Un prelado gay

Un obispo polaco, Krzysztof Charamsa, salió del armario en entrevista del ‘Corriere della Sera’, seguida por una multitudinaria rueda de prensa en la que presentó a su novio, que resultó llamarse Eduard y ser catalán. Los catalanes no son muy famosos como independentistas en el mundo, pero empiezan a gozar de un justo prestigio como novios. Ahí está el joven Rigau que enamoró a Gina Lollobrigida. Qué gran asunto para ese programa de TV3 que llaman ‘Pòlonia’. Charamsa no era un obispo cualquiera; era oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, antes Santo Oficio y mucho antes Santa Inquisición, para que se vea si cambian los tiempos.

Al Vaticano no le ha gustado tal alarde de sinceridad, especialmente en la víspera del Sínodo sobre la Familia. El portavoz vaticano, Federico Lombardi, anunció que el prelado no podría seguir desempeñando sus tareas en la Congregación.

El Papa había mostrado señales de apertura a su vuelta de Brasil: “Si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”, pero tal vez el prelado Charamsa se lo tomó en sentido excesivamente literal, gracias al prestigio que Francisco ha sabido granjearse entre la izquierda, con una posición entre el populismo y la socialdemocracia. A mí, si me permiten la confianza, me gustaba más su antecesor, pero para gustos están los colores. Mi muy queridoRaúl del Pozo, que escribía una columna en ‘Mundo Obrero’ a finales de los 70, saludó la elección de Juan Pablo II, con una frase que se me quedó grabada: “Si no temiéramos ofender diríamos que es un Papa eurocomunista”.

Tengo para mí que el quid de la cuestión no está del todo en la homosexualidad del prelado ni en el género o el gentilicio de su novio. El hecho de que hubiera presentado a su novia no habría cambiado la sustancia del conflicto.

El corazón tiene razones que la razón no entiende. La tertuliana Lucía Caram, que es una monja montonera, confesó el pasado mes de mayo: “Estoy enamorada del presidente Mas“. Sobre los amores uno puede entenderlo casi todo: que la fogosaAna Karenina, esposa de Alexei Karenin, que era un alto funcionario del Gobierno, le ganaba bien y la trataba como a una reina, se enamorase del apuesto príncipeVronsky, tenía un pasar. Pero mira que ser esposa de Cristo y enamorarse de Artur Mas… Tiene que haberse vuelto loca.

Luego está la praxis. ¿En qué se diferencia un sacerdote heterosexual de otro gay si ninguno de los dos practica? La fe sin obras es una fe muerta, dice la Biblia (Santiago 2, 20). Así las cosas, creo que la Iglesia haría bien en replantearse su pertinaz negativa a acabar con el celibato sacerdotal. Tal vez pudiera empezar a sopesar la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Hoy por hoy no hay colectivo humano tan favorable a revitalizar el sacramento del matrimonio con su compromiso personal como la comunidad gay. El matrimonio es una garantía de castidad para los contrayentes. Si queréis unos sacerdotes libres de concupiscencia, ofrecedles matrimonio. El difunto Jaume Perich lo dejó sentado hace muchos años: “La aberración más extendida entre los matrimonios españoles es el coito anual”.

El Papa: ‘El sueño de Dios es la felicidad en el amor entre hombre y mujer’

Sínodo sobre la Familia

El Papa Francisco inaugura la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia

El Papa Francisco inaugura la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia GIUSEPPE LAMIEFE

Con una solemne misa, el Papa Francisco ha abierto oficialmente el XIV Sínodo Ordinario de la Familia que, durante las próximas tres semanas, reunirá en el Vaticano a representes de las conferencias episcopales de todo el mundo -cardenales y obispos-, expertos y 45 padres sinodales nombrados específicamente por el Pontífice para debatir acerca del estado de salud de la familia en la sociedad contemporánea. Y lo ha hecho haciendo un llamamiento a favor de la familia tradicional, del matrimonio y del “amor entre hombre y mujer“.

“Este es el sueño de Dios para su criatura predilecta: verla realizada en la unión de amor entre hombre y mujer; feliz en el camino común, fecunda en la donación recíproca”, ha dicho el Pontífice durante la homilía. “Para Dios, el matrimonio no es una utopía de adolescente, sino un sueño sin el cual su criatura estará destinada a la soledad”. “El objetivo de la vida conyugal”, ha continuado el Papa, “no es solamente vivir juntos para siempre, sino amarse para siempre“.

