Para los niños y niñas gays la casa es el horror, la escuela es el horror

La ciudad le acaba de conocer como el hijo del grandísimo pintor Luis Sáez que ha donado parte de su herencia para que con los fondos que se recauden puedan estudiar jóvenes gitanas. Pero Javier Sáez, técnico del departamento de Igualdad y Lucha contra la Discriminación de la Fundación Secretariado Gitano, es mucho más que un tipo generoso, es un activista marica -así le gusta autodenominarse- que lleva años peleando por los derechos y la visibilidad de las minorías dentro de las minorías. Sociólogo de formación, su nombre es una de las referencias intelectuales en España del movimiento queer. Sáez es autor de libros como el muy epatante Por el culo, en el que analiza la negatividad sociológica que históricamente ha tenido esta parte anatómica -«intentamos ver qué había detrás de ese pánico anal», dice, entre risas, o de Teoría queer y psicoanálisis, y ahora prepara una nueva obra sobre antigitanismo, «un fenómeno muy extendido del que no se habla nada».

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Javier Saez

¿Cómo explicamos qué es el movimiento queer?
Empezando por la palabra queer en inglés. Se trata de un insulto homófobo, es como maricón o bollera, y es interesante conocerlo para saber qué carga tiene, que es la de todas las personas que en algún momento nos hemos sentido injuriadas y perseguidas…
¿Y ustedes le han querido dar la vuelta?
Exacto. Es la apropiación del insulto, es como decir movimiento maricón o bollero o transmaricón, tiene una carga rara de apropiación del insulto, algo distinto a las políticas blancas de gays y lesbianas más respetables.
¿Ustedes no persiguen la ‘normalidad’ e inclusión social que es el objetivo del movimiento de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales (LGTB)?
Creo que tampoco es una oposición porque hay derechos civiles que tienen que estar al alcance de todo el mundo pero digamos que la agenda queer siempre ha sido más subversiva, ha luchado en otros frentes, en alianzas con movimientos de inmigrantes, antirracistas… vinculando la lucha contra la homofobia con otros grupos más allá del pequeño mundo de gay blanco propietario y burgués. No hay un enfrentamiento pero la agenda es muy diferente porque viene de luchas populares y marginales. Por eso tiene una vinculación muy fuerte con el movimiento feminista, en el caso de Estados Unidos, con colectivos de mujeres lesbianas negras y chicanas o transexuales. En España también se introdujo el elemento de clase social y de marginalidad.
Habla de movimiento subversivo. ¿Cuál es el orden que quieren subvertir?
La normalidad. No se trata de reforzar valores del mundo heterocentrado o patriarcal como la propiedad, el orden o la sexualidad normativa. Dentro de las sexualidades minoritarias puedes adaptarte y decir ‘me caso y tengo un perro y propiedades’ o hacer una alianza con los grupos más excluidos y pensar que tu lucha es también contra el capitalismo y  que no te interesan cosas como la transmisión patrimonial
¿Un ejemplo puede ser lo que usted ha hecho con su herencia?
Exacto. Para mí una herencia es algo que debe volver a la sociedad, no tiene sentido que alguien se quede con un montón de cuadros por muy valiosos que sean.
¿Cómo es el proceso para que un chico burgués de 17 años, gay en el Burgos de los primeros 80, que se va a estudiar a Madrid, llega al movimiento queer?
Quizás por contactos personales. Dices bien que yo me fui a estudiar a Madrid pero más bien me fui porque Burgos era insoportable, que es una diferencia importante. En realidad mi vocación intelectual estaba en otras materias que podría haber hecho aquí: filología, griego, latín, la lingüística… pero eso suponía quedarme en Burgos, que era el horror por la presión homófoba que había. Había que buscar cualquier excusa para irse y pensé en una carrera que solo se pudiera estudiar en Madrid: vi Sociología, que entonces no sabía lo que era, y me apunté. Pero podía haber sido Física Cuántica, me daba igual, el caso era salir de aquí.
¿Por qué estaba tan ahogado?
A mí nadie me pegaba porque nunca tuve pluma y no me puedo comparar con las víctimas directas del acoso homófobo -que hoy aún existe- pero yo presenciaba aquello y me llenaba de terror y, a la vez, me creaba una especie de esquizofrenia porque tampoco salía en defensa de mis compañeros maltratados. Todavía hoy me siento muy cobarde por aquello.
¿Eso le ha hecho después acercarse a las minorías?
Creo que es más bien un sentimiento de solidaridad con la gente que es oprimida y que intenta sobrevivir. Sí me identifico con ellos a pesar de que yo no he padecido tanto esa opresión por ser un joven de clase media con cultura y blanco. No puedo comparar mi capital social con el de los gitanos o las transexuales. Mi situación es privilegiada pero ese terror y esa destrucción interior estaban allí por los curas, por mi madre…
¿Cómo era aquel Burgos?
Era un entorno muy opresivo porque no había escapatoria y creo que incluso hoy hay muchos jóvenes que lo padecen. En la catequesis de San Lesmes, a la que asistía, nos decían que la homosexualidad era un pecado horroroso, lo peor del Universo y yo, encima, como creyente me sentía muy culpable. Luego mi madre hacía comentarios contra los gays: era muy homófoba y, probablemente la única persona en el mundo que no se enteró de que yo lo era.
Eran los 80. ¿No llegaban los vientos de cambio que soplaban en otras ciudades?
No, aquí se mantenían las esencias medievales pero no solo arquitectónicas. Te decía que para los gays no había escapatoria, no como otras minorías, y estoy pensando en los gitanos, que se pueden refugiar en la familia de todas las persecuciones sociales que pueden sufrir. Pero para los niños gays, las niñas lesbianas, los niños transexuales la casa es el horror, la escuela es el horror, la parroquia es el horror y esa falta de escapatoria hace que muchos jóvenes se suiciden porque no pueden contarle a nadie lo que les está pasando. Y esto es el motor del éxodo, de la emigración silenciosa: te vas pero te vas obligado, dejando a tu familia y a tus amigos.
¿Qué pasó cuando salió del armario?
Pues me llevé una sorpresa. Yo tenía una expectativa de pánico, pensé que aquello iba a ser la hecatombe pero no pasó nada. Tanto mis hermanos como mi padre y mis amigos lo acogieron estupendamente.
¿Cuando vuelve a Burgos en 2015 cree que ha cambiado algo?
Los cambios son muy lentos. Cuando hablo con gente que se ha quedado aquí como Eduardo Nabal, un luchador por la visibilidad gay con un valor inmenso, me da la sensación de que las cosas no cambian. Para empezar, no hay un movimiento asociativo fuerte, y esto es muy significativo, igual que el hecho de que apenas haya bares de ambiente, de que no hay ciclos de cine, seminarios… Dos de los mejores teóricos de España del movimiento queer somos de Burgos y nadie se ha preocupado por traernos aquí a escucharnos.
¿Qué le aconsejaría a un joven homosexual burgalés?
Más bien me dirigiría a los padres, porque los chicos y las chicas saben muy bien lo que desean y lo que sienten. Los que tienen que facilitar el espacio son los padres, decirles que son bien recibidos, que están bien con él o con ella, crear un espacio de comentarios positivos sobre la diversidad sexual. Y les animaría a que se asocien, a que creen espacios de participación, que eso da mucha vida y mucha fuerza.
En un par de meses se cumplen diez años de la modificación del Código Civil que permitió los matrimonios del mismo sexo…
… Pero el deseo de las minorías sexuales no se ha normalizado. Sí lo ha hecho el contrato del matrimonio, que es diferente y está bien porque es un derecho que está ahí al alcance de quien lo quiera disfrutar. Pero no hay cambios en la vigilancia de género y me refiero con esto a las personas que no tienen un aspecto masculino o femenino o en el acoso escolar. No existe el cambio en la percepción de las minorías, hay parejas que siguen siendo apedreadas cuando van de la mano.  La ley no ha modificado la realidad.
Le pregunto como sociólogo. ¿Qué le mueve a un tipo heterosexual a tirar piedras contra una pareja del mismo sexo que expresa su afectividad sin quitarle derechos ni invadirle espacios ni molestarle?
Pienso en esas personas con un código masculino muy fuerte en el que han tenido que renunciar a muchas cosas de su deseo. Cuando obligas a toda una sociedad a ser heterosexual por fuerza les has forzado a renunciar a todas las posibilidades del deseo y hay algo de pánico a un  deseo propio que no pueden disfrutar como hace esa pareja a la que apedrean.

