MADRID La Complutense suspende la mesa redonda en la que hoy iba a participar el presidente de HazteOír

Junto a Arsuaga, iban a formar parte de la mesa redonda la presidenta de Vox Madrid, Rocío Monasterio y la autora del libro ‘Cuando nos prohibieron ser mujeres …y os persiguieron por ser hombres’, Alicia V. Rubio

El presidente de la asociación ultracatólica HazteOír, Ignacio Arsuaga. JAVIER BARBANCHO

La Universidad Complutense de Madrid ha decidido suspender la mesa redonda en su Facultad de Derecho en la que iba a participar el presidente de HazteOír, Ignacio Arsuaga.

Así lo ha indicado la universidad en su perfil de Twitter, indicando que la mesa redonda no se va a celebrar a las 18 horas, como estaba previsto y que fue solicitado por un alumno de la universidad.

Junto a Arsuaga, iban a participar en esta mesa redonda el periodista Cake Minuesa, la presidenta de Vox Madrid, Rocío Monasterio, y la presidenta de Feminiscencia, Alicia Rubio.

Desde HazteOír y Vox han criticado la decisión de la universidad de suspender este evento que se centraba en la “libertad de expresión” y han avanzado que acudirán a la Facultad a pesar de la suspensión del acto.

“La universidad, como espacio de debate e intercambio de ideas, es un foro adecuado para poder explicar una campaña de información y sensibilización a favor de las libertades de educación y expresión”, señalaba ayer en un comunicado el presidente de HazteOír.

Incidentes en la Complutense al llevar Hazte Oír su autobús a un acto universitario

Un simpatizante de la asociación ultra agrede al decano de la Facultad de Derecho, quien trataba de mediar en el enfrentamiento entre estudiantes y la organización transfóbica. 

 

Autobús de Hazte Oír. E.P

Simpatizantes de Hazte Oír y estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid se enfrentaron este viernes en la Facultad de Derecho, dónde estaba programada un acto en el que iba a participar el presidente de la organización ultra, Ignacio Arsuaga y que fue cancelada por decisión del Rectorado.

A pesar de la prohibición los participantes de ese acto, de marcada tendencia ultraconservadora, entre los que se encontraba el presidente de Hazte Oír y Rocio Monasterio, presidenta de Vox Madrid Oír, han decidido  celebrar un acto en las puertas de la facultad.

Incluso Hazte Oír llevó hasta allí su polémico autobús, lo que elevó la tensión.

Decenas de estudiantes abuchearon la llegada del autobús transfóbico de Hazte Oír a su llegada al centro universitario. Los jóvenes les esperaban con pancartas de “Hazte querer” y gritando consignas como “fuera fascistas de la Universidad” o “los ángeles no tienen genitales”. El decano de la facultad de Derecho ordenó el cierre de las puertas del edificio para impedir la entrada de los ultracatólicos.

Un grupo simpatizante de los ultraderechistas  que acompañaba a Ignacio Arsuaga se enfrentó a los estudiantes que protestaban por su presencia.

Arsuaga caldeaba los ánimos al pedir “libertad de expresión” y afirmar ante los medios allí presentes que “la gente ha sido anardecida por los políticos que nos están insultando”.

Ricardo Alonso, decano de la Facultad de Derecho, trataba de apaciguar los ánimos entre ambos grupos cuando se produjo un forcejeo con un simpatizante de la formación. Alonso, que denunció los hechos ante la Policía, afirmó que el suceso “no ha pasado a mayores”. Algunos medios hablaron de que había recibido un cabezazo y el quiso puntualizar que le había roto los botones de la camisa.

Finalmente la Policía Municipal ha acudido al lugar de los hechos y ha obligado al autobús transfóbico a abandonar el parking de la  Facultad. Los jóvenes que protestaban por su presencia lo han despedido entre aplausos.

Estaba previsto que este viernes se produjese una mesa redonda sobre libertad de expresión, y que la facultad prohibió. El decano ha explicado que la conferencia estaba organizada por un solo estudiante y “este tipo de actos solo pueden organizarse si lo solicita una asociación de estudiantes legalmente inscrita y con representatividad”.

