiadores y escritores que se ocuparon de las biografías de los personajes a los que se refiere en su polémico libro: “La mayoría de las historias han sido escritas por gente heterosexual”, explica el fundador de la coalición Act Up de lucha contra el sida. “Nunca ha habido un libro de Historia donde la gente gay estuviera allí desde el principio. Es ridículo pensar que no hemos estado aquí desde siempre”. O como él mismo dice usando un giro de palabras, son autores sin “gaydar”, un radar para detectar homosexuales.

Algunos expertos, como el editor de la revista ‘Out’, le dan la razón al decir que la línea de tiempo de los gays en la Historia se remonta tan sólo a Oscar Wilde, algo insuficiente e incompleto. Otros, sin embargo, se han echado las manos a la cabeza al considerar las “denuncias” de Kramer sobre la orientación sexual de algunos presidentes americanos como infundadas y falsas.

Doris Kearns, por ejemplo, biógrafa de Lincoln, reaccionó con ira al libro de Kramer, aunque el autor neoyorquino se defendió alegando que si estaba histérica es porque ella no lo había escrito antes.

10 años de matrimonio gay: Así lo vivieron (y se casaron) ellos

ANIVERSARIO La votación del Congreso se celebró el 21 de abril de 2005

De izda a dcha., Oriol Nolis, Fernando Grande Marlaska, Kike Sarasola y Pedro Zerolo

De izda a dcha., Oriol Nolis, Fernando Grande Marlaska, Kike Sarasola y Pedro Zerolo

 

Fueron 183 votos a favor, seis abstenciones y 136 votos en contra. La histórica votación en el Congreso celebrada para reformar el Código Civil y permitir el matrimonio homosexual ha cumplido diez años esta semana. Concretamente, fue un 21 de abril de 2005 cuando la mayoría de los partidos, encabezados por el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, se impusieron en el hemiciclo a los votos en contra del PP y CIU (tan sólo la diputada popular Celia Villalobos votó a favor). Aquella primavera echaba a andar una norma que ha cambiado la vida de muchos ciudadanos, incluidos, claro, algunos de los rostros más populares del país. Personalidades como el magistrado Grande Marlaska, el activista Pedro Zerolo, el empresario Kike Sarasola o el presentador de TVE Oriol Nolis, todos ellos felizmente casados con parejas de su mismo sexo, recuerdan para LOC cómo les cambio la vida aquella jornada histórica.

Son cuatro testimonios dentro de una marea. Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), desde 2005 se han celebrado 28.086 bodas gays en España. Aunque desde la FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) aseguran que el número es bastante superior ya que los datos no están actualizados.

La ley concedió la igualdad de derechos a parejas que como Carlos Baturín y Emilio Menéndez llevaban más de 30 años juntos. Ellos celebraron el 11 de julio de 2005 la primera boda homosexual en España. Como recuerda Zerolo, “la norma nos puso puso a la cabeza en cuanto a política social en el mundo por primera vez en nuestra Historia. Los países del norte siempre habían sido los faros en cuánto a derechos civiles, pero esta vez España se colocó a la cabeza. Después nos siguieron Portugal, Argentina, Uruguay, México… Todos con nuestro mismo proceso. Incluso Francia ha seguido nuestro modelo”, recuerda Zerolo.

Esa misma línea apunta el presentador y escritor Boris Izaguirre. “La ley colocó a España en la primera fila de las naciones que luchan por mayor justicia en el mundo”. Él fue otro de los rostros famosos pioneros en celebrar una boda gay. En febrero de 2006 se casaba en Barcelona con su novio, Rubén Nogueira, tras 14 años de convivencia. “Para Rubén y para mí fue un día muy feliz y con mucho agradecimiento a todas las personas que lucharon por conseguir que la ley existiera y se aceptara en España. A través de ella, este país defendía los derechos de una minoría humillada y perseguida por siglos”.

