“Abandoné las Fuerzas Armadas porque no me sentía respetada como mujer ni como homosexual”

Patricia Campos (1977) ha ido abriendo camino. Fue la primera mujer que pilotó en las Fuerzas Armadas un avión reactor y la primera española que entrena a un equipo de fútbol femenino en la liga de Estados Unidos. Acaba de publicar Tierra, Mar y Aire ( Roca Editorial), una autobiografía en la que narra los obstáculos que se encuentra por el camino una mujer pionera.

Desde joven su sueño era volar, tras finalizar la universidad aprobó las oposiciones para entrar en la Armada. Durante ocho años fue feliz pilotando, pero cuando pisaba tierra comenzaban los problemas, tenía que hacer frente en su base militar a una doble discriminación por ser mujer y ser lesbiana. “Me veía obligada a esconder mi condición sexual para no tener problemas, explica en su libro. Atiende a eldiario.es el día antes de comenzar sus vacaciones, porque se marcha a hacer un voluntariado a Uganda, otra de sus pasiones. Allí utiliza el fútbol para integrar a mujeres con VIH.

Desde que inicia las oposiciones hasta que decide marcharse de las Fuerzas Armadas, los comentarios machistas son constantes, ¿cómo recuerda esos ocho años?

Fue sorprendente encontrarme con gente que no compartía mi mismo punto de vista. Me chocó, y no lo acabé de entender. Mientras he escrito el libro he vuelto a mirar atrás y pienso que no hay que tomarse las cosas de forma personal porque no todo el mundo ha tenido la fortuna de educarse con lo valores con los que yo he crecido.

Si las Fuerzas Armadas tuviesen un espíritu más integrador, ¿se hubiese quedado?

Me marché porque no me sentía integrada o respetada como mujer ni como homosexual. No podía trabajar con gente que no compartía mis valores, resultaba incómodo. Si ellos hubieran apostado más por los derechos humanos, o simplemente hubiesen respetado a los que no son como ellos, no hubiese tenido que pedir la baja del ejército porque me encantaba ser piloto militar.

Cuenta que en su unidad no existían vestuarios femeninos, incluso llegaron a remodelar el de los hombres y mantuvieron la negativa a construir uno para chicas

Sí, no sé si seguirán así las cosas. Pero cuando me marché en el 2013 no tenían servicios para chicas. Creo que en la Armada no están preparados para la mujer, porque este simple hecho me parece muy fuerte. Si quería ir al baño o me quería cambiar de ropa tenía que ir a mi casa. La Armada no evoluciona al mismo ritmo que la sociedad civil. Les cuesta adaptarse a los cambios, viven en un mundo paralelo.

¿Recibió apoyo de sus superiores?

En algunas situaciones me sentí un poco sola. Este libro también lo escribí por el resquemor que me ha quedado al pensar que no hice lo suficiente, que no luché todo lo que debía para facilitar la vida de las mujeres que estábamos allí y de las jóvenes que iban a ir llegando. Lo que pretendo con este relato es pedir que cambien las cosas.

¿En qué momento decidió abandonar la Armada?

Cuando la balanza entre felicidad y volar no me compensaba decidí que era el momento ideal para irme, había conseguido mi objetivo que era ser piloto del reactor. Había conseguido mi sueño y decidí apostar por otra vía, la del deporte y la del fútbol, que siempre me ha acompañado a lo largo de estos años.

Desde su marcha, ¿cree que las Fuerzas Armadas se han modernizado?

Yo era la única en mi unidad, no tenía ninguna amiga dentro. Pero recibo mensajes por Facebook de mujeres militares en los que me cuentan las cosas que les pasan y me siento identificada.

¿Ha tenido algún problema tras publicar este libro?

No, estoy recibiendo mucho apoyo, me escriben por redes los lectores porque les ha encantado y les gusta mi forma de ver la vida.

¿Qué precio hay que pagar por ser una mujer pionera?

A los hombres no les gustan las mujeres pioneras. Se cuestiona nuestra profesionalidad, siempre estamos en el ojo del huracán. Siempre tienes que demostrar lo que vales, cuando ellos no tienen que demostrar nada a nadie. Ellos no entienden qué haces ahí, les asusta que seas diferente.

Dejó de pilotar y se marchó a Estados Unidos para entrenar equipos de fútbol. ¿Cómo está viviendo la experiencia?