Quien esperaba que el Papa abriría el Sínodo con un mensaje aperturista o haría algún guiño a la salida del armario del prelado polaco Krysztof Charamsa, se equivocaba. El Pontífice argentino ha optado por pronunciar un mensaje tradicional en el que ha insistido en la “indisolubilidad del matrimonio” y la “defensa del amor fiel”.

Un mensaje que seguramente habrá recibido el beneplácito del ala más conservadora del Vaticano, muy crítica con algunas de las últimas reformas y gestos del Papa Francisco, como su posición a favor de la comunión de losdivorciados vueltos a casar, uno de los temas que también serán objeto de debate de esta asamblea sinodal.

Durante la homilía, Francisco también ha reflexionado sobre el “drama de la soledad” que “aflige a muchos hombres y mujeres”. “Pienso en los ancianos abandonados incluso por sus seres queridos”, dijo el Papa. “En los emigrantes y refugiados que huyen de la guerra y la persecución; y en tantos jóvenes víctimas de la cultura del consumo, del usar y tirar, y de la cultura del descarte”, denunció el Pontífice.

Y todo ese “egoísmo, melancolía, violencia destructiva y esclavitud del placer y del dios dinero” se refleja en la familia.

“El amor duradero, fiel recto, estable, fértil es cada vez más objeto de burla y está considerado como algo anticuado”, cuando son precisamente las sociedades más avanzadas donde se da “el porcentaje más bajo de tasa de natalidad y el mayor promedio de abortos, de divorcios y de suicidios”. En las sociedades ricas, muchos jóvenes no se atreven a asumir compromisos verdaderos, aseguró el Papa, porque “el miedo al matrimonio paraliza el corazón humano”.

En Instrumentum laboris, el documento preparatorio de este Sínodo y que incluía las conclusiones de la Relatio Synodide, el documento final de la precedente asamblea sobre la familia que se desarrolló en octubre del año pasado, el Papa indicaba en referencia a los homosexuales que “toda persona, independientemente de la propia orientación sexual, debe ser respetada en su dignidad y acogida con sensibilidad y delicadeza“.

Pero insistía asimismo en que el matrimonio es sólo el que se produce entre un hombre y una mujer. Además reflexionaba sobre el aborto, la nulidad matrimonial o la comunión de los divorciados que se han vuelto a casar. Estos dos últimos temas han sido resueltos por el Pontífice tras señalar que los divorciados “no están excomulgados” y reformar el proceso de anulación del matrimonio eclesiástico a través de un motu proprio, que en la práctica simplifica y garantiza su gratuidad.

Por eso, la discusión sobre los homosexuales se antoja uno de los argumentos de debate fundamentales de este Sínodo. Pero, si ya había expectación en los últimos días por los resultados de esta asamblea ordinaria, la declaración pública de monseñor Kryzstof Charamsa, prelado polaco y oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ha reconocido ser homosexual y tener una pareja, ha terminado por enrarecer aún más el ambiente al otro lado del Tíber. Las conclusiones a las que se llegue en este Sínodo Ordinario de la Familia -que deberán ser aprobadas por al menos dos tercios de los padres sinodales– podrán servir al Papa para impulsar nuevas reformas dentro de Iglesia.

¿Quién es el prelado que ha hecho temblar el Vaticano?

Fiel defensor de la homosexualidad

En la imagen, Krysztof Charamsa junto a su pareja, tras una rueda de prensa en la que ha revelado su homosexualidad

En la imagen, Krysztof Charamsa junto a su pareja, tras una rueda de prensa en la que ha revelado su homosexualidad. TIZIANA FABIAFP

Krysztof Charamsa, el prelado polaco de 43 años que ha desafiado al Vaticanosaliendo del armario y presentando a su novio, se define como “un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso” de su propia identidad. Pero Charamsa, que hasta su declaración pública era oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, profesor de Teología en varias universidades gregorianas y secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional, es también un firme defensor de la independencia de Cataluña y activista en favor de los derechos de los homosexuales desde hace años.

Poeta, filósofo y teólogo de formación, estudió en la Universidad de Pelpin (Polonia) y en la Facultad de Teología de Lugano (Suiza) antes de ordenarse sacerdote en 1997. Cinco años más tarde obtuvo el doctorado en la Pontificia Universidad Gregoriana en el Vaticano. El sacerdote polaco conoce bien España.Desde hace años comparte su vida con Eduard, un hombre de orígen catalán que le acompañó durante la rueda de prensa que ofreció en un restaurante de Roma tras la publicación de su entrevista en Il Corriere della Sera. Un compañero de vida del que no se separó ni un instante y con el que intercambió miradas cómplices ante los periodistas.