Las personas ‘trans’ no tienen un problema, es la sociedad la que sufre ‘transfobia’

Lucas Platero presenta su libro ‘Transexualidades’ como “un camino abierto para el diálogo alrededor de cambios que podemos hacer en nuestra sociedad para que todos y todas podamos participar en igualdad de condiciones”.

A su juicio, el tema de la infancia y de la juventud ‘trans’ es un tema urgente, “y es urgente porque la gente lo pasa mal, no porque las personas estén enfermas, sino porque el impacto de la sociedad en la transfobia hace mella en las personas”.

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Ilustración hecha por Isa Vázquez, que aparece en el libro Trans*exualidades de Lucas Platero.

Lucas Platero, de nacimiento Raquel, es sociólogo y especialista en cuestiones de género. Da clases en diversos programas universitarios de su área así como en ciclos formativos de intervención sociocomunitaria. Trabaja con el concepto trans*, escrito así con asterisco, con la idea de “salirse de que esto es un problema individual, que sólo les pasa a unas personas muy raras y ponernos más en el plano de que hay un montón de personas que no quieren y no pueden encajar en las normas de género porque son demasiado estrechas y binarias”. Esta semana ha presentado en Donostia su libro Trans*exualidades, el cual lo plantea como una propuesta a un público plural. Lo que propone es “desmentir la idea de que las personas trans* tienen un problema y visualizar que es la sociedad la que tiene un problema, que es la transfobia”. En ese sentido, plantea la posibilidad de alianza con las diferentes personas que pueden estar en ese lugar subalterno, para que puedan tener “un lugar estratégico de cara a luchar por los derechos”.

En la presentación del libro apuntas que está dirigido a profesionales de diferentes ámbitos de la sociedad. En el caso de la educación ¿crees que hay un vacío?

Clarísimamente. Yo creo que el error no es que no sea tratado, sino que se toca mal. Surge en modo de chiste o en modo de injuria, o a modo de algo de lo que reírse. Por ejemplo, hace poco vino a mi clase la policía local a dar una charla sobre Educación Vial, y apareció este comentario, “a ver si por la noche vas a salir, vas a beber mucho y terminas ligando con una chica muy guapa que cuando vayas a casa en realidad es un hombre”. Cuando la gente piensa que hace falta hacer una educación especial de algo, es porque hay algo que no estamos haciendo bien. En la vida cotidiana enseñamos de todo, matemáticas, ética, relaciones sociales… y eso lo hacemos todo el tiempo sin que haga falta una clase específica. Los estereotipos y las ideas más fijas, a veces también erróneas, de lo que se supone que tiene que ser un hombre y una mujer las enseñamos todo el tiempo. No enseñamos sobre transexualidad, pero enseñamos sobre esa rigidez, esa necesidad de situar a las personas dentro de un ámbito de lo inteligible. Lo que nos parece que es y cómo debe de ser un hombre, y lo que nos parece que es y cómo debe de ser una mujer. Lo que creo es que la escuela tiene una obligación visionaria de cara a proyectar el modelo de sociedad que tiene. Sí que es verdad que la escuela tiene una tendencia a ser conservadora y por eso las personas que formamos parte de ella tenemos que ponernos al día con lo que la escuela tiene que hacer. Cuando la gente dice “es que es nuevo el tema este de las nuevas familias”, no es verdad, la gente trans*, las diferentes formas de familia ya están en la escuela.

También mencionas la importancia de los medios de comunicación en la visualización de las personas trans* ¿qué papel juegan en este sentido?

A la escuela y a los medios de comunicación se nos pide mucho. En el sentido de que tenemos como una obligación moral de hacerlo lo mejor posible. Hay que pensar como representamos o como hablamos de las personas, eliminando los estereotipos. Así cuando se habla de una persona transexual, resulta que lo que más le define es que es trans* y no el hecho de todas las otras cosas que forman parte de su vida. Y yo creo que estas representaciones estereotipadas son muy parecidas con las personas con discapacidad, las personas LGTB, las mujeres… como que esa identidad no te deja ver quien realmente es esa persona. Yo sí que echo de menos personas más comprometidas con un periodismo crítico, más personas comprometidas con una escuela crítica, que no significa que estemos criticando a los demás, sino una manera de ser profesionales autoreflexivos, que te cuestiones, que intentes mejorar, que estés siempre en el diálogo con los otros.

