La nueva jueza española en el Tribunal de Derechos Humanos vincula la homosexualidad con las patologías

María Elósegui, de claro perfil conservador, defiende también que los transexuales deben someterse a “terapias psicológicas y psiquiátricas”.

La catedrática ha concedido durante una entrevista a la Agencia EFE. | JAVIER BELVER

María Elósegui, la nueva jueza española en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, estrenará su cargo acompañada por la polémica: eldiario.es informa que Elósegui, catedrática de Filosofía del Derecho “ha vinculado la homosexualidad con distintas patologías” y ha defendido que los transexuales deben someterse a terapias psicológicas y psiquiátricas”según eldiario.es.

La información de eldiario.es se basa fundamentalmente en una entrevista que le hicieron a Elósegui en la web almudi.org, vinculada al Opus Dei. En esa entrevista Elósegui afirmaba entre otras cosas: “Quienes construyan y realicen su comportamiento sexual de acuerdo a su sexo biológico desarrollarán un.a conducta equilibrada y sana, y quienes se empeñen en ir contra su biología desarrollarán distintas patologías. Eso está claro”.

Elósegui en su momento se mostró contraria a que se llamara matrimonio a las uniones entre homosexuales.

La información de eldiario.es también alude a un artículo que Elósegui publicó en 2014 en el diario El Comercio de Perú en el que se mostraba contraria a que el Estado pague las operaciones de cambio de sexo y aboga por “las terapias psicológico-psiquiátricas” para los transexuales.  ejor salida para una persona transexual y desliza como solución “las terapias psicológico-psiquiátricas” apoyándose en la supuesta existencia de “numerosas revistas científicas” que así lo defienden.

Nacida en San Sebastián en 1957, Elósegui obtuvo el apoyo de 114 diputados, frente a los 76 votos de José Martín y Pérez de Nanclares y los 37 de Francisco Pérez de los Cobos.

La elección se produce contra pronóstico, ya que Martín y Pérez de Nanclares había sido el candidato preferido de la comisión parlamentaria que examinó a la terna y Pérez de los Cobos, expresidente del Tribunal Constitucional, parecía contar a priori con opciones. La jurista Elósegui será la primera mujer jueza a título de España en el Tribunal de Estrasburgo.

Colectivos LGTB acusan a la nueva juez española en Estrasburgo de “tener un pasado homófobo”

La juez María Elosegui, miembro del Tribunal Europeo de Derechos Humanos Javier BelverEFE

Los colectivos de defensa de los derechos de los homosexuales y transexuales consideran “lamentables y estigmatizantes” las opiniones de la nueva juez que representará a España en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, María Elósegui, quien vincula la homosexualidad con “mayores riesgos de enfermedades de transmisión sexual”, relaciona la transexualidad con “distintas patologías”, critica la píldora del día después, afirma que “el aborto ilegal no trae más muertes de mujeres” y se muestra contraria al reconocimiento de la unión homosexual como “matrimonio”.

El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Jesús Generelo, ve “muy preocupante” que, aunque no era el nombre preferido por el Gobierno, Elósegui formara parte de la terna de jueces que el Ejecutivo de Mariano Rajoy propuso al tribunal europeo: “El Gobierno debe decir si comparte esas declaraciones y esa perspectiva y debe explicar por qué presentó ante Europa a una persona con un pasado homófobo y tránsfobo, por qué España tendrá en Estrasburgo una jueza homófoba. ¿En España no hay más jueces con currículo de defensa de los Derechos Humanos? ¿El Gobierno pensaba que esta jueza valía para un puesto como ese?”.

También Izquierda Unida y Podemos han reaccionado tachando a María Elosegui de “homófoba”. Alberto Garzón, coordinador federal de IU: “No es justo para la ciudadanía española tener una representante que haya hecho este tipo de declaraciones profundamente bochornosas. Se ha elegido a una mujer contraria a los derechos civiles y a la libertad sexual”.

El senador de Podemos Ramón Espinar ha escrito en redes sociales: “Representar a España no es compatible con estas barbaridades. La amplia mayoría de nuestra sociedad celebra los derechos LGTBI que tanto ha costado conquistar y los que aún quedan. Espero que nos encontremos en el siglo XXI”.

 

María Elósegui, catedrática de Filosofía del Derecho en la Universidad de Zaragoza, se convirtió el martes en la primera mujer que España aporta al Tribunal Europeo de Derechos Humanos al ser elegida por unanimidad en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Elósegui, que desde 2013 pertenece a la Comisión contra el racismo y la intolerancia del Consejo de Europa, sostiene en su libro Diez Temas de Género, Hombres y Mujeres ante los Derechos Productivos y Reproductivos, editado en 2002, que “quienes construyan y realicen su comportamiento sexual de acuerdo a su sexo biológico desarrollarán una conducta equilibrada y sana, y quienes se empeñen en ir contra su biología desarrollarán distintas patologías. Eso está claro”.

En un pasado de artículos, entrevistas y libros citados por eldiario.es, Elósegui cuestiona la “ideología liberal de género” y vincula los comportamientos no heterosexuales a “patologías”.

En una entrevista concedida a la revista Almudi.org, Elosegui habla de ciencia y homosexualidad: “Yo no me manifiesto explícitamente y como punto de partida en contra de la ideología gay. Lo que sí que explico es la base científica de la sexualidad, de la que se deriva cuáles son las conductas sanas y deseables y por lo que nos muestra la ciencia el estilo de vida homosexual conlleva mayores riesgos de enfermedades de transmisión sexual. Pero aún con esto, cada individuo debe ser libre para desarrollar su identidad sexual como quiera, aunque no puede eludir sus consecuencias”.

En esa misma entrevista, la juez española del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sostiene que en su libro aclara “algo muy simple, como la tesis de que no hay ningún tercer sexo y que todo hombre o mujer es eso, hombre o mujer”.

En su libro, Elósegui afirma que “el término género ha sido manipulado por ciertas ideologías”. “Especialmente en las conferencias de Naciones Unidas se le ha querido dar un significado concreto siguiendo un modelo de las relaciones entre los sexos basado en ideologías del liberalismo anglosajón o en el marxismo, que aunque en sí sean planteamientos antagónicos, acaban uniéndose para defender unos mismos objetivos”.

También en el artículoTC y transexualidad, publicado el 26 de mayo de 2014 en el periódico peruano El Comercio, Elósegui apuesta por las terapias “psicológico-psiquiátricas” para personas transexuales: “En Europa sigue habiendo una gran controversia sobre si la cirugía de reasignación de sexo es lo más recomendable o no (…) En España han sido los propios colectivos de transexuales los que han influido en que la ley española de marzo del 2007 no exija la previa cirugía transexual. No hay consenso en cuál sea la terapia más oportuna. Existen numerosas referencias científicas recientes que abogan por las terapias psicológico-psiquiátricas y testimonios de los propios transexuales al respecto”.

Para la FELGTB, las tesis de Elósegui son “lamentables, estigmatizantes e ignorantes”. “Esta señora está muy confundida. Se manifiesta contraria a los criterios científicos y demuestra muchos prejuicios hablando de enfermedad en la homosexualidad o la transexualidad y confundiendo orientación sexual con identidad de género. Es muy ignorante y muy osada. Es lamentable que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos apueste por alguien que no cree en la igualdad. Es cierto que tiene un currículo de defensa de algunos derechos, pero hay otros en los que directamente no cree”.

También el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia se muestra alarmado: “Que el Gobierno haya propuesto a una jueza con un currículo tan alejado de la legislación española en materia de diversidad deja patente el estado actual de la Justicia en materia de igualdad LGTB y la falta de interés por cambiarlo”.