El orígen catalán de su compañero sentimental le ha hecho conocer en profundidad la actualidad española. Y como acaba de demostrar, Charamsa no es un hombre que tema decir lo que piensa en todo momento. Por eso, pocas semanas antes de las elecciones en Cataluña, el sacerdote polaco hizo público su apoyo a la independencia catalana basando su argumento en la defensa de la autodeterminación de los pueblos que, según él, está incluida en la doctrina de la fe cristiana. “Los derechos de autoderminación de una nación forman parte de los derechos del hombre. Y una de las partes importantes de los derechos de las personas es el derecho a la independencia”, afirmó Charamsa durante una entrevista concedida a ‘El matí’ de Catalunya Radio.

Las declaraciones del sacerdote polaco fueron inmediatamente desaprobadas por la Conferencia Episcopal Española. El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, calificó de “inadmisibles” las palabras de Charamsa y pidió que no se metiera a la Santa Sede en el debate independentista catalán. “No hay que confundir el derecho de autodeterminación con el derecho de secesión que no es realmente admitido por la doctrina social de la Iglesia”, dijo Cañizares.

Comprometido con los derechos de los homosexuales

A pesar de que no ha sido hasta ahora que ha reconocido públicamente su homosexualidad, monseñor Charamsa es desde hace años un firme defensor de los derechos de gays, lesbianas y transexuales, así como de la inclusión de los homosexuales en la vida de la Iglesia. Muy activo en las redes sociales, es usuario de Twitter y desde hace un par de meses escribe un blog en el que vierte sus opiniones personales acerca de la actualidad.

Recientemente publicó un decálogo en la revista polaca ‘Wyborczej’ titulado ‘Un nuevo manifiesto de liberación’, en el que, entre otras cosas, exigía que la Iglesia pidiera perdón por “el abandono, el silencio, la persecución y los crímenes contra los homosexuales“, revisara “los textos bíblicos sobre la homosexualidad” y aboliera la prohibición que aprobó Benedicto XVI en 2005 que impide la ordenación de sacerdotes gays. También reclamaba una revisión del catecismo y la cancelación de los documentos de la Iglesia que “estigmatizan” a las personas homosexuales, “en particular los de la Congregación para la Doctrina de la Fe, heredera de la Santa Inquisición”.

Hasta el pasado sábado Charamsa era precisamente oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio vaticano que se ocupa de promover la fe y la moral en el mundo católico, y del que fue máximo responsable Benedicto XVI durante 24 años. Y tras ser relevado de su cargo por el Vaticano, denunció que este ministerio vaticano, llamado hasta 1956 el Tribunal del Santo Oficio, “es el corazón de la homofobia de la Iglesia católica, una homofobia exasperada y paranoica”.

Su defensa a ultranza de los derechos de los homosexuales le ha hecho procurarse no pocos enemigos en su país. El pasado miércoles monseñor Charamsa escribió un artículo en el semanario católico polaco ‘Tygodnik Powszechny’ en el que criticaba duramente al sacerdote polaco Dariusz Oko, docente de la Universidad Juan Pablo II de Cracovia y muy conocido en Polonia por sus declaraciones contra los gays. Tras la publicación del artículo, titulado ‘Teología y violencia’, el ex oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fecomenzó a recibir e-mails y cartas con amenazas. Según el diario polaco ‘Gazeta Wyborcza’, uno de los más importantes del país, este episodio ha sido clave para que monseñor Krysztof Charamsa decidiera declarar públicamente su homosexualidad.

¿Se puede ser gay y sacerdote católico?

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

Charamsa y su pareja, Eduard, en rueda de prensa. TIZIANA FABIAFP

La homosexualidad descoloca a la Iglesia católica, que se debate entre la “igual dignidad de cualquier persona ante los ojos de Dios” y el tabú del sexo no heterosexual. Porque el homosexual rompe sus esquemas. “Varón y mujer los creó”, dice el Génesis. ¿Se puede ser gay y católico? ¿El homosexual nace o se hace? ¿El homosexual es un enfermo, un desviado, un vicioso o un hijo de Dios?

