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El cura homosexual expulsado pide al Papa que “abra el corazón y la razón de los obispos”

SÍNODO DE LA FAMILIA

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe

El prelado polaco Krzysztof Charamsa ofrece una rueda de prensa tras anunciar públicamente su homoxexualidad, en Roma. (EFE)

MADRID. Krzysztof Charamsa, el sacerdote homosexual expulsado de la  Congregación para la Doctrina de la Fe tras revelar su condición  sexual, ha pedido al Papa Francisco en una carta que abra el “corazón  de los obispos” en el Sínodo de la Familia y en la que le ha  explicado “la razones de su decisión” de hacer pública su condición  sexual.

“Le he pedido que recuerde a los obispos que delante del Sínodo  están todas las familias, porque si la iglesia es universal debe  pensar en todos, ninguna minoría puede estar fuera; debe ocuparse no  solo de las familias heterosexuales, porque todas las familias tienen  un deseo de comunicar amor a otros, y no pueden excluirse a las  familias homosexuales, de lesbianas o transexuales”, ha indicado  Charamsa en una entrevista Catalunya Ràdio.

En su opinión, “el Sinodo puede ser una gran revolución” de la  Iglesia si el Papa “abre el corazón y la razón de los obispos como lo  ha hecho en todo el mundo a la gente que está fascinada por Jesús,  por el natural deseo de trascendencia de una Iglesia que no es  mala”.

El sacerdote se ha reafirmado en su decisión de hacer pública su  condición sexual y ha dicho sentirse “un cura mejor que dos o tres  días antes” de hacerlo. “He liberado mi vida, he dicho por fin quién  soy y éste debe ser un momento bueno para la Iglesia”, ha indicado el  religioso polaco.

Asimismo, ha asegurado que los homosexuales no son “pedófilos,  enemigos de la familia, ni maníacos de placeresa, sino personas que  buscan amor”. Por este motivo considera que “la Iglesia de Cristo  debe saber y debe acoger seriamente la vida de homosexuales y  lesbianas que son buena gente”. Se ha ratificado asimismo en su “amor  a la Iglesia”.

Krzysztof Charamsa se ha mostrado muy crítico con la Congregación  para la Doctrina de la Fe, de la que formaba parte como secretario  adjunto de la Comisión Teológica Internacional,  por “haberse cerrado  a cualquier discusión” y “no aceptar críticas sobre el Sínodo” y  “hacer todo lo posible porque el tema de la homosexualidad sea algo  cerrado, estigmatizado”.

El prelado ha ensalzado la postura del Papa Francisco y su  “discurso claro contra cualquier discriminación”. Para el sacerdote,  el Pontífice representa una “una esperanza increible y profunda en la  Iglesia” con un discurso claro contra cualquier discriminación.

Ha recordado, asimismo, que el Papa Francisco ha dicho que  “existen muchos problemas porque hay personas que quieren Iglesia, y  que quieren respuestas realistas por la propia vida”, pero “no se ha  hecho nada, solo una suerte de marginalización y estigmatización”. Ha  añadido que, además, de “una homofobia hay también una  ‘franciscofobia’ hacia un Papa que ha sembrado la esperanza, el amor  y que ha mostrado que la Iglesia es fantástica”.

La Iglesia suspende a un sacerdote por decir que entiende la pederastia y no a los gais

“He estado mucho con niños, los conozco, y sé que por desgracia hay algunos que buscan afecto porque no lo tienen en casa y pueden encontrar a algún sacerdote que cede”, afirmó Gino Flaim

La Iglesia Católica ha suspendido de sus funciones a un sacerdote por unas polémicas declaraciones concedidas a un canal de televisión italiano en las que afirmó poder entender la pederastia, pero no la homosexualidad. El sacerdote italiano es Gino Flaim, ayudante de un párroco en Trento (norte de Italia), a quien la archidiócesis de la región le ha retirado de su cargo de colaborador pastoral y el derecho a predicar, según un comunicado de la institución.

“La pedofilia puedo entenderla, la homosexualidad no lo sé”, dijo el sacerdote en una entrevista emitida este martes por la cadena de televisión La7. “He estado mucho con niños, los conozco, y sé que por desgracia hay algunos que buscan afecto porque no lo tienen en casa y pueden encontrar a algún sacerdote que cede”, agregó.

