Archivan, tras 21 años, el caso Arny de prostitución homosexual de menores

La sección tercera de la Audiencia de Sevilla ha archivado definitivamente el caso Arny, destapado hace 21 años y relativo a delitos relacionados con la prostitución homosexual de menores en un bar de Sevilla, en el que fueron condenados 19 de los 46 hombres procesados.

Fachada del Club Arny

Fachada del Club Arny. (Archivo)

Fuentes judiciales han explicado a Efe que la Audiencia de Sevilla ha dictado un decreto por el que declara prescrita la responsabilidad civil de uno de los acusados, lo que supone el archivo definitivo de las actuaciones.

SEVILLA. La Fiscalía de Sevilla, por su parte, ha dado el visto bueno al archivo de la causa, han añadido las fuentes.

La mayor pena por este caso se impuso a Carlos Saldaña, dueño del pub Arny, que fue condenado en 1998 a 33 años de cárcel por prostitución de menores y que en 2007 consiguió la libertad condicional tras un cumplimiento efectivo de casi nueve años de prisión.

Saldaña fue condenado por once delitos de prostitución de menores, pero el principio de cumplimiento efectivo del triple de la máxima pena individual impuesta situaba en 9 años el máximo que debía pasar en prisión, explicaron a Efe las citadas fuentes.

Este imputado pasó 9 meses de prisión provisional entre octubre de 1995 y julio de 1996, y tras la confirmación en el Supremo de la sentencia emitida por la Audiencia volvió a ingresar en abril de 2000 y cumplió su condena en las cárceles de Huelva, Madrid y Sevilla.

El segundo procesado al que correspondió mayor pena, el encargado del Arny J.A.G.L., quedó en libertad en mayo de 2005 tras cumplir seis años de condena efectiva, del total de 18 que le impuso la Audiencia de Sevilla.

La sentencia, emitida en 1998, fue confirmada en 2000 por el Supremo e impuso condenas de un año de cárcel a los clientes de los pub de prostitución homosexual que fueron procesados.

La Audiencia absolvió a 33 de los 49 imputados basándose en la falta de credibilidad de los jóvenes denunciantes, la mayoría de ellos dedicados a la prostitución.

Saldaña y el encargado del Arny, un pub situado frente a la estación de trenes de Plaza de Armas de Sevilla, fueron los dos únicos condenados que ingresaron en prisión.

El bailarín argentino Domingo Arnaldo Concha, conocido como Arny y relaciones públicas del club, pagó la multa y las indemnizaciones que le impusieron los jueces y eludió el ingreso en prisión para cumplir un año y nueve meses.

El caso Arny fue destapado por uno de los chicos que se prostituían en el club, J.A.S.B., conocido como “Testigo número 1”, un joven con numerosos antecedentes penales que posteriormente fue condenado por asesinar a un hombre en abril de 2004 en Brenes (Sevilla) y que, entre otros, acusó a un juez de menores que fue absuelto.

Archivada definitivamente la investigación del caso Arny

Se inició hace 21 años y se ha saldado con 16 condenados del medio centenar de personas acusadas inicialmente

Jorge Cadaval, uno de los acusados y, posteriormente, exculpado

Jorge Cadaval, uno de los acusados y, posteriormente, exculpado. / Archivo

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha archivado definitivamente la investigación judicial iniciada en el año 1994, hace ya 21 años por tanto, por el denominado caso Arny, por el que fueron condenadas 16 del medio centenar de personas acusadas inicialmente, según han informado fuentes judiciales.

En este sentido, las mismas fuentes consultadas han indicado que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha dictado recientemente un decreto por medio del cual declara prescrita la responsabilidad civil de uno de los acusados, con lo que la investigación judicial ha quedado definitivamente archivada.

La Fiscalía de Sevilla, de su lado, ha dado el visto bueno al archivo, según han indicado las mismas fuentes, que han explicado que las 16 personas condenadas por el caso Arny se encuentran ya en libertad tras haber cumplido las condenas impuestas en una sentencia que se hizo pública en marzo del año 1998.

Uno de los condenados fue el dueño del pub Arny, Carlos Saldaña, a quien la Audiencia Provincial de Sevilla impuso una condena de 33 años de cárcel por 11 delitos de prostitución de menores, aunque el principio legal de cumplimiento efectivo del triple de la máxima pena individual impuesta le permitió salir de prisión en 2007. Otro de los principales condenados fue el encargado del pub Arny, José Antonio González Losada, a quien la Audiencia Provincial impuso una condena de 18 años de cárcel.

