Irlanda aprueba el matrimonio gay, según los primeros recuentos
/in EL PAIS, Europa, Familia, HOMOFOBIA @es, Política /by EditoreaLos primeros datos del recuento de votos, iniciado a las diez de la mañana del sábado (hora peninsular española), apuntan a una victoria del sí en el referéndum sobre la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Irlanda. Aunque el resultado oficial no se conocerá hasta avanzada la tarde, el ministro de Igualdad, Aodhán O’Ríordáin, ya ha avanzado que el voto parece inclinarse con fuerza hacia el sí. Desde el principal centro de recuento de votos, ha declarado esta mañana: “Creo que está ganado. He visto urnas abiertas, de áreas medias que no tienen por qué ser necesariamente liberales, y están rotundamente votando sí”.
O’Ríordáin ha sido el primero de una serie de diputados que, desde sus correspondientes circunscripciones electorales, han repetido el mismo mensaje: que todo indica que el sí, tal como estaba previsto, va a ganar. Incluso uno de los principales actores de la campaña por el no ha admitido que es muy probable que suceda. “Todo el mundo parece estar prediciendo un sí, y ese parece ser el caso por el momento. Es decepcionante”, ha declarado John Murray, del católico Instituto Iona.
El recuento de los votos se prolongará hasta la media tarde, y está previsto que los resultados oficiales se hagan públicos en torno a las siete de la tarde (hora peninsular española).
De confirmarse la tendencia que indican las primeras fases del recuento, Irlanda se convertiría en el primer país del mundo que aprueba por medio de una votación popular los matrimonios entre personas del mismo sexo. Todo un acontecimiento histórico para un país, fuertemente católico, en el quela homosexualidad era ilegal y se pagaba con penas de cárcel hasta 1993.
Todos los partidos políticos han pedido el voto por el sí, igual que los principales periódicos. Todas las encuestas publicadas antes del viernes, día de la votación, indicaban una victoria del sí por un cómodo margen. Pero nadie descartaba un estrechamiento del margen debido al voto del llamado “no tímido”, el de aquellos ciudadanos que, en el contexto de una campaña mucho más visible del sí, podrían ocultar su voluntad de que se mantenga el statu quo.
La participación parece haber sido alta, mucho mas que en otros referendos celebrados en el país. Al cierre de los colegios electorales a las once de la noche (hora peninsular española), la cadena pública RTE estimó que la participación podría situarse entre el 50 y el 60%. La alta afluencia a las urnas da una idea del interés que ha suscitado en este país, aún mayoritariamente católico, la propuesta de legalización del matrimonio homosexual planteada por el Gobierno de Dublín, de coalición entre conservadores y laboristas.
Algo más de 3,2 millones de irlandeses mayores de edad se habían registrado para votar. Debían responder, marcando la casilla del sí o la del no, si la Constitución irlandesa debe cambiarse para incluir la siguiente frase: “Pueden contraer matrimonio de acuerdo con la ley dos personas sin distinción de su sexo”. Había otra cuestión que se sometía al voto popular: si se reduce o no el límite de edad legal (de 35 a 21 años) para poder ser candidato a presidente. El recuento ha empezado por las papeletas del matrimonio entre personas del mismo sexo.
La movilización de los jóvenes urbanos habría sido un factor clave en la victoria del sí, en el caso en que finalmente se confirmara. En Dublín, en cuya área metropolitana vive casi un tercio de los 4,5 habitantes del país, se calcula que la participación puede haber llegado al 65%. Y en Cork, la segunda mayor ciudad, al 60%. Hasta 60.000 personas se registraron para votar en los últimos meses, muchas de ellas irlandeses residentes por todo el mundo que no querían perderse un momento histórico. No era posible el voto por correo, y podían votar a todos los irlandeses que hubieran emigrado de su país hace menos de 18 meses.
En la capital, el triunfo del sí puede ser rotundo. En el distrito oeste, con un 13% de votos escrutados, un 73% de los ciudadanos se han mostrado a favor. Este porcentaje es del 70% en el centro oeste y de entre el 60 y el 65%. En el centro-norte, el sí alcanzaría un 70%, según las mejores perspectivas. “Parece que esta cuestión ha tocado un nervio en los irlandeses y me siento orgulloso de ser un ciudadano de este país”, ha aseverado el ministro.
Si el recuento final confirma lo que ha adelantado el ministro, Irlanda se sumaría a la tendencia global de extender el derecho a contraer matrimonio a las personas gais. Las bodas entre personas del mismo sexo son legales en 19 países de todo el mundo, en todo su territorio. Además, dicho derecho se reconoce en parte del territorio de Estados Unidos, México y Reino Unido (el matrimonio gay sigue siendo ilegal en Irlanda del Norte, una de las cuatro naciones que lo componen).
Dos motivos convierten el caso irlandés en especial. El primero es que aquí son los ciudadanos con sus votos quienes deciden sobre el tema, dado que la Constitución del país solo se puede modificar por referéndum.
El segundo motivo es de carácter histórico: el país, en el que hasta hace poco la Iglesia Católica tenía un importante peso en la política, fue uno de los últimos del mundo occidental en que la homosexualidad constituía un delito castigado con penas de cárcel. No fue hasta 1993 que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró ilegal la legislación hasta entonces vigente, heredada de la vecina Inglaterra. El divorcio se legalizó en 1995, los anticonceptivos en 1985, y el aborto sigue siendo ilegal incluso en el caso de violación.