Preguntado por la periodista sobre si “son un poco los niños la causa” en los casos en los que religiosos cometen abusos contra menores, Flaim respondió que “en buena parte sí”, además de considerar que la homosexualidad es “una enfermedad” y que no estaba seguro de poder entenderla. El religioso opinó que “quien vive estas situaciones, pedofilia u homosexualidad, experimenta cierto sufrimiento, creo yo, porque se ven diferentes al resto”.

Tras esas polémicas declaraciones, la archidiócesis de Trento ha afirmado que “se desvincula plenamente” de esas opiniones, según un comunicado, en el que se señala que el sacerdote “ha expresado argumentos que no representan de ninguna manera la posición de la archidiócesis y el sentir de toda la comunidad eclesial”.

El Sínodo reflexiona sobre la eucaristía de los divorciados vueltos a casar y rechaza el matrimonio gay

El Papa Francisco, hoy, en el Sínodo

El Papa Francisco, hoy, en el Sínodo. ETTORE FERRARIEFE

Las parejas de divorciados vueltos a casar no pueden acceder a la eucaristía, no por el “naufragio del primer matrimonio” sino a causa de la “convivencia en la segunda relación”. Así lo ha asegurado esta mañana el cardenal Peter Erdö, arzobispo de Budapest y relator general del Sínodo, durante la lectura del documento introductorio de la primera sesión de trabajo del Sínodo ordinario sobre la Familia que arrancó este domingo en el Vaticano. El Sínodo reflexionará sobre esta y otras cuestiones, como la acogida de los homosexuales en la Iglesia, desde hoy y hasta el 25 de octubre.

El cardenal Erdö leyó un resumen de los temas más importantes sobre los que debatirá la asamblea sinodal durante las próximas semanas. Sobre los divorciados que se han vuelto a casar aseguró que es “necesario un acompañamiento pastoral misericordioso” excluyendo la posibilidad de que puedan acceder al sacramento de la eucaristía. ‘Instrumentum Laboris’, el documento preparatorio de éste Sínodo que parte de las conclusiones del documento final del precedente Sínodo sobre la familia celebrado en octubre de 2014, ya recogía la cuestión sobre los divorciados vueltos a casar porque durante la anterior asamblea se reflexionó sobre la posibilidad de que pudieran acceder a la eucaristía. Pero todavía es necesario profundizar en esta cuestión, según el cardenal Erdö. El arzobispo de Budapest recordó además como la integración de estas personas en la Iglesia puede realizarse de varias maneras “diferentes de la admisión a la eucaristía”.

Según el documento leído por el cardenal húngaro, Dios perdona al pecador a través de la misericordia, pero es necesario que haya una “reconversión”. “El pecado no es sólo el comportamiento que puede haber provocado el divorcio en el primer matrimonio”, aclara Erdö. “No es el naufragio del primer matrimonio, sino la convivencia en la segunda relación lo que impide el acceso a la eucaristía”, asegura el arzobispo de Budapest.

El cardenal húngaro ha explicado otras cuestiones que serán afrontadas durante las próximas semanas como los desafíos de la familia en la sociedad contemporánea, la denuncia del aborto y la defensa de la vida, o la pobreza y el problema de la inmigración, que provoca la “disgregación de las familias en muchas partes del mundo”. Respecto al capítulo sobre la atención pastoral de las personas con tendencias homosexuales, Erdö recordó que –como recoge el documento conclusivo de la anterior asamblea sinodal– “cada persona tiene que ser respetada en su dignidad independientemente de su tendencia sexual”, pero rechazó el matrimonio entre personas del mismo sexo. “No existe fundamento alguno para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia”.

‘El Sínodo no es un parlamento’

Durante la homilía con la que ha saludado a los participantes del Sínodo de los Obispos sobre la Familia, el Papa Francisco ha asegurado que el Sínodo no es un parlamento para reunir un consenso común. Y ha pedido no dejarse asustar por las seducciones del mundo y expresarse con franqueza. “El Sínodo no es un congreso, un parlamento o un senado donde nos ponemos de acuerdo”, ha dichoFrancisco. “Es un caminar juntos con el espíritu de colegialidad”.