 

 

El presentador Jesús Vázquez, Jorge Cadaval (50% de los Morancos) o Felipe Varela, el modisto favorito de la reina Letizia, son otros de los rostros populares que han pasado por el registro civil junto a sus novios en estos años. Todos ellos siguen felizmente casados con sus parejas. Lo cierto es que apenas hay estadísticas sobre los divorcios en los matrimonios homosexuales españoles, pero los pocos datos que existen incitan al optimismo. En 2007, fue la última vez que el ministerio de Justicia ofreció datos sobre los divorcios gays: Entonces, de las 42.274 bodas celebradas, tan sólo 41 habían naufragado. Un dato que invita a la esperanza.

Quizás por ello, cada vez son más las parejas que se animan a dar el paso. Esta misma semana, el director de cine Alejandro Amenábar, uno de los referentes gays desde que saliese del armario en Zero en 2004, acudió al registro civil junto a su novio David para empezar a tramitar los papeles para su próxima boda en Ibiza.

Posiblemente, el lector se haya percatado a lo largo de todo el texto de que no se ha mencionado a ninguna mujer lesbiana. La visibilización de los gays es mayor que la de las lesbianas y eso se comprueba también en los datos que los colectivos LGTB manejan sobre las bodas homosexuales. Por supuesto, hay ejemplos de activistas casadas como Beatriz Gimeno y Boti Rodrigo o el de la conocida librera Mili Hernández (Berkana) y su esposa Mar. Sin embargo, apenas ha habido una boda mediática. Algo que puede cambiar dentro de poco. La tinerfeña Patricia Yurena, Miss España 2008 y finalista en Miss Universo en 2013, confesaba esta misma semana sus planes de boda con su novia, la DJ Vanessa Klein. “Estamos muy enamoradas y siempre hemos tenido la ilusión de casarnos. No ha habido una pedida formal pero siempre ha estado entre nuestros planes”.

Sería otro paso más en el camino de la igualdad de un colectivo, cuya lucha dio un vuelco radical hace una década. “Me dijeron que era imposible, que por nuestra tradición y el peso de la religión en nuestro país jamás habría bodas gays. Sin embargo, vencimos convenciendo. La mayoría social estaba con nosotros y creo que todos podemos sentirnos orgullosos”, remata Zerolo.

Pedro Zerolo

boda pedro zerolo

“Me casé por activismo. Ser padre se me escapó”

El beso del socialista Pedro Zerolo (54) al entonces ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, ilustró varias portadas de periódicos el día siguiente a la aprobación de la ley. “Estábamos en la escalinata del Congreso celebrándolo y se unieron a nosotros los activistas y los grupos parlamentarios progresistas. Después, nos fuimos a Chueca. Fue un día de emociones encontradas. Por un lado, estaba la emoción de vivir algo histórico. Por otro, la pena por todos aquellos que no pudieron vivirlo porque pagaron con su vida ser gays, lesbianas o transexuales”.

Fue el propio Zerolo quien convenció a Zapatero de la necesidad de esa ley durante una reunión de dos horas. “Cuando salió me dijo que no veía ningún problema para que fuera inconstitucional. Si hubiera sido por los de siempre, no hubiéramos avanzado nada. El PP nos hizo pasar un calvario al recurrir la ley y aun hoy no han pedido perdón”.

Zerolo tan sólo tardó seis meses en ejecutar su derecho. El 5 de octubre de 2006 se casó con su novio Jesús Santos en la Casa de la Panadería de Madrid. Trinidad Jiménez celebró un enlace al que acudieron 150 invitados. “Recuerdo que me emocioné mucho cuando vi en el balcón la bandera de España, bien lustrosa, ondeando. Hace un tiempo era una bandera de represión y miedo y, ahora, era de diversidad y tolerancia. Yo, realmente, luché por mi dignidad no para casarme. Pero los derechos hay que reclamarlos y usarlos. Así que me casé por activismo y por amor, que al final, es la misma cosa. Entonces, aún había miedo y muchos novios se casaban sin que fueran sus familias. Yo quise hacer visible aquellas bodas y que hubiera una ceremonia civil, alegre“.

Esta lucha con final de comer perdices, sólo tuvo una derrota. “Se me escapó la oportunidad de ser padre. Soy muy familiar y me hubiera encantado. Pero cuando quise hacerlo ya era mayor para la ley. He dedicado mucho tiempo a la lucha y el activismo. No es algo que puedas hacer si no le dedicas tu vida”.

