El Bataclan que encendió la noche de Bilbao: una joya de reservados y travestis

El ya desaparecido local, situado en el número 34 de la calle de Las Cortes, fue una renombrada sala de artistas entre 1920 y 1940, y se convirtió durante la Transición en una especie de meca de transformistas

Imagen de la entrada del ya desaparecido Bataclan de Bilbao

Imagen de la entrada del ya desaparecido Bataclan de Bilbao. / EL CORREO

Es probable que tomara el nombre prestado de su homónimo parisino, que estos días copa las portadas de los periódicos de todo el mundo por un atentado infausto, dantesco y macabro. El Bataclan de Bilbao, que durante décadas iluminaba el número 34 de la calle Cortes, quería transportar parte del distinguido ambiente de París a la capital vizcaína. Los cabarés arrasaban en los años más lustrosos del local, sobre todo en las décadas de 1920 y 1940, y más cerca de nuestros días -en los 70 y 80-, se convirtió en una especie de meca de travestis y transformistas. La liberación y la irreverencia reinaban en el hermano pequeño bilbaíno de la sala que alcanzó la universalidad de la manera más cruel.

Quienes visitaban el Bataclan de la calle Cortes lo recuerdan con la nostalgia que les produce un tiempo perdido, un pasado entrañable que guardan con la dolorosa certeza de que no volverá. «Era una joya, como muchas otras joyas que había en esa zona», recuerda José Antonio Nielfa, ‘La Otxoa’. El artista advierte de que nunca actuó allí, aunque recuerda que fue homenajeado y rodó parte de la película ‘La muerte de Mikel’, de Imanol Uribe, y acudió a sus fiestas en numerosas ocasiones. Relata que allí se fundía lo más distinguido y descarado de Bilbao, que formaba unas colas que llegaban hasta Zabalburu incluso los días entre semana. «Era terrible», asegura ‘La Otxoa’.

El piso elevado estaba lleno de reservados, donde los clientes alternaban con las mujeres, mientras que la planta principal era como un cabaré alemán, con un gran espacio abierto que permitía una vista limpia del escenario repleto de pequeñas mesas. Bilbao quería tomar ejemplo de las ciudades más alegres y heterogéneas, como París y Barcelona. A José Antonio Nielfa le agradaba más el aire que se respiraba en la Ciudad Condal, algo alejado del ostentoso glamur de la capital francesa.

«Intelectuales, prostitutas y chorizos»

Pero aquella atmósfera pomposa no evitaba que la diversidad se confundiera. «Muchos locales eran de pago, y allí se juntaban los intelectuales, prostitutas y chorizos», recuerda ‘La Otxoa’. Pero todo aquello se lo tragó un declive imparable originado sobre todo por las drogas. «San Franciso fue una de las mejores zonas de Bilbao, junto con la Gran Vía y el Casco Viejo, pero al Bataclan le afectó mucho la gente que se metió en la zona. Los cabarés desaparecieron porque a la gente ya le daba miedo le daba miedo ir. Había mucha delincuencia, drogas y miedo, por lo que las mejores artistas buscaban otras alternativas», explica.

El edificio en que se encontraba el Bataclan parecía condenado a la demolición por su avanzado deterioro, pero fue rehabilitado para acoger doce apartamentos. De hecho, se convirtió en el primer edificio de Bilbao que se reformaba con una exhaustiva búsqueda del mayor ahorro energético posible en cada detalle. Cuando reabrieron el local para inspeccionar su estado, los técnicos se encontraron los palcos y las viejas cortinas del cabaré, que, desde el inicio de los 90, habían permanecido a la espera de una tercera inauguración que nunca se hizo real.

GENTE Y ESTILO GENTE Y ESTILO MODA LA MIRILLA MUJER HOY PASARELAS DE MODA

El polémico actor contará hoy en un programa de televisión que es portador del virus del sida, según la web TMZ

 

El actor estadounidense Charlie Sheen anunciará hoy en el programa de televisión ‘Today’, de la cadena NBC, que es portador del virus del sida, informó ayer la web TMZ, especializada en información sobre famosos.

Fuentes consultadas por la publicación aseguran que el intérprete será entrevistado por el presentador de ese espacio, Matt Lauer, y dará a conocer su situación personal. El canal se ha limitado a enviar un comunicado en el que asegura que Sheen “hará un revelador anuncio personal”. Los acontecimientos se han precipitado en las últimas horas después de que el tabloide The National Enquirer publicara ayer que Sheen sabe que está infectado por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del sida, desde hace meses.

La edición digital de la revista People publica al respecto que el publicista de Hollywood Howard Bragman fue consultado por el equipo del actor hace seis meses para estudiar cómo hacer frente al anuncio. “La entrevista podría suponer mucha empatía hacia él, pero debe estar preocupado por el miedo a demandas por parte de las personas con las que ha mantenido relaciones sexuales. No puede tomarse eso a a ligera”, indicó Bragman.

El publicista ha sido informado de que Sheen “está recibiendo tratamiento” y de que mucha gente próxima a él “es consciente de la situación”. “Se sabe desde hace un tiempo. No está necesariamente cómodo hablando sobre ello. Fue muy duro para él tener el coraje de afrontar la situación”, sostuvo.

El actor, de 50 años, ha tenido muchos problemas con el alcohol y las drogas en los últimos tiempos. Además, ha reconocido abiertamente haber mantenido relaciones sexuales con prostitutas. Sheen protagonizó una serie de escándalos en 2011 que forzó primero la suspensión del rodaje de ‘Dos hombres y medio’ y después su despido de la serie, lo que dio pie a un período de comportamientos erráticos y numerosos procesos de rehabilitación.