En este sentido, el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París, presidente de turno del Sínodo y uno de los tres padres sinodales encargados de la presentación este lunes de la primera sesión de trabajo de la asamblea, ha insistido en que “no hay que esperar que el Sínodo recomiende al papa que disposición general debe tomar”. “Si habéis venido a Roma con la idea de un cambio espectacular en la doctrina -ha asegurado el cardenal francés– os iréis decepcionados”. Porque como ha añadido monseñor Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto y secretario especial del Sínodo, tras esta asamblea sinodal no habrá grandes cambios en la doctrina católica. “No es un sínodo doctrinal sino pastoral como lo fue el Concilio Vaticano II” que busca encontrar el modo de acercar la Iglesia “a los hombres y mujeres de nuestro tiempo”.

El Papa llama a la Iglesia «a no cerrar sus puertas a quien se equivoca»

Francisco abre el Sínodo sobre la Familia marcado por la confesión de un cura homosexual

El papa Francisco ha advertido este domingo durante la misa de apertura del Sínodo de la Familia de que la verdad no cambia según “modas pasajeras” pero también ha llamado a la Iglesia a no cerrar sus puertas a quien se equivoca. “Una Iglesia con las puertas cerradas se traiciona a sí misma y a su misión, en vez de puente se convierte en barrera”, ha avisado el Pontífice en su homilía ante los participantes del Sínodo. De esta forma, ha insistido en las palabras de San Juan Pablo II quien dijo que la Iglesia debe combatir el mal o el error pero acoger y amar al hombre que se equivoca.

El Papa ha subrayado que en un contexto social y matrimonial “bastante difícil”, la Iglesia está llamada a desarrollar su misión “en la verdad, la fidelidad y la caridad”. En este sentido, ha recordado a los cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos presentes que “la verdad no cambia según modas pasajeras u opiniones dominantes” y les ha advertido del “riesgo fatal” que para el amor tiene una cultura sin verdad, donde el amor se convierte en egoísmo, en algo temporal, en mero sentimentalismo o en “un envoltorio vacío que se rellena”.

Si bien, también les ha avisado de que tampoco están para “señalar con el dedo para juzgar” sino para estar cercanos a las parejas heridas y mostrarles misericordia, para ser “hospital de campaña” y defender los valores fundamentales, para educar en el amor auténtico sin olvidar ser “buenos samaritanos con la humanidad herida”.

El amor duradero

Francisco ha lamentado que “cada vez haya menor seriedad en llevar adelante una relación sólida y fecunda” y que el amor “duradero, fiel y fértil es cada vez más objeto de burla y considerado como algo anticuado”. “Parece que las sociedades más avanzadas son las que tienen la tasa más baja de natalidad, y el mayor promedio de abortos, divorcios, suicidios y de contaminación ambiental y social”, ha alertado.

Asimismo, ha defendido que el matrimonio “no es una utopía de adolescentes” sino “un sueño de Dios” y se ha mostrado convencido de que incluso el hombre de hoy que “ridiculiza” esta idea y “corre tras los placeres de la carne”, se siente “atraído y fascinado por el amor fecundo y fiel” y “desea la entrega total”.

También se ha referido al drama de la soledad y ha señalado que este afecta hoy a muchos hombres: Los ancianos abandonados por sus propios hijos, los viudos y viudas, quienes han sido abandonados por su marido o su mujer, los inmigrantes y refugiados que huyen de la guerra o los jóvenes víctimas de la cultura del consumismo y el descarte. “Hoy se vive la paradoja de un mundo globalizado en el que vemos tantas casas de lujo y de gran altura pero menos calor de hogar”, ha puntualizado.

La salida de armario soberanista del sacerdote gay

El prelado polaco Charamsa, que mantiene una relación con un catalán, Eduard, aseguró que la Iglesia defiende la independencia catalana

Krzysztof Charamsa abraza a su novio Eduardo en la rueda de prensa que han dado hoy en Roma

Toda noticia tiene siempre una doble lectura, una arista a veces escondida bajo el gran titular. Es lo que ha sucedido en el caso de la “salida del armario” de Krzysztof Charamsa, el sacerdote polaco de 43 años, funcionario en la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ayer sábado hizo pública su homosexualidad y presentó a su compañero sentimental en una concurridísima conferencia de prensa en Roma.

