Maroto: “Me casé en viernes para no molestar”

El político popular, criticado por el alcalde del PNV por no celebrar su enlace en el Ayuntamiento un sábado, único día que lo permite la normativa local, defiende que lo hizo para no molestar a otros contrayentes dada su repercusión mediática

Maroto recibe el salufo de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP

Maroto recibe el salufo de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP. / EFE

El vicesecretario de Sectorial del Partido Popular, Javier Maroto, ha explicado que su boda se celebró en viernes, a pesar de que una normativa municipal prohíbe celebrar una ceremonia en el consistorio este día de la semana, para evitar “una molestia” a la gente, ya que todo el mundo tiene “derecho” a tener una boda “tranquila”.

Así lo ha expresado Maroto a los periodistas este lunes después de reunirse con la fundadora y presidenta de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de las Mujeres Víctimas de la Explotación Sexual APRAMP, Rocío Nieto, y la coordinadora general de ésta, Rocío Mora, en donde ha aplaudido que “por fin” ya no exista el debate sobre el matrimonio de personas del mismo sexo. En este sentido, Maroto ha recordado que se ha casado en viernes “exactamente igual que el anterior alcalde”, Patxi Lazcoz, como respuesta a las críticas que ha recibido por parte del primer edil de Vitoria, Gorka Urtaran, debido a que el Ayuntamiento establece que las bodas se celebran los sábados.

Asimismo ha defendido que optó por casarse este día laboral y en un despacho con el fin de “evitar una molestia” al resto de personas que tienen “todo el derecho del mundo de tener su boda tranquila”.

Por otra parte, ha subrayado que “si de algo ha servido” su unión matrimonial es para que tanto la sociedad española como el PP hayan “hecho el trance” y “un tránsito” para que acabar con el debate sobre el matrimonio homosexual, por que, en su opinión, todo el mundo, “sea quien sea” tienen “los mismos derechos y las mismas libertades”. “Ese mensaje es plenamente compartido y es la posición oficial de mi partido”, ha concluido.

Los obispos, sobre la boda de Maroto: “Matrimonio solo es la unión de hombre y mujer”

El secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), expresa un “respeto exquisito” por la boda y señala que “hay otras clases de amistad, de amor, pero vamos a llamar las cosas por su nombre”

Javier Maroto, en una foto de archivo, con el obispo de Vitoria

Javier Maroto, en una foto de archivo, con el obispo de Vitoria. / BLANCA CASTILLO

El secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), José María Gil Tamayo, ha expresado un “respeto exquisito” por la boda del vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto , aunque ha insistido en que “el matrimonio es una unión entre hombre y mujer”. “Hay otras clases de amistad, de amor, pero vamos a llamar las cosas por su nombre”, ha indicado Gil Tamayo en una entrevista en RNE recogida por Europa Press en la que ha reconocido que las uniones de parejas homosexuales y heterosexuales puedan tener “una equiparación legal” pero ha pedido “no equiparar”.

Para Gil Tamayo la condición sexual es “una opción personal y hay que respetarla por encima de todo”, pero cree que es importante “recuperar la semántica y llamar las cosas por su nombre, el lenguaje es la capacidad de entendimiento y ha de responder a la realidad y no a la ficción”, ha indicado.

En cuanto a la asistencia a la boda de Maroto con su pareja José Manuel Rodríguez, del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y otros dirigentes del PP ha asegurado que “cada uno es muy libre de ir donde quiera y ser consecuente con sus opiniones y la realidad institucional que representa o el trabajo en el que está”.

Mariano Rajoy y su fiebre del viernes noche

El presidente se sumergió en la fiesta eurovisiva de la boda gay de Maroto para bailar Raphael y Village People hasta bien entrada la madrugada

Mariano Rajoy y su esposa, Elvira, con los recién casados

La pareja de contrayentes junto a Mariano Rajoy y su esposa. / EFE

La boda civil del vicesecretario sectorial del PP y ex alcalde de Vitoria Javier Maroto con su novio, José Manuel Rodríguez, ha servido, por un lado, para actualizar a la cúpula del partido en materia de derechos y libertades homosexuales y, por otro, para que el presidente de España sacara a pasear en público a su ‘Tony Manero’ y se desfogara. Tal vez sea la tensión ante las inminentes elecciones catalanas; la presión de los comicios de diciembre, en las que se la juega; que musicalmente le va el ‘petardeo’; o quizá todo ello junto. Lo cierto es que Mariano Rajoy se desquitó en la pista de baile del hotel-restaurante El Caserón, a las afueras de Vitoria, durante la eurovisiva fiesta que siguió al convite nupcial.

Según aseguraron a este periódico algunos de los cerca de 270 invitados a la cena, el líder del PP se mostró en todo momento «integrado» y «relajado», al igual que su esposa, Elvira Fernández, y «bailó y se divirtió como los demás hasta las cinco de la madrugada». La catarsis de Rajoy se cocinó lo mismo al son de ‘Mi gran noche’, de Raphael, -el tema más repetido de la velada y con el que los contrayentes abrieron la veda-, que con la improvisada conga que se formó al son de uno de los éxitos más sonados de los Village People, todo un fetiche musical para la comunidad gay.