En otros artículos, Elósegui critica las políticas públicas de “control de la población”. Por ejemplo, en La píldora de cinco años después, publicado en noviembre de 1999 en aceprensa, critica ese método anticonceptivo: “Al hablar de los métodos anticonceptivos, un nuevo término que se intenta acuñar es el de contracepción de emergencia (emergency contraception), es decir, el uso de una píldora después de haber tenido una relación sexual con el fin de evitar un embarazo no deseado. Este contraceptivo impide la implantación del huevo fecundado (en definitiva de un embrión) en el útero. Los partidarios de introducir este término en el texto del documento, como un método contraceptivo más, no quieren reconocer su carácter abortivo. La manipulación lingüística es importante”.

En el artículoLa incultura no es laica, del 19 de noviembre de 2003, la magistrada asegura: “No es cierto que el hecho de que el aborto sea ilegal implique más muertes de mujeres por abortos clandestinos. Por ejemplo, en Irlanda el aborto está prohibido y apenas hay muertes de madres por esta causa, mientras que Estados Unidos, donde el aborto es legal, registra las cifras más altas de muertes por complicaciones del aborto».

Elósegui, que en 2007 participó en el borrador de la Ley de Igualdad, defiende la equiparación de la mujer con el varón “en jerarquía de puestos y salarios” y la presencia de las mujeres “en el espacio público, los parlamentos, la legislación, los sindicatos o los puestos directivos”, pero afirma que “no por una defensa de la liberación y emancipación de la mujer. Las mujeres hoy no quieren emanciparse de nada. Pero es la sociedad, el Estado y el mercado laboral los que necesitan la presencia de las mujeres para humanizarlo y además tienen derecho a estar ahí en pie de igualdad con el hombre porque las mujeres constituyen la mitad de la humanidad”.

Prohíben los exámenes psicológicos a refugiados para saber su orientación sexual

Tribunal de Justicia de la Unión Europea

Refugiados caminan en los alrededores de los campamentos de Calais, al norte de Francia. (AFP)

BRUSELAS. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictaminado este jueves que es ilegal que las autoridades nacionales sometan a un examen psicológico a los refugiados para determinar su orientación sexual antes de decidir si les otorgan el estatuto de refugiado porque se trata de “una injerencia desproporcionada” en su vida privada y no se ajusta a las normas europeas a la luz de la Carta Europea de Derechos Fundamentales.

El caso se refiere al de un nacional nigeriano homosexual que reclamó en 2015 asilo en Hungría alegando su temor a ser perseguido en su país de origen por su orientación sexual, petición que fue rechazada por las autoridades húngaras en base a los resultados del informe pericial psicológico que le practicaron, que no confirmó la orientación sexual alegada.

El demandante de asilo nigeriano recurrió dicha decisión ante los tribunales húngaros al considerar que los exámenes psicológicos vulneraron “gravemente” sus derechos fundamentales y no eran adecuados para determinar su orientación sexual y la justicia húngara ha pedido ahora al tribunal europeo que aclare el caso.

Aunque la directiva europea que regula los requisitos para obtener el estatuto de refugiado permite a las autoridades nacionales pedir un dictamen pericial para evaluar la necesidad de protección internacional “real”, el Tribunal de Justicia Europeo aclara en su sentencia que deben “respetar” sus derechos fundamentales, incluido el derecho a la dignidad humana y el respeto de su vida privada y familiar y considera una injerencia “desproporcionada” un examen psicológico de este tipo para determinar su orientación sexual frente al objeto perseguido.

El tribunal europeo concluye que un examen psicológico para determinar la orientación sexual de un solicitante de asilo no se ajusta a la normativa europea a la luz de la Carta Europea de Derechos Fundamentales.

Además, acota en su sentencia, que las autoridades nacionales no pueden fundamentar una decisión sobre la concesión del estatus de refugiado “exclusivamente” en los resultados de este tipo de examen ni quedar “vinculados” por los mismos y sólo podrán admitirse si se basan en métodos “suficientemente fiables”.

En todo caso, deja claro que este tipo de prueba “no es indispensable” para comprobar si un demandante de asilo dice la verdad sobre su orientación sexual y las autoridades nacionales deben contar con personal “competente” que pueda valorar la credibilidad de su testimonio.

 

La jueza que representará a España en el Tribunal de Derechos Humanos: “Está claro que la homosexualidad produce patologías”

María Elósegui Universidad de Piura / Perú

La catedrática de Filosofía del Derecho María Elósegui (San Sebastián, 1957), nueva jueza española del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH), ha vinculado en libros, artículos y entrevistas la homosexualidad con distintas patologías y defendido en sus escritos que los transexuales deben someterse a terapias “psicológicas y psiquiátricas”.

Su doctrina aparece desarollada en el libro Diez temas de género: hombre y mujer ante los derechos reproductivos, publicado en 2002, y a lo largo de numerosas entrevistas y textos de opinión (algunos muy recientes) difundidos por revistas y diarios de ideología conservadora.

En una entrevista difundida por el portal almudi.org, vinculado al Opus Dei, para analizar el contenido de uno de sus libros, Elósegui  llega a la conclusión de que los homosexuales acaban desarrollando distintas patologías sin ningún tipo de duda: “Para muchos, el sexo biológico y el género, es decir los roles sociales, no están relacionados, de manera que podríamos construir nuestra identidad sexual al margen o de espaldas a nuestro sexo biológico. En el libro vemos cómo esa construcción de la identidad sexual al margen del sexo biológico es factible debido a la libertad humana y a que los seres humanos no estamos determinados por la biología. Pero el que lo podamos hacer (siempre dentro de unos márgenes, ya que no podemos cambiar nuestro ADN masculino o femenino), no quiere decir que el saldo sea positivo, sino que afectará a la construcción de la personalidad. De manera que el resultado no es indiferente. Quienes construyan y realicen su comportamiento sexual de acuerdo a su sexo biológico desarrollarán una conducta equilibrada y sana, y quienes se empeñen en ir contra su biología desarrollarán distintas patologías. Eso está claro”.

Durante esa misma entrevista, la catedrática de Historia del Derecho lamenta que  la “manipulación que ciertas ideologías han hecho” del concepto “género” haya condicionado distintas conferencias de la ONU y sus informes sobre las relaciones entre hombres y mujeres. Elósegui lamenta que movimientos “antagónicos como el liberalismo anglosajón o el marxismo acaban uniéndose para defender unos mismos objetivos”. Se refiere a las relaciones entre los dos sexos.

Elósegui, que según ella misma ha escrito no se manifiesta “explícitamente y como punto de partida en contra de la ideología gay”, también se ha posicionado en contra de que se llame matrimonio a las uniones entre homosexuales. Lo hace en una larga disquisición sobre el derecho civil, en el que según ella, también “ha penetrado la ideología liberal”. 

Esta es otra de sus respuestas en la entrevista: “El derecho civil es bastante crudo. Le interesa los efectos patrimoniales y los derechos sucesorios patrimoniales. De ahí que regule las relaciones sexuales de las que se puede derivar descendencia. Lo demás simplemente no le interesa porque no tiene efectos públicos. Es verdad, que la ideología liberal de género ha penetrado también en el derecho civil y eso explica las corrientes recientes de intentar equiparar jurídicamente las relaciones homosexuales a las heterosexuales. Pero a pesar de todo, ningún ordenamiento jurídico europeo ha llamado a esas relaciones matrimonio, aunque les intente otorgar cierta protección jurídica que yo también considero justa dentro de ciertos límites”.

A lo largo de sus publicaciones y escritos, la nueva jueza del Tribunal de Estrasburgo ha reivindicado siempre la equiparación salarial entre hombres y mujeres, así como la incorporación de la mujer al espacio público en la Administración y también en el sector privado, pero no como una forma de emancipación de la mujer sino porque se trata de una necesidad de la sociedad, del mercado y del Estado para ser más plurales. “Las mujeres hoy no quieren emanciparse de nada”, responde al periodista en esa publicación vinculada al Opus.

En otro  artículo publicado en el diario El Comercio de Perú el 26 de mayo de 2014, Elósegui se para a analizar la decisión del Tribunal Constitucional de aquel país de denegar el cambio de sexo en el registro civil a un transexual operado en España. En su columna repasa las legislaciones de distintos países y compara las exigencias que establecen para inscribir en registros públicos a personas que han cambiado su sexo.