Su nombre verdadero es Carlos Irwin Estévez y es el hijo menor del actor Martin Sheen, hijo de un emigrante gallego. Entre sus trabajos en cine y televisión destacan las películas ‘Platoon’ y ‘El aparecido’ y las series ‘Dos hombres y medio’ y ‘Terapia con Charlie’.

«¡No estamos todas, faltan las muertas!»

Miles de personas han marchado en Madrid en la primera gran manifestación estatal contra las Violencias Machistas, una iniciativa en la que han participado 380 organizaciones feministas territoriales y 70 estatales y a la que se han sumado representantes de los principales partidos políticos, sindicatos y ONG de todo el país.

Con gritos de “¡No estamos todas, faltan las muertas!”, “La lucha será feminista o no será” y “Tiene género la violencia”, una marea de mujeres y hombres vestidos de morado ha exigido que la lucha contra la violencia de género sea “una cuestión de Estado”. Una lacra que este año ya se cobró la vida de 41 mujeres. Apuñaladas, golpeadas o incluso quemadas, cada una de ellas fue portada de toda la prensa en una España especialmente sensibilizada por este fenómeno social.

A la marcha se han sumado los principales sindicatos y todos los partidos políticos. En plena precampaña electoral para las elecciones del 20 de diciembre, algunos han estado representados por sus secretarios generales, como Pablo Iglesias, líder de Podemos o el socialista Pedro Sánchez.

“El PSOE fue quien puso en pie la ley contra la violencia de género y a partir del 20 de diciembre seremos los que lideraremos un pacto de estado, ciudadano, institucional y político, un pacto de vida”, ha asegurado el líder del PSOE. Por su parte, Iglesias ha dicho que quienes recortan y redactan leyes del aborto “que nos llevan 30 años atrás” están en el “bando contra las mujeres” mientras que en la movilización de hoy, ha recordado Iglesias, se hallan quienes se encuentran “al lado de las mujeres en nuestro país”.

El pistoletazo de salida lo ha dado frente al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en el madrileño Paseo del Prado Ángela Gónzalez, cuya hija fue asesinada por su exmarido maltratador durante un régimen de visitas impuesto en un caso que valió a España la primera condena del Comité de Naciones Unidas para los derechos de la Mujer (CEDAW).

Justo antes, se había desplegado una performance titulada Women in Black, que denuncia los devastadores efectos de las violencias machistas sobre las mujeres y la invisibilidad de sus víctimas leyendo cada uno de sus nombres. No es la única acción, en la Plaza de Cibeles, la Asociación Generando Arte ha recogido flores y lazos negros de los asistentes para rodear la estatua de la diosa.

Osakidetza ha operado de cambio de sexo a 39 vascos desde el año pasado

Ares y Sarai cuentan experiencias dispares sobre cómo vivieron con unos genitales con los que no se identificaban y cómo es ahora su día a día

Ares y Sarai, la primera persona que fue operada en Osakidetza para la reasignación de sexo, fue un 8 de diciembre de 2009

Ares y Sarai, la primera persona que fue operada en Osakidetza para la reasignación de sexo, fue un 8 de diciembre de 2009. / Fernando Gómez

Desde el año 2009 está en marcha la Unidad de Identidad de Género de Osakidetza en el Hospital de Cruces. Un equipo multidisciplinar que agrupa a psiquiatras, endocrinos y cirujanos se encarga de que personas como Ares o Sarai consigan ser ellas mismas con una reasignación de sexo. Y no son las únicas. Entre el año pasado y lo que va de este, 39 vascos se han sometido a una operación de cambio de sexo. Durante los últimos 22 meses, son datos oficiales del consejero vasco de Salud, Jon Darpón, en respuesta a una pregunta parlamentaria del PSE, se ha operado a 25 personas de Bizkaia, a nueve de Gipuzkoa y a cinco de Álava.

Todos buscaban una reasignación de sexo, que sus genitales se adaptaran a su verdadera identidad personal después de un largo proceso médico y psicológico de por medio. Deberán seguir pasando de por vida por esta unidad para distintos controles sanitarios, para la dilatación de la vulva o para seguir con la hormonación que necesitan para mantener sus cambios.

La primera persona en ser operada por este servicio fue Sarai, una bilbaína de 37 años, un 8 de diciembre de 2009. Repite eso que cuesta tanto entender como explicar. «Es que por mucho que el médico dijera que era un chico en el momento de nacer, yo me sentía chica en todo momento. Siempre he sido Sarai por mucho que llevara otro nombre. Lo malo es que he tenido que ocultar a Sarai y por tanto a mí misma durante 30 años. Todo eso supuso fracaso escolar, la autoestima por los suelos, una gran infelicidad que todavía no sé cómo pude soportar durante tantos años. Llega un punto en el que te planteas que, o revientas o que así no merece la pena vivir. A mí me pasó». En estos momentos Sarai no tiene pareja, pero lo que lamenta es no haberse atrevido a tomar antes la decisión de ser ella misma.

Cambiar de sexo, más bien cambiar de genitales, no solo acarrea enfrentarse al entorno, a la familia y a la sociedad con un físico diferente. Obliga a intervenciones quirúrgicas, a tratamientos hormonales, a prótesis, a visitas al médico y al psiquiatra. Por eso, el equipo multidisciplinar de Osakidetza cuenta con un protocolo fijado que incluye diferentes especialidades, desde el médico de cabecera que debe ser el primer punto de encuentro al psiquiatra, que evalúa la situación emocional de la persona para llegar después al endocrino y por fin al cirujano. Además, existe una asistencia personalizada para cualquier problema que pueda surgir a través de Berdindu. Esta oficina, que depende del Gobierno vasco, ha prestado 120 atenciones durante este año, menos que el año pasado, que sumaron hasta 400.

