Su clase de 2º de ESO en un instituto malagueño le impidió la entrada al grito de “ultraderechista, tú no entras”
Inmaculada Enríquez, en un acto ProVida. / FACEBOOK
El pasado martes, un grupo de alumnos de alumnos de 2º de ESO increpó al grito de “Ultraderechista, tú no entras” e impidió la entrada en clase de una profesora por ser militante de Vox. Los hechos sucedieron en el I.E.S. Bezmiliana, en Rincón de la Victoria (Málaga), un centro que supone un reto para la dirección como consecuencia de la falta de institutos en el municipio, albergando alrededor de 1.500 alumnos y alumnas, es decir, unos 600 más para lo que fue concebido.
La profesora de Lengua y Literatura Inmaculada Enríquez, que acude como número 20 de Vox en las próximas elecciones municipales, asegura que “como son menores, yo no hablo de política con mis alumnos”. Algo con lo que no está de acuerdo la madre de uno de los alumnos sancionados por los hechos: “Los adoctrina, hace gala de pertenecer a Vox, les habla de la contrariedad de ser gay, de que es una enfermedad; les habla de catolicismo y de lo importante que es llegar virgen al matrimonio como hizo ella”.
Enríquez niega que se produzcan tales conversaciones en sus clases de Lengua y Literatura, si bien se reconoce “católica y catequista en la parroquia” así como “miembro de un grupo ProVida, habiendo rezado el rosario a las puertas de un abortorio”, dedicando las tutorías a inculcar sus valores. La profesora, que subraya que “todos mis alumnos están en la asignatura de Religión”, admite que “les hablo de los valores de la familia tradicional, que es la célula de la sociedad, y si ésta se disgrega, enferma y si lo hace, la sociedad entera enferma. Yo no voy a defender una familia que no sea la tradicional”.
Desde su punto de vista, “adoctrinar es que mi compañero Antonio Moreno de Podemos [actual concejal en la oposición y ex primer teniente de alcalde en la primera mitad de legislatura] traiga al centro charlas de la asociación Arcoiris”, en favor de la igualdad de derechos del colectivo LGTBI.
En este mismo sentido, Enríquez apunta durante el transcurso de esas tutorías “también hablamos de la importancia de la virginidad o del aborto. Me preguntan qué sucede si les violan y les contesto ¿qué culpa tiene el niño?”.
Por su parte y a pesar de que según afirma la madre del alumno este adoctrinamiento “se viene produciendo desde el primer trimestre”, en ningún momento se ha elevado queja alguna al centro o a la misma profesora por, según precisa, “miedo a que le cogiera manía a mi hijo”.
Versiones contradictorias
Las versiones de los hechos acaecidos el pasado martes son contradictorias. Si la maestra identifica a uno de los sancionados como cabecilla de la rebelión en la que el alumnado gritó consignas del tipo “¡Presos políticos libertad!”, “¡Catalunya libre!” o “¡PSOE ganador!”, la progenitora indica que su hijo tan sólo se sumó al resto.
La madre asegura que “mi hijo advirtió a la profesora que sus compañeros no la iban a dejar entrar por ultraderechista y llegó a clase cuando ya había empezado todo, sumándose”. En contraposición, Enríquez indica que fue este alumno quien lideró la revuelta y el resto, “que también gritó y pegó puñetazos en las mesas, actuó como borregos por el cachondeo”.
A pesar de que los hechos todavía se están investigando contando con los testimonios de toda la clase, la madre, que indica que “en ningún momento justifico los hechos”, se teme la expulsión, algo que considera desproporcionado, “sobre todo porque mi hijo tan sólo fue uno más, tal y como confirman otros alumnos”.
“Aunque ya no depende de mí”, matiza Enríquez, “sí que estoy de acuerdo con esta medida, porque no podemos dejar que suceda más; me lo dicen otros profesores compañeros, también de Vox, que me animan, incluso, a que denuncie”, añadiendo que “soy de Vox, pero decir que soy ultraderechista o de extrema-derecha es insultarme”. Mientras la docente considera que se trata de un hecho muy grave, que ha escalado hasta la dirección de su partido -“estoy esperando la llamada de Santiago Abascal”-, la madre cree que “se ha victimizado”.
En este sentido, fuentes docentes del centro aseguran “que la Dirección se enteró del incidente por la prensa antes que por la profesora”. Según indican, la docente “llamó al coordinador de Vox en Rincón de la Victoria” –que fue número 2 al Senado por Málaga- y éste fue quien llamó a los medios provinciales, que fueron los que al contrastar la noticia dieron el primer aviso a la Dirección. Estas mismas fuentes aseguran que las quejas en relación al supuesto adoctrinamiento conservador por parte de Enríquez se vienen sucediendo a lo largo del curso, incluso, de propios compañeros. Según ha podido saber Público.es, la Inspección de Educación ha visitado el instituto esta misma mañana.