En su exposición la catedrática duda de que las cirugías pagadas con dinero público sean la mejor salida para una persona transexual y desliza como solución “las terapias psicológico-psiquiátricas” apoyándose en la supuesta existencia de “numerosas revistas científicas” que así lo defienden.

Este es el párrafo textual de la columna publicada por Elósegui en el diario peruano:  “En España han sido los propios colectivos de transexuales los que han influido en que la ley española de marzo del 2007 no exija la previa cirugía transexual. No hay consenso en cuál sea la terapia más oportuna. Existen numerosas referencias científicas recientes que abogan por las terapias psicológico-psiquiátricas y testimonios de los propios transexuales al respecto”.

La jurista elegida por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa entre la terna presentada por el Gobierno español lleva más de treinta años defendiendo esas tesis y tiene mucha obra publicada. Elósegui fue una de las expertas que participó en la elaboración del borrador de la Ley Orgánica de Garantía de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Promiscuidad y enfermedades de transmisión sexual

En otro libro titulado El rostro de la violencia. Más allá del dolor de las mujeres, publicado en 2002 por la editorial Icaria, la nueva jueza del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo escribe un capítulo junto a la ginecóloga  Ana Carmen Marcuello Franco, que aboga “por unas relaciones sexuales de género”. Elósegui defiende que la fidelidad es el valor más importante para la felicidad de la pareja, “tanto para el varón, como todavía más para la mujer” y alude a “numerosos estudios [que no detalla] sobre la conducta homosexual, que como se sabe es mucho más compulsiva y lleva, a pesar de la gran necesidad afectiva de estas personas, a tener un elevado número de parejas, hasta el punto de que el conocido sociólogo homosexual alemán Danneccker ha escrito ‘La fiel amistad homosexual es un mito'”.

En el mismo capítulo, la catedrática alega que la promiscuidad como estilo de vida, que define como “la implantación de un modelo masculino- el del orgasmo innesauribile-” llevó “no solo a un aumento de las enfermedades de transmisión sexual, sino también a la aparición o el aumento de patologías psicosexuales y lo que se dio en llamar la patología familiar “en una sociedad como la americana donde demasiados niños duermen esta noche sin un padre en casa”.

Elósegui prosigue su reflexión: “Si el individuo se estanca o regresa a la primera o segunda fase, se vale de la mastubación y necesita la pornografía, o bien, esta fijación se manifiesta en la promiscuidad y le basta la prostitución. Resulta así que el consumo de pornografía y la promiscuidad son síntomas de retrato psicosexual que requieren un diagnóstico… Más recientemente se ha descrito el llamado Síndrome de Adicción al sexo (Echebura), objeto de estudio y de aparición de centros y especialistas dedicados a su tratamiento. El distress y el trastorno vital que manifiestan estos sujetos es un motivo más de reflexión”.

“El preservativo puede fomentar los abusos sexuales”

Elósegui también desarrolla en uno de sus artículos su idea del preservativo. En un artículo de 1999 titulado La ONU aprueba el control de la población, con otro nombre, la catedrática de Filosofía del Derecho afirma: “No se explica que el preservativo no es eficaz frente a otras enfermedades de transmisión sexual más frecuentes que el SIDA, como gonorrea, sífilis, herpes, infecciones pelvianas, etc. Tampoco el preservativo protege de los abusos sexuales en sí; más bien, puede fomentarlos en el violador, que pone medios para evitar un embarazo en la víctima”.

La catedrática elegida para mandar al Tribunal de Estrasburgo ha expuesto estas ideas públicamente durante las últimas tres décadas. En un artículo que escribió en 1995 titulado Dos sexos, ¿cuántos géneros? cuestionaba el derecho de las personas homosexuales a mantener relaciones libremente. Este es uno de los párrafos incluidos en el texto que difundió la revista ultracatólica Aceprensa: “La anulación de la diferencia entre los géneros masculino y femenino es lo característico del cuarto modelo. Como propuso el primer feminismo radical, se trata de conseguir la absoluta igualdad entre varón y mujer. Para lo cual no basta sólo con eliminar el privilegio masculino, sino que hace falta dominar los condicionamientos biológicos. Esto se lograría cuando la mujer tuviera el control absoluto de la reproducción, incluyendo el aborto a petición. Y supondría una total liberación sexual, que implicaría el derecho del individuo a tener relaciones sexuales con otros, sin que importara su sexo o condición”.

Para separarse de esas teorías, Elósegui alega: “A  mi juicio, una cosa es que haya tareas que pueden desarrollar indistintamente el hombre o la mujer, y otra que existan identidades sexuales y personalidades andróginas o neutras. Pues la persona es inseparable de su cuerpo y, por tanto es un ser sexuado, que siempre desarrolla sus cualidades con matices propios de su sexo”.

En sus columnas, Elósegui reivindica “un modelo de relaciones que  no identifica sexo con género pero admite que no todos los estereotipos sociales atribuidos a uno u otro sexo son una mera construcción cultural cambiable porque algunos de ellos tienen una mayor raigambre biológica, de manera que están inexorablemente unidos a la diferenciación sexual”.

“El aborto ilegal no trae más muertes de mujeres”

En otra columna publicada en 2003 ( La incultura no es laica), Elósegui afirma: “No es cierto que el hecho de que el aborto sea ilegal implique más muertes de mujeres por abortos clandestinos. Por ejemplo, en Irlanda el aborto está prohibido y apenas hay muertes de madres por esta causa, mientras que Estados Unidos, donde el aborto es legal, registra las cifras más altas de muertes por complicaciones del aborto”.

En otros artículos, Elósegui ataca las políticas públicas de “control de la población” que incluyen el aborto legal y el hecho de que sean acogidas en el seno de la ONU. En La píldora de cinco años después, de 1999, critica que un organismo dependiente de la ONU se apoyara en ONG afines, de las que dice representaban “un cierto tipo de feminismo radical, ya anacrónico en sus países de origen”.

“Al hablar de los métodos anticonceptivos, un nuevo término que se intenta acuñar es el de contracepción de emergencia (emergency contraception), es decir, el uso de una píldora después de haber tenido una relación sexual con el fin de evitar un embarazo no deseado. Este contraceptivo impide la implantación del huevo fecundado (en definitiva de un embrión) en el útero”, escribía Elósegui.

Un párrafo más abajo en la misma columna, critica que en las conferencias de la ONU se haya apostado por que en el tercer mundo se imparta educación sexual y se dé acceso a los centros de planificación familiar a los menores sin el consentimiento de los padres recordando que la Organización Mundial de la Salud llama adolescentes a los niños mayores de 10 años: “Se pretende introducir la educación sexual obligatoria en el currículum escolar, sin contar con los padres. La insistencia pertinaz de la delegada de EE.UU. en suprimir del documento la referencia a los padres llevó a momentos tensos. Con cierta ironía, representantes del ‘grupo de los 77’ preguntaron a la delegada americana qué tenía su país contra los padres. De hecho, en el documento de El Cairo se dice que corresponde primariamente a los padres ‘el derecho, el deber y la responsabilidad de orientar a los adolescentes respecto a la sexualidad y a la procreación'”.

En el mismo artículo añadía: “En esta línea se inserta la campaña para que la Santa Sede no tenga status consultivo en las reuniones de la ONU. La Santa Sede no es susceptible de someterse a las presiones de los poderosos y no se calla, lo cual molesta a los que quieren imponer sus opiniones”.

En una colaboración que prestó al blog interrogantes.net, la catedrática ha criticado a quienes califican de inconstitucional la inclusión de la asignatura de religión como materia obligatoria en el currículum escolar:  “Quienes ahora alegan que la enseñanza de la religión en la escuela es inconstitucional, porque ellos defienden un modelo de Estado que no es el vigente y lo hacen contra la opinión mayoritaria de la sociedad española, deberían saber perder y utilizar los cauces democráticos para demandar sus legítimas aspiraciones, en un legítimo disenso.”