Ares es responsable de este servicio de atención a gays, lesbianas y transexuales, y explica que cada vez llegan niños más pequeños a la oficina. «Los padres quieren lo mejor para sus hijos, se preocupan y quieren saber qué les ocurre. Hay más información y eso se nota».

A los niños no se les opera. Lo habitual es que se les aconseje esperar, aunque sí realizar un cambio progresivo en su forma de vestir, que se les deje jugar a lo que quieran y, sobre todo, matiza Ares, «tratarles como a él o como a ella, no dejar que se invisibilicen y reconocer que son así y no de otra manera».

Ares lo sabe bien. Porque nació chica oficial hace 43 años, aunque ahora lleva una prótesis y tiene que hormonarse el resto de su vida. Pero sobre todo, sabe lo que es el rechazo y los insultos en el patio del colegio, en el barrio, que no le dejaran jugar al fútbol, ni apartarse de su papel de niña. «Decimos que el médico se equivoca porque por lo único que se decide qué es una persona es chico o chica es por sus genitales. Y ni una vulva hace a una mujer ni un pene a un hombre».

«Luchas contra ti mismo»

Eran épocas en las que a las personas transexuales se les llamaba travestis, acepción despectiva e insultante, pero sobre todo poco acertada ya que el termino es el de un hombre que se viste de mujer. Eran años en los que era mejor ser invisible. Como le ocurrió a Sarai, el fracaso escolar fue la tónica de la vida académica de Ares y su permanente encierro en casa el reflejo de que no quería que nadie le viera. «Luchas contra ti mismo, sufres, sufres mucho, odias tus genitales, les das incluso excesiva importancia, más que cualquier otra persona. Nos hemos escondido hasta la saciedad. Había veces que no podía seguir adelante».

Un día decidió coger toda esta mochila de dolor, buscó información, encontró a un sexólogo y sobre todo a un endocrino, el mismo que le trataba un problema que tenía en la tiroides y que comenzó a ocuparse de él. Le llevó a Málaga, donde se hacían operaciones privadas. Estudió sexología y ahora pretende ayudar en el camino a quienes tienen un problema como el suyo y para los que no quiere el mismo sufrimiento que padeció. Porque si hay un dato que puede aportar desde su experiencia como asesor y desde Berdindu, es que nadie que ha comenzado esta ruta hacia la reasignación de sexo la ha abandonado por miedo sanitario o social.

Por eso va a los colegios que se lo solicitan, «antes nos hubieran apedreado», y contesta a preguntas como «¿me voy a ver enseguida como mujer?». Otra diferencia es que cuando se abrió el servicio Berdindu, mucha gente buscaba acompañamiento de personas con las que tenía una historia en común porque era difícil encontrar hueco en otros espacios sociales. «Ahora lo que quieren es asesorarse. Sus amigos los buscan ellos».

«Ni suelo contarlo, ni tampoco me importa hacerlo»

Nahia

Nahia

Nahia tiene 21 años, es de Donostia y estudia Interpretación en Madrid, donde se ha adaptado perfectamente. No sabe cuándo se dio cuenta de que, una vez más, el médico se había equivocado al decir a sus padres que era un chaval. Lo que siempre supo es que sus sentimientos y su sensibilidad se asemejaban a los de las mujeres, que el mundo varonil no le atraía.

Tamborrero chico de su ikastola, jugaba siempre con las niñas y con las Barbies. Cuando tenía cinco años se disfrazaba de princesa como sus amigas, le encantaba jugar a ponerse pelucas y maquillajes. Las chicas de la gela la trataron como a una más.

Naia se siente «muy agradecida» hacia su familia, a cómo aceptaron su situación y cómo le prestaron su ayuda. También a la actitud de sus compañeros de ikastola, que no le dieron de lado cuando comenzó a cambiar de imagen a los 13 años.

¿Ha confiado a sus nuevos amigos su condición de transexual? «Ni lo suelo contar ni tampoco me importa contarlo. No creo que haya mayor necesidad de hacerlo, pero si hay que hablar se habla, porque si evitas un tema es porque le das mayor importancia que la que tiene». Nahia no tiene pareja, sus amores, hasta ahora, han durado más bien poco, pero es consciente de que hay chicos a los que les gusta «mucho» y a otros… «Mejor ni recordar la reacción espantosa de un chico, todavía es muy reciente».

Los homosexuales podrán donar sangre en Francia a partir de 2016

La ministra gala de Sanidad explica que el levantamiento de esta prohibición se llevará a cabo “por etapas” y en “el respeto absoluto de la seguridad de los pacientes

Hollande, junto a la ministra gala de Sanidad

Hollande, junto a la ministra gala de Sanidad. / Afp

Los homosexuales van a poder donar sangre en Francia a partir de la primavera de 2016, según ha anunciado este miércoles la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, precisando que el cambio se llevaría a cabo “por etapas” y en “el respeto absoluto de la seguridad de los pacientes”. La exclusión permanente de las donaciones de sangre de los hombres que habían mantenido relaciones sexuales con hombres había sido instituida en Francia en los años 1980 debido al riesgo de contagio de sida.

“Dar sangre es un acto de generosidad, de ciudadanía, que no puede estar condicionado a una orientación sexual. En el respeto de la seguridad absoluta de los pacientes, hoy se levantan un tabú y una discriminación”, ha declarado la ministra al presentar a las asociaciones las medidas destinadas a poner fin a esta exclusión.

El presidente francés, François Hollande, había prometido levantar esta prohibición en la campaña para las elecciones de 2012. Para garantizar la seguridad de los receptores, esta “apertura se hará por etapas”, precisó la ministra.

A partir de la primavera de 2016, la “donación de sangre total” -la forma más corriente en la que se extraen todos los componentes de la sangre (células y plasma)- se abrirá a los hombres que no hayan tenido relaciones homosexuales durante 12 meses, tras un cuestionario y una entrevista.