HazteOir provoca incidentes en la Universidad Complutense de Madrid

El autobús de HazteOir en la Universidad Complutense

HazteOir y un grupo numeroso de estudiantes con banderas LGTBI están viviendo momentos de tensión en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid después que los ultracatólicos hayan llevado hasta allí su autobús para protestar por la cancelación de una mesa redonda que tenían previsto celebrar este viernes sobre “libertad de expresión”, promovida por Vox y HazteOir.

Tras unos minutos de tensión, el autobús ha tenido que abandonar las instalaciones escoltado por la Policía Municipal, que se ha personado en la facultad y ha pedido que se marchen. “No entendéis el derecho a la libertad de expresión”, ha espetado el líder de los ultracatólicos Ignacio Arsuaga ante los estudiantes concentrados a su alrededor antes de marcharse.

Para contraprogramar la charla, los estudiantes habían convocado la protesta por redes sociales y llamaban a organizar “ una sentada contra el fascismo y la transfobia” una hora antes del inicio de la charla en el hall de la Facultad de Derecho.

La Universidad comunicaba esta mañana  a través de redes sociales que suspendía el acto de HazteOir. El Decano de la Facultad de Derecho, responsable de dar autorización en estos casos, ha explicado en declaraciones a los medios que se ha decidido cancelar “por estar pedido por un estudiante individual y solemos atender peticiones de asociaciones representativas“. En la mesa redonda iba a participar, entre otros, la presidenta de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, y el periodista Cake Minuesa.

El Decano, presente en el lugar, ha ordenado antes de la llegada de la Policía el cierre de las puertas del edificio para impedir la entrada de los ultracatólicos. “El que ha impedido la entrada en la facultad he sido yo. Aquí la gente es libre de decir y gritar mientras no se llegue a la violencia verbal o física”, ha dicho Ricardo Alonso, que ha denunciado que en el momento de máxima tensión varios miembros de la organización ultracatólica le han intentando agredir, en un suceso “que no ha llegado a mayores”.

“Tenemos corazón, es lo que importa”, la respuesta de los niños de Huelva al autobús de HazteOir

El mural creado por los niños del colegio onubense.

“Los niños tienen corazón, las niñas tienen corazón. Eso es lo que importa”. Es la genial respuesta, en forma de mural, que han dado los niños del colegio onubense Príncipes de España a la campaña transfóbica del autobús de HazteOir, en un gigantesco dibujo que decora una de las paredes de su centro educativo.

La imagen fue difundida este viernes mediante las redes sociales del centro educativo, y las reacciones no se han hecho esperar. Entre las personas que la han compartido y apoyado está Rubén López, miembro de la Ejecutiva de Arcópoli (Asociación LGTB+H de la Comunidad de Madrid y de las universidades Complutense y Politécnica), que ha destacado su originalidad, así como las personas que han considerado lo acertado del mensaje.

“Somos diferentes pero iguales en derecho” es la frase que corona el mural del autobús de los alumnos de Huelva, en una idea plasmada con originalidad y rapidez.
La respuesta a ‘Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva, que no te engañen’ ha sido contundente, sobre todo porque los pequeños han trabajado concienzudamente en un mural que responde incluso a los mismos colores corporativos del autobús de HazteOir. Miles de personas han mostrado ya su apoyo a esta idea de estos niños onubenses.

Y eso que Huelva no es una de las provincias por dónde tiene pensado pasar el polémico vehículo, que sí ha anunciado que se dejará ver en Barcelona, Valencia, Zaragoza, Pamplona, San Sebastián, Bilbao y Vitoria.

En el caso de Sevilla, el Ayuntamiento ha anunciado que le recibirá con la bandera LGTB+H izada en el Ayuntamiento, y con actividades por toda la ciudad para contrarrestar su mensaje homófobo.

El Arzobispado de Madrid condena la campaña del autobús tránsfobo de los ultracatólicos HazteOir

La caravana de HazteOir con el autobús de El Intermedio en Cibeles. / R.R

El bus tránsfobo de HazteOir es “una iniciativa de un grupo que no representa a la Iglesia, aunque quiera presentarse como la voz de una parte de los católicos. Y eso es un problema serio”. El semanario de la Archidiócesis de Madrid, Alfa y Omega, sacude una dura andanada contra los grupos ultracatólicos en su editorial de este jueves.