El deporte en Estados Unidos se ve de una forma diferente que en España, sobre todo el femenino. Recibe apoyo de las instituciones, del gobierno, de las universidades. Las niñas quieren ser como las futbolistas, las empresas les apoyan, son famosas. En España por desgracia no estamos a ese nivel, espero que dentro de unos años se respete a las deportistas tanto como lo hacen allí.

¿En EE UU se ha roto el tabú de la homosexualidad y el fútbol?

Existe una doble moral. En algunos estados como en California la homosexualidad se ve de otra forma porque influye el ambiente de Hollywood y Los Ángeles. En el centro del país la percepción es diferente. Aunque desde hace un año los homosexuales nos podemos casar en todos los estados, no te creas que en EEUU está tan bien visto.

Este verano se marcha a Uganda. ¿Cómo utiliza el fútbol para integrar a mujeres con VIH?

Cuando voy a Uganda formo tres equipos: uno de niños, otro de niñas y otro de mujeres con VIH. El de niñas me costó muchísimo organizarlo porque allí las mujeres no practican deporte pero ahora ellas y los niños juegan juntos, cuando llegué, eso resultaba impensable. Mediante el deporte se pueden abordar valores como el respeto y la tolerancia.

Nuevas agresiones homófobas en Madrid al grito de “puto maricón”

Besada celebrada en 2014 en Madrid contra las agresiones homófobas

Besada celebrada en 2014 en Madrid contra las agresiones homófobas / M.D.

Madrid se ha vestido esta semana de banderas arcoíris para conmemorar el Orgullo LGTBI mientras el colectivo sigue denunciado agresiones homófobas. La última, este miércoles por la noche, cuando tres jóvenes volvían a sus casas tras haber asistido al pregón en la madrileña plaza Pedro Zerolo. Salían del metro sobre las 23:00 horas y “aparecieron tres chavales detrás de nosotros que empezaron a gritarnos ‘maricón, vete a comer pollas’ o ‘id a chueca’ al tiempo que nos empezaron a tirar piedras”, cuenta Raúl, uno de los agredidos.

Los tres, que forman parte de la junta directiva del colectivo por los derechos LGTBI Magdalenas Diversas, cambiaron de rumbo y se dirigieron a casa de Raúl para cenar. Unas dos horas después, “cuando mis dos amigos se iban, a uno le siguieron otros dos chicos distintos”, que empezaron a insultarle y le rompieron el labio de un puñetazo. El joven remarca que los tres portaban banderas arcoíris, chapas y abanicos.

Uno de ellos ha vuelto ha sufrir otro episodio esta misma mañana al subir a un autobús en el madrileño barrio de San Blas. En esta ocasión, dice Raúl, también iba con chapas similares. “Un neonazi del distrito, al que ya conocemos, le ha empezado a llamar ‘maricón de mierda’, pero la gente que había en el autobús ha salido en su defensa y no ha pasado nada más”, explica el integrante del colectivo.

Otra agresión en la ciudad

Este mismo jueves la organización LGTBI Respeta ha denunciado los hechos que se produjeron el pasado viernes sobre las 20:30 de la noche en la calle López de Haro. Una pareja de dos chicos fueron agredidos mientras paseaban y repartían panfletos contra la discriminación al colectivo.

“Pasaban por un supermercado y se encontraron con un grupo de unas veinte personas que vestían camisetas con las letras ‘HSM’, presumiblemente del colectivo nazi Hogar Social Madrid’, que tras un cruce de palabras comenzaron a golpearles en el cuerpo al grito de ‘puto maricón’ y ‘maricón de mierda'”, cuenta Adolfo Martínez, portavoz de la asociación.

En ese momento, uno de ellos comienza a ser perseguido por un grupo de agresores después de que comenzara a correr para huir y se resguarda en un establecimiento de la zona. “Los vecinos y los dueños de la tienda no dejan entrar a los agresores, que se alejan para coger objetos como botellas y vuelven”, afirma Martínez. “Es en ese momento cuando el chico decide salir del establecimiento y correr hasta dejarlos atrás”, continúa.

Tanto estos últimos como los jóvenes agredidos en San Blas han decidido denunciar los hechos. Algo que no hacen la mayoría de gays, lesbianas, bisexuales o trans que sufren episodios de violencia. El colectivo Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en lo que va de año solo en Madrid. De ellas, únicamente 17, el 16%, se han puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Los delitos de odio no se denuncian, no es que no existan, pero solamente así podemos acabar con esta lacra”, dice Martínez.

