Vivir deprisa, amar despacio: Feroz y carnal ‘contrametáfora’ del sida

Christophe Honoré completa en su última película una alegoría liberadora, gay, desaforada y triste de los años 80, un tiempo marcado a fuego por el VIH

Pierre Deladonchamps y Vincent Lacoste, en ‘Vivir deprisa, amar despacio’.

Mantenía Susan Sontag que las metáforas, como los mitos, también matan. Y, para demostrarlo, presentaba en sacrificio su propio cuerpo invadido, que no simplemente afectado, en un acto de guerra por células cancerosas. Y seguía: «La enfermedad mortal por excelencia es aquella que roza del modo más escandaloso los límites de la ética. La historia nos permite asociaciones entre la lepra y la pobreza, la peste y la higiene, la sífilis y la promiscuidad de los hombres, la tuberculosis y la reclusión de las mujeres. En todos estos casos, las víctimas han sido confundidas con el verdugo y sobre ellas han recaído las privaciones de la vida civil». Luego vendría el sida y la estigmatización metafórica del homosexual, del drogadicto o de un continente entero, el africano, alcanzó el más sucio y sangrante de los paradigmas. Los tiempos de expansión posmoderna en los 80 y 90 encontraron la respuesta liberal conservadora en la imagen y castigo de una plaga algo más que sólo bíblica.

Vivir deprisa, amar despacio, de Christophe Honoré, se revuelve contra todo este sistema codificado (o no tanto) de dominación. Hace tiempo que el director vive empeñado en construir su propia pauta; en fabricar su intransferible y muy personal respuesta a cada uno de los códigos y hasta lenguajes que prefiguran su condición de homosexual. Si buena parte del arte que convivió con el estigma del sida se empeñó en refutar el cuerpo degradado tal y como lo presentaban los medios y el poder de los medios, Honoré, un paso más allá, se esfuerza en retratar la dinámica de esos mismos cuerpos entregados al fondo mismo del sexo, del amor vivido a flor de piel, del furor de las almas que chocan, se descubren y, finalmente, se incendian. La idea es construir un auténtico y muy carnal tratado sobre el acto de amar alrededor del sida. Pero sin pedagogías, sin convertir cada fotograma en manifiesto político. O, al revés, y como mantendría Godard: «No es decir: ‘Yo cineasta voy a hacer películas políticas’, sino, por el contrario, voy a realizar políticamente películas políticas».

En efecto, lo que cuenta es el desplazamiento de significados, la anulación de todas y cada una de las metáforas que, en efecto, matan. Y eso, aunque parezca lo contrario, es un acto políticamente político. Por furiosa y auténticamente homosexual.

MIRAR A LOS OJOS DEL SIDA

Cuenta Honoré que, a pesar de que en películas anteriores ya se había ocupado de la enfermedad (lo hizo de forma directa o indirecta en Siempre juntos (todos contra Leo), Las canciones de amor, Hombre en el baño o en Métamorphoses), ésta la siente el autor de alguna manera como la primera. Y no tanto por su centralidad en el relato como por el tono, por la forma como aparece a modo de motor mismo de la pasión amorosa. «Creo», reflexionaba Honoré en Cannes donde presentó la película, «que la distancia en el tiempo ha sido necesaria. Es como un trauma que necesita su periodo de incubación. Pertenezco a una generación cuyas primeras experiencias sexuales tuvieron lugar a mediados de los 80. Muchos escapamos del sida, pero estuvo muy presente en nuestras vidas. Fue parte de nuestra existencia y nuestra educación. Vi amigos que enfermaron y otros que murieron, pero no creo que me pudiera considerar un testigo de nada. Estaba demasiado cerca para eso. No tenía la distancia adecuada. Han tenido que pasar 20 años para que pueda mirar a los ojos del sida y de mí mismo sin sentimiento ni de culpa ni de venganza; asumiéndolo como lo que fue». Y en su reflexión, sin duda, queda reflejado el tono a la vez transparente, por objetivo y distante, y apasionado, por perfectamente intransferible. Y autobiográfico incluso.

La película, para situarnos, cuenta la historia de un escritor maduro, además de infectado, padre de un hijo y testigo de demasiado dolor. Él (enorme Pierre Deladonchamps) vive en París. Un buen día se enamora de un joven (Vincent Lacoste) procedente de eso que el tiempo ha dado en llamar las provincias. Los dos están convencidos de que lo mejor de sus vidas está por llegar. Y en este convencimiento viven un amor provocadoramente libre, esencialmente divertido (por gay), carnalmente profundo. Y lo que vale para su romance, sirve exactamente igual para una película que se quiere libre, divertida y profunda. También triste, pero ¿qué historia de amor no es triste? El resultado es con diferencia la mejor película de uno de los autores que más nos ha castigado con su lacerante mismidad.

Por otro lado, la película forma parte de un tríptico tan peculiar como ambicioso. En realidad, la cinta es el segundo trabajo que completa la primera entrega en forma de novela de Ton père (Tu Padre). Aquí narraba en primera persona la historia de un padre homosexual que intenta pasar a limpio su vida entera de la mano de aquellos autores que antes que él escribieron sobre el sida. La tercera parte fue una obra de teatro estrenada en septiembre, Les idoles (Los ídolos), donde, y de la misma manera, el autor regresaba a la generación de artistas de los años de Mitterrand; a aquellos cuya vida quedó marcada por el doble juego del amor y la muerte, de la sensualidad y la enfermedad. Los convocados en el escenario eran todos hombres que se fueron demasiado pronto: Jean-Luc Lagarce, Bernard-Marie Koltès, Herve Guibert, Serge Daney, Cyril Collard y Jacques Demy.