En el mismo, que lleva por título “Dejemos a los niños en paz”, la revista –que se distribuye todos los jueves con el diario ABC– subraya que “es evidente que en la trinchera hay oportunidades de negocio”, pero advierte que “la comunidad católica debería resistirse a los cantos de sirena de quienes se erigen en paladines de la pureza doctrinal con propuestas que más tienen que ver con la toma del poder al asalto que con convencer al otro con razones y testimonios de vida”.

Para el semanario católico, “campañas como la del autobús solo consiguen fortalecer en sus posiciones a quien piensa de forma distinta y generan división entre los católicos. Por eso resultan contraproducentes, salvo que el objetivo real sea instrumentalizar reivindicaciones nobles como la libertad educativa para aumentar la propia capacidad de influencia social”.

“Un criterio de discernimiento es el sentido de comunión”, señala AlfayOmega, que subraya que, en la Iglesia, “hay grupos más sensibles a la defensa de la vida gestante y otros más preocupados por los derechos de los inmigrantes. Es buena la diversidad y es bueno cooperar con quienes, desde otras convicciones, persiguen los mismos fines, siempre que no se mutile el Evangelio a conveniencia”.

Porque sólo “desde la integridad de la fe”, como afirma el Papa en Amoris Laetitia, “se podrá denunciar la ideología de género, al tiempo que se acoge a ‘todas las peronsas sin excepción’”. “.La denuncia será entonces creíble. De lo contrario, sin comunión, se estará haciendo ideología, y con niños de por medio”, concluye el editorial, interpretado como la respuesta del cardenal de Madrid a los grupos ultracatólicos y sus campañas de descrédito a su persona y al Papa Francisco.

Italia reconoce por primera vez la adopción en el extranjero de dos niños por una pareja homosexual

El Tribunal de Menores de Florencia así lo sentencia, a pesar de que la ley italiana de uniones civiles lo prohíbe

Manifestación de apoyo a las uniones homosexuales en Italia. AFP

El Tribunal de Menores de Florencia ha sentenciado que también es válida en Italia la adopción de dos niños que una pareja italiana de homosexuales hizo en el Reino Unido, donde residía. En consecuencia, dicho tribunal ha ordenado que los pequeños sean inscritos en el Registro Civil.

Ésta es la primera vez que en Italia se reconoce la adopción en el extranjero de menores por parte de una pareja del mismo sexo, según informó la asociación Abogados por los Derechos de LGBT.

Los dos menores, que son hermanos, habían sido abandonados por sus progenitores biológicos en el Reino Unido, y reconocidos “a todos los efectos” como hijos adoptivos de esta pareja homosexual italiana.

Ahora, tras la sentencia del tribunal de Florencia, los pequeños contarán con la ciudadanía italiana. El juez tuvo en cuenta el “interés superior de los menores”, y consideró que “debe ser protegido el derecho de los pequeños a conservar el estatus de hijos, reconocido por un acto válido de otro país de la Unión Europea, como es el Reino Unido”.

El problema es que la sentencia choca frontalmente con la ley de uniones civiles, aprobada en Italia en mayo del año pasado, que reconoce la parejas de hecho y las formadas por personas del mismo sexo. La aprobación de dicho texto legislativo estuvo rodeada de gran polémica, precisamente por el hecho de que parejas de un mismo sexo pudieran adoptar hijas o hijos. De hecho, la ley consiguió la luz verde en ambas cámaras legislativas, después de que el texto se enmendara y se eliminara la parte que preveía que las parejas de un mismo sexo pudieran adoptar.

En consecuencia, las reacciones tras la sentencia del Tribunal de Menores de Florencia no se han hecho esperar. El líder de la formación de ultra derecha Lega Nord, Matteo Salvini, criticó que “una parte de los magistrados hagan política”. Y añadió: “Es inaceptable que una sentencia reconozca una adopción a favor de dos hombres. La Lega Nord dirá ahora y siempre ‘no’ a las adopciones por parte de gays y a los vientres de alquiler”.

