Pedro Zerolo luchó por ti

JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO

Pedro Zerolo perteneció, desde 2004 a 2012, como secretario de movimientos sociales y relaciones con las ONG, a la Comisión Ejecutiva Federal que yo dirigí como secretario general del PSOE. Desde allí, y también como concejal del Ayuntamiento de Madrid, o simplemente desde la calle, se comportó como un luchador incansable por los derechos, por los derechos de los demás.

Es verdad que él concentró sus esfuerzos en los derechos de las personas más frágiles, los de quienes no se parecen a la mayoría, pero al hacerlo estaba luchando por los derechos de todos. Y esto es lo que me gustaría reivindicar hoy aquí, un día después de su muerte.

El azar ha hecho que la muerte de Zerolo casi coincidiera con el décimo aniversario de la Ley que reconoció el matrimonio a las personas del mismo sexo. Él batalló mucho por esa ley y estaba presente en el hemiciclo el 30 de junio de 2005, cuando el Congreso la aprobó. Recuerdo muy bien sus gestos de complicidad y alegría aquel día.

Cuando tuve la ocasión de subir al hemiciclo a defenderla, afirmé entonces que no estábamos legislando «para gentes remotas y extrañas», que lo que hacíamos era ampliar «las oportunidades de felicidad para nuestros vecinos, para nuestros compañeros de trabajo, para nuestros amigos, para nuestros familiares» y, más aún, o sobre todo, construir «un país más decente, porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros».

Creo que estábamos en lo cierto y que luchar por un país más decente, más tolerante, no fue sino lo que hizo toda su vida Pedro Zerolo.

Porque la tolerancia se contagia. La sociedad que respeta las opciones de identidad sexual de cada cual es la misma que respeta a las personas con independencia de su origen o de la fe religiosa que profesan, la misma a la que le repugna la violencia contra las mujeres o, en general, las prácticas discriminatorias.

Y en todas esas batallas estuvo y estaba Pedro, peleando por los derechos de los homosexuales y transexuales, los de los inmigrantes, los de las mujeres maltratadas o los de quienes han sido más golpeados por la crisis; esto es, peleando por esa sociedad más decente y tolerante, peleando por ti, por todos nosotros.