El camarero despedido por tener el virus del sida

Daniel Jiménez junto al edificio en que vive en Madrid

Daniel Jiménez junto al edificio en que vive en Madrid. / KIKE PARA

Daniel Jiménez tenía 25 años cuando contrajo el virus del VIH, en 2014. Su madre lo apoyó desde el primer momento y la medicación que lo mantiene sano le permite llevar una vida normal. Pero el año pasado, cuando trabajaba de camarero, se topó por primera vez con el estigma social, ese obstáculo adicional en la vida cotidiana de los pacientes seropositivos. En cuanto él comunicó su enfermedad a su jefa, esta le echó de un día para otro.

Jiménez presentó denuncia por despido improcedente y el pasado lunes la empresa admitió que había sido discriminado por su enfermedad. A cambio, la víctima ha renunciado a la indemnización, correspondiente a ocho meses de salario.

Este es el primer caso en España en el que una empresa reconoce la vulneración de derechos por motivo del VIH, asegura Juan Silvestre, portavoz de Imagina Más, una asociación madrileña especializada en ayudar a enfermos de VIH. El bar ha sido identificado por esta asociación y no por la víctima, que se compromete en el acta de conciliación a no revelar el nombre de su exempleador.

El madrileño había comenzado a trabajar en el Mokäi, un local de la plaza de Pedro Zerolo, en Chueca (Madrid), a principios de mayo de 2015. La empresa, asegura él, tardó unos 10 días en redactar el contrato, por lo que cuando firmó él todavía se encontraba en período de prueba.

La confesión

Al principio la relación con su jefa era algo tirante, pero en seguida cogieron algo de confianza. Ella le llegó a contar problemas personales suyos. “Una tarde empecé a sudar bastante, porque estaba asimilando una nueva medicación, y ella me preguntó por qué sudaba”, recuerda. Tras intentar esquivar la conversación, terminó contándole que tenía el virus del VIH. “Al principio ella sintió eseshock en el que no sabes qué responder”, cuenta el joven, pero en seguida se mostró receptiva y, al terminar la jornada, él se fue a su casa como siempre. Fue al llegar cuando recibió un mensaje de Whatsapp: “Siento mucho lo que te ocurre, pero no me parece justo que no me lo hayas comunicado antes de contratarte. Tengo un negocio de restauración y al menos me podías haber contado esto, no me puedo arriesgar. Mañana hablaré con la gestoría y le comunicaré tu baja. Me parece un golpe bajo por tu parte”, según se lee en uno de los mensajes que el chico guarda. Más abajo, su exjefa añade: “La empresa tiene todo el derecho de contratar a gente sana”.

Al no ser el VIH una enfermedad transmisible a través de la manipulación de alimentos, discriminar a alguien en un puesto de hostelería con motivo de su enfermedad es discriminatorio, según la coordinadora estatal de VIH CESIDA .

“Yo no sé nada”

EL PAÍS contactó este martes con la encargada del bar Mokäi, a la que que en la sentencia sale solo como “Rebeca”, sin apellidos. “Yo no tengo nada que ver con el administrador”, aseguró este martes por teléfono. “No. Yo no traté con Daniel Jiménez, no sé absolutamente nada. A él lo despidió la empresa, a mí este tema me han dicho que estaba zanjado, y punto. No tengo nada de qué hablar, no sé nada”, agrega.

La dueña del local, y quien acudió al juicio el lunes pasado, es su hija. Jiménez añade que el verano pasado la empresa negó, a través de su página de Facebook, que lo hubieran discriminado. Esta web está hoy fuera de servicio.

Cuando le echaron se sintió traicionado, explica la víctima. Denunció “por rabia, por impotencia; el dinero me da igual”. Lleva siete meses en tratamiento psiquiátrico, sufriendo crisis de ansiedad y pesadillas por las noches. Aunque trabaja en el sector de la hostelería desde los 16 años, actualmente está en paro. Desde que denunció ha tenido dificultades para encontrar trabajo. “Corrí un riesgo, porque cuando voy a algún trabajo y conocen un poco mi caso, ponen excusas para no contactarme. No me dicen claramente ‘no te quiero porque tienes VIH’, dicen que no les intereso porque no valgo. O porque este no es mi trabajo. Y, sin embargo, toda mi vida he sido camarero”, explica Jiménez.

Ahora se plantea el futuro en otros términos: “Mi vida ha dado un vuelco. Es verdad que necesito trabajar de algo. Pero me gustaría poder ayudar a otra gente que esté en mi situación, que sepan dónde acudir, cómo recurrir y todo eso. Cuando lo vives en tus propias carnes, es muy difícil. Me gustaría dedicarme a una labor más humanitaria”.