La noticia dio la vuelta al mundo, lanzando a la fama a un prelado -y a su pareja, Eduard, de origen catalán-, que curiosamente, hace pocos días también tuvo en Cataluña su particular “salida del armario”, aunque en esta ocasión de tipo soberanista. Faltaban pocos días para la inicio de la campaña de las elecciones autonómicas cuando Catalunya Ràdio entrevistaba a Charamsa, que vinculó la fe cristiana y la Doctrina Social de la Iglesia con el derecho de autodeterminación. “Nosotros tenemos una claridad ejemplar; los derechos de autodeterminación de una nación forman parte de los derechos del hombre. Y una de las partes importantes de los derechos de las personas es el derecho a la independencia”, aseguraba el prelado.

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

La satisfacción entre la parroquia soberanista fue enorme, casi casi como si el Vaticano hubiese reconocido el nuevo estado catalán. Menos gracia hicieron sus afirmaciones en el seno de la Iglesia en España, hasta el punto de que el cardenal Cañizares, arzobispo de Valencia, se mostró “enormemente sorprendido” por las “graves y muy lamentables” declaraciones de Charamsa, al que exigió una rectificación.

Ahora, apagada ya en parte la llama soberanista tras el resultado de los comicios del pasado domingo, Charamsa vuelve a acaparar titulares. Ayer en Roma, ante decenas de periodistas, tuvo palabras de reconocimiento para “el hombre del que está enamorado”, Eduard, del que, por ahora, poco se conoce. Sí que es de origen catalán, se desconoce si soberanista, aunque esta bien podría ser una explicación para entender la “salida del armario indepe” del prelado polaco hace pocas semasnas. La historia promete tener recorrido.

Un prelado gay

Un obispo polaco, Krzysztof Charamsa, salió del armario en entrevista del ‘Corriere della Sera’, seguida por una multitudinaria rueda de prensa en la que presentó a su novio, que resultó llamarse Eduard y ser catalán. Los catalanes no son muy famosos como independentistas en el mundo, pero empiezan a gozar de un justo prestigio como novios. Ahí está el joven Rigau que enamoró a Gina Lollobrigida. Qué gran asunto para ese programa de TV3 que llaman ‘Pòlonia’. Charamsa no era un obispo cualquiera; era oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, antes Santo Oficio y mucho antes Santa Inquisición, para que se vea si cambian los tiempos.

Al Vaticano no le ha gustado tal alarde de sinceridad, especialmente en la víspera del Sínodo sobre la Familia. El portavoz vaticano, Federico Lombardi, anunció que el prelado no podría seguir desempeñando sus tareas en la Congregación.

El Papa había mostrado señales de apertura a su vuelta de Brasil: “Si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”, pero tal vez el prelado Charamsa se lo tomó en sentido excesivamente literal, gracias al prestigio que Francisco ha sabido granjearse entre la izquierda, con una posición entre el populismo y la socialdemocracia. A mí, si me permiten la confianza, me gustaba más su antecesor, pero para gustos están los colores. Mi muy queridoRaúl del Pozo, que escribía una columna en ‘Mundo Obrero’ a finales de los 70, saludó la elección de Juan Pablo II, con una frase que se me quedó grabada: “Si no temiéramos ofender diríamos que es un Papa eurocomunista”.

Tengo para mí que el quid de la cuestión no está del todo en la homosexualidad del prelado ni en el género o el gentilicio de su novio. El hecho de que hubiera presentado a su novia no habría cambiado la sustancia del conflicto.

El corazón tiene razones que la razón no entiende. La tertuliana Lucía Caram, que es una monja montonera, confesó el pasado mes de mayo: “Estoy enamorada del presidente Mas“. Sobre los amores uno puede entenderlo casi todo: que la fogosaAna Karenina, esposa de Alexei Karenin, que era un alto funcionario del Gobierno, le ganaba bien y la trataba como a una reina, se enamorase del apuesto príncipeVronsky, tenía un pasar. Pero mira que ser esposa de Cristo y enamorarse de Artur Mas… Tiene que haberse vuelto loca.