Por su parte, Giorgia Meloni, de la formación conservadora Hermanos de Italia, calificó la sentencia de “ideológica e ilegal”. “La judicatura no tiene que hacer leyes, sino el Parlamento”, afirmó denunciando la supuesta intromisión de los magistrados en aspectos que corresponderían a las cámaras legislativas.

En cambio, la coordinadora nacional del área socialista del Partido Demócrata, Claudia Bastianelli, aplaudió la sentencia del tribunal florentino, y subrayó que “se ha antepuesto el interés de los menores para evitar incertidumbre jurídica sobre su propia identidad”.

La presidenta de la asociación por los derechos de LGBT, Maria Grazia Sangalli, también celebró la resolución judicial, que definió como una sentencia “histórica para el reconocimiento de los derechos de estas familias”.

La falta de sanciones contra la homofobia enfrenta entidades y Generalitat

Desde que se aprobó la ley contra la LGTBIfobia sólo una denuncia ha terminado en sanción.

El Parlament de Catalunya después de aprobar la ley contra la LGTBfobia / PARLAMENT

La Ley 11/2014 para erradicar la LGTBIfobia se aprobó en octubre de 2014 con los votos de todos los grupos del Parlament de Catalunya excepto los del PP y los diputados de Unió en los puntos claves. Una de las características de esta normativa pionera en el Estado es que incorporaba un régimen sancionador, dotado de herramientas que debían servir para penalizar las discriminaciones que sufre el colectivo. Pero a día de hoy, dos años y medio después de la aprobación de la ley, sólo se ha producido una única sanción administrativa que se ha saldado con una multa de 300 euros. Las entidades se quejan de que la Generalitat no desarrolla el régimen sancionador, mientras que la administración, por su parte, expone las dificultades de ponerlo en práctica.

Desde octubre de 2014, el Observatorio contra la Homofobia ha hecho llegar a la
Generalitat más de 100 casos de posibles denuncias por agresiones y discriminación hacia el colectivo de personas lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales. El Síndic de Greuges, por su parte, hasta el día 31 de diciembre de 2016, había recibido un total de 33 quejas por parte de diferentes entidades y particulares. De todas las que se han transferido a la administración, sea por vía del Observatorio, de otras entidades o de personas físicas que se han personado en la administración, la Dirección General de Igualdad ha iniciado una investigación en 63 casos, que se trataban de denuncias administrativas. También ha recibido de penales y laborales que las ha derivado al departamento u organismo pertinente. Únicamente una única denuncia ha terminado enuna sanción.

Al respecto, la directora general de Igualdad de la Generalitat, Mireia Mata, aclara por un lado, que no todas las comunicaciones que les transmiten las entidades pueden ser consideradas como denuncia, por lo que existe este baile de cifras.

“Una denuncia es un documento en el que una persona identificada da conocimiento a la administración de unos hechos con la petición de que abra una investigación para ver si esto es sancionable o no. En general se utiliza el verbo denunciar cómo se podría usar el verbo comunicar o poner en conocimiento”, matiza Mata.

Sobre la escasez de sanciones, concreta que a menudo “las dificultades para aportar alguna prueba documental o testimonial es lo que hace que no puedan acabar en sanción”, porque sin pruebas “es la palabra de uno contra el otro”. “Nuestro sistema judicial es muy garantista, y cuando pasa esto tiende a no hacer sanciones, porque dejaría la presunta parte agresora con indefensión jurídica”.

Denuncia contra Hazte Oír

Uno de los casos que se ha comunicado a la administración y con respecto al cual la entidad Famílies LGTBI se ha personado como denunciante es contra la Plataforma Hazte Oír. La semana pasada volvió a ser noticia después de que hiciera circular un autobús con el lema “Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen” como parte de una campaña contra la transexualidad. Pero no es la primera vez que las entidades denuncian a esta asociación utracatólica.

A principio de curso ya comunicaron a la administración que la plataforma había enviado a escuelas de todo el Estado, y a 1.772 centros de Catalunya, un librito titulado ¿Sabes lo que quieren enseñarle a tu hijo en el colegio? Las leyes de adoctrinamiento sexual y que tenía en la portada un dibujo de dos menores haciendo el saludo fascista en una bandera del arco del iris. A criterio de Katy Pallàs, presidenta de Famílies LGTBI, “el contenido era escalofriante, un panfleto homófobo que atentaba contra los derechos del colectivo”.