La sentencia de la Audiencia Provincial fue confirmada íntegramente en el año 2000 por el Tribunal Supremo.

Cabe destacar que el principal testigo del ‘caso Arny’, José Antonio Sánchez Barriga, fue condenado en 2005 a 15 años de prisión por el asesinato de un hombre de 72 años de edad.

El Papa: «Tengo una sobrina que se casó por lo civil con un divorciado. Se amaban»

Francisco cuenta en un nuevo libro la Iglesia debe ser misericordiosa con los divorciados y los homosexuales y hacer “apostolado de la oreja”

El actor Roberto Benigni, durante la presentación del libro

El actor Roberto Benigni, durante la presentación del libro. / Afp

El papa Francisco cuenta en su nuevo libro ‘El nombre de Dios es misericordia’, que sale a la venta este martes en 86 países, el caso de su sobrina, que se ha casado por lo civil con un hombre divorciado que no ha obtenido la nulidad, para explicar que la Iglesia debe ser misericordiosa con todas las personas y hacer “apostolado de la oreja”.

“Tengo una sobrina que se ha casado por lo civil con un hombre antes de que este pudiera obtener la nulidad matrimonial. Querían casarse, se amaban, querían tener hijos, de hecho han tenido tres”, precisa en el libro, que recoge en 1.000 páginas las conversaciones que mantuvo con el corresponsal del Vaticano para el diario italiano La Stampa, Andrea Tornielli.

Según apunta, este hombre era “tan creyente que todos los domingos, cuando iba a misa, iba a confesarse y le decía al sacerdote: ‘Sé que usted no me puede absolver, pero he pecado en esto y en esto otro, deme una bendición”. “Esto es un hombre religiosamente formado”, apunta Francisco para pedir a los sacerdotes que, si no pueden dar la absolución en la confesión a estas personas, al menos les den una bendición.

Así, advierte de que la “cerrazón” y la “falta de misericordia” pueden espantar a los fieles de la Iglesia. “Estos días he recibido un correo electrónico de una señora que vive en una ciudad argentina. Me cuenta que hace veinte años se dirigió al tribunal eclesiástico para empezar el proceso de nulidad matrimonial. Las razones eran serias y fundadas. Un sacerdote le había pedido que pagara cinco mil dólares. Ella se escandalizó y abandonó la Iglesia”, cuenta.

También reclama que la Iglesia sea misericordiosa con las personas homosexuales y no las margine. En este sentido, recuerda sus palabras en el vuelo de regreso de Brasil a Roma en 2013 sobre los gays.

“En esa ocasión dije: ‘Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad ¿quién soy yo para juzgarlo?’. Parafraseé de memoria el Catecismo de la Iglesia Católica, donde se explica que estas personas deben ser tratadas con delicadeza y no deben ser marginadas”, señala.

Además, el Papa propone que se hable de “personas homosexuales” porque “primero está la persona, con su dignidad” y no solo la define “su tendencia sexual”. “No olvidemos –subraya– que somos todos criaturas amadas por Dios, destinatarias de su infinito amor”. Asimismo, precisa que prefiere que estas personas acudan a la Iglesia a confesarse y rezar, para poder “aconsejarles y señalarles el camino”.

Como un preso

El libro, que se publica este martes de forma simultánea en 86 países, entre ellos España de la mano de la editorial Planeta, también recoge las reflexiones del Pontífice argentino sobre temas como la corrupción o la situación de los presos.

En esta línea, el Papa condena la corrupción y dice que no es un pecado corriente ya que quien la comete no se arrepiente. Así, establece una diferencia entre el “pecador” -categoría en la que se incluye- y el “corrupto”, que “se lamenta por la escasa seguridad en las calles, que va a misa cada domingo pero después engaña al Estado evadiendo impuestos, despide a sus empleados cada tres meses para evitar hacerles un contrato indefinido o se aprovecha del trabajo en negro.

“El pecador reconoce con humildad serlo y pide continuamente el perdón para poderse levantar, mientras que el corrupto es elevado a sistema, se convierte en un hábito mental, en un modo de vida”, detalla, al tiempo que exclama “pecadores sí, corruptos no”.

También se refiere a la situación de los presos. “Cada vez que cruzo la puerta de una cárcel para una visita me viene siempre a la cabeza un pensamiento: ‘¿Porqué ellos y no yo?’. No me siento mejor que ellos, sus caídas podrían haber sido las mías”, asegura en uno de los capítulos.