«Contrariamente a lo que cabía esperar, no hubo ningún tipo de formalismo, ni de protocolo. Lejos de todo eso, fue una boda de lo más informal. Todos los invitados nos mezclamos y, la verdad, lo pasamos genial. Fue una fiesta muy divertida», explicó un amigo de la pareja y uno de los últimos invitados en abandonar la boda, pasadas ya las seis de la mañana.

Caprile y sus fotos rosas

Para contribuir a ese espíritu desinhibido con el que Maroto y Rodríguez quisieron celebrar su matrimonio, pusieron a disposición de sus familiares, amigos y compañeros de partido pelucas, gafas y gorros de todos los colores y tamaños. Y, por supuesto, encargaron al Dj que repasara la historia de Eurovisión, concurso del que son seguidores acérrimos. Tanto es así que un invitado les obsequió con un video en el que algunos de los representantes españoles en ese festival les felicitan por su boda, como Betty Missiego, Micky, Karina, José Vélez, Azúcar Moreno, Ruth Lorenzo, Rosa o Soraya. El propio Maroto, encantado con el regalo, lo colgó ayer en su cuenta de Twitter.

Varios amigos de Javier Maroto y su novio intervinieron en la boda civil en el jardín de un restaurante de Vitoria para revelar anécdotas de sus casi dos décadas de relación

Varios amigos de Javier Maroto y su novio intervinieron en la boda civil en el jardín de un restaurante de Vitoria para revelar anécdotas de sus casi dos décadas de relación. / Instagram

Entre baile y baile, el prestigioso diseñador de moda Lorenzo Caprile, vestido de arriba a abajo en tono rosa palo, inmortalizó a buena parte de los asistentes con una cámara del mismo color de su atuendo. A juzgar por lo visto allí, su colección de fotos podrían tener un valor incalculable.

Si el máximo responsable del Ejecutivo central se marchó relajado de la capital alavesa después de quemar sus demonios en la pista, su mano derecha, la vicepresidente Soraya Sáenz de Santamaría no le fue a la zaga. Si la próxima semana les ven en la tele con gesto más distendido, ya saben que ha sido cosa de Maroto.

Rajoy con Celine Dion y Soraya con Camela

Javier Maroto estuvo acompañado el día más feliz de su vida por toda la cúpula del Partido Popular

Javier Maroto y su esposo

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, es a estas horas todo un experto en iconografía gay. Al líder nacional del PP, así como a su esposa, Elvira Fernández, y al resto de los 270 invitados de la boda de Javier Maroto y José Manuel Rodríguez, les recibió musicalmente Conchita Wurst -la mujer barbuda que arrasó en Eurovisión hace dos años- y cenó con Celine Dion, a escasa distancia de Raphael, Miguel Gallardo, Nana Mouskouri o Massiel.

Los contrayentes, seguidores acérrimos del macrofestival en el que la madrileña triunfó con su ‘La la la’, distribuyeron a sus familiares, amigos y compañeros de partido en mesas redondas que bautizaron con participantes en el histórico certamen continental. Así, para el máximo responsable del Ejecutivo madrileño, la pareja eligió la dedicada a Celine Dion; para la ‘número dos’ de su gabinete, Soraya Sáenz de Santamaría, la de Camela; o para la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, la de Olivia Newton-John. La misma que le tocó a la presidenta del PP vasco.

Enfundada en un favorecedor vestido de color magenta, Arantza Quiroga y su marido fueron los últimos en recorrer el parking del hotel-restaurante El Caserón, situado en el Alto de Armentia, a las afueras de la capital vasca, donde se festejó el enlace civil. El desfile de invitados, que accedieron directamente a las carpas instaladas en el jardín del complejo, comenzó hacia las siete y media de la tarde. A juzgar por la variedad de modelos que se vieron, la pareja no decretó ningún ‘dress code’. Así, ellos lucieron mayormente trajes, camisas blancas -y, eso sí, muchas barbas pobladas de inspiración ‘hipster’-, si bien una minoría se unió a los novios para vestir chaqué. Entre ellos no se encontraba el prestigioso diseñador Lorenzo Caprile, una aguja muy conocida para la Casa Real, quien se decantó por un provocador look ‘todo rosa’ a juego con una amplia sonrisa. “Estoy muy feliz y contento de estar aquí. Y por muchos motivos”, apostilló a su llegada. Al igual que el modisto, Rajoy también rehuyó la chaqueta de pingüino para lucir un traje gris marengo y dos “buenas tardes” con los que cortó de cuajo cualquier pregunta incómoda de los cerca de cuarenta cámaras y periodistas que estaban allí apostados.

Gildas, solomillo y chocolate

Ellas, por su parte, prescindieron de los tocados, a excepción de la parlamentaria conservadora Carmen López de Ocáriz, y los mismo se vistieron de largo que de corto. Predominaron, eso sí, los hombros al descubierto en una noche de desapacible temperatura otoñal.

Una vez todos dentro, Maroto y Rodríguez reeditaron una unión que habían legalizado a primera hora de la mañana en el despacho municipal del ex alcalde de Vitoria. La ‘reboda’, plagada de cariñoso discursos de sus amigos en la que la palabra matrimonio sonó varias veces, aplausos de los asistentes y la intervención de una cantante lírica, se prolongó una hora hasta que llegó el “por supuesto que sí quiero” del interventor del Ayuntamiento de Durango a Maroto.