El contra-Orgullo, otra forma de lucha gay

Asociaciones vecinales y LGTB reclaman un modelo más reivindicativo y sostenible para las fiestas

Cientos de personas, ayer, durante el pregón de las fiestas del Orgullo LGTB en la Plaza Pedro Zerolo

Cientos de personas, ayer, durante el pregón de las fiestas del Orgullo LGTB en la Plaza Pedro Zerolo. OLMO CALVO

La programación del Orgullo LGTB ha comenzado con polémica. Ayer en la plaza Pedro Zerolo el jurado del programa MasterChef, es decir, los cocineros Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo Nájera, debería haber ejercido de pregonero de esta semana grande para el colectivo LGTB . Sin embargo, desde las redes sociales se mostró un gran descontento porque este trío tan poco representativo para la causa hubiera sido elegido para dar el inicio de las fiestas, especialmente, en un año marcado por la masacre homófoba de Orlando, donde 50 personas perdieron la vida. El homenaje programado para recordar a las víctimas se mantuvo pero, por primera vez, el Orgullo se quedó sin pregoneros.

Este arranque refleja el malestar que cierta parte del colectivo siente respecto a unas fiestas que en opinión de muchos han perdido su carácter reivindicativo en favor de su lado más lúdico y comercial. De ahí que en los últimos años se haya afianzado la plataforma Orgullo Crítico, un proyecto que reunió a 2.000 personasen su manifestación del martes 28 bajo el lema Orgullo, resistencia y autodefensa.

Esta plataforma se creó en 2007 y está formada por una docena de asociaciones, entre las que se encuentran la Asamblea Transmaricabollo de Sol, la Comunidad de Asexuales de España (ACEs) o la Comunidad no monógama lgtbq+. Según explican, nacieron «como una reacción al Orgullo comercial, buscando un movimiento mucho más político y reivindicativo, lejos del capitalismo rosa». En su manifiesto denuncian «la discriminación silenciosa a la que se nos somete diariamente en nuestros puestos de trabajo, las instituciones, sistema sanitario, entornos sociales, en las calles… Algo que nos obliga de forma sutil pero contundente a ocultar nuestras disidencias».

Para mostrar su compromiso han organizado una serie de actividades bastante alejadas de los conciertos de pop por las plazas de Madrid o la tradicional carrera de tacones. Por ejemplo, el jueves 30 organizan en La Quimera (Plaza de Nelson Mandela, Lavapiés) una Kafeta Anal Marika, con performances, talleres de género, comida vegana y música. El sábado 2 tendrá lugar un taller de mecánica ciclista para mujeres, bolleras y trans en Tabacalera (Embajadores, 51) y el sábado 9 habrá karaoke transfeminista y concierto de cantautoras, a las 19.30 h., en La Quimera. El resto de actividades se puede consultar en su web orgullocritico.wordpress.com.

Esta plataforma no es la única que aboga por cambiar el modelo del orgullo oficial. La Asociación de vecinos de Chueca también propuso al Ayuntamiento de Ahora Madrid un «modelo más social en el que cobrase más importancia el tejido cultural del barrio, en vez de los intereses de los empresarios», explica Esteban Benito, su presidente.

Sin embargo, Benito asegura que desde el Consistorio se bloqueó y boicoteó esta iniciativa que «pretendía ser una propuesta alternativa a la forma en la que durante la última década se vienen organizando actividades en el barrio para el orgullo, totalmente de espaldas al barrio». Aún así, aseguran que seguirán trabajando por unas fiestas más sostenibles e integradoras. Para ellos, otro Orgullo Gay es posible… y necesario.

Madrid: Tres jóvenes gais, agredidos en San Blas tras acudir al pregón del Orgullo

El colectivo Arcópoli tiene registradas 107 agresiones homófobas en la región en lo que va de año

Tres jóvenes gais de entre 21 y 25 años han sido agredidos esta madrugada cuando regresaban de asistir al pregón del Orgullo, celebrado ayer en el barrio de Chueca. Un grupo de personas les ha increpado, les ha insultado y les ha lanzado objetos. En lo que va de año, el colectivo Arcópoli, de defensa del colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (LGTBi) lleva registradas 107 agresiones homófobas en la región en lo que va de año.

Los jóvenes regresaban a sus domicilios cuando se toparon con un grupo de tres chavales (dos de ellos menores de edad), en la plaza de Alsacia y en la avenida de Guadalajara, en el distrito de San Blas. Sus integrantes comenzaron a insultarles con improperios como “maricones y comepollas”. Los jóvenes subieron al domicilio a uno de ellos, sin enfrentarse a sus atacantes. “Llevábamos las banderas arcoiris [símbolo del movimiento LGTBi] y por eso nos reconocieron. De todas formas, saben nuestra orientación sexual porque llevamos toda la vida residiendo en este barrio”, señala una de las víctimas.