Hasta la llegada de Francisco al solio pontificio, la homosexualidad era un línea roja en la Iglesia católica, uno de los llamados “principios doctrinales innegociables”. Es decir, la homosexualidad se consideraba un vicio y un pecado contra natura. Por lo tanto, había que acoger al pecador, pero sin bendecir su pecado. Es decir, acogida teórica, sí, pero en la práctica los gays no sólo no pueden casarse por la Iglesia, sino que ni siquiera pueden ser curas, según una decisión canónica tomada por la Congregación para la Doctrina de la Fe en el año2008.

Hasta entonces, los homosexuales podían ordenarse sacerdotes, siempre que se mantuviesen castos y no rompiesen el celibato, que obliga tanto a heteros como a homos. Y, de hecho, las filas clericales están repletas de curas, frailes, monjas, obispos y cardenales con tendencias homosexuales. Se habla, incluso, desde hace años, de la existencia de un poderoso lobby gay en el Vaticano.

El caso del polaco Charamsa y su explosiva salida del armario, el día antes de la inauguración de la segunda parte del Sínodo sobre la familia ejemplifica a las claras esta situación. Hay homosexuales en la Curia, que mantienen su condición en secreto y la viven en las sombras. Hasta que no aguantan más y explotan. Y algunos, como el teólogo polaco, reúnen las fuerzas suficientes no sólo para salir del armario, sino para dejar en evidencia la “homofobia paranoica” de la sala de máquinas vaticana, donde los homosexuales reprimidos ocupan puestos de relieve.

Charamsa no era un funcionario de tercera de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Joven, preparado e inteligente, llegó al dicasterio que vigila la doctrina católica en 2003, en la época en la que estaba regido por el entonces cardenal Ratzinger. Y llegó a tener un puesto importante en ella, además, de ser elegido, secretario de la comisión teológica internacional y profesor en la Universidad Gregoriana y en la Pontificia Regina Apostolorum de Roma.

Tras su outing, la maquinaria del Vaticano se puso en marcha y el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, anunció inmediatamente que no podrá seguir en sus cargos, le acusó de “irresponsable” y denunció que las declaraciones de Charamsa buscan “someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

Charamsa no lo niega. Al contrario, admite que su revelación pública busca sacudir las estructuras eclesiales. “Quiero con mi historia sacudir un poco la conciencia de la Iglesia“, reconoció. Y añadió: “Me gustaría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que necesita de la familia. Todas las personas, incluso los gays, lesbianas o transexuales, llevan en su corazón el deseo de amar y de la familiaridad”.

El bombazo de Charamsa sacude desde dentro las entrañas de la Iglesia, pone a la institución ante un espejo, pero, al mismo tiempo, da armas a su Internacional rigorista y provoca su reacción defensiva a ultranza. Una dinámica que puede obligar al Papa a afrontar las tendencias centrífugas de los dos extremos eclesiásticos. Y no mover ficha ni en éste ni en otros temas, hasta que se imponga el consenso eclesiástico. Posiblemente, en un próximo pontificado.

Un prelado del Vaticano reconoce ser gay y presenta a su novio

El polaco Krzysztof Charamsa es teólogo de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La Santa Sede ha anunciado su expulsión inmediata

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

Krzysztof Charamsa, junto a su pareja. / Tiziana Fabi (Afp)

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente, ha revelado el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

En una entrevista publicada hoy en el diario ‘Il Corriere della Sera’, el de mayor tirada nacional, el prelado asegura que es gay, que tiene un compañero sentimental y que se siente orgulloso de ello.

Las declaraciones de Charamsa son “muy graves y no responsables” al producirse a un día de que arranque el Sínodo Ordinario para la Familia, ha indicado Lombardi en un comunicado. “Cabe señalar que -a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos- la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave y no responsable”, ha dicho Lombardi.

Krzysztof Charamsa abraza a su novio Eduardo en la rueda de prensa que han dado hoy en Roma

En este sentido, el portavoz ha señalado que estas declaraciones apuntan que se va “a someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

En cuanto a su futuro en el organismo de la Curia, en el que se encuentra integrado desde el 2003, Lombardi señaló que “ciertamente no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias”, en las que impartía cátedra. Otros aspectos de su situación, según Lombardi, “competen a su ordinario diocesano”.

“Feliz y orgulloso de mi identidad”

Charamsa aseguró hoy en las páginas de ‘Il Corriere della Sera’ que no le importan las consecuencias de su revelación. “Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”, defendió.