En España se detectan de media 10 nuevas infecciones de VIH al día. Según el Ministerio de Sanidad, la proporción de hombres que tienen sexo con hombres subieron entre 2010 y 2014, frente a las infecciones de consumidores de droga por vía intravenosa, que disminuyeron. En 2014, el año que diagnosticaron a Jiménez, hubo 3.366 nuevos casos. “A mí me da igual dar la cara. Si hubiera habido más gente que hubiera luchado por esto públicamente, quizá yo no hubiera tenido este problema. Eso es lo que falta: gente visible”, remata el joven.

Golpean a un joven tras llamarle “maricón de mierda”, primera agresión homófoba de 2016

La asociación Arcópoli ha denunciado que varias personas golpearon a un joven gay, que previamente había recibido insultos como “maricón de mierda”, tras salir del Metro el día de Año Nuevo.

La agresión homófoba, la primera que se registra en la región en 2016, tuvo lugar en torno a las 7 horas del día 1 en el madrileño distrito de Salamanca.

La agresión

Un joven comenzó a escuchar insultos de un grupo de tres chicos en el vagón de Metro que lo llevaba a casa tras celebrar la Nochevieja. Tras soportar insistentes comentarios como “maricón de mierda”, salió rápido al andén una vez llegado a su parada.

Ya en la calle Narváez, esquina con Jorge Juan, recibió un golpe en la espalda y, al volverse para mirar a sus agresores, un puñetazo en la cara que lo hizo caer al suelo. Los atacantes huyeron cuando otras personas se acercaron a socorrer al joven agredido, ha detallado a Europa Press la asociación.

Tras conocer el caso Arcópoli contactó con la víctima y fue atendida por Diego Rey, vocal de asuntos jurídicos de la asociación, que acompañó al joven a la comisaría de la Policía Nacional para formalizar su denuncia. El agente que los atendió recordó la importancia de incorporar un parte médico de lesiones, que se unirá en los próximos días a la denuncia.

Yago Blando, coordinador de Arcópoli, ha señalado hoy que “es absolutamente urgente” que la Comunidad de Madrid dé una respuesta “al gran problema de las agresiones a lesbianas, gais, bisexuales y transexuales en nuestra región”.

Ley de Igualdad para personas LGBT

Aunque ha recordado que ha empezado a tramitarse la Ley Integral de Transexualidad, Blando ha urgido aprobar una Ley de Igualdad para personas LGTB que persiga activamente estos ataques que siguen quedando impunes“.

Además, desde la asociación madrileña han apuntado que 2015 se cerró con el mayor número de agresiones contabilizadas de la historia. “Exigimos a todos los partidos políticos una postura firme y unánime contra los delitos de odio que sufrimos diariamente lesbianas, gais, bisexuales y transexuales: no podemos seguir permitiendo que cada año aumente el número víctimas por LGTBfobia”, han remarcado.

Actor de Getxo con pasaporte a Chile

JAVIER LIÑERA REPRESENTARÁ SU OBRA ‘BARRO ROJO’ ESTE MES EN DOS FESTIVALES DEL PAÍS SURAMERICANO

El actor getxotarra Javier Liñera posa sonriente

El actor getxotarra Javier Liñera posa sonriente. Fotos: Laurent Leger Adame

LA historia de un tío que fue encerrado en un campo de concentración y luego en la cárcel por ser gay. La historia de dos realidades del pasado: la Europa de Hitler y la España de Franco”. En la piel de ese hombre que malvive en tiempos sin libertades se mete el actor getxotarra Javier Liñera. Ese papel lo ha bordado ya en diferentes escenarios de Bizkaia y Gipuzkoa. Ahora, ese personaje va más allá, mucho más lejos: hasta Chile. La obra de teatro Barro Rojo participará en el Festival Zircosur de Antofagasta (13 y 14 de enero) y en el Festival Santiago Off (22 y 23 de enero).

La ilusión, la alegría y también los nervios viajarán hasta Suramérica con este intérprete, que es, a su vez, el autor del guion. “En cada festival, haremos dos representaciones. Estamos muy contentos”, paladea el actor. No se trata de un concurso, la historia no va de competición, se trata de mostrar el talento, de exhibir la originalidad de esta obra y de abrir nuevas posibilidades de expansión, de crecimiento, de alcanzar más públicos a los que seducir. Ahora, toca conquistar la casa de una de las dos directoras de la representación, Daniela Molina, y “hay posibilidades de que salgan más funciones por ahí”, desvela Liñera, sobre los tacones en Barro Rojo, un título que alude a lo que ocurría en los campos de concentración, donde caía la sangre en la tierra. “Vengo de Chile, un país que también sufrió una dictadura y que, hasta hoy, sigue en deuda con su memoria histórica. Así como Chile, España o Alemania, todos los países tienen historias que nos recuerdan, no solo que no debemos repetir las atrocidades del pasado, sino que hubo valientes, locos, luchadores que dieron la vida para que hoy podamos caminar un poco más libres por las calles”, considera la codirectora de la obra.