¿Crees que durante los últimos años, la percepción de las personas trans* en la sociedad ha mejorado?

Yo creo que sí. Los movimientos sociales han jugado un papel importante a la hora de llevar al debate público cuestiones que a la gente que le incomoda y que piensan que deberían de estar en el ámbito privado. Para hacer ver que no son problemas de personas particulares, sino que son problemas de la sociedad, en la medida en la que cuestionan normas sociales dominantes. Y el binarismo es un problema, porque la mayor parte de las personas no cabe dentro de esas normas tan estrictas. Es sexismo es un problema. La transfobia es un problema y eso que en este sentido hay una pequeña masa crítica que está consiguiendo cambios importantes. Como son por ejemplo, generar una noción crítica sobre el diagnóstico. Es decir, ahora mismo hay mucha gente que está diciendo “la transexualidad no es una patología, sino que forma parte de la diversidad de los seres humanos”. Y esa idea proviene de los movimientos sociales y personas concretas, que es una idea muy sensata, pero está contagiando a muchas personas, y ha llegado a los profesionales, que son ellos quienes están pensando “es que es verdad”. Además, si la transexualidad no fuera una patología, de pronto el registro civil, la psiquiatría, la endocrinología ya no sería tan importante. En la medida en que no estarían los guardianes, ni quien es la persona que se merece y puede cambiar o modificar su cuerpo, o cambiar legalmente sus papeles, para lo cual también habría que pensar también cómo funciona el poder.

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Portada del libro Trans*exualidades de Lucas Platero.

 

En el ámbito político y legal ¿veis que existe un muro que no deja avanzar?

Yo creo que se han conseguido cosas, lo que no invalida el hecho de decir que no son suficientes. Es decir, que la gente pueda cambiar de nombre y de sexo en los documentos de es muy importante, porque te hace funcionar en la vida cotidiana. Pero ojo, la vigilancia que hay sobre quien puede hacerlo, y el hecho de que la persona que vigila tiene unas ideas tan conservadoras, al final se convierte en un problema. En la vida cotidiana la gente no se relaciona sólo contigo a través de tu DNI, y la transfobia tiene que ver con el castigo a los crímenes, con lo que tú puedes hacer, pero tiene que ver con algo mucho más importante que son los cambios sociales en la vida cotidiana. En ese sentido, el acoso escolar, la inserción laboral, la participación social… no se encuentran solamente es el marco de las leyes. Todavía hay muchas cosas que hay que hacer. El tema de la infancia y de la juventud trans* es un tema urgente. La inserción laboral de las mujeres trans* también. Y digo urgente porque la gente lo pasa mal. La gente tiene sentimientos negativos hacia sí mismos, por lo que la sociedad te dice. No porque las personas trans* estén enfermas, sino porque el impacto de la sociedad en la transfobia hace mella en las personas. Hay gente en casa que no quiere salir a la calle, que tienen dificultades para encontrar un empleo, hay jóvenes que tienen sentimientos de suicidio, entonces nos va la vida en ello, no es una cuestión secundaria o marginal.

¿Qué soluciones planteas en el libro para superar esa transfobia?

Hablo de que probablemente para que no exista la transfobia hay que hacer cambios a nivel social. Yo lo que propongo es una serie de acciones que parten de la idea del desarrollo comunitario. De qué pueden hacer los entornos inmediatos para mejorar la calidad de vida de las personas trans*. Y en ese sentido, hablo de factores de salud y factores de protección para la gente más joven. Es decir, que para alguien joven probablemente va a ser muy importante tener la posibilidad de conectar con otras personas, tener personas adultas que pueden ser tú familia u otras, porque la familia igual está muy estresada pensando si es culpa suya. Hablo de la importancia de conocer a personas trans* adultas que ejerzan de modelo, hablo de que el profesorado y la escuela estén apoyando los derechos y la capacidad de expresarse libremente las personas trans*. En fin, que para ese ámbito y para la gente joven hay cinco cosas que yo he diagnosticado como factores de salud que me parecen importantes. El libro se plantea como un camino abierto para el diálogo alrededor de cambios que podemos hacer en nuestra sociedad para que todos y todas podamos participar en igualdad de condiciones. Por lo menos mejorar la calidad de vida de las personas trans*. La segunda parte del libro son todo actividades que se pueden hacer en grupo a la hora de abordar ideas erróneas, abordar la adquisición de conocimientos, abordar también el desarrollo de habilidades para enfrentarse a la transfobia.

Fondo de armario para una biblioteca feminista

Repasamos la historia del movimiento, de Wollstonecraft a Beatriz Preciado, porque como dijo alguien, “qué diferente hubiera sido la historia de las mujeres si no hubiese sido escrita por hombres”

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Lo que diga Alison Bechdel

El movimiento feminista ha recorrido un largo camino. Desde la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, escrito en 1791 como respuesta a la Declaración de los Derechos de los Hombres y del Ciudadano que excluía a la mitad de la población hasta el nuevo feminismo combativo deCaitlin Moran o Pussy Riot, se ha analizado desde todos los ángulos el comportamiento de las mujeres contra los corsés de lo “correcto”, lo apropiado y lo imposible.

La historia de las mujeres es necesariamente radical, no sólo por su resistencia a la norma y su politización de lo doméstico y de lo íntimo sino porque es una historia alternativa a la historia: como dijo alguien, “qué diferente hubiera sido la historia de las mujeres si no hubiese sido escrita por hombres”. Aquí recogemos algunos de los libros que podemos considerar imprescindibles para comprender la historia y evolución del feminismo, el momento en el que se encuentra ahora y su motivo de lucha actual.

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Olympe de Gouges, el cómic

Los textos fundacionales

Hablando de hegemonía, fue durante la Revolución Francesa que se redactó laDeclaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, un título donde no cabe una arroba. Como respuesta, Olympe de Gouges redactó la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791), uno de los primeros documentos históricos que aboga por la emancipación de la mujer y pide la igualdad de derechos y mismo tratamiento legal y jurídico tanto para hombres como para mujeres.

Posiblemente le sirvió de inspiración a la famosa Vindicación de los Derechos de la Mujer(1792) de Mary Wollstonecraft, para quien “el matrimonio no se considerará nunca sagrado hasta que las mujeres, educándose junto con los hombres, no estén preparadas para ser sus compañeras, en lugar de ser únicamente sus amantes”.

