Nace el primer servicio de atención a personas LGTB de una universidad pública en España

a UCM ha creado una Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género

a UCM ha creado una Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género EFE

Un alumno que recibe acoso homófobo por parte de sus compañeros. Un grupo que quiere quejarse de un profesor que realiza un comentario tránsfobo en clase. Una estudiante que propone la celebración de unas jornadas sobre visibilidad lésbica. Todos contarán con un servicio al que dirigirse en la Universidad Complutense de Madrid, donde la lucha por los derechos LGTB se ha institucionalizado. El centro se ha convertido en la primera universidad pública española en contar con una unidad de atención, formación e investigación especializada en diversidad afectivo sexual y de género.

Hasta ahora esto dependía de las asociaciones, en colaboración con las universidades, que los propios estudiantes han ido creando con el tiempo, como Arcópoli o RQTR, y la visibilidad de la realidad LGTB estaba sujeta a la voluntad de los profesores que quisieran tratarla en el aula. Un esquema que se repite en la mayoría de universidades públicas españolas. Sin embargo, a partir de ahora en la UCM la responsabilidad de crear un espacio comprometido con la diversidad y libre de homofobia o transfobia recaerá también sobre la propia institución.

La Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género, que se presenta este martes y que ya funciona en Internet a la espera de hacerlo en dos sedes físicas en poco tiempo, es muy común en países como Estados Unidos. Allí la mayoría de universidades cuentan con unidades LGTB e incluyen esta realidad en sus políticas públicas. Es el caso de Harvard, la Universidad de Utah, Carolina del Sur o la Universidad de Houston, que en su oficina incluye diversos programas de atención y acompañamiento, muchos de ellos llevados a cabo de manera voluntaria por los propios estudiantes.

Algo similar se ha gestado en la Universidad Complutense de Madrid de la mano de José Ignacio Pichardo, profesor del Departamento de Antropología Social y Mercedes Sánchez, de la Facultad de Educación. Ambos reconocen que el servicio “es resultado del trabajo de muchas personas y colectivos”, entre ellos, la asociación LGTB Arcópoli y el propio Carlos Andradas, elegido rector el pasado mes de mayo y que incluía en su candidatura la creación de una oficina de este tipo. El servicio forma parte de la Unidad de Apoyo a la Diversidad e Inclusión de la UCM junto a otros dos pilares: una oficina que atiende a personas con diversidad funcional y otra de acogida a personas refugiadas.

Formación que no dependa de cada profesor

Tanto Pichardo como Sánchez, que trabajan temas de diversidad sexual, reconocen que son muchos los alumnos y alumnas que se acercan a ellos para tratar cuestiones relacionadas. “Desde personas que no han salido del armario y necesitan contárselo a alguien hasta otras que directamente acuden con problemas de acoso”. Porque la universidad, “como cualquier otro ámbito de la sociedad”, afirma la profesora, no está exenta de homofobia. Así lo corrobora el estudio Homofobia en las aulas universitarias. Un metaanálisis, publicado por la investigadora Melani Penna Tosso a principios de 2015.

Una de sus conclusiones es que “existen elevados niveles de homofobia en esta etapa educativa” así como que “los planes de estudios no forman al alumnado en estas cuestiones y que cuando se realiza formación los resultados son buenos”. Esta es otra de las patas de la recién creada oficina, que además de atender a trabajadores y estudiantes, se encargará de la formación. “Existen jornadas, cursos de verano e iniciativas puntuales que son importantes, pero debemos incluir la realidad LGTB en la formación reglada”, opina Pichardo. De esta forma, dice, “no dependerá de la buena voluntad de los profesores que quieran trasladarlo a sus planes de estudio”.

Porque la oficina peleará por la inclusión de asignaturas sobre esta temática en los grados y posgrados. “La única que yo conozco en España es una de un máster de la Universidad de Málaga”, afirma Pichardo. Sánchez asegura que “empezaremos con talleres que den créditos para seguir con formación continua e incluso nos plantearemos la posibilidad de crear un título propio”. Pero no solo será una formación conceptual, sostiene, “sino de vivencias y experiencias, de llegar a asumir nuestros propios prejuicios y privilegios”, analiza.

Aplicación de la Ley Trans madrileña

El profesor del Departamento de Antropología Social recuerda que la oficina es también una forma de poner en práctica la Ley de Transexualidad aprobada el pasado mes de marzo por la Asamblea de Madrid. La norma reserva un artículo a las universidades, que “promoverán acciones informativas, divulgativas y formativas […], prestarán atención y apoyo a estudiantes y personal que fueran objeto de discriminación por identidad y/o expresión de género” y fomentarán la realización de estudios e investigaciones sobre la realidad de las personas trans.

Para ambos profesores la importancia del servicio radica en que es la primera vez que “la propia institución reconoce y se enorgullece de la diversidad porque si no seguiríamos trabajando desde el activismo de nuestras aulas”, analiza Sánchez. Para ella es fundamental el trabajo de base de los propios docentes, pero “es necesario” que la universidad ofrezca una respuesta al que la demanda. “Imagínate un chaval que viene de secundaria con una situación de acoso, será importante para él saber que esta universidad está luchando para que este tipo de abuso no se dé”, concluye Sánchez.