Habrá también una segunda posibilidad, siempre a partir de la primavera de 2016: los hombres que durante los cuatro últimos meses no hayan tenido relaciones homosexuales o hayan tenido una única pareja, podrán donar plasma (parte líquida de la sangre), gracias a la creación de un sistema que permitirá poner el plasma en cuarentena durante alrededor de dos meses y medio para asegurarse de su inocuidad.

Este sistema seguro permitirá, además, a las autoridades sanitarias llevar a cabo un estudio sobre estos nuevos donantes. Si el estudio demuestra que no hay riesgo, las reglas de la donación de sangre de los homosexuales (o los hombres que hayan tenido al menos una relación sexual con otro hombre) se acercarán a las reglas generales aplicadas a los otros donantes. Esta segunda etapa se iniciaría en 2017, precisa el ministerio.

Incómodo Pasolini

Pier Paolo Pasolini, rodando ‘Accattone’

Pier Paolo Pasolini, rodando ‘Accattone’. / Reporters Associati

La teoría más estrafalaria sobre el asesinato de Pier Paolo Pasolini la expuso hace diez años su amigo el pintor Giuseppe Zigaina, que defendió en un libro la posibilidad de que el poeta y director de cine hubiese planificado su propia muerte. A su juicio, habría sido una «imitación de Cristo» llevada al extremo, la creación de «un nuevo mito de muerte y renacimiento», un martirio voluntario del que Pasolini había ido avanzando misteriosas pistas en distintos lugares de su producción artística. La hipótesis de Zigaina tiene que ver, sin duda, con el aire ‘pasoliniano’ que tuvo el trágico final del intelectual italiano, en el que aparecían algunos de los elementos que habían vertebrado su vida y su obra. Pero, a la vez, esa ocurrencia tan loca permite hacerse una idea de los ojos con los que muchos contemplan hoy aquel crimen: cualquier explicación, incluso las abiertamente desquiciadas, parece más creíble que la versión ratificada en su momento por la Justicia.

Los hechos que hoy cumplen cuarenta años se desarrollaron de una manera que, ciertamente, tuvo cierta consistencia cinematográfica, de película muy negra y terriblemente dura. A las diez y media de la noche del 1 de noviembre de 1975, Pasolini recogió a un chapero en la estación ferroviaria de Roma Termini y se lo llevó a «dar una vuelta» en su Alfa Romeo Giulia GT 2000: se trataba de Giuseppe Pelosi, conocido como Pino ‘la Rana’, un chaval de 17 años con antecedentes por pequeños delitos. El director, que no era precisamente inexperto en el mundo de la prostitución masculina, invitó al joven a cenar unos espaguetis en una ‘trattoria’, mientras él se bebía una cerveza, y después siguieron juntos su ruta hacia Ostia, la parte costera de la capital italiana. A la una y media de la madrugada del 2 de noviembre, una patrulla de ‘carabinieri’ emprendió la persecución de un Alfa Romeo que circulaba a gran velocidad y en sentido contrario: su conductor y único ocupante era Pelosi, que trató de escapar corriendo pero fue detenido. Cinco horas más tarde, una vecina de Ostia encontró lo que, en principio, le pareció un montón de basura. Se trataba del cadáver deshecho de Pasolini, que había sido apaleado y después atropellado varias veces con su propio coche. Tenía varios huesos rotos y los testículos machacados.

Pelosi explicó que había matado a Pasolini porque pretendía sodomizarlo con un palo. Nadie se creyó que, con sus hechuras de adolescente, hubiese podido apalear a la víctima sin sufrir ningún rasguño y sin siquiera mancharse, de modo que el juez Carlo Alberto Moro, hermano de Aldo Moro, lo condenó por homicidio voluntario «en concurso con desconocidos». Esa puntualización sería eliminada después por la corte de apelaciones, que dejó a Pelosi como único responsable del crimen. La investigación fue una de esas chapuzas apresuradas tan características de la Policía italiana, que convierten el país en un campo abonado para vistosas teorías de la conspiración: hubo pruebas que se dejaron a un lado (en el coche había un jersey que no pertenecía ni a la víctima ni al asesino) y otras que se dañaron durante el proceso (el vehículo se quedó bajo la lluvia y, después, los agentes lo estamparon contra un poste cuando lo llevaban al juzgado).

Los amigos de Pasolini, como la periodista Oriana Fallaci, plantearon desde el principio que el intelectual había sido víctima de un complot y convirtieron su asesinato en un emblema de la inmundicia moral que reinaba en el país: eran los años de plomo, un periodo de caos, extremismo político y confabulaciones siniestras que estuvo salpicado de atentados terroristas, muchas veces sin esclarecer. «Pelosi y los otros fueron el brazo que mató a Pasolini, pero los que autorizaron este acto son legión; en realidad, toda la sociedad italiana», clamó el escritor Alberto Moravia, íntimo del asesinado. «Ha sido una ejecución pública, para que todo el mundo vea y aprenda», concluyó la periodista y política Maria-Antonietta Macciocchi.