Sencillos centros de paniculata y velas blancas decoraron un convite que empezó con un cóctel a base de jamón, queso y gildas, y continuó con una ensalada de gambas y fruta con vinagreta de yogur, solomillo con foie y, de postre, una degustación de dos tartas de chocolate y frutas y mucho baile. Los éxitos de Eurovisión aún resuenan en la cabeza del presidente Rajoy.

Maroto: “El PP dice hoy aquí que el derecho al matrimonio es para todos”

El secretario sectorial de la formación conservadora, Javier Maroto, reconoce a “todos esos activistas de todos los partidos” que le han permitido casarse este viernes con su novio de siempre en una ceremonia a la que asistió Rajoy, Cospedal y la cúpula del PP en Vitoria

Parte de los invitados del PP a la boda de Javier Maroto.

Los dirigentes del PP arropan a los recién casados. / FOTOS: B. CASTILLO-I. AIZPURU

“Hoy, la dirección de mi partido, el Gobierno, dice que el derecho al matrimonio es para todos”. El vicesecretario general del PP y exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha contraído este viernes matrimonio con su novio de siempre, Josema Rodríguez, en un enlace que los conservadores han aprovechado para sumarse a la corriente mayoritaria de aceptación del matrimonio homosexual en igualdad de condiciones que el heterosexual. “Las sociedades evolucionan, los partidos evolucionan y hoy mi partido y el Gobierno quiere sumarse a eso porque ya en España el derecho al matrimonio es para todos y hoy todos compartimos ese mensaje”. Así lo ha tratado de expresar al menos el propio Maroto, una vez finalizado el enlace en un hotel-restaurante de Vitoria, su ciudad, a la que ha acudido la plana mayor del PP con el presidente Mariano Rajoy y la secretaria general Dolores de Cospedal a la cabeza.

Maroto ha pronunciado estas palabras mientras en el interior del restaurante le aguardaban los 270 invitados al evento. Todos ellos han podido presenciar el acto no oficial de boda, tras el enlace formal que ha tenido lugar esta mañana en el Ayuntamiento. Posteriormente, se ha servido un cóctel de bienvenida a los invitados y una cena compuesta por ensalada de gambas, solomillo al foie y tarta nupcial.

La boda de Maroto, anunciada en junio (antes de ser llamado a Madrid por Rajoy para entrar en la dirección nacional del partido), había causado en las últimas quebraderos de cabeza en el PP, que abordó en términos de estrategia la conveniencia de que la cúpula acudiera a un enlace que era heredero de la ley de matrimonios gays aprobada por Zapatero, y que el PP recurrió al Tribunal Constitucional. Finalmente, los líderes conservadores dieron el sí. Rajoy, Cospedal, la líder vasca Arantza Quiroga, Floriano, Moragas, Javier Arenas… todos se han dejado ver sonrientes este viernes en Vitoria.

Maroto, que abandonó la celebración un momento al filo de las 21.30 horas para atender a la prensa, dijo que era evidentemente un momento muy especial para él “en lo personal”, pero básicamente acudió a los micrófonos a lanzar un mensaje político, como se esperaba. El vicesecretario sectorial tuvo un recuerdo a “todos los activistas, algunos de los cuales ya no están aquí (en una alusión que recordó a Pedro Zerolo, el socialista recientemente fallecido) que hicieron posible esto, que lucharon por los derechos de los que ahora hemos gozado nosotros”.

En referencia a su propio partido, Maroto dijo que era consciente de que “mis compañeros han dado un paso al frente para hacer un matrimonio para todos igual, con los mismos derechos y deberes”.

La firma, por la mañana

En realidad, Javier Maroto había formalizado su unión con su novio por la mañana, a primera hora, en una simple ceremonia en su despacho de apenas diez metros cuadrados en el Ayuntamiento de Vitoria, del que es portavoz del primer partido de la oposición. Por la noche, el convite fue mucho más nutrido, con cerca de 270 invitados. Poco antes de las 20.30, hora programada para el enlace, ha llegado la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. Después lo hicieron el propio Rajoy y Arantza Quiroga, entre otros muchos compañeros de formación. Los ya maridos, Javier Maroto y Josema Rodríguez, se dejaron ver felices en el acceso al restaurante. El exalcalde vestía un chaqué de corte moderno, azul marino con chaleco gris de seis botones y una llamativa corbata en tonos azules sobre camisa blanca. Maroto ha declarado estar “nervioso”. Pero enseguida ha matizado. “Son mis amigos, mis familiares y vamos a pasarlo bien”, ha manifestado.

