Una pareja gay se enfrenta a la madre gestante de su hija en los tribunales tailandeses

Gordon Lake y su marido, Manuel Santos, con su hija Carmen

Gordon Lake y su marido, Manuel Santos, con su hija Carmen. EFE

El estadounidense Gordon Lake y su marido Manuel Santos se enfrentan a los tribunales por la custodia de su hija Carmen -fruto de una gestación subrogada– con la madre gestante, una mujer de origen tailandés. El proceso ha quedado visto para sentencia en un tribunal de Bangkok.

“Somos optimistas (…) esperamos que el veredicto diga que somos las personas adecuadas con las que tiene que estar Carmen”, ha dicho Lake a los medios de comunicación tras la conclusión de las vistas en el Tribunal Central Juvenil y de Familia, en el norte de la capital tailandesa.Tras meses de batalla legal, el próximo 26 de abril el juez pronunciará su decisión.

De lograr la potestad sobre la menor, el matrimonio Lake-Santos espera poder viajar al día siguiente y salir de Tailandia tras 13 meses en el país.”Ha sido un camino muy largo desde que Carmen naciera en el 17 de enero del 2015 y 10 días más tarde la mujer que la dio a luz dijera que se quería quedar con la pequeña”, indicó el estadounidense.

Tras un proceso de subrogación que discurrió con normalidad, nació Carmen Lake,concebida con el esperma de Gordon y el óvulo de una donante anónima y gestada por la tailandesa Patidta Kusonsrang.

Los problemas surgieron cuando Patidta, quien en el hospital firmó los papeles que le otorgan la paternidad a Lake, no acudió a la embajada de Estados Unidos en Bangkok para ultimar la documentación necesaria a fin de que la bebé pudiera salir de Tailandia.

El matrimonio Lake-Santos, quienes tienen otro hijo subrogado concebido hace más de dos años en India y quien se encuentra en la actualidad en España, trataron de llegar a un acuerdo amistoso con Patidta, pero ante la falta de avances reclamaron la custodia en los tribunales.

Patidta expresó entonces sus reservas debido a que los padres “no son normales”, en referencia a su orientación sexual, y una representante de la tailandesa llegó a insinuar que Lake y Santos eran traficantes de personas.

Ante las acusaciones, la pareja homosexual interpuso una denuncia por difamación que también se encuentra en los tribunales y proseguirá con una demanda civil para “tratar de compensar los daños causados”.

“Nuestra vida ha sido prácticamente destrozada durante el pasado año (…) no podemos recuperar el tiempo que hemos perdido, ni el tiempo que han perdido nuestros hijos para estar juntos, nuestras economía ha sido afectada, así que buscaremos por una compensación para ser capaces de recuperar nuestras vidas”, comentó Lake.

El Parlamento tailandés, elegido a dedo por los militares, promulgó en febrero de 2015 leyes que prohíben a los extranjeros acceder a madres subrogadas, tras controvertidos incidentes con hijos subrogados de una pareja australiana y un japonés.

“El principal objetivo de la ley es proteger a niños como Carmen (…) Confiamos en que el veredicto refleje el mejor interés para ella”, sentenció el padre biológico.

El sexo sentido, su verdadera identidad

BEÑAT, DE 4 AÑOS, BUSCABA “DÍA TRAS DÍA” QUE SU FAMILIA Y ENTORNO ACEPTARA SU VERDADERO SER: UNA NIÑA CON PENE

Edurne Koch y Carlos Betelu, de Aizarotz, posan junto a su hija Beñat, de 4 años de edad

Edurne Koch y Carlos Betelu, de Aizarotz, posan junto a su hija Beñat, de 4 años de edad. (CEDIDA)

“Estos niños no deciden lo que quieren ser, sino que son. No es un capricho ni una opción, es su verdadera identidad”. Son palabras de Edurne Koch, madre de Beñat, una niña con pene de 4 años de edad.