Fernando Grande Marlaska

fernando grande marlaska

“El Matrimonio nos dio seguridad”

El presidente de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska (52) empezó a preparar los papeles de su boda en julio de 2005, nada más publicarse la ley en el BOE. “Mi pareja (Gorka) y yo ya vivíamos nuestra relación de una forma estable y seria. Tuvimos muy claro que nos queríamos casar en seguida. Porque esta ley nos generaba una seguridad que antes no teníamos. Si nos hubiera pasado algún percance, alguien podía decirnos que no éramos nadie para tomar una decisión sobre el otro y aquello era muy duro”. Confiesa que no recuerda cómo vivió aquella votación histórica en el Congreso. “Supongo que estaría atento a las noticias, aunque ya había seguridad de que la votación iba a ser positiva… imagino que salimos a tomar algo y a cenar. Lo que tengo seguro que empezamos a festejarlo cuando el Gobierno tomó la decisión de que el proyecto de ley iba a ser una reforma del matrimonio y no se iba a regular como una unión civil. La palabra matrimonio era importante. Porque nos hubiera convertido en ciudadanos de segunda. Una pareja hetero hubiera podido elegir entre unión civil y matrimonio y una pareja homosexual, no”.

Grande Marlaska y Gorka se casaron un lluvioso 28 de octubre de 2005. “Jarreba. Fuimos los dos solos con dos amigos como testigos. No nos acompañó la familia y tampoco quisimos montar mucha parafernalia. Tan sólo queríamos acogernos a ese derecho”. Por aquel entonces, el juez tan sólo llevaba un año en la Audiencia Nacional y “estaba hasta arriba de trabajo. Así que tan sólo me fui siete días de viaje”. La ley de 2005 también regulaba la adopción homoparental, un nuevo derecho que el magistrado no ha querido ejercer. “Es que para eso hace falta que los dos estén de acuerdo… Y no hay nada que hacer”, dice con algo de sorna. “Lo importante es que se vele por los derechos del niño”.

Oriol Nolis

oril nolis-boda

“Pasé de ser un ciudadano de segunda a uno de primera”

El presentador Oriol Nolis (36) recuerda perfectamente lo que sintió hace una década cuando el Congreso aprobó la ley del matrimonio gay. “Ese día estaba trabajando en Catalunya Radio y tuve la sensación de que estaba viviendo un día histórico. Pasé de ser un ciudadano de segunda a uno de primera, porque ya tenía los mismos derechos que una pareja heterosexual. Por entonces ya llevaba varios años con mi pareja (el periodista Francesc Soler) y recuerdo que ese día lo celebramos en casa con una buena comida y una copa de cava, fue bastante relajado”. No tardaron mucho tiempo en ejercer su recién adquirido derecho. Sólo un año después de la aprobación de la ley, el 16 de junio de 2006, ambos se casaron en Barcelona. “Fue una doble ilusión. Por un lado, porque me casaba con la persona a la que amaba y, por otro, porque podíamos hacer algo que había estado prohibido para muchos. Mucha gente había luchado por eso durante años. Aunque, si te digo la verdad, yo tenía más ganas de estar casado que de casarme. No hicimos un gran paripé ni despedida de solteros. Fue un día sencillo y muy bonito. Fuimos al registro civil con nuestros padres, mi hermana y una amiga. De ahí nos fuimos a comer y antes nos paramos a tomar una copa de cava frente a SantaMaría del Mar. No es que quisiera casarme por la iglesia ni nada así, ¿eh? Es sólo que era un sitio bonito”.

El ex presentador de los informativos de TVE, que actualmente presenta El debat de La 1, no se ha animado adoptar (un derecho que también recoge la legislación española). “Es algo sobre lo que hemos reflexionado y no entra en nuestros planes. La verdad es que no he sentido la llamada de la paternidad. Me parece que es una gran opción para muchas parejas homosexuales, pero igual que con las heterosexuales, cada uno debe decidir. Cada pareja tiene sus intereses y sus proyectos de vida pero está bien que exista la posibilidad”.