Ese mismo sentimiento de deuda pendiente con los que antes plantaron cara a la injusticia se encuentra en las entrañas de las letras de Barro Rojo: “Es una historia que surge por una necesidad. Es algo que debo a la gente que ha luchado y que ha muerto y que, por eso, yo ahora puedo estar aquí tranquilamente”, se sincera el actor getxotarra, que en la función se enfrenta en soledad al juicio de los espectadores y lo hace con la palabra, en distintas expresiones, y también con la música y la danza. Todos estos ingredientes surgen en una función que aborda un tema que, en principio, parece que no puede ir en sintonía con la canción y el baile. Precisamente ahí radica el punto diferencial de esta representación. “La gente que no me conoce y que me da su opinión cuando ha visto la obra me dice que se ha quedado impactada y que no pensaba que se podía desarrollar este tema de esta manera. Muchos me han comentado que pensaban que se iban a encontrar más de lo mismo, por lo que salen muy contentos”, traslada el artista.

GETXO, SOPELA, BILBAO… Y es que Barro Rojo ya ha dejado marca el pasado año en Sopela, en el teatro principal de Donostia y en BAD de Bilbao, donde debido al éxito de convocatoria, Liñera repitió función. Por delante, no solo asoma Chile, donde la obra “experimentará unos pequeños cambios para que sea más accesible para el público de allí”, sino Zigoitia (Araba), Santander, Gernika, Amurrio y hasta Valencia. Así que la obra de Liñera va creciendo, adquiriendo más peso y ganando seguidores. El personaje al que da vida este getxotarra también va ganando tablas, porque se trata de un papel complejo que va mejorando a medida que va subiéndose más y más al escenario. “Es un trabajo difícil y, claro, no es lo mismo la primera vez que lo haces que la sexta”, admite Liñera, a punto de poner rumbo a Chile.

‘Carol’ se estrenará en Rusia a pesar de las leyes anti-LGBT

Noticia publicada en Hay una lesbiana en mi sopa

La historia se repite: cada vez que una cinta de temática LGBT de calado mundial llega a las salas de cine, todas las miradas se dirigen a Rusia, el país euroasiático tristemente conocido por sus leyes anti-LGBT. Ya ocurrió con La vida de Adéle o Pride, que a pesar de las restrictivas normas, consiguieron ver la luz en alguna sala de la inmensa república federal. Ahora será Carol, la película de Todd Haynes basada en la novela El precio de la sal, la siguiente cinta lésbica que se estrenará en Rusia en marzo de 2016.

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Carol llegará a los cines rusos de la mano de la distribuidora de cine extranjero e independiente Arthouse. La compañía se está convirtiendo en un estandarte de la proyección de cintas LGBT en Rusia: fue precisamente Arthouse la encargada de llevar al país La vida de Adéle y, aún pendiente de fecha de debut en Rusia a pesar de su estreno mundial en 2014, también distribuirá la británica Pride. El presidente de Arthouse, Yan Vizinberg, declaró enThe Hollywood Reporter:

‘CAROL’ ES SIN DUDA LA GRAN PELÍCULA DE ESTE AÑO, Y DEFINITIVAMENTE LA HISTORIA DE AMOR MÁS EMOCIONANTE EN LLEGAR A LA PANTALLA RECIENTEMENTE (…) ES UN SUEÑO PARA TODO EL MUNDO EN ARTHOUSE ESTRENAR ESTA PELÍCULA EN RUSIA.

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Desde la aprobación en 2013 de la ley “contra la propaganda gay entre los menores de edad”, las cintas de temática LGBT que consiguen estrenarse en el país lo hacen bajo la etiqueta de “para mayores de 18 años”. Vizinberg, sin embargo, se muestra optimista con que Carol conciencie a la sociedad rusa sobre el colectivo LGBT:

 [CAROL] ES UNA PELÍCULA SOBRE UNA RELACIÓN, ES UNA HISTORIA DE AMOR PROHIBIDO, Y CREEMOS QUE VA A APELAR A LA OPINIÓN PÚBLICA FUERA DE LA COMUNIDAD LGBT

Más de la mitad de los menores LGTB sufre acoso escolar en las aulas

La historia de Alan, el transexual de 17 años que se quitó la vida el pasado 24 diciembre por “la presión e incomprensión social”, es uno de tantos casos de acoso escolar que sufren los menores LGTB. La Federación Estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (FELGTB) denuncia que más de la mitad de los jóvenes de este colectivo sufre acoso en centros educativos por su orientación sexual. El porcentaje aumenta respecto a los transexuales porque “son víctimas más visibles y eso les hace exponerse a un mayor riesgo”, explica el presidente de la asociación, Jesús Generelo.