La pequeña Beñat vive con sus padres, Carlos y Edurne, y junto con sus dos hermanos, Garazi y Unax, de 12 y 10 años, en la localidad del valle de Basaburua de Aizarotz. Ellos, su entorno más directo, han sido testigos directos de la “lucha y obsesión de Beñat” en su “reclamación por su verdadera identidad”, desde antes de poder expresarse con palabras.

“Siempre nos ha dado pistas”, señala su madre, Edurne Koch. “A los 2 años empezó a pedir regalos que socialmente conocemos como fememinos, a ver dibujos animados de princesas y sirenitas. Tenía una gran obsesión por el rosa, las mallas o por llevar faldas”, cosa que a los de casa “no nos preocupaba ya que siempre hemos apoyado una educación libre de nuestros hijos. Pensábamos que su comportamiento hacia la estética y el juego femenino era parte de su crecimiento y cuestión de gusto”.

Al comenzar el segundo año de la escuela, Beñat comenzó a expresarse verbalmente con soltura y es entonces cuando empezó a “reclamar claramente un día si y otro también su identidad”, cuenta Edurne. Así, la pequeña preguntaba a su madre constantemente “Ni neska naiz ama?”(¿Soy una chica mamá?) “Buscaba una afirmación pero yo siempre le decía: ‘Tú serás lo que tú sientas y quieras Beñat” pero la niña no se contentaba con eso. “Me pedía que me dirigiera a ella en femenino”, destaca Koch.

Asimismo, la pequeña decía ser “una princesa” o “Beñat guapa” y hasta empezó a rechazar a su padre por ser “mutikoa”(chico). En busca de respuestas, Edurne, en una visita a la pediatra, vio la ocasión de preguntar sobre la situación que estaban viviendo en casa. “La pediatra me dijo que esta tendencia de Beñat parecía no ser un juego y me habló sobre Chrysallis. Tras ver un vídeo de una conferencias sobre transexualidad infantil, lo vi claro ya que estaba contando la historia de Beñat. Llegué a casa e inmediatamente le dije a mi marido que tenía que verlo”.

Tras ello, “lo vimos tan claro que no teníamos dudas de lo que estaba ocurriendo. Beñat nos estaba contando su relato y quién era”. Así, por fin llegó el día más esperado por la pequeña cuando preguntó a su madre “¿soy una niña?”, a lo que esta le respondió: “Bai maitia, tú eres una neska con pene y hay muchas niñas como tú”. “Su repuesta fue indescriptible y me la quedo para mí pero fue muy especial. Esto me hizo estar convencida al 100% de todo lo que estaba ocurriendo”, asegura Edurne. Carlos compartía la misma convicción que su mujer al igual que sus otros dos hijos, que no se vieron sorprendidos sino que exclamaron: ¡Ya lo sabíamos! “Decidimos dejarle que hiciera lo que sintiera. Beñat comenzó a relajarse y expresar con más fuerza su identidad al resto de familia, vecinos y escolares”, manifestó su padre.

“Al principio sientes miedo y pánico porque no lo entiendes, llegas a pensar: yo siendo su padre ¿qué he hecho mal?”, afirma Carlos. “Piensas que la transexualidad es algo marginal y no quieres eso para tu hija”. De esta manera, el matrimonio cuenta que “lloramos mucho porque, como padres, quieres lo mejor para tus hijos e hijas. ¿Cómo podemos educar negándoles quiénes son? Hemos vivido una especie de duelo, despides a tu niño para dar la bienvenida a una niña”.

“Es como si Beñat me hubiera puesto boca abajo, me hubiera sacudido y me habría vaciado los bolsillos de prejuicios para mirarle con ojos nuevos. Ahora lo miro y veo que es natural lo que siente y me pregunto: ¿quién soy yo para juzgar esto?”, se cuestiona Carlos. “Soy su padre y lo que tengo que hacer es acompañarle para que tenga una vida lo más feliz posible”. Actualmente, su familia ya se dirige a Beñat como a una niña y ella, de momento, no ha expresado ninguna intención de cambiar su nombre.