Famílies LGTBI presentó entonces una queja formal a la Dirección General de Igualdad, a la Oficina para la no discriminación, a Fiscalía y al Síndic de Greuges. “Desde la Dirección General de Igualdad nos enviaron una carta diciendo que la Generalitat trabajaba de acuerdo con la ley contra la LGTBIfobia para prevenir cualquier discriminación”, continúa Pallàs, “pero en cuanto al ámbito educativo, considero que se ha hecho más bien poco al respecto “.

También el concejal de Políticas LGTBI, de Ripollet, Fran Sánchez, explica que en el
municipio hubo quejas por parte de las AMPAS por este libro y que por eso decidieron remitir el caso a la Generalitat, pero considera que la administración debería haber sancionado la plataforma. “Es una actuación totalmente sancionable”, asegura el concejal, “y si no se ha hecho ha sido por falta de voluntad política”.

Pero por su parte, desde la Dirección General de Igualdad, recuerdan que cuando
recibieron las quejas abrieron un expediente para hacer el seguimiento del caso, “pero los juristas nos dijeron que el infractor era de Madrid y el día 3 de febrero tuvimos que enviarlo allí, que tienen una área LGTBI y una ley contra la LGTBIfobia”, expone la directora general de Igualdad, Mireia Mata. “Es un tema competencial”, concluye.

Desde que se aprobó la ley, la Generalitat ha destinado más de dos millones de euros a implementarla y es por eso que Mata considera “injusto el argumento de que la ley se ha guardado en un cajón o que alguien pueda decir que la administración no hace nada al respecto por falta de voluntad política”.

Bullying homófobo a un niño de nueve años

Otro de los casos que han llegado a la Generalitat es el de un niño de nueve años que había sufrido bullying homófobo por parte de sus compañeros de escuela, que sospechaban que el niño tenía una orientación sexual diferente que ellos. En una carta publicada por El Periódico, el niño explicaba que le molestaba que los otros alumnos se burlaran, que escribieran “cosas feas de mí” y sobre todo “que os riáis de mí”.

Su madre ha accedido a hablar con Públic y recuerda que “llegó un punto que mi hijo estaba con ataques de nervios y de ansiedad, que se escondía en el armario porque no quería ir a clase”. También explica que comunicó a la escuela el malestar del niño en varias ocasiones, de forma verbal y escrita, pero se queja de que no recibió ninguna respuesta. Finalmente tuvo que cambiar al niño de centro “por su propia salud mental”.

La familia, que considera que la gestión de la escuela “fue nefasta”, puso una queja a través del Defensor del Pueblo “y el Síndic ha hecho una resolución a favor nuestro reclamando una serie de medidas que deben tomarse en el centro y que tiene que tomar el Departamento de Enseñanza”, explica,” pero de momento no tenemos constancia de que haya hecho nada”. “Yo busco una sanción ejemplar a la escuela, porque pienso que han actuado muy mal”.

Desde la Generalitat aseguran que el Departamento está trabajando, pero que a pesar de que la familia quiera un castigo ejemplar “porque lo ha pasado muy mal, esto no es lo que corresponde hacer”.

Desde la aprobación de la ley y hasta el pasado julio, cuando se actualizaron los
protocolos a la sanidad pública, una de las denuncias más recurrentes que recibía el Observatorio era la de mujeres sin pareja o parejas de mujeres que habían visto
vulnerado su derecho al acceso a las técnicas de reproducción asistida. Una de las quejas que se remitió a la Generalitat fue la de la Guiomar, que se dirigió a la entidad para denunciar que el Hospital de Sant Pau había denegado su acceso y el de su mujer a estos tratamientos por ser una pareja homosexual.

Se vieron forzadas a seguir el procedimiento por la vía privada “porque no teníamos otra opción y además, nos quedamos destrozadas psicológicamente”. Ahora quieren exigir que se les reembolsen el dinero, ya que “se nos negó un derecho que estaba recogido por la ley”. Además, también quieren denunciar otros obstáculos que han tenido que lidiar por ser una pareja de mujeres lesbianas. “Para registrar nuestra hija en el Registro Civil nos obligaron a ir a las dos y a llevar la firma del consentimiento informado de la Clínica de Reproducción Asistida, si no, no podíamos registrarla”, recuerda Guiomar, “y aparte, en todos los documentos que hemos tenido que llenar ponía siempre ‘nombre de la madre y del padre’ … Tuvimos que tacharlos en todos “.