La federación no tiene un informe único sobre acoso escolar contra el colectivo LGTB, pero extrae sus deducciones del compendio de diversos estudios. Una de las conclusiones es que la primera causa de acoso en los centros educativos es la orientación sexual, porque los menores de este colectivo “apenas reciben apoyo dentro del sistema”, subraya Generelo. La asociación denuncia que el sistema educativo está aún muy por detrás de la sociedad en lo que respecta el reconocimiento e integración de estos jóvenes en las aulas.

“Es muy dramático que tengan que ocurrir casos como el de Alan para despertar las conciencias”, se lamenta Generelo. La federación realizó una muestra con 700 jóvenes que habían sufrido acoso escolar por su condición de homosexual, cuyos datos revelaron que el 43% había ideado alguna vez el suicidio, el 35% lo había preparado con algún detalle y el 17% lo había intentado en alguna ocasión. La encuesta no incluía a los menores transexuales, como Alan, pero el presidente de FELGTB manifiesta que en este colectivo se acentúa la marginalidad y soledad a la que se enfrentan en las aulas.

No hay cifras oficiales de cuántos menores transexuales se han quitado la vida este año movidos por el acoso escolar, pero Generelo confirma que muchas veces es la propia familia la que esconde el motivo del suicidio por la dureza que supone enfrentarse a tanto sufrimiento y porque “les obliga a salir del armario”. Aunque los familiares deciden no revelar la verdadera razón del suicidio, la federación recaba los datos a través de amigos o profesores del fallecido.

Una normativa insuficiente

La identidad de género se regula en la ley 3/2007, pero para la federación la normativa es insuficiente. “Necesitamos una ley transexual que atienda todos los ámbitos”, demanda Generelo. El presidente de FELGTB revela que miembros de su federación y otras tres asociaciones de ámbito estatal están preparando un borrador que presentarán “pronto”, donde se regule el trato que deben recibir los transexuales desde su infancia para acompañarles en su desarrollo. Una legislación que recoja el espíritu de la ley andaluza 2/2014 —Ley Integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía— e imponga unos parámetros básicos e iguales a nivel estatal.

La triste historia de Alan tenía en su origen varios episodios de acoso de sus compañeros de instituto, que le llevaron a tan trágico final, según la asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales. Pero a veces es el propio centro educativo el que sitúa al joven en una situación incómoda. Como ejemplo, la niña transexual de Málaga que en 2013 abandonó un colegio concertado porque no admitía su identidad de género y le daba trato de varón porque no le dejaba vestir la falda del uniforme. La Audiencia Provincial reabrió las diligencias del caso el pasado mes de mayo, pero la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de la capital andaluza volvió a archivarlo hace tres meses.

Las demandas de FELGTB se orientan a intentar acabar con la discriminación “sistémica” que padecen los menores LGTB tanto de sus compañeros como del propio sistema educativo. De ahí la “necesidad” de una normativa transversal que ponga el acento en la Educación, como punto de partida para erradicar los problemas que sufren algunos menores desde la infancia. “Mientras la situación siga como está vamos a seguir teniendo más casos como el de Alan”, sentencia Generelo.

La “drag queen” musulmana que desafía las amenazas

Asifa Lahore abandera la campaña por la tolerancia de los gays en las comunidades islámicas del Reino Unido

“Ahora que el Reino Unido debate si marcharse de Europa, ahora que el Estado Islámico irrumpe en Europa, vamos a asegurarnos de que suena bien claro nuestro mensaje”… Asifa Lahore (antes “conocido” como Asif Quraishi) ha saltado de laescena nocturna a la escena política y social británica, rompiendo una lanza por la aceptación y tolerancia.

La primera “drag queen” musulmana del Reino Unido -nacida de inmigrantes paquistaníes en 1983 y en el barrio londinense de Southhall-, no pudo cumplir su máxima ambición en el 2015 pero se quedó bien cerca: “Mi sueño era habertomado el testigo de Conchita Wurst y haber convertido Eurovisión en Bollywood”.