ENTORNO SOCIAL “Es verdad que notábamos miradas al llevar a Beñat con vestidos”, cuenta Edurne. “Como entendíamos que esa tensión para la pequeña no era buena, decidimos realizar el tránsito social lo antes posible. Primero, al resto de la familia, la cual tuvo una reacción de respeto y luego, al entorno escolar y a los vecinos del pueblo”.

El matrimonio, junto con Chrysallis, organizó una charla a la cual acudió abundante público para “conocer esta realidad y el caso de Beñat”. “Queríamos hacerles entender que, cuando naces, te miran si tienes vulva o pene y te asignan un sexo. Pero ¿acaso al estar vestidos vamos mirando qué genitales tiene uno y otro para referirnos a ellos?”, pregunta Carlos. Lo que necesitan los niños y niñas es que la sociedad acepte esta diversidad, los quieran tal y como son.

Un matrimonio gay reclama su hija subrogada en Tailandia a la madre gestante

La pareja formada por un estadounidense y un español reclaman la custodia de un bebé nacido del vientre de una madre tailandesa, fecundada con el esperma de uno de ellos.

El estadounidense Gordon Lake y su marido español Manuel Santos, junto a su otro hijo subrogado concebido hace más de dos años en India y quien se encuentra en la actualidad en España.

El estadounidense Gordon Lake y su marido español Manuel Santos, junto a su otro hijo subrogado concebido hace más de dos años en India y quien se encuentra en la actualidad en España.

BANGKOK.- El estadounidense Gordon Lake y su marido español Manuel Santosreclamaron hoy la custodia de su hija subrogada, Carmen, que se disputan con la madre gestante tailandesa en un tribunal de Bangkok. Un magistrado del Tribunal Central Juvenil y de Familia empezó hoy a tomar declaración a Lake, padre biológico de la niña, y a su marido y en los próximos días también declarará la tailandesa Patidta Kusolsang, quien dio a luz a la menor fecundada.

Tenemos fuerza, nos sentimos positivos y animados (…) El apoyo que nos han brindado los tailandeses durante más de un año de lucha ha sido maravilloso”, apuntó Lake antes de entrar en los juzgados, en el norte de la capital tailandesa. El abogado del padre biológico se mostró confiado en que el fallo será favorable a los intereses de su representado.

“Para su mayor beneficio, Carmen debe quedarse con su padre verdadero y biológico, quien la ha cuidado desde su nacimiento“, señaló el letrado Rachapol Sirikulchit. Las vistas continuarán mañana y el viernes con las declaraciones de otros cuatro testigos a petición del abogado de Lake. El miércoles y jueves de la semana que viene será el turno para la declaración de Patidta Kusolsang y sus testigos. El juez hará público su veredicto entre finales de abril y mediados de mayo.

Tras un proceso de subrogación que discurrió normalidad, el 17 de enero de 2015 nació Carmen Lake, concebida con el esperma de Gordon y el óvulo de una donante anónima y gestada por la tailandesa. Los problemas surgieron cuando Patidta, quien en el hospital firmó los papeles que le otorgan la paternidad a Lake, no acudió a la embajada de Estados Unidos en Bangkok para ultimar la documentación necesaria a fin de que la bebé pudiera salir de Tailandia.

El matrimonio Lake-Santos, quienes tienen otro hijo subrogado concebido hace más de dos años en India y quien se encuentra en la actualidad en España, han tratado de llegar a un acuerdo amistoso con Patidta, pero ante la falta de avances reclamaron la custodia en los tribunales. Patidta expresó por entonces sus reservas debido a que los padres “no son normales”, en referencia a su orientación sexual, y una representante de la tailandesa llegó a insinuar que Lake y Santos eran traficantes de personas.