Reglamento pendiente

A pesar de que las entidades lamenten que en todo este tiempo sólo se haya producido una sanción, porque creen que esto podría convertirse en ejemplificador y prevenir futuros casos de agresiones, Mireia Mata considera que la herramienta sancionadora “es importante pero más accesoria”, sobre todo porque desde su punto de vista “es iluso” pensar que la homofobia se erradicará a golpe de sanción.

Es por ello que la Generalitat pone el acento en “actuar multidisciplinariamente”. “El primero es a través de la educación y formación en la diversidad sexual”. Pero este es justamente uno de los puntos más calientes de la ley. Al respecto, parte de la comunidad LGTBI se ha quejado de que la ley no se ha desplegado al 100% en los centros escolares, pero Mata destaca los pasos que se han llevado a cabo en este sentido, “como el tema de los protocolos de actuación contra el bullying por LGTBIfòbia, que era algo que hasta el curso 2016-2017 no había existido y ahora se ha incorporado a los centros, la formación de inspectores de enseñanza o las charlas de Mossos en los centros de secundaria sobre el tema”.

La no existencia de un reglamento, que debía estar finalizado en el primer año desde la aprobación de la ley, también dificulta, a criterio de las entidades, que se impongan más sanciones. Al respecto, la Generalitat asegura que lo tiene redactado y “muy a punto”, y si bien coincide en que esto hará más ágil el proceso administrativo, también advierte que “lo primero que hay que hacer es concienciar a la gente para que tenga suficiente sangre fría como para recoger testigos o llamar a los Mossos cuando se siente agredida”, porque sin pruebas, “con el reglamento estaremos igual”.

Interior analizará si HazteOir incumple los requisitos para ser considerada de utilidad pública

La policía municipal pide la documentación al conductor del autobús de Hazte Oír. EFE

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha salido al paso de la polémica por el autobús tránsfobo que ha movilizado la asociación ultra HazteOir. El sucesor de Jorge Fernández Díaz ha evitado condenar la iniciativa, que fue paralizada por un juez hasta que retirara los mensajes contra las personas transexuales. El titular de Interior ha explicado que el departamento analizará si la asociación cumple los requisitos para mantener la categoría de utilidad pública.

“Con independencia de la actuación de la Fiscalía y que esté conociendo un juzgado, el Ministerio del Interior analizará si se han incumplido algunos de los principios que se exigen como fundamentales para la concesión y, en ese caso, se procederá a la revocación, pero cumpliendo la ley y no actuando de manera arbitraria y discrecional como parece que algunos grupos quieren que se actúe”, ha expresado Zoido.

La diputada socialista Ángeles Álvarez le ha preguntado si el Gobierno dejará de ser “colaborador necesario para las infames campañas de esta organización” y se ha interesado por la incoación del correspondiente expediente para retirarle la utilidad pública, como han reclamado PSOE y Unidos Podemos.

El responsable de Interior ha dejado en manos de los funcionarios las acciones contra esa asociación, a la que su antecesor concedió la utilidad pública. Zoido no ha querido confirmar si le revocará esa definición, que concede ventajas como exenciones fiscales o asistencia jurídica gratuita, que Fernández Díaz le otorgó a la asociación ultra en 2013. Lo ha dejado en manos de los técnicos del departamento. “S on los funcionarios los que tienen que abrir el correspondiente informe”, ha contestado Zoido en la sesión de control al gobierno. Lo que no ha contestado Zoido es si considera que HazteOir incumple los requisitos exigidos para tener la utilidad pública. 

“En el Ministerio del Interior se instruyen de manera regular expedientes para revocar la utilidad publica de las asociaciones que dejan de cumplir los requisitos”, ha respondido Zoido, que ha asegurado que “con carácter general” se retira a las asociaciones que discriminan por razones de sexo, religión, etc.  “siempre que quede acreditado y se instruya el oportuno procedimiento” que queda en manos de los técnicos, según ha explicado: “Son los funcionarios los que tienen que abrir el correspondiente informe”.