Cuando terminaron de cenar, uno de los jóvenes gais se marchó a su casa. Le estaban esperando de los atacantes, que siguieron con los insultos. En este caso, la víctima sí se encaró a ellos y les recriminó su actitud. Los chavales le empezaron a tirar manzanas y hasta piedras, cuando caminaba por la calle de los Hermanos García Noblejas. Una de ellas le alcanzó en la cara y le partió el labio. El herido pudo llegar a su casa y curarse la herida.

Los agredidos tienen previsto acudir esta tarde a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía del distrito y denunciar los hechos. “Ante todo tenemos más ganas de acabar con este tipo de ataques y que se tomen medidas”, explica uno de los agredidos.

El colectivo Magdalenas Diversas, al que pertenecen los jóvenes, ha convocado una concentración a las seis de la tarde de mañana en la plaza de Alsacia para denunciar la agresión y pedir medidas contra este tipo de ataques. A la misma está prevista que se sumen otras asociaciones, como Arcópoli. 

PEGATINAS HOMÓFOBAS EN CHAMBERÍ

La glorieta de Bilbao ha amanecido esta mañana con nuevas pegatinas homófobas, según ha denunciado Arcópoli. En las mismas se ve a un grupo de personas pintadas con el arcoíris y justo en medio una con perfil negro y el logotipo del grupo neonazi Bases Autónomas. Sobre ellas se lee el texto: “Somos diferentes”.

El colectivo de defensa LGTBi ya se ha puesto en contacto con la Policía Municipal para denunciar este hecho, de forma que lo investiguen por si supone un delito de odio.

El Orgullo Gay después de Orlando

EE UU ha demostrado que la conquista de derechos se alcanza cuando, en un carril paralelo, también avanza el rechazo a la intolerancia y la homofobia

La marcha del Orgullo en Nueva Orleans. GERALD HERBERT AP

La marcha del Orgullo en Nueva Orleans. GERALD HERBERT AP

Las parejas homosexuales de Estados Unidos tienen derecho a casarse, a compartir seguros médicos, a hacer declaraciones de impuestos conjuntas o adoptar niños. La opinión pública respalda esos derechos a niveles más altos que nunca. La candidata demócrata a la Casa Blanca desfila en las celebraciones del Orgullo Gay de Nueva York. El presidente de la nación hace referencia a las reivindicaciones por la igualdad de los transexuales en un discurso a las dos Cámaras del Congreso y acaba de crear el monumento nacional a los derechos LGBT. Cuando habla de esta comunidad, no se queda en las siglas: habla de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales.

Es el relato de los avances hacia la igualdad de todos los ciudadanos estadounidenses que han visto cómo la ola del cambio se aceleraba y ganaba fuerza en el último lustro. Cualquiera que mirase atrás hacia estos últimos años podría preguntarse ¿qué más queda por ganar? Pero la misma oleada chocó el pasado 17 de junio, de golpe, con el muro del terror. Una masacre en un club gay de Orlando, la peor en la historia de EE UU, acabó con la vida de 49 personas y dejó otras 53 heridas.

Mirando atrás se lee también el relato de cuatro décadas de avances incuestionables, como el hecho de que EE UU haya celebrado este fin de semana el primer aniversario de la plena igualdad de derechos, interrumpidos únicamente por instantes en los que la homofobia y el odio recuerdan que la verdadera igualdad, la apuntalada en la aceptación y el respeto en toda la sociedad, aún no está lograda. El ataque de Orlando ha sido el último.

Las marchas del Orgullo de todo el mundo recuerdan a las víctimas de Orlando. En la imagen, la de San Juan, en Puerto Rico, el pasado 26 de junio. ALVIN BAEZ REUTERS

Las marchas del Orgullo de todo el mundo recuerdan a las víctimas de Orlando. En la imagen, la de San Juan, en Puerto Rico, el pasado 26 de junio. ALVIN BAEZ REUTERS

Más de dos semanas después de la masacre se desconoce aún el verdadero motivo de Omar Mateen, que juró su lealtad a ISIS durante el tiroteo, pero también mostró señales de dudas sobre su identidad, habiendo visitado el club en varias ocasiones y como usuario de aplicaciones para citas entre homosexuales. Para la comunidad LGBT, ninguna de estas razones oculta que el hecho de ser un club gay lo convirtió en objetivo.