Fallece el escritor y activista ‘Shangay Lily’ a los 53 años

Fue uno de los primeros ‘dragqueen’ y creó ‘Shangay Express’, la primera revista gratuita exclusivamente homosexual en España

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El escritor y activista Enrique Hinojosa Vázquez, conocido con el nombre de ‘Shangay Lily’, ha fallecido en la noche del lunes 11 de abril en Madrid, a los 53 años, tras complicaciones en el desarrollo de una larga enfermedad, según han informado fuentes cercanas al artista.

Nacido en Málaga en 1963, fue uno de los primeros ‘dragqueen’ del país en la década de los noventa, en la que creó la Shangay Tea Dance, la primera fiesta de temática gay, y ‘Shangay Express’, la primera revista gratuita exclusivamente homosexual en España.

Shangay Lily escribió varias novelas y una antología de sus monólogos teatrales estrenados. Además, se publicará próximamente su ensayo ‘Adiós, Chueca (Memorias del gaypitalismo: construyendo la marca gay)’. Asimismo, escribió y protagonizó obras teatrales, además de aparecer en varios programas de televisión, entre los que destacan ‘Esta noche, sexo’, ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’ o ‘La noche prohibida’.

Por otra parte, debutó en el cine junto a Javier Bardem y Aitana Sánchez-Gijón en la película ‘Boca a Boca’, y diez años después dirigió y protagonizó ‘Santa Miguel de Molina’. En la actualidad, escribía en el periódico ‘Público’ su blog ‘Palabra de Artivista’.

La capilla ardiente se abrirá este martes 12 de abril a partir de las 10.30 horas en la sala 4 del Tanatorio de la M-30.

Muere el escritor y activista Shangay Lily a los 53 años

El escritor y activista Shangay Lily

Fue uno de los primeros ‘drag queen’ españoles, escribió varias novelas y debutó en el cine de la mano de Bardem y Sánchez-Gijón

Shangay Lily, en el concurso televisivo 'La Granja'.

Shangay Lily, en el concurso televisivo ‘La Granja’

El escritor y activista Enrique Hinojosa Vázquez, conocido con el nombre deShangay Lily, ha fallecido en la noche del lunes 11 de abril en Madrid, a los 53 años de edad, tras complicaciones en el desarrollo de una larga enfermedad, según han informado fuentes cercanas al artista. Nacido en Málaga en 1963, fue uno de los primeros drag queenespañoles en la década de los noventa, en la que creó la Shangay Tea Dance, la primera fiesta de temática gay, yShangay Express, la primera revista gratuita exclusivamente homosexual en España.

Shangay Lily escribió varias novelas y una antología de sus monólogos teatrales estrenados. Además, se publicará próximamente su ensayo Adiós, Chueca (Memorias del gaypitalismo: construyendo la marca gay). Asimismo, escribió y protagonizó obras teatrales, además de aparecer en varios programas de televisión, entre los que destacan Esta noche, sexo, Esta noche cruzamos el Mississippi o La noche prohibida. También debutó en el cine junto a Javier Bardem y Aitana Sánchez-Gijón en la película Boca a boca, y diez años después dirigió y protagonizó Santa Miguel de Molina.

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En la actualidad, escribía en el periódico Público su blog Palabra de Artivista. La capilla ardiente se abrirá este martes 12 de abril a partir de las 10.30 horas en la sala 4 del Tanatorio de la M-30.

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Muere Shangay Lily, polifacético ‘drag queen’, escritor y activista

Shangay Lily, Lucía Etxebarría y Boris Izaguirre durante una fiesta del año 1999

Shangay Lily, Lucía Etxebarría y Boris Izaguirre durante una fiesta del año 1999. BERNARDO DÍAZ

El ‘drag queen’, escritor y activista Enrique Hinojosa Vázquez, conocido con el nombre artístico de Shangay Lily, falleció anoche en Madrid, a los 53 años, a consecuencia “de una larga enfermedad”, según han informado a Efe fuentes próximas al artista.

Malagueño de nacimiento, Shangay Lily estaba considerado uno de los primeros ‘drag queen’ españoles que en los años 90 revolucionó el panorama artístico fundando el ‘Shangay Tea Dance’, la primera fiesta temática gay del país, o creando ‘Shangay Express’, la primera revista gratuita de España orientada exclusivamente al público homosexual.

El artista fallecido escribió varias novelas, una antología de sus monólogos teatrales, libros de poemas y próximamente iba a publicar su primer ensayo titulado ‘Adios, Chueca’, sobre el conocido barrio madrileño.

También fue autor de obras teatrales y colaborador en diversos programas de televisión como ‘Esta noche, sexo’, de Antena 3; ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’, de Tele 5, e intervino en la primera edición del ‘reallity’ de Antena 3‘La Granja’.