Luego está la praxis. ¿En qué se diferencia un sacerdote heterosexual de otro gay si ninguno de los dos practica? La fe sin obras es una fe muerta, dice la Biblia (Santiago 2, 20). Así las cosas, creo que la Iglesia haría bien en replantearse su pertinaz negativa a acabar con el celibato sacerdotal. Tal vez pudiera empezar a sopesar la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Hoy por hoy no hay colectivo humano tan favorable a revitalizar el sacramento del matrimonio con su compromiso personal como la comunidad gay. El matrimonio es una garantía de castidad para los contrayentes. Si queréis unos sacerdotes libres de concupiscencia, ofrecedles matrimonio. El difunto Jaume Perich lo dejó sentado hace muchos años: “La aberración más extendida entre los matrimonios españoles es el coito anual”.

El Papa: ‘El sueño de Dios es la felicidad en el amor entre hombre y mujer’

Sínodo sobre la Familia

El Papa Francisco inaugura la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia

El Papa Francisco inaugura la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia GIUSEPPE LAMIEFE

Con una solemne misa, el Papa Francisco ha abierto oficialmente el XIV Sínodo Ordinario de la Familia que, durante las próximas tres semanas, reunirá en el Vaticano a representes de las conferencias episcopales de todo el mundo -cardenales y obispos-, expertos y 45 padres sinodales nombrados específicamente por el Pontífice para debatir acerca del estado de salud de la familia en la sociedad contemporánea. Y lo ha hecho haciendo un llamamiento a favor de la familia tradicional, del matrimonio y del “amor entre hombre y mujer“.

“Este es el sueño de Dios para su criatura predilecta: verla realizada en la unión de amor entre hombre y mujer; feliz en el camino común, fecunda en la donación recíproca”, ha dicho el Pontífice durante la homilía. “Para Dios, el matrimonio no es una utopía de adolescente, sino un sueño sin el cual su criatura estará destinada a la soledad”. “El objetivo de la vida conyugal”, ha continuado el Papa, “no es solamente vivir juntos para siempre, sino amarse para siempre“.

Quien esperaba que el Papa abriría el Sínodo con un mensaje aperturista o haría algún guiño a la salida del armario del prelado polaco Krysztof Charamsa, se equivocaba. El Pontífice argentino ha optado por pronunciar un mensaje tradicional en el que ha insistido en la “indisolubilidad del matrimonio” y la “defensa del amor fiel”.

Un mensaje que seguramente habrá recibido el beneplácito del ala más conservadora del Vaticano, muy crítica con algunas de las últimas reformas y gestos del Papa Francisco, como su posición a favor de la comunión de losdivorciados vueltos a casar, uno de los temas que también serán objeto de debate de esta asamblea sinodal.

Durante la homilía, Francisco también ha reflexionado sobre el “drama de la soledad” que “aflige a muchos hombres y mujeres”. “Pienso en los ancianos abandonados incluso por sus seres queridos”, dijo el Papa. “En los emigrantes y refugiados que huyen de la guerra y la persecución; y en tantos jóvenes víctimas de la cultura del consumo, del usar y tirar, y de la cultura del descarte”, denunció el Pontífice.

Y todo ese “egoísmo, melancolía, violencia destructiva y esclavitud del placer y del dios dinero” se refleja en la familia.

“El amor duradero, fiel recto, estable, fértil es cada vez más objeto de burla y está considerado como algo anticuado”, cuando son precisamente las sociedades más avanzadas donde se da “el porcentaje más bajo de tasa de natalidad y el mayor promedio de abortos, de divorcios y de suicidios”. En las sociedades ricas, muchos jóvenes no se atreven a asumir compromisos verdaderos, aseguró el Papa, porque “el miedo al matrimonio paraliza el corazón humano”.

En Instrumentum laboris, el documento preparatorio de este Sínodo y que incluía las conclusiones de la Relatio Synodide, el documento final de la precedente asamblea sobre la familia que se desarrolló en octubre del año pasado, el Papa indicaba en referencia a los homosexuales que “toda persona, independientemente de la propia orientación sexual, debe ser respetada en su dignidad y acogida con sensibilidad y delicadeza“.