Irlanda aprueba legalizar el matrimonio gay, según las primeras estimaciones de voto
/in Europa, Familia, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Política, PUBLICO /by EditoreaDUBLÍN.- El recuento provisional del referéndum celebrado este viernes en Irlanda para decidir sobre lalegalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo apunta a una victoria rotunda del “sí”, según ha informado la cadena pública RTE.
Apenas una hora después del comienzo a las 08.00 horas GMT del cómputo de los sufragios, las primeras proyecciones indicaron ya que el apoyo al matrimonio homosexual se imponía en casi todas las circunscripciones de Dublín y en las de las zonas rurales.
Según la RTE, en la capital del país el apoyo al matrimonio homosexual podría situarse cerca del 60%, frente al 40 del “no”, mientras que en los distritos electorales de las zonas rurales esa distancia podría ser menor.
Cuando se hagan oficiales estos datos provisionales, Irlanda se convertirá en el primer país del mundo que reconoce mediante referéndum el matrimonio gay. La Comisión del referéndum informó de que el resultado final podría anunciarse en el Castillo de Dublín entre las 15.00 y las 17.00 horas GMT, siempre y cuando no se soliciten recuentos.
Incluso el Iona Institute, un influyente think-tank católico que hizo campaña por el “no”, reconoció en su cuenta de Twitter que el electorado irlandés, de poco más de tres millones, ha apoyado mayoritariamente la propuesta del Gobierno de Dublín,de coalición entre conservadores y laboristas. “Felicitaciones al bando del Sí. Bien hecho. #MarRef”, escribió en la red social el director del Iona Institute, David Quinn.
Al cierre anoche de los colegios electorales a las 21.00 horas GMT, la RTE estimó que la participación del electorado podría situarse entre el 50% y el 60%, un índice mucho más alto que el registrado en anteriores plebiscitos, lo que da una idea del interés que ha despertado esta consulta.
Cuando se confirme la victoria del “sí”, el matrimonio entre parejas del mismo sexo será reconocido por el artículo 41 de la Carta Magna, lo que le concederá protección constitucional y le equiparará al matrimonio convencional.
Los detractores, entre los que figuran grupos antiabortistas, ultraconservadores y la Iglesia católica, sostienen que estas uniones atentan contra los valores de la familia tradicional y que modificarán radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionarán los derechos del menor.
La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de “matrimonio”.
El matrimonio homosexual en el mundo
/in Artículo, EL MUNDO, Europa, Familia, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Política /by EditoreaEn la actualidad el matrimonio homosexual es legal en Holanda,Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal,Islandia, Argentina, Dinamarca, Nueva Zelanda, Uruguay, Francia,Luxemburgo y Brasil. A los que hay que sumar Irlanda que ha reconocido este sábado en referéndum el matrimonio homosexual.
Irlanda
Irlanda ha decidido en rerférendum legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Será reconocido por el artículo 41 de la Carta Magna, lo que le concederá protección constitucional y le equiparará al matrimonio convencional.
Los detractores, entre los que figuran grupos antiabortistas, ultraconservadores y la Iglesia católica, sostienen que estas uniones atentan contra los valores de la familia tradicional y que modificarán radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionarán los derechos del menor.
La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de “matrimonio”.
Países Bajos
Fue en el año 2001 cuando los Países Bajos se convirtieron en el primer estado en dar luz verde al matrimonio homosexual. Seis años costó llegar hasta este reconocimiento, después de que el Gobierno encargara a una comisión parlamentaria investigar el matrimonio entre personas del mismo sexo. El 1 de enero de 1998 entró en vigor la ley que permitía las uniones civiles. el 1 de abril de 2001 lo hacía el matrimonio homosexual. Según la oficina estadística de los Países Bajos, desde que entrara en vigor y hasta 2005 se han registrado 6.600 matrimonios.
España
El reconocimiento al derecho al matrimonio a las parejas del mismo sexo llegó a España de la mano del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2005 no sin el rechazo del grupo parlamentario ‘popular’ que llevó la Ley del Matrimonio Homosexual al Constitucional. La Ley generó una gran polémica entre la opinión pública. Por una parte, la Iglesia Católica y grupos conservadores la rechazaron de pleno. Sin embargo, un 66% de la población le mostró su apoyo y otro 56% era partidario de que los matrimonios homosexuales pudieran adoptar. Según datos del INE, unas 4.500 parejas del mismo sexo se casaron durante el primer año de vigencia de la ley y hasta finales de 2010 se celebraron 19.643 matrimonios entre personas del mismo sexo.
Bélgica
En Bélgica entró en vigor el 30 de enero de 2003 con algunas restricciones para las parejas extranjeras que más tarde se subsanaron y para la adopción de niños. Finalmente sí se permitió que adoptasen y la afiliación de hijos nacidos dentro del matrimonio.
Sudáfrica
El matrimonio entre personas del mismo sexo fue legalizado en Sudáfrica el 30 de noviembre de 2006, cuando se promulgó la Ley de Uniones Civiles. Sudáfrica se convirtió así en el primer país del continente africano en permitir el matrimonio homosexual. Su camino comenzó en el año 2002, a Corte Superior de Sudáfrica indicó que es discriminatorio e inconstitucional que la ley sudafricana no permita el matrimonio entre personas del mismo sexo. En 2005, el Tribunal Constitucional dio al Parlamento 12 meses para que promulgara una ley que reconociera estas uniones.
Portugal
Es una de las más recientes, del año 2010. Promulgada por el Gobierno de Aníbal Cavaco da Silva, la ley entró en vigor en mayo de 2010, con restricciones como el tema de la adopción que aún está prohibido. Según el Eurobarómetro realizado entre septiembre y octubre de 2006, el 29% de los portugueses apoyaba el matrimonio homosexual, muy por debajo de la media europea, situada en el 44%.