En cine trabajó, entre otros, con Javier Bardem, Aitana Sánchez-Gijón o Miguel de Molina pero, según las personas que más le conocían, Shangay destacó por su activismo y por su defensa de la homosexualidad y del mundo gay.

Shangay Lily interrumpiendo un acto de Rajoy en el año 2010

Shangay Lily interrumpiendo un acto de Rajoy en el año 2010. EFE

Actualmente escribía en un blog del diario Publico titulado ‘Palabra de activista’en el que plasmaba sus ideas políticas, culturales, sus opiniones y sus comentarios sobre temas de actualidad.

La capilla ardiente de Shangay Lily se abrirá al público hoy martes, a partir de las 10,30, en la sala 4 del tanatorio de la m-30 de Madrid y sus restos serán incinerados el próximo miércoles por la mañana en el cementerio de La Almudena.

Fallece el escritor y activista Shangay Lily a los 53 años

POLIFACÉTICO “DRAG QUEEN”

Shangay Lily, en el concurso televisivo 'La Granja'.

Shangay Lily, en una de sus caracterizaciones. (Archivo)

El escritor y activista Enrique Hinojosa Vázquez, conocido con el  nombre de Shangay Lily, ha fallecido en la noche del lunes 11 de  abril en Madrid, a los 53 años de edad, tras complicaciones en el  desarrollo de una larga enfermedad, según han informado fuentes  cercanas al artista.

MADRID. Nacido en Málaga en 1963, fue uno de los primeros ‘dragqueen’ del  país en la década de los noventa, en la que creó la Shangay Tea  Dance, la primera fiesta de temática gay, y ‘Shangay Express’, la  primera revista gratuita exclusivamente homosexual en el Estado.

Shangay Lily escribió varias novelas y una antología de sus  monólogos teatrales estrenados. Además, se publicará próximamente su  ensayo ‘Adiós, Chueca (Memorias del gaypitalismo: construyendo la  marca gay)’.

Asimismo, escribió y protagonizó obras teatrales, además de  aparecer en varios programas de televisión, entre los que destacan  ‘Esta noche, sexo’, ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’ o ‘La noche  prohibida’.

Por otra parte, debutó en el cine junto a Javier Bardem y Aitana  Sánchez-Gijón en la película ‘Boca a Boca’, y diez años después  dirigió y protagonizó ‘Santa Miguel de Molina’.

En la actualidad, escribía en el periódico ‘Público’ su blog  ‘Palabra de Artivista’ La capilla ardiente se abrirá este martes 12  de abril a partir de las 10.30 horas en la sala 4 del Tanatorio de la  M-30.

Denuncian a dos obispos por afirmar que la Ley de Transexualidad madrileña “retuerce la naturaleza humana”

Reig Plà destaca que 'no hay posibilidad de sociedad justa sin derecho a la vida'

Reig Plà destaca que “no hay posibilidad de sociedad justa sin derecho a la vida” EFE

El Observatorio Español contra la LGTBfobia ha denunciado este miércoles a los obispos de los municipios madrileños de Alcalá de Henares y Getafe,  Juan Antonio Reig Pla y Joaquín Mª López de Andújar y Cánovas del Castillo y al auxiliar de este último, José Rico Pavés, por atacar la Ley de Transexualidad aprobada el pasado 17 de marzo en Madrid con la abstención del PP. Días después, los obispos suscribían una carta en la que concluyen que la libre determinación de la identidad de género es un “supuesto derecho” y afirman que la norma conlleva “la sumisión de las personas a un poder totalitario” que “pretende abolir cualquier norma moral” y “retuerce la naturaleza humana”.

El colectivo LGTB considera que estas y otras palabras del documento vulneran el artículo 510 del Código Penal y constituyen un supuesto delito de incitación al odio porque fomentan “la discriminación contra las personas transexuales”, en palabras del abogado Estanislao Naranjo. La denuncia, interpuesta ante la Audiencia Provincial de Madrid, asegura que los obispos “niegan el derecho reconocido por ley” al afirmar que la definición de la identidad de género es un “supuesto derecho”.

Para Naranjo se trata “de una intromisión en los poderes públicos. Cómo si la Iglesia pudiera decidir qué es derecho y qué no. Ese poder ya lo tuvo hace muchos años”, afirma. “Difícilmente se podrá defender el derecho de personas que se consideran discriminadas cuando esa defensa se funda en una comprensión equivocada del ser humano”, escriben las autoridades eclesiásticas.

Los obispos dicen manifestar en su polémica carta “todo el respeto hacia los que han promovido esta ley y sus posibles destinatarios”, a los que al final de la misma califica de “afectados”. Sin embargo, sostiene Naranjo, “no es una ley que obligue a nada, sino que los ciudadanos pueden acogerse libremente a ella o no”. A lo largo de seis páginas, Reig Pla y López de Andújar afirman que la Ley de Transexualidad, celebrada por la mayoría de colectivos LGTB como un avance sustancial, es “injusta y a nadie obliga en conciencia”.