La entrevista se produce a tan solo un día del comienzo el Sínodo Ordinario de Obispos para la Familia, que se celebrará hasta el próximo 25 de octubre y en el que prelados de todo el mundo debatirán sobre temas como el trato a los divorciados o a los homosexuales.

Un prelado del Vaticano declara su homosexualidad y presenta a su novio

El polaco Krzysztof Charamsa, de 43 años, es un teólogo de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La Santa Sede anuncia su expulsión inmediata

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma. / TIZIANA FABI (AFP)

Ni en sus peores pesadillas la jerarquía de la Iglesia podía imaginar un titular así: un prelado del Vaticano declara su homosexualidad y presenta a su novio en la víspera de la inauguración del Sínodo de los Obispos sobre la Familia. Se trata del polaco Krzysztof Charamsa, de 43 años, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe –el antiguo Santo Oficio–, secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional del Vaticano y profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde vive desde hace 17 años.

La declaración rotunda de monseñor Charamsa enfrenta al papa Francisco en particular y a la Iglesia católica en general a una realidad que siguen empeñándose en no ver. “Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy”, asegura el prelado, “un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de la propia identidad. Estoy dispuesto a pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos frente a los gais creyentes y entienda que la solución que propone para ellos, la abstinencia total de la vida de amor, es deshumana”.

Unas consecuencias que, como se temía, el prelado polaco ya ha empezado a pagar con una celeridad jamás vista en los aledaños de la plaza de San Pedro. Nada más tener conocimiento del asunto, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, anunció que monseñor Krzysztof Charamsa “no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe ni en las universidades pontificias” y criticó el momento elegido por el prelado para declarar su homosexualidad: “Cabe señalar que, a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos, la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura del Sínodo resulta muy grave y no responsable, ya que apunta a someter a la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

Lejos de amilanarse, monseñor Charamsa respondió a la expulsión anunciada por Lombardi presentando en sociedad a su novio, Eduard, de origen catalán, animando a seguir su ejemplo a “tantísimos sacerdotes homosexuales que no tienen la fuerza de salir del armario” y acusando de homofobia al Vaticano: “Pido perdón por todos los años durante los que he sufrido en silencio ante la paranoia, la homofobia, el odio y el rechazo a los homosexuales que he vivido en el seno de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el corazón de la homofobia en la Iglesia. No podemos seguir odiando a las minorías sexuales, porque así odiamos a una parte de la humanidad”.

Krzysztof Charamsa, quien asegura que escribirá una carta al Papa contándole para explicarle su decisión, admite que –como sospechaba Lombardi— la fecha del anuncio no es casual. Haciendo pública su declaración un día antes de que 270 padres sinodales –obispos, cardenales, religiosos y expertos— se sienten a reflexionar sobre los nuevos modelos de familia, el prelado polaco quería, efectivamente, sacudir el debate: “Querría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que tiene necesidad de la familia. Cada persona, también los gais, las lesbianas o los transexuales, lleva en el corazón un deseo de amor y familiaridad. Cada persona tiene derecho al amor y ese amor debe ser protegido por la sociedad, por las leyes. Pero sobre todo debe ser cuidado por la Iglesia”.

Sacerdote desde 2003, Krzysztof Charamsa asegura que siempre supo que era homosexual, pero que al principio no quería aceptarlo porque “iba en contradicción con el principio de la Iglesia de que la homosexualidad no existe y tiene que ser destruida”. El prelado dice que pasó de la negación de admitirlo a la felicidad de ser gay “gracias al estudio, la oración, el diálogo con Dios y la confrontación con la teología, la filosofía y la ciencia”. Concluye el prelado que, aunque el catecismo considera la homosexualidad como una tendencia “intrínsicamente desordenada”, él –que al menos hasta ahora ha sido profesor de teología en la más prestigiosa universidad pontificia—no ha encontrado en la Biblia ni una página que hable de homosexualidad.

El Vaticano expulsará de la Congregación a un sacerdote que ha declarado ser gay y tener pareja

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente, ha dicho este sábado el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

En una entrevista publicada en el diario “ Il Corriere della Sera“, el de mayor tirada nacional, el prelado asegura que es gay, que tiene un compañero sentimental y que se siente orgulloso de ello. Con esta confesión dice querer que su comunidad le conozca y reivindicar que la “abstinencia total” es “inhumana”.

“Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”, defiende en la entrevista.

Las declaraciones de Charamsa son “muy graves y no responsables” al producirse a un día de que arranque el Sínodo Ordinario para la Familia, ha dicho Lombardi en un comunicado. “Cabe señalar que -a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos- la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave y no responsable”, añade.