Rajoy escuchará la palabra matrimonio en la boda de Maroto

El exalcalde de Vitoria repetirá el enlace con su novio en el lugar del convite después de celebrar su unión civil en la intimidad de su despacho municipal

El exregidor popular Javier Maroto, ayer, en los pasillos del Ayuntamiento de Vitoria

El exregidor popular Javier Maroto, ayer, en los pasillos del Ayuntamiento de Vitoria. / BLANCA CASTILLO

La palabra matrimonio retumbará esta tarde en el comedor del hotel-restaurante El Caserón, situado en el Alto de Armentia, a las afueras de Vitoria, ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su mujer, Elvira Fernández, y las 270 personas restantes que el vicesecretario general del PP y ex alcalde de Vitoria Javier Maroto y su pareja, José Manuel Rodríguez, han invitado a su enlace civil. Los contrayentes escenificarán su unión al atardecer, en el lugar elegido por ambos para el convite nupcial, antes de que comience la cena y el baile posterior. Y es que, para entonces, ya serán marido y marido de pleno derecho.

Maroto y Rodríguez han decidido que legalizarán su relación de casi dos décadas «a lo largo de la jornada de hoy» en la intimidad del despacho de apenas diez metros cuadrados que el político alavés tiene asignado en el Ayuntamiento de Vitoria en calidad de jefe de la oposición. Ante el revuelo mediático generado por su boda con la confirmación de la asistencia del líder nacional del PP -partido que tiene recurrida ante el Tribunal Constitucional la ley que regula el matrimonio homosexual, aprobada durante el mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero-, la pareja ha optado por desistir de su idea de congregar a los invitados en el salón de bodas de la Casa Consistorial de la capital vasca. A cambio, celebrarán un sencillo acto privado en el despacho municipal de Maroto, en el que solo intervendrán los actores imprescindibles. Con posterioridad, antes del banquete, lo reeditarán ante sus familiares, amigos y la nutrida lista de compañeros del PP que asistirán.

El exregidor popular no quiere hurtar a sus invitados el momento del ‘sí quiero’, ni tampoco que «nadie interprete que he querido evitar al presidente Rajoy que se hable de matrimonio en su presencia», explicó a EL CORREO Maroto, sin ocultar con disgusto el desbordamiento que le ha provocado la «tremenda dimensión mediática que está generando este asunto». En un tono más serio de lo habitual, admitió que «el tema se ha ido de madre. Y yo no quiero una boda a lo Lolita Flores. No quiero que nadie se sienta incómodo, incluido yo mismo», apostilló. Por eso, y para ahorrar a los invitados el «paseíllo» por la plaza porticada de España, un lugar habitual de txikiteo, donde se encuentra la Casa Consistorial, y «polémicas con los otros partidos por el coste de la seguridad», Maroto intercambiará las alianzas con su novio en la intimidad de su despacho municipal.

Su madre y Oyarzábal, testigos

Allí únicamente se congregarán, además de los contrayentes, el senador conservador Jorge Ibarrondo, que hará de maestro de ceremonias, el oficiante, el concejal popular Miguel Garnica y los testigos escogidos por la pareja: la madre de Maroto, Margarita Aranzábal, y el amigo y confidente de la pareja, Iñaki Oyarzábal, quien ya marcó un precedente en el partido hace tres años cuando el entonces secretario general del

PP vasco fue el primer dirigente de la formación en declararse sin tapujos homosexual. La hora a la que se celebrará el enlace sólo la conocen ellos.

«Si me caso en el Ayuntamiento es porque me hace ilusión. Sigo siendo el alcalde de Vitoria», reivindicó, dolido aún de que, hace apenas tres meses, el PNV le arrebatara la Alcaldía de Vitoria, pese a ser la lista más votada, con el apoyo de EH Bildu, Sumando (la versión municipal de Podemos) e Irabazi.

A última hora de la tarde, el matrimonio se trasladará a El Caserón para celebrar ante los suyos la ‘reboda’, brindar por su felicidad y bailar al son de la música que pinche un Dj. La pareja se quedará por ahora sin viaje de luna de miel. La portavocía del PP en Vitoria y la coordinación de la acción política de los populares en España como vicesecretario sectorial le obligan a Maroto a aplazar esos planes.

Sáenz de Santamaría y Moragas refuerzan con su asistencia el apoyo al exalcalde

La asistencia de Mariano Rajoy a la boda de Javier Maroto normaliza de alguna forma la posición política del PP con respecto a la ley de matrimonio homosexual, que llegó a ser recurrida en los tribunales por este partido entre muestras de malestar de sus sectores más renovadores y fuertes críticas del PSOE, impulsor del texto. Superada esa polémica después de que la Justicia avalara el uso del término matrimonio -el mismo que se emplea en el sacramento católico- en las uniones entre personas del mismo sexo, la plana mayor de los populares se ha volcado con el enlace civil del exalcalde de Vitoria, que se casa hoy con Josema Rodríguez, su pareja en los últimos 19 años.

La cita se convertirá en un acto de respaldo político y personal a Maroto, un valor en alza en la nueva dirección nacional del partido como vicesecretario Sectorial. Además de Rajoy, cuya asistencia ha podido generar revuelo en las filas más conservadoras de los populares, la lista de invitados confirmados incluye a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el coordinador de campaña y director del Gabinete de Presidencia, Jorge Moragas; y el diputado y exvicesecretario de Organización, Carlos Floriano, que fue el único dirigente de la sede de Génova que perdió su puesto tras los malos resultados cosechados en las elecciones municipales del 24 de mayo.