Otro de los párrafos que más han indignado al Observatorio contra la LGTBfobia y que motivan la denuncia es el que vincula la norma con “graves atentados contra el quinto mandamiento y los facilita respecto al sexto y noveno”. Estos son, para la Iglesia, “no matarás”, “no cometerás actos impuros” y “no consentirás pensamientos ni deseos impuros”. “Está haciendo una clara llamada al odio contra los que se acojan a las medidas de la ley”, sostiene el colectivo, que ya había puesto en conocimiento de la Fiscalía de Delitos de Odio el contenido de la misiva.

Los obispos consideran que la ley es “solo una parte de los escalones programados científica y sistemáticamente” contra “el orden de la creación” y aseguran que el legislador se muestra “heredero” de lo que ellos llaman “la ideología de género”. Por último, critican el matrimonio entre personas del mismo sexo al sostener que la ley que lo permite “abrió la puerta a que cualquier combinación afectiva pueda terminar siendo reconocida como matrimonio. Lo mismo va a suceder con estas leyes”, dicen.

«Sabían que soy gay y me dijeron todo eso para hacerme daño»

Artículo de MARÍA ALMAGRO publicado en La voz digital de Cádiz

Un árbitro de La Línea denuncia haber recibido insultos homófobos, vejaciones y amenazas durante un partido de cadetes.

El árbitro Jesús Tomillero, durante un partido - LA VOZ

El árbitro Jesús Tomillero, durante un partido – LA VOZ

«No me merezco eso. No me merezco que me pase algo así…», repite una y otra vez Jesús Tomillero, un joven árbitro que se ha convertido para su «desgracia», como él mismo confiesa, en el protagonista de un posible nuevo caso de homofobia.

Ocurrió el pasado sábado 26 de marzo. En la ciudad deportiva de La Línea cuando se celebraba el partido de Tercera Andaluza en la categoría cadete entre los equipos Peña Madridista linense y el Mirador de Algeciras. Todo iba como es habitual, hasta que el colegiado no pitó un posible fuera de juego. «El encargado de material empezó a a gritarme desde la portería y le pedí que se fuera hacia la zona técnica que era donde tenía que estar, pero no me hizo caso. Siguió protestando. Así que le expulsé».

Fue entonces cuando, según refleja la denuncia presentada ante la Policía y el propio acta del partido, el encargado de material comenzó con las amenazas. «Tu y yo nos vamos a ver las caras», le aseguró. En la grada siguió con los insultos. «Le dije al delegado del campo que avisara a las fuerzas de seguridad, que esa persona tenía que marcharse al vestuario y que me estaban amenazando, pero me contestó que yo lo que quería era liarla más».

La situación se agravó. «Estuvo toda la segunda mitad insultándome. Me decía: ‘eres un maricón’, ‘anda, que después te vas a hartar de comer pollas…’ Yo intentaba hacer mi trabajo, no hacerle caso pero era difícil». Más aún cuando la actitud del adulto fue secundada por otros jugadores, niños de 14 y 15 años que no dudaron en gritar ‘maricón’ en varias ocasiones a Jesús. «Eres muy malo, sólo sirves para eso», me decían.

Y el acoso siguió tras el encuentro. «Cuando estaba rellenando ya el parte en el vestuario, dos jugadores me lanzaron una piedra». «Nunca había vivido una situación tan humillante», confiesa. «Llegué a mi casa y no podía parar de llorar, estaba muy nervioso». Por eso, justo por el dolor que le causó todo lo que tuvo que escuchar, decidió denunciar. «Mi dignidad ya no me permite pasar ni una más».

Para este joven linense hay una cuestión por encima de todo lo demás:«Yo no oculto mi condición sexual, soy gay, tengo pareja y aquí nos conoce mucha gente. No tengo que ocultar lo que soy y no me da la gana de hacerlo porque no hago daño a nadie. El problema lo tienen ellos, los que insultan a las alturas en las que estamos ya y no respetan a los demás, no yo. Sabían que soy gay y me dijeron todo eso para hacerme daño».

Jesús Tomillero tiene 21 años y desde los once es árbitro de fútbol. «Lo que les tiene que importar es si pito bien o mal, no lo qué hago en mi vida privada», afirma. «Si yo fuera padre, no permitiría que mi hijo hablara así a alguien y además sería el primero en intentar darle ejemplo». Desde que ocurrieron los hechos, el árbitro linense no ha dejado de recibir por redes sociales el apoyo de decenas de personas y colectivos. «Me dan ánimos y las gracias por haberlo denunciado porque a algunos de ellos les ha pasado lo mismo y no se han atrevido. No sé qué ocurrirá pero tenía que hacerlo. Ya está bien».

Tras su denuncia ha recibido la llamada del sindicato de árbitros que ha lamentado que la sanción impuesta a los agresores haya sido «mínima», el Observatorio Español contra la LGBTFOBIA ha denunciado el caso ante el Comité Antiviolencia. El Ayuntamiento de La Línea le ha prestado su apoyo y también algunos miembros del Partido Popular, ya que Tomillero forma parte del comité ejecutivo de Nuevas Generaciones de La Línea.