Ante las acusaciones, la pareja homosexual interpuso una denuncia por difamación que también se encuentra en los tribunales. El Parlamento tailandés, elegido a dedo por los militares, promulgó en febrero de 2015 leyes que prohíben a los extranjeros acceder a madres subrogadas, tras controvertidos incidentes con hijos subrogados de una pareja australiana y un japonés. La nueva normativa no afecta en principio al caso de Carmen, ya que nació antes de su aprobación.

El sexo, un tabú peligroso para las personas con síndrome de Down

MADRID.   “El tema de la sexualidad es complicado tanto para las familias como para los educadores. Los padres normalmente no hablan con los hijos de estos temas y existe el fantasma o miedo de que hablar de la sexualidad incita a la práctica con lo cual son temas que no se abordan y se les pone en una situación de riesgo”.

Así lo asegura a Efe, con motivo del Día Internacional del Síndrome de Down, la coordinadora del Servicio de Atención Terapéutica del Centro Down y miembro de la Fundación Catalana de Síndrome de Down, Beatriz Garvía Peñuelas, que advierte de los riesgos de no ofrecer información sexual a estas personas.

La falta de información impide que la persona se desarrolle sexualmente, pero también les pone en una situación de riesgo de abusos e incluso de embarazos no deseados, lamenta.

Y es que las personas con síndrome de Down, como cualquier otra persona, tienen deseo sexual. “Quizá tienen una sexualidad un poco más infantil y hay muy pocos que lleguen al coito”, pero si uno de los dos miembros de la pareja no tiene esta discapacidad, sí se pueden dar embarazos no deseados.

Esta experta considera que muchos padres tienen precisamente este miedo a un embarazo, sin embargo, asegura que cuando se habla, normalmente son ellos mismos los que renuncian a tener hijos porque son conscientes de la dificultad que tiene la crianza.

“Hay que tener en cuenta que los hijos no son propiedad privada y, mientras aquellos que no tienen discapacidad se rebelan contra el control paterno, los hijos con síndrome de Down no tienen esa fuerza y se crean dependencias mucho más grandes que las que implica la discapacidad”, advierte.

Garvía Peñuelas subraya que las personas con discapacidad también tiene derecho a la sexualidad “como todo el mundo”. “Lo que yo me pregunto es por qué si tienen derecho a la sexualidad no lo practican. Qué le pasa a esta sociedad para no permitirles llegar a tener una vida en pareja cuando se les está dando apoyo para todo lo demás, para trabajar, para independizarse…”.

“Parece que si no practican la sexualidad, los padres se quedan más tranquilos, pero también se les está privando de algo maravilloso como son las relaciones afectivas y sexuales”, señala.

Sin embargo y aunque se está normalizando la figura de las personas con síndrome de Down en la sociedad, todavía es muy extraño ver a una pareja de este colectivo de la mano por la calle.

“La sociedad sigue teniendo la imagen de estas personas como si fueran niños, cuando el tema de la sexualidad y de las relaciones se debe tratar casi desde el momento del nacimiento, al igual que con el resto de los menores”, apunta.

En este sentido, indica que todavía hay familias en las que no se impide que las personas de este colectivo tengan pareja, “pero no se les deja espacio para la intimidad”, y cuando la relación avanza, se llega a romper el vínculo”.

Por eso las familias desempeñan una labor fundamental en este sentido. Es fundamental que educadores y familiares faciliten el conocimiento del propio cuerpo y el del sexo contrario, que respondan a sus inquietudes sobre sexualidad e identidad de género y orientación sexual. También para evitar los abusos sexuales.

Los abusos se suelen dar casi siempre en el núcleo cercano o en la familia y, en un principio, ellos lo ven como una muestra de afecto, “no entienden que están siendo abusados”, por lo que no se oponen.

“Por eso es importante que se les enseñe a decir que no, que sepan que su cuerpo es de ellos y que no tienen que dejarse tocar por nadie que no sea su pareja”, explica.

