El contra-Orgullo, otra forma de lucha gay

Asociaciones vecinales y LGTB reclaman un modelo más reivindicativo y sostenible para las fiestas

Cientos de personas, ayer, durante el pregón de las fiestas del Orgullo LGTB en la Plaza Pedro Zerolo

Cientos de personas, ayer, durante el pregón de las fiestas del Orgullo LGTB en la Plaza Pedro Zerolo. OLMO CALVO

La programación del Orgullo LGTB ha comenzado con polémica. Ayer en la plaza Pedro Zerolo el jurado del programa MasterChef, es decir, los cocineros Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo Nájera, debería haber ejercido de pregonero de esta semana grande para el colectivo LGTB . Sin embargo, desde las redes sociales se mostró un gran descontento porque este trío tan poco representativo para la causa hubiera sido elegido para dar el inicio de las fiestas, especialmente, en un año marcado por la masacre homófoba de Orlando, donde 50 personas perdieron la vida. El homenaje programado para recordar a las víctimas se mantuvo pero, por primera vez, el Orgullo se quedó sin pregoneros.

Este arranque refleja el malestar que cierta parte del colectivo siente respecto a unas fiestas que en opinión de muchos han perdido su carácter reivindicativo en favor de su lado más lúdico y comercial. De ahí que en los últimos años se haya afianzado la plataforma Orgullo Crítico, un proyecto que reunió a 2.000 personasen su manifestación del martes 28 bajo el lema Orgullo, resistencia y autodefensa.

Esta plataforma se creó en 2007 y está formada por una docena de asociaciones, entre las que se encuentran la Asamblea Transmaricabollo de Sol, la Comunidad de Asexuales de España (ACEs) o la Comunidad no monógama lgtbq+. Según explican, nacieron «como una reacción al Orgullo comercial, buscando un movimiento mucho más político y reivindicativo, lejos del capitalismo rosa». En su manifiesto denuncian «la discriminación silenciosa a la que se nos somete diariamente en nuestros puestos de trabajo, las instituciones, sistema sanitario, entornos sociales, en las calles… Algo que nos obliga de forma sutil pero contundente a ocultar nuestras disidencias».

Para mostrar su compromiso han organizado una serie de actividades bastante alejadas de los conciertos de pop por las plazas de Madrid o la tradicional carrera de tacones. Por ejemplo, el jueves 30 organizan en La Quimera (Plaza de Nelson Mandela, Lavapiés) una Kafeta Anal Marika, con performances, talleres de género, comida vegana y música. El sábado 2 tendrá lugar un taller de mecánica ciclista para mujeres, bolleras y trans en Tabacalera (Embajadores, 51) y el sábado 9 habrá karaoke transfeminista y concierto de cantautoras, a las 19.30 h., en La Quimera. El resto de actividades se puede consultar en su web orgullocritico.wordpress.com.

Esta plataforma no es la única que aboga por cambiar el modelo del orgullo oficial. La Asociación de vecinos de Chueca también propuso al Ayuntamiento de Ahora Madrid un «modelo más social en el que cobrase más importancia el tejido cultural del barrio, en vez de los intereses de los empresarios», explica Esteban Benito, su presidente.

Sin embargo, Benito asegura que desde el Consistorio se bloqueó y boicoteó esta iniciativa que «pretendía ser una propuesta alternativa a la forma en la que durante la última década se vienen organizando actividades en el barrio para el orgullo, totalmente de espaldas al barrio». Aún así, aseguran que seguirán trabajando por unas fiestas más sostenibles e integradoras. Para ellos, otro Orgullo Gay es posible… y necesario.