«Lo que quiero es que no ocurra más, que nadie tenga que vivir lo que he pasado yo».

 

Así es la vida de Eli, una de las primeras niñas transexuales de España

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Reportaje fotográfico de Marika Puicher

Eli tiene 12 años, el pelo largo, la voz dulce… y es una niña alegre. No siempre fue así: durante un tiempo, de los tres a los seis años, se enfadaba a menudo. Pero cuando hizo el tránsito -como llaman en argot al momento en el que se pasa del sexo biológico al sexo sentido cuando ambos no concuerdan- el sofocón se le pasó de golpe.

Ahora vive con sus padres, Violeta y Miguel Ángel, y sus dos hermanos, Jaime y Nacho, en Fuenlabrada (Madrid). Su piso luminoso acusa el caos de alojar a tres preadolescentes: juegos, libros, revoltijos de ropa… En el salón reina una reproducción del Guernica de Picasso, una oda a la barbarie y la resistencia.

El padre trabaja en seguridad de salas del Museo del Prado. Quizá esta cercanía con el arte influyó en la idea inicial de Eli de ser diseñadora. Después se interesó por la Biología, pero ahora le tira más el Periodismo. Puede que por sus ganas de que la «vean y entiendan», como le dice a su madre cada vez que toca algún papeleo. «Un esfuerzo constante», apostilla Violeta.

Eli fue la primera niña diagnosticada con disforia de género en la Comunidad de Madrid, hace ya ocho años. Es una pionera en España: ahora se cuentan por decenas, incluso centenares, dicen los expertos. Y hoy tiene una vida plenamente normalizada. Todo gracias a una familia que optó por la visibilidad desde el principio. El reportaje fotográfico que acompaña este texto, que ganó el último Pride Photo Award, el más prestigioso de fotografía de diversidad de género y sexual, es una muestra de ello. «Participar es una forma de visibilizarnos, y de que las familias encuentren entidades y no se vean solas», explica Violeta.

Solos como ellos se vieron una vez. La historia de Eli comienza como la de muchos niños. Con dos años, ya preguntaba: «¿Estoy guapa, mamá?». También cogía la ropa y las muñecas de sus primas. «Ahí es donde me di cuenta de que algo pasaba», rememora Violeta, antigua propietaria de un salón de belleza.

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Eli aborrecía la ropa de chico y se las arreglaba para no ponérsela. «Montaba unos pollos impresionantes», dice la madre. «Le ponía camisas y me decía que se ahogaba, con los pantalones que no podía cerrar las piernas». Su tía materna empezó a darle vestidos, porque, si no, escondía los de sus primas: «Me preguntaba que qué había sido yo de pequeña, si niño o niña, y se tapaba la colita».

Hoy, a Eli le encantan los vestidos y las faldas, con las que luce sus largas piernas. También le gustan el rosa y los estampados de flores. «Para los niños es algo natural y siempre encuentran una forma de expresarse», dice la psicóloga infantil Laura Aut. «Ellos son así, no estamos hablando de nada fingido, inculcado, son demasiado pequeños».

Aquellos primeros años fueron de incertidumbre, de falta de información y demiedo al qué dirán, reconoce Violeta, socia de la Fundación Daniela y de COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid). «Un día, cuando tenía cuatro años, le corté el pelo después de una visita al psicólogo, porque me dijo que quizás yo quería una niña después del niño…», explica. «Luego me sentí tan mal… Entonces decidimos que era muy pequeña, y que dejaríamos que se expresara como quisiera».

Fue una vuelta de tuerca en la vida de Eli, mucho antes de que las administraciones emprendieran cambios en las políticas de identidad de género que aún no han llegado a todas las provincias de España. En 2012 el DSM-5, el manual de enfermedades mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, referencia mundial en la materia, dejó de considerar la transexualidad como una patología. Pero no fue hasta octubre pasado cuando la Unidad de Identidad de Género del Hospital Ramón y Cajal quitó la palabra trastorno de su nombre. Aún hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía incluye la disforia en su lista de enfermedades mentales.

Hoy los días de Eli transcurren entre la escuela, los deberes, y la familia. Después de clase aprovecha para jugar un rato con su dos mejores amigas, con las que forma una piña. «Antes iba a más actividades extraescolares, pero ahora la economía no nos lo permite», explica su madre. «Pero no las echo en falta, hago muchas cosas con mis hermanas y sus primos».

A Eli le encanta dibujar y se le da especialmente bien escribir. Con su padre y sus hermanos juega a squash y va a la piscina los fines de semana (con el cole prefiere evitarla). También visitan el Prado. «Le llama especialmente la atención El jardín de las delicias de El Bosco por la diversidad que representa, porque no hay un estereotipo de hombre y mujer», cuenta Miguel Ángel.