Pero más allá de las resonancias internas, están las otras, las de fuera. La película se presentó un año después de que Robin Campillo estrenara 120 latidos por minuto, también una película sobre el sida en los años de plomo, y también una cinta en la que el sida se levanta como excusa más que como solo consecuencia. Se cuenta el movimiento de los activistas que a principios de los años 90 lucharon por hacer visible el sida. Y la estrategia es recorrer el trayecto que va desde el fragor del movimiento puramente político a un calor mucho más íntimo y cercano. En efecto, esta obra maestra vive exactamente en el reconocimiento y descripción de un sentimiento que empieza exigido únicamente por la necesidad de justicia y acaba en la pudorosa y libre cercanía de, otra vez, la carne. El amor. Por supuesto, es cine social, pero, y esto es lo relevante, construido no como proclama o ofensa sino como celebración.

«Me sorprendió que tuviéramos la misma idea, pero lo comprendí rápido», dice Honoré. Y así es. Las dos películas viven de la necesaria aniquilación de las metáforas. O, mejor, de la sustitución del mito por la carne. Todo lo que aniquila el mito, lo resucita la piel.

La profesora de Vox increpada por sus alumnos, acusada de adoctrinar con tesis homófobas y antiabortistas

Su clase de 2º de ESO en un instituto malagueño le impidió la entrada al grito de “ultraderechista, tú no entras”

Inmaculada Enríquez, en un acto ProVida. / FACEBOOK

El pasado martes, un grupo de alumnos de alumnos de 2º de ESO increpó al grito de “Ultraderechista, tú no entras” e impidió la entrada en clase de una profesora por ser militante de Vox. Los hechos sucedieron en el I.E.S. Bezmiliana, en Rincón de la Victoria (Málaga), un centro que supone un reto para la dirección como consecuencia de la falta de institutos en el municipio, albergando alrededor de 1.500 alumnos y alumnas, es decir, unos 600 más para lo que fue concebido.

La profesora de Lengua y Literatura Inmaculada Enríquez, que acude como número 20 de Vox en las próximas elecciones municipales, asegura que “como son menores, yo no hablo de política con mis alumnos”. Algo con lo que no está de acuerdo la madre de uno de los alumnos sancionados por los hechos: “Los adoctrina, hace gala de pertenecer a Vox, les habla de la contrariedad de ser gay, de que es una enfermedad; les habla de catolicismo y de lo importante que es llegar virgen al matrimonio como hizo ella”.

Enríquez niega que se produzcan tales conversaciones en sus clases de Lengua y Literatura, si bien se reconoce “católica y catequista en la parroquia” así como “miembro de un grupo ProVida, habiendo rezado el rosario a las puertas de un abortorio”, dedicando las tutorías a inculcar sus valores. La profesora, que subraya que “todos mis alumnos están en la asignatura de Religión”, admite que “les hablo de los valores de la familia tradicional, que es la célula de la sociedad, y si ésta se disgrega, enferma y si lo hace, la sociedad entera enferma. Yo no voy a defender una familia que no sea la tradicional”.

Desde su punto de vista, “adoctrinar es que mi compañero Antonio Moreno de Podemos [actual concejal en la oposición y ex primer teniente de alcalde en la primera mitad de legislatura] traiga al centro charlas de la asociación Arcoiris”, en favor de la igualdad de derechos del colectivo LGTBI.

En este mismo sentido, Enríquez apunta durante el transcurso de esas tutorías “también hablamos de la importancia de la virginidad o del aborto. Me preguntan qué sucede si les violan y les contesto ¿qué culpa tiene el niño?”.

Por su parte y a pesar de que según afirma la madre del alumno este adoctrinamiento “se viene produciendo desde el primer trimestre”, en ningún momento se ha elevado queja alguna al centro o a la misma profesora por, según precisa, “miedo a que le cogiera manía a mi hijo”.

Versiones contradictorias

Las versiones de los hechos acaecidos el pasado martes son contradictorias. Si la maestra identifica a uno de los sancionados como cabecilla de la rebelión en la que el alumnado gritó consignas del tipo “¡Presos políticos libertad!”, “¡Catalunya libre!” o “¡PSOE ganador!”, la progenitora indica que su hijo tan sólo se sumó al resto.

La madre asegura que “mi hijo advirtió a la profesora que sus compañeros no la iban a dejar entrar por ultraderechista y llegó a clase cuando ya había empezado todo, sumándose”. En contraposición, Enríquez indica que fue este alumno quien lideró la revuelta y el resto, “que también gritó y pegó puñetazos en las mesas, actuó como borregos por el cachondeo”.

A pesar de que los hechos todavía se están investigando contando con los testimonios de toda la clase, la madre, que indica que “en ningún momento justifico los hechos”, se teme la expulsión, algo que considera desproporcionado, “sobre todo porque mi hijo tan sólo fue uno más, tal y como confirman otros alumnos”.

“Aunque ya no depende de mí”, matiza Enríquez, “sí que estoy de acuerdo con esta medida, porque no podemos dejar que suceda más; me lo dicen otros profesores compañeros, también de Vox, que me animan, incluso, a que denuncie”, añadiendo que “soy de Vox, pero decir que soy ultraderechista o de extrema-derecha es insultarme”. Mientras la docente considera que se trata de un hecho muy grave, que ha escalado hasta la dirección de su partido -“estoy esperando la llamada de Santiago Abascal”-, la madre cree que “se ha victimizado”.