Pasolini pasea por una barriada de Roma junto a Ninetto Davoli, que fue el amor de su vida

Pasolini pasea por una barriada de Roma junto a Ninetto Davoli, que fue el amor de su vida. / R. C

A lo largo de su carrera, Pier Paolo Pasolini se había ganado tantos enemigos que se hace casi imposible enumerarlos: siempre fue un hombre esencialmente incómodo, inconformista y ajeno a los rebaños ideológicos. Por supuesto, la ultraderecha lo detestaba, y los cachorros fascistas habían convertido en una tradición las protestas violentas en los estrenos de sus películas, pero también los suyos, los comunistas, solían quedarse descolocados ante sus opiniones heterodoxas y transgresoras. En ese sentido, resultó particularmente significativa su postura ante las revueltas estudiantiles de 1968, donde se puso del lado de los policías: eran, según escribió en un poema memorable, los «hijos de los pobres» apedreados por los «hijos de papá». Pasolini lo mismo alertaba sobre el consumismo como nuevo totalitarismo, que investigaba los lazos entre el poder y la mafia: en el momento de su muerte no estaba en el ojo de un huracán, sino de al menos tres, por el robo de varias bobinas de su controvertida película ‘Saló o los 120 días de Sodoma’, por sus explosivos artículos sobre las conexiones criminales del Gobierno y también por la novela que estaba escribiendo, ‘Petróleo’, con preocupantes implicaciones para el Ente Nacional de Hidrocarburos.

La bomba de Pelosi

El cadáver del poeta y director de cine estaba destrozado. A la derecha, Pelosi entra en los juzgados

Pasolini pasea por una barriada de Roma junto a Ninetto Davoli, que fue el amor de su vida. / R. C.

Giuseppe Pelosi salió en libertad en 1983 y esperó veintidós años antes de hacer su gran revelación: en 2005, en una entrevista con la RAI, afirmó que los asesinos fueron en realidad tres hombres a los que él no conocía, que hablaban con acento siciliano y que arremetieron con palos y cadenas contra Pasolini, mientras le llamaban «sucio comunista». Añadió, además, que los tres sujetos le habían amenazado con hacer daño a sus padres si contaba algo, así que había esperado a que ambos falleciesen para desvelar lo ocurrido. Se retomaron las pesquisas y la Policía científica halló el ADN de cinco personas en la ropa de la víctima, pero, a falta de correspondencias que permitiesen identificarlas, el caso se ha archivado en mayo de este año. El abogado Stefano Maccioni, que representa a un primo de Pasolini, ha emprendido una campaña para que no se abandone la investigación: hace un mes, ha planteado la petición de que se cree una comisión parlamentaria dedicada a este crimen, que ya suma casi diez mil firmas en internet. «Yo creo que algún día podremos saber quiénes y por qué mataron a Pasolini. Llevo casi seis años tratando de responder a estas preguntas», explica el letrado a este periódico. Maccioni, que se refiere a Italia como «el país de la verdad póstuma», se muestra convencido de que el caso está rodeado de intereses oscuros: «No es una casualidad que Pasolini fuese asesinado de aquella manera, ni tampoco que se haya querido hacer creer que intentó ejercer la violencia carnal sobre un menor. Durante muchos años esto ha enfangado la memoria y el valor artístico de Pasolini».

El propio poeta escribió en 1972 que la muerte es algo así como un montaje cinematográfico que da sentido a la vida: «Selecciona los momentos verdaderamente significativos y los coloca en sucesión, haciendo de nuestro presente infinito, inestable e incierto un pasado claro, estable, cierto». Se podría pensar que, en su caso, el montaje ha resultado fallido, una traición al material acumulado a lo largo de su biografía, pero también es defendible la tesis contraria: a través de su asesinato sin resolver, Pier Paolo Pasolini sigue cumpliendo ese papel que siempre asumió con gusto, el de cuestionar el fondo turbio de la conciencia nacional italiana.

 

Orgía salvaje de Marc Jacobs

Marc Jacobs

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El diseñador utilizó la aplicación de móvil Grindr para una ‘quedada’ sexual con diez veinteañeros con los que compartió un fin de semana de sexo y drogas

Marc Jacobs es la comidilla estos días de esa ciudad que no descansa en las 24 horas. El diseñador utilizó la aplicación de móvil Grindr para una ‘quedada’ sexual con diez veinteañeros con los que compartió un fin de semana de sexo y drogas. En su apartamento había psicotrópicos y metanfetaminas aunque él confesó que solo ‘consumió’ sexo. No es su primer escándalo sexual transmitido por las redes sociales. Pero esta vez, sus efectos han provocado que cancele su cuenta en Grindr.

¿Se puede ser homosexual y sacerdote?

La clamorosa salida del armario del teólogo Krysztof Charamsa ha sacudido a la Iglesia. El obispo vasco Juan María Uriarte analiza la cuestión del celibato en un libro

El sacerdote polaco Krysztof Charamsa pasea con su compañero Eduard Planas por las calles de Roma

El sacerdote polaco Krysztof Charamsa pasea con su compañero Eduard Planas por las calles de Roma. / AFP

El cura y teólogo polaco Krysztof Olaf Charamsa realizó una espectacular salida del armario un día antes de que se iniciara en Roma el Sínodo sobre la Familia, haciendo pública su homosexualidad y presentando a su pareja sentimental, el catalán Eduard Planas. Fue una bomba. El sacerdote, de 43 años, era secretario de la prestigiosa Comisión Teológica Internacional en el seno de un organismo del Vaticano que se encarga de vigilar el respeto al dogma católico, alto funcionario de la Congregación para la Doctrina de la Fe –el dicasterio que se ocupa de promover la fe y la moral en el mundo católico– y profesor de la emblemática Pontificia Universidad Gregoriana. De inmediato fue expulsado de estos puestos. Ahora, el obispo de Pelpin, la diócesis polaca a la que pertenece, le acaba de suspender del ejercicio del sacerdocio aplicándole las normas del Código de Derecho Canónico. Al margen de la oportunidad de su acción, utilizada por los enemigos del Papa para sabotear sus reformas, el caso ha devuelto a la actualidad una pregunta habitual. ¿Puede ser sacerdote un homosexual? La Iglesia católica no lo permite porque la normativa, revisada en 2005, sigue aduciendo el compromiso del celibato y el voto de castidad como dos obstáculos insalvables, ahora no negociables.

La identidad del sacerdocio, así como la esencia de su formación, arrastra una larga tradición en el magisterio de la Iglesia, que ha discutido cuestiones muy delicadas y algunas han terminado siendo modificadas. Se abordó en el Concilio Vaticano II y hay una encíclica, la ‘Sacerdotalis caelibatus’ –promulgada por Pablo VI en 1967–, que trata la cuestión del celibato. También se debatió en el Sínodo de 1990 y, dos años después, Juan Pablo II publicó la exhortación apostólica ‘Pastores dabo vobis’. En el documento se reflexionaba sobre la vocación sacerdotal y la madurez afectiva de los candidatos –un concepto clave en todos los textos– , si bien no se aludía de forma explícita a la homosexualidad. Se hablaba de las inclinaciones de la afectividad y el impulso de los instintos. El tema se discute cada cierto tiempo porque cambian ‘las circunstancias’. La Congregación para la Educación Católica lo ha abordado en escritos publicados en 1970, en 1974 y en 1983.

La doctrina oficial fue actualizada por la Santa Sede el 4 de noviembre de 2005, día de San Carlos Borromeo –patrón de los seminarios y de los empleados de banca– con una Instrucción del mencionado dicasterio de acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. El documento afirma que el candidato al ministerio debe «alcanzar la madurez afectiva» y deja claro que no se puede admitir al seminario y a las órdenes sagradas a quienes «presentan tendencias homosexuales arraigadas, practican la homosexualidad o apoyan la cultura gay». El texto, publicado en tiempos de Benedicto XVI, lo firma el cardenal Zenon Grocholewski, por cierto, también polaco y gran canciller de la Gregoriana.

En la ‘filosofía’ que justifica esta posición se especifica que los actos homosexuales «son intrínsicamente inmorales y contrarios a la ley natural», por lo que «no pueden ser aprobados en ningún caso», algo que ya estaba recogido en la tradición de la Iglesia y en el Catecismo. Se añade que las tendencias homosexuales profundamente arraigadas en cierto número de hombres y mujeres «son objetivamente desordenadas». Hasta aquí la normativa eclesial, que deja poco margen de maniobra. ¿Es revisable esta ley eclesiástica? El tema de la homosexualidad ha desaparecido prácticamente del extenso documento final del Sínodo de la Familia. Entre los 94 puntos aprobados sólo hay una referencia en la que se pide la atención de la Iglesia para evitar cualquier injusta discriminación y para «acompañar a las familias con un miembro homosexual». Algunos padres sinodales pidieron un sínodo específico sobre este colectivo.

Antes de que se celebrara el Sínodo monseñor Juan María Uriarte, obispo emérito de San Sebastián, publicó un libro muy interesante sobre el celibato (SalTerrae) con apuntes antropológicos, espirituales y pedagógicos sobre esta cuestión. Sin mando en plaza, pero muy requerido en numerosas diócesis –también en el extranjero– para dar ejercicios espirituales a los sacerdotes, Uriarte habla sin la responsabilidad del báculo en ejercicio, pero desde su dilatada experiencia como pastor y como formador de seminaristas. Además, siempre se ha caracterizado por ofrecer una actitud abierta, alejada del rigorismo tradicionalista de otros prelados.

El obispo vizcaíno, por supuesto, defiende la opción del celibato, contestado hoy en muchos ambientes cristianos, con un tratamiento riguroso e interdisciplinar, enmarcado en el contexto cultural en el que lo viven hoy los sacerdotes, definido por algunos como una «mutilación antropológica». Sin olvidar la sangría de las secularizaciones, «una herida abierta en el costado de la Iglesia, que continúa manando, y que bastantes la interpretan como una confirmación del cuestionamiento a que está siendo sometido el celibato sacerdotal».

Monseñor Uriarte dedica en su libro un apartado a la homosexualidad, ya que «hoy no es ningún secreto que mientras la gran mayoría de los sacerdotes son netamente heterosexuales, algunos tienen tendencias homosexuales». El obispo ofrece criterios relativos al discernimiento vocacional de posibles candidatos homosexuales por lo que parte de la Instrucción de 2005. Y en ese punto sí aparece un planteamiento novedoso en pleno debate sobre los sacerdotes homosexuales y en el clima de tolerancia cero con los casos de pederastia que han sacudido a la Iglesia.

Uriarte muestra una posición más benévola que muchos de los prelados a la hora de responder a la pregunta de si un candidato homosexual debe ser admitido al ministerio sacerdotal. Y abre un portillo. El obispo, tras asumir el riesgo de interpretar la Instrucción, no ve motivos «para que candidatos homosexuales de una madurez psicológica suficiente que no tengan hábitos sexuales arraigados ni historia tortuosa sean, en principio, descartados, si cumplen todos los demás requisitos, postulados a todos los ordenados». El obispo emérito advierte de que «es preciso comprobar cuidadosamente esta madurez por los procedimientos adecuados».

Monseñor Uriarte cree que los seminaristas homosexuales «han de ser lúcidos y honestos al preguntarse hasta qué punto influye en su deseo de ser sacerdote la búsqueda de una ‘cobertura legitimadora’ de una condición sexual que no quieren desvelar», así como que ha de requerirse de ellos «una prolongada y exquista continencia, no menor que la postulada a los candidatos heterosexuales». El obispo defiende que los candidatos homosexuales aptos «suelen mostrar una sensibilidad religiosa que es, en ocasiones, incluso muy fina».

No pocos consideran que la propuesta de Juan María Uriarte es arriesgada en cuanto que los seminaristas y los monjes están obligados a vivir en un espacio masculino: el ambiente del convento y del seminario es de una convivencia estrecha y permanente con varones, y ese contexto lo hace especialmente difícil y complicado. El obispo de Fruniz, al que siempre ha guiado la prudencia, cree que es posible con candidatos que cuentan con una «contextura personal afectiva y socialmente rica». Y monseñor Uriarte es una autoridad en cuanto a la formación y compañamiento de seminaristas, con los que ha acumulado una larga experiencia.

La Iglesia pide evitar «injustas discriminaciones» a homosexuales

Los 94 puntos del documento final del Sínodo sobre la familia han sido aprobados hoy por una mayoría de dos tercios

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La Iglesia debate si los divorciados pueden volver a comulgar. / EFE

El documento final del Sínodo sobre la familia, cuyos 94 puntos fueron aprobados hoy en su totalidad por una mayoría de dos tercios, pide evitar injustas discriminaciones a homosexuales. El tema del acercamiento de la Iglesia a los homosexuales queda recogido en un punto, en el que se explica que «cada persona, independientemente de su propia tendencia sexual, tiene que ser respetada en su dignidad, y acogida con respeto, con el cuidado de evitar cualquier marca de injusta discriminación».

El resto de ese apartado pide atención de la Iglesia para «acompañar a las familias con un miembro homosexual». Esta es la única referencia a la acogida de homosexuales por parte de la Iglesia católica en este texto, en el que también se reitera que «no existe algún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia».

También en este punto, que recibió 221 votos a favor y 37 contrarios, se explica que se considera «inaceptable» que las Iglesias locales sufran «presiones en esta materia por parte de organismos internacionales que condicionan las ayudas financieras a países pobres a la introducción de leyes que incluyan el matrimonio entre personas del mismo sexo».

Algunos de los 270 padres sinodales que participaron en el Sínodo ya habían anticipado que el tema de la acogida de los homosexuales no iba a ser ampliamente reflejado en el documento al considerar que no se podía incluir en la temática general de la familia. Por ello, solo habría una cita a la no discriminación, pero sí a la atención a las familias con un miembro homosexual.

Los divorciados

Los participantes del Sínodo de la familia aprobaron también la vía a evaluar caso por caso el acceso a los sacramentos de los divorciados vueltos a casar. En tres de estos 94 puntos -los que más votos negativos tuvieron- se aborda esta cuestión y se explica que los «bautizados que se han divorciado y vuelto a casar deben ser más integrados en las comunidades cristianas en las distintas maneras posibles, pero evitando en cualquier caso dar escándalo». También se invita a utilizar el método del discernimiento, la valoración caso por caso, por parte de los sacerdotes durante la confesión.

Por su parte, el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, ha indicado que el viernes por la tarde se reunió la comisión de diez personas encargadas de la Relación Final. Este encuentro se dedicó a estudiar las 248 observaciones hechas por los padres sinodales después de la lectura del borrador de dicha relación y se encargó de integrar las modificaciones en el texto definitivo que tiene 94 puntos que deberán ser votados uno a uno esta tarde.

«Los obispos han hecho un trabajo realmente increíble respecto al Instrumentum laboris y el trabajo realizado, debido a su gran complejidad. Un documento de 94 puntos que votará hoy la asamblea», ha explicado Lombardi. El portavoz del Vaticano ha indicado también que el texto «ha sido leído íntegramente en Italiano» ante los más de 270 obispos de todas las diócesis del mundo.

«De manera que con conocimiento de causa los padres sinodales puedan este sábado por la tarde votar el documento final», ha agregado Lombardi al respecto. Por último, ha reiterado que el documento final del Sínodo «no es vinculante y es el Papa quien debe decidir como sucesor del apóstol San Pedro, lo que es mejor para la Iglesia».

La indignación de una divorciada

El pasado domingo 3 de mayo era un día importante para Ángela Conesa: su hijo hacía la Primera Comunión. Unos días antes de la cita, la parroquia les distribuyó una carta en la que les hablaba de horarios y organización. Pero el sexto punto de la carta -el que aparece marcado en fluorescente en esta imagen- indignó a esta mujer, que decidió publicarla en su Facebook. En él decía: “Cada día existen entre nosotros más familias y matrimonios rotos, irregulares a los ojos de la Iglesia, os recuerdo que no se puede recibir la Comunión en algunos casos (“parejas de hecho”, divorciados y vueltos a casar civilmente)”. En tan solo dos días, más de 100.000 personas habían compartido su publicación

«Nos llamaron mariquitas, nos dieron una paliza y nadie hizo nada»

Dos jóvenes denuncian una agresión homófoba en Torrelavega. La Policía Nacional ha facilitado ya al juzgado la identificación del presunto agresor, que propinó puñetazos y mordiscos a los chicos

Zona de Torrelavega en la que sucedieron los hechos. A la izquierda, detalle de la mano de uno de los jóvenes después de que el agresor le asestara un mordisco

Zona de Torrelavega en la que sucedieron los hechos. A la izquierda, detalle de la mano de uno de los jóvenes después de que el agresor le asestara un mordisco. / Luis Palomeque

Domingo, cinco de la madrugada. Dos chicos dan por terminada la juerga y se van caminando por la calle Augusto González Linares de Torrelavega hacia un parking en el que las amigas con las que han salido esa noche han dejado estacionado el coche. Ambos tienen 21 años, estudian en Madrid y habían viajado a Cantabria para pasar el fin de semana. Se cruzan en la acera con otra pareja (pero de chico-chica). Y de pronto escuchan el insulto: «¡mariquitas!», grita el varón. Ellos replican con una pregunta: «¿Qué estás diciendo?» y la respuesta es una sucesión de golpes.

Un puñetazo en la cara tumbó a uno, el otro salió en su defensa y recibió otro tanto. Trató de apartar al agresor con la mano izquierda y le dio un mordisco. La chica intentó separar a su novio, y hasta suplica a los dos agredidos «¡no lo provoquéis!» para que el ataque acabe. El que está tirado en el suelo consiguió levantarse y sacar de allí a su acompañante. Las dos parejas se fueron por direcciones opuestas. Los madrileños miraron hacia atrás. Aún escucharon a lo lejos «¡ven aquí, mariquita!». Ya en el parking, vieron aterrorizados que ellos también entraron. Se escondieron detrás de un coche. No los vieron. Pero ellos sí, y anotaron la matrícula.

Todo esto ocurrió en apenas cinco minutos y a la vista de varias personas, que a esas horas salían de los últimos bares abiertos. «Y nadie hizo nada», según ha relatado uno de los jóvenes agredidos, que prefiere mantener su anonimato por «temor». Él y su novio acudieron primero al hospital Sierrallana y, después, con su parte de lesiones (figura la mordedura en el pulgar, rasguños, un corte en el labio…), a presentar una denuncia a la Comisaría de Torrelavega.

Según ha podido saber eldiariomontañes, el presunto agresor podría ser un hombre joven (de entre 18 y 25 años), de origen latinoamericano, piel oscura, pelo corto, delgado y una estatura aproximada de 1,65 metros. Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía han confirmado la existencia de «dos denuncias, presentadas por dos jóvenes, uno de ellos con lesiones», de las que ya se ha dado cuenta al juzgado. Además, la Policía ha facilitado al juez «la presunta identificación» del autor de los hechos, y en estos momentos se está «pendiente de localizarlo».

Los dos estudiantes regresaron a Madrid y decidieron que lo que les había pasado no podía quedar silenciado. Se sienten víctimas del odio. El suyo ha sido el último ataque homófobo registrado en Cantabria, después de que a principios de verano una pareja de lesbianas fuera atacada dentro de su propia casa, en Cuchía (Miengo). Entonces las asociaciones de gais hablaban de «hecho puntual». Hacía 21 años que no se presentaba ninguna denuncia por un hecho así. Ahora, sin embargo, ya piensan que puede tratarse de un «rebrote de delitos de odio» en la región.

Un rebrote de los delitos de odio

De este suceso ocurrido este pasado fin de semana en Torrelavega han tenido conocimiento la Asociación de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales y Heterosexuales de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid (Arcópoli) y la Asociación de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Cantabria (Alega). Ambos colectivos firman un comunicado en el que alertan de un aumento de ataques a homosexuales. «Desde Arcópoli nos encontramos con unas semanas bastante negras de atención primaria a delitos de odio por homofobia», ha denunciado el coordinador de la asociación, Yago Blando, que ha puntualizado que, por deseo de las víctimas, no todos los casos se hacen públicos.

En este sentido, Javier Igareda, de Alega, ha lamentado que la «tendencia respecto al aumento de los delitos de odio que existe en otras comunidades ha llegado también a Cantabria», donde, según ha dicho, «en pocas semanas» se han producido dos casos de agresiones homófobas. Al respecto, Igareda ha animado a las víctimas a que denuncien y hagan visible el problema para poder actuar en consecuencia.

De hecho ha anunciado que en las próximas semanas se convocará una mesa de trabajo con representación del Gobierno regional, Fiscalía y Delegación del Gobierno. «Debemos trabajar de manera coordinada y efectiva para que hechos como éste y otros que pudieran llegar no queden impunes. Ninguna agresión sin respuesta», ha concluido.

Reacciones de condena y aumento de casos en el Besaya

En Cantabria, determinados grupos han condenado públicamente este ataque homófobo. El primero, la Asamblea Ciudadana por Torrelavega(ACPT), que alerta sobre una «escalada» de este tipo de comportamientos en la comarca del Besaya. ACPT reclama una investigación «seria y completa» de los hechos y subraya que son necesarias medidas a medio y largo plazo que actúen «sobre las bolsas de LGTBfobia» que permanecen en la sociedad. Entre ellas, que el problema se aborde «lo antes posible» en el Consejo Sectorial de Educación, sin olvidar el impulso a medidas en otros ámbitos como el ocio nocturno y el entorno laboral.

Además, ACPT considera que desde el Ayuntamiento hay que «reforzar» a Torrelavega como ciudad comprometida con la convivencia en la diversidad y la igualdad real. «Hay que garantizar que el municipio en general y la zona de vinos en particular sean lugares seguros en los que las personas puedan relacionarse y expresarse en libertad sin que se produzcan discriminaciones de ninguna clase».

ambién Podemos ha reclamado en un comunicado «una ley regional de protección contra la discriminación por opción/orientación sexual e identidad de género». Considera que esta norma debe ser consensuada con las organizaciones de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales, con instituciones y partidos políticos, «para atender de la mejor manera las necesidades que plantean este tipo de agresiones por odio». De igual manera debe elaborarse, indica Podemos, un plan integral en el ámbito de la educación para luchar contra la discriminación y educar en la diversidad afectivo-sexual y familiar. En su opinión, la sensibilización de la sociedad «es el paso decisivo para la eliminación de cualquier comportamiento homófobo».

Juventudes Socialistas de Torrelavega también ha condenado «rotundamente» los «ataques homófobos» ocurridos de este fin de semana en la ciudad y ha ofrecido su apoyo a las víctimas de esta »agresión sin sentido». «No podemos entender este tipo de odio hacia personas por el simple hecho de que son libres de amar a quienes ellos quieran y lo más preocupante es que el agresor tiene tan solo 18 años», asegura el secretario general de JJSS, Gonzalo Fernández, que ha hecho un llamamiento «a todos y todas» a «condenar sin paliativos todas estas agresiones de odio en todos aquellos lugares que se produzcan».

Juventudes Socialistas se ha puesto a disposición de las asociaciones LGTB para coordinar todas las actuaciones necesarias en poner freno a la violencia homófoba.