Trabajos contra el racismo

La catedrática de la Universidad de Zaragoza también ha dedicado gran parte de su trabajo a defender los derechos de las minorías. Desde 2013 integra una comisión del Consejo de Europa contra el racismo y la intolerancia.

Elósegui consiguió este martes 114 votos de la Asamblea Parlamentaria frente a los 76 del director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Asuntos Exteriores, José Martín y Pérez de Nanclares, y los 37 del expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Pérez de los Cobos, los otros dos candidatos al puesto de juez español en el TEDH hasta 2026.  Con la victoria de Elósegui, la candidata más conocida en el Consejo de Europa por su trabajo en una de sus comisiones, el Gobierno sufre un importante revés, ya que su apuesta era Pérez de los Cobos.

Tras ser nombrada para el Tribunal de Derechos Humanos, concedió una entrevista a  El Heraldo de Aragón, en la que denunciaba una nueva “xenofobia basada en miedos, que ataca el islam, cuando muchos de estos chicos (refugiados) son vulnerables y se les utiliza”. Al ser preguntada por las acusaciones de falta de voluntad de integración en los inmigrantes, Elósegui contesta: “Los inmigrantes crean redes de ayuda para sentirte arropados. Bélgica o Alemania tienen políticas inclusivas muy exitosas, Francia tiene más guetos…”.

En la reciente entrevista Elósegui se posiciona de acuerdo a la decisión del Tribunal de Estrasburgo de derogar la doctrina Parot, de la que afirma que, “si bien se hizo a través de jurisprudencia, no era justa”.

[[En una primera versión de este artículo se afirmaba que María Elósegui había escrito “junto a Carmen Marcuello un artículo que aboga ‘por unas relaciones sexuales de género’. El nombre completo de la coatura es Ana Carmen Marcuello Franco, médico del Servicio de Ginecología Hospital Universitario Miguel Servet. La referencia y la mención da lugar a confundirla con Carmen Marcuello Servós, delegada sindical de la CGT en la Universidad de Zaragoza]]

“El franquismo cometió un crimen de lesa humanidad contra el colectivo LGTB”

  • Entrevista a Jaume Asens
  • El teniente de alcalde de Barcelona Jaume Asens explica la decisión del Consistorio de presentar una querella contra los responsables de la represión franquista contra el colectivo homosexual durante el tardofranquismo.

El teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens, durante el discurso de clausura de las jornadas contra la impunidad franquista celebradas en la Antigua Cárcel Modelo de Barcelona.- A.T.

El patio de la antigua cárcel Modelo de Barcelona se va quedando vacío. Los asistentes al II Encuentro de la Red de ciudades contra la impunidad franquista van abandonando el edifico. Jaume Asens, tercer teniente de alcalde de la capital catalana, permanece sentado en un banco del patio central de la prisión, una pista  que se erige como único espacio al aire libre de este edificio. Por aquí han paseado en círculos presos y presas antifranquistas, pero también, reas y reos comunes cuyos delitos tenían mucho más que ver con la pobreza que con el mal.

Las paredes de las celdas, de hecho, aún guardan las marcas de las fotografías de los presos, mientras que la sala de visitas parece retener las emociones y lágrimas que allí se derramaron y en algún infame rincón de este mastodonte arquitectónico aún pervive el eco del grito de dolor de Salvador Puig Antich, asesinado mediante garrote vil por la dictadura franquista en 1974 en este mismo lugar.

Acaba de concluir el II Encuentro de la red de ciudades contra la impunidad franquista. ¿Qué balance hace de este encuentro en el que Barcelona ha sido la anfitriona y asume, además, el papel de impulsor hasta la celebración del próximo encuentro.

Se cierra ahora una etapa que se abrió en 2016. La Red nació con la idea de asumir el imperativo legal que dicta el Convenio Europeo de Derechos humanos que obliga a todos los Estados a defender y respetar los derechos de sus ciudadanos. Nosotros, los ayuntamientos del cambio, en tanto que también formamos parte del entramado estatal, hemos apostado por actuar como Administración de suplencia. Ante la política de brazos cruzados de Rajoy, nos sentíamos en la obligación de dar un paso al frente y defender los derechos de las víctimas del franquismo, entre otros, como también hemos hecho en Barcelona ante el drama de los refugiados.

El encuentro de hoy [por el lunes] abre una etapa en la que queremos reforzar lo que ya se ha hecho. Queremos conectar esta Red con otra de ciudades bombardeadas, en la que también estamos, y cuyo primer antecedente fue el acuerdo de colaboración entre Durango y Barcelona. También queremos hacer una red catalana que forme parte de la Red estatal y hacer una campaña de sensibilización y de impacto que llegue al Congreso de los Diputados, donde se deben plantear cuestiones vinculadas a la impunidad del franquismo, a la falta de ejecución de órdenes internacionales, a las reformas que hay que hacer para recuperar la justicia universal… Hay una hoja de ruta que iremos explicando.

La gran novedad de este encuentro es el anuncio de Barcelona de que presentará una querella por los abusos y persecución al colectivo LGTBi durante la dictadura franquista.

Se trata de una querella contra los responsables de los abusos sexuales sufridos por el colectivo homosexual durante el tardofranquismo. Queremos justicia para personas que aún viven y que fueron víctimas de unos abusos que tenían cobertura legal en la legislación franquista con, por ejemplo, la Ley de peligrosidad y rehabilitación social, de los años 70, que vinculaba la homosexualidad a una enfermedad.

El franquismo entendía que el ejercicio de un derecho fundamental era la comisión de un delito. Eso es un delito de lesa humanidad. Trataba a los homosexuales como enemigos de la patria ya que los veía como lo contrario a los valores de virilidad de la nación española. La represión en este caso afectó a un colectivo importante, como es el homosexual, y creemos que es más fácil demostrar que hubo un delito de lesa humanidad contra ellos. Encima, las víctimas y los victimarios todavía viven.

Se trata de la segunda querella que anuncian contra crímenes franquistas. La primera, que aún no ha sido presentada, va destinada contra Carlos Rey, redactor único que envió al garrote vil a Salvador Puig Antich.

Apostamos por el litigio estratégico. Escogemos casos muy señalados, con mucha carga simbólica, y que tienen mayores posibilidades de éxito. No descartamos otras acciones tanto en la jurisdicción penal como en la jurisdicción administrativa o civil. De hecho, tanto en el caso de Puig Antich como en esta querella, tenemos el convencimiento de que llegaremos hasta el final. Si en primera instancia no se tutelan nuestros derechos pues llegaremos al Constitucional. Y si hace falta iremos al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) porque la jurisprudencia en este asunto es muy clara y nosotros tenemos de nuestra parte al derecho internacional.

El uso hipócrita que ha hecho el Estado en este asunto es mayúsculo. Las autoridades españoles recordaron a Chile y a Argentina que no pueden existir leyes de punto y final que valgan, y el caso Scilingo, es una prueba de ello. Pero, después, cuando se trata de limpiar los propios trapos sucios, las normas que no valen para unos sí que valen para nosotros. Eso es un uso mezquino e hipócrita de la Justicia, que tiene que ver con una democracia imperfecta que se ha construido sobre los cimientos del franquismo.

No es casualidad que el fascismo español, a diferencia del europeo, haya sido el único que no fue derrotado militarmente. Eso se nota en el poder político y judicial. Se construyó sobre esos cimientos y hace que aún haya polvo franquista debajo de muchas togas de jueces de la cúspide judicial. Ni tan siquiera se aplica la Ley de Amnistía, una ley preconstitucional y que incumple tratados internacionales. Parece que muchos jueces españoles no tienen formación en derecho internacional.

La celebración de estas jornadas ha sido muy criticada por el concejal del Partido Popular Alberto Fernández Díaz, que las calificó de “revanchismo guerracivilista’.