Asimismo, la boda civil contará con la secretaria general del Partido Popular, Dolores de Cospedal; y los otro cuatro vicesecretarios que forman parte del comité ejecutivo de la formación: Javier Arenas, Fernando Martínez-Maíllo, Andrea Levy y Pablo Casado. Javier Maroto, de 43 años, fue desplazado de la Alcaldía por el candidato del PNV con el apoyo de EH Bildu pese a haber ganado con holgura las elecciones. Cuatro meses después, su vida ha dado un vuelco. El 2 de junio anunció su enlace con la pareja con la que lleva media vida de convivencia. Dos semanas más tarde, Rajoy le aupó al núcleo duro de la dirección del PP. Hoy está en su boda junto a amigos, familiares y compañeros de partido.

La boda gay de Maroto rompe moldes en el PP

Rajoy figura entre los 275 invitados que asisten mañana a la boda del exalcalde de Vitoria con Josema Rodríguez, a pesar de que su partido recurrió ante el Constitucional la ley del matrimonio homosexual. Los políticos que ‘salen del armario’ abarcan ya casi todo el arco parlamentario

Javier Maroto y Josema Rodríguez.

Javier Maroto y Josema Rodríguez.

Noche de elecciones municipales. 24 de mayo. Radiante de felicidad, Javier Maroto comparece en público tras obtener un holgado triunfo en Vitoria, que le permitirá conservar la alcaldía salvo un improbable acuerdo entre todos los demás partidos. Improbable, pero real apenas veinte días más tarde. Sonriente y relajado, con un apoyo reforzado su apoyo en las urnas tras una campaña a cara de perro, confiesa: “Doy las gracias a mi familia por todo su esfuerzo y el apoyo que me han dado”. “Y especialmente -añade-, a Josema, por estar siempre a mi lado”. Josema, lo saben todos los presentes, es su novio. Y su marido dentro de unas pocas horas. El flamente vicesecretario Sectorial del PP, uno de los hombres en los que ha confiado Mariano Rajoy para revitalizar la imagen de su partido y afianzarse en el poder en los comicios generales de diciembre, dará este viernes el ‘sí quiero’ a Josema Rodríguez, interventor general del Ayuntamiento de Durango, con el que mantiene una relación desde hace 19 años. Una ceremonia que pretendía ser íntima y cuyos ecos, en cambio, han sacudido las bases de su partido.

Los novios se intercambiarán los anillos en el salón de ceremonias del Ayuntamiento de Vitoria, en una boda que será oficiada por el concejal popular Miguel Garnica. Un grupo de txistularis pondrá la música. Todo por 150 euros. Hasta el restaurante El Caserón, en el alto de Armentia, se desplazarán para el banquete 270 invitados. El más destacado, Mariano Rajoy.

La presencia del presidente del Gobierno ha generado controversia en el Ejecutivo y en las filas del PP, donde dirigentes cercanos a la ortodoxia de la Iglesia católica no veían con buenos ojos que asistiera a una boda homosexual. Máxime cuando la ley que regula el matrimonio gay -instaurada en el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero y a la que se acoge Maroto- fue censurada hasta el extremo por el Partido Popular, que la tiene recurrida ante el Tribunal Constitucional. Rajoy ha deshojado la margarita hasta última hora y, aunque podía haberse escudado en problemas de agenda, al final ha optado por acudir a la ceremonia; una actitud que chocará a los sectores más tradicionales del PP, pero que, a apenas tres meses de las elecciones generales, reforzará sus perfiles más centristas.

Antes de que Rajoy confirmara su asistencia, anunció la suya Arantza Quiroga, la presidenta del partido en Euskadi, quien nunca ha ocultado sus profundas ideas religiosas.

Maroto ha ejercido con frecuencia de ‘verso suelto’ en el PP, del que hoy es un destacado dirigente con proyección nacional. Por ejemplo, no ha compartido ni la actitud de su propio partido con el matrimonio homosexual ni su oposición a la energía nuclear. De hecho, se saltó la disciplina de voto y apoyó el cierre de la central de Garoña, cuya permanencia defiende el Gobierno de Rajoy.

Los precedentes

Antes que Maroto, Iñaki Oyarzábal ya marcó un precedente hace tres años. El por entonces secretario general del PP vasco fue el primer dirigente de la formación en declararse sin tapujos homosexual. No es que antes se hubiese escondido; no eran pocos los actos a los que acudía con su pareja. Tras consultarlo con Antonio Basagoiti, que presidía en aquellas fechas a los populares de Euskadi, ‘salió del armario’, lo que le granjeó las felicitaciones del exministro Alberto Ruiz-Gallardón y hasta de la socialista Elena Valenciano.

Los pioneros en ir al altar, en cambio, fueron los socialistas Ernesto Gasco e Iñigo Alonso. El primero, viceconsejero de Transportes y Obras Públicas entre 2009 y 2012 y actualnmente concejal en San Sebastián; el segundo, edil en el Ayuntamiento de Lasarte-Oria por aquel entonces. La pareja contrajo nupcias en dos ocasiones: fueron los primeros que en 2003 se sirvieron de la Ley de Parejas de Hecho del Parlamento vasco, aunque aquello no fuera considerado un matrimonio. El mismo honor se llevaron dos años más tarde, cuando pasaron por el Ayuntamiento de San Sebastián en cuanto la legalización de las uniones homosexuales fue un hecho. “El lehendakari me suele comentar siempre la anécdota de que Zapatero le dijo que, si tenía alguna duda a la hora de aprobar la ley, se le quiotaron viendo lo felices que estaban nuestras amatxos aquel día”, comentó un tiempo más tarde.