En este sentido, fuentes docentes del centro aseguran “que la Dirección se enteró del incidente por la prensa antes que por la profesora”. Según indican, la docente “llamó al coordinador de Vox en Rincón de la Victoria” –que fue número 2 al Senado por Málaga- y éste fue quien llamó a los medios provinciales, que fueron los que al contrastar la noticia dieron el primer aviso a la Dirección. Estas mismas fuentes aseguran que las quejas en relación al supuesto adoctrinamiento conservador por parte de Enríquez se vienen sucediendo a lo largo del curso, incluso, de propios compañeros. Según ha podido saber Público.es, la Inspección de Educación ha visitado el instituto esta misma mañana.

Ondarroa limpia la pintura arrojada sobre el monolito en recuerdo de Ekai

Concentración en la plaza del Ayuntamiento de Ondarroa en recuerdo de Ekai (EFE)

ONDARROA. Pese a que no dejaron escrito ningún mensaje, el acto ha sido interpretado por el Consistorio y la familia como una reacción de odio hacia las personas transexuales, según ha dicho hoy a Efe un portavoz municipal.

El joven Ekai Lersundi se quitó la vida cuando estaba en espera de recibir tratamiento hormonal en la Unidad de Género del Hospital de Cruces.

Después de que desconocidos mancharan con pintura el monolito levantado por el Ayuntamiento en su recuerdo, el Consistorio de Ondarroa ha condenado con contundencia estos hechos, ha expresado de nuevo su apoyo a la familia de joven y ha dicho que continuará trabajando en favor de la igualdad y contra la discriminación.

Gaysper es un meme político del revés, como pasó con el triángulo rosa usado por los nazis

Versión crochet de Gaysper, creado por Laura Alonso.

Vox se ha caracterizado por un uso prolífico de redes sociales durante casi toda la campaña para las elecciones generales. Con una flexibilidad inusual para un partido político, sus cuentas de Twitter e Instagram han dado cabida a todo tipo de memes que claramente habían sido creado por sus usuarios/seguidores/fans.

El partido había entendido varias máximas: visibilizar el contenido generado por usuarios e incluir a tu fandom como parte de tu campaña es algo que multiplica la difusión, generar ruido en redes para que lostimelines y los grupos de Whatsapp fueran agitados y marcar agenda política y mediática usando la exageración y la victimización de sus votantes y del propio partido.

El 28A, a las 11 de la mañana y siguiendo la estela de estas premisas y de los contenidos generados o distribuidos a lo largo de la campaña, las cuentas de Vox en Instagram y Twitter publicaban un meme donde podía verse de espaldas a Aragorn (personaje de El Señor de los Anillos), blandiendo una espada y a punto de enfrentarse a hordas de orcos. Aragorn representa a España y a Vox y los orcos representan lo que el partido de Vox considera ‘la dictadura progre’. En ella podemos ver el símbolo de la mujer, medios de comunicación como El País, la Sexta o Cadena SER, el símbolo de la anarquía o del comunismo, la senyera por la independencia de Cataluña y por último un fantasma con la bandera LGTB.

Rápidamente las redes comenzaron a ejercer una labor contestataria y a analizar las contradicciones y fallos del meme. En un hilo de respuestas iniciado por los creadores de contenido United Unknownestos le contestaban: “No es por ser tiquismiquis, pero Aragorn viaja y lucha junto a un enano, tres hobbits y un elfo. Más diversidad y tolerancia no encontraréis en toda la tierra media”. A su vez alguien contestaba a este diciendo “Sin contar con un mago gay” (en referencia al actor Ian McKellen, activista por los derechos de gays). Para terminar cerrando otra usuaria avisando que Viggo Mortensen (el actor que interpreta a Aragorn) es socio de OMNIUM cultural (una organización que promueve la cultura y la lengua catalana y es conocida por estar vinculada al proceso independentista). Warner Bros también reprochó a Vox el meme.

Vox estaba siguiendo sus premisas en redes: usuarios indignados y escandalizados movilizándose en contra y probablemente reforzando la autoestima de sus seguidores, generando un relato épico de su propia existencia. Pero si hay una herramienta capaz de desacralizar cualquier relato épico y reducirlo al absurdo esa es el sentido del humor.

Tras los resultados de las elecciones y viendo que el resultado había sido probablemente menor del esperado y durante la mañana del Lunes 29 de Abril muchas de las respuestas comenzaban a ensalzar al ‘fantasmita LGTB’. En una avalancha de creatividad imparable y de imaginación desbordante las redes pasaban de bromear con hacer “una peli de animación de este fantasma LGTBI antifa por favor” a crear al personaje de Gaysper (mezclando las palabras Casper y Gay). Además de encontrar el diseño original del fantasmita (es el emoji del fantasma en Google Android 5.0) se generaba una brutal campaña a favor del colectivo LGTBI que incluye una cuenta de Twitter propia y muchos contenidos (algunos incluso creados ex profeso) asociados al personaje:

 

El actor Brays Efedeclaraba en Twitter: “Gaysper, nuestro nuevo icono. Quiero stickers, camisetas, gifs, una serie. El icono de la España que se opone a la extrema derecha, a la intolerancia, al miedo y al discurso del odio. ¡Viva España! 🇪🇸👻🏳️‍. LLENADLO TODO DE GAYSPERS”. El desarrollo transmedia del personaje llegaba a su punto álgido “participando” en la noche del miércoles en el programa de LateMotiv de Buenafuente (e interpretado por el periodista Roberto Enríquez, conocido como Bop Pop). Se completaba así un giro creativo que hackeaba con humor la imagen de Vox a favor de una de las comunidades que el partido de Abascal dibuja como enemigos en el meme que habían lanzado. Desgraciadamente, no es la primera vez que la comunidad gay (o las comunidades LGTB en su conjunto) se enfrentan a darle la vuelta a ataques simbolizados en una imagen.