Sobre legislación, Reforma o Revolución de la gran Rosa Luxemburgo sigue siendo un libro clave para entender que el feminismo es también una lucha de clases, y tampoco hay que olvidar la contribución de Clara Campoamor y F ederica Montseny al marco legislativo. Las dos escribieron regulación pionera en torno a los derechos de la mujer, incluyendo el derecho al aborto. Y, con cierta inclinación por la ironía, podríamos incluir el Manual de socialismo y capitalismo para mujeres inteligentes de George Bernard Shaw para navegar las aguas políticas actuales que, como todo lo nuevo, tiene al menos una reencarnación anterior. Porque el sistema capitalista aplasta a la mujer y no se puede conseguir una sociedad igualitaria y feminista si dejamos que esta estructura social, económica y política rija nuestras vidas.

Un regalo más ligero para no iniciadas: Olympe de Gouges es una novela gráfica de Catel Muller y Jose-Louis Bocquet.

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Gloria Steinem te lo dice bien clarito

Segunda ola: Lo personal es político

El segundo sexo (1949) se preguntaba por primera vez algo que en su momento parecía exótico pero tocó tecla con las señoras: ¿Qué significa exactamente ser mujer? Simone de Beauvoir reflexiona sobre las construcciones de género: somos mujeres ¿porque nacemos mujeres o por qué nos construyen mujeres? La francesa plantea que la mujer debe reconstruir su identidad propia, lejos de lo que quieren los demás que seamos.

Inspirada por este libro, Betty Friedan escribe La mística de la femineidad en 1963, un análisis sociológico del retrato mediático que hacen las revistas femeninas de la mujer ideal. Friedan descubre que, en la generación posterior a la victoria sufragista, las revistas dejan de celebrar a la mujer independiente con carrera y profesión para centrar la felicidad femenina en la consecución de otros valores: el marido rico, la figura esbelta, la ropa cara, la cocina moderna y dos niños perfectos. Como consecuencia, las mujeres pueden ir a la universidad pero lo hacen para encontrar marido. En este orden de cosas, sólo “las feas” consiguen acabar la carrera, embarcándose en una vida yerma y carente de afecto. Así nace la vampírica “mujer de carrera” que intenta robarle el marido a sus dulces congéneres.

La revolución de la Política sexual

Decían que la televisión acabaría con la cultura pero, como hoy ya sabemos, lo que trajo fue la guerra, dejando que libros radicales llegaran a las masas gracias a tres amazonas de carisma peculiar. En   Política Sexual, Kate Millet argumenta que lo político afecta a lo personal y, por ende, a las relaciones sexuales. El libro ahonda en cómo las estructuras del sistema patriarcal afectan también a las estructuras existentes en cualquier relación, y encuentra sus ejemplos en el cánon literario: D.H. Lawrence, Henry Miller, Norman Mailer y -contra el canon- Jean Genet.

El famoso Intercourse (coito) de Andrea Dworkin declara que, en una sociedad en la que todo está estructurado para que las mujeres estén subordinadas a los hombres, el sexo es sólo otra pieza más para perpetuar esta subordinación. Este argumento, y su lucha particular contra la recién llegada industria pornográfica, fue reducido a una de sus frases más desafortunadas, “Toda penetración es violación”, dejando así en un segundo plano el verdadero debate. Que incluye, por cierto, el derecho al aborto, el acceso a los anticonceptivos y las expectativas de cuidados en torno a la maternidad, la vejez y la enfermedad, debate liderado por la vaca sagrada Gloria Steinem.

Reacción. La guerra no declarada contra la mujer moderna cierra el círculo de Betty Friedan. Donde ésta señalaba la reacción mediática contra el movimiento sufragista, Faludi detecta el mismo proceso en los años 90, cuando los medios y el cine manufacturan un sinfin de estereotipos negativos contra “la mujer de carrera” (¿se acuerdan de Glenn Close en Atracción Fatal?). Años más tarde llega su heredera pop con Female Chauvinist Pigs: Women and the Rise of Raunch Culture de Ariel Levy, donde habla del síndrome de abeja reina, esas mujeres que todos conocemos cuya práctica habitual incluye reforzar las estructuras patriarcales para ser la única mujer poderosa en su entorno, poniéndole la zancadilla a todas las demás. En todas las empresas hay una, todo el mundo sabe quién es.

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Hadalay, la bella sin alma (o qué)

Queer y Cyberfeminismo: la anatomía no es identidad

Desde que un psicólogo neozelandés llamado John William Money se inventara la palabra género en 1947, la parte más radical del movimiento ha trabajado para separar la identidad sexual de la anatomía. El movimiento Queer estalla en Francia y en Estados Unidos en los 90, en plena crisis del sida, y rechaza las categorías de control de lo privado como “homosexual”, “gay” y “lesbiana” y la psiquiatrización de las preferencias identitarias, íntimas y sexuales para reclamar la identidad sexual independiente a la ley, la sociedad y la familia.

Entre las más interesantes están la fundadora Judith Butler y la propia Beatriz Preciado, sin duda uno de los cerebros más interesantes del ensayo en español, aunque ninguneada -precisamente- por la elección de sus temas. En Cuerpos Que Importan, Butler coge la Historia de la sexualidad de Foucault y se la lleva al feminismo, con resultados electrizantes. Y en su Manifiesto contra-sexual, Preciado teje un sólido manifiesto contra los prejuicios sexuales, enlazando la producción tecnológica y farmacológica con la imposición de identidades convenientes basadas en lo físico, lo social y lo tecnopolítico. Más ligero pero no menos interesante, hay que leerse los comics de Alison Bechdel, desde su obra maestra Fun Home, hasta la reedición de su famosa tira cómica, Lo indispensable de unas lesbianas de cuidado.

Variante de la misma semilla y entretejido con esta, el movimiento Cyberfeminista explotó en los 90 con dos textos: Un manifiesto cyborg: ciencia, tecnología, y feminismo socialista a finales del siglo XX de la “feminista, más laxamente neomarxista y postmodernista” Donna Haraway y Ceros y Unos de Sadie Plant, un ensayo que sólo podía envejecer mal (como todos los hijos de su época, comoMatrix) pero que reclamó el lugar de las mujeres en el desarrollo científico y desenterró a la santa del movimiento: Ada Lovelace, hija del poeta Lord Byron, madre del lenguaje de programación.