Canadá
Canadá fue el primer país del continente americano en reconocer el derecho al matrimonio entre parejas del mismo sexo. Lo hizo en el año 2005 a nivel nacional, ya que anteriormente había varios regiones que ya lo tenían reconocido. La creación de la Ley C-38 amplía el derecho de casarse a las personas que viven en el resto del país y redefine el matrimonio en el nivel federal a “una unión legal entre dos personas”, en lugar de “una unión legal de un hombre y una mujer.”
Noruega
Fue legalizado el 1 de enero de 2009, aunque las uniones civiles estaban permitidas desde 1999. La nueva legislación modificó la definición de matrimonio civil haciéndolo neutral al género. Además de proporcionar una definición de matrimonio neutral al género, el proyecto de ley estableció que cuando dos mujeres se casan y una queda embarazada por inseminación artificial, ambas tendrán todos los derechos de maternidad desde el momento de la concepción.
Suecia
Cinco meses después de que lo aprobará Noruega, le llegó el turno a Suecia. La ley contó con el apoyo del partido de la oposición e incluso con el de la iglesia de Suecia. En octubre la Iglesia también votó a favor para que los sacerdotes puedan casar parejas del mismo sexo en ceremonias.
Islandia
En 1996 el país permitió las uniones civiles, pero no fue hasta 14 años después cuando se dio luz verde al matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Además Islandia reconoce el derecho de asilo político para los ciudadanos de países donde las personas son perseguidas a causa de su orientación sexual.
Argentina
El proyecto, impulsado por un grupo de senadores de distintos partidos, fue aprobado el 15 de julio de 2010, aunque no sin generar un gran debate en el país y la oposición de la Iglesia y los partidos conservadores. Según la ley vigente, entre los 10 países en el mundo donde se permite el matrimonio homosexual, Argentina es el único país que lo garantiza globalmente independientemente de la nacionalidad y condición de residencia.
Dinamarca
Dinamarca posee una legislación a favor de la no discriminación de las personas LGBT. Además ha sido pionera y referente en la aplicación de estas políticas antidiscriminatorias.
Dinamarca fue, en 1989 el primer país del mundo en reconocer a las parejas del mismo sexo con una ley de uniones civiles, esta ley fue aprobada por todos los partidos del parlamento danés, exceptuando el Partido Popular Cristiano. El 7 de junio de 2012 el Parlamento aprobó una ley que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, tanto civil como de la Iglesia de Dinamarca.
Además, una encuesta realizada en 2006 por el eurobarómetroreveló que el apoyo de la población al matrimonio entre personas del mismo sexo se situaba en el 69%. Apoyo que sólo se superaba en los Países Bajos y Suecia con un 82% y un 71% respectivamente.
Nueva Zelanda
El ambiente gay friendly se resume en el hecho de que hay varios miembros del Parlamento que pertenecen a la comunidad LGBT, los derechos de los homosexuales están protegidos por la Ley de Derechos Humanos de Nueva Zelanda, y las parejas del mismo sexo son capaces de contraer matrimonio a partir de 2013. Las relaciones sexuales entre hombres fueron despenalizadas en 1986.
Las personas pertenecientes a la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y/o transexuales) tienen los mismos derechos legales que otras personas en Nueva Zelanda
Uruguay
Los derechos de los homosexuales en Uruguay se encuentran entre los más liberales de América. La actividad sexual entre personas del mismo sexo es legal, se han decretado leyes contra la discriminación y a los homosexuales se les permite servir abiertamente en las Fuerzas Armadas.
Desde 10 de enero de 2008 pueden reconocer legalmente su concubinato, situación legal que proporciona la mayor parte de los derechos del matrimonio, y que desde finales de 2009 se reformó para que incluyese el derecho de adopción, convierténdose Uruguay en el primer país de Latinoamérica en permitir la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo.
El 10 de abril de 2013 la ley de “Matrimonio igualitario” fue aprobada en el parlamento uruguayo. Dicha ley incluía entre otras cláusulas la modificación del artículo 83 del Código Civil, la cual añade la siguiente definición: “El matrimonio civil es la unión permanente, con arreglo a la ley, de dos personas de distinto o igual sexo”.
Francia
El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en Francia a partir de 2013.
En 2006 el 62% de la población, según las encuestas, apoyaba la legalización del matrimonio homosexual, en contra del 37%, a pesar de esto, al 55% no le parecía bien la idea de que estos pudiesen adoptar niños.
El 23 de abril de 2013, después de la aprobación de ambas cámaras legislativas al proyecto de ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, incluida la adopción de niños por estas,Francia se convirtió en el 14º país del mundo en legislar sobre el tema. La votación de la izquierda en la Asamblea Nacional de ese país fue clave para la aprobación del proyecto de ley, donde 331 diputados votaron a favor y 225 en contra.
Luxemburgo
La homosexualidad en Luxemburgo es socialmente tolerada, siendo ampliamente respetada y aceptada. Fue totalmente despenalizada en 1795. En 1992 se igualó la edad de consentimiento para las relaciones homosexuales a las heterosexuales situadas en los 16 años, mediante la nueva sección 372 del código penal. Desde 1997 existen leyes que prohíben la discriminación por orientación sexual.
La legislación de Luxemburgo establece en su código penal una prohibición de la discriminación en base a la orientación sexual desde 1997.