Echan de casa a un joven vitoriano de 21 años por ser homosexual

El Ayuntamiento de Vitoria ultima un protocolo contra las agresiones sexistas y reitera su apoyo a las víctimas

Manifestación por las calles de Vitoria, en el Día de orgullo gay

Manifestación por las calles de Vitoria, en el Día de orgullo gay

Un joven de 21 años, obligado a abandonar el domicilio familiar por ser homosexual. Esto es lo que aseguran que ha ocurrido en la capital alavesa la Plataforma por los Derechos Sociales de Vitoria, la Asamblea de Mujeres de Álava, Bilgune Feminista, Mugarik Gabe y otras asociaciones, que han pedido al Ayuntamiento que ponga en marcha el protocolo de actuación que anunció en noviembre en una declaración institucional en favor de los derechos de gais, lesbianas y transexuales. “Se está trabajando en una solución”, ha indicado el Ayuntamiento.

Este miércoles, estos colectivos han señalado que el joven de 21 años fue expulsado de su casa por su padre por ser homosexual, pidió cita en los servicios sociales porque no tenía recursos pero hasta ahora no ha logrado “ninguna solución” aunque ha mantenido varios encuentros con una trabajadora social y se ha dirigido a varios departamentos.

En este caso, el Ayuntamiento vitoriano ha mostrado su “total apoyo a las personas víctimas de cualquier tipo de violencia y su rechazo y condena ante el más mínimo atisbo de discriminación”. El Consistorio ha señalado que “son situaciones que se están atendiendo desde los Servicios Sociales y en este caso concreto ya se está trabajando una solución”. “En cualquier caso quiero defender a los profesionales de los servicios sociales que han sido cuestionados con acusaciones muy graves”, ha defendido la concejala de Políticas Sociales, Nerea Melgosa.

La institución municipal de Vitoria, de otro lado, ha asegurado que está ultimando un protocolo de atención para personas víctimas de homofobia y lesbofobia, para cuya elaboración ya se había invitado a un encuentro a las asociaciones que este miércoles han reivindicado la creación de dicho plan.

Un padre echa de casa a su hijo en Vitoria por ser homosexual

Grupos sociales exigen al Ayuntamiento un protocolo para atender a víctimas de homofobia

Un joven de 21 años de Vitoria fue expulsado de su casa por su padre por ser homosexual. Ocurrió en noviembre pasado y ahora está acogido por una familia que le ha cedido una habitación. El caso ha sido denunciado este miércoles por la Plataforma por los Derechos Sociales de Vitoria, que agrupa a varios colectivos que defienden a víctimas de homofobia y lesbofobia.

El joven estudiante vitoriano que tuvo que abandonar su hogar repentinamente. Su padre le echó por ser homosexual. “En menos de dos horas tuvo que recoger sus pertenencias en una maleta y una mochila”, ha denunciado hoy Garazi Ruiz Alvarado. Ya en la calle, el joven decidió pedir ayuda a las instituciones porque carecía de recursos para vivir por su cuenta, pero “tardó un mes en ser atendido”, han denunciado los colectivos sociales.

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Vitoria pidieron un “tiempo prudencial” para conocer al chico que había sido expulsado de casa, siempre según la versión ofrecida por los denunciantes. Hasta ahora no ha obtenido “ninguna solución”, aunque ha mantenido varios encuentros con una trabajadora social y se ha dirigido a varios departamentos, por lo que tuvo que encontrar cobijo primer en casa de unos amigos y en la actualidad en la casa de una familia cercana, que le ha cedido la habitación destinada al bebé de la pareja.

Las asociaciones denunciantes han asegurado que este “no es un caso aislado” y que en Vitoria urge aprobar un protocolo para atender a las víctimas de la violencia motivada por la orientación sexual. Estas personas “se ven abocadas a entrar en el circuito de asistencia social sin encontrar una mínima seguridad que les permita seguir con su vida anterior y terminan entrando en una situación de exclusión social”.