Su canción, You and I, era un doble desafío a los cánones occidentales y musulmanes, después de su lanzamiento con Punjabi Girl, en un doble guiño a Lady Gaga y Madonna, vestida con una burka con los colores del arco-iris: “Soy una chica punjabi, en un mundo punjabi…”

Bajo su alegre y descocada fachada, sin embargo, se esconde una larga década de opresión y depresión, hasta que finalmente pudo salir del armario y reafirmar su identidad: “Desde bien niño supe que era gay y que era musulmán, pero no encontraba la manera de conciliar esa doble identidad”.

En sus shows en directo recuerda las tribulaciones de su familia, cuando iban con el niño/niña de la consulta del médico a la mezquita, buscando la respuesta que no acababa de caer del cielo: “El médico le decía a mis padres que lo que me pasaba era perfectamente “natural”, pero en la mezquita insistían en que tenía que dejar de ser “gay”… o dejar de ser musulmán”.

Asifa lee regularmente el Corán y cumple a rajatabla el Ramadán, como bien pudieron comprobar el millón largo de británicos que vieron Musilim Drug Queens, el documental del Canal 4 que la lanzó definitivamente a la fama y que le puso en disparaddero de la intolerancia.

Dese su aparición televisiva no dejó de recibir insultos y amenazas, por email o en las redes sociales: “Te haces llamar musulmán, pero deberías avergonzarte de ti mismo y tendrían que matarte… Vamos a buscarte y te vamos a matar, como lo haría el Isis… No hay lugar para las “drags” en el islam, lo que necesitamos es aplicar la ley sharia”.

“Recibí amenazas de muerte, pero decidí mandarlas todas al carajo y seguir poniéndome guapa”, presume Asifa Lahore. “Soy británica, soy musulmán, soy hombre y soy mujer, y amo lo que soy… Me pueden disparar o clavar un cuchillo, pero al menos habré vivido para dar voz a miles de musulmanes en todo el mundo que llevan una vida invisible”.

Distinguida en su día con la medalla de bronce en el concurso Drag Idol UK, Asifa se ha convertido en los últimos años en una presencia habitual en la escena “gay” y en el rostro más visible entre las comunidades asiáticas del sur de Londres. Su salto sin red como cantante ha venido acompañado de un papel cada vez más activo y sonoro en las comunidades musulmanas.

Censurada en un debate

Su presencia fue sin embargo censurada durante un debate en la BBC 3 sobre la libertad de expresión en la Mezquita Central de Birmingham. Asifa respondió a los organizadores plantándose con su propia pancarta: “¿Cuándo será finalmente aceptado ser gay y ser musulmán?”.

En su última reencarnación, Asifa es la “Curry Queen”, convertida en la reina global de la comunidad “gayasian” y reclamando el derecho de las minorías étnicas a expresar libremente su sexualidad, sin miedo a los tabús culturales y religiosos…

“Cuando hice mi primer espectáculo de cabaret drag y salí vestida con un burka, la gente no sabía realmente cómo tomárselo”, confiesa Asifa al Huffington Post. “No estaban seguros si reírse podía resultar ofensivo. Tuve que trabajar duro para “refinar” mi actuación y poder agradar a la propia comunidad, y extender al mismo las fronteras y la percepción de los musulmanes entre los gays, las lesbianas, los bisexuales y los transexuales”.

La muerte de Alan

“Paso el año recorriendo lugares en los que socializan personas transexuales, entornos sanitarios, centros educativos, espacios de ocio… y tengo que decir, claramente, que en muchos de los casos lo que falta es sensibilidad… Jamás identificaremos como transfobia algo que entendemos como un “juego de niños”

Llevo un buen puñado de horas en silencio, no he sido capaz de agarrar ningún teclado para hablar del trágico suceso que ha conmocionado España en los días de Navidad, y sin embargo, puede que much@s hayan echado de menos que yo compartiese o dijese algo sobre el asunto.

Ha habido varios motivos para que se produzca este silencio…

El primero, es que he estado madurando de qué manera hacía llegar esta información a l@s integrantes del grupo de personas trans de Extremadura y sus madres y padres… En la mayoría l@s chic@s que lo forman son jóvenes –algun@s de ell@s no son mayores de edad- y sinceramente no me apetecía que esta triste noticia empañase las fechas navideñas de paz y familia que estaban pasando. Esta noticia, puede provocar un efecto llamada para otr@s chic@s que estén en situaciones similares, y debemos estar muy pendientes de ellxs, para que nada de esto vuelva a sucederle a nadie.