Brasil
El reconocimiento legal de las parejas homosexuales en Brasil es complejo. No existe una ley de matrimonio y la ley para creación de las uniones civiles, presentada en 1995 por Marta Suplicy, nunca ha sido presentada a votación. En cambio, los derechos ganados provienen de decisiones judiciales, comenzando por la decisión del Tribunal Superior de Justicia en 1989, que reconoció que las parejas homosexuales forman una “sociedad de facto”. En los últimos 20 años las decisiones judiciales han ido reconociendo derechos y acceso a las parejas homosexuales a diferentes instituciones que regulan la cohabitación doméstica heterosexual, de larga tradición en Brasil, incluyendo el reconocimiento como “miembros de una familia”.
EEUU
El matrimonio entre personas del mismo sexo es reconocido por cinco Estados y por el Distrito de Columbia. Hawái, Nueva Jersey, Delaware, Rhode Island, Washington, California, Oregón, Nevada y Illinois han creado uniones legales que, aunque no son llamadas matrimonios. El presidente Barack Obama que en las elecciones de 2008 se mostró en contra de denominarlo matrimonio, ha cambiado su postura y asegura que los “deberían ser legales”. Probablemente si vence en las elecciones de noviembre promulgue una ley a nivel nacional que reconozca este derecho.
México
El Distrito Federal reformó seis artículos de su código civil, en especial el 146 para que, en lugar de establecer “el matrimonio es la unión libre de un hombre y una mujer (…)”, como antes decía, señale actualmente que es “la unión libre de dos personas (…)”
Irlanda dice ‘sí, quiero’ al matrimonio homosexual
/in EL MUNDO, Europa, Familia, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Política /by Editorea- Miles de dublineses se han citado en los pubs más emblemáticos para celebrarlo
- El primer país del mundo en aprobar los matrimonios gays en un referéndum
Irlanda ha dicho “sí, quiero”. El país católico por antonomasia, donde la homosexualidad era “ilegal” hasta 1993, ha sido el primero del mundo en dar la bendición a los matrimonios gays en un referéndum y por una diferencia inapelable de 20 puntos de ventaja (60% el sí y 39% no).
Dublín se convirtió acto seguido en una fiesta arco-iris, con epicentro en el mítico Panti Bar, junto al río Liffey, convertido en un reguero de espumosa Guinness para celebrar la histórica victoria.
“Hemos avanzado mucho camino en poco tiempo, aunque esto no es más que el principio”, aseguraba Adam McGratt, 43 años, arropado por su hermana Jacinta mientras festejaba la victoria. “Cuando yo tenía 20 años me podían meter en la cárcel, y ahora por fin me puedo casar con mi compañero y darle incluso vueltas a la idea de tener hijos”.
El agonizante recuento a la irlandesa (a la mañana siguiente de la votación y por procedimiento manual) estiró el suspense hasta primera hora de la tarde del sábado. Aunque la victoria se veía venir desde que el ministro de Igualdad Aodhán Ó Ríordáinsaid proclamó a media mañana: “Creo que está ganado”.
La campaña del “no” arrojó prematuramente la toalla y se resignó ante la evidencia. Uno de sus más conspicuos defensores, David Quinn, al frente del Iona Institue, ha reconocido de antemano la derrota: “Felicito a quienes han defendido el “sí” por un trabajo bien hecho”.
“Es un día histórico para Irlanda y vamos a ser un rayo de luz para el resto del mundo”, vaticinó por su parte el ministro de Salud Leo Varadkar, sin necesidad de revelar los datos que maneja el Gobierno.
El laborista Robert Dowds fue el primero en aventurar cuál sería el sería el resultado, a partir del cómputo provisional de varios distritos electoral en Dublín: “Creo que la victoria final será por una clara diferencia, en torno al 69% frente al 31%”. El líder de Sinn Féin, Gerry Adams, fue uno de los primeros en destacar “la enorme importancia” de la medida que ha sido aprobada sobre todo gracias al impulso del voto joven, que elevó la participación al 70% (la más alta de las consultas populares celebradas en la última década).
La enmienda constitucional que votaron los irlandeses y que reconoce como tal el matrimonio entre dos personas “sin distinción de género” fue impulsada por la coalición de Gobierno entre los cristiano-demócratas de Fine Gael y los Laboristas. El primer ministro Enda Kenny dio su apoyo total a la medida “en el nombre de la igualdad”.
Aunque en más de 20 países son ya legales las bodas gays, la decisión de Irlanda es decididamente histórica. Hace tan sólo 22 años, la homosexualidad estaba considerada como delito en el país de Oscar Wilde, que fue también uno de los últimos en aprobar un ley del divorcio y sigue teniendo la ley del aborto más restrictiva de Europa.
El resultado del referéndum se interpreta también como una “liberación” del yugo del Iglesia Católica, afectada en las dos últimas décadas por el escándalo de la pederastía e incapaz de mantener el control social que secularmente ha ejercido en la sociedad irlandesa.
Irlanda vota en referéndum para aprobar el matrimonio gay
/in EL CORREO, Europa, Familia, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Noticia @es, Política /by Editorea-
Pese a la gran influencia de la Iglesia católica en el país, el ‘sí’ aventaja al ‘no’ en los sondeos
Los irlandeses votan hoy en referéndum sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, una reforma a la que se opone la influyente Iglesia católica. Más de 3,2 millones de irlandeses están convocados a las urnas, desde las siete de la mañana hasta las diez de la noche. Los electores deben responder a la pregunta de si desean o no añadir un artículo a la Constitución irlandesa que dice: “El matrimonio puede ser contratado de conformidad con la ley por dos personas, sin distinción de sexo”.