El Consistorio ha asegurado en un comunicado que está ultimando un plan de actuación, en cuya elaboración se pretende recibir las aportaciones de los citados colectivos sociales. El Servicio de Igualdad considera que las intervenciones municipales relativas a los derechos de las personas LGTBI y la transversalización de la diversidad sexual y de género en las políticas públicas de igualdad deben contar con una estrategia participada y consensuada con personas especialistas y grupos activistas.

El Ayuntamiento ha mostrado su “total apoyo a las personas víctimas de cualquier tipo de violencia y su rechazo y condena ante el más mínimo atisbo de discriminación”. Con respecto al caso expulsado de casa por ser homosexual, ha indicado que los servicios sociales “ya están trabajando en una solución”.

Piden al Ayuntamiento de Gasteiz la creación de un protocolo de atención a víctimas de homofobia

Agentes sociales de la capital alavesa han reclamado al Consistorio de Gasteiz la creación de un protocolo de atención inmediata a víctimas de la homofobia. Han realizado esta petición tras denunciar la situación de desprotección social en la que se encuentra un joven de 21 años, expulsado de su casa por ser homosexual.

Rueda de prensa ofrecida en Gasteiz

Colectivos sociales de Gasteiz han reclamado al Ayuntamiento la creación de un protocolo de atención inmediata a víctimas de la homofobia, tal como recoge una declaración institucional aprobada por el Pleno el 6 de noviembre. La Plataforma por los Derechos Sociales, 7menos20, Kitzikan, Asamblea de Mujeres de Araba, Bilgune Feminista y Mugarik Gabe han realizado esta petición tras denunciar la situación de precariedad en la que se encuentra un joven de 21 años, que fue expulsado de su casa hace cuatro meses por ser homosexual.

Según han explicado Zuriñe Estíbaliz y Garazi Ruiz, el joven, que ha sido acogido de forma provisional por una familia cercana, ha acudido a los servicios sociales en busca de ayuda, pero le piden un año de empadronamiento independiente, entre otras condiciones. «A una persona que ha sido expulsada violentamente del domicilio familiar le es imposible conseguir estos requisitos», han destacado, y han advertido de que no se trata de un caso aislado.

«Hemos recogido información en círculos de trabajadoras y educadoras sociales, y les vienen a la cabeza casos parecidos, donde una persona joven es echada de su casa por ser gay, lesbiana, bisexual o transexual. Y de cómo se ven abocados a entrar en el circuito de la asistencia social sin encontrar una mínima seguridad que les permita seguir con su vida anterior, al no existir un protocolo de protección y atención a víctimas de esta violencia. Acaban siendo doblemente víctimas, de una agresión machista deleznable y de la abandono institucional», han alertado.

Asimismo, han mostrado su preocupación por la «falta de capacidad demostrada» por los Servicios Sociales de la capital alavesa para solucionar las necesidades con la ciudadanía. «Creemos que los Servicios Sociales tienen como misión principal la búsqueda de soluciones a las problemáticas sociales, y observamos con preocupación cómo en muchos casos, las personas que se ven abocadas a recurrir a los mismos encuentran más problemas en vez de soluciones», han añadido. Para acabar con esta situación, han reivindicado un «cambio integral» en el funcionamiento de los Servicios Sociales, fomentando la integración social en lugar de «criminalizar la pobreza y la exclusión social».

Un padre echa de casa a su hijo en Vitoria por ser homosexual

Diversas agrupaciones han reclamado hoy al Ayuntamiento de Vitoria la creación “inmediata” de un protocolo para atender a víctimas de la violencia motivada por la orientación sexual, después de dar a conocer que un joven de Vitoria 21 años fue echado de su casa por su padre el pasado mes de noviembre por su condición de homosexual.