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Caitlin Moran: How to be a woman

Tercera Ola: Tetas y cerebro

Para empezar, un regalo para aquellos que declaran que el feminismo ya no tiene sentido porque las mujeres han conseguido el reconocimiento, la emancipación y el derecho al aborto que tanto ansiaban y sólo les queda ganarse t odo lo demás.Manifesta: Young Women, Feminism and the Future , de Jennifer Baumgardner y Amy Richard explica por qué el feminismo no ha muerto, cómo se entiende en el siglo XXI y cuáles son sus luchas, que son muchas y variadas. En la misma línea, El Futuro del Feminismo de Sylvia Walby desmonta los argumentos por la defunción y/o irrelevancia del movimiento, recordando lo mucho que nos queda para alcanzar algo parecido a una igualdad de oportunidades.

Aclarado esto, vamos con las chicas. Aunque no lo parezcan, son herederas de Beauvoir y plantean nuevos modelos de ser mujer en un mundo falsamente lleno de posibilidades. No soy ese tipo de chica, de Lena Dunham y Cómo ser mujer,de Caitlin Moran no dan lecciones de cómo son o deben ser las mujeres. Se dedican a escribir lo que les atormenta, les apasiona, cuáles son sueños y qué obstáculos han encontrado en su camino para conseguirlos. Y asuntos de importancia severa: cómo nos relacionamos las mujeres con nuestro cuerpo. Y con la comida. Y con los hombres, las amigas y la familia.

Es el fenómeno Tits and wits” (tetas y cerebro): se puede ser mujer, apasionada de la moda, independiente, inteligente y emprendedora y también tener tetas. Funcionan por el mismo motivo por el que funcionó su antepasada francesa; porque refleja las dudas, los miedos y las posibilidades de su generación.

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Muy contra esto

Quita de allá esas estrellas

¿Por qué nos enamoramos de gente que no nos merece? ¿Qué nos hace renunciar a cosas por amor? La socióloga Eva Illouz se ganó el cielo con Por qué duele el amor, donde analiza los atributos de valor que otorgamos a la adoración ajena y que desaparecen con la ruptura, con el consiguiente dolor espantoso . en El consumo de la utopía romántica, se dedica a desmontar los mitos del amor romántico, incluyendo lugares comunes como el beso bajo la lluvia. En el mismo género, la Crítica del pensamiento amoroso, de Mari Luz Esteban, explica cómo nuestra forma de entender el amor afecta a los comportamientos y relaciones que tenemos con todo lo demás, ya sean relaciones de amor, de clase social o de etnia. Esto afecta a la construcción de identidades y, por tanto, de sujetos.

Finalmente, en La construcción socio-cultural del amor romántico, Coral Herrera disecciona las emociones, preguntándose si se tratan de un fenómeno biológico o una construcción social. Herrera hace una reflexión de cómo las emociones están predeterminadas por mitos, relatos y estereotipos que hemos ido interiorizando poco a poco hasta que los hemos asumido cómo algo innato.

Economías radikales

Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria de Silvia Federici (2004) es uno de los textos estrella de los últimos años. Profesora en la Hofstra University de Nueva York, Federici ofrece una revisión historica de Marx y del capitalismo desde una perspectiva feminista. Entre otras cosas, el libro enlaza la famosa caza de brujas con la usurpación de bienes a mujeres por parte de la Iglesia. No es casual que haya más brujas en aquellos lugares donde una mujer puede heredar legalmente bienes familiares- como Euskadi- y por tanto acumular tierras o casas sin necesidad de casarse. De aquí el mito de la bruja que vive sola en una casa en mitad del bosque.

Con idéntico espíritu -y no en vano en la misma editorial- Amaia Orozco propone una  Subversión feminista de la economía, donde se establece el género como “una variable clave que atraviesa el sistema socioeconómico, es decir, no es un elemento adicional, sino que las relaciones de género y desigualdad son un un eje estructural del sistema, el capitalismo es un capitalismo heteropatriarcal.” ¡No olvides leer nuestra entrevista!

Finalmente, un libro radical sobre una economía muy sumergida: en Dónde está mi tribu, Carolina León reflexiona sobre la maternidad y la crianza, con especial y doloroso énfasis en el asunto de la lactancia y la borrosa raya que separa la responsabilidad de una madre de la prisión.

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Atención: las bellas ninfas de Waterhouse no son de fiar

Brujas: Manifiestos literarios

Si hay un precedente -y olvidamos la Antígona de Sófocles porque la escribe un señor- tendrá que ser Cristina de Pizán y La Ciudad de las Damas (1405). En el contexto de la “Querella de las Mujeres”, un debate teológico sobre la supuesta inferioridad del sexo femenino, Pizán imagina una ciudad medieval diseñada y habitada por mujeres, arropada por el renacentismo y amurallada contra el patriarcado bruto, chovinista y apestoso de ahí fuera.

Seis siglos más tarde, en Una habitación propia (1929), Virginia Woolf interviene juiciosamente en lo doméstico para ofrecer “una opinión sobre un punto sin demasiada importancia: que una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas”. Y donde la mujer -aunque no sea escritora- pueda ser ella misma, con sus extrañezas y sin interrupciones.

Más impactante -aún hoy o, quizá, sobre todo hoy, es la relectura que hace Jean Rhys de Jane Eyre. En Ancho mar de los sargazos (1960) Rhys literalmente hackeaa la vaca sagrada de Charlotte Brontë, recreando la biografía de un personaje aparentemente secundario: la primera mujer del señor Rochester, que vive encerrada y oculta en el ático de su siniestra mansión victoriana. Reivindicación postcolonial donde las haya, manifiesto feminista atemporal, es imposible volver a leer a Brontë -o cualquier literatura decimonónica- de la misma manera. Eso sin mencionar lo maravillosamente escrito que está.

Claramente inspiradas en esta corta pero impactante novela, las académicas Sandra Gilbert y Susan Gubar publican La loca del desván: escritoras y la imaginación literaria del siglo XIX en 1979, cuya intención y contenido se explica por sí misma. Como complemento, dos estudios sobre el origen del mito de la “mujer fatal”: Ídolos de perversidad: la imagen de la mujer en la cultura de fin de siglo, de Bram Dijkstra y Las hijas de Lilith, de Erika Bornay.

En estos dos libros imprescindibles se explica cómo el movimiento de demonización literal de las mujeres corre paralelo al de su proceso de emancipación, desde su papel en la Revolución Francesa hasta su incorporación al mercado laboral. El arte y la literatura decadentista se llena de vampiras, gorgonas, serpientes y sirenas, que se anteponen a la dulce criatura doméstica con sus insaciables apetitos sexuales y sus rituales demoníacos. Para una lectura más moderna de rol de la mujer en el arte, la literatura y la política, recomendamos leer cualquier cosa de la brillante y viperina Camille Paglia, estrella de los 90, hoy injustamente olvidada pero más necesaria que nunca.

Muere el hijo de un matrimonio gay tras ser agredido en el colegio

En RAGAP hemos hablado en muchas ocasiones de muertes de adolescentes relacionadas con la orientación o identidad sexual. A veces hablamos de suicidios de personas homosexuales o transexuales, y en otras, de agresiones físicas por motivos de odio.

muere el hijo de un matrimonio gay después de ser agredido en el colegio

En Brasil, este lunes falleció un joven de 14 años como consecuencia de la homofobia.Peterson Ricardo de Oliveira pasó varios días en coma antes de fallecer como consecuencia de una pelea en la escuela pública de Jamil, en Ferraz de Vasconcelos, en Sao Paulo.

Fue el pasado jueves 5 de marzo cuando se produjo la pelea escolar, cuando fue atacado por ser hijo de una pareja gay, según Márcio Nogueira, uno de los padres adoptivos de Peterson Ricardo. “No sabía que mi hijo sufrió problemas por ser hijo de una pareja gay. Estamos tristes y decidimos revelar lo que sucedió para que no se repite con otros niños”, afirmó.

El joven llevaba seis años estudiando en el centro, y su hermano de 15 años, que cursa en el mismo colegio, presenció el asalto, en el que fue atacado por cinco individuos. Tras la pelea, asistió a clase y después se desmayó, como consecuencia de un aneurisma que sufría, por lo que no se puede afirmar que cayese en coma como causa directa de la lucha. El Departamento de Salud del estado afirma, por su parte, que el fallecido ingresó en el Hospital Regional de Ferraz de Vasconcelos con paro cardiaco y se sometió a un proceso de reanimación. Las pruebas realizadas en el niño arrojaron que había sangrado, pero no tenía signos externos de violencia física.

En el centro, donde no se recogió la agresión en ningún parte, lamentan la muerte del adolescente y afirman que era un alumno muy activo que participaba en muchas actividades extraexcolares.

EL VIH Y EL SIDA ESTÁN EMPEZANDO A DESCONTROLARSE EN ZIMBABWE DEBIDO A LAS LEYES ANTI GAY

Zimbabwe vive una situación difícil con el VIH y el SIDA, un problema que está haciéndose cada vez más grande debido a la dificultad de controlar la transmisión del virus, debido entre otros factores a las leyes ani-gaygay que dificultan tratar otros temas , según ha explicado Chesterfield Samba, Director de Gays y Lesbianas de Zimbabwe (GALZ).

Para Samba, las discusiones sobre leyes gay están ocasionando que el Gobierno deje de lado temas de salud urgentes, como el combate contra el VIH. “Debe haber una revisión de las leyes que inhiben a los jefes de seguridad y al gobierno a incurrir en problemas claves para la sociedad. Estamos tratando de crear un entorno propicio, pero hay algunos desafíos que nos encontramos a la hora de comprometerse con el liderazgo político. Debemos luchar contra la enfermedad, los gay no son el problema”, ha declarado el defensor de los derechos LGBT.
En diciembre 2014 el gobierno consideró un programa anti-VIH para profesionales del sexo LGBT. Una iniciativa que es aprobada por Owen Mugurungi, jefe de la unidad de SIDA y del Ministerio de la Salud: “Nunca debemos olvidar estas pequeñas poblaciones de hombre que tienen sexo con hombres, los usuarios de drogas y los trabajadores sexuales. Si tratamos con el problema en otro lugar y nos olvidamos de ellos, entonces la infección seguirá siendo un problema ”, dijo.
Samba ha dicho que pronto habrá un estudio que revelará la prevalencia del VIH entre los hombres que tienen sexo con hombres y bisexuales en todo Zimbabwe. Se estima que el 15% de todo el país están viviendo con el VIH.

Jobs y Cook: el hétero ‘loca’ y el gay aburrido

Los homosexuales son más creativos y promiscuos. Solo valen para la moda, o similares. Unas locas. Las mujeres son más sumisas y destacan en cosas de ‘letras’, y también más fieles en materia sexual. Maternales. Para ONGs. Los hombres son mejores en ciencias y números y, por naturaleza, tienden a ir ‘cazando’ parejas igual que antes cazaban mamuts.Líderes.

Ésa es la percepción que tenemos en la calle, a nivel coloquial o, como se dice habitualmente, “en conversación de barra de bar”. A veces, incluso mentes preclaras caen en ese tópico. Ése es el caso de Lawrence Summers, sobrino de dos Premios Nobel de Economía, ex secretario del Tesoro de EEUU con Clinton, ex rector de la Universidad de Harvard, ex jefe del equipo de asesores económicos de Obama, y al que éste hubiera nombrado presidente de la Reserva Federal de no haberse producido una rebelión en contra dentro del Partido Demócrata. En 2005, en un discurso en Harvard, Summers dijo que “en materia de ciencia e ingeniería” podría haber “cuestiones de aptitud intrínseca” que explicaran que las mujeres son peores en esas áreas.

napoleon

Steve Jobs tenía un ego napoleónico, pero Tim Cook parece haber heredado las ideas del corso sobre sobre qué hay que hacer para ganar las guerras.

Pero el caso de Apple dinamita el mito del gay creativo y divo y del hetero eficaz y aburrido. Porque en esa empresa, el hetero-Steve Jobs-fue la loca, y el gay-Tim Cook-es el gestor eficiente y sin carisma.

Y es que Cook no solo ha convertido a Apple en la empresa más valiosa del mundo-con una enorme ventaja sobre la número dos, ExxonMobil-, ni la que más dinero ha ganado de la Historia, sino también en la primera compañía que, estando entre las 500 mayores del mundo, tiene unpresidente y consejero delegado abiertamente homosexual.