En este sentido, el portavoz señala que estas declaraciones apuntan que se va “a someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

En cuanto a su futuro en el organismo de la Curia, en el que se encuentra integrado desde el 2003, Lombardi señala que “ciertamente no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias”, en las que impartía cátedra. Otros aspectos de su situación, según Lombardi, “competen a su ordinario diocesano”.

La entrevista al prelado se produce a tan solo un día del comienzo el Sínodo Ordinario de Obispos para la Familia, que se celebrará hasta el próximo 25 de octubre y en el que prelados de todo el mundo debatirán sobre temas como el trato a los divorciados o a los homosexuales.

El Vaticano expulsa a un prelado que ha salido del armario con su novio

La víspera del Sínodo Ordinario para la Familia

Krzysztof Charamsa abraza a su novio Eduardo en la rueda de prensa que han dado hoy en Roma

Krzysztof Charamsa abraza a su novio Eduardo en la rueda de prensa que han dado hoy en Roma. TIZIANA FABIAFP

«Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, con un compañero, feliz y orgulloso de mi propia identidad“. Con estas palabras, reveladas en una entrevista al diario Il Corriere della Sera, monseñor Krysztof Charamsa hizo temblar ayer los muros vaticanos tan sólo un día antes del inicio del Sínodo de la Familia, en el que los obispos debatirán, entre otros temas, sobre los homosexuales dentro de Iglesia.

La reacción del Vaticano a las palabras de monseñor Charamsa fue inmediata: la Santa Sede apartó al prelado polaco de sus funciones como secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe y docente de las universidades pontificias donde imparte Teología. «La elección de hacer una manifestación tan clamorosa en la vigilia del Sínodo es muy grave e irresponsable, ya que hace que, sobre la asamblea sinodal, recaiga una indebida presión mediática», señaló el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.

«Llega un día en el que algo se rompe dentro de ti y ya no puedes más», afirmó Charamsa, explicando por qué decidió hacer pública su condición sexual. El prelado polaco reconoce que la decisión de salir del armario justo un día antes del comienzo de la asamblea de los obispos no es casualidad. «Me gustaría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor que necesita de la familia. Cualquier persona, también los gays, lesbianas o transexuales, lleva en el corazón el deseo de amor y familiaridad».

El prelado polaco, que, tras el revuelo creado por su entrevista, compareció ayer en Roma en una multitudinaria rueda de prensa acompañado por su pareja, Eduard, denunció que la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio vaticano que se ocupa de promover la fe y la moral en el mundo católico, y de la que fue máximo responsable durante 24 años el Papa emérito Benedicto XVI, es «el corazón de la homofobia de la Iglesia católica, una homofobia exasperada y paranoica».

Tras conocer la suspensión de sus funciones, monseñor Charamsa, sacerdote desde 2003, no se mostró sorprendido ni asustado. «Buscaré trabajo», dijo. Y dedicó su gesto a «tantísimos sacerdotes gays que no tienen fuerzas para salir del armario».

«Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos frente a los gays creyentes y entienda que la solución que les propone, la abstinencia total de la vida amorosa, es inhumana».

En 2013, el Papa Francisco rompió un tabú importante al defender que hay que integrar a los homosexuales en la sociedad. Sin embargo, la doctrina de la Iglesia no ha variado. El Vaticano calificó como una «derrota de la humanidad» la aprobación del matrimonio gay en Irlanda o EEUU. Esta ambigua posición será debatida desde hoy hasta el día 25 por los padres sinodales después de que, en la asamblea del año pasado, no se llegara a un consenso respecto a la situación de los homosexuales dentro de la Iglesia.

Xavier Horcajo (Intereconomía) se refiera a Carla Antonelli como “travestido”

xavier horcajo-carla antonelli

Aunque es muy poca la cobertura a nivel nacional que tiene Intereconomía, la cadena sigue emitiendo algunos de sus míticos programas de forma local, como El gato al agua. Como colaborador de este formato está Xavier Horcajo, director de La Gaceta, también del mismo grupo de Intereconomía.

Este jueves, el periodista hablaba de Carla Antonelli, diputada en la Asamblea de Madrid por el Grupo Socialista. “Es una tradición en tu partido que el que manda hace lo que le da la gana”, le decía a Martu Garrote, invitada al programa. “Al señor Tomás Gómez se le ocurrió llevar a un travestido porque era muy guay”, comentó durante su intervención.