La Alemania nazi persiguió duramente la homosexualidad. Bajo la premisa de que ésta era incompatible con la ideología nacionalsocialista porque los homosexuales no se reproducían y por tanto no perpetuaban la raza aria. En los campos de exterminio cada prisionero llevaba un triángulo de distinto color invertido y bordado en su ropa para designar la razón de su encierro. El de los gays era el rosa. El autor Richard Plant lo narra en el libro “The Pink Triangle: The Nazi War Against Homosexuals” (El triángulo rosa: la guerra nazi contra los homosexuales).

Años más tarde, la comunidad gay le dio la vuelta al símbolo y comenzó a usarlo como icono del activismo gay, viralizando así la subversión y dando la vuelta al meme político. Aunque ahora la imagen de la comunidad LGTB sea la bandera arcoiris, en los años 60 y parte de los 70 y 80 el símbolo rosa era el identificativo más conocido de las luchas por los derechos LGTB. En 1980, la coalición ACT UP, que era una organización que apoyaba la lucha de los gays contra el SIDA, decidió adoptar como símbolo el triángulo rosa apuntando hacia arriba para simbolizar la no discriminación y creando un icónico póster donde podía leerse “Silence = Death” (Silencio = Muerte). El triángulo rosa también ha servido como base para el diseño de parques y memoriales como el Parque del Triángulo Rosa en San Francisco, el Homomonument en Ámsterdam y la Escultura al colectivo homosexual en Sitges. Así pues, no es la primera vez que el colectivo LGTB se enfrenta a ataques y los responde con creatividad. La diferencia con respecto al triángulo rosa es que, afortunadamente en el caso del meme de Vox, la respuesta ha sido inmediata.

Los memes seguirán siendo un campo de batalla donde se está dando una guerra cultural por generar nuevos sentidos comunes que dicten cómo ha de ser la vida pública. Vox quiso jugar la baza del guerrero y hombre blanco que se enfrenta a todos sus enemigos. Gaysper es una respuesta espontánea, descentralizada, ni partidista (de momento) y colectiva. Una pista de los escenarios sociales, culturales y políticos que se avecinan.

LA LUCHA CONTRA LA HOMOFOBIA DE SKOLAE SE MERECE UN PREMIO

El programa de coeducación Skolae recibirá una mención la próxima semana por parte de la Federación Estatal del colectivo LGTB. La forma en la que aborda las identidades sexuales desde el respeto y la prevención de la homofobia, claves del éxito.

Uharte. Mural en favor de la diversidad atacado con pintadas de los ultras.

 

Visi González coordina el área de Educación de la FELGTB. Ella da clases en Primaria. Lo habitual, explica, es que las identidades sexuales no se desarrollen a esa edad, sino que afloren durante la Secundaria. Sin embargo, las actitudes homófobas sí que se ven en Primaria. «Maricón» y «bollera» se escuchan a edades muy tempranas antes de que los niños sepan siquiera qué significan, salvo que son insultos. «La LGTBIfobia no la pagan únicamente los niños y niñas del colectivo LGTBI, basta con que alguien parezca serlo para sufrirla».

A González le gusta de Skolae que se centra en toda la comunidad educativa y, en especial, en los formadores. «Los profesores no sabemos de todo y nuestro papel es muy importante. Si en Primaria no atajamos los insultos, acabamos normalizando esos comportamientos». La profesora descarta que tratar estos temas a edades tempranas suponga adoctrinar en nada. «Si se pudiera adoctrinar en esto, todo el mundo sería heterosexual y cisexual, pero no lo es».

La coordinadora asegura que han decidido entregar el premio a Skolae porque cuando les llegó el programa supuso «una alegría». Les gustó que fuera integral, con información graduada por años desde los 0 a los 18 y también porque incorpora medios de evaluación y de garantía de que las materias se imparten, pues otras intentonas en otros lugares han quedado en buenas palabras. El otro gran punto fuerte es que se trata de un programa transversal. «Muchas veces nos encontramos que el tema de la diversidad sexual solo se trata con motivo del Día del Orgullo y que hay familias que, cuando se van a tratar estos temas, deciden no llevar a los alumnos al centro. Siendo transversal y obligatorio, no se pueden eludirlo».

Lejos del enconado panorama político navarro, Skolae se mira con cierta admiración. Miguel Ángel Arconada aporta un ángulo interesante. Él es uno de los redactores de los materiales de Skolae. Este profesor castellanoleonés ha trabajado en numerosas ocasiones para el Gobierno del PP de su comunidad, sin haber sufrido nunca una oposición tan histriónica como la que se ha movilizado contra el programa. El profesor destaca que el tema de la diversidad sexual supone una parte imprescindible del Skolae. «Combatimos el estereotipo de la masculinidad dominante y, de este modo, también atacamos el fondo de la homofobia. El ser gay no puede acarrear una pérdida de categoría social dentro de un centro educativo. Nadie tiene que ser mirado como si fuera de menos por su identidad sexual. Las identidades diversas deben ser creadoras de igualdad».

Skolae trabaja eso con cuentos donde los amores no son siempre entre atrevidos varones y preciosas princesas, con actividades, con exposiciones. La vida real no es como las de esos cuentos y las familias de los alumnos tampoco son así.