Si comparamos las personalidades de Steve Jobs y a Tim Cook, el primero cae dentro de los tópicos del homosexual, y el segundo dentro de los del hetero. Jobs era un divo. Un histérico. Un maniático que necesitaba ser el centro de atención. Estaba obsesionado por la estéticay la perfección en el diseño. La gestión le daba igual. Lo único que quería era hacer las cosas a su modo, fueran éstas conducir coches sin matrícula-y cambiarlos cada seis meses-o aparcarlos en el espacio reservado a discapacitados. Apple era ‘su’ empresa. Ignoraba el concepto de trabajo en equipo. Cuando algún colaborador suyo lograba un éxito, se lo apropiaba. Pero, si alguna de sus ideas no iba bien, le echaba la culpa a los demás. Despreciaba a los accionistas. Despreciaba a los reguladores en Washington. Despreciaba a todo el mundo. Si hubiera escuchado, tal vez hoy estaría vivo.

steve jobs

Steve Jobs en una de sus últimas apariciones públicas.

Lo dicho, una ‘loca’. Solo que eraheterosexual. Muy heterosexual. A Jobs se le conocían infinitas novias, presumía de su uso de drogas (LSD) en su juventud y hasta tuvo una hija a la que, en un arranque de crueldad, tardó años en reconocer como suya-llegó a argüir ante el juez que no podía tener hijos-.

Tim Cook, el gay, es lo contrario. Es discreto. Ha sido capaz decrear un equipo, algo desconocido en Apple, donde Jobs era el que tenía la primera y última palabra. Él fue quien, como ‘número dos’ de Jobs, convirtió la línea de suministros de Apple en una maquinaria formidable que cruza todo el mundo: desde los centros de diseño de California a los de producción en Asia, y de ahí de vuelta a EEUU, a Europa y, ahora, también a China.

Ya se sabe que, como decía Napoleón, “los aficionados hablan de estrategia, los que saben hablan de logística”. Cook es el artífice de la tremenda eficacia de Apple que subyace a la monstruosa rentabilidad de la empresa. Para ello se ha centrado toda su vida en la logística, algo mucho menos glamouroso que el diseño que fascinaba a Jobs.

Cook aplica el principio napoleónico. Jobs tenía un ego napoleónico.

tim cook

Tim Cook (Todas las fotos de este post son de Wikipedia)

Frente al divo de Jobs, que nunca quiso tener en cuenta a los accionistas (la empresa era él, o eso parecía pensar), Cook ha empezado a dar dividendos, dando salida así a la infinita caja de Apple. Donde Jobs no era capaz de hablar con nadie sin despreciarle o gritarle, Cook ha sido capaz de comunicarse conWall Street y con gente como Carl Icahn, que no son famosos precisamente por su amabilidad cuando se trata de dinero. Y hamejorado las inexistentes relaciones de Apple con las autoridades de Washington.

¿Qué ha hecho mal Cook? Pues, precisamente, el diseño. Y la creatividad. Como buen gestor, Cook solo parece capaz de hacer mejoras en lo que ya existe, pero no crear nada que no exista. Por ahora, la creatividad de Apple con Jobs está perdida en combate. Con Cook, Apple sigue haciendo lo mismo que cuando murió Jobs. Solo en abril sabremos por dónde va el futuro de la empresa, con el Apple Watch, que va a ser la primera línea de productos que lance desde la muerte del cofundador de la empresa. El coche de Apple queda para el futuro, si es que lo tiene.

La divergencia entre Jobs y Cook es una muestra de lo equivocados que estamos en esas conversaciones de bar, y en lo equivocado que estaba Lawrence Summers.

La realidad es mucho más compleja que los tópicos. Mary Barra dirige una empresa tan plúmbea como General Motors.Meg Whitman es la creadora de una de las empresas menos glamourosoas de internet, eBay y, tras un catastrófico intento de convertirse en gobernadora de California, ha tomado las riendas de otro gigante de la informática,Hewlett-Packard. Sheryl Sandberg es quien trata de controlar al desquiciado dueño y fundador de Facebook, Mark Zuckerberg. Marissa Mayer está tratando de resucitar Yahoo!

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Esperanza Aguirre no se encuentra exactamente dentro d ela imagen de mujer vulnerable y sumisa a la que cualquier hombre se ‘come’ cruda.

 

Antes que Cook, hubo otra persona homosexual que dirigió una gran empresa: Sir John Browne. Era una compañía tan divertida como BP, la antigua British Petroleum. Browne la convirtió en la tercera petrolera mayor del mundo a base de adquisiciones de empresas en EEUU (Amoco, Arco) y por medio de la subcontratación masiva de muchas de sus operaciones. De nuevo, nada espectacularmente creativo o colorido. Pero Browne nunca se atrevió a salir del armario y, cuando su homosexualidad quedó expuesta por un ex novio, dimitió.

Y, respecto a la presunta debilidad o ‘compasión’ de las mujeres, piense en Margaret Thatcher, Angela Merkel, Esperanza Aguirre, HillaryClinton, Indira Ghandi o Golda Meir. Solo por nombrar algunas…

Posiblemente, la mayor enseñanza de la comparativa entre Jobs y Cook es que somos mucho más complejo, y tenemos unas potencialidades muy superiores a lo que nosotros mismos creemos. El mito del gay creativo y divo y del hetero eficaz y aburrido salta por los aires con Apple.

Tener sexo entre amigos fortalece la amistad

Un estudio revela que el 76% de las personas que ha mantenido relaciones sexuales con un amigo dice que luego la amistad fue mejor

El sexo entre amigos fortalece la amistad. Así lo asegura un estudio realizado por el investigador de la Boise State University estadounidense Heidi Reeder. De los datos recogidos se desprende que de las personas que indicaron que habían tenido sexo con un amigo un 76% indicó que la amistad fue mejor después de tener relaciones íntimas.

En estos casos, los expertos en salud y psicología de esta institución consideran que hay que mantener unas reglas básicas. Resulta muy importante conocerse bien antes de decidirlo -dicen- y dejar claro cuáles son sus expectativas, lo que desean y lo que no. Ambas personas tienen que tener en consideración que no es una relación formal ni que durará por mucho tiempo. La relación tiene que llegar a su fin cuando el sexo ya no sea satisfactorio. Y, finalmente, asumir su vida sexual de manera responsable y protegida.

En el estudio llevado a cabo por Heidi Reeder únicamente un 20% de los encuestados indicó haber tenido relaciones sexuales con un amigo. Eso sí, de este grupo el 76% manifestó que su amistad había salido fortalecida tras el sexo. También cabe destacar que el 50% de los entrevistados que comenzaron una relación de noviazgo con su amigo, lograron concretar una relación mucho más duradera.