“La compañera Carla no es un travestido, es una mujer transexual”, replicó la compañera de partido. “Te equivocas. Si alguien no está operado no puede llegar a la condición de transexual. ¿Me explico? La compañera Carla fue metida ahí porque lo quiso alguien”, declaró Horcajo.

No es la primera vez que el periodista se dirige a la política en tono despectivo. Ya en 2011 protagonizó una gran polémica cuando se dirigió a Antonelli como “chica, chico, chique o lo que sea”. Tomás Gómez podría haber elegido para sus listas a alguien “con síndrome de Down o a un enfermo de sida”, declaró en su momento.

Rock Hudson: la muerte que abrió los ojos del mundo al drama del sida

Durante cerca de dos décadas, Rock Hudson fue uno de los galanes más famosos de la gran pantalla, protagonista de los últimos años de la época dorada del cine de Hollywood.

En los años 50 y 60 del siglo pasado Hudson conquistó el corazón de las espectadoras de medio mundo.

En los años 50 y 60 del siglo pasado Hudson conquistó el corazón de las espectadoras de medio mundo.

Apuesto y elegante, en los años 50 y 60 del siglo pasado conquistó el corazón de las espectadoras de medio mundo, siendo considerado uno de los epítomes de la masculinidad.

Pero tras esa sonrisa melancólica que lo lanzó al estrellato, Hudson ocultaba un secreto que saldría a la luz en 1985, cuando su deterioro físico le obligó a reconocer públicamente que padecía sida y que era homosexual.

Este viernes se cumplen 30 años del fallecimiento de un actor que, sin quererlo, se convirtió en el rostro de una enfermedad que tan sólo el año pasado acabó con la vida de 1,5 millones de personas en todo el mundo.

Su muerte en 2 de octubre de 1985 hizo que la opinión pública se diera cuenta de la urgencia de combatir una epidemia que hasta entonces había sido ignorada y que muchos veían como algo ajeno, ya que donde más estragos estaba causando era en la comunidad gay.

Estrella de la gran pantalla

Las comedias románticas que protagonizó junto a Doris Day convirtieron a Hudson en uno de los actores más taquilleros de la época.

Las comedias románticas que protagonizó junto a Doris Day convirtieron a Hudson en uno de los actores más taquilleros de la época.

Nacido en Illinois en 1925, Rock Hudson se hizo un nombre en Hollywood en los años 50 gracias a filmes como “Sublime obsesión” (1954) o “Gigante” (1956), recibiendo por este último una nominación al Oscar al mejor actor.

Las comedias románticas que protagonizó junto a Doris Day -como “Problemas de alcoba” (1959) o “Lover Come Back” (1961)- lo convirtieron en uno de los actores más taquilleros de la época.

Para no dañar su imagen de galán, estuvo casado fugazmente con su secretaria, aunque en los círculos de Hollywood su homosexualidad era conocida.

Cuando su fama empezó a decaer, Hudson se pasó al mundo de la televisión, protagonizando series de éxito en los años 70 y principios de los 80.

Sus problemas de salud se empezaron a hacer evidentes en 1984, año en el que le diagnosticaron el sida, una enfermedad de la que en esa época se sabía muy poco y cuyos primeros casos habían sido detectados apenas tres años antes.

En 1985 cerca de 20.000 personas habían muerto ya en EE.UU. de un mal que había sido bautizado como “el cáncer de los gays”, debido a que la mayoría de las víctimas eran homosexuales.

Los problemas de salud de Hudson se empezaron a hacer evidentes en 1984.

Los problemas de salud de Hudson se empezaron a hacer evidentes en 1984.

Rumores

Durante meses circularon en la prensa rumores sobre la supuesta enfermedad que padecía Hudson, que se intensificaron en julio de 1985, cuando apareció en televisión muy delgado y con el rostro demacrado junto a su amiga Doris Day.

Para no dañar su imagen de galán, Hudson estuvo casado fugazmente con su secretaria.

Para no dañar su imagen de galán, Hudson estuvo casado fugazmente con su secretaria.

Mientras se encontraba en París siendo tratado por los expertos del Instituto Pasteur, que en 1983 habían identificado el virus causante del sida, la revista estadounidense Variety publicó la noticia de que Hudson padecía esa enfermedad.

En un principio el representante del actor lo negó, aunque acabó reconociendo que era cierto unos días más tarde.