Las declaraciones de Fernández Díaz son una indecencia. Decir eso es una inmoralidad impropia de alguien que ostenta un cargo público. Parece que él y los herederos políticos del franquismo quieren que las víctimas sean invisibles, que se resignen. Quieren que no reclamen sus derechos y se queden en las cunetas del olvido.

Nosotros lo que le decimos a Fernández Díaz es que hay crímenes tan deleznables que sus víctimas nos convocan y nos exigen justicia. Nos recuerdan que sin reparar sus casos no hay justicia posible. Esas víctimas son contemporáneas a nosotros desde el instante en el que se paró su reloj biológico y nunca obtuvieron justicia. Queremos romper la línea de continuidad entre el franquismo y la democracia. Y es que estas víctimas fueron asesinadas o torturadas por el franquismo, pero fue el régimen del ’78 el que ha encubierto estos crímenes de forma cómplice. Nosotros tenemos una exigencia moral, política y legal para romper esa línea de continuidad.

Esta entrevista y estas jornadas han tenido lugar en la Antigua Cárcel Modelo de Barcelona. ¿Qué planes tiene el Ayuntamiento para este lugar emblemático?

En la Modelo tienen que suceder muchas cosas. Queremos que tenga vivienda social, un parque y una escuela. Pero no sólo. Una de las cosas que tiene que tener la Modelo es un espacio de memoria e interpretación que queremos que sea de referencia internacional donde se puedan hacer cursos, seminarios, exposiciones, conferencias, actividades culturales… Queremos que sea un lugar que permita conocer lo que ha sucedido aquí dentro. Los muros de esta prisión nos hablan y nos interpelan. Hay que saber escucharlos y entenderlos. Si desparece el eco de las voces de las víctimas todos morimos un poco. Nosotros moriremos un poco si no conservamos para nuestros jóvenes la memoria de los que han estado presos en este lugar infame y degradante.

Queremos dar voz y luz a este espacio y que nos interpele de lo que fue, pero también del presente. Queremos que nos sirva para reflexionar sobre la privación de libertad en comisarías, en centros de internamiento o en centros penitenciarios. Es decir, queremos que no dialogue solo con el pasado sino que también nos informe sobre qué sociedad somos ahora. La prisión nos dice mucho sobre qué sociedad somos. Nos tiene que servir para hacernos preguntas importantes como sociedad.

ENTREVISTA A JAUME ASENS “El franquismo cometió un crimen de lesa humanidad contra el colectivo LGTB”

El teniente de alcalde de Barcelona Jaume Asens explica la decisión del Consistorio de presentar una querella contra los responsables de la represión franquista contra el colectivo homosexual durante el tardofranquismo.

El teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens, durante el discurso de clausura de las jornadas contra la impunidad franquista celebradas en la Antigua Cárcel Modelo de Barcelona.- A.T.

El patio de la antigua cárcel Modelo de Barcelona se va quedando vacío. Los asistentes al II Encuentro de la Red de ciudades contra la impunidad franquista van abandonando el edifico. Jaume Asens, tercer teniente de alcalde de la capital catalana, permanece sentado en un banco del patio central de la prisión, una pista  que se erige como único espacio al aire libre de este edificio. Por aquí han paseado en círculos presos y presas antifranquistas, pero también, reas y reos comunes cuyos delitos tenían mucho más que ver con la pobreza que con el mal.

Las paredes de las celdas, de hecho, aún guardan las marcas de las fotografías de los presos, mientras que la sala de visitas parece retener las emociones y lágrimas que allí se derramaron y en algún infame rincón de este mastodonte arquitectónico aún pervive el eco del grito de dolor de Salvador Puig Antich, asesinado mediante garrote vil por la dictadura franquista en 1974 en este mismo lugar.

Acaba de concluir el II Encuentro de la red de ciudades contra la impunidad franquista. ¿Qué balance hace de este encuentro en el que Barcelona ha sido la anfitriona y asume, además, el papel de impulsor hasta la celebración del próximo encuentro.

Se cierra ahora una etapa que se abrió en 2016. La Red nació con la idea de asumir el imperativo legal que dicta el Convenio Europeo de Derechos humanos que obliga a todos los Estados a defender y respetar los derechos de sus ciudadanos. Nosotros, los ayuntamientos del cambio, en tanto que también formamos parte del entramado estatal, hemos apostado por actuar como Administración de suplencia. Ante la política de brazos cruzados de Rajoy, nos sentíamos en la obligación de dar un paso al frente y defender los derechos de las víctimas del franquismo, entre otros, como también hemos hecho en Barcelona ante el drama de los refugiados.

El encuentro de hoy [por el lunes] abre una etapa en la que queremos reforzar lo que ya se ha hecho. Queremos conectar esta Red con otra de ciudades bombardeadas, en la que también estamos, y cuyo primer antecedente fue el acuerdo de colaboración entre Durango y Barcelona. También queremos hacer una red catalana que forme parte de la Red estatal y hacer una campaña de sensibilización y de impacto que llegue al Congreso de los Diputados, donde se deben plantear cuestiones vinculadas a la impunidad del franquismo, a la falta de ejecución de órdenes internacionales, a las reformas que hay que hacer para recuperar la justicia universal… Hay una hoja de ruta que iremos explicando.

La gran novedad de este encuentro es el anuncio de Barcelona de que presentará una querella por los abusos y persecución al colectivo LGTBi durante la dictadura franquista.

Se trata de una querella contra los responsables de los abusos sexuales sufridos por el colectivo homosexual durante el tardofranquismo. Queremos justicia para personas que aún viven y que fueron víctimas de unos abusos que tenían cobertura legal en la legislación franquista con, por ejemplo, la Ley de peligrosidad y rehabilitación social, de los años 70, que vinculaba la homosexualidad a una enfermedad.

El franquismo entendía que el ejercicio de un derecho fundamental era la comisión de un delito. Eso es un delito de lesa humanidad. Trataba a los homosexuales como enemigos de la patria ya que los veía como lo contrario a los valores de virilidad de la nación española. La represión en este caso afectó a un colectivo importante, como es el homosexual, y creemos que es más fácil demostrar que hubo un delito de lesa humanidad contra ellos. Encima, las víctimas y los victimarios todavía viven.

Se trata de la segunda querella que anuncian contra crímenes franquistas. La primera, que aún no ha sido presentada, va destinada contra Carlos Rey, redactor único que envió al garrote vil a Salvador Puig Antich.

Apostamos por el litigio estratégico. Escogemos casos muy señalados, con mucha carga simbólica, y que tienen mayores posibilidades de éxito. No descartamos otras acciones tanto en la jurisdicción penal como en la jurisdicción administrativa o civil. De hecho, tanto en el caso de Puig Antich como en esta querella, tenemos el convencimiento de que llegaremos hasta el final. Si en primera instancia no se tutelan nuestros derechos pues llegaremos al Constitucional. Y si hace falta iremos al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) porque la jurisprudencia en este asunto es muy clara y nosotros tenemos de nuestra parte al derecho internacional.

El uso hipócrita que ha hecho el Estado en este asunto es mayúsculo. Las autoridades españoles recordaron a Chile y a Argentina que no pueden existir leyes de punto y final que valgan, y el caso Scilingo, es una prueba de ello. Pero, después, cuando se trata de limpiar los propios trapos sucios, las normas que no valen para unos sí que valen para nosotros. Eso es un uso mezquino e hipócrita de la Justicia, que tiene que ver con una democracia imperfecta que se ha construido sobre los cimientos del franquismo.

No es casualidad que el fascismo español, a diferencia del europeo, haya sido el único que no fue derrotado militarmente. Eso se nota en el poder político y judicial. Se construyó sobre esos cimientos y hace que aún haya polvo franquista debajo de muchas togas de jueces de la cúspide judicial. Ni tan siquiera se aplica la Ley de Amnistía, una ley preconstitucional y que incumple tratados internacionales. Parece que muchos jueces españoles no tienen formación en derecho internacional.