Pero insistía asimismo en que el matrimonio es sólo el que se produce entre un hombre y una mujer. Además reflexionaba sobre el aborto, la nulidad matrimonial o la comunión de los divorciados que se han vuelto a casar. Estos dos últimos temas han sido resueltos por el Pontífice tras señalar que los divorciados “no están excomulgados” y reformar el proceso de anulación del matrimonio eclesiástico a través de un motu proprio, que en la práctica simplifica y garantiza su gratuidad.

Por eso, la discusión sobre los homosexuales se antoja uno de los argumentos de debate fundamentales de este Sínodo. Pero, si ya había expectación en los últimos días por los resultados de esta asamblea ordinaria, la declaración pública de monseñor Kryzstof Charamsa, prelado polaco y oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ha reconocido ser homosexual y tener una pareja, ha terminado por enrarecer aún más el ambiente al otro lado del Tíber. Las conclusiones a las que se llegue en este Sínodo Ordinario de la Familia -que deberán ser aprobadas por al menos dos tercios de los padres sinodales– podrán servir al Papa para impulsar nuevas reformas dentro de Iglesia.

¿Quién es el prelado que ha hecho temblar el Vaticano?

Fiel defensor de la homosexualidad

En la imagen, Krysztof Charamsa junto a su pareja, tras una rueda de prensa en la que ha revelado su homosexualidad

En la imagen, Krysztof Charamsa junto a su pareja, tras una rueda de prensa en la que ha revelado su homosexualidad. TIZIANA FABIAFP

Krysztof Charamsa, el prelado polaco de 43 años que ha desafiado al Vaticanosaliendo del armario y presentando a su novio, se define como “un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso” de su propia identidad. Pero Charamsa, que hasta su declaración pública era oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, profesor de Teología en varias universidades gregorianas y secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional, es también un firme defensor de la independencia de Cataluña y activista en favor de los derechos de los homosexuales desde hace años.

Poeta, filósofo y teólogo de formación, estudió en la Universidad de Pelpin (Polonia) y en la Facultad de Teología de Lugano (Suiza) antes de ordenarse sacerdote en 1997. Cinco años más tarde obtuvo el doctorado en la Pontificia Universidad Gregoriana en el Vaticano. El sacerdote polaco conoce bien España.Desde hace años comparte su vida con Eduard, un hombre de orígen catalán que le acompañó durante la rueda de prensa que ofreció en un restaurante de Roma tras la publicación de su entrevista en Il Corriere della Sera. Un compañero de vida del que no se separó ni un instante y con el que intercambió miradas cómplices ante los periodistas.

El orígen catalán de su compañero sentimental le ha hecho conocer en profundidad la actualidad española. Y como acaba de demostrar, Charamsa no es un hombre que tema decir lo que piensa en todo momento. Por eso, pocas semanas antes de las elecciones en Cataluña, el sacerdote polaco hizo público su apoyo a la independencia catalana basando su argumento en la defensa de la autodeterminación de los pueblos que, según él, está incluida en la doctrina de la fe cristiana. “Los derechos de autoderminación de una nación forman parte de los derechos del hombre. Y una de las partes importantes de los derechos de las personas es el derecho a la independencia”, afirmó Charamsa durante una entrevista concedida a ‘El matí’ de Catalunya Radio.

Las declaraciones del sacerdote polaco fueron inmediatamente desaprobadas por la Conferencia Episcopal Española. El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, calificó de “inadmisibles” las palabras de Charamsa y pidió que no se metiera a la Santa Sede en el debate independentista catalán. “No hay que confundir el derecho de autodeterminación con el derecho de secesión que no es realmente admitido por la doctrina social de la Iglesia”, dijo Cañizares.

Comprometido con los derechos de los homosexuales

A pesar de que no ha sido hasta ahora que ha reconocido públicamente su homosexualidad, monseñor Charamsa es desde hace años un firme defensor de los derechos de gays, lesbianas y transexuales, así como de la inclusión de los homosexuales en la vida de la Iglesia. Muy activo en las redes sociales, es usuario de Twitter y desde hace un par de meses escribe un blog en el que vierte sus opiniones personales acerca de la actualidad.

