De izquierda a derecha: Javier Maroto (PP), María Such (PSOE), Nicolás de Miguel (Ciudadanos), y Ricardo Sixto (A la Valenciana). EL MUNDO
El 13 de noviembre de 1999, Miquel Iceta, actual presidente del PSC, se convertía en el primer diputado español en salir del armario, algo que ya era común en otros países de Europa. “Los gays luchamos para que un acto como éste deje de ser noticia. Para conseguirlo tenemos que trabajar mucho”, dijo entonces. Han pasado 17 años y, efectivamente, se ha trabajado mucho para que el Congreso sea un fiel reflejo de la sociedad plural y diversa a la que pretende representar pero, ¿hasta qué punto encontrar un parlamentario gay y orgulloso de su orientación sexual ya no es noticiable?
Las elecciones de mañana son un buen termómetro para saber realmente cuánto se ha avanzado en materia de visibilidad en una cámara donde un beso en los labios entre dos hombres (recuerden el pico de Xavier Domènech y Pablo Iglesias en el pasado debate de investidura) provoca un terremoto mediático. LOC ha preguntado a los cuatro grandes partidos, PP, PSOE, Unidos Podemos (y sus confluencias) y Ciudadanos, cuántos de sus candidatos al Hemiciclo son homosexuales visibles. Una buena oportunidad para abordar con ellos sus políticas en la materia. En total, serán 15 los gays y lesbianas que intentarán conseguir uno de los 350 escaños que se repartirán en la cita electoral del 26J. Sin duda, en esta XII legislatura Iceta se hubiera sentido menos solo.
El PP, con un sólo candidato LGTB
Entre estos candidatos visibles al Congreso, tan sólo hay uno del Partido Popular. Se trata de Javier Maroto, segundo por Álava, que en las elecciones del 20-D ya se quedó sin escaño. Con este antecedente, el PP podría quedarse sin diputados fuera del armario. Desde Génova, aseguran a LOC que prefieren no “hablar de la sexualidad de sus candidatos ya que es algo muy íntimo, que afecta a su ámbito personal. No es algo relevante en campaña”.
Por su parte, en Ciudadanos no han encontrado un sólo homosexual en las listas que se votan mañana. Sí lo hubo el 20-D, se trataba de Nicolás de Miguel, quien presume de haber sido del primer gay que se presentó a la alcaldía de San Sebastián cuando militaba en UPyD. “Que no haya ninguna persona LGTB en las listas de Ciudadanos es una casualidad. Yo estuve las anteriores y en esta ocasión no puedo porque en unos meses comienzan las elecciones autonómicas vascas y ya no me daba tiempo a todo. Pero te puedo asegurar que en este partido la homosexualidad está muy aceptada. Si no, no me hubiera unido a él”, explica De Miguel, quien, actualmente, ejerce de portavoz del partido de Albert Rivera en el País Vasco.
Ángeles Álvarez, del PSOE. EM
Así pues el PSOE y Unidos Podemos coparán la representación LGTB en el Congreso. Los socialistas presentan en sus listas al Congreso ocho candidatos y la formación de Pablo Iglesias, seis. Por parte del PSOE concurren Ángeles Álvarez (cuarta por Madrid), Antonio Hurtado (segundo por Córdoba), José Manuel Girela de la Fuente (quinto por Sevilla), Felipe Jesús Sicilia Alférez (segundo por Jaén), María Such (tercera por Valencia), Gonzalo Diz (sexto por Coruña), Florentino Plasencia (séptimo por Santa Cruz de Tenerife) y Miguel Cimorra López, que figura como suplente por Zaragoza.
De ellos, los cinco primeros ya tienen experiencia como diputados en anteriores legislaturas. De hecho, Ángeles Álvarez fue la primera mujer que se declaró públicamente lesbiana, por ello fue portada en el especial LGTB de 2014. “Fue algo muy positivo, no por mí, porque mi entorno ya sabía lo que había, sino porque la gente, especialmente en la política, se suelta. Recibí muchísimo cariño. Muchos jóvenes, de repente, me felicitaban y entonces me di cuenta de lo importante que es crear referentes”.
Apuesta por la naturalidad
Álvarez fue una pionera y, ahora, hay muchas posibilidades de que la acompañe en el Hemiciclo María Such, una de las jóvenes promesas de la política valenciana, quien, a sus 26 años, ya consiguió un escaño en las pasadas elecciones. Hija del histórico socialista Antoni Such, esta joven rubia que no responde a ningún estereotipo, le gusta hacer gala de naturalidad. Tal y como explica, “no pasé por ningún proceso de salida del armario, simplemente conocí a una persona que me gustaba e hice mi vida con normalidad. Me abrí poco a poco, primero con los amigos y luego con la familia”.
Por su parte, Unidos Podemos junto a sus confluencias En Comú Podem y A la valencianasuman en total seis candidatos LGTB visibles al Congreso. Ellos son Joan Luengo (segundo por Gerona), Leticia García Panal (segunda por Granada), Diego Flores Sáez (quinto por Las Palmas), Ricardo Sixto Iglesias (quinto por Valencia) y Gemma Espinosa Ortega (séptima por Cádiz).
Joan Luengo, concejal en Bayonles por Iniciativa per Catalunya Verds, se quedó sin escaño en las anteriores elecciones y sus amigos le han bautizado como el Harvey Milk catalán. Él se lo toma con humor. “Es que me gusta utilizar algunas de sus frases en los mítines, por ejemplo digo lo de: ‘He venido a reclutaros’ o esa anécdota de que cuando a Milk le decían que Dios no quería que los homosexuales tuvieran hijos, él respondía: ‘Pero lo intentamos mucho'”.