De princesa, de hada… Eli va al cole vestida como quería. Al principio, sus padres le advirtieron de que quizás sus compañeros se meterían con ella. «Me da igual», respondió. Y así, sin saberlo, se convirtió en uno de los primeros menores activistas de su condición.

Intervenir precozmente es clave en el desarrollo de los niños transgénero, segúnJose Luis Pedreira Massa, doctor en Psiquiatría Infantil. «No existe tratamiento de rectificación, sino ayuda, progresión y tomar determinaciones para beneficio del niño y para compresión por parte de las familias», dice. «Al adolescente con dudas de identidad sexual hay que orientarle, explicarle la respuesta sexual humana con claridad, no moralidad».

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Violeta cuenta que no siempre ha encontrado buenos profesionales. Desde que Eli tenía tres años, los psiquiatras le decían que la niña era muy pequeña para decidir. «Dicen que el 80% puede cambiar de opinión», dice. «Pero, ¿qué estadísticas usan? ¡Si no existen! Hay niños a los que se les ha diagnosticado esquizofrenia, o se les ha recetado medicación para la hiperactividad».

También menciona estas cifras Nuria Asenjo, psicóloga de la Unidad de Identidad de Género del Hospital Ramón y Cajal (Madrid), pero las pone en su contexto. «Son estadísticas de uno de los pocos países que tiene datos, Holanda», dice. «Hicieron un estudio con 900 niños de los que se mantienen sólo el 20% de los que entraron con 12 años. Sin embargo, no son cifras muy fiables, porque no hubo filtros previos».

Hoy, en el Ramón y Cajal atienden a 100 personas, entre ellas Eli, una de sus primeras pacientes. «El crecimiento ha sido exponencial», dice Asenjo. «En parte gracias a la labor de visibilización de colectivos y medios de comunicación. Ahora las familias pueden identificarse. Estamos desbordados».

A los seis años, Eli ya iba a clase como niña. Sus padres pidieron a los profesores que dejaran de dirigirse a ella como a un varón. La madre recuerda con ternura la explicación que uno de los maestros dio a los alumnos: «A partir de ahora Fernando se llamará Eli: sus padres se habían confundido y era una niña».

Ni profesores, ni médicos, ni psicólogos tenían experiencia. También hablaron con los padres de los alumnos. «Les comentamos que lo único que pedíamos era respeto», dicen los padres. «Si a un niño le llaman gordito un día no pasa nada. Pero si sucede cada día, eso es acoso, y es denunciable».

Fue entonces cuando las rabietas y los terrores nocturnos que había tenido desde los tres años desaparecieron. «Mis primeros años me fueron muy bien, cuando hice el cambio a nadie le costó asimilar que yo era Eli. Y mis amigas me apoyaban y me defendían».

Por desgracia no siempre es así. Laura Aut explica que la mayoría de casos llegan a su consulta por el estigma social. «Los síntomas más depresivos, más ansiosos, no se dan por el cambio de género, sino por el no sentirse aceptado. Esto sería lo más importante, que la sociedad lo aceptara. Pero en los coles, por ejemplo, no existen recursos, y los profesores no tienen a dónde ir», explica.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) afirma que más de la mitad de los jóvenes de este colectivo sufre acoso escolar. El porcentaje aumenta en los transexuales porque son más visibles. «Es un sufrimiento para ellos, pero la enfermedad la tienen los demás: se llama intolerancia», afirma, rotundo, Miguel Ángel, el padre de Eli.

Familias y colectivos como la Fundación Daniela reclaman así mismo una ley estatal integral, que incluya los avances de las normas autonómicas de Navarra, País Vasco, Extremadura o Andalucía. «Eli tiene la documentación con nombre unisex desde los 7 años», dice Violeta. «Según quién te toque puedes conseguir el cambio de nombre en el DNI o no. Dependes de la buena fe de los jueces. Algunos permiten poner el nombre que quiere el niño, mientras que en otras ocasiones, como hicimos nosotros, aceptan porque es un nombre unisex. Necesitas 10 documentos, un certificado de la unidad de trastorno de identidad, para lo cual debes llevar al menos un año en tratamiento, otro forense que certifica que padre y madre estamos sanos mentalmente…».

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Según la fundación Chrysallis sólo 30 menores han conseguido completar este proceso en España. Eli lo recuerda como «una de las cosas» que la han hecho «más feliz» en estos años. «Fui a Segovia sólo para hacerme el DNI para el tema del cambio de nombre, y además estuvimos pasando el día», explica.

Para cambiar la casilla del género tendrán que esperar. La ley establece que hay que ser mayor de edad, y cumplir dos requisitos: el informe que acredite la disforia y otro que certifique que el solicitante lleva dos años de tratamiento para acomodar su físico. «Para la reconstrucción genital también hay que esperar hasta los 18, pero antes hay que tomar las hormonas cruzadas, estrógenos, antiandrógenos… Hasta los 18, nada», explica Violeta.