La celebración de estas jornadas ha sido muy criticada por el concejal del Partido Popular Alberto Fernández Díaz, que las calificó de “revanchismo guerracivilista’.

as declaraciones de Fernández Díaz son una indecencia. Decir eso es una inmoralidad impropia de alguien que ostenta un cargo público. Parece que él y los herederos políticos del franquismo quieren que las víctimas sean invisibles, que se resignen. Quieren que no reclamen sus derechos y se queden en las cunetas del olvido.

Nosotros lo que le decimos a Fernández Díaz es que hay crímenes tan deleznables que sus víctimas nos convocan y nos exigen justicia. Nos recuerdan que sin reparar sus casos no hay justicia posible. Esas víctimas son contemporáneas a nosotros desde el instante en el que se paró su reloj biológico y nunca obtuvieron justicia. Queremos romper la línea de continuidad entre el franquismo y la democracia. Y es que estas víctimas fueron asesinadas o torturadas por el franquismo, pero fue el régimen del ’78 el que ha encubierto estos crímenes de forma cómplice. Nosotros tenemos una exigencia moral, política y legal para romper esa línea de continuidad.

Esta entrevista y estas jornadas han tenido lugar en la Antigua Cárcel Modelo de Barcelona. ¿Qué planes tiene el Ayuntamiento para este lugar emblemático?

En la Modelo tienen que suceder muchas cosas. Queremos que tenga vivienda social, un parque y una escuela. Pero no sólo. Una de las cosas que tiene que tener la Modelo es un espacio de memoria e interpretación que queremos que sea de referencia internacional donde se puedan hacer cursos, seminarios, exposiciones, conferencias, actividades culturales… Queremos que sea un lugar que permita conocer lo que ha sucedido aquí dentro. Los muros de esta prisión nos hablan y nos interpelan. Hay que saber escucharlos y entenderlos. Si desparece el eco de las voces de las víctimas todos morimos un poco. Nosotros moriremos un poco si no conservamos para nuestros jóvenes la memoria de los que han estado presos en este lugar infame y degradante.

Queremos dar voz y luz a este espacio y que nos interpele de lo que fue, pero también del presente. Queremos que nos sirva para reflexionar sobre la privación de libertad en comisarías, en centros de internamiento o en centros penitenciarios. Es decir, queremos que no dialogue solo con el pasado sino que también nos informe sobre qué sociedad somos ahora. La prisión nos dice mucho sobre qué sociedad somos. Nos tiene que servir para hacernos preguntas importantes como sociedad.

Barcelona anuncia que presentará una querella por los crímenes franquistas contra el colectivo LGTB

El teniente de alcalde de la capital catalana, Jaume Asens, ha anunciado el proyecto del Consistorio, que se une a otra querella por el asesinato de Salvador Puig Antich.

Imagen del II Encuentro de la Red de Ciudades contra la impunidad franquista. A.T

Barcelona presentará una querella en los juzgados para que se investigue la represión franquista al colectivo LGTB en la capital catalana. Así lo ha anunciado el teniente de alcalde Jaume Asens durante su intervención en el II Encuentro de la red de ciudades contra la impunidad franquista.

“El colectivo LGTB fue uno de los colectivos que más fueron perseguidos durante la dictadura. El régimen entendía que su condición de homosexual dañaba esa imagen de virilidad que querían transmitir”, ha aseverado Asens.

La querella contra los crímenes franquistas sobre el colectivo LGTB acompañará a la que el Consistorio catalán pondrá contra Carlos Rey, redactor de la sentencia que envió a morir en el garrote vil a Salvador Puig Antich. Asens no ha anunciado cuándo serán presentadas pero sí ha concretado que se encuentran en un estado de redacción “avanzado”.

La presentación de estas dos querellas son la punta de lanza de la política del Ayuntamiento de Barcelona contra la impunidad del franquismo.

Pero no son las únicas acciones. Asens también ha apuntado que espera convertir la Antigua Cárcel Modelo de Barcelona, sede de este II Encuentro, en un centro de interpretación de la Memoria que sea “referente internacional”.

Asimismo, Barcelona ha retirado en los últimos meses hasta 570 placas franquistas del Ministerio de Vivienda y ha retirado la Medalla de Oro al exministro de la Transición Martín Villa. Por último, Asens también ha señalado que Barcelona ha puesto fin a la misa “en honor a la Victoria”, que cada año se celebraba en Montjuic.

“El sistema político que tenemos ya no representa a la gente”

Chelsea Manning en el vídeo mediante el cual anunció su candidatura al Senado por el estado de Maryland

Unas semanas después de ser liberada de prisión militar, donde cumplió siete años de una condena de 35 por filtrar secretos oficiales, Chelsea Manning se dio cuenta de algo terrible. “Estaba fuera, pero vi que mientras había estado apartada, la prisión se había extendido hasta aquí fuera también. Eso es lo que siento. Me da la sensación de que no he salido, sino que simplemente hemos intercambiado prisiones”.

Esa amarga visión de que incluso en libertad estaba atrapada en una prisión le surgió mientras paseaba un día por las calles de Brooklyn. El barrio neoyorquino tiene fama de hipster moderno, pero le impactó ver a tantos policías fuertemente armados.

“Había una inmensa presencia policial y estaban militarizados. He sido parte de una fuerza ocupante en un país extranjero y sé cómo es. Y eso es justo lo que vi en Brooklyn: una fuerza ocupante”, señala.

Su poderoso temor sobre la evolución de Estados Unidos durante sus siete años de encarcelamiento y su igualmente poderosa determinación por hacer algo al respecto explican el anuncio de Manning la semana pasada de presentarse como candidata al Senado.

Miedo y determinación. Se puede decir que ese ha sido su sello distintivo desde que en 2010 tomó la importante decisión de filtrar un inmenso tesoro de 700.000 documentos secretos cuando trabajaba como analista de inteligencia en una base militar estadounidense en Irak.

En su primera entrevista desde que la joven de 30 años publicó en Twitter los detalles de su candidatura al Senado, The Guardian le pregunta si existe relación entre sus ambiciones políticas de hoy y su conversión en una de las informantes más famosas –y más castigadas– de la historia de EEUU. “Verdaderamente no hay una línea directa”, sostiene. “Ha llovido mucho desde entonces. Soy una persona diferente a la que era hace 10 años”, añade.

Pero hay paralelismos claros entre estos dos acontecimientos. Fue un acto de gran valentía –algunos dirían que estúpida– descargar y transmitir a WikiLeaks informes de guerra, cables diplomáticos, vídeos y documentos de Guantánamo. Es un acto de gran valentía –puede que algunos digan que estúpida– presentarse al Senado estadounidense.

También hay una gran dicotomía entre su arresto en mayo de 2010 y su nueva campaña: si no fuese por el trato en ocasiones brutal que recibió a manos del Ejército de EEUU, ella no tendría el estatus global del que goza hoy en día.

¿Cómo da sentido a estas contradicciones? “No les he dado sentido”, señala. “Y no creo que tenga que haber una explicación. Aprendí muy rápido que mi experiencia en prisión ha formado mi visión del mundo”, añade.

Nos reunimos en su apartamento a las afueras de Washington en el primer aniversario desde que Obama conmutó la sentencia de Manning que aún no había cumplido. Tiene un salón grande con mucha luz, pero está medio vacío y eso le da un toque extraño e impersonal, como si hubiese imitado, aunque de forma más acogedora, la estética austera de prisión. Las paredes están prácticamente vacías, a excepción de unas imágenes de Oscar Wilde y de la anarquista Emma Goldman sobre la chimenea. Y de una copia de la carta de conmutación de pena.

Va vestida de negro, como iba en el vídeo de inicio de campaña, en el que llevaba también una rosa roja como símbolo de resistencia política. Con la luz brillante del salón, destaca el azul grisáceo de sus ojos maquillados con una sombra de color rosa.

Lleva una cadena de plata al cuello con una pequeña almohadilla (el símbolo del hashtag). “Twitter me sacó de prisión”, responde sin dudarlo cuando le preguntan por la cadena.