El resultado se espera el sábado por la tarde. En caso de ganar el ‘sí’, sería el primer país del mundo en aprobar en referéndum el matrimonio homosexual, algo que antes probaron Croacia y Eslovenia. Según los últimos sondeos, el ‘sí’ va con ventaja, aunque la distancia respecto al ‘no’ se ha reducido en los últimos días.
“Muchos de mis amigos homosexuales quieren casarse. Me parece que es simplemente un tema de igualdad”, explicó Eoghan Bonass, de 35 años, que depositó su voto en un colegio electoral de Milltown, un suburbio de Dublín.
“Este referéndum ha tocado una cuerda sensible. Constaté que hay mucho más interés en éste que en anteriores”, agregó Bonass, en un país que somete al voto popular todas las reformas de la Constitución.
El argumento central de los partidarios del ‘no’ es que la enmienda constitucional facilitaría todavía más a las parejas homosexuales adoptar o tener hijos, algo que ya es posible. Rachel Stanley, de 60 años, dijo que votó ‘no’ y que se siente “muy implicada”. “Es por los niños. Es un paso muy radical. Quiero proteger el matrimonio y la estabilidad de los niños”, explicó. “Espero que no me emplumen en alquitrán por lo que estoy diciendo”, añadió.
La consulta tiene lugar 22 años después de la despenalización de la homosexualidad en un país donde la influencia de la Iglesia católica, aunque en declive, sigue siendo importante.
“El matrimonio debe reservarse a la relación única y complementaria entre un hombre y una mujer, que es la única que hace posible la generación y educación de los hijos”, dijeron en un comunicado los obispos católicos de Irlanda.
Si bien Irlanda avanza en la secularización y los escándalos de abusos sexuales dañaron mucho la imagen de la Iglesia, ésta no ha desaparecido de las vidas de los irlandeses. Más del 70% de las bodas todavía tienen lugar en iglesias, las campanas que marcan la oración del ángelus siguen sonando dos veces al día en la RTE, la televisión y radio nacionales, y más del 90% de las escuelas primarias son católicas.
Si se adopta la reforma, Irlanda se uniría a los 18 países del mundo, entre ellos España, Uruguay, Argentina y Brasil, donde es legal o está en curso de legalización el matrimonio entre personas del mismo sexo. Dichas uniones son legales desde 2014 en el Reino Unido, salvo en la provincia de Irlanda del Norte. Los principales partidos políticos, incluidos los conservadores, apoyan la medida, un cambio radical en un país donde la homosexualidad no se despenalizó hasta 1993 y el aborto sigue siendo ilegal.
Entre los defensores del ‘sí’ está el Fine Gael del primer ministro Enda Kenny. Los defensores del matrimonio homosexual tienen también el apoyo de las principales estrellas irlandesas del deporte, la música, o el cine, como el actor Colin Farrell o el cantante Bono, de U2. “Tratar de acaparar la palabra matrimonio es como tratar de acaparar la palabra amor”, dijo Bono, citado por el Irish Times.
Irlanda vota sobre el matrimonio gay pendiente del voto oculto
/in Artículo, EL PAIS, Europa, Familia, Homosexualidad, Política /by EditoreaLas encuestas auguran una victoria del sí pero el voto rural puede marcar la diferencia
Los vecinos de las islas de la costa atlántica de Irlanda se convirtieron ayer en los primeros habitantes del mundo en votar sobre la legalización del matrimonio homosexual. “Ha sido el mejor referéndum, sin un solo cartel en las calles”, bromea en el Irish Timesun vecino de la isla de Inishbofin, en Galway, quejoso de la indiferencia tradicional del Gobierno hacia estas tierras. Para facilitar las labores de recuento de los votos, las urnas se abrieron el jueves en 12 islas del oeste del país, de Donegal a Galway, antes de que hoy el resto de los irlandeses decida en referéndum si añade una frase a su Constitución que permita a las personas del mismo sexo contraer matrimonio.
Las urnas han abierto a las siete de la mañana de este viernes en el resto de Irlanda y permanecerán abiertas hasta las 10 de la noche. Algo más de 3,2 millones de irlandeses mayores de edad, de un total de 4,5 millones de habitantes, se han registrado para votar. Deberán responder, marcando la casilla del sí o la del no en la papeleta blanca, si la Constitución irlandesa debe cambiarse para incluir la siguiente frase: “Pueden contraer matrimonio de acuerdo con la ley dos personas sin distinción de su sexo”. Habrá otra papeleta, de color verde, en la que los irlandeses podrán votar si se reduce o no el límite de edad legal (de 35 a 21 años) para poder ser candidato a presidente.
Irlanda se ha sumado a la tendencia global de extender el derecho a contraer matrimonio a las personas gais. Las bodas entre personas del mismo sexo son legales en 19 países de todo el mundo, en todo su territorio. Además, dicho derecho se reconoce en parte del territorio de Estados Unidos, México y Reino Unido (el matrimonio gay sigue siendo ilegal en Irlanda del Norte, una de las cuatro naciones que lo componen).
Dos motivos convierten el caso irlandés en especial. El primero, de carácter técnico, es que aquí son los ciudadanos con sus votos quienes deciden sobre el tema. Esto obedece a que es preceptivo un referéndum para modificar la Constitución del país.
El segundo motivo es de carácter histórico: el país, en el que hasta hace poco la Iglesia Católica tenía un importante peso en la política, fue uno de los últimos del mundo occidental en que la homosexualidad constituía un delito castigado con penas de cárcel. No fue hasta 1993 que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró ilegal la legislación hasta entonces vigente, heredada de la vecina Inglaterra. La misma legislación por la que el célebre dublinés Oscar Wilde fue enviado a la cárcel de Reading, desde la que escribió su inmortal balada.