Kike Sarasola

kike sarasola y pareja

“No dejaron que nos casara Ruiz Gallardón”

 

Hace una década que se aprobó la ley de matrimonio igualitario, sin embargo, Kike Sarasola (51) considera que sólo le quedan dos años para celebrar las bodas de plata con su marido Carlos Marrero (47). “A nosotros no nos hacía falta un papel y llevamos 23 años juntos. Nos casamos para reivindicarlo y muy bien, pero para mí llevamos 23 años casados y volvería a casarme cada día”. El empresario recuerda nítidamente aquel 22 de abril, cuando el Congreso aprobó el matrimonio gay. “Estábamos inaugurando nuestro tercer hotel, Alicia. Cuando Carlos y yo oímos la noticia nos emocionamos mucho y nos abrazamos“. Llegar hasta la boda no fue del todo fácil pese a lo claro que ambos lo tenían. “Los dos esperábamos que el otro nos lo pidiera. Era un tira y afloja muy divertido hasta que un día en el coche yo suspiré y él me dijo:’Venga, ya está, nos casamos’. Y en dos meses lo organizamos todo”. La boda se celebró en la Casa de la Panedería de Madrid, el 30 de octubre de 2006. “Fue un día maravilloso. Creo fuimos unos 280, lo celebramos llevándonos a todos nuestros amigos a Tenerife de fin de semana. Fue curioso porque no invitamos a mucha gente muy conservadora y de derechas porque pensábamos que no querrían venir y nos llamaron para decirnos que claro que querían. Nos casó nuestra amiga, Ana Román, concejal socialista, porque no dejaron a Ruiz Gallardón que nos casara”.

Nueve años después de aquella celebración, Sarasola y Marrero siguen siendo un feliz matrimonio y padres de dos hijos. Aquella ley les cambió la vida. “Por fin nos igualaron los derechos. Fue una lucha muy larga y yo pensé que nunca iba a llegar. Para mí es el gran legado de Zapatero, porque colocó a España en un lugar pionero en políticas sociales en todo el mundo. Fue un día para que todos los españoles se sintieran orgullosos”.

Ehgam, Kitzikan eta Sare Antifaxista taldeek gorroto-erasoak salatu dituzte prentsaurreko batean

Pasa den astean, estatu espainolean 2014. urtean zehar gertatutako gorroto krimenen inguruko txosten bat zabaldu zen. Hemen bildutakook, txosten horretan agertzen diren datu kezkagarrien inguruko balorazio bat egin nahi dugu; oharkabean bizi den errealitate bat islatzen duten heinean. Eraso arrazistak, homofoboak edota aporofoboak eta dibertsitate funtzionala duten pertsonen kontrako erasoak ematen ari dira gurean, gero eta maizago.

Pertsona nazi-faxistak dira erasoak burutzen dituztenak; eta horren Argi adierazi beharra dago.

Hego Euskal Herrian krimen hauen areagotze kezkagarria salatu nahi dugu.

Guztira, 141 erasoen berri izan dugu. Eta badakigu horiek ez direla izan jasotako guztiak, asko salatzen ez direlako. Ukaezina da gure jendartean dagoen gabezia, baldin eta adibidez, dibertsitate funtzionaladun persona baten kontrako eraso bakar bat ere gertatzen bada, pertsona hori dibertsitate funtzionala izateagatik. Eta horren inguruko hausnarketa egiteaz harago, erasotzaileen kontra ekin beharra dago, publikoki identifikatuz eta euren aurpegi eta izen abizenak zabalduz.

Hego Euskal Herrian, 9 eraso antisemita, 23 eraso homofobo eta 102 eraso arrazista jaso dira beste askoren artean. Horren inguruan, zer esana izango dute Javier Maroto edo “Ayudas + Justas” bezalako plataformak. Eta Bilboko zinegotziek ere zer esana izango dute cruising guneen inguruko jarreran; inpunitatearen susmoa hedatuz. Algortako erasotzaile arrazista eta homofoboa beregain hartzen duten inpunitatea alegia.