“Tenemos trabajo por hacer cuando personas LGBT de todo el mundo todavía se enfrentan a un aislamiento increíble, pobreza, persecución, violencia e incluso la muerte”, dijo Obama en una ceremonia en la Casa Blancaapenas dos días antes de la masacre. Según las autoridades estadounidenses, el 22% de los crímenes de odio perpetrados en el país son contra homosexuales o transexuales.

La reacción en EE UU a la masacre de Orlando ha sido la de la defensa de espacios como el club Pulse, necesarios aún para la comunidad LGBT. “La existencia de estos lugares es en sí un acto de rebeldía. Representan la reivindicación de espacios por parte de personas que viven en los márgenes de la sociedad”, escribe Julio Capó, profesor de la Universidad de Massachusetts.

El recuerdo a las víctimas de Orlando en la puerta de Stonewall Inn, en Nueva York. LUCAS JACKSON REUTERS

El recuerdo a las víctimas de Orlando en la puerta de Stonewall Inn, en Nueva York. LUCAS JACKSON REUTERS

Pero quienes han conocido estos lugares como el único sitio donde sentirse aceptados, comprendidos y donde nadie les iba a tratar desde la diferencia, también saben que esas cuatro paredes pueden convertirse rápidamente en un velo fácil de rasgar. “Mis primeras visitas a clubs gais eran operaciones clandestinas y, debo decir, es difícil ser gay sin que nadie se dé cuenta y a la vez ir vestido adecuadamente para salir una noche”, escribió hace una semana Matt Thompson, columnista de The Atlantic, hijo de inmigrantes y miembro de la comunidad gay de Orlando en los 80 y los 90. El atentado ha recordado que muchos miembros de la comunidad LGBT todavía tienen en estos locales —desde Orlando a Detroit, Nueva Orleans o Nueva York— el único espacio donde viven en completa libertad y aceptación.

Mientras, en el exterior, la sociedad estadounidense es el ejemplo de que, en un carril paralelo al de la conquista de los derechos, es necesario que avance el rechazo a la intolerancia y la homofobia. Las redadas del Stonewall Inn tuvieron por respuesta la creación de un movimiento de protestas y activismo por la igualdad de gais y lesbianas que ha durado varias décadas. Sobre esas protestas se sustenta la reacción a la iniciativa el año pasado de una funcionaria de Kentucky que se negaba a casar a parejas homosexuales.

Cuando poco después dos Estados sureños aprobaron leyes que permiten negar servicios a parejas homosexuales, la comunidad empresarial del país se pronunció rápidamente a favor de la igualdad de derechos. Y hace apenas dos meses fue el mundo de la cultura y el cine el que boicoteó a Carolina del Norte tras aprobar una ley que niega el acceso a los baños públicos a los transexualesque quieran emplear el servicio del género con el que se identifican.

El último ejemplo también pasa por Orlando. Decenas de personas crearon murallas humanas en los funerales de las víctimas del ataque para que ni las familias ni las cámaras de televisión pudieran apreciar la presencia de activistas que portaban mensajes homófobos. Harvey Milk, el primer político electo en San Francisco tras revelar su homosexualidad y asesinado en 1978, afirmó “si una bala me atraviesa la cabeza, dejen que esa bala destruya las puertas de todos los armarios”. Su deseo aún no se ha cumplido, pero la oleada del cambio solo avanza en una dirección.

Sexu askatasunaren alde manifestazio jendetsuak Euskal Herrian

LGTB Harrotasunaren Nazioarteko Egunak Euskal Herriko hiri nagusiak koloreztatu ditu ekainaren 28an. Borrokarako, sexu askatasuna aldarrikatzeko eta aniztasuna ospatzeko egunean ortzadarra izan da protagonista.

LGTB Harrotasunaren egunez manifestazioa Bilbon

LGTB Harrotasunaren egunez manifestazioa Bilbon. (Argazkia: @EcuadorEtxea)

Hego Euskal Herriko hiriburuetan barrena manifestazio jendetsuak izan dira. Arratsalderako zegoen egina deialdia lau hiriburuetan eta ehunka lagun bildu ditu gay harrotasunaren eta aniztasunaren aldarrikapenaren egunak. LGTBfobiaren aurkako aldarriak nagusitu dira eta errefuxiatuekiko elkartasuna adierazi dute manifestariek. Bilbon, esaterako, Harrotasunak ez du mugariklelopean egin dute. Eredu tradizionaletik kanpo dauden errealitate ugariak aldarrikatu dituzte.