Recientemente publicó un decálogo en la revista polaca ‘Wyborczej’ titulado ‘Un nuevo manifiesto de liberación’, en el que, entre otras cosas, exigía que la Iglesia pidiera perdón por “el abandono, el silencio, la persecución y los crímenes contra los homosexuales“, revisara “los textos bíblicos sobre la homosexualidad” y aboliera la prohibición que aprobó Benedicto XVI en 2005 que impide la ordenación de sacerdotes gays. También reclamaba una revisión del catecismo y la cancelación de los documentos de la Iglesia que “estigmatizan” a las personas homosexuales, “en particular los de la Congregación para la Doctrina de la Fe, heredera de la Santa Inquisición”.

Hasta el pasado sábado Charamsa era precisamente oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio vaticano que se ocupa de promover la fe y la moral en el mundo católico, y del que fue máximo responsable Benedicto XVI durante 24 años. Y tras ser relevado de su cargo por el Vaticano, denunció que este ministerio vaticano, llamado hasta 1956 el Tribunal del Santo Oficio, “es el corazón de la homofobia de la Iglesia católica, una homofobia exasperada y paranoica”.

Su defensa a ultranza de los derechos de los homosexuales le ha hecho procurarse no pocos enemigos en su país. El pasado miércoles monseñor Charamsa escribió un artículo en el semanario católico polaco ‘Tygodnik Powszechny’ en el que criticaba duramente al sacerdote polaco Dariusz Oko, docente de la Universidad Juan Pablo II de Cracovia y muy conocido en Polonia por sus declaraciones contra los gays. Tras la publicación del artículo, titulado ‘Teología y violencia’, el ex oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fecomenzó a recibir e-mails y cartas con amenazas. Según el diario polaco ‘Gazeta Wyborcza’, uno de los más importantes del país, este episodio ha sido clave para que monseñor Krysztof Charamsa decidiera declarar públicamente su homosexualidad.

¿Se puede ser gay y sacerdote católico?

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

Charamsa y su pareja, Eduard, en rueda de prensa. TIZIANA FABIAFP

La homosexualidad descoloca a la Iglesia católica, que se debate entre la “igual dignidad de cualquier persona ante los ojos de Dios” y el tabú del sexo no heterosexual. Porque el homosexual rompe sus esquemas. “Varón y mujer los creó”, dice el Génesis. ¿Se puede ser gay y católico? ¿El homosexual nace o se hace? ¿El homosexual es un enfermo, un desviado, un vicioso o un hijo de Dios?

Hasta la llegada de Francisco al solio pontificio, la homosexualidad era un línea roja en la Iglesia católica, uno de los llamados “principios doctrinales innegociables”. Es decir, la homosexualidad se consideraba un vicio y un pecado contra natura. Por lo tanto, había que acoger al pecador, pero sin bendecir su pecado. Es decir, acogida teórica, sí, pero en la práctica los gays no sólo no pueden casarse por la Iglesia, sino que ni siquiera pueden ser curas, según una decisión canónica tomada por la Congregación para la Doctrina de la Fe en el año2008.

Hasta entonces, los homosexuales podían ordenarse sacerdotes, siempre que se mantuviesen castos y no rompiesen el celibato, que obliga tanto a heteros como a homos. Y, de hecho, las filas clericales están repletas de curas, frailes, monjas, obispos y cardenales con tendencias homosexuales. Se habla, incluso, desde hace años, de la existencia de un poderoso lobby gay en el Vaticano.

El caso del polaco Charamsa y su explosiva salida del armario, el día antes de la inauguración de la segunda parte del Sínodo sobre la familia ejemplifica a las claras esta situación. Hay homosexuales en la Curia, que mantienen su condición en secreto y la viven en las sombras. Hasta que no aguantan más y explotan. Y algunos, como el teólogo polaco, reúnen las fuerzas suficientes no sólo para salir del armario, sino para dejar en evidencia la “homofobia paranoica” de la sala de máquinas vaticana, donde los homosexuales reprimidos ocupan puestos de relieve.