El ministro ha asegurado que el Gobierno actúa “con rigor y acogiéndose a la ley” y que en el “ autobús en el que se ha subido en el autobús del respeto y la diversidad”. En ningún momento ha expresado Zoido si considera que el autobús tránsfobo de HazteOir ataca la diversidad.

Hazte Oír pone en marcha su tercer autobús que prevé acudir a Euskadi

El nuevo autobús que HazteOir ha puesto hoy en marcha con los lemas “Los niños tienen CENSURADO. Las niñas tienen CENSURADO”. (EFE)

ALCOBENDAS.  El presidente de la organización ultracatólica, Ignacio Arsuaga, ha presentado hoy el nuevo vehículo, que ha partido desde Alcobendas hasta la plaza de Cibeles en Madrid, y ha criticado que “en el siglo XXI se haya vuelto a una época en la que existía la censura”.
Arsuaga ha concretado que el autobús -que no es el primero “redecorado”, porque aquel sigue “secuestrado” por la Policía de Madrid- va a recorrer varios días la capital para, posteriormente, pasar por otras ciudades.

Ha anunciado que tiene previsto desplazarse a Barcelona, Valencia, Zaragoza, Pamplona, San Sebastián, Bilbao, Vitoria, Sevilla, Málaga y Cádiz.

El presidente de la entidad ha dicho que esta campaña se inició para “reclamar y defender el derecho de los padres a elegir libremente la educación de sus hijos”, pero finalmente ha dado “un giro inesperado”, hasta el punto de que actualmente el interés reside en el debate sobre la libertad de expresión.

El vehículo circulará hoy por el Paseo de la Castellana y el Paseo del Prado, y está previsto durante toda esta semana esté en Madrid antes de iniciar su recorrido por otras ciudades.

El ‘transbús’ de los niños y las niñas transexuales

«Estábamos en clase y salió el tema del autobús. Y todos empezaron a decir que les parecía bien el eslogan. Lo peor fue que lo decían quienes yo creía que lo habían entendido todo, mis amigos, a los que les había explicado que los genitales no determinan la identidad sexual. Me hizo cuestionarme si lo entendían de verdad. Fue un mazazo. Ahora me pregunto si mi vida será siempre así, si la gente con la que me encuentre lo entenderá».

Habla Izan, 16 años, futuro psicólogo. Izan con el nombre oficialmente cambiado para que lo llamen como es en su pueblo de Castilla-La Mancha y en el mundo entero. Izan hormonado y operado del pecho para parecer por fuera lo que siempre se sintió por dentro.

Izan, chico con vulva.

Izan, chico.

El primer autobús deHazte Oir hizo más paradas de las que parece. Aquel Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen de la semana pasada aún despierta amores y ascos, un asteroide de reacciones a favor y en contra impactando en el centro de la convivencia patria. Todo el mundo habla… menos los niños y las niñas. ¿Qué piensan los niños con vulva y las niñas con pene?

«Ese mensaje agrede y molesta. Y es mentira», dice Pablo.

«Generan odio y confusión», dice Izan.

«Un genital no hará que mi hermano pare de ser él mismo», dice Nahia…

«Necesitamos respeto», dice Ian.

«Quien odie a gays, lesbianas o transexuales no tiene cerebro», dice Julia.

«Basta ya de humillaciones, ¿tanto nos cuesta ser personas?», dice Alex.

Acostumbrados a la diferencia, especializados en las miradas del mundo exterior, los menores transexuales han visto aparcar el autobús de Hazte Oir en medio de sus vidas.

Y desde sus mundos interiores, mientras parecía que hacían otras cosas, han ido dibujando, escribiendo, grabando y contando lo que sienten.

En la última semana, la Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis ha recibido testimonios, mensajes de WhatsApp, pantallazos de Facebook, notas de voz, cartas y dibujos de niños y niñas que expresan su reacción ante el mensaje del autobús de Hazte Oir o que cuentan qué ha pasado en sus vidas cuando los entornos en los que crecen han abordado el asunto.

Ésta es la ruta del otro autobús, del autobús de los niños con vulva y las niñas con pene, el autobús de los menores transexuales. El transbús.