Decir que Manning ha asumido un duro trabajo al presentarse al Senado en su Estado natal de Maryland es quedarse corto. El actual senador y su rival en las primarias demócratas del próximo 26 de junio, Ben Cardin, es un veterano experimentado que se presenta a su tercer mandato. Es además el líder demócrata en el Comité de Exteriores del Senado y tiene una gran base de votantes leales de centro.

Según ciertas informaciones, Cardin tiene al menos dos millones de dólares para la batalla y la última vez que se presentó a unas primarias, en 2012, ganó a su oponente con un 74% de los votos frente a un 16%. Manning ha recaudado hasta ahora poco menos de 50.000 euros gracias a pequeñas donaciones online y tiene solo dos personas en su equipo, al que quiere mantener reducido –menos de 10 personas– durante la campaña.

¿Cómo piensa competir? “Sabemos que tenemos una gran batalla por delante”, afirma insistiendo en que se presenta para ganar. Aun así, pase lo que pase, no comprometerá sus convicciones por ganar votos. “Queremos ganar, pero si perdemos nuestros principios, entonces ganar no importa”, aclara.

Manning explica que pone su fe en la victoria en los grupos de activistas locales y de estudiantes con los que ha estado estableciendo vínculos desde su liberación. “No estamos haciendo una estrategia de campo centralizada, estamos esperando a que las comunidades locales vengan a nosotros. Yo les escucharé”.

¿Teme estrellarse y quemar su figura como le ocurrió al destacado miembro de Black Lives Matter DeRay McKesson cuando se presentó a las primarias demócratas a la alcaldía de Baltimore en 2016 y quedó sexto con solo un 2% de los votos?

“Baltimore es una ciudad con una comunidad activista muy activa y creo que De Ray no utilizó eso”, contesta. “No voy a criticar a un amigo mío, pero al mismo tiempo estamos hablando con la gente de Maryland y nos estamos tomando el tiempo necesario”, añade.

“Este es mi momento”

El estilo político de Manning ya se deja ver en su cuenta de Twitter. Es vivo y provocador, con frases como #WeGotThis (lo conseguimos), un mantra que desarrolló en prisión para alimentar su espíritu en momentos de desesperación. Manning utiliza un lenguaje directo que compara la agencia federal de inmigración (ICE), con la Gestapo y que dice sin tapujos “que le jodan a la policía”.

La estrategia funciona claramente para sus 323.000 seguidores de Twitter, pero todavía está por ver cómo funcionará en Maryland, un Estado (de seis millones de habitantes) con un gran contingente de funcionarios federales. El centro de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) tiene su sede allí.

Manning describe su política como “antiautoritarismo radical”. “EEUU tiene el Ejército más grande y más caro del mundo, pero siempre queremos más. Tenemos el mayor sistema de prisiones del mundo, y aún así queremos más. Tenemos, con diferencia, el mayor y más sofisticado aparato de inteligencia, y seguimos queriendo más. ¿Cuánto es suficiente? Ese es mi momento. Tenemos que parar esto”, explica convencida elevando la voz.

Aunque dice no tener nada contra Cardin –“Le voté dos veces”–, lo ve como parte del problema. Manning señala la L ey Antiboicot de Israel, que él promovió y que ha sido muy criticada por intentar sofocar las protestas contra los asentamientos israelíes.

En su primera declaración de campaña, Manning menciona tres áreas principales de su política: justicia penal, sanidad e inmigración. En cada una de ellas se posiciona claramente a la izquierda de Bernie Sanders. Hay que cerrar las cárceles y liberar a los prisioneros; todos los hospitales tienen que ser gratuitos en el momento de su utilización, sin hacer preguntas; las fronteras estadounidenses tienen que estar abiertas.

Y quiere decir abiertas de verdad. “No deberíamos negar el derecho absoluto a venir a Estados Unidos. Tienes el derecho, todo el mundo lo tiene”, asegura.

¿Qué le diría a alguien de Maryland preocupado por la entrada de terroristas en el país? “Tenemos terroristas nacionales y pueden viajar a donde quieran. Cerrar las fronteras no soluciona el problema”.

Esta posición inicial es tan interesante por lo que omite como por lo que aborda. Manning permanece en silencio sobre políticas transgénero, a pesar de situarse ella misma a la cabeza del movimiento trans. Y Manning tampoco menciona a Donald Trump.

¿Por qué no hace ninguna referencia al hombre que para muchos progresistas se ha convertido en la personificación del mal? “Todos nuestros problemas están personificados en un individuo, pero el problema es del sistema. Nuestro sistema de inmigración fallido no apareció de la noche a la mañana. Es una máquina construida durante décadas por centristas de ambos lados”.

Manning sostiene que pronto comenzará a ir a encuentros públicos invitada por grupos locales. Teniendo en cuenta que su Twitter atrae de manera regular comentarios llenos de odio y amenazas violentas por parte de detractores de derechas y antitrans, ¿no le inquieta su seguridad?

“No me preocupa. Esta gente quiere acabar con la disidencia y nosotros tenemos que contraatacar. No me va a disuadir que alguien me diga cosas horribles”.

Los ataques a los que se enfrentará en la campaña ya han empezado a salir a la luz. La afirmación más predecible es la de que es una traidora a su país, seguida de las teorías que apuntan a que está pagada por los rusos para intentar desestabilizar a un senador demócrata.

Una vez más, Manning permanece impávida. “Hoy en día todo el mundo es un traidor. James Comey, Hillary Clinton, Trump, Obama… la palabra ya no tiene significado. Cualquier forma de ‘no estoy de acuerdo contigo’ se convierte en ‘traición’ y en una sociedad así no se pueden tener debates”.

Es seguro que también se invoque en su contra a WikiLeaks y su fundador, Julian Assange, al que le filtró los documentos en 2010. ¿Qué opina ahora de Wikileaks? “En 2010 tomé la decisión de hacer públicos los documentos. Me puse en contacto con The New York Times y  The Washington Post, me quedé sin tiempo y esa fue la decisión que tomé. Es algo que no puedo cambiar”, aclara Manning. “Ha tenido algún contacto con Assange desde que le filtró la información? “No. Cero”, contesta.

Puede que la acusación más grave haya venido de la derecha. El Conservative Review  escribió que la batalla Manning contra Cardin “beneficia notablemente al Partido Republicano. Enfrentará al ala del establishment demócrata contra las políticas radicales de sus miembros más progresistas”.

La respuesta de Manning es que en esta época febril cualquier apuesta política está fuera de lugar. “Los comentaristas dicen todo tipo de cosas y siempre están equivocados. ¿Recuerdas la noche de las elecciones de 2016? Los tiempos han cambiado. La gente está enfadada. El sistema político que tenemos ya no representa a la gente. Así que sí, necesitamos una lucha”, señala.

Chelsea Manning, que en el pasado fue una persona sin techo, soldado de Estados Unidos, filtradora de documentos y prisionera militar y que ahora es una celebridad de Twitter y mujer transexual, se ha unido a esta lucha. Se abre la veda.

Traducido por Javier Biosca y Marina Leiva

Escándalo en Rusia por un vídeo sexy de los cadetes de aviación bailando y comiendo plátanos en ropa interior

Los cadetes de aviación bailan y realizan movimientos sensuales. YOUTUBE

El primer escándalo del año en Rusia ha caído casi del cielo en forma de vídeo de cadetes de aviación bailando y comiendo bananas sensualmente. Una docena de estudiantes de la escuela de Aviación Civil de Ulianovsk publicaron un vídeo que se viralizó rápidamente en las redes sociales rusas: los estudiantes bailan la popular canción Satisfaction, de Benny Benassi. Van ligeros de ropa mientras hacen labores de limpieza y se tapan la cara con sus gorras de piloto.