De esta forma, Francisco explica a partir de sencillos ejemplos de su vida en Argentina y de algunos recuerdos de su juventud el porqué de su decisión de instaurar el Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia, que concluirá el próximo 20 de noviembre. “¿Cuántos de nosotros no mereceríamos una condena? Y sería justa. Pero Dios perdona. ¿Cómo? Con misericordia”, afirma.

“La humanidad está herida, es una humanidad que arrastra heridas profundas. No sabe cómo curarlas o cree que no es posible curarlas. Y no se trata tan sólo de las enfermedades sociales y de las personas heridas por la pobreza, por la exclusión social, por las muchas esclavitudes del tercer milenio. También el relativismo hiere mucho a las personas: todo parece igual, todo parece lo mismo. Esta humanidad necesita misericordia”, subraya.

El Papa aboga por una Iglesia abierta a homosexuales y divorciados

El texto, en el que Francisco confiesa que se siente ante todo un “pecador”, resume la original mirada del Pontífice latinoamericano, con la que quiere cambiar la milenaria institución

El papa Francisco

El papa Francisco. / Giorgio Onorati (Efe)

El papa Francisco ha abogado por una Iglesia católica menos rígida y abierta a todos, incluidos los homosexuales y los divorciados, en un libro-entrevista publicado este martes en 86 países, con fuerte tinte religioso.

El libro, basado en preguntas hechas por el vaticanista italiano Andrea Tornielli, contiene anécdotas y numerosos recuerdos personales del Papa. Con el título ‘El nombre de Dios es misericordia’, el libro ha sido lanzado simultáneamente en 86 países y traducido a 20 idiomas, entre ellos español y portugués por la editorial Planeta.

Con un lenguaje simple y claro, en 120 páginas Francisco habla a su manera con el veterano experto del diario La Stampa de temas espinosos como los homosexuales, los divorciados que se vuelven a casar, la corrupción.

Igualmente, el Pontífice aborda asuntos religiosos, como la confesión, el pecado y sobre todo la misericordia, el concepto de perdón y reconciliación con el que el Papa argentino quiere que se identifique su pontificado.

“En este libro cuento experiencias de mi vida”, explicó el lunes el Sumo Pontífice al recibir a los representantes de la editorial Mondadori, entre ellos Marina Berlusconi, hija del exprimer ministro y multimillonario Silvio Berlusconi.

El texto, en el que Francisco confiesa que se siente ante todo un “pecador”, resume la original mirada del Pontífice latinoamericano, con la que quiere cambiar la milenaria institución, anquilosada de cara a los cambios que vive la sociedad moderna.

“La Iglesia no existe en el mundo para condenar, sino para favorecer el encuentro con ese amor visceral que es la misericordia de Dios. Para que eso ocurra hay que salir, salir de las iglesias y de las parroquias”, señala el Sumo Pontífice, a modo de lema de su pontificado.

El camarero despedido por tener el virus del sida

Daniel Jiménez junto al edificio en que vive en Madrid

Daniel Jiménez junto al edificio en que vive en Madrid. / KIKE PARA

Daniel Jiménez tenía 25 años cuando contrajo el virus del VIH, en 2014. Su madre lo apoyó desde el primer momento y la medicación que lo mantiene sano le permite llevar una vida normal. Pero el año pasado, cuando trabajaba de camarero, se topó por primera vez con el estigma social, ese obstáculo adicional en la vida cotidiana de los pacientes seropositivos. En cuanto él comunicó su enfermedad a su jefa, esta le echó de un día para otro.

Jiménez presentó denuncia por despido improcedente y el pasado lunes la empresa admitió que había sido discriminado por su enfermedad. A cambio, la víctima ha renunciado a la indemnización, correspondiente a ocho meses de salario.

Este es el primer caso en España en el que una empresa reconoce la vulneración de derechos por motivo del VIH, asegura Juan Silvestre, portavoz de Imagina Más, una asociación madrileña especializada en ayudar a enfermos de VIH. El bar ha sido identificado por esta asociación y no por la víctima, que se compromete en el acta de conciliación a no revelar el nombre de su exempleador.

El madrileño había comenzado a trabajar en el Mokäi, un local de la plaza de Pedro Zerolo, en Chueca (Madrid), a principios de mayo de 2015. La empresa, asegura él, tardó unos 10 días en redactar el contrato, por lo que cuando firmó él todavía se encontraba en período de prueba.

La confesión

Al principio la relación con su jefa era algo tirante, pero en seguida cogieron algo de confianza. Ella le llegó a contar problemas personales suyos. “Una tarde empecé a sudar bastante, porque estaba asimilando una nueva medicación, y ella me preguntó por qué sudaba”, recuerda. Tras intentar esquivar la conversación, terminó contándole que tenía el virus del VIH. “Al principio ella sintió eseshock en el que no sabes qué responder”, cuenta el joven, pero en seguida se mostró receptiva y, al terminar la jornada, él se fue a su casa como siempre. Fue al llegar cuando recibió un mensaje de Whatsapp: “Siento mucho lo que te ocurre, pero no me parece justo que no me lo hayas comunicado antes de contratarte. Tengo un negocio de restauración y al menos me podías haber contado esto, no me puedo arriesgar. Mañana hablaré con la gestoría y le comunicaré tu baja. Me parece un golpe bajo por tu parte”, según se lee en uno de los mensajes que el chico guarda. Más abajo, su exjefa añade: “La empresa tiene todo el derecho de contratar a gente sana”.

Al no ser el VIH una enfermedad transmisible a través de la manipulación de alimentos, discriminar a alguien en un puesto de hostelería con motivo de su enfermedad es discriminatorio, según la coordinadora estatal de VIH CESIDA .

“Yo no sé nada”

EL PAÍS contactó este martes con la encargada del bar Mokäi, a la que que en la sentencia sale solo como “Rebeca”, sin apellidos. “Yo no tengo nada que ver con el administrador”, aseguró este martes por teléfono. “No. Yo no traté con Daniel Jiménez, no sé absolutamente nada. A él lo despidió la empresa, a mí este tema me han dicho que estaba zanjado, y punto. No tengo nada de qué hablar, no sé nada”, agrega.

La dueña del local, y quien acudió al juicio el lunes pasado, es su hija. Jiménez añade que el verano pasado la empresa negó, a través de su página de Facebook, que lo hubieran discriminado. Esta web está hoy fuera de servicio.

Cuando le echaron se sintió traicionado, explica la víctima. Denunció “por rabia, por impotencia; el dinero me da igual”. Lleva siete meses en tratamiento psiquiátrico, sufriendo crisis de ansiedad y pesadillas por las noches. Aunque trabaja en el sector de la hostelería desde los 16 años, actualmente está en paro. Desde que denunció ha tenido dificultades para encontrar trabajo. “Corrí un riesgo, porque cuando voy a algún trabajo y conocen un poco mi caso, ponen excusas para no contactarme. No me dicen claramente ‘no te quiero porque tienes VIH’, dicen que no les intereso porque no valgo. O porque este no es mi trabajo. Y, sin embargo, toda mi vida he sido camarero”, explica Jiménez.

Ahora se plantea el futuro en otros términos: “Mi vida ha dado un vuelco. Es verdad que necesito trabajar de algo. Pero me gustaría poder ayudar a otra gente que esté en mi situación, que sepan dónde acudir, cómo recurrir y todo eso. Cuando lo vives en tus propias carnes, es muy difícil. Me gustaría dedicarme a una labor más humanitaria”.

En España se detectan de media 10 nuevas infecciones de VIH al día. Según el Ministerio de Sanidad, la proporción de hombres que tienen sexo con hombres subieron entre 2010 y 2014, frente a las infecciones de consumidores de droga por vía intravenosa, que disminuyeron. En 2014, el año que diagnosticaron a Jiménez, hubo 3.366 nuevos casos. “A mí me da igual dar la cara. Si hubiera habido más gente que hubiera luchado por esto públicamente, quizá yo no hubiera tenido este problema. Eso es lo que falta: gente visible”, remata el joven.

Tres fondos invierten en una vacuna española contra el VIH

Las gestoras de capital riesgo de La Caixa, de Johnson & Johnson y de Ysios Capital aportan 11,5 millones de euros

 

El proyecto para conseguir una vacuna terapéutica contra el sida en el que trabajaba el centro de investigación catalán Hivacat ha captado 11,5 millones de euros entre un grupo de fondos de inversión, que esperan cerrar las últimas pruebas en los próximos cinco años y poder lanzar el producto al mercado dentro de siete o diez años. Aelix Therapeutics, la empresa desde la que se harán las pruebas, verá cómo se incorporan a su accionariado las gestoras de capital riesgo de La Caixa, del gigante Johnson & Johnson y el fondo biotecnológico Ysios Capital, que ha liderado la operación.

Aelix es una spin off de Hivacat, un consorcio público-privado que investiga la vacuna del sida y que mantendrá “una buena representación” en el accionariado de la empresa, según explicó uno de sus fundadores, Jordi Naval. El objetivo es iniciar en otoño los estudios clínicos en personas no infectadas y haber acabado la segunda fase, que implica la vacunación a pacientes con VIH, a finales de 2019. La vacuna no servirá para prevenir el contagio, sino para curar a quienes ya estén enfermos y evitar así que tengan que depender de los tratamientos antirretrovirales toda su vida. Sin embargo, los directores de Hivacat, Bonaventura Clotet y Josep Maria Gatell, esperan que los descubrimientos que se hagan a lo largo del proceso resulten útiles para crear una vacuna preventiva. Ambos investigadores son fundadores de la compañía y forman parte de su consejo asesor.

El cuarto fundador es Christian Brander, el científico del centro que lideró la línea de investigación que desarrolló el principal compuesto de la vacuna, el HTI. Se trata de uno de los proyectos más prometedores en la búsqueda de un remedio rápido y eficaz contra una enfermedad que padecen 36,9 millones de personas según los últimos datos de Naciones Unidas, que se remontan a 2014. Unas 150.000 residen en España.

La novedad que presenta el HTI es su diseño, según explicó Brander: “Para fabricar una vacuna debes decidir cuáles son las partes del patógeno que vas a incluir. Hasta ahora, los diseños han sido elegidos según análisis de secuencias o de función de proteínas… El nuestro se basa por primera vez en datos experimentales de personas infectadas”. Tras estudiar a miles de pacientes con VIH, el equipo del ahora director científico de Aelix Therapeutics analizó con más detalle a aquellos individuos que eran capaces de controlar el virus sin necesidad de medicamentos y que suponen el 1% de los infectados. “Observando sus respuestas inmunes con más detalle pudimos definir qué partes del virus atacan. Y son estas las que hemos puesto en el inmunógeno”, explicó.

El desarrollo de la vacuna implicará la reducción del coste del tratamiento del sida, según recalcó Gatell: “Una vacuna terapéutica que funcionara bien, por cara que fuera, siempre sería más barata que 60 años de antirretrovirales”. Naval aseguró que “el espíritu y la misión de la compañía” es que el producto “sea accesible al mayor número de personas posible y a un precio justo”.

Los directores de Hivacat, sin embargo, insistieron en que este logro no ha de tomarse como la solución final al sida. “Las personas no somos todas iguales cuando nos infectamos, algunas se convertirán en controladores de élite con la vacuna, otras necesitarán algún complemento, otras se sanarán por completo… Esto habrá que averiguarlo en los estudios y este dinero es suficiente para desarrollarlos en dos modelos de transportadores del HTI: el ADN y el MVA”, explicó Clotet. “El mensaje es que hay otras cosas por hacer y hace falta más dinero”, añadió Gatell.

La patente del HTI pertenece a Hivacat, que la ha transferido a Aelix Therapeutics. Esta contratará a entre cuatro y seis personas y subcontratará servicios a los centros que conforman el proyecto catalán: el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínic de Barcelona, que dirigen Clotet y Gatell, respectivamente.

La compañía no quiso detallar cómo queda estructurado su accionariado tras la captación de capital. Ysios Capital, especializado en biotecnología, aporta 3,75 millones de euros lo que “no necesariamente significa que sea el principal inversor”, según puntualizó uno de sus socios, Josep Sanfeliu. Esta es la tercera operación que el fondo saca adelante con La Caixa en los últimos meses, después de las inyecciones de 36 millones de euros en Sanifit y 19,4 millones en Minoryx Therapeutics a finales de 2015. El director de inversiones de Caixa Capital Risc, José Antonio Mesa, adelantó que pronto anunciarán una ronda similar. Junto a Johnson & Johnson, cada uno contará con un miembro en el consejo de administración de la nueva empresa.

Golpean a un joven tras llamarle “maricón de mierda”, primera agresión homófoba de 2016

La asociación Arcópoli ha denunciado que varias personas golpearon a un joven gay, que previamente había recibido insultos como “maricón de mierda”, tras salir del Metro el día de Año Nuevo.

La agresión homófoba, la primera que se registra en la región en 2016, tuvo lugar en torno a las 7 horas del día 1 en el madrileño distrito de Salamanca.

La agresión

Un joven comenzó a escuchar insultos de un grupo de tres chicos en el vagón de Metro que lo llevaba a casa tras celebrar la Nochevieja. Tras soportar insistentes comentarios como “maricón de mierda”, salió rápido al andén una vez llegado a su parada.

Ya en la calle Narváez, esquina con Jorge Juan, recibió un golpe en la espalda y, al volverse para mirar a sus agresores, un puñetazo en la cara que lo hizo caer al suelo. Los atacantes huyeron cuando otras personas se acercaron a socorrer al joven agredido, ha detallado a Europa Press la asociación.

Tras conocer el caso Arcópoli contactó con la víctima y fue atendida por Diego Rey, vocal de asuntos jurídicos de la asociación, que acompañó al joven a la comisaría de la Policía Nacional para formalizar su denuncia. El agente que los atendió recordó la importancia de incorporar un parte médico de lesiones, que se unirá en los próximos días a la denuncia.

Yago Blando, coordinador de Arcópoli, ha señalado hoy que “es absolutamente urgente” que la Comunidad de Madrid dé una respuesta “al gran problema de las agresiones a lesbianas, gais, bisexuales y transexuales en nuestra región”.

Ley de Igualdad para personas LGBT

Aunque ha recordado que ha empezado a tramitarse la Ley Integral de Transexualidad, Blando ha urgido aprobar una Ley de Igualdad para personas LGTB que persiga activamente estos ataques que siguen quedando impunes“.

Además, desde la asociación madrileña han apuntado que 2015 se cerró con el mayor número de agresiones contabilizadas de la historia. “Exigimos a todos los partidos políticos una postura firme y unánime contra los delitos de odio que sufrimos diariamente lesbianas, gais, bisexuales y transexuales: no podemos seguir permitiendo que cada año aumente el número víctimas por LGTBfobia”, han remarcado.

Eisenstein, homosexual y libre

Peter Greenaway fantasea en ‘Eisenstein en Guanajuato’ con el supuesto segundo nacimiento del cineasta ruso durante el rodaje de ‘¡Viva México!’. Entonces, en 1931, liberado y lejos del poder soviético, Eisenstein, imagina el director británico, se enamoró violenta y carnalmente de Palomino Cañedo hasta transformar de raíz su cine

Eisenstein en México Agustín Jiménez.

Eisenstein en México (Agustín Jiménez)

Toda revolución tiene sus víctimas. La que el cineasta Sergei Eisenstein vivió personalmente en México se cobró, en opinión de Peter Greenaway, su tributo en carne. Libre y febril. Fue allí donde, emancipado de la obligación de levantar entera la iconografía de una nueva era, a distancia del poder soviético estalinista, el director de El acarozado Potemkim se atrevió, por fin, a vivir su homosexualidad de forma, ya sí, plena. De otro modo infinitamente más trivial, salió del armario. Y su vida y, lo más relevante para el mundo, su cine cambió. Ésta, básicamente, es la tesis de la película Eisenstein en Guanajuato que se estrena hoy. Sin miramientos, sin ocultar nada, con el culo de la gloria del cine al aire y perfectamente desvirgado. Es así. Pero, un momento, ¿todo es esto es acaso verdad?

Responde el interpelado: «Digamos que la homosexualidad del director está suficientemente documentada. Varios biógrafos señalan que su boda con la secretaria Pera Atasheva fue de conveniencia y se produjo justo después de que Stalin promulgara una ley contra la homosexualidad. No es difícil seguir el rastro a la imagineria fálica que preside buena parte de su filmografía. ¿Ha visto recientemente El acorazado Potemkim? ¿Qué cree que significan los cañones eyaculando bombas? Por supuesto, todo es una interpretación subjetiva, pero con sentido. ¿A quién le importa la verdad histórica?». Irrefutablemente Greenaway, sin duda.

Sea como sea, lo cierto es que durante su estancia en México subvencionado por el escritor Upton Sinclair y su mujer en 1931, Eisenstein conoció a Palomino Cañedo, quizá su guía por el país, como dice la película, o simplemente uno más entre la agitada vanguardia mexicana. Lo documentado es que justo antes de partir a la costa de Colima, donde filmaría parte de las imágenes que compondrían el universo paradisíaco de Sandunga (es decir, el primer episodio de ¡Viva México!), el cineasta envió una carta (el 28 de septiembre) y una serie de dibujos firmados por él mismo a ¿su amante? La misiva en francés se limitaba a pedir contactos para su próximo viaje y entre las líneas, una frase, quizá definitiva: «Estoy desesperado de no haberle encontrado en casa». Los dibujos, que permanecieron casi en secreto hasta finales de los 80, ya sí, admiten pocos ripios. Cuesta hacer una descripción detallada sin traicionar la contundencia a la vez bufa, salvaje y sangrante de cada trazo. Basta ver la página anterior. Se trata, para evitar malentendidos, de un autorretrato. La figura enorme es él. El resto, en efecto, es literatura.

«A mi juicio, ese tiempo que pasó en México [es más que discutible, por cierto, que fuera en Guanajuato] equivalieron a los 10 días que conmovieron el mundo. Fue su mundo el que cambió», afirma Greenaway desde la más rendida de las admiraciones. Y sigue: «La última producción de Eisenstein es completamente diferente a sus primeros trabajos. Y eso sólo puede tener una explicación. Sólo cuando se viaja uno puede llegar a ser una persona diferente. Alexander Nevsky o Iván el Terrible son películas más preocupadas por el hombre más que por el destino de la masa revolucionaria porque quizá Eisenstein se encontraba más cerca de sí mismo». Y ahí lo deja.

La película, obviamente, ya ha sido debidamente condenada en Rusia. Lo fue justo después del estreno en el pasado Festival de Berlín. Con los primeros rumores sobre la cinta hubo bastante. «Sé a ciencia cierta que el pueblo ruso no es homófobo. Eso es una invención de Putin para justificar su alejamiento de Europa», comenta Greenaway sin que en su cara aparezca un amago de preocupación.

Sea como sea, Eisenstein en Guanajuato es un abigarrado, jovial y estridente tratado de la sensación, carnal y violenta, de libertad. De eso trata una película que se presenta al espectador como un complejo laberinto metafísico cuyo centro exacto vive presidido por una escena; una escena de sexo frontal, explícito y, ya que estamos, irónico. Toda la película gira en torno a la bandera soviética en el culo del mito justo después de su sodomización. Es así. Pero no sólo eso, también es antes que un simple homenaje al cine una reflexión sobre el momento en el que el cine adquirió la edad adulta de la mano de uno de su mayores visionarios. «Eisenstein vivió su arte y su vida como una revolución. No puede ser de otra manera».

Actor de Getxo con pasaporte a Chile

JAVIER LIÑERA REPRESENTARÁ SU OBRA ‘BARRO ROJO’ ESTE MES EN DOS FESTIVALES DEL PAÍS SURAMERICANO

El actor getxotarra Javier Liñera posa sonriente

El actor getxotarra Javier Liñera posa sonriente. Fotos: Laurent Leger Adame

LA historia de un tío que fue encerrado en un campo de concentración y luego en la cárcel por ser gay. La historia de dos realidades del pasado: la Europa de Hitler y la España de Franco”. En la piel de ese hombre que malvive en tiempos sin libertades se mete el actor getxotarra Javier Liñera. Ese papel lo ha bordado ya en diferentes escenarios de Bizkaia y Gipuzkoa. Ahora, ese personaje va más allá, mucho más lejos: hasta Chile. La obra de teatro Barro Rojo participará en el Festival Zircosur de Antofagasta (13 y 14 de enero) y en el Festival Santiago Off (22 y 23 de enero).

La ilusión, la alegría y también los nervios viajarán hasta Suramérica con este intérprete, que es, a su vez, el autor del guion. “En cada festival, haremos dos representaciones. Estamos muy contentos”, paladea el actor. No se trata de un concurso, la historia no va de competición, se trata de mostrar el talento, de exhibir la originalidad de esta obra y de abrir nuevas posibilidades de expansión, de crecimiento, de alcanzar más públicos a los que seducir. Ahora, toca conquistar la casa de una de las dos directoras de la representación, Daniela Molina, y “hay posibilidades de que salgan más funciones por ahí”, desvela Liñera, sobre los tacones en Barro Rojo, un título que alude a lo que ocurría en los campos de concentración, donde caía la sangre en la tierra. “Vengo de Chile, un país que también sufrió una dictadura y que, hasta hoy, sigue en deuda con su memoria histórica. Así como Chile, España o Alemania, todos los países tienen historias que nos recuerdan, no solo que no debemos repetir las atrocidades del pasado, sino que hubo valientes, locos, luchadores que dieron la vida para que hoy podamos caminar un poco más libres por las calles”, considera la codirectora de la obra.