Según han informado la Plataforma por los Derechos Sociales de Vitoria, la Asamblea de Mujeres de Álava, Bilgune Feminista, Mugarik Gabe y las asociaciones 7menos20 y Kitzikan, el joven pidió cita en los servicios sociales porque no tenía recursos (fue ayudado primero por un vecino y después por unos familiares) pero hasta ahora no ha logrado “ninguna solución” aunque ha mantenido varios encuentros con una trabajadora social y se ha dirigido a varios departamentos.

Las asociaciones denunciantes han subrayado que se trata de una víctima de homofobia y han asegurado que antes de este incidente era un estudiante “sin ningún problema previo”.

Han mostrado además su sospecha “más que fundada” de que no de trata de “un caso aislado” y han advertido de que los jóvenes echados de casa por su orientación sexual “se ven abocados a entrar en el circuito de asistencia social sin encontrar una mínima seguridad que les permita seguir con su vida anterior y terminan entrando en situación de exclusión social”.

Para evitarlo reclaman “un cambio integral” en el funcionamiento de los servicios sociales, la puesta en marcha “inmediata” del protocolo de atención a víctimas de la homofobia y que, en este caso concreto, el Ayuntamiento “se implique y se activen de manera inmediata los recursos que le permitan (al joven) llevar una vida digna”.

Las asociaciones han pedido al consistorio que ponga en marcha el protocolo de actuación que anunció en noviembre en una declaración institucional en favor de los derechos de gais, lesbianas y transexuales.

En aquella ocasión el Ayuntamiento se comprometió a desarrollar un protocolo de actuación integral para aquellos que sufrieran agresiones, discriminación o violencia por su orientación sexual o identidad de género. El consistorio apostó además por formar a la Policía Local y al resto de funcionarios para prevenir, detectar y atender casos de delitos por homofobia y para garantizar la igualdad de trato.

Documento en marcha

Desde el Ayuntamiento de Vitoria se ha asegurado que está ultimando un protocolo de atención para personas víctimas de homofobia y lesbofobia, para cuya elaboración ya se ha invitado a un encuentro a asociaciones.

Asegura el Ayuntamiento que la semana pasada se invitó al colectivo LGTBI a trabajar la incorporación de perspectiva de género.

El Servicio de Igualdad considera que las intervenciones municipales relativas a los derechos de las personas LGTBI y la transversalización de la diversidad sexual y de género en las políticas públicas de igualdad deben contar con una estrategia participada y consensuada con personas especialistas y grupos activistas.

Chrysallis Euskal Herria agrupa ya a 24 familias con hijos e hijas transexuales

La asociación Chrysallis Euskal Herria, creada el 8 de marzo de  2015 por ocho familias con el objetivo de acompañar a sus hijos e  hijas en situación de transexualidad “de la mejor manera posible”,  agrupa un año después a 24 familias, que demandan

Un año de Chrysallis Euskal Herria

Un año de Chrysallis Euskal Herria

En un comunicado, Chrysallis Euskal Herria ha hecho balance de su  primer año de trayectoria, en el que ha organizado un ‘Punto de  Información y Encuentro’ y un servicio de atención a familias de  menores transexuales, con atención “de familia a familia” y  asesoramiento sexológico “para que ninguna familia más se sienta  perdida”.

BILBAO. Además, según ha destacado la asociación, han ofrecido formación  al profesorado y charlas en centros escolares “para que quienes  acompañan a nuestros hijos e hijas sepan cómo hacerlo, incluyendo  madres y padres del resto de niñas y niños”.

Asimismo, la asociación ha puesto en marcha la Red Loratuz para  que los centros escolares con menores en situación de transexualidad  “puedan compartir sus dudas e inquietudes y los recursos didácticos  que generen para trabajar en las aulas”. En ese sentido, ha  agradecido a los docentes “sus ganas de aprender”.