Eli toma bloqueadores hormonales desde los 11 años, que paralizan el desarrollo de los caracteres masculinos hasta que tenga edad para decidir si quiere un tratamiento hormonal definitivo. Su efecto es reversible. Ellos lo pagan de su bolsillo, miles de euros al año, como ocurre en la mayoría de comunidades autónomas.

También acude cada dos meses al psiquiatra del Ramón y Cajal. «Aunque no lo necesita, pero para que conste», cuenta su familia. «Queremos tenerlo todo cubierto. Es necesario para el tratamiento de los bloqueadores».

Eli no tuvo dificultades para que le recetaran los inhibidores porque tenía informes desde los cuatro años, pero Violeta se queja porque los endocrinos los desaconsejan a niños de su condición, mientras que en otros casos los recomiendan. «Nos dicen que hacen que los niños se queden pequeños y no crezcan, que les puede afectar el desarrollo cognitivo… Sin embargo, se usan habitualmente para casos de desarrollo precoz, para parar la menstruación por ejemplo. Así qué, ¿cuál es la verdad? Vamos a una unidad especializada y no nos la explican».

Cada año, durante una semana, madre, hija, y el resto de la familia comparten experiencias en el campamento de la Fundación Daniela, una especie de paraíso para Eli. Aunque su vida transcurre tranquila, Violeta reconoce que la niña no va al viaje de fin de curso del cole «porque no se siente cómoda». La fundación organiza campamentos para jóvenes trans, de los 8 a los 18 años. «Ahí están muy cómodos, en la piscina con su pantaloncito, sin que nadie mire, con niños y niñas como ella. Hablan de cosas como si se van a arreglar el pecho, etc…», dice la madre. «La sociedad está preparada para entender todo esto: es la administración la que va atrasada, y no da información ni herramientas».

Entra a una tienda de Santander a pedir ayuda por una hemorragia y desata la alarma al saberse que es portador del VIH

Los bomberos incineran los muebles del comercio para eliminar el riesgo de contagio y las dependientas esperan el resultado definitivo del test de anticuerpos

Un hombre que sangraba ligeramente por la boca entró el sábado 19 de marzo a pedir auxilio en un comercio de los alrededores del Ayuntamiento de Santander. Las cuatro personas que atendían en ese momento la tienda no dudaron en ayudarlo, especialmente cuando el afectado informó de que era hemofílico: una enfermedad genética que dificulta la coagulación de la sangre y provoca fuertes hemorragias. Tras acomodarlo en un sillón, llamaron al 112 y al 061 y trataron de frenar la pérdida de sangre mientras esperaban a los servicios sanitarios. Pero la hemorragia iba a más y el afectado, que empezó a echar sangre de manera profusa por la boca, terminó desvaneciéndose sobre el sillón. Así que una de las dependientas salió a la carrera para pedir ayuda en el puesto de la Policía Local en el Ayuntamiento.

Cuando llegó la ambulancia del 061 y se llevaron al paciente al Hospital de Valdecilla, todo lo que quedaba por delante era un dura tarea de limpieza. Según describió a El Diario Montañés una persona cercana a los dueños del comercio, la tienda parecía «el escenario de una película de terror, con todo el suelo manchado de sangre, el sillón chorreando y muebles, uniformes y mercancías salpicados».

Mientras las dependientas se esforzaban por limpiar la sangre con todas las precauciones lógicas, como el uso de guantes y lejía, y se deshacían de la mercancía salpicada, la propietaria recibía una llamada del hospital: el hombre al que habían auxiliado era portador del VIH –el virus que puede terminar desarrollando la enfermedad del sida–.

La alarma se desató en la tienda. «Desasosiego, dudas, angustia», detalló la persona allegada al negocio. En el momento del incidente, alrededor del mediodía, no había clientes en la tienda, pero las cuatro personas que atendían el comercio (propietarios y dependientes) habían entrado en contacto con la sangre y no sabían cómo actuar. Varias preguntas surgieron entonces: ¿Nos hemos podido contagiar? ¿Dónde dejamos el mobiliario empapado de sangre? ¿En un contenedor al alcance de cualquiera?

Finalmente, «después de varias horas de llamadas pidiendo soluciones que no llegaban», fueron los bomberos del Ayuntamiento de Santander, avisados por la Policía Local, los que resolvieron el problema al llevarse el mobiliario manchado de sangre para incinerarlo.

Los test de VIH, aún provisionales, dicen que no ha habido contagio.

El personal de la tienda también intentó encontrar consejo sanitario, y el lunes, dos días después del incidente, consiguieron contactar con la persona que resolvió sus dudas: Manuel Galán, jefe de servicio de Salud Pública. A preguntas de este diario, Galán explicó que no existe un protocolo de actuación en estos casos. «Hoy en día, toda la sangre derramada debe ser recogida con las mismas precauciones sanitarias. Hay un protocolo sanitario para hospitales y centros de salud, pero si pasa en la calle son los servicios de limpieza municipales los que se hacen cargo». En este caso ocurrió en un comercio y ninguna administración supo ofrecer respuestas a los afectados en las primeras horas tras el incidente.