Poco después, le tomó el relevo Iñigo Lamarca en el consistorio gipuzcoano. El antiguo Ararteko acaba de celebrar su décimo aniversario junto al riojano Sergio Iñiguez, con quien se casó el 9 de octubre de 2005. Desde que Lamarca se reconciliase consigo mismo -tras una adolescencia de negación sexual-, jamás ha conocido impedimentos a la hora de hablar de su condición. “La conciencia de ser homosexual me creó un sentimiento de culpa pero, más tarde, me hizo rebelde”, confesó a este diario durante una íntima conversación la que charló sin tapujos sobre su experiencia y de lo más íntimo.

Entre los invitados a la boda de Lamarca, el recién fallecido Pedro Zerolo, que contrajo matrimonio con Jesús Santos, esposo y compañero durante veinte años y hasta el último de sus días, cuando el cáncer de páncreas se llevó al activista y dirigente del PSOE. El militante socialista luchó contra la enfermedad con tanta fiereza como contra la homofobia y las injusticias sociales. “El activismo ha sido clave en mi vida. He salido de muchos armarios: como gay, migrante, ateo, republicano…”, aseguró cuando arrancaba su tratamiento de radioterapia.

Pioneros

En julio del año pasado, el parlamentario del PNV Iñigo Iturrate se intercambió las arras con Guillermo Pardavilla. Como oficiante, Ibon Areso, aún alcalde, y la cúpula del PNV como invitados a una ceremonia íntima y con poco público. El ‘destape’ de Iturrate fue más complicado, con esposa e hijos de por medio en el momento de hacerle frente a su verdadero yo. “Lo hice público por algo personal, no quería vivir una mentira. Al fin y al cabo, yo no me separaba porque hubiese fracasado una relación, por lo que en su momento creí conveniente dar una explicación a mis hijos y mi entorno”, reconoció en una entrevista con EL CORREO. Corría el año 2009. .

Al día siguiente, el consejero de la Generalitat Santi Vila hacía lo propio con su novio, el chef ítalo-brasileño Rafael Vertamatti, en los jardines del Castillo de Perelada (Girona). El miembro de Convergencia Democrática de Cataluña se convirtió en el primero de su partido en contraer matrimonio con una persona de su mismo sexo, rodeado de 200 invitados y textos de Óscar Wilde, de ‘El Principito’ y de la Biblia.

Muy cerca, en Barcelona, Jaume Collboni se convirtió en el primer candidato gay de la historia a la alcaldía de la Ciudad Condal. El concejal del PSC está casado con Óscar Cornejo, director de la productora La Fábrica de la Tele, con un currículum entre los que destacan programas de brutal ‘share’ como ‘Sálvame’ o ‘La Noria’. Con lo que eso conlleva: un pomposo enlace con toda la flor y nata de la controvertida cadena. Jorge Javier Vázquez, Mila Ximénez, Belén Esteban…

Junto a Vila y Collboni, Miquel Iceta, secretario general del PSC, cierra el triunvirato de los políticos catalanes abiertamente gays y con más peso político en la comunidad autónoma. Iceta fue, más que ninguno, un adelantado a su tiempo al confesar al mundo su homosexualidad allá por 1999. Aprovechó entonces un programa de los socialistas sobre la libertad sexual: “No podía negarme, más cuando mi pareja me animaba a hacerlo”, ha llegado a admitir.

En Andalucía, Antonio Maíllo se coronó como el primer candidato gay a la Junta de Andalucía (“que se sepa”, bromea él). Abiertamente homosexual, llegó a ser calificado como Zerolo andaluz, ante lo que el de Izquierda Unida marcaba distancias: “ A mí me lo llaman con connotaciones muy diferentes. Me llama la atención si sirve como referente positivo para normalizar la situación”. ¿Y cuándo sucederá eso? Ya lo decía Maroto, cuando deje de ser noticia.

Una pareja lesbiana lleva a los tribunales su exclusión de la reproducción asistida

Una pareja de lesbianas ha defendido hoy ante el titular del Juzgado de lo Social número 18 de la Comunidad de Madrid que la orden ministerial que decidió excluir de los tratamientos de reproducción asistida a mujeres sin pareja masculina vulneró su derecho fundamental a la maternidad.

Tania, nombre ficticio de la demandante, ha comparecido en la vista oral ante el juez tras denunciar al Ministerio de Sanidad, a la Comunidad de Madrid y a la Fundación Jiménez Díaz.

Según ha expuesto a Efe la abogada de la pareja, Cristina Sánchez, que forma parte de la organización Women’s Link Worldwide, Tania fue excluida del tratamiento de fertilidad en noviembre de 2014.

Meses antes, en julio de 2013, el Ministerio de Sanidad y los gobiernos autonómicos habían aprobado una nueva cartera básica del Sistema Nacional de Salud en la que la financiación de la reproducción asistida se ofrecía “por motivos terapéuticos o preventivos”.

Esta decisión se fijó en una orden ministerial publicada el 31 de octubre de 2014, en la que se excluyó de los tratamientos de reproducción asistida a las mujeres sin pareja masculina.

Rechazo en algunas comunidades

La inclusión del requisito generó el rechazo de comunidades como Andalucía, Asturias, País Vasco o Islas Canarias, así como de asociaciones de homosexuales, al entender que deja fuera de la financiación pública a lesbianas y mujeres sin pareja que pueden ser fértiles pero necesitan de estos tratamientos para poder ser madres.

Según la letrada, cuando la afectada pidió explicaciones por escrito, el propio director de la Fundación Jiménez Díaz le comunicó su exclusión del tratamiento “por no tener pareja masculina”. Seis meses después, en una nueva carta, el centro hospitalario la aceptaba de manera “excepcional” en el servicio de reproducción asistida.

En mayo pasado, explica la abogada, la unidad citó a Tania a consulta con un especialista del centro ante la revaluación “de todos los casos de pacientes”, a la espera de recibir instrucciones “sobre la adaptación de la cartera de servicios por parte de la Comunidad de Madrid”.

Pese a ello, las dos mujeres han demandado a las administraciones y al centro por “vulneración de los derechos fundamentales a la maternidad, a formar una familia”, explica la abogada, quien asegura que Tania, de 39 años, alega que “pierde oportunidad de ser madre cada día que pasa” por el retraso en la posibilidad de seguir el tratamiento.

Orden ministerial “discriminatoria”

Ambas han decidido mantener el caso para que ninguna otra mujer que opta por la maternidad sea discriminada por el sistema público de salud. En la vista oral, Tania ha aportado tres peritajes, uno de ellos del exministro Bernat Soria; mientras que, por la parte demandada, ha dado testimonio la directora de la unidad de reproducción asistida de la Jiménez Díaz.

Según la abogada, las demandantes consideran “discriminatoria” la orden ministerial y creen que la Comunidad de Madrid no debería estar acatándola, pues les exige tener una pareja masculina a ella y a todas las demás mujeres. La letrada explica que, al ser una orden ministerial, las comunidades autónomas pueden aplicarla o no.

Como ejemplo, pone el caso de Valencia, donde el cambio de gobierno regional en mayo pasado propició que ahora sí se permita el tratamiento a todas las mujeres sin restricciones -que financia la administración regional-. La Federación estatal de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (FELGTB) ha acompañado a las mujeres a las puertas del juzgado para expresarles su apoyo.

La boda de Maroto entra en campaña electoral

La asistencia o no de Rajoy al enlace del dirigente alavés, que se casa con su novio este viernes en Vitoria, genera revuelo en el PP. De momento, el entorno de Maroto no lo confirma

Javier Maroto y Mariano Rajoy, en un acto electoral.

Javier Maroto y Mariano Rajoy, en un acto electoral.

Javier Maroto asiste con una indisimulada sensación de agobio a la “desproporcionada” expectación mediática que está levantando su boda con Josema Rodríguez, su pareja en los últimos 19 años. El entorno más cercano del exalcalde de Vitoria se confiesa abrumado por la sucesión de noticias sobre el enlace, fijado para el próximo viernes 18 en la capital alavesa en una ceremonia privada pese a la relevancia de algunos invitados. Entre ellos, representantes de la plana mayor de su partido, el PP, encabezados por Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal.

Precisamente, la asistencia de Rajoy se ha convertido en motivo de especulación política. El presidente del Gobierno, invitado al enlace el pasado mes de julio, ya trasladó a Maroto desde el primer momento que su presencia estaba condicionada por la campaña electoral de Cataluña, que llega a su ecuador en las fechas de la boda. Y que, por tanto, su traslado en Vitoria dependerá de que pueda hacer un hueco en su “complicada” agenda. El periódico El Mundo publica este martes que el presidente sí acudirá, pero el entorno más cercano a Maroto ha señalado a elcorreo.com que no tienen aún confirmación de la asistencia,.

Muy a su pesar, Javier Maroto, de 43 años, ha visto cómo su boda ocupa páginas y titulares. El vicesecretario Sectorial del PP, que se convertirá en el primer alto cargo de la formación conservadora que se acoge a la ley del matrimonio homosexual, teme incluso que la cita termine por picar la curiosidad de la prensa rosa. Pese a su empeño por dar la máxima normalidad al enlace, afronta la “incómoda” tesitura de tener que dar explicaciones sobre un acontecimiento que, siendo de su más estricta esfera personal, ha entrado de lleno en campaña.

Llamada de Cospedal

Al parecer, la oportunidad de la asistencia o no de Rajoy se habría llegado a debatir en algunos círculos del Gobierno y del partido, según ha sostenido el diario El Mundo, aunque fuentes del PP lo han puesto en duda. Algunos ministros como el del Interior se habrían opuesto a la participación del presidente en la boda al considerarlo una contradicción con la posición política del PP por haber recurrido la ley de matrimonio homosexual que había puesto en marcha el PSOE. Jorge Fernández Díaz negó en redondo que se haya producido esa discusión y dijo sobre Maroto: “Es un buen amigo, pero no he sido invitado”.