bilbo 2016-ecuador etxea

“Sexu askatasuna posible izateko, pertsonen duintasuna errespetatu behar da”

Urtero ohi duenez, EHGAM Euskal Herriko Gay Askapenerako Mugimenduak Urrezko Hirukia sariak banatu ditu gaur Bilboko Kafe Antzokian.

urrezko hirukia 2016

Iker Ortiz de Zarate, Imanol Alvarez, Javier Liñera eta Jon Koldo Vazquez

ker Ortiz de Zarate, Javier Liñera eta Jon Koldo Vazquez aktoreek jaso dute, euren ibilbide profesionalean LGTBI komunitatearen helburuekin bat datozen gaiak jorratzeagatik.

Bilbo Hiria irratiko koordinatzaile Ane Zabalak Imanol Alvarez EHGAMeko kidearekin eta Vazquez sarituarekin hitz egin du.

Calles e instituciones se unen en la exigencia de respeto a la diversidad

Las capitales de Hego Euskal Herria se vistieron en la tarde de ayer con los colores de las banderas arcoiris del colectivo LGTBI. En una jornada de marcado sabor reivindicativo, las instituciones también dieron su apoyo a la lucha por el derecho a la diversidad sexual. En Iruñea recibieron por primera vez a la plataforma 28J y colgaron la enseña multicolor en la fachada del consistorio como un «gesto simbólico pero significativo, que lanza un mensaje alto y claro».

2016-06-28, Bilbo. LGTBI nazioarteko eguna dela eta, mobilizazioa. 28-06-2016, Bilbao.  Movilización en Bilbo con motivo del Día Internacional por los derechos de GLTIB.

Movilización en Bilbo con motivo del Día Internacional por los derechos de GLTIB.

Donostia, Iruñea, Gasteiz y Bilbo se llenaron de banderas arcoiris en las marchas organizadas para ayer por la tarde con motivo del Día del Orgullo LGTBI. Una vez más, los colores, los disfraces y el buen humor inundaron las calles sin dejar de lado las reivindicaciones por la diversidad y la libertad sexual.

Mientras, a lo largo del día, diferentes instituciones mostraron su apoyo al colectivo LGTBI a través de declaraciones. En este contexto de respaldo generalizado, el paso más llamativo fue el dado por el Ayuntamiento de Iruñea, que recibió a un grupo de representantes de la plataforma 28J por primera vez. Además, colocaron la bandera arcoiris en la fachada del edificio consistorial. El alcalde, Joseba Asiron, lamentó que aún «persistan ataques de odio contra la población LGTBIQ» y recordó a las víctimas de Orlando. «Son todavía muchos los países, demasiados, los que castigan y discriminan a la población con motivo de su orientación sexual o identidad de género», denunció, pero consideró que también «hay mucho que celebrar» por los pasos que se han dado hasta ahora como la visibilización de la bandera que es, según dijo el primer edil, «un gesto simbólico pero significativo, que lanza un mensaje alto y claro».

Por su parte, el representante de la plataforma 28J, Raúl López, calificó de «muy emocionante» verse reconocidos por la corporación municipal cuando «siempre nos veíamos fuera de las instituciones», añadiendo a renglón seguido que «se nos abren expectativas nuevas que algunas veces no nos imaginábamos ni que hubiéramos podido conseguir».

Una cascada de

Por otro lado, la Diputación de Gipuzkoa aprobó una declaración institucional en la que apuesta por el desarrollo de políticas destinadas a «proteger y potenciar» los derechos políticos, ideológicos y civiles de personas LGTBI de acuerdo con los principios fundamentales de libertades públicas y privadas.

En Gasteiz también aprobaron una declaración institucional en la que el Ayuntamiento se compromete a seguir trabajando en defensa de «la plena igualdad y el derecho a la libertad afectivo-sexual». A su vez, expresó su «rotundo rechazo» ante cualquier tipo de violencia, «incluida la LGTBfobia».

El Ayuntamiento de Barakaldo se sumó asimismo a las reivindicaciones y pidió «una conciencia basada en la solidaridad, que permita modificar las actitudes y eliminar los prejuicios, las fobias y los odios» hacia el colectivo LGTBI.

De igual manera, en Getxo se aprobó por unanimidad una declaración en la que los corporativos indican su voluntad para «trabajar por la visibilización social y pública del colectivo LGBT» para llegar a conseguir que «la sociedad asuma una visión respetuosa e inclusiva que acabe con los estereotipos creados por la ignorancia».

