Chueca, orgullo de Zerolo

Todo viaje tiene un Km. 0. Éste comienza sobre una furgoneta en la Puerta del Sol sobre la que se encarama un grupo de jóvenes que celebran ser quiénes y cómo son. Entre ellos está Pedro Zerolo, que ha pagado de su bolsillo la precaria iluminación y el sonido que envuelve a esta discreta edición de lo que años más tarde será la fiesta del Orgullo Gay más importante de toda Europa.

“Eran finales de los 90, y Chueca era un barrio abandonado”, cuentaToni Poveda, ex presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), tras decir adiós a su amigo en la capilla ardiente instalada en la Casa de la Villa.

A pesar de que sus calles ya estaban trufadas de bares de ambiente,éstos eran semiclandestinos y sus clientes tenían que andarse con ojo de no encontrarse al girar con algún maleante que quisiera buscarles algo más que las costillas.

Asociaciones como COGAM o FELGTB y su abanderado Pedro Zerolo lucharon durante años para desestigmatizar a los gays y sacar de las sombras a un colectivo muy amigo del color. Como apunta Poveda, “a él le gustaba decir que con cada Orgullo, de Chueca tenía que salir un arcoiris que iluminara toda Europa”.

A medida que progresaba esta normalización, surgían nuevos comercios ‘gayfriendly’ que acabaron por convertir al barrio en el refugio de personas de distintas orientaciones sexuales que dieron a sus calles un carácter desinhibido y rompedor.

Pronto, la Plaza de Vázquez de Mella pasó a ser el epicentro de la fiesta del Orgullo. Hoy, los activistas piden que se cambie su nombre por el de Pedro Zerolo a través de una campaña en Change.org. “Zerolo es una figura lo suficientemente relevante, que ha luchado por el colectivo FLGTB como para tener una plaza de estas características en el barrio más LGTB de todo Madrid”, defiende Rubén López, portavoz de FLGTB.

Desde la Federación explican que Vázquez de Mella -un político y escritor de corte tradicionalista- ya tiene una calle en Ciudad Lineal.

Paseos de libertad

En torno a esta plaza se agrupan coctelerías -Del Diego, Bar Cock- y terrazas -La de la Reina o la del Room Mate Óscar- en las que era frecuente cruzarse con Zerolo. A pesar de que no era un gran amante de la noche, sí “le gustaba pasear por el barrio, darse una vuelta por librerías como Berkana y sentarse en sus bares a admirar su libertad”, recuerda su amigo.

Sin embargo, el secretario de Movimientos Sociales del PSOE vivía a cierta distancia de allí, en el Barrio de las Letras. Sabía quizás queconviene poner cierta distancia con los sueños. Es probable, también, que el día que más temió despertar fue el 30 de julio de 2005, cuando el entonces secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del Gobierno celebró en la Plaza de Chuecala aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo.

En uno de esos balcones en los que retumbaron sus palabras -“era muy fácil hacerlo, pero nos ha costado 26 años de lucha- ondea hoy una bandera arcoiris quebrada por un crespón negro. Su dueño esLuis Deltell, un joven militante socialista que comparte piso con otros dos amigos. En estos años ha visto cómo esta parcela de Madrid se convertía en “el barrio de las libertades”.

Su muerte es para él “una gran pérdida” pero le consuela saber que “su legado perdurará”.

Pero el viaje no ha terminado todavía. En 2017, Madrid acogerá el World Pride, otra cita histórica en la que Zerolo también estará presente. “Ya nos dejó dicho que es el primero que se hace en español y que deberemos tener muy presente a los países de Latinoamérica”, concluye Poveda.