Por otro lado, y esta sería la segunda causa, es que me parece oportuno deconstruir el concepto de transfobia tal y como la venimos entendiendo. Seguramente, entendéis la transfobia como un profundo sentimiento de odio hacia las personas transexuales, que se sustenta en la ausencia de conocimiento o empatía hacia la realidad transexual. Sin embargo yo tengo otra teoría.

Efectivamente transfobia es el miedo o rechazo hacia las personas trans, el bullying o acoso escolar por esta misma causa también lo es. Hacemos campañas y actuamos cuando se producen de manera clara y directa, las organizaciones gestionamos decenas de casos cada año, en las que nuestras gentes sufren esta lacra. Sin embargo… por qué no llegamos a otras… por qué se nos sigue escapando aquella que es sutíl, la que no se denuncia, la que apenas se ve. La respuesta es clara, porque no la consideramos, porque no la identificamos como transfobia.

Paso el año recorriendo lugares en los que socializan personas transexuales, entornos sanitarios, centros educativos, espacios de ocio… y tengo que decir, claramente, que en muchos de los casos lo que falta es sensibilidad… Jamás identificaremos como transfobia algo que entendemos como un “juego de niños”. En realidad hay transfobia en los chavales y chavalas que acosan a nuestr@s compañer@s, ¡¡claro que la hay!! Pero más aún existe en los adultos que la acompañan con tibieza, en quienes miran para otro lado sin ser capaz de identificar un claro riesgo para las vidas de nuestrxs chavalxs… Y pido disculpas al puñado de cómplices que tenemos en este camino, que los hay, pero son sólo un puñado, generalizar es siempre injusto.

Lo que le ha sucedido a Alan no es más que la respuesta de esta sociedad a la realidad transexual, invisibilizarla, no tomarla en consideración, pensar que… “no será para tanto” ¡¡maldita frase!! ¡¡maldita sociedad!!

“Demasiado mayor para ser transexual”

Verónica, transexual a la que la Generalitat catalana le niega la vaginoplastia

Verónica, transexual a la que la Generalitat catalana le niega la vaginoplastia

A Verónica no le permiten terminar el proceso de cambio de sexo porque “ya es demasiado mayor para ser transexual”, dice esta mujer de 52 años. Llevaba seis años en una lista de espera para ser sometida a una vaginoplastia -cirugía para modificar los genitales- y asegura que en abril le confirmaron que había sido excluida.

“Me tenían que haber operado en 2013, terminó el año y tampoco me intervinieron. Cuando preguntaba sobre el retraso de la intervención, me respondían que la culpa la tenía la crisis. Pero vi que una chica más joven, que llevaba menos tiempo esperando, sí que era operada”, recuerda esta colombiana que lleva 15 años viviendo en Barcelona. “Desde pequeña quería ser mujer, en Colombia no tuve la oportunidad, pero cuando llegué aquí sentí más libertad. Hace siete años comencé la transición de género”.

Al final, este año le confirmaron la decisión que preveía: no iba a ser intervenida porque su edad “no permite garantizar el resultado óptimo esperado tras la cirugía”, señalan las especialistas de la Unidad de Identidad de Género del Hospital Clínic (Barcelona) en un informe emitido en febrero al que ha tenido acceso eldiario.es.

Asimismo estas profesionales justifican la negativa esgrimiendo que “la paciente no trabaja y tiene pocos recursos económicos” y también consideran destacable que Verónica no cuente con apoyo familiar ya que, según señalan en este documento, “no puede tener el soporte social y/o familiar para los cuidados del postoperatorio”.

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nforme emitido en febrero del 2015 por la Unidad de Identidad de Género del Hospital Clínic

El Observatorio catalán contra la homofobia considera que esta mujer está siendo discriminada y por eso su presidente denunció su caso ante el Defensor del Pueblo catalán (Síndic de Greuges). Esta institución ha dado la razón a la paciente en una resolución emitida a finales de octubre que desmonta las argumentaciones de la administración, solicita al Departamento de Salud que revise este caso y cuestiona que no se haya puesto en duda “hasta ahora” la inclusión de la paciente en la lista de espera.

Por un lado, el Defensor recuerda que los seis años que ha estado esperando a ser intervenida “no son imputables a la paciente” y que el paso del tiempo “ha jugado en su contra, de tal forma que ha supuesto su exclusión”.

Por otro, se pronuncia sobre la falta de entorno social y recursos económicos a los que hacen referencia las especialistas. Recuerda que durante estos años Verónica ha contado con el acompañamiento de  ACATHI (Asociación catalana por la integración de homosexuales, bisexuales y transexuales inmigrantes) y que esta organización “estaría dispuesta a ofrecerle apoyo postquirúrgico” y “asumir el coste del material”.

El Departamento de Salud ha señalado a eldiario.es que la exclusión se debe a “criterios médicos” y no ha confirmado que vaya a revisar el caso.

“Llevo seis años con mi vida paralizada a la espera de ser operada. No me he ido a otras ciudades en las que tenía opciones de encontrar trabajo para no cancelar el procedimiento médico porque nunca me llegué a imaginar que iba a ser excluida de la lista de espera”, añade esta mujer. Para ser incluida en el programa quirúrgico, Verónica estuvo siguiendo un tratamiento en la Unidad de Identidad de Género durante dos años, 12 meses de tratamiento hormonal y 12 meses de experiencia real.

“Se está vulnerando la ley contra la homofobia”

El presidente del Observatorio catalán contra la homofobia considera que en este caso no se están respetando los derechos sexuales y, por lo tanto, no se está cumpliendo la ley contra la homofobia aprobada por el Parlamento catalán. “Creemos que denunciar esta situación ante la Administración no iría a ningún sitio porque son los mismos que han excluido a Verónica. Por eso, decidimos iniciar un procedimiento ante el Defensor del Pueblo”, apunta Eugeni Rodríguez, portavoz de este organismo.

Aunque la vaginoplastia no está incluida en la cartera del Servicio Nacional de Salud, el Defensor recuerda que “esta operación forma parte de la cartera de prestaciones complementarias que puede ofrecer una comunidad autónoma”. Al año en Cataluña se realizan ocho intervenciones de este tipo y hay una lista de espera de 187 pacientes. Por lo tanto, Verónica reivindica que no es una “batalla” personal. “Hay muchas personas del colectivo LGTB en la misma situación”, recuerda. Añade que van a seguir protestando, han comenzado una r ecogida de firmas en Change.org y no descartan manifestarse en la calle contra el Departamento de Salud.

Más de la mitad de los menores homosexuales han sufrido algún tipo de acoso en las aulas

Advierten de que este problema se prolonga durante años y permanece invisible en la mayoría de los casos

MADRID – Más de la mitad de los jóvenes homosexuales sufren acoso escolar por orientación sexual, según la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb), que urge a abordar con seriedad este problema que se prolonga años y que permanece invisible en la mayoría de los casos.

El porcentaje de acoso es superior en el caso de los niños transexuales, y un triste ejemplo de ello es Alan, que se suicidó hace unos días por “la presión e incomprensión” que sufría en el ámbito escolar, a pesar de contar con el apoyo de la familia y haber obtenido la autorización de un juez para cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales. El presidente de la Federación, Jesús Generelo, asegura que al menos el 55% de los jóvenes LGTB afirmaron, en un estudio realizado por este colectivo, haber sufrido algún tipo de violencia psicológica o física en el ámbito educativo.

VÍCTIMAS DESDE LOS 5 AÑOS “Hicimos otra investigación para saber las consecuencias sobre la salud de los chicos acosados y con una muestra sobre 700 jóvenes que lo sufrieron concluyó que el 43% idearon el suicidio, el 35% lo prepararon con algún detalle y el 17% lo había intentado en alguna ocasión”, explica Generelo, quien recuerda que estas cifras duplican las cifras de riesgo de suicidio de la población de adolescentes en general. El mayor porcentaje de acoso se da entre los 12 y 15 años, pero la federación tiene datos de víctimas desde la temprana edad de 5 años. En el caso de los niños transexuales, destaca que el porcentaje de víctimas de acoso es superior porque “son víctimas más visibles, y eso les hace exponerse a un mayor riesgo”.

“En el colegio, les llaman con el nombre equivocado o se les viste con el uniforme equivocado, usan unos vestuarios en los que no se sienten cómodos; es una permanente puesta en cuestión de lo que se espera de ellos”. “Es exigirles que tengan mucha fortaleza, que aguanten heroicamente y que perseveren en lo que ellos saben que está equivocado”, asegura Generelo. Además, algunos de los jóvenes transexuales “no quieren ir al médico porque allí también se les llama con un nombre diferente con el que las familias les conoce, si lo tiene ya aceptado”.

Para superar estos obstáculos, el presidente de la Felgtb reclama una ley integral de la transexualidad que garantice “que no son personas enfermas, sino que el daño viene del entorno”. – Efe

Más de la mitad de los jóvenes homosexuales sufre acoso escolar

La pasada Nochebuena un joven transexual se suicidió en Barcelona por “la presión e incomprensión en el ámbito escolar”. Un estudio de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, sobre una muestra de 700 menores acosados por su orientación sexual, asegura que el 43% pensaron en el suicidio.