Riesgo «prácticamente nulo»

La conversación del lunes con Salud Pública alivió en cierto modo el desasosiego de las cuatro personas que atendieron la emergencia en la tienda. «Les dije que habían actuado correctamente porque de forma intuitiva se habían puesto guantes y habían usado papel absorbente y lejía. Todo bien, pero luego tenían un sillón que estaba lleno de sangre y era irrecuperable. Por eso empezaron a llamar para ver quién se hacía cargo del mueble, y se encontraron con que nadie les ofrecía una solución hasta que llegaron los bomberos y lo quemaron. Estaban indignados por no tener manera de deshacerse del mueble sin riesgo».

Galán aseguró que, tal y como actuaron, el riesgo de contagio es «prácticamente nulo». «Estaban muy nerviosas y angustiadas y hemos intentado tranquilizarlas. El riesgo nunca es cero, pero deben estar tranquilas porque así no es como se transmite el VIH. Se transmite por dos vías: la sexual y al clavarse una aguja infectada. Y la experiencia que tenemos hoy en día sobre el VIH es que así (por contacto directo con la sangre) no se transmite». Además, un portador del virus en tratamiento es «técnicamente no contagioso» y, en este caso, según las fuentes de Galán, «el afectado está bien tratado».

Ahora bien, el jefe de servicio de Salud Pública reconoció que las personas que atendieron al portador del virus no podrán estar tranquilas hasta que no tengan una prueba negativa del test de VIH. «Deben esperar un tiempo, tres o cuatro semanas, hasta que el sistema inmunológico pueda reaccionar en caso de contagio y empiece a producir anticuerpos, que es lo que determina la presencia del virus VIH». Las primeras pruebas, aún provisionales, dicen que no ha habido contagio.

Una pareja gay se enfrenta a la madre gestante de su hija en los tribunales tailandeses

Gordon Lake y su marido, Manuel Santos, con su hija Carmen

Gordon Lake y su marido, Manuel Santos, con su hija Carmen. EFE

El estadounidense Gordon Lake y su marido Manuel Santos se enfrentan a los tribunales por la custodia de su hija Carmen -fruto de una gestación subrogada– con la madre gestante, una mujer de origen tailandés. El proceso ha quedado visto para sentencia en un tribunal de Bangkok.

“Somos optimistas (…) esperamos que el veredicto diga que somos las personas adecuadas con las que tiene que estar Carmen”, ha dicho Lake a los medios de comunicación tras la conclusión de las vistas en el Tribunal Central Juvenil y de Familia, en el norte de la capital tailandesa.Tras meses de batalla legal, el próximo 26 de abril el juez pronunciará su decisión.

De lograr la potestad sobre la menor, el matrimonio Lake-Santos espera poder viajar al día siguiente y salir de Tailandia tras 13 meses en el país.”Ha sido un camino muy largo desde que Carmen naciera en el 17 de enero del 2015 y 10 días más tarde la mujer que la dio a luz dijera que se quería quedar con la pequeña”, indicó el estadounidense.

Tras un proceso de subrogación que discurrió con normalidad, nació Carmen Lake,concebida con el esperma de Gordon y el óvulo de una donante anónima y gestada por la tailandesa Patidta Kusonsrang.

Los problemas surgieron cuando Patidta, quien en el hospital firmó los papeles que le otorgan la paternidad a Lake, no acudió a la embajada de Estados Unidos en Bangkok para ultimar la documentación necesaria a fin de que la bebé pudiera salir de Tailandia.

El matrimonio Lake-Santos, quienes tienen otro hijo subrogado concebido hace más de dos años en India y quien se encuentra en la actualidad en España, trataron de llegar a un acuerdo amistoso con Patidta, pero ante la falta de avances reclamaron la custodia en los tribunales.

Patidta expresó entonces sus reservas debido a que los padres “no son normales”, en referencia a su orientación sexual, y una representante de la tailandesa llegó a insinuar que Lake y Santos eran traficantes de personas.

Ante las acusaciones, la pareja homosexual interpuso una denuncia por difamación que también se encuentra en los tribunales y proseguirá con una demanda civil para “tratar de compensar los daños causados”.

“Nuestra vida ha sido prácticamente destrozada durante el pasado año (…) no podemos recuperar el tiempo que hemos perdido, ni el tiempo que han perdido nuestros hijos para estar juntos, nuestras economía ha sido afectada, así que buscaremos por una compensación para ser capaces de recuperar nuestras vidas”, comentó Lake.

El Parlamento tailandés, elegido a dedo por los militares, promulgó en febrero de 2015 leyes que prohíben a los extranjeros acceder a madres subrogadas, tras controvertidos incidentes con hijos subrogados de una pareja australiana y un japonés.

“El principal objetivo de la ley es proteger a niños como Carmen (…) Confiamos en que el veredicto refleje el mejor interés para ella”, sentenció el padre biológico.