Nahia tiene 13 años, devora libros y escribe en consecuencia. Tiene un hermano transexual, Zuhar, un pequeñajo de 7 años que siempre ha sabido lo que es. Lo cuenta desde Hondarribia, Patricia, la madre de ambos: «Zuhar está feliz. Vive muy bien su identidad. Cuando algunos le dicen algo malo, yo le inculco que lo hacen porque no saben. Le digo: ‘Si ellos no saben que hay niños con vulva, tú les enseñas que los hay’. No les insulto, siempre le digo que hay que enseñar a la gente. Él no sabe nada de lo del autobús, es muy pequeño, no veíamos útil que lo supiera. Bastante tiene con enseñar al mundo lo que el mundo no sabe. Su labor es la pera».

Pero Nahia sí sabe del autobús. No se ha montado en él, pero lo ha visto pararse en sus narices. Por eso, el domingo se juntó con su amiga Nahikari y dibujó su autobús, el autobús de su hermano y tantos hermanos, un transbús pintado de naranja con un latigazo de ironía: ‘Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen’… y junto a ese lema, su pintada genial: ‘No siempre’.

Como Nahia va para escritora, agarró el rotulador y redactó, con hambre de tildes, una nota para llevarse de viaje: «Es un mensaje que lo único que produce es incitación al odio entre personas. Mensajes como este (sic) ya son agua pasada. Ideales presentes en la época de los neandertales. Día a día, poco a poco, los niños y niñas tienen libertad de definir quienes (sic) son. Un genital no hará que paren de ser ellos mismos. Cada vez más gente va entendiéndolo, esta (sic) es la realidad. Hay niñas con pene y niños con vulva».

Si no fuera porque tiene 7 años, se diría que Ian (Cataluña) juega a ver informativos. Su dibujo no es un autobús. Es una caravana. Un crack. Con sus ceras de talento y su cabeza de colores, Ian pintó un furgón directo, una transcaravana sin rodeos: (sic) «A quien importa lo que yo tenga si penis o vulva. Soy un niño trans y punto !! Y necesitamos respeto!! Gracias!!! Transexualidad!».

Pablo tiene 11 años y vive en Sevilla. El viernes, en plena polémica nacional por el primer autobús de Hazte Oir, unos niños de su clase le bajaron los pantalones. Llegó a casa, dejó pasar unos días y escribió una nota para Chrysallis y para quien quiera escuchar su tinta: «Me parece muy bien que cada persona se exprese como quiera, pero no agrediendo a otras (y menos cuando no tienen razón). El pasado miércoles salió el autobús de Hazte Oir a las calles de Madrid expresando su mensaje: ‘Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva’. Ese mensaje, aparte de ser mentira, molesta a las personas transexuales. Espero que nunca más se diga ese mensaje. Stop a la transfobia».

Desde su casa castellana, Izan describe sin titubear una vida para detenerse en cada cosa: «Esto es un pueblo pequeño, siempre he tenido problemas. En cuanto me corté el pelo, se me esfumaron 30 amigos. Me ven como un bicho raro. En el vestuario de los chicos, todos se apartan de mí y se van a un rincón; piensan que les voy a hacer algo. Aun así, las cosas habían mejorado un poco, pero con esto del autobús, la incomprensión ha vuelto».

– ¿Y qué se ve cuando se acerca el autobús?

Rabia. No entiendo qué necesidad hay de ese mensaje. Y no sé cuántos más habrá. Genera odio y confusión. Son ultras y yo me siento perseguido y atacado. Incluso por los que dicen que me entienden. Ya nunca sabré si hablo con alguien que me trata como masculino porque lo cree y lo entiende o porque es así como cree que me tiene que tratar por hábito o costumbre.

Volvemos a Hondarribia. Estamos al teléfono con Patricia y le pedimos que haga de enviada especial de EL MUNDO a su propia hija, que no queremos molestar a la cría.

Patricia, pregúntale a Nahia qué les diría a los señores del autobús si los tuviera enfrente.

Y en eso, la madre traslada la pregunta, le pide a la niña que no sea tímida y se lleva una respuesta para terminar esta historia.

Que se bajen del autobús y sonrían.