Según contaron sus allegados, el intérprete contrajo el VIH a por una transfusión de sangre que recibió cuando le operaron del corazón en 1981.

Tras pasar cerca de un mes ingresado en un hospital de Los Ángeles, Hudson falleció a los 59 años en la mañana del 2 de octubre de 1985 en su residencia de Beverly Hills.

Su muerte convulsionó a la industria del cine de Hollywood y causó conmoción en todo el mundo, al ser el primer famoso que moría a consecuencia de la enfermedad.

También hizo que el presidente Ronald Reagan -quien había sido amigo personal de Hudson- se viera obligado a hacer frente a una epidemia que su administración había ignorado durante cerca de un lustro, con consecuencias fatales para los enfermos.

Pese a ello, hasta 1987 Reagan no habló públicamente del VIH/sida, que en los círculos conservadores se veía como un “castigo de Dios” contra los homosexuales por su estilo de vida.

“Un escándalo”

“Cuando Rock Hudson falleció hace 30 años fue un escándalo. El sida era una enfermedad de la que avergonzarse. No se hablaba de ello en público”, explica Tim Gray, periodista de la revista Variety.

“Pese al daño que causó en su imagen, creo que tres décadas después de su muerte la gente es capaz de ver el enorme legado de Hudson en el mundo del cine”, señala Gray en conversación con BBC Mundo.

Tras la muerte de Hudson, Elizabeth Taylor se involucró en la lucha contra el vih-sida.

Tras la muerte de Hudson, Elizabeth Taylor se involucró en la lucha contra el vih/sida.

“Cuando se publicó la noticia de que Hudson padecía sida, estrellas como Elizabeth Taylor, que era su amiga, se indignaron, al considerar que había sido una invasión de su privacidad”.

“Pero poco después Taylor y otros actores de renombre se convirtieron en activistas, recaudando millones de dólares para la lucha contra el VIH/sida”, explica el reportero de Variety.

“Antes de conocerse el caso de Rock Hudson, las muertes de sida no eran más que una estadística y con el fallecimiento del actor se le puso rostro a la enfermedad”.

Según Gray, “Hudson es un símbolo de lo que era Hollywood hace unas décadas, cuando los actores no podían hacer pública su sexualidad bajo ninguna circunstancia”.

“Desafortunadamente la homosexualidad sigue siendo tabú en el mundo del cine, aunque hay artistas como Ellen DeGeneres o Neil Patrick Harris que han podido salir del armario sin que sus carreras se vieran afectadas”.

Causa de Hollywood

Michael Weinstein, presidente de la Fundación de Salud del Sida de EE.UU. (AHF, por sus siglas en inglés), cree que el caso de Rock Hudson “hizo que mucha gente entendiera lo grave que era la epidemia de VIH/sida a mediados de los 80 y el daño que estaba causando”.

“Lo más importante es que logró que la comunidad de Hollywood se movilizara. Era amigo personal de estrellas como Elizabeth Taylor o Doris Day, e hizo que la lucha contra el sida se convirtiera en una causa de la industria del cine”, señala Weinstein en conversación con BBC Mundo.

“A partir de ese momento fue cuando, por ejemplo, se empezaron a ver en público los lazos rojos en eventos públicos como muestra de solidaridad. Eso fue muy importante en una época en la que los políticos no querían hablar del tema”.

Weinstein cree que hoy en día no se le presta suficiente atención a una enfermedad que “el año pasado causó 1,5 millones de muertes y dos millones de nuevos contagios” en todo el mundo.

“Parece que no existe pero lo cierto es que la guerra contra el VIH/sida no se ha ganado. Ha habido grandes avances, pero los medios no le están prestando la atención que merece”.

Rock Hudson se convirtió en el rostro de una enfermedad que sigue estigmatizando a los que la padecen.

Rock Hudson se convirtió en el rostro de una enfermedad que sigue estigmatizando a los que la padecen.

En opinión de Weinstein, como sucedió en el caso de Rock Hudson, el estigma sigue rodeando a esta enfermedad y la mayoría de personas portadoras del virus, famosas o no, no lo hablan en público.

“Ese estigma hace que mucha gente no se haga la prueba o no busque tratamiento”.

El presidente de la AHF considera que “no existe suficiente concientización entre los jóvenes, que creen que eso no les va a pasar a ellos y cuando son diagnosticados se les cae el mundo al suelo”.

“Somos víctimas de nuestro propio éxito. Los avances que ha habido se han de celebrar, pero todavía queda mucho por hacer”.