«Se está formando a más de 2.000 profesores en coeducación. Ninguna iniciativa en todo el Estado está teniendo una envergadura así. Por eso para mí ha sido un placer formar parte de todo esto», resalta Arconada.

En la fiesta de la FELGTB brillarán nombres como Bob Pop, Itziar Castro, Empar Pineda, Jordi Petit, Arantxa Etxebarria, Jesús Generelo. No se sabe quién recogerá para Nafarroa la mención para Skolae el próximo día 6. Quizá nadie pueda, por cuestiones de la Ley Electoral. Y resulta extraño, pues el riesgo de involución está, precisamente, en las urnas y los partidos que quieren volver a lo de antes.

La Generalitat Valenciana abre diligencias para sancionar al colectivo que organiza cursos para ‘curar’ la homosexualidad

Convivencia del colectivo Verdad y Libertad en las Esclavas de Gandia con participación de sacerdotes.

La Dirección General de Igualdad en la Diversidad de la Generalitat Valenciana ha abierto diligencias previas a un posible expediente sancionador a Verdad y Libertad y a su fundador, el médico granadino M.Á.S.C., por la celebración en tres sedes religiosas de Valencia de cursos homófobos. La investigación parte de la información publicada por eldiario.es que acredita con testigos, grabaciones y documentación estas pseudoterapias de aversión destinadas a modificar la orientación sexual, no permitidas en la Comunitat Valenciana desde la aprobación de la ley autonómica LGTBI.

“En el caso de producirse, el expediente sancionador se realizaría por incumplimento del artículo 60.4. de la ley LGTBI, que regula las infracciones muy graves, entre las que se encuentran la realización, difusión o promoción de métodos, programas o terapias de aversión, conversión o contracondicionamiento destinadas a modificar la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de las personas, con independencia del consentimiento prestado por la persona sometida a estas terapias”, explican fuentes de la dirección general.

Según la ley LGTBI, aprobada por el Parlamento valenciano en noviembre de 2018, “las infracciones muy graves serán sancionadas con multa de 60.001 hasta a 120.000 euros”. Señalan las mismas fuentes, que la celebración de este tipo de cursos podría derivar en otro tipo de reprimendas administrativas como la inhabilitación temporal, por un periodo de tres a cinco años, para ser titular de centros o servicios dedicados a la prestación de servicios públicos.

Además, se puede imposibilitar a la asociación o al titular acceder a ayudas públicas de la Generalitat o contratar con la misma por periodos de tres a cinco años. La norma también contempla el cierre o la suspensión temporal del servicio, la actividad o la instalación por un plazo de hasta 5 años.

La ley LGTBI valenciana no obtuvo ningún voto en contra en el Parlamento valenciano, ya que fue apoyada por PSPV-PSOE, Compromís, Podemos y Ciudadanos con la abstención del Partido Popular.

Madrid investiga los cursos de Alcalá

Cursos similares a los de Verdad y Libertad celebrados en Valencia, al menos desde 2015, también se han impartido por parte del obispado de Alcalá de Henares, como reveló en exclusiva eldiario.es. Este tipo de sesiones están prohibidas en la Comunidad de Madrid y quienes las imparten pueden enfrentarse a multas de más de 45.000 euros. La administración autonómica madrileña también anunció que iniciaría una investigación por la celebración de estas terapias de reversión de la que de momento no se conoce más.

El arzobispado de Valencia, del que es titular el cardenal Antoñio Cañizares, se ha distanciado de los cursos homófobos de Verdad y Libertad. Pese a ello, Verdad y Libertad ha podido celebrar sus convivencias en tres enclaves religiosos valencianos: Salesianos de Godelleta, Esclavas de Gandia y Verbum Dei en Siete Aguas.

Albert Rivera busca desmarcarse de Vox y el PP en un acto de apoyo a gays y lesbianas

El candidato de Ciudadanos promete que, si gobierna, “en España no se va a dar ni un paso atrás en derechos y libertades civiles”

Albert Rivera y Pablo Sarrión, durante el acto de Ciudadanos en Albacete. Manu EFE

Albert Rivera se ha querido desmarcar hoy claramente del PP y de Vox en busca del voto de centro liberal. El candidato ha protagonizado en Albacete un acto de apoyo a la diversidad sexual y a los colectivos de gays, lesbianas y transexuales. En el Casino Primitivo de la ciudad, junto a Pablo Sarrión, candidato gay de Cs, ha querido marcar una nítida línea separadora entre los liberales y los conservadores.

El candidato naranja ha prometido que si su partido gobierna, “en España no se va a dar ni un paso atrás en derechos y libertades civiles; todos los pasos que se den serán hacia adelante”.

“Los conservadores quieren que nada cambie; pero los liberales queremos que las cosas evolucionen, y apostamos por mirar al futuro, no al pasado”, ha sentenciado ante unas 200 personas que llenaban el salón de actos del Casino de la capital albaceteña.

Tanto la presentadora del acto, la candidata de Cs a la Junta de Castilla-La Mancha, como el propio Rivera han destacado los avances que España ha protagonizado en los últimos años en defensa de los derechos de gays y lesbianas, como el matrimonio homosexual. Rivera se ha comprometido a consolidar esos derechos y a implantar nuevas medidas en este sentido.

Como ha asegurado, sin citar por su nombre a Vox, todavía hay quien defiende posiciones más del siglo XX que del siglo XXI y “aún hay personas que sufren discriminación por razón de su orientación sexual”.