También han impartido charlas y conferencias para “una comprensión  de la transexualidad” tanto en centros culturales como en  universidades. En ese sentido, la asociación ha destacado que la  grabación de la conferencia “Niñas con pene y niños con vulva:  comprender para poder acompañar” grabada en Gorliz por Plentzia  Telebista ha tenido ya más de 15.000 visualizaciones en internet.

Por otro lado, han informado de que están participando con el  Gobierno vasco en la Comisión de trabajo para la redacción de la  “Guía de atención integral a personas transexuales” que pronto verá  la luz.

Chrysallis ha pedido al Ejecutivo vasco que saque a la “Unidad de  género” del Hospital de Cruces del Servicio de Psiquiatría, “para que  no se nos obligue a que un psiquiatra atienda a nuestros hijos e  hijas, porque no lo necesitan, porque es perjudicial, y porque esto  vulnera la Ley 14/2012, de no discriminación por motivos de identidad  de género y de reconocimiento de los derechos de las personas  transexuales”.

La asociación ha proporcionado al Departamento de Educación del  Gobierno vasco un documento base sobre el que están elaborando el  protocolo de actuación en centros escolares donde hay menores en  situación de transexualidad, al que esperan que acompañe un Plan  Integral de Formación en estos centros.

DEMANDAS

“Nuestros hijos e hijas aún tienen muchos obstáculos que vencer”,  ha afirmado la asociación, para añadir que seguirán trabajando para  que “se cree un servicio específico de atención a las familias de  menores transexuales, se desarrollen campañas de sensibilización  sobre la transexualidad en la infancia, y para que se creen y se  publiquen materiales didácticos que puedan ser utilizados en centros  escolares”.

Asimismo, seguirán reivindicando la reforma tanto de la Ley del  2009 del Gobierno de Navarra, como la Ley del 2012 del Gobierno vasco  puesto que algunos de sus artículos “mantienen una visión  patologizadora de la transexualidad que contraviene las  recomendaciones actuales de los organismos internacionales”.

También continuarán haciendo presión para que el Gobierno español  apruebe una Ley integral de reconocimiento de los derechos de las  personas transexuales, “para que, entre otras cuestiones, desde las  instituciones se reconozca la identidad de nuestras hijas e hijos, a  quienes en este momento se les niega la posibilidad de corregir en el  registro y en el documento de identidad la mención de sexo, lo que  vulnera sus derechos, supone discriminación, genera en sus vidas  dificultades y les pone en situación de vulnerabilidad”.

“Vamos a seguir trabajando hasta que los derechos de nuestras  hijas y de nuestros hijos sean respetados. Para que no tengan que  pelear cada día ante la negación de su identidad y puedan dedicarse a  lo que les corresponde a las niñas y a los niños, a jugar, reír,  aprender, crecer, y desarrollarse, y para que puedan ser quienes son,  para que puedan ser”, ha concluido Chrysallis.

Colombia reconoce como matrimonio gay a una pareja que se casó en España

Un español y un colombiano, casados en Barcelona en 2013, consiguen registrarse tras un año de pleitos

 

El colombiano Julián Castro y el español Julián Artacho han logrado que el Gobierno colombiano registre su matrimonio, realizado en Barcelona en 2013. La pareja había intentado el trámite en Bogotá en mayo de 2014, pero el titular de la Notaría 11 se negó a efectuar el registro. Después de un año de pleitos legales, Castro y Artacho tuvieron conocimiento de una circular de la Registraduría Nacional de Colombia que establece las instrucciones para registrar matrimonios entre personas del mismo sexo efectuados en el extranjero. Fue entonces, en diciembre del año pasado, cuando volvieron a iniciar el trámite de registro con la asesoría de un abogado.

La legislación colombiana establece que los ciudadanos de ese país tienen la obligación de informar a su Gobierno si se casan en el extranjero. Hasta ahora Castro no había podido hacerlo ante las trabas que encontró por tratarse de un matrimonio homosexual, por lo que argumentaba que se le estaba discriminando legalmente.