Cospedal desmintió también cualquier debate sobre esta cuestión en la dirección nacional. De hecho, ha llamado por teléfono a Maroto como señal de respaldo. Pero lo cierto es que el círculo de confianza del dirigente alavés del PP teme que la bola de nieve ya esté lanzada y que finalmente la asistencia o no de Rajoy se interprete con criterios políticos y no de agenda. Si acude, como un gesto oportunista e incoherente. Si no lo hace, como una cesión a los sectores más reaccionarios del partido.

Todo un “disparate” que Maroto trató de zanjar en los últimos días en una entrevista en Cope. Insistió en que la presencia de Rajoy dependerá únicamente de su actividad en la campaña catalana, en la que también intervendrá el propio vicesecretario Sectorial del PP. “Ni nos vamos a querer más o menos, ni nos vamos a apreciar más o menos por la decisión que tome”, advirtió el exalcalde, partidario de dar la máxima “normalidad” a su enlace para que bodas de esta naturaleza “dejen de ser noticia en España”. “En el año 2015 es natural que lo que es normal en la calle sea normal en la ley”, subrayó.

Maroto dio por superado el debate interno sobre la ley entre personas del mismo sexo y subrayó que, en la actualidad, el PP “asume” el matrimonio homosexual, pese al malestar que aún suscita entre los sectores más conservadores. El exalcalde de Vitoria ha tratado de enfocar su enlace con la máxima “naturalidad”, invitando a la cita a alrededor de 200 familiares, amigos y compañeros de partido, desde concejales de la capital alavesa a nuevos colegas en la dirección nacional de la calle Génova y cargos de la ejecutiva vasca que lidera Arantza Quiroga. Ha recibido numerosas muestras de apoyo, entre ellas, la del ministro de Sanidad, el alavés Alfonso Alonso. Hasta el PSOE le felicitó, aunque con algo de sorna. Se declaró “orgulloso” de que sus leyes, en alusión a la del matrimonio homosexual, “hagan felices a tantas personas”.

El transexual al que se le niega ser padrino decide apostatar

Alex Salinas, transexual al que el obispado de Cádiz impidió ser el padrino de bautizo de su sobrino.

Alex Salinas. / Archivo

Alex Salinas, el transexual de San Fernando (Cádiz) al que el Obispado de Cádiz y Ceuta ha negado de nuevo que ejerza de padrino en el bautizo de su sobrino, ha decidido apostatar porque “la Iglesia católica me ha demostrado que no me quiere”.

Salinas ha explicado también que su hermana, madre del niño del que él quería apadrinar, también ha decidido no seguir adelante con su intención de bautizar a su niño y educarle “en la fe cristina” pero al margen de la Iglesia Católica. Ambas reacciones se producen después de que el Obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zorzona, emitiera un comunicado explicando la “imposibilidad” de que Alex Salinas fuera admitido como padrino de bautismo de su sobrino.

En su comunicado el obispo explica que su negativa se produce después de haber realizado una consulta formal ante la Congregación para la Doctrina de la Fe, “teniendo en cuenta la relevancia mediática alcanzada por este asunto” y “las posibles consecuencias pastorales de cualquier decisión”.

La Congregación ha señalado en su respuesta, explica el Obispo, que “resulta evidente” que un transexual “no posee el requisito de llevar una vida conforme a la fe y al cargo de padrino”, por lo que no puede ser admitido en dicho cargo. “El mismo comportamiento transexual revela de manera pública una actitud opuesta a la exigencia moral de resolver el propio problema de identidad sexual según la verdad del propio sexo”, recoge el escrito, que también sostiene que la Congregación “no ve en ello una discriminación, sino solamente el reconocimiento de una objetiva falta de los requisitos” necesarios para asumir “la responsabilidad eclesial de ser padrino”.

Una Iglesia “tan inmisericorde”

Alex Salinas ha explicado que se siente “muy enfadado” con esta postura y con el hecho de que el Obispo “la semana pasada en una entrevista dijera que se sentía muy orgulloso por haberme dicho que sí podía ser padrino” y ahora haya difundido este comunicado. En él el obispo alude a “la confusión provocada entre algunos fieles al haberme sido atribuidas palabras que no he pronunciado” sobre este caso.

La diputada transexual Carla Antonelli, del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid, también se ha referido a la contestación del Obispado a Alex Salinas para criticar que la Iglesia sea “tan inmisericorde”. “Le dicen que sí generándole la ilusión de ser el padrino y ahora le comunican que la Congregación de la Doctrina de la Fe, Antigua Inquisición literal, y el mismísimo Papa ha dicho que no puede serlo porque su propia existencia va en contra de ser cristiano”, apunta en un comunicado

“Ante tanta crueldad solo te queda pensar que la verdadera incongruencia es de quienes dicen ser los representantes de la doctrina que predica respeto y amor al prójimo pero que la aplican para dar rienda suelta a los odios, fobias y machacar al semejante”.

La diputada transexual se declara también “profundamente defraudada con el Papa Francisco”.