Charamsa no era un funcionario de tercera de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Joven, preparado e inteligente, llegó al dicasterio que vigila la doctrina católica en 2003, en la época en la que estaba regido por el entonces cardenal Ratzinger. Y llegó a tener un puesto importante en ella, además, de ser elegido, secretario de la comisión teológica internacional y profesor en la Universidad Gregoriana y en la Pontificia Regina Apostolorum de Roma.

Tras su outing, la maquinaria del Vaticano se puso en marcha y el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, anunció inmediatamente que no podrá seguir en sus cargos, le acusó de “irresponsable” y denunció que las declaraciones de Charamsa buscan “someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

Charamsa no lo niega. Al contrario, admite que su revelación pública busca sacudir las estructuras eclesiales. “Quiero con mi historia sacudir un poco la conciencia de la Iglesia“, reconoció. Y añadió: “Me gustaría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que necesita de la familia. Todas las personas, incluso los gays, lesbianas o transexuales, llevan en su corazón el deseo de amar y de la familiaridad”.

El bombazo de Charamsa sacude desde dentro las entrañas de la Iglesia, pone a la institución ante un espejo, pero, al mismo tiempo, da armas a su Internacional rigorista y provoca su reacción defensiva a ultranza. Una dinámica que puede obligar al Papa a afrontar las tendencias centrífugas de los dos extremos eclesiásticos. Y no mover ficha ni en éste ni en otros temas, hasta que se imponga el consenso eclesiástico. Posiblemente, en un próximo pontificado.

El Vaticano destituye a un prelado por hacer pública su homosexualidad

Krzystof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, será expulsado de la Santa Sede tras presentar a su novio e instar a la Iglesia Católica a cambiar su postura respecto a los gays.

Monseñor Krzysztof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, y su novio Eduardo, a la conclusión de la rueda de prensa que ofrecieron en Roma

Monseñor Krzysztof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, y su novio Eduardo, a la conclusión de la rueda de prensa que ofrecieron en Roma. / LUCIANO DEL CASTILO (EFE / EPA)

CIUDAD DEL VATICANO.—El Vaticano destituyó este sábado de su cargo en la Santa Sede a un sacerdote que ha hecho públicos que es gay y que ha instado a la Iglesia Católica a cambiar su postura respecto a la homosexualidad.

Monseñor Krzystof Charamsa fue destituido de su cargo en la Congregación de la Doctrina de Fe, el brazo doctrinal del Vaticano en el que había trabajado desde el 2003, de acuerdo a la información difundida en un comunicado.

Charamsa, polaco de 43 años, anunció que era gay y que tenía un compañero sentimental en una larga entrevista con el periódico italiano Corriere della Sera, publicad este sábado.

Poco después dio una conferencia de prensa con su compañero, un español, y junto a otras activistas de los derechos de los homosexuales en un restaurante de Roma. Ambos tenían planeada una manifestación frente al Vaticano, pero cambiaron de opinión varias horas antes.

El Vaticano dijo que la salida de Charamsa no tenía nada que ver con sus comentarios sobre su situación personal, sobre los que señaló que merecían respeto.

Pero, la Santa Sede dijo también que dar la entrevista y planear la manifestación eran situaciones graves e irresponsables considerando que era la víspera de un sínodo de obispos que discutirán asuntos relacionados con la familia, incluyendo temas relativos a los homosexuales.

Añadió que las acciones del sacerdote pondrían al sínodo, que será inaugurado el domingo por el Papa Francisco, bajo una presión exagerada por parte de los medios.

El tema de la homosexualidad y la Iglesia Católica ha dominado los momentos posteriores a la visita del Papa a Estados Unidos la semana pasada.

En su entrevista del sábado, Charamsa dijo que su compañero lo había ayudado a asumir su sexualidad y que estaba consciente de que tendría que renunciar al sacerdocio, aunque el comunicado del Vaticano no hizo referencia a eso.

“Es tiempo de que la Iglesia abra sus ojos ante los católicos gay y entienda que las soluciones que les propone —abstinencia de una vida de amor— son inhumanas”, dijo citado en la entrevista.

La Iglesia Católica enseña que la homosexualidad no es un pecado, pero sí lo son los actos homosexuales.