Los jóvenes pertenecen al Instituto Ulianovsk, la escuela más antigua de Rusia que entrena pilotos civiles desde principios del siglo pasado. La Agencia Federal de Transporte Aéreo (Rosaviatsia) ha prometido tomar “las medidas más estrictas” y ha anunciado una investigación sobre qué pasó exactamente en la residencia de estudiantes de este centro educativo para que haya acabado en las redes este “episodio inmoral”. Incluso se ha recomendado la ayuda de expertos en medicina de aviación para examinar el estado psicoemocional de los participantes. La Oficina del Fiscal de Transporte también ha tomado cartas en el asunto.

El rector, Serguei Krasnov, ha criticado que usasen gorras y uniformes oficiales y ha dicho que “no hay excusa” para burlarse “de lo que es sagrado”, por lo que las personas involucradas “no tendrán sitio en la aviación civil”. También los ha comparado con la banda de punk feminista Pussy Riot, algunas de cuyas integrantes acabaron en la cárcel por irrumpir cantando en una catedral en 2012.

Donde han logrado apoyo los estudiantes ha sido en Internet, donde ya van recabadas 16.000 firmas bajo la petición: “No expulsen a los cadetes de Ulianovsk”. Pero lo más sorprendente es que otros alumnos, los de la escuela técnica agrícola del pueblo de Riazan, de la misma región de Ulyanovsk, han salido en su defensa con otro vídeo con la misma coreografía y vestuario similar.

El escándalo sigue creciendo como una bola de nieve. El gobernador de la región de Ulyanovsk, Serguei Morozov, quiere crear una comisión especial para investigar el incidente. En realidad ambos vídeos musicales son una imitación de un vídeo que soldados del ejército británico hicieron en 2015.

“He trabajado aquí más de 20 años, y es la primera vez que veo algo así. Necesito digerir lo que he visto. Estamos tratando de evaluar todo”, ha dicho Peter Timofeev, otro responsable de la escuela de pilotos. Uno de los alumnos que toma parte en la coreografía ha accedido hablar con el medio ruso Meduza y ha pedido “disculpas si no se entendió su humor”, admitiendo que no pensaron que el vídeo “fuese a llegar tan lejos”. Dice que “no volverá a ocurrir”, pero su movimiento de pelvis ya ha sido inmortalizado en los informativos de la televisión.

Cruzada contra los gays en Egipto: “Intentaron violarme en la comisaría”

S.G., víctima de la cruzada antigay (con la sudadera gris), con su pareja en El Cairo FRAN CARRIÓN

La mirada de S.G. aún guarda los destellos del terror. La pesadilla que le tortura y le hace sentirse un fugitivo comenzó una noche del pasado verano. «Eran las tres de la madrugada. Llegué a mi apartamento con dos amigos, una amiga y una transexual. Los vecinos se percataron y empezaron a aporrear la puerta y a preguntar qué hacíamos allí. Yo les contesté que aquella era mi propiedad pero no quedaron satisfechos. Gritaron y fueron avisando al resto de la comunidad», relata a Papel el joven de 25 años, que rehusa desvelar su identidad por miedo a las represalias.

Durante las horas siguientes, una turba se fue congregando en las inmediaciones de su piso. «Intenté negociar con ellos porque sabía que si se inmiscuía la policía sería una catástrofe pero no hubo manera», rememora el veinteañero. «El hombre que llevaba la voz cantante sentenció que aquello era una reunión de gays y el resto acordó retenernos hasta que llegaran los agentes. El incidente estaba ya fuera de control. Luego le contaron a la policía que éramos maricas y que estábamos practicando sexo. Según ellos, los gemidos les habían despertado».

En su búsqueda de pesquisas, los gendarmes consideraron pruebas del crimen dos preservativos hallados en el baño y la ropa interior de su hermana. Un proyector, que las fuerzas de seguridad confundieron con una cámara de vídeo de alta calidad, sirvió como evidencia de la supuesta grabación de películas pornográficas de temática gay en el piso.

Campaña de represión

La traumática historia de S. G. -acusado de incitación al libertinaje y pendiente de una posible condena de tres años- es tan sólo una de la cada vez más extensa lista de homosexuales cazados por las autoridades locales. En los últimos meses, unos 90 individuos han sido arrestados en la peor campaña de represión contra la comunidad homosexual en décadas.

El enésimo incidente ocurrió este lunes cuando 10 sospechosos de «libertinaje» fueron detenidos en Alejandría. «Es la oleada más amplia de arrestos desde 2001, cuando 52 personas fueron detenidas en el Queen Boat, un club nocturno de El Cairo», confirma Dalia Abdelhamid, investigadora de la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales.

En septiembre, la aparición de una bandera arco iris en el concierto de una popular banda de rock libanesa recrudeció la saña gubernamental. «Hay pánico entre los homosexuales egipcios. Desde el concierto la mayoría ha optado por esconderse. Muchos han desactivado su Facebook y las aplicaciones de citas para evitar que les sigan. Algunos simplemente han desaparecido», comenta una activista cuya organización ha abrazado también la clandestinidad. «Existe una cacería sistemática mediante redadas en sus propios hogares y en la calle. A menudo, son pescados también en internet».

La división de la policía encargada de preservar la moral pública actúa en virtud de una legislación de 1961 destinada a combatir la prostitución. Una norma que los agentes aplican ahora navegando por aplicaciones como Grindr. «Sus tácticas resultan cada vez más sofisticadas. En uno de los últimos casos, un policía se hizo pasar por un ciudadano del golfo Pérsico. La persona con la que chateaba le pidió que le enviara una copia de su pasaporte con parte de la información oculta con tres dedos. Y el agente se lo acabó remitiendo», indica Abdelhamid.

Una vez desplegada la trampa, los homosexuales -en su mayoría hombres de clases baja y media- afrontan el calvario de la comisaría y la prisión, donde son golpeados, insultados y agredidos sexualmente. S.G. no ha olvidado la retahíla de abusos que sufrió. «Los policías le dijeron a los presos que hicieran lo que quisieran conmigo. Uno de ellos intentó violarme», admite cabizbajo el joven en un café de El Cairo.

Violaciones en comisaría

Las palizas y el acoso sexual no son los únicos dramas que afrontan las víctimas. «El examen anal practicado por médicos forenses sigue siendo una práctica muy extendida. Solo les preocupa aquellos que han sido penetrados pero los resultados no pueden ser usados como pruebas definitivas de que existió una relación. De hecho, cada informe forense concluye insistiendo en que el uso de lubricante o crema puede ocultar las señales del coito anal», denuncia la investigadora, alarmada por el entusiasta papel de la prensa local al alentar la cruzada moral del régimen que dirige el ex jefe del ejército Abdelfatah al Sisi. «Están instigando la homofobia. Usan lenguaje de la policía como los términos pervertido o redes de prostitución y publican los nombres, las direcciones y las profesiones de los arrestados».

En plena escalada y con el aplauso de los máximos líderes religiosos musulmán y cristiano del país -ambos lo consideran una enfermedad curable-, el Parlamento estudia un draconiano proyecto de ley que cierra el círculo para criminalizar las relaciones homosexuales y perseguir símbolos relacionados con la comunidad LGBT, desliza la activista que exige anonimato. «Están tratando -opina un activista que quiere permanecer en el anonimato- de distraer a la sociedad. La situación política no es buena y se acercan las elecciones presidenciales con la popularidad de Al Sisi en caída libre. Quiere aparecer como un líder preocupado por la decencia de su pueblo».

Uno de los 26 hombres arrestados a finales de 2014 en un hamman (baño público) del centro de El Cairo durante una redada grabada por las cámaras de televisión trató de suicidarse al recobrar la libertad. «Algunos salen de prisión totalmente abatidos. Han arruinado su reputación; han sido abandonados por sus familias; han perdido su empleo; y, en algunas ocasiones, han tenido que trasladar su lugar de residencia», sostiene Abdelhamid. S.G., que tiene al menos la fortuna de que su familia respalda su identidad, no ha podido regresar a un apartamento que busca comprador. «Vivo oculto y salgo solo lo estrictamente imprescindible. Estoy en tratamiento psicológico. La medicación me hace sentir mejor. Nunca me imaginé en una situación como ésta».