“Las personas ‘trans’ no tienen un problema, es la sociedad la que sufre ‘transfobia'”

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Ilustración hecha por Isa Vázquez, que aparece en el libro Trans*exualidades de Lucas Platero.

más, si la transexualidad no fuera una patología, de pronto el registro civil, la psiquiatría, la endocrinología ya no sería tan importante. En la medida en que no estarían los guardianes, ni quien es la persona que se merece y puede cambiar o modificar su cuerpo, o cambiar legalmente sus papeles, para lo cual también habría que pensar también cómo funciona el poder.

En el ámbito político y legal ¿veis que existe un muro que no deja avanzar?

Yo creo que se han conseguido cosas, lo que no invalida el hecho de decir que no son suficientes. Es decir, que la gente pueda cambiar de nombre y de sexo en los documentos de es muy importante, porque te hace funcionar en la vida cotidiana. Pero ojo, la vigilancia que hay sobre quien puede hacerlo, y el hecho de que la persona que vigila tiene unas ideas tan conservadoras, al final se convierte en un problema. En la vida cotidiana la gente no se relaciona sólo contigo a través de tu DNI, y la transfobia tiene que ver con el castigo a los crímenes, con lo que tú puedes hacer, pero tiene que ver con algo mucho más importante que son los cambios sociales en la vida cotidiana. En ese sentido, el acoso escolar, la inserción laboral, la participación social… no se encuentran solamente es el marco de las leyes. Todavía hay muchas cosas que hay que hacer. El tema de la infancia y de la juventud trans* es un tema urgente. La inserción laboral de las mujeres trans* también. Y digo urgente porque la gente lo pasa mal. La gente tiene sentimientos negativos hacia sí mismos, por lo que la sociedad te dice. No porque las personas trans* estén enfermas, sino porque el impacto de la sociedad en la transfobia hace mella en las personas. Hay gente en casa que no quiere salir a la calle, que tienen dificultades para encontrar un empleo, hay jóvenes que tienen sentimientos de suicidio, entonces nos va la vida en ello, no es una cuestión secundaria o marginal.

¿Qué soluciones planteas en el libro para superar esa transfobia?

Hablo de que probablemente para que no exista la transfobia hay que hacer cambios a nivel social. Yo lo que propongo es una serie de acciones que parten de la idea del desarrollo comunitario. De qué pueden hacer los entornos inmediatos para mejorar la calidad de vida de las personas trans*. Y en ese sentido, hablo de factores de salud y factores de protección para la gente más joven. Es decir, que para alguien joven probablemente va a ser muy importante tener la posibilidad de conectar con otras personas, tener personas adultas que pueden ser tú familia u otras, porque la familia igual está muy estresada pensando si es culpa suya. Hablo de la importancia de conocer a personas trans* adultas que ejerzan de modelo, hablo de que el profesorado y la escuela estén apoyando los derechos y la capacidad de expresarse libremente las personas trans*. En fin, que para ese ámbito y para la gente joven hay cinco cosas que yo he diagnosticado como factores de salud que me parecen importantes. El libro se plantea como un camino abierto para el diálogo alrededor de cambios que podemos hacer en nuestra sociedad para que todos y todas podamos participar en igualdad de condiciones. Por lo menos mejorar la calidad de vida de las personas trans*. La segunda parte del libro son todo actividades que se pueden hacer en grupo a la hora de abordar ideas erróneas, abordar la adquisición de conocimientos, abordar también el desarrollo de habilidades para enfrentarse a la transfobia.

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Portada del libro Trans*exualidades de Lucas Platero.

Los contagiados de sida son cada vez más jóvenes y sienten menos preocupación

En ocasiones deben ser tratados además de otras enfermedades de transmisión sexual

Las personas contagiadas por sida que acuden a los hospitales españoles son cada vez más jóvenes, algunos menores de 20 años, sienten menos preocupación por haberse contagiado y, en ocasiones, deben ser tratados además de otras enfermedades de transmisión sexual.

Así lo han explicado hoy los doctores Josep Maria Gatell, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, y Enrique Ortega, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Valencia, en rueda de prensa en Barcelona.

Ambos especialistas han presentado la XXI edición del Simposio internacional sobre VIH, que se celebra este fin de semana en Castelldefels (Barcelona) y que reúne a prestigiosos expertos nacionales e internacionales en el campo del sida para debatir la profilaxis preexposición en personas sanas.

Gatell ha alertado de que el perfil de los nuevos enfermos de sida -unos 300 al año en Cataluña y unos 3.000 en España- es de personas cada vez más jóvenes, en su mayoría hombres homosexuales, aunque suelen llegar a los hospitales con la infección en sus estadios iniciales.

Ortega, por su parte, ha destacado el hecho de que “llama la atención que llegan sin mucha preocupación” por haberse infectado, quizás debido al hecho de que han mejorado y se han simplificado los tratamientos y los medicamentos y que se considera que la enfermedad se ha hecho crónica.

Sacerdotes ortodoxos se desnudan para un calendario gay

La religión ortodoxa es una de las comunidades que más parece respetar, en algunos sectores, a la población homosexual. Hace apenas unos meses, el presidente de Rumanía, abiertamente cristiano ortodoxo, confirmaba que estaba a favor del matrimonio gay. El año pasado, varios curas y monjes ortodoxos decidieron también posar en un calendario, desnudos, para apoyar estas uniones entre personas del mismo sexo.

Tal es la euforia colectiva, que han repetido el trabajo. 2014 también podrá decorarse con 12 sacerdotes ortodoxos en el calendario que lleva por lema “Love is love, orthodox or not!” (El amor es el amor, ortodoxo o no).

Son una docena de curas de religión ortodoxa, pero también hay algunos modelos que han decidido posar para la ocasión. Las primeras fotos ya han visto la luz, y también el primer vídeo promocional del calendario, que seguramente subirá la temperatura más que una columna entera de cirios.

Religión y erotismo mezclados en 12 imágenes muy sensuales y con toques claramente gays. Los creadores de este calendario aseguran que no todos los hombres son sacerdotes, pero no aclaran ni cuántos ni quiénes son. Lo que está claro es que, sea uno o los doce, estos hombres aparecerán en miles de paredes por todo el globo, para desearnos los buenos días y pensar que nos da igual que sea lunes. Porque al que madruga, Dios le ayuda.

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