El referéndum se celebra en cumplimiento de una recomendación que la Convención Constitucional nacional formuló en 2012. Hace tres años el vice primer ministro laborista Eamon Gilmore se refirió al matrimonio entre personas del mismos sexo como “el asunto de derechos civiles de esta generación”. Todos los partidos políticos han pedido el voto por el sí en el referéndum. Y todos los sondeos publicados vaticinan una amplia victoria de sí. Aunque el margen se ha ido estrechando y todos esperan un cierto afloramiento del llamado voto del “no tímido”.
La calles de la ciudad de Dublín, en cuya área metropolitana vive más de un 30% de los 4,5 millones de habitantes del país, son un clamor por el sí. Pero no hace falta irse muy lejos de la capital para comprender que el fenómeno no se extiende a todo el país.
A solo una hora en tren de la capital, en el próspero pueblo costero de Greystones, la anciana señora Una (prefirió no dar su apellido) mojaba las yemas de sus dedos en agua bendita antes de entrar, la víspera del referéndum, a la Iglesia del Santo Rosario. Se arrodillo ante la última bancada del templo vacío y pronunció en silencio sus oraciones diarias que incluirían, esta vez, una plegaria por el no en el referéndum. “Todo esto se nos ha ido de las manos”, opinaba antes de entrar. “No tengo problemas con los gais, aunque no conozco a ninguno, pero creo que esto no es bueno. ¿Cómo pueden casarse dos hombres o dos mujeres?”.
En al banco junto a la entrada a un supermercado, los jubilados Tony Keddy y Paul O’Connor comparten la misma opinión. Ambos votarán no. Keddy, antiguo taxista, cree que ganará el sí, no obstante, pero que lo hará por menos margen del que la gente espera. “Yo apuesto por un 55% a 45%”, aventura.
“Nosotros crecimos con un padre y una madre, creo que eso es lo normal”, explica O’Connor. “Pero aquí en los pueblos nadie habla de esto. De hecho, creo que es la primera vez que hablo de ello. En Dublín dicen que solo se escucha el sí. Pero creo que es la mayoría silenciosa, como nosotros, la que marcará la diferencia en las urnas”. Mañana sábado, a lo largo de la tarde, se sabrá si O’Connor tiene razón.
Irlanda vota la legalización del matrimonio homosexual
/in Europa, Familia, Homosexualidad, Libertad sexual, Noticia @es, Política, PUBLICO /by EditoreaDUBLÍN.- Poco más de tres millones de ciudadanos irlandeses con derecho a voto están llamados este viernes a las urnas para decidir si aceptan que un “matrimonio puede ser contraído de acuerdo con la ley por dos personas sin distinción de su sexo“.
De ser aprobado, esa frase sería añadida al artículo 41 de la Carta Magna e Irlanda se convertiría en el primer país del mundo en legalizar el matrimonio homosexual a través de una votación popular. La República de Irlanda ratificó en julio de 2010 la ley de Relaciones Civiles que concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo. Irlanda, aún mayoritariamente católica, despenalizó la homosexualidad hace 22 años. Los centros de votación abren sus puertas a las 06.00 GMT y cerrarán a las 21.00, si bien el recuento de las papeletas no comenzará hasta el sábado a las 08.00 y se prevé que el resultado final podría anunciarse entre las 15.00 y las 17.00 horas de ese día.
El primer ministro irlandés, el democristiano Enda Kenny, instó este jueves al electorado a “hacer historia” votando a favor del “matrimonio gay”. El jefe del Gobierno de Dublín, de coalición entre conservadores y laboristas, reiteró que el voto positivo es “un sí a la inclusión, a los derechos, al amor y a la igualdad, en general, y, en particular, a la igualdad en el matrimonio”.
Las encuestas siguen otorgando una cómoda ventaja a la ratificación de la propuesta del Gobierno, si bien el rechazo ha ganado terreno en las últimas semanas y aún hay un significativo porcentaje de indecisos.
“El sí no sólo quedará escrito en la Constitución, sino también en las vidas de los gays, lesbianas o transexuales. El sí destruirá lasbarreras de los prejuicios y el miedo irracional del ellos contranosotros“, dijo hoy Kenny, católico practicante que ha reconocido que él mismo ha tenido que efectuar un viaje de descubrimiento personal para llegar a aceptar este asunto.
El Taoiseach (primer ministro) también insistió en que la reforma de la Constitución sólo afecta a la definición de matrimonioen cuanto a que especifica “quién puede casarse con quién” y que, en consecuencia, no altera la legalidad vigente sobre otras cuestiones, como la adopción o los derechos del menor.
Por no modificar no modifica ni siquiera algunas de las definiciones más obsoletas que aún se encuentran en artículos de una Constitución redactada en 1937, como la que establece que el lugar de una mujer es el hogar y que debe ser mantenida (por un esposo, se supone) para que pueda permanecer en casa.
Sea como fuere, los detractores de la propuesta del Gobierno, entre los que figuran grupos antiabortistas, ultraconservadores y la aún poderosa Iglesia Católica, sostienen que el matrimonio entre homosexuales atenta contra los valores de la familia tradicional y que modificará radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionará los derechos del menor.
En un último llamamiento al no, el arzobispo de Dublín,Diarmuid Martin, pidió al electorado que “evalúe las consecuencias” que traerá la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo.
“El matrimonio consiste en la unión de un hombre con una mujer, que se convierten en padre y madre, lo cual ya dice mucho. Si cambiamos eso mucha gente va sentirse insegura”, declaró el religioso a la cadena pública RTE.
El matrimonio gay, en Europa
En otros países europeos como Alemania, el pasado lunes, el Gobierno avanzó que pretende ampliar los derechos de las parejas homosexuales, aunque descartó la equiparación absoluta con las parejas heterosexuales, incluido el matrimonio.
La Iglesia protestante unida de Francia (EPUdF), que agrupa a luteranos y reformados, aprobó el pasado día 17 por mayoría absoluta la posibilidad de bendecir ese tipo de uniones y dejó en manos de sus cerca de 500 pastores la decisión final.
Eslovaquia celebró en febrero un referéndum en el que la baja participación, inferior al 22 %, invalidó la consulta sobre el matrimonio de homosexuales y la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
En Croacia en un referéndum celebrado el 1 de diciembre de 2013 se cerró la puerta a estos matrimonios.
Hasta ahora 18 países han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo: Holanda, Bélgica, España, Canadá, Suráfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Francia, Brasil, Uruguay, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Luxemburgo y Finlandia. A ellos se suman, Estados Unidos y México, donde estas uniones son posibles en algunas partes del territorio. En Estados Unidos 36 estados han aprobado los enlaces entre personas del mismo sexo y el último en hacerlo fue Florida en enero de este año.
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El sexo explícito en 3D divide a Cannes
/in Cultura, EL CORREO, Europa, Sexualidad, Transexualidad /by EditoreaEl festival de Cannes tuvo su pizca de escándalo con la proyección la madrugada del jueves de “Love”, un drama con sexo explícito en 3D del argentino Gaspar Noé que generó reacciones divididas del público y muy negativas de la crítica.
La película cuenta la historia de amor de una pareja en Francia, relatada a través de los recuerdos de un hombre, Murphy (Karl Glusman). Dos personajes del filme se llaman Gaspar y Noé. El filme protagonizado además por las actrices Aomi Muyock y Klara Kristin, incluye escenas que rayan claramente en lo porno, con eyaculaciones en primer plano, tríos, orgías y un transexual.
“Magnífico, muy romántico, es la primera vez que lloro viendo escenas de sexo”, dijo a la salida un joven espectador de esmoquin. “Una porquería, vimos la peor película del festival, aburrida y sin historia”, comentó otro, del brazo de una chica a la salida del filme, presentado fuera de competencia por la Palma de Oro en la “Sesión de Medianoche”, reservada a películas que se salen de los caminos más trillados.
La gente aplaudió al final en la sala pero la crítica fue casi unánimemente devastadora. “Los diálogos no llegan siquiera al nivel de una porno”, ironizó el periodista de la BBC Jason Salomons. François Aubel, del matutino francés “Le Figaro” opinó que “Love” es un filme de televisión para el sábado de noche “con un argumento penoso”. El británico The Guardian calificó al filme de “absurdo, mal actuado y verborrágico”.
Gaspar Noé lo presentó como un “melodrama contemporáneo” que “jamás podría haber sido rodado en Estados Unidos”. El realizador argentino residente en Francia ya había causado escándalo en Cannes en 2002 con su filme “Irreversible”, protagonizado por Monica Bellucci y Vincent Cassel, de contenido ultraviolento, especialmente una interminable escena de violación.
La proyección había terminado con el despliegue de varias ambulancias frente al palacio del festival para atender a espectadores trastornados por lo que habían visto en la pantalla. Unas 250 personas habían abandonado la sala. Más de una década después, la reacción fue más bien de indiferencia.
¿Es relevante mostrar en 2015 sexo explícito en la pantalla grande en el marco de una película no catalogada como pornográfica y en una época en que cualquiera ve porno por internet en casa? “Hoy en día el sexo explícito está en todas partes”, admitió Noé. “No se puede luchar contra el mundo actual, sí se puede en cambio buscar sanear esta sexualidad convertida en esquizofrenia de la relación amorosa”, agregó.
Y para dar aún más presencia a sus escenas explícitas, el realizador recurrió a la técnica en tres dimensiones. “Pensé que el 3D daría al espectador un mayor sentido de identificación con el personaje principal y su estado melancólico”, explicó Noé.
Algunos espectadores también abandonaron esta vez la sala antes del final, pero la gran mayoría se quedó hasta que terminó el filme de más de dos horas. Varias horas antes del estreno nocturno ya había gente amontonada a la entrada y muchos se quedaron fuera.
Los carteles de la película difundidos de antemano en las redes sociales contribuyeron a generar interés por el filme, mostrando lenguas entrelazadas y un pene aún en erección cubierto de semen. “Todo el mundo no piensa más que en una cosa”, dijo Noe aludiendo al sexo. “¿Porqué los momentos más gloriosos de la vida de cada uno no podrían ser representados? No me parece que haya la menor transgresión en el filme, solo algunas eyaculaciones alegres faciales”, comentó el director de 51 años. “No hay nada que no se haya visto en otras partes”.
Según Thierry Frémaux, director artístico del festival de Cannes, “Gaspar Noé hizo una película, que puede gustar o no gustar. La literatura o la pintura abordan la cuestión de la representación de los cuerpos, del sexo, del amor físico. Muy pocos cineastas lo han hecho en 120 años de historia del cine: Bertolucci, Oshima, Bellocchio, Lars van Trier y Gaspar Noé”. “De todas mis películas, ésta es la más cercana a lo que pude conocer de la vida y también la más melancólica”, aseguró el argentino. “Love” ya vendió derechos de distribución en Estados Unidos, aunque se desconoce si la película será censurada. “Haremos todo lo posible para proteger esta obra maestra”, dijo Brooke Forde, de la distribuidora norteamericana Alchemy.