Hemen elkartutako herri mugimenduok, gogor salatu nahi dugu era berean, asunto honetan ere, instituzioen jarrera. Datuak eta informazioa behin eta berriz ezkutatuz eskatzen zaien bakoitzean. Horren harira, instituzioei ohartarazten diegu: homofobiaren, arrazakeriaren eta faxismoaren kontrako mugimenduen “besteak”, homofoboak, arrazistak eta faxistak direla.

Mugimendu antifaxista kriminalizatzen bada, faxismoaren apologia egiten da.

Ez dugu inondik ere jarrera hori onartuko.

Honen guztiaren aurrean, jendartearen inplikazioa behar da; iragan hurbilean kontzentrazio eremuetara eraman gintuzten jarrerei eta pentsaerei aurre eginez. Diskriminazio mota guztien kontra elkartzera eta borrokatzera. Testu hau zinatzen dugun eragileok, dei egiten dugu arrazakeria, homofobia, faxismoa edota edozelako diskriminazio mota pairatzen duten persona banako eta kolektiboei, gure herri eta hirietako kaleetan elkartzera eta borrokatzera. 2015. urte honetan, 0 gorro krimen nahi ditugu.

Documentos policiales prueban el asesinato de Lorca por homosexual

Un informe de 1965 de la Jefatura Superior de Policía de Granada asegura que el poeta era un “masón” y estaba “conceptuado como socialista”

Federico García Lorca

Federico García Lorca

MADRID.- Un informe de 1965 de la Jefatura Superior de Policía de Granada revela que Federico García Lorcafue asesinado junto a otra persona y define al poeta como “socialista y masón”, a la vez que le atribuye “prácticas de homosexualismo”.

El documento, al que han tenido acceso la Cadena Ser y eldiario.es, fue redactado por la tercera brigada regional de investigación social de dicha Jetafura y en su asunto se lee:“Antecedentes del poeta Federico García Lorca”.

En el mismo, fechado en Granada el 9 de julio de 1965, se señala que Lorca era “un masón perteneciente a la logia ALHAMBRA en la que adoptó el nombre simbólico de HOMERO, desconociéndose el grado que alcanzó en la misma”.

El texto asegura que el poeta “estaba conceptuado como socialista por la tendencia de sus manifestaciones y por lo vinculado que estaba a Fernando de los Ríos, como también por sus estrechas relaciones con otros jerifaltes de igual signo político”.

Además, indica que “estaba tildado de prácticas de homosexualismo, aberración que llegó a ser voxpópuli, pero lo cierto es que no hay antecedentes de ningún caso concreto”.

En el documento se asegura que Lorca fue detenido en la vivienda de sus amigos, los hermanos Rosales, donde se había refugiado, y que el lugar fue rodeado “con gran aparato por Milicias y Guardias de Asalto”.

El informe policial afirma que el poeta “fue sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Viznar (Granada) y en las inmediaciones del lugar conocido como Fuente Grande, en unión de otro detenido cuyas circunstancias personales se desconocen, fue pasado por las armas después de haber confesado”.

También revela que fue “enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos dos kilómetros a la derecha de dicha Fuente Grande, en un lugar que se hace muy difícil de localizar”.

Fuentes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte han señalado que no tienen constancia de este documento, pero están tratando de localizarlo, a raíz de las últimas informaciones aparecidas en los medios

La lenta liberación sexual china demanda al régimen que deje su puritanismo

(EFE).- El desarrollo económico y la apertura al exterior han ayudado a la sociedad china a tener una postura hacia el sexo similar a la de Occidente, aunque choca con un Gobierno que mantiene leyes rayanas al puritanismo que, según los expertos, tendrán que caer pronto si quieren adaptarse a la realidad.

Marcha-orgullo-Taipei-Taiwan-CC_CYMIMA20150418_0003_16

Marcha del orgullo gay en Taipei, Taiwán (CC)

El gigante asiático, que durante siglos mantuvo una postura muy cerrada hacia el sexo -que se acentuó todavía más con la llegada del maoísmo-, vive desde los años 70 una “lenta revolución sexual”, en palabras de la sexóloga china Li Yinhe, la más célebre defensora en su país de reformas que acompañen a esa liberación.