Ese mismo sentimiento de deuda pendiente con los que antes plantaron cara a la injusticia se encuentra en las entrañas de las letras de Barro Rojo: “Es una historia que surge por una necesidad. Es algo que debo a la gente que ha luchado y que ha muerto y que, por eso, yo ahora puedo estar aquí tranquilamente”, se sincera el actor getxotarra, que en la función se enfrenta en soledad al juicio de los espectadores y lo hace con la palabra, en distintas expresiones, y también con la música y la danza. Todos estos ingredientes surgen en una función que aborda un tema que, en principio, parece que no puede ir en sintonía con la canción y el baile. Precisamente ahí radica el punto diferencial de esta representación. “La gente que no me conoce y que me da su opinión cuando ha visto la obra me dice que se ha quedado impactada y que no pensaba que se podía desarrollar este tema de esta manera. Muchos me han comentado que pensaban que se iban a encontrar más de lo mismo, por lo que salen muy contentos”, traslada el artista.

GETXO, SOPELA, BILBAO… Y es que Barro Rojo ya ha dejado marca el pasado año en Sopela, en el teatro principal de Donostia y en BAD de Bilbao, donde debido al éxito de convocatoria, Liñera repitió función. Por delante, no solo asoma Chile, donde la obra “experimentará unos pequeños cambios para que sea más accesible para el público de allí”, sino Zigoitia (Araba), Santander, Gernika, Amurrio y hasta Valencia. Así que la obra de Liñera va creciendo, adquiriendo más peso y ganando seguidores. El personaje al que da vida este getxotarra también va ganando tablas, porque se trata de un papel complejo que va mejorando a medida que va subiéndose más y más al escenario. “Es un trabajo difícil y, claro, no es lo mismo la primera vez que lo haces que la sexta”, admite Liñera, a punto de poner rumbo a Chile.

Fallece Robert Spitzer, el psiquiatra que sacó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales

Fallece Robert Spitzer, el psiquiatra que sacó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales

Robert Spizer demostró que los gays no padecían un desorden mental

Robert Spizer demostró que los gays no padecían un desorden mental: estaban cómodos y cómodas con su sexualidad.

SEATTLE.- El psiquiatra Robert Spitzer, considerado el padre de la clasificación moderna de enfermedades mentales, falleció el pasado viernes en Seattle a los 83 años de edad por una complicación cardíaca.

Spitzer fue el especialista que en 1973 demostró que la homosexualidad no era fruto de una enfermedad psiquiátrica.

A partir de sus estudios sobre las personas homosexuales, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) aprobó eliminar ese mismo año la homosexualidad de su manual de enfermedades, el DSM donde estaba deflejada como una “perturbación sociopática de la personalidad”. En la tercera edición (DMS-III) apareció como ¨perturbación de la orientación sexual¨.

El Manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales (DSM, según sus siglas en inglés) es un libro de consulta imprescindible por la psiquiatría mundial, y Spitzer ha jugado un papel fundamental en su elaboración, desde su primera edición hasta la V edición.

Poco después de jubilarse, en el 2013, Spitzer fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson pero siguió ayudando en la elaboración del DSM-5.

Spitzer está considerado uno de los psiquiatras más influyentes de la segunda mitad del siglo XX por sus trabajos que han ayudado a delimitar la línea entre lo que es transtorno mental y lo que no, a partir de clasificar y homogeneizar las enfermedades mentales, sus definiciones y tratamientos.

No era un desorden mental

El doctor Spitzer fue quen presionó por el cambio de la clasificación de los gays, después de reunirse con activistas homosexuales y determinar que la homosexualidad no podía ser un desorden mental si las personas homosexuales estaban cómodas con su sexualidad.

Jack Drescher, psicoanalista gay en Nueva York, ha declarado a la prensa que la eliminación de la homosexualidad de la lista de trastornos fue un gran avance para los derechos de los homosexuales. “El hecho de que el matrimonio homosexual esté permitido hoy en día es en parte gracias a Bob Spitzer”.

Spitzer, titulado en Psiquiatría por la Universidad de Cornell y en Medicina por la de Nueva York, publicó un estudio en 2001 que pretendía apoyar la terapia para volver heterosexuales a los homosexuales. La iniciativa causó el rechazo de sus anteriores seguidores, en especial de los movimientos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.

Diez años más tarde, Spitzer pidió disculpas y aseguró que su estudio no era científico porque no había una manera objetiva de medir el cambio de orientación hacia un patrón heterosexual.