SOCIEDAD ALAN TRANSEXUAL QUE SE HA SUICIDADO CAPTURAS DE LA WEB DE CHRYSALLIS ASOCIACION DE FAMILIAS DE MENORES TRANSEXUALES

Imagen de Alan, el joven transexual que se quitó la vida la pasada Nochebuena.

MADRID.- Más de la mitad de los jóvenes homosexuales sufre acoso escolar por orientación sexual, según la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb), que urge a abordar con seriedad este problema que se prolonga años y que permanece invisible en la mayoría de los casos.

El porcentaje de acoso es superior en el caso de los niños transexuales, y un triste ejemplo de ello es Alan, que se suicidó hace unos días por “la presión e incomprensión” que sufría en el ámbito escolar, a pesar de contar con el apoyo de la familia y haber obtenido la autorización de un juez para cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales.

El presidente de la Federación, Jesús Generelo, asegura que al menos el 55% de los jóvenes LGTB afirmaron, en un estudio realizado por este colectivo, haber sufrido algún tipo de violencia psicológica o física en el ámbito educativo.

“Hicimos otra investigación para saber las consecuencias sobre la salud de los chicos acosados y con una muestra sobre 700 jóvenes que lo sufrieron concluyó que el 43% idearon el suicidio, el 35% lo prepararon con algún detalle y el 17% lo había intentado en alguna ocasión”, explica Generelo, quien recuerda que estas cifras duplican las cifras de riesgo de suicidio de la población de adolescentes en general.

El mayor porcentaje de acoso se da entre los 12 y 15 años, pero la federación tiene datos de víctimas desde la temprana edad de 5 años. En el caso de los niños transexuales, destaca que el porcentaje de víctimas de acoso es superior porque “son víctimas más visibles, y eso les hace exponerse a un mayor riesgo”.

“En el colegio, les llaman con el nombre equivocado o se les viste con el uniforme equivocado, usan unos vestuarios en los que no se sienten cómodos; es una permanente puesta en cuestión de lo que se espera de ellos”. “Es exigirles que tengan mucha fortaleza, que aguanten heroicamente y que perseveren en lo que ellos saben que está equivocado”, asegura Generelo.

Además, algunos de los jóvenes transexuales “no quieren ir al médico porque allí también se les llama con un nombre diferente con el que las familias les conoce, si lo tiene ya aceptado”.

Para superar estos obstáculos, el presidente de la Felgtb, que agrupa a los principales colectivos homosexuales de España, reclama una ley integral de la transexualidad garantice “que no son personas enfermas, sino que el daño viene del entorno”.

A su juicio, la norma debería establecer la creación de unidades de tratamiento o de identidad de género en el ámbito sanitario “y no de trastorno”, además de establecer “el derecho a la autodeterminación de la identidad para todos, para que no tenga que ser un médico después de dos años el que decida la identidad del joven”.

“La ley debe unificar el tratamiento que se da a estas personas en toda España, establecer un mismo criterio educativo y formar a funcionarios, trabajadores sociales y otros profesionales para que conozcan esta realidad y les sepan dar la atención que merecen”, añade.

Para el responsable de la Federación, “es un problema de una gravedad inmensa, generalizado en todas las comunidades autónomas y no se está abordando con la seriedad y la estructuración que requiere”, ha añadido. “No se puede abordar la lucha contra este acoso por los casos que surgen, porque eso sólo es la punta del iceberg. Debe hacerse de manera preventiva y con criterios de identidad de género”.

En este sentido, plantea que “los alumnos en general deben saber que se trata de una circunstancia que parte de la diversidad humana y que debe ser respetada y los alumnos LGTB han de saber que tienen unos derechos y que no es normal recibir insultos y percibir esa sensación de marginalidad”.

Según la encuesta de la Felgtb, la violencia verbal -burlas, insultos o rumores- afecta a un 64% y normaliza una violencia de tipo psicológico que degrada y menosprecia al menor por el hecho de ser LGTB.

Le sigue, por la incidencia, la violencia social -mecanismos de rechazo, exclusión y aislamiento hacia la persona por parte del grupo- que la sufren hasta un 37% a los que se les impide su participación y un 39% a los que no se les deja hablar o se les ignora.

Respecto a la violencia física, el 5% dice haber recibido palizas, un 6% acoso o agresiones sexuales, un 23% amenazas, a un 36% le han tirado cosas, ha recibido golpes o empujones y un 14% ha sufrido algún tipo de violencia por el hecho de ser homosexual a través de internet o móvil.