China sufre un gran contraste entre la visión del ciudadano de a pie, que en 30 años ha pasado a ver el sexo con naturalidad, y unas leyes que continúan prohibiendo la pornografía y el sexo en grupo, o persiguen a la prostitución buscando humillar públicamente a quienes la ejercen.

Esto rechina en un país donde se habla de sexo con cada vez mayor apertura, la pornografía se consume con normalidad o el sexo premarital, que hace 30 años era practicado por sólo un 15 por ciento de la población, ahora se da entre más del 70 por ciento.

“Lo que más ha ayudado a este cambio ha sido la economía”, destaca a Efe Li Yinhe, quien señala que “cuando la población ha podido asegurarse una comida y un techo, es cuando se presenta el sexo como la siguiente necesidad a cubrir”.

Además, “la vigilancia ideológica se ha relajado”, lo que, lamenta, aún no se ha traducido en la eliminación de leyes antipornografía o que persiguen los intercambios de parejas, aunque sí que ha disminuido su persecución y se han reducido las penas.

También ha bajado la aceptación social de esas persecuciones, como se vio el año pasado en la ciudad sureña de Dongguan, una de las principales mecas de la prostitución en el país, donde una campaña de redadas contra sus burdeles se saldó con la detención de decenas de mujeres.

Buena parte de la sociedad china se solidarizó con las prostitutas detenidas enarbolando el lema “todos somos Dongguan”.

Se pedía entonces que se dejara de detener o de humillar -a veces con “desfiles” de las arrestadas por las calles y otros actos heredados de la Revolución Cultural- a quienes ejercen ese oficio, y que en lugar de ello se persiguiera a proxenetas o a clientes.

En los años 90, la Justicia china aún dictaba ejecuciones contra personas que difundían pornografía o regentaban establecimientos donde se ejercía la prostitución.

Actualmente, las penas se han reducido a un periodo corto de prisión, aunque la sociedad aún demanda cambios ya que, según explica a Efe la sexóloga, “aún es ilegal, por ejemplo, el sexo entre más de tres personas, algo que está en contra de la libertad individual”.

Las contradicciones en torno al sexo no son sólo cosa de la era comunista en una China que durante mucho tiempo, aproximadamente hasta el siglo X, fue sorprendentemente abierta en este asunto.

Así puede verse, por ejemplo, en antiguos manuales taoístas para la práctica del sexo comparables al “Kamasutra” indio.

Aquella “edad de oro del sexo” se apagó en dinastías siguientes, y con la llegada del comunismo en 1949 la represión se acentuó, ya que el régimen de Mao identificó la promiscuidad sexual con las clases más pudientes.

“El sexo era interpretado como un lujo”, señaló Li sobre los tiempos iniciales del régimen, que comenzó cerrando todos los burdeles, prohibió el sexo extramarital -medida que no se abolió hasta 1997- y puso fin a la poligamia en el país de las concubinas imperiales.

Las contradicciones enseguida afloraron y tanto entonces como ahora las concubinas continuaron existiendo con otras fórmulas entre la elite: líderes comunistas o ricos empresarios tienen una o varias “ernai” (como se denomina a las “segundas esposas”) y con frecuencia no lo ocultan a su círculo cercano.

Tema aparte es el de la homosexualidad, que en China, según la sexóloga, nunca ha estado prohibida ni tampoco ha sido mal vista socialmente, aunque, eso sí, siempre envuelta en un halo de extrema discreción.

Artistas como la bailarina transexual Jin Xing, muy popular en China, ayudaron a normalizar la inclusión social del colectivo LGBT, aunque las autoridades aún son recelosas, por ejemplo, a actos públicos de reivindicación.

La inesperada cancelación en años pasados de festivales de cine gay, concursos de belleza protagonizados por homosexuales y actos similares muestran ese recelo, aunque Li vaticina que China se abrirá también en este frente e incluso vislumbra una pronta legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.

“En Taiwán ya están en trámites para ello y no es difícil que aquí al lado China le siga”, subraya la experta, quien a finales del año pasado reveló que su actual pareja es transexual.