El político catalán valora muy positivamente que cada vez haya más políticos visibles en el Congreso. “Una de mis prioridades es desarrollar una ley contra la homofobia a nivel nacional, igual que la que ya tenemos en Cataluña, y cuantos más seamos, más fácil será poder hacerlo”. También opina que lo fundamental en este nuevo tiempo es la naturalidad. “Creo que todos debemos actuar con normalidad, yo no voy gritando que soy gay ni nada así pero no me oculto y mi novio viene conmigo cuando toca”.
Luis Alegre, fundador del partido y secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, podría haberse sumado a esta lista pero explica que hacerlo era incompatible con su puesto como profesor en la universidad. “Siempre he tenido como límite con Podemos no tener que dejar mi profesión. Es algo que realmente me hace muy feliz y no quiero renunciar a ello”.
Toni Comín, de Esquerra Republicana de Cataluña. EM
Alegre asegura que “en nuestro partido ser gay o lesbiana es algo natural, somos gente que viene de muchos ámbitos y que no discrimina a nadie por cuestiones de raza o sexo. Pero no es algo que tengamos en cuenta al hacer las listas. En la pasada legislatura hubo una diputada de color y yo me alegré mucho porque está muy bien que el Congreso se parezca cada vez más a la calle“.
Según asegura, el círculo LGTB es muy activo en Podemos. “Entre nuestras propuestas está la de crear una Convención Internacional contra la discriminación por motivos de orientación sexual”. Muchas otras de sus iniciativas LGTB coinciden con las del PSOE, quien tiene el programa más detallado en estas cuestiones y que plantea crear una Ley con los delitos de odio que implique una mayor protección. “Es que no me cuesta admitir que en el PSOE han tenido referentes para mí, como Pedro Zerolo. Creo que en estas materias nos podríamos entender bien”. Ese entendimiento con el PP parece mucho más difícil. “Todavía estoy esperando que salga Maroto a desautorizar a Cañizares cuando suelta esas barbaridades sobre los LGTB”, comenta, por su lado, Ángeles Álvarez.
Elecciones al senado
El ex secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, también se la juega mañana en las elecciones. En su caso aspira a un puesto en el Senado, es primero en las listas de Álava. Él fue el primer cargo relevante del partido en hablar de su homosexualidad. Lo hizo en este suplemento en 2012 y asegura que en el PP “existe un compromiso expreso en el reconocimiento y defensa de los derechos LGTB. Hemos asumido el matrimonio homosexual, queremos legislar para que haya una mayor protección para los transexuales, impulsar planes en la educación contra el acoso para educar en el respeto…”.
Entonces, ¿por qué aún cuesta tanto que haya visibilidad dentro del partido? “Hay mucha gente gay en nuestras filas, en Nuevas Generaciones por ejemplo no hay ningún problema y lo viven con normalidad. Pero es que normalidad es hacer política sin tener que colgarte una etiqueta permanentemente. Además, cuando uno sale la gente de izquierdas se vuelve muy agresiva, te llaman hipócrita, te insultan… Creo que una asignatura pendiente es aparcar el sectarismo y reconocer la pluralidad del colectivo, no todos tenemos que ser lo mismo”.
Precisamente, en las elecciones al Senado en el País Vasco se puede comprobar cómo dos LGTB pueden estar en las antípodas de su pensamiento político. Bildu presenta a la cámara alta a Maite Sarasua, quien figura como segunda por la circunscripción de Guipúzcoa. A sus 56 años, esta madre de dos hijos es feliz paseando por San Sebastián agarrada a su novia. “Ser lesbiana aún genera muchos problemas, yo por suerte no los he tenido. Pero tenemos que luchar porque todas las personas sean aceptadas con la identidad que elijan“, explica Sarasua, quien se queja de que las mujeres LGTB no ocupen más espacio público. “Ya es hora de que haya más referentes públicos y políticos”.
Oyarzábal y Sarasua no son los únicos miembros visibles del colectivo que participan en las elecciones. Por Unidos Podemos se presenta Eva Abril, quien ocupa el primer puesto por Madrid; Kevin Botejara, está en la misma posición por Cantabria, y por En Comú Podem, María Freixanet, figura como segunda en las listas de Barcelona.
Como indica el ejemplo de Sarasua, en los partidos independentistas también tienen sus referentes LGTB. En Esquerra Republicana, Toni Comín, Conseller de Salud, es uno de ellos. A las listas del Congreso por ERC se presenta Éric Gómez y Pérez, concejal de San Cugat y Vallés, que va el número once a la circunscripción de Barcelona. “En mi partido hay mucha gente LGTB, pero no significa que la gente vaya por cuotas. Algo que nos gustaría proponer en el Congreso es ampliar la ley contra la homofobia que ya existe en el resto de España”, explica.
Por parte de Convergencia, quienes también tienen en el Govern un Conseller homosexual (Santi Vila, ahora, titular de Cultura), se presenta David Saldoni, alcalde de Sallent (municipio de más de 6.000 habitantes). Él figura en el octavo puesto al Congreso por Cataluña y asegura que su partido no es conservador en los temas LGTB. “Hay libertad de voto y todos nos respetamos mucho. Yo creo que el mensaje de tolerancia ha calado y existe mucho respeto”. Este recorrido por los candidatos homosexuales visibles al Congreso y al Senado de todos los colores, hubiera sido imposible de hacer cuando Iceta dio aquel paso en 1999. Está claro que queda mucho recorrido, pero un Hemiciclo sin armarios está más cerca.