LA EXPERIENCIA DE PABLO SARRIÓN

El acto ha sido especialmente emotivo. El joven Pablo Sarrión, de 29 años, un trabajador de Ciudadanos que ocupa un puesto simbólico de la lista de Cs en Madrid, ha narrado su experiencia personal y las dificultades a las que se tuvo que enfrentar, sobre todo en su pueblo de origen, Ontur, en Albacete, de sólo 2.000 habitantes.

Sus padres, Pedro y Pepi, han relatado cómo vivieron su homosexualidad, que empezó a manifestarse hacia los 12 o 13 años, una época que ella ha calificado como “unos años muy malos”. A veces enjugándose las lágrimas, su madre ha recordado cómo Pablo sufrió acoso, bromas y burlas pesadas en el colegio, que superó gracias a sus amigas. Fue en Canadáaños después, en una beca de estudios, donde asumió su sexualidad y la incorporó de forma natural a su personalidad.

El pasado 20 de marzo, la imagen de Pablo Sarrión se hizo viral cuando debatió en Al Rojo Vivo con el candidato de Vox por Albacete, Fernando Paz, que había defendido públicamente que los gays y lesbianas debían someterse a terapias para ‘curarse’. Sarrión le espetó que los gays no son enfermos. Y que posturas homófobas como la suya hacen mucho daño a un colectivo vulnerable que todavía tiene que luchar por sus derechos.

En aquel programa, Pablo Sarrión dijo a Fernando Paz: “Usted considera que yo tengo que ir a una terapia. Yo le digo que lo mejor es que lo acepte, esto no se trata de decidir si soy gay o no, yo nací gay y estoy muy orgulloso de serlo, igual que de ser español”. Paz dimitió dos días después.

Después de Pablo y sus padres, ha tomado la palabra Albert Rivera, que ha prometido que si Cs gobierna, en España va a haber “tolerancia cero frente a la homofobia”. El presidente de la formación naranja ha prometido “una ley efectiva de igualdad de trato” y que las parejas de hecho tendrán los mismos derechos que los matrimonios.

Rivera se ha extendido en la defensa de la gestación subrogada, de la que están a favor la mayoría de los colectivos gays. Y ha aprovechado para atacar a la vicepresidenta, Carmen Calvo, y a la número dos del PSOEAdriana Lastra, por rechazar lo que ellas llaman “vientres de alquiler”: “Yo no considero feminista a Calvo o a Lastra, políticas sectarias que no quieren que Pablo pueda ser padre en nuestro país”.

El líder de Cs ha reiterado que quiere ser “el presidente de todas las familias”: la familia tradicional, pero también las parejas formadas por gays y lesbianas, las familias monoparentales, los divorciados con custodia compartida o los padres mediante gestación subrogada.

LOS MÓVILES, PROHIBIDOS EN EL COLEGIO

Como la madre de Pablo ha relatado algunas situaciones de acoso escolar a las que se tuvo que enfrentar, Albert Rivera ha querido destacar una de las medidas que contiene el programa electoral de Cs que se ha hecho público hoy: su intención es que el uso del móvil se prohíba en todos los colegios, desde la entrada de la mañana hasta que los niños y jóvenes salgan por la tarde, incluido el recreo.

Rivera ha defendido que Pablo Sarrión pueda tener una familia y ser padre -si lo desea- porque los dos únicos principios que ha asegurado que tiene que cumplir una familia son “amor y convivencia”, sin condicionantes de orientación sexual o burocráticos.

 

Rivera: “Calvo y Lastra no son feministas, sino políticas sectarias que no quieren que los gais sean padres”

El candidato de Ciudadanos celebra un acto en apoyo de los derechos de los gais con el que se diferencia de PP y Vox

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera. FOTO: ANDER GILLENEA (AFP) | VÍDEO: EFE

Albert Rivera ha sacado este martes a relucir su perfil liberal abierto en las cuestiones morales para diferenciarse del PP y Vox. El líder de Ciudadanos (Cs) ha celebrado en Albacete un acto centrado en los derechos de los homosexuales, en el que ha estado acompañado de uno de sus candidatos por Madrid, Pablo Sarrión, de origen albaceteño, que ha contado emocionado junto a sus padres que sufrió acoso en la adolescencia por ser homosexual. Rivera se ha comprometido con los derechos de los gais y las lesbianas y los ha vinculado con la gestación subrogada. El candidato de Cs ha lanzado un dardo al PSOE por no aceptar esta práctica: “No considero feministas a las señoras [Carmen] Calvo y [Adriana] Lastra, esas políticas sectarias que no quieren que Pablo sea padre”.

Rivera ha comparado las reticencias de parte de los colectivos feministas o el PSOE con la gestación subrogada con los recelos en su día contra “los bebés probeta”. “A los que están en contra: ¿serían capaces de rechazar a un hijo por haber nacido por ese método?”, ha interpelado. Ciudadanos hace bandera de esta práctica en solitario. Es su programa electoral para el 28-A, propone una ley que la regule de forma altruista. El PSOE, al contrario, plantea en su programa que debe mantenerse prohibida.

El acto ha estado cargado, en realidad, de referencias a Vox y a su candidato por Albacete al Congreso, Fernando Paz, que tuvo que dimitir por sus declaraciones homófobas y antisemitas. Rivera ha censurado a los “odiadores profesionales” y ha remarcado las diferencias entre los “liberales y los conservadores”, en que los últimos “no quieren que nada cambie”.

El líder de Ciudadanos, que no reniega de un posible apoyo de la formación de extrema derecha en caso de que pueda sumar con el PP para formar un Gobierno de coalición, ha querido dejar un “aviso a navegantes”, que sonaba dirigido a Vox: “Si Ciudadanos gobierna España, no va a haber ni un paso atrás en las libertades”. “Tolerancia cero para la homofobia”, ha remarcado el candidato. Ciudadanos lleva en su programa que se blinde el matrimonio LGTBI en la Constitución española. Como propuesta relacionada (para dificultar el acoso en el colegio), el presidente de Cs ha planteado prohibir los teléfonos móviles en las aulas.

Le había precedido a Rivera una exposición muy emotiva de Pepi y Pedro, padres de su candidato Pablo Sarrión, que han contado a los dos centenares de simpatizantes en el Casino Primitivo de Albacete que su hijo dejó de ser feliz a los 13 años, cuando empezaron a acosarle en el colegio por ser gay. “Los últimos que nos enteramos somos siempre los padres”, ha admitido Pedro sobre la homosexualidad de su hijo, en un relato que ha tenido también momentos cómicos, como cuando ha relatado que Pablo “tuvo una novia, aunque el roce no era muy fuerte”. El hombre se ha terminado preguntando, con una lógica aplastante: “¿Por qué no pueden tener los mismos derechos unos que otros?”.

Sarrión ha recordado que su colectivo “sufre” y ha pedido “avanzar hacia la diversidad y la tolerancia”. “Gracias Albert por defender mi causa y la de muchos que tenemos que escuchar que estamos enfermos, que el matrimonio es únicamente entre el hombre y la mujer. La de muchos que no queremos ser encerrados en un armario”. El joven se ha felicitado por conseguir que el dirigente homófobo de Vox tuviera que dimitir. “Los albaceteños, no es que no le hemos apoyado con votos, es que lo hemos echado”.

 

Arrancan la placa en homenaje a ‘La Veneno’ una semana después de su colocación en Madrid

La placa en homenaje a ‘La Veneno’ es arrancada una semana después de su colocación. TWITTER @RUBENLODI

Así lo ha denunciado en la red social Twitter Rubén López, director del Observatorio Madrileño contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia y miembro de la ejecutiva de Arcópoli, asociación que junto a la Junta Municipal de Distrito de Moncloa-Aravaca, llevaron a cabo la inauguración de la placa en homenaje a ‘La Veneno’ el pasado lunes 8 de abril, hace tan solo una semana. Anteriormente, Arcópoli ya había colocado en el mismo parque placas en honor a Ortiz antes de que la oficial llegara la semana pasada.

En el mensaje que ha difundido López, ha asegurado que denunciarían el acto vandálico al Ayuntamiento de Madrid y que exigirían su reposición. “Si alguien se cree que por arrancar la placa de Cristina Ortiz, La Veneno, va a dejar de estar ahí, lo llevan claro”, ha declamado en honor a la homenajeada.

La placa fue inaugurada el pasado lunes 8 de abril en el madrileño Parque del Oeste, donde ella ejerció la prostitución, más de dos años después de su muerte. ‘En memoria de Cristina Ortiz, La Veneno, mujer transexual visible en los años 90’ es la frase que se había incluido en la placa, que estaba ubicada entre la calle Francisco y Jacinto Alcántara y el Paseo de Camoens.

Cristina Ortiz fue una actriz y vedette transgénero muy popular en la década de los 90 en televisión y falleció en 2016 tras pasar cuatro días en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital La Paz de Madrid, a la que llegó después de ser encontrada en su casa con un golpe en la cabeza.

HOMOFOBIA : La ola de agresiones homo-transfóbicas que sacude a la comunidad LGBTI de Chile

“A Brenda la mataron de forma brutal. Quiero justicia para ella, que se sepa quién la mató de esta manera, que este hecho no quede impune, que las autoridades ayuden en esto, por favor”. Fueron las palabras desesperadas de Gloria Vallejos, madre de Brenda, asesinada cerca de su casa el lunes pasado en Valparaíso, en la zona central de Chile.

Personas sostienen paraguas arco iris para celebrar el Día Internacional contra la Homofobia frente al edificio del Parlamento rumano en Bucarest. DANIEL MIHAILESCU / AFP

“A Brenda la mataron de forma brutal. Quiero justicia para ella, que se sepa quién la mató de esta manera, que este hecho no quede impune, que las autoridades ayuden en esto, por favor”. Fueron las palabras desesperadas de Gloria Vallejos, madre de Brenda, asesinada cerca de su casa el lunes pasado en Valparaíso, en la zona central de Chile.

Brenda Plaza tenía 41 años y era una mujer trans que vivía en Iquique, al norte del país, pero aterrizó hacía dos meses al litoral para visitar a su madre. Hasta ahora no se han encontrado los responsables del crimen, pero familiares y activistas criticaron que la policía hablara de ella como “una persona de sexo masculino vestida de mujer”. “Hasta el último momento trataron a Brenda como hombre. Así que no podemos esperar que los malos dejen de matarnos, ni mucho menos podemos esperar respeto de los demás, si la misma policía no nos respeta”, espetó la concejala trans de la ciudad porteña, Zuliana Araya.

El asesinato de Brenda se suma a una larga lista de agresiones y ataques que se han registrado en el país suramericano en el último tiempo. Según el XVII Informe Anual de los Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género, elaborado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), en 2018, en Chile se denunciaron 698 casos de violencias y abusos basados en la orientación sexual o la identidad de género de las personas. En comparación a 2017, se registró un aumento de un 44%, la cifra más alta que se ha registrado en los últimos 17 años. El documento también revela que por tercera vez en este período, la población trans acumuló el mayor número de vulneraciones, con el 39% del total, correspondiente a 273 casos, el más alto conocido hasta ahora.

Hasta el 15 de marzo, se registraron en el país sudamericano 13 casos de violencia física por diversidad sexual, un 85% más que el promedio de años anteriores entre enero y marzo. En este recuento no se consideró el homicidio de Brenda ni tampoco la agresión que sufrieron un grupo de mujeres trabajadoras sexuales trans, que fueron apuñaladas a finales del mes pasado.

Entre los últimos casos que han conmocionado la sociedad chilena hay la “violación correctiva” de un hombre a su hijastra por ser lesbiana; o el ataque a la joven Carolina Torres, que quedó herida con riesgo vital tras ser golpeada con un palopor dos hombres mientras paseaba de la mano de su novia y otra amiga.
Precisamente, este jueves, después de dos meses de búsqueda, los presuntos agresores de Carolina fueron detenidos y, tras pasar a disposición del juez, quedaron en prisión preventiva mientras dure la investigación. El magistrado consideró que existe riesgo de fuga y que representan un peligro para la víctima y para la sociedad. No tuvieron la misma suerte las familias de María Pía Castro y Nicole Saavedra, asesinadas en 2008 y 2016 respectivamente, por ser lesbianas. Ambas muertes siguen impunes hasta el día de hoy.

“Efecto rebote” y ultraderecha

Érika Montecinos, directora de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, vincula la ola de agresiones de los últimos meses a la irrupción de los discursos de odio de los sectores “fundamentalistas y ultraconservadores” que han aparecido en todos los medios y la sociedad en general. “Es un acoso que nosotres vivenciamos diariamente, sobre todo aquellas personas que tienen una expresión o identidad de género diversa, como las lesbianas camionas o las personas trans”, explica.

Coincide con ella el encargado de legislación y políticas públicas de Organizando Trans Diversidades (OTD), Franco Fuica, que apunta que los logros de la comunidad LGBTI se convierten en “razones para ser más odiados” por parte de los sectores más reaccionarios. “Hay un efecto rebote”, afirma.

De hecho, los avances en la tramitación de la Ley de Identidad de Género, que se promulgó el noviembre pasado, y el triunfo de la película Una Mujer Fantástica en los Oscar de 2018 provocaron la ira y el rechazo homo-transfóbico de varios grupos y personas que se movilizaron para boicotear la norma o para ofender a la protagonista del film, Daniela Vega. Concretamente, del total de casos de discriminación del 2018, 15 fueron dirigidos contra la actriz y 218 para boicotear la ley, según el Informe Anual.

Para Montecinos no se puede pasar por alto las consecuencias que tienen hasta hoy las dictaduras que en los 70 acecharon los países de América del Sur. Según ella, los grupos vinculados a los asesinatos y desapariciones no han desaparecido totalmente y resurgen ahora “con discursos neofascistas”. Opina que en los gobiernos de derecha “no hay mano dura ni políticas efectivas” que condenen los discursos de odio que incitan a la violencia. Y añade: “Se normalizan y relativizan detrás de una errada interpretación de la libertad de expresión”.

Fuica considera que lo que ocurre en Chile tiene relación directa con el auge de la extrema derecha a nivel global y el “mal manejo de los gobiernos socialistas”. Según él, los partidos conservadores “han empoderado a estos grupos que habían estado en la sombra y ahora aparecen sin temor, vergüenza ni pudor”.

Políticas a debate

Chile tiene varios pendientes en materia de políticas antidiscriminatorias. En 2012 se promulgó la Ley Antidiscriminación, más conocida como Ley Zamudio, en homenaje al joven Daniel Zamudio, víctima mortal de una agresión homofóbica perpetrada por un grupo neonazi. Sin embargo, las organizaciones LGBTI reclaman una revisión de la normativa porque la consideran insuficiente. “No tiene sanciones contra quien discrimina, excepto una multa que además tiene un beneficio fiscal; y hay que cambiar la carga de la prueba: no debería ser la víctima quien demuestre la discriminación, sino que tendría que ser el agresor quien debiera probar que no lo hizo”, lamenta Franco Fuica.

El gobierno de Sebastián Piñera anunció para marzo la convocatoria de una consulta ciudadana para evaluar la efectividad de la ley, pero de momento no ha habido avances al respecto y el anuncio quedó en meras palabras al viento.
Ante el aumento de la violencia y desprotección, el Ejecutivo también decidió establecer una mesa de trabajo abierta a las organizaciones sociales. Sin embargo, algunas de las entidades fueron excluidas de la convocatoria y quedaron sin representatividad. La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, indicó que el incremento de agresiones contra mujeres lesbianas y trans, requiere “un trabajo especializado” y “una protección especial” porque la violencia que afecta a estos grupos de mujeres “tiene unas características especiales”. Sin embargo, tampoco en eso ha habido avances.

Érika Montecinos considera que hasta ahora las políticas públicas dirigidas a la comunidad LGBTI “han sido débiles” y no han abordado la “violencia estructural que niega derechos, por ejemplo, a las familias diversas, o que impide el matrimonio igualitario”. Por eso, desde su organización reclaman leyes “más severas que sirvan para combatir la incitación y crímenes de odio”. Como mujeres lesbianas y trans, exigen que se las incluya en las leyes integrales de violencia contra la mujer: “Queremos que se considere la violencia a las mujeres por su orientación sexual e identidad de género, que se busque una mirada más amplia y no heteronormativa”, sostiene.

Desde OTD, Fuica redunda esa mirada y añade la importancia de transformar desde la educación: “Es el pilar fundamental para el cambio social hacia la igualdad verdadera”, concluye.