En ese sentido, el Ayuntamiento de la localidad navarra de Oltza Zendea manifestó que quiere «desterrar toda acción que suponga el más mínimo desprecio a la vida, a la integridad física y a la dignidad de las personas, cualquiera que sea su opción sexual o su identidad de género».

En Ipar Euskal Herria ya celebraron el su desfile por los derechos de las personas LGTBI a principios de junio en Baiona. Es habitual que, aunque el día de referencia internacional sea el 28 de junio y la mayoría de las celebraciones tengan lugar en esa fecha, haya variaciones. Por ejemplo, el mayor desfile del Estado español –y de Europa–, el de Madrid, tendrá lugar el sábado; el de Barcelona, será el 9 de julio, para que no se solapen.

El alcalde del PP en Cuenca prohíbe colgar la bandera del Orgullo Gay en el Ayuntamiento

Tras retorcer el contenido de una moción que fue aprobada por la unanimidad de la oposición y con el voto en contra del Partido Popular, el regidor ha decidido colocar la bandera arcoíris en la fachada del Mercado Municipal, una actitud que ha sido calificada como “homofóbica” y “autoritaria”.

Activistas y ediles de la oposición frente al Ayuntamiento de Cuenca

Activistas y ediles de la oposición frente al Ayuntamiento de Cuenca

Todo apuntaba a que la bandera arcoíris iba a ondear por primera vez en el Ayuntamiento de Cuenca,  pero el Partido Popular ha decididocensurar este acontecimiento tras retorcer el contenido de la moción que fue aprobada por la unanimidad de la oposición durante el pleno del pasado miércoles.

Este gesto simbólico, impulsado por Izquierda Unida, votado en contra por el PP y apoyado por PSOE y C’s, iba acompañado de otras medidas como la puesta en marcha de tutorías de atención a la diversidad afectivo-sexual en los centros educativos conquenses, la inserción de cláusulas de protección a personas transexuales en los planes municipales de inserción laboral, dado su alto grado de discriminación en el trabajo, o la elaboración de una campaña de denuncia de la homofobia.

A pesar de ello, ayer, el alcalde conquense, el conservador Ángel Mariscal, comunicó a la portavoz local de IU, Ana Cruz, que no se colocaría en el Ayuntamiento la bandera LGTBI con motivo de la reivindicación del Orgullo Gay que se celebra hoy, 28 de junio.

Concretamente, Cruz denunció que “el único argumento del alcalde para no cumplir el acuerdo es que se atribuye la competencia exclusiva de decidir dónde y cuándo se cuelgan las banderas en el Consistorio”, unas palabras que la portavoz de IU calificó como “una nueva muestra de autoritarismo”.

Finalmente, el equipo de Gobierno del Partido Popular ha decidido colocar una bandera arcoíris en la fachada del Mercado Municipal. Tras esto, los conservadores han defendido que están cumpliendo el compromiso alcanzado en el último pleno, mientras que los grupos de la oposición han lamentado la “tomadura de pelo” que supone que el Partido Popular se aferre a la terminología de “edificios públicos municipales”, cuando estaba claro que lo que se acordó en pleno fue poner la bandera en el Ayuntamiento, en la Plaza Mayor.

Impiden que la oposición acceda al Salón de Plenos

Esta mañana, continuando con la polémica, varios ediles han intentado colgar la bandera, pero se les ha denegado el acceso al Salón de Plenos con el argumento “de que la utilización del salón es prerrogativa del alcalde y no lo considera oportuno“, ha explicado a los medios la portavoz de IU, Ana Cruz.

Además, Izquierda Unida ha criticado que el regidor no ha cumplido con el acuerdo del pleno. “Después del rechazo de la moción y con esta actitud, parece que tiene una actitud homófoba impropia del siglo XXI en el que vivimos”, han manifestado.

El portavoz ‘popular’, por su parte, ha rechazado cualquier acusación de “homofobia” y ha recordado que el equipo de Gobierno ha dado instrucciones para iluminar, como ya hiciera el año pasado, con los colores de la bandera arcoíris las Casas Colgadas, el monumento más emblemático de la ciudad.