“Los gais en Irlanda ya no somos monstruos, sino hijos y vecinos”
/in Artículo, EL PAIS, Europa, HOMOFOBIA @es, Política /by EditoreaEs el intelectual que rehabilitó el prestigio de James Joyce en Irlanda. Fue el primer cargo electo abiertamente gay del país, es senador independiente desde 1987 y se presentó a presidente en 2011. Pero David Norris, de 71 años, pasará a la historia como el hombre que logró la descriminalización de la homosexualidad en Irlanda, tras emprender un largo proceso judicial que terminó con unpronunciamiento del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 1988. Cinco años después la homosexualidad era legal. Recibe en su casa a EL PAÍS dos días antes del referéndum por el matrimonio gay.Él, advierte, no planea casarse. “Después de tantos años empujando la barca, al final he olvidado subirme en ella”, lamenta. “Pero sería muy bello verla partir”.
Pregunta. ¿Cómo se siente, después de tantos años de lucha, al ver partir esa barca?
Respuesta. Es una notable trayectoria para una vida el pasar de ser definido como un delincuente por tu sexualidad a poder, si gana el sí en el referéndum, casarte con la persona que elijas. Es maravilloso que los ciudadanos irlandeses voten que sea un ciudadano como ellos.
P. ¿Qué ha cambiado en Irlanda en todos estos años?
R. En los años 50 y 60 la Iglesia Católica tenía un fuerte mando sobre la política. La legislación se enviaba al arzobispo de dublin para que la aprobara. Pero ha habido una cascada de escándalos de abusos sexuales a niños en la Iglesia, en los que no solo fueron los perpetradores, sino que la jerarquía deliberadamente los protegió y facilitó sus apetitos violentos. Otro cambio es que en la Irlanda en la que yo crecí había una emisora de radio, ninguna televisión y casi ningún periódico extranjero. Ahora la explosión de los medios ha derribado los muros de aislamiento. Por último, cuando yo supe que era gay creía que era el único. Debido al silencio, no había modelos de conducta. El proceso judicial en que yo demandé al Estado de Irlanda en el tribunal supremo y luego en el europeo, para cambiar la ley penal por la que los hombres gais podían ir a prisión de 10 años a perpetuidad, en ese proceso hubo testigos internacionales de todo el mundo. Y eso rompió el silencio. Ahora ya no somos vistos como monstruos depredadores, sino vecinos, tíos, hijos.
P. ¿Qué peso tiene hoy la Iglesia en Irlanda?
R. Hay curas muy respetados. Pero la gente ya no acepta la palabra de la Iglesia como ley. Y eso no empezó con la homosexualidad, sino con la contracepción. La Iglesia dijo que era pecado pero la gente vivía sus vidas normales de casados. Esa fue la primera gran ruptura.
P. ¿Cómo era luchar en los años setenta por los derechos de los gais en Irlanda?
R. Lo que me llevó a actuar fue un sentimiento de injusticia e indignación. Después del primer shock de comprender que era gay, me di cuenta de que había una generación antes de mí, empresarios y profesionales exitosos, que tenían sus cenas privadas, y que no hacían nada contra la injusticia. A mi me pudo la injusticia. ¿Y cómo fue? ¡Fue absolutamente maravilloso!
P. Usted citó a un luchador por la emancipación católica irlandesa del siglo XIX, Daniel O’Connell, para hablar de la libertad de los homosexuales.
R. Malvados miembros de la ascendencia protestante privilegiada dijeron entonces que, al dar libertad y dignidad a los católicos, disminuiría su propio sentimiento de libertad. Es lo mismo que dice la gente del no ahora. Él respondió que la dignidad y la libertad humanas no son finitas. No son cosas que, si las divides y se las das a otras personas, te quedas tú con menos. De hecho, al dárselas a otra gente incrementas enormemente el sentimiento de dignidad y libertad para todo el mundo. Y yo creo que eso es cierto y aplicable a extender a los homosexuales el derecho a contraer matrimonio.
P. ¿Cómo valora esta campaña?
R. Ha enriquecido la conversación entre los gais y sus familias y amigos. La parte del no habla de los derechos de los niños, y la comisión del referéndum se ha cansado de decir que eso no tiene nada que ver con lo que se vota. Lo hacen para confundir a la gente. Y la gente confundida vota no.
P. Joyce dijo que la religión, la familia y el nacionalismo eran las fuerzas que oprimían a la sociedad irlandesa.
R. Yo soy una persona religiosa. Una de las pocas que quedan, supongo. La religión estrecha, el nacionalismo estrecho y las constricciones de una familia disfuncional, eso era de lo que Joyce escapaba. El Dublín de Joyce era una ciudad dormida, paralizada. Pero ahora es muy viva y todas las grandes preguntas están sobre la mesa, para que las debatan los ciudadanos. Somos una sociedad más abierta y libre que la de Joyce.
P. ¿Cómo cambiará el país si gana el sí?
R. Será más libre y abierto. Los gais jóvenes podrán respirar mas fácil. Los partidarios del no dicen que los derechos de los homosexuales están protegidos por las provisiones de igualdad en la constitución. Pero esas provisiones estaban ahí cuando demandé al Estado para eliminar la ley que nos criminalizaba. La justicia decidió que no había nada desigual en mandar a los gais a la cárcel. Si gana el sí los gais serán bienvenidos a la sociedad irlandesa como ciudadanos completos e iguales.