Las 88 agresiones homófobas en Madrid que no llegan a la comisaría

Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en Madrid en lo que va de año

Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en Madrid en lo que va de año EFE

Casi 50 años después de que un grupo de trans, lesbianas y gays hicieran frente a la policía de Nueva York en los alrededores del pub Stonewall Inn, el colectivo LGTB sigue contabilizando agresiones homófobas y tránsfobas en Madrid. Frecuentemente se considera aquel 28 de junio el inicio de la lucha contra todo un sistema que perseguía a aquellos que no respondían a los patrones sexogenéricos impuestos. Pero aún hoy a muchos siguen pisándoles los talones cuando vuelven a casa por la noche y muchos evitan esa calle para no palpar el riesgo de recibir una paliza.

Como Sergio, que perdió el conocimiento tras uno de los empujones que les dieron a él y a su amigo al grito de ‘banda de maricones'”. La que sufrió este joven madrileño es una de las 105 agresiones homófobas o tránsfobas que ha contabilizado la asociación LGTB Arcópoli en la capital desde el inicio del año. De ellas, solo se han denunciado ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado 17. Es decir, 88 agresiones son invisibles para la Policía.

Algo similar ocurre con los datos que proporciona el Ministerio del Interior en su informe anual de delitos de odio. El último, correspondiente a 2015, contabilizó 169 incidentes por homofobia en toda España. Pero en la estadística solo se incluyen aquellos que han sido puestos en conocimiento de un agente. Según relató a eldiario.es, Sergio acudió a comisaría poco después de la agresión para denunciar ante un policía.

Pero la formación de los agentes es “insuficiente”, según sostiene el jefe de la Policía Local del municipio madrileño de Fuenlabrada y portavoz de la Plataforma por la Gestión Policial de la Diversidad, José Cano. Arcópoli, a través de su Observatorio contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, imparte cursos a varios cuerpos de policía madrileños, pero “es fundamental poner en marcha un proceso de formación intensiva”, explica Cano. Y ejemplifica: “Si un agente presencia un puñetazo a un chico que se estaba besando con otro, puede dudar si es un ataque de odio, pero si el agresor tiene tatuado en el brazo ’88’ –símbolo del saludo Heil Hitler– podrá identificar mejor la motivación”.

Pero eso requiere, matiza Cano, que “los policías lo sepan, y muchos aún no tienen esa formación”. El portavoz asegura que los de odio, como los homófobos, son “delitos complejos, que requieren muchos medios de prueba… y por ello se necesita tanta información para identificarlos”.

La normalización de la violencia

Sergio sí denunció, pero no lo hizo el amigo que le acompañaba y al que también agredieron. “Por vergüenza y por miedo”, contó el joven. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea –FRA– elaboró en 2013 un estudio que cuantificaba en un 80% el número de victimas de discriminación que viven las agresiones en el ámbito privado, sin denunciar.

Entre los motivos para no poner en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la agresión, el informe enumera  la desconfianza en que la policía hiciera algo al respecto –32%– o pudiera hacerlo –19%–, el miedo a la reacción de los agentes –19%–, el temor a las represalias –16%– o la vergüenza –15%–. Sin embargo, la razón más frecuente –48%– es “no se me ocurrió” o “no me pareció lo suficientemente grave”.

Rubén López, vocal de delitos de odio de Arcópoli, recibe casi diariamente llamadas de chicos y chicas a los que han agredido junto a insultos homófobos o tránsfobos. Ve en ellos y ellas su reticencia a denunciar. El experto identifica la normalización de la violencia como uno de los factores fundamentales. “Lo ven como algo normal, que está aceptado que alguien les agreda o insulte”, sostiene. Pero también la creencia de que no sirve para nada y la desconfianza motivada “porque el colectivo LGTB ha tenido una historia muy dura con la policía que sigue en el imaginario”.

López explica que el perfil de las víctimas suele ser un hombre joven que va en pareja porque para el agresor, un hombre la mayoría de las veces, “dos chicos dándose un beso supone una traición al concepto de masculinidad”, pero que lo hagan dos chicas, “lo ve morboso y excitante”. Por otro lado, continúa, “el contacto físico entre dos hombres en público es más tabú”, aunque “últimamente estamos observando un aumento de denuncias de chicas”.

Ante esta situación que los colectivos LGTB llevan años vigilando, exigen la aprobación de una ley de igualdad LGTB que incluya la formación de jueces, fiscales y abogados en esta materia e incorpore la diversidad afectivo sexual “en todos los ámbitos: sanidad, educación…”, dice López. Además, que contemple medidas y herramientas concretas para combatir la homofobia desde las instituciones. Sin embargo, el Partido Popular, que ha ganado las elecciones de este 26J, es el único partido que no incluía esta medida